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“EL PENSAMIENTO ECONÓMICO FISIÓCRATA”.
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Universidad de El Salvador. Facultad Multidisciplinaria de Occidente. Departamento de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras. Economía de la Educación.
Tema: ―Pensamiento Económico de Los Fisiócratas‖. Alumnos: Carranza Paniagua, María Eugenia
CP11002
Díaz Rodríguez, María Josefina
DR11028
Escobar Vázquez, Néstor Edgardo
EV11006
Hernández Martínez, Johana Beatriz
HM11028
Morales Catalán, Reina del Carmen
MC11061
Morales Escobar, Norma Guadalupe
ME10026
Ortiz Rodríguez, José Raúl
OR09021
Pleitez Herrera, Miguel Ángel (Coordinador)
PH11003
Docente responsable: Máster Darwin López Escobar
Santa Ana, Viernes 22 de marzo de 2013
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ÍNDICE INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................... 4 OBJETIVOS ............................................................................................................................................... 5 CAPITULO I: “ANTECEDENTES DE LA CORRIENTE DE PENSAMIENTO FISIÓCRATA”...................... 6 1.1. 1.2.
AMBIENTE SOCIO-CULTURAL PREVIO AL SURGIMIENTO DE LA FISIOCRACIA. ...... 7 SURGIMIENTO DE LA FISIOCRACIA. ...................................................................................... 8
CAPITULO II: “ESCUELA FISIÓCRATA”.................................................................................................... 9 2.1. DEFINICIÓN DE FISIOCRACIA. ............................................................................................... 10 2.2. IDEA CENTRAL DE LA CORRIENTE DE PENSAMIENTO FISIÓCRATA......................... 11 2.3. PROGRAMA POLÍTICO QUE ESTABLECE LA CORRIENTE DE PENSAMIENTO FISIÓCRATA. ............................................................................................................................................ 11 2.4. CONCEPTOS GENERALES DEL ESCUELA FISIÓCRATA. ............................................... 12 2.4.1. El Orden Natural. ............................................................................................................... 12 2.4.2. La riqueza y la productividad exclusiva de la agricultura: “El Producto Neto”………. 14 2.4.3. El “Cuadro Económico” de la Fisiocracia. ................................................................ 15 2.4.4. El comercio exterior y el bon prix. ................................................................................ 16 2.4.5. La Propiedad Privada. ...................................................................................................... 17 2.4.6. Laissez Faire, Laissez Passer o Liberalismo Económico. ..................................... 18 2.4.7. El Impuesto Único. ............................................................................................................ 20 2.4.8. Le Tableau Économique (La Tabla Económica). ....................................................... 21 CAPITULO III: “PRINCIPALES EXPONENTES DE LA ESCUELA FISIÓCRATA” ..................................... 24 3.1. 3.2. 3.3. 3.4.
FRANÇOIS QUESNAY. ......................................................................................................... 25 ANNE ROBERT JACQUES TURGOT, BARÓN DE LAUNE. ......................................... 30 HONORÉ GABRIEL RIQUETTI, CONDE DE MIRABEAU .............................................. 32 MERCIER DE LA RIVIERE, PIERRE-PAUL....................................................................... 36
CAPITULO IV: “EL PAPEL DE LA FISIOCRACIA EN NUESTROS DÍAS: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ANÁLISIS ECONÓMICO DE LOS RECURSOS NATURALES Y EL MEDIO AMBIENTE.” ...................... 39 4.1. EL ABANDONO DEL PARADIGMA FISIOCRÁTICO: LA NOCIÓN ABSTRACTA DE PRODUCCIÓN Y LA PRIMACÍA DEL VALOR DE CAMBIO. ...................................................... 40 4.2. SIGNIFICACIÓN ACTUAL DE LA FISIOCRACIA EN LA VISIÓN ECONÓMICA DEL MEDIO NATURAL. ............................................................................................................................... 41 4.3. LA ECONOMÍA DE LOS RECURSOS NATURALES Y AMBIENTALES. .................... 42 4.4. ECONOMÍA ECOLÓGICA: .................................................................................................... 43 CAPITULO V: “IMPLICACIONES DE LA ESCUELA FISIÓCRATA EN LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XVIII” ........................................................................................................................................................ 44 CONCLUSIONES .................................................................................................................................... 46 RECOMENDACIONES ........................................................................................................................... 47 ANEXOS ................................................................................................................................................... 50
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INTRODUCCIÓN “Dejar hacer, Dejar Pasar”; que de cierto y correcto tiene este fundamento, el cual pertenece a una de las Escuelas Económicas más Importantes del siglo XVIII, como es la Fisiócrata. Ese es el motivo sobre el cual se edifica esta investigación bibliográfica, enfocada a explicar las razones por las cuales se origino esta corriente y que alternativa de solución proponían para corregir la presión de los gobiernos frente a las transacciones económicas; además se destaca la influencia de esta corriente de pensamiento en la educación del siglo XVIII; se estudiara cuidadosamente la influencia pensadores como Francois Quesnay, Turgot, Miraviau y Mercier de la Riviera, los cuales fueron los principales exponentes de esta corriente de pensamiento y cuyo interés se concentraba en gran medida en la definición de una estrategia de desarrollo económico a través de la agricultura. También se examina el significado del modelo económico fisiócrata en la decadente situación ambiental que se vive en el modelo económico capitalista actual. Si bien como ya se dijo, tuvo influencia en la educación del siglo XVIII, fue interesante reflexionar sobre el papel de la Fisiocracia en nuestros días sobre todo, al hacer un analisis económico de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente. El trabajo se estructuró de la siguiente manera: ANTECEDENTES DE LA CORRIENTE DE PENSAMIENTO FISIÓCRATA, LA ESCUELA FISIÓCRATA, PRINCIPALES EXPONENTES DE LA ESCUELA FISIÓCRATA, EL PAPEL DE LA FISIOCRACIA EN NUESTROS DÍAS Y LAS IMPLICACIONES DE LA ESCUELA FISIÓCRATA EN LA EDUCACIÓN DEL XVIII. Para la realización de esta investigación, se recolectó la información a través de bibliografía obtenida en bibliotecas físicas institucionales, personales y virtuales; ejecutándose en un periodo de dos meses. De manera general se ha planteado lo que dentro de esta investigación se va ha analizar, como una manera de despertar el interés de todos aquellos lectores, que jamás olvidan que: “La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo”; con base a esto esperamos que lo que a continuación se lea y analice sea de interés y beneficioso a su acervo intelectual y cultura.
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OBJETIVOS Objetivo General: ―Conocer el pensamiento económico fisiócrata en el siglo XVIII, mediante una investigación bibliográfica, con el fin de ejercitar capacidades investigativas y aprender sobre la incidencia de este pensamiento en la sociedad‖.
Objetivos Específicos: Realizar una investigación bibliográfica sobre la corriente de pensamiento fisiócrata en el siglo XVIII. Estudiar la influencia de los pensadores Francois Quesnay, Turgot, Miraviau y Mercier de la Riviera en la corriente de pensamiento fisiócrata. Destacar la influencia de la corriente de pensamiento fisiócrata en la educación del siglo XVIII. Estudiar el significado del modelo económico fisiócrata en la decadente situación ambiental que se vive en el modelo económico capitalista actual.
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CAPITULO I “ANTECEDENTES DE LA CORRIENTE DE PENSAMIENTO FISIÓCRATA”
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1.1. AMBIENTE SOCIO-CULTURAL PREVIO AL SURGIMIENTO DE LA FISIOCRACIA. Ursúa (1999) establece que durante los albores de la Revolución Francesa cuando se daba la culminación de un proceso revolucionario europeo motivado por el enriquecimiento de la burguesía debido al comercio transoceánico y el consiguiente desarrollo de la producción; fue en Francia específicamente donde se dio una alianza que significaría mucho tanto para que estallara esta revolución como para que surgiera la escuela de pensamiento económico fisiócrata, esta fue la que se dio entre la mediana y la pequeña burguesía (oprimidas, como los campesinos, por un excesivo peso de los impuestos), las que se lanzaron a la conquista del poder político (por ser ambos grupos sociales los sostenes efectivos de la financiación del Estado), hasta ese momento monopolizado por la aristocracia y asentado en la posesión de la tierra, para satisfacer su anhelo de igualdad y libertad económicas. En este ambiente pre-revolucionario francés, de a mediados del siglo XVIII, surgió “LA FISIOCRACIA” con un marcado carácter innovador en lo económico, pero conservador en lo político, e imbuida del espíritu del siglo de las luces, de la ilustración. Desde comienzos de este siglo, el desarrollo económico, alentado por los avances de las ciencias, se vio favorecido por la introducción de nuevas técnicas agrícolas más racionales (drenado y acondicionamiento del terreno, roturación más profunda, rotación de cultivos, siembra mecánica, etc.), de nuevos cultivos (maíz, patatas, etc.) y de invenciones en la industria (lanzadera volante, máquinas de hilar, etc.). La intelectualidad, partiendo de una transformación del concepto iusnaturalista o Derecho Natural al sustituir el sistema metafísico de conocimiento por un sistema racional, se opuso, por lo general, a toda fuente de conocimiento y a toda práctica política irracionales basadas en el deísmo, la revelación, lo sobrenatural o la tradición. Comprendió que con la razón se podía dominar la naturaleza y usarla en beneficio de la Humanidad, para dotarla de una existencia más feliz y placentera como un hecho natural. La gran fe en la perfectibilidad humana y en el progreso impulsó a los intelectuales a propagar sus ideas para librar a los hombres de la ignorancia y la opresión, ilustrándoles mediante las luces de la razón. En síntesis se puede destacar que la Fisiocracia se dio en un ambiente sociocultural pre-revolucionario en Francia de manera exclusiva y las ideas de los fisiócratas se presentaron durante el siglo XVIII, en un periodo relativamente corto, de cerca de 1750 a 1780. 1
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Pedro, U. (1999). La Fisiocracia. En U. Pedro, História del Pensamiento Económico (págs. 31-37). Mexico: Brancia, S.A de C.V
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1.2. SURGIMIENTO DE LA FISIOCRACIA. Wikipedia destaca que “La Fisiocracia” surge como una reacción de tipo intelectual a la común concepción de la vida intervencionista del pensamiento mercantilista. Insistían que la intervención de intermediarios en varias etapas del proceso de la producción y distribución de bienes tiende a reducir el nivel total de prosperidad y producción económica. Ejemplos de estas intervenciones eran muchas pero los fisiócratas se fijaban en los controles gubernamentales tales como los monopolios, impuestos excesivos, burgueses parasitarios y el feudalismo Europeo. Estas prácticas estaban asociadas con el corporativismo comercial o el énfasis desmesurado en el crecimiento industrial, los cuales estaban y están basados en el restrictivo interés privado. Y para ahondar más las diferencias, estudiaron los fondos, por lo que propugnaban el impuesto único sobre la tierra y sugerían la anulación de todos los establecidos por los mercantilistas. La tendencia general de los fisiócratas es el Librecambismo. La tarea del economista se reduce a descubrir el juego de las leyes naturales. La intervención del estado es inútil, pues no haría otra cosa que interferir ese orden esencial. El interés de los fisiócratas se concentraba en gran medida en la definición de una estrategia macro-económica de desarrollo que incluyera políticas coherentes. Es el primer movimiento que adopta un acercamiento sistemático a la teoría económica. Se creía que si esta ley era estudiada y enmendada, derivaría en condiciones armoniosas y beneficiosas para toda la humanidad. Fisiocracia se aplica al concepto total de un gobierno, no necesariamente a la actividad económica solamente. Porque los padres de esta teoría política veían el progreso económico como inseparable del progreso social, argumentando que gracias a la incrementada prosperidad natural, las rivalidades entre grupos oponentes van a disminuir porque al final del día va a costar más de lo que vale. Las ideas centrales de esta corriente del pensamiento económico son dos: la ley natural y la idea de la exclusividad de la productividad de la tierra. Los fisiócratas creían en una ley natural que regía el funcionamiento económico, independiente de la voluntad del ser humano. Sin embargo, ese orden podía ser estudiado y aprovechado por el hombre, para su beneficio. Ellos estudiaban las fuerzas reales que conducen al desarrollo, es decir, estudiaron la creación del valor físico y concluyeron que el origen de la riqueza era la agricultura (en últimas, la misma naturaleza era el foco de riqueza). 2
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Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Fisiocracia
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CAPITULO II “ESCUELA FISIÓCRATA”
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2.1. DEFINICIÓN DE FISIOCRACIA. Wikipedia establece que ―La Fisiocracia o Fisiocratismo” era una escuela de pensamiento económico del siglo XVIII fundada por François Quesnay, Anne Robert Jacques Turgot y Pierre Samuel du Pont de Nemours en Francia. Afirmaba la existencia de una ley natural por la cual el buen funcionamiento del sistema económico estaría asegurado sin la intervención del gobierno. Su doctrina queda resumida en la expresión laissez faire. 3 Pantoja (1998) destaca que el término ―Fisiocracia‖ fue acuñado por Dupont de Nemours para titular una antología de textos de Francois Quesnay y etimológicamente significa “Gobierno de la Naturaleza”; puesto que proviene del los términos griegos Phycis o fisis (naturaleza) y kratéin o cracia (gobierno). La base filosófica de esta escuela es la existencia de un orden natural inmutable que no puede transgredirse, que se ha materializado en la expresión "laissez faire, laissez passer", (dejar hacer, dejar pasar) que muchas veces ha expresado al liberalismo económico. Esta escuela consideraba a la tierra como la fuente única de riqueza de las naciones. Varios de sus principales exponentes, como Quesnay y Turgot opinaban que un pueblo sería más rico y más poderoso cuanta más tierra y mayor producción agrícola tuviera. El eje de la argumentación fisiocrática afirmaba que las sociedades están regidas por un orden natural -leyes naturales- y que entonces el Estado está inhibido de intervenir en ellas. En consecuencia, a la pregunta del monarca ―¿qué debo hacer con la economía?‖, le siguió una respuesta que pasó a la historia: ―laissez faire, laissez passer‖ -―dejad hacer, dejad pasar‖. En síntesis, no hay que hacer nada. Cualquier acción que realice el Estado sobre la economía sólo servirá para trabar esa compleja maquinaria de precisión que es la sociedad, y entonces el remedio será peor que la enfermedad. En materia económica, esta corriente de pensamiento entendía que la única actividad humana capaz de producir una nueva riqueza, es decir agregar un nuevo valor, era la agricultura; la economía francesa en aquella época era eminentemente agrícola. Según ellos, la industria, el comercio, etc., sólo cambiaban las características de los bienes, es decir los transformaban pero sin agregar nueva riqueza a la sociedad. De allí que, a diferencia de los mercantilistas, no consideraban que el comercio pudiera favorecer la prosperidad de un país.
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Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Fisiocracia
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Por lo tanto, la única clase productiva era la de aquellos que estaban vinculados al trabajo de la tierra, mientras que los demás sectores eran considerados ―la clase estéril‖, ya que no producían riqueza. Estaban de acuerdo con que sólo la actividad primaria pagara impuestos, medida que involuntariamente favoreció el desarrollo industrial.4 2.2. IDEA CENTRAL DE LA CORRIENTE DE PENSAMIENTO FISIÓCRATA. López (2009) establece que “La terre est l'unique source des richesses (La Tierra es la Única Fuente de la Riqueza)‖ tal es la idea básica de la fisiocracia. Únicamente el trabajo invertido en la tierra puede dar remanentes; tal es el origen del produit net (producto neto). No que las demás actividades no fueran útiles, pero eran incapaces de crear riqueza, pudiendo sólo transformar la ya existente. Les économistes o los economistas (como se denominaron a sí mismos) de la fisiocracia comprendieron que mediante la racionalización de las técnicas agrícolas se podía conseguir una agricultura moderna y eficaz, con un abundante producción, en la que se sustentaría todo el sistema económico. Mientras los mercantilistas habían dedicado la máxima atención a las manifestaciones exteriores del tráfico, conceptuando al dinero y su circulación como el signo de la riqueza, los fisiócratas buscaron el manantial de la riqueza en el suelo cultivable. Apartando la mirada del consumo y de la circulación, la dirigieron a la producción y a la distribución.5 2.3. PROGRAMA POLÍTICO QUE PENSAMIENTO FISIÓCRATA.
ESTABLECE
LA CORRIENTE
DE
Sieveking (2000) establece que la fisiocracia en el plano político trato de mantener el ancien régime (antiguo régimen) fundamentándolo en un renovado concepto sobre el orden natural, más en consonancia con el racionalismo propio de ese siglo. Sus propuestas de reforma económica, en muchos órdenes, sólo podrían llevarse a la práctica bajo el impulso y la dirección de un gobierno fuerte, es decir, mediante un despotismo ilustrado, ejercido por una monarquía absoluta. Coherente con esta concepción de libertad social, productiva y de libre circulación que trae consigo la prosperidad económica, los fisiócratas apoyan una monarquía absoluta dentro de un Estado fuerte capaz de derribar los vestigios del régimen feudal y de allanar el camino a la libre economía capitalista. En Francia, las 4
Pantoja, G. G. (1998). Los Fisiocratas. En G. G. Pantoja, História del Pensamiento Ecónomico (págs. 82-100). Mexico: Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM. 5
Lopez, M. V. (2009). Los Fisiócratas. En M. V. Lopez, Ensayos sobre El Pensamiento Económico (pág. 64). Mexico: Cuerpo Académico “Derecho, Estado y Sociedad Democrática”.
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doctrinas fisiocráticas tuvieron ocasión de ser puestas en práctica durante el período en que Turgot fue interventor general de Finanzas (1774-1776), pero supuso una prueba fracasada. Los fisiócratas estaban adheridos al individualismo y al liberalismo económico aunque las filosofías en que basaban su respectiva adhesión a estos principios eran completamente diferentes. Los fisiócratas postulaban un orden del mundo providencial, armonioso, inmutable y beneficioso. Los fisiócratas eran racionalistas que querían encontrar verdades evidentes, más a la luz de la razón, que con la ayuda de la experiencia, rechazaron los dogmas del mercantilismo, sosteniendo el libre intercambio y complementariedad económica a nivel internacional. Los objetivos del gobierno que plantean los fisiócratas deben ser fundamentalmente dos: 1. Fomentar la inversión agrícola, substituyendo el minifundismo de métodos agrícolas primitivos por grandes explotaciones agrícolas con métodos modernos. Se debe sustituir a los colonos por empresarios agrícolas dispuestos a invertir capital en el desarrollo de métodos científicos de explotación. 2. Estimular la demanda de productos agrícolas que deben ser vendidos a un precio "natural", ni demasiado bajo, ni demasiado alto. Se debe fomentar la exportación de productos agrícolas. La política fiscal debe centrarse en un impuesto único que recaiga sobre los empresarios agrícolas. Este impuesto se justifica por el derecho natural del soberano a la copropiedad de la tierra. Lo recaudado mediante este impuesto debe dirigirse a obras públicas que permitan la circulación de la riqueza. 6 2.4. CONCEPTOS GENERALES DEL ESCUELA FISIÓCRATA. Silberner (1954) establece en cuanto a la corriente pensamiento fisiócrata los siguientes conceptos generales a fin de comprenderla mejor: 2.4.1.
El Orden Natural.
La realidad no es un caos. En la naturaleza hay un orden. En otras palabras, existe una disposición por la cual cada cosa ocupa el lugar que le corresponde y cumple con la función que le es propia.
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Sieveking, H. (2000). Los Fisiócratas. En H. Sieveking, História de la Economía, desde el Siglo XIII hasta la actualidad (pág. 46). Madrid: Samparia, S.A de C.V.
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Esta es una afirmación compartida tanto por el pensamiento mítico y filosófico antiguo, como el teológico y filosófico cristiano posterior, e incluso por el científico moderno. Este es el principio básico de la escuela fisiócrata. La Naturaleza, regida por la ley natural, es la que debe gobernar todas las instituciones humanas. La Naturaleza revela sus propias leyes al hombre y éste puede deducirlas mediante el raciocinio. Así, del cosmos perfectamente ordenado se deriva "el orden esencial de las sociedades" humanas. Este orden esencial de las sociedades consiste en "una armonía perfecta de las instituciones sociales sin la que la felicidad y el crecimiento del género humano no podrían tener lugar". El orden natural es un ideal que tiene que alcanzar el ser humano para lograr la prosperidad económica, la riqueza. De él se desprende el Derecho natural, conjunto de leyes físicas que "regulan los acaecimientos físicos del orden natural evidentemente más ventajosos para la humanidad". Sin embargo, los hombres manifiestan en sus instituciones un orden positivo que si se separa del natural es debido a la incapacidad de los legisladores por interpretar correctamente el derecho natural; cuando esto ocurre no se pueden conseguir los efectos beneficiosos del orden natural. En la descripción del orden natural, los fisiócratas enuncian sus propuestas en materia de política económica: Propiedad Personal: Derecho de todo hombre a disponer de sus facultades físicas o intelectuales. Propiedad Mobiliaria: Disponer de los frutos de su trabajo. Propiedad Territorial: El heredero debía disponer de la tierra, esto lo justificaban afirmando que era la retribución por haber mejorado y conservando el suelo durante las generaciones, y que era el mejor sistema para asegurar el mantenimiento de la tierra. Para conseguir esa armonía hay abstenerse de entorpecerla con reglamentaciones arbitrarias. Hay que dar libertad de actuación a los hombres, cuya naturaleza les impulsa a ese orden natural -idea precursora de la "mano oculta" de Adam Smith. La expresión laissez-faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar) fue acuñada precisamente por los fisiócratas. La actividad económica debe regirse por tres reglas: 1. Derecho a la propiedad, derivado del Orden Natural. 2. Libertad para que el hombre encuentre el camino que le es más ventajoso. 3. Seguridad en el disfrute de la propiedad y la libertad.
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2.4.2. La riqueza y la productividad exclusiva de la agricultura: “El Producto Neto”. Para Quesnay (Fundador de la Escuela de Pensamiento Fisiócrata), una sola rama de la actividad económica era capaz de suministrar indefinidamente bienes consumibles sin prejuicio para la fuente de donde se extraigan: la agricultura. Las demás ramas de la economía, eran sólo transformadoras que se limitaban a añadir utilidad a elementos preexistentes, modificando su estructura material o trasladándolos de lugar. El valor agregado por la industria o el comercio era sólo el valor del trabajo humano, por lo que Quesnay clasificó de ―estériles‖ al comercio y a la industria, lo que no significa que las haya considerado inútiles, sólo que no eran capaces de generar más valor que el valor del trabajo. Es decir, sólo agregan valor trabajo a lo ya producido, no crean valor. La agricultura, en cambio, era la única actividad que generaba más riqueza que el trabajo insumido en ella. El ―producto neto‖ se ve en esta actividad, debido a que produce un volumen de bienes mayor a lo necesario para conseguir semillas y mantener a los agricultores. Es necesario aclarar que admiten que en condiciones monopólicas las manufacturas también pueden producir valor agregado. ―Las obras de los artesanos no son riqueza sino por la reunión de otras riquezas ya existentes‖. Además, la idea de Quesnay era que "para que pueda aumentar el número de zapateros, debe aumentar la cantidad de cueros vacunos". Aunque el concepto de producto neto, o productividad exclusiva de la agricultura, es en realidad un principio indeterminado, puesto que ni los fisiócratas lo definieron con precisión ni los estudiosos de sus obras han logrado aclarar qué pretendieron dar a entender con él, lo verdaderamente interesante es contemplar un sistema económico nacional abastecido continuamente con las materias primas proporcionadas por la naturaleza; sea, la promoción de la explotación de los recursos naturales del país para impulsar su crecimiento económico. La circulación del produit net (renta limpia) de la agricultura, da lugar al circuito de la economía del tráfico, proceso que Quesnay procuró explicar de un modo gráfico comparándolo con la circulación de la sangre. La clase más importante de la población la constituyen, según él, los terratenientes, quienes sacan del arriendo el produit net (producto neto), representado en parte como un don de la Naturaleza, y en parte como rédito de los capitales empleados en las tierras, las dépenses fonciéres (gastos de contribución). La misión principal del propietario consiste en In inversión de esos productos netos, las richesses (riquezas) disponibles, las únicas que se hallan en situación de soportar impuestos públicos.
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Es suficiente con aplicar un impuesto único a los propietarios, en proporción con la medida de su produit net, ya que todos los demás impuestos, los indirectos, se pagan en última instancia de los fondos propiedad de los terratenientes, por lo cual es mejor y más cómodo aplicar directamente la contribución a esta primera fuente. Pero los propietarios son también los únicos que, con sus dispendios, mantienen el comercio y la industria. La misma clase de los labradores depende de los gastos que efectúa la de los terratenientes, la cual consume sus productos, ora de un modo directo, ora a través de los comerciantes e industriales. Según eso, en opinión de los fisiócratas, la prosperidad de la economía pública depende del nivel de Ia renta de la tierra.
2.4.3.
El “Cuadro Económico” de la Fisiocracia.
Si bien la afirmación de que la agricultura es el único sector capaz de generar ―producto neto‖ es bastante criticable, el aporte fundamental, por el cual los fisiócratas son actualmente elogiados, no proviene de esta rama de su investigación, sino de haber indagado qué sucede con su ―producto neto‖ en la economía. Para averiguar el destino del producto neto, Quesnay ideó el denominado Cuadro Económico, simplificado en el siguiente gráfico:
“Grafico tomado de Edmund Silberner , La Guerra en El Pensaminto Económico (págs. 81)”.-
En la descripción de Quesnay, hay tres clases sociales: agricultores (clase productiva); una clase estéril (artesanos, comerciantes, fabricantes y profesionales); y una clase propietaria (terratenientes). El objetivo del cuadro económico no era describir la distribución de la renta en la economía, sino describir como circulan las rentas (producto neto) de un sector a otro. Quesnay parte de que la agricultura proporciona una renta de cinco mil millones de francos (5.000), los agricultores guardan 2.000, emplean 1.000 en compras a la clase estéril (vestido, alojamiento, etc.) y entregan los 2.000 restantes a los propietarios.
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Los propietarios gastaban 1.000 en la clase productora y 1.000 en la clase estéril. Entonces, la clase estéril disponía de 2.000, de los que iban 1.000 a la clase productora y 1.000 a la clase propietaria. Después de estos primeros movimientos, habrían de producirse otros movimientos sucesivos de renta. Quesnay era médico de la corte, y para la realización de su Cuadro Económico se inspiró en el funcionamiento del cuerpo humano. Las rentas circulan por la economía al igual que circula la sangre por el cuerpo. Un trastorno en un órgano del cuerpo, origina reacciones en otros órganos para compensar el trastorno inicial. Este cuadro sirvió como punto de partida de análisis de política económica, realizados por otros miembros de la fisiocracia como el abate Baudeau y Mirabeau. Por ejemplo, afirmaban que cuando la parte del producto neto que vuelve a la tierra es insuficiente (ya sea por compras excesivas a la clase estéril o insuficiente a la clase agrícola), la creación de producto neto disminuye y puede surgir una depresión económica. Si bien el Cuadro Económico desarrollado por Quesnay puede ser fácilmente criticado, su mérito radica en haber tenido una visión de los diversos sectores económicos como interdependientes, que la economía puede estar en desequilibrio a causa de una mala orientación de los flujos de renta. 2.4.4.
El comercio exterior y el bon prix.
El comercio en general, como todas las ramas de la actividad económica (excepto la agricultura), es "estéril" en el sentido fisiócrata de que no crea un producto neto. La caracterización de "estéril" no significaba, para los fisiócratas, que la actividad fuese inútil o careciera de importancia. Para ellos toda la actividad económica tenía relevancia. La excepción de esta regla era el comercio internacional. Basar la riqueza de la nación en un superávit (abundancia de algo que se considera útil o necesario) de la balanza comercial que se tradujera en una acumulación de oro y plata (como preconizaban las teorías mercantilistas) era una ―idea quimérica (ilusorio, imaginario)‖. Varios fueron los motivos por los que los fisiócratas no tuvieran demasiada confianza en las ganancias nacionales a través del comercio exterior: El oro y la plata, ya se ha mencionado, no constituía para ellos la riqueza de la nación; ésta se conseguía desarrollando la agricultura con técnicas modernas y haciendo circular el producto neto por todos los sectores económicos nacionales, lo cual promovía, a su vez, la producción y el comercio interior. Todo ello es lo que genera la riqueza nacional. El comercio no es otra cosa que un trueque, un intercambio de mercancías. Todo acto de venta implica un acto de compra; por lo tanto, es una locura pensar que siempre se puede vender sin comprar nada a cambio, o comprar menos de lo que se vende.
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La venta en el comercio exterior de los excedentes de los productos de la tierra es un medio para lograr un bon prix (buen precio, o sea, alto) en el interior, ya que el exceso de oferta no presionaría los precios a la baja. En cuanto a las importaciones, es el último recurso para disponer de los bienes necesarios que no hayan podido producirse en el país en la cuantía suficiente. La obtención de ganancias a costa de otros países sólo podía conducir a las represalias e incluso a las guerras. En éstas se pierden con creces las ganancias adquiridas mediante el comercio internacional. Todas estas ideas sobre el comercio exterior y su sustitución por un sistema productivo nacional encajaban perfectamente en la mentalidad francesa (al menos en los salones de Versalles). Cuando los fisiócratas empezaron a escribir, el país estaba en guerra y habían sufrido serios reveses tanto en el mar como en las colonias. Además, los franceses no habían olvidado los desastres económicos motivados por las guerras de los últimos años del reinado del Rey Sol (a finales del siglo XVII y principios del XVIII) ni de las guerras durante el reinado de Luis XV: Sucesión de Polonia, Sucesión de Austria y sobre todo la contemporánea Guerra de los Siete Años (1756 - 1763).
2.4.5.
La Propiedad Privada.
La propiedad privada es la más importante institución social que, además, está conforme con el concepto fisiócrata del orden natural en un triple aspecto: El derecho natural de todos los hombres por todas las cosas es absolutamente inviable. Según la analogía de Quesnay, el derecho de todas las golondrinas por todos los insectos únicamente es posible ejercerlo sobre los insectos que cada pájaro es capaz de capturar. De forma similar, cada hombre sólo tiene el derecho natural sobre todas las cosas obtenidas con su propio trabajo. Esta teoría procede de Locke, pero Quesnay la amplía con la recíproca, ya que el trabajo personal, útil tanto para sí mismo como para la sociedad, se justifica en la garantía legal de que sus frutos reviertan en el provecho privado de cada individuo.
El derecho natural también otorga a cada individuo la facultad de utilizar a su voluntad las facultades físicas e intelectuales, así como de disponer libremente de sus propiedades. Para los fisiócratas hay una relación directa entre la cuantía de la propiedad y el grado de libertad que un hombre puede disfrutar.
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Y, por último, la consecuencia lógica de los dos aspectos anteriores conduce indefectiblemente a que ese derecho natural debe plasmarse en un derecho positivo que salvaguarde la propiedad territorial, aunque la tierra no sea una creación del trabajo humano. Esta lógica se basa en que la adquisición de la propiedad privada excluye la posesión por parte de otros y no puede efectuarse una excepción con la propiedad territorial. Además, esta propiedad garantiza, de generación en generación, el interés por mejorar el estado productivo de las tierras en un proceso acumulativo y que sólo es posible realizarlo a costa de los perceptores de la renta de la tierra.
Otra consecuencia lógica, en el razonamiento de los fisiócratas a partir de las premisas (para ellos evidentes) extraídas del orden natural, es que la propiedad privada, ejercida libremente, y la igualdad social son necesariamente incompatibles. El sistema económico por ellos concebido requería la desigualdad social para que circulara el producto neto y creara así la riqueza y el bienestar de la sociedad. Esta concepción del flujo de la renta podemos designarla como la teoría de los vasos comunicantes (o de la diferencia de potencial) pues del mismo modo que el agua sólo circula entre dos recipientes comunicados cuando entre ellos existe una diferencia de nivel la economía de una sociedad precisa una diferencia en el nivel económico de sus miembros para que circulen las rentas y se origine la riqueza; pero a la vez el propio sistema económico tiene que causar las desigualdades constantemente para su mantenimiento indefinido. La acumulación de riquezas ocasionada por la propiedad privada es el generador que permite el sostenimiento de las diferencias de nivel o potencial, es decir, de la desigualdad social creciente.
2.4.6. Laissez Económico.
Faire,
Laissez
Passer
o
Liberalismo
El orden positivo tiene que estar en concordancia con el orden natural para producir los efectos beneficiosos en la sociedad. Sin embargo, la realidad preexistente, a través de su configuración en el derecho positivo, era un cúmulo de normativas, regulaciones de privilegios para los monopolios, controles de producción, restricciones aduaneras al tráfico interior, prerrogativas, derechos y prestaciones feudales, y otras muchas que desalentaban todo esfuerzo productivo. Las reformas económicas preconizadas por los fisiócratas exigían la abolición de toda la normativa heredada del pasado y que constreñía al sistema económico. Por eso, antes que regular algo en contra del orden natural, cuyas leyes eran las
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más ventajosas para la humanidad, era preferible no hacer nada, dejar que el mundo de la economía marchara por sí solo: Laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même (Dejar hacer, dejar pasar, el mundo va por sí mismo). Así, los fisiócratas se convirtieron en los paladines del liberalismo económico, del libre cambio y de la no intervención gubernamental en los asuntos de la economía. También, del individualismo económico, pues creyeron que la armonía del orden natural se traducía en la armonía de los intereses individuales y los de la sociedad; así como en la armonía entre las clases sociales a pesar de sus desigualdades, ya que, como se ha expuesto anteriormente, éstas se derivaban del propio orden natural y eran necesarias para que el sistema económico funcionara bien. Quesnay, anticipó el principio rector de la metáfora de la mano invisible de Adam Smith cuando escribió: ―No todos contribuyen de igual manera pero la actividad de unos contrarresta la de otros. Así cada uno puede realizar por entero lo que le corresponde; y en virtud de este recíproco suplemento, todos contribuyen más o menos equiparadamente al beneficio de la sociedad‖. No obstante, el liberalismo económico de los fisiócratas estaba enfocado a conseguir un buen precio (bon prix) para los productos agrícolas como garantía de un elevado producto neto y de un alto consumo de los terratenientes (perceptores de las rentas de la tierra que origina dicho producto neto). Sobre esto del bon prix, es decir, de los productos agrícolas caros en origen, Quesnay dice: ―abundancia sin valor no es riqueza; hambre y carestía es miseria; abundancia y carestía es opulencia‖. Los elevados ingresos de los terratenientes eran los que ponían en marcha todo el sistema económico en una doble vertiente: por un lado, proporcionaban los adelantos de capital necesarios para iniciar las explotaciones agrícolas y por otro lado su consumo era la base de la prosperidad del resto de los miembros del cuerpo social. Respecto al consumo, la observación que hace Quesnay es muy interesante por su keynesianismo: "todo el mundo tiene que gastar inmediatamente sus ingresos netos en bienes de consumo", porque si alguien decide ahorrar "para aumentar sus reservas individuales de dinero" toda la economía nacional se perjudicará, puesto que cada acto de ahorro priva a alguien de un ingreso. Aquí tenemos una temprana versión de la paradoja de la austeridad: a nivel individual (plano microeconómico) las personas se enriquecen cuando ahorran, o sea, si son austeras (no incurriendo en gastos superfluos). Sin embargo, en el nivel general de la sociedad (plano macroeconómico), a corto plazo, la suma de los ahorros individuales, que no se canalizan hacia la inversión, originan una insuficiencia del gasto agregado que provoca una disminución de la renta nacional y, por lo tanto, unos ingresos más bajos y un empobrecimiento general. Por consiguiente, para lograr el enriquecimiento de la nación, a corto plazo, no es aconsejable el ahorro individual (la austeridad), sino, por el contrario, el aumento de los gastos (la prodigalidad), aunque aparentemente los individuos se empobrezcan.
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El laissez faire fisiócrata era, por lo tanto, muy relativo; para poner en práctica su liberalismo se necesitaba una activa intervención gubernamental que removiera todos los obstáculos que dificultaran la consecución de los altos precios agrícolas y para promover las condiciones adecuadas que los posibilitaran. Entre otras medidas propusieron un máximo legal de los tipos de interés y restringir la exportación de manufacturas para evitar de este modo el entrar en la competitividad internacional, que conduciría a los bajos costes salariales, y a la reducción del coste de la vida (o sea, del precio de las subsistencias provenientes de la producción agraria). Todo ello implicaba profundas reformas administrativas e institucionales. Por eso propugnaron el despotismo ilustrado como forma de gobierno para llevar a cabo, desde arriba, la modernización y racionalización de la economía, y como forma social para mantener a la aristocrática en su posición de clase elitista (a la que en su teoría habían elevado a motor del proceso económico). 2.4.7.
El Impuesto Único.
La compleja estructura del sistema tributario francés también exigía una racionalización y, sobre todo, una gran simplificación en aras de la eficacia productiva. La solución de los fisiócratas fue la de gravar con un impuesto directo el producto neto. Éste era el único rendimiento que podía soportar el impuesto por no estar vinculado a ningún coste de producción. Todos los demás impuestos, en cualquier rama de actividad económica, serían trasladados vía costes hasta el producto neto. Esta teoría es similar a la de Locke, pues este autor ya había mencionado que cualquier impuesto se repercute, en última instancia, sobre las rentas netas de la agricultura. Los impuestos se van encareciendo en la cadena de repercusiones, debido a los gastos de gestión y control, por cuyo motivo resultaría mucho más eficaz y barato un impuesto único y directo sobre el producto neto. A este respecto Quesnay dice: “Que el impuesto…se establezca sobre el producto neto de los bienes raíces y no sobre el jornal de los hombres ni sobre los comestibles, pues multiplican los gastos de percepción”. Los fisiócratas consideraban que la estructura impositiva de Francia era ineficiente, y que se debería gravar de acuerdo al producto neto, es decir era necesario gravar al terrateniente. Esta idea se justifica en base al siguiente razonamiento: dado que la agricultura es la única actividad que proporciona producto neto, este sector es el único que en realidad debe pagar los impuestos. El impuesto se puede pagar en forma directa o pasar por varios intermediarios. En este último caso, el impuesto total será mayor debido a los gastos ocasionados por mayores costos administrativos.
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Este razonamiento sería cierto según la teoría que afirma que la agricultura es la única actividad productora de valor, pero se desploma cuando se reconoce que otros sectores también producen valor. 2.4.8.
Le Tableau Économique (La Tabla Económica).
Toda escuela o corriente de pensamiento tiene su doctrina y cada doctrina necesita una sistematización. En 1758, fue impresa en Versalles la esquematización de la doctrina de los fisiócratas. Este diagrama, llamado el Tableau Économique, reviste una importancia significativa en la Historia del Pensamiento Económico. Es considerado el precedente del análisis input-output. Su creador no podía ser otro que el fundador de le escuela, Francois Quesnay, quien logró concretar su idea del círculo de actividad económica en forma gráfica en un esquema a través del Tableau Économique. Quesnay realizó tres versiones del Tableau entre 1758 y 17595. Las mismas varían en las bases, y van apareciendo nuevas Máximas. La primera edición fue impresa en diciembre de 1758. Constaba de un Tableau con base 400 y 22 máximas. La segunda edición fue impresa a principios de 1759, con base 600 y 23 máximas. Y la tercera edición fue impresa aproximadamente en julio de 1759, con base 600 y 25 máximas. ¿Cuál es el objetivo general del modelo? A pesar de las distintas ediciones o formas en las que fue presentado, el objetivo fue siempre el mismo: “presentar la relación entre „gasto y producto‟ con objeto de permitir realizar una estimación clara de la „organización y desorganización‟ que la política del gobierno podía introducir”. La forma tradicional del Tableau es la del zig-zag. Como muchas veces esta forma trajo problemas para su adecuada comprensión, Quesnay presentó el modelo en otra forma denominada précis, donde se presentan los resultados finales del Tableau y se omiten pasos intermedios. La Tableau se caracteriza por tener tres facetas principales: 1. PRIMERA FACETA: INTERDEPENDENCIA. Quesnay, inspirándose en Cantillón, integra a los miembros de la sociedad en tres clases sociales (o sectores económicos) según fuera su función en la economía: La clase productiva es la formada por los empresarios agrícolas y los campesinos asalariados. La denominación de esta clase se basa en la idea de la productividad exclusiva de la tierra; es la única clase capaz de lograr un «producto neto» (―produit net‖).
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La clase mixta es la formada por los terratenientes, por los propietarios de las tierras que las ceden a los empresarios agrícolas a cambio de una renta. La competencia entre estos empresarios por los arrendamientos posibilita a los terratenientes la extracción a su favor de todo el producto neto de la agricultura. Esta clase recibe la denominación de mixta porque, aun sin ser productiva directamente, es la que proporciona las tierras, la que suministra los avances anuales (o anticipos de capital) necesarios para el inicio de las explotaciones agrícolas y la que con el gasto de la renta orientan el sentido de la producción y mantienen en circulación el producto neto. Al no tener que trabajar, los miembros de esta clase están ―disponibles‖ por lo que son las personas idóneas para dedicarse a los asuntos públicos, a la política, y también para sostener los gastos públicos mediante el impuesto único sobre su producto neto. La clase estéril es la formada por todos los demás miembros de la sociedad no incluidos en las dos clases anteriores; en ella se encuentra, por lo tanto, los empresarios industriales, los profesionales liberales, los artesanos, los comerciantes, los trabajadores asalariados, y los demás miembros de la sociedad no incluidos en las dos clases anteriores. La denominación de estéril significa que la laboriosidad de esta clase no origina un producto neto; es decir, su actividad económica solo logra transformar o mezclar las materias primas u otros productos agrícolas, o comprarlos, transportarlos y revenderlos; pero no crea físicamente nada nuevo cuyos componentes antes no hubieran sido producidos por la naturaleza. Al definir las funciones de las clases sociales, Quesnay mostraba la interdependencia de cada una con el resto, la que se manifestaba en la circulación de dinero y productos entre las clases. La función de producir hacía depender a los agricultores de insumos de manufacturas y de tierra; y a los artesanos de los insumos de los alimentos y materia prima agrícola. Cada uno de esos sectores depende de los otros dos para colocar su producción. El consumo de los propietarios los hace depender de la provisión de agricultores y artesanos, pero también el arrendamiento que reciben de los agricultores. Ilustraba la interdependencia mediante una sucesión de transacciones o compra venta, donde las mercaderías y el dinero iban pasando de mano en mano. Las transacciones eran el conducto por el cual el dinero y los bienes circulaban entre las clases. La materia que circulaba de una clase a otra eran mercancías, y ellas constituían el capital. De ahí, que de la diferenciación de funciones, la interdependencia y la circulación, Quesnay fue conducido a analizar la materia circulante: el capital. La idea de circulación derivó así en un análisis del capital.
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2. SEGUNDA FACETA: CAPITAL. En el análisis del capital, es esencialmente obra de los fisiócratas. Prestar este servicio les hace los verdaderos pobres de la economía política moderna. En primer lugar esta tabla caracteriza el análisis de los diversos componentes materiales en que existe el capital, y en segundo lugar en los que se resuelve el curso del proceso de trabajo. Quesnay caracterizó al capital según dos criterios: Primero por los materiales de su existencia: materia prima, alimentos de animales y trabajadores, instrumentos de producción durables, la tierra y los trabajos, mejoras y construcciones en ellas; Segundo, como suma de dinero o avances. 3. TERCERA FACETA: INGRESO Y GASTO Su principal característica era que trataba al ingreso nacional como un flujo de fondos y de productos de un sector de la economía a otro, y mostraba las diversas transacciones que ocurren en el curso de este flujo en una serie de cuentas interrelacionadas. El TABLEAU de Quesnay anticipó unos doscientos años a nuestro moderno análisis estadístico del ingreso y gasto nacional. De los diversos comentarios surgen las siguientes categorías y precisiones: El gasto de la clase productiva depende de su ingreso, originado en el arrendamiento. Este monto depende de la tasa de alquiler que se cobre por cada unidad de tierra y de la cantidad de tierra que se ofrezca en arrendamiento. La tasa de arrendamiento por unidad de tierra se obtiene basándose en su uso por un período previamente pactado. La tierra existente es igual a la superficie del país y toda aquella que pueda ser arada es propiedad de la clase propietaria, que no la cultiva sino que la ofrece en arrendamiento. La demanda y la oferta fijan una tasa de arrendamiento. De manera grafica la Tabla económica Quesnay nos la presenta asi.7 “Grafico tomado de Edmund Silberner , La Guerra enEl Pensaminto Económico (págs. 103)”. 7
Silberner, E. (1954). La Paz Permanente de los Fisiocratas. En E. Silberner, La Guerra en El Pensaminto Económico (págs. 74-112). Madrid: Letrae.
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CAPITULO III “PRINCIPALES EXPONENTES DE LA ESCUELA FISIÓCRATA”
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3.1. FRANÇOIS QUESNAY. (1694 – Versalles, 1774) Wikipedia (2013) establece que François Quesnay fue un economista francés de la escuela fisiocrática, siendo de profesión médico cirujano. Nació en el actual departamento Eure, cerca de París. Se dedicó principalmente a los estudios económicos, tomando parte en las intrigas palaciegas, en las que estuvo perpetuamente involucrado. Conoció –aproximadamente en 1750– a Jean de Gournay (1712-1759), que también fue un pionero del pensamiento económico, y alrededor de esta pareja se formaría progresivamente el grupo filosófico de los economistas o fisiócratas. Sus discípulos más destacados fueron: Victor Riquetti, marqués de Mirabeau (autor de L'Ami des hommes, 1745-1760 y Philosophie rurale, 1763); Nicolas Bardeau (Introduction a la philosophie économique, 1771); G. F. Le Trosne (De l'ordre social, 1777); André Morellet, conocido por sus disputas con Ferdinando Galiani sobre el comercio de grano durante la Guerra de la Harina; Mercier Larivière, y Dupont de Nemours. Adam Smith, que durante su visita al continente con Henry Scott pasó algún tiempo en París conocería a Quesnay y a algunos de sus seguidores, homenajeó sus servicios científico en su obra La riqueza de las naciones. Quesnay murió el 19 de diciembre de 1774 y tuvo suficiente tiempo como para ver a su discípulo Turgot en el cargo de ministro de finanzas. Casado en 1718, tuvo un hijo y una hija. Su nieto sería miembro de la Asamblea legislativa. Se creía que era el amante de la reina. Fue el creador de la escuela fisiócrata, en la que se sostenía que la agricultura era el único medio para generar riquezas en un país, basándose en las experiencias de Inglaterra.8 Pantoja (1998) establece que el jefe de la escuela fisiocrática, Quesnay se muestra, a través de toda su obra, como adversario de la guerra y de sus consecuencias económicas. La fuerza de un Estado es la resultante de la combinación de dos factores: una gran población y una gran riqueza. Este último factor es el más importante; pues teniendo riquezas, se pueden fácilmente encontrar soldados para reorganizar el ejército. Ganad una batalla; el enemigo permanecerá fuerte, a pesar de sus considerables pérdidas en hombres, si el
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Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Fran%C3%A7ois_Quesnay
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dinero con el que sostenía a los soldados caídos es suficiente para alistar nuevos combatientes. Un ejército de cien mil hombres, cuya soldada sea elevada, equivaldrá a un millón de soldados mal remunerados. Los soldados bien pagados se defienden bravamente y con facilidad se encuentran voluntarios para cubrir las bajas. La riqueza sostiene así el honor de los ejércitos. Está igualmente indicado, desde el punto de vista económico y militar, estar más al tanto del incremento de la renta que del de la población. El poder real del Estado no crece en razón directa de los efectivos de su ejército. La abundancia de tropas agota las riquezas del Estado y contribuye en alto grado a su despoblación. Es más funesto para la nación arruinarse por alimentar a su ejército, que por combatir al enemigo. No puede ser de otro modo, ya que ―la milicia de una nación‖ subsiste gracias a los contribuyentes. Francia tendrá ventajas si reduce su ejército terrestre, que es demasiado numeroso, y favorece el desenvolvimiento de su marina militar. Esta es menos costosa y perjudicial a la economía nacional que el ejército de tierra. Con una flota poderosa, Francia podría oponerse a Inglaterra y hasta obligarla a abandonar su política prohibicionista. Desarrollando su marina, Francia ―cambiará el sistema de las guerras en Europa‖; evitará, en lo posible, las guerras continentales y tratará de luchar, contra sus enemigos, en el mar. ―Las guerras, de esta suerte, vendrían a ser menos destructivas, menos frecuentes y menos ruinosas para nosotros; pues las que tendríamos que sostener en el mar, contra esta potencia marítima —Inglaterra—, serían mucho menos dispendiosas que las que sostenemos en tierra‖. Quesnay considera, desde el punto de vista económico, las ventajas que implica tener una gran población. Quienes sólo la tienen en cuenta como base de ejércitos numerosos, juzgan mal la fuerza de un Estado. El soldado no estima a los hombres más que cuando son aptos para el servicio militar, ―...pero el hombre de Estado debe lamentarse de que los hombres tengan que ser destinados a la guerra, como un propietario lamenta aquella parte de su tierra que tiene que emplear en cavar el foso que precisa para delimitar su campo. Si es cierto que los grandes ejércitos la empobrecen, también es cierto que la existencia de una gran población, combinada con una gran riqueza, la convierten en temible. La ventaja más esencial que se deriva de la existencia de una gran población es el aumento de producción y de consumo que ponen en movimiento las riquezas pecuniarias del reino‖. Las guerras son poco frecuentes en un Estado bien gobernado; porque éste impide, en la medida de lo posible, que estallen: ―un buen gobernante excluye todo pretexto absurdo de guerras: el comercio u otras pretensiones nacidas de mal entendidos o ideas capciosas, que se suelen tomar como motivo para violar el derecho de gentes, arruinándose y arruinando a los demás. Ya que para sostener estas empresas injustas se hacen esfuerzos extraordinarios por ejércitos tan numerosos como dispendiosos, sin que tengan otro resultado que un agotamiento
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que marchita el heroísmo de las naciones beligerantes y desconcierta los proyectos ambiciosos de conquista‖. Por el contrario, el soberano debe observar estrictamente las leyes naturales para aumentar la producción de riquezas y convertir en más eficaz la defensa del Estado, ―objeto capital de un buen gobernante‖. ―Puede hacer en sus propias provincias conquistas mucho más ventajosas para él mismo y para la nación que las que obtendría en las guerras extranjeras.‖ Si los mercantilistas consideran el comercio como la fuente eterna de las guerras, los fisiócratas, por el contrario, ven en él la causa más eficaz para alcanzar la paz universal. Para estas dos escuelas, el factor comercial es de una importancia decisiva, pues es más que cualquier otro el que marca su actitud frente a los problemas que la guerra plantea. Ahora bien: esta consideración ha ejercido poca influencia sobre la opinión de Quesnay, y por ello en su sistema el comercio exterior y los cambios internacionales no juegan más que un papel secundario. Su concepción de la paz nace menos de la división internacional del trabajo que de su teoría sobre el orden natural. Quesnay y sus discípulos atribuyen menos importancia al comercio exterior que los mercantilistas. Comprenden que es insensato querer acaparar el comercio mundial. La función primordial, para ellos, del comercio exterior, es proporcionar salida a los remanentes de la producción agrícola. Quesnay, que no deseaba un comercio exterior muy desarrollado, abogaba por su completa libertad. El comercio, según él, es estéril y por sí mismo no puede enriquecer a la nación. El comercio exterior muy activo no es más que ―la válvula de escape‖ que tienen aquellos países cuyo mercado interior es insuficiente para consumir toda su producción. Creen que cuanto más vanadas y múltiples sean las clases de mercancías producidas por un país, más satisfarán las necesidades interiores y con ello desaparecerá la posibilidad de excedentes y las relaciones comerciales con el extranjero serán más reducidas. Por esto se reducirá el comercio exterior, el cual es desventajoso, en principio, no por realizarse con el extranjero, sino en razón a la distancia entre los que intercambian. Quesnay concede más importancia a la distancia y a los gastos de transporte que a las diferencias étnicas o políticas existentes entre las naciones con las que se mantienen relaciones comerciales. Son los gastos de transporte la causa de que el comercio entre países muy alejados sea perjudicial para la prosperidad de las naciones. Es tan sólo ventajoso para los comerciantes, los cuales pueden obtener grandes fortunas rápidamente, hechas siempre a costa de sus conciudadanos. Cuanto Quesnay propugna a favor de la producción nacional, no lo hace con la intención de convertir a la nación en independiente o autárquica, sino para que, al producir más dentro del propio país, el consumo se abarate. Una nación que obtiene de su suelo, de sus hombres y de su propia marina los mejores productos posibles no debe envidiar el comercio de sus vecinos.
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Si éstos desean atacarla sólo se perjudicarán a sí mismos. ―Por ello, las naciones rivales comercialmente y hasta enemigas deberán ser más diligentes en mantener o extender, sí es posible, su propio comercio que en tratar de molestar directamente el de los otros. E incluso deberían favorecerlo, porque el comercio recíproco de las naciones se sostiene mutuamente por la riqueza, tanto de los compradores como de los vendedores.‖ El comercio exterior debe gozar de la misma libertad que el comercio interior. Quesnay habla de la ―República comercial universal‖ y es partidario de la libertad absoluta del comercio. La política comercial más segura, más exacta y más provechosa para la nación y para el Estado es la que se funda en la libre competencia. Los que excluyen de su comercio a los extranjeros calculan mal, pues a su vez ellos serán también excluidos, como represalia, del comercio con las naciones extranjeras. Todas las pretendidas ventajas, atribuidas a la exclusión, quedan anuladas por la exclusión misma. El comercio como tal no se ofrece como causa de la guerra. En realidad, no es aquél, sino los comerciantes, los que provocan, muy a menudo, los conflictos armados. Los fisiócratas distinguen netamente, a este respecto, entre el comercio y los comerciantes. Para Quesnay, los comerciantes son tan sólo una clase estéril; no crean ninguna riqueza útil y sus intereses particulares son opuestos a los de la nación. Los negociantes, piensa, tienden a multiplicar lo más posible los gastos para incrementar con ello sus beneficios en perjuicio de la nación, El interés de las naciones y el del comercio son idénticos, pero ambos son opuestos al de los comerciantes. ―Los comerciantes participan de la riqueza de las naciones, pero las naciones no participan de las riquezas de los comerciantes.‖ Quesnay no creía en el patriotismo de los comerciantes. ―El negociante —dice— es extranjero en su patria‖. Es, en consecuencia, falso identificar sus intereses con los de la patria. Las prohibiciones, los privilegios restrictivos y otros favores de esta especie concedidos a los ―negociantes que se denominan nacionales‖, pueden indudablemente asegurarles grandes beneficios, sin que a cambio proporcionen a la nación más que pérdidas y guerras. La agricultura es la única que proporciona prosperidad a las naciones; no hay, es cierto, más que un medio de hacerla próspera: el comercio libre. ―Todas las guerras y todas las reservas relativas al comercio no pueden tener por objeto más que un monopolio, quizá involuntario, por parte de los negociantes del reino; situación siempre funesta para aquellas naciones que no saben distinguir entre sus propios intereses y los de los comerciantes y que se arruinan por el sostenimiento de guerras para asegurar a los agentes nacionales de su comercio un privilegio exclusivo que perjudica a las propias naciones‖ Quesnay señala en sus obras que la economía del país es la base de la potencia militar de los Estados. Ridiculiza a esos historiadores superficiales que tan sólo transmiten a la posteridad hechos militares.
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Ciertamente que éstos deslumbran a sus lectores, pero sus libros más que instructivos son entretenidos. Ello no implica negar el papel que desempeñan los soldados y oficiales que participan en las expediciones militares en bien del Estado. ―Pero el Gobierno, que debe tener una visión amplia, no despoblará sus campos y no destruirá sus fuentes de bienes para buscar una mejora particular, si es enemiga del bien general.‖ ―El historiador que se limite a la parte heroica, en sus relatos, de las hazañas militares, instruye parcialmente a la posteridad sobre las causas de los sucesos decisivos de la guerra, si no aborda el estado de las fuerzas todas del país, así como de la política desarrollada por cada una de las naciones beligerantes; pues la potencia permanente de los Estados descansa en la armonización de todas las fuerzas capaces de contribuir a la grandeza de la nación.‖ El estudio del orden natural y de los fines esenciales que impone al gobierno económico ―es la clave de la historia de las naciones... Nuestros historiadores son cantores de batallas, de sitios, de procesos políticos, de astucias, de relatos sobre el papel jugado por determinados personajes en la política, en la guerra, en la religión e incluso en la galantería; mas ignoran la base fundamental sobre la que se sustentan las naciones que han sufrido las revoluciones que ellos cuentan‖.9
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Pantoja, G. G. (1998). Los Fisiocratas. En G. G. Pantoja, História del Pensamiento Ecónomico (págs. 82-180). Mexico: Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM.
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3.2. ANNE ROBERT JACQUES TURGOT, BARÓN DE LAUNE. (París 10 de mayo de 1727–18 de marzo de 1781) Wikipedia establece que Anne Robert Jacques Turgot, barón de Laune, más conocido como Turgot fue político y economista francés, fundador de la escuela de pensamiento económico conocida como fisiocracia. Nacido en el seno de una familia de notable experiencia política, abandonó la carrera eclesiástica poco antes de su ordenación. Tuvo amistad con Condorcet, Pont de Nemours, Gournay y otros intelectuales cercanos a la escuela fisiócrata de pensamiento económico. Tras finalizar sus estudios de derecho, inició una exitosa carrera en la Administración que, en 1761, le permitió acceder al cargo de intendente de la región de Limoges, donde exhibió unas extraordinarias dotes administrativas; impulsó un catastro de la zona y eliminó instrumentos impositivos desfasados, como la corvée. Es el menor de los hijos de Michel-Étienne Turgot, preboste de los comerciantes de París, y de Madeleine Françoise Martineau de Brétignolles, perteneciente a una familia normanda de rancio abolengo. Se le educa en la Iglesia, y en la Sorbona, en la que empezó a estudiar en 1749. Su nombre en esa época es el de abad de Brucourt. Es autor de dos notables disertaciones latinas, Sobre los beneficios que la religión cristiana ha aportado al género humano, y sobre La historia del progreso en por la poesía y trata de introducir en la poética francesa las reglas de la prosodia latina. Su traducción del libro cuarto de la Eneida es acogida por Voltaire como la única traducción en prosa por la que mereciera la pena interesarse. Luego de tres años de retiro en una estancia de Saint Germain, Turgot enferma de tuberculosis debido a una extraña patología descubierta en él, que luego de su muerte sería denominada "Sindrome de Turgot".10 Pantoja (1998) establece que Turgot, junto a François Quesnay, fue uno de los mayores exponentes de la Escuela fisiócrata. Ésta, la primera escuela económica propiamente tal que haya existido en la historia, tenía como principal bandera de lucha el eliminar al máximo la intervención estatal. Su premisa básica era que se debía, ante todo, respetar el orden natural. Para los Fisiócratas, los intereses individuales se armonizan espontáneamente, al igual que la naturaleza, por lo que la autoridad estatal debe incidir lo menos posible en la economía.
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Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Anne_Robert_Jacques_Turgot,_bar%C3%B3n_de_Laune
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El Interés individual, sostenía Turgot, coincide siempre con el Interés general en el Mercado libre. El comprador elegirá al vendedor que le ofrezca el mejor precio por el Producto más satisfactorio, y el comerciante venderá su mejor Mercancía al precio más competitivo. Frente a esto, las restricciones gubernamentales hacen que la gente compre productos peores a Precios altos. Este pensamiento consagró a Turgot como uno de los padres del Laissez Faire. Por ejemplo, según Turgot es posible que exista un mercader estafador y un Consumidor incauto, pero el Mercado aportará sus propios remedios: el Consumidor engañado aprenderá por experiencia y dejará de frecuentar al mercader timador, el cual caerá en descrédito y, de ese modo, será castigado por su fraude. En general, Turgot prefería la regulación del Mercado ante la regulación estatal, ya que consideraba impracticable a esta última y, por lo general, una permanente excusa para cobrar más Impuestos. Si Bien el autor mantuvo diferencias con los Fisiócratas en general, y él señalaba que no pertenecía a esa "secta", su pensamiento está absolutamente enmarcado en esta ideología.11
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Pantoja, G. G. (1998). Los Fisiocratas. En G. G. Pantoja, História del Pensamiento Ecónomico (págs. 82-180). Mexico: Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM.
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3.3. HONORÉ GABRIEL RIQUETTI, CONDE DE MIRABEAU (9 de marzo de 1749, Nemours - 2 de abril de 1791) Honoré Gabriel Riquetti, fue un revolucionario francés, escritor, diplomático, francmasón, periodista y político, entre otras cosas. Hijo del matrimonio entre Victor Riquetti, tercer marqués de Mirabeau y economista autor de "El amigo de los hombres" (1756), y Marie-Geneviève de Vassan, baronesa de Pierre-Buffière, su educación fue estricta y severa. Destacó por su oratoria, especialmente en el Parlamento francés, y fue reconocido por el pueblo como su orador. Figura ya polémica en su tiempo, su paso por la cárcel y los numerosos escándalos que protagonizó no le impidieron ser diputado en el Parlamento y llegar a los Estados Generales como representante del Tercer Estado. Se le conoció por sobrenombres como "el orador del pueblo" y "la antorcha de Provenza" (región francesa en la que fue elegido como diputado por primera vez). Aún combatiendo el absolutismo, Mirabeau era sin embargo un defensor de un poder monárquico constitucional inspirado en el modelo británico. No pudiendo acceder a las carteras ministeriales, se convirtió en el consejero secreto de Luis XVI a partir de mayo de 1790. Pese a sus exhortaciones, jamás fue escuchado y su doble juego fue prontamente denunciado. Pese a todo, su popularidad era aún inmensa cuando le sobrevino prematuramente la muerte el 2 de abril de 1791, sentida ésta como un luto nacional. Su cuerpo fue pomposamente sepultado en el Panteón y retirado en 1793, cuando se descubrieron los papeles del armario de hierro de Luis XVI, probando su familiaridad con los reyes y su percepción de una pensión de manos del soberano.12 Pantoja (1998) establece que si tuviéramos que conferir, en este estudio, al marqués de Mirabeau el lugar correspondiente a su importancia en el movimiento fisiocrático, sería necesario, sin duda, analizar sus obras inmediatamente después de las de Quesnay. El marqués es, en efecto, el verdadero fundador de la Secta de los Economistas y su organizador más activo. Sin embargo, es preciso recordar que El amigo de los hombres, aparecido en 1757, es anterior a la conversión de Mirabeau a la fisiocracia. En esta obra, que fue un verdadero triunfo —veinte ediciones se publicaron de 1757 a 1760—, Mirabeau se titula ―Un economista autónomo‖. En esta época no tiene sino ciertas tendencias y aspiraciones muy vagas como fisiócrata. 12
Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Honor%C3%A9_Gabriel_Riquetti
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No tendrá autoridad entre los economistas, sino después de su conversión a la fisiocracia. Examinando la doctrina común de Mirabeau con los fisiócratas, después de su conversión, hay que poner de relieve las divergencias existentes entre El amigo de los hombres y la tesis que los fisiócratas tenían sobre la paz. Por esta razón, y para no romper la unidad de exposición, nos ha parecido mejor colocar el estudio de Mirabeau después de otros economistas, incluso de menor importancia que él. Ya en El amigo de los hombres se pueden apreciar las ideas que hacen presagiar las que Mirabeau desarrollará en las obras posteriores a su conversión. De todos modos, su punto de vista en este aspecto no se identifica aún con la concepción fisiocrática de las relaciones internacionales. Mirabeau considera a la Humanidad como una familia dividida en varias ramas, la cual no puede prosperar más que por la unión de todos sus miembros; unión perfectamente posible y realizable. Deseaba mantener la paz, la justicia y la libertad en el inundo entero. Predispuesto hacia los extranjeros, deseaba atraerlos a Francia por todos los medios. El interés común de las naciones es la base de su sistema económico. El mundo parece actuar según la máxima: nada se pierde que otro no gane. Mas este principio es tan desgraciado, tan bárbaro como falso, y Mirabeau opone al mismo este otro: nada se pierde que el otro no pierda. La prosperidad de nuestros vecinos es parte de la nuestra. ―Esta idea —dice— es uno de los principales pilares de mi sistema.‖ La paz será muy frágil en tanto que el mal que la amenaza (las prohibiciones) no sea extirpado en sus raíces. Las prohibiciones comerciales son ‗‗una gran tontería‖, pero una tontería con graves consecuencias, ya que la política de exclusividad comercial conduce a las guerras comerciales, más temibles que cualquier otra guerra. Mirabeau propone a los Estados ―un tratado de fraternidad que suprima todos los derechos de entrada sobre todo lo que sea llevado a los puertos de una de las potencias contratantes por los súbditos y navíos de la otra‖. En tal tratado, fundado en la comunidad de intereses económico de la Humanidad, Mirabeau ve una garantía eficaz de la paz. Todo otro sistema fracasaría, como ha sucedido con el basado en el equilibrio de los Estados europeos, que fue siempre una idea hueca, una quimera política. Sin embargo, y esta idea es muy importante, el rey de Francia no deberá proponer el tratado en cuestión más que en el momento en que su país haya ya logrado el completo desarrollo de su industria nacional. En otros términos, el libre cambio de Mirabeau no era ni tan absoluto ni tan desinteresado como pudiera suponerse a primera vista. El texto no deja ninguna duda a este respecto: ―Convencidos de haber desarrollado dentro del país la industria, hasta el punto que la extranjera no le pueda hacer la competencia, por tener ésta la desventaja de los gastos de transporte, él [el rey de Francia] levantará todas las prohibiciones que pesen sobre la importación de las manufacturas extranjeras, para obtener la misma ventaja de los otros países, y no prohibirá más que las que fabriquen los pueblos que no hayan querido suscribir el
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tratado.‖ Francia propondrá a todos los países este tratado, y Mirabeau espera que las potencias europeas, Inglaterra y Holanda comprendidas, lo acepten, pues les será ventajoso. La generosidad del rey de Francia permitirá el asentimiento de las potencias‖. No excluye la posible oposición de ciertas naciones. Para el caso en que un Estado no quiera, por su propia voluntad, adherirse a la nueva convención, el marqués de Mirabeau propone al soberano francés: ‗‗Prohibirá a todos los súbditos del Estado, bajo pena de crimen de lesa majestad, todo comercio directo o indirecto con la nación que no haya querido ser su hermana. Esta ley, proclamada con la mayor solemnidad y revestida de todas las formalidades que pudieran darle autenticidad, sería temible por las penas que seguirían a su infracción. La cabeza del transgresor sería puesta a precio, su casa sería arrasada y su descendencia declarada infame hasta la última generación.‖ Mas semejante estado de cosas conducirá fatalmente a una guerra con las naciones rivales. El ―príncipe amigo de los hombres empleará, pues, el poder para sostener la causa de la Humanidad y para imponer a todos la confraternidad universal en el comercio‖. ―Tal es el único yugo que le está permitido imponer a sus vecinos.‖ Si es preciso, será el rey de Francia quien extienda en el mundo está confraternidad. Francia debe, en efecto, ―ser el árbitro del mundo para proporcionar el bienestar a todos, lo mismo que a su pueblo; eliminar todo privilegio exclusivo y no dejar más que los debidos a la naturaleza y el trabajo. Es ésta la única monarquía universal qué no es un sueño‖. El rey de Francia tendrá que oponerse vigorosamente a cada nación que no quiera entrar en la ―confraternidad‖ de los pueblos y ―mostrarle en menos de un instante que una rata no es un elefante‖. Se comprende, sin necesidad de decirlo, que ―el verdadero elefante es Francia‖. Hace falta no equivocarse cuando el marqués dice, al pretender resumir su sistema en una sola frase: ―La política extranjera se llama paz‖. El liberalismo de Mirabeau es, en realidad, la voluntad de asegurar a la industria francesa por todos los medios, comprendido el proteccionismo, la superioridad frente a sus rivales extranjeros. Y una vez que esto se haya conseguido, Francia puede ofrecer, sin temor a las potencias europeas, la elección entre la prohibición de sus mercancías o la libertad económica. Francia deberá aprovechar la primera ocasión que se le presente para hacer que las otras potencias le abran sus mercados, aun, si es preciso, por la guerra. Una doctrina semejante, como pone de relieve Brocard, no le distingue de los mercantilistas más que por su violencia. La contradicción entre los principios expuestos por el marqués y las aplicaciones que de ellos hace es evidente. Resumiendo: en El amigo de los hombres, el principio de la libertad de comercio no es más que un hábil expediente destinado a lograr la apertura de los mercados extranjeros, en lugar de ser una regla de conducta absoluta aplicable a todas las circunstancias.
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Mirabeau, después de su adhesión a la fisiocracia, transforma sensiblemente su actitud y se suma a la doctrina fisiocrática de la paz, renunciando con ello tácitamente al proyecto que había formulado en El amigo de los hombres. Su Filosofía rural está penetrada de tal cosmopolitismo, que parece negar incluso la existencia de la nación como tal. Su autor así lo pone de relieve, con la exageración propia de su fogoso temperamento: ―No siendo antropófago, las diferencias físicas entre las naciones me son inadvertidas... No me siento menos pariente de un alemán o de un inglés que de un francés‖. Todas las declaraciones de Mirabeau no son tan impetuosas. Cuando frena su verbo se conforman mejor al espíritu fisiócrata. ―Un propietario cualquiera debe considerar su provincia como su tierra, el Estado entero como su provincia y el mundo como su patria.‖ Según los principios eternos del orden natural, los intereses de las naciones se armonizan. Las naciones que intentan arruinar, a las otras acaban arruinándose a sí mismas. Al tratar Inglaterra de disminuir el comercio francés, mengua el propio, y Francia, quemando un puerto británico, quema sus propios almacenes. Son ciegas pasiones las que llevan a un pueblo a luchar con sus vecinos. La riqueza de una nación depende de la de las otras. Debe ser este principio el que inspire una política clarividente. Las leyes económicas son universales e imperecederas; ―no hay más que una producción y un consumo en el mundo‖. Quienquiera que no observe estas leyes sentirá en sí mismo sus peligrosos resultados. ―Siempre que se forjan cadenas para los vecinos nos encadenamos nosotros mismos.‖ La economía política desemboca aquí en un resultado lógico irrefutable y, por tanto, muy simple. La ciencia económica es compleja tan sólo ―para los que están imbuidos de la totalidad o parte de los prejuicios por los que el interés particular, disfrazado bajo la máscara del bien público, ha instituido, decorado y reducido a ciencia una falsa política fundada en el arte de conseguir el provecho nacional en perjuicio de las otras naciones, lo que supone y establece siempre la guerra sorda de todos contra todos y el reino de la injusticia paliada bajo falsas apariencias‖. Mirabeau, convertido en fisiócrata, condena severamente la política bélica. Las guerras son ruinosas, menos a causa de las devastaciones y pérdidas directas que por la disminución de la producción que entrañan. Compara a los conquistadores con los jabalíes y concluye: ―El espíritu de conquista es incompatible con el de gobierno.‖13
13
Pantoja, G. G. (1998). Los Fisiocratas. En G. G. Pantoja, História del Pensamiento Ecónomico (págs. 82-180). Mexico: Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM.
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3.4. MERCIER DE LA RIVIERE, PIERRE-PAUL (1720 - 1793)
Wikipedia establece que Mercier de la Riviere era un tratadista político perteneciente al grupo de los fisiócratas franceses (1720-93). Es uno de los exponentes de la doctrina en sus aspectos políticos, y su libro L'ordre naturel et essentiel des sociétés politiques (2 vols. 1767) resulta una extraña mezcla de despotismo político y libertad económica. Desarrolló las ideas fundamentales de Quesnay, pero para él la unidad se encarnaba en el soberano que debía ser un monarca absoluto que ejerciera el poder legislativo y el ejecutivo, y habla de la nación como si fuese una comunidad de terratenientes "cuya riqueza no puede ser alterada sin pérdida para la nación" y de los trabajadores como "la población que no tiene vínculos con la patria". Sus otras obras más conocidas son L'intérét général de l'état (1770) ; Essai sur les maximes et les lois fundamentales de la monarchie frangaise (1789), y Palladium de la constitution politique (1790).14 Pantoja (1998) establece que de todos los fisiócratas, Mercier de la Riviére es el que más ha insistido sobre la idea del interés común que une a los pueblos. No creía que siempre se pudiera exportar sin importar. En última instancia, una nación no puede ganar nada queriendo siempre vender a los extranjeros sin comprarles. La política que trata de enriquecer o engrandecer a una nación a expensas de las otras es falsa; conduce a guerras perjudiciales para el Estado y la economía nacional. En el sistema fisiócrata —recuerda Mercier de la Riviére— no cabe basar la prosperidad de una nación sobre la ruina de las otras. El principio básico de los economistas, precisa nuestro autor, se funda en que el bienestar del individuo es consustancial con el de la propia especie humana. Radica en el propio orden inmutable de la Naturaleza que todos los hombres deban ser útiles los unos para los otros. La fraternidad de los pueblos está, no sólo dentro del orden de la Naturaleza, sino en los propios designios de la Providencia. ―De acuerdo con el orden natural, el bienestar particular de cada nación es causa del acrecentamiento del bienestar general de las otras naciones; para aprovecharse de éste no tienen otra cosa que hacer que no contrariar esta realidad; no se debe poner obstáculos a la libertad, que debe aproximarlos, unirlos, y no hacer de ellos más que una sola sociedad.‖ El horizonte del economista no puede estar limitado por las fronteras nacionales: fronteras inexistentes en la Naturaleza.
14
Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Tratadista%C7%A5_Perrie_Paul
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Ve Mercier de la Riviere en cada nación una provincia del gran reino de la naturaleza y en todos los pueblos europeos una sola y misma sociedad. ―El orden natural lleva a la unidad de todas las sociedades particulares.‖ ―El economista abarca a todas las naciones civilizadas; las considera como miembros de una sola y única familia; las ve todas unidas naturalmente por lazos de una utilidad recíproca; en consecuencia, la paz es el único estado que conviene a su interés común; interés común que, para ellas, como para el simple particular, consiste en la seguridad de sus derechos de propiedad, y en la libertad de ejercerlos; debe ser la base de su política y debe inspirar todos sus tratados, bien entendido que, sin él, sin su garantía, es imposible hacer que los tratados sean duraderos, ni darles solidez‖. Todas las naciones tienen igual interés en evitar la guerra, estado violento y peligroso para todos los beligerantes. Deben vivir todas ellas en el estado natural: la paz. Mercier de la Riviére se lamenta ―de las frecuentes y funestas crisis que por la bárbara manía de conquista‖ sufren las naciones. Un Estado que trata de oprimir a los otros es enemigo común de todas las naciones. Estas se encuentran, pues, ―en la necesidad de reunirse para formar una fuerza común capaz de garantizar a cada una de ellas sus derechos de propiedad‖. Los hombres han descubierto, desde hace mucho tiempo, la fraternidad de las naciones; pero no la han visto ni en su verdadera fuente, ni en sus relaciones esenciales. De nación a nación, la Naturaleza ha establecido los mismos deberes y los mismos derechos que de individuo a individuo. Entre éstos no se conciben derechos sin deberes, y aquel que exige el respeto de sus bienes no puede pedirlo más que en virtud de la obligación en que se encuentra de respetar la propiedad de los otros. ―Una nación sólo puede establecer sólidamente sus derechos de propiedad y su libertad si los funda en el deber que se impone, por su parte, de respetar y no atentar jamás los derechos de propiedad y de libertad de los otros pueblos.‖ El orden esencial de las sociedades nos indica la política que conduce a la prosperidad: respetar la propiedad y la libertad de las otras naciones. La libertad del comercio exterior e interior proviene del derecho de propiedad. Este derecho permite a cada particular y a cada nación vender y comprar por doquier, libremente, en las condiciones más favorables. Sobre este supuesto, ninguna querella ni guerra comercial debería presentarse entre las naciones. Esta política de libertad no exige la reciprocidad. Una sola nación puede adoptar una política inspirada en el orden natural. Incluso si los otros Estados rehúsan seguirla y se oponen con represalias económicas, le sería ventajoso no abandonar el sistema de libertad comercial. Del hecho de que una nación deje totalmente libre su comercio interior no se sigue que sea condición precisa que lo instaure en el exterior. No es imposible suprimir la guerra. Una organización política o internacional parece incluso superflua para asegurar la paz general. ―Una confederación general es el estado natural de Europa.‖
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Esta ―confederación natural y necesaria‖ existe, pese a la mala voluntad o ignorancia de los soberanos. ―Una confederación general de todas las potencias de Europa no es, por tanto, una quimera como tanta gente se imagina; está de tal modo en el orden natural que se la debe suponer como realizada o, mejor dicho, como existente sin necesidad de que se manifieste en ninguna convención expresa a este respecto‖. ¿Puede esta confederación ser eficaz en la vida internacional? La respuesta de Mercier de la Riviére es completamente afirmativa: ―Sí, si en la confederación se recordase que todos los pueblos no forman más que una misma sociedad general; sí, si después de esta primera verdad se examinasen de buena fe los derechos esenciales que cada uno debe invariablemente gozar en esta misma sociedad y se evitase, con cuidado, el perjudicar estos derechos; sí, si los tratados no fuesen más que expresión de este orden natural, fiel e inmutable, del que no nos podemos evadir sin ser injustos, y todas las naciones considerasen como ventajoso acceder a estos mismos tratados; de esta forma la confederación llegaría a ser natural y necesariamente general.‖15
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Pantoja, G. G. (1998). Los Fisiocratas. En G. G. Pantoja, História del Pensamiento Ecónomico (págs. 82-180). Mexico: Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM.
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CAPITULO IV “EL PAPEL DE LA FISIOCRACIA EN NUESTROS DÍAS: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ANÁLISIS ECONÓMICO DE LOS RECURSOS NATURALES Y EL MEDIO AMBIENTE.”
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4.1. EL ABANDONO DEL PARADIGMA FISIOCRÁTICO: LA NOCIÓN ABSTRACTA DE PRODUCCIÓN Y LA PRIMACÍA DEL VALOR DE CAMBIO. Torreiro (2004) establece que con la llegada de los economistas clásicos se produjo un giro decisivo en la orientación del análisis económico con respecto al análisis desarrollado por los fisiocráticos. Con posterioridad, la aparición de la economía neoclásica agrandó todavía más la brecha existente entre el moderno análisis económico y el antiguo enfoque fisiocrático. La esencia de este cambio podría resumirse del siguiente modo: se produce el abandono del enfoque físico de lo económico y se sustituye por un enfoque de carácter pecuniario, que toma como referente los valores de cambio de las mercancías. Con la aparición de la figura emblemática de Adam Smith, la recién nacida ciencia económica mantuvo todavía como punto central de su análisis el papel que desarrolla la creación de un excedente económico para garantizar la acumulación de capital y el crecimiento económico. Sin embargo, la visión clásica de la actividad económica difería notablemente de la visión propia de la escuela fisiocrática. Los economistas clásicos llegaron a la conclusión de que no sólo la agricultura es capaz de generar un excedente económico. Para los clásicos, la actividad manufacturera también podía generar excedente, aunque este excedente no tuviese una naturaleza física. Esta nueva consideración del papel de las actividades no agrícolas en la creación de riqueza tiene su base en la nueva teoría del valor propuesta por los clásicos. Para Adam Smith, el valor de un bien tangible estaba directamente relacionado con la remuneración de todos los factores productivos (trabajo, tierra y capital) que han sido empleados en su producción. En términos agregados, el objetivo de crecimiento económico se alcanzaría, en primer lugar, facilitando la especialización en el trabajo y el incremento de la productividad mediante el ensanchamiento de los mercados y, en segundo lugar, destinando el producto neto (excedente) a la acumulación de capital, estimulando de este modo el desarrollo del conjunto de actividades productivas. La causa de este cambio de perspectiva en el tratamiento de la cuestión de la creación de excedente y del crecimiento económico hay que buscarla en la constatación de un hecho que chocaba de frente con la forma de razonar mantenida por los pensadores fisiócratas: la aparición de forma sostenida de plusvalías monetarias sin necesidad de que estuvieran respaldadas por la creación de un excedente físico. Tal y como hemos dicho en el apartado anterior, la fisiocracia consideraba el mundo de los valores monetarios como un mero reflejo del mundo físico, siendo la única causa posible de aparición de un excedente monetario la previa existencia de un excedente físico. La constatación de la inexactitud de esta afirmación significó el comienzo del rechazo a las argumentaciones materiales de los fisiócratas, trasladándose el análisis económico desde un nivel físico a un nivel monetario.
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Ese proceso de translación del análisis económico desde el plano físico a un plano puramente monetario culminó con la llegada de la economía neoclásica tradicional. Aunque para Adam Smith el valor de un bien no tenía por qué coincidir necesariamente con su precio de mercado, para la escuela neoclásica el valor de mercado, así como el funcionamiento del mercado como mecanismo de asignación de recursos, se convirtió en el eje fundamental de su análisis. Para los economistas neoclásicos, el sistema económico se ajusta automáticamente, siendo el pleno empleo de los recursos la situación normal de equilibrio. De este modo se derrumba definitivamente la argumentación fisiocrática relativa a la necesidad de una sociedad con una importante componente agraria como única fuente capaz de aportar excedente físico y, por lo tanto, riqueza. Se abre la puerta a la justificación de un capitalismo fuertemente centrado en actividades mercantiles e industriales como principales fuentes generadoras de riqueza. El nuevo paradigma, la nueva ortodoxia basada en la primacía de los valores de cambio, dotó a la economía de vida propia: surge el universo de ―lo económico‖. Este universo de los valores de cambio funcionará con sus propias leyes y aplicará sus propias metodologías; unas leyes y unas metodologías susceptibles de ser analizadas por medio de la axiomática y de las técnicas de optimización propias del análisis matemático.16 4.2. SIGNIFICACIÓN ACTUAL DE LA FISIOCRACIA EN LA VISIÓN ECONÓMICA DEL MEDIO NATURAL. El mismo autor antes citado señala que en la actualidad podemos afirmar que conviven dos visiones en el moderno tratamiento económico de las cuestiones relacionadas con el medio natural. La primera de ellas es la llamada Economía de los Recursos Naturales y Ambientales, que se nutre principalmente de la tradición y de la metodología neoclásica. Por su parte, la Economía Ecológica defiende una visión propia del análisis económico más distante en sus métodos y objetivos del paradigma neoclásico tradicional. En este apartado seguiremos la pista de posibles influencias de origen fisiocrático en el actual tratamiento económico de cuestiones relacionadas con el medio natural.
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Torreiro, M. D. (2004). El Papel de la Fisiocracia en Nuestros Días: Una Reflexión sobre el Analisis Económico de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente. Revista Galega de Economía, vol. 13, núm. , 4-6.
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4.3. LA ECONOMÍA DE LOS RECURSOS NATURALES Y AMBIENTALES. El mismo autor antes citado señala que la mención expresa de Quesnay a los excesivos gastos relacionados con litigios legales como posible causa de un funcionamiento ineficiente del mecanismo económico descrito en el Tableau économique establece una clara vinculación con los más recientes análisis sobre el papel que desarrollan los costes de transacción (en este caso, los costes de cumplimiento) como mecanismo distorsionador en la economía; autores recientes han demostrado en estudios hasta qué punto los resultados eficientes en la solución de problemas de asignación de recursos se ven condicionados tanto por el establecimiento de una delimitación inicial de derechos como por la presencia o por la ausencia de costes de transacción positivos. La tarea de definición de derechos de propiedad se puede interpretar como el proceso de establecimiento de una estructura institucional apropiada, donde se clarifique quién, dentro de una determinada sociedad, va a tener el derecho a apropiarse de las rentas del recurso. Sin duda, la correcta definición de derechos y titularidad de las rentas, y muy especialmente la preocupación por la presencia o no de costes de transacción en el sistema, eran elementos recogidos ya en los estudios económicos de la escuela fisiocrática. Siguiendo con los puntos de unión entre los análisis de la Economía de los Recursos Naturales y Ambientales y los análisis fisiocráticos, cabe señalar también que hoy en día, en el ámbito de la Economía de los Recursos Naturales y Ambientales, muchas de las recetas económicas propuestas como solución a los problemas asignación ineficiente de recursos naturales y ambientales adoptan la forma de impuestos correctores. Tal y como hemos visto anteriormente, los fisiócratas han tenido un papel fundamental en el desarrollo de los estudios de inciden capaz de crear incentivos correctores. Por último, para finalizar este apartado refiriéndonos a las diferencias existentes entre las visiones fisiocrática y la visión moderna de la Economía de los Recursos Naturales y Ambientales. Tal y como hemos señalado en párrafos anteriores, el análisis económico propio de la Economía de los Recursos Naturales y Ambientales se enmarca dentro del paradigma neoclásico, con lo cual dirigirá su atención principalmente a la resolución de problemas de asignación eficiente de recursos (y no de crecimiento sostenible a largo plazo) y al empleo de los valores monetarios como herramienta fundamental de análisis. Atendiendo al marco histórico y social en el que se desarrolló la fisiocracia y al grado de evolución del pensamiento económico en la época, resulta difícil de imaginar a los pensadores fisiócratas formulando en términos explícitos un tema tan complejo como la evaluación y corrección de externalidades, lo que sí hace en la actualidad la Economía de los Recursos Naturales y Ambientales. Asimismo, el análisis de la relevancia de los aspectos físicos y biológicos asociados a la actividad económica y la sustentabilidad de las
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actividades productivas (capacidad para reproducir los inputs empleados en el proceso productivo) medida en términos físicos se encuentra por regla general fuera del ámbito de estudio directo de la Economía de los Recursos Naturales y Ambientales. Como veremos a continuación, será la Economía Ambiental la que recoja el testigo de los precursores fisiócratas en esta materia. 4.4. ECONOMÍA ECOLÓGICA: El mismo autor antes citado señala que la capacidad de generar riqueza queda ligada en los análisis propios de la Economía Ecológica, igual que sucedía en los análisis fisiocráticos, a la capacidad para reponer de manera sostenible en el tiempo las condiciones de partida del capital natural en términos físicos. En este sentido, podemos afirmar que, tras un paréntesis de más de dos siglos, el nivel físico-material de la actividad productiva puja nuevamente por volver a la primera plana del análisis económico. Por otro lado, la principal diferencia con los análisis fisiocráticos la encontramos en el hecho de que los más que evidentes avances en las Ciencias de la Naturaleza y los nuevos conocimientos de Termodinámica, así como el abandono del estudio de la circulación de la renta dentro de la rígida estructura social y de división clases propia de la época fisiocrática, permiten a la Economía Ecológica afrontar con nuevas y potentes herramientas la tarea iniciada por los propios fisiócratas de analizar con precisión las interdependencias de la estructura productiva con el medio natural.
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CAPITULO V “IMPLICACIONES DE LA ESCUELA FISIÓCRATA EN LA EDUCACIÓN DEL XVIII”
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Larroyo (1960) establece que Turgot llega a pedir un órgano político, un Consejo de Instrucción Pública, que se ocupe de organizar una enseñanza cívica y nacional. En sus memorias dice, entre otras cosas de interés: ―El estudio de los deberes de los ciudadanos debe ser el fundamento de todos los otros estudios. Hay escuelas para formar geómetras, físicos, pintores. No las hay para formar ciudadanos‖. Como se advierte, estos y otros filósofos del siglo XVIII conceden grande importancia a los problemas de la educación, sobre todo en sus aspectos políticos y sociales. La más acabada expresión de la doctrina que se iba generando, la formula Diderot, en una obra llamada ―Plan de una Universidad rusa‖, que había redactado por encargo de Catalina II. La educación es imprescindible al pueblo. Desde el primer ministro hasta el último campesino deben poseer las luces de la instrucción elemental. Por ello, la escuela debe ser pública y gratuita. Las personas encargadas de impartir la enseñanza han de ser muy bien remuneradas. En contra de Rousseau, Diderot conserva la fe en la ciencia y la civilización. Hay más: se pronuncia a favor de la enseñanza técnica, convirtiéndose así en verdadero precursor de esta orientación en Francia. Claramente se muestra que Turgot promulgaba una educación que se adaptara a los ideales que exigía el modelo económico fisiócrata; una educación ―Técnica‖ que estuviera al alcance de todos, y que además formara ciudadanos que se esforzaran por vivir en sociedad como verdaderos ciudadanos no como se habían formado anteriormente en el individualismo entre otros vicios sociales. Los fisiócratas necesitaban gente iluminada por las luces de la razón que imperaban en el siglo XVIII, no necesitaban gente ignorante; pero tampoco necesitaban personas versadas en la ciencias, si no mas bien se imponía de manera preponderante un individuo con educación técnica que se adaptara a los ideales agrarios del modelo económico en esa sociedad.17
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Larroyo, F. (1960). La Escuela Popular Europea en el Siglo XIII. En F. Larroyo, Historia General de la Pedagogía , Tratamiento Sitemático de Panamérica. (págs. 417-418). Mexico: PORRUA, S.A.
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CONCLUSIONES Al realizar esta investigación bibliográfica llegamos a comprender que cada capitulo que tratamos resulta de suma importancia para el conocimiento, entendimiento y metodología para poder estudiar una de las tantas maneras que fueron surgiendo en cada época para combatir las transformaciones de la economía. De manera general concluimos lo siguiente: La Escuela Fisiócrata es una escuela que surge en oposición al mercantilismo y a los impuestos excesivos de los gobiernos de esa época buscando una solución mediante el orden natural de las cosas, “ la agricultura”. Es una corriente que a pesar que surgió como oposición al gobierno, no busca la igualdad si no más bien estructura clases sociales y políticas diferenciadas por la capacidad de producción. Los miembros que integran basan sus propuestas en la rotación de las rentas entre los miembros del sistema económico basándose en que no podría existir ningún estancamiento. El comercio exterior para los Fisiócratas es considerado como algo innecesario ya que puede producir que las rentas que se producen se queden fuera del territorio en donde se desarrollaron inicialmente.
Una crítica fuerte contra lo que esta corriente de pensamiento planteaba era que el comercio y la industria no producían valor; lo cual llevo a su refutación y desplazamiento posteriormente. Cabe señalar que esta fue la primera corriente de pensamiento que se llego a llamar ―Escuela‖ y fue precursora de los movimientos económicos y distribución capital que hoy conocemos en otros modelos económicos. Los fisiócratas en el ámbito educativo sostienen que para que la sociedad funcione no necesitan gente ignorante, pero tampoco necesitan gente muy letrada sino que más bien necesitan un individuo técnico que haga producir la tierra.
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RECOMENDACIONES En el recorrido realizado en esta investigación bibliográfica como grupo nos sirvió de tal manera que factiblemente con lo aprendido recomendamos lo siguiente: Comprender el valor que tiene la agricultura para producir riqueza, lo que nos ayudara a valorar los recursos naturales. Tratar como país de apostarle a nuestra tierra, pues ella alimento a nuestros antepasados y contribuyo a generar riqueza; debemos cuidarla y cultivarla en lugar de destruirla e ignorarla. Investigar como influyen los modelos o corrientes de pensamiento económicos en la concepción que tiene la sociedad de educación y que tipo de individuo es el que más se adecua a prosperar en esta. Destacar la importancia de relacionar lo económico con lo educativo pues solo así se lograra comprender las deficiencias que presenta la educación y como superarlas. Hay que cultivar la organización investigativa y el hábito de la lectura pues es el único camino que nos conducirá a conocer de mejor manera los hechos y permitirá ejercitar nuestro habito investigativo lo cual mejorara nuestra calidad profesional.
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BIBLIOGRAFÍA Libros: Larroyo, F. (1960). La Escuela Popular Europea en el Siglo XIII. En F. Larroyo, Historia General de la Pedagogía , Tratamiento Sitemático de Panamérica. (págs. 417-418). Mexico: PORRUA, S.A. Lopez, M. V. (2009). Los Fisiócratas. En M. V. Lopez, Ensayos sobre El Pensamiento Económico (pág. 64). Mexico: Cuerpo Académico “Derecho, Estado y Sociedad Democrática”. Pantoja, G. G. (1998). Los Fisiocratas. En G. G. Pantoja, História del Pensamiento Ecónomico (págs. 82-180). Mexico: Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM. Pedro, U. (1999). La Fisiocracia. En U. Pedro, História del Pensamiento Económico (págs. 31-37). Mexico: Brancia, S.A de C.V. Sieveking, H. (2000). Los Fisiócratas. En H. Sieveking, História de la Economía, desde el Siglo XIII hasta la actualidad (pág. 46). Madrid: Samparia, S.A de C.V. Silberner, E. (1954). La Paz Permanente de los Fisiocratas. En E. Silberner, La Guerra en El Pensaminto Económico (págs. 74-112). Madrid: Letrae. Resvistas: Torreiro, M. D. (2004). El Papel de la Fisiocracia en Nuestros Días: Una Reflexión sobre el Analisis Económico de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente. Revista Galega de Economía, vol. 13, núm. , 4-6. Sitiología Web: Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Fisiocracia Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Fran%C3%A7ois_Quesnay Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Anne_Robert_Jacques_Turgot,_bar%C3%B3n_de _Laune
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Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Tratadista%C7%A5_Perrie_Paul Wikipedia, E. L. (5 de Abril de 2006). Wikipedia. Recuperado el 9 de Marzo de 2013, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Honor%C3%A9_Gabriel_Riquetti
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Anexos
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CUADRO EVALUATIVO DEL TRABAJO REALIZADO POR LAS PERSONAS QUE CONFORMAN EL GRUPO DE INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE “LOS FISIÓCRATAS”. NOMBRE DEL ESTUDIANTE
CONTENIDO QUE LE CORRESPONDE DESARROLLAR ACORDE AL ÍNDICE TENTATIVO Carranza Paniagua, María Eugenia Realizó búsqueda de bibliografía con CP11002 respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas. Seleccionó temas para índice tentativo. Realizó los objetivos de la investigación bibliográfica. Trabajo en la elaboración del capitulo dos de la investigación: “La Escuela Fisiócrata”.
Díaz Rodríguez, María Josefina Realizó búsqueda de bibliografía con DR11028 respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas. Seleccionó temas para índice tentativo. Trabajo en la elaboración del capitulo uno de la investigación: “Antecedentes de la escuela Fisiócrata”.
Escobar Vázquez, Néstor Edgardo Realizó búsqueda de bibliografía con EV11006 respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas.
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Hernández Beatriz
Martínez,
Johana Realizó búsqueda de bibliografía con HM11028 respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas. Seleccionó temas para índice tentativo. Trabajo en la elaboración del capitulo tres de la investigación: “Principales Exponentes de la Escuela Fisiócrata”. Trabajó en la elaboración del capitulo cuatro de la investigación: “El Papel de la Fisiocracia en Nuestros Días: Una Reflexión sobre el Análisis Económico de los Recursos Naturales y El Medio Ambiente.” Realizo el índice del reporte de la investigación.
Morales Catalán, Reina del Carmen Realizó búsqueda de bibliografía con MC11061 respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas. Seleccionó temas para índice tentativo. Trabajo en la elaboración del capitulo uno de la investigación: “Antecedentes de la escuela Fisiócrata”. Trabajó en la elaboración del capitulo cuatro de la investigación: “El Papel de la Fisiocracia en Nuestros Días: Una Reflexión sobre el Análisis Económico de los Recursos Naturales y El Medio Ambiente.” Elaboró las recomendaciones de la investigación.
L o s F i s i ó c r a t a s | 53
Morales Guadalupe
Escobar,
Norma Realizó búsqueda de bibliografía con ME10026 respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas. Seleccionó temas para índice tentativo. Trabajo en la elaboración del capitulo tres de la investigación: “Principales Exponentes de la Escuela Fisiócrata”. Elaboró Cuadro Evaluativo del grupo de trabajo.
Ortiz Rodríguez, OR09021
José
Raúl Realizó búsqueda de bibliografía con respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas.
Pleitez Herrera, PH11003
Miguel
Ángel Realizó búsqueda de bibliografía con respecto al tema de los fisiócratas. Elaboró fichas bibliográficas. Seleccionó temas para índice tentativo. Elaboró la investigación.
introducción
de
la
Trabajo en la elaboración del capitulo dos de la investigación: “La Escuela Fisiócrata”. Trabajó en la elaboración del capitulo cinco de la investigación: “Implicaciones de la Escuela Fisiócrata en la Educación del siglo XVIII” Elaboro las conclusiones investigación bibliográfica.
de
la