Ejemplo de conversación informal:
-Hola Juan, cómo has estado. -Bien Laura, mira te presento a Carlos, es el compañero de la escuela del que te he platicado. -Hola Carlos. -Hola Laura es un placer conocerte. -Nos sentamos – dice Juan. -Si claro, - dicen Carlos y Laura casi al unsono. -! "ien #uan qu$ me cuentas, cómo le %ue a tu equipo este %in de semana. - Laura no podas de#ar pasar eso, mira Carlos, Laura es una &ran a%icionada al soccer con el 'nico de%ecto de irle al equipo equi(ocado. )s que como mi equipo perdió este %in de semana ella se estar* "urlando toda la tarde. +or cierto, perdió contra el equipo %a(orito de Laura. -+ues aqu hay al&o que no te (a a &ustar Laura, --di#o Carlos – yo tam"i$n le (oy al equipo de Juan. -!a deca yo que no podas ser tan per%ecto, al&'n de%ecto tendras que tener --di#o Laura en tono "urlón, y los tres rieron ante este comentario.
DIÁLOGO 2:
S/0123 Buen da señora 4Cómo anda5 CL1N6)3 7Hola8 79uy "ien8 4Cómo anda usted5 Hace mucho que no (en&o por aqu. S/0123 Bien "ien, ac* andamos: tra"a#ando. 4/u$ (a a lle(ar5
CL1N6)3 /uiero un paquete de &alletitas. Hoy (iene mi nieta a (isitarme as que le (oy a preparar una rica merienda. S/0123 )qu tiene. 9*ndele saludos a su nietita, que hace mucho que no se la (e por ac*. CL1N6)3 CL1N6)3 9uchas &racias, se los mandar$ 4Cu*nto es5 S/0123 ;<,=>. CL1N6)3 CL1N6)3 Sr(ase 7Nos (emos8 S/0123 79uchas &racias8 Hasta lue&o.
El almohadón de plumas ?Cuento - 6e@to completo.A Horacio /uiro&a Su luna de miel %ue un lar&o escalo%ro. 2u"ia, an&elical y tmida, el car*cter duro de su marido heló sus soñadas niñeras de no(ia. 1lla lo quera mucho, sin em"ar&o, a (eces con un li&ero estremecimiento cuando (ol(iendo de noche #untos por la calle, echa"a una %urti(a mirada a la alta estatura de Jord*n, mudo desde haca una hora. l, por su parte, la ama"a pro%undamente, sin darlo a conocer.
urante tres meses -se ha"an casado en a"ril- (i(ieron una dicha especial. Sin duda hu"iera ella deseado menos se(eridad en ese r&ido cielo de amor, m*s e@pansi(a e incauta ternuraD pero el impasi"le sem"lante de su marido la contena siempre. La casa en que (i(an in%lua un poco en sus estremecimientos. La "lancura del patio silencioso -%risos, columnas y estatuas de m*rmol- produca una otoñal impresión de palacio encantado. entro, el "rillo &lacial del estuco, sin el m*s le(e ras&uño en las altas paredes, a%irma"a aquella sensación de desapaci"le %ro. )l cruEar de una pieEa a otra, los pasos halla"an eco en toda la casa, como si un lar&o a"andono hu"iera sensi"iliEado su resonancia. 1n ese e@traño nido de amor, )licia pasó todo el otoño. No o"stante, ha"a concluido por echar un (elo so"re sus anti&uos sueños, y a'n (i(a dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que lle&a"a su marido. No es raro que adel&aEara. 6u(o un li&ero ataque de in%luenEa que se arrastró insidiosamente das y dasD )licia no se repona nunca. )l %in una tarde pudo salir al #ardn apoyada en el "raEo de $l. 9ira"a indi%erente a uno y otro lado. e pronto Jord*n, con honda ternura, le pasó la mano por la ca"eEa, y )licia rompió en se&uida en solloEos, ech*ndole los "raEos al cuello. Lloró lar&amente todo su espanto callado, redo"lando el llanto a la menor tentati(a de caricia. Lue&o los solloEos %ueron retard*ndose, y a'n quedó lar&o rato escondida en su cuello, sin mo(erse ni decir una pala"ra. Fue ese el 'ltimo da que )licia estu(o le(antada. )l da si&uiente amaneció des(anecida. 1l m$dico de Jord*n la e@aminó con suma atención, orden*ndole calma y descanso a"solutos. -No s$ -le di#o a Jord*n en la puerta de calle, con la (oE toda(a "a#a-. 6iene una &ran de"ilidad que no me e@plico, y sin (ómitos, nada: Si mañana se despierta como hoy, ll*meme ense&uida. )l otro da )licia se&ua peor. Hu"o consulta. Constatóse una anemia de marcha a&udsima, completamente ine@plica"le. )licia no tu(o m*s desmayos, pero se i"a (isi"lemente a la muerte. 6odo el da el dormitorio esta"a con las luces prendidas y en pleno silencio. +as*"anse horas sin or el menor ruido. )licia dormita"a. Jord*n (i(a casi en la sala, tam"i$n con toda la luE encendida.
+ase*"ase sin cesar de un e@tremo a otro, con incansa"le o"stinación. La al%om"ra aho&a"a sus pasos. ) ratos entra"a en el dormitorio y prose&ua su mudo (ai($n a lo lar&o de la cama, mirando a su mu#er cada (eE que camina"a en su dirección. +ronto )licia comenEó a tener alucinaciones, con%usas y %lotantes al principio, y que descendieron lue&o a ras del suelo. La #o(en, con los o#os desmesuradamente a"iertos, no haca sino mirar la al%om"ra a uno y otro lado del respaldo de la cama. 0na noche se quedó de repente mirando %i#amente. )l rato a"rió la "oca para &ritar, y sus narices y la"ios se perlaron de sudor. -7Jord*n8 7Jord*n8 -clamó, r&ida de espanto, sin de#ar de mirar la al%om"ra. Jord*n corrió al dormitorio, y al (erlo aparecer )licia dio un alarido de horror. -7Soy yo, )licia, soy yo8 )licia lo miró con e@tra(ió, miró la al%om"ra, (ol(ió a mirarlo, y despu$s de lar&o rato de estupe%acta con%rontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acarici*ndola tem"lando. 1ntre sus alucinaciones m*s por%iadas, hu"o un antropoide, apoyado en la al%om"ra so"re los dedos, que tena %i#os en ella los o#os. Los m$dicos (ol(ieron in'tilmente. Ha"a all delante de ellos una (ida que se aca"a"a, desan&r*ndose da a da, hora a hora, sin sa"er a"solutamente cómo. 1n la 'ltima consulta )licia yaca en estupor mientras ellos la pulsa"an, pas*ndose de uno a otro la muñeca inerte. La o"ser(aron lar&o rato en silencio y si&uieron al comedor. -+st: -se enco&ió de hom"ros desalentado su m$dico-. 1s un caso serio: poco hay que hacer: -7Sólo eso me %alta"a8 -resopló Jord*n. ! tam"orileó "ruscamente so"re la mesa. )licia %ue e@tin&ui$ndose en su delirio de anemia, a&ra(ado de tarde, pero que remita siempre en las primeras horas. urante el da no a(anEa"a su en%ermedad, pero cada mañana amaneca l(ida, en sncope casi. +areca que 'nicamente de noche se le %uera la (ida en nue(as alas de san&re. 6ena siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de Gilos encima. esde el tercer da este hundimiento no la a"andonó m*s. )penas poda mo(er la ca"eEa. No quiso que le tocaran la cama, ni a'n que le arre&laran el almohadón. Sus terrores crepusculares a(anEaron en %orma de monstruos que se arrastra"an hasta la cama y trepa"an di%icultosamente por la colcha. +erdió lue&o el conocimiento. Los dos das %inales deliró sin cesar a media (oE. Las luces continua"an %'ne"remente encendidas en el dormitorio y la sala. 1n el silencio a&ónico de la casa, no se oa m*s que el delirio monótono que sala de la cama, y el rumor aho&ado de los eternos pasos de Jord*n. )licia murió, por %in. La sir(ienta, que entró despu$s a deshacer la cama, sola ya, miró un rato e@trañada el almohadón.
-7Señor8 -llamó a Jord*n en (oE "a#a-. 1n el almohadón hay manchas que parecen de san&re. Jord*n se acercó r*pidamente ! se do"ló a su (eE. 1%ecti(amente, so"re la %unda, a am"os lados del hueco que ha"a de#ado la ca"eEa de )licia, se (ean manchitas oscuras. -+arecen picaduras -murmuró la sir(ienta despu$s de un rato de inmó(il o"ser(ación. -Le(*ntelo a la luE -le di#o Jord*n. La sir(ienta lo le(antó, pero ense&uida lo de#ó caer, y se quedó mirando a aqu$l, l(ida y tem"lando. Sin sa"er por qu$, Jord*n sintió que los ca"ellos se le eriEa"an. -4/u$ hay5 -murmuró con la (oE ronca. -+esa mucho -articuló la sir(ienta, sin de#ar de tem"lar. Jord*n lo le(antóD pesa"a e@traordinariamente. Salieron con $l, y so"re la mesa del comedor Jord*n cortó %unda y en(oltura de un ta#o. Las plumas superiores (olaron, y la sir(ienta dio un &rito de horror con toda la "oca a"ierta, lle(*ndose las manos crispadas a los "andós. So"re el %ondo, entre las plumas, mo(iendo lentamente las patas (elludas, ha"a un animal monstruoso, una "ola (i(iente y (iscosa. 1sta"a tan hinchado que apenas se le pronuncia"a la "oca. Noche a noche, desde que )licia ha"a cado en cama, ha"a aplicado si&ilosamente su "oca -su trompa, me#or dicho- a las sienes de aqu$lla, chup*ndole la san&re. La picadura era casi impercepti"le. La remoción diaria del almohadón ha"a impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la #o(en no pudo mo(erse, la succión %ue (erti&inosa. 1n cinco das, en cinco noches, ha"a (aciado a )licia. 1stos par*sitos de las a(es, diminutos en el medio ha"itual, lle&an a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La san&re humana parece serles particularmente %a(ora"le, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.
Ladrón de sábado [Cuento - Texto completo. !abriel !arc"a #ár$ue%
Hu&o, un ladrón que sólo ro"a los %ines de semana, entra en una casa un s*"ado por la noche. )na, la dueña, una treintañera &uapa e insomne empedernida, lo descu"re in fraganti . )menaEada con la pistola, la mu#er le entre&a todas las #oyas y cosas de (alor, y le pide que no se acerque a +auli, su niña de tres años. Sin em"ar&o, la niña lo (e, y $l la conquista con al&unos trucos de ma&ia. Hu&o piensa3 4+or qu$ irse tan pronto, si se est* tan "ien aqu5I +odra quedarse todo el %in de semana y &oEar plenamente la situación, pues el marido -lo sa"e porque los ha espiado- no re&resa de su (ia#e de ne&ocios hasta el domin&o en la noche. 1l ladrón no lo piensa mucho3 se pone los pantalones del señor de la casa y le pide a )na que cocine para $l, que saque el (ino de la ca(a y que pon&a al&o de m'sica para cenar, porque sin m'sica no puede (i(ir. ) )na, preocupada por +auli, mientras prepara la cena se le ocurre al&o para sacar al tipo de su casa. +ero no puede hacer &ran cosa porque Hu&o cortó los ca"les del tel$%ono, la casa est* muy ale#ada, es de noche y nadie (a a lle&ar. )na decide poner una pastilla para dormir en la copa de Hu&o. urante la cena, el ladrón, que entre semana es (elador de un "anco, descu"re que )na es la conductora de su pro&rama %a(orito de radio, el pro&rama de m'sica popular que oye todas las noches, sin %alta. Hu&o es su &ran admirador y. mientras escuchan al &ran Benny cantando Cómo fue en un casete, ha"lan so"re m'sica y m'sicos. )na se arrepiente de dormirlo pues Hu&o se
comporta tranquilamente y no tiene intenciones de lastimarla ni (iolentarla, pero ya es tarde porque el somn%ero ya est* en la copa y el ladrón la "e"e toda muy contento. Sin em"ar&o, ha ha"ido una equi(ocación, y quien ha tomado la copa con la pastilla es ella. )na se queda dormida en un dos por tres. ) la mañana si&uiente )na despierta completamente (estida y muy "ien tapada con una co"i#a, en su rec*mara. 1n el #ardn, Hu&o y +auli #ue&an, ya que han terminado de hacer el desayuno. )na se sorprende de lo "ien que se lle(an. )dem*s, le encanta cómo cocina ese ladrón que, a %in de cuentas, es "astante atracti(o. )na empieEa a sentir una e@traña %elicidad.
1n esos momentos una ami&a pasa para in(itarla a comer. Hu&o se pone ner(ioso pero )na in(enta que la niña est* en%erma y la despide de inmediato. )s los tres se quedan #untitos en casa a dis%rutar del domin&o. Hu&o repara las (entanas y el tel$%ono que descompuso la noche anterior, mientras sil"a. )na se entera de que $l "aila muy "ien el danEón, "aile que a ella le encanta pero que nunca puede practicar con nadie. l le propone que "ailen una pieEa y se acoplan de tal manera que "ailan hasta ya entrada la tarde. +auli los o"ser(a, aplaude y, %inalmente se queda dormida. 2endidos, terminan tirados en un sillón de la sala. +ara entonces ya se les %ue el santo al cielo, pues es hora de que el marido re&rese. )unque )na se resiste, Hu&o le de(uel(e casi todo lo que ha"a ro"ado, le da al&unos conse#os para que no se metan en su casa los ladrones, y se despide de las dos mu#eres con no poca tristeEa. )na lo mira ale#arse. Hu&o est* por desaparecer y ella lo llama a (oces. Cuando re&resa le dice, mir*ndole muy %i#o a los o#os, que el pró@imo %in de semana su esposo (a a (ol(er a salir de (ia#e. 1l ladrón de s*"ado se (a %eliE, "ailando por las calles del "arrio, mientras anochece. FN
9ultiplicación (e&etati(a La propa&ación ve&etativa tam"i$n llamada re&eneración ve&etativa, es la reproducción de una planta a partir de una c$lula, un te#ido o un ór&ano races, tallos, ramas, ho#asK de la planta madre. Cualquier parte de una parte en teoraK puede dar ori&en a otra de i&uales caractersticas. Constituye un con#unto de t$cnicas a&ronómicas utiliEadas desde hace mucho y se considera un m$todo de reproducción ase@ual en (e&etales. La reproducción ase@ual o (e&etati(a permite el aumento r*pido de la cantidad de indi(iduos de una especie, pero al ser &en$ticamente id$nticos, cualquier e(ento que per#udique a un indi(iduo a%ecta a todos los que (en&an de este. )l&unos e#emplos de estas3 - Cactus - Sa"ila - +apas - Camote - Champiñon - Caña aEucarera - Mlamos - Sauces - ladiolos - Frutillas 6ipos de 9ultiplicación (e&etati(a Los m$todos de propa&ación pueden ser clasi%icados como naturales, se&'n si se trata de estructuras propias de las plantas que le permiten reproducirse ase@ualmente "ul"os, tu"$rculos, riEomas, estolones, hi#uelos, apomi@isK o artificiales si son producidas por el hom"re estaca, esque#e, in#erto, acodo y culti(o in vitroK.
'eproducción
sexual para
recordar
este
concepto
antes
de
empezar K3
1n una c$lula del ó(ulo c$lula madre de la me&*sporaK se produce la meiosis que concluye con la %ormación de cuatro me&*sporas haploides. 1n la mayora de las an&iospermas sólo una de las
me&*sporas es %uncional las dem*s de&eneranK y se di(ide por mitosis para %ormar un saco em"rionario octonucleado inte&rado por una o(oc$lula, dos sin$r&idas, dos n'cleos polares y tres antpodas. La o(oc$lula se %ecunda con una &ameta masculina dando el ci&oto que ori&inar* el em"rión diploide y la se&unda &ameta masculina %ecundar* la c$lula del medio dando ori&en a una c$lula triploide que se di(idir* mitóticamente para ori&inar el endosperma.
La reproducción sexual( es que al e@istir una &ran (ariedad de la misma especie, esta se puede
adaptar me#or al medio am"iente sin que e@ista el ries&o de que un suceso noci(o ocasione la e@tinción de la especie. 0n e#emplo de estas3 - )lcatraces - 9ar&aritas - alias - Oioletas - 2osas - Lapacho - Cei"o - Hortencia - JaEmines - 9a&nolia &randi%lora