AllterNatura A salud
La publicación sobre bienestar y soluciones alternativas de salud
Longevidad: ¿y si el secreto estuviese en nuestros músculos?
Nº22/Enero 2016 Nº 2
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>editorial
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Más caro no significa más eficaz
H
oy en día existe una conciencia cada vez mayor sobre la importancia de las intolerancias alimentarias, tanto entre la medicina ocial como en las medicinas “al -
Longevidad: ¿ y si el secreto estuviese en nuestros músculos? ¿Diagnóstico de cáncer? La vitamina que lo cambia todo
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Riesgo de cáncer: inferior al 40%. Riesgo de diabetes: inferior al 70%. Riesgo cardiovascular: inferior al 43% Las personas que han obtenido estos resultados no se conforman con llevar una buena alimentación. Su longevidad tiene otra explicación que nos interesa a todos. (pág.2) �
>sumario
Intolerancias alimentarias
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Fibromialgia: la enfermedad que no se cura con medicamentos
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Cremas hidratantes: ¡a la basura con ellas!
Cómo evitar el dolor de espalda al viajar en coche
Julien Jul ien Venes V enesson son
ternativas”. Después de un decenio, el desafío reside en saber identicar de forma rápida y sencilla nuestras intolerancias. Algunos laboratorios de análisis proponen sus propias soluciones, que consisten en realizar pruebas de decenas o incluso centenares de alimentos por medio de la reacción que se produce entre las proteínas de los alimentos y la sangre. sang re. Por desgracia, los fabricantes de estas pruebas han ha n decidido guardar silencio en cuanto a los métodos que emplean. Como resultado, nadie puede comprender cómo es posible que una prueba indique, al mismo tiempo, que existe una intolerancia al gluten pero no una intolerancia al centeno (que contiene gluten). Del mismo modo, la prueba del tomate no permite saber qué variedad se analiza a naliza ni en qué condiciones (¿previamente cocinado o no?), ya que la intolerancia puede darse para el alimento crudo y sin embargo no para el mismo alimento si está cocinado.
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Naturopatía y tradiciones: ¿Desborda vitalidad?
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La caléndula: tan común y tan eficaz
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Mi encuentro con la “Piedra del corazón”
Cómo conocer su riesgo de diabetes en 60 segundos 28 ¿ Arsénico en el arroz? 27
28
EPOC: el tratamiento más eficaz no es un medicamento
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Libros y agenda
Y no soy el único que alerta sobre estas pruebas; también lo hace el Dr.
Willem, que este mes nos propone una prueba gratuita y 100% able para identicar nuestras intolerancias. Una vez más: caro no quiere decir más ecaz.
Publicidad: una amenaza para nuestra salud
>ejercicio físico
Longevidad: ¿y si el secreto estuviese en nuestros músculos? Riesgo de cáncer: inferior al 40%. Riesgo de diabetes: inferior al 70%. Riesgo cardiovascular: inferior al 43% Las personas que han obtenido estos resultados no se conforman con llevar una buena alimentación. Su longevidad tiene otra explicación que nos interesa a todos. �
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as llamadas “zonas azules”
siguen suscitando verdadera fascinación. Así es como llamamos a esos lugares del mundo en los que se concentra un mayor número de personas centenarias. Desde
hace muchos años los cientícos -y también los ciudadanos de a pie- se mueren por entender los secretos de esta longevidad. El último estudio realizado al respecto saltó a los titulares el pasado mes de abril. El estudio se interesaba concretamente por la zona azul de las montañas de Cerdeña. En un trabajo en colaboración, investigadores italianos, españoles y belgas elaboraron una lista de todas las causas posibles e imaginables que podrían explicar esta longevidad excepcional; entre ellas, por supuesto, la alimentación, pero también la actividad física y el vínculo social. Sin embargo, al mirar de cerca la alimentación de estos habitantes de las montañas, lo que descubrimos
es más bien sorprendente: consumo diario de cereales completos, legumbres (lentejas, garbanzos), productos lácteos (principalmente a base de leche de oveja), patatas, sopa de verduras (la famosa minestrone ), ), frutos frutos se-
do o muy elevado, por contraposición al 69% de los sardos que viven en el campo. En el caso de las mu jeres la diferencia es aún mayor, mayor, ya que el 61% de las mujeres sardas de las montañas presentan una masa muscular alta, respecto de sólo el 32% de las que viven en el campo.
cos, ocasionalmente cerdo y pescado, huevos, algunas frutas (sólo de 1 a 2 piezas al día)... y todo ello acompañado de uno a dos vasos de vino al día, aceite de oliva y un poco de miel.
Pero estas diferencias de características físicas no tienen nada que ver con la alimentación, sino que simplemente son el resultado del grado de actividad física(1). Y us-
la descripción de una dieta mediterránea clásica que, si bien globalmente es excelente, lo cierto es que no va asociada a una longevidad tan elevada en otros lugares del mundo.
esto que ver con la longevidad?
¡En denitiva, nada nuevo! Ésta sería
En realidad, este estudio revela, sobre todo, una enorme diferencia entre estos sardos de las montañas y los que viven en la ciudad o en el campo, sin que hasta ahora nadie haya podido explicar por qué.
LONGEVIDAD: UNA BUENA ALIMENT ALIMENTACIÓN ACIÓN NO BASTA En la página 50 de este informe cientíco, el equipo de investigadores publica una serie de resultados que llaman la atención. Examinan la composición corporal de los sardos de las montañas, comparándola con la de aquéllos que viven en las ciudades o en el campo, y la conclusión es que un 95% de los hombres sardos de las montañas presenta un índice de masa muscular eleva-
tedes me preguntarán: ¿y qué tiene Es sencillo: desde hace unos diez años, y gracias a decenas de estu-
dios cientícos que han realizado el seguimiento de centenares de miles de personas, se sabe que las personas que más practican determinados deportes, que desarrollan su masa muscular, presentan un riesgo considerablemente menor de muerte prematura. En concreto, la disminución del riesgo alcanza el 43% en el caso de las enfermedades cardiovasculares(2), el 40% en el caso del cáncer (3) y el 70 70 % en en el caso caso de la diabetes diabetes(4).
Tales benecios para la salud son sencillamente inalcanzables sólo con un cambio de alimentación. Y, quizás por este motivo, es un tema del que
no se habla a menudo en las noticias: siempre es más fácil dar lecciones sobre una alimentación óptima que ofrecer consejos sobre actividad física cuando nosotros mismos somos personas sedentarias, tenemos tripa o nos pasamos el día frente a la pantalla.
1. Pes GM, Tolu Tolu F, F, Dore MP, MP, Sechi GP, GP, Errigo A, Canelada A, Poulai n M. Male longevity in Sardinia , a review of hi storical sources supporting su pporting a causal causa l link with dietary factor s. Eur
J Clin Nutr. Nutr. 2015 Apr;69(4):411-8. 2. Timpka S, Petersson IF, IF, Zhou C, Englund M. Muscle strength in adolescent men and risk of cardiovascu cardiovascular lar disease events and mortality in middle age: a prospective cohort study. study. BMC Med. 2014 Apr 14;12:62.
3. Ruiz JR, Sui X, Lobelo F, F, Lee DC, Morrow JR Jr, Jr, Jackson AW, Hébert JR, Matthews CE, Sjöström M, Blai r SN. Muscular strength and adiposi ty as predictors of adulthood cancer canc er
mortality in men. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2009 May;18(5):1468-76. May;18(5):1468-76. 4. Kim, Sunkyung et al. Metabolic risk factors in U.S. youth with low relative muscle mass. Obesity Research Research & Clinical Practice , Volume Volume 9 , Issue 2 , 125 - 132.
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Salud AlterNatura / Enero 2016
LA POCIÓN MÁGICA QUE CIRCULA POR NUESTROS MÚSCULOS Imagine que esta mañana no ha desayunado, y que luego sale a correr durante dos horas. Sus músculos necesitan algo de azúcar ( glucosa ) para funcionar, pero no van a esperar
a que coma algo para activarse: en
su lugar, recurrirán a sus reservas de azúcar (el glucógeno de los músculos y del hígado hígado),), y luego comple completarán tarán la energía que les falta haciendo uso de las grasas corporales. Luego, en la comida siguiente, el aporte de glúcidos permitirá reponer las reservas de azúcar, para que vuelvan a estar disponibles cuando sea necesario. Este proceso es idéntico en todas aquellas situaciones en las que nuestro organismo necesita energía, sencillamente porque no nos pasamos la vida comiendo. Pero, ¿qué sucede cuando sufrimos el ataque de un virus o bacteria? ¿De dónde obtiene la energía nuestro organismo? Obviamente, de nuestras reservas de azúcar no. De hecho, los glóbulos blancos son proteínas. Para multiplicarse y atacar, nuestras células inmunitarias necesitan un gran aporte de proteínas, y el me mejo jorr lug lugar ar par paraa apr aprov ovis ision ionars arsee de ellas es el tejido muscular: ¡los músculos concentran el 75% de las proteí-
nas totales del cuerpo humano!(5)(6)
De hecho, una pérdida de masa muscular de sólo un 10% es capaz de
debilitar signicativamente el sistema inmunitario, que acaba siendo menos reactivo y menos resistente al tener que enfrentarse a este nuevo enemi-
go. Otra consecuencia: una pérdida excesiva de masa muscular empuja al
tidiana. De ahí que el ayuno terapéutico sea una práctica desaconsejada para las personas demasiado delgadas, ya que pue puede de vol volver verse se ráp rápida idamen mente te en contra de quien lo practica. En caso de cáncer cáncer,, es exactamente
igual: cuando el sistema inmunitario reconoce las células cancerosas como anómalas, pone todos sus recursos al servicio de destruirlas. ¡Y si es lo su-
cientemente fuerte, lo consigue! Y por eso los hombres con mayor índice de masa muscular son menos propensos a sufrir esta enfermedad y a morir de ella. Y, en los casos de cáncer avanzado, la demanda de moléculas in-
gaciones destinadas a identicar la relación entre el deporte y el cáncer, los investigadores han observado que practicar un deporte (el que sea) disminuye considerablemente el cáncer y aumenta las probabilidades de curarlo. Pero también han observado que, entre todos los deportistas, aquéllos con mayor índice de masa muscular presentan también los índices de riesgo más bajos, y esto con independencia de sus capacidades cardiovasculares. Dicho de otro modo, un hombre bien musculado pero con bajo rendimiento a la hora de correr tendría mayores ventajas en términos de salud que otro que practica maratón, con capacidades cardiovasculares elevadas e índice de masa muscular bajo. ¿Habría que deducir entonces que todos deberíamos ponernos cachas? ¿Deberíamos muscularnos como los culturistas que se exhiben en los gimnasios, con cuello de toro y brazos como muslos? La mayoría de nosotros no queremos estar tan
musculados. ¡Y menos mal! munitarias puede ser tan sumamente elevada como para provocar una pérdida de masa muscular (7)(8). Para entender bien qué signica esto, basta con saber que, a partir de una pérdida del 30 % de la masa muscular, el riesgo de muerte es casi del 100%. Así, en caso de cáncer, cáncer, la abundancia de músculo da a los tratamientos ma yores yor es pro probabili babilidades dades de destru destruir ir las células cancerosas... ¡antes de que el
cáncer nos mate a nosotros!
DE CÓMO EL CULTURISMO HA ARRUINADO LA VIDA DE MILLONES DE PERSONAS
organismo a un estado de inamación
Está claro: hacer deporte es bueno
crónica, incapaz de disponer de la energía necesaria para hacer frente a las agresiones normales de la vida co-
para la salud, pero tener músculos también lo es en la misma medida, si no más. De hecho, en las investi-
Nadie se atreve a decirlo, pero la realidad, de hecho, es que un 99% de los deportistas de alto nivel y a los que vemos tremendamente musculados por la tele (corredores, culturistas, etc.) han recurrido a productos dopantes; en concreto, a productos derivados de la testosterona. Esta hormona, en dosis elevadas, permite aumentar los músculos en menos tiempo, pero debilitando las arterias al mismo ritmo. En un estudio estadounidense llevado a cabo en 1996, se administró a los voluntarios participantes inyecciones de testosterona en dosis 10 veces superiores a las que el organismo produce de forma natural (y que son las dosis generalmente utilizadas en el mundo deportivo).
El resultado: después de 10 semanas, los participantes habían ganado más
5. Rasmussen BB, Phillips SM. Contractile and Nutritional Regulation of Human Muscle Growth. Exercise Sport Sci Rev. Rev. 2003;31:127 to 131. 6. Shipman J, Guy J, Abumrad NN. Repair of metabolic processes. Crit Care Med Healing Responses in Critical Illness. 2003;31:S512-S517. 2003;31:S512-S517. 7. Griths RD, Hinds CJ, Little RA. Manipulating the metabolic response to injury. injury. Br Med Bull Intensive Care Medicine . 1999;55:181 to 195. 8. Mitch WE, Goldberg AL. Mechanisms of disease: mechanisms of muscle wasting -- the role of the Ubiquitin-Proteasome pathway. pathway. N Engl J Med. 1996;335:1897 to 1905.
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>ejercicio físico de 3 kilos de masa muscular, sin realizar la más mínima actividad física(9). En el grupo asignado a practicar la musculación sin recurrir al uso de hormonas, la ganancia de peso fue mucho menor -de alrededor de 1 kilo- y eso después de mucho esfuerzo y sudor. A partir de los 35 años, la ganancia de masa muscular y de fuerza física se ralentiza considerablemente, incluso con un entrenamiento intensivo. El temor a estar excesivamente musculadas afecta especialmente a las mujeres, que sin embargo tienen tasas de testosterona diez veces más bajas que los hombres, y en las que la ganancia de fuerza y de de mas masaa mus muscu cular lar es aú aún n más le lenta nta..
LOS HUESOS MÁS SÓLIDOS EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD Hoy en día, la osteoporosis -esa enfermedad por la que los huesos se van volviendo cada vez más frágiles, hasta quebrarse- ha pasado a engrosar, junto a las enfermedades cardiacas, la lista de lo que deno-
minamos las “nuevas enfermedades de la civilización”, cada vez más frecuentes a medida que la población envejece. enveje ce. Es, por tanto, objeto de una
gran atención. En la Universidad de Texas, un grupo de investigadores lleva años trabajando para descubrir la mejor forma de fortalecer los huesos sin medicamentos.
Una de las preguntas que se plantean los investigadores desde la
década de 1980 es hasta qué punto los huesos -por ejemplo, los de la columna vertebral- pueden ser sólidos. ¿Cuánto pueden soportar sin temor a romperse? La forma más sencilla (y menos perjudicial) de averiguarlo consiste simplemente en extraer un
fragmento de columna vertebral de los cadáveres de hombres jóvenes y con bue buena na salud, y aplica aplicarle rle una fuerza de compresión, con ayuda de una máquina, hasta romperlo. Esta medición, repetida en más de 15.000 ocasiones, ha permitido determinar que la columna vertebral de un ser humano sano escogido al azar podría soportar cargas enormes antes
de romperse: ¡de hasta 150 kilos!(10)
Pero, una vez más, ¿cómo explicar las proezas físicas de ciertos atletas olímpicos, capaces de levantar varios cientos de kilos sobre sus espaldas, sobre todo al practicar squats (un ejercicio que consiste en hacer sentadillas con una barra sobre los hombros)? ¿Se trata simplemente de una superioridad genética rara?
Los ejercicios físicos que desarrollan la fuerza muscular tienen un efecto directo en la solidez de los huesos Para continuar con sus estudios, los investigadores de Texas decidieron examinar en todos los aspectos a uno de estos campeones, Rick Jolly, que había estado en posesión del récord del mundo de squat , ¡levantando un
peso de 469 kilos!
Y lo que descubrieron a través de las pruebas de imagen por resonancia magnética (IRM) suscitó una gran
sorpresa: Rick Jolly poseía los huesos
más sólidos de toda la historia de la humanidad, aproximadamente un 50% más densos que los de un ser humano normal. Gracias a estos huesos extremadamente compactos, Rick Jolly es capaz de llevar sobre sus espaldas y de levantar una carga equivalente a 4,5 veces su propio peso sin quebrarse la columna vertebral(11). Pero, lo que hasta entonces parecía simplemente un fenómeno raro, característico de un campeón, ha demostrado ser, en realidad, una cuestión más bien banal…
LA OSTEOPOROSIS NO TENDRÍA NADA QUE VER CON ENVEJECER Los descubrimientos realizados en Rick Jolly dieron entonces pie a una serie de estudios experimentales en los que se asignaría a hombres adultos jóvenes, mujeres de 70 años e incluso hombres de mediana edad un programa especíco de ejercicio físico. En todos los casos, el resultado se-
ría el mismo: los ejercicios físicos que
desarrollan la fuerza muscular tienen un efecto directo en la solidez de los huesos. Dicho de un modo más pre-
ciso: cuanto más fuertes somos, más sólidos son nuestros huesos (12)(13)(14) . ¡Por eso los hombres fuertes jamás
padecen osteoporosis!
Hoy en día, los especialistas ya no consideran la osteoporosis como una enfermedad directamente relacionada con el envejecimiento, sino más bien como una enfermedad provocada por una carencia prolongada de ejercicio físico que ponga a trabajar los músculos; una carencia que desemboca
en atroa y en debilidad de las células óseas. Claro está, la enfermedad se
maniesta generalmente en personas de edad avanzada, cuando los huesos se han debilitado después de muchos
9. Bhasin: S, Storer TW, TW, Berman N, Callegari C, Clevenger B, Phillips J, Bunnell TJ, Tricker R, Shirazi A, Casaburi R. The eects of supraphysiol supraphysiologic ogic doses of testosterone on muscle size and strength in normal men. N Engl J Med 1996 Jul 4; 335(1): 1-7. 10. Hutton WC, Adams MA. Can the lumbar spine be crushed in heavy lifting? Spine (Phila Pa 1976). 1982 Nov-Dec;7(6):586-90. 11. Dickerman RD, RD, Pertusi R, Smith GH. The upper range of lumbar spine bone mineral density? An examination of the current world record holder in the squat lift. Int J Sports
Med. 2000 Oct;21(7):469-70. 12. Torres-Costoso Torres-Costoso A, Gracia-Marco L, Sánchez-López M, García-Prieto JC, García-Hermoso A, Díez-Fernández A, Martínez-Vizcaíno V. V. Lean mass as a total mediator of the inuence of muscular tness on bone health in schoolchildren: a mediation analysis. J Sports Sci. 2015; 33(8): 817-30. 13. Gutin B, Kasper MJ. Can vigorous exercise play a role in osteoporosis prevention? prevention? A review review.. Osteoporos Int. Mar. 1992; 2(2): 55-69. 14. Nelson ME, Fiatarone MA, Morganti CM, Trice I, Greenberg RA, Evans WJ. Eects of High-Intensity Strength Training on Multiple Risk Factors for Osteoporotic Osteoporotic Fractures: Fractures: A Randomized Controlled Trial. JAMA. 1994; 272(24): 1909-1914.
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años o cuando no se realiza suciente actividad física desde hace tiempo. Pero, ¿cómo se explica que el ser humano tenga tanta necesidad de hacer deporte, y en particular actividades agotadoras que fortalezcan los músculos? ¿Es que practicar un poco de natación o de jardinería no basta?
¡EL SER HUMANO NO ES UNA PLANTA! Hoy en día somos conscientes de que dar con la alimentación más be-
neciosa para la salud es relativamente fácil. Basta con adoptar una alimentación similar a la que ya utilizamos durante millones de años y hasta la era industrial. En concreto, debemos huir de todos los alimentos procesados y ace acerc rcarno arnoss más a aqu aquéll éllos os que son completos y naturales, como sucede
en todas las “zonas azules” del planeta en las que habita un gran número de personas centenarias. Para eso estamos genéticamente adaptados.
Este mismo razonamiento puede aplicarse a nuestra envoltura corporal, que nunca hasta ahora se ha visto obligada a permanecer todo el día frente a la pantalla de un ordenador. En el Paleolítico, el ser humano sin duda tenía que pasar mucho tiempo caminando, corriendo, trepando, cazando; pero, incluso hace muchísimo menos tiempo, éramos mucho más activos. Hace sólo algunos cientos de años, los hombres no conocían la motosierra, ni el tractor, ni la cosechadora... ni siquiera el cortacésped. Sus únicas herramientas eran el hacha, la sierra manual o la guadaña. ¡Segar un campo resultaba 10 veces más difícil y lleva llevaba ba 10 10 veces veces más tiem tiempo! po! Derri-
¿Qué cambia si nos hacemos más fuertes? É
stos son algunos de los benecios cientícos demostrados que supone
realizar una actividad física que mantenga o mejore la fuerza muscular:
>Disminución de todos los síntomas de la diabetes(15) . >Pérdida de peso acelerada y mantenida en el tiempo. >Disminución del riesgo de cáncer. >Mejora neta de la ecacia de las quimioterapias contra el
cáncer y disminución de sus efectos secundarios (16). >Mejora de los síntomas de la enfermedad de Parkinson(17) Prevención ión y tratamiento de la osteoporosis. >Prevenc >Disminución del riesgo de contraer infecciones de todo tipo(18) . >Prevención de la hipertensión arterial. >Mejora de la salud cardiovascular y de las capacidades respiratorias(19). Por el contrario, las personas que han sufrido un infarto deberían dar prioridad al ejercicio aeróbico isotónico, en el que se ponen en movimiento grandes masas musculares a las que se les opone poca resistencia física (tenis, marcha rápida, golf…) (20). bar un roble (para obtener leña para calentarse) era todo un trabajo de titanes, y por eso nuestros ancestros eran auténticos atletas.
NUESTROS ANCESTROS TENÍAN HUESOS DE ATLETA En abril de 2014, investigadores investigadores de
la Universidad de Cambridge (Reino Unido) presentaron una serie de interesantes estudios sobre estas cuestiones durante un congreso de antropología. Su trabajo consistía en analizar la densidad ósea de distintas osamentas datadas desde hace 10.000 años hasta nuestros días. Así, los investigadores constataron que, a igual edad (alrededor de 40 años), los huesos de nuestros ancestros de hace 10.000 años eran tan densos y resistentes como los de los deportistas de alto nivel de la actuali-
dad. Por el contrario, en el transcurso de los cuatro últimos milenios, los huesos del ser humano se han vuelto cada vez más frágiles, lo que se explica por una actividad física cada vez menos frecuente e intensa. Así, adoptando un estilo de vida más deportivo, podremos prevenir y curar la osteoporosis, pero también multiplicar por diez nuestras probabilidades de no tener cáncer y evitar la mayoría de afecciones cotidianas (resfriados, gripe), o al menos poder enfrentarnos mejor a ellas.
¿QUÉ DEPORTES ES NECESARIO PRACTICAR? Sea cual sea nuestra edad, es fundamental procurar (como mínimo) mantener nuestras capacidades
15. Westcott Westcott WL. Resistance training is medicine: eects of strength training on health. Curr Sports Med Rep. 2012 Jul-Aug;11(4):209-16. Jul-Aug;11(4):209-16. 16. Focht BC, Clinton SK, Devor ST, Garver MJ, Lucas AR, Thomas-Ahner JM, Grainger E. Resistance exercise interventions during and following cancer treatment: a systematic review.. J Support Oncol. 2013 junio; 11(2): 45-60. review 17. Corcos DM, Robichaud JA, David FJ, Leurgans SE, Vaillancourt DE, Poon C, Raerty MR, Kohrt WM, Comella CL. A two-year randomized controlled controlled trial of progressive resistance exercise for Parkinson’s disease. Mov Disord. 2013 Aug; 28(9): 1230-40. 18. André Moreira, Luís Delgado, Pedro Moreira, and Tari Haahtela. Does exercise increase the risk of upper respiratory tract infections? Br Med Bull (2009) 90 (1): 111-131 rst published online March 31, 2009. 19. Michael L. Pollock, Barry A. Franklin, Gary J. Balady, Bernard L. Chaitman, Jerome L. Fleg, Barbara Fletcher, Marian Limacher, Ileana L. Piña, Richard A. Stein, Mark Williams,
and Terry Bazzarre. Resistance Exercise in Individuals With and Without Cardiovascular Cardiovascular Disease: Benets, Rationale, Safety, Safety, and Prescription An Advisory From the Committee on Exercise, Rehabilitation, and Preven- tion, Council on Clinical Cardiology, Cardiology, American Heart Association. Circulation. 2000;101:828-833. 20. Haykowsky MJ, Liang Y, Y, Pechter D, Jones LW, McAlister FA, Clark AM. A meta-analysis of the eect of exercise training on left ventricular remodeling in heart failure patients: the benet depends on the type of training performed. J Am Coll Cardiol. 2007 Jun 19;49(24):2329-36. 19;49(24):2329-36.
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>ejercicio físico musculares (fuerza). Sin embargo, los menos fuertes deberían aspirar a mejorar sus capacidades físicas. Aquí no se trata de conver convertirse tirse en un campeón de halterolia, sino simplemente de adquirir una fuerza muscular que nos permita prevenir mejor las enfermedades y combatirlas más fácilmente.
Éstas son algunas señales que nos in-
tarse (sentadillas o squats ) ) ejer ejercita cita los músculos; la tensión mecánica viene dada aquí por el propio peso del
cuerpo. Hacer exiones también es un movimiento que utiliza el cuerpo como carga mecánica. En cambio, practicar natación, ciclismo o marcha son ejercicios muy poco ecaces para fortalecer los músculos, pues la carga mecánica es insu-
dican que necesitamos trabajar nuestra
ciente. De hecho, todos los ciclistas
>Cargar botellas de agua a mano en
o nadadores de cierto nivel también practican ejercicios de musculación con peso adicional.
fuerza muscular:
el supermercado nos resulta una tarea difícil. >No poder cargar las cajas de una mudanza. >Sentir cansancio tras haber subido las escaleras de un edicio de ocho plantas sin hacer ninguna pausa. Para fortalecer nuestros músculos o mantenerlos, los únicos deportes que son realmente ecaces son aquéllos en los que los músculos se someten a una tensión mecánica, inducida por una carga (un peso externo o el propio cuerpo). Por ejemplo, exionar las piernas y luego levan-
>
Lo ideal sería practicar ejercicios en máquinas de gimnasio, que es la mejor forma de fortalecer los músculos con una resistencia progresiva (las máquinas permiten a cada usuario elegir el peso con el que quiere trabajar cada vez), y todo ello evitando lesiones gracias al asesoramiento de entrenadores profesionales. Si el objetivo es el mantenimiento físico, una sesión a la semana podría bastar, pudiendo completarla con nuestras actividades favoritas (bicicleta, tenis, etc.) en otros momentos. Por
el contrario, si se necesita una progresión, será necesario realizar entrena-
mientos más frecuentes: de dos a tres veces a la semana, de 45 minutos a una hora. También es aconsejable seguir el entrenamiento de forma regular durante al menos tres meses para
notar sus efectos beneciosos a largo plazo, aumentando el peso progresivamente con el tiempo. La importancia de los músculos para la salud nos recuerda también la importancia de la prevenc prevención. ión. Y es que la única forma de que los músculos sean realmente ecaces para combatir la enfermedad es que estén presentes antes de que la enfermedad se
manieste. ¡Y eso conlleva cuidados activos de la salud y medidas de pre-
vención durante los años previos! Es decir, justo lo contrario de las terapias decir, basadas en curar los síntomas una vez que aparecen, como es el caso de la medicina moderna. La buena noticia es que diversos estudios han demostrado que conseguir una progresión muscular es posible a cualquier
edad... ¡incluso a los 80 años!
Emilie Olag y Julien Venesson Venesson
>news ¿Diagnóstico de cáncer? La vitamina que lo cambia todo Un sencillo complemento vitamínico podría sanar determinados deter minados casos de cáncer de próstata en el hombre y aumentar las probabilidades de sobrevivir a un cáncer de ovarios en la mujer.
D
escubrimientos recientes demuestran que un simple complemento de vitamina D podría
cambiar la situación:
>En
un primer estudio se administró a hombres con tumor de próstata un complemento de 4.000 IU al día. En menos de dos meses, el desa rrollo del tumor se ralentizó, ¡y en algunos inclu-
so desapareció totalmente al cabo de un año! Si tenemos en cuenta los riesgos de la cirugía en el tratamiento del cáncer (disfunción eréctil e incon-
tinencia urinaria), la toma de un complemento de este tipo parece indispensable. indispensable. >Un
segundo estudio, en este caso llevado a cabo en
mujeres con cáncer de ovario, demostró que,
cuanto más elevada era la tasa de vitamina D en sangre, mayores eran las probabilidades de supervivencia.
Una vez más, las pruebas cientícas coinciden en el efecto anticancerígeno real de la vitamina D a pesar de los argumentos contradictorios al respecto que suelen verter los medios de comunicación dominantes.
Fuentes : Dudenkov DV, Yawn Fuentes: Yawn BP, BP, Oberhelman SS and al. Changing Cha nging Incidence Inci dence of Serum 25-Hydroxyvitamin 25-Hydroxyvitam in D Values Values Above 50 ng/mL: A 10-Year Population Population-Based -Based Study. Mayo Clin Proc. May. 2015; 90(5):577-86. Marshall DT, DT, Savage SJ, Garrett-Mayer Garrett-Mayer E, and al. Vitamin D3 supplementation at 4000 international units per day for one year results in a decrease of positive cores at repeat biopsy in subjects with low-risk prostate cancer under active surveillance. J Clin Endocrinol Metab 2012 Jul.; 97(7): 2315-24. Penelope M Webb, Anna de Fazio, Melinda M Protani, and al. Circulating 25-hydroxyvitamin D and survival in women with ovarian cancer. Am J Clin Nutr May 2015 ajcn102681
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ENCUENTRO ENCUENTR O CON EL E L DR. JEAN-PIERRE WILLEM
“Las intolerancias alimentarias son la causa oculta del 80% de nuestras enfermedades” A pesa pesarr de de ser ser obj objeto eto de un lar largo go aba abando ndono no por part partee de de la la comun comunida idadd médi médica, ca, las intolerancias alimentarias son el centro de la mayoría de patologías que sufrimos. El Dr. Dr. Willem Wil lem nos exp explic licaa cómo cómo det detect ectarl arlas as y desh deshace acerno rnoss de de ella ellass �
El fundador de la asociación humanitaria “ Les médecins aux pieds nus” (Médicos descalzos), Jean-Pierre Jean -Pierre Willem, es un defensor de la medicina natural mundialmente conocido. Tras ser inhabilitado en 1987 por “empleo de métodos no convencionales”, este rebelde de 76 años con tinúa ejerciendo como ponente, cirujano de guerra en el extranjero y autor de obras de salud,
todo ello en benecio exclusivo de la asociación. Además es el autor de una obra sobre “Las intolerancias alimentarias”.
> Salud AlterNatura: ¿Por qué un libro entero dedicado a las intolerancias alimentarias? Jean-P Je an-Pier ierre re Wille Willem: m: Se habla mu-
cho de las alergias y muy poco de las intolerancias alimentarias. Y, sin em-
bargo, 8 de cada 10 alergias son, en realidad, intolerancias. Se trata de un
problema de salud pública. El 85 % de nosotros las sufre, sin saber que son la causa oculta de un sinfín de problemas de salud. Como consecuencia de ello, en 2012 escribo el primer libro dedicado a este tema para ofrecer una serie de claves que permitan detectarlas y recuperar la salud. > ¿En qué se diferencian las alergias de las intolerancias?
Al igual que las alergias, las intolerancias alimentarias son una reacción desproporcionada del sistema inmunitario a la ingestión de un determinado alimento. En caso de alergia, son los llamados anticuerpos IgE (inmunoglobulina gamma E) los que reaccionan al alimento alérgeno, que
denominamos “antígeno”. Se trata de una reacción rápida y desmedida
que se maniesta en las mucosas y en la piel. La persona que la padece
maniesta rápidamente una serie de
tas proteínas -pero también desechos alimentarios, virus, etc.- pasan a la
circulación sanguínea. Una vez allí,
síntomas como urticaria, conjuntivitis, rinorrea o diarrea (es decir, un shock analáctico). Si la persona tiene tien e la mucosa intestinal irritada, por ejemplo, por metales pesados, puede incluso presentar diarrea tras sólo dos horas. Cuando se trata de una intolerancia, las células inmunitarias que reaccionan son las inmunoglobulinas gamma G (IgG). La sintomatología pasa más
el organismo, que las reconoce como antígenos, las combate por medio de los IgG. Es entonces cuando se mani-
dos días después de la ingestión. Además, las intolerancias pueden generar graves problemas de salud.
abdominal, problemas de tránsito e hinchazón. También puede provocar úlceras gastroduodenales, sobre todo en el caso de la leche, la soja y los huevos, así como colitis y otros síndromes de colon irritable que afectan en España a dos de cada cinco personas (que en muchos casos no lo saben)(1). A continuación, se produce
desapercibida y no se maniesta hasta
> ¿Qué mecanismo hay detrás de las intolerancias?
La reacción la provocan las proteínas del alimento. Las proteínas
mal toleradas provocan inamación y disbiosis disbiosis intestin intestinal al (desequi (desequilibr librio io de
la ora intestinal). A consecuencia de la agresión, la pared del intestino se vuelve porosa. Así, las proteínas mal fragmentadas, alteradas, proceden a atravesar la membrana intestinal. Es-
estan diversos síntomas que, sólo en muy pocas ocasiones, relacionamos con un alimento. > ¿Cuáles son los síntomas?
Inicialmente son alteraciones locales de los intestinos y disfunciones di-
gestivas: diarrea, estreñimiento, dolor
una serie de alteraciones diferidas: el síndrome metabólico, por ejemplo, se
maniesta con un desarreglo múltiple caracterizado por ganancia de peso, resistencia a la insulina, hiperglucemia, aumento de triglicéridos y dismi-
1. Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
Salud AlterNatura / Enero 2016
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>intolerancias alimenticias
La intolerancia al gluten
L
a enfermedad que denominamos comúnmente “intolerancia
al gluten” (también conocida como enfermedad celíaca) no es una intolerancia alimentaria como esas otras que pueden diagnosticarse con los tests no convencionales que propone el Dr. Willem. La intolerancia al gluten médicamente reconocida, también llamada
“enfermedad celíaca”, es en realidad una enfermedad autoinmune por la cual el gluten provoca una reacción de autodestrucción del intestino. Puesto que el mecanismo inmunitario es distinto, y debido
a la memoria inmunitaria, la intolerancia al gluten “ocial” no puede pue de desaparecer con el tiempo: el gluten debe desterrarse de la alimentación de forma muy estricta y durante toda la vida.
nución del HDL-colesterol (o “buen” colesterol). También se producen desórdenes otorrinolaringológicos
como alergias o sinusitis: ¡cuando los
intestinos están obstruidos, la vía de salida más próxima para los desechos es el otro extremo del sistema digestivo! Luego siguen las patologías cutáneas, como el eccema y la psoriasis. En cuanto a las migrañas, un 90% de ellas están causadas por alimentos
sensibilizantes: cereales con gluten, caseína, huevos, soja, o incluso el tabaco y la píldora anticonceptiva. > Y puede ser aún más grave… g rave…
Más allá de estos primeros síntomas, las consecuencias de las intolerancias alimentarias son diversas y,, en ocasio y ocasiones nes,, graves. graves. Por ejemplo, ejemplo, cuando los desechos alimentarios que han traspasado la barrera intestinal se incorporan a la circulación cerebral, se liberan los linfocitos B, cargados con la producción de anticuerpos, para neutralizarlos. Si la lucha se prolonga, el exceso de linfocitos B puede volverse en contra del propio cuerpo. Es entonces cuando aparecen las enfermedades autoinmunes, como la poliartritis reumatoide o la espondilitis anquilosante. En concreto, la intolerancia al gluten puede dar lugar a hipotiroidismo, mientras que la caseína puede provoprovocar hipertiroidismo. Más allá de la barrera intestinal, contamos con otros niveles de protec8
ción. Cuando la barrera hematoencefálica que separa el cerebro del sistema sanguíneo pierde su estanqueidad, aparece la esclerosis en placas (esclerosis múltiple), la esclerosis lateral
amiotróca, o las enfermedades de Parkinson o de Alzheimer. Todas ellas
signican que la última barrera se ha franqueado. Y a esto se suma toda una cohorte de trastornos del com-
portamiento: hiperactividad, autismo, epilepsia y esquizofrenia van asociadas a intolerancias al gluten y a la caseína de la leche. Cuando estas proteínas, sin descomponer, atraviesan la barrera in-
testinal, actúan como la morna en el sistema sanguíneo: al jarse y saturar los receptores de los opiáceos, provocan trastornos del comportamiento. Al mismo tiempo, los neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que se producen a base de proteínas,
se vuelven decientes, lo que agrava el problema. Por último, sólo falta mencionar el cáncer para terminar la lista.
“Nuestro exceso de higiene genera sistemas inmunitarios poco adaptables. ¡La realidad es que el mundo entero nos mata!”
> Las intolerancias alimentarias parecen ser un fenómeno nuevo. ¿Cómo se explica esto?
Exactamente. Y esto está relacionado con el hecho de que la evolución del organismo humano ha sido mucho más lenta que la de su entorno. Existe un vacío entre nuestras capacidades de adaptación y la presión ambiental, y no disponemos de las defensas inmunitarias necesarias para hacer frente a tantos nuevos agentes. Por ejemplo, hace unos miles de años, el trigo sólo tenía 14 cromosomas. Luego nos hemos dedicado a la hibridación, para obtener múltiples variedades dotadas de unos 42 cromosomas. El cuerpo no sabe qué hacer con ellos. A esto se suma la introducción precoz de la alimentación variada
y anti antigéni génica: ca: las frut frutas as y alim alimentos entos nuevos como el aguacate, el kiwi, los cítricos, etc. Además, la presión am-
biental se maniesta también a través de la presencia de metales pesados que aumentan la permeabilidad intestinal. Estos metales se transportan a través de la polución del aire y del agua, las vacunas, las prótesis dentales o incluso los platos preparados. Estos últimos contienen, entre otras cosas, nuevos productos complejos y alergénicos creados por la industria alimentaria, y todo ello sin contar la cocción excesiva de los alimentos, que tampoco ayuda. Además, también hay componentes como el bisfenol A (componente monómero incluido en muchos envases de plástico de uso alimentario) o
incluso medicamentos: por ejemplo, los bifosfonatos utilizados contra la osteoporosis resultan agresivos para las mucosas y provocan una disbiosis intestinal que, a su vez, desemboca en
una desmineralización... ¡el colmo! Y en el terreno de la higiene, el exceso de asepsia no estimula sucientemente el sistema inmunitario. > ¿Qué alimentos están en el punto de mira?
Los más comunes son principalmente la caseína de la leche y el gluten de los cereales como el trigo, el Salud AlterNatura / Enero 2016
centeno, etc. Cuando tenemos intolerancia a uno, también la tenemos al otro. Lo mismo sucede con la soja y el chocolate. Pero podemos tener intolerancia a otros muchos alimentos, como por ejemplo a determinadas frutas exóticas, el sésamo, las almendras, las cucurbitáceas (calabaza, calabacín, melón, pepino, sandía…), la soja, las lentejas, etc. ¡Todos los alimentos pueden generar intoleran-
cias! Por lo tanto, lo primero y más importante es detectarlas. > ¿De qué forma?
En caso de sospecha de intolerancia al gluten o a los productos lácteos, en la mayoría de hospitales de la Seguridad Social se llega al diagnóstico
mismas. Se trata de fosfoproteínas
que provocan disbiosis, con atroa de las vellosidades intestinales. Por orden ascendente de peligrosidad, mencionaremos la leche de yegua,
de vaca, de oveja y nalmente de cabra. ¡Y puntualizo porque a me-
nudo se dice lo contrario!
¡Estoy totalmente de acuerdo! Y
por eso propongo otras formas de detectar las intolerancias alimenta-
rias. Una de ellas, gratuita y able, es el test del pulso del Dr. Dr. Arthur Coca.
Existen clínicas privadas donde por unos cien euros se hacen tests de intolerancia (aunque sus conclusiones en muchos casos son bastante inexactas). Estas pruebas informan de la presencia de péptidos opioides en la orina, que son el resultado de una mala asimilación del gluten del trigo y sus derivados y de la caseína de los productos lácteos, que son las fuentes de intolerancia más comunes. También pueden hacerse de forma privada análisis de sangre de los 22 antígenos alimentarios más conocidos, o hasta 270 alimentos con el test Immupro. En cualquier caso, es importante acudir a profesionales serios.
Es cierto que los resultados no son siempre lógicos. Podemos, por ejemplo, encontrar casos en los que existe intolerancia al gluten pero no al trigo, o al centeno pero no a la avena, etc. En los casos en que a una persona se le detecte intolerancia a un alimento de la familia del gluten, lo mejor es descartarlos todos. Dicho esto, considero que la caseína y el gluten, en cualquier caso, no son aconsejables.. Incluso en ausencia de aconsejables intolerancias, se trata de alimentos poco recomendables porque dañan el intestino. Las caseínas de los productos lácteos son agresivas en sí Salud AlterNatura / Enero 2016
cabo de unos días habrá identicado las posibles intolerancias a alimentos de consumo cotidiano. El procedimiento exige cierto ri-
> Pero estos tests son bastante caros. ¿Existe algún método para presupuestos reducidos?
observando la relación causa/efecto.
> ¿Son siempre ables estas pruebas?
dejar de fumar por completo desde al menos 24 horas antes, ya que podríamos ser intolerantes al propio tabaco. Con esta comprobación, al
gor, pero es able. Cuando sospeche de un alimento concreto, siempre puede comerlo de forma aislada y repetir el test. Advertimos que este test en ocasiones puede provocar sorpresas. El Dr. Coca cita el caso de una mujer que llegó a descubrir con este método que padecía intolerancia al dentífrico que llevaba años utilizando, y que era la causa de sus migrañas. También podemos padecer intolerancia a un perfume, al tabaco o a cualquier otra sustancia que esté presente en el ambiente. Para detectar estas intolerancias alimentarias, es preciso tomarse el pulso desde la mañana, al levantarse. Le parecerá un sistema un poco pesado, pero puede hacerle recuperar la salud. > Una vez que hemos identicado una o varias varias intolerancias alimentarias, ¿qué debemos hacer?
Se trata de una prueba basada en el hecho de que, cuando ingerimos un alimento que no nos conviene, el pulso se acelera. El protocolo, muy sim-
ple, consiste en lo siguiente: tómese el pulso durante un minuto antes de comer. Escriba una lista exhaustiva de los ingredientes que ha comido.
Vuelva a tomarse el pulso media me dia hora después de comer, comer, y luego otra media hora más tarde. Si su pulso se acelera en más de 5 pulsaciones por minuto,
signicará que padece intolerancia a uno o varios de los alimentos ingeridos. El grado de aceleración indica la gravedad de la intolerancia. Para
que la prueba sea able, es necesario
Evitarlas, y con ello quiero decir, dependiendo de la gravedad de la intolerancia, incluso desterrar el alimento por completo de nuestra alimentación. Durante unos días, el hecho de evitar el alimento podría provocar prov ocar un agravamiento de los síntomas, pero esta reacción no dura. Al cabo de seis meses, podemos probar a reintroducirlo. Si el producto en cuestión desencadena una nueva reacción, signicará que la intolerancia persiste. Tendrá que volver a descartar el alimento y repetir la prueba más adelante. A la larga, muchas intolerancias terminan desapareciendo. El problema del gluten, la caseína y la levadura es que están en todas partes. Por lo tanto, debemos ser rigurosos. Entrevista realizada por
Emmanuel Duquoc y Julien Venesson
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Fibromialgia: la enfermedad que no se cura con medicamentos En un cuadro de fibromialgia, una aparente normalidad nor malidad (pues ninguna prueba diagnóstica permite identificar la enfermedad de forma for ma inequívoca) oculta dolores reales. A pesar de que las investigaciones progresan, la fibromialgia continúa siendo extrañamente difícil de comprender y de curar. curar. ¿Qué soluciones funcionan?. �
CÓMO SABER SI PADECEMOS FIBROMIALGIA “ Hace semanas que me duele todo. Estoy cansada a todas horas y mi médico no me encuentra nada”. ¿Se siente identicado? Es posible que padezca bromialgia. Si así fuera, formaría parte del 2 al 6 de la población española que sufre la enfermedad (1). Si bien los hombres no están exentos de padecerla, lo cierto es que más de un
80 % de las personas afectadas son
mujeres de entre 30 y 50 años, y la enfermedad puede manifestarse de forma temprana, incluso desde la infancia o la adolescencia. Durante mucho tiempo, ser tomado en serio no era cosa fácil, y hacerse tratar aún menos. ¿Cuántos pacientes habrán sido derivados del médico de cabecera al reumatólogo y al neuró neurólogo, logo, pasando por el psiquiatra? Antes de que la comunidad
cientíca llegase a un consenso en torno a la enfermedad, existía una enorme controversia, hasta el punto de que muchos médicos sencillamente no creían en su existencia. Esto es, hasta cierto punto, comprensible. Pues, a pesar de la realidad del dolor, no se aprecia nada en los análisis de sangre ni en las radiografías; no existen lesiones orgánicas, ni tampoco
signos inamatorios.
El diagnóstico consiguió simpli-
carse enormemente cuando, en
Definición E
l término “bromialgia” procede del latín bro, que signica bras signi ca dolor. o tendones, myo, que signica músculo, y algia, que signica
Sin embargo, describir la bromialgia no es tarea fácil. Inicialmente fue catalogada por la OMS entre los reumatismos no articulares pero, desde 2006, es una patología independiente.
La bromialgia se caracteriza a menudo por dolores permanentes y crónicos de los músculos o ligamentos, y que varían en intensidad
y ubicación. Casi la mitad de los bromiálgicos presentan también otros síntomas, como fatiga crónica, trastornos del sueño, trastornos de ansiedad y depresivos, trastornos cognitivos y alteraciones
emocionales. Hoy en día la bromialgia se se considera una enfermedad enfer medad neurológica, es decir, decir, que afecta al sistema nervioso. 1990, el American College of Rheumatology (ACR) publicó una serie de criterios(2) basados en el estudio preciso de los músculos mediante la búsqueda, por presión digital, de al menos
11 puntos de dolor de un total de 18 puntos característicos. Sin embargo,
este método no resultaba able en un 25 % de los enfermos de bro mialgia(3), y más tarde acabaría me jorándose.. jorándose
UN CAJÓN DE SASTRE
sobrepasados por síntomas dispares o inciertos, tienden a poner la eti-
queta de “bromialgia” de forma apresurada. Como resultado, las consultas para el tratamiento del dolor se ven desbordadas de pacientes que podrían recibir mejor tratamiento en otros lugares. Pues, para bene-
ciarse de los cuidados adecuados, es necesario asegurarse de tener el diagnóstico correcto.
Pasados unos años, la bromial -
Es ahí donde reside toda la di -
gia entra en una nueva fase en la que experimenta una gran difusión en los medios de comunicación; una fase en la que los enfermos se autodiagnostican, y los médicos, al verse
cultad, pues ningún test biológico
permite identicar la bromialgia de forma inequívoca. Los criterios de diagnóstico no dejan de revisarse y ajustarse. Los criterios utilizados
1. Sociedad Española de Reumatología
2. Wolfe Wolfe F, F, Smythe HA, Yunus MB, Bennett RM, Bombardier C, Goldenberg DL, et al. The American College of Rheumatology 1990 criteria for the classication of bromya bromyalgia. lgia. Report of the multi- center criteria committee. Arthritis Rheum 1990;33(2):160-72. 3. Wolfe F, F, Clauw DJ, Fitzcharles MA, Goldenberg DL, Katz RS, Mease P, Russell Russell AS, Russell IJ, Wineld JB, Yunus MB. The American College of Rheumatology preliminary diag nostic criteria for bromyalgia and measurement of symptom severity. severity. Arthritis Care Res (Hoboken). 2010 May; 62(5): 600-10. doi: 10.1002/acr.20140. 10.1002/acr.20140.
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por la mayoría de los especialistas fueron reestructurados en 2010 por la ACR; y, si bien no son perfectos, ahora tienen en cuenta las múltiples facetas de la enfermedad, y se articulan en torno a un abanico de argumentos(4): >
LAS 19 ZONAS DOLOROSAS
>
genético(5) por el cual una serie de
genes decientes alterarían la síntesis de los neurotransmisores asociados al dolor (serotonina, dopamina y catecolamina)(6).
Se tienen en cuenta los tras-
Se evalúa en una escala de 0 a 3 la gravedad de estos trastornos durante la semana anterior a las pruebas. >
Se busca en los pacientes un dolor generalizado en 19 zonas del cuerpo. >
Sumando el número de zonas dolorosas (entre 0 y 19) y la gravedad de los trastornos asociados (entre 0 y 12), se obtiene una puntuación gradual de 0 a 31. Se reconoce la exis-
tencia de bromialgia a partir de una puntuación de 13, siempre que se hayan eliminado las otras causas posibles de dolor osteoarticular. Este es un punto especialmente
importante: es obligatorio descartar cualquier otra patología
que presente similitudes con los
síntomas de la bromialgia, ya sean reumatismos inamatorios (poliartritis reumatoide, lupus eritematoso, síndrome de Goujerot-Sjökren, espondilitis, miositis…), las infecciones (como enfermedad de Lyme), trastornos endocrinos (hipotiroidismo, hiperparatiroid hiperparatiroidismo) ismo) o trastornos neurológicos (neuropatía, párkinson…). Algunas de estas enfermedades, como la poliartritis reumatoide o el lupus eritematoso,
En algunos casos se ha pues-
to de maniesto un componente
tornos distintos del dolor: la fatiga generalizada, el rigor (inexibilidad) matutino, los trastornos cognitivos y los síntomas somáticos (dolor de cabeza, colon irritable, insomnio, etc.).
inclinan principalmente por una disfunción del sistema nervioso.
Recientemente se han demostrado también otras var variac iacion iones es ge ge-(7) néticas , en este caso asociadas a un aumento de determinadas proteínas >
pueden coexistir con la bromialgia, lo que complica el diagnóstico.
¿CÓMO EXPLICAR UN DOLOR TAN SINGULAR? Aunque la investigación cientíca es muy activa desde hace una treintena de años, la causa exacta de la bromialgia continúa siendo una incógnita. Entre la multitud de mecanismos que se han descrito, los especialistas se
de la inamación (y que no pueden observarse en un análisis de sangre convencional)(8). A pesar de todo ello, la
inuencia genética de la enfermedad se considera lo sucientemente escasa como para considerarse insignicante. insignicante. A menudo, antes de la aparición de la enfermedad suele consta>
¿Dolor osteomuscular? Qué análisis deben realizarse E
n caso de dolor osteomuscular de tipo bromiálgico, se recomienda realizar los siguientes análisis: • Recuento sanguíneo: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. • Velocidad de sedimentación, proteína C reactiva y creatinfosfoquinasa (CPK). • Electroforesis de proteínas séricas. • Ionograma sanguíneo. • Metabolismo fosfocálcico. tiroideo: TSH (hormona estimulante del tiroides). • Metabolismo tiroideo:
Y, en algunos casos, análisis complementarios: • Enzimas musculares (creatin-fosfo-quinasa, troponina y tropomiosina). • Factor reumatoideo. • Serologías virales. • Electromiograma.
Si efectivamente sufre de bromialg bromialgia, ia, estos análisis no deberían revelar ningún tipo de anomalía.
4. Wolfe F, F, et al. The American college of rheumatology preliminary diagnostic criteria for bromyalgia and mesuarement of symptom severity. severity. Arthritis Care Res 2010;62:600-10. 5. Buskila D, D, Sarzi-Puttini P, P, « Biology and therapy of bromyalg bromyalgia. ia. Genetic aspects of bromya bromyalgia lgia syndrome », Arthritis Res Ther., vol. 8, no 5,ý 2006, p. 218 (PMID 16887010, PMCID 1779444, DOI 10.1186/ar2005) 10.1186/ar2005).. 6. Buskila D, Neumann L - Genetics of bromyalgia - Curr Pain Headache Rep. Rep. oct 2005; 9 (5): 313-5. 7. Jinong Feng, Zhifang Zhang, Xiwei Wu, Allen Mao, Frances Chang, Xutao Deng, Harry Gao, Ching Ouyang, Kenneth J. Dery, Dery, Keith Le, Jerey Longmate, Claudia Marek, R. Paul St. Amand, Theodore G. Krontiris, John E. Shively - Discovery of Potential New Gene Variants and Inammatory Cytokine Associations with Fibromyalgia Fibromyalgia Syndrome by Whole Exome Sequencing - DOI: 10.1371/journal.pone.0065033. 8. Pernambuco AP, AP, Schetino LP, LP, Alvim CC, Murad CM, Viana RS, Carvalho LS, Reis DÁ - Increased levels of IL-17A in patients with bromyal bromyalgia gia - PMID:24021410.
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