CONDICIÓN
>
COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA EN
Q
GUATEMALA (1524-1821
C
PORTADA: MARCELLA VALDEAVELLANO
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA EN GUATEMALA 1524-1821)
ANDRE SAINT-LU
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA EN GUATEMALA (1524-1821)
Colección Luis Lujan Muñoz Universidad Francisco Marrtquín
www.ufm.edu - Guatemala
Guatemala* Centroamérica* Edilorial Uniyersilaria, 1978
Coloniale el Conscience Créele au Título original: Condilion Guatemala (1524-1821)
de France Impr€«o por: Presses Universitaires !• edición en francés, 1970 It
«didón en
castellano, 1978
Traducdóo: Pierrette de Villagrán
EDITORIAL
UMVKRSITARIA
COLECCIÓN "REALIDAD NUESTRA" Vol.
Núm.
5
Universidad de San Carlos de Guatemala 1978
Impreso N? 1141
C«KrMffi^ca
~
EDITORIAL UNIVERSITARIA
PROLOGO EDICIÓN EN CASTELLANO Por mediación del profesor Jorge Lujan Muñoz, la Universidad de San Carlos se ha hecho cargo de la traducción española de mi libro Condición colonial y conciencia criolla en Guatemala, y de realizar su publicación. Quisiera expresar a mis colegas guatemaltecos cuánto agradezco el honor que me hacen. Ojalá encuentren aquí la expresión de mi agradecimiento más cordial. Es una obra sin pretensiones. Nacida fortuitamente hace algunos años debido a investigaciones emprendidas con otra finalidad: a lo largo de mis investigaciones en el Archivo General de Indias de Sevilla, tratando de reconstruir documentalmente la historia de la Vera Paz (véase sobre este asunto La Vera Paz, esprit évangelique ET COLONISATION, París, Centre de recherches hispaniques, 19C8), se me presentó la ocasión de poner al día ni merosos textos que aclaraban la evolución del criollismo guatemalteco a lo largo de la colonización. Tal fue el punto de partida, un poco fortuito, del presente estudio. Muy pronto, el tema me pareció de interés considerable, pero por varias razones y principalmente por falta de tiempo, no me ha sido posible darle toda la amplitud que merece. De hecho, no se trata más que de una aproximación, pero mis deseos se verían cumplidos si suscitara entre los lectores, y principalmente puesto que acaba de traducirse entre los lectores hispanoamericanos, el deseo de realizar investigaciones más profundas y reflexiones más hondas. Concretamente, sería
—
—
ANDRÉ SAINT-LU completar los íondos documentales que he podido D el Archivo General de Indias, con una búsqueda de las fuentes del Archivo General de Centro Mide nunca he tenido la posibilidad de investi-
P¿r otra |>arte, no ignoro las numerosas deficiencias de mi libro: por no citar más que un ejemplo, de la tercera parte donde se evocan, muy suguateite« las grandes figuras de la élite ilustrada de fines del siglo XVIII, y que ganarían, al ser esde nuevo y desarrolladas sobre bases más amplias, atentamente los trabajos ya existentes. Ho podría cerrar este breve prólogo sin aprovechar la que me proporciona la actualidad para retornar sobre de la historia colonial Fue una suerte que esta historia nos ofreépoca particularmente critica en la que se* ti porvenir de las posesiones españolas de América, el tnfttDtamiento directo de los colonos con el censor más MCVntaado de la colonización, fray Bartolomé de Las CaM. iFodta haber mejor revelador del espíritu colonial, en el OMmenlo en que comenzaba a definirse también como esloe principales protagonistas
que la presencia real de Las Casas en el seno dt tai eoomnidad guatemalteca? En este año de 1974, en el Qjue te celebra con fervor en todas partes el quinto centede iu nacimiento, quisiera dedicar la presente edi• la memoria del gran dominico español que fue tamuna de las personalidades más importantes del pasado jfMt$
criollo,
André Saint-Lu París,
18 de junio de
1974
PROLOGO DE LA EDICIÓN FRANCESA El presente estudio intenta definir, con base en hechos históricos debidamente comprobados^ el sentimiento criollo en Guatemala bajo la dominación española, tal como puede ser observado y caracterizado en relación con las realidades "colO' niales'*^ desde la época de la conquista y de la implantación de ,
primeros inmigrantes, la independencia centroamericaiíia, pasando por un largo período de estabilidad del régimen: dicho los
sentimiento ha sido captado, sucesivamente, en su génesis y sus expresiones iniciales, en su afirmación bajo formas especílas modificaciones que han sufrido como consecuencambio de situación política. Por sentimiento criollo, hay que entender la conciencia de una población de origen español, más o menos antigua, pero
ficas,
y en
cia del
establecida definitivamente en el país,
ción o asimilada de alguna
manera a
La Guatemala española
constituía
ya sea natal o de adopla
sociedad colonial.
una unidad orgánica designada bajo los términos de Gobernación, Reino o Capitanía General de Guatemala y era mucho más extensa que el Estado actual que lleva ese nombre. 1
estrecha
Se entiende que
no empleamos ese término en su sentido
más
andr« saint-lu
^ #Uo.
ciudad capital de Guatemala, en sí, si9Í^éo la qu0 ofrece el medio social mas indicado para el del cnolIiMmo guatemalteco.
^
pggo^
la
una parte, la psicopor otra, los móIm wuntñtkk^á de los conquistadores, y ét km emancipadores de América española. Pero así menos la atenIb tmlod del largo periodo colonial llameó repetidas veces, por
8t kmm analizado
\
inicios o su fin, pocos estusalvo algunos ensayos de conjunto, en dedicado, fa monográficas^, investigaciones \er g^nenü o de algunas 9tmitmirnló criollo tal como se desarrolló durante tres si-
ea te kisloriadores que sus
J^
irf
—o
Europeos (de origen, directa • tmÜkmei&menle) llegaron a sentirse Americanos, El emo de Guatemala, relativamente poco conocido, es uno
0m^ y
mi proc
éi Iw
aiát representativos: por su importancia, viene inmediar#
por
el cual los
después de México y el Perú, tiene la ventaja de no €omo por ejemplo la Plata, sus características son m la vez, de la fortaleza de la Nueva España y de la critica del Perú, Rica en hechos significativos, la Guatemala colonial es un buen América española: mejor que un ejemplo, es,
ignorados,
de
la
aMpectos,
un microcosmo.
t WtUm Iw prtmuoé citaremoe, de Mariano Picón Salas, De la con• li ^M^J» < «<• (México: 1944), de José Durand, La transformaiMül mmtuktM it (México: 1953), de Salvador de Madariaga, El W ti mmtm étt im^trU Mpañd en América (Buenos Aires: 1&55), de las
•
M
t
de Rodolfo Barón Castro, El centro-americaMadrid: 1959), de Ernesto Chinchilla Aguilar, 4$ la ciudad de Guatemala (Guatemala: 1961), etc. (
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
g
Este ensayo no se basa en ninguna idea preconcebida, en ninguna línea pre-establecida: basado en los hechos, no obedece, en su desarrollo más que a las realidades históricas. Respetuosa de la cronología, su estructura no es ni abstractamente equilibrada, en función de la sucesión de los siglos y de cualquier otra serie temporal muy esquemática, ni arbitrariamente lógica bajo forma d^ una trayectoria demasiado armoniosa.
Elaborado a partir de textos y documentos de la época, muchos de los cuales ya eran comocidos aunque mal aprovechados y varios nuevos^, este estudio no pretende ser ni
—
—
exhaustivo ni definitivo: para ello se necesitaría datos de los cuales carecemos, en parte, sin duda, por insuficiente investigación, pero también por falta de trabajos básicos principal-
mente en el campo económico y social. Dicho esto, nos hemos detenido más en los hechos ejemplares, seleccionados como tales, que en la integridad de una materia, por otra parte, desigualmente significativa.
Antes de entrar al tema, quiero rendir homenaje a los numerosos historiadores de ayer y de hoy quienes me han precedido en este camino, y agradecer a los profesores Aubrun y Verdevoye, el primero por haber querido asesorar y dirigir este trabajo como Tesis complementaria para el Doctorado en Letras y el segundo por haberme hecho partícipe de opiniones
y sugerencias. Agradezco igualmente a la Facultad de Letras y de Humanidades de Poitiers por haber incorporado este trabajo en su colección y participar en los gastos de impresión. 3
De
los textos inéditos, entre
los cuales
una
serie
de cartas de ca-
bildos coloniales cieímos interesante reproducir alsrunos de ellos
en
el
Apéndice.
Primera Parte
LA CONQUISTA Y LAS PRIMICIAS DEL espíritu CRIOLLO
Capítulo Primero
espíritu de conquista
y espíritu colonial
La conquista de Guatemala no que tés,
la
es más,
en su origen,
prolongación normal de la de México.
Cuando Cor-
uno de sus principales y a unos quinientos hom-
a finales del año 1523, encarga a
lugartenientes, Pedro de Alvarado,
bres sin contar los auxiliares indígenas, de reconocer esos pueblos aún inexplorados y someter a sus poblaciones, trata
en primer lugar de redondear el territorio de esa Nueva España ya sólidamente asentada sobre las ruinas del México indio. Algunos contactos anteriores con los emisarios de los jefes de tribus permitieron suponer que esas regiones podrían ser dominadas pacíficamente, pero noticias más recientes dejaban sospechar una voluntad de resistencia: la expedición de Alvarado tiene por objeto liquidarla y apoderarse de un país del cual se decía ser uno de los más ricos. A la vez, se trataba de definir el límite de las fronteras del istmo centroamericano, mal conocido en su configuración, pero donde se podía prever que Pedrarias Dávila, el ambicioso gobernador de "Tierra Firme", haría todos los esfuer-
AÑORÉ SAINT-LU
1^
por
por extender sus conquistas y su jurisdicción. esencial, los objetivos de Cortés.i , en lo pare Alvarado y sus compañeros, Guatemala era d que debían cumplir, y sobre todo se presentaba veHoe motivos, como una buena ocasión para una pro-
El encargo que Alvarado recibió de ra empresa. era una distinción y una recompensa, probablemente jaf pero sin duda acordadas con entusiasmo: ni CorMi al tu turbulento lugarteniente tenían interés en permantcvr Juntos en un México pacificado.^ Pm« todos esos conquistadores, voluntarios o no ^posipodía ser la blemente voluntarios en e^a circunstancia ,
—
—
«porlunidád de una fructífera campaña, justo premio para una existencia más acorde a sus sueños.^
Se»
1
CtHm
drducen con bastante claridad del propio testimonio de Cortés: ¿0 Rrlaeión (1624). B.A.E., t. XXII, p. 102b y 108b.
VaMrU U
S
••. .
pena señalar lo que dice Remesal, primer cronista de que le dio [Cortés] en premio de lo mucho que con el cinco años que anduvo en su compañía, y por alejarle de porque ya deseaba Cortés verse solo ( con otros capitanes,
.ofício
iu arbitrio sin respeto y parecer ajeno, lo que había con-
Y
vor mtm misma razón,
Pedro de Alvarado deseó, procuró y Fray Antonio de Remesal, O. P. Historia General de loA
K W 1»rticuiar de
la
Gobernación de Chiapa y Guatemala, San Vicente de Chiapa y Guatemálat
fthtPfim de la Provincia de
éé nmettro glorioso Padre Santo Domingo), Madrid, 1619
MÜt
•
(B.A,
r CLXXXIX): cf. libro I, cap. I, par. 9. MMOB osa ve» más a Remesal, aunque sólo fuera por su humor: 4t México con mucha y muy lucida gente y lo más calificado y ém todos
^
loi castellanos
aaspliar
el
señorío
que de
allí
se hallaron, con grandes esperan-
España,
extender
famo inmortal y mejorar su fortuna con
* rntéj
tiorra,
la
la
religión
católica,
riqueza que
les
para poder proseguir sus altos y buenos intentos».
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
15
Para eze entonces Alvarado gozaba desde hacía tiempo de un prestigio de valiente conquistador y audaz capitán> En Cuba, con Diego Velásquez, en Yucatán, luego en México, con Gri jaiva y sobre todo con Cortés, se hizo acreedor de una extraordinaria reputación de valentía e impetuosiTal vez de excesivo atrevimiento, pues sus temera-^ dad. rías iniciativas no siempre eran las más indicadas; pero en materia de intrepidez, para dejar asentada una fama de conquistador, más vale abundar que escasear. La energía de Alvarado, su vitalidad, su decisión no podían dejar de seducir, por lo menos al principio, a quienes iban a unir su destino al suyo. En cuanto a Alvarado tenia alma de aventureo más que de colono. De un aventurero de gran envergadura ávido de ganancias, pero también de poder y, ante todo, de acción. «Corrió Pedro de Alvarado con su ejército toda la como un. rayo, sujetando a la mayor parte de ella por armas, y lo demás por miedo. .» tierra
.
Con una
síntesis sorprendente, Remesal, cronista domimejor que nadie, plasmar la brutal rapidez de uíia conquista realizada en un abrir y cerrar de ojos. En pocos meses, de Soconusco a Cuscatlán por Quezaltenango y Utatlán, por Iximché y Atitlán, luego por Escuintla y Acajutla, el poblado país de los quichés y de los cakchiqueles, de los tzutuiies y de los pipiles son irremisiblemente invadidos y casi enteramente dominados. La resistencia de los
nico,^ supo,
Sobre la personalidad y la carrera de Alvarado, se pueden consullas biografías modernas, un tanto tendenciode las crónicas sas o noveladas, de Ángel de AltolaguiíTe (Don Pedro de Alvarado, conquisa tador del Reino de Guatemala, Madrid, 1927), Rodolfo Barón Castro (Pedra de Alvarado, Madrid, 1943) y Adrián Recinos (Pedro de Alvarado, conquvs-* tador de México y Guatemala, México, 1953). 4
tar
—además
5
Op.
—
cit.,
libro
I,
cap.
II,
par.
1.
ANDRÉ SAINT-LU
j^
muy
momentos hace más
desigual, por
lento el
herido, Alvarado, sigue „.,p^ «vanee de los españoles: Sólo las lluvias le obligarán a interrumpir ti nada. en dos ccaél preveía más vasta aún.
Y
que
a Cortés un
informe triunfante,
un impresio-
de victoria: la expedición logró su objetivo, con tanta celeridad, los resultaf é9 •» mifión cumplida duda ya, se anuncian decisivos. De Inmediato las ventajas obtenidas de esas nuevas con^^^^^
BO ton tan grandes, si debemos creer al mismo tescomo para ratisfacer a quienes supieron llevar a su
Ha
tmk brillantes operaciones. «Suplico a vuestra merced le haga relación (a su HfjjfftaH) de quien yo soy (...) y cuan poco sueldo hasta he ganado yo y estos hidalgos que en mi compaandan, y el poco provecho que hasta agora se nos
r» ha
aeguido».''
pesar de las decepciones que haya podido, ocasionar la rvifltiva tMcanT de metales preciosos, hay que desconfiar de lo Moa fundado de ese descontento. Por lo que se refiere a AhnnKio, la sumisión de Guatemala constituyó para él un
A
encólente negocio que no tardó en explotar de la mejor OMBOro a favor de sus intereses personales: prueba de ello loi bemUflcw los honores, los poderes que no tarda en reCOfar. Trag un muy oportimo viaje a España (1527) y hábilOB aMniobras en la Corte, fue nombrado gobernador del pais que conquistó, recibiendo el envidiado título de Adey las insignias de la orden de Santiago. Pero si su ,
d t) :
t
OmU
11
de ebril
B.A.E.,
t.
(Utatlán) y el 28 de julio de 1524 XXII, pp. 457-463. Una primeara carta,
b^brim sido enviada desde Soconusco, del tS de julio, in fine (p. 463b).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
17
toma po^eáón en 1530 rio sin haber sumuchas molestias y contratiempos, 'le ocasiona grandes beneficios, todo eso no logra satisfacer su am-
gobierno, del cuál frido en México,
bición ni apagar su pasión.
Cuando le llegan las primeras noticias acerca del Perú de sus riquezas, su decisión es inmediata y nada lo dey tendrá, desde entonces, hasta llegar a ese fabuloso país. ¡Cuántos esfuerzos y cuan duros trabajos impuestos a los naturales para (constituir) construir una flota; cuántos sufrimientos, fatales para los auxiliares de color, para alcanzar las cimas nevadas que bloquean el camino hacia Quito! Y todo oso para nada, o caai, pues Almagro y Pizarro no están dispuestos a dejarse arrebatar,
el
país
de. los
Incas.
se hace a un lado, sin duda de mala gana; pero si bien es cierto. que vendió, sus barcos, no por eso deja de soñar en otras aventuras marítimas.
Alvarado
Desde hace tiempo
le atraen las is?.as de lai .especies, y cualesquiera otras t'erras desconocidas que él podría descubrir en el Mar del Sur. De.spués de otro viaje a España,
vía Honduras,
que
le
peiTnite negociar ventajo :as capitula-
ciones (1536-1539), se dedica activamente a reconstruir
una
gran annada, y toma acuerdos con el virrey -Mendoza sobre los estatutos de una compañía de navegación, de descubrimientos y de comercio en el Pacífico pero mientras el emprendedor Adelantado vislumbra la más fa "cíñante carrera de su vida, la muerte, accidental, lo sorprende 'en México, donde llega a prestar ayuda a los españoles de Nueva Galicia amenazados por una sublevación indígena (julio de 1541). Alvarado, quien nunca retrocedió frente a ningún peligro, a quien ninguna dificultad podría detener, perece súbitamente de una mala caída, lo cual en el fondo, es un final de los menos sor|?rendentes. Por otra parte, ¿no cabía
ANDR£ SAINT-LU
jg
,
de esa azarosa existencia, que se termilejano pais? por una muerte violenta en un
en
la lógica
«41
ti
la
inquieta
personalidad
del
Adelantado,
sus
de conquistador errante, no marcaron el espM¿a dt conquista y vida sedentaria de los colonos quienes ^ehMtm rafcm en el pais conquistado, por lo menos establegobierno guació y organiíó «ólidamente, en el marco de su l^l^H^i^ el
n
mundo
efecto, las
colonial
que
le sobrevivirá.
primeras instituciones, decisivas para la
eoBtoUdación de la conquista, principian al día siguiente de Cuando la le campaña de descubrimiento y de sumisión. jBlylrtn de lluvias obligan a Alvarado a establecer un cuarde invierno, éste procede, (25 de julio de 1524, día de SenUago) a la fundación de la ciudad española de Santiago de los Caballeros^. Fundación provisional en cuanto a sus que cambiarán muchas veces de lugar y que en el corazón mismo del pais cakchiquel es dedr en ri pleno centro de Guatemala, una fijación del invasor definitiva*. Con el nombramiento de los dos alcaldes, de cuatro regidores y de un alguacil, quede establecido el cuerpo municipal. Al año siguie]:ite, en ttaiTa cuscatlece ya conquistada, funda la ciudad de San un primo de Alvarado fungiendo como lugarteOtras ciudades más excéntricas San Miguel, Gra-
M
•,
—
a esta ciudad por las muchas aguas, y pacificar esta tierra tan grande y tan recia •B nombre de su majestad una ciudad de españoles, Sefior Santiago». (Carta del 28 de julio, p. 463a). aquí está en el riñon de toda la tierra, y hay más dkha con
p^m
la
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA ClilOLLA
cias a Dios,
San Pedro Sula
—
19
llevarán, a su vez el testimo-
nio de los afanes colonizadores del conquistador.
Para asegurar, más ampliamente de
lo
que se quiere
admitir, los medios de existencia de la población española
en vías de instalación, Alvarado organiza, no sin brutalidad,
una explotación sistemática del país sometido. La invasión armada va acompañada de apropiaciones violentas, de rapiñas y de pillajes. Permitió también que se hicieran esclavos:
«.
y
y esa las
.
.
todos los que en la guerra se tomaron se herraron
se hicieron esclavos.
.
.»^^.
práctica se extenderá a las numerosas campañas de
sublevaciones indígenas.
Es
así
como
los conquistadores
tendrán a su disposición, como amos, tanto para las tareas domésticas como agrícolas y mineras, una abundante mano de obra servil, sin prejuicio de las ganancias que podrán sacar de los Indios, cuando éstos queden "repartidos" por el gobernador o su substituto^ ^ en lucrativas encomiendas entre quienes de derecho o reputados
Durante
la conquista, la
como
tales.
vida de las tropas era azarosa
y agitada pero estaba sujeta a reglas disciplinarias La del grupo colonial recién radicado exige una apropiada a
la
perspectivas de les
responden
^'policía"
situación creada por la conquista y
un
las
a las
futuro estabilizado: necesidad a las cua-
ordenanzas de buen gobierno promulgados
10
Carta del 11 de
11
Sobre
el
estrictas.
abril,
p. 459a.
repartimiento efectuado
—no
—
sin desacuerdos
por Jorge
de Alvarado, Justicia Mayor, en ausencia de su hermano, véase. Libro de Actas del Aimntamienfo de la Ciudad de Santiago de GuatemaJa, publicado por Rafael Arévalo, Guatemala,
1850,
pp. 105 y sig.
ANDRÉ SAINT-LU
por
me
d
Adelantado a partir de 1530, en virtud de los poderes
recibióla
Entre éetos «e destacan al lado de las banales disposidoMt de ofdcn moral y religioso y de las medidas materiaprescripciones que reglatai de tateréi común, una serie de Españoles e Indígenas^-^ en un entre relaciones mffUtn las subyugadas que poblaciones las de protección eiplrtlu de conservarlas, miende preocupación la eiendalinente, rwtta, Al imi tee podble, como masa de trabajo y de explotación. que ordenanzas fVipeclO, ton muy significativas, entre las tareasis, tratan de reprimir los malos tratos^^ y a limitar las de naturales los a aquellas que tienen por objeto preservar sean venque impedir e lades que los diezman^^'. de la gobernación! 7. IñsT
«...y podáis hacer gobernación y particulares en cada y provechosas a la dicha tierra y vecinos della, y que Texto citado por cristianos y en toda paz y sosiego». Fuentes y Guzmán, Recordación Florida, Discurso kisto-
twl cédula
m
del
18 de diciembre de 1527:
toda vuestra
ir y político del Rey no de Goathemala, final del siglo XVII Ccwaiii idlelón, Guatcmnla, 1932-1933, Biblioteca "Goathemala", vol. VI, Vn y Tul). 1* parte, libro VII, cap. I.
IS
ht%
TU,
op. cit., 1? parte, liF^MOtcs y Guarnan, Recordación Florida, ordenanzas primitivo de la fundación de laa que en «De I: cBPw lo .
li
dMii
•I
Áéénátéú DoQ Pedro
«Btlsita de
Goathemala
hizo,
para
el
.
buen gobierno de
la república,
é* éh»,
de Alvarado, como gobernador y capitán general iTortOi reproducidos según el registro de las ordenanzas).
14
ProkibiciÓB, para los españoles, de alejarse de su ciudad, de pcr-
ticmpo en sus encomiendas, de tomar medidas de hecho condt Inmiscuirse en su comercio (tiánguez)^ etc. PlohiUdón de obligar a los indígenas a trabajar los días de fiasen de lluvias (julio-septiembre) reglamentación de las ;
If
FlckiUdón de
'^
^3o« iccpcelo
obligar a los indígenas a desplazarse en regiones dUiventcs; ói-dencs para ubicarlos e instalarlos y darles asiste epidemias.
^
a estas últimas medidas, tomadas para eliminar deCBtIo da etdavos a Nicaragua y al Perú, debemos señalar,
tefrinsfaa diehaa disposiciones podían ser condenados a muerte.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
21
Entre las numerosas necesidades créádns por el nacimiento de una vida colonial organizada, figura también la in-:talación de los eclesiásticos, tanto más necesaria puesto que se trata de asegurar, junto al cuidado pastoral de lóS españoles, la ''conquista espiritual" de las poblaciones átítóctonas. Los raros clérigos de modestas capacidades quie acompañaban a los conquistadoresi^ pronto son insuficientes para realizar esa doble tarea. Parece ser que, sin dar muestra del mismo celo que Cortés, Alvarado no deja de interesarse en la cuestión: si el dominico, Domingo de Betanzós que Alvarado recluta en México, hace en Guatemala efímera carrera^, apostólica!^, en cambio el licenciado Francisco Marroquín, llegado de España junto con Betanzos en 1530, cuando el Adelantado volvía será el fundador de una duradera y floreciente comunidad cristiana-^.
-V cuando
Marroquín, ya obispo, encargara a uno de los de 'sü diócesis, el diligente Bartolomé de las Casas, de ir a la metrópoli a buscar nuevos misioneros, Alvarado no dejara de recomendar al mensajero^!.
i-oligiósos
18 li
Los cronistas señalan
los
nombres de Juan Godínez
tiopr) y Juan Díaz, prime''08 curas de Guatemala. 19 Llegado probablemente a principios del año
1529,
(capellán de .
B.etanzo3
salió
México en 1680 (o 1531) /llamado por sus superiores por i-azonés que los cronistas no esclarecen: ver, por ejemplo, Remesal, op, cit., libro 11; cap. Sin dQda, se juzgó necesaria la presencia de Betanzos en MéIV, par. 2. xico, en un mrtménto cuando la joven comur,idad dominicana de Nu^va Es)>H!a
paña aspiraba O.
constituirse
1967, pp. 8T
V
en provincia distinta (cf. fray Juan R. Cabal, México y Guaiemala, Villava-Pamp'.ona,
evangelizador de
Betanzos,
P.,
srsr:).
Acerca de Ift carrera y escritos de Marrociuín, cf. Carmelo -cs Gultnra H's^ánie (iyj9-ir,'6S), Madrid, 1964, 4ie Gúntemala Alvarado' al emperádorj 18 de noviembre de 1539: carta reprodu21 20
'
•
cida eh drid,
C.D.LAr (Colección de Documentos
1S64-1881,
t.
XXIV, pp.
339 y
sigr.
inéditos {,.
.^
de Am^Wca;, 'Ma'-^
'
ANDRÉ SAINT-LU de la sociedad espade alguna merecieron, Guatemala (dnnadón en Al rela atención del Gobernador de la colonia. desembarcar más no al da tu icgundo viaje a España, Puarto da Caballos (Honduras), dirige al Cabildo de la da Santiago una carta optimista, que termina con f{ fm^m
uoa
loe aícntamientos familiares
noticia sorprendente:
me queda de decir que vengo casado, muy buena; trae veinte doncellas está Beatriz y Dofia muy gantiles mujeres, hijas de caballeros y de muy buanot linajes; bien creo que es mercadería que no me quedará en la tienda nada, pagándomela bien, que de otra manera escusado es hablar en ello»^^. cSolamente
El
buen humor de
misiva se explica por el estado de del Adelantado, cuyos negocios nunca fueron más El hecho, dicho con ironía, es importante: para de inmigrantes, en cuyo seno el elemento femeniforzosamente limitado, para esos Españoles que no la
a las indias como concubinas, pero que pretenden con españolas y, de ser posible, de alto linaje, la de veinte doncellas de buena familia^s, es una bentt ét
Curta del 4 de abril de 1539, publicada por Rafael Arévalo, Colee^mtiguot del Ayuntamiento de Guatemala, 2» edición, SMS CBIbttoUea "Goathemala", vol. XUI) cf. p. 423.
Dmmmmmt tM
St
Ba «a
Apoca, no ea un caso único en los anales de las Indias,
Dwand, I» !•
pp. S7-St>.
a
I
(ver
transformación social del conquistador, México, Pero d acuito femenino de Doña Beatriz ella misma
la llastrw
íxl
familia de lo«
Albuquerque
—
—
sin duda numeroBOS y más distinguidos de jóvenes casaderas Seéalemo» que Doña Beatriz y varias de sus damas
MI, oi
la catástrofe
constituía
que destruyó la primera capital de Gua-
r CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
tanto
23
más apreciada que
el casamiento parece ser entonces la condición casi necesaria para la promoción sociaL
dición
Esa comunidad colonial, constituida sobre la base de los participantes en la conquista, o sea un grupo itinerante y provisorio, nace como sociedad con la fundación de las ciudades y de la
inscripción de los españoles en calidad de de terrenos (solares) para las futuras viviendas-^, y de la repartición de enco-
vecinos-^, acom,pañada de la atribución
miendas para
la explotación del paísSC; entonces, el conquistador se transforma en colono. 24
el
op.
La primera
lista
29 de julio de 1524, se cit..
Libro
I,
de vecinos de Santiago de Guatemala, registrada
compone de un centenar de nombres
(cf.
Remesal,
capítulo III, par. 1); luego, rápidamente le siguieron otras
inscripciones.
25 La primera fundación de Santiago de Guatemala (en Iximché) corresponde a un período transitorio; sin embargo se previo una repartición de solares (cf. Libro Viejo de la fundación de Guatemala, Guatem-ala, l^Z^í» Biblioteca "Goathemala", vol XII, pp. 10-11). La segunda fundación (Al* molonga, 22 de noviembre de 1527) pretendía ser duradera, con nuevas atribuciones de solares, cf. Libro Viejo. . ., op. cit., pp. 29 y BÍgs. Al mismo tiempo que los terrenos para construcciones, se distribuyeron parcelas cultivables (caballerías y peonías) cerca de la ciudad ("valle de Guatemala"); cf. Libro Viejo. . . tbtd, y Remesal, op, cit.. Libro II, cap. I, par. 2. 26 Por regla general, las encomiendas eran consideradas recompensas para los conquistadores con más méritos o considerados como tales; la
repartición de éstas siempre suscitaba descontentos, de
manera
especial entre
embargo, lograron obtener lotes de Indios: cf. Remesal, op. cit., libro IV, cap. IV, par. 3, donde se evocan las inesperadas consecuencias, aun cuando previsibles, de dichas insólitas atribuciones: **E1 herrero apagó la fragua, el sastre cerró la tienda, y tan lejos estaba de dar puntada que aun no sabía cómo se llamaba la aguja y dedal, aunque la una El zapatero no conocía las le picase y el otro se le entrase por el dedo. hormas, y para sí mismo enviaba por zapatos fuera de la ciudad. El car-
los
artesanos,
quienes,
sin
pintero huía de la azuela", etc.
AKDRjft
SAINT-LU
—
A
la decir verdad, si en su fase decisiva la conquista, colectividad de la estabilización la rápida, ¡urlmera— fue
colonial guatemalteca ya
no se opera instantáneamente:
el
a pesar de todo es difícil para los menos periodo fa%*orccÍdot: tal vez decepcionante para los más exigentes, apropTado también para las querellas y los desacuerdos: mvchoi partirán pero luego volverán tanto de México, como de BqMiña. quiene? más saldrán hacia otras expedicionet» olrat conquistas. Entre lo 3 que volvieron a España hay que aeftalar, en 1526, el de un grupo de unos cincuenta desinicial,
COOtentoe (calificados por Alvarado como amotinados) -^^ y, en loe afioe siguientes, aquellos colonos insatisfechos, en general toltc^ros. que se consideraban afectados por los repartimientos o la tasación de tributos^^. En cuanto a los enrolamientoi masivos para nuevas cam.^añas, éstos serán motivados por la atracción del rico Perú, desde donde el firue o de las tropas de Alvarado contrariamente a su jefe, nunca regresará-*^, así como por la aventura marítima y el espej is o de las islas de las especies'''^.
m
Bb
él en 1529 (México) : cf. Alvarado acusó a esos amotinados de hapnmMú fBfgo a la ciudad de Guatemala, antes de dejarla. SS lAn» i€ ÁeUM, . ., op. cíe., acta del 24 de septiembre de 1529; ver
tr
oeaslón del proseso enlAblado contra
VUi0,m^
fcUri
ejX
UwMÜ,
cit^
p.
192,
y Fuentes y Guzmán, Rey libro VI, cap. 7. quinientos Españoles (llegados, en verdad,
•p. eit„ libro IV,
FWrMa. . ., op, eit., 2» Si Fttt vsa expedición de
cap. IV,
1,
parte, libro V, cap. 8,
que partió con el Adelantado a principios de 1534. eorso de las duras etapas andinas. Finalmente, si hk aiiyor parte da dloa se quedó en el Perú, es porque esperaban encontrar tm aoawaBtancia. Aeerea de esos acontecimientos, la extensa carta de Alva\}
la
d
»áa W S»
« Scradar fechada 12 de mayo de 1535 C.D.I.A., t. XXIV, pp. MB üdtt arrónea), la cual, por preciosa que fuera, constituye titlMO loi más discutibles.
al
ils» toi
221
uno
ii
Si
Bl
1S40 una docena de barcos se hicieron a la mar: cerca de un abandonaron entonces Guatemala, de los cuales un gran íji de Kipafla y otras regiones de Indias. Después de la dt Ahrarado, el irrey Mendoza, su antiguo socio le dio forma a los
de dcacttbrímiento (expedición de Raúl López de Villalobos, 1542).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOIXA
25
Pero si bien es cierto que entre los conquistadores y los primeros pobladores de Guatemala, muchos sólo iban de paso y prefirieron regresar esas partidas apresuradas e7tán compensadas, a la vez, por llegadas tardías. Cuando se le reprocha a Alvarado que está vaciando al país de sus colonos en ocasión de su exped'ción al Perú, éste contesta que Si siguen llegando en número suficiente desde México^i. bien resulta difícil llevar una cuenta exacta de todo> esos movimientos, por lo menos las actas del Consejo de la Ciudad de Santiago dan fe que la primera capital, cuya destrucción accidental coinc:.dirá cronológicamente con la muerY la te de su fundador, sigue acogiendo nuevos vecinos32. terremotos e inundaciones-'*^ dura pruecatástrofe de 154i ba para la joven colonia, sólo detiene momentáneamente su
—
—
,
crecimiento demográfico.
Sin embargo, para quienes, más o menos pronto, se instalan definitivamente, el período de las operaciones militaren no está cerrada. La campaña interrumpida de 1524, se prolongará, algunos meses mái tarde, en la región de Cuscatlán (el actual Salvador). Por otra pai'te, una sublevación general de los Cakchiqueles, imitada por otras tribus, obliga a 31
Alvarado
al
Emperador, carta citada del 12 de mayo de 1535. in
fine.
' .
parsim; R.megal (op. cit., libro I, cop. IV, par. 4 y cap. XVI, par. 3), también reproduce las listas rccapitulativa» de las nuevas inscripciones. Ver también la moderna Prehistoria e Historia antigua de Guatemala, de J. Antonio ViUacorta, Guatemala, 1938, pp. 3523G4 y 380: eea importante obra, que reproduce muchos extractos de Actas de 82
Libro de Acta».
.
.,
op.
eit.t
una útil consulta para Guatemala española.
Cabildo, representa toria de
33
la
Informes de un anónimo
{Libro Viejo,
.
.t
op.
cit.,
(C.Ü.I.A.,
t.
prinvros años de
III,
pp.
378 y
la his-
sía:.),
del
y del escribano Juart Rodríguez Capp. 387 y sí?.).
obispo Marroquí» (ibid, pp. 386 y brillo
los veinte
ssr.)
-
ANDRÉ SAINT-LU
jj
los españoles,
durante muchos años, a una continua defensa
de kM sedores ya conquistados»^. sepQueda aún por conquistar y explorar toda la región orgase bosques; de tentrional de Guatemala, montañosa y yii— ti varías expediciones en esa zona de confines, pero dibelicosas sólo serán l^^ ragiones periféricas de poblaciones o en los siglos sidecenios jtffmtftHa*, más o menos, en los
^J
guientes.
Sin embargo, esta continuación forzada de represalias episódicas de una actividad militar cada vez menos gloriosa, no dejaba abrigar muchas ilusiones sobre la pasión aventumra de los expedicionarios: confirma, más bien, a su manera,
Un más
el espíritu colonial
que
relegó el espíritu de conquista.
excelente ejemplo de ese espíritu colonial cada vez
exclusivo, nos lo ofrece Bernal Díaz del Castillo,
en
perfecto contraste con el espíritu conquistador de Alvarado. Sorprendente contraste, si se piensa en la excepcional carrera de conquistador de ese joven Castellano llegado a IndJaiB en 1514 al servicio de Pedlrarias en Tierra Firme y de
Velázquez,
en Cuba, luego compañero de Hernández
de
t4 B«niAl Diñz del Castillo, llegado de Honduras con Alvarado (quien a ptÜción de Corté* h&bfa hecho un recorrido por el país), participó en diopermelonet, 1526: cf. Historia verdadera de la conquista de la NiUevai I,
CXCm
(Colección Austral, n^» 1274, pp. 588-589). corazón mismo de esos "países de guerra** los religiosos bajo el impulso de Las Casas, lograron instalar, con métodos la célebre mtoión de la Vera Paz. Sin embargo, el sometimiento
«mp.
•1
pactneoi^
máa excéntricas y agresivas, como los Lacandones y los odo vealisarte y no en su totalidad, a costa de muchas campa éL BlMatro estudio: La Vera Paz, Esprit évamgéliqce et coloni-
tribus
Paria, (Centre de recherchcs de Tlnstitut d Etudes Hispaniques) pait* y 2* parte, eap. 11.
1»
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
27
Córdova, de Grijalva, luego de Cortés, a lo largo de las tray de las campañas que culminarían en el descubrimiento y en la conquista de México: carrrera tan intensa, tan agitada como la de Alvarado. Pero cuando se convierte en encomendero en la región de Coatzacoalcos (finales de 1522), Bernal, cuyas esperanzas se habían desvanecido muchas veces^^, siente nacer en él decididamente, la vocación de colono. Sin embargo, no depondrá las armas muy pronto: pero si Bernal sigue participando en muchas expediciones, está claro que lo hace para evadir misiones que le pesan u obligaciones que le repugnan. Ya se trate de apaciguar los alrededores de la ciudad de Espíritu Santo, donde reside, o someter a los chiapanecas y los zapotecas o sobre todo acompañar a Cortés en Honduras, es generalmente para resguardarse, que el nuevo colono obedece las órdenei de su gobernador, como lo atestiguan tantas páginas de la Historia Verdadera, donde manifiesta sus viejas quejas. vesías
«. .Para ir a entradas que le convenían, bien se acordaba [Cortés] a donde estábamos, y nos enviaba a llamar para las batallas y guerra. .» .
.
tiempo que habíamos de reposar de los grany procurar de haber algunoi bienes y granjerias, nos manda ir jornada de más de quinientas «.
.y
.
des
en
leguas.
De
el
trabajos .
.»^'.
todas maneras, en
Nueva España, Bernal no
tiene
motivos para sentirse satisfecho de sus primeras encomiendas, ni de otras que le fueron concedidas posteriolmente, 36
En
el
37
I de la Historia Verdadera, rccucrcla las promesas fueron hechas en Cuba y que no fueron cumplidas.
capítulo
de encomiendas que
le
Historia Verdadera, op,
(p. 529); ver también los caps.
eit.,
CLX
cap.
y
CLXIX
CLXVI.
(p. 507)
y cap.
CLXXV
ANDRÉ SAINT-LU
23
ya sea que no le alcancen o incluso, porque se le desposeyera de ellas en ocasión de nuevas reparticiones^"^. Sus reiteraradas gestiones, ante la primera y la segunda Audiencia, luego ante el Consejo de Indias, concluyen con otras tantas deeepdones. Sin embargo, en 1540, por cédula real se reconocen sus derechos los cuales concretizan poco después con la adjudicación de poblados indígenas en Guatemala, donde Bernal se establece definitivamente.^» Allí» en la capital reconstruida, Bernal llevará una larga existencia de colono sedentario; explota sus encomiendas, adquiere el rango de notable en la ciudad que él administra como Regidor y deja, a su muerte (15S4), una numerosa descendencia que echará raíces en el país. Nada más pacífico que esa vida de antiguo soldado. Eso no significa que el colono está contento con su suerte: al contrario, Bernal es un eterno insatisfecho, constantemente ocupado en obtener una mejor recompensa a sus méritos y servicios. Puesto él estima, no sin razón, que las justas promesas que le habían hecho no fueron enteramente cumplidas y que sus recursos, de todas maneras, no le permiten hacer frente, decentemente, a sus necesidades y a sus cargos. Es así como no ceja en sus reclamos ya sea en España donde llega, por segunda vez en 1550, ya sea desde su casa, por cartas dirigidas directamente al soberano o destinadas a un intercesor
que
tS
Ihid.,
c*p.
CLX
(p. 450)
y CLXVI
(p. 489).
ti Su instalación tuvo que coincidir con la fundación de la nueva Mpital (la actual Antigua). Los pueblos que recibió ( Sacatepéquez, GuaMlCMapa...) eran considerados de poco provecho. Para la Biografía de Itinill Díaz, cf. Joaquín Ramírez Cabalas, Introducción a la Historia Verdaétrm, Xéxieo, 19(5. Pon-úa (4» edición), Alberto María Cai-reño, Bernal Díaz éti CmttíOo, é$9eubridor, conquistador y cronista de la Nxteva España, México, Ifü y la rédente lntrod%icción critica a la ** Historia Verdadera'* de Bernal^ Dims déí CcMtiOo, de Carmelo Súenz de Santa María, S. I., Madrid, 1967 (InstitBto G. F.
de Oviedo).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
como
29
para obtener ventajas y remuneraciones que estén mejor en relación con sus cualidades, comenzando, sin gran éxito, por las nuevas "mercedes de indios"-*». Hasta llegar a su gran HISTORIA VERDADERA, enteramente escrita en Guatemala, la cual más que el deseo de realizar una obra de historiador verídico, refleja la preocupación del autor por reivin^dicar lo que él considera tan influyente
las Casas,
como su derecho* 1. Aunque menos
ilustres, habrá otros muchos casos seA mejantes en la joven sociedad colonial guatemalteca. falta de escribir crónicas de la conquista más o menos fieles,
todos esos antiguos conquistadores dirigirán instancias
legales con "informaciones de méritos
y
servicios"
más
o
me-
Ya que, para los colonos recientemente instano se trata de ganar nuevos títulos, será más importante que se les reconozca los ya adquiridos.
nos sinceras. lados,
40
En
1660, Bernal, el cual participa en los debates sobre la perpe-
(Valladolid), obtiene a favor suyo una cédula de embargo, quedará sin efecto. Acerca de su correspondencia con la Corona, cf. Cartas de IndioM, Madrid (Ministerio de Fomento), 1S77: no VI, carta al Emperador del Í2 de febrero de 1552, y n' VII, carta al Rey del 20 de lebrero de 1668; y además una carta al Rey del 19 de febrero de 1575 (Archivo General de Indias, Sevilla, Sección Guatemala, fajo 54), que transcribimos más adelante, en el Apéndice VI, ya que la re-
tuidad de las encomiendas indios, la cual, sin
ciente obi-a de cita todas
las
Carmelo Sáenz de Santa María (ver nota anterior) si bien demás cartas conocidas, no hace mención de ésta, lo cual nos
hace suponer que todavía es inédita. Acerca de las relaciones de Bemal Díaz con Las Casas, ver M. Bataillon, "Las Casas et le licencié Cerrato" Bidletin Hispdniqíie, Bordeaux, 1953, pp. 79-87; artículo reproducido en Etiédea sur Bartolomé do Las Casas, París, 1966 (Centre de íecherches de l'Institut
d'Etudes Hispaniques), pp. 239-247.
41 Sobre el carácter autobiográfico y reí vindicador de la Historia Verdadera; ver las acertadas observaciones de Ramón Iglesia en su Introducción al estedio de Bemal Díaz del Cantillo y de su Verdadera Historia (El hombre 'Colón y otros ensayos, México, 1944).
Capítulo Segundo
FORMAS DEFENSIVAS Y REIVINDICATIVAS DE UN ESPÍRITU DE POSESIÓN Para los conquistadores convertidos en colonos, la preocupación más inmediata es la de un asentamiento y de una explotación que debe concretarse en las condiciones más seguras y más ventajosas: el espíritu colonial es, en primer lugar, un espíritu de posesión. Lo cual, por una parte, se traduce por la vountad de estar en lo suyo.
Una vez llevada a buen tétmino la Conquista de Guatemala, no se^ trata únicamente de preservarla contra las sublevaciones indígenas o de terminarla en aquellos sectores lejanos aún. no penetrados; además hay que defenderla contra las usurpaciones de los españoles vecinos. Los de Pedrarias, establecidos en Nicaragua, manifiestan de todos, que no dejan de ser inquieHonduras ya fue teatro de sangrientas rivalidades Alvarado, en campaña en esos confines (1526) se preocupó lados pretensiones territoriales tantes.
de sus posesiones; sin embargo, un poco más tarde, aprovechando su ausencia, los hombres de Pedrarias, bajo las órdenes de Martín de Estete, se dirigen, hacia la provincia de Cuscatlán y amenazan San Salvador. por fijar los
líniites
ANDRA SAINT-LU
se niega a someterse, pero no puede resistir por Frente al peligro, los colonos de la tus propios medios. Ctpttfit reaccionan a su vez y organizan una expedición que tia muchos esfuerzos derrota a los invasores^. Se acabaron
La dudad
primera Audiencia de los Confines fundada en 1543, incorpora Nicaragua y el resto del istmo a la misma circunscripción que Guatemala. Por el lado de la Nueva España, no hay propiamente hablando, rivalidades territoriales, pero de todas maneras resultan sintomáticas las reacciones emancipadoras que se afiansan, en vida de Alvarado y después de muerto, con respecto a las autoridades de México. Después de la conquista, Alvarado pronto se desprendió de la dependencia de Cortés: ese fue el objetivo de su viaje a España en 1527. Sin embargo, la cédula real del 18 de diciembre de ese año, que lo nombra gobernador y capitán general de Guatemala, estipula su subordinación administrativa y jurídica a la Audienciacancillería instituida en Méxicos. Sujeción que no deja de causarle muchos sinsabores y, en su ausencia, sus familiares y partidarios son objeto de los rigores de un juez visitador (Francisco de Orduña) enviado por la Audiencia a solicitud de algunos colonos insatisfechos^. Pero el Adelas alannas
y
la
VUlacorU. Prehistoria. . .. op. cit,, pp. 336 y 393-394. De las actas SftiiUaRo de febrero de 1530, se podría deducir que la expedición fácilmente: Francisco López, su jefe designado, sólo se de haber sido objeto de una verdadera conminación. 4m AeiOB,.^ op. eit, pp. 152-153).
1
{Ukf
cCoB tanto que en todas las cosas ansí de grobernación como de el dicho Pedro de Alvarado y vuestros oficiales y lugares the•cáU y sean subjetos a la nuestra abdiencia y chancillería rea] que VMldir en la gran cibdad de Tenustitán México». Texto completo en Prehistoria, . ^ op. cit., pp. 384-386. t Aeerea d«l proceso de Alvarado en México y el perturbado período t
voa
de Ordufia
(1529-1530), cf. Villacorta, Prehistoria...
op.
cit..
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
33
lantado supera esas dificultades y liquida las viejas quereIgualmente, algunos años más tarde, logra eludir las llas. molestias de una inspección (residencia) que hubiera po-
dido perjudicarle.^ Claro está, esa actitud de Alvarado retrata, en primer lugar, al individuo, al jefe; pero la de los cabildos, es decir, de la comunidad colonial, es muy reveladora de un espíritu colectivo que tampoco se acomoda fácilmente al sometimiento a las autoridades mexicanas. La visita de Orduña despertó en seguida muchas protestas.'» El gobierno del Oidor Maldonado, (de 1536 a 1539) no provocó al parecer tan graves descontentos; pero si los portavoces de los colonos hacen fácilmente profesión de lealtad, no olvidan recordar, en la ocasión, la autonomía por lo menos parcial, de la gobernación de Guatemala.
«También envió V. M. a mandar que lo que por su presidente y oidores de la Nueva España se enviase a mandar a esta cibdad, se hiciese como si por V.M. fuese mandado. Esta cibdad, después que en nombre de V. M. se pobló, hizo (sic) esta provincia gobernación por sí, dividiéndola de la jurisdicción de México, todo lo que por el abdiencia real le ha sido mandado, lo ha hecho siempre de manera que V. M. de ello sea siempre
muy
servido»^.
—
Y cuando después de la muerte de Alvarado seguida a quien el Consejo de la Ciude cerca por la de su viuda dad de San Santiago le confía el gobierno, el virrey Mendoza nombra a Maldonado como sucesor del Adelantado,
—
4 Visita del Oidor Alonso Maldonado (1536) varado a España, tan oportuno como el primero. 5 6
y segundo viaje de Al-
Por causas diferentes, es cierto: cf. siguiente capítulo, pp. 41. Extracto de una carta del Cabildo de Santiago al Emperador, 20
de febrero de 1538 (Arévalo, CoUcción. ., op. ctt., p. 306); la reproducción parece defectuosa, pero el sentido general de ese pasaje es bastante claro .
(ver al respecto Villacorta, Prehistoria..., op.
cit.»
p.
425).
ANDRÉ SAINT-LU
34
los ediles
de
la capital
manifestaron aunque en forma prudueños de sus propios asuntos:
dente, su voluntad de ser
tque se diese cumplimiento a la real provisión (del virrey) en cuanto de derecho hubiese lugar y no más»'''.
Se supone qi%e con ese mismo espíritu los colonos de Guatemala desaprobarán, ulteriormente, el desplazamiento momentáneo de la Audiencia de los Confines a Panamá^, aun cuando esa jurisdicción, expresión de la soberanía metropolitana, no siempre estaba de acuerdo con sus intereses ni se demostraba favorable a sus reivindicaciones.
Pero para volver
al
período de la conquista, es esenun máximo de ventajas compati-
cialmente en la búsqueda de
bles con un mínimo de legalidad donde radica, en Guatemala, como en cualquier otra parte de Indias, la preocupación cen-
de los inmigrantes españoles. Las actas de los Cuerpos municipales, en el curso de los primeros años, son testimonio de la vital preocupación de organización material y administrativa: edificación de ciutral
7 Declaración del Regidor Méndez de Sotomayor (17 de mayo de 1S42). ciUda por Fuentes y Guzmán, Recordación Florida, op. cit., 2» parte, titeo I, cap. 1; cf. también Villacorta, Prehistoria. , ., op. cit., p. 444.
8 Eae desplazamiento fue decidido en 1564 (cf. Remesal, op. cit., libro X, cap, XVm, par. 7); por carta al soberano del 19 de agosto de 1566, d Gabildo de Santiago pedía el regreso de la Audiencia (A.G.I., Guatemala,
^)X
^ít* pionto fue restablecida, con gran satisfacción de los colonos (carCabildo del 12 de xnarxo de 1570, Arévalo Colección. . „ op. cit., pp^ tt7-tt8).
Ift
M
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
35
dades (selección de los sitios, construcción, mantenimiento);'^ ordenamiento de los servicios públicosio; fijación de precios y salarios!!; reglamentación de los abastecimientos y policía de mercados!2, etc. Se trata de las necesarias medidas de instalación, que normalmente le incumben a los responsables locales de los asuntos de la joven comunidad. Pero al mismo tiempo, y con insistencia, se manifiesta con respecto a la autoridad metropolitana, un espíritu reivindicativo no siempre justificado. Ver, por «jemplo, por
9
actas del 28 de octubre
lo
quo concierne a Santiago de Guatemala,
y 21 de noviembre de
1527, relativos al sitio;
las
del 3
do abril y 8 de juHo de 1628, sobre la oblifración de ocupar los solaresi y construir en ellos las casas; del 8 marzo y 4 mayo de 1540, sobre el deshierbe y la limpieza de los sitio»; del 9 de noviembre de 1530 y 29 diciembre 1540 sobre los terreros reservados al hospital y a la iglesia; del 27 de abril y 15 de 1540, sobre la primera alcaldía y el acueducto (Libro de Actas, . ., op. pp. 60, 165, 164; Remcsal, op. cit., libro 1, cap. IX, par. 4, cap. XI, par. 1» Par., op. cit.» 5, cap. XI, par. 1; Fuentes y Guzmán, Recordación Florida. Por lo ., op. cit., pp. 374 y 382. te, libro IV, cap. 5; Villacorta, Prehistoria.
mayo de
ctí.,
.
.
que concierne a la fundación de la nueva ciudad después de la catástrofe de 1541, cf. a partir de finales de septiembre de esc mismo año, las numerosas decisiones municipales acerca del cambio de sitio, la repartición de los terrenos y las construcciones (José Joaquín Pardo, Efemérides de Santiago de Guatémala,
Guatemala, 1944, pp. 6 y Bg.)
10
Notarios,
escribanos,
administradores,
procuradores,
actas del 27 de
julio
de 1626, 6 de mayo de 1526,
marzo de
etc.
(Villacorta,
1628,
Prehistoria.
.
.,
mayordomos:
4 de enero de 1527, 23
op.
cit.,
382).
pp.
349,
de
362,
352, ,
.
Las numerosas tarifas establecidas desde los orígenes de la colonia de (ver, entre otras, las actas del 27 de julio y 12 de diciembre de 1524, 6 mayo de 1525, 17 de abril de 1528, 16 de abril de 1529, etc.: Libro de Accit., pp. 349, 350, ., op. tos. . ., op. cit., pp. 10 y sig.; Villacorta, Prehistoria. los productos y de precios los en abusos eviUr afán de al respondían 382) 11
.
utensilios. de primera necesidad: productos alimenticios, vestidos, 30 de node 1533, enero de 24 1527, de 12 Actas del 28 de octubre Lib. 1, cap. viembre de 1537. 19 de marzo de 1543, etc., (Ramesal, op. cit., XV, par. 3; Villacorta, Prehistoria.,., op. cit. p. 372; Pardo, Efemérides..,,
objetos
op.
cit.,
p.
8).
ANDRÉ SAINT-LU
36
No
nos detendremos más de
—
lo necesario
—
acerca de las
de favores horeguramente muy legítimas solicitudes noríficos (titulo de ciudadanía, blasones) para las principaObtenidas les ciudades coloniales recientemente fundadas. sin muchas dificultadesi», e?as ^'preeminencias, prerrogativas e inmunidades'' representan para los colonos, un pre-
doso reconocimiento de sus méritos de conquistadores y de pobladores.
Más discutibles y, en conjunto, mucho más controvertidas las solicitudes de exención o de reducción de cargos, ya sea qiie tratare del diezmo considerado en un primer tiempo prematuro^"* luego abusivo, ya que la Iglesia de Guatemala estaba constituida desde hace tiempo en obispado' A; o el quinto rey sobre el producto de las minas^ IS Ver en Arévalo, Colección, . ., op, cit., pp. 299-300, la cédula real tS d« julio de 1632 en la que ae acuerda, a petición del procurador Gabrlll ém Cabrcnu asisnar las armas de la capital de Guatemala ("un SancUago a cabaUo (...) tres sierras altas (...) ocho veneras de oro"); cf. taoiMto P^ra Ciudad Real de Chiapa, las cédulas del 1? de marzo de 1535 y T de julio de 1536 reproducidas en Remesal, ov, cit., \\h. V, cap. XV, pág*. 4 y S: y para San Salvador, la del 27 de septiembre de 1543, mecionada por Franciaeo Váaqces» O.F.M., Crónica de la Provincia del Santísimo Nombre da Jmé» áf GuaUmaJUí, principio del siglo XVIII, 2» edición, Guatemala, 1937 (BlbMotaca "Goathemala", vol. XIV-XVII), t. 1, p. 236. 14 C • .para pairar dichos diezmos, debía haber pueblo donde los esíijeza, con templos donde el culto divino fuese celebrado y predicadores, a quienes se pagasen tales diezmos»: petición ém Sancho de Barahona, procurador de Santiago de Guatemala, 4 de sepMemkvt St 1527; el gobernador interino, Jorge de Alvarado accedió provisionalmmte a la súplica de los colonos (Villacorta, Prehistoria. . ,, op, cit., pp S7Í-S72: Bcmesal, op. cit., lib. 1, cap. IX, par. 3).
M
M
15
€.
.porque esta tierra es muy diferente de la Nueva España y ae redundará mucho daño a los naturales y a los españoles, y coea de que V. M. no sería servido. . .» carta, citada, del Ca-
.
de Santiago al Emperador, 20 de febrero de 1538 (Arévalo, "Colee» Hdn...» oP. di., p. S06; Villacorta, Prehistoria..., op. cit., p. 425). El
ob^o
Ifarroquin había obtenido del virrey de la Nueva España una provide sus dei-echos: cf. su carta al Cabildo de Santiago del 25 de acorto de 1587 (Sáenz de Santa María, El licenciado. . ., op. cit., p. Í37)tolMI, d mlamo virrey [Mendoza] intervenía, una vez más, para que los 4hmoa focaen debidamente cumplidos (cf. su carta del 5 dé diciembre al Cabildo de Santiago: Arévalo, Colección..., op. cit., p. 425).
Mte CB apoyo
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
37
finalmente reconsiderado y, como en otras partes, estableEntre otras peticiones de interés coleccido en décimoi<5. tivo, podemos también citar aquellas instancias del Cabildo de Santiago acerca de la concesión de comunas^^ a la atribución de subsidios^». Más que el simple argumento de la pobreza, esgrimido con frecuencia en las súplicas^®, el de lo precario de la conquista, también invocado a menudo rebelión de los Indios, incendios, cataclismos puede ser considerado más válido2o, sin embargo fuera de las circunstancias excepcionales, las cuestiones más escabrosas, desde el punto de vista legal, son las que se desprenden de las relaciones entre españoles e indígenas.
—
—
Encomiendas, esclavitud, servicios personales: tantas que se establecieron en Guatemala como en Mékico y en otras partes sobre bases legales dudosas, consecuencia de una conquista que en si misma, había graveinstituciones
mente transgredido
las
normas
En
oficiales.
1523-1524, las
expediciones militares siempre estaban sujetas en Indias, a 16 El 27 de agosto de 1629, el Cabildo de Santiajco comisiona a Pedro de Cueto para que reclame ante la Audiencia de México la reducciór de esa obligración (Villacorta, Prehistoria,,,, op,
Recordación Florida.,,, op. cit., 1» parte, lib. VII, cap. 4). 17 Carta al soberano del 26 de mayo de 1542, pidiendo que uno de los pueblos que habían pertenecido a Alvarado le sea otorgado a la ciudad a título de propios (A.G.I., Guatemala, 41). 18 Instrucciones del Cabildo de Santiago a su representante en España, para que se cubran los gastos de reconstrucción de la ciudad damnificada, 15 do septiembre de 1541
(Pardo, Efemérides.
,
.,
op.
cit.,
p.
8)
procurador Méndez de Sotomayor, recordadas en varias cédulas reales del 6 de febrero de 1535 (A.G.I. Guatemala, 19
C£.
por ejemplo,
las
del
fol. 111 y sg.). Los miembros del ayuntamiento de Santiago no eran Iqs únicos en quejarse y en reivindicar. Para sólo citar otro caso más, los de Gracias a Dios (Honduras), por carta al Emperador del 10 de abril de 1551. (A.G.I., Guatemala, 44), se lamentaban del abandono de su ciudad desde que la Audiencia de los Confines había sido transferida a Guatemala y que la fun-
393,
reí?.
1.,
20
dición del oro se estableció en San Pedro Sula.
ANDRÉ SAINT-LU
las
obligaciones,
verdaderamente
ilusorias,
del famoso Re-
querimiento, puesto en vigor diez años antes^i. Pero, recientes instrucciones (Valladolid, 26 junio de 1523) destinadas a Cortés y, por consiguiente a sus lugartenientes, precisaban que la guerra sólo debía ser defensiva •*. .avéis de mirar que por ninguno caso se les haga guerra .
los indios) no siendo ellos los agresores. .", y que la atracción de los naturales debía operarse "por buenas obras
(a
.
y buenos
tratos"22.
No hay
seguridad que Alvarado cono-
tiempo útil, esas consignas: nada más defensivo, en todo caso, de no ser por el azar de las situaciones, nada menos humano que su brutal campaña conquistadora. Después de eso las poblaciones sojuzgadas, ya duramente espo-
ciera en
leadas, conocieron todo el rigor de la servidumbre.
que
se admitía oficialmente^s
los prisioneros
Si bien
fuesen hechos
menos debian ser capturados en justa guerra. En cuanto al régimen un poco menos severo de la Encomienda, las mismas instrucciones de 1523, acababan de
esclavos, por lo
proscribirlo categóricamente:
«Yo os mando que en esta dicha tierra no hagáis, no concertéis hacer, repartimientos, encomiendas, ni depósito de los indios, sino que los dejéis vivir libremente como nuestros vasallos viven en nuestros reinos de Castilla:-^. 21
Texto publicado
en
C.D.I.U.
(...) de Ultramar), Madrid, 1885-1932',
(Colección t.
XX, pp.
de
Documentos inéditos Numerosas re-
311-314.
produeefoncs.
22
C.DJ.U.,
23
Ibid., p.
t.
IX, pp. 167 y sg; ver aquí pp. 173-174. «...le daréis primero a entender (...)
175:
que
los
que
se tomaren en ella an de ser esclavos».
24
pp. 170-171; señalemos también:
«. .si cuando llegare ésta o encomienda (...) luego que la recihiércdes revocad cualquier repartimiento o encomienda de indios que hayáis hceho en esa tierra a los cristianos que en ella han sido o estuvieren. .» /6¿cf.,
.
tuviereis hecho alsrún repartimiento
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
39
Al "repartir" a los Indios conquistados, Alvarado o sus lugartenientes contravenían las prescripciones legales. Cierto es que éstas, ya violadas por Cortés^^, fueron pronta-
mente revisadas, y la política "India" quedó, con respecto a encomiendas y la esclavitud, más bien movediza e indecisa en el curso de los años siguientes2<5. Sin entrar en las
las
particularidades de esas fluctuaciones, conviene observar aquí que los colonos se movilizaron con alguna eficacia para defender sus prerrogativas: por ejemplo cuando piden después de 1530, conservar el derecho, de momento recha-
tomar esclavos^T; cuando protestan, en 1538 contra impuesta a los encomenderos de casarse dende los tres años, bajo pena de perder a su indios-s. Sin embargo, ya no está muy lejano el momento en que
zado, de
la obligación
tro
una poderosa tendencia reformadora, viva desde hace mucho tiempo pero fortalecida ahora por las inquietantes perspectivas de una conjuntura colonial cada vez más critica, se impondrá sobre los responsables de los asuntos de indios hasta el punto de traducirse en una nueva legislación general, netamente orientada hacia una restricción de los derechos de los españoles. Dejando a un lado las circunstancias, muchas veces esbozadas pero siempre un tanto controvertidas, de esa importante revisión, sólo recordaremos, 25
Cf.
Ángel de
Altolaaruirre, Descubrímiento
y Conquista de México,
Barcelona, Salvat, 1954, pp. 829 y sig. 26 Cf. Silvio Zavala, La Encomienda indiana, Madrid, 1935, pp. 60 y
que concierne a la esclavitud y más exactamente para Guatemala, autor. Contribución a la Historia de las Instituciones coloniales en Guatemala, México, 1945, pp. 11 y sg. 27 Cf. las cédulas reales del 20 de julio de 1532 y del 19 de marzo de disposicio1533, derogado a petición del procurador Gabriel de Cabrera, las nes prohibitivas de un decreto de 1530 (Zavala, Contribución. ., op. cit., sg.
Por
Ver, del
lo
mismo
.
PP.
15-16).
28
El Cabildo de Santiago al Emperador, carta citada, del 20 de fe(Arévalo, Colección.,., op. cit., p. 305).
brero de 1538
ANDRÉ SAINT-LU
^
esenciales de las principales ordenanzas o Leyes Nuevas de 1542-154329: suspensión o moderación inmediata de las encomiendas más abusivas, incorporación a la Corona, a medida que hubiera vacantes de todos los Indios ya "repartidos" o prohibición absoluta de efectuar nuevos repartimientos; prohibición general de la esclavitud, con efecto retroactivo para los casos juzgados ilegítimos; limitación del acarreo u otras tareas; reglamentación de los descubrimientos y de las conquistas en el sentido de un control más eficaz de las operaciones y de una mejor protección de los pueblos conquistados. Hay motivos para dudar que esas medidas oficiales, por favorables que fueran para los indígenas, no satisficieron a cabalidad a los más indófilos de sus inspiradores, el dominico Bartolomé de las Casas conociendo sus puntos de vista, tan avanzados en materia de reformas, y de su reacción crítica frente a las Nuevas Leyes,30. Pero lo que está
siunariamente,
las
cláusulas
29 Lev€B y Ordenamzas nuevamente hechas por su Majestad para laoch^niaeión de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios, Baredpna, 20 de noviembre de 1542; disposiciones complementarias, Valla-
doUd» 4 de junio de 1543. Facsímil, transcripción y notas de Antonio Muro Sobre las LeOrejón» Anuario de Estudios Americanos, t. II, Sevilla, 1945. yes Nuevas y el movimiento reformador que desembocó en ellas, cf la obra .
considerada clásica de Lewis Hanke:
^América
La
lucha por la justicia en la caciquista (Buenos Aires, Editorial Sud- Americana, 1949), 3* parte, cap. 4
en una perspectiva más jurídica, la de Juan Manzano Manzano: La íwcorporactón de las Indias a la corona de Castilla (Madrid, Ediciones Oultura y,
Hispánica,
1948),
1»
parte,
cap. 2;
ver también los estudios "lascasianos'*
citados en la nota siguiente.
30 Sobre el ideario lascasiano de 1542-1543 y la acción de Fray Bartolomé en sus reacciones con la coyuntura del momento, ver de manera especial Bataillon, "La Vera Paz, román et histoire'*, Bulletin Hispanique, Bordeanx, 1951, pp. 265 y sg. (Etudes, . ., op. eit., pp. 107 y sg.); Juan Pérez de TudeU, Significado histórico de la vida y escritos del Padre Las Casase B.A.E., t. XCV. pp. CXL y sg.; y nuestro estudio, La Vera Paz. , ., op. cit.,
Los escritos de Las Casas correspondientes a ese período se t. CX de la B.A.E., pp. 69 y sg.; pero las críticas y reMnras con respecto a las Leyes Nuevas se encuentran sobre todo en el Memorial Lüm Casas-Ladrada de 1543 (ihid., pp. 181 y sg). pp. 188 y
siflT.
encontrarán en
el
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
41
ampliamente comprobado en cambio, es que las leyes Nuevas, inmediatamente suscitaron una virulenta respuesta por parte del
De
mundo
colonial.
fenómeno generalizado, aunque diferente por sus formas y por su gravedad, el Perú ofrece, seguramente, ese
más
con el recrudecimiento de viepropagación, jos disturbios civiles y la bajo Gonzalo Pizarro, de una temible rebelión armada. Nada que le equivalga en Guatemala^i: ni por su situación geográfica, ni por las condiciones humanas y económicas de su colonización, ese país no es comparable al Perú, tierra alejada y codiciada donde las uasiones se exaltan en medio de revueltas y La reacción de los colonos de Guatemala se violencias32. asemeja más bien, aunque menos definida, a la de sus vecinos de la Nueva España, donde la resistencia a las Leyes la manifestación
brutal,
Nuevas, en un ambiente mucho menos febril que en el Perú y que la prudencia de las autoridades, ordinarias o comisionadas'^'^ contribuye aun a tranquilizar, se encauza decidida y eficazmente, tras algunos desórdenes, por la vía de las
y de
peticiones
los recursos"^^.
81 Único caso y ademiís tardío (1550 insurrección sanarrienU, cf. tn/m, pp. 88-89.
32
Las
leyes
localizado
Nuevas fueron tanto más
en NicarasTua
controversiales
en
el
de
Perú.
abusos que éstas pretendían reprimir. Hay que señalar que los espaik>lea comprometidos en las gruerras civiles eran despojados de sus encomiendas. Hay que tomar en cuenta también la poco afortunada intransigencia dd virrey Núñez Vela, encargrado de hacer cumplir
como más
las
erraves
eran
loe
Ordenanzas. 33
El virrey Mendoza,
el
obispo Zumárraga y
el
visitador
Tello
de
Sandoval, que se demuestra moderado. 34
A
las peticiones dirigida»,
in
situ,
al
visitador,
se agregaron
los
informes y memoriales enviados a España o presentados directamente a la Corona, ya sea por medio de los procuradores de los Españoles o sea por los
de las Ordenes misioneras, quienes, en esa ocasión, hicieron causa de los colonos. Esas apremiantes diligencias tuvieron mucho que ver con la rápida revocación (1545-1546) de las principales prohibiciones provinciales
suya
la
concernientes a las encomiendas.
ANDRA SAINT-LU
^
Al t»er conocimiento de las medidas que les atañen, soberano sus primetai iurtfr^H* de Guatemala dirigen al ''Los más fiefidelidad su ras qiatlit''* pero testimoniando Lo tai vmUos, vecinos de Guatemala, que V. M. tiene". escándalo: cual no les Impide hacer gran cDecimos que, no obstante que por no haber visto tu real firma no la podemos creer, estamos tan escandalizados como si nos enviara a mandar cortar las
Por lo demás, no les faltan argumentos a esos antiguos CQnqaMadores o pobladores: después de haberlos obligado a caUTH*^, para sus hijos vislumbran la miseria ¿entonces eóno ae poblará el país? más bien, acaso no tienen derecho a acrecentados favores, quienes tuvieron que soportar la reciente destrucción de su ciudad^T y ss. Renovada en vais
Bl Cabildo de SantiasTo al Emperador,
CaiivalOw Cthcdán,
.
.,
op, eit, pp. 307-310).
10 de septiembre de
Esa carta
es anterioo* de
1543
más
4t mkm wmtn m la publicación (30 de mayo de 1544) de las Leyes Nuevas «B am|il09 (Pardo. Efemérides. , .» op. cit.» p. 9). ti tCmdoi y cargados de hijos, i qué resta, si se cumple lo que se
fW
atat
vWaeB
proveído,
sino que
muchos mueran, desesperados, pues no
MÉfftt ll pArfaneia
F
Ito
hÜM
y caridad, y que los hijos que dejaremos pidan por Dios CB condición de se perder? [. . .] Y lo peor es que jamás se po-
«tft tierra, ni de cristianos, ni de fe, ni de buenas costumbres».
"
€T
laplicamos a
V. M. tenga memoria del acelerado, grande y
envió Dios por nuestros pecados, cuando asoló la mayor de perdimos casi todo lo que teníamos, y los grandes
••
^
H*
•• !••» hecho en edificarla de nuevo no tien« cuento».
•^
^
Raynos dd Perú, si están debajo el yugo y sujeción de V. t«oro ae ha sacado y saca, ¿quién ha sido la causa? Los caMulat y armas que desta cibdad y gobernación salieron, y cada,
m tasto
lo
cMl
ct notorio».
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
43
defensa escrita se duplica con el envío, más eficaz, de emisarios de confianza encargados de presentar directamente a la Corona las quejas de la comunidad colonial: recurso acostumbrado en Indias, por lo menos en los momentos críticos, pero que para el caso, no deja de tener dificultades en cuanto a la designación y la lenrias ocasiones'*'''^, esa
de ejecución^o. todas maneras, los encomenderos de Guatemala obtienen oficialmente, sin mucha tardanza, las mismas importantes derogaciones que los de México: por decreto del prime20 de marzo de 1546, publicado en Graicas a Dios el 25 ra sede de la Audiencia recientemente instituida de agosto siguiente, el príncipe Filipo confirma la vigencia de la ley de Malines (20 de noviembre de 1545), según la titud
De
— — ,
cual,
como
disposición principal, se restablece la herencia
de las encomiendas'* ^ Cabe decir que las reivindicaciones de los colonos fueron apoyadas por autoridades muy influyentes y, en primer lugar, por el virrey Mendoza, quien las 89 A las nuevas peticiones del Cabildo de Santiago, como la del 7 de mayo de 1545 (A.G.I., Guatemala, 41), se sumaban las de las ciudades cercanas como San Salvador (ver por ejemplo la Información del 20 de abril de 1545, citada por Lewis Hanke y Manuel Giménez Fernández en su Bar"
tolomé de las Catas (H7J^-1566). Bibliografía doc. n9 250a).
critica.
.
.,
Santiago de Chile,
1964,
40 Los cronistas (Remesal, op. cit., lib. VII, cap. XI, par. 5, Fueny Guzmánv Recordación Florida. ., op. cit., 2» parte, lib. V, cap. 10 al 13), según las actas del Cabildo de la ciudad, se hacen eco de esos temores, de 1543 a 1545, que dejan sospechar las divergencias de intereses y rivalidades de personas. Los doa procuradores que por fin designaron fueron Hernán Méndez de Sotomayor y Alonso de Oliveros (Entre los primeros consultados, el gobernador Maldonado y se habían excusado de el obispo Marroquín tes
.
aceptar). 41 Remesal, op. cit., lib. VII, CBp. XIII, par. Recordación Florida. . ., op. cit., 2» parte, lib. C, cap. por real cédula del 30 de junio de 1547.
3; 13.
Fuentes y Guzmán, Decisión reiterada
.
.
ANDRÉ SAINT-LU
^
ivspaldó al mismo título que las de los españoles de la NlMva ftpaña<2. Por su parte, el obispo Marroquín, al trantroitir sus protestas, se sintió obligado de hacer elogio
de
los
Su Majestad y recomendó
"^muy leales vasallos'' de
aoberano confiar enteramente en la opinión de los reliEn cuanto a la Audiencia glOToa enviados de México-^^. para velar la aplicación justamente de los Confines, creada de las Leyes Nuevas, en definitiva parece que no dio prueal
ba de mucho rigor, aun cuando sus oidores, recién llegados y menos vinculados que su presidente, el exgobernador Maldonado a los intereses de los colonos, manifestaron al
En
efecto, los
informes
dirigidos entonces a la Corona, si bien tratan de
probar o
principio cierto celo reformadora^.
demostrar, en materia de liquidación de los esclavos, la rectitud de los magistrados responsables, sólo son peticiones
de prórrogas o de constancias de impotencia-* 5. 42
dd
Cf. 8U respuesta del 2 de noviembre de 1543
Cabildo de Santiago
Marroqufn
(Arévalo, Colección..,,
op.
a una reciente súplica
cit.,
p.
424).
Emperador, 4 de junio de 1545 (Sáenz de Santa Marfa» El lice^iciado. ., op. cit., pp. 197 y sg.) 44 Acerca de la relativa firmeza de los Oidores (Herrera, Ramírez, Bqptl) y U influencia moderadora de Maldonado, ver de manera especial Wmtáitm y Guzmán. Recoráación Florida. ., op. cit., 2* parte, lib. V, cap. IS. En cuanto a Remeeal (op. cit, lib. VII, cap. XIII, pág. 3) éste no hacía Aferencia entre el Presidente y los Oidores; pero no hay duda que directamente interesado, por su casamiento con la hija de MonAddantado de Yucatán, al mantenimiento de los derechos establecidos, a» 4HMMtr6 prisa en ejecutar las ordenanzas. 43
al
.
4f
Ver
las cartas
de la Audiencia al Emperador del 31 de agosto de Cabildo de Santiago apeló a las Leyes Nuevas (ciZagala, Contribución..., op, cit., p. 25). Cartas del 20 de jiiiio IMS» aHIal a ndo la oposición provocada por las primeras medidas toma-
1S44,
teformando que
el
•^ P^
^
4m iB>)
o wnmkím para aplicar las ordenanzas (C.D.I.A., t. XXIV, pp. 382 y de diciembre de 1645. alegando la imposibilidad de liberar a y y lo inoportuno de suprimir las encomiendas (ibid., pp. 421 y sg.).
MM
.
CONÜICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
45
conjunto de Guatemala y de las provincias adyacentes, si bien la controversia fue seria, no podríamos hablar, de manera general, de crisis aguda ni de graves amenazas. Sin embargo, un hecho particular llama la atención de los historiadores, a la vez por su singularidad y por su dramatismo: ese hecho, por otra parte revelador y altamente significativo, aunque localizado, es la presencia combativa de Las Casas, en el seno de una comunidad colonial decidida a enfrentársele.
Resumiendo, en cuanto
al
Presente en Guatemala antes de la época de las Leyes Nuevas, Las Casas ya era inoportuno. Según un testimonio de Marroquín fechado el 26 de marzo de 1538 (o 1539), Fray Bartolomé, llegado por petición del obispo, escandaMás lizaba a los españoles con sus sermones acusadores^^. explícito, el informe dirigido al emperador, en noviembre de 1539, por el Consejo de la Ciudad de Santiago, denuncia el rigorismo del Dominicano, como predicador y confesor, con respecto a la restitución de bienes y la liberación de los esclavos-* 7.
Los colonos despechados, hasta entonces ignorantes de esas actividades^s^ se quejan con amargura (abril de 1540) de las maniobras lascasianas para someter pacíficamente a los Indios no sometidos de la "Tierra de Guerra'*. El anuncio de las Leyes Nuevas, tan manifiestamente inspiradas por Las Casas, no hizo sino agravar esos viejos Marroquín
46 cenciado.
47 op.
cit.,
48 lalo,
.
.,
op.
cit.,
al
p.
Cabildo de Santiago
(Sáenz de Santa María, El
li-
149 )
Texto reproducido por Fuentes y Guzmán, Recordación Florida. ., lib. V, cap. 8. El Cabildo de Santiago al Emperador. 20 de abril de 1540 (Aré.
2» parte,
Colección.
.
.,
op.
cit.,
p.
307).
ANDRÉ SAINT-LU
^
la wgentimienlos y no debe causar sorpresa alguna que Guatemala^», al haprimera protesta de los españoles de ordenanzas, rigurosas las de oer hincapié en el contenido La viruprincipal instigador. •efiala particularmente a su impopularidad de lencia de los ataques da la medida de la Ftay Bartolomé.
no letrado, no santo, ynvidioso, vanagloynquieto y no falto de cudicia (. .) y apasionado, rioso, sobre todo escandaloso. .» «fraile
.
.
Cargado de pecados, el Dominicano es también acusado, concretamente, de haber contribuido cuando era clérigo, a Sobre todo ^y ese ardespoblar la Española y Cuba. se le describe gumento, valga lo que valga, es decisivo como ignorante de las realidades coloniales de la Nueva España (es decir también de Guatemala) y, por consiguiente, inepto para dar testimonio correcto de las cosas de Indias. .
—
.
—
«Pues como no sea profesa ese Religioso, ni menos lo haya por ciencia alcanzado, que no la tiene ni menos por experiencia (. .), él no puede dar testimonio de indias, que es la Nueva España, que lo demás .
no se llaman indias.» Pero ese mi^mo hombre que se conquistó, ahí en Guauna sólida reputación de estorbo, que llegó a la metrópoli para transformarse en enemigo público, vuelve a América, en 1544-1545, como obispo de Chiapa (provincia contigua a Guatemala y adscrita a la misma jurisdicción) con la muy evidente intención de hacer respetar las nuevas leyes. En las etapas de Santo Domingo y de Campeche, empieza a sentir las primeras resistencias, anticipo de lo temala,
49
Texto citado
aiipra,
nota 35.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
47
espera en su diócesis^o. De hecho, si el recibimiento* colonos de Ciudad Real, cabecera del obispado, esde Cortés y hasta agradable-'» ^ si las relaciones se alteran en cuanto el prelado aborda la espinosa cuestión de la escla-' vitud y acercarse la Semana Santa, la situación se vuelve extremadamente crítica cuando prohiben las confesiones. Sintiéndose fuertes por el apoyo cada vez más decisivo del decano del capítulo, rebelde a su obispo en esta circunstancia, los españoles se dedican entonces a maniobras de intimidación hasta llegar a las amenazas de las armas,'>2. Pero frente a esta reacción, cuya amplitud y grosería posiblemente no había previsto, y mientras que un grupo de misioneros dominicos recién llegados y favorables a la causa indófila también eran objeto de la hostilidad y malos tratos de los habitantes de Ciudad Real y sobre todo del poderoso encomendero de Chiapas cuya astucia los había desorientado de momento-"»^, Las Casas juzga preferible
que
le
los
50
Acerca de
de Chiapas
— su
la
p«ermanencia de Las Casas en Indias como obispo cf. lo más importante en Pérez de Tu-
última estancia
—
,
cit., pp, CLVII-CLXIV. Carta del Cabildo de la Ciudad, del 12 de febrero 1545 (C.D.LA.» t. VII, pp. 211 y sg.) augurios de bienvenida acompañados de un subsidio. 52 El Deán Gil Quintana, detenido por órdenes de Las Casas, fue liberado por la población y el obispo, en esa ocasión fue amenazado de
dela. Significado hiatórico.
.
.,
op.
51
:
Un informe anónimo de aquellos acontecimientos de la Semana Santa de 1545 subraya decididamente la intransigencia de fray Bartolomé, en contraste con la buena voluntad de los españoles. . (C.D.I.A., t. VII, pp. 156 y sg) en realidad, sea como fuera las pretendidas disposiciones acomodaticias de los colonos, el conflicto, tarde o temprano, era inevitable. 53 Acerca de las dificultades de los religiosos con los vecinos de Ciu^
muerte.
.
;
dad Real y con Baltasar Guerra, Encomendero de Chiapas, cf. nuestro artículo "Colons et missionnaires en Amérique au XVIo siécle", Cahiers des Amériques Latines, París, 1968, (Serie Sciences de l'homme n^ 2, pp. 6072). El mismo Las Casas se dejó engañar, al principio, por las premoniciones y las declaraciones hipócritas de Baltasar Guerra, como lo atestiguan la cordialidad y la confianza de la carta que le escribió el 18 de mayo de 1545
(publicada por nosotros:
La Vera
Paz., op.
cit.»
pp. 454-456).
.
ANDRÉ SAINT-LU
a Gracias a Dios para reclamar en la Audiencia él apoyo V !a prolección de la justicia real^^. Es entonces cuando los magistrados y, particularmente, frente a sus más direcel ptetidenle Maldonado, colocados manifiesto su falta de ponen de tm fifponsabilidades^s, «Btotiasino con respecto a la aplicación de las Leyes Nuevaa, a las cuales habían rápidamente aceptado que los colonos ae ampararan. Si bien los magistrados consienten ordenar una revisión de los excesivos tributos en la región de Chiapa, y le dan al obispo ciertas seguridades en cuanto a la eventual ayuda del brazo secular, también eluden ir
lo esencial, las cuestiones más delicadas, como la contlicación de las encomiendas abusivas y, en primer lugar, Contra aquel que pretende dispula de las autoridades^e. liraeia, recurren a la acusación, conociendo su envergadura,
en
$4
ém
U
DUiírcncia que pretendía ser secreta
(cf.
las confidencias conteni-
pero que los españoles de GuatMMda conocieron, no se sabe bien cómo: carta del 20 de mayo de 154^, el OÉkMo de Santiago daba aviso al de Ciudad Keal acerca de las intenciones oM^o —el cual debía visitar también la nueva misión de la "Tierra de
MI
carta citada en la nota anterior)
M
•—^ y formulaba el deseo que se le impidiera partir (texto reproduj comentado por Francisco Ximénez, O.P. Historia de la Provincia de Viumt§ dé Chiapa y Guatemala de la Orden de Predicadores, escrita. aU d aislo XVIII y editada en 1929-1931, Guatemala, Biblioteca *'Goar\
vol.
II,
I.
lo tarde.
III:
cf. t.
I,
pp. 855-356); sin embargo, la carta llegó
.
U
at
En una "Representación** de siete puntos fechada 22 de octubre Laa Casas reclamaba» entre otras cosas, la represión de todos los los cuales eran víctimas los naturales y la estricta ejecución de las «n materia de liberación de los esclavos y liquidación de las encomien(B.A.E., t. ex. pp. 218 y sg.). £4 Constcstación de la Audiencia a la petición de Las Casas, 26 oc* dt U4S (B.A.E., t. ex, pp. 221-222). Con respecto a la supresión de aoomUndin ilegítimas. Las Casas escribía: (séptimo punto de su ReBtadóa) "Su Majestad es y ha sido muy deservido y la tierra muy daA lo cual la Audiencia contestó: *'. .de lo ida en no haberse hecho**. osle caso en esta Real Audiencia se ha hecho. Su Majestad ha sido oenrido, y de lo contrario pudiera ser muy deservido*'.
1S4S,
\
.
m
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
49
de usurpación en la jurisdicción civil^^. Impotente para hacerse oír eficazmente^s, expuesto además a ser el blanco de las injurias y vejaciones de aquellos mismos Maldonado y Marroquín que poco antes lo favorecían,^». Las Casas no duda en tomar el único partido que se le impone: regresar a España pasando por su obispado para proseguir, desde allí, su acción, a pesar de la persistente hostilidad de sus ovejas españoías^o. En ausencia del prelado, éstas siguieron presionando al
—
—
substituto,
el real
canónigo Juan de Perera^i.
La
noticia
67 Contestación de la Audiencia: ". . .el dicho obispo de Chiapa ha procurado usurpar la jurisdicción de Su Majestad, como parece por lo que en esta Audiencia ha pedido y procurado y acaecido". Ver también una carta de
Emperador del 81 de diciembre de 1545 (D.D.I.A., t* XXIV, pp, Las Casas, a decir verdad, daba lugar a ese argumento: cf. su Representación del 22 de octubre, cuarto punto: ". .que Vuestra Alteza Maldonado
442 y
al
sg:.).
.
conocimiento y protección de las causas de las misera." bles personas, como son estas arentes indiana, al juicio eclesiástico. . 68 Sólo el Oidor ILerrers se mostraba atento a las quejas lascasianas: cf. su carta al Emperador del 24 de diciembre de 1545 (A.C.I., Guatemala, declare pertenecer
9;
el
extractos en Antonio
María Fabié, Vida
del
Padre Fray BaHolomé de Loa
das también por el obispo de Nicaragua, fray Antonio de Valdivieso, O.P.) Casas, Madrid, 1879, p. 649) donde denunciaba la insuficiente protección prestada a los indígenas: empero, la Corona le reprochó haber faltado de solidaridad con sus colegas: el príncipe Felipe a Herrera, 10 de septiembre de 1546
(A.G.L, Guatemala, 402).
príncipe del 25 de octubre (firma^ CX, pp. 222 y sg. y 229 y sg) y del mismo aña del !*> de diciembre (Sáenz de Santa María, El licenciado. . ., op, cit., p. 209). Marroquín, quien también llegó a Gracias a Dios, se declara violentamente contra el rigorismo de Las Casas, el cual por su parte, pronunciaba contra su colega las máa graves acusaciones. 60 Cf. la carta del 9 de noviembre citada en la nota anterior. 61 Acerca de los acontecimientos de Ciudad Real en ausencia de Las 59 Ver las cartas de Las Casas y del 9 de noviembre de 1545 (B.A.E., una carta de MaiToquín al Emperador
al
t.
Casas y luego a su regieso (Navidad de 1545) hasta su partida definitiva (primera semana de cuaresma de 1546), cf. nuestro estudio, basado en las crónicas y algunos documuentos inéditos: "Un episodio novelado de la bioífafía de Las Casas; la última permanencia del obispo de Chiapa entre sus ovejas", Mélanges offersá Marcel BataíUon par les hisparvistesi franjáis, tLXIV bis du Bullctin Hispánique, Bordeaux, 1963, pp. 223-241.
ANDRÉ SAINT-LU
-0
próxima llegada de su del rtgrtso de Las Casas y la de la provocando una veroidor» transmitidas desde Guatemala^s, abierto, los colocabildo en movilización: reunidos de Ciudad Real toman la decisión de rechazar al obispo No obstante los consejos si no ceja en su actitud rigurosa. fray Bartolomé dominicanos, de prudencia de sus amigos entra a la ciudad.
Sin alcanzar llegar hasta la tensión y
^ dramatismo que aparentemente se refleja en cierto 5iifonne** el encuentro con los españoles, cada vez más exci,
giro inquietante y posibles violensuperadas gracias a un oporfinalmente ser pudieron cias tuno cambio de actitud de Las Casas, repentinamente más concirante por la conciencia del peligro y el sentimiento de su impotencia"-*. Las Casas, siempre irreductible, en verdad, pero decidido a dar la batalla en otra parte, juzga preferible contemporizar, en vista de su próxima partida. Sin embargo, si Las Casas prolonga su última estancia de algunas semana % antes de dirigirse a México y luego a España, es seguramente para esperar al Oidor (Rogel), encargado de revisar los tributos, con el fin de controlar las operaciones. Pero el magistrado, no sin razón, le hará comprender que su preKncia es más bien molesta, dado el estado de ánimo Imperante. tados,
toma entonces un
.*''*
.
¡apañóles
de
Santiago decididamente
eran
muy
dispuestos que los de Ciudad Real con respecto
vigilantes
e
a Las Casas;
qu* Marrofiufn
Je daba una buena acogida al Deán rebelde Quintana de Las Casas al príncipe del 25 de octubre de 1545) és. •i todtabaa al maestrescuela de Chiapa, Luis de la Fuente a rebelarse, a flv ves, contra su obispo haciendo que éste escribiera una carta amenazante (fUwtMci, op, eiL, lib. VII, cap.VI, par. 3).
C^íwr la carta citada
es
dte
Rcmcsal. op. cit., lib. VII, cap. VIII. •4 Bajr que desconfiar de la versión demasiado edificante (explicattUafroaa) que da Remcsal acerca de la resolución de ese conflicto. Cttando menos eso es lo que señala Remesal (ov- cit., lib. VII, ch.
M
Xni.
P4r. 7) quien se inspira, es verdad, en
il iHirlü
Xim¿n.-^
cacHto por
el
un testimonio contemporáneo, dominico fray Tomás de la Torre (reproducido por
op, ciL: cf. aqui
t.
I,
p. 401).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
51
impotencia no hay lugar a dudas que el célebre campeón de la causa indófila hubiera corrido la misma suerte en todas partes y más aún en el Perú (donde había rechazado el obispado de Cuzco). En todo caso, la inreacción de los españoles de Chiapa y de Guatemala es muy sintomácluidas, ralvo excepción, las autoridades
Reducido a
la
—
—
hasta en su hostilidad fuera de toda lógica hacia la persona misnia, símbolo viviente, de fray Bartolomé*''^, de su firme resolución de conservar, en la medida de lo posible, las prerrogativas adquiridas, consideradas como inhetica,
rentes a
la
Aunque
condición colonial.
colonos ganaran rápidamente su principal batalla, la de la herencia de las encomiendas, la crisis suscitada por las Leyes Nuevas, parecía en cierta forma, superada sin muchas dif icultades^^^ sin embargo, ésta se prolonlos
;
ga en Guatemala, con la llegada del presidente Cerrato. Ese ma^íistrado que goza de una sólida reputación de integridad, sustituye a Maldonado en 1548: la influencia de Las Casas
U
66 Seprún xíI diario de Torre (Ximéncz, op. cit., t. I, p. 480), reproducido libremente por Remesal (op. cit., lib. VIII, cap. XXIII, par. 4), la nueva re
el
día de San
Bartolomé representaba im sino de mal auerurio. . . 67 Sin embarjco, no faltan documentos que demuestran que las pocas medidas tomadas para hacer cumplir las leyes, i>or moderadas y parciales que fueran, habían creado descontento: ver por ejemplo, la exposición amarga y apasionada de un tal Alonso García, de Gracias a Dios, portavoz de los conquistadores afectados por la Audiencia (carta al Emperador de febrero do 1546. C.D.I.A., t. XXIV, pp. 352 y sjr.), las protestas del Cabildo de Ciudatl Real contra las tasaciones efectuadas por Rogel (Remesal, op. cit., lib. VII, cap. XVIII, par. 2) y las del Cabildo de Santiago contra la intervención del mismo Oidor (evocadas en una carta a los Regidores del obispo
Marroquín, 20 de cit.,
pp. 211-213).
julio
de 1546,: Sáenz de Santa María, El licenciado.
.
.
op.
j2
JUíDRÉ SAINT-LU
en las altas esferas no tarda en producir sus frutos. Desde su entrada en funciones, Cerrato da la medida de su celo, que no cejará, ejecutando estrictamente las ordenanzas, tanto en materia de encomiendas abusivas y de esclavitud ilegítima, como en materia de tributos y servicios excesivos o de malos tratos. De esa pasión reformada dan testimonio, no s61o los propios informes del presidente^s, sino sobre todo las vehementes protestas del mundo colonial. La abundancia de quejas y de reclamos dirigidos entonces a quien de derecho pone de manifiesto en sí, la amplitud del descontento ocasionado por Cerrato. Los cabildos, en primer lugar, acumulan las quejas^^. De creerles, la liberación de los esclavos, general y precipitada arrastró al país a la ruina: cultivos y rebaños están en vía de desaparecer; las minas y los ingenios abandonados''^^; la supresión de los servicios personales detuvo la reconstrucción de la ca* pital, mientras que la prohibición de cargar dificulta su aprovisionamiento'^^. Las confiscaciones de las encomiendas, a las cuales el presidente o sus delegados procedieron muy a la ligera, y la reducción de los tributos concedida a 68 Ver de manera especial los del 21 mayo 1549', firmado también por d Oidor Ramírez (A.G.I.» Guatemala, 9; citado por Zavala, Contribu* hmtUm^ . », op. cit., p. 83) y del 15 de marzo 1551 (A.G.I., Guatemala, 9). •• Las colecciones impresas para ese período son incompletas; por lo tanto, nos pareció oportuno, no teniendo conocimiento de otras ediciones y, para que nuestros lectores puedan fácilmente consultar dichos textos, puco Apéndice (infra, pp. 136 y sg) según los manuscritos que pudimos a la mano en el Archivo General de Indias, algunas cartas de los cade dudad particularmente substanciales y reveladoras. ?• Adfinái de una súplica del Cabildo de Santiago a Cerrato, fechada t< de MpCIembre de 154^ (citada por Zavala, Contribución, . ., op. cit., Pw t7), iFcr ca particular los informes del mismo cabildo y el de Ciudad Real al Kwpwador, fechados 1^ de agosto de 1549, 24 de enero y 1? de mayo de liM (ApiBdiee, pp. 187, 1.27 y sg.; 148, 1.25 y sg). 71 Informes del 19 de agosto de 1549, 24 de enero y 1^ de mayo do 1B50 ApAndke, pp. 189, 1.28 y sg.; 142, 1.9 y sg.; 149, 1.1 y sg.).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
53
privan a la mayor parte de los colonos de
los naturales,
toda subsistencia, a la vez que se desata la carestía
Lq más
y
la
es que los indígenas, libres de no sólo se niegan a trabajar, sino que ya no reconocen la autoridad de los Españoles y amenazan con sublevarse, peligro tanto más temible si se toma en .cuenta que los conquistadores ya son viejos y sus hijos aún muy jóvenes73. No es nada extraño entonces que los que pueden salgan del país^-*, tanto más que el presidente, tirano e insolente, manifiesta con respecto a los intereses y las personas de los colonos el más injurioso de los desprecios75: ese mismo presidente cuya ambición, no apagada por una vejez desatinada, **mendiga los favores" de algunos religiosos dominicanos, dignos émulos de fray Bartolomé y dueños y señores de esas desdichadas provincias. J^ penuria'^2.
grave,
cualquier prestación,
.
A
Concejos de la ciudad, se agregan muchas quejas o súplicas de particulares y no sólo de colonos como Bernal Díaz del Castillo cuyas cartas al emperador y al Consejo de Indias anticipan o renuevan calurosamente las súlas protestas
72 sgr.
y
los
Apéndice, pp. 137, 1.44 y sg.; 141, 1.38 y sg.; 144, 1.11 y ver también otra carta del Cabildo de Santiago al Empera-
Ibid.»
148, 1.25
de
sg.:
dor del 19 de junio de 1560 (Apéndice, pp. 152 1.31 y sg.). 73
Textog citados del lo de agosto de 1549 y del 24 de enero de 1550 1.40 y sg.). 1.1 y sg.. 139, 1.43 y sg.; pp. 140. 1.21; 142, 1.40 y sg.: agregar otra carta del Cabildo
(Apéndice, pp. 137, 74
Ibid,»
de Santiago al Emperador del 10 de marzo de 1551
producción parcial en Arévalo, Colección.,,, op, 75
A
los
142,
1.48 y sg.;
147,
1.12
más
y sg) agre-
marzo de 1552 (Apéndce pp. 159. 1.12 y sg.). Apérdice, pp. 136, 1.32 y sg. 142, 1.15 y sg.; 143, 1.17 y 146, 1.13 y sg.; 147, 1.32 y sg.; 153, 152 y sg.; 158. 1.7 y sg.
el del
76
sg.;
Guatemala; re-
ver aquí p. 312).
diversos infornuís de los Cabildos a la Corona citados
arriba (Apéndice, pp. 140. 1.40, 1.14;
gar
(A.G.I.,
cit.,
12 de
Ibid.
ANDRÉ SAINT-LU
^
Diego de Salamanca —privado de también de magistrados como el Oidor Tomás López, recién llegado, quien traza un cuadro sombrío de la situación,'^» u otros eclesiásticos como el comisario franciscano Bustamante quien opone al rigor desconsiderado de perrato, la prudencia de los gobernantes de yUadooJ^ y el obispo Marroquín, cuyos numerosos informes articulan contra el presidente las mismas acusaciones de pasión y tiranía denuncia las desastrosas consecuencias de su
de
plicas
los cabildos^^, o
sus esclavos sin indemnización'''^^, sino
administración.^^
A
todas esas críticas
y
quejas, a las peticio-
nes de reparación y de remedios entre los cuales se puede señalar el desplazamiento de Cerrato y la reforma de la Audiencia*2 no parece ser que la Corona, durante los seis años de esa presidencia, haya puesto nunca mucha atención -.83 tan
como procurador síndico de Santiago de Gua«
Petición al Consejo
77
(citada por Zavala^ Contribución.
I* de febrero de 1549
pp. S9 y
ám IwÜa». op.
eit*.
etf Ccrrmto", op.
la,
„ ap. dt., (Cartas
.
carta al Emperador, citada del 22 de febrero da 1552
sff.;
pp. 38-44; extractos en Bataillon, "Las Casas et
cit,.
Eludes.
.
78
Zavala, Contribución.
79
Tomás López a
la
., .
le licen-
pp. 244-247). .,
op,
cit.,
p.
84.
Corona, 25 de marzo de 1551
Guatema-
(A.G.I.,
t).
80
Memoria
del 22 de
marzo de 1551 Zavala, Contribución.
.
.,
op.
cit.,
p. 88).
81 MarroQuin al Emperador, 8 de mayo de 1549 y 3 de febrero de (Sáens de Santa María, El licenciado. ., op. cit., pp. 246-249 y 256.
). 9t
Ver entre
mayo y 1^ de informe de Tomás
otras las caírtas de los Cabildos del 19 de
Apéndice, pp. 148. 1.15-lC; L^pci dH 28 de marzo de 1551.
155,
1.19
y
sg.)
y
el
88 Hay que señalar, sin embargo, el curso favorable (cédula de la AodlcBcia del 17 de abril de 1553, A.G.I., Guatemala, 65) dado a una petidém 4m Francisco Girón, Regidor de la ciudad de Santiago, el cual solicita-
^
P»**
^
cabildos
9 úm redamen
y vecinos oprimidos la entera libertad de información Por otra parte, no es imposible que tales reivindicaciones
fueran bien acogidas,
pero sólo a título excepcional.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
55
confianza que supo ganarse Cerrato y tan perLas Casas, el cual en esa ocasión contraatacó las diligencias de los colonos,^^ a pesar de que sólo aprobara con serias reservas la política del presidente decir verdad, si las proen materia de encomiendas.^^ testas tenían cierto fundamento en la medida en que el intratable Cerrato dio prueba de arbitrariedad y autoritarismo,^** sería azaroso tomarlas todas al pie de la letra, por lo menos en lo que respecta a la pretendida gravedad de los perjuicios sufridos. Sea como fuera en conjunto las reacciones del pequeño mundo colonial guatemalteco no pasaron del estadio pacífico de las recriminaciones. No hay que desestimar, sin embargo, el caso particular de rebelión abierta que estalla en ése entonces en Nicaragua. El tristemente famoso episodio de la sublevación de los hijos Contreras, asesinato del obispo Valdivieso, robo del dinero del rey, (de agitadas consecuencias), saqueo de Panamá, marcha sobre Nombre de Dios y su desenlace catastrófico para los rebeldes (capturados o aniquilados),^? inmediatamente
grande es
la
sistente la influencia de
A
84 época
Cf.
tratada)
de Guatemala
(B.A.E.,
85
Cf.:
su
detrimento de
los
dias cit.,
contra las
píretensiones
T. CX., pp. 290-292). de las redistribuciones
crítica
conquistadores
más
necesitados:
de
los
repartimientos
carta al
en
Consejo de In-
(1552), publicada en Bataillon "Las Casas et le licencié Cerrato", op.
Etndes. 86
III,
(sin fecha, pero de de un procurador enviado
su Representación al Consejo de Indias
:
aíiuí
la
p.
.
.,
pp. 241-244.
otro motivo de quejas, ampliamente comprobado,
cf.,
infra,
cap.
42.
87 Acerca de estos hechos bien conocidos documentalmente y abundantemente divulgados por los cronistas, los informes proporcionados por los colonos de Chiapa y de Guatemala (informes del 1^ de mayo y del 1<> de junio de 1550: cf. Apéndice, pp. 232, 1.40 y sg. y 237, 1.2 y sg.) aunque incompletos, no dejan de tener interés: si desaprueban la sublevación, lo imputan a las exigencias abusivas de Las Casas, de Valdivieso y de Cerrato; por otra parte, este último, es acusado de no haber hecho nada para detener la
rebelión
antes de que se propagara.
.
ANDRÉ SAINT-LU
^
grandes revueltas del Perú es sin duda alguna uno de los más tumultuosos y más violentos que conocen las ;s^ Indias. Pero ese ímpetu de anarquía, de origen complejo que nace en un sector alejado y que progresa en dirección de una zona peligrosa, parece ser, bajo muchos aspectos; como un lejano contragolpe de los disturbios peruanos ;89 pero de todas maneras es un hecho excepcional en el medio de la Audiencia
de
de
las
los Confines.
Sin embargo, después de Cerrato, cuyos sucesores se muestran más bien acomodaticios en Guatemala las reivindicaciones, aunque persistentes, pierden su unanimidad y su pafl(!¿n. La vida colonial entra entonces en un largo periodo de estabilidad. Treinta años después de la conquista, se abre camino la época en la cual la generación de los conquistadores cede el paso a sus descendientes.
88 toridades;
Exasperación provocada por
y torpezas
la
reiterada
intervención de las au-
por otra parte, desautorizado por «I Prttidcnte: yer, por ejemplo, una carta real a Valdivieso del 9 de octubre da 1549 (A.G.I.* Guatemala, 401, fol. 172v9 y un informe de Cerrato a la Oonma áti 80 de enero de 1560 (Colección Muñoz, manuscrito Real Acañmním de la Historia, Madrid, t. 85, fol. 337v9) ; resentimiento personal de risores
del
obispo,
—
loa Contreraa.
—
.
89 Varios plzarristas se habían refugiado en Nicaragua; y se sabe 4pa d dinero trafdo por La Gasea excitaba la codicia de todos aquellos aven-
Capítulo Tercero
PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL SENTIMIENTO CRIOLLO Los hechos analizados en las páginas anteriores corresponden esencialmente al espíritu colonial de los fundadores de la Guatemala española un espíritu de posesión que es también un espíritu de conquista, ya que los inmigrados se preocupan por asegurar, en el país mismo, su futuxo y el de sus familias. Bajo ese aspecto, por ejemplo, el precio acordado a la herencia de las encomiendas era muy revelaSin salir del oeríodo de la fundación, es posible detectar, entre los conquistadores y los pobladores de la joven colonia, los índices y las primeras expresiones de un sentimiento más propiamente criollo. dor.
La voluntad de estar en lo suyo se había manifestado, como hemos visto, contra los colonos o las autoridades ve-
muy significativo que esa voluntad se manitambién, desde el principio, contra los recién llegados de España, considerados, no sin motivos, como unos aprovechados. Ese es el sentido de las oposiciones surgidas en 152^1530, contra la atribución de encomiendas a ciertos españoles (¿familiares de Alvarado?) recién llegados, causa cinas; pero es
fieste
ANDKÉ SAINT-LU
^
dirtcU de las rivalidades que provocan el envío del visitador Ordufta», Hay que señalar, en particular, la protesta dil alcalde de Santiago, —Gonzalo de Ovalle, designado por (MuAft— contra las concesiones de Indios efectuadas por Jorge de Alvarado, gobernador interino, en favor de persoUcgadas de Castilla hace poco tiempo y que no habían por consiguiente, los mismos servicios que otros2. Amenaiante, el conflicto se resuelve, por lo que parece, con Pero, ti rtgreiO del Adelantado, cuya autoridad se impone. antagonisrenacer a vuelvan los no ct una casualidad que iBQi^ Im)o forma de procesos, en ocasión del segundo viaje I,
de Alvarado a España (1536)^ años siguientes, se señalan muchas quejas contra el favoritismo de los magistrados de la Audiencia, tan perjudiciales para los conquistadores y los inmigrantes más anlifuot: es asi como los cargos públicos o el lote de Indios distribuidos por Maldonado y algunos oidores a sus amigos o allegados, suscitan denuncias de los colonos de Santiago y de Gracias a Dios*. Pero, es en la época de Cerrato cuando la reacción se generaliza, contra el despotismo escandadel nuevo presidente: llegado a cierta edad, ese gober-
En
los
1
Cí., stiprm,
t
AcU
€tLm p,
del
p.
24.
Cabildo, 23 de agosto de
VlUacortA,
Itl;
Prehistoria,,,,
op.
1529 cit,,
(Libro de Actas. . ., op El tesorero
pp.390-391).
ttÜiiMM» !
—
i
—
i
St), rimneisco de la !)•
Cueva, Gk)bemador adjunto interino (con pide que •• prohiban dichos procesos, que se habian multiplioeaalón de la visita efectuada por Maldonado (es decir
•
ét Ahrarado). *
OMta dt Alomo
García al Emperador, febrero de 1546 (citada informe de Gonzalo Ortiz y Francisco López, Re2S de junio de 1546 (Colección Muñoz, t. 84, fo. 156rí^).
«Bp. U. BOtm 67)
;
3
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
59
nador que se decía integro, no hace honor a su reputación. Los favores que Cerrato concede a su numerosa parentela o clientela recién desembarcada, provocan, de todos lados, avalanchas de protestas: demasiados testimonios, en verdad, y, sobre todo, muy diferentes en cuanto a sus orígenes, para que su fundamento, pudiese ponerse en duda. Por parte de los cabildos, la denuncia es la que podía esperarse: ese capítulo no es el de menor importancia; a lo sus indignay se repiten largo del m-smo se extienden dos informes, con las precisiones deseadas en cuanto a la identidad (o el parentesco: hermanos, hijos, nietos, primos, etc.) de las personas favorecidas y, acerca de la naturaleza (y la importancia) de las prerrogativas concedidas: rico repartimientos, prebendas de toda especie, subvenciones e indemnizaciones^. Las preferencias que la ley exige acordar a los conquistadores y a los primeros pobladores, Cerrato las vierte abiertamente y con desprecio de toda justicia, sobre una muchedumbre parasitaria de parientes y fami-
—
—
liares:
€. .este mandato tan necesario, que no ay acá otro caudal, él lo ha cumplido a la letra con sus deudos, parientes y amigos, a vanderas desplegadas, y ha .
dexado de proveer a los pobres malaventurados que ganaron y conquistaron con su sangre»^. ¡He aquí derado justo!
5
la
verdad sobre aquel que en España es consi-
Ver en particular
los textos
citados del 24 de
mayo de
1550 y del 12 de marzo de 1552:
159, 1.23
y
6
lo
enero y de]
1^'
de
Apéndice, pp. 143, 1.33 y sg. y
sg.
Texto citado
del 12 de
marzo de 1552: Apéndice,
p. 160, 1.1 y sg.
ANDRÉ SAINT-LU
eo
Volvemos a encontrar las mismas quejas, acompañadas con los mismos argumentos, bajo la pluma de Bernal Díaz del Castillo, quien nunca se queda atrás en materia de quePero los colonos no son los únicos en denunciar el jas^.
La prevaricación
bien es aceptada por ciertos oidores tan culpables como él (Ramírez, Rogel), provoca la reprobación de los más íntegros o de los manos comprometidos (Herrera, luego Tomás López)8. Y entre la curia, al lado de Marroquín, siempre vigilante y cuyas acusaciones, si bien moderadas, no podrían sorpréndete, están los religiosos dominicanos, por largo tiempo confiados en la rectitud de Cerrato, quienes, una vez convencidos por la evidencia denuncian su deplorable corrupción: iwcéndalo
Ha me
del presidente,
puesto en gran admiración
si
— escribe
en 1552
un viejo compañero de fray Baltolomé que se había quedado en el lugar que hasta el Licenciado Cerrato que Se mostró tan recto i hizo buenas cosas ha procu-
—
rado de enriquecer a sus parientes con los trabajos de más infelices Yndios. .»io.
los
.
Texto citado del 22 de febrero de 1552. El tono, amargo e irónico troca curioeamente el del Cabildo en su carta del 12 de marzo año: dtemoe, paralelamente con el pasaje citado más arriba: ittsto mando puede ser que este? Sepa V. M., qce si el mismo V» M. lo oviese dado diziendo; 'Mira que todo lo bueno que bacare y «itaa provincias todo lo deys a vuestros parientes*, no lo a hecho • •*•; y observamos que la carta del Cabildo, contemporánea de la de so firma (entre otras) como Regidor. S Herrera al Emperador, 9 de mayo de 1549 (Colección Muñoz, t. 85 14S)s Tomás López, ver las cartas citadas de Bernal Díaz, 22 de febrero t
•
M.
4m lüC, y dd Cabildo de Ciudad Real. 1? de mayo de 1550. ^ Carta al Emperador del 20 de marzo de 1551: **. . .como cargaron y hermanos, hijos y nietos, no pude dexar de cumplir con
<••• ^ Santa Marfa, El ^ '^y Podro de Ángulo por noootroB,
La Vera
licenciado, al
Paz,
.
.,
op.
cií.,
p. 267).
Emperador, 19 de abril de 1552 .
.,
op.
cit.,
(carta
Apéndice, p. 457, 1.33 y sg).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Ql
Y
hasta La3 Casas, tan caluroso antaño en el elogio, suahora su dura requisitoria contra los agravios hechos a los colonosii; Las Casas, ampliamente informado del tráfico de Cerrato, no puede admitir que algunos parásitos se repartan las riquezas de India 3, aunque fuera a expensas de los verdaderos conquistadores sienapre menos indignos, a pesar de su infamia. ¡Sorprendente alianza y sin duda eficaz 12 de viejos artífices de la conquista y de su más declarado enemigo! Sea como fuera, existe, por parte de la joven sociedad colonial, como de quienes de algunas maneras toman parte en su destino, una actitud de defensa que Se afirmará más adelante, bajo distintas formas, como típi-
ma
—
camente
—
,
criolla.
El móvil de esas tempranas manifestaciones defensivas exclusivista-, es esencialmente el espíritu de posesión de aquél que llegó primero; pero es también, sin estar del todo conscientes de ello, el apego de los españoles hacia el país
y
mismo Alvarado, en su segundo
viaje a Esla Ciudad de Sancarta al Consejo de (1536), en una tiago, emplea el término "patria" para designar a la capital
colonizado.
El
paña
de Guatemala:
«Yo
en la corte todo lo que mis negocios dua vuestras mercedes o a esa Cibdad tocare algo, os pido por merced me lo escribáis; porque yo lo haré como por patria y personas a quien yo tanto deresidiré
raren;
si
bo»i3^ 11 Carta del Consejo de Indias, citada arriba, supra, cap. II nota 85; y comentarios en Bataillon, "Las Casas et le licencié Cerrato", op. cit, 12 Considerando el peso de las intervenciones lascasianas, podemos establecer una relación entre el informe de fray Bartolomé al Consejo de Indias y la residencia a que, finalmente, fue sometido Cerrato; pero el viejo Presidente murió durante el proceso (1555)...
tiBxto
13
de 1536
Carta escrita desde San Pedro del Puerto de Caballos, 27 de julio (Arévalo, Colección..., ap.
cit.,
p. 422).
ANDRÉ SAINT-LU
^
a la diploEsa sugestiva denominación debe imputarse suviajando macia de su lenguaje, ya que el Adelantado, persobf^pUciamente con la intención de negociar asuntos menos motivos con viaje nales se preocupa por disfrazar su unen, a pesar de todo, al afoitlas. Pero si los lazos que lo de ir tras patt por él conquistado, no lograrán detenerlo advertidas y denumciaotras conquistas, sus ausencias serán
das por la mayoria de los colonos. Impacientes (por lo menos sus partidarios) de que Alvarado se integre de nuevo a su gobierno, mientras éste prolonga su estancia en México en 1529-153014, después de su expedición al Perú, que no había sido del agrado de todos*^ los ediles de Santiago tratan de impedir que parta
una vez más
y,
emprenda nuevas cam-
sobre todo, que no
.i^. En pañas>^ primer lugar, por razones de seguridad y de interés, claramente formuladas en algunas súplicas: necesidad de la presencia permanente de un gobernador respetado o temido para mantener a los indígenas en su estado de sujeción y asegurar la paz entre los españoles; perjuicio caucado a la economía del país por la organización de expediciones militares. Lo que confirma la fuerza de esas razones y que
Platónicas peticiones siempre renovadas.
.
de una manera más general, toda la importancia que atribuyen los colonos, es que muchos de ellos, durante ese período de conquista prefirieron partir, en los momentos
revela, le
El 26 de junio de 1529, el Cabildp de Guatemala deaide intervenir de Nueva España para que se obligue a Alvarado que vuej1MI a Gobenuteión (Villacorta, Prehistoria..., op. cit., pp. 889-3«0). 15 Bcmcsal, op. eit., lib. III, cap. VI, par. 4. It Cabildo de Guatemala al Emperador, 14 de mayo de 1535 (A. GX, Cwtttmili. 41). IT V«if taaaWén una carta del Cabildo de Guatemala al Emperador, 14
kl Aodltnei a
M
B
ád
tt de febrero de 1688 (Arévalo, Colección,
.
.,
op.
cit.,
p. 306).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
63
ya para buscar fortuna en otra parte, o para salvaguardar los bienes adquiridos^^. Sin embargo, si los que se quedan son más numerosos, no es sólo porque la mayoría de ellos se consideran lo suficientemente ricos, sino porque además se sienten con o sin razón en seguridad. Interés, sentimientos (lazos del corazón o de sangre nacidos y consolidados en el lugar), apego a un nuevo género de vida en un país nuevo: es imposible de dosificar pero, tomar en cuenta sólo los móviles materiales sería partir de una apreciación difíciles,
abstracta.
En todo
temas que se repiten en
caso, los
los textos co-
arraigamiento "hacer asienloniales de la época to" y de la estabilidad "el asiento de la tierra", especialmente en los períodos críticos o considerados como tales. partir de 1529, el Consejo de la ciudad de Guatemala estima necesario prohibir la venta de terrenos repartidos en los alrededores, a fin de contrarrestar los proyectos de irse de muchos vecinos 1^. Texto que podría ser interpretado contradictoriamente, pero está fechado en los primeros años de la colonia y, por otra parte, precisa que los que quieren irse son solteros. En 1538 cuando Alvarado de nuevo está lejos, el Cabildo, al deplorar su ausencia, invoca expresamente la "perpetuación" del país: son: el del
A
«Parece que si el Cxobernador que aquí reside o residiere fuese casado y permaneciese, que se dolería más de la tierra, y del asiento y perpetuación della»^^. 18
Cf. supra, cap.
los Cabildos,
I.
p. 18 y,
para la época de Cerrato,
de (Apén-
las cartas
citadas, del 1^ de agosto de 1549, 24 de enero de 1550
y 10 de marzo de 1551 cuanto al período conrespondiente a la permanencia de Las Casas como obispo de Chiapa, el regreso o a España del Encomendero Baltasar Guerra (1545) es igualmente significa. dice,
pp. 138, 1.20;
140,
1.21-22;
(Arévalo, Colección..., op.
tivo
nota
(cf.
142,
p.
1.40
312).
nuestro estudio citado supra, cap.
19
Acta
20
Carta
17.
cit.,
sg.)
II,
nota 63).
septiembre de 1529, citada supra, cap. I^ riota 28. Emperador del 20 de febrero de 1538, citada más arriba,
del 24 de al
y
En
M
ANDRÉ SAINT-LU
l^itimonio de esa preocupación de permanecer en lo ya establecido es la reconstrucción en un lugar cercano, después de la catástrofe de 1541, de la ciudad de Santiago y la firme voluntad de asegurar la continuidad de una vida colonial tan
duramente golpeadasi.
En cuanto a
la crisis
de
lai Leyes Nuevas, que se produjo inmediatamente después, no debe sorprender que se traduzca, entre otras, en la misma preocupación, aunque fuera intencionalmente exagera-
A
ya examinados22^ Guatemala (23 de octubre de 1543 y 29 de febrero de 154423 que colocan en primer plano de su argumentación la salvaguarda de la población y el mantenimiento de la colonia. da,
de un futuro
estable.
los
textos
agregaremos las actas del Cabildo de
Pero es sobre todo en la época de Cerrato, vejez de los primeros conquistadores y pobladores y crecimiento de una joven generación de colonos ya no inmigrantes sino nativos cuando se manifiesta con insistencia período durante el cual la aplicación de las leyes se torna más estricta ese J9>ego de los españoles, cuelesquiera sean las razones, a su
—
—
Son significativas al respecto, incluso si el elemento básico sigue siendo discutible, las recriminaciones dirigidas al presidente y a los religiosos que lo asesoran quienes, en su egoísmo, sólo piensan en el presente, en lugar de nue\'o país.
jnneocuparse del futuro de su comimidad: «.
.
.no^ les
duele
ran más de a
el bien ni el lo presente. . .».
mal desta
tierra, ni
mi-
Hmy que señalar, una vez más, la prohibición de vender los solares de cinco año« cumplidos (decisión municipal del 18 de noviembre de
ti tS41).
duda tt
por Remesal, op. Supra, p. 80.
23
BgmcM
l,
op. cü.,
lib.
cit.»
lib.
VII, cap.
VII, cap. XI, par.
II,
5.
par. 5).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
65
c. .conteníanse con lo que a ellos les está bien o les parece bien sin mirar adelante, que los unos y los otros se piensan yv mañana, y si pensasen hazer aqui su asiento para siempre, otro juizio y otra suerte echa.
rían»24.
Repetidas con dureza en todas las cartas del Cabildóss, esas acu aciones subrayan, por contraste, el interés, diz que avisado de los colonos, por la suerte futura de una provincia
ganada por
ellos,
ellos
y donde pretenden, de derecho según
echar raíces: 4:Los que sea de acertar en buscar los medios necesarios para que esta gente pobre (los indios) se sustente y se aumente esta nueva iglesia y crezca en rervicio de dios nuestro señor y vuestro, son los que se alegran con «?u bien y prosperidad y les pesa de todo su mal
y adversidad, y que tienen prenda y que piensan bivir y morir en esta tierra donde an gastado sus vidas y desean que su nombre perezca y que sus hijos queden heredados»26.
El que los españoles se consideren como los más calificados para hacer la felicidad de los indígenas, es una opinión que el historiador no tiene por qué compartir: que se preocupen del futuro y que quieran asegurarlo ahí mismo,
para ellos y para sus hijos, es una reacción más que explicable, bajo muchos aspectos bien motivada cuyo valor y significación
no debe desconocerse.
24 Carta citada del Cabildo de Santiago al Emperador, I9 de agosto de 1549 (Apéndice, pp. 136, 1.15-16; 137, 1.20 sg). 25 Ver en particular las del 19 de junio de 1550, del 12 de marzo de 1552 10 de
(Apéndice, p. 155,
marzo de 1551
1.3
sg; 158, 1.22 sg;
(A.G.I.,
Guatemala,
41.
158,
La
1.42
sg); así
como
la del
última parte de la carta
no fue publicada por Arévalo), 26 Carta del 10 de marzo de 1551, última parte.
ANDRÉ SAINT-LU
^
sinSin exi^erar su envergadura, sino como un hecho la colonia, de años lomitico y que remonta a los primeros hiy que señalar igualmente la importancia asignada a la edebradón de las fiestas de la fundación, Es así como, el
acto de instalación fh-mado por el gobernador Jorge de Alvarado, en ocasión del establecimiento de los españoles en AUnolonga (22 de noviembre de 1527), registra el compro-
miso de celebrar cada año con ceremonias y festividades, el dia de Santiago, en conmemoración del 25 de julio de 1524, fecha de la creación oficial de la ciudad de Santiago^T. Como lo comprueban, más adelante, muchas decisiones municipales, esa promesa solemne será honrada con esplendor, y las carreras de toros y otras festividades formalmente previstas por el fundador serán objeto de la mejor dedica*
A
ción por parte de las autoridades organizadorasss.
ese
noviembre (Santa Cecilia) en conmemoración del acontecimiento de 1527-^ y por iniciativa del obispo Marroquín, el del 11 de septiembre de 1541 (destrucción accidental de la primera capital), más austero y más recogido, por lo menos al principio. .30. De la misma manera, las demás ciudades españolas adoptarán y mantendrán celosamente la costumbre de las fiestas conaniversario se agregan el del 22 de
.
fT
t8
Texto reproducido por Remesal, op. cit., Cabikk» del 20 de julio de 1520 y 20 de
«9k 0IL. Ub.
ti
I.
al
M
cap, X,
pan
4.
(Remesal,
de 1543
eit.,
lib.
la
cap. XI, par. 1; dicha fiesta de Santa Ce-
conquista del país por los españoles;
reesjró
d
desfile
(1S57).
honor de llevar
Fardo, Efemérides.
pp. 161.162.
I,
cabo de treinta años una mayor solemnidad, para recordar
—
I.
I,
julio
cap. XIII, par. 3).
Remesal, op,
mctaa
t.
lib.
.
.,
op.
el
cit.,
en Bemal Díaz
estandarte de la ciudad en ocasión
p. 8;
Vázquez, Crónica.
.
.,
op. di.»
CONDICIóX COLONIAL Y CONCIENCL\ CRIOLLA
67
memorativas-': vieja tradición peninsular, pero cuya rápida adopción en América es el signo de un apego al país conquistado y de un arraigamiento de los inmigrados a un suelo que muy pronto, en su gran mayoría, dejaron de considerar extranjero.
Como
ilustración individual de
ese criollismo naciente
acabamos de observar, en un plano principalmente
del cual
algunas manifestaciones, muy positivas, ¿no podríamos proponer un ejemplo más elocuente, hasta en sus particularidades y en sus matices e incluso podríamos decir también, más edificante, por la amplitud de sus propósito^ que el de Marroquín? Llegado a Guatemala poco después de la conquista (1530) y aún joven,"*- Marroquín continuará en el país hasta su muerte (1563): treinta y tres años de permanencia, de los cuales veintiséis de episcopado, a lo largo del delicado período de instalación y de fijación. Para él esa tierra, donde pasó lo esencial de su existencia, y del cual tomó en sus manos el destino según él con una dedicación total, ese país que Marroquín alimentó con su propia vida, es más que una colectivo,
—
—
—
—
patria, su hija:
«.
.tengo esta tierra por hija
.
tado veinte años.
.
y
la
he criado y susten-
.t>.
que se refiere a Ciudad Real de pjir. 6). "Sácase el pendón de la (La ciudad, que cambió vai-ias veces de ciudad ol nombre, se había llamado durante cierto tiempo San Cristóbal de los llanos
Ver por ejemplo, por cit., lib. V, dia de San Cristóbal".
31
Chiapa, Remcsal, op.
que
XV,
el día de San Cristóbal como el de Santiago, cae el 25 de julio). Había nacido hacia el año 1499 (Sáenz de Santa María, El Li-
de Chiapa; 32 cenciado.
lo
cap.
.
.,
op.
cit.,
p.
12).
:
^
ANDRÉ SAINT-LU vida en esta go^ he gastado lo más y mejor de mi que la he criaverdad bernación, que puedo decir con .»^'^ sangre. mi sudor y do a mis tetas, con mi c
.
pronto, a juzgar por su copiosa correspondencia con la Corona cuyo tema centraF* sera un •Msionado interés hacia la prosperidad y la felicidad de la ¿^onia —"el bien destas partes": ese bien del cual todos EmU» responsables no tienen, como él, la preocupación. autoridades altas más las por Marroquín, deplora pegando, foctües, poco ligadas a un país cuyo destino no se asimila a su aventura personal. Muy reveladora, bajo ese pimto de vista* la instancia de Marroquín, en los primeros años, cuando desea que los gobernadores tomen mujer y se instalen dernitivamente; asi se sentirán más apegados al suelo donde viven y se preocuparan por perpetuar la población y la colo-
Pdr otra
parte,
muy
.
.
nización.
Alvarado: «. .siendo casado, tendría respeto a que tenia de vivir y morir en ella (la tierra). .» .
.
*
Francisco de la Cueva: «. .de lo que más tenía necesidad era ser casado, para tomar amor y deseo a la per.
petuidad de la tierra»35. tS Cartas al Emperador del 16 de julio de 1549 y del 23 de mayo de (Sáens de Santa María, El Licenciado, . ., op. ctt., pp. 269 y 306) las del 3 de febrero y del 17 de marzo de 1550: "ha veinte años y do » mamar a esta provincia": **este p«jugal (sic) que he criadow cu que he sactado lo mejor de mi vida*' (ibid., pp. 257 y 261). t4 Cérea de unas sesenta cartas a Carlos V y a Felipe II fueron
por Sácnz de Santa María (El licenciado. . ., op. cit.,) así como con diferente destino (Cabildo de Santiago, Audiencia de •) Si alffunas de ellas revisten un carácter personal y hasta priloa asuntos públicos, sin embargo, constituyen lo esencial de esa abunotras
matcria epistolar. S6 Cartas al Emperador del 10 de mayo de 1537 y del 15 de noviemtot de 1S41 (Sáena de Santa María, El licenciado, . ., op, cit., pp. 132 y !••• Sobre el mismo tema, ver las cartas del 30 de marzo de 1534 y d^ If ét mayo de 1686 a la Audiencia de México (ihid.^ pp. 114 y 116) y la 4 de jimio de 1646 al Emperador, relativas a Maldonado Cibui, p. 204)»
M
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Ya vimos que
gg
ese era también el deseo de los colonos,
en los términos empleados, volvereencontrarla en la época de Cerrato, ahora más amarga en los reproches dirigidos al presidente y a la Audiencia asi como a los religiosos que comparten la indiferencia de los gobernantes por el futuro de esta tierra que no conside-
í^sa coincidencia hasta
mos a
ran como de
ellos:
«El presidente y religiosos no les duele, a mi sí. Ellos todos piensan ir mañana, y ansí tratan esta tierra como cosa que les ha de durar poco^^^e.
Y
obispo deplora, al mismo tiempo, que muchos españoles, desalentados, se vean obligados a dejar el país37. Pero mucho antes de esos años difíciles, se había preocupado del lamentable estado de ánimo de algunos de ellos quienes aspiraban más bien volver a España, tras haber hecho fortuna, antes que consagrar el resto de su vida a la consolidación de la colonia: el
—
«Sería ansimismo cosa muy acertada escribía en 1537 que los questamos en estai partes perdiésemos la esperanga de volver a vivir y morir en Castilla (. .) Donde cada uno es aprovechado, es justo que resida y viva y muera, y aproveche a quien lo aprovechó; que poca necesidad hay en Castilla de más mayorasgos; y no que desfruten la tierra y la dexen»38.
—
.
3C
Carta
a!
Emperador
del 3 do febrero de 1550
(ibid.,
p. 257);
ver
Después de la muerte de Cerrato, Marroquín seguirá, en el mismo espíritu, acusando a los oidores y a los reüpiosos; ver, por ejemplo, las cartas del 23 de mayo de 1556 y >del 6 de septiembre de 1658 (ibid., pp. 309 y 328). 37 Cartas del 16 de julio de 1549, 3 de febrero de 1550 y 20 de martambién
la de]
zo de 1551
38
^también
16 de julio de 1549 (ibid., p. 251).
(ibid.,
Carta la del
al
pp. 251, 259, 266). Emperador del 10 de
mayo de
1537
20 de febrero de 1542 (ibid., p. 177).
(ibid.,
p.
126);
cf.
ANDRÉ SAINT-LU
^Q
Esa defensa de una tierra nueva, promovida a la dignidad de una verdadera patria de adopción, va mucho más allá, en Marroquín, de los objetivos interesados y los puntos de vista demasiado cerrados del común de los colonos. Si bien Marroquín sostiene sin reticencias la prioridad de los conquistadores^», también admite a los inmigrantes tardíos, ya que es bueno que el país se pueble:
«También hay necesidad que día.
.
sean más cada
los vecinos
.>
<. .por sólo querer pasar acá merece mucho (porque de tales personas conviene que estas partes se plan.
ten):&40.
Marroquín apoya los derechos de los condescendencia que él mismo llega a ima considerar culpable^i, también protege a los Indios, a la vez por humanidad de acuerdo con las funciones de protector Si en conjunto,
españoles, con
—
Ver por ejemplo las cartas del 24 de julio de 1550 (bid,» p. 290 y de marzo de 1558, de donde citamos (Ihid., p. 322) "Acuérdese V. M. 4«gfeM pobres conquistadores, pues se les debe y es justo que sean preferidos. . ., Por otra parte se sabe que Marroquín protestaba contra los faS9
dd 20
voritUmos concedidos por Cerrato a ciertos recién llegados: 40
de 1561
Cartas del 10 de agosto de 1548 (iMd.,
271);
esta última carta, lificado
41
ha
señalemos
que
166)
inmigrante del
cf.
supra, p. 43.
y dd 22 de m^rzo cual se habla en
un llamado Juan de Miranda, cuñado
como **hombre de
del
obispo,
es ca-
bien, hijodalgo
"...si nos acordamos del
sido la cabsa callar yo
eme se comían
el
(ihid,, p.
y caballero". tiempo pasado y todos están
como ruin perlado y pastor y
ricos,
¿qué
protector, viendo
mis ovejas, y yo me estaba holgando y callando?": marzo de 1538 (o 1539) al Cabildo de Santiago, en ese entonces Marroquín se encontraba de gira (ihid., p. 148).
carU
del 27 de
los lobos
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
oficial,
—y
según su calidad de obispo
71
por espíritu colonial
esclarecido'*^.
Sin embargo,
como hombre de
juicio
y de
experiencia,
se interesa en todos los problemas de administración lorización de
que
y va-
preocupa cada vez más, justamente cuando se extingue la generación de los conquistadores y primeros pobladores, es el futuro de la colonia cuya mejor garantía está en la juventud española incluso la numerosa juventud mestiza del país44. De ahí sus esfuerzos, señal de una previsión a la vez caritativa y política, por crear, en la ciudad instituciones educativas: conventos para albergar a las hijas abandonadas o sin recursos, en espera de casarlas; colegio para instruir a los jóvenes mestizos, en particular los huérfanos^S; y hasta cosa de la más alta importancia en vista de las necela provincia-*'^;
lo
le
—
—
—
—
42
M.uy revelador de sus
preocupaciones
de conocer bien la extensión de sua
indigenistas
y de su afán
poderes como protector de los Indios
Emperadir do] 16 de agosto de 1539, ibid,, p. 151). moderadora en materia de escIavRud, de tareas y de
(carta al
acción
como su tenciones
propiamente eclesiásticas humanitarias,
dirigidas
así
habitat autóctono, sin hablar de sus
política de concentración del
actividades
Además,) su tributos^
(ibid,
—no
sin
paaaim)
atestigruan
de
sus
—
escrúpulo de conciencia
in«
hacia
todas las necesidades de la colonización.
Ver por ejemplo su carta al Emperador del 10 de mayo de 1537 pp. 124-185, donde se refiere a muchos asuntos de interés públiico (como los del comercio, de los puertos, de los caminos, hospitales, etc.) y que abordará varias veces más adelante. 43
(ibid.,
44 Cosa normal, el obispo abogra en favor de una población que asegure una descendencia española legítima: "es grande fundamento para que esta tierra se pueble y grande bien para adelante que quede en ella fructo de bendición": carta al emperador del 20 de enero de 1539 (ibid., p. 143);
pero también lo
menos
al
le
—
muy incierta, por asigna un creciente interés a la suerte de loe niños, con frecuencia no reconocidos, de los
—
principio
españoles y de mujeres indígenas: ver su carta del 10 de mayo de 1537 (ibid., P. 125) y las del 15 de enero de 1543 (íbid., p. 189) 4 de junio de 1545 (ibid.,
p. 205), etc.
45
Cf. las tres cartas citadas al final de la nota anterior
yoría de las que
le
y
la
ma-
siguieron hasta 1564, fecha de la muerte de Marroquín.
ANDRÉ SAINT-LU
IJ2
de
la cristianización-universidad,
para formar
los fu-
turos ministros del Evangelio:
.porque ya está tierra de su cosecha hijos criados y como haya quien los doctrine, criar se han para ministros del evangelio»46. *.
.
nascidos,
Esfuerzos que las autoridades apoyarán sin mucho entusiasmo, pero que en vida del prelado, se concretizaran, aunque modestamente, gracias a sus generosas iniciativas^'^.
Gran obispo fundador, de la especie de Quiroga y de Zumárraga (sus hermanos de la Nueva Es.paña), más apegado que fray Bartolomé (su homólogo de Chiapa) a la diócesis que está a su cargo, menos severo que este íiltimo hada sus ovejas españolas, Marroquin representa, con sus evidentes virtudes y, tal vez, también con sus debilidades, la mus destacada encamación del espíritu criollo guatemalteco en los primeros tiempos de la colonización.
4«
Carta
Emperador
del 20 de abril de 1556 (ibid., p. 300). La ("un estudio a manera de universidad") aparece pHliiia ^m en una carta del de agosto de 1548 (ibid,» pp. .235^236) y ynirtrA a wer mencionada incansablemente en correspondencia posterior. 47 Abrió, a sus costas, una institución para muchachas y comenzó la eoMUuceión de un colero universitario. Ver su última carta al sobetaBo. 12 da febrero de 1563 (ihid,, p. 355).
^
m ma
al
milTerfldad
U
;
Segunda Parte
LA ESTABILIZACIÓN DEL RÉGIMEN Y LA AFIRMACIÓN DE LA CONCIENCIA CRIOLLA
Capítulo Primero
PERSISTENCIA DE LAS REIVINDICACIONES
COLONIALES Una vez regularizada, la vida colonial de Guatemala transcurrirá, durante dos siglos y medio, más bien tranquiParecería banal, a propósito de ese periodo la y monótona. de dominación española de considerable duración, hablar de estabilidad o más bien de letargo. Claro está, como en todas partes en Indias, donde la tediosa existencia de las masas indígenas sojuzgadas era muy uniforme en su miseria, la vida diaria de los colonos era, sin duda, poco variada, poco agitada, a pesar de las fiestas o de las celebraciones civiles y religiosas y de los acontecimientos más o menos escandalosos que alimentaban las crónicas locales. Sin embargo, eso no quiere decir que no pasara nada. Dos clases de perturbaciones, entre las más serias que tuvo que enfrentar el Nuevo Mundo, afectaban de manera particular el :.stmo centroamericano: los terremotos, de terribles efectos^ y la presencia de corsarios o piratas, desvastadoras la catástrofe de 1641, lo» terremotos más praves fue(destrucción parcial de Guatemala) y de 1773 (destrucción La ciudad fue reconstruida en un nuevo lugar, el y consideradlos daños). Mue ocupa actualmente. San Salvador y otras aglomeraciones también fuei
roi^
los
Después de
de 1717
veces por los terremotos o erupciones volcánicas: Historia de la Capitanía general de Gwitemala (obfa Quc* s^igue a Prehistoria e historia antigua, op. cit.,), Guatcmaia, 1943, pp. 416
ron
cf.
y
dañadas,
Villacorta,
sg.
repetidas
ANDRÉ SAINT-LU
76
en forma desigual, pero siempre temidas^. Por otra parte^ por ab-íoliita y definitiva que pareciera la dominación de los españoles, el peligro indígena, ataques de tribus mal sometidas, levantamientos de las poblaciones oprimidas, no estaba totalmente eliminado: prueba de ello las incursiones de los feroces Lacandones, que no lograron dominar varias expediciones como por ejemplo la gran rebelión de los Zendales (Chiapas, 1712), motivada principalmente por las exacciones de las autoridades regionales y de la curia^. Sin embargo, sería excesivo estimar que el futuro de la comunidad colpnial guatemalteca se encontrara alguna vez
en
peligro, ni
tampoco amenazando
el
orden político-social
establecido desde la conquista.
hay que tener en cuenta que esa seguridad, estano significan inmovilismo, o por lo menos, satisfacción unánime y total. Es un hecho ampliamente comprobado que una vez superado el período de lá conquista, los colonos de Guatemala (como los de las demás provincias de Indias, pero en función de su situación partiPero,
tranquilidad,
bilidad,
cular) siguieron planteando reivindicaciones con éxitos dife-
rentes según el caso o el momento, en todos los campos que les atañe. Fenómeno complejo, no sólo por los múltiples problemas planteados, sino también por el enredado juego
de móviles e intereses a veces muy personales y no siempre m en te reductibles o perfectamente identifcables a las
cla ra
t
A
partir de la segunda mitad del siglo XVI (Drake) la historia colonial está llena de esas incursiones de marinos extran(iasiCMi, franceses y holandeses) quienes traficaban o pirateaban en
de 1a Guatemala
Jnoa al
Paafíleo
y en
Caribe.
Algunos de dichos episodios narraciones de los cronistas. Acerca de los lacandones, cf. nuestro estudio La el
«táa dramatisadoe en S
indudablemente
las
Vera Paz» op.^ en partid
€iL, 2» i>arte, cap. II; acerca d^ la sublevación de los Zendales, ver calar, Xim^nex, Historia. . .^ op. cit., t. IH, pp. 257 y sg.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
77
tendencias más generales. Aquí nos limitaremos, tratando de no esquematizar, a los hechos cuya envergadura es menos controvertida.
En
el
plano administrativo, en
el
curso de los primeros
años las relaciones, a veces difíciles, entre los Concejos de
—
—
organismos propiamente coloniales ciudades y los magistrados nombrados por la autoridad metropolitana, suposiblemente menos frirán tensiones muy sintomáticas hasta en la mezquindad «videntes en esa época que hoy día que a menudo las caracteriza. La designación anual de Alcaldes ordinarios, que se efectuaba al principio según la conveniencia de los gobernadores, ahora la practicaban los mismos colonos. Legalmente reconocida, la libertad de elegir fue objeto de múltiples amenazas, por la ingerencia de algunos presidentes. Hasta la mitad del siglo XVIII, hay querellas que testimonian el interés que los cabildos le prestaban a dichas elecciones libres^, y los informes oficiales demuestran que la Corona, a ese respecto, apoyaba sin reserva los derechos municipales^. las
—
4
Ver por ejemplo un informe
—
del Cabildo de Santiago al soberano
donde se denuncian las maniobras del Preeidente Criado de Castilla quien pretendía, como Gobernador, controlar la selección de los Alcaldes limitándola a una lista de diez españoles designados por él; el Cabildo reclama que se respeten sus privilegios, "y que en su cumplimien29 de abril de
del
1611,
la Ciudad la libre elección que V. M. manda en sus elecciones" (Arévalo, Colección.,,, oj). cit., pp. 383-384). Acerca de otras protestas contra las violaciones de la misma naturaleza, (1639-1641), cf. José Milla, Historia de la América Central, Guatemala, 1879,
ninguna persona impida a
to,
t.
II,
cap. 15. 5
16C0 lib.
Cédulas reales de 1565
y 1651
(Milla, Historia..., op.
cit.,
(Fuentes y Guzmán, Recordación Florida.,., op.
VII, cap. 5).
t.
II,
cit.,
cap. 19), 1» parte,'
ANDRÉ SAINT-LU
78
La misma preocupación de independencia administrativa lo menos de protección contra los posibles abusos de por o los representantes del poder real, se refleja, bajo otra forma en las peticiones en favor de una denuncia directa, hecha por los Concejos de las ciudades, de los excesos o injusticias que pudiera cometer la Audiencia en detrimento de los particulares*^: privilegio ampliamente confirmado, una vez más, por los textos legales, pero destinado, como se puede suponer, a provocar un sinfín de controversias^. Celosos de sus prerrogativas, los Cabildos harán todos los esfuerzos posibles para hacer respetar semejantes atribuciones tradicionales, altamente codiciadas por su prestigio honorífico o sus ventajas materiales. De esa manera, los cargos particularmente apetecidos de "alguacil mayor'', alférez mayoi**' o "fiel ejecutor'*, inherentes al cuerpo municipal, serán objeto de especial vigilancia, muy justificada si se toma en cuenta el interesado tráfico que las autoridades hacían de ellos». Pero es el privilegio llamado de "corregimiento del valle de Guatemala" el que suscita, durante dos siglos, las más 6 El Cabildo de Guatemala al Rey, ! de abril de 1581 y 29 de abril de IGOl (Arévalo, Colección. ., op. cit„ pp. 342-343 y 363). 7 Los requerimientos citados en la nota anterior eran motivados, precisamente, por la oposición de la Audiencia. Las cédulas reales que las
aeompañan, sin exactitud cronológica, podría ser la ya citada del 17 de abril de 1653 (Milla, Hietoria. ., op. cit., t. II, cap. 5), la del 28 de mayo de 1564 iFxjcntos y Guzmán, op. ciL, 2» p.. I, VIII, cap. 25), u otra también de la época de Felipe U (Milla, t. n, cap. II). .
8 Ver las cartas del Cabildo de Santiago del 16 de febrero de 1595, 4 de julio de 1597 y 29 de abril de 1601 (Arévalo, Colección. . ., op. cit., PP. S5e-S67, 867-358 y 362-363):
protestas en contra de la venta, por parte del
Preiidaite, de diversos cargos.
Acerca del cargo de Fiel Ejecutor (del cual Berna] Díai fue titular en 1558), cf. también Fuentes y Guzmán (Recordaeión Florida, , ., op. eit., 1» parte, lib. VII, cap. 3) donde se menciona una peal eédula del 3 de marzo de 1556 y varias más posteriores, favorables a los eabildoe:
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
7a
vivas competencias. Atribuida a los alcaldes ordinarios, por cédula real del 18 de junio de 1559^, esa jurisdicción, extendida a una vasta zona aledaña a la capital y muy poblada de Indios, pronto será confiscada por los presidentes-gober-
nadores a favor de sus familiares. De donde, las reiteradas protestas de los Concejos de ciudad bien acogidas por la Corona (sensible, entre otros, al argumento de la economía de un cargo de corregidor), sin que por ello el conflicto tuviera una solución duradera^o. En el siglo XVIII, a pesar de las nuevas súplicasi^, seguidas siempre de respuestas fa-^ vorables, el privilegio, con la creación de dos alcaldías mayores (1753) será abolidois. Acerca de esas cuestiones de jurisdicción, habría que citar otras querellas entre los representantes de los colonos
y
del poder central:
los
fiscales!^,
gobernadores-presidentes, oidores,
siendo los administradores regionales frecuente-
mente acusados de usurpar
la
competencia de
los oficiales
9 Fuentes y Guzmán, Recordación Florida. , ., op. cit., 1» pai-te. lib. XVIT, cap. 16. 10 El Cabido de Santiago al Rey, 29 de abril de 1601, 13 de mayo de 1605 y 18 de mayo de 1606 (Arévalo, Colección, . ., op. cit., pp. 363-364. 371 y 373); ver también, de la misma época (1604), un voluminoso expediente conservado en la A.G.I., Guatemala, 41. Acerca de los decretos reales correspondientes (1604, 1606, 1607, etc.), cf. Fuentes y Guzmán, Recordación Flori-. cit., 1» parte, lib. VII, cap. 4. Estas no emanaban solamente del Cabildo; cf., en 1735 las intervenciones de los religiosos de las diversas órdenes (A.G.I., Guatemala, 919). 12 Cf. Agustín Gómez Carrillo, Historia de la América Central (con-
da.
.
.,
op,
11
tinuación de la obra de MUla), Guatemala,
1895-1897,
de un último respaldo oficial, de algunos años antes, ver
t.
IV, p. 42.
Acerca
(ibid., t. III, p.
263).
mencionados por Fuentes y Guzmán, Recor' dación Florida. ., op. cit.» 1» parte, lib. VII, cap. 5 y 2» parte, lib. VII, cap. 13. Cf., también los informes del Cabildo de Santiago del 20 de mayo de 1594 (Arévalo, Colección.,,^ op. cit., pp. 355-356), 18 de marzo d© 159S 13
Ver varios
incidentes,
.
(ibUd.,
p. 359)
y 20 de octubre de 1598 (A.G.I., Guatemala, 44).
.
ANDRjfi
SAINT-LU
'
¿bmünaiesW Xa¿ibién hay que 'áarle su justo lugar, por ser un hecho real, a los asuntos de las prerrogativas y las preíerencias, mucho menos fútiles, en ese pequeño mundo colonial de los que pudiera parecer en nuestros días. Exen^
ción del servicio de guardia en determinadas ceremonias; exclusividad de alzar el estandarte en las procesiones del Corpus Christi; derecho de ser recibido en la catedral, por
una delegación del cuerpo de canónigos y usar los cojines igual que los magistrados de la Audiencia; prioridades varias, en relación a los demás funcionarios, etc.i^; exoneradones, monopolios y privilegios altamente estimados por la autoridad superior, la cual los tomaba muy en serio y tenía tendencia a limitarlas o a negarlas cuando entran en i^rejín íbití üsh competencia con sus representante^i^. Para finalizar, en lo que concierne a la administración colonial a nivel municipal, no podríamos dejar de señalar, más allá de las rivalidades y de los conflictos de intereses, y Guzmán, Recordación Florida. ., op. cit., 2» parte, Santiago y el Alcalde Mayor de Soosonate (1572...). Acerca de cierta oposición del Cabildo de San Salvador «1 Corregidor de la región (1575), o£^ Jijilla, Historia*.^.•^.op, cit., t. II, cap. 8. .--;,-,, ,,j^ ,,.. 15 Sucesivamente: cartas del Cabildo de Santiago, sin fecha (princi2 de octubre pio dd siglo XVII) (Arévalo, Colección,,,, op. cit,, p. S78) ^'ét Hh9 (ibid,, p. 391); —11 de febrero de 1^35 ( A.G.I., Guatemala, 241); 14
Cf. Fuentes
Whk 3, cap.
.
11: conflictos entre el Cabildo de
•
;
—«In
fecha (principio del siglo XVII)
(Arévalo, p. 366);
—
—
s.
f.
(principio
también un grueso expediente del 29 de mAjro de 1743 (A. G. I., Guatemala, 241). Por su argumentación y su estilo, reproducimos en Apéndice, infra, pp. 164-165j,|^a (^u4p^ (y dob^ei^ peti^' ci6n inédiU del 11 de febrero de 1735. ^ r.?!, ^ív.1;,^ ^ í-^^"^ ,y 16 Señalemos las respuestas negativas, a propósito del uso de cojines ^, jfTde la recepción por el cuerpo da canónigos. En ocasión de los solemnes funaraleB de la Reina Elisabeth Farnese (viuda de Felipe V, fallecida en 1766) • la Corona hizo saber que el lugar destinado al Cabildo debía ser menos alto (de cuatro dedos) que el de la Audiencia... (Gómez Carrillo, His»
•del tiglo
..
XVII)
op,
(ibid.,
eit., t.
p. 379); ver
IV. p. 179).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
81
de prestigio o de poder, las reivindicaciones inherentes a los comunales (propios), de los cuales la ciudad de padece una exsi debemos creer al Concejo Guatemala trema penuria. En todo caso, tema permanente en los informes dirigidos a la Corona, el de la carencia de medios financieros, indispensables a cualquier gestión eficaz de los asuntos, aunque fuera sólo para el envío y mantenimiento, tan necesarios como onerosos, de los procuradores en corte, sin hablar de la justa participación en los gastos de utilidad públicaí'^. Señalamos que la metrópoli, muy atenta a sus propios intereses, fácilmente se vuelve sorda a ese tipo de quejas, posiblemente exageradasi^. recursos
—
—
En
el
campo
militar,
no debe extrañarnos que
los co-
lonos se preocupen de la defensa del país, cuando éste está
amenazado, sobre todo si la autoridad superior no le presta, a la protección de las costas y de los puertos, toda la vigilancia necesaria. A decir verdad, los ataques del exterior, bajo la forma específica de incursiones de los corsarios o de los piratas, ponen menos en peligro el territorio colonial,
eso es la vida de los habitantes, que los bieaies materiales, de manera especial las mercaderías cuyo comercio es esencial para el aba'=!tecimiento de la población. Sea como fuere, por voz de los cabildos, éstas no dejan de manifestar sus 17
Muchas cartas de Cabildos: ver en
XVII
especial las de los años 1558-
Un, cit). ., op. argumento invocado varias veces: todas las demás ciudades coloniales (Nueva España, Perú) tenían comuneros (ibid., pp. 813, 318, 819). 18 Hay que señalar, sin embargo, algunas respuestas favorables: cédulas del 16 de julio de 1690 y del 19 de junio de 1599 (Fuentes y Guzmán, Recordación Florida..., op. cit.» 2» parte, lib. VIH, cap. 26); sin embargo, era necesario renovar i)€riód¡camente las peticiones para obtener la prórroga 1562 y las del principio del siglo
de los beneficios concedidos.
(Arévalo, Colección.
.
ANDRÉ SAINT-LU
32
preocupadxjnes ya sea en la Audiencia, a quien le señala apoyólo. el peligróla, o a la Corona, de quien solicita La fortificación de los puertos y de sus accesos, en especial los del "Mar del Norte'' (Golfo de Honduras, Golfo Puerto de Caballos, Santo Tomás, luego San FeDulce) por donde se realiza el tráfico con España, es objeto lipe de múltiples peticiones, cada vez que los riesgos se aproximan^i. Por otra parte, los colonos de la capital, animados por el mejor celo militar, no des^por lo menos así dicen cvjHan ni la^ maniobras ni, sobre todo, las revistas, y se declaran listos a defender su segiiridad, siempre que la metrópoli les proporcione, por lo menos, armas individuales dp^'^nsiva*? v ofensivas, y que puedan importar de México, para la fabricación de la pólvora, el salitre que les hace segunda mitad del £alta22. Sin embargo, en esa época si "lo XVI y prmcipio del XVII en que los presidentes-gobernadores son hombres de toga, los españoles formulan votos para que sean sustituidos por "soldados* (presidentes de capa y espada) por estar en mejor capacidad de apreciar las necesidades de la defensa y hacerle frente23. Igualmente,
—
—
—
—
—
19 Cf. Fuentes y Guzmán, Recordación Florida. . ., op. cit., 2? parte, VI, cap. 2 y 4, donde se hace mención de varias diligencias, no siempre afortunadas, del cabildo de la ciudad de Guatemala: 1572, 1578, 1583. lib.
20
Una
decena de cartas de la Colección Arévalo, corresponden en bu siglo XVI y principio del XVII y abordan el problema de la defensa contra los corsarios.
mayor parte 21
al final del
Ver, por ejemplo, acerca de la protección del Golfo Dulce,
cit, p. 347
la
carta
marzo de 1586 (Arévalo, Colección. ., op. consecutiva a la toma de Santo Domingo por Francis Dra-
del Cabildo de Santiago del 4 de
.
y sg), y acerca de la defensa de Santo Tomás de Castilla, las del 18 de mayo de 1606, 29 de abril de 1611 y otra, sin fecha, pero de la misma época (ibid., pp. 874. 376-378 y 381-382). Acerca del puerto de San Felipe, cf. Mariana Rodríguez del Valle, El Castülo de San Felipe del Golfo Dulce, Sevilla, 1960. 22 Cartas del 4 de marzo y del 8 de mayo de 1586 (Arévalo, Coleecián,.,, oj>. cit., pp. 347-348 y 351-352). 28 Cf. la carta del 29 de abril de 1601 (ibid., p. 365) y una nota reeapitulativa sin fecha (principio del siglo XVII) (ibid., p. 368). ke:
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
33
cuando a partir de 1611 son esos militares quienes forman, mayoría de las veces, el gobierno de Guatemala, y se muestran a la altura de la situación, los calbidos, en sus imformes a la Corona, se extienden en hacer sus elogios24. La iglesia colonial es una institución que se remonta a la coinquista. Obligadamente modesta en sus inicios, la Iglesia fortalece sus bases y gana importancia al mismo ritmo de la conquista española. Crecimiento muy explicable en una sociedad de inmigrantes cuyo transplante no provoca ningún cambio en sus tradiciones religiosas bien arraigadas. Sin contar las inmensas necesidades misioneras a quienes con el apoyo de la Corona, la curia metropolitana brinda, aún cuando insuficiente, una ayuda considerable. Lros colonos no siempre ven con buenos ojos la instalación y, sobre todo, las actividades de los eclesiásticos llegados de España, en especial de los religiosos de las Ordenes apostólicas: es un hecho que en Guatemala, o en las provincias adyacentes, sus relaciones con los Dominicos indófilos, durante mucho tiempo sufrieran tensiones a veces dramáticas; y más de medio siglo después de Las Casas, el obispo fray Juan Ramírez, perteneciente como él a los Predicadores y también proclive a proteger a los indígenas contra los abusos de que son víctimas, despertará en su diócesis guatemalteca reacciones sin duda menos violentas pero igualmente apasionadas-*^. Sin embargo, a pesar de los antagonismos y de las divergencias que a veces toman un giro personal, las la
24
cuenta
Ver
la carta del 9
los éxitos del
de
mariscal de
en un tono campo Don Matías de Calvez en
julio de 1782, la que,
campañas contra los Ingleses Cabildo de Guatemala pide que, se prorrogue
sus
recientes
ditirámbico, el
curso de
(Honduras y Nicaragua). el
gobierno de Gálvez
(ibid.,
El pp.
419-421).
25
Cf.
las
numerosas denuncias circunstanciadas emanadas
do de la ciudad de Santiago, 1G02-1603
(A.G.I., Guatemala, 41).
del
cabiU
ANDRÉ SAINT-LU
jl
—incluso el clero regular— tienen la tendencia a normalizarse en todas partes, tanto más que la Iglesia de Indias, al perder poco a poco (y tal vez demasiado rápido) su carácter misionero, se integra cada vez mejor a un medio social que se amolda a Citemos sólo estos ejemplos: los españoles de Santiaella. go y de Ciudad Real, antes tan hostiles hacia los hermanos de hábito de fray Bartolomé, llegarán a elogiar a los dominicos y lamentar su pequeño núm.ero26. Por otra parte, la multiplicación de las ca as religiosas de todas las órdenes27, en particular en las ciudades, es la mejor demostración de esa asimilación de la Iglesia a una sociedad colonial de donde saca, a la vez, un buen porcentaje de sus recursos y de sus efectivos28. Entre las múltiples e insistentes peticiones de las autoridades de la capital figura la elevación del obispado de Guatemala a la categoría de metrópoli eclesiástica. Desde 1580, y tal vez antes gustaban subrayar la antigüedad y la dignidad de la catedral de Santiago. relaciones entre los civiles
26
vamente
Cartas
los
Dominicos,
asnstinos y jesuítas
B^n,
Betbancoart)
.
des £emeninas,
los
las
el
informe del 9 de
pp. 326:327),
el
cabildo
dle
julio de 1567 Guatemala cele-
obispo.
franciscanos,
mercedarios
(principio del siglo
propiamente guatemalteca
28
En un
y 44).
cit.»
méritos apostólicos de los frailes predicadores, que en esa época
estaban en conflicto con 27
el clero
soberano del 29 de enero y 8 de febrero de 1594, respecti-
al
(A.G.I., Guatemala, 41
(Arévalo, Colección,.., op.
braba
y
XVII)
(fundada en
(1* etc. el
mitad
del
Señalemos
siglo
siglo la
XVI);
orden de
XVII por Pedro de
Acerca de dichas instituciones y de las numerosas comunidacf.
Aunque
ViUacorta, Historia.
.
.,
op.
cit.,
lib. II,
oap.
2.
haya realizado sin mayores problemas, la expulsión de jesuítas (1767) entre los cuales se contaban muchos emparentados con principales familias, n© dejó de provocar cierto malestar (cf. Gómea se
Carrillo, Historia...» op.
c¿¿., It.
IV, pp. 332 y sg).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
85
.la más antigua y la más honrada después de la de México, y a donde se sirva y honre el culto divino
«.
.
como en y hacer valer
ella.
.
.»;
la utilidad
ción espiritual a todas las poral,
a
la
de reunir en una misma jurisdicprovincias adscritas, para lo tem-
Audiencia de los Confiness».
pero no sin razón,
si
se piensa que,
Súplica interesada
como
diócesis,
Hondu-
ras dependía de Santo Domingo y Nicaragua de Lima. Renovada con toda la fuerza de su argumentación^o pero sujeta a oposiciones y moratorias internacionales, aun cuando previsibles, no logrará su cometido sino hasta la mitad del siglo XVIIpi.
Por
que concierne a las necesidades educativas y sugestiones y las peticiones formuladas por Marroquín y hechas suyas por los colonos en vida del obispóos, serán reiteradas con una constancia que testimonia el profundo interés suscitado por esas cuestiones. Ya se trate de un convento o de una pensión para señoritas o también de un colegio para la educación de los hijos de lo
culturales,
las
españoles, las peticiones se multiplican, por lo
principio del siglo XVIII, Carta
29 op.
eit.,
p.
al
316).
menos hasta
ya sea para pedir su fundación.
soberano del 20 de julio de 1660 Segrún dicho texto,
el
(Arévalo, Colección.
.
.,
cabildo ya habia hecho numerosas
peticiones.
mayo de 1604 en la cual los signatarios (ibid.» proponen el desplazamiento de fray Juan Ramírez sustituyéndolo por don Juan 'Fernández Rosillo, ex-obispo de la Vera Paz, quien sería 30
Cf. la carta del 2 de
pp. 369-370)
elevado a arzobispo. 31
Promoción
»del
obispo Pardo de Figueroa,
1745.
El Cabildo de Santiago al Rey, 18 de febrero de 1558: arguye la necesidad de un monasterio para las hijas de los españoles y de una casa de estudi»3 para los mestizos huérfanos (Arévalo, Colección.,,, op. cit., p. 313). 32
— ;
ANDRÉ SAINT-LU
86
—
—
para solicitar una ayuda oficial que una vez creadas O permita acrecentar sus escasos recursos^s. En cuanto a la universidad, el previsor Marroquín percibía toda su importancia para el desarrollo de la Iglesia colonial y la persistencia de las peticiones a las cuales da lugar, durante todo un siglo, pone en relieve la amplitud de las dificultades que provoca y el precio que le confieren Cierto los españoles de Guatemala a esa alta institución. es que a esto3 últimos no les faltan los argumentos que legitimlcen sus diligencia?: la ciudad de Santiago, capital de una vasta circunscripción administrativa, donde los jóvenes subrayan^ tanto afluyen en busca de instrucción, sería universitario, que lejanía centro ya la de como indicada más México frustra muchos talentos de su legítima consagración; además, se puede encontrar en la misma Guatemala suficientes personas calificadas literatos, juristas, teólogos para garantizar el nivel de la enseñanza impartidas^. Igualmente, si la autoridad superior difiere en su consentimiento, no es por desacuerdo sobre el fondo del problema sino por razones de orden financiero de la Corona y sin duda también por los obstáculos nacidos de las rivalidades entre jesuítas y dominicos, comunidades dedicadas a la enseñanza de determinadas disciplinas y, contradictoriamente preocupadas del futuro de sus propios colegios35. Incluso después
—
—
—
83 Cartas del cabildo de Santiago del 26 de enero de 1564, 15 de octubre de 1573, 19 de marzo de 1578, 17 de marzo de ¡1600 y 2 de mayo de 1604 (ibid., pp. 323, 331, 336, 361-362, 370).
34
Ver en
especial las cartas del
del 29 de abril de 1611
Cabildo del 1? de abril de 1581 y op, cit., pp. 343-344 y 384) . .,
(Arévalo, Colección,
acerca de las peticiones anteriores (21 de marzo de 1572, 20 de julio de 1580), cf. Fuentes y Guzmán, {Recordación Florida,.., op, cit,, 2» parte, lib.
Vni,
cap. 24.
35 Fuentes y Guzmán, Recordación Florida. ., op. cit., 2» parte, lib. X, cap. 2; Milla, Historia. , ., op. cit., t. II, cap. 20. Para una historia completa de la Universidad de San Carlos hasta el final de la época colonial, cf. John Tate Lanning, The üniveraity in the Kingdom of Guatemala, Kew York, 1955. .
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
87
de que un legado inesperado hiciera posible que los Hermanos predicadores tomaran la dirección de una universidades. Aun fueron necesarias muchas instancias para obtener el consentimiento oficial (1676), sin que la fundación tan largamente esperada pusiera fin a todos los problemas^T.
En materia fiscal, no debe extrañarnos el lugar que ocupan, en las cartas de los cabildos, las quejas y las súplicas; tanto más que la Corona, en déñcit crónico, no estaba muy dispuesta a consentir desgravámenes y las raras exenciones o reducciones que finalmente acepta serán otorgadas, por principio, a título temporal. Entre los argumentos generalmente esgrimidos en apoyo de esas banales quejas, vale la pena relevar el de la pobreza, diz que excepcional, de la provincia y de su capitales, sin poder rivalizar, en cuanto a bienes materiales, con los de las ricas regiones mineras de Indias, es posible que los colonos de Guatemala, salvo en períodos de calamidades o de fuertes recesiones, no tengan otro fundamento para lamentarse acerca de su pretendida miseria sino invocando como también lo hacen sus particulares méritos de vasallos y de ciudadanos39.
—
—
3G
Carta del Cabildo de SantUgo del 26 de febrero de 1652 (Arévalo,
Colección,,,, op, cit„ p. 388).
Carta del Cabildo de Santiago del 2 de octubre de 1659 (ibid., p. también Fuentes y Guzmán (Recordación Florida.,, op, cit., 2» parte, lib. X, cap. 3), el cual cita otras cartas de 1663 y 1667. Después de su fundación, que provocó múltiples litigios, la Universidad tuvo que sufrir la competencia de la Compañía, insuficientes recursos, conflictos con las autori37
389);
cf.
además de las divisiones intestinas; a pesar de todo ello ni su existencia funcionamiento fueron gravemente amenazados. 38 Ver, por ejemplo, las cai-tas dc4 14 de marzo de 1575, 19 de marzo de 1578, 8 de mayo de 1586, etc. (Arévalo, Colección. , „ op. cit., pp. 334, dades, ni
335.
336,
39 (ibid.,
351).
Ver
las cartas del 19
pp. 336 y 337).
de marzo de 1578 y del 24 de marzo de 1579
ANDRÉ SAINT-LU
88
Entre los impuestos peor aceptados, están los derechos de aduana (almojarifazgo) y el impuento sobre las ventas Los derechos de entrada o salida de las mer(alcabala). la segunda mitad del siglo XVI) ''provincia" a la otra, pesan una de todos los intercambios tan gravemente, estima el Concejo de la ciudad de Santiago, sobre la economía y especialmente sobre las exportaciones de su principal producto, el cacao, hacia México, que los recursos del país, bajaron a la mitad en un período de dos años, mientras que los tributos sufrían una disminución aún más acentuada^^^. Al mi:mo tiempo, el impuesto del 2% instaurado sobre todas las ventas precipitaba la ruina del comercio local^i. Cuadro sombrío, pero que no logrará impresionar a la autoridad superior al punto de aceptar las exoneraciones solicitadas42. Otros requerimientos más ocasionales tienen relación con los impuestos sobre el consumo (sisa, gabela), ya fueran debidamente establecidos por el presidentes^, o que las circujistancias los volvieran particularmente pesados44. y será hasta la bula, llamada de la
que afectan (desde
cancías,
40
Cartas del 14 ^de marzo de 1575, 19 de marzo de 1578 y 24 de mar-
zo de 1579
(ibid., pp. 335. 336. 337). Cartas del 19 de marzo de 1578 y 24 de marzo de 1179 (ibid,, pp. 836 y 387). En cuanto a otras quejas acerca de la alcabala (instituida en
41
1576-1577), cf. Milla, Historia.,., op. cit., t. II, cap. 12 y 13 y también García Peláez, Memorias para la historia del antiguo reino de Guatemala (3 vols.), Guatemala, 1852, t. I, p. 225. Al principio del siglo XVII, la percepción de dicho impuesto, rigurosamente controlado por el Presidente (Conde de la Gomera), suscitó vivas reacciones por parte del Concejo de la ciudad de Guatemala. 42 O que se pudieran obtener prórrogas (Milla, Historia. ., op. cit., t. n, cap. XII; García Peláez. Memorias. op. cit., t. I, pp. 225 y 227. .. 43 Carta sin fecha (1607?) del cabildo de Santiago al soberano, donde se exige la abolición de la sisa del vino y de la carne (Arévalo, Co.
.
lección.
,
.,
op.
cit.»
p.
378).
44 Cf., entre las súplicas consecutivas a los terremotos de 1717, la goe concierne la supresión del impuesto sobre la carne (ibid., p. 400).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
—
39
—
Santa Cruzada, recibida en Guatemala se subraya con cuando se hará una petición de "modera-
alegría general,
menos en la mitad de los precios*'), tomando en cuenta que deben haber seis predicaciones en seis años ción" C*a lo
y que
impuestos son excesivos: su disminución, afirma
los
el cabildo, resultará rentable.
.
A^,
Igualmente provechosa en definitiva, para
—siempre
según
de diezmo del quinto tradicional sobre
los colonos
el criterio
la
—
,
el tesoro real
la reducción al
fuente de metales
Acordado en varias oportunidades desde
preciosos.
pero sólo por períodos breves
y,
1536^6
con menor frecuencia, por
que se refiere a la plata y el oro^*^, ese apreciable aligeramiento da lugar a reiteradas súplicas que tienen por oblo
jeto
hacer que se admita su extensión o su renovación: «. .si se le hubiere de llevar el quinto, no habría minero que no saque los esclavos que tuviere de las minas, y los ocupe en otras grangería, porque las costas de la plata son muchas, y lo que se saca poco, y ansí sería más el gasto que el provecho.» .
«Convendrá a vuestro real servicio e bien desta tierra, haga merced de que paguen décima como hasta aquí por otros veinte años, con que todavía les será
se les
45
24 de
la del
46
marzo de 1579
Cf.,
(ibid.,
(ibid.,
pp. 334-336), ver también
p. 337).
aupra, 1» parte, cap.
II,
nota
16.
de junio de 1571 y de 9 de Recordación Florida. Guzmán, Fuentes por mencionadas y de 1587) 47
abril
Carta del 14 de marzo de 1575
op.
ctt..
en
las
Cf.:
las
cédulas
de concesión
(20
.
.,.
1* parte, lib. VII, cap. 4; éstas serán recordadas, sin precisar fechas,
nuevas peticiones
del
Cabildo de Santiago.
ANDRÉ SAINT-LU
90
y se animarán a proseguir en la busca y benelas dichas minas, pues que en efecto es el tode ficio tal remedio desta tierra»^». alivio,
,
Al abogar por los intereses de los propietarios de las minas, los magistrados municipales toman también la defensa de los intereses de los encomenderos, solicitando la supresión, sea momentánea, sea incluso definitiva, de las retenciones sobre los beneficios de los repartimientos: ya que gravados de tantas cargas, son apedicen esos recursos
—
—
nas suficientes para el mantenimiento de sus beneficiarios^*^. Sin pretender agotar aquí el tema de las reivindicaciones fiscales, cabría señalar aún las reacciones motivadas por el recurso, que toma la Corona, de establecer estancos, los cuales se multiplican durante el siglo XVIII por las crecientes dificultades financieras: alcohol (1753), sal, pólpesar de que la corresvora, tabaco (1766), naipes. .^o. pondencia de los cabildos no registra mayores detalles, esos
A
.
impuestos indirectos, por atenuados que fueran como muchos otros, por prácticas fraudulentas, no dejaban de proEn Guatemala, vocar protestas, y diiturbios pasajeros"^!.
48
Cartas del 14 de marzo de 1575 y del 8 de mayo de 1586 (Arécit., pp. 334 y 351): ver también la del 24 de marzo
valo. Colección..., op.
de 1580, y otra, sin 'fecha, de principios del- siglo XVII (1607?) (ihid., pp. 840 y 878). Esas peticiones volverán a plantearse en el siglo XVIII, después de la catástrofe de 1717: "Porque los mineros con este beneficio se aplican a beneficiar los minerales en mayor abundancia, y se consigue produzca mayores cantidades este ramo de hacienda que con el quinto. . .** (ibid.,
p.
400;
cf.,
favorablemente 49 886-387);
además
Carta del 27 de los
Guatemala, 241;
A.G.I.,
mayo de
1650 (Arévalo, Colección.
signatarios, quienes piden la
encomiendas, empiezan agradeciendo
ya
petición de 1719
(?),
[acogida],
al
.
.,
op.
cit.,
pp*
abolición total del quinto de las
soberano por algunas exoneraciones
concedidas.
60 Cf. Gómez Carrillo, Historia. . ., cp, cit.. t. IV, 'pp. 295 y sg.; Vaiacoita. Historia. . ., op. cit., p. 156. Acerca de los desórdenes suscitados por el precio del tabaco (que 51 fue rebajado), cf. Gómez Carrillo, Historia..., op. cit., i. IV, p. 295.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
QX
en cualquiera de suS formas nunca ocasionó una agitación comparable a la provocada en el Perú, por ejemplo, a propósito de la alcabala.
sin embargo, la fiscalidad,
Es en el campo de la economia, por su misma importancia y por los antagonismos o divergencias, no siempre conciliables, entre las orientaciones fijadas
y
por la metrópoli
mundo colonial, donde las súplicas y vuelven más insistentes y ofrecen una ma-
las pretensiones del
reclamos se yor continuidad en lo que se refiere, por una parte, a las limitaciones legales de la explotación de los indígenas y, por la otra, las restricciones impuestas a la valorización económica por la política española de monopolio. Campo donde los rechazos son también más frecuentes que los consentimientos, a pesar de que la Corona, a la larga y, sobre todo hacia el final del siglo XVIII se ve obligada, bajo la presión de las circunstancias, a soltar muchas restricciones, sin hablar de su atenuación, en los hechos, por las múltiples infracciones de las disposiciones legales. La sucesión de las encomiendas, abolidas por las Leyes Nuevas pero vuelta a establecer casi de inmediato, quedaba limitada, en principio, a los primeros herederos, quienes disponían de ella en vida pero que, a su vez, no podrían los
Desde entonces, en Indias, el principal objeencomenderos fue obtener la prórroga o hasta la perpetuación de los repartimientos. En Guatemala, ese tema reivindicativo alimenta periódicamente, en la segunda mitad del siglo XVI y aun en el siglo XVII, las peticiones de los Concejos de las ciudades, cuyos miembros están en su mayor parte, directamente interesados en el asunto.í'^ Esas peticio-
transmitirlas. tivo de los
62
Ver
las
cartas del Cabildo de Santiago del 17 de
26 de enero de 1662, 20 de diciembre de 1564, 14 de sin fecha 320, 9.
825,
10,
(principio del siglo 333 y 367;
14).
cf.
XVII
(Arévalo, Colección.
también Milla, Historia.
.
.,
mayo de
1561,
marzo de 1575 y otra op.
.
.,
op.
cit.,
t.
cit.,
II,
pp. 319, cap. 7,
ANDRÉ SAINT-LU
92
de conservar por una o dos "vidas" más, o a perpetuidad, ie apoyan, valga lo que valga, en el argumento más bien rebatído de la pobreza de los españoles y de los riesgos de ruina para el país:
cPorque como otras veces hemos informado, si los repartimientos que en esta 3 provincias hay encomendados en particulares vecinos, cuando vacasen se pusiesen en la real corona, la tierra se consumiría, y sería imposible poderse sustestar ni permanecer, por la pobreza y pocas grangería que en ellas hay»^^.
—
^y
—
tos
men
por ser muy guatemalteca repetirle en otros argumenpodría observación la manera de invocar para exigir el beneficio, el régien vigor en la vecina Nueva España:
Hay que la misma
señalar también,
M. . .y entre tanto V. la Nueva España, cerca los nietos no se haga provea otra cosa. .»»4. c.
provea como se guarde lo ove en de que en el suceder de los indios novedad hasta tanto que V. M.
.
Más
convincentes, a su
manera
los substanciales ofreci-
mientos pecimiarios (no menos de doscientos mil ducados en 1565) que por intermedio de sus procuradores los colonos dirigen a la Corona en recompensa de los privilegios solicitados55. Sin embargo, incluso esas alentadoras propuestas —que tienen sus equivalentes en los otros reinos de India^ no son suficientes para forzar el consentimiento
—
Carta citada del 14 de marzo de 1575. Carta citada del 20 de diciembre de 1564; ver también cipio del siglo XVII, sin fecha. 5S
64
la
de prin-
66 Milla, Historia, . ., op, cit,, t. II, cap. 7; la ^suma propuesta era superior a los ingresos anuales de cerca posiblemente subestimados de doeclentas encomiendas de las provincias de Guatemala, Chiapa, San Sal-
—
muy
vador y San
Misruel.
—
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
de la autoridad
real,
93
probablemente tentada pero siempre
desconfiada, políticamente, frente a las concesiones definitivas, ya que éstas sólo le ocasionan un beneficio financiero
inmediato que excluye las ganancias a largo plazo que puede implicar el statu quo'*^. Es un hecho que las negativas se repiten sistemáticamente en las respuestas oficiales^^. Esto no significa que todas las encomiendas desaparezcan cuando se produce la muerte de los primeros herederos: muchas subsistirán, por tolerancia (disimulación) durante una ^'tercera vida" o más; y la transferencia de títulos podrán impedir que éstas pasen automáticamente **bajo la Corona" en caso de quedar vacante. Su número, sin embargo, parecía acusar una baja sensible, por lo menos desde los primeros años del siglo XVII.^* Fenómeno progresivo y que, en un medio social mucho más complejo que al principio de la época colonial, no parece, además, provocar graves descontentos. Incluso cuando se decretó oficialmente la extinción de los repartimientos para el conjunto de Indias, (1718), parece ser que tal medida aplicada sin mucho rigor. vez habría que tomar en cuenta, en esa época (la de los últiLas Casas), de la siempre viva oposición, de los defensores de loe Indios. Acerca de esta cuestión de la perpetuidad de las encomiendas y de su abolición, en el siglo XVIII, cf. Zavala, La encomienda. ., op. cit., (.b
mo
^
añütt
'l'al
(le
.
pp. 205 y sg.
Acerca de un caso (distinto; 57 Cf. Milla, Historia. , ., cap. citados. de regr'.amcnto favorable a los encomenderos, en un primer tiempo afectados por las medidas de confiscación del gobernador Briceño, cf. su carta citada del Cabildo de Santiago, 14 de
marzo de
1575.
Según un censo citado por Milla (Historia. ., op. cit., t. II, cap. 7), en 1604 sólo habia setenta y seis encomenderos en Guatemala (sobre un total de ochocientos noventa vecinos) en 1626, sólo quedaban cuarenta y t'-es (García Peláez, Memorias. ., op. cit., t. I, p. 229), a la vez que las 58
.
;
.
encomiendas,
al
producirse
tre varios beneficiarios
glo
XVII).
(cf.
las
sucesiones,
frecuentemente se dividían enCabildo de principio del si-
la carta ciUda del
ANDRÉ SAINT-LU
—
no haya dado lugar, en Guatemala a secontroversias, por lo menos bajo forma de protestas
decir verdad rias
colectivas»».
Españoles encomenderos, único beneficio legalmente inherente a su condición, estaban Pero miensometidos a gravámenes oficiales revisables. exigencias exorbidenuncia las tras Las Casas, en 1557, tantes que sufren los indígenas de las provincias de Guatemala, Honduras y Nicaragua.
Los tributos obtenidos por
los
«. .las grandes cargas que tienen de los tributos, de que cada dia son más agraviados, así con la cantidad como con la calidad, forzándolos a dar de lo que no tienen ni pueden haííer de sus tierras. .»6o^ .
.
Los colonos protestan contra otorgadas a la ligera
—dicen—
las desastrosas reducciones
por magistrados inexpertos:
«Porque con la cómoda sustentación de deros se sustenta la tierra, y careciendo de; y los naturales, siendo relevados de butos se consumen e disminuyen con la
los
encomen-
dellos se piersus justos triociosidad. .»^^ .
Para que cesara lo que ellos llaman la inquietud de los naturales quiene % inducidos por los religiosos u otras personas "apasionadas", reclaman a la Audiencia una disminución de los tribuaos, sin otro motivo que su propia pereza "viciosamente y sin causa" los españoles piden que el Oidor más antiguo proceda a una tasación definitiva (como en la Nueva España^s, sujeta a poderse modificar en perío-
—
—
no tenemos conocimiento de
69
Personalmente,
60
"Representación"
61
El Cabildo de Santiago
Coleeeión. 62
,
.,
op.
cit.,
Ibid.; ver
,
al
ello.
Consejo de Indias, B.A.E,, al
Rey,
1^
t.
CX,
de enero de 1564
p.
460.
(Arévalo,
p. 321).
también
la
carta del 20 de julio de 1560
(ihid., p.
317).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
95
Solución harto sumaria, sin duda, dos de calamidades63. para obtener la aprobación de la autoridad superior. De todas maneras, habrá otras quejas, como consecuencia de nuevas reducciones decididas por la Audiencia^^^. No menos reveladoras, por su naturaleza y espíritu, de del mundo colonial, las múltiples peticiones con respecto al libre empleo de mano de obra indígena para los trabajos agrícolas o manufacturero?. Igual que en el caso de los tributos, Las Casas condenaba vigorosamente Acerca las inhumanas tareas impuestas a los naturales^». de dichos servicios prestados en la producción del cacao o la fabricación del añil y que son también los más durps para los jornaleros indígenas, los españoles dan una imagen menos aflictiva, que contradice la nocividad tomada como pretexto para prohibirlas: las pretensiones
«Este aprovechamiento desta tinta se ha quitado, por orden de la real audiencia, so color de que los indios que la ayudaban a hacer se mueren. Esta C:udad se h^a procurado informar bien del daño, y es sin comparación menor del que han significado a esta real audiencia.
y a
.»«6.
.
vez que manifiestan su preocupación por la salud de
la
los Indios
"Y si en tiempos venideros sucediese alguna desgracia por pe:.tio por otra alguna causa, la audiencia o el Presidente lo remediarían. . ." (carta del 20 de julio de 1560). (Las Casas -seguía insistiendo acerca de la rápida despoblación de los pueblos indígenas y pedía una tab3
lencia,
sación "por cabezas" 64
Cf.
(Representación citada, B.A.E., T. CX, p. 4Gla). del Cabildo de Santiago del 18 de mayo de 160G,
un memorial
citado por Milla, Historia.
.
.,
Representación de
65
op.
1557,
ctt.,
t.
texto
II,
cap. 12.
citado,
B.A.E.,
t.
CX. pp. 461b-
462.
El Cabildo de Santiago al Rey, l^ de abril de 1581
66 leoción.
,
.,
op,
cit.,
p.
343).
(Arévalo, Co-
,
AJUOl»:»
'^'
"ANDRá SAINT-LÜ
es verdad que se ha de tener más respetó a la conservación y bien de los naturales que a otro ningún aprovechamiento temporal. .»
tY aunque
.
—
exigen que se quítein las prohibiciones, tanto menos justificadas
que lesionan no sólo
los intereses del país sino
tam-
Esas súplicas se repiten periódide camente<^8, sin lograr derrotar, a pesar de algunas fluctuaciones, una tendencia oficial netamente contraría, inspirada, no sólo por consideraciones humanitaria s^», pero que a todas hices era impotente para eliminar todos los abusos. Como reivindicaciones complementarias, citaremos aquí Abolida desde las Lelas quje conciernen a la esclavitud. yes Nuevas, había sufrido, en Guatemala, bajo la presidenbién los
la Corona^^.
cia de Cerrato, si
no una
total desaparición,
una regresión
Luego, sin poner en entredicho el principio los naturales, se produjeron algunas derogaciones ocasionales en consideración de la hostilidad de algu-
bien efectiva.
de libertad de
ü< **A esta Ciudad le parece convernía dar lugar para que se diese alSÚA fcrvtcio, para que este trato no se perdiese, pues era tan principal y Bjrudaba tan bien al sustento desta tierra y a todo lo demás dicho, y se seguía también apovechamiento a la real hacienda de V, M." (ibidj.
€9 Ver, por eiempto, la carta del 18 de mayo de 1606, relativa a las plantaciones de cacao y aquella otra en seguida después de la catástrofe de i717# que se refiere, de nuevo, al trabajo del añil.
60 Fuera de algunas concesiones (cédula de 1616 autorizando los Tepatini lentos de Indios para los trabajos agrícolas en el valle de Guatemala) CMilla, Historia. . ., oj>. cit., t, 11, cap. 13 y otro decreto, también favorabb de 1626, cf. tbid., cap. 14) la mayoría de las respuestas reales se Hmitan a estrictas prohibiciones; cédulas del & de junio de 1581 (ibid., cap. 9)» 20 de mayo de 1582 (Fuentes y
o de
nopolios.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
97
ñas tribus (Lacandones, Chontales)jo Pero más que los Indios, los negros, como mano de obra servil, son objeto de las peticiones de los colonos, principalmente en la segunda mitad del siglo XVI. Pedida por cargas de mil o quinientos,
para la explotación de las minas de plata de Honduras, o paira la producción del añiHi, la importación de esas preciosas "piezas" chocan también con la oposición de la autoridad metropolitana72. Traba cuyos efectos serán pronto atenuados muchos nepor el contrabando aún cuando nunca hubo gros en esas provine as.
Es un hecho bien conocido, que los gravámenes fis;cales o las limitaciones de orden social, bajo muchas de las formas arriba mencionadas, coincidían en Indias, con una política de monopolio económico cuyas obligaciones oficiales o privadas no dejaban de afectar sensiblemente la explotación colonial. Más que sobre la producción agrícola, minera o manufacturera, propiamente dicha, era sobre el comercio en su doble función de aprovisionamiento y de donde se hacia venta, con los beneficios derivados de ello sentir el embargo metropolitano, no sólo, como acabamos de ver, por medio de la fiscalía, sino sobre todo por un. "exclusivo" cuyo contrabando sólo logrará balancear sus Tal situación provocaba reacciones de efectos tardíamente. defensa y de anhelos de libertad, tendientes a proteger o a favorecer el comercio colonial en sus intereses netamente
—
—
—
Zavala,
TU
candones, par.
cf.
—
Contribución
nuestro estudio
,
op.
La Vera
cit.,
Faz.
pp. 47 y sg; acerca de los laop, cit., 2» parte, daíp. II, ., .
II.
El Cabildo de Santiago al Rey, 12 de marzo de 1570 y 24 de marzo cit,, pp. 328 y 338); acerca de posteriores peticione», cf. Milla, Historia. . ., op. cit., t. II, cap. 10 y ViHaeorta, His71
de 1579 toria.
.
(Arévalo, Colección,.,, op,
.,
72 toria.
.
.,
op,
cit.,
lib.
I,
cap.
Milla, Historia.
op.
cit.,
lib.
I,
.
6.
„ op.
cap.
6.
cit..
2?
parte, cap. 8 y 10; Villacorta, His-
ANDRÉ SAINT-LU
americanos.
Fenómeno general en
Indias, pero
en esa ma-
cada país tenía sus problemas específicos. Aquí señalaremos, principalmente, las reivindicaciones particulares de Guatemala, acerca de las cuales, una vez más, la preteria,
ciosa correspondencia de los cabildos, reúne lo esencial.
El tráfico con España poco a poco se había ido regularizando, pero no pasaba de dos o tres cargamentos al año en las dos vías: vino, aceite, objetos en hierro, telas y otros productos de Europa; añil, cacao, zarzaparrilla, cueros y Intercambios necesarios, metales preciosos de Guatemala. claro está, para la vida de la "colonia", sin embargo, ésta no tenía por qué estar totalmente satisfecha con su sistema impuesto por la metrópoli, primordialmente en provecho prooio. A decir verdad, a través de los requerimientos, al principio los colonos no expresaban quejas, sino propuestas o peticiones, evidentemente interesadas con respecto a la extensión del comercio existente en función de las posibili^reales o supuestas dades que ofrecía el país. Lo más notable y, a primera vista la más inesperada, se refiere a la navegación entre España y Perú que se realizaba por Nombre de Dios y Panamá, mientras que los españoles de Guatemala solicitaban el desplazamiento en beneficio de sus puertos: Puerto de Caballos, luego Santo Tomás, en el "Mar del Norte*', Fonseca en el "Mar del Sur''. Ese proyecto, cuya concepción era relativamente antigua, despertó cierto interés en la autoridad superior, prueba de ello la investigación efectuada por orden de la autoridad superior por la Audiencia de los Confines y recordada por el Consejo de la ciudad de Santiago en 1559'73, gin embargo, a pesar de rei-
—
—
teradas súplicas, cias, protección,
—
donde se esgrimen argumentos distanequipos, clima algunos de los cuales son
—
valederos. 73
dd 22 de diciembre, Arévalo, Colección, fue presentada por el procurador Hermosilla.
Carta
la petición
,
„ op.
cit.,
p. 315;
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
—
99
.por ser la navegacLón para las provincias del «. Perú tan trabajosa e peligrosa por el dicho Nombre de Dios, el cual es sepultura de españoles. .» "7^. .
—
.
duda menos ventajoso de lo que barato que vende los interese rivales, nimca y será adoptado. En la misma época, hay que señalar, las solicitudes de autorización de tráfico con Asia ("licencia
El cambio de itinerarios, sin se suponía
para enviar algunos navios a la China"). Esos intercambios, expone el cabildo, estimularían la economía del país y permitiría dar ocupación a muchos ociosos que estorban la capital. Previsiones demasiado optimistas, aparentemenSin embarte, aunque fuera sólo por la escasez de barcos. go, se observa un principio de actividad cuando la Corona da su consentimiento^^. Mas, las verdaderas quejas o reivindicaciones, concernientes a la situación comercial de Guatemala, sólo se producen (por lo que permite afirmarlo la documentación disponible) cuando se comienzan a percibir las primeras fallas en las relaciones regulares con la metrópoli. Si bien las condiciones no son plenamente satisfactorias, la súbita privación de esa contratación anual como sucedió en 1582^'^, resulta sumamente dañina, frustrando la colonia de los productos esenciales que resultaría costoso y difícil obtener por otras vías. Esa es la razón por la cual los españoles de .
.'*'».
Guatemala suplican
al
soberano de velar porque
el tráfico
Cartas del IT de mayo de 1561, 26 de enero de 1562 (donde aparece el pasaje citado acerca del Nombre de Dios) y principio del siglo XVII Cabildo (1607?,) (ibid,, pp. 318, 820 y 375-376); cf. también las actas del FloRecordación Guzmán, IS y 22 de enero de 1572 (citadas por Fuentes y 74
rida, op. cít., 2» parte, lib. XII, cap. 2).
75
Carta del 14 de marzo de 1575 (Arévalo, Colección.
76
Carta del 28 de febrero de 1590 (ibid., p. 353). Ver la carta del 11 de noviembre de ese mismo año
.
.,
op.
cit.,
p.
334).
77
(ibid.. Vi
345),
ANDRÉ SAINT-LU
100
con España continúe como en el pasado y, más exactamente, impedir que los "intereses particulares" sean un obstáculo para la llegada de los dos o tres barcos habituales:
y
no permita V. M. que persona alguna sea parte para como dicen que este año lo impidió un mercader dé Sevilla por su particular interese»"^». lo estorbar,
Ese indispensable comercio^sbis el cual por muy oficial y protegido que sea no escarba ni a los azares de la competencia ni a los peligros de la piratería, sufrirá en el siglo XVni graves vicisitudes, y la supresión en 1633, de la "flota de Honduras"'^» \q asestará
un golpe
decisivo.
De donde
nuevas quejas de los voceros de los colonos, quienes reipara salir de un marasmo y de una cavindican ahora, la plena liberrestía que ellos describen como dramática tad de tráfico anteriormente negado o limitado en virtud del monopolio sevillano con los demás países de Indias, y, de manera especial con el Perú^o. Entre los productos cuya falta se resiente más, están los vinos que, con algunas otros (aceite, alcohol), son objeto de muchas instancias de los Cabildos. A falta de los de España que ya no llegaban, los vinos del Perú, antes despreciados, serían altamente apreciados, ya que en esa época las
— —
—
—
en apoyo de su petición, los signatarios hacen valer que el también saldría perdiendo. «. .demás del daño que dello viene a real hacienda de V. M., cesando los derechos de lo que se trae y vuelve. . .». 78bis Tanto más que los intercambios con el extranjero estaban ofi48
Ibid;
tofioro real
la
.
cialmente prohibidos. 79
Cédula del
17
de
abril:
cf.
Milla,
Historia.
.
.,
op,
cit.,
t.
II,
cap. 14.
80 Una cédula real del 20 de marzo de 1620 autorizaba dos barcos peruanos para que, todos los años, se aprovisionaran en Guatemala, pero
prohibía
el tráfico
inverso
(ibid., t.
II,
cap. 13).
'
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
penuria
la
—afirman— amenazaba con impedir
IQl
hasta la ce-
lebración de la misa^i.
Sin embargo, a pesar de reiterados requerimientos^^ y ¿e la elocuencia de los argumentos esgrimidos«3, las prohibiciones, renovadas por largo tiempo serán temporalmente revocadas, sólo al final del siglo XVII definitivamente, en el siglo XVIIP^.
y,
las innumerables peticiones de interés vital, o para la economía de Guatemala y el bienestar general de los habitantes, hay que destacar la libertad de comercio con La Habana, considerada ventajosa bajo cualquier aspccto,85 y por lo que se refiere a productos exportados, se exigía una protección especial para el cacao, toda vez que los beneficios sobre la venta de ese producto estaban seriamente amenazados por la competencia (ilegal) del Perú en el mercado mexicano^^. Finalmente, junto con
Entre
supuesto,
Ver
81
cartas del 2 de octubre de
las
82 Historia.
.
op.
.,
cit.,
Ver en
83
no se omiten mercio con 84 y,
el
Cf.
las
t.
11,
1709
ctí.,
Milla,
ef.
cap. 19, 20, 21.
especial la lar^a carta del 9 de marzo de 1709, en la cual ventajas fiscales que puede obtener la Corona del libre co.
Perú. los
numerosos decretos realeg recordados en
acerca de la autorización
1718
1669 y 9 de marzo de
pp. 889-390 y 395-397). Acerca de otras diUgenclas de I03 Cabildos (1668-1679),
(Aitvalo, Colección..., op.
difinitiva,
(García Pelúez, Aícmortcs.
.
.,
op.
una cédula cit.,
t.
II,
del
pp.
la
22 57 y
carta de 1709
de ferbrero sg;)í
de
tatmbién
hubo súplicas posteriores «por no haverse observado lo mandado» información presentada por el Cabildo de Guatemala (1730?), adjuntando la cédula de 1718 (A.G.I., Guatemala, 241). Carta citeda del 9 de marzo de 1709 (Arévalo, Colección. ., op. 85 .
cit.,
pp.
397-399).
Caita de 1709 (ibid., pp. 393-394; cf. también Milla, Historia..., II, cap. 21, Garoia Peláez, Memoriae. op. cit., t. II, p. 45. La ., competencia del cacao de Guayaquil se dejaba sentir también en el mercado interno de Guatemala. Por otra parte, se sabe que el Cabildo se quejaba de los derechos de aduana los cuales gravaban la exportación de ese producto 86
op.
(cf.
cit.,
t.
supra, p. 61).
.
;
ANDRÉ SAINT.LU
202
por las vías y los medios de comunicación terrescabe señalar la preocupación que se mamarítimos,87 y XVTI, a causa de la falta de moneda, siglo el nifiesta, en cosa que se resuelve en el siglo XVIII con la aquiescencia oficial, mediante una incipiente fabricación local, limitada por la insuficiente producción minera^».
el interés
tres
escollo de la mitad del siglo XVIII, de Guatemala se vuelven defensoras de un proyecto de compañía de comercio a la imagen de la de Caracas, pero que muchos intereses en competencia en Madrid, en Cádiz y en las Indias (hasta en el círculo de negocientes guatemaltecos) no dejarán prosperarlo; de esa ma-
Pasado el
difícil
las autoridades
^
nera, las viejas obligaciones del "pacto colonial'* limitadas,
en
por el contrabando organizado y casi reconocido, caerán progresivamente^^. Esto no significa que las libertades legales sometidas a prueba en las próximas los hechos,
—
87
cartas del
Ver, por ejemplo, acerca de los puertos y de la navegación, las Cabildo de Guatemala, del 24 de marzo de 1580, 20 de abril de
1691 y 29 de abril y,
die
1611
(
aceroa de los caminos y los
mayo de
pp. 341, 354, 382) puentes, la del 10 de octubre de 1574, 11 de
Arévalo, Colección.
.
.,
op.
cit.,
1592 y 29 de abril de 1611
(ibid,, pp. 332, 355, 382). frecuentemente defectuoso, llegaba del Perú y de la Nueva España; acerca de la fundación de la 'Casa de Monedas de Cuatemala (cabildo abierto de 1729; real cédula del 17 de enero de 1731), of. Gómez
88
El
numerario,
Carrillo, Historia.
89
.
.,
Memorial
pp. 124 y sg. y 229-230.^ ciudad de Guatemala al Rey, 10 de apoyado 533); en cuanto a ese proyecto,
op.
cit., t. Ilí,
del
cabildo de la
enero de 1749 (A.G.I., Guatemala r>or el Presidente Echevers, pero que choca a una oposición a la vez oficial y privada, cf. también Gómez Carrillo, Historia. . ., op. cit., t. III, pp. 275 y sg., y García Peláez, Memorias. .]., op. cit., t. III, pp. 9 y sg.).
90
1760:
apertura del comercio vía
La Habana;
1774:
libre tráfico
por el mar del Sur (Perú, Nueva Granada, Nueva España); 1778: apertura de los puertos de Omoa y Santo Tomás para los intercambios con España (Gómez (barrillo. Historia..., op. cit., t. IV, pp. 184 y £"61; García Peláez, Memoria». . ., op. cit., t. III, p. 94) ; lo anterior, en espera del libre acceso de los puertos de Indias a los barcos neutrales (1797).
I
y
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
103
—
conlleven una extensión efectiva del comercio y guerras de la economía, ni tampoco que se amolden a ellas quienes sacan provecho del monopolio. Pero con el siglo XIX se anuncia ima nueva época no muy influenciada por la que está por terminar. Vinculado a la condición colonial, ese aspecto rei vindicativo que acabamos de analizar en sus expresiones más reveladoras tamque, en Guatemala no se caracteriza por su violencia bién es criollo en la medida en que la sociedad colonial española es, a la vez, una sociedad criolla instalada sin retorno en una tierra donde busca afanosamente asegurarse condiciones de vida más acordes a sus necesidades, a su seguridad, a sus aspiraciones y a sus intereses. Nos detendremos ahora más detalladamente en ese criollismo guatemalteco, aislando las tendencias específicas, que, proviniendo
—
—
directamente de él, lo definen en su afirmación frente a los peninsulares en América y en España.
Capítulo Segundo
DEFENSA DE LA CALIDAD DE CRIOLLO Ei
preocupado desde tiempo atrás futuro de los descendientes de los conquistadores, en su última carta al soberano (12 de febrero de 1563) llamaba la atención de la autoridad real, usando el término (¿nuevo?) de criollos, al referirse a esa juventud nativa de Guatemala que, según él, llevaba en si los destinos del país y que estimaba digna de toda la atención oficiala En su espíritu, la noción de mérito, normalmente asociada a los servicios de los padres, se transmitía de alguna manera a los hijos como una herencia a la vez natural y legítima. Igualmente, aunque Marroquin no lo aplica propiamente a los descendientes de los fundadores de la colonia, la expresión de beneméritos que menciona hacia la misma fecha en su correspondencia^, califica dichos colonos entre los aspectos que considera recomendables, y no de menor importancia, el de tener muchos hijos que podrán
—como
obispo Marroquín,
hemos
— por
visto
el
sucederles con toda dignidad: 1
Sáenz de Santa María, El licenciado.
2
Cartas
al
Rey
del 7 de febrero
.
y 30 de
.,
op.
cit.,
p.
355.
abril de 1562 (ihid., p. 3i45).
ANDRÉ SAINT-LU
106
«Demás desto
es casado
y
tiene seis hijos,
rán herederos para las mercedes que re.
.
v.
no
le falta-
mt. le hicie-
.»3.
Ahora bien, a partir de la época en que se produce el cambio de generación, la toma de conciencia de la calidad de criollo, cabalmente identificada a la de benemérito, hará que los colonos asuman desde entonces, una actitud constante de defensa de las justas o supuestas prerrogativas que ésta le confiere.
Son muy comunes, en la correspondencia de los cabildos y otros textos coloniales, las súplicas a favor de esos causahabientes tendientes a que se reconozca y respete su prioridad sobre eventuales pretendientes con menores méritos y en especial, los recién llegados. Bien sabemos, que esa reacción venía de lejos y había conocido bajo Cerrato, un período de exasperación, pero de ahora en adelante durante varios siglos, entrará en su fase crónica ^y no sólo en los momentos críticos como una constante específicamente
—
—
criolla.
Hasta cerca de 1560 seguirán siendo los conquistadores
—
^tanto en materia de y antiguos pobladores cuyos intereses encomiendas como de cargos públicos o de ayudas serán
—
defendidos, según la calidad de su persona.
«que en los indios que vacaren, corregimientos, ayudas de costas y aprovechamientos desta tierra, los tales conquistadores y pobladores antiguos sean siempre antepuestos y preferidos, teniendo siempre consideración a la calidad y méritos de cada uno»^. 3
Carta del 30 de abril de 1562; recomendación de Vázquez de Co-
ronado. valo.
4 Carta del Cabildo de Santiago al Rey, 18 de febrero de 1558 Colección,.,, op. eit, p. 314).
(Aré-
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Entre
buen
Una las
107
méritos croncretamente mencionados figura, en hecho de estar casado y con mucha familia.5 carta del 19 de enero de 1563 al pedir la prioridad sobre los
lugar, el
^'personas inméritas", asocia
vez) los padres
y
los hijos,
formalmente (por primera y marca el momento justo cuando
segundos toman la delantera sobre los primeros.^ Luego, todag las reivindicaciones de esa naturaleza se harán en nombre de los hijos de vecinos, implícita o explícitamente (exclu* yéndose siempre a los no criollos) asimilados a los benemélos
ritos.
A
propósito de las encomiendas, vimos que los colonos trataban de impedir o retardar su confiscación por parte de la Coronad Al proceder de esa manera, pretendían conservar su beneficio para los herederos sucesivos de los primeros poseedores,^ y no debe extrañarnos que, en la medida en que éstas estaban llamadas a subsistir, fuesen también objeto de la más celosa vigilancia con respecto a las pretensiones rivales de personas privadas, en especial cuando éstas se aprovechaban del apoyo de las autoridades locales. Sintomáticas son
dd 26 de enero de 1562 y del 12 pp. 820 y 822); cf. también como ejemplos de las peticiones privadas donde aparecen los mismos argrumentos, las cartas citadas, de Bernal Díaz deJ Castillo, 20 de febrero de 1558 y 1^ de febrero de 1575; esta última fecha es particularmente tardía, pero se sabe que Bernal Díaz fue uno de los últimos sobrevivientes de la generación, de los con6
Ver, por ejemplo, las cartas
de febrero de 1568
(ibid.,
quistadores. 6
Arévalo, Colección,
7
Cf.,
SHpra, pp.
.
.,
op.
cit.,
pp. 320-S21.
63-64.
8 A las cartas del Cabildo citadas supra, pp. 63-64, notas 52^-54, deben agregarse las del 12 de abril de 1570 y del 15 de octubre de 1573, ya que hacen expresamente mención de los "hijos de conquistadores" o de los ^'beneméritos" (Arévalo, Colección.],,, op, cit., PP. 329 y 331); ver también las diligencias concordantes muy significativas de la asimilación de las
—
—
de los franciscanos y dominicos órdenes religiosas a la sociedad colonial de Guatemala "en recomendación de los hijos de los conquistadores": cartas al Rey del 12 de marzo de 1574 y del 1^ de abril de 1575, respectivamente (A.G.I.,
Guatemala, 169).
,
ANDRÉ SAINT-LU
108
veces renovadas al principio del siglo XVII, contra la nueva costumbre instaurada por el presidente (Criado de Castilla) en la sucesión de lote 3 de Indios vacantes, a saber, su repartición abusiva entre muchos beneficiarios
las quejas, varias
que no tenían los mismos méritos, en detrimento de los causahabientes.o Sea cual fuere la preocupación acerca del bienestar de los indígenas, ésta se reñeja en estas quejas:
—
« de darse a muchos es ocasión truirse los pueblos de indios»
—
de asolarse y des-
donde aparece claramente que traducen una preocupación conservadora, verdadero espíritu de casta «...es
gran y menoscabo de la nobleza y población
desta Ciudad y provincia».
Y
misma '^nobleza" un siglo más tarde, el
siempre en nombre de
nobles personas"
—
protesta
la
—
''estas
cabildo
de Guatemala, al denunciar ciertas expropiaciones de tribus de que son víctimas "los descendientes de los primeros descubridores de esas provincias". 10 A falta de encomiendas o como fuente adicional de ganancias, para los criollos los puestos administrativos además
muy
—
—
constituían un campo que tenían que defender contra la condición y las ambiciones rivales. Sabemos también que los colonos le atribuían un gran interés honoríficos
tt
mayo de
Cartas del Cabildo de Santiago del 29 de abril de 1601, 13 de 1605 y 18 de mayo de 1606 (Arévalo, Colección. . ., op. cit., pp.
también p. 367). cual han quedado y están despreciados, o a lo menos olvidados, los méritos y servicios de los descendientes de los primeros descubridores de este reino. .» carta al soberano del 9 de marzo de 1709
364-365, 371, 373;
10
cf.
«... con
lo
.
(ibid., p.
393).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
a
109
municipales.il
Frente a las usurpaciones favorecidas por la venalidad, pronto consentida, de esas funciones, los beneméritos reclamaban vigorosamente una prioridad que los privilegios de la fortuna o la protección de las autoridades no podrían poner en entredicho.12 Igual vigilancia e iguales protestas con respecto a los altos cargos de la adminstración provincial o regional (gobernaciones, alcaldías mayores, corregimientos).! 3 Citaremos, por su explícita significación, un informe inaudito de los ediles de Guatemala 9 de marzo de 1709), después que los corregimientos tradicionalmente atribuidos a la aristocracia criolla pasaran a manos de los españoles peninsulares, como consecuencia de una venta precipitada de esos oficios: oficios
los
«Y el caudal que en ellos adquirían, no sólo les servía para su más decente porte, sino que se quedaba entre ellos, y los unos tenían con que socorrer y ayudar a los otro y en él se interesaban todos estos moradores (...) Y con las '^rovis'ones en los dichos naturales de e
,
i.
12
oi.
Ver
supra, pp. 68-64. la
carta del
Cabildo de Santiago del 24 de marzo de 1579, marzo de 1599
relativa a los regimientos y las del 4 de julio de 1597, 18 de
abril de 1601, acerca de las pretensiones de un rico comerciante (Francisco de Mesa), "hombre sin mérito y calidad", a varios empleos mu-
y 29 de
nicipales 13
(Arévalo, Colección
op.
cit.
Cartas del 4 de julio de 1597
pp. 338, 357, 369, 361 y 362-363). p. 357) y del 9 de marzo de
(ibid.,
p. 393); acerca de una petición mucho más tardía (1735?) cf. Señalemos que ese tipo de Guatemala, 241 (extracto del relator). requerimientos no se referían, por lo menos formalmente, a los cargos de Oidores o de Presidentes-Capitanas Generales.
1709
(ibid.,
A.G.I.,
14
Arévalo, Colección,
.
.,
op.
cit.,
p.
393.
:
ANDRÉ SAINT-LU
lio
puestos civiles, los colonos reclaman los beneficios eclesiásticos, haciendo valer que la juventud del pais e taba perfectamente preparada para asumir sus
Al reivindicar
los
responsabilidades .suplicamos a V. M. sea servido de los mandar pro«. veer en hijos de vecinos desta Ciudad, que hay muchos muy hábiles e muy buenas lenguas, que estudian con diligencia, con confianza que V. M. los ha de mandar preferir a los advenedizos» i"^. .
Finalmente, en nombre de las viudas y de los 'pobre beneméritos" los cabildos insisten para que se entreguen, en tiempo útil, las prestaciones anuales (ayudas de costa) legalmente instituidasi^. Cabe señalar que esas numerosas súplicas, en general, no *
chocan ni con la hostilidad y ni siquiera con la indiferencia de la autoridad superior. Acordadas la mayoría de las veces sin dificultades, las prioridades requeridas se renuevan sin muchos problemas^^, Pero las medidas oficiales en contra de los intereses opuestos o las pretensiones de los rivales, quienes también cuentan con apoyos, con frecuencia quedan en letra muerta: esto explica que, a lo largo de los siglos coloniales se
sigan reiterando las instancias pero,
lo El Cabildo de Santiago al Rey, 15 de octubre de 1573 (ihid., p. 331) ver también la carta del 12 de abril de 1570, otra, sin fecha, de prin-
XVII y la del 26 de febrero de 1726, a favor un descendiente de Jorge de Alvarado (ihid., pp. 329-330, 380 y 404-407). 16 Carta del 29 de abril de 1601 (ibid., p. 365; ver también p. 367). 17 Además de las disposiciones legales recordadas en lag cartas del Cabildo, ver por ejemplo las cédulas reales del 4 de marzo de 1558 (sobre los corre^mientos), 27 de abril de 1574 (sobre los beneficios ecle£Íásticos- y 11 de julio de 1596 (sobre las encomiendas! : Fuentes y Guzmán, Recordación Fio*
cipios del siglo
rída,
.
.,
op.
cít.,
puesta favorable (nota 13).
2» parte,
("como
lo
lib.
XI, cap.
pide")
1
y
2.
Señalemos también
la res-
a la petición tardía mencionada arriba
.
m
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
por la documentación disponible que tuvimos a la vista^ parece ser que éstas disminuyen durante el siglo XVIII. *
Como encarnación de ese criollismo reivindicador, es preciso citar al historiador guatemalteco Fuentes y Guzmán^ cuya Recordación Florida (a finales del siglo XVII), utilizada a menudo en este estudio por su abundante y objetiva información, constituye una apasionada defensa a favor de los hijos del país, pero una defensa en forma de lamento. Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán (1643 a 1700)i» pertenece a la alta sociedad criolla de Santiago de Guatemala, donde nació en una familia de notables, cuyos antepasados estaban emparentados a los más antiguos conquistadores o pobladores del paísi®. Regidor perpetuo desde la edad de d'ez y ocho años, electo varias veces como primer o segundo alcalde de la capital, desempeña también funciones lucrativas de alcalde mayor de Totonicapán, luego de Sonsonate, sin perjuicio de su calidad de encomendero^^ y, con.
18
Oí. entre otraa,
lu
noticias bio-bibliofirráficas de
Juan Gavarrete,
de la Recordación Florida, pp. XIX-XX); Agrustín Meneos, 1889 (Biblioteca "Goathemala", vol. III, T. III de la Historia de Ximénez, pp. XIII-XX); y Sinforoso Aguilar, 1933 (Analea de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, t. IX, n9 4, pp. 3751876
(Biblioteca "Goathemala". vol. VI,
402.
PrólOKO del
existe, sobre
ese
t.
1
Que nosotros sepamos no t. III de la Recordación Florida), Fuentes y Guzmán una obra proporcional a la importancia de
autor.
Esa laguna ha sido superada: cf. un sustancial (1970). '«Estudio preliminar" de Carmelo Sáenz de Santa María, S. J., como introducción de una nueva edición de toda la Recordación Florida, B.A.E., t. Nota adicional
CCXXX 19
mar
(Madrid, 1969), pp. V-LXXXII. Entre éstos Beraal Díaz del Castillo, que Fuentes se place en
lia-
*'mi progenitor".
20
Acerca de sus encomiendas de Yzquintepcque,
Florida» op^
eit,»
2» parte,
lib.
II,
cap. 2.
cf.
la
Recordacióiá
ANDRÉ SAINT-LU
112
juntamente con un cargo oficial (capitán) que le dan moSituación envidiable, evidentetivos de sentirse orgulloso. mente tanto por el lustre y la autoridad inherente, como por Si bien las sustanciales ventajas finacieras que ella implica. historia patria de guatemalescribe la su Guzmán Fuentes y teca para celebrar su grandeza y sus méritos mal conocidos hasta entonces2i, parecería, al leer varios pasajes, que también haya querido aprovechar la ocasión para expresar extensamente sus agravios de criollo con respecto a las dificultades de su época. Para Fuentes y Guzmán, los derechos y las prerrogativas, muy legítimas, de las familias más antiguas no están reconocidos. Esos numerosos descendientes de los 'héroes" de entre los cuales se cuenta él mismo esla conquista22 *
—
—
a un estado miserable, por la ley y contra toda justicia: tan reducidos
despreciados
hasta
«Y aunque algunos, no tan apagados como otros, solicitan el premio tan justo y tan debido a la sangre y sudores de sus pasados, rara vez o nunca lo consiguen en limitada recompensa; porque aunque Su Magestad manda que sean promovidos y preferidos, quieren dar a entender envidiosos y apasionados que ya no hay descendientes de aquellos heroicos conquistadores, y, hay algunos beneméritos, que ya están premiaverdad que ninguno hay que pueda conservar su nombre con un maravedí de renta a la posteridad; gozándose en España, no r>or mayores ni más señalados servicios, el lustre y esplendor de la grandeza de muchos millares de renta al año»23. que
si
dos; siendo
SI fiesta
a
Asi se afirma en las declaraciones preliminares y así se manide toda la obra (Acerca del carácter laudatorio de la Re-
lo larfiro
cordación Florida, 22
cf. infra,
cap. III).
«Sólo en la ciudad de Guatemala hay ciento once familias de con-
quistadores» (Recordación Florida, op.
23
Ibid.
cit.,
1* parte^ lib. III, cap. 7).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
113
pluma intencionadamente enfática de ese benetema del mérito que se ha quedado sin recom^ pensa en Indias, mientras que lo era en España vuelve a Bajo
la
mérito, el
repetirse con insistencia, «. .como si no fuere el premio sombra que sigue al mérito, o como si la virtud en estas partes del poniente se obscureciera con las sombras del ocaso. .»24, .
.
Concretamente, Fuentes quien tiene buen cuidado, en la copiosa documentación reseñada, de no olvidar las más insignificantes, de las cédulas favorables a los criollos, deplora
que las prioridades oficialmente establecidas en materia de encomiendas, de corregimientos y otras funciones públicas de beneficios eclesiásticos o prestaciones, se violen con demasiada frecuencia con la complicidad de gobernantes poco escrupulosos^^. En ese desconocimiento del mérito, subraya, hay una erran injusticia en si, la cual puede desalentar a los mejores2«. Mas la iniquidad se vuelve intolerable cuando favores y prerrogativas son abusivamente otorgadas a quienes no tienen ningún derecho. Imbuido del espíritu de casta, Fuentes denuncia las atribuciones de puestos y subsidios o personas de la **plebe*'27; pero, en su criollismo de
1
y
24
Ibid.,
1» parte, Ub.
25
Ibid.,
ver por ejemplo 2» parte,
26
«.
XVII, cap.
9. lib.
VI, cap. 24 y
lib.
XI, cap,
2. .
.el
premio y
los
honores en los subditos
los
adelanta en
el es-
fuerzo y en el amor del principe (...) el olvido de los servicios desmaya, ai no arruina los espíritus más ardientes de los vasalloa» (ihid., 2» parte, lib. III,
de
cap. 5): los
Indios
esaa
reflexiones están inspiradas por las costumbres políticas el autor, recompensar no contaban mucho en ello.
(quienes sabían, dice
no cabe duda que
los criollos
el
mérito); pero
crítica acerca de la distribución de las "ayudas de costa" servir o menmulatas y negras, las cuales podrían, —dice digar (ihid., 2» parte, lib. VI, cap. £4): cf. Umbién, a propósito de los cargos militares, el reproche que le formula al Presidente [Escobedo], quien lo» confía a "personas muy inferiores y mecánicas" (ihid., 2» parte, lib, XI,
27
a
Ver su
los mestizos,
cap. 6).
—
.
ANDRÉ SAINT-LU
2J4
Guatemalteco de vieja cepa, Fuentes se rebela sobre todo contra el parasitismo de los españoles peninsulares, contra todos aquellos que "sin estar cansados, gozan del precio de los méritos de otros"28^ ya sea que su llegada fuera tardía, incluso como muchos encomenderos que radican en Io España! 2». Parasitismo tanto más deplorable, agrega Fuentes, con respecto a ese último caso (y también a otros) que conllevan la ruina del país: «...con grande ruina y daño de estos Rey nos de las que cada día caminan a gran pobreza. .»
Indias,
.
—
Ese tono airado que caracteriza con tanta frecuencia sobre la condición de la aristocracia colonial y el estado de Guatemala en su época^o Las reflexiones de un criollo que, personalmente, posee riquezas y honores, tal vez no sea muy convincente. Además, sería difícil, por muy elocuentemente que se exprese a propósito,
—
— «Permítaseme y
el
Rey
.
el exordio, que es mi patria y la le quiero temido»^!,—
amo,
mi señor y
es
considerar el patriotismo de Fuentes
y Guzmán como un
sentimiento del todo desinteresado. Bajo su instancia reivindicadora, la clara profesión de fe criolla de un personaje
¿
.
28
/¿id., 2» parte, lib. II,
29
Ibid.,
30
Cuando,
2» parte,
lib.
cap.
7.
V, cap.
3.
excepcionalmente,
un,
gobernante
beneméritos. Fuentes naturalmente, lo alaba:
este
supo favorecer
a
es el caso del obispo
los
Don
Juan de Santo Mathia Presidente interino en 1670, a quien Fuentes exculpa éé ciertas calumnias.. (ibtd.» 2? parte, lib. I, cap. 2 ) .
31
,
Recordación Florida, op.
cit.,
2'^
parte,
lib.
III,
pecto a las negligencias en la construcción de un puerto).
cap.
6
(con res-
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
US
tan reparesentativo como el autor de la Recordación Florida, se revela a todas luces muy significativa del estado de ánimo de sus semejantes. *
Legitimas o no, y aunque fueran legalmente sancionaque chocar con oposiciones y provocar conflictos. Igualmente, puesto a prueba de intereses rivales sólidamente defendidos y marcadamente acaparadores, el criollismo rei vindicador de los colonos de Guatemala tomó, por su parte, un carácter militante y hasta das, las pretensiones criollas tendrían
A menos que su combatividad, como podremos ver por un ejemplo significativo, se derive primordialmente agresivo.
de un complejo psicológico. Se sabe que los requerimientos a favor de los beneméritos, bien acogidos por la autoridad metropolitana, a menudo encontraban dificultades a nivel de las altas instancias adpresidentes, ministrativas locales, cuyo personal superior peninsular, oidores, fiscales no simen general, de origen patizaba, forzosamente, a pesar de los lazos que a veces existían, con la causa exclusivista de la aristocracia criolla. Que se produjeran ten iones entre los representantes de las viejas familias coloniales y los magistradores de la Audiencia, lo te timonian ampliamente los documentos citados y muchos otros; asi fue por ejemplo en ocasión de la reparconflictos entre el cabildo de tición de las encomiendas (hacia 1570)32 y Criado González presidentes los Santiago
—
—
—
y
de Castilla (principio del siglo XVIF3__., q de la atribución 82 cit.p
cap.
Colección, op. Cf. la carta citada del 12 de abril de 1570 (Aréyalo,
pp. 328-329). 83 Cf. supra. p. 74. 12.
Ver también
Milla. Historia,.., op.
cit.,
t.
II,
— ANDRÉ SAINT-LU
126
de de
los
oficios civiles
—desavenencias
mismo Oonsejo
del
ciudad con los presidentes Sandé (final del siglo XVI)34, Enríquez de Guzmán (segunda mitad del siglo De la msma menera, la comparación con los etc. XVID35, bentíicios eclesiásticos podía dar lugar a querellas entre los colonos y los obispos en vista de que estos últimos, como en el caso de Villalpando, sucesor de Marroquín, desdeñaban dar curso a las solicitudes de los hijos de vecinos^s. Pero aún más que las divergencias con las autoridades coloniales, los anitagonismos directos a nivel de personas, grupos o clases, plasman ese espíritu de celosa defensa de los criollos, o más bien de sus impulsos a veces belicosos. Al respecto, la vieja institución de los Cuerpos municipales^ en cT^yo seno los descendientes de los conquistadores y primeros inmigrantes tratan de conservar sus posiciones tradicionales frente a nuevas ambiciones que no se basan ya en los méritoi heredados o los atributos de casta, constituye el medio selecto donde se afirma ese exclusivismo combativo. Habría que recordar aquí, para subrayar su tono despectivo, la oposición de los ediles de la capital "personas nobles y de mucha calidad y experiencia" con respecto a las pretensiones de ciertos individuos de b3ia extracción "que ni ellos ni sus padres tienen méritos" quienes aspiran a ocupar los cargos de regidores que queaan vacantes (1579)37; más aún en el mismo estilo, la
E
—
—
—
óA Carta citada del 4 de julio de 1597 (Aróvalo, Colección. ., op, pp. 357-358); según dicha carta, la querella, relativa al cargo de alfé.
eit,,
re« mayor, había 35
tomado un ton© bastante violento. y Guzmán, Recordación Florida. op. cit., 1* parte, y 4; el mismo Fuentes, como regidor, interviene varias ve-
Cf. Fuentes
.
.
Kb. VII, cap. 3 ces en dichos conflictos.
36 Cf. la carta citada, del Cabildo de Santiago del 12 de abril de (Arévalo, Colección..., op. cit., pp. 329-330). 37 Carta al soberano del 24 de marzo, citada supra, nota 12 (ibid., p. 338).
1670
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
II7
"mercader" Francisco de Mesa, quien compra a precio de oro los empleos más honoríficos (final
los ataques contra el
del siglo
XVF8.
No hay duda de que
entre todas las funciones munilas atribuciones judiciales y el prestigio inherente es la de "alcaldes ordinarios'* doble cargo renovable anualmente Vimos cómo su elección, asegurada en principio por los regidores, podía cipales,
la
más
codiciada
y disputada, por
—
—
.
dar lugar a ingerencias presidenciales^». A decir verdad, independientemente de las rivalidades de carácter personal, tanto los criollos como los "peninsulares** mantienen, al respecto de las alcaldías, una competencia que la práctica de la alternabilidad, instaurada poco a poco, no lograLa documentación inmediata es poco explícita rá mitigar. acerca de esos litigios, pero los cronistas y los historiadores se hicieron, aún cuando con prudencia, el eco de las intrigas y las disputas en las que están empeñados a veces con violencia, verdaderos clanes. Así sucedió por ejemplo hacia la mitad del siglo XVII (en la época de los presidentes Avendaño y Altamirano) cuando las apasionadas divergencias entre Carranzas y Padillas comprometían repetidas veces la tranquilidad de la capital y, por contragolpe, también de las provincias^o. El turbulento don Diego de Padilla, jefe del partido criollo quien intriga para obtener el carpió de alcalde, choca entonces con la oposición unificada de sus rivales y de los gobernantes^^ bis.
1.
las diferentes cartas citadas supra,
38
Ver
39
Cf. supra, p. 54.
40
Fuentes y Guzmán, Recordación Florida.
cap. 2:
Milla, Historia.
.
.,
op.
cit.,
más explícitamente, a propósito de
t.
II,
ciertos
nota
.
.,
12.
op,
cap. 16 y 17. episodios
cít.,
2» parte,
En Mira
un tanto
entre cilollos y peninsulares. 40bi3 Terminaría sus días en el presidio del Golfo Dulce.
oscuros,
rivalidad
.
lib.
aparece la
ANDRÉ SAINT>LU
118
Menos ruidosos pero igualmente empecinados o, mejor dicho, más escadalosos i)ero solapados, los conflictos que dividen el clero y, en especial, los que perturban la monótona vida de los claustros. Uno de los primeros ejemplos ^y no el de menor importancia— de antagonismo clerical en Guatemala y que pude darnos una visión de la hostilidad
—
que habrán de enfrentar con frecuencia criollos y peninsulares es el que se produce en 1560-1562, cuando chocan el obispo electo de Verapaz, fray Pedro de Ángulo y la comunidad dom?jiica a la cual pertenece^^: comunidad formada en su mayoría por religiosos llegados tardíamente de Salamanca o de Valladolid, mientras que Ángulo, establecido en Indias desde 1524, había tomado el hábito en Nueva España. Partidario de poblar el país bajo el espíritu colonial que los misioneros de Verapaz rechazan. Ángulo, considerado inepto para asumir su alto cargo-, pronto se vuelve objeto de un despiadado ostracismo que en algo contribuyó a su prematura desaparición.
Pero con los años, como sucedió en todas partes en elemento criollo del clero guatemalteco progresa en número y en poder. Lucha entonces, y con éxito, para asegurarse imánimemente, frente a los peninsulares, el lugar que según él, le corresponde. La elección de los prelados de las Ordenes religiosas, cuyos títulos y funciones son altamente estimados, ofrece sin duda el mejor testimonio de ese espíritu de competencia. Hasta bien avanzado el siglo XVII, no es raro que los superiores de los conIndias, el
ventos sean originarios de Guatemala: en cambio los Padres provinciales, 41
casi
en su
C£. nuestro estudio
totalidad,
La Vera
Paz.
,
son escogidos entre los .,
op.
cit.,
pp. 254 y sg.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
119
regulares llegados de España-i2. Ese estado de cosas fue creando resentimientos y provocando controversias entre los criollos: eso dejan suponer ciertas reflexiones esbozadas por los cronistas de las órdenes:
—
.dentro de casa tienen tantos trabajos, con mie«. dos de otros mayores que comienzan a asomar por las cumbres de los montes, que para salir bien dellos serán muy necesarios las oraciones de los buenos e intercesión de los santos para con la divina Magestad de .
Dios43»^ y relevadas
muy
discretos, tales
se encuentra
en Guatemala en
primera mitad del
siglo
provincia dominica de San Vicente de Chiapa y Guatemala)
(la
había erigido en
el
que va corriendo de 1651, en que conque la habían srobemado provincias de España, sin que hubiese entrado
el año de 1651, hasta y sucesivamente todos
habían sido venidos de las alguno de
los
éste
Provinciales
los
nacidos en esta tierra, de los que llaman crioUos»
Historia,.., op.
ctf.,
se
Capitulo general que, como se ha dicho, se celebró en
Salamanca tinuaba
la
«Cien años cabales habían corrido desde que aquesta santa pro-
42 vincia
explícitamente por algunos observadores el viajero irlandés Thomas Gage, quien
como
p, 278).
Entre
(Ximénez,
franciscanos (Provincia del Santí'
los
simo nombre de Jesús de Guatemala, fundada en 1559), hubo un provincial criollo en 1598, otro en 1623, un tercero en 1638, etc. (cf. las "Prelimina-
43
que
siffue
personaí?,
fue cosa
cit.,
pp.
al
obra, escrita en
el
II
tomo de
la
IV y V).
Remesal, Historia..., op,
frase de la
que encabezan
Lázaro Lamadrid, O.F.M.,
de fray
res"
Crónica de Vázquez, op.
1617.
cit.,
Cf.
lib.
XI, cap. XXIV, par. 5: última el comentario de Ximénez,
también
pasaje citado en la nota antei'ior: «Si fue o no aceptación de si hubo algo de eso, no hay duda de qtie
sólo Dios lo sabe, pero
muy
perniciosa y
muy
del
desagrado de Dios.
.
.».
pero
el
mismo
autor observa en seguida que, salvo por lo que se refiere al provincialato, los
predicadores nativos del país no habían sido vistos de menos; «echando
no la
la
provincia de los muchos sugetos
nación
criolla,
para todos
muy
los oficios
y
ma-
beneméritos y religiosos que tuvo
grrados
de
la Religión».
ANDRÉ SAINT-LU
J20
En
VXII'*^.
jactancias
—
esa época y justamente
y de
las diligencias
—
^por
como resultado de
las
largo tiempo obstaculi-
de algunos de los religiosos más emprendedores, se zadas prepara un cambio considerable con la instauración de la alternativa, la cual asegura a los dos campos de igualdad de acceso a la dirección de las comimidades^ó. Sin embarpor muy pronto go, eso no quiere decir que ese sistema mitigue inmeque llegue a regularizarse su aplicaciones diata y definitivamente las rivalidades entre los dos partidos: al lado de los informes optimistas como el del Consejo de la Ciudad de Santiago " los unos y los otros están
— —
—
44 Nueva Relación que contiene loa viages de Tomás Gage en Nueva España (primera edición, en inglés, 1648) citada por Sáenz de Santa Ma:
"Estudio preliminar", a la Historia de Remesal, op. cit., B.A.E., t. CLXXV, p. 21. En la época d© Gage, en Guatemala los religiosos peninsuría,
lares
aún eran más numerosos que los criollos, mientras que en México sucedía Cabe señalar que Gage, en la exposición general que hace de
lo contrario.
dichas rivalidades
(cf.
1?
parte,
cap.
1),
toma visiblemente partido de
los
•'pobres criollos",
En
primera fila de aquellos criollos decididos a lograr sus reihay que citar al dominico fray Francisco Morcillo, prior del convento de San Salvador, su ciudad natal, el cual, sin autorización, viajó a España y a Roma donde^ tras largas negociaciones, obtuvo la bula pontificia (1643) la cual instituía el régimen de la alternativai entre los predicadores de Guatemala (cf. Ximénez, Historia. ., op. cit., 2» parte, Hb. IX, cap, 23). Acerca de un informe cicrunstancial de las dificultades que tuvo que superar, hasta la confirmación papal de 1664 la instauración de la altei-nativa entre los Franciscanos, cf. Vázquez, Crónica. ., op. cit., t. II, 45
la
vindicaciones,
.
.
pp. 256-271. 46 Como lo demuestra, por lo que se refiere a los Franciscanos, la cronológica de los provinciales hasta el final de la época colonial ("Preliminares", citados de fray Lázaro Lamadrid, t. II de la Crónica de Váz-< quez, pp. a IX). Entre los dominicos, si bien el capítulo de 1647 escogía, todavía, un provincial peninsular, decidió para el futuro, aplicar lista
V
normalmente la alternativa: el primer criollo electo (1651) fue nada menos que un nieto de Bernal Díaz de] Castillo (Ximénez, Historia. op. cit., t. ,
II.
p. 274).
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
121
con paz y qui€tud*'47_^ o de testimonios endulzados como de las crónicas religiosas:
los
—«Con
quedó en su estable firmeza la alternatien tranquila paz, sin que haya habido quien intente alteración ni novedad en su prác-
y
va,
tica.
.
esto
la Provincia
.3>48__^
de la persistencia de las tensiones y de los antagonismos. Desde 1655, la autoridad metropoíTtana es llamada a intervenir con el presidente y el obispo de Guatemala, para que ellos hagan que vuelva la concordia entre los dominicos^ ^. Por otra parte, si a los peninsulares se les acusa de parasitismo^o, ellos arguyen no sin amargura, que los criollos los desprecian o los tiranizan: no faltan
los índices
—«El
pecado de haver nacido en España, y venir a
instruir y reformar la América, es irremisible en estas parte'í, de que podría dar buenos documentos, y entre ellos el de sugeto sabio y virtuoso, según aparece, que para purgarse enteramente de semejante
Carta
47 op.
al
soberano del 8 de enero de 1652
(Arévalo, Colección.
387), a propósito de la elección de fray Jacinto de
p.
cit.,
del Castillo;
el
Cabildo se felicita de esta promoción
.
.,
Cárcamo y
criolla.
48
Vázquez, Crónica.
49
Cédula Real del 10 de junio de 1655 (A.G.I., Guatemala, 387, reg.
.
.,
op,
cit,,
t.
IV, p. 270.
259v^): dicho texto menciona, sin admitirlas, las quejas de los reliAcerca de las giosos llc^dos de España, quienes estimaban ser afectados.
4,
fol.
primeras desavenencias dominicas después de haber sido adoptada la alternativa
cf.
50 rida.
.
.,
también Ximénez, Historia,
y comisarios ai
país.
parte,
lib.
de
las
grenerales
.,
op.
cit.,
t.
II,
p. 348.
Fuentes y Guzmán, Recordación Floel cual les reprocha a los vicarios diferentes Ordenes haber llegado a esquilmar
Incluso para los civiles: op., cit., 2»
.
cf.
IX, cap. 8;
ANDRÉ SAINT-LU
122
culpa, se dexaría (según se dice) abrir todas sus venas para limpiarse de alguna porción de sangre que tuviera de España»5i.
Significativas hasta sus últimos extremos, esas acusaciones no permiten, sin embargo, zanjar la cuestión de los agravios y de las responsabilidades, por lo visto reciprocas. Pero creemos que no faltaremos a la verdad al decir que lo> criollos, cada vez más numerosos en relación a los peninsulares, manifiestan hacia ellos una creciente agresividad.
Un caso de criollismo militante, digno de señalarse (posiblemente un caso extremo por su insólita virulencia y que llamó la atención de los historiadores, pero más bien indirectamente por las tribulaciones a que se viera sujeto, por contragolpe, el cronista dominico Remesal) es el personificado en los primeros años del siglo XVII, por el Decano del cuerpo de c?nóniP'os de la catedral de Guatemala, don Felipe Ruiz del Corrales. Ese importante personaje ocupa, tanto por ascendencia como por sus funciones, un lugar privilegiado en la
—
Pedro Cortés y Larraz, arzobispo de Guatemala, Descripción geo^ Goathemala (hacia 1770), Guatemala, 1958, Biblioteca "Goathemala", vol. XX, t. II p. 77. El arzobispo arremete aquí, principalmente, a la insoportable arrogancia de los hijos del país; pero un siglo antes, el obispo fray Andrés Navas, O.M. denunciaba **los malos tra^ tos" infligidos a seis religiosos llegados de España por sus hermanos criollos (cartas de Navas al Rey, 26 de julio de 1681; A.G.I., Guatemala, 158). 52 Acerca de Ruiz del Corral y su querella con Remesal, cf. el estudio del erudito mexicano Francisco Fernández del Castillo, reproducida a la cabeza del t. II de la Historia de Remesal, edición de Guatemala, 1932! (Biblioteca "Goathemala", vol. V, pp. 7-35) y los trabajos posteriores de Carmelo Sáenz de Santa María: "La tradición lascasiana y los cronistas guatemaltecos". Revista de Indias, n*? 64 (Madrid 1956), pp. 267-285; —Fray Antonio de Remesal, O. P., y su obra, Madrid 1964 ("Estudio preliminar", t; I de la Historia de Remesal, B.A.E., Acerca del t. CLXXIV, pp. 7 sg.). eonjunto de actividades de Ruiz del Corral como comisario del Santo Oficio, ver de manera especial Chinchilla Aguilar, La Inquisición en Guatemala, Guatemala, 1953, pp. 51-57 y 195. 51
gráfico-moral de la diócesis de
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
123
sociedad criolla de la capital colonial. Emparentado con destacadas familias como lo 3 Díaz del Castillo y los Valle Marroquín, aún joven llega a ser uno de los miembros más relevantes del clero secular guatemalteco: profesor de teología en 1595 (y luego primer doctor del colegio dominico de Santo Tomás), tesorero del cuerpo de canónigos de la catedral en 1599, comisario de la Inquisición en 1602 y decano de la catedral (llamado varias veces a ocupar el cargo de vicario capitular) a partir de 1604, encontrará en sus tí-
y atribuciones, y, de manera especial en su calidad de representante del Santo Oficio, la autoridad y los medios propios para satisfacer una ambición, una combatividad, una voluntad de triunfo que se manifiestan, más que por interés, como el signo mismo de su orgullosa persotulos
nalidad.
Su condición de
criollo
mento en pugna constante.
no es extraña a ese temperaEso es lo que deja suponer,
primeros ataques^s, aquellos dirigidos contra el obispo fray Juan Ramírez O. P., de origen peninsular. Ese prelado amigo de los indios, no goza del aprecio de los colonos; buen teólogo (según afirma Remesal), choca con Ruiz del Corral por una cuestión litúrgica, otro conflicto más agudo, surgió en ocasión de un proceso inquisitorial intentado por el comisario contra un cura secular protegido por Ramírez'^^bis. Después de la muerte del obispo Ramírez 1609, el deán busca y encuentra otros adversarios entre las entre
los
Pero donde su criollismo se traiciona por su celosa agresividad, es cuando se le presenta un rival autoridades civiles.
63 Entre aquéllas citaremos también las que se refieren, por cuestiones de preferencia, al Presidente y los magisti-ados de la Audiencia. 53bi8 Acerca del conjunto de querellas entre el Deán y su obispo, cf. los
volimiinosos
Guatemala, 165.
expedientes
(1607,
1609)
que
se
conservan en
la
A.G.I.,
ANDRÉ SAINT-LU
124
tan temible
—o
temido por
tal
—
como
es fray
Antonio de
Guatemala en 1613). dominico llegado de Salamanca no parece animaPero las do de intenciones belicosas hacia quienquiera. simpatías que pronto sabrá conquistarse en el medio oficial empezando por las del Presidente, Conde de la Gomera (de quien será confesor), y del fiscal Juan Maldonado de Paz; el éxito de un famoso sermón de Semana Santa, donde el "presentado" fray Antonio despliega su elocuencia y su erudición hebraizante; esas prerrogativas pronto adquiridas por un recién llegado tan emprendedor, son suficientes para ganarse la enemistad del envidioso y desconfiado dignatario criollo, el cual, efectivamente busca pleitos' con el religioso acerca de las citas demasiado sabias de su sermón. Cuando más tarde Remesal manifiesta su intención de escribir una crónica de la provincia dominica de Chiapa y Guatemala que sea, a la vez, una historia civil de la colonia desde sus orígenes, la inquietud y la hostilidad de Ruiz del Corral se agudiza tanto más que abriga cierto temor con respecto a la reputación de sus antepasados^^. El sombrío don Felipe se dedica entonces, y con cierto éxito, a desacreditar a su rival en el ánimo de los colonos. Tal es su influencia que los propios superiores de fray AntoTÚo le comunican a su hermano de hábito que lo consideran indeseable. El historiador dominico termina su libro en Oaxaca (1616-1617) y, después de volver por poco tiempo a Guatemala, es en España donde se ocupará de su impresión (16191620). En 1621 está de nuevo en Santiago donde le precedieron irnos doscientos ejemplares de su obra. ¿Se aprestará
Reme
al (llegado a
Eise
64 Una de las fuentes manuscritas llegadas a manos de Remesal, el Discurso de desventuras de un tal Luis Ponce de León, revelaba que Francisco del Valle Marroquín. de la familia de Ruiz del Corral, había sido implicado en
un esunto de
brujería.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
125
Remesal con serenidad a difundir su obra? En la dedicatoria al Conde de la Gomera, Remesal creyó oportuno declarar que su Historia, totalmente inofensiva, no tiene necesidad de ser defendida:
«Tampoco deshechas
le suplico a V. S. la defienda y las opiniones fantásticas del año
cuando este
ampare: pasado,
no era común, ahora que puede no sé que tenga o pueda tener ene-
libro
responder por si, migos contra quién sea necesaria esta diligencia. Que si éstos nacen de dos principios, que son envidia o injuria, no es posible que la tenga quien me conozca; y si el hacer agravios causa émulos, ¿cómo se puede entender que los tenga una historia que no trata de hacer mal a nadie, sino de honrar y autorizar a todos?»^'»
—
Es un hecho que ni el autor por lo que se sabe de Conni su obra pecan de malevolencia o animosidad. cillante y hasta elogioso con respecto a los criollos, Remesal se vuelve a veces burlón y acusador, aún cuando ese apologista de Las Casas enfila sus ataques, de preferencia, contra los conquistadores y los primeros colonos. Sea como fuere, el libro encontrará, aun antes de su difu^^ión, un encarnecido opositor en la persona de Ruiz del Corral, quien se apresura en decomisarlo para luego denunciarlo al Santo él
—
Oficio.
El informe del comisario^^* pretende que esa obra va en contra de la verdad histórica, adolece de objetividad en sus juicios y podría lesionar justas susceptibilidades:
«Y puede ser también que de salir este libro a luz se si^an algunos disgustos y sentimientos de las personas B.A.E., t. CLXXV. p. 72a. Localizado y publicado por Fernández del Castillo, estudio citado (Biblioteca "Goathemala", vol. V, pp. 23-35). üo
56
ANDRÉ SAINT-LU
126
ofendidas y de sus descendientes o deudos, porque son muchos los a quienes tocan las cosas que en algunos capítulos de él se refieren.
.
.»'^7,
Agravios sin duda excesivos, pero que explican, a pesar de lo que pudiera pensar el buen Remesal, la envidia y el despecho del criollo herido: envidia y celo de un clérigo muy pagado de su ciencia, pero que nunca tuvo la posibilidad de mandar a imprimir sus escritos'»^; despecho por verse mofado por esa misma pluma que cubre de elogios a uno de sus enemigos:
—
«Habia tenido ciertas pesadumbres revela Remesal del obispo Ramírez, de quien elogia ampliamente las virtudes con una dignidad de su iglesia que viéndole llano y humilde, se se trata del deán le quiso atrever, y salió tan con las manos en la cabeza, que hoy no se le han cerrado las descalabraduras, aunque no por eso deja de procurar encuentros»»^). acerca
— —
Sea como fuere, calumniando a diestra y siniestra y tan libremente que sigue prohibiendo la venta de la obra, el temible comisario logra lenvantar contra su desafortunada víctima la cólera reprobadora de la sociedad colonial. A pesar de una sentencia favorable del tribunal de la Inqui-
rae;
57
i5id.. p. 23.
68
Era autor de numerosos
tratados: Arte y vocabulario para los cU'
Culto y veneración de la Iglesia; Cosas eclesiásticas de Indias, y dos
volúmenes de Co^isultas y Sermones. Sus diligencias (infructuosas) en la perspectiva de un viaje a España para imprimir algunas de sus obras, están atestiguadas por varias súplicas conservadas en la A.G.I., Guatemala^ 165: tres cartas del 7 octubre 1619; Guatemala, 54; una carta del 8 de junio de No sabemos si alguno de sus escritos finalmente fue publicado, pero 1622). puede ser que, de todas maneras lo lograra después de la época de sus problemas con Remesal. 59 Historia. . ., op. cit., lib. XI, cap. XXII; en cambio, Remesal no dice nada comprometedor sobre la ascendencia de su adversario.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
127
Remesal, quien desde su regreso se encuentra en residencia vigilada y condenado hasta por los miembros de su convento, terminará por salir del país (1622) y llevará en la Nueva España, probablemente hasta su muerte^o, una
sición,
peno:a existencia de proscrito.
En
la belicosa carrera
de Ruiz del Corral, se podría en-
menos un episodio más que permita captar, a la vez su celo inquisitorial más o menos esclarecido y su reacción de guatemalteco ofuscado frente a un europeo. Se trata de un curioso conflicto que lo enfrenta en 1628, al dominico italiano Angelo María, supuesto arzobispo de Mycontrar por lo
ra,
llegado a Indias en misión especial, pero que el vigilante
comisario del Santo Oficio, pronto sospecha de impostor^i.
—
Señalaremos aquí el gran escándalo provocado según el deán en la sociedad local por las amenazas de excomimión que el arzobispo hace caer sobre su contrincante, sin por ello pagar su pasión combativa.
—
Sin duda la agresividad de Ruiz del Corral se explica también por razones de carácter; en el seno de una comunidad colonial que a menudo está de acuerdo con él y, donde él mismo ejerce una fuerte influencia, Ruiz del Corral representa, aún bajo una forma más cercana a la provocación que a la simple exhibición, la defensa de la calidad de criollo contra todo lo que trata de opacarla.
Se ignora el lugar y la fecha. archivos Acerca de este asunto, ver la información sacada de los Sociedad de de la Inquisición de México y publicada en los AruiUs de Ui diciembre de Geografía e Historia de GmtenuUa, t. XXI, n^ 2 (Guatemala, 60
61
1939), pp. 132-155.
—
Capítulo tercero
ILUSTRACIÓN DEL
MUNDO GUATEMALTECO
Efn pleno período colonial, la conciencia criolla se expresa también por una ilustración y exaltación del mundo
En Guatemala
es una de sus más notables manifesVolveremos a encontrar aquí la sorprendente Recordación Florida de Fuentes y Guzmán, obra que merecería ser mejor conocida al menos por los historiadores a pesar de su estilo pomposo, insoportable, a veces, para el lector actual, pero representativa de un barroco típicamente criollo. Haciendo a un lado el gusto literario, Fuentes no tiene igual para celebrar la excelencia de las cosas del país, de no ser el jesuíta Landívar, un siglo más tarde el delicado poeta autor de la famosa Rusticatio Mexicana^, pero, en el caso del exiliado Landívar, se debe tomar en cuenta el factor nostalgia. Algunas otras obras, nada despreciables pero menos ricas, completarán, con esa glorifilocal.
taciones.
—
—
—
Ese poema latino en quince cantos fue escrito en
1
definitiva,
ción
Bolonia,
bilingüe
(traducción Valdés,
de
de
México.
Italia
(edición
y varias veces traducido al Español; cf. la edi^ "Sociedad de edición franco-americana", México, 1924
1782)
la
Ignacio 1942
Loureda),
y
("Biblioteca del
la
edición
estudiante
en
español
de
universitario'*,
Octaviapo 34).
ANDRÉ SAINT-LU
130
cación de Guatemala, el panorama literario o historiográdel cual la Recordación Florida, por su exuberante enciclopedismo, debe ser considerada, en cualquier campo, fico,
una pieza
preciosa.
*
«No será defraudar el asunto histórico de que trato, referir por menor y con prolija curiosidad las cosas que ilustran y ennoblecen lo dilatado y admirado de este Reino»2. Oportuna o no, esa prolijidad es significativa, primor, dialmente en materia geográfica. En el corazón de un Nuevo Mundo cuya grandeza exalta,^ Fuentes erige a su Guatemala natal en una tierra de maravillas donde la belleza de sus lugares corre a la par con la providencial abundancia de recursos. Para el lector, todo en esa naturaleza, es digno de admiración: valles risueños donde anidan pueblos y ranchos (valle de Guatemala, valle de Mesas, etc.)^; la altiva silueta de los volcanes que dominan las mesetas: «Levántase (el volcán de Agua) por eminente profundidad, a maravillosa y descollada altura, con alegre y desenfadada disposición en su corpulenta forma, sin que la arrime otro monte alto ni bajo que le confun-
2
Recordación Florida,
3
Ibid,,
2»
ritu del autor, la lectores
.
.,
op.
cit.,
1» parte, lib, XIII, cap. 2.
XIV, cap. 3. Señalemos que, según el espíRecordación Florida no estaba destinada únicamente a los parte,
lib.
americanos; es más, pretendió sin éxito
—
posiblemente a causa de su libro en España (inédito hasta 1882), a pesar de que desde 1660 se había instalado, en Guatemala, una imprenta. Cf. los estudios citados supra, 2* parte, cap. II, nota 18. 4 Recordación Florida, 1» parte, lib. VIII, cap. I y lib. IX, cap. 1.
fiu
tendencia
—
reivindicadora
editar
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
131
da; dejándose admirar por su descuello a mucha distancia de leguas, examinada y repechada la eminen-
r
de su cumbre.
cia
.
.»5:
un sinnúmero de ríos que fertilizan campos^. Cierto es que dichos paisajes guatemaltecos, de una luminosa armonía, merecen ser adEn cambio, resulta un tanto exagerada, cuando mirados. menos por la generalización que de ella se hace, la fertilidad natural del suelo, visiblemente alabada por una preocupación criolla de no quedarse atrás^; aún más acrecentada, incluso en esa época, la riqueza minera de algunas las cascadas, los lagos,
y embellecen
regiones^,
los
muy modesta
en relación a la de muchos otros Pero se entiende que Fuentes, habitando
países americanos.
en
los
trópicos, guste celebrar, para sus lectores europeos,
variedad de la flora y de la fauna de esas regioun saber y un cuidado vocación naturalisverdadera que parecen testimoniar una ta, a la vez que sus descripciones y algunos de los dibujos que a menudo las acompañan son el reflejo de un verdade-
la exótica
nes.
A
decir verdad, hace galas de
ro talento^. 5 del
Ibid., 1» paite, lib. III. cap. 5;
centro de Guatemala,
cf.
de la lava; en otra parte
acerca del «Volcán de Fuego", otro descripción admirada VIII, cap. 1) Fuentes seáíala que
1» parte, lib. IX, cap. 6;
(1» parte,
lib.
hasta la nieve no es desconocida en su país. cap. 16. 6 /bid.. 1» parte, lib. IX, cap. 8 y lib. XVII, Indias las desfavorecidas remotas y las en mal «. . .no se hallan 7
nobles parto,
semillas lib.
XV,
españolas» cap. 3,
8
Ibid., 2»
9
Entre
(Ibid.,
1»
parte,
(árbol y fruta)
(II,
de la higuerilla
(II,
lo
1,
cf.,
también 1»
lib. IV, cap. 9, 11, 13 y 14. papaya estampas botánicas, ver por ejemplo las de la (II, VIII, 10) pina la de II, (II, 8) II, 4) del achiote (II, XIV. 8); VIII, 12) del árbol sintosóchil y su flor (H. ni. iguana la zoológicos, los de
Que se refiere a los dibujos 14) y del manatí (II, VI, II).
y por
X, cap.
2» parte, lib. III, cap. 16, etc.).
parte,
las
lib.
.
ANDRÉ SAINT-LU
132
maguey, de múltiples usos alimenticios, texhasta el maíz, no menos providencial y fabulotiles, samente fecundoii; un sinnúmero de especies de frutas inDesde
el
etc. 10,
—
entre ellas, las primeras, como la dígenas o aclimatadas, zapoteas, no son las menos sabrosas y las segunpina o el das como los melones y las naranjas^^ son más hermosos que a las infinitas variedades de plansus homólogos de Europa
—
,
aromáticas (café, cacao, tabaco, vainilla), tintes (cochiañil) o medicinales (zarzaparrilla, mandragora), pasando por muchos otros productos agrícolas o forestalesi^, es una profusión de riquezas vegetales con las cuales el Riquezas Creador ha colmado esta tierra privilegiadaí^. pero también lo la cierto, es fre'^cura de los y encantos, es prados americanos que sólo pueden negarla los espíritus prevenidos en contra: tas
nilla,
—
«. .la delicia de estos amenos prados americanos es tan patente a los desapasionados. A^, .
.
y
las flores,
en su belleza, son dignas de
mucho que digan
las
de España, por
ciertos Peninsulares:
«Y aunque algunas personas de España apocan y desprecian las cosas de las Indias, y dicen que estas flo10
Ibid,,
11
Ihid., I:
12
Ibid,, II:
13
Ibid,,
14
1,
I,
vil,
I.
IX, 1 y X, 11.
I,
V,
IX. 3 y
1.
7
II,
y VIII, II.
10.
2.
Con respecto a esa materia, sumamente abundante, ver de manera
II:II, 4, 7 y 8; III, 14, 15 y 16; V, 7; VI.l; I, IX,6 y 7; y XIV,8. Algunos de dichos capítulos tratan de varias docenas de plantas, de nombres exóticos o evocadores: aguacate, chicalote, chulbalam, viravira,
especial,
doradilla,
Ibid.,
lechuguilla.
15
«Bendita
16
Ibid., I.
.
la misericordia de Dios, por lo tan» liberalmente nos ha comunicado para nuestras necesidades» (ibid.^ I, IX, 7.).
sea
V.
10.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
133
res ni otras parecen a las de allá, como no hemos visto aquellas, éstas nos parecen flores bien perfectas y hermosas, y serán estás como aquellas. .»i7. .
I
En cuanto
a la fauna salvaje o doméstica, no se queda atrás, en su. abundante variedad, a una flora tan lujuriosa y en evidente que Fuentes se complace en multiplicar las fichas zoológicas, tanto por lo que se refiere a los animales feroces o no domesticados como los criados o domésticos. De las primeras se esmera en señalar, como anatomista y etnólogo,
más curiosos, que sus lectores extranjeros podrían Cabe mencionar, entre muchas otras, las páginas que consagra a las numerosas especies indígenas de caninos y felinos, como los coyotes o las onzas; a I03 caimanes y serpientes (gigantescas anacondas, minúsculas culebrillas pardas); la iguana y el manatí; a los peces de ríos y lagunas (mojarras, tepemechines) a I03 pájaros diurnos y noclos rasgos
ignorar.
;
turnos
sinsonte,
(chiltote,
jujuyo),
etc.i^
A
los
inagota-
agregan todos los ganado y aves productos de la ganadería guatemalteca de corral 1», y seguramente, cual buen conocedor. Fuentes alaba los excelentes jamones de Totonicapán, inferiores, sin embargo, a los de Momostenango. .20. Admirable fecundidad de esa generosa tierra india digna de ser cantada por los más inspirados poetas: bles recursos de la caza
y de
la pesca se
—
—
.
17 la
Ibid.,
I,
encontramos en,
una larga enumeración de
VIII.S; cf.
I,
III,
las flores de
Guatema-
5.
II: I, 11; H, I: X,2 y 3; XV, 4; Acerca del jujuyo. Fuentes (11,11,6) ee empeña en refutar al cronista español Gomara, el cual confunde (según Fuentes) ese pájaro nocturno con un escarabajo luminoso llamado cocuyo.
18
3
y
6;
Ibid.,
III,
14;
ver de
IV.IS;
19
Ibid., 11,1,
20
Ibid.,
II.
y
manera
VI,
II
1
especial
y H.
y paasim.
VIII.l.
ANDRÉ SAINT-LU
234
montes pudiera mejor el poeta mantuade Arcadia haber compuesto, si se hubieían conocido en su tiempo, la numerosa cadencia de su Égloga cuarta»^^ «.
.
.por estos
no que por
A
los
de Virgilio y de su famosa Bucólica, el virgiliano Landívar, como si contestara a esa sugestión de Fuentes y Guzmán, evocará, más bien al estilo de las Geórgicas, pero con la emoción del exilio, los rústicos encantos de la falta
naturaleza centroamericana^s. «Salve, cara parens, dulcis Guatimala, salve, vita? fons, et origo meae. .»22bis.
Delicium
.
El saludo del poeta a su país natal es de un himno a la grandeza:
el
primer acorde
«Qualis ubi aerio nimbos abrumpit Olympus Vértice, et aethereos ausus conscendere traetus
Astra
Haud
petit, aliter
Phsebemque amens, Phaebumque minatuír: pulchri frondosa cacumina montis
Nubibus abruptis
crista, se in
sydera tolimt»22ter
a la opulencia:
en
el
21
Ibid.,
22
La
sentido
I,X,I.
Mexicana describe
Rustieatio
más amplio
rata», o sobre el añil)
del término;
se refieren
la
vida del
campo "mexicano.*
algunos de sus cantos (sobre las cata^
más a Guatemala.
A
la nostalgia
lejanía definitiva, se añade, en algunos de los pasajes dondle
el
de la
autor evoca,
los campos sino la ciudad misma de Guatemala, la conmoción provocada por el catastrófico temblor de 1773, aun muy reciente en la fecha cuando Landívar estaba componiendo su poema. 22bis Primeros versos del poema. 22ter «A semejanza del Olimpo que, con su airoso vértice, rasga las nubes, y en ascensión atrevida por el aire sutil hasta los astros amenaza ensoberbecido a la luna y al sol; así también las cumbres boscosas de la bella montaña, con la cresta a través de las nubes, se alzan hasta las estrellas». (Canto III; traducción de Octaviano Valdés).
no
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
-[35
«Turba tamen solers Australia terga frequentat, Maturos citius lectura ex arbore fructus, Férvida quod pingui tellus uligine laeta Largius edat opes nigra spectabilis umbra. Sic Pepones, sic Pruna manu, Citrosque, Nucesque Innumerosque al ios foetus plebs Inda legebat Fertilis assiduis terrea proventibus uber»23.
y a
los encantos
agrestes:
«Insuper in magnos se mons abscindit hiatus passim porrectos culmine ad imam Radicem; sed que foUis virgulta tenellis Undique distinguunt, annosa et robora densant, Exuto doñee demissa per aequora fastu Planet iter purisque riget sata laeta fluentis»23bis
A summo
de las tierras guatemaltecas: una efusión lírica, un canto constantemente alimentado por la llama interior de un criollismo espontáneo-3ter. acude a las laderas meridionales a cosechar de que la tierra ardorosa, fértil por su rica humedad» produce con largrueza, admirablemente cobijada de la ne^a sombra. De epte modo el indio recogía por su mano melones, ciruela», cidras, nueces y otroa frutos innumerables, y se enriquecía con el asiduo rendimiento de la pródiga tierra» (Ibid.) 2Sbis «Arriba se parte la montaña en abismos enormes que se ahon* 23
los
«Solícita la
árboles los
fl:ent«
frutos
dan aquí y
allá, desde lo más alto de la cumbre a los bordes de la falda. Se encuentran adornados con el tierno follaje de los arbustos y densos robles añosos, hasta que la abrupta cresta, apaciguándose en la planicie, allana el camino y riega con transparentes arroyos las lozanas sementeras»
(íbid,),
23ter Cf. acerca de Landívar, los sugestivos análisis de Menéndez y PeJayo, Historia de la po€8Ía hispano^merieana, edición de 1948 (Santander),
t
I, pp. 178 y sg.; Mariano Picón Salas, México, 1944, pp. 177 y sg.: y Carlos V.
De
la Conquista a la Independencia, Aubrun, Histoire dea Lettres hispan
niMiméricaines, Paris, Colín, 1954, p. 101; así
como
la docta
"Introducción"
ANDRÉ SAINT-LU
136
en un espíritu claramente apologético, las bellezas y las riquezas de Guatemala, la Recordación Florida también toma la defensa de las poblaciones autóctonas, para refutar a la opinión muy difundida, que éstas vivían en Ya que los naturales de esas rela más oscura barbarie. giones, afirma Fuentes, no eran tan primitivos como algunos lo hacían creer. Y compara, no sin malicia, a los más salvajes de ellos con los Batuecos, "no menos agrestes que Acerca del error en el cual estos de quienes hablamos".24 viven los Indios, Fuentes extema juiciosas explicaciones, basadas en la extraño de sus lenguas y la decadencia de su condición:
Al
elogiar,
.el no entenderles su idioma, y el estar ellos tan «. apagados y distantes de la memoria de sus principios, los hace parecer algo menos que brutos»25. .
Es verdad que muchos de ellos son deplorablemente rústicos, y Fuentes (quien en el fondo no los estima mucho) no deja pasar ocasión para denunciar su pereza o su ferocidad26. Sin embargo, cuando trae a cuento las grandes de José Mata Gayidia para la edición en facsímil de la Rusticatio MexicáWh Guatemala.,
En
1950
(Editorial Universitaria).
misma perspectiva de
Landívar tuvo lejanos anhan perdido, como por ejemplo Juan de Meztanza, Baltasar de Drena, quienes vivieron en Guatemala hacia finales del aiglo XVI y de quienes Cervantes hace elogio en la Calatea (Canto de Calippe) y en eWiaje del Parnaso (Vil). ( ?) Cf. la hipótesis formulada por Luis Nicolás d'Olwer ("América en la obra de Cervanla
inspiración criolla,
tecesores en aquellos poetas olvidados cuyas obras se
tes'*, Cuademo8 americanos. México, 1948, pp. 162-184) I, **Si Cervantes^ en 1590, solicitaba al rey un empeo en Guatemala ¿no sería acaso por el clogrio que de ella, de isu suelo, y de su cielo, le hiciera su amigo Juan de Meztanza?". :
24
Recordación Florida,
25
Ibid.
26
Ibid., 1:
I.
4
1,
y XVIl,
I,
2;
4.
ll,
XI, 12.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
137
XVI sobre la racionalidad de los indígenas americanos, tiene buen cuidado de imputar su salvajismo, no a su naturaleza, sino simplemente a una falta de discusiones del siglo
educación-7.
Además,
no se queda atrás
al denunciar su rudeza, atento en poner en relieve el alto nivel de civilización y de cultura a la cual habían llegado, en muchos campos, los más evolucionados entre Al respecto, le presta mucha atención a las esos pueblos.
por
el
si
contrario se muestra
"escrituras"
—
ideográficas
muy
—a
decir verdad
muy
rudimenta-
de los Pipiles, de los Cakchiqueles y otras tribus28. Las piedras talladas, las plumas ornamentales, las armas, los utensilios, le proporcionan las pruebas de la habilidad técnica y del sentido artístico de los naturales^». Pero los vestigios de las construcciones que aún subsisten son los que testimonian su ancestral civilización: .los nobles y generosos vestigios que hoy duran son Menos preciso, claros testimonios de la policía indiana"3o. Fuentes cae fácilmenos técnico que en otras materias. pomposo: mente en el estilo rias
'*.
.
c.
.
(la
.
mos tivas
los
la notoriedad de esta opinión ciudades indígenas) con lo que veve^tigioso, y por otras partes de pie, de ostenta-
hoy
comprueba las
máquinas materiales.
.
.»3i.
Esos admirables edificios que causan gran sorpresa a españoles, proporcionan índices bastante evidentes so27
ibid.,
28
Ibid., II:
II,
de reproducciones)
la
se
grandeza de
XIV, II,
XIV,
/6úf.,
30
Ibid,» I.
IX,
31
Ibid.,
1,2;
I,
y 12 (capítulos
y XII,
29
I,
10.
11
2;
muy documentados
y acompañados
12. II.
II.
11,
etc.
3.
cf.,
también
I.
XV.l: desoripción administrativa de
ciudad fortificada de Tecpanguatemala.
ANDRÉ SAINT-LU
238
bre
el
origen de los Indios
— estima
de ellos se pueda deducir algo
Fuentes
más que
—
para que
conjeturas.
Las estelas en forma de obelisco ("columnas o agujas") y los templos piramidales que abundan en Guatemala, ¿no sugieren claramente un antecedente egipcio? Por otra parte, si se considera el hecho de que eran grandes consde sus idiomas y algunos color particular de su piel y lo lacio
tructores, la diversidad babélica
rasgos físicos
como
el
¿cómo no llegar a la conclusión, por asociación, ascendencia hebraica de esos pueblos, corroborada una de por el recuerdo de Abraham, siempre según Fuentes conservado en ciertos manuscritos? 32. Acerca de la identificación exacta de antiguas tribus judías que habrían emigrado al Nuevo Mundo, el autor de la Recordación Florida queda algo perplejo,33 pero lo importante para él era acreditar un origen étnico de consideración, el cual, además se del vello,
—
—
mantenía, en tanto que teoría, por una tradición ya antigua en su época-"^. Dicha tradición volverá a actualizarse en Guiatemala,
en
los
primeros años del siglo XVIII, con la
sistemática apología escrita por
un Dominico anónimo,
au-
tor de la curiosa Isagoge histórica apologética de las Indias
32 *
1 y XVII,
3;
ver también II: VII, 2 y XII,
12.
33' /&«., I, II, 1.
'
34 del
Ihid.^ I. II,
Fuentes se refiere a Torquemada y a Solórzano Pereira, autores la teoría profesada en primer lugar por algunos reli-
si^o XVII, pero
una perspectiva misionera, más o menos iluminada, remontaba al XVI: Torquemada (Monarquía indiana, lib. I, cap. 9) se apoya en
giosos en siglo
Bartolomé de Las nas)
'*,
P. 266.
Casas:
cf.
Bataillon
"Estas
Indias
(hipótesis
Cultura universitaria, Caracas, 1959, p. 102, y **Etudes.
.
.",
lascasia-
op.
cit.,
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
139
En esa obra, inédita pero sin duda no desconocida en su tiempo, se sostiene ampliamente la tesis de origen israelita de los indígenas americanos^e. Es más, los primeros habitantes de Guatemala serían los descendientes de las diez tribus antaño capturadas por el Asyrio Salmanasar37. Sería deseable tener más información acerca de la identidad del religioso que escribió ese libro: criollo o peninsular, en todo caso, después de Fuentes y Guzmán al cual se refiere a menudo, se muestra muy decidido a dignificar el pasado de Guatemala, tanto prehispánico como occidentales-'.
colonial.
En el orden moral, según la Recordación Florida la civilización indígena era tan notable, bajo muchos aspectos, como en
el
campo
material.
Es verdad que esos
infieles,
presa favorita del demonio, no se beneficiaban de las luces de la verdadera fe^O; pero en Guatemala sus supersticiones Isagoge histórica apologética de loe Indias occidentales y especiaV San Vicente de Chiapa y Guatemala de la Orden de Pre^ dicadores, escrito hacia 1711; 1» edición, Guatemala, 1892, 2» edición, Guate35
^
de la Provincia de
mala, 1935
El texto publicado, incompleto, un segundo, in-
(Biblioteca «iGoathemala", XIII).
comprende un primer
libro sobre el origen de ¡os Indios, y,
terrumpido, sobre la conquista de Guatemala y la llegada de los primeros religiosos dominicos (con una serie de capitanes sobre fray Domingo de Betanzos) 36 1935,
Ver de manera
especial
pp. 48-67. 37 El autor se apoya en
mento), siguiendo en eso Casas, "primer autor de
el
—declara esta
lib.
cap.
I,
6,
7,
cuarto libro de Esdras sin
más
sentencia".
citada de
edición
8,
(Antiguo Testa-
precisiones»— la opinión de Las
Sin embargo, dicha
tesis
tuvo
muchos otros adeptos. 88
Ese
algunos años
tarde,
ascendencia hebraico de 39
los
Indios:
Recordación Florida,
y supersticiones que
I,
Historia.
.
.,
op.
cit.,
t.
I,
p. &•
muchos y grandes agüeros demá* generalmente de los pueblo y
XII, 3:
"De
los
los indios de este y en que aún algunos puede ser perseveren hasta hoy El autor insiste mucho sobre el papel del diablo.
este reino tenían,
día".
Cabe señalar que Ximénez, cf. cap. 8, p. 61. también se referirá (pero sin insistir mucho) en la
es el caso aquí:
más
ANDRÉ SAINT-LU
J40
llevaban hasta la práctica de los
sólo rara vez los
ritosi
Además, aun cuando en una óptica nedejaban de creer en la inmortalidad no tamente corporal, del alma^i y, ¿quién sabe si no guardaban algún recuerdo de una antigua evangelización, cuyos artífices hubieran poSuposiciones de dido ser San Bartolomé y Santo Tomás? Fuentes, quien también sigue una vieja tradiciones. Por lo menos los más evolucionados eran capaces, en su
más inhúmanoslo.
sensatez política de gobernarse pacíficamente por leyes razonables y justas que garantizaban el orden sociales. Pueblos libres
y
supieron, hasta la llegada de los
orgullosos,
una independencia que las ambiciones mexicanos había puesto en peligro varias veces^e. La potencia, aun patente, de sus antiguas fortalezas^s, así como el recuerdo de las guerras civiles que sostuvieron, entre ellos, por largo tiempo los Quichés, Cakchiqueles y Tzutuiles (y que Fuentes reseña en forma épica)46, sin hablar de su heroica resistencia a los españoles, todo ello testimonia con elocuencia sus grandes capacidaespañoles, preservar
y
de
la codicia
los
des militares. *
40
Ibid.,
I,
moderación) entre 41
Ihid.,
42
Ibid,
43
Ibid.,
44
Ibid,, I:
II,
I.
IX, 11: los
XIII,
1,4; I,
los
sacrificios
humanos
sólo se practicaban
(con
Quichés.
1
7.
II:
II,
y
III,
5 3:
y XII,
12.
refutación
un tanto
laboriosa de
una
tra-
dición según la cual las tribus de Guatemala habían sido sometidas por los
Argumentación retomada en la Isagoge, op. cit., lib. II, cap. 1, pp; donde el autor después de Fuentes (Recordación Florida, II, VII, 10) pone el acento sobre la grandeza del reino quiche, igual o hasta superior a la de los Mexicanos.
aztecas.
175
y
—
sg.
—
'
45
Recordación Flonda,
46
Ibid.,
II,
1
6 ai 9.
I,
I,
3
y
II,
VIII,18.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
141
Al celebrar las virtudes y la fuerza de los indígenas, Fuentes y Guzmán mata dos pájaros de un tiro, ya que asi estará en mejor capacidad de elogiar los méritos de los conquistadores (es decir, sus antepasados). Ese tema es objeto de una vehemente apología puesto que algunos, ya sea por ignorancia o por celos, le niegan a los españoles la gloria de las victorias obtenidas en Indias:
muchos
necios por baldón que fue por milagro confesamos con gloria los descendentes de aquellos heroicos españoles conquistadores, a quien Dios escogió y destinó para instrumentos suyos, en una ocasión que desde el principio de las cosas, ninguna corre parejas con ésta»^^. «.
.
.dicen
la conquista
y
así lo
El autor se rebela contra aquellos que minimizan la valentía de los naturales y, por ende, la de los vencedores:
que desdeñan los admirables y grandes servila América y que quisieran que no tuviera nombre de hazañas éstas que no se ejercitaron allí, de la otra parte del mar; y es tal la ceguedad de una pasión que no quieren sea valor el de unos indios desnudos de acá, que no acusan entrar en batalla con hombres armados de allá, y que el haber vencido a éstos no sean hazañas»48. «.
.
.los
cios
de
Argumentación
muy
discutible.
.
.
Por
lo
que Fuentes
prefiere, entonces hacer uso de la grandilocuencia:
cuanto llenaron (los conquistadores) a patria E paña de inmarcesible gloria, colmaron a naciones extranjeras de marchita envidia»^^. «.
.
.tanto
47
Ibid.,
48
íbid,
49
Ibid.,
Il,
VIII,20.
1,111,6.
su las
ANDRÉ SAINT-LU
142
Ese es el tono del informe sobre la conquista de Guatemala que toma, en la Recordación Florida, las dimensiones y los colores de una extraordinaria epopeya y donde encontramos, junto con lo maravilloso, muchos procedimientos, clásicos de engrandecimiento y de exaltación propios de ese género, disminuidos, a veces por un exceso de énfaBajo la égida conjugada sis y efectos de un gusto incierto. de Marte y de la Providencia, los combatientes españoles, presionados por todos lados por multitudes de indios se entregan a la lucha con tal encarnizamiento que la sangre corre por torrentes en los valles: «. .la sangre de ellos corrió a manera de un arrollo desde la falda del monte adelante, quedando todo aquel sitio anegado en ella». «Ya en la sangre rebalsaba en aquella pavorosa llanura nadaban los penachos y saetas entre los cuerpos palpitantes que batallaban con la muerte»*'*^. .
Rendida pero despiadada, Átropos, ascendida al papel de Sepulturera, corre el riesgo de carecer de tierra: .nunca la inexorable Parca necesitó de tanto polvo «. con que cubrir la miseria de los muertos»^!. .
Tal exceso parece tanto más incongruente que hasta en los informes muy concretos y hasta técnicos acerca de las operaciones militares^s. Lo mismo sucede con las arengas y los discursos, en un estilo exagellega a mezclarse
50
Ibid., I, II. 3
(batalla de Quezal tenango)
y
II,
Vin,20
(batalla de
Malacatán). 51 62
y
II,
más,
III, si
Jhid,, II, VII, 5, oonquista de Utatlán. Ver, par ejemplo, íbid.. I, XIII, 4 y 5 (guerra de Sacatepéquez) 1 a 4 (conquista de Guazacapán), Habría que preguntarse, ade-
esos relatos
no son parcialmente imaginarios.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
—
143
—
o dañan radamente declamatorio, que adornan dichos Ese pesado andamiaje, de todas maneras, no tierelatos53. ne nada que hacer en una obra que pretende ser, en primer lugar, histórica, pero es muy reveladora de esa tendencia básicamente criolla de sublimar la conquista y que en Fuentes y Guzmán se afirma desmedidamente. En ese ambiente de epopeya, en el gran escenario de las campañas y de los combates donde se suceden las hazañas, los héroes resultan ser inesperados actores. Algunos de ellos episódicos, como el intrépido Pedro González Nájera quien, cuando el cerco de Santiago por los Cakchiqueles insurrectos (1526), atravesó las líneas enemigas, disfrazado de indio, para ir en busca de refuerzos'^^. Pero por encima de aquellos mismos cuya presencia es más notable, se destaca por su gigantesca estatura, la impresionante figura de Alvarado, el conquistador ejemplar. La Recordación Florida, cuyos primeros libros de la primera parte están consagrados a la conquista de Guatemala por los Españoles (y en especial el libro IV, a las acciones clamorosas de su jefe), y donde volvemos a encontrar la misma materia, más detallada y aumentada de la historia propiamente
colonial, lítico
en
la cual
abunda
social del país,
es
un
y poinagotable panegírico del Ade-
la descripción geográfica
lantado.
Como
conquistador, Alvarado se asemeja a la vez a los la antigüedad y a los más legenda-
más famosos héroes de
del IV, 10: discurso de Hernando de Chávez y respuesta NáGonzález Pedro con público debate 16: XIV. cacique Copan Calel; II.
53
jera
Ibid.» II.
y Pedro Portocarrero. 54
Ibid.,
su cuei-po con
II.
un
XIV,
etc.
15.
Nájera, precisa Fuentes, había embadurnado
no su rostro:
coíorante; su cuerpo, pero
"el rostro sin bija,
trigueños que sus descendientes Vélez. son tan
porque este caballero, como igualan en el color a los mulatos claros".
.
.
ANDRÉ SAINT-LU
144
edad media. Tiene la fuerza de Hércules y el valor de Aquiles o de Héctores; cualidades que aun cuando prodigiosamente exaltadas, no están en contradicción con los rasgos reales del personaje, ni tampoco de su audacia, su ascendente, su astucia y su sagacidades. Pero, qué decir de su docilidad, de su obediencia a las órdenes superiores y la irreprochable lealtad a las consignas bajo las cuales se cobijan las iniciativas más que dudosas, de su campaña mexicana con Cortés^T o, más tarde otras tantas empresas sospechosas como su expedición al Perúes. ¿Y qué pensar del espíritu de justicia o mejor dicho de clemencia y humanidad, de caridad cristiana del cual ese jefe magnánimo hace galas a favor de los vencidos, para 5u propia edificación?»^ A Fuentes y Guzmán, descendiente de conquistadores e historiador de Guatemala, le importaba dar de la conquista de su país la mejor Imagen posible. negar su Como le resultaba difícil ^mientras la exalta realidad guerrera y sangrienta, la legitimiza afirmando la imposibilidad de un sometimiento pacificólo y subrayando oficiales los •el espíritu de justicia de los requerimientos cuales estaban forzosamente precedidos por intervenciones armadas^i. además, la purifica de todo aspecto belicoso y sanguinario demostrando lo inverosímil de las supuestas atrocidades62, refutando el vil móvil de la avidez,^^ y celerios caballeros
de
la
—
^e
IV, 1 y
y passim.
56
Ibid,,
I,
56
Ihid.,
ver por ejemplo
57
Ibid.,
I,
alentado.
.
IV,
1:
6,
—
I,
II,
"Don Pedro
4
y
II,
VII,
6.
se preciaba tanto de obediente
como
.".
68
Ibid.,
I,
59
Ihid.,
I,
IV, 3: "... no fue sino casual el aportar IV,5 y XIV, 3; II: II, 10 y VII, 6, etc.
•€0
Ibid., II,
^61
Ihid.,
II,
•62
Ihid.,
ver de manera especial
v63
ihid.,
II,
VI,7 y IX, 14. IV, 6. VIII, 26.
I,
II
(entero).
al
Perú".
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
I45
los nobles ideales de los españoles^^-*. En esas condisólo podía ser un modelo de virtudes, como Alvarado ciones, plasma la pluma de Fuentes, a pesar de lo efectivamente
brando
algunas ligeras reservas ocasionales^'^. entre tal idealización de la conquista la sombría realidad!
Pero, ¡qué distancia
y
del conquistador y
El autor de la Recordación Florida, por más que alabe persona y la carrera del Adelantado, se queda atrás, posiblemente, frente a su contemporáneo, el franciscano Vázquez, criollo como él y, como él muy preocupado por glorificar a los hombres y las cosas de su Guatemala natal.
la
Llevado por
entusiasmo, Vázquez transforma sucesiva-
el
don Pedro en Héctor, en Bellerophon vencedor de la Quimera y en Caleb elegido de Moisés y Cabe señalar su manera victorioso de los tres gigantesca.
mente
al
valiente
de alabar las hazañas de Alvarado al lado de Cortés: elocuente elogio, que le atribuye al teniente un papel más
importante que
el
de su capitán.
.
.^'^,
Para volver a Fuen-
y Guzmán, tampoco es raro encontrar en él los mismos juicios preferenciales con respecto a la conducta y las proezas de su héroe. Acontece que la fama de Cortés quede
tes
II: III. 9 y V.S. propósito del ataque de Yzquintepeque (ibid., II, II, 1) el autor señala la total ausencia de una notificación previa: en otra parte (II,IV,14) los reconoce que Alvarado tenía muchos Indios, agregando, en verdad, que
64
Ibid.,
65
A
merecía:
"mas todo merecido de muy
loables servicios".
pp. 157-158. los indios, sien67 "En las guerras de Tabasco él fue quien venció a condo la primera victoria que se cantó por las armas españolas, la que él grandes tan tantas entre y siguió". "¿Qué acción, qué proeza, qué hazaña, por consejera la industria, valor y resolución 66
del
Crónica.
Marqués
(ibid.,
T.
p. 167).
cit.,
t.
I,
no tuvo
¿no entró dio vista a México primero que los demás? Tlatilulco?" el en estandartes Cortés, y fijó los reales
"¿no
antes que I,
op.
.,
del Valle,
de don Pedro?" tres días
.
ANDRÉ SAINT-LU
146
algo afectada^s y si el Perú fue conquistado posiblemente no se deba tanto a los méritos de Pizarro y de Almagro, como a la providencial intervención de don Pedro^o.
Como
gobernador, Alvarado también encarna un modelo. Ese Aquiles se torna un "Numa^^Oj prueba de ello sus sabias ordenanzas "para el buen gobierno de la República'* y, aún más, su avisada prudencia frente a situacio-
nes tan delicadas como la que confronta en Guatemala, en Prudencia 1530, después de una ausencia de cuatro años'^i
que
seria
más bien despotismo matizado de
sorna.
Pero
Fuentes nunca tuvo enxpacho en transformar en edificantes operaciones políticas las maniobras más dudosas de su personaje'^2.
¡Tiempos
felices
aquellos del principio de
una colonia
establecida bajo los auspicios de semejante jefe!
Si bien
deplora la decadencia, real o supuesta, del país que lo vio nacer, el historiador guatemalteco abunda en elogios hacia
su ilustre pasado. En la perspectiva frecuentemente nostálgica de la Recordación Florida, se repite como un estribillo, en oposición a la dureza de los tiempos presentes el retroceso del civismo, la decadencia de las instituciones la
pérdida de prestigio de la aristocracia 68
tés a
Recordación Florida, I,IV,2: con respecto a los disturbios de México,
criolla, la
la
y
prospe-
expedición de Cor-
Honduras y 69
Ihid., I,IV,3
70
Ibid.,
y
11,11.10.
I.VII,1.
71 Ihid., 1,1 V,3; para cortar por lo sano con las divisiones, Alvarado designó nuevos alcaldes y prohibió hablar del pasado. 72 Ver también ihid., I,IV, 5; II:II,10, IV, 7, y XIV,16.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
147
ridad, la grandeza
y el lustre de la Guatemala colonial al amanecer de su historiaos. Al evocar la mañana esplendoro :a del 27 de noviembre de 1527, día de la fundación efectiva de Santiago de los Caballeros, Fuentes y Guzmán le imprime una clara significación augural: «Amaneciendo el día siguiente 22 de noviembre del mismo año de 1527 con despejado y claro lucimiento, por ser el principio de la estación alegre del verano, se llenó de regocigo y festiva aclamación el sitio y plaza de Coc-
temalán.
.
.»'^4,
¿Estarían en los documentos, esas precisiones de orden Cabe suponer, más bien, que el autor se inspiró,
climático?
mencionar
cuadro hecho por Remesal, de los españoles, Remesal, a pesar de no ser criollo, también en 15247f>. contribuyó, seducido como lo estaba por el medio y ultrasensible a las motivaciones de su tema, a la formación de un cierto folklore guatemalteco. Para circunscribimos a la fundación de 1524, es interesante constatar que, teniendo lugar el día de Santiago, es decir el 25 de julio, el buen
sin
la fuente, del bello
del primer establecimiento
tiempo, aquella
—
^y
mañana
—provisorio—
era excepcional en
un
país tropical
eso es lo que el cronista no se cansaba de subrayar:
73 Conocemos el contenido reivindicatívo de la obra y el tono un tanto decepcionado que lo caracteriza (cf. aupra, pp. 77 y sg) ; ahora es conveniente observar el efecto del contraste entre la imagen del presente y la *'. . .así me suele acontecer el decir que sólo ha quedado Goathemala, porque de lo que fue y es ahora, sólo parece ver también que no ha quedado otra cosa". (Recordación Florida, II,XI,8) Paciencia ayuden. nos que Azcona de Domingos I,VI,5: "Ya no hay fray que esto ha sido hasta hoy Goathemala y amenaza a las cenizas de Troya,"
visión del pasado: el
esqueleto de
;
así
como
11:1,2; VI.9;
VIII, 24, etc.
74
Ibid.,
75
Remesal, Historia.
1,111,4. .
.,
op.
cit.,
lib.
I,
cap. Il, par. 4.
ANDRÉ SAINT-LU
148
el día señalado que amaneció sereno, y con ser entonces la fuerza de las aguas y el invierno de esta tierra, se armaron todos y pusieron en forma de ejército. .»'^6.
«Y viendo
claro,
.
Si bien explota algunos datos ya envejecidos, Fuentes también aporta su contribución personal al patrimonio de las tradiciones criollas, siempre susceptible de enriquecerse. De esa manera se complace en identificar, entre los primeros vecinos de Santiago, al descendiente del famoso piloto precursor de Cristóbal Colón^T^ legendario navegante que permaneció durante largo tiempo en el anonimato, pero a qu:.en el Inca Garcilaso se había encargado de darle un nombre, sin duda fantasioso. Identificación bien azarosa, en todo caso, la del supuesto descendiente, si es cierto que se basa en la lectura defectuosa (¿intencionalmente defectuosa?) de los antiguos registros municipales'^^. Dicha información será retomada y ampliada por el autor de la Isagoge hisiórica apologéiica siempre en el espíritu de glorificación de la ilustre capital de Guatemala^».
—
—
Ese invento de Remesal inspiró a los demás historiadores dominiamacf. Ximénez, Historia. , ., op. cit., t. I, p.l3l: *'. neció alegre y placentero, sin duda convidándolos a que permaneciesen en aquel sitio. ."; y la anónima Isagoge histórica apologética, op. cit., pp. 196-197: "Amaneció, pues, el 25 de julio, tan alegre que parecía celebrar también toda esta tierra la dicha que se la había de seguir de esta fundación", 77 "Juan Sánchez de Huelva, descendiente de Alonso Sánchez de Huelva, que fue el piloto que dio las embarcaciones a Colón": Recordación 76
cos de Guatemala:
.
.
.
Florida, 1,111,6.
78
no
el
Registros donde aparece
de Sánchez:
el
nuestra nota
cf.
nombre de González de Huelva, pero "La légende du pilote précurseur de
Christophe Colomb dans l'historiographie que, 1959, T.
79 tifica
LXI, n?
Isagoge.
aquí como
el
. .,
1,
du Guatemala", BuUetin Hispani'
pp. 74 y sg.
op.
cit.,
pp. 147-148: Juan Sánchez de Huelva se iden-
"hijo legítimo** de Alonso Sánchez.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
I49
—
—
Acerca de esta insigne ciudad, la cual precisa sólo durante cinco días fue villa (?)80, Fuentes exalta con igual calor a sus fundadores y primeros pobladores, por la triple excelencia de su nobleza^i civismo82 y urbanismo^s. Después del panegírico de Alvarado los elogios a Marroquín a Maldonado y las alabanzas a los ediles se inscriben clamorosamente en esa elocuente celebración^^. Incluso el simple hecho, ejemplar sin embargo, de que el país haya sido gobernado, por espacio de un solo día por una mujer (Doña Beatriz, viuda de Alvarado, en 1541) le parece un título de gloria:
.más que México y Lima podrá Goathemala contar, entre sus blasones, lo que las monarquías de Francia, Inglaterra, España y Flandes, a quienes gobernó y mantuvo el gobierno de mujeres: siendo ejemplar en nuestras Indias occidentales este accidente glorioso de Goathemala que, desde el principio de su infancia, empezó a correr parejas de grandeza con las mayores monarquías de Europa. en fin, a veces es mejor ser gobernado por una mujer heroica que de un hombre cobarde y flaco^s. «.
.
Y
Habrá que admirar la prudencia política de la última Pero hay que decir que el heroísmo de doBeatriz, personaje cuya conducta ha suscitado más de
aseveración. fia
.
.
80
Recordación Florida,
81
Ibid.,
1,111,4.
I.in,6
y
11,111,13.
y
II,VI,15.
82
Ibid.,
I,V,
83
Ibid.,
I.IV,5.
1
V,7 y VII,1; II; IV,16 y VIII,27. Las mujeres que gobernaron los reinos de Francia, nos dice el de Inglaterra, de España y de Flandes, eran respectivamente autor— Catarina de Médicis, Isabel de Inglaterra, Mariana de Austria (tu84
Ibid., I:
85
Ibid.,
I,IV,7.
tora de Carlos II)
y la duquesa de Parma.
—
ANDRÉ SAINT-LU
250
alguna controversia, sigue sin inspirar mucha confianzasc^ Fuentes y Guzmán, cuyo eclecticismo se amolda mal a los criterios muy selectivos, celebrará con complacencia todo lo que más tarde podrá concurrir, de alguna manera a la ilustración de Guatemala. La capital de la Capitanía General, transferida y reconstruida después de la catástrofe de 1541 y convertida, al final del siglo XVII en una de las más importantes ciudades coloniales de IndiasS^^ constituye Un tema inagotable para la pluma prolifera y entusiasta del historiador criollo^s.
«El ilustre y decoroso centro de esta nobilísima república se admira majestuoso, peregrinamente adornado de singulares, magníficas, elegantes fábricas, que autorizan y noblemente acreditan lo generoso y noble
de su dichosa fundación» S9,
De
todos los edificios públicos, la imponente catedral es la que más inspira su prolija y pomposa calificación: «. .con gallardía real basílica, con .
brica.
.
ostentación, campea la augusta y peregrina maravillosa material fá-
y
.»
«. .consta toda la magnifica augusta fábrica de sesenta y ocho bóvedas, con que se cubre y corona la Entrase majestuosa, elegante máquina de su decoro. .
86
Fuentes, naturalmente, se
empeña en
salvar la
memoria de doña
Sin Ventura", de las acusacioaies de ambición e hipocresía levantadas contra ella de manera especial por Remesal (Recordación Florida, Beatriz
**la
I,IV,7).
87
Aunque
88
Ver de manera
decaída, lo testimonia la actual ciudad de Antigua.
Florida,
89
Ibid.,
I,V,7.
especial el libro
V
de
la 1»
parte de la Recordacióni
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
a la hermosura de decentísima siete puertas» etc.^*^.
Ninguna de
las
de
este
151
templo por
iglesias, ninguno de los que cuenta, en su época, la clerical
veinticuatro
diez conventos con los
metrópoli guatemalteca escapa al inventario del locuaz desEso le da la oportunidad de consagrar largas pácriptor. ginas a las imágenes piadosas y a sus tradiciones milagroInestimable patrimosas que, gracias a Dios, no faltan^i. nio a los ojos de ese criollo, tan preocupado en testimoniar que en cualquier cosa, y en primar lugar en el campo de sagrado, el Nuevo Mundo puede rivalizar con el Viejo. Después de declarar que no pretendía autorizar milagros: Fuentes reseña **no califico milagros que no me toca". las bendiciones acostumbradas de cierprimordialmente ta Virgen invocada en período de sequía: lo
—
—
.antes de llegar la orden y solemnidad de la pro«. cesión rogativa al sitio y lugar sagrado de la estación, .
vamos bastantemente mojados y
alegres»»2^
y se hace eco de la devota leyenda según la cual la estatua encorvada de Nuestra Señora de la Merced, en su nicho demasiado bajo, perpetuaba una inclinación voluntaria de Más significativa, la creencia sela Reina de los cielos»3. gún la cual lo huida de Drake (a menos que fuera "Pie de Palo"), fue obra de la Virgen de Loreto, cuya imagen, orgullo del convento de los Franciscanos, habría sido robada,
"Descripción" de la ese capítulo. Fuentes menciona su se ha extraviado. Dios!, catedral en "ai-te mayor", poema que, ¡gracias a libro VI de la 1^ parte. 91 Ese es el tema, en particular, de todo el
En
90
Ibid.
92
Recordación Florida, I,VI,1.
93
Ibid.,
I,VI,2.
ANDRÉ SAINT-LU
152
en Eapaña, en un acceso de ciega piedad, por un guatemalteco que se encontraba viajando por España^^. Orgulloso de todas las iglesias de su ciudad natal, el autor de la Recordación Florida también se ufana de sus seis hospitales e incluso, parecería, de sus ocho cárceles. .^s, .
aun cuando, para abarcarlo todo, se vanaglorie aún más de su Universidad y del saber de los estudiantes criollos "fénix o monstruos de sabiduría" al decir, precisa Fuentes, de europeos quienes, al pasar por Guatemala, pudieron apreciar la vivacidad y la fineza ("lo pronto y lo delgado") de su inteligencia^^. Y cita, entre otros, al joven Juan testigos
de Oviedo y Baños, de estas partes, que se vio graduado de bachide Filosofía, licenciado y doctor de Teología escolástica, siendo admiración y crédito de ambos mundos por lo corto de su edad, pues solo rayaba en los diez y nueve años. .» «criollo
ller
.
Sin agotar la materia, cabe revelar, refiriéndose a la capital, el elogio
especial, la Plaza
de las plazas públicas y sus fuentes Mayor,
y,
en
Dicha tradición y muchos otros milanos en la Crónica franciscana de Vázquez, ese mismo histoLib. V., tratado II (edición citada., t. IV, pp. 219 y sg) riador, criollo como Fuentes y amigo suyo, también escribió una Historia Lauretana, acerca de los orígenes y vicisitudes de dicha estatua que, afirma, no era sino la que, antaño, había protegido el infante don Pelayo. (Sobre el culto de la Virgen de Loreto en Guatemala, cf. Rubén Vargas TJgarte, Historia de culto de María en Ihero-Amérvca, Madrid, 1956, pp. 300-301). 94
son
Ibid.,
I,VI,3
extensamente
y
II,XIII.18.
relatados
;
95
Recordarión Florida , I,V.S.
96
Ihid.
Fuentes se refiere a un
bierno general, etc.,).
tal Baldecebro,
autor aragonés (Gor/,^
,
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
153
«grave, decente sitio de los más severos majestuosos tronos, para los más superiores autorizados y ^rimeros tribunales; teatro de decorosas lucidas representaciones y anfiteatro de indómitas lunadas fieras»^!.
En
el renglón de las fiestas, civiles, religiosas o militalos juegos y representaciones cuyas plazas son el de y escenario, Fuentes no se queda atrás en cuanto a precisiones descriptivas, además muy acertadas, y comentarios elogiosos. Acerca de la fiesta "del volcán", una especie de gran desfile que evoca la conquista, se empeña en especificar que es muy particular de Guatemala y que no se celeese palo bra en ninguna otra parte»». La del **volador" alrededor del cual revolotean hombres suspendidos en lazos inmemorial tradición mantenida por los Indios, también excita su imaginación»». Esa misma fiesta motivará la con las corridas y inspiración emocionada de Landívar algunos otros juegos siendo el tema de uno de sus más
res
—
—
—
—
bellos cantos^í^^.
En cuanto
verdaderamente desbordante, con el elogio de su país, más que abogar en
al celo,
cual se consagra al
favor de la categoría social a la cual pertenece, es el justo título que Fuentes y Guzmán, cuya influencia y crédito
fueron sin duda
más grandes de
97
Recordación Florida,
98
/6id., I,
XVI,
99
Ibid., 1,
XVI,
100
I,
lo
que podríamos supo-
V, S.
6.
5.
El canto quince de la Rusticatio Mexicana, .*'mox machina gyro . .
Flectitur, et bifido evolvens revoluta cylindro. Lora, urget súbito producto fuñe volantes.
Ducere lunatos circum per inania flexus.
de donde extraemos:
ANDRÉ SAINT-LU
154
ner^oi,
puede ser considerado, en
el
corazón de los siglos
coloniales, como el principal representante o, en todo caso como el mejor portavoz del criollismo guatemalteco.
Nectereque,
inmensos
inmensis
orbitus
orbes.
Tune Quatiunt ccelum pedibus, manibusque sonora Sistra movent, magnoque reptent, subsellia plausu ímpetus in terram laxis dum prorsus habenis Ceu Baccho victos, nutanti poplite, fundat." luego la máquina, y desenrollando las sogas enredadas en el a los voladores, alargada su cuerda,
(*'Gira
bifico cylindro, impulsa inmediatamente
a dar vueltas como lunas, enlazando unos con oftros Entonces sacuden el aire con los pies, o agitan sus manos sistros sonoros, y resuena el aplauso atronador en los bancos, hasta que el vertiginoso movimiento, sueltas ya las sogas, los arroja al suelo, tambaleándose rendidos como ebrios*'. Traducción de Octaviano Valdés), a girar por
el
aire,
circuios desmesurados.
^101 Aunque
inédita la Recordación Florida fue
fuentes historiogi'áficas de la
anónima Isagoge
una de
histórica
las principales
apologética
y
del
Guatemala, de Domingo Juarros (principio del siglo XIX). Señalemos también que en 1808, en ocasión de las manifestaciones de lealtad hacia Fernando VII, se erigió un monumento, en Guatemala, donde la efigie de Fuentes y Guzmán, entre las de otros historiadores locales, ocupaba un lugar de honor (cf. Sinforoso Aguilar, es-
Compendio de
la
historia de la
tudio citado, in fine).
ciudad de
Tercera
Parte
"CRIOLLISMO" Y EMANCIPACIÓN
Capítulo Primero
LUCES EUROPEAS Y SENTIMIENTO AMERICANO Sería difícil descubrir, ya sea a través de las reivindicaciones coloniales, o en la defensa de la calidad de criollo
I
mundo
guatemalteco (tal como dichas manifestaciones se nos han presentado hasta aquí) las más mínimas primicias de un verdadero espíritu de emancipación política. Por muy insistentes que fueran, en el conjunto, las quejas acerca de las penurias, de las trabas o de las imposiciones de la autoridad metropolitana; por amargas o vigorosas que fueran las protestas contra tales privilegios de hecho de los "peninsulares", por quisquillosas que fueran ciertas reacciones del amor propio local y por celoso que fuera el sentimiento del valor y de los méritos de las cosas y de los hombres del país, nunca por lo qué parece, los "colonos" de Guatemala pusieron en entredicho su apego por España y su condición de españoles.
o en
la ilustración del
También
es importante, para captar el
fenómeno de
la
como un background,* esa
independencia, tomar en cuenta, ^no conciencia criolla tan acendrada. Pero el hecho nuevo es que en entenderlo así sería ima falta de consideración
—
—
*
En
inglés
en
el
original.
ANDRÉ SAINT-LU
158
Guatemala como en cualquier otra parte, el signo precursor de cambios decisivos, incluso si no representa, propiamente hablando, una etapa hacia la vía de la autonomía, se da a finales del siglo XVIII, con la aparición de las "luces".
nos detendremos aquí en los aspectos más generales de la ilustración hispanoamericana, fenómeno consecutivo a la progresiva apertura de las Indias españolas a las influencias culturales del mundo europeo, él mismo en una etapa de transición. Muchas veces estudiada en sus causas y sus formas aunque diversamente apreciada en su realidad cuantitativa y cualitativa, la penetración de las ideas nuevas y de los conocimientos recientemente adquiridos es un hecho histórico indiscutible, cuya manifestación específica se registra hasta en las más alejadas provincias ame-
No
ricanasi.
Si bien es cierto que existe cierta distancia temporal en relación a otros países como México, por ejemplo, más
moderna, Guatemala, menos visitapor extranjeros sabios como lo fueron el Perú y otros da territorios de América del Sur^, también era tierra fértil para que se sembraran y fructificaran, en los espíritus más abiertos de Su élite culta, las ideas del siglo. Dentro del eclectisismo de tendencia pragmática de las actividades inaccesibles a la filosofía
1
En
cuanto a América anglosajona,
i incluso antes de su independencia)
considerablemente
más avan-
se podría, desde el punto de vista
de las "luces" asimilarla a Europa más que al resto del Nuevo Mundo. 2 Acerca del paso o la permanencia, durante el siglo XVIII, de varios médicos franceses (de reputación mediocre) en Guatemala, cf. Jacques Houdaille,
"Les Francais
et
les
afrancesados en
Amérique
cenitrale,
1799-
1810", Revista de Historia de América, n9 44, diciembre de 1967, pp. 805380; el autor menciona también la penetración, un tanto tardía, de la li-
teratura filosófica de
origen francés.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
I59.
medio de una eclosión de tra« memorias, ensayos sobre problemas jurídicos, políti-
telectuales de la época, en tados,
cos, sociales, económicos, técnicos, etc. a los cuales el magistrado Jacobo de Villa Urrutia, los gaceteros y publicistas Alejandro Ramírez, Antonio García Redondo, Simón Bergaño y Villegas y otras personas de talento unen su nombre^, es primordialmente en el campo científico donde se percibe en su esplendor, esa influencia de las "luces" en los guatemaltecos más inteligentes. Entre éstos, tres criollos, ocupan un lugar eminente y gozan en los últimos años, del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX, de una celebridad que se extiende fuera de El Franciscano José Antonio Liendo las fronteras del país. y Goycoechea, de origen costarricense, doctor en Teología y profesor de moral y particularmente conocido como introductor de los métodos experimentales en las ciencias físicas; José Felipe Flores, oriundo de la ciudad Real de Chiapas, botánico, físico, anatómico y fisiólogo y, sobre todo, médico (promotor de la vacunación contra la viruela, divulgador de un tratamiento de las afecciones cancerosas) es el mejor representante de la erudición enciclopédica; Narciso Esparragosa y Gallardo, procedente de Caracas, fundador, en Guatemala, de la cirugía científica (y el primer oftalmólogo del país que practica la operación de la catarata) encarna la figura del sabio especializado, en una rama hasta entonces menospreciada"*. .
.
3 Por lo que se refiere a la vida intelectual guatemalteca en la época de las Luces unida a la coyuntura histórica , ver entre otros trabajos esijecializados (bastante desiguales), John Tate Lanning, The Eighteenth. Century Enlightenment in the University of San Carlos de Guatemala, Cor-
—
—
University Press, Ithaca, New York, 1956, y Elisa Luque Alcaide, i». Sociedad Económica de amigos del país d<í Guatemala, Sevilla- (Escuela de^ Estudios Hispanoamericanos).
nell
4 J.
T.
(ver
Cf. E.
Lanning, el
índice).
Luque Alcaide. La Sociedad. ., op. cit., p. 83-86 y 92-97; The Eightcenth-Century Enlightenment. ., op. cit., passim .
.
ANDRÉ SAINT-LU
160
handicap de su aislamiento, dichos eruditos, investigadores y practicantes, podían encontrar, en el lugar las obras que les proporcionarían una información, cuando menos parcial, acerca de los progresos realizados en otras partes en los métodos; las adquisiciones teóricas y sus aplicaciones: es bien sabido que en esa época, los libros
Para paliar
el
extranjeros, tanto los científicos
circulaban,
ficos,
como
los literarios o filosó-
a pesar de los escollos
que tenían que América española. En importancia y lo moderno de los
superar, en todos los países de la
verdad, causa sorpresa la fondos bibliográficos de que, parece ser, disponían para la enseñanza y para sus trabajos los sabios de Guatemala-^: Sin duda, pudieron formarlo y enriquecerlo directamente en ocasión de sus viajes. Esas mentes inquietas y curiosas, trataron de conocer el mundo y de entablar, con sus homólogos de las naciones más cultas, contactos que no fuesen solamente librescos. En ocasión de su estancia en España, donde visita escuelas y museos, a la vez que conoce algunos hombrea eminentes, Goycoeohea trae consigo además de libros, varias máquinas y aparatos científicos. Flores y Esparragosa también viajan a Europa, donde el primero, quien también vivió en los Estados Unidos pasará (en la Península) el resto de sus días^. Esa élite esclarecida, que no se conforma con abrirse a las conquistas de la ciencia, sino que también aporta importantes contribuciones personales, se siente a la altura de los
—
—
Señalemos, en materia de teología, los tratados de Colet, Genet, ^enntiB y Toumély; en física, las obras de Bayle, Brixia, Jacquier, Nollet y Pinche; en medicina, los trabajos de Boerhaave, Boyle, Bninet, Haller, Hoffmann, Limery, Piquer, etc^: cf. Lanning, The Eighteenth-Century Enlight' 5
op.
enment.
.
dad,
PP. 40-41.
.
.,
6
.,
cit.,
pp. 70, 72, 288 y passim; E.
E. Luque Alcaide,
La
Sociedad.
.
.,
op,
Luque
cit.,
Alcaide,
La
pp. 44, 86, 94.
Socie-
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
161
mejores cerebros de otros países, sin distinguir muy bien, posiblemente, más allá de sus capacidades y sus méritos, la distancia que aún le separa de las culturas más avanzadas"^. Sea como fuere, es muy comprensible que los ilustrados de Guatemala, conscientes de su valor, hayan reaccionado vigorosamente contra la tendencia de ciertos europeos a denigrar el mundo americano. Sabemos que en la segunda mitad del siglo XVIII se desarrolló, en Europa occidental, y especialmente en Francia, una conceoción filosófica y científica de las cosas y de los hombres del Nuevo Mundo la cual acreditaba, la idea de su inferioridad con respecto al Viejo Mundo. De la Hisioire Naturelle de Buffon a las Recherches philosophiques sur les Américains del abate Cornelius de Pauw (1768), esa tendencia se fortalece, no sin polémicas, y la volvemos a encontrar con matices y correcciones en varios filósofos y enciclopedistas de este tiempo^. Frente a una tesis que, por mucho que sus sostenedores consideren suficientemente fundada en la teoría
y en
la experiencia,
no puede ocultar una aparien-
de cualquier manera mortificante; frente a esa tesis, aplicada en primer lugar a la naturaleza y a los indígenas y que tampoco perdona a los habitantes de raza blanca arraigados allende el Atlántico, la élite criolla gua-
cia despreciativa, o
7
Habrá que desconfiar de
las
apreciaciones
demasiado optimistas
do algunos historiadores (si bien, otros por el contrario, tienden a poner en entredicho el esplendor de esas "luces" americanas). Antonello Gerbi, 8 Abundante bibliografía: ver de manera especial México, (1750-1900), polémica una de La Disputa del Nuevo Mundo, Historia del siglo (traducción), y Silvio Zayala América en el espíritu francés Bataillpn: Marcel de estudio XVIII, México, 1949; agreguemos el sabio
1960
lo "L'unité du genre humain: du P. Acosta au P. Clavigero", Melúnges a (Centre de rechercHes de l'Instítut mémoire de Jean Serrailh, Paris, 1966.
d'Etudes Hispaniques),
t.
1,
PP. 75-96.
ANDRÉ SAINT-LU
162
temalteca, ampliamente informada, reacciona afirmando con orgullo su eminente dignidad y el nivel de sus aptitudes intelectuales.
«Desmiente este Reyno la ignorancia de los enciclopedistas y los filósofos superficiales que pregonan la debilidad del talento americano->>.
Aunque mal desarrollada, esa declaración^ de Jacobo de Villa Urrutia, antillano de nacimiento, radicado en Guatemala (en calidad de Oidor) y director de la primera Sociedad Económica de Amigos del País, define bastante bien la posición americanista de la capa social esclarecida a la cual pertenece: una posición de autodefensa bajo forma de una simple refutación por los hechos. El mismo orador puntualiza: «. .produce eminentes físicos, descubrimientos de grandes sistemas en la economía animal, autores y executores de delicadas estatua-; anatómicas [. .] inventores de instrumentos quirúrgicos [. .] y por sus sólidos conocimientos en la política económica, merecen sus h'jos la palma en la contienda más gloriosa para la humanidad y para los adelantamientos de la Nación» ^í>. .
.
.
A
ese sistema de defensa,
más
la
criollos agregan, llegada la ocasión, el
desmedida directa, los comentario irónico:
«O ilustre Nezahualcoyotl, o insigne Manco Capac o Incas respetables [. .] sí hubieseis nacido en coyunturas y en tierras más felices, vuestros nombres estarían hoy inscriptos al lado de los bienhechores del gé.
Citada según E. Luque Alcaide, La Sociedad. . ., op. cit., p. 148. 9 10 Ibid., p. 147: extractos del discurso de Villa Urrutia a la 3? Junta pública de la Sociedad Económica (Ír97); el texto completo lo reproduce
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
153
ñero humano [. .] y si en los mismos payses hubieseis tardado algunos años en venir al mimdo, ésta fuera la hora en que se os disputara la racionalidad, en que se os confinara en una especie media entre el hombre y el mico» 11 .
o la réplica despreciativa:
.admira al mundo la arrogancia insana de un hombre que, desde su f'abinete de Berlín, y sm haber visto más cielo que aquel en que nació, se atrevía a cubrir de oprobio a to^o el orh^ nuevo: el nombre de Paw pasó en execración a todas las gentes sensatas los mismos seqüaces de la p^-etendida filosofía que él preconizaba le abominaron» 12^ «.
les
los
.
Es muy significativo que a pesar de los prejuicios raciay de la conciencia de casta que los separan de los indios, blancos americanos (muchos de ellos mestizos) se sienten
o se d'cen, frente a la denigración de la cual son objeto, solidarios con la población indígena, víctima del mismo descrédito. En oposición abierta contra las ideas pauwianas, cuya autoridad recusan, presentan a las antiguas culturas autóctonas como superiores, en muchos planos, a las de los pueblos de la antigüedad, referencia predilecta de aquellos ilusIrados que se jactan de humanismoi3. la Gaceta de Guatemala titulado: <'Exque no se ha escrito" (16 de junio de 1797). Dicho artículo y los que se citan más adelante, pudieron ser consultados en el Archivo General de Indias de Sevilla, donde se conserva una colección (incompleta) de la Gaceta de Guatemala. 12 ('Memorias para hacer una descripción puntual del Reyno de Guatemnln. Introducción" (Gaceta dd 8 de mayo de 1797). En Apéndice reproducimos (¿nfixL, pp. 170) un extracto más largo de ese artículo anónimo,
11
Extractos de un artículo de
tracto razonado de
donde se expresa, a 13
Cf.,
gión de los de marzo)
un
libro
la vez,
entre otros,
antiguos
el
el
sentimiento de cierta responsabilidad artículo de la Gaceta titulado:
mexicanoa"
(1798,
criolla.
"Sobre la
muchos números a partir
reli-
del
26
ANDRÉ SAINT-LU
164
I^ro esas actitudes, que ahora toman un aspecto más y más científico, no son totalmente nuevas, y el presente ensayo puso de manifiesto en el capítulo anterior, reseñando la Recordación Florida de Fuentes y Guzmán, una apoiogia de Guatemala la cual, un siglo antes de la edad de Pero si dichos antecedenlas luces, ya era una ilustración. tes no deben sorprendernos, en la medida en que sólo son revelaciones (con demasiada frecuencia) se ha descuidada conocerlas, no hay duda que en el umbral del siglo XVIII^ las múltiples reacciones de los criollos frente al desprecio euror^eo que ellos resienten como un insulto, representan, a través de la susceptibilidad que la desencadena, un decididofortalecimiento de la conciencia americana.
filosófico
Sin duda no deberíamos exagerar la extensión ni los fenómeno: las mentes esclarecidas de Guatemala siempre fueron una pequeña minoría y además, no en eran exclusivamente crioUasi^. Pero sería abstracto una sociedad donde a una enorme proporción de la población (indígena, mestiza y hasta blanca) no le anima de todas maneras, ningún ideal espiritual ni ninguna conciencia política digna de ese nombre medir la importancia de esa minoría efectos de ese
—
—
14 gistratura,
Así como en otras capitales de la América española, la alta made origen peninsular en su gran mayoría, no era impermeable»
en su conjunto, a
las
ideas nuevas,
ni tampoco insensible a las realidades
Troncóse Pnesidentes de esa época: Martínez del Rincón, Domas y Valle y, en especial, González Mollinedo y Sarmvia, parecen haber sido, con mayor o menor eficacia, hombres de prozreao y de buena voluntad; por el contrario, el regente Gerdán y Pontero (el carso de Regente de la Audiencia, creado en 1776, implicaba poderes a veoes superiores a los del propio Presidente-gobernador) y algunos Oidores, manifestaron claramente su hostilidad a las "luces". esfyecíficamente
americanas.
.
.
Los
CONDICIÓN COLONIAX. Y QONCIENCIA CRIOLLA
165
por SU bajo porcentaje numérico en relación a la totalidad de los habitantes. Sobre todo si la élite de que se trata, incluso si ella misma se siente y probablemente quiere ser considerada como tal, no por eso deja de ser una élite actuante y, en cierta medida militante. Su influencia, además de la acción directa en un plano individual, favorecida por el prestigio de sus representantes más autorizados, tiene la posibilidad de ejercerse más ampliamente, a través de instituciones antiguas pero en vía de renovación, como la centenaria Universidad de San Carlos (abierta entonces, precisamente, a las perspectivas de reformas orientadas hacia una modernización de la enseñanza) ^^^ o nuevas como la Sociedad Económica de Amigos del País de Guatemala, fundada en 1795 sobre el modelo de las de España (y de algunas otras que ya habían sido creadas en Indias) i«, y su órgano periódico, la Gacela^ 7 Sociedad y Gaceta sometidas, es cierto, a
—
Acerca del papel de crítico y acusador del peninsular fray Fermín
15
Aleas» O.P., y acerca del papel de reformador prosrresista del criollo Licndo
y Goycoechea, O.F.M.,
cf.
Lanning, The Eighteenth-Century Enlightenment.
.
.,
El final de la obra de Lanning (pp. 116 y sk), basada, en lo esencial, en el examen de las tesis presentadas por lo» candidatos a los diferentes grados, pretende formar prueba de adhesión de la Universidad de
pp. 38 y
sff.
*'a la revolución fundamental en la filosofía y en las ciencias": por otra parte, merecería matizarse. 16 La de Guatemala fue fundada por el Oidor Villa ITrrutia, bajo el gobierno de José Domas y Valle. Algunas Sociedades ya existían (o habían existido) en Manila, Monpós (Nueva Granada), Santiago de Cuba y La Habana, Vera Cruz y Mérida, Lima y Quito; las de México, Bogotá, Caracas. son posteriores. Cabe señalar, en 1819, la creación de una Sociedad en la provincia de Chiapas (independiente de la de Guatemala): cf. E. LuQue AlcrJde, La Sociedad. ., op. cit., pp. 11 y sg. 17 Una primera Gaceta de Guatemala, de existencia efímera, apareció en los años 1729-1731; simple boletín oficial de noticias. Como periódico al scvicio de lo-^ ilustrados, pronto controlada por los miembros más influyentes de la Sociedad Económica (Villa Umitia, Goycoechea, García Redon(Ignacio do, Ramírez, etc.). La Gaceta reapareció regularmente en 1797 Beteta, editor) durante cerca de veinte años: cf. E. Luque Alcaide, La Sociedad. ., op. cit.» pp. 119 y sg.; Lanning. The Eighteenth-Century Enlightenment. ., op. cit., pp, 83 y sg.
Guatemala
tesis que,
.
.
.
.
.
ANDRÉ SAINT-LU
lee
condiciones de vida más bien precariasi». No será superfluo recordar aquí que la ilustración guatemalteca, por efecto mismo de su vocación es sistemáticamente promotora de reformas y de pxogreso, en función de las realidades locales a las cuales se ve confrontada.
En
función
también, naturalmente, de la concepción imperante entonces, del progreso y de las opciones o de las prioridades que imY, finalmente, en función o en el limite, de sus proplica. pias posibilidades de acción las oposiciones
En
tomando en cuenta, igualmente,
que encuentra.
—
bastante modesto, de la educación básica, considerado fundamental, por lo menos en relación a lo que debía de haber sido una evaluación democrática de las necesidadesi^, se dirige esencialmente, junto al simple aprendizaje artesanal y de la enseñanza profesional (hilado y tejido, técnica de la seda)2o, hacia la creación precaria por falta de medios o de interés por parte del público de establecimientos especializados: escuelas de matemáticas, economía política, dibujo2i; renovación de los estudios superioel
sector
cultural,
como era de esperarse
el
esfuerzo
— a nivel
—
18
a
La
—
Sociedad fue disuelta en 1800, por orden de la metrópoli; vuelta más o menos bien, hasta 1818. La Gaceta
establecer en 1810, sobrevivió,
amenazada por las autoridades locales fue marcada, antes de sucumbir y desaparecer, por una orientación netamente satíríca, con Beriraño y Villegas (hacia 1806). A los estudios citados, agregar Carlos Martínez Duran, "La Sociedad Económica de Amigos de Guatemala", Revista da la Universidad de San Carlos, t. 26, Guatemala, 1952. 19 Algunas escuelas "de primeras letras" fueron fundadas, en la capital y en otras partes, por el arzobispo Cayetano Francos y la Sociedad de Amigos del País (E. Luq^e Alcaide, La Sociedad. ., op. clt.y pp. 106 y
varias veces
.
118); la educación familiar es objeto de directrices publicadas por (ihid.,
pp. 144-45).
20
Ihid.,
pp. 37-38 y 104-106.
21
Ihid.,
pp.
113-115 y 128.
La
Gacetas
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
res,
lg7
estimulada por algunos y combatida por otros22; promo-
—
difusión de nuevas ción de las ciencias físicas y naturales teorías y experiencias, divulgación de los nuevos descubri-
campo de
la medicina, creación de un Jardín en grado menor, estímulo de las letras y de las artes: concurso para un estudio sobre el estado de la literatura guatemalteca; creación-tardía en comparación a México y Lima de un teatro en la ciudad capital. .24.
mientos en Botánico.
el
.23;
.
y,
—
.
En materia económica, de un interés tan directo para concepciones "progresistas" de la época, pero más que cualquier otra, sometida a la fuerza conservadora de elementos privilegiados (en su mayoría criollos: grandes propietarios productores y en proporción menor con respecto a los peninsulares negociantes monopolizadores radicados en Guatemala), la acción de los ilustrados* bajo forma de trabajos teóricos o experiencias, campañas de información y vulgarización, de premios y de recompensas, etc., se dirige sobre todo en el sentido de un crecimiento del rendimiento (añil), y de una diversificación de los cultivos (cacao, algodón, lino. .) lo cual no deja de provocar cierta resistencia de parte de los hacendados25 de una modernización de las las
.
;
técnicas industriales (hilados, tejidos, tintes, curtido) 2C;
una expansión comercial
(apertura
desarrollo del tráfico interno relativa liberalización
de
y de y equipo de puertos,
y externo) favorecida por
las tendencias
oficiales,
la
pero per-
Es necesario aclarar que la 22 Referencias citadas supra, nota 15. autoridad metropolitana, aunque prudente, no era hostil a las reformas universitarias,
ya parcialmente realizadas en España.
23
E. Luque Alcaide,
24
Ibid.,
La
25
pp. 45 y 118. Ibid., pp. 99 y sg.
26
Ibid.,
pp.
105 y sg.
Sociedad.
.
.,
op.
cit.,
pp. 116-117 y 140-142.
— ANDRÉ SAINT-LU
168
turbada por las guerras y contrarrestada, además, por la fracción más conservadora del cuerpo de mercaderes guatemaltecos-7.
En
el
campo
—
«.
.
reformador de
social, el espíritu
clarecida, se aleja lo
más
desigualdad de los haberes nace del
.la
la élite es-
posible del "igualitarismo",
mismo
prin-
que la desigualdad de los talentos. Es preciso, pues, que haya pobres y ricos, que unos posean mucho superfiuo, y otros carezcan de lo necesario»^^ cipio
un paternalismo menos humamanifiesta bajo la forma de im ensayo, de reglamentación de los visto con agrado por la Corona gremios por oficios: código gremial de Villa Urrutia^»; de proyectos, bastante platónicos, de lucha contra el desempleo ^muy moy la vagancia3í>. y finalmente, algunos intentos, destos y apreciados en forma desigual por la aristocracia criolla para una mejor incorporación de los Indios a la sociedad civilizada: instrucción elemental, vestimenta, trapero dirigido,
no que
más
bien, hacia
utilitario, se
—
—
—
—
bajo^i.
En resumen, ese aspecto progresista de la ilusiración guatemalteca, que no se debe ni sobrestimar, por lo que hemos 27
ibid.,
pp. 33-34, 82, 165-166.
Desde
principales comerciantes estaban organizados en
28
Extracto
de
mitad del siglo XVIII los un "Consulado de Comercio*
la
una memoria de Goycoechea "sobre
los
medios
de
destruir la mendicidad y de socorrer los verdaderos pobres de esta capital"
(Oaceta del 26 de febrero de 1798). 29 E. Luque Alcaide, La Sociedad,
., ov. eit., pp. 76 y 110-111. Memoria de Goycoechea citada nota 28 (Gaceta del 26 de febrero; y del 19 de marzo de 1798) ese memorial pretendía resucitaT la antigua institución romana de la clientela. 81 E. Luque Alcaide, La Sociedad. ., op. cit., pp. 112-113 y 152164. Cf. la Memoria de fray Matías de Córdova: "Utilidades de que todos .
30
;
.
los indios ladinos se vistan
de 1798).
y calcen a
la
española" (Gaceta del 25 de junio
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
169
de la diversidad de sus manifestaciones, ni minimizar por el solo hecho de su relativa ineficacia, ni, sobre todo, desnaturalizar por una interpretación demasiado sumaria, corre a la par con la generalidad de las tendencias reformadoras que se abren camino, más o menos en la misma época, en todas las Indias. Sin embargo, tenemos la impresión que no se singulariza por su audacia, que las innovaciones más notables sólo se realizan, esencialmente, en la visto acerca
y en
técnica
la ciencia.
Sólo quedaría el
En
ese
campo
campo tampoco
político.
se presentan situaciones
muy
ex-
más bien un despertar del espíritu crítico, a la luz de las ideas y los ejemplos traídos del extranjero: un despertar favorable ^hasta tremistas ni francamente revolucionarias; sino
—
en espera del juego determinante de las circunsa una toma de conciencia de la nacionalidad ame-
cierto punto,
tancias
—
ricana.
El conocimiento de las nuevas doctrinas filosóficas y políticas se produce, en el seno de la élite guatemalteca, por la lectura de obras importadas que ni las prohibiciones le» gales, ni el control inquisitorial
32 quieu;
el
también,
logran impediros.
Además
El Oidor Villa Urrutia tenía las obras de Condillac y de Montesfranciscano Goycoechea, calificador del Santo Oficio, tenia él decían, algunos libros franceses en su biblioteca (cf. Houdaille
Lea Francais, ., op. cit., p. 324). Sin embargo, la inquisición en los año» inmediatamente anteriores a la independencia, confiscó los libros de Voltaire, Mably, Marmotel, etc. (ibid., p. 325). Acerca de la masonería (y su represión) en Guatemala, cf. Lanning, The Eighteenth-CeiUury Englightenment. , .* op. cit., p. 320 y Alcázar Molina, Loa Virreinatoa en el siglo XVIII, Barce. .
lona,
1945, p. 226.
,
ANDRÉ SAINT-LU
170
que pasan o que permanecen algún tiempo no pierden ocasión, y en especial los franceses
los extranjeros
en
el país
incluso
si
—
—
las autoridades civiles
o religiosas les causan
al-
gunos problemas, para propagar las ideas de libertad y de soberanía nacionales. Además, la ignorancia acerca de la historia o de la actualidad mundial no llega a tal punto de que no sean lo suficientemente conocidos los regímenes y los gobiernos de las grandes naciones, algunos de los cuales, se consideraban en ese entonces, ejemplares. En esas condiciones, no debe sorprender que las mentes más esclarecidas se rebelen, aunque prudentemente, contra través el absolutismo corrupto de la monarquía española. de un artículo de la Gacela, acerca de las leyes de los antiguos mexicanos (1798), donde se llamaba la atención sobre la sensatez de su sistema de acceso y de sucesión al trono, concebido para garantizar la legitimidad y la autoridad del soberano:
A
—«para conservar que nunca ocupase fera» —
el
esplendor de la corona, e impedir trono un hombre de baxa es-
el
puede captar la condena a la incapacidad de Carlos V y de su favoritismo por GodoyS^. por otra parte, el contraste
se
entre las debilidades y los vicios del gobierno español y la sabiduría política de los monarcas filántropos como Pedro I y Catalina II de Rusia, está fuertemente marcados^. Frente
despotismo a todas luces reprobable (a cuya crítica no escapa el de Pedro I) los regímenes constitucionales de Inal
33
Houdaille, Lea Francais,
. ., op.\cit., pp. 314 y sg. Gaceta del 13 de agosto de 1798 (extractos traducidos de los escritos de jesuíta Clavijero) cf. E. Luque Alcaide, La Sociedad, op, cit., ., pp. 167-158.
34
;
35
Artículo
"De
la Rusia**,
.
Gaceta del 27 de febrero de 1797.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
171
glaterra y de Suecia son objeto de grandes elogios. Muy reveladora y de una característica preocupación americana, esa apología muy particular, de Catalina II:
«.
.
.en el reinado de la actual emperatriz se ha hecho leyes sabias, tanto más digno de elogios
un código de
cuanto fue formado en una especie de Cortes compuestas de los Diputados de todas las provincias, entre las quales hay muchas a donde aun no se ha extendido la cultura, y de hombres diferentes en religión en costumbres y en opin iones» •'^*\
Además
los "vicios del gobierno interno de América'* de un discurso enviado a la "Económica" por uno de sus miembros, fray Antonio de San José Muro se convirtieron entonces en un tema público de estudios y debates37. ¿No será que detrás de esa admiración por la libre Holanda, hija de sus obras, se esconde la idea de una cierta autonomía, si no de independencia?:
—título
—
«. .siendo una porción muy pequeña de nuestra Monarquía, logró nivelarse con ella misma, y aun poner contrapeso a nuestro poder»38. .
Sin embargo, no se puede poner en duda, por lo menos en conjunto, la lealtad política de la Ilustración guatemalteca: cuando más se podría hablar, en tanto que perspectivas para el futuro,
de vagas ideas autonomistas recientemente forma-
se
Ibid.,
87
E. Luque
38
Ibid.,
Holanda").
cf.
p.
E.
Luque
Alcaide,
160
Alcaide,
La
La
Sociedad.
Sociedad. .
.,
op.
.
cit.,
.,
op.
p.
cit.,
p.
159.
118.
(Gaceta áe\ 20 de marzo de 1797:
ailículo:
"De
la
ANDRÉ SAINT-LU
272
Esencialmente pacíficas^», las tendencias esclarecidas, alrededor de 1800, no constituyen una amenaza directa para En la medida en el régimen y las instituciones coloniales. conjugación un espíritu innovador y de de la anuncia que una conciencia americana, hay que considerarlas como un fermento de inquietud, de un clima favorable a la cercana eclosión de un sentimiento nacional. das.
Cf., a propósito de Suecia, el elogio implícito de una revolucióa a cabo sin derramamiento de sangre: "Jamás se ha visto un trastomo más completo en el gobierno y en las opiniones de una nación sin derramar una gota de sangre." (Gaceta del 17 de abril de 1797: artículo: "De la Suecia y Dinamarca").
39
llevada
Capítulo Segundo
espíritu criollo
y espíritu de independencia
La independencia de la Capitanía General de Guatemala un hecho histórico que no tiene mucho relieve si
(1821) es
la América española: no menos que se puede decir ni tampoco a la retaguardia, como la del bastión peruano, sin hablar de Cuba; y circunstancia que la singulariza, se opera, ya que no sin choques, casi sin combates. Eso no significa que no tenga historia, y si su originalidad consiste únicamente en esa falta de lustre, no es una razón para no tratar de deAdemás finirla y explicarla de una manera muy concreta. en la perspectiva del tema aquí tratado, no podríamos eludir esa exigencia ya que esa independencia está condicionada, en
se
compara a
la
de otros países de
está a la vanguardia
—es
lo
—
gran parte, a los caracteres propios del criollismo guatemalteco.
desde sus orígenes como un relaciones con las realidades fenómeno histórico vivo, en sus coloniales que constituyen su substrato. Al abordar la crisis
Hemos seguido
el criollismo
ANDRÉ SAINT-LU
174
dominación española, en la cual está comprometido de manera directa pero compleja, sería oportuno hacer un balance, tanto acerca de las bases sociales como de las tendencias y aspiraciones de ese criollismo, tal como se define en ese principio del siglo XIX. Análisis molesto, si no imposible, a causa precisamente de la complejidad del fenómeno, así como de la imprecisión de las informaciones que disponemos, empezando por los datos sociológicos.
que pone
fin a la
Generalmente se estima en un quinto de la población decir cerca de trescientos mil (o un poco menos) el número de blancos con que cuenta en ese entonces la Capitanía General! evaluación forzosamente aproximativa, aunque sólo fuera por las dificultades de apreciación del mestizaje. ¿Será entonces, como se considera para el conjunto de la América española, que los criollos representan un 90% de esa población de raza blanca o supuesta como tal? La proporción, aquí también, sólo puede ser aproximativa y corre el riesgo de pecar de quedarse atrás, por lo menos si no se limita estrictamente dicha categoría a los nativos de Guatemala sino que se extiende a los elementos asimilados, ya sea a causa de una larga permanencia en el país o por uniones familiares o profesionales. Lo cierto es que después de tres siglos de colonización española, los criollos llegaron a ser fuertemente mayoritarios con respecto a los peninsulares.
total, es
:
Pero más
de las simples realidades demográficas, una sociología del criollismo concebida como auxiliar de la historia debería diferenciar, en el seno del elemento criollo, la élite consciente y actuante de una masa amorfa y desprovista de cualquier potencialidad determinada. La primera allá
1 Según el testimorio contemporáneo de Humboldt y la evaluación de Rosenblat, citados por Villacorta, Historia. ., op. cit., p. 365. .
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
está concentrada
en
las
175
ciudades y, en especial, en Guatema"
centro político, económico, religioso, universitario y mundano de la vida coloniaP, ¿y cómo podría ser de otra mane-
la,
ra, en una sociedad hispanoamericana básicamente urbana por tradición? El hecho en sí es importante, pero además sería conveniente llevar el análisis hasta las categorías socioprofesionales: terreno insuficientemente explorado- para que podamos apoyarnos en datos completos y precisos. Hecha esta reserva, podemos asegurar que la alta magistratura de la Capitanía central o provincial* estaba confiada, en la mayoría de los ca os, a los peninsulares llegados directamente de España, o procedentemente en funciones en otras circunscripciones americanas^. Esto representa un niímero limitado de puestos, pero mucho más importante de personas, tomando en cuenta los parientes y familiares. En cuanto a los oficios y empleos de las diferentes administraciones, de la justicia y de la milicia, reivindicadas desde tiempo atrás por los beneméritos, el reclutamiento es más heterogéneo y casi se transforma en el monopolio de los criollos por lo que se refiere a los cuer2
Sin embargo,
la
capital,
Guatemala de
la
Asunción, trasladada y
reconstruida después de los temblorea de 1773, no volvió a cobrar el lustre de la antiifua, la segrunda Santiago de Guatemala, que lleva hoy el nombre
de Antigua. Las preocupaciones de la lenta reconstrucción deben tomarse en consideración en el contexto de la independencia que ya se anuncia, a pesar de que pudieran incidir en forma contradictoria, agudizando por un lado ciertos agravio^ y, por 3
Por
lo
el otro, acaparando las actividades de los colonos. menos, no conocemos ningún estudio sistemático de la ma-
teria.
4
regente, res y,
A
la
cabeza,
sus auditores,
más
el
Presidente-capitán general, la Audiencia
su pi*ocurador.
.
.;
en
las
con su
provincias, los gobernado-
(cargos instituidos hacia los años poderes acum.ulados, en las circunscripciones de Chiapa, San
recientemente, los intendentes
1785-1786, con
Honduras y Nicaragua). Entre los últimos capitanes generales de Guatemala, Bustamante y Gaínza habían ejercido funciones militares o administrativas en América del Sur. En cuanto al Oidor Villa Urrutia, formado en España, había na» cido en Santo Domingo.
Salvador, 5
ANDRÉ SAINT-LU
17G
pos municipales donde los miembros de las más antiguas familias coloniales lograron formar una verdadera casta, al lado de algunos advenedizos salidos generalmente del comercio^. En esa sociedad, fuera de lo3 altos funcionarios, los grandes propietarios constituyen, con los comerciantes, lo esenLos dueños de las haciendas anticial de la clase pudiente. guas o recientes"^, incluso si no son de una vieja cepa colonial, se asimilan bastante rápidamente al medio criollo. Los nego-
fuertemente organizados en Guatemala para asegumáximo (aunque fuera en detrimento de las provincias) el control del tráfico externo e interno, forman un c^rupo disparejo por sus orígenes a la vez peninsulares (predominantemente vasco-navarro y catalán) y locales, pero unido por el interés y por algunas alianzas matrimoniales^, lo cual ciantes,
rarse al
6
Cf.
Chinchilla
Aguilar,
Ernesto.
ciudad de Guatemala, Guatemala, 1961.
El Ayuntamiento colonial de
(Editorial Universitaria),
la
pp. 173 y
sg. El autor observa que cierto número de patronímicos bien conocidos, vuelven a repetirse con regularidad en la lista de los Alcaldes ordinarios. 7 Los hacendados no deben ser confundidos con los antiguos encomenderos; sus bienes podían provenir de las encomiendas, pero también de concesiones o compras de tierras (o de la expoliación) cf. en cuanto a la Nueva España, Francois Chevalier, La fondation des grande domaines au Mexique (París: Institut d'Ethnologie, 1952 (obra que no tiene equivalentes por lo que se refiere a América Central), Nota bene, 1974: Justo es señalar ahora el estudio de Severo Martínez Peláez, La patria del criollo. Ensayo de interpretación de la realidad colonial guatemalteca. (1» ed. Guatemala: Edi:
torial Universitaria, 1970).
8 Cf. el importante artículo de Troy S. Floyd: "The Guatemalan Merchants, the Government, and the Provincianos, 1750-1800", The Hispanic Amei'ican Ilistorícal Review, vol. XLI, n^ 1, febrero de 1961, pp. 90-110. "El autor habla de una "falange de criollos y peninsulares, sólidamente unida -por los lazos del matrimonio, de sangre, y de intereses comerciales*'
(p.
90);
-por lo que se refiere a los peninsulares, cita los nombres de Aycinena, Mar^icorena, Barrundia (navarro); Pinol, Mont, Baucells Lópe^ (catalán); (aragonés); Taboado (no se precisa la pro^/incia) y menciona el segundo •matrimonio d^ Juan Fermín Aycinena con una joven Nájera (una de las primeras familia3 del país) y la unión de Taboado con la hermana de un rico comerciante en ganado, Miguel de Asturias. Acerca del negociarte armador J. B. Irisarri y sus actividades, ver Ramón A. Salazar, Historia de veintiún años; Iq, independencia de Guatemala, Guatemala, 1928. ,
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
177
no impide que entre ellos exista cierta competencia. Pequeños comerciantes y artesanos, categorías más numerosas pero menos homogéneas y políticamente menos importantes, difieren ellos también en cuanto a su procedencia (a veces extranjera) sin hablar de su diversidad racial. La clase que podríamos llamar de los intelectuales (profesores, médicos, abogados, "ingenieros", etc., y que forma el grueso de la élite guatemalteca esclarecida, aunque parcialmente integrada por europeos, en su mayoría es criolla de hecho y de espíritu». Por último el clero, cuyo nivel cultural es desigual, pero cuya influencia social es considerable, se recluta cada
más entre los hijos del y sobre todo entre los
vez
país,
lares les
mayoritarios entre los regu-
seculares,
aun cuando
conservan fuertes posiciones en la jerarquía
los
españo-
eclesiástica^®.
menos cuan enmarañado de los elementos criollos y no criollos en la sociedad guatemalteca del final de la época colonial, pero también señala el predominio de unos u otros en función de tal o cual categoría. No hay duda que los primeros representan, potencialmente una fuerza política muy apreciable. En cuanto a las tendencias y a las orientaciones que definen Este breve bosquejo muestra al
está el cuadro
entonces ese criollismo, de un pasado casi tan largo como la dominación española misma, siempre están determinados, Algunos peninsulares como Alejandro Ramírez, preceptor de los o Pedro Garci-Agruirre, gtrabador y arquitecto, son muy buenos ejemplos de criollización de la élite intelectual (cf. E. Luque Alcaide, La Sociedad..., op. cit., pp. 79. y sg. y 87 y sg.). 10 El arzobispo Casaus y Torres, el cual ocupa la sede metropolitana de Guatemala durante el período de la independencia (que no se singulariza precisamente por su audacia autonomista ni revolucionaj-ia) era un dominico de origen aragonés, pero con una vieja experiencia colonial (obispado de 9
hijos
de Villa Urrutia,
Oaxaca):
cf.
Villacorta,
Historia.
.
.,
p.
468.
ANDRÉ SAINT-LU
I «78
globalmente, por la rivalidad fundamental que divide, según su origen local o peninsular, a los españoles de Guatemala. Con respecto a la actualidad de ese antagonismo y de sus deplorables consecuencias para la prosperidad del país, podemos encontrar una prueba fehaciente en un testimonio de la Gaceta (1797), notable cuando menos por su franqueza y objetividad:
«Una de las causas de que no prospere este país, de que ningún pensamiento útil florezca, de que ninguna empresa patriótica surta los efectos saludables que surtiría en otra parte, es el espíritu de partido que reyna entre Parece que hay una rivalidad Europeos y criollos. enemiga entre estas dos clases de habitantes, cada una de las cuales ambiciona la preponderancia. Hay pandillas, hay bandos, hay secretas parcialidades, no menos funestas al bien público que las de los antiguos Güelfos y Gibelinos en la Italia. Un criollo, por el hecho de nacer en América, parece que hereda la ojeriza y el mirar de soslayo a todo Europeo. Un Europeo, por la causa de haber nacido en la Metrópoli, se cree con derecho de preeminencia sobre todo criollo; y esta rivalidad odiosa se nota en las cosas serias, en las frivolas, en los asuntos políticos en los privados, en todos aquellos en que intervienen criollos y Europeos» ii.
Y
acusador (que sin duda sólo se ilusiona, se imagina que Guatemala constituye el acento en el desprecio básico, pero tan irrisorio en su vanidad, que nutre esas divisiones: el clarividente
en la medida en que una excepción), pone
«Unos y otros desprecian
lo que es del país en que nacieron, se desprecian entre sí, y creen que es amor verdadero de la patria lo que no es más que un amor tonto de ellos mismos». Gaceta del 3 de abril de 1797: extracto de un artículo (carta al firmado "Guatemalófilo". Por su interés, reproducimos el texto completo en Apéndice, (infra, p. 265). 11
editor)
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
179
Sin embargo, por marcada que sea una oposición lentamente cristalizada en el curso de varios siglos, y hemos visto que los criollos la empujaban de buena gana hasta la principalmente a nivel de agresividad, también se observa categorías o de grupos sociales que al lado de los desacuerdos internos que pueden engendrar fricciones o choques (como por ejemplo en el seno de las comunidades religiosas o de los Concejos de las ciudades), se producen arreglos o inteligencias, uniones materiales o espirituales (así sucede en el pequeño mundo del negocio y entre la élite esclarecida),
—
—
gracias a los cuales la tradicional hostilidad entre criollos y peninsulares se estanca o desaparece. Asi, hay que tomar
en cuenta, para
la
mejor comprensión del fenómeno de
la
independencia, tras fuerzas y otros antagonismos que coexisten pero que no coinciden con la simple rivalidad entre españoles llegados de Europa y españoles de Guatemala. Conflictos de aspiraciones pero sobre todo de intereses, aun cuando las posiciones fuesen matizadas o no de progresismo o patriotismo. Mientras que se vislumbra sin mucha pri-
—
—
un movimiento de emancipación, el mismo desigusilmente convencido aunque cada vez más firme frente a una sa
lealtad decadente.
cualquier otra parte en Indias, en Guatemala la crisis española de 1808 provoca de inmediato una manifestación general de fidelidad hacia Fernando VIIi^: todas las autodos los notables toridades civiles, religiosas, militares multiplican los juramentos y las proclamas en un ambiente
Como en
—
12
Acerca
su apreciación)
pletaremos
—
con
;
de cf.
los
acontecimientos
período
1808-1821
(si
no
op. eU. Pí>. 456 y sg., que especializados, citados más adelante.
Villaoorta, Historia.
algunos trabajos
del
,
.
.,
de
com-
ANDRÉ SAINT-LU
jg^
de regocijo y de aparato que, de septiembre de 1808, se prolonga hasta febrero de 1809. Sin embargo, el 24 de enero, los ediles de la capital dirigen a la Junta central de España UTiH comunicación que, al renovar las protestas de lealtad, denuncia sin ambages, en una perspectiva criolla bien caracterizada, los vicios de un sistema colonial tiránico y cerrado:
«Se ha creído ¡y con cuanta injusticia! degradado en estas partes el espíritu español, como si nuestros padres, al pisar estos reinos, se huberen desnaturalizado, se han
en desprecio subsiguientes generaciones y se han excluido del gobierno. Destinados para el de estos Reynos Gefes, Prelados y Magistrados imbuidos en aquellos principios, y la más veces .in las luces necesarias, Guatemala entre otros ha caminado lenta pero continuamente a su ruina [. .]• Que funestas. Señor, las El ha sido consecuencias que ha traído tal sistema! causa de que la España Europea haya vivido hasta ahora persuadida que para mantener y conservar la España Americana, es preciso regirla con un cetro de hierro; que conviene mantenerla en la ignorancia y que es debido exaltar la reputación de las autoridades públicas en estas remotidades ha :ta el extremo de no escuchar las sentidas quexas que desde el fondo de lá opresión lanzan los pueblos del nuevo mundo» is.
visto
.
i
Y, al poner de manifiesto la ejemplar fidelidad americana en las terribles circunstancias de los últimos mesesi^,
13
Texto reproducido según Villacorta, Historia.
14
"¿Cuál ha sido
.
.,
op.
cit.,
pp. 459-
460.
Vtiestra magestad
lo
el porte de la América en sabe bien por dicha nuestra.
un lance tan tremendo? No ha sido, señor, la
que ha conservado felizmente la. fidelidad Americana, la lealtad Qué el amor incomprensible a su Monarca. prodigio obrara esta gente bajo un Gobierno paternal y justo!".
dureza, no
el
abatimiento ni
el
unión de entrambos mundos. sin ejemplo de estos pueblos y
desprecio
el
Ha
la
sido
¡
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
181
—
exponen su convicción simple manera de expresar su voluntad de que las próximas Cortes sabrán encontrar el ansiado remedio:
los signatarios
—
los Reynos todos^ por medio de sus escogidos Diputados, en el Congreso más respetado y celebrado que ha visto la Nación, la voz de los pueblos será escuchada benignamente [. . .] y las provincias del último ángulo del Orbe, descansando a la sombra de una autoridad soberana que conoce sus males, que sabe y desea remediarlos, no llorarán más la distancia del
«Reunidos
trono».
Sugestivo artificio cargado de quejas: pero la pleitesía la Junta y, detrás de ella, al legitimo soberano sigue siendo incondcional. Al año siguiente la Gaceta se apresura en publicar la famosa proclama del Consejo de Regencia: *'Desde este momento, españoles americanos, os veis elevados a la dignidad de hombres libres"i5. Lag Instrucciones dadas al diputado de Guatemala a las Cortes de Cádiz^o contienen una Declaración de los derechos ciudadanos, donde los principios ^muy generales de libertad y de igualdad van a la par con los de seguridad y de prop^'edadi^. En todo caso, nada demuestra que la idea de independencia ocupe las mentes, incluso si el Presidente González Mollinedo siente la necesidad de crear un Tribunal de fidelidad para prevenir el espionaje francés, real o supuesto, y sus posibles relaciones con sus gobernados. •
Tendida a
—
—
Núrrero del 14 de junio de 1810. El canónigo Antonio de Larrazábal, criollo; y otros cinco diputados representaban las provincias de la Capitanía General. 17 Villacorta, Historia, , ., op, cit., pp. 462 y sg.; señalemos además: ". no puede establecerse contribución sino por utilidad general (...) todo Dichas intrucciones fueron estanco es una violación del derecho natural". 15 16
.
.
:redactadas por
el
Regidor José María Peinado.
ANDRÉ SAINT-LU
182
Parece ser que la preocupación central es promover o salvaguardar, no sin conflictos internos, intereses inmediatos y bienes materiales que, por mucho que se consideren colectivos y adornados de civismo, la mayoría de las veces sólo son intereses de grupos. Al respecto, el incidente suscitado en 1810, por las molestias y ios peligros crecientes de la situación externa (repercusiones de la guerra marítima y del bloqueo) es extremadamente reveladoras. Frente a la amenaza de una invasión, verdadera o supuesta, el Cabildo de
Guatemala, ostensiblemente preocupado por fortalecer la defensa del país, propone la fundación de una compañía encargada de estimular la economía, especialmente por medio del libre comercio con el extranjero, a fin de
de
que
el
aumento
permita preservar mejor la seguridad del teEmpero, el Consulado de los mercaderes se opone de inmediato, estimando que la protección armada no plantea tantos problemas (además el peligro no era tan grande) y, de cualquier manera, rechazando la extensión del comercio exterior, tanto en consideración de la legalidad como en las riquezas
rritorioi».
18
Cf.
Ralph Lee Woodmard,
Jr.,
**The
Guatemalan Merchants and
National Defense: 1810, The Hispanic American Historical Review, n9
3,
vol.
XLVí
agosto de 1965, pp. 452-462. 19
El Cabildo justificaba la libertad de comercio con el extranjero por el carácter excepcio-
(replanteada oficialmente en los años anteriores) nal de las circunstancias:
".
.
.el
comercio nuestro directo con
los
extrange-
puede ser malo por prohivido; pero esta prohivición dictada en tiempos muy diversos, quando solo el Monarca español poseía Américas, y en circunstancias ordinarias, no puede regir en las extraordinarias de el ros
sólo
para un caso tan urgente, y en que la observancia de una ley, cuya¡ y sabiduría es en el día problematical, choca inmediatamente con fundmental de la seguridad, defensa y conservación de los Dominios"
día, ni
justicia la
(Ibid.,
p.
355).
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
183
aras del interés de la comunidad2o. Dicho conflicto pone de manifiesto que la cuestión de la seguridad, en el fondo no
más que un pretexto ya que
es
el verdadero antagonismo únicamente en el comercio que la aristocracia edilien su mayoría criolla, quisiera liberar de un monopolio
estriba cia,
de hecho, del cual sólo algunos grandes negociantes criollos y peninsulares (predominando estos últimos) sacan el mayor provecho.
Los primeros movimientos insurgentes de Guatemala se produjeron posteriormente a los de la Nueva España (Hidalgo, luego Morelos) y como contragolpe un contragolpe muy atenuado. Probablemente fueron las sorprendentes noticias de México y, un poco más vagas, las de Venezuela, las que determinaron las inquietudes, al inicio imperceptibles, de los "patriotas" guatemaltecos. El Cabildo de la capital, uno de cuyos miembros más influyentes, el Regidor Peinado hace un llamado a la calma al comienzo de 1811, contestará algu-
—
Habiendo declarado
20
no era
el
de la nación",
el
cl
Cabildo que
el
"interés de los comerciantes
sindico de loe mercaderes califica esa
manera de
juego de Nacional que es una de las principales vasas de la prosperidad de un Rey no, lo forma una porción de sug individuos llamados Comersiantes aunque cada uno trabaje para sí, pero con refluxo a todo el estado, pues ¿cómo no ha de ser interés de la Nación lo que constituye su prosperidad?" Señalemos también esta refutación de la prosperidad y de la seguridad como consecuencias de la expansión comercial: "¿No será acabar de poner en la horrible precisión al industrioso artesano de ropas de nuestro país de que, para no espirar de hambre, salga a robar ver las cosas
voces";
como
y explica:
"raciocinios de
una metafísica
quisquillosa y
"El comercio
¡Y qué bonito tiempo y circunstancias Esto heriza los cabellos. para entablar relaciones mercantiles con los extrangeros ¿ Qué otra cosa podían apetecer mejor los emisarios del tirano para efectuar sus depravados fines?". (Ibid., pp. 459-460). de noche?
las
del día
!
ANDRÉ SAINT-LU
184
nos meses más tarde al nuevo Capitán General Bustamante y Guerra, quien pretende imponérsele, poniendo sobreaviso contra los riesgos de la tiranía. Pero será en las provincias de El Salvador y Nicaragua donde surgirán los primeros desórdenes. Eso no debe sorprender ya que el aparato del estado de esas provincias es menos fuerte, mientras que los
problemas son seguramente más numerosos y más graves. Esas manifestaciones sediciosas, dirigidas contra los intendentes (cuya instalación sólo data de un cuarto de siglo, pero cuya autoridad harto brutal no goza de las simpatías de los administrados) y contra los numerosos funcionarios y empleados peninsulares de su camarilla, son provocadas y controladas por los criollos más destacados de la sociedad local y, hecho significativo, apoyadas y acuerpadas por una parte considerable del pueblo (sin que por ello podamos afirmar que la participación popular sea espontánea)^!. En San Salvador, el levantamiento organizado por un grupo de criollos agrupados alrededor del Padre Matías Delgado, se desencadena (noviembre de 1811) bajo la doble consigna de fidelidad a Fernando VII y lucha abierta contra los "chapetone-^" y "chaT3etonistas"22, Derrocado el Intendente, expulsados los peninsulares, la ciudad se da instituciones libres, sin por ello desprenderse de la autoridad metropolitana. La insurrección repercute, de ciudad en ciudad, en la vecina Nicaragua: en León, cabecera de la provincia, los criollos Además de
21
Villacorta,
Historia.
.
.,
op,
cit„
pp.
471
y
sg.,
cf.
Rodolfo Barón Castro, *'E1 primer movimiento insurgente de Centroamérica" (San Salvador, 1811), Estudios sobre la emancipación de Hispanoamérica,
Madid,
1961, pp. 113-132; dicho autor insiste sobre el apoyo del como simple masa sino como grupo social consciente. 22 Dichos términos despectivos se empleaban paralelamente con el de gachupines (muy difundido en México) para señalar a los peninsulares C.S.I.C.,
pueblo, no
y sus partidarios.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
185
obligan al Intendente y otros administradores españoles a renunciar de sus puestos; en Masaya, en Granada, donde las facciones rivales se reparten por barrios según la distribución demográfica, las conspiraciones y los golpes tienen éxitos diversos.
Aun cuando
exitosas, esas primeras revueltas locales co-
De
rrían el riesgo de ser efímeras.
hecho, los insurgentes de San Salvador, quienes no imitaron a sus vecinos cercanos de San Miguel, San Vicente, Santa Ana, Sonsonate, se ven obligados a aceptar la intervención conciliadora, de las autorida-
des de Guatemala23. Los de Nicaragua chocan con las tropas gubernamentales, y son sometidos a una represión más severa24. Es cierto que algunas secuelas de dichos acontecimientos se dejarán sentir en la capital, donde el Concejo de la Ciudad abogará por la causa de los provinciales condenados y denunciará, en las altas e'^feras, la dureza de Bustamante. Allí se urdirá también la conspiración del Convento de Belén (finales de 1813) a cuyo respecto algunas informaciones son sospechosas, pero cuya finalidad secreta parece haber sido la de derrocar a los peninsulares en el poder y cambiar el gobiernos». Sea como fuere, dichas manifesta-
23
A
petición
del
Guatemala,
Cabildo de
el
capitán
general
Busta-
mante encarga a dos notables (José de Aycinena y Joeé María Peinado) a que normalicen la situación en San Salvador y tomar en sus manos eil gobierno de la provincia. Barón Castro (artículo citado) estima que Bustamante, al hacer eso, jugaba la carta del criollismo; observa también que en San Salvador había criollos incondicionalmcnte "realbtas" (como el comandante de los voluntarios José Guillermo Castro) y presenta bajo un punto de vista bastante favorable el oportunismo ("ortodoxia del momento") del cual hizo gala
el
cura Matías Delgado.
24
Numerosos
25
Cf. Villacoi-ta, Historia.
prisioneros,
eran religiosos, militares, y hasta indios.
civiles,
trasladados a
Guatemala.
pp. 481 y sg. Los conjurados entre los cuales gente del pueblo, mestizo» .
.,
op.
cit.,
ANDRÉ SAINT-LU
186
clones abiertas o clandestinas, en Guatemala pronto serán sofocadas, no sin rigores, mientras que en San Salvador, una nueva oleada de desórdenes, debida a los desacuerdos entre que trata de apoyarse en el puela municipalidad criolla
—y
blo
—
el
la fuerza.
nuevo Intendente (Peinado) serán reprimidas por Represión tanto más fácil que la tarea del vigi-
lante "Jefe Político" Bustamante, de momento afectada por las disposiciones liberales de la Con'^titución de Cádiz27 se expedita, a partir de 1814, por un cambio de la situación en
que debemos dejar
muy
en este cuadro de los acontecimientos del período 1811-1814, es que tanto las oposiciones que se abren camino, como las revueltas que se anuncian o estallan aquí y allá, si bien aspiran a una cierta autonomía administrativa, no están claramente orien-
la metrópoli.
Pero
lo
claro,
tadas hacia la independencia política.
A
régimen constitucional de circunstancias externas cada vez más determinantes, la tendencia emancipadora se afirmará y, finalmente, se impondrá. Sin embargo, no se puede decir que contara con el sufragio unánime.
y bajo
partir de 1820, con la vuelta al el efecto
Desde
1818, Carlos Urrutia
y Montoya,
viejo oficial su-
Bustamante a la cabeza de la Capitanía General: Cambio bien acogido, aun cuando el nuevo Gobernador, al hacer promesas de paz, pronto se demuestra incapaz de hacerle frente a los problemas perior del ejército español, sustituyó a
26
Sentencias al exilio y hasta la muerte;
estos
últimos no fueron
ejecutados pero se produjeron decesos entre los exiliados. 27 Entre otras innovaciones, la Constitución creaba un nuevo cuerpo, Diputación Provincial, que compartía el poder con el Capitán General, quien tomó el nombre de Jefe Político. la
>
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
momento
187
a la vez, impotente para controlar la vida política que volvía a nacer al calor de las libertades consti-
del
y,
Dos grupos o esbozos de
tucionales restablecidas.
fundados uno y
partidos,
miembros más influyentes de la sociedad guatemalteca. El partido llamado de los "Cacos" (o *Tiebres") nacido de una 'Tertulia patriótica" reúne a los criollos esclarecidos y a los peninsuotro en 1820, se repartían a los
lares liberales28, pero
de
la aristocracia
grupo de
los
ninsulares
y
lo
las "familias"29.
**Bacos'*
(o
seno de
Frente a ese partido,
el
"Gazistas") está formado por pe-
criollos "españolistas**,
o rivales de las ricas fa-
más que
que está en juego de inmediato son
do de
el
Rivalidades de influencias y de intereses en el oposiciones propiamente políticas, además
mílias'^o
fondo,
también recluta adeptos en
las elecciones al Cabil-
a la Diputación Provincial y a las Cortes españolas. De cualquier manera, si bien a través de sus respectivas publicaciones (El Ediíor Constilucional« El Amigo de la Patria) acontece que algunos Cacos militen a favor la capital,
de las libertades y de las franquicias americanas, mientras
28
Barnindia,
Molina,
Montúfar,
Castilla,
Zebadúa,
Grana-
Beteta,
dos, etc.
Acerca de
29
la
composición completa de las "familias" o de la "Fa-
milia", c£. Louis E. Bumfirartner, José del Valle of Central America,
Durham,
obra bien documentada sobre el período de la independencia y Que pone en evidencia el enredado juego de los intereses d^ o colusión clanes o personas, mucho mas determinantes, en una alianza tan disparate como la de las familias y de los liberales más avanzados, que
Noth Carolina,
1963, p.
112:
—
—
las simples
30
afinidades ideológicas
Valle,
Ibarra,
gonismo entre ese grupo duras, es la figura
explica de provincias.
manera
Foronda,
(ibid.,
pp. 117 y sg).
Larrave,
López,
Robles,
etc.
El
(del cual José del Valle, criollo originario de
Hon-
grandes familias de Guatemala, se vieja competencia entre la capital y las
más destacada) y especial por la
anta^
las
ANDRÉ SAINT-LU
238
que
Bacos más bien hacen profesión de lealtad, en oca-
los
sión de esos primeros debates la cuestión de la independencia no se plantea ni inmediata ni directamente.sobis.
Será necesario que el ejemplo y la incitación vengan otra vez de la Nueva España^i, donde la situación, al principio de 1821 ha cambiado en forma decisiva como consecuencia de la colusión Iturbi de- Guerrero y del famoso Plan de Iguala o de Las Tres Garantías: independencia, catolicismo y monarquía constitucional protegiendo la propiedad ^forma de autonomía, viéndolo bien, bastante tranquilizandonde el viejo Gobernador Urrutia En Guatemala, te32. acepta cederle provisionalmente el lugar al brigadier Gabino Gaínza, personaje que se anuncia maleable las mentes más avanzadas, o más realistas, muy atentas a las noticias de México (que las autoridades se esfuerzan en deformaras emprenden ahora una campaña cada vez más abierta en pro de la emancipación. El periódico de los "Cacos" que a partir del 27 de agosto de 1821 toma el nuevo nombre de Genio de
—
—
—
en El Editor Constitucional (reeditado bajo 3 vols., Guatemala, 1954, Ministerio de Educación Pública; estudio preliminar del Doctor Salvador Mendieta). Los artículos relativos a la Constitución y el libre Comercio, y los que abogan por la plena ciudadanía de los Indios; t. I, julio-diciembre de 1820, 30bis
el título
Ver en
particular,
Escritos del Doctor Pedro Molina.
passim.
Las noticias llegadas de la cercana Nueva Granada (la futura donde las tropas españolas habían capitulado, también pudieron contribuir a apresurar los acontecimientos. Acerca del plan de ataque de los insurrectos de ese país contra los puertos hondurenos de Omoa y de Tnijillo, cf. Hubert H. Bancroft, History of Central America, San Francisco, 31
Colombia)
1883,
t.
32 clero,
VIII, p. 24.
Se sabe que Iturbide era
asustados por
el
el
hombre de
los conservadores
y
del alto
restablecimiento de la constitución liberal de Cádiz.
33 Manifiesto de Gaínza contra Iturbide ciando falsamente su derrota.
(10 de abril de 1821)
anun-
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
189
muy
la Liberlad33bis publica artículos explícitos, detrás de una satírica fantasía^^. o una patriótica exaitación^^bis que culminarán con el **Canto a la Libertad'* de Barrundia: 33bi8
de
Cambio de titulo qae va acompañado de una "Declaración** "Cuando publicamos nuestro periódico bajo el título de Edi-
los editores:
nos propusimos ilustrar
Constitucional,
tor
verdaderos intereses.
pueblo,
al
dándole idea de
Hicimog algrunas observaciones sobre
la
sus
desigualdad que
el nuevo sistema respecto de los americanos; sin embargo, como la preocupación tenía en estoe paises su imperio muy extendido, juzgamos no era tiempo oportuno de manifestar con claridad nuestro modo de pensar. Posteriormente advertimos los rápidos progresos de la ilustración debidos a Las obras de M. Pradt, dignas del aprecio de los sala libertad de imprenta.
producía
bios,
disipan errores que, por envejecidas se veneran
como verdades.
Las
cataratas que obscurecían la vista política de los americanos insensiblemente
fueron desapareciendo de sus ojos.
Seguimos
el
curso de las ideas en nues-
tros escritos, hasta tocar en el término feliz en que ahora nos hallamos". (cf.
.
de 1964, t. JII, p. 748). Ver de manera especial es curioso
la edición
"Viaje a la luna", o sueños de junio de 1821, edición cítala, t. III, pp. 613 y sg) ese viaje fantástico cuenta la insurección del pueblo Airebi, tiranizado por el feroz Odnanref el Otargni, nombres raros, pero si se leen al revés dejarán de serlo... En el número siguiente (12 de junio), los editores, quienes aclaran que dicho artículo provenía de un periódico de Londres, El Español Constitucional, lo comentan en un tono falsamente ingenuo: "Sentimos no haberlo advertido antes [. . .] aquellos epítetos no pueden convenir a un rey constitucional" (ibid., p. 629). El número del 6 de ago to nos informa que, como consecuencia de la acusación del fiscal, la Junta de Censura declaró que el artículo era inofensivo: ". .nada contiene de injurioso ni ofensivo al Soberano, pues según el artículo 3, cap. I, tit. 1 de la Constitución política de la Monarquía, la Soberanía reside esencialmente en la Nación..." (ibid,, p. 711). La misma Junta estimaba que de 84
político»
y morales" (N?
del 4
:
.
todas maneras, los
anagramas no designaban a Fernando VII:
".
•
.siendo
más
bien un efecto de maliciosa interpretación la inteligencia que se ha querido
dar a dicho papel, aplicándolo precisamente a la persona de S. M. [. .] con las mismas letras que contienen las palabras anagramadas del Viaje a .
la
luna resultan
varias palabras
dé a sus letras y sílabas. 3)or
.
."
castellanas,
según
la
combinación que se
(n9 del 20 de agosto, ibid., p. 732).
34bis "Caigan las ruinas de la patria sobre nosotros si no hiciéremos mejorar su futura suerte [. .] Americanos, nuestra suerte futura está .
— ANDRÉ SAINT-LU
190
«Libertad, don divino dado a los
hombres por
para alivio de sus penas, yo te bendigo
[.
el
creador
Los ame-
.]
.
han erigido un altar indestructible, tú esgrimirás en favor nuestro el acero de la justicia, y la tiranía dejará de existir. Eterna maldición a los enemigos de tu nombre; loor y bienes eternos a los que te aman»33. ricanos te
Se reúnen firmas y peticiones
dirigidas al Jefe político.
Mientras tanto, la provincia de Chiaoas, vecina de la de Oaxaca, se declara independiente de EspañaS^bis. Desde entonces en Guatemala, el desarrollo de la crisis sólo es cuestión de días ya que, además, los propagandistas "patriotas*' no se quedan inactivos^s. El día 15 de septiembre de 1821, una asamblea extraordinaria de todas las autoridades (civiincluso la municipalidad les militares, religiosas, uni-
—
—
dccretada por la Providencia". "¡
Oh cuan
dulce
una Oda de Horacio, n'>
(N*? del 28
y hermosa/por n*?
,
de mayo de 1821,
la patria es la muerte!'*
ihid.,
p.
599).
(traducción de
de julio ibid., p. 691). Ver también en .el* de una exhortación del célebre cura ar-
del 23
agosto, la reproducción
del 21
srentino Gregorio
Funes
(ihid.,
p. 734
Es conveniente señalar que
la
y
sg.).
sed de emancipación que se expresa en de la inde-
dichos textos no va explícitamente a la par con la aspiración
—
pendencia. Varios artículos definen el futuro de América y el de España bajo forma de una confederación,: "La confederación es el único medio de hacer firme la unión de españoles y americano" (N*? del 25 de junio de ; "Si la conquista de América ha condueido a la metróa un casi total exterminio, su emancipación y confederación la exaltarían a la más alta gloria y opulencia". (N^ del 9 de julio, ibid., p. 674).
1821, ibid., p. 650)
poli
Texto publicado
35
üacorta. Historia, 35bis
. .,
op.
el 3
cit.,
de septiembre; acerca de tales hechos,
Sermón de fray Matías de Córdova, una de
distinguidas de la época
(28 de agosto)
de Ciudad Real, Tuxtla y Comitán 36
gurarse
€l
cf.
Vi-
pp. 514 y sg.
;
proclamación de
las la
mentes más
independencia
(3 de septiembre).
Maniobras de Molina, Barrundia y Mariano Aycinena para aseapoyo de la población de los barrios.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
191
unos cincuenta notables^^, después de los debates más bien confusos debido a ciertas tergiversaciones y sobre todo a la presión de una muchedumbre bulliciosa e indisciplinada, proclama la independencia de Guatemala, hecha pública de inmediato por medio de un manifiesto del Jefe Político a los ciudadanos^»: declaración (la de Gaínza) que, detrás de la prudencia diplomática de sus considerandos, no deja de reflejar con bastante fidelidad la realidad versitarias), o sea
de las cosas: .era imposible que, conmovida al Sur y al Norte toda la masa de este continente, siguiese el centro en reposo [. .] Los guatemaltecos, pacíficos siempre y tranquilos, esperaban que los de México llegasen a su último «.
.
.
término.
.
.^^sbis.
Realmente la independencia de la Guatemala española no podría comprenderse sin tomar en cuenta el juego de circunstancias externas30 y de que su realización fue un poco
Lista completa en Villacorta, HUtoria.
87
.
.,
op.
cit.,
pp. 514 y sg,
Textos del Acta y del Manifiesto en Villacorta, Historia. . ., op.. cit., pp. 523 y sflr. V 630 y sg. 38bi3 El editor del "Genio de la Libertad" ese mismo día da libre curso a su exultación; "¿Es posible, amada patria mía, que mis ojos os hayan visto independiente? ¡Oh placer soberano, oh gloria incomparable a otra cualquiera glorial" etc. (N» extraordinario del 15 de septiembre de 88
1821, edición citada.,
Algunos
39
t.
III,
p.
historiadores
774).
americanos son proclives en minimizar eV
aspecto coyuntural del fenómeno y a ver en él esencialmente la actualización de profundas tendencias, incluso tendencias de masa; cf. José Mata Gavidia,
"Lo auténtico y
América",
Revista
("lo auténtico'
lo
circunstanciado en la independencia de Centro de San Carlos, n9 26, 1952, pp. 213-244
Universidad
significa
propiamente
"el
convencimiento y
la
voluntad de
.
ANDRÉ SAINT-LU
1^2
a remolque, en particular, de la de México. Sin embargo, si bien las causas más generales del acontecimiento son las mismas que en otras partes, las condiciones locales explican su carácter propio y, a veces, su mediocre dinamismo: relativo aislamiento, por lo menos con respecto a la América del Sur; carecía de líderes de fuerte personalidad^o, particularismos provinciales
y
locales,
poco propicios para movimientos co-
ordinados; rivalidades de intereses que tratan de satisfacerse
competencia más que resolverse en la unión; débil un pueblo a quien sólo se le consulta esporádicamente; conservadurismo o reformismo cerrado de una fracción influyente de la sociedad criolla.
en
la
conciencia política de
.
En cuanto para
a los criollos,
finalizar, el carácter
mente convencido de su un pueblo")
:
tesis
es importante subrayar aquí,
en conjunto moderado y desigualEl hecho, en sí no es tan
acción^i.
a veces forzada, según nuestra opinión, a pesar de las opone decididanxente la de Rodolfo Ba-
juiciosas consideraciones a la cual se
rón Castro en
**E1
centroamericanismo como sujeto histórico" (Revista de 1959, pp. 17-34) donde justamente se pone el acento minoritario y circunstancial de los movimientos de eman-
Indias, n^ 75, Madrid,
en
el
aspecto local,
cipación (a pesar de que
el
mismo Barón Castro
cipación popular en las primeras insurreccionics 40
Los Molina, Barrundia, Córdova,
—
subraye, además, la parti-
(cf.
más arriba nota
21).
Cabe actúan tardíamente. que la independencia, en Guateetc..
además señalar —hecho un tanto banal fue proclamada por hombres que no hicieron nada para obtenerla: Gaínza y Valle (probable redactor dej Acta); además, todas las autoridades
mala,
.
41 Es difícil hacer la cuenta de los tibios y de los indiferentes, pero duda fueron numerosos los que se sumaron por oportunismo. Además de los casos de Gaínza y de Valle (sin hablar del arzobispo Cassaus), podemos citar el de Joaquín Fernández Lindo, Regidor de Comayagua (Honduras) menos conocido, pero notable: cf. nuestro trabajo *'Le rachat de Ferdinand VII, ou comment un Américain loyaliste concevait, en 1811, la délivrance de l'Espagne", Les Langues Néo-Latines, n«? 160, París, 1962, pp. 40-47.
sin
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
pero completa el cuadro de un malteco que, por su trayectoria histórica, combatividad a veces bien acendrada, no dispuesto a las soluciones revolucionarias. una vez adquirida la independencia, sólo original,
todas partes, que consolidarla.
I93
guatea pesar de una estaba muy pre-
criollismo
Sea como fuere, como en
habrá,
Capítulo Tercero
HIPOTECAS COLONIALES Y FUTURO NACIONAL
—
—
Este breve capítulo final va más allá del o epílogo período colonial, sin embargo lo consideramos necesario. La independencia significa el fin del régimen español, y, bajo ese aspecto, nunca se pondrá en entredicho. Pero si bien marca una ruptura, no constituye un estatuto: ¿cómo va América Central a concebir y sentar las bases de su futuro? Es esa una cuestión que no podemos dejar de examinar, pues
en la medida en que la condición colonial, aunque forme parte del pasado, deja no sólo sobrevivencias sino también secuelas, recuerdos, y, por otra parte, la conciencia criolla no desaparecerá como por arte de magia de la mente de hombres que permanecerán, sino que sencillamente estará destinada a transformarse; entonces veremos que esta cuestión no es ajena, en sí misma, al tema aquí tratado. *
** Ese futuro que ahora es "nacional" o supuesto como tal, de manera muy indecisa, o se pre entará cambiante y fatalmente precaria. El Acta de la independen-
será concebido
—
—
ANDRÉ SAINT-LU
196
que un próximo congreso decidiría los destinos del país. Las posibilidades se ofrecían entonces a los guatemaltecos, a saber: adhesión al Plan de Iguala y unión al México de Iturbide o, por el contrario, constitución de un Estado soberano de América Central. La primera, hecha cia preveía
para satisfacer a la aristocracia criolla conservadora cuyas posiciones no fueron afectadas, pero que necesitaba sentirse bien segura de ello^, tenía tantas más posibilidades de inir ponerse que las provincias rivales de la capital podían ver en ello una buena ocasión de liberarse de su yugo^. Con excepción de la lejana Costa Rica y, cosa curiosa, de El Salvador, que no quería saber nada ni de México ni de Guatemala3 (pero que se verá obligado a cerrar filas), la antigua Capitanía General no opuso muchas dificultades para aceptar su integración al imperio mexicano, si bien es verdad que las presiones tomaron la forma apenas solapadas de un envío de tropas diz que de protección^ La caída de Iturbide (1823) vuelve a replantear todo el problema, a Desar de que la incorporación ni siquiera tuvo tiempo de llevarse a la práctica. El México republicano ya 1
Acerca de
los
un partido opuesto a ife.
.
.,
op.
cit.,
en la región de Totonicapán, ciudadanos de la capital a formar
disturbios populares
y una proclama anónima exhortando a la clase
los
"llamada noble",
cf.
Bumgartner, José del Va-
p. 148.
La independencia fue proclamada en las diferentes provincias de 2 Capitanía General, ya sea antes (Chiapas) o después de su proclamación en Guatemala. Acerca de los acontecimientos del período inmediatamente la
posterior a 1821, cf. de in Central America,
manera
1821-1823",
Gordon Kenyon, "Mexican Influence The Híspante Ameriean Historical Review,
especial
2, mayo de 1961, pp. 175-205. Sin gran realismo, se esperó el momento oportuno para adherirse a los Estados Unidos de América del Norte.
vol.
XLI, n? 3
El Acta de unión
(5 de enero de 1822) concretizaba una decisión gobierno provisional y no por el Congreso, como previsto ea Acta de Independencia.
4
tomada por el
el
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
110 tiene la
misma atracción para muchas dudas.
liberales, suscita
197
los conservadores y, en los en la segunda fase de
Así,
su titubeante carrera nacional, Centroamérica logra reunir, quedándose Chiapas con México trabajosamente una mayoría para proclamar la independencia de sus "Provincias Unidas'* (19 de julio de 1823)5. Sin embargo, las circunstancias externas siguen determinando el destino del país^. De ahora en adelante, empero, parece que lo tienen en sus manos: resposabilidad cuyos principios son seguramente más fáciles de asentar que resolver sus exigencias más concretas. La cuestión que se plantea con prioridad es la de la unión de las Provincias en una sola nación: una unión, o unidad, considerada necesarias, en parte por respeto al pasado y, sobre todo, por precaución para el futuro. Pero los antagonismos regionales, siempre actuales, son una pesada hipoteca para que pueda vislumbrarse ima forma más perfecta. Al finalizar una larga cesión, la Asamblea Nacional Constituyente adopta una fórmula de tipo federal (Constitución de
—
Noviembre de
Con
—
1824)7.
aún demasiado ideal Los conflictos de intereses y de tendencias, rivalidades regionales, los celos y las diver-
todo, la solución federativa era
para ser viable. las irreductibles
gencias individuales ^e
suman
y económicas que llevarán 5
— 6
mo.
.
.",
—Después
de quince
Los esfuerzos de Filísola (el mexicano que sustituyó a Gaínza) al Congreso donde se notaba la ausencia de varias delegade no votar la separación, chocaron con una sólida oposición.
—
para convencer ciones
a las dificultades fmancieras
al fracaso,
Cf. la justa observación op.
cit.,
p. 33)
:
de Barón Castro
"La América
("El centro-americanis-
Central, emancipada en gran medida
por la presión de determinados hechos externos (...) queda finalmente en por la concurrencia de un hecho igualm^ente extemo,
libertad de organizarse,
como
ñ(*\ ImT^p^-'o meleno'*. Kenyon. "Mexican Influence.
es la cr'ídn
7
Miatory.
G. . .,
op.
cit.. t.
VIH,
p. 75.
.
.",
art.
cit.,
p.
203;
Bancroft,
ANDRÉ SAINT-LU
298
años de discordias y de guerras civiles en las cuales particiuna Federación que la arbitrariedad pan mestizos e indios de sus jefes (''liberales" o "conservadores") no logrará manEntonces, un tercer período que perdura tener firmes. con problemas internos y Repúblicas, pequeñas cinco aún externos cuya gravedad comprometerá con frecuencia la estabilidad política, la paz social, el desarrollo económico y hasta la independencia misma de dichos estados más que vulnerables cinco pequeños países tratarán, con diferentes éxitos, de llegar a un difícil equilibrio nacional, no sin añorar la unidad perdida y hacer algunos intentos, en verdad un tanto irrisorios, para recuperarla^^.
—
—
—
hechos post-coloniales, aunque parezcan responden a una lógica ya traen zada en la época de la dominación española. Fluctuaciones y divagaciones en la dirección de los asuntos públicos pueden explicarse, en parte, por lo menos en sus inicios, por la falta de preparación de los nuevos gobernantes, imputable precisamente a la condición colonial. Pues hasta la élite ilustrada, por apta que fuera para hacerle frente a las renovaciones culturales o técnicas, no se había visto suficientemente confrontada, de no ser en un plano teórico y en una perspectiva más crítica que constructiva, a los problemas
Ahora
casuales,
bien, esos
ciertos aspectos
V. Auburn, UAmérique Céntrale, Paris, Presses tJniFrance ("Que sais-je?") 1952, pp. 25 y passim. Acerca de la mala administración financiera y el aborto de la política económica de la Federación, cf. Robert S. Smith "Financing the Central American Federation, 1821-1838", The Hispanic American Historical Review, vol, XLIII, n' 4, noviembre 1963, pp. 183-510. 8
Cf. Charles
versitaires de
9
Aubrun, UAmériqíLe Céntrale, op.
cit.,
pp. 26 y sg.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
independencia había llegado sin transición.io demás, los antagonismos de las personas, de los gru-
políticos.
Por
lo
Y
I99
la
pos y regiones, que no se limitaba a un conflicto entre criollos y peninsulares, no pronosticaba un buen inicio en la divía de la emancipación.
fícil
Por lo que se refiere a las diversas agrupaciones nacionales que se constituyeron sucesivamente, es dable observar que éstas reflejan, detrás de sus titubeos las viejas estructuSi la unión con México sólo ras administrativas españolas. recordaba los lazos efímeros cortados desde hace mucho tiempo, o por lo menos, unos amarres muy relajados, la fórmula centroamericana (federación) se basaba en una realidad a la vez muy reciente y multisecular. Pero se entiende que haya sido balanceada y, finahnente, suplantada, por ciertos particularismos que, también, venían de lejos y que se habían consolidado a favor de la emancipación.
En cuanto
a los problemas económicos y financieros, vipara la verdadera independencia de las naciones, como lo demuestran, justamente en el caso de esos países, los saqueos imperialistas del siglo XIX y, en especial, del siglo tales
XX, (la
se
de
desprendían, a pesar de cierta prosperidad privada las ^'familias'*)
de una herencia colonial sumamente
precaria en el plano de las es'tructuras de explotación, de la
productividad y de los recursos públicos y que la brusca ruptura con España no estaba hecha para mejorar las cosas de inmediato.
10 Lanning (The Eighteenth-Century Enlightenmenl. ., op. cit., última parte) estima que la Universidad dispensadora de una cultura que podía comparai-se a la de las europeas, le permitió a la juventud del país, asumir las nuevas funciones políticas exigidas por la enmancipación y que Guatemala había sabido prepararse por sí sola para la independencia: tesis que nos parece pecar de exageración. .
ANDRÉ SAINT-LU
Y
finalmente, ¿qué decir de los problemas sociales (integración material, moral, cultural y cívica de los indígenas y de los mestizos) si no que eran el legado, cada día más pesa-
de un régimen de otros tiempos, desafortunadamente perpetuado, para el cual los pueblos sometidos no eran más que una masa para la explotación, más o menos protegida y civilizada? Un régimen en el cual las responsabilidades de los criollos estaban tan comprometidas como las de los peninsulares y de la metrópoli. do,
.
Pero,
si la
.
sucesión colonial implicaba
muchas
hipotecas,
no por eso dejaba de ser un precioso patrimonio.
Puesto
que, justamente a través de los siglos de dominación espa-
ñola se fue formando poco a poco la conciencia criolla y por eso es que al final de cuentas, aunque con menos dinamismo que en otras provincias de las Indias, el Reino de Guatemala pudo transformarse en América Central. Tanto los hombres de la independencia, como las generaciones que le side la guieron no tenían por qué renegar ^y no lo hicieron crioUismoii. corresponde herencia del Ya que a ellos les (y, en la medida en que las hipotecas no han sido subsanadas les corresponde a los hombres de hoy) conservar lo mejor,
—
—
pero asociándolo cada vez más estrechamente a los valores la herencia indígena.
más que desdeñados de
11
La
exaltación de
Guatemala que se manifiesta en
los
escritos
o
declaraciones de los hombres de la independencia no deja de recordarnos la
Recordación Florida de Fuentes y Guzmán (cf. con respecto a José del Valle, Antonello Gerbi, La dieputa, „ op. cit., pp. 351 y sg). &eñalemjO(s también la pubPcación, en Guatemala (1809 y 1818) del importante CoTnpendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala del criollo Domingo Juarros, netamente .
in pi'-ado en Fuentes y
XIX y XX
conservan
samente pro-hispánica, colonial.
Guzmán.
muy el
vivo,
Los historiadores y escritores de
los siglos
aun cuando su orientación no fuera preci-
recuerdo del criollismo guatemalteco de la época
CONCLUSIÓN
tos
Hemos creído más originales
guiendo
el hilo
y una
útil
agrupar, para subrayarlos, los aspec-
del criollismo colonial guatemalteco.
de
la historia, sobre
Si-
un fondo de conquista
un
tanto precaria pero rápidamente consolidada, se destacan las figuras contrastantes de Alvarado, fascinante conquistador, prototipo del aventurero debrutal
in'^talación
cidido a ir siempre
más
adelante; Bernal Díaz del Castillo^
conquistador apegado a las tradiciones no olvidadas de su rango quien eso es lo principal ha aprendido a ser colono, pacífico y reivindicador, según el caso. En medio de ese pequeño mundo muy preocupado por sus intereses, surge un
—
—
aguafiestas: Fray Bartolomé, influyente, intransigente, inquietante defensor de los indios, quien puede comprometerlo todo si no se le pone freno; y un pastor más comprensivo que
severo ya criollo de espíritu
y de corazón: Marroquín.
A continuación, una vida colonial más bien deslucida, mucho más agitada por los sismos e intranquilizada por los piratas
que perturbaba por
los conflictos sociales o políticos,
pero netamente marcada por la afirmación de un criollismo ya sea celoso y agresivo (Ruiz del Corral); ya sea acusador pero un tanto desilusionado, por lo menos en apariencia, en
ANDRÉ SAINT-LU
202
SUS protestas (Fuentes y Guzmán) proclive a manifestar su presto al reclamo y, por pero sin violencia
desacuerdo
—
—
otra parte, notable en la exaltación que hace de los hombres y las cosas del país (otra vez Fuentes). Finalmente, en un ambiente sin duda tan esclarecido, en particular en el
y
campo
menos revolucionario un acceso a la independencia
científico pero
heroico que en otras partes,
derramamiento de sangre o casi (caso relevante por lo excepcional pero, ¿pudo haberse logrado la independencia de Guatemala sin las guerras por las que pasaron los países vecinos?); una emancipación sin grandes sacudidas de las estructuras sociales a pesar de la diversidad de las tendencias y de los antagonismos. Preludio de un futuro nacional que sólo puede brindarle, a los herederos de los criollos de antaño, una libertad menos exigente y menos difícil de asumir. sin
En resumen,
que acabamos de recorrer podrá parecer más descolorida ^y en efecto lo es que la mexicana, peruana o (en su último acto) la venezolana. Y sin embargo, cuando en el prólogo, anunciábamos una gran riqueza de aspectos significativos, no exagerábamos. No fue la arbitrariedad la que nos movió a poner en relieve y observar de cerca determinados hechos, esta historia del criollismo guatemalteco
—
determinadas figuras, determinadas manifestaciones individuales o colectivas de la vida colonial de Guatemala. El contraste entre Alvarado y Bernal Díaz del Castillo; la demostración de fuerza que empujó a sus ovejas españolas a levantarse contra Las Casas; la sabiduría política de Marroquin; las duras reacciones de los Cabildos contra la tiránica administración de Cerrato; la persecución de Remesal por el agresivo Ruiz del Corral; la Recordación Florida de Fuentes
y Guzmán como
testimonio y manifestación del criollismo en su período de madurez; el esplendor científico de las "luces''
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
203
el orgullo de sus representantes; hasta llegar, finalmente a esa pequeña llama encendida por la emancipación. Rasgos, todos ellos, altamente representativos del fenómeno estudiado cuyo valor histórico ^'ejemplar", en algunos casos va más
y
de los alcances generalmente limitados de un simple hecho local, mientras que otros se distinguen más bien por allá
su originalidad. Y a pesar de que seguramente más de im aspecto de la materia aquí tratada, nada tiene de excepcional o notable, tampoco hay razón para subestimarlos. De esa manera esperamos que este estudio, si logra aclarar un poco más algunos aspectos de la conciencia criolla en Guatemala, en sus relaciones con la condición colonial, habrá contribuido, de todas formas, a un mejor conocimiento de la América española.
APÉNDICE DOCUMENTAL Advertencia:
Se conservó
la ortografía
de los manuscritos utilizados.
La acentuación y puntuación han sido normalizadas. Se introdujeron algunos "punto y a parte" en aquellos textos que carecían de ello.
Los términos de dudosa lectura se pusieron entre corHay algunas partes en blanco (también entre corcheque correponden a aquellos pasajes que no pudieron
chetes. tes)
ser descifrados.
EL CABILDO DE SANTIAGO DE GUATEMALA AL EMPERADOR CARLOS QUINTO Guatemala, 1^ de agosto de 1549. S.C.C.M.
1
Ahunque no seamos tan buenos como nos
sería
deseamos
el servicio de dios nuestro señor y de vuestra magestad, y que en todo acierte, y así siempre rrogamos y suplicamos al señor alumbre a vuestra magestad para todas sus cossas, en especial para el
nester,
buen goviemo y asiento destas
Mas por nuescomo vuestra mages-
tad está tan ausente y los pareceres que de acá ban deven ser diferentes, deve vuestra magestad allegarse
más seguro para la conciencia, que parece que y así tenemos por cierto que a de dar vuestra magestad por buena la libertad y tassagión que el licenciado cerrato, presidente desta audiencia, ha hecho sin thener especial mandato para esto de la libertad, siendo una cossa tan grave, más de las pramáticas generales de lo
las quales
5
tierras.
tros pecados o los destas gentes,
a
r9
me-
10
es
15.
thenemos supplicado.
Tal [parecer] paresce sancto y bueno a los que no entienden más ni entran más adentro, y como al que lo haze ni al que lo aconseja no les duele el bien ni el mal desta tierra, ni miran más de a lo presente, passan por lo que les paresce bien. Y cierto, si bivir sin tributtos fuese
mejor y más sano, razón sería se hiziese en todos los reynos y señoríos de cristianos, y que no oviese mejoría de unos a otros, ni menos huviese rentas, ni otros
20
lo
25
^
208
ANDRÉ SAINT-LU
Quan ageno
sea esto y quan contrario a lo govierno de la república, nobuen que torio es del principio del mundo acá. Ensemplo tenemos de muchos que se han desvelado en administrar justi^a, y como aya paz y quietud y obidiengia al príncipe y hermandad entre sí, mas no en quitar los tributos necesarios, que es la llave de la obidiengia. Si esta tierra no es de vuestra magestad, déxese y vamonos todos; y si lo es, mande vuestra magestad damos borden como bi vamos sin tanto dessasosiego. señoríos.
es necesario al
5
10
15 1
v^
20
25
Sacra magestad, todo esto dezimos a caussa que en esta governación y provincias devemos ser los más m.alos de todos, o ay quien diga más mal de nosotros que de todos, porque somos perseguidos y alterados con provissiones y nuevas cédulas pedidas e sacadas con siniestras relaciones, y una a otras se aTcangan. Y esto bien veemos que lo causa/ aver hallado los religiosos tan buen acogimiento en esta provingia más que en otras, y entremeterse ellos en lo que no es de su profesión. A los religiosos parésceles que es bien que todos seamos religiosos, y no puede ser, y parésgeles que somos sus enemigos, y júzgannos por enemigos destos pobres yndios, y ansy se lo han dado a entender; y en
verdad que los amamos tanto y más que ellos, y deseamos todo el bien que ellos les pueden desear.
Con
"30
les
fabor que el presidente les da, a venido la cosa a tales méritos qu!e ya los yndios no nos conosgen antes nos menospresgian. Quanto daño sea esto, el tiempo lo dirá, que por malos que somos, si nos quitásemos de medio verían los religiosos y sabrían que todos en que parava esta tierra y todas las demás. el
Vuestra magestad tenga por cierto que
el pricipal
fun-
4
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
damento para perpetuidad destas partes es que seamos todos buenos cristianos, y que seamos amados destos Paresge que yndios, y a falta desto seamos temidos. oidores entienden esto todo al revés, el presidente y pues han procurado y procuran que en lugar de amarnos nos aborrezcan, y en lugar de themernos nos menosprecian. Crea vuestra magestad que todos pretenden su ynterese: el presidente pretende que los religiosos escrivan del que es divino, y por esto, aunque hagan mayores desatinos de los que hazen, que cada día los harán mayores, todo le paresqe santo; con esto y con los fabores que de allá le escriven y negocios que a él solo vienen remitidos, no tiene cuenta de oidores ni haze caso dellos, ni ay más audiencia de la que él quiere. Los religiosos pretenden ser adorados; esto no se puede hazer syn menosprecio nuestro y mucho perjuizio de la fee y dotrina de Jesucristo; y como no les duele el bien o mal de la tierra, conténtanse con lo que a ellos les está bien o les paresia bien, sin mirar adelante, que los unos y los otros se piensan yr mañana, y si pensasen hazer aquí su asiento para siempre, otro juizio y otra suerte echarían. Esta es la verdad, católico señor: duélenos veer que se pierde lo que ha treinta años que avemos trabajado y que está en servigió de dios y de vuestra magestad; y ellos piensan que se gana, y como dezimos el tiempo lo dirá. Quiere vuestra magestad veer que es así que el presidente no osa governar por miedo de los frayles por lo dicho. Y a esta causa dio los esclavos por libres, y es lo bueno que paresgerá a vuestra magestad y a su consejo que esta libertad a seído grandíssima satisfigión a dios nuestro señor y gran descargo para su congiengia
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ANDRÉ SAINT-LU
210
Si tuviésemos por delante lo que ha de ser aquí a diez años y algo menos, conosgerseya muy a la clara que el mayor daño que se ha hecho en esta governagión a seydo la libertad de la manera que se ha dado. ¿A quién ha de ser buena la libertad sino a quien se haze? Pues es asy que el provecho que les ha venido y vendrá es grand confusión y alteragión en lo temporal y espiritual, y a la república grand perjuizio./ real.
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2 r^ 10
15
20
Mas ha de quinze años que
dexado de hazer, e ya no se avían de hazer más, y a los presentes temámoslos por hijos, e como tales heran tratados, amados y queridos. Tal servidumbre, libertad hera para sus ánimas y cuerpos. En verdad que se an engañado los religiosos por servirse dellos como se sirven. Tienen por eregía que nos sirvan a nosotros e tienen por sancto que sirvan a ellos. Seguras teníamos nuestras congien^ias con nuestra buena yntengión y mejores obras, pues si dezimos de la tassagión de los tributos es cossa de burla que los mismos [yndios] se rríen. ¿Qué governa^ión puede la que es ser, regida y governada por relise avían
giosos?
Quando entró
el presidente gerrato, no avía después de giudad tan abastada, tan bien rregida, tan contenta y que cresgía cada ora. Paresce que ha entrado Satanás, de pura embidia, y ha procurado de confundirlo todo, y paresge que saldrá con ello, porque esta giudad se va deshaciendo y deshordenando, y los buenos que algo tuvieren se yrán. República, no ay quien mire por ella, cabildo, no lo ay, porque si se juntan y piden y suplican algo, luego remanesgen veynte pregones contra ellos. Pues si los cabildos no buelven por sus repúblicas, no ay para qué los haya. Los al-
méxico 25
30
tal
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
como
no lo fuesen, y así tenemos por cierto que no avrá otro año ningund bueno que lo quiera ser. Bivimos en tanta servidumbre que en Guinea tienen más libertad. Hanse mostrado nuestros enemigos presidente e religiosos sin aver por qué, y pluguiese a dios que ellos acertasen, pero no pueden, que están con pasión y siguen su ynterese y no el de dios y de vuestra magestad derechamente. Los írayles oren y los que han de mandar manden: éste es el camino derecho; no se puede hazer cosa buena ni que dure como no vaya a derechas.
caldes son
211
si
Quando entró el presidente halló esta provincia muy bien tratada y muy bien dotrinada, que es lo que vuestra magestad quiere y manda, y a todos muy aparejados para ymprimir en nosotros todos los demás [mandos] que convinieran para mejor descargo de vuestra rreal con^iengia, asta agora de tal arte que prometemos por la fee que devemos a dios y a vuestra magestad que no ay hombre que se acuerde que es cristiano en veer tanta confusión y perdición. Ya todos desean ser ydos; no estiman quanto acá tienen en un cornado. ¿Puede ser mayor descontento que veer que etamos subjettos al más chiquito motilón de quantos ay, veer que si avemos de comer o an de venir bastimentos o a de aver servigio, todo ha de ser por su mano? Y asi lo dizen ellos que por qué no vamos a comunicar nuestras necesidades con ellos; otro es veerlo que dezirlo. Siempre los bastimentos an valido en prestios convenibles, y agora todo ha subido a prestios desmoderados. Buena ayuda es ésta para que se aumente la república.
Todo quanto daño y [desabrimiento] pueden los religiosos hazemos lo procuran, no podemos saber por qué, sino [ambición] y obra de satanás; y agora, para echar
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212
no de relipueblan un giosos/quitarnos todo nuestro y pueblo junto a su monesterio, de los que nosotros avernos entrado y sustentado y enseñado a offigios; el fin avrá, vuestra magestad lo oyrá. el sello,
2 v^
5
han procurado por
vías exquissitas servigio,
Verdaderamente, señor, en esta provincia los religiosos no se han mostrado religiosos sino bulliciosos y amigos de negogios. No engañen a vuestra magestad con falsos zelos ni con palabras generales que tienen buen sonido: Prometemos a vuestra 10 vedaderamente no entienden. magestad no se suelde el daño que se ha hecho a la governagión, que lo nuestro particular no lo tenemos en nada, con muchos beneficios ni en muchos años; sentimos lo que ha de ser, y por eso nos duele. Los reli15 giosos, con este zelo de hazer bien a esto pobre gente, engáñalos el demonio, mételos por la manga y sácalos por el cabegón, para que dexen de ser religiosos. Por gierto tenemos que si no cresge la obra de dios que es porque no se derrama su semilla como conviene y 20 conforme a la dotrina de Jesucristo. Qué quiere vuestra magestad más que no ay frayle pobre; ellos pueden dar de comer a todo el pueblo porque ellos son los señores de los pueblos y ellos los mandan y a ellos obedesgen. Y es gierto que nunca los pueblos de yndios 25 estuvieron tan descontentos como están el día de oy, porque los traen alterados, lebantados y confusos, y no saben atinar qué cosa sea ésta. Y de todo esto no puede redundar sino daños, e tanto que si dios nuestro señor no lo provee de su mano y vuestra magestad, 30 en breve se conosgerá el gran yerro. Qué más mal quiere vuestra magestad de religiosos de avernos enemistado con los yndios y hazerse ellos adorar: si es ésta obra de dios o de satanás, juzgárloha un ciego.
i
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Por SU consejo y paresger a mándalo la audiencia que no aya criados nuestros en los pueblos españoles, con zelo que dan mal emxemplo; en verdad que no es syno por que no aya quien dé testimonio de lo que hazen y Ya que esto no fuese, deshazen, por ser absolutos. ciertamente se engañan, porque serán causa que en los pueblos se hagan grandes ofensas a dios nuestro señor. Por malo que sea el español, es cristiano, sino en obras en el corazón, e como tiene cargada la fee, no permite que en público se ofenda a dios; y como siempre ay pasiones entre estas gentes unos descubren a otros, y a faltas de sacerdotes y religiosos es muy nesgesario que ala españoles en los pueblos, y con pena a los encomenderos que les pongan y tengan, y al que fuere ruin, castigarle. Lo contrario es dessatino e muy en perjuizio de la fee; como no es a su propósito, ynterpétranlo por malo.
mandó que no vamos a los pueblos, e que si fuéremos que no estemos más de ocho días. O es que vuestra magestad nos ha de hazer merced que tengamos estos pueblos en su real nombre e para nuestros hijos y herederos o no: si no, poco va que se mande, si sí, es muy grand menospresQÍo que tengamos nombre que sean nuestros, e que no/tengamos benia para los visitar es saber cómo biven y sus necesidades, y remediarlas o proveerlas como siempre lo avemos hecho. No tenga vuestra magestad esto en poco, que en verdad a seído y es un ynconveniente de los mayores que se pueden ofresger para su daño y para nuestro
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5
10
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Otro semejante
20
3 r^
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menospresgio.
30
Otro daño muy grande con la quitada del servicio e con no querer los yndios ya servir a nadie, todos los ganados se han de perder, uorque como no los guarden los yndios los han de matar como lo han comentado a hazer, que de quatro meses a esta parte han muerto
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muchas yeguas e vacas y potros y muchos ganados. Finalmente no ha de quedar vaca ninguna, ni a de aver porque no ay yndio que quiera trabajar ni estar con español, por ynduzión de los religiosos, que no porque no nos quieren más que a ellos. Ello parará en lo que vuestra magestad verá antes de mucho. Propiamente, lo que agora anda es behetria, que ni los frayles se entienden ni el presidente se atina, y los yndios andan todos como locos y confusos que no saben qué sea esto, y si nosotros estamos descontentos, mucho más lo están los naturales; y como el presidente les ha dado tanta mano tienen creído los yndios que los religiosos son los que los pueden dar la vida o la muerte, y con esto no osan salir de su mano. En verdad que esta tierra en breve se desbaratará, e sy se desbarata, tarde o nunca se lebantará, sy no fuere con la langa. Ya somos viejos y los chicos muy chicos para poder resistir a qualquier desatino que quieran hazer los yndios; no se maraville vuestra magestad, no ay que fiar, que por enemigos nos tienen. Ya que por la bondad de dios esto no sea, para enderezar lo que está caydo o para caer, será menester mucho más trabajo e ayuda de dios que para hazello de nuevo, px^rque lo an dañado mucho. Y agora acaba de llegar otra cédula en que se quiten los servicios personales: bien lo entieden los que lo aconsejan, bien se acabará de edificar la república. Y a lo que pueden dezir que se lo paguen, no dezimos menos; y en las tasssagiones a este servicio se tuvo respeto e va poco en esto. No está en esto el bien de los yndios, que en dos años se acabarían los edificios, y es de más ymportancia que las ciudades e villas se acaben de edificar con toda moderación, que el daño que les podría venir del servigio. Querríamos que vuestra magestad preguntase a los religiosos por qué no toman ni guargranjeria,
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son los que los trabajan y cargan y aprietan contra las leies y ordenanzas, haziendo y deshaziendo casa, y el presidente no les osa hablar. A vuestra magestad suplicamos sea servido de creemos y de ymbiar quien nos oyga e nos dé libertad/para hablar y para ser oydos. Y vuestra magestad, pues oye a todos, óyanos a nosotros por amor de dios, y dénos un hombre sin pasión, un hombre mucho amigo de justicia, y no enemigo de buenos y enemigo de pobres que no los puede veer, amigo de rrigor y no ay quién le ose hablar, luego los afrenta y amenaza; por su ynterese, por que suene, va fuera de toda buena governagión. Si fuese amigo de consejo y de tomar paresger, abría enmienda; mas no lo es syno de hazernos mal e perseguir; e por esto suplicamos a vuestra magestad no permita que por cada culpa venial ni mortal pueda el aujdiengia quitar los yndios, si no fuere por delicto que meresca perder la hazienda e la vida. Con este themor nos tiene avasallados, y al cabo todos se abrán de yr y dexar esta carga tan pesada. Y por que vuestra magestad tenga entendido que dezimos verdad, el ligengiado ramírez, oydor, irá muy presto a esos Reynos, mande vuestra magestad guardar esta carta y tómesele juramento si es verdad todo lo contenido en esta carta. Y ansí suplicamos a vuestra magestad por reverencia de dios no permita que esta tierra se pierda; sólo este remedio tiene que vuestra magestad nos crea y tenga en posesión que avemos de dezir verdad a nuestro rey y príncipe e señor, a quien dios nuestro señor guarde y prospere por muchos años, con abmento de mejores reynos e señoríos, y ensalzamiento de nuestra santa fee. Desta giudad de
dan
esto para
sí,
que
215
ellos
santiago, primero de agosto 1549.
5 3 v^
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ANDRÉ SAINT-LU
216
S.C.C.M.
humildes criados y vassallos de vuestra sacra magestad que sus reales pies y manos bessan, la Qiudad de santiago,
Juan Pérez Dardón Francisco Girón
Hernán Méndez de Sotomayor Francisco López
Bartolomé Bezerra Antonio de Salazar Martín de Guzmán.
A.GJ., Guatemala, 41.
— — II
EL CABILDO DE SANTIAGO DE GUATEMALA AL EMPERADOR CARLOS QUINTO Guatemala, 24 de enero de 1550 S.C.C.M.
1
Porque es justo vuestra magestad sea ynformado de las cosas que en esta tierra pasan, y en espegial de lo que a hecho el ligengiado gerrato después que por mandado de vuestra magestad vino por presidente del audiengia rreal que en esta ciudad rreside, y por estar esta tierra tan rremota de do vuestra magestad está no podemos ynformar sino por escrito, sabrá vuestra magestad quie luego que el ligengiado gerrato vino por presidente de la dicha rreal audiencia,
tomó rresidengia
Y
luego
que en
ella
mandó dar un pregón que
5
al presidente
avían sido, y tomada bolbió al cargo al ligengiado rrogel, de que no poco escándalo hubo en la tierra, porque los que abían dicho contra él sus dichos se fueron por temor que del hubieron, por manera que ya que vuestra magestad enbíe otro presidente a tomar rresidengia, no avrá quien quiera deponer lo que sabe, rrezelándose que volviéndolos al cargo los agrabiarán por se vengar dellos; y estando de camino para se venir a esta giudad, llegó el ligengiado rramírez del perú y lo tomó tanbién al cargo; y todos juntos vinieron a esta giudad, y al tiempo que binieron estava la giudad muy poblada de vassallos de vuestra magestad, y proveída en abundancia de toda manera de bastimentos. e oydores
v^
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todos los que tenían
esclavos los trujesen ante él dentro de diez días so
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cierta pena, sin pasar por tela de juyzio ni oyr las partes; e no embargante las cabsas que se le dieron y
suplicación que dello por parte desta giudad se hizo, los dio por libres y sacó de las minas cincuenta qua5
10
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drillas que cogían oro y plata, de lo qual vuestra magestad perdió gran cantidad de lo que le venía de Sacó ansy mismo de todos los oficiales sus quintos. de oficios mecánicos y del serbicio de casa de los vezinos otra mucha cantidad de yndios que abían comprado por sus dineros, por do cesó todo lo en que los dichos yndios serbían, de que no poco daño a la tierra vino, y fue tanta la pérdida que los ofigiales que los abían comprado por sus dineros y mantenían con ellos sus casas, mugeres, hijos, por no se poder mantener se fueron a buscar la vida por otra parte. Y todo esto hizo el presidente por una carta de vuestra magestad que diz que truxo de santo domingo, que hablava en lo que tocaba de la dicha isla y no a esta tierra, porque de la ley sobre este caso por vuestra magestad hecha estava su-
plicado y pendiente la suplicación ante vuestra magestad, y no se abía mandado otra cosa en contrario por vuestra magestad, ni por el Audiencia pasada se abía usado della hasta que vino el ligenciado gerrato.
Acabado esto/x:omenQO a tasar la tierra, y para ello los cagiques y principales desta provincia, y esto sobre averse ya tasado por el obispo y governador de esta giudad tres vezes y otras dos por el audiengia pasada. Y la tasación que hizo fue de tal manera que los más vezinos desta giudad quedaron tan pobres que no les dexó para mantenerse ellos solos, quando más sus casas mugeres e hijos; y si éstos no tobieran se obieran ya ydo a buscar de comer de nuebo, porque a los que tenían servigio personal les quitó a unos la mitad y a otros las dos partes y aun más; y en los^ demás tributos se hizo tanbién desta manera, y mandó que los bastimentos que les hiziesen los yndios
mandó llamar
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
en sus pueblos, y no los truxesen a la giudad, y como áspera que no pueden andar carretas ni bestias cargadas para los traer, se pierden en los pueblos y la República padesge harta necesidad y porque ya que algunos se puedan traer sería más la costa de traerlos que su valor, y ansy tanbién por esta razón se dexan de traer.
219
la tierra es
5
En
este comedio vino una cédula rreal de vuestra magestad sobre que no oviese serbigio personal. Ya le consta a vuestra magostad cómo esta giudad se destruyó con el terremoto, y estávase hedificando quando llegó esta cédula, y como el presidente mandó que no se sirviesen de los yndios, quedó todo suspenso, que no ay quien haga casa ni acabe las comentadas, ni Isis yglesias ni otros ningunos edifigios se hazen, sino son
porque los Religiosos dellos hazen y deshazen y usan de la tierra como si fuese suya, y no obedesgen cédula ni probisión ni cosa ninguna de lo que vuestra magostad a mandado en esta tierra, ni el ligengiado gerrato aunque lo vee y sabe no lo quiere evitar, antes da lugar a ello por que escriban a vuestra magostad ques muy bien hecho lo que haze. Acabaron de gesar tanbién con esto del todo las labrangas y grangerias de sementeras y guardas de ganados, ques con qué se sustentaba la tierra, y si vuestra magostad no lo manda rremediar, antes de mucho no abrá quien pueda sufrir estar en la tierra, por no se poder en ella sustentar ni tener que comer, que los yndios, con el favor que el presidente les da, están en tanta libertad que con paga ni sin ella no ay quién les haga trabajar, ni connosgen ni temen a los españoles, ni en los pueblos a los caminantes quieren dar de comer aunque se lo paguen; y se les a dado facultad para que puedan prender españoles, y con esta facultad an prendido algimos y agotándolos y hecho otros malos tratamien-
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los monesterios,
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y a un español an muerto a pedamos y a otro herídolo por los prender, y habiéndole sobre ello dixo que hera muy bien hecho, y ansy se quedaron los que le mataron sin castigo, y aun quedarán todos los que mal hizieren, porque dize que no vino a esta tierra sino a favores?er los yndios, y que no se le da nada que se pierdan los españoles; y con estas cosas cada día, según lo muestra la esperiengia, estamos esperando grande algar, y se lo an dicho los frailes franciscos que en esta tierra están, y burla dello. Y porque este cabildo le a dicho tanbién que ponga rremedio en ello,. que se pierde la tierra, rresponde que no se le da nada, que buenos siete pesos se gana cada día. tos;
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Con esta negesidad que en la tierra se pasa, se an desavezindado e ydo ya desta giudad muchos vezinos con sus casas, mugeres e hijos, no porque vayan rricos r>ino por no se poder mantener, porque con las cosas hechas por el presidente an gesado tanbién todas las contrataciones que en la tierra solía aver, ansy por mar como por tierra, porque no ay quién quiera tratar ni traer nada a esta giudad, viéndola tan perdida como está, ni aun nabíos no vienen a los puertos como solían, ansy de España como del perú y nueba españa, por la/nueba que de la tierra tienen, y por temor que tienen del presidente, que es tan bravo y tan rregio y tan mal criado que no ay quién le pueda soportar ni aun quién le tome tiento en lo que dize, manda y haze: porque si algimo le pide de comer y no es casado dize casaos, y si le dize que no tiene con qué se casar y que se lo dé y se casará, rresponde que no tiene cuidado deso; e si algún conquistador o poblador casado le pide de comer por ser casado, dize que para qué se casó, que vuestra magestad no le de ve nada para que se lo dé, y ansí los despide. Y a los vezinos desta giudad y de otras partes cada dia los molesta con mandos y autos
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
que haze por tener de qué asir para los destruir y quitar lo que tienen, porque no es otro su deseo y ansy lo dize públicamente, y ansy lo tenemos del por gierto, porque es tanta la enemistad que nos tiene que aun no la puede encubrir sino mostrárnosla con ynjurias y afrentas que de cada día nos haze, llamándonos de traidores y rrobadores y otras palabras feas que no son para dezir. Y con esto no ay quién le ose hablar ni dezir nada, ansy en lo tocante a la rrepública ni a otra cosa alguna, de que tanbién se rrecresge que se pierda la tierra más de lo que está, ni tampoco con las afrentas que dize a los que van [ante él] ay quién le ose pedir justigia, y más la quieren perder que yr ante él, porque es tan absoluto en lo que dize y haze que paresge no rreconosger superior ninguno; y sentado en los estrados es tan mal criado como fuera dellos, que pocas vezes se sienta que no desonrre y afrente a algunas personas y, no nos trata como vasallos de vuestra magestad, sino como si fuésemos de otro rrey estraño; y lo que peor es que caduca ya, y ansí se conosge del en las cosas que dize y haze, porque lo que manda a la mañana deshaze a la noche, y dize [clara]mente: si lo he mandado, agora lo desmando. Enfin sepa vuestra magestad que él manda de tal manera que los oidores no son parte para hazer más de lo que él quiere, y no está esta auliengia más de como si él solo estoviese en ella; y hablando sobre esto al ligengiado rramírez, que es el que más a [rresistido] con él, dize que ya se lo a dicho y que no puede más, y que no quiere estar mal con él porque le metió en la audiengia y es su oidor y no de vuestra magestad, y que no puede hazer sino lo que le manda. En lo que toca a cumplir lo que vuestra magestad manda que no se pasen yndios, tanpoco a cumplido porque a pasado muchos, en especial pasó unos en gragias a dios, y al que los dexó dio después otros en esta giudad; tanbién
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pasó otros de otro vezino de sant salvador en otra persona que no hera vezino ni casado, y otros de otro vezino de san pedro. Pues en el dar de comer no a descargado ni descarga la congien^ia de vuestra magestad, porque luego que vino a esta giudad vino un su hermano y otros sus parientes, y al hermano le dio unos yndios en nicaragua en la giudad de granada que heran dos rrepartimientos que tenían dos capitanes, que rrentan más de dos mili pesos, y todos los más pueblos de aquella giudad rrentan poco más que Iten otros dos primos suyos que vinieron de esto. méxico, a uno dellos le hizo juez de rresidengia y visitador de la provincia de chiapa con salario de dos pesos y medio cada día, y al otro le dio la contaduría desta provincia que estava vaca, y a otro criado suyo que truxo consigo de santo domingo le hizo rrelator, y ganando más de seiscientos castellanos le dio más un corregimiento de otros gient pesos, y a los pobres conquistadores que no tienen que comer y se lo piden, ya que les da algo es a cinquenta y a sesenta pesos; y a su hermano le dio tanbién antes que le diese los pueblos dozientos y ginquenta pesos de corregimiento e a5^uda de costa y los tiene al presente; y este su hermano a rresumido corona por la muerte de hombre que mató en españa y es letrado, y por aprovecharle a vedado que nadie haga petigiones ni entienda en pleito ninguno, y ansí aunque a poco tiempo que vino y bien pobre, está ya rrico. Y a otro su primo hizo visitador de las minas, de do no a sido poco lo que a ávido. Y a un cuñado de gregorio lópez del consejo de vuestra magestad, dio unos yndios en gracias a dios, con no aver un año que estava en la tierra, abiendo hartos conquistadores que morían de hanbre. Y por aprovechar a estos sus parientes no quiere que ningún oidor como vuestra magestad mandó
CONDICIÓN COLONIAL t COííClliNCIA CRIOLLA
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Y a'un.aldnso buesó, ©nbre bien rrico que lo abía ganado a; ser minero, le dio en la» dicha ciudad otros yndios porque se casase con ^.el cu- 2 v^ nado (sic)/ deste cuñado de gregorio lópez; y a),QtrQS^
visite la tierra sino ellos,
criados
que
tiene, el serbigio
que
le
hazen
les
p^ga
en,
penas de estrados,, pprque nunca' falta que les maíidar^ para tener color de les pagar en esto; y las penas gu^' a aplicado para estrados después qué está eii fista,9iur. dad son en muy grap. 'cantidad, y enbianda vuestra* magestad a tomarle cuenta se verá en qué se an gastado:'
A
tanbién rresumido muchos que vuestra magestad sobre esto tiene, proveído, dándolos a otros vezino^ que tienen prepar-:. timientos y en esta giudad quitó unos yndios a un ,pobre onbre que le avía costado mili e doziéntos pesos, y los dio a otro vezino, teniendo otros yndíos y v§ilien-. do su hazienda veynte mili pesos. A esta ^iüdad* quitó; un exido que tenía más a de veynte años, do andaban muchas vacas y yeguas, diziendo que la tierra es de los yndios y no de otro ninguno. Mandó matar todas las vacas y bestias que hiziesen algún daño en las millpas, y ansí los yndios an muerto gran cantidad dellaS, de que no poco daño muchas personas an rregebido, y aun algunos an quedado perdidos por ellos.. Y no. teniendo los vezinos desta ciudad otra grangería siiió el cacao que se les da de tributo y lo venden para fuera, parte lo a vedado, y algunos que lo an llebado se lo a hecho volver a la ciudad de muy lexos, de que an rregebido mucha pérdida. A un vezino desta ciudad, porque faltaban herramientas para abrir un camino y él las tenía, porque no las quiso dar por el precio que él quiso, le mandaba llevar a la cárcel, sino fuera por rruego de buenos, y lo mismo hizo con un mercader porque no le quiso dar cierto lienco como él quería. •
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rrepartimientos de, yn-.
dios contra lo
Luego que vino a esta ciudad mandó echar a
la plata
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maravedís^ no embargante que muchas vezes se les dixo no lo echase porque se perdería la tierra; y después de v>' ^' echada^como vido el dañQ-que avía hecho, tomó a man'^ dar no se echase más y que corriese la que ya estava 5 echados los maravedís; y queriendo hazer un vezino de esta QÍudad cierta paga en ella a un allegado de el dicho presidente^ díxo que no la quería rregebir, y fueron sobre ello al presidente, el qual mandó no la rregibiese; diziéndole el que hazía la paga: esta moneda 10 no es de su magestad y a la a mandado hazer, dixo que no, que no la avía hecho sino el audiengia, y que agora quería que no valiese; y dándole cuenta el factor de vuestra magestad desta provincia de lo que era a su cargo, y dándole para en pago del alcance alguna 15 plata de ésta de maravedís que avía rresgebido y estava en la caxa, no la quiso rregebir sino que pagase la rrefacción y sobre ello lo echó preso, y lo estubo hasta que lo pagó; y de averse echado como se echó a gran cantidad de plata los maravedís, gesaron por "20 esto tanbién muchas contrataciones, porque no ay quién quiera contratar con la dicha plata, y en esto vera vuestra magestad cómo a govemado y gobierna la ¡ I
tierra.
En
que toca en las cuentas que a dado en los negoque se an ofresgido, paresge ser más por vía de pasión y querer hazer más y mostrarse cruel como lo es y él se alaba dello, que no de hazer justigia, porque los que vuestra magestad^ a mandado que vayan por casados a castilla, a algunos que no an ydo a día diado
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lo
gios
cabsas justas, los lleva toda la pena sin les perdonar nada, y atros, aunque enbiaron por fee como eran ya partidos y hechos, a la vela, porque se partieJCQiL fuera del tiempo se les llevó ansí mismo por en*K cero, y tanbién se a llevado a algunos que murieron .55 antes de se poder yr. En la provingia de nicaragua a quitado a* muchas persorías los 5nn.dios que tenían, y
y teniendo
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aun condenádoles en otras graves penas, y a los dexado tan pobres que muchos an desanparado la tierra e ydose al perú e por otras partes, y algunas de estas penas a sido por cosas muy libianas. El primo suyo que enbió a chiapa a quitado veyute r repartimientos, los mejores que allí avía, y a éstos a quien los quitó hubo honbre dellos a quien condenó en más de siete mili pesos/e a otros a dos mili e a mili e quinientos; y a uno que hera íallesgido seis años abía, por delitos que abía hecho condenó a sus herederos en perdimiento de los yndios y en mili e ochocientos pesos de pena. Y desta manera condenó a los susodichos, siendo todos los vezinos de aquella probingia, tan pobres que no alcanzan un rreal en dinero, y an estado determinados, según aquí se a publicado, de dexar la tierra e yrse a la nueba españa, y lo obieran hecho sino por estar cargados de mugeres e hijos e pobres; pues no les dexando que comer, vea vuestra magestad lo que pasarán, que acá gran lástima a puesto a todos; y ase holgado dello tanto el presidente que dize que no le pesa sino por que no ganó él la onrra que ganó su primo en hazer lo que hizo. a otro su amigo que traxo con él de la isla española, le enbió por juez de rresidencia del rreyno de tierra firme, y lo usó de tal manera que en la rresidengia que a ésta le tomó al govcrnador que por vuestra magestad fue enbiado al dicho rreyno le enbió preso a los rreynos de castilla, en el camino se soltó y vino a puerto de cavallos, y lo está agora aguardando que venga a esta giudad; y otro que tanbién enbió por juez de rresidencia de la provingia de yucatán, queriendo ymitar al presidente en ser cruel, se hubo de tal manera en la dicha provincia que otro juez que por mandado de vuestra magestad a ella vino, lo echó tanbién preso y dizen que le tiene sentenciado a muerte; y desta manera lo an hecho los juezes que el presidente a enbiado por el distrito desta audiencia.
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Entre los procuradores de las giudades que vinieron a esta audiengia a suplicar de averse quitado el serbi?io personal vino un procurador de gracias a dios, porque todo lo más que allí tenían era este servigio, y hizo sus diligencias, y como no se le proveyó cosa ninguna, pidió las peticiones que avía dado con lo decretado para ocurrir a vuestra magestad, por lo qual lo mandó echar en la cárcel, y no se las quiso mandar dar. Ni tampoco a esta giudad a querido mandar dar otras peticiones por su parte presentadas, gerca de lo contenido en esta rrelagión, aunque se le an pedido muchas vezes; y aun en ello se a ávido de tal manera que no ay quien ose ser procurador desta giudad ni pedirle cosa alguna que conbenga a esta giudad. Y porque sepa vuestra magestad de la manera que SU3 juezes se an con los vezinos desta giudad, queriendo esta giudad hazer un rrequerimiento al presidente solo por sí, porque él solo es el que haze y deshaze todo lo que quiere, para que no diese lugar a que la tierra se perdiese, y veniendo a notigia del ligengiado rramírez, dixo que juraba a dios que el primero que en ello hablase le abía de dar de puñaladas; y a esta cabsa se dexó de pedir lo que conbenía a la tierra. Y
mismo desta audiengia, a más de ocho meses que anda ausente de ella, y se an escripto a esta giudad cosas muy feas que a hecho, con no tener más de quinientas mili maravedís de sapor donde a andado en casos de mugeres y en cargar yndios y hazer otras cosas yndevidas. Y no quiera vuestra magestad saber más destos oidores, sino que lario y abiendo de comer y gastar dello, tienen cada diez o doze mili pesos de oro y aun más. Y bolbiendo a lo que toca a la tierra, certificamos a viiyestra magestad que con las cosas que el presidente a hecho y haze, y por su [rezísima] y mala condigión no ay honbre de ninguna calidad que sea que si se pudiese yr
el ligengiado rrogel, oidor ansí
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de
la tierra
no se fuese; y ansí
los
que pueden están
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
demás de otros muchos que ya se an ydo, cosa va de tal manera que por no aver serbigio ni querer los yndios trabaxar, no se hazen millpas ni entienden en las grangerías que sustentaban la tierra, y los ganados, por no aver quien los guarde
para se porque
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yr,
la
se pierden,
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y todo
manda
se
va destruyendo
si
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vuestra mages-
rremediar.
Y
todo lo que el presidente a hecho a sido por ynduzimiento de unos frayles dominicos que están en esta Qíudad, y no de todos sino de tres o quatro dellos poco sabios y muy ambiciosos y amigos de su ynterese, a los quales el presidente quiere agradar porque escriban del a vuestra magostad bien y no mal, y porque sabe que a ellos se a de dar crédito y no a otro ninguno. Del qual crédito se a rrecresgido estar esta tierra cómo está, porque ellos son los que la an rrebuelto, y si pudiesen no pararían hasta verla toda destruyda. porque muy claro se conosge así dellos. porque el licenciado Alonso maldonado, presidente que fue/en esta audiencia es ydo a esos rreynos de castilla, y el licenciado herrera y el licenciado pedro rramírez, oidores della. están de camino para se yr, y ansí mismo otros vezinos de esta ciudad, suDplicamos a vuestra magestad se mande ynformar dellos de lo que pasa en esta tierra, porque dellos sabrá vuestra magestad ser verdad todo lo que aquí dezimos y aun otras muchas cosas que por no ser prolixos dexamos de dezir. sabido por vuestra magestad el estado en que la tierra está, le supplicamos la mande rremediar y con brebedad, porque ay dello harta necesidad; y que nos enbíe persona de calidad y que sea cristiano y zeloso del servicio de vuestra magestad y del bien desta rrepública. Y sobre todo supplicamos a vuestra magestad que en pago de los serbicios que en esta tierra le avemos hecho como leales subditos y vasallos que somos, no permita que seamos tan mo-
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y fatigados y maltratados como
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somos del
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licenciado gerrato.
Nuestro señor la s.c.c. persona de vuestra magestad guarde y prospere con aumento de más rreynos y señoríos. Desta giudad de santiago de Guatemala, veyte y quatro de henero de 1550 años S.C.C.M.
de vuestra s.c.c. magestad, humildes vasallos que sus rreales pies y manos besamos, Bartolomé Marroquín Juan López Antonio de Salazar Bartolomé Bezerra Francisco López Santos de Figueroa por mandado del cabildo, Joan [Guerra] de Madrid, escribano de su magestad.
A.G.I.,
Guatemala, 41.
— HIÉL CABILDO DE CIUDAD REAL DE CfflAPAS AL REY Y LA REINA DE BOHEMIA Ciudad Real de Chiapas, 1^ de mayo de 1550
Muy
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poderosos y serenísimos rrei y rreina de bohemia:
Por la sacra magestad nos fue mandado tuviésemos a vuestra alteza por amparo, y diésemos rrelagión de lo que desta tierra [ ] hasta la llegada del licenciado serrato vuestro presidente desta audiencia ode guatimala, no teníamos que ynformar, que todos estávamos sosegados y sin ninguna [desyución], manteniéndonos en la tierra con nuestras encomiendas de yndios y grangerías y haziendas, de que rresultaba gran paz y concordia en vuestra tierra, no aviamos hecho esto; y agora como se ofrecen cosas tan importantes a vuestro rreal serbicio, y para dar alguna rrazón desta tierra y de lo ofrecido en ella y esperramos se ofrecerá, para que vuestra alteza lo provea y mande, es negesario dezir lo siguiente.
El licenciado gerrato llegó a esta tierra con tanta furia si estuviéramos rrevelados contra vuestra rreal corona no [esperaríamos] más bravas obras ni más malas palabras; porque a parecido no venir a governar sino a conquistar nuestra lealtad y asiento y rreposo; y así a parecido que la tierra sosegada y pacífica del [destrito] quél governava a hecho desvergonzados a vuestra rreal corona y rrevelados contra vuestro rreal servicio ques de la provincia de nicaragua de lo qual [ para el ] parece pequeño daño grande que se espera.
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y soverbia que
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causa de estar la gente desta governación tan mal y por haver quitado sin ninguna ecepgión todo lo necesario para nuestra sustentación, viendo ser tan pertinente y necesario a la governación de vuestra tierra lo contrario y para la perpetuidad en particu-
tratada,
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lar desta ciudad
que
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y no tener atención a nuestras gran-
trabaxos, ni querer dolerse de los iban a pedir piedad por no caer de sus estados y honrras, a sido causa que este descontento en la tierra a causa de ser ansi governada inficione la que con tantos trabaxos y gastos se avía pacificado en tiempos pasados, y en los presentes las demás tierras que se esperan a esta causa se an de rrebelar; lo qual no escrevimos muy particularmente por tener vuestra alteza la rrelagión más larga de quien lo sabrá mejor, porque los de Guatimala y San Salvador lo podrán mejor aver dado a vuestra alteza.
des necesidades
y
le
Lo que
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desta ciudad tenemos que dar a vuestra alteza cuenta para que vuestra alteza se compadezca y rre15 medie nuestras necesidades, y para que con este rremedio crezca y no caiga esta desventurada ciudad, perseguida y conquistada de frailes de la borden de santo domingo y obispo desta provincia, que contino dan a vuestra alteza quejas de los daños y males que 20 ellos an dado causa, y poniéndonos culpas que no tenemos por pasiones y pequeñas ocasiones, y lo principal por seguir sus intentos, que sin son buenos u malos dios es el testigo, y de lo desta tierra el tiempo declarará sus sucesos según lo sucedido a su causa, y lo que 25 adelante se espera no mirándolo mucho, que en tan grandes daños dios se desirve y vuestra alteza, y la perdición de vuestras rrepúblicas por tan pequeño interese de anbigión de mandar y governar, que tenemos por cierto que si al obispo de chiapa consintiéramos y ca30 liáramos lo que él en la tierra quería hazer y mandar y grangear, así en comprar yndios como en hazer labrancas de morales para hazer seda y maíz y trigo y v9 allegar allí esclabos que se diesen por libres/y otros yndios libres para servirse dellos, y en procurar algún 35 yngenio y hazer casas para su morada, y en procurar para sus parientes la haziendas ajenas y para criados, y
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que le avían enojado, es así quél contradixera todo lo que ante vuestra alteza a propuesto; y así a parecido por pasión averse rejido y con crueldad avernos correjido, y a vuestra alteza averie desservido él y los frailes de su horden, la qual ynfoirmagión irá ante vuestra alteza en su tiempo y
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satisfazerse de los
y aver puesto la tierra en los términos quel día de oy está, y se espera que si dios no pone en ello su mano y vuestra alteza no traspone el licenciado gerrato desta tierra después de aber dado quenta de lo hecho, y manda a los rreligiosos que no gobiernen más ni hagan más que ser frailes, pues en lo governado a dado tan mala quenta, pues an puesto en términos de perdigión la tierra de vuestra alteza y vasallos, y los que an sido desleales no lo fueran sino uvieran hecho lo dicho
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lugar,
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y por ellos hecho y causado. La justicia de vuestra alteza no manda en cosa de yndios sino los frailes, y si los españoles no hazen en muchas cosas su boluntad se
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]
el licenciado
serrato por su rrelagión.
An dexado
tan cortas y tales que parece aver sido de yndustria para que los españoles se despueblen y se vayan de la tierra, y el licenciado gerrato así lo a dicho muchas vezes públicamente que se vayan y despueblen la tierra: tiénese por cierto que es para dalla a sus parientes; en las quales tasaciones les an dexado solamente para vivir, probemente, ni servicio, ni tienen posibilidad para comprallo ni lo necesario para sus casas, lo qual por relación de los frailes lo an quitado, y no se an acordado ni an querido jmformar a vuestra alteza de la gran perdición de la tierra para las tasaciones
que vuestra alteza intentos
y
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pasiones.
rremediase, a causa de seguir sus
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quitado todos los esclavos yndios y yndias que en este destrito avía, no aviéndose quitado en ninguna otra parte desta nueva españa, por averies paregido a los que govieman ni sufrillo la tierra ni convenir a vuestro rreal servicio, porque con los esclavos quitados se an perdido todas las grangerías y estancias y haziendas y minas que en esta tierra avía; porque las que traen negros en ellas son muy pocas y no ay en ellas para pagar vuestros [apostamientos] digo de las demás ciudades y lugares deste destrito, que en esta ciudad no ay negro ninguno que ande en minas, ni ay quien le pueda comprar para el servicio de sus casas, en las que les an quedado solas las mugeres para servirse en ellas de todo lo necesario; por lo qual a sido grande el sentimiento que en esta tierra se a hecho, según lo mucho que a dolido. Y si algunos yndios o yndias de su voluntad en alguaias cosas quieren servir, no lo consienten los frailes dominicos, de lo qual a rredundado gran mal y gran perdición en vuestras rrepúblicas, y en la pérdida de las haziendas gran daño de vuestras rreales rrentas, por lo qual de aquí adelante no podrá ir oro ninguno a vuestra alteza, acabado lo que hasta agora estava rrecogido. An quitado que no traigan a la ciudad los bastimentos ni tributos de los pueblos de encomienda, y así todos padecen gran hanbre. Anse perdido por falta de guarda la mayor parte de los ganados desta tierra, y a mandado gerrato que el ganado que a los yndios hiziere algún daño que los flechen y maten y después de muertos, no ay quien ose pedir nada, ni ay ynformagión ni castigo.
Anse perdido en esta giudad car que estaban molientes y
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yngenios de azúque eran las
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mejores haziendas y grangerías que abía en esta tierra, los quales sus dueños, por ponerlos en estado de moler como lo estaban todos siete, avían gastado todas sus haziendas y están adeudados en gran cantidad de peSosteníanse sos de oro, los quales no pueden pagar. los yngenios con los esclavos yndios y con algún servicio personal que para las cañas les abían dexado de los yndios de su encomienda por ser pequeño el trabaxo. y agora querían los dueños de los yngenios a los esclavos yndios pagarlos entre tanto que buscaban negros, por que las haziendas no se disypasen ni perdiesen, lo qual los frailes de santo domingo no lo consintieron forzándoles a ello, antes les dieron y hizieron dar al presidente serrato una provisión para que les diesen mucha cantidad de tierra junto a la ciudad en gran perjuicio della, no embargante que fuese de ningún vezino, y junto a su monasterio para juntarlos allí y tenerlos cerca para su servicio. Y agora los dueños de los yngenios no tienen con qué les aviar ni sustentar ni pagar sus deudas, y es tanta lástima de ver tan gran perdición que no se puede hazer relación a vuestra alteza. Eran con los yngenios las rreales rrentas de vuestra alteza acrecentadas y los dueños muy aprovechados de su trabaxo, y la ciudad y vezinos della se rremediavan y sustentavan la más parte dellos, y el trato era muy mayor en la ciudad.
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lo que en lo temporal se a hecho con nosopor parte de los frailes y obispo, a cerca de cinco años que no nos quieren confesar ni asolver, y los hon-
Demás de tros
bres se mueren sin confesión, pidiéndola, si no cumplendoze/rreglas que el obispo mandó que se guardasen, no siendo así en todos los obispados destas yndias sino sólo
en esta provincia de chiapa, y si no dexan a los frailes los vezinos sus haziendas para que ellos dispongan dellas a voluntad de los frailes, porque desta manera dizen se descargan las congiencias de los vezinos.
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Lo que pasa de la alteragión que acá a pasado es quee se alteró en la provincia de nicaragua contra vuestra alteza por las grandes crueldades que con ellos se usado y cada día se usaban, que después de aber yd tres visitadores, honbres favorecidos del presidente, en término de diez meses, y aviéndoles quitado los yndios a muchos dellos y llevándoles muchas penas y hécholes venir a gastar sus haziendas a guatimala, y quería enviar el presidente otro pariente suyo que abía ydo [a] destruir esta ciudad, y como vieron esto, o a lo
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menos a esta ocasión según se dize público, y el obispo de nicaragua ynduziéndole a estas cosas y maltratando por otra parte a los vezinos él y los frailes, vino a suceder y a quebrar de manera que mataron al obispo de nicaragua y le saquearon la casa, y sacaron la caxa de vuestra rreal hazienda y la quebraron y la rrobaron, lo qual al principio pudo tener rremedio y no lo puso vuestro presidente que a la sazón estaba en guatemala, solo de oydores porque el licenciado rramírez era ydo a pacificar con gente la provingia de la verapaz que llaman, y el licenciado rrogel era ydo a visitar la provincia de honduras, el qual a la sazón está a la muerte. Y el licenciado cerrato, aunque los de la ciudad de guatemala le daban medios para ello, no lo quiso proveer. Pudo tener rremedio porque porque (sic) como sucedió el yerro eran pocos y tenían poca posibilidad de gente y armas, y después fue creciendo hasta dozientos honbres, otros dizen que trezientos, y rrehiziéronse de lo negesario de navios, y domingo de lázaro, de mañana, en el año de cinquenta, se hizieron a la vela con quatro nabíos grandes y prque.ios para yr a panamá y el nombre de dios y tomarlos y tomar el oro que vuestra alteza allí tiene, que avía enviado el presidente gasea; y de lo que se a hecho y susgedido no se sabe hasta agora, por no aber podido venir nueba, y en este tiempo los de nicaragua eran ya partidos. Y estando la tierra en este balance por la gran necesidad y descontento que todos tienen
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
por no tener caballos y armas y la posibilidad que para el caso se rrequiere, ni dar el [principal] medio de lo negesario para lo uno y para lo otro, llegó a esta tierra el licenciado tomas lópez, oydor de vuestra alteza, que abía desenbarcado en puerto de caballos, y allí estuvo a la muerte cien días; el qual, visto el poco rremedio que se ponía a cosa tan ymportante y estar la tierra en tal estado, se quiso volver a españa a dar a vuestra Apaciguó la alteza quenta y razón de su llegada. tierra y la consoló en gran manera del descontento grande, por ver el desservigio que vuestra alteza rregibía en contrario, y procuró se rremediase porque le paregía convenir así. Y a sido poca parte, porque dize cerrato públicamente que vuestra alteza tiene en poco las yndias y que se pierda todo, que no haze al caso. Y vista su determinación, todos los de la tierra le suplicaron que no hiziese tal ni dexase la tierra en tal estado, pues su venida los abía animado y consolado tanto, y le rrequerían y ponían delante el servigio de vuestra alteza y el gran daño que las rrepúblicas rrecebían de su ida, de lo qual se seguía gran deservigio a dios y a vuestra alteza; y visto lo dicho, a su ynstancia de todos se a detenido y a dicho que no se yrá; no sabemos lo que hará. Es negesario, a nuestro pa-
que en tal tienpo vuestra alteza le mande que no dexe la tierra, pues con su estada se haze tanto servigio a vuestra alteza y al bien de la tierra [deseado], que parece dar corte de suerte que vuestra alteza sea dello muy servido y vuestras rrepúblicas no acaben de caer y la negesidad de lo necesario sea rremediada, para que mejor puedan todos servir a vuestra rreal corona y vuestra rreal hazienda sea aumentada.
reger,
venido a esta tierra un hermano, hijos y nietos y parientes de gerrato, en los quales y en los que quisieron poner la mejor parte de la tierra, según lo que a parecido, y a esta causa están algo disformes el licenciado
235
5
10
15
20
25
30
An
35
ANDRÉ SAINT-LU
236
serrato
y
el licenciado
tomas lópez.
Al hermano
del
presidente dieron unos pueblos en granada que dizen que rrentan dos o tres mil pesos, y a una nieta otros 5
dos mil pesos de rrenta; y agora quiso dar a ima hija suya unos yndios que rrentan otros dos mil pesos. El licenciado tomas lópez dize que no lo
manda
así
vues-
y que no se a de hazer porque no es justicia. Y a un pariente suyo envió por visitador a honduras donde hizo mucho daño, y otro pariente suyo dio la
tra alteza,
10
contaduría de guatemala, y otro pariente suyo envió aquí a chiapa con grandes poderes, en contrario de lo que vuestra alteza tiene mandado, que es que vaya
oydor a visitar, el qual es un honbre pobre y sin letras y de no mucho entendimiento y esperiencia. Vino a 15
cumplir su necesidad con nuestras haziendas, las quanos tomó y llevó mucha parte dellas, y lo demás quedó destruido y asolado; y aunque emos pedido que la visita se dé por ninguna, por quanto vuestra alteza manda que sea oydor el que haga la visita, por lo qual el presidente, por sustentar lo que hizo, no lo quiere deshazer. Y para ver lo hecho, suplicamos a vuestra les
20 2 v^
alteza
rrato
mande se les/tome rresidengia al licenciado y su visitador por uno de los oydores de
ge-
la
audiengia de méxico que no sea el doctor quejada,
25
porque es grande amigo suyo, o quien vuestra alteza fuere servido, para que nos rrestituya nuestras haziendas y castigue los malos tratamientos hechos, y esto con la mayor brebedad que sea posible. esto escrevimos a vuestra alteza para dar rrazón de parte de lo que pasa y para informar del poco
Todo 30
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
237
rremedio que los vasallos de vuestra alteza en todo tenemos, no siendo rremediados de vuestra rreal mano, para que vuestra alteza esté advertido de las falsas rrelagiones que a vuestra alteza se le an dado de parte del licenciado gerrato y obispo de chiapa y frailes dominicos, tan contrarios de vuestro rreal servicio y de lo necesario para la buena governagión destas tierras y rrepúblicas, por cuyo rrespeto a sido la perdición que tenemos y la grande que se espera.
No enviamos procuradores desta ciudad que de todo den a vuestra alteza quenta y sostengan la verdad de lo que en esta carta dezimos y de otras cosas que por la proligidad no escrevimos, porque no tenemos dinero con que enviar procurador ni otra cosa que le dar, [ni aun nos] queda con qué nos poder sustentar. A vuestra alteza suplicamos humildemente sea servido de nos dar rremedio, y no permita que caigamos de nuestras honrras y haziendas, pues tan lealmente estamos ofrecidos a vuestro rreal servicio para siempre, lo qual supplicamos, cabildo, vezinos y moradores desta qUidad, pues con tan gran bien vasallos favorecidos
perecerá.
rosas
y
y merced
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20
serán vuestros
la ciudad de vuestra alteza
Rogamos nuestro señor dé a
y serenísimas personas de vuesas
las
no
mui pode-
altezas larga
con acrecentamiento de grandes rreinos y señoríos. Desta ciudad de ciudad rreal de chiapa, primero de mayo de mil e quinientos y cinquenta años. vida,
menores criados de vuesas altezas que sus rreales pies besan.
5
25
ANDRÉ SAINT-LU
238
Gonzalo de Ovalle Andrés Benavente Diego García de Paredes [Pedro Moreno] ] Vásquez Rivadeneyra [ Martín de la [Garga].
A.G.I.,
Guatemala, 44.
— IV — EL CABILDO DE SANTIAGO DE GUATEMALA AL EMPERADOR CARLOS QUINTO Guatemala, 1^ de junio de 1550 1
r9
S.C.C.M.
En cumplimiento de lo por vuestra magestad a ciudad mandado sobre que informe de lo que en
esta
esta
provingia pasa, por otras esta giudad a hecho relación a vuestra magestad de lo susgedido en estas governacienes después que a ellas vino el ligengiado gerrato, presidente de la real audiengia que está en esta giudad. An susgedido después acá otras cosas, que para que dallas vuestra magestad fuera ynformado y para que mandara en esta tierra poner rremedio, por que no
como
perdiendo y perderá más si no se pone y con brevedad, quisiera esta giudad enbiar procuradores y lo a procurado, mas está tan pobre y los vecinos della tan nesgessitados y puestos en tanta estrechura que no a ávido para ello posibilidad. Y asi tomamos por rremedio el escrevir: y es que todo el se
perdiera
se
5^
10
va
y alteragión desta tierra, demás de se aver causado por el presidente gerrato, como a vuestra magestad esta giudad ha hecho saber, a sydo dello tanbién causa de fray bartolomé de las casas, obispo de chiapa, y algunos de los frayles doPorque esminicos que en esta provingia andan. tando fray bartolomé en la provingia de nicaragua, predicando un día en el pulpito, dijo ciertas palabras feas y afrentosas contra rodrigo de contreras, gover-
15
desasosiego, perdigión
nador de aquella provingia, por las cuales su muger del govemador le mandó hechar del pulpito. Penado desto, fray bartolomé, como hombre apasionado y vengativo que es, se fue a españa y ganó una gédula real para que aquella provincia se visitase. Vino dirigida
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25
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ÁNDRÉ SAINT-LU
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al
presidente serrato con carta del
5
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mismo
fray barto-
rrogava entendiese en Cuando esta gédula vino, estava ya visiesta visita. tada aquella provingia por mandado del audiencia pasada, y la visitó el licenciado herrera, oydor della. No embargante esto, el presidente, por complazer a fray bartolomé, la envió a vissitar y con un Villalobos no letrado ni hombre de negocios. Tras éste enbió al ligengiado quexada, y largo tras él bolvió a embiar al
lomé en que ahincadamente
mismo
le
Villalobos.
Pusieron estos visitadores, conosgiendo la voluntad e intención del presidente, en tanta estrechura a aquella provingia, así por los muchos yndios que quitaron como por las tasagiones que hizieron y grandes salarios que 15 llevaron y costas y gastos muchos que a los vezinos causaron, que quedaron tan perdidos y tan desesperados que un hermando de contreras, hijo del governador, mató al obispo de aquella provincia a puñaladas y le rrobó lo que tenía, que fueron más de seys mili pesos. 20 Rrobó tanbién la caxa de vuestro magestad todo lo que en ella avía, y como la gente de aquella provincia estava tan descontenta y perdida, halló aparejo para hazer lo que hizo y lo que tenía en voluntad de hazer, como a paresgido por lo después susgedido, que fue que 25 luego se nombró capitán general y algo bandera por sí, y en muy breve tiempo rrecogió casi tregientos onbres/así de los que esta van en la tierra como de los que del pirú avían venido desterrados; y tomó unos navios dellos de los que avía en el puerto cuando se 30 algo y dellos (sic) que llegaron después de la nueva españa, con muy gran cantidad de mercaderías que en Y como se vido poderoso por tierra y por ellos avía. mar y jurado por capitán general, no dexó arma en toda aquella provingia que no tomó, y hecho a fondo 35 las fragatas y navios pequeños por que no oviese lugar
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
241
de dar aviso a panamá, do tenía yntengión de yr por destruir aquella tierra y rrobar lo que vuestra magestad allí tenía, porque así lo dezían públicamente, y para se proveer de más gente y armas que tenían noY así se partió y ticia avía mucha en aquel rreyno. hizo a la vela el domingo de rramcs próximo pasado, y hasta agora no se a sabido el susgesso dello, más de que se tiene por gierto que como los de aquel rreyno no estaban avisados y avía en él algunos de los desterrados de pirú, fácilmente podrán hazer lo que
5
10*
quisieren.
Trnenos entendido que
si
el
presidente
gerrato
no
uviera molestado y puesto a los vezónos de aquella provincia en tanta estrechura y nesgesidad como los puso, que hemando de contreras no hiziera lo que hizo,
menos no saliera con la que ha salido, porque ya que mató al obispo, pudieran muy fácilmente evitar ouG pasara la cosa afielante como a passado, porque quando lo mató no fueron en el negocio sino seis o siete, y como todos estavan descontentos del presidente dexáronle hazer todo lo que quiso sin le yr a la mano. De todo esto el presidente fue ynformado y muy en breve, y diose tan poco por ello y de poner el rremedio que convenía, que hasta agora no ha hecho sobrello cosa alguna, antes como tiene malas entrañas para con los vezinos desta giudad, dezía que aquí lo levantaran [ Tenga vuestra por le hazer enojo. ] magestad por cierto que si luego que el presidente lo supo proveyera un oydor o otra persona que fuera £ aquella provincia, todo se apaciguara, porque a la sazón los alterados heran muy pocos, y los más dellos forjados, y como [vieran] la voz de vuestra magestad todos se rrindieran sin premia alguna, porque no desearan syno que cbiera alguno de parte de vuestra magestad adonde se poder yr. Tanbién se le dixo al
IS
o a lo
20
2í>
30
'
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ANDRÉ SAINT-LU
.«242
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10
presidente que la yntengión desta gente hera yr a panamá y nombre de dios, y rrobar todo lo que vuestra magestad allí tenía, y que diese aviso por que no les tomasen de sobresalto, y huvo vezinos desta ciudad que se ofrecieron a yr, porque a la sazón avía navios, y tanpoco lo quiso hazer; y a esta causa a susgedido lo que hemos dicho, y lo que podrá susgeder si vuestra magestad no lo manda rremediar, pues acá tan poco cuydado dello se tiene. Y como en todo lo que dicho tenemos el presidente se a hallado culpado, por dar a entender a vuestra magestad que no lo es hizo ima provanza provincia que al tiempo de las alteraciones se hallaron en esta giudad, a los quales dio los yndios que a otros en aquella provincia avía quedado.
15
Y
35
Y
por que vuestra magestad sepa de cierto que toda la destruición y perdimiento desta tierra a causado frai bartolomé y estos frayles dominicos, como por otra hemos hecho saber a vuestra magestad, el presidente enbió a visitar la provincia de chiapa con su pariente, 20 y dexó los vezinos de aquella provincia muy peores que los de nicaragua; y esto fue por complazer a frai bartolomé y a estos frayles, por le aver fray bartolomé escripto sobre ello, y segund a paresgido a efecto de se vengar de algunos vezinos de aquella provingia, por25 que no le consintieron comprar el pueblo que se dize chiapa, que era de baltasar guerra que quería comprar, y por otras pasiones que por ellos tenía. Y por que vea vuestra magestad quién son estos frailes y qué pretenden en esta visitación induzieron a algunos yn30 dios que se perjurasen contra los españoles, como se el vissitador, perjuraron y por sus dichos les [ ] su condescargar después giudad, vino esta que a por y ciencia, declaró que los frayles avían encerrado en una cámara a ciertos yndios y los avían hecho perjurar. si
©viésemos de dar rrelagión de
las cosas
que hacen,
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nunca acabar. Solamente diremos que ellos son que mandan y govieman y no el audiengia, porque todas las cosas que en ella se han proveydo y proveen tocante a la tierra y moradores della, ellos lo hazen, y aunque el presidente lo vee y que se pierde por ello la tierra, él ni los oydores no lo quieren rremediar, por no les enojar y porque dizen los fray les que ellos los sosternán en la tierra. Y tienen tanta anbigión en estas cosas que dizen que antes se dexarán hazer pedamos que ninguna cosa de las hechas buelva atrás. Y paresce que lo quieren defender a langa y espada v no como rreligiosos, porque es tanta la mala voluntad que tienen a los vezinos desta ciudad syn aver hecho por qué que no la pueden encobrir, que aun hasta en los pulpitos nos desonran llamándonos tiranos rrobadores, malos cristianos y otras afrentas que no ay quien las pueda soportar. Y todo su deseo es y así lo dizen que no oviese en esta tierra syno ellos solos, y así es de tener por cierto, y no por el fruto que piensan hazer en ella, syno por se aprovechar della mejor de lo que se aprovechan. Porque si los españoles ya no tienen/ esclavos, ellos los tienen y se sirven dellos mejor que se servían sus amos. El servicio personal nunca los españoles lo tuvieron tan cumplidamente como ellos lo tienen, porque se sirven de los yndios como si fuesen suyos y no se oviese mandado lo que sobrello por vuestra magostad está mandado. Y el provecho que dellos han, y en espegial de los yndios de la verapaz que vuestra magostad les tiene encomendado es muy grande, y tanto que por que no se les quite no consienten que nadie entre en equella provincia. Los tamemes ya no los ay, que se han quitado, mas para con los frailes no se ha esto entendido, porque cargan quantcs yndios quieren sin que aya quien se lo estorve; y aun no ha muchos días que de la verapaz, con ser bien lexos
243
sería los
desta
ciudad,
les
vinieron quatrogientos yndios
car-
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5
gados, y los vieron el presidente y oydores, y como supieron que heran de los frayles disimuláronlo. Finalmente todo lo que vuestra magestad tiene proveído para estas partes se guarda, si no es por estos frayles, y desto y de otras muchas cosas que hazen se daría bastante ynformagión si vuestra magestad fuese servi-
do me mandaría rre^ibir. Viendo esta ciudad todas estas cosas y el gran perdimiento desta tierra después que a ella vino el presi10 dente, porque está tal que no ay quien en ella se pueda sustentar ni tanpoco ay que comer, pidió al audiencia mandase proveer algunas cosas que convenían para rremedio della, y aviándose así proveído [syéndolo] a firmar del ligengiado rramírez, lo rrasgó todo, y así gesó el rremedio desta tierra, del qual se a tenido y tiene tan peco cuydado en esta audiengia como sy la tierra y los que en ella abitan no fuesen de vuestra magesY aun dizen clara mente que no se les da nada tad. que se pierda y que los vezinos no tengan de comer, 20 que a ellos no les falta; y gertif leamos a vuestra magestad que no tienen manera para la rremediar ni governar, porque como en la cosa de la govemagión ay interese y algunas pretenden hazer más por quien quieren que lo deven, nunca se conforman, y aun an venido 25 a ver sobrello palabras de enojo. Y esto no cesará si vuestra magestad no comete la governagión a una persona sola como en la nueva españa, y que ésta sea de calidad y tal que se le tenga rrespeto; y esto cumple mucho al servigio de dios y de vuestra magestad y 30 bien y sustentagión desta tierra. Vuestra magestad lo mande proveer y con brevedad, antes que venga esta tierra en más diminugión de lo que está. Demás de lo dicho, sabrá vuestra magestad que estando el ligengiado pedro rramírez, oydor, en esta giu35 dad quando vino a ella a hazer gierta gente para yr a pirú en socorro del de la gasea, sacó desta giudad hasta 15
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
245
y se le dieron de la caxa de vuestra magestad veynte y ginco mili castellanos; y llegado que fue a la provingia de nicaragua do estava el ligengiado maldonado, presidente que a la sazón hera, le dio otros veynte y ginco mili, y así se fue a pirú. Y a más de un año que vino, y hasta agora no se le a tomado quenta de los dineros, ni el presidente gesetenta ombres,
5
rrato se la querido (sic) ni quiere tomar, por lo tener
de su
mano como
lo tiene para todo lo
que quiere hazer.
El ligengiado tomas lópez llegó por oydor desta auTraya diengia a postrero de marzo que agora pasó.
muy buen
que del se a conosgido, de lo que convenía al servigio de dios y de vuestra magestad y bien y sustento desta tierra, la qual quando llegó halló de la manera que al presente está, y avía más de un mes que avía susgedido lo de nicaraguSa, por manera que no a sydo en su mano poder rremediai cosa ninguna de lo hecho ni lo será, por la gran conformidad que tienen el presidente y el ligengiado rramírez; los quales, conogiendo del esta voluntad y porque ^no viene en las cosas que ellos quieren hazer, an deI Iperminado de lo embiar fuera de la tierra; y como es •en ella nuevo y anda enfermo y descontento de ver lo que pasa segund se dize/se quiere bolver a castilla a dar quenta de sí y hazer relagión a vuestra magestad de lo que por acá pasa. .^ También somos ynformados que el presidente, por dar l^á entender a vuestra magestad que la tierra no está perdida y que los vezinos tienen más rrenta que de antes, ha embiado testimonios de cómo los diezmos an subido este año mucho más que los años pasados, y en esto tiene rrazón; mas por sólo esto verá vuestra magestad el gran perdimiento y diminugión desta tie-
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zelo a lo
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2
25
I
rra,
porque son hasta diez o doze
los
aprovechados,
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ANDRÉ SAINT-LU
246
esta república y toda esta tierra padesce extrenes?esidad: porque se an encaresgido las cosas de tanta manera que son pocos los que tienen posybilidad
y toda
ma
para las comprar; y aun lo que peor es que no se hallan ya con dinero ni sin ello, y al presente se basa en esta giudad tanta nesgesidad que si dios no lo rremedia anSuplicamos a tes de mucho avrá muy gran hambre. vuestra magestad por servicio de dios nuestro señor se conduela destos sus leales y subditos vasallos, man10 dando rremediarnos de manera que no padezcamos las nesgesidades y trabajos que pasamos. Nuestro señor la s.c.c. persona de vuestra magestad guarde y prospere con augmento de más reynos y señoríos. Desta giudad de santiago, a primero de junio 1550 años. 5
S.C.C.M.
de vuestra s.c.c.r. magestad, humildes y leales vasallos que sus rreales pies y manos besan,
Bartolomé Marroquín
Juan López Antonio de Salazar
Bartolomé Bezerra Francisco López
Santos de Figueroa.
A.G.I.,
Guatemala,
41.
M
—V— EL CABILDO DE SANTIAGO DE GUATEMALA AL EMPERADOR CARLOS QUINTO 'Guatemala, 12 de marzo de 1552 S.C.C.M.
1
los pies y manos de vuestra magestad como de nuestro príncipe y señor, y por ser servido acordarse de nos escrevir y rresponder a nuestras cartas En la de vuestra magestad nos manda tengamos por bueno lo que el presidente cerrato ha hecho y hage. Vuestra magestad sienpre provee como cristianisimo
Besamos
príncipe,
con
congienQia
el deseo que tiene de descargar su y con zelo que nos salvemos todos y
5
rreal estas
gentes que están a cargo de vuestra magestad.
Sacra ¿quién es mas
10
venida del presidente gerrato está todo cunplido; pluguiese a dios que ansí fuese, mas si no lo es, ¿por qué no avernos de ser creídos?
15
magestad, vuestro zelo sanctísimo es, en el cunple vuestros mandatos como los mandáis y se conforma con vuestra rreal yntengión? Tiene vues tra magestad y vuestro alto consejo entendido que con la
Preguntamos a vuestra magestad: para que uno sea buen govemador ¿qué se rrequiere? La rrespuesta es que haga justicia y que la haga justamente, que es dar a cada uno lo que es suyo, a dios principalmente fee, devoción y obras. Estas no las vemos, que conforme a su hedad en esto se avía de enplear para su provecho e para nuestro exemplo, dando a la rrepública lo suyo, que es a buena governación. ¿Y en qué consiste esta buena governación? es que tenga cuydado de sí y de sus hijos, nietos, hermanos primos y amigos?
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ANDRÉ SAINT-LU
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lo
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w^
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Ciertamente no se acordó de lo que el rredemptor del mimdo dixo a sus dos primos quando le pidieron la mano derecha y la mano yzquierda. Aviase de acordar el presidente que esta tierra es de vuestra magestad y manda en todas sus rreales provisiones que se dé a los que lo han travajado, conquistado y poblado que para estos tales lo tiene vuestra magestad apareLa buena governagión y el buen governador jado. ha de tener cuydado de todo: si biven bien los españoles, que es lo principal y la llave de esta nueva yglesia, tener cuydado de los huérfanos y de los pobres, ynquirirlo, saberlo, proveerlo, proveer y mandar que se provean las cosas nesgesarias a la rrepública. Esto No haze más que si no fuese a los giegos lo verán. su cargo en proveer que aya justicia. En los naturales, nunca menos huvo ni menos orden ni menos obidiengia. Prometemos a vuestra magestad como cristianos y vuestros vasallos que no tenemos pasión ni hablamos con ella, mas r>ara dezir la verdad, que no es para ser juez, quanto más para un cargo tan preminente como éste que tiene; y gerca desto, tome vuestra magestad grave juramento a los oidores herrera y rrcgel que están allá, y a pedro Ramírez que va a?ora, que digan lo que sienten y saben, que verdaderamente quando avía dos alcaldes y su rregimiento, que i>odían hazer algo y aora no/pueden nada; avía más justigia y estava mejor governada, y si agora los alcaldes quieren administrar justigia, no se la dexan hazer. Tiene vuestra magestad y vuestro alto consejo por muy justo al presidente gerrato. En un hombre justo no cave temor. No se ha visto un honbre tan tímido, y esto no puede nasger sino de conosger él en sí que no haze lo que deve, porque el temor es pena de la culpa. Si él hiziese lo que deve, no tendría de qué temer ni andaría mendigando favores de frayles, que
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aunque sionados
más son buenos, sienpre ay algtinos apaque con un zelo falso y mal entendido dizen
los
y hazen, y permítelo dios, porque se apartan de lo que deven y son obligados a su rreligión, y estos bastan a apartar los demás y ha tener engañados a vuestra magestad y a su consejo. Y sepa vuestra magestad su consejo adviertan a esta palabra, que todo ha y y nasgido y nasge de su propia concupiscencia, de su propio amor, de su propio ynterese; y es lo bueno que lo atribuyen a la honrra de dios y al bien de los naturales y descargo de vuestra rreal conciencia. ¿Quiere vuestra magestad conoscer claramente el engaño? si este zelo fuese por dios, sería perfecto y meritorio, y no estarían con pasión como están; con otro zelo seguirían estos negocios. Cierto, aunque dizen que lo han por esto, no les duele el bien ni mal de la tierra, qué si esto les doliese, no lo dexarían al mejor tiempo, que como no tienen heredades que dexar, en henojándose y no haziéndose las cosas a su apetito, luego lo dexan todo. Bolviendo al propósito, el presidente ha querido aprovecharse de estas pasiones, y como favorito seguir su pasión; y para que vuestra magestad y su consejo estén muy claramente advertidos de su buen juizio y rrazón, ¿qué se puede dezir de un hombre de setenta años que espera el juizio cada ora, si procura por vías ylícitas sustentarse en este tan travajoso y peligroso cargo que tiene. Y es el caso que se juntó con un frayle de la orden del señor sancto domingo, moco que es yntérprete y lengua de estos naturales y hizo junta de muchos principales y caciques de la tierra, y há-
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entender
lo que él quiso, y que den poder al don fray bartolomé de las casas y a un fraile mercenario para que en su nonbre lo pidan por presidente perpetuo y su govemador, como si estos naturales supiesen qué cosa es poder, y como si él supiese
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obispo
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qué cosa son yndios más de lo que el frayle les dize, tuerto o derecho, hágase o no se haga, aquello hazen. Que esto sea verdad, tómese jurcimento al li^en^iado Ramírez que diga lo que sabe, y a los rreligiosos de sancto domingo que van; que un frayle mogo como éste y apasionado, no pretende este tal y otros semejantes más de lo que tienen por delante y presente; no miran a mañana ni hazen consideración ni tienen estimativa ni para juzgar ni para determinar lo que puede ser; no les duele porque no tienen prenda, y a esta causa ynforman a vuestra magestad al rrevés de lo que conviene a vuestro rreal servicio. Y este prove viejo, engañado con lo que le haze entender el fraile, ha hecho y haze mil desatinos, creyendo valer más; y si él creyese de sí que meresge lo que tiene y que lo ha hecho no es falso y lleno de ypocresía, no andaría mendigando semejantes favores, que el bueno y justo con solo dios se contenta y con hazer justigia, y no teme a nadie Verdaderamente, sacra magestad. jamás estuvo esta governagión tan descontenta, tan perdida, tan sin provecho como está y cada día será más y falta de justicia: que no ay justicia, sacra magestad, y ay mucho mal, que no la saben hazer, y lo peor de todo que no la quieren hazer. Goviérnanos esta audienr^ia por mandado de vues-
y el audiegia es govemada por los frailes por sus propios yntereses. Suplicamos a vuestra magestad nos diga una cosa, donde ay división y diversos paresgeres, ¿puede a ver buena govemagión? Para prueva desto, lea vuestra magestad las cartas del presidente y las cartas de los oidores y las de unos frailes y las de otros, y vea si se conforman. Si esto vuestra magestad sabe y no lo provee, buena estará vuestra rreal congiengia, y [quan] bien governados estaremos los pobres de vuestros vasallos, a los quales nos trata de tal m.anera que la mejor rrespuesta que nos da es llamamos de rrotra magestad,
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badores, ladrones y traidores, lo qual no cabe en la lealtad que esta giudad a vuestra rreal corona ha teY el presidente, no solamente a los nido y tiene. legos pero a los clérigos dize peores cosas, en especial al deán de la yglesia catedral desta ^iudad, sobre una
palabra que un palo para
rrespondió liviana, se fue a él e algo él, e si no fuera por el obispo des-ta provincia e otros que allí mesmo porque el tesorero desta yglesia/catedral no le hazía pagar unos dineros, siendo clérigo e dignidad le mandava llevar a la cárcel pública, diziéndole palabras feas de ynjuria.
5
le
Si se le ofresge al presidente un poco de ynterese de pariente o amigo, pasión o afición por que se haga a su voluntad, le harán hazer quantas ynjustigias quisieren sin tener rrespeto a dios ni a las gentes. para que más claro conste a vuestra magestad, es [así] que él tiene en esta rreal audiencia un francisco de morales escrivano, por Relator de la audiencia y escrivano de quentas y de minas y fundiciones, contra el
2
10
Y
15
qual la rreal audiencia, de pedimiento de partes y del actores que dieron delación de cohechos excesivos que en los dichos oficios ha llevado, tomó ynformación, la qual es tan fea que por dicho de algunos de vuestros oydores dizen que meresce ser muy bien castigado; y con todo esto lo sustenta y tiene en el audiencia, lo
20
qual es cosa muy fea y de mal exemplo, quanto más que según dichos de personas que vinieron con el presidente de sancto domingo, se averigua que el mesmo presidente cerrato, siendo allí juez por vuestra magestad, lo privó de officio rreal perpetuamente por ciertos delictos que contra él halló.
25
30
que este honbre esté tan abonado, no sabemos por qué, y vuestro consejo tan engañado, que no será Razón que lo estuviese, y no-
La mayor pena que tenemos
es
sotros perdido todo el crédito sin aver por qué. Pía-
35
252
ANDRÉ SAINT-LU
zerá a dios que vuestra magestad nos hará justicia en enbiar quien vea y conozca a la clara que nosotros de-
zimos verdad y deseamos justicia, y aprovechará mucho para el descargo de vuestra rreal congiengia y 5 será mucha limbre para conos^er el yerro de muchas cosas pasadas, y será dotrina y aviso para proveer en lo porvenir, y con esto y con lo que nuestro procurador avrá pedido y propuesto en vuetro rreal consejo, ^ conos^erá vuestra magestad si tenemos rrazón de nos 10 quexar de lo que el presidente ha hecho o tenerlo por bueno como vuestra magestad nos lo manda en su rreal Plugiera a dios que él oviesse hecho lo que carta. vuestra magestad manda, pero ha hecho lo que no le mandaron, en perjuizio de los pobres conquistadores 15 y pobladores, y sobre todo contra vuestros Reales mandatos, que sienpre mandáis y sois servido que en los rrepartimientos y aprovechamientos sean preferidos, y este mandato tan nes^esario, que no ay acá otro caudal él lo ha cumplido a la letra con sus debidos, pa20 rientes y amigos a vanderas desplegadas, y ha dexado de proveer a los pobres malaventurados que lo ganaron y conquistaron con su sangre. Este que aquí avemos dicho es el presidente serrato que allá está tan nonbrado por justo. Si él fuera buen 25 presidente, no se holgara y procurara de quedarse solo en la audiengia rreal en la hedad que está, y dar como dio al ligengiado thómas lópez, oidor, la governación de yuicatán con quatrogientos mili maravedises, que esta yda, sin yr el oidor tenia Remedio; y asi mesmo 30 dexar yr al li^engiado pedro Ramírez, oidor, a castilla, y esto bien se podía suspender otro año hasta que oviera oidor. Pero todos procuran su ynterese, que si ellos fueran lo que convenía que fuesen, no abían de dexar el audiengia sola, y que los negogios no pueden con 35 sólo el presidente despacharse. Lo peor que sentimos
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
253
deste honbre es que ni tiene devogión ni conpasión, y a honbre que esto le falta no puede ser cristiano.
Vuestra magestad sepa que en presengia de muchos le dixeron el otro día y muchas vezes se lo han dicho que proveyese como los pasajeros y caminantes tengan de comjer por sus dineros por los pueblos de los caminos, y se le notificó la rreal gédula que vuestra magestad sobre ello proveyó, y Respondió e sienpre lo rresponde así: que no coman ni se lo den, y que si los mandó el rrey venir acá, y que todos son rrobadores y traidores. Estas son rrespuestas tan dessabridas y tan ayradas que hazen desatinar a los honbres.
como avernos dicho, no la ay, y la han quitado él y los frailes por quien él se ha governado, y han alterado en tanta manera estos naturales que plega a dios no se pierda lo ganado. Un poquillo de señal de fee y cristiandad solían tenei y mostrar ya a la nuestra fee; todo se ha perdido con averse perdido la obidiengia, y han venido a tanto que muchos dizen que si quisieren pagar tributos que lo pagarán, y sino que dirán que no pueden y así, como dizen a los frailes que no pueden pagar, envían luego sus cartas al presidente con los tales yndios que lo Orden ni que abía
5
10
justicia,
la
y los frailes, por seir estimados de los yndios, y presidente por ser estimado de los frailes, dizen que
15
20
dizen, el
que así lo manda Sacra magestad, cada uno haga su ofigio,
no paguen
los tributos,
el fraile
en-
tienda en su rreligión, el presidente e oidores hagan su ofigio visitando la tierra casa por casa, que esto nunca lo han hecho ni lo hazen/porque no lo entienden, ni saben dar paso sin
Uno en
el
[
2 v9
que vuestra magestad
bien casa lo que tasen por casa, y visitado y sabido manden y cantidad, y calidad y han de tributar conforme a su mandado y proveydo cúnplalo, que diez tanto más se lo pague.
25
el rrey.
]
visítelo
35
ANDRÉ SAINT-LU
254
y cunplir; y como los tienen alterados, aprovéchanse de lo que ven que les ha de aprovechar. Plega a dios que no nazca de aquí y de no tener a los españoles en la estima que es rrazón otro escándalo mayor. solían dar
5
Vuestra magestad sepa que en esta governagión ay pocas granjerias fuera de los tributos, y las que avía ya se han perdido, que ni para nosotros ni para ellos quieren cultivar la tierra, y así padesgemos grandísima nes10 ^esidad de bastimentos, y los que ay son muy caros por la causa dicha, pues ganados ya no los ay sino pocos, y estos no ay quien los pueda rrecoger por falta de que no ay quien los guarde ni quiera guardar; y una cédula que vuestra magestad enbió al obispo de desta 15 ciudad sobre este artículo, muy favorable y muy sancta y muy buena, no enbargante que se presentó por esta giudad y se pidió se obedesgiese y cunpliese, y otras muchas provisiones y gédulas rreales, jamás el audiengia las ha querido cunplir, y a esta causa están 20 los ganados que ay perdidos, pues sin bastimentos ni ganados, ¿qué quiere vuestra magestad que hagamos, y si los tributos se quitan y no se mandan pagar, ¿cómo se han de sustentar los españoles? que si ellos faltan, vuestra magestad crea que ni los frailes ni el 25
audiengia sustentarán la fee.
Sacra magestad, solían ser los vasallos naturales desmuy subjetos a sus señores y cagiques, y los cagiques muy señores; agora ni ay subjegión entrellos, ni ay señor: ¿cómo quiere vuestra magestad que dure este barbarismo? A vuestra magestad suplicamos por un solo dios y por la salvagión de su alma sea servido de proveer con toda brevedad como bivamos en justicia y tengamos paz, sosiego y rreposo para que nos salvemos y esta tierra esté sienpre en vuestro rreal servigio, y esta nueba yglesia crezca y sea más cada día. tas partes
30
35
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Nuestro señor dios la vida de la S.C.C. persona de vuestra magestad guarde y prospere con augmento de mayores rreynos y señoríos, como sus criados y leales Desta giudad de santiago de la vasallos deseamos. Provincia de guatemala, 12 de mar?o de 1552 años.
De V.S.C.C.M. humildes criados y vasallos que los rreales pies de vuestra magestad besan, la ciudad de santiago de guatemala,
Vázquez de Coronado Antonio de Paz Francisco López Don Francisco de la Cueva Bernal Díaz del Castillo.
Por mandado de la QÍudad, Joan de Rojas, escribano del
A.G.I.,
Guatemala, 41.
cabildo.
255
— VI — BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO AL REY FELIPE II Guatemala, 1^ de febrero de 1575 C.R.M.
Como de muchos tiempos ya pasados mis antesgesores y mi Padre que se dezía francisco Díaz del Castillo el galán, Regidor de vuestra villa de medina del campo, fueron criados de los muy poderosos y cathólicos reyes don femando y doña ysabel vuestros bisabuelos, y del cristianísimo y gran Emperador de gloriosa memoria vuestro Padre que está en la Sancta gloria, e yo siendo de hedad de veynte y dos años vine a descubrir de los primeros a mi costa estos vuestros Reynos, antes que a ellos pasase el valeroso y buen capitán don hemando Cortés marqués del valle, y tercera vez bolví con él y me hallé en muchas y muy heridas batallas hasta acabar de ganar esta nueva españa, y hecho otros muy buenos y notables servicios a vuestra magestad, de los quales hizo relación el marqués del valle en una carta que escrivió al ynvictísimo emperador vuestro Padre en el año de quinientos y quarenta, e dixo en ella que como testigo me vio en las batallas hazer como muy buen y esforzado soldado y salir muchas vezes mal herido, y que se lo hazía así saber porque su magestad le avía mandado le hiziese relagión de los que bien le avían servido para descargar con ellos su rreal congiengia, e yo pues soy uno dellos e se me deve muy bien devido; pues altísimo Rey lleno de toda virtud, yo como vuestro criado y gran servidor le hago saber agerca de esta governación de guatimala, pues soy vuestro Regidor
1
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2:5
ANDRÉ SAINT-LU
258
y porque así me lo embió a mandar el marqués de Mondéjar en el tiempo que fue vuestro Presidente de yndias, como conoció de mi fidelidad, para que diese avisos que conviniesen a vuestro Real servicio, de los quales algunas vezes e hecho relación de governadores y de su goviemo, e agora es bien que como he dicho de los que mal an govemado, que no quede en olvido uno de los que bien y con rrecta justicia goviernan esta provincia, que me paresce que si en todos estos vuestros Reynos y los del Pirú en vue'stras Reales abdiencias estuviese un Presidente de la manera que agora está en esta gibdad, que se dize el doctor Pedro de Villalobos, vuestra magestad podrá estar siguro que no dexara de hazer Recta justicia, e tal fama dexó en lo de méxico, sino que es tan limitado que aunque tiene vuestro Real Poder para hazer algunas mergedes a los verdaderos conquistadores dize que primero que della,
5
10
15
dé a de hazer Relación dello a vuestra Real Persona, Puesto que sabe las Reales provisiones y executorias 20 que tengo del muy celebrado ynvictísimo Emperador vuestro Padre de glorioso memoria, para que me case una hija que se dize Doña clara bezerra, y ansimismo vuestra magestad lo a embiado a mandar, ele pedido que me deposite unos yndios que están vacos, que 25 eran de un molina, para la casar, e dize que hasta que vea a vuestro Real mandado (sic) Humilmente suplico a vuestra magestad que para en pago de los muchos e notables servicios que le e hecho e a toda la cristiandad, sea servido de le embiar a mandar que lue30 go me dé los yndios que dicho tengo para ayuda (sic) a casar a mi hija, e que en todo me faborezca e conozca lv9 mejoría, porque así/lo a mandado vuestra magestad. 35 Nuestro Señor Jesucristo la católica e Real Persolo
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
259
na de vuestra magestad guarde con acres^entamiento del universo como yo su leal criado e vasallo deseo. Desta gibdad de Guatimala, Primero de hebrero de
MDLXXV C.
años.
Real M.
humilde criado y grand servidor de vuestra magestad que vuestros Reales Pies besa. Bernal Díaz del Castillo.
A.C.I.,
En
el
Re pondev.
I
Guatemala. 52. dorso del y>\ic«o:
Recibida a 19 de r.gosto 1575.
Visto.
No
ay que
— vn — EL CABILDO DE GUATEMALA AL REY FELIPE V Guatemala,
11
de febrero de 1735
Señor:
1 r9
Por máxima discretíssima, afin de tener sugeto a obediencia a el Pueblo, se ha tenido la de que el Prínsipe honrre por todos medios a sus Ministros y procure siempre que sean obedecidos y Respectados con grande veneración, cuio orden se instruye por varios dociimentos de la Sagrada escriptura, y que nos enseñaron los hechos practicados por muchas de las Magestades que ocuparon el solio que dignamente Vuestra magestad obtiene, y entre ellas la de el Señor emperador Don Carlos Quinto, que la practicó con tantos exfuerzos que dejó en su nombre publicando las glorias de los efectos de su observancia; y como el exersisio de ésta resplandesca en Vuestra Magestad por fuerza de ella, suplica este Ayuntamiento, con el Rendimiento de su mayor veneración, se digne Vuestra Magestad concederle / dos privilegios, el uno que quando concurriere con Vuestro Presidente y Oydores de esta Real Au-
5
10
15
lv9
diencia a funciones de Iglesias, se le dee a besar la
de haverla tomado dicho Vuestro presidente y oidores, o a un tiempo si fueren dos los Ope-
paz, después rarios cias
que
los Ministraren, a
exemplar de
las
20
Audien-
se practica, no obstante no se le da paz a besar a
de Lima y Panamá donde
costumbre que es el que Ayuntamiento quando concurren dicho Vuestro Pre- 26 sidente y oydores. Y como este seremonial no le quite lustre al tribunal de la Real Audiencia, no ceda en su perjuicio ni de otro, y alias con este honor resplandese a la vista de el Pueblo el Respecto que demanda su representación, es de hazerse sin embargo de la mayo- 30 ría de aquél, pues con este acto no se le quita ella, del mismo modo que al emperador Trajano no se le diminuyó su respecto por haverlo hecho comunicable en la
el
ANDRÉ SAINT-LU
262
los
2r9
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15
20
Magistrados, con el fin de que éstos fuesen más
bien respectados de el Pueblo (como
El segundo privilegio es que quando ocurriere este Ayuntamiento a la Santa Iglesia Cathedral presuamente (sic) salgan a las puertas de ella a Recevirle quatro o dos de los capellanes de Choro, y del mismo modo a dejarle hasta el mismo lugar quando saliere, del modo que lo practican las Sagradas Religiones quando ocurre a las Iglesias de sus Monasterios, enmendándose la coslumbre que con reparo notable del Pueblo ha sido el que jentra y sale la ciudad con masas sin este Recevimiento, que desdize a la devida política, y tiene sabor de desestimación contra aquel honor que demanda el Respecto a su Representación. Y como este Ceremonial de el mismo modo que el antecedente impetrado no sea en perjuicio de alguno, y sí los dos en el mayor lustre de esta ciudad, y que de su respecto (con las honrras que Vuestra Magestad se digne ministrarle) se consiga el fructo de la más segura obediencia de el Pueblo, queda este Cavildo esperanzado el (sic) merecer de Vuestra Magestad su gracia en la concesión y de contar éstos entre los expeciales
25
lo consiguió)./
que con
las
demás Ma-
gestades se han dignado de favorecer / esta capital por gloria y exmalte de su Real Corona. Dios guarde la C.R.P. de Vuestra Magestad los muchos años que la Cristiandad ha menester, con augmento de mayores
Reinos y Señoríos.
Ciudad de Guatthemala en
Ayuntamiento y febrero
Juan Joseph González Batres Joseph de [Zamalloa]
11
de 1735.
su
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
263
Pedro Ortiz de Lettona [
]
de Zepeda Náxera
Pedro Carrillo
Fernando
[
]
[Augustín] Quiroga
Antonio Guttiérrez [de los Amparos] Joseph Pedro [ ] [
]
[
]
[
Orduña ]
Guatemala, 241.
A.G.I.,
En de
Jiménez
el
dorso del pliego:
Panamá
y
Guadalajara
El fiscal dice tfue los ejemplos que se han puesto (sic)
no conducen
hablar en distinto punto.
Consejo 9-XI.1735:
No
a lugar.
al
intento de la licencia por
I
CARTA AL EDITOR DE LA GACETA DE GUATEMALA «Homo sum: humani nihil a me alienum puto» (Terent.) 58 Señor Editor:
Déxese Vuestra merced ya de confutar el extravagante sistema de los climas. Para conocer su ridiculez, no es menester más que vivir en América, en estos países que Montesquieu no conoció, y de los cuales ningún 5 Europeo puede formarse idea desde su gabinete. De ellos como son en sí, a ellos como están descriptos en las relaciones de los viageros, hay tanta diferencia como de lo negro a lo blanco. La tierra / en que vivimos es sin duda «de lo mejor que rodea el sol»i, «donde 59 el ayre y cielo es saludable, alegre y apacible, donde ni se sabe qué es invierno que aprieta con fríos, ni estío que congoja con calores; donde con una estera se reparan las gentes de qualesquier injurias del tiempo; donde apenas hay que mudar vestido en todo el año; 15 donde se puede hallar quanto los poetas cantan de los Campos Elíseos y de la famosa Tempe, y lo que Platón cuenta o finge de aquella su Isla Atlántida»2. Todo esto es tan notorio que no hay necesidad de citas ni de argumentos para convencerlo. 20 Pero confesando la excelencia de estos países sobre infinitos del continente antiguo; confesemos también que ellos no son tan felices como pudieran serlo, y tratemos de descubrir las causas que se oponen a su prosperidad, para que conocidas se destruyan. En esto 25 consiste el verdadero amor de la patria, y no en hacer su panegírico en todo y por todo, siempre que se ofrece hablar de ella. Yo quisiera poder explicar a Vuestra merced un montón de cosas con la energía con que las pienso; pero 30 la regla de que quien discurre bien escribe bien es .
i
^
.
muy
incierta. A mí me cuesta mucho travajo el verter mis ideas en el papel con pulimento y con orden, y nunca puedo dar a mi expresión la fuerza de que está dotada mi alma. Me contentaré, pues, con sugerir a
35
ANDRÉ SAINT-LU
266
5
Vuestra merced algunas especies, y Vuestra merced cuidará de afinar el estilo, coordinarlas, si le pareciesen dignas de su papel. Una de las causas de que no prospere este país, de que ningún pensamiento útil florezca, de que ninguna empresa patriótica surta los efectos saludables que surtiría
en otra parte, es el espíritu de partido que reyna entre Europeos y Criollos. Parece que hay una rivalidad enemiga en estas dos clases de habitantes, cada una 10 de las cuales ambiciona la preponderancia. Hay pandillas, hay bandos, hay secretas parcialidades, no menos funestas al bien público que las de los antiguos Guelfos y Gibelinos en la Italia. Un Criollo, por el hecho de 60 nacer en América, parece que hereda la ojeriza y el mi15 rar de soslayo a todo Europeo. Un Europeo, por la causa de haber nacido en la Metrópoli, se cree con derecho de preeminencia sobre todo Criollo; y esta rivalidad odiosa se nota en las cosas serias, en las frivolas, en los asuntos políticos, en los privados, en todos 20 aquellos en que intervienen Criollos y Europeos. Unos y otros desprecian lo que no es del país en que nacieron, se desaprecian entre sí, y creen que es amor verdadero de la patria lo que no es más que un amor tonto de ellos mismos. 25 Discurra Vuestra merced sobre esto, Señor Editor. El asunto no puede ser de más interés, y requiere ser tratado por un hombre que reúna la fuerza del pensar con la del decir, el patriotismo con la elocuencia. Si yo tuviese estos dotes, nunca pudiera hacer un uso más 30 Importante de ellos, hablaría el lenguaje de la razón; el amor de la patria dirigiría mi pluma; jamás los Platones ni los Xenócrates defendieron una causa más sagrada, y los hombres sensatos de todos los países reunirían sus votos en mi favor, por/que el espíritu 35 de patriotismo que es hoy tan general en ellos hace
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
los que se declaran patriotas respec'-ivamente en los suyos. Trataría de introducir entre mis paisanos el espíritu benéfco de los antiguos Autochtones, aquel espíritu de los antiguos Griegos, por el qual creyéndose todos originarios de un mismo país, hijos todos de una misma madre, se amaban como hermanos en qualquie'ra lugar donde naciesen, defendían siempre una causa común, por ella peleaban, por ella empleaban sus ta-
267
que cada uno estime a
por ella se sacrificaban, por ella hacían los mayores prodigios que el amor de la patria ha producido en todos tiempos. Haría entender a niis paisanos quál es este amor de la patria, en qué consiste, a qué nos obliga. Europeos, gritaría yo, si el don de la palabra me fuera dado: Europeos, que para estableceros en estos países habéis renunlentos,
ciado vuestros hogares, arrostrado peligros, triunfado de los elementos! desde el punto en que abandonasteis el svelo patrio, perdió éste toda la acción que tenía a exigir de vosotros una compensa/ción de los beneficios que os hizo. Allí está la patria donde está el hombre, donde se establece, donde encuentra su subsistencia o su comodidad. Qualquiera país es pa-
para quien conoce los deberes de ciudadano ¿Qué importa dónde se ha nacido? ¿Qué nos importan los que nos vieron nacer? La casualidad nos hizo conocer la luz en esta o en la otra parte; pero las leyes sagradas, eternas, indelebles del Sumo Hacedor, para quien todos los lugares son un punto, y todo el mundo es un átomo, nos imponen el deber de retribuir a la tierra que nos sustenta, de serla agradecidos, de amarla, de sacrificarnos por ella; las leyes imprescriptibles de la sociedad corroboran este deber ¿Y será hombre el que le desconoce, el que le niega, el que nada hace por el país en que vive? Hay ciertos cosmopolitas que aman a los Tártaros por eximirse de amar a sus propios conciudadanos: y así son los Europeos que aparentan amar a la Metrópoli por dispensarse de amar a la
5
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tria
I
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35
ANDRÉ SAINT-LU
268
cclonia en que viven, porque aquella no les exige ciudades algunos, y ésta sí; al modo que los males fingidos nos arrancan lágrimas en una tragedia, y los males ver5
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15
daderos vistos de cerca en los infelices que nos rodean no nos causan sensación alguna, porque los males fingidos o remotos, excitando nuestra sensibilidad, no nos obligan a poner nada de nuestra parte, en vez de que los infortunios reales en personas inmediatas exigen de nosotros alivios, consuelos, cuidados y travajos que nuestra indolencia nos hace mirar como penosos. Los descendientes de aquellos hombres valerosos, intrépidos, que ganaron a lanzadas estos países, que plantaron en ellos el estandarte de la fe, que con las luzes de Europa ahuyentaron las tinieblas de la América, o los descendientes de aquellos Europeos que sucedieron los conquistadores, que ayudaron a conservar la conquista, que introduxeron el comercio y las artes en una tierra donde todo estaba en embrión o en confuso, que fomentaron las producciones que ahora hacen nuestra riqueza, ésos son los Criollos ¿Puede darse un origen más noble, más digno de la veneración de todo Europeo que pone por primera vez los pies en
inmediatamente a
20
estos países?
25
30
Europeos, Respetad a los Criollos, porque son sangre de vuestra sangre, porque provienen de donde vosotros venís, porque sus padres conquistaron estas tierras o las conservaron, porque ellos han descubierto y fomentado las riquezas que venís a coger, y los países donde venís a gozar de las comodidades de la vida. Vuestros hijos entrarán mañana en esta clase que ahora miráis vosotros con desdén ¿Y os parecerá justo que los que os sucedan en la calidad de Europeos miren a vuestros hijos con ese mismo desafecto con que vosotros miráis a los Criollos?
35
Criollos,
amad a
los Europeos,
porque vienen de donde
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
269
provenís vosotros, porque vuestros padres nacieron en sus hogares, porque os anima un mismo espíritu, profesáis
una misma
religión,
una misma sangre
circula diferencia sino que vosotros llegasteis ayer a estos lugares, y ellos han venido hoy ¿Será esta pequeña diferencia bastante para ensobervegeros, para arrogaros una superioridad que repugna a la razón, a la himianidad, y que es contraria a vuestro mismo interés, y al de vuestra patria?
por vuestras venas.
En
la clase
No hay más
1q
de Españoles, ninguna diferencia razonable
los del mundo antiguo y los del es la educación, unas mismas las disposiciones del espíritu, a menos que adoptemos la opinión ridicula de que el clima de América hace de-
se
5
puede notar entre
nuebo.
Una misma
15
generar a los hombres; opinión desmentida por la experiencia, por los hechos, por quantos testimonios pueden servir para establecer y demostrar una verdad irrefragablemente. El orbe literario ha admirado los ingenios pasmosos de un sinnúmero de Españoles Ame- 20 ricanos; y Guatemala misma se gloria de haber producido entre otros muchos un Alfonso de Arrevillago, un Rafael Landívar, y de que el ilustre Pineda naxiese 63 bajo su cielo. En las / armadas, en los Consejos, en los Tribunales, hay hoy un número copiosísimo de Es25 pañoles criollas, capaces de dar honra, no sólo a su patria, sino a toda especie humana. Esta misma verdad, que es constante y notoria, debe pervir a los Criollos para que depongan el sobrecejo con que miran a los Europeos. Yo creo que este 30 desafecto proviene en gran parte de creerse aquéllos postergados a éstos en el goce de los empleos, en la participación de las gracias del Soberano. Es menester, Señor Editor, que Vuestra merced se dedique con todas sus fuerzas a rebatir este error, que es tan con- 35 trario a la sabia imparcialidad de nuestro Gobierno.
ANDRÉ SAINT-LU
270
Es menester que los mismos qu^ viven en él. Vuestra merced los persuada que no hay tal postergación, que nuestro Ministerio premia al mérito donde lo halla, y que en igualdad de circunstancias, tanto vale a sus ojos el Español Americano como el Europeo. Que si algunas veces es preferido éste para algún empleo a que aquél parece más acreedor, sin que consista esta predilección en motivos menos nobles, hay uno naturalísimo a que debemos atribuirla. Los Españoles Americanos no están tan cerca del trono como los Europeos; he aquí la principal razón de que no sean igual/mente atendidos. Si viven a dos mil leguas de distancia de la Corte, sin ocasiones de dar a conocer
como a
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30
su mérito, ¿cómo es posible que se descubra, y que se premie con una proporción igual a la que tiene un Europeo que desde que empieza su carrera es observado de los mismos que han de proponerle para los destinos? En la misma España, dentro de la misma Corte, ¿de qué le sirve a un hombre sin mérito, si viviendo retirado de ella, no se da a conocer de los que pueden premiarle? Los Españoles Americanos que pasando a la Europa han hecho ver sus talentos, no han tenido que quejarse de injusticia o de parcialidad en nuestro Ministerio. Vea Vuestra merced una prueba en la Real Audiencia, y en el Cabildo Eclesiástico: por mitad se componen de Europeos y de Americanos. Estas y otras verdades que yo sugeriré a Vuestra merced para que las lime y las acomode a su estilo, podrán hacer alguna impresión en los ánimos de mis compatriotas. A lo menos conocerán por ellas los verdaderos sentimientos de Vuestra merced respecto del país en que escribe, y no le tildarán de desafecto o de mal intencionado.
Es de Vuestra merced, 35
etc.
Guatemalófilo. Gaceta de Guatemala, 3-IV-1797. 1 Acosta, Historia Natural y Moral de 2
Ibid.,
lib.
II.
cap. 14.
las Indias, lib. III.
— IX — EXTRACTO DE UN ARTICULO DE LA GACETA DE GUATEMALA Memorias para hacer una descripción puntual del Reyno de Guatemala. Introducción.
.Hacer conocido un reyno tan grande de América, en tiempo en que una filosofía petulante ha acumulado los sarcasmos contra esta parte la más vasta como la .
.
más
rica del globo, es una empresa que dará honor con sólo intentarla. Los pretendidos filósofos han ennegrecido la América sin conocerla. Tal vez las relaciones infieles o conocidamente falsas de los viageros les han suministrado razones especiosas para apoyar sus paralogismos. El único modo de desvanecerlos es oponer hechos constantes a sus razonamientos capciosos, y verdades notorias a sus argumentos falaces. Desde que el libro de Paw^ salió a la luz pública, la parte más sana de la Europa se declaró contra él: admiró al / mundo la arrogancia insana de un hombre que desde su gabinete de Berlín, y sin haber visto más cielo que aquél en que nació, se atrevía a cubrir de oprobio a todo el orbe nuevo; el nombre de Paw
5
10
15
Gaceta de Guatemala, 8-V-1797. 1
Intitulado
opinión es que las
cia
Investigacionea
la especie
jiloaóficaa
sobre
los
Amertcunos.
humana ha degenerado en América, igualmente
S\it
que-
especies animal y vegetal; que la flaqueza, la pusilanimidad, la indolen-componen el carácter de todos estos pueblos, el qual es un efecto de el i
clima general y del suelo de
la
América, donde
la
naturaleza degradada sólfU
fecunda en animales nocivos, serpientes, vívoras, alacranes, mosquitos lawUn análisis más exgostas, hormigas, y otros insectos innumerables, etc. es
tenso del libro de
Paw
sería importuno en este lugar.
.
ANDRÉ SAINT-LU
272
5
pasó en execración a todas las gentes sensatas, los mismos sequaces de la pretendida filosofía que él preconizaba le abominaron; y sin embargo, Paw tiene todavía partidarios en gran número, y no nada vulgares, sino de nombre y de gerarquía. Tan cierto es que no hay desatino, por monstruoso que sea, que no tenga aclamadores, y que los mayores despropósitos suelen hombres más insignes de todas clases.
ser partos de los
A
10
15
20
.25
la verdad, el sistema de Paw, ridículo, extravagante descabellado en sí mismo, no deja con todo de prey sentar por algún lado una falsa luz capaz de deslumhrar, un acinamiento de especies y de citas capaz de atraher, y el oropel de un estilo florido capaz de embaucar a los menos cautos. El prurito de decir cosas
nuevas ha hecho discurrir los mayores disparates. Pero a vuelta de esta ridiculez, y de este prurito, no es nuevo todo lo que dice Paw; y debemos confesar a pesar nuestro que tal vez nosotros mismos, sin quererlo ni pensar en ello, le hemos suministrado armas para que nos hiera, y le hemos dado materia a mano para que nos mofe, nos vilipendie, y nos escarnezca. Confesémoslo de buena fe. No todos los escritores de las cosas de América han tenido aquella imparcialidad, aquel tino crítico ni aquel discernimiento feliz que debía caracterizar a los primeros que se pusieron a escribir de todo un mundo recientemente descubierto, cosas de que no tenían idea, y que .no era fácil explicar por medio de analogías ni de se-
^onde encontraban mejanzas.
.
CATALOGO DOCUMENTAL Y BIBLIOGRÁFICO (orden cronológico)
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TT
CATALOGO
1613
1
.^Requerimiento
26-VI-1523 Valladolid
dirigrido
por Pa-
Rubios.
lacios
XX,
C.D.I.U..
311-314.
Manzano, 43-47. Hanke. 62-54.
2.— Instrucciones Hernán Cortés: la
reales dirigidas a
debe
sruerra
C.D.I.U., IX, 167 y sg,
ser
defensiva; hay que atraerse a los indígenas con suavidad; prohibición de las encomiendas.
8.— Alvarado, Pedro
ll-IV-1524
Utatlán 27-VII-1524
Guatemala
— Acta
4.
28-VII-1524
del
Cabildo de Cuaterna-
6.— Alvarado. Pedro Hernán Cortee.
29-VII-1624
6.— Primera liste de Santiago de Guatemala.
Guatemala
—Cortés,
7.
de:
Relación
8.— Acta cobrar
sastres
9.
los
vecinos
de
349.
del
de
Guate-
precios que debían
Cabildo de Guatema-
nombra un mayordomo de proy un mayordomo de la iglesia;
fijan precios.
B.A.E.,
XXII
(1946),
Remesal,
B.A.E.,
I,
III, 1.
XXII
(1946),
96-118.
y herreros.
se
pios se
—Acta
Cabildo
del
se fijan
la;
Villacorta, Prehistoria,
460-463.
Hernán: Cuarta Carta
mala:
6-V-lo25
Guatemala
se
de Relación al emperador.
12-XII-1524
(1946),
precios y salarios.
a
16-X-1524
XXII
B.A.E.,
457-459.
Guatemala
Temixtitán
Relación
de un pregonero;
desiirnación
la:
fijan
Guatemala
de:
a Hernán Corté».
Arévalo, Actas, 10-11. Villacorta, Prehistoria,
350-352.
Arévalo, Actae. 12-13. Villacorta, Prehistoria, 352.
ANDRÉ SAINT-LU
284
10.
4>I-1627
Guatemala 4-IX-1627
Guatemala
Cabildo de Guatemapúblico.
11.—Petición de Sancho de Barahoprocurador de Santiago de Guatemala: que se exima a los vecinos del pago del diezmo. 12.
—Acta
se
la:
sobre
la:
del
Cabildo de Guatema-
nombra un escribano
13.— Acta
2I-XI-1527
Guatemala
del
nombra un escribano
na,
28-X-1627
Guatemala
—Acta
se
la:
el
del
Cabildo de
asiento de la
público.
Guatemanueva ciu-
Villacorta, Prehistoria, 369.
Villacorta, Prehistoria,
371-372.
Remesal,
I,
IX,
3.
Arévalo, Actas, 30.
Remesal,
I,
IX,
4.
Arévalo, Actas,
31,
dad.
22-XI-1527
Guatemala
—
Acta de fundación de la ciu14. dad de Santiago de Guatemala en Almolonga.
18-XII-1527
15.
— Real
Cédula:
se
nombra a
Al-
varado gobernador de Guatemala (pero queda subordinado a la Audiencia de Nueva España) podrá promulgar ordenanzas.
Remesal,
I,
X,
4.
Villacorta, Prehistoria,
884-386.
Fuentes,
I,
VII,
1.
;
23^111-1528
Guatemala
16.— Acta del Cabildo de Guatemas^ nombra un mayordomo de propios y un procurador.
la:
17.— Acta
S-IV-1528
Guatemala
del
obligación
la:
de
Cabildo de Guatema-
ocupar
los
solares.
Villacorta, Prehistoria, 382.
Arévalo, Actas, 31. Villacorta, Prehistoria, 382.
18.— Acta
17-IV-1528
Guatemala
ros,
S-Vn-1528 Guatemala
sastres,
19.— Acta la:
del
Cabildo de Guatema-
se fijan las tarifas de los zapate-
la:
herreros y pregoneros.
del
Cabildo de Guatema-
obligación de construir en los so-
lares.
Arévalo, Actas, 46-47, Villacorta, Prehistoria, 382.
Arévalo, Actas, 45. Villacorta, Prehistoria, 382.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
20.— Acta
16-IV-1529
Guatemala 26-VI-1529
Guatemala
del Cabildo de Guatemade solicitar la intervención de la Audiencia de México para que se obligrue a Alvarado a regresar a su gobernación.
decisión
22.
—Acta
del
contra
Ovalle
Cabildo de Guatema-
del
protesta
la:
Arévalo, Actas, 72-76.
precios.
los
21.— Acta
la:
23-VIII-1529
Guatemala
Cabildo de Guatema-
del
se fijan
la:
285
la
alcalde
cesión
Gonzalo de do indios a
Villacorta, Prehistoria,
389-390.
Arévalo, Actas, 107. Villacorta, Prehistoria,
390-391.
personas recién llegadas de España.
27-VIII-1629
Guatemala
23.—Acta
Cabildo de Guatemaa Pedro Cueto para que gestione ante la Audiencia de México que por el oro de minas se pagara el diezmo y no el quinto real. del
desisna
24.— Acta
24-IX-1529
Guatemnla
se
la:
del Cabildo de Guatemaprohibición de la venta de tierras,
1«:
para evitar
la
marcha de
los
Villacorta, Prehistoria, 391.
Arévalo, Actas, 126.
colonos
insatisfechos.
n-1680 Guatemala
26.— Actas
del Cabildo de Cuaterna-
la
respecto
a enviar
a
Cuscatlán
contra
una expedición hombres de los
Arévalo, Actas,
152-
153.
Pedrarias.
26.— Acta
8-III-1680
Guatemala
Guatemala
Cabildo de Cuaterna-
—
Acta del Cabido de Guatemaorden para que limpien las huer-
27.
4-V-1530
del
Arévalo, Actas, 155
sobre la propiedad de los lugares.
la:
la:
Arévalo, Actas, 164.
tas.
20-VII-1630
Guatemala
28. la.
—Acta
decisión
de Santiago.
del
Cabildo de Guatema-
de torear un toro
el
día
Remesal,
I,
VIII,
3.
ANDRÉ SAINT-LU
286
29.—Cédulas
2-VIII-1530
cias la
Guatemala
y
la:
Andien-
las
prohibición
de
Zavala, Contribución, 12.
esclavitud.
30.
9-XI-1680
a
reales
gobernadores:
— Acta
Remesal,
I,
XIV,
gobierno
Fuentes,
I,
VII,
Cabildo de Guatemaemplazamiento de la
Remesal,
Cabildo de Cuaterna-
del
1.
acerca del emplazamiento del hos-
pital.
1630-1687
Guatemala
—Acta
32.
29-XII-1631
Guatemala
—Ordenanzas
31.
buen
de
1.
promulgadas por Alvarado.
aerea
la:
del
del
I,
XI,
6.
iglesia.
20-VII-1532
Medina
del
Campo
28-Vn-1532 Medina del
—Real
Cédula a Alvarado y al Marroquín, a petición de los españoles en Guatemala, se autoriza la esclavitud por rescate. 33.
obispo
34.
de
—Real
Cédula:
escudo de armas
Santiago de Guatemala.
Zavala, Contribución, 15.
Arévalo, Colección, 299-300.
Campo 35.— Acta
24-1-1633
Guatemala
un
Guatemala
el
Cabildo de Guatema-
—Real
rroquín:
Cédula a Alvarado y Ma-
autoriza la esclavitud de los
indios capturados en 37.
80-III-1534
Guatemala
Remesal,
I,
XV,
3.
mercado nombrando
celador. 36.
19-III-1533
del
regula
se
la:
—Marroquín
México:
a
Zavala, Contribución, 16.
justa guerra. la
Audiencia de
sobre la necesidad de que
el
Sáenz, Marroquín, 114.
gobernador se case y se instale definitivamente.
6-n-1686
38.
—Varias
reales
cédulas:
recor-
datorio de las súplicas del procurador
de yor)
Guatemala ;
(Méndez, de Sotomage otorgan diversas exenciones.
A.G.I., Guatemala, 393,
I,
111 y sg.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
1-III-1535
Madrid
39.— Real provisión: escudo de arde San Cristóbal de los Llanos
Remesal, V,
287
XV,
5.
maj5
de Chiapa. 12-V-1585
40.
— Al varado
emperador:
al
acer-
Guatemala
ca de su expedición al Perú.
14-V-1585
41.— El Cabildo de Guatemala al emperador: que Alvarado no se ausente más y que no emprenda nuevas campañas.
Guatemala
15-V-1635
Guatemala
C.D.I.A.,
y
42.- -Marroquín a la Audiencia de México: sobre la necesidad de que el gobernador se case y se instale de-
XXIV,
211
sg.
A.G.I., Guatemala, 41.
Sáenz, Marroquin, 116.
finitivamente. 16-11-1586
Madrid
43.— Real cédula: concede la reduca la décima parte del quinto
real
7-VII-1586 Valladolid
del
Puerto
de Caballos lO-V-1537
México
I,
VII,
4.
sobre el oro.
Real
44.-
Provisión:
se
otorga
el
Remesal, V, XV,
45.
ciudad
— Alvarado
al
Cabildo
Gua-
de
temala: en su segundo viaje a España
emplea
el
nombrar 46.
la
término de
Arévalo, Colección, 422.
para capital de Guatemala.
— Marroquín
al
"patria"
emperador:
de-
sea que Alvarado se case y se instale
Sáenz, Marroquín, 124-135.
definitivamente en Guatemala; deplora que algunos españoles piensen en vol-
ver
a
asuntos 25-VIII.1537
México
4.
a la villa de San Cristóbal de los Llanos de Chiapa, que se convierte en Ciudad Real. de
título
27-VII-1B86
San Pedro
Fuentes,
ción
Eápaña, opina sobre de interés público.
varios
47.— Marroquín al Cabildo de Guatémala: ha obtenido una provisión del virrey
diezmo.
autorizándole
a
suspender
el
Sáenz, Marroquín, 137.
ANDRÉ SAINT-LU
286
48.
S0-XI-16S7
Guatemala
—Acta
la:
Cabildo de Guatema-
del
a
prohibición
negros
los
de
Remesal,
I,
XV,
3.
fre-
cuentar los mercados. 49.
20-II>1588
Guatemala
— El
de
Cabildo
Guatemala
ai
de lealtad, pero ^recordándole la autonomía con respec-
emperador:
protestas
protestas contra
to a México;
el
diez-
Arévalo, Colección, 305-306. Villacorta, Prehistoria, 426.
mo
y contra la obligación de casarse en tres años para conservar la encomienda: el gobernador deberá rseidir personalmente en 27-III-1588
(o 15S9)
— Marroquín
50.
témala:
sobre
los
país.
el
al
Cabildo de Gua-
escándalos provoca-
Sáenz, Marroquin, 148-149.
dos en Guatemala por los sermones de
Las
Casas;
ciones
20-I-16S9
Guatemala
51.
obispo
rechaza acusa-
— Marroquín
al
emperador: pide
que se pueble Guatemala con una descendencia
4-IV-1539
el
de los españoles de Guatemala
española
143.
legítima.
52.— Alvarado
al Cabildo de Guateanuncia que vuelve de España
Puerto de
mala:
Caballos
acompañado de su esposa doña Beatriz
Sáenz, Marroquín,
Arévalo, Colección, 423.
y de veinte doncellas de familias
nobles.
15-Vin-1539
53.
—Marroquín
al
emperador:
qui-
<3uatemala
siera
18-X1-1539
54.— Alvarado al emperador: recomienda a Bartolomé de Las Casas, en-
Guatemala
conocer la extensión de sus poderes como protector de los indios.
cargado de reclutar misioneros en
Sáenz, Marroquín, 151.
C.D.I.A.,
y
XXIV, 339
sg.
la
metrópoli.
XI-1589
Guatemala
55.— El Cabildo de Guatemala al emperador: denuncia el rigor de Las Casas como predicador y confesor.
Fuentes,
II,
V,
8.
I
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
20-1 V-l 5.40
Guatemala
— El
56.
Cabildo
emperador:
Guatemala
de
contra
protesta
al
pre-
los
289
Arévalo, Colección, 307.
tendidos acuerdos entre Las Casas con los
27-1 V-l 540
Guatemala
indios
57. la:
no sometidos.
—Acta
sobre
del
Guatema-
Cabildo de
primera
la
casa
Fuentes,
I,
IV, 5.
Fuentes,
I,
IV, 5.
capitular
de teja. 15- V-l 640 Guatemala
58. la:
— Acta
del
Cabildo de Guatema-
Bobre la construcción de un acue-
ducto.
9-VI-1640
—
Real cédula otorgando a BerDiaz del Castillo indios en encomienda en Guatemala.
Sáenz, Bernal Diaz
60.— Instrucciones del Cabildo de Guatemala a su representante en España (Hernán Jiménez) para obtener ajruda en log gastos de reconstrucción
Pardo, Efemérides^
69.
nal
15-IX-1641
Guatemala
de
te
de
8.
destruida.
61.— Francisco de
20-IX.lf41
Guatemala
ciudad
la
85-86.
grobernador
la
Coeva, tenienpide
interino,
que
A.G.I., Guatemala,. 39.
prohiban los procesos entre españoles con motivo de los repartimientos. se
62.
1641 a partir
de IX
la
— Actas
sobre
el
del Cabildo de
traslado
de
Guatema-
lusrar,
el
re-
Pardo, Efemérides, 6 y
ssr*
parto de terrenos y las construcciones. 15-XI-1541
Guatemala
63.
—Marroquln
vendría
que
al
emperador: conde la Cueva
Francisco
de gobernador interino), casara para asentarse en el país. (teniente
64.
18-XI-1541
Guatemala
la:
— Acta
del
prohibición
los
solares
antes que transcurran cinco años.
169.
se
Cabildo de Guatema-
de vender
Sáenz, Marroquín,
Remesal, VII,
II,
5.
ANDRÉ SAINT-LU
290
—MarroQUín,
66.
1641
Guatemala
Francisco:
Reía-
ción del cataclismo del lO-IX-1541, que
destruyó
la
primera capital
C.D.I.A., III, 386
y
sgr,
Gua-
de
temala. 66.
1641
Guatemala
—Rodríguez
Cabrillo,
Relación de
cribano:
la
Juan,
es-
catástrofe del
Libro Viejo, 387 y sg.
10-IX.1641.
67.—Anónimo:
1541
Guatemala
tástrofe
68.
:20-II-1542
Guatemala
del
Relación de
la
ca-
lO-IX-1541.
—Marroquín
al
C.D.I.A., III, 378
y
emperador:
de-
plora que los colonos no se arraiguen
sg.
Sáenz, Marroquín, 174-182.
en su nuevo país. 17-V-1642
Guatemala
69.
—^Declaración
dez de Sotomayor;
miento
de
del
Ménnombra-
regidor
acepta
el
Maldonado (hecho por el como gobernador de
Fuentes,
II, I,
1.
Villacorta, Prehistoria,
444.
virrey Mendoza),
Guatemala, pero solamente en
los
lí-
mites de la legalidad.
25-V-1542
Guatemala
t)-IX-1542
Guatemala
70.— El Cabildo de Guatemala al emperador: pide que uno de los pueblos que pertenecieron a Alvarado (muerto en 1541), se done a la ciudad a títulos de propios.
—
Acta del Cabildo de Guatemapor iniciativa del obispo Marroquín, se toma la decisión de conmemorar con una procesión la catás71.
la:
trofe
20-XI-1642
Barcelona
del
72.— Leyes Nuevas: "Leyes y Ornuevamente hechas por Su
Majestad para y
vació n
de
41.
Pardo, Efemérides, 8.
lO-IX-1541.
denanzas Indias
A.G.I., Guatemala,
la gobernación de las buen tratamiento y conser^
indios*'.
A.E.A.,
II,
1945.
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
73.
15-I-I543
Guatemala
bre
sobre
la.
al
problema de
74.—Acta
1-III-1543
Guatemala
—Marroquín
el
emperador:
los
Cabildo de Guatema-
del
aprovisionamiento de
el
so-
hijos mestizo?.
tri-
291
Sáenz, Marroquín, 189-
Pardo, Efemérides, 8.
go y maíz. 75.
4-VI-1548 Valladolid
20-VII-1543
Guatemala
—Leyes
Nuevas
(disposiciones
A.E.A.,
II,
1945
complementarias)
— Acta
del
Decisión
de
76. la:
Cabildo de Guatematorear
toros
seis
Remesal,
I,
XIII,
3.
el
día de Santiasro; otras fiestas previs-
para
tas
lO-IX-1643
Guatemala
futuro.
el
77.— El Cabildo de Guatemala al emperador: primeras quejas suscitadas por las Leyes Nuevas; acusaciones contra Las Casas. 78.— Real cédula: título de ciudad la villa de San Salvador.
27-IX-1543
Guadalajara
para
28-X.1643
Acta del Cabildo de Guatemala: poblamiento está en peliarro si se aplican las Leyes Nuevas.
Guatemala
79.
80.
— El
virrey
(debut
1543-1545
Guatemala
al
Cabildo
(respuesta a una súpli%
ca
apoya
nes
1543?)
Mendoza
de Guatemala reciente)
de
los
propósito de s.d.
307-310.
Vásquez,
I,
236.
Remesal, VII, XI,
el
2.XI-1543
México
—
Arévalo, Colección,
:
las
de Guatemala Leyes Nuevas.
a
Sl.~Memorial de Laa Cama y Ladrada al emperador: críticas y reeervas a propósito de loe Leyes Nuevas QU0 juzga insuficientes.
82.— Actas
del Cabildo de
Guatema-
la: se designan procuradores contra las
Leye^
Nuevas.
424.
reivindicacio-
colonos las
Arévalo, Colección,
B.A.E., CX, 182203.
Remesal, VII, XI, 5.
Fuentes,
a
13.
II,
V, 10
5.
—
-
ANDRÉ SAINT-LU
292
1544-1545
—
Informes, memorias y peticio83. r^s de los colonos y de los provinciales de las órdenes misioneras de la
Nueva España contra
las
Zavala, Encomienda, 103 y sg. Hanke, 232-233.
Leyes Nue-
vas.
84.
20-II-1544
Guatemala
de
85. Se publican en Guatemala Leyes Nuevas.
las
Dios
86.
87.—Fray Tomás de P.:
diario
venidos nica 12-11-1545
Ciudad Real de Chiapa
Audiencia de
de
a
de las
sus
viaje
Indias en
89.—Memorial
San Salva-
contra Las Gasas.
la los
Guat«nala
Torre O. dominicos
1544
del
contra las
25-26.
y
Ximénez,
I,
pp. 249 y
sg.
cró-
C.D.I.A.,
VIL
211,
y
sg.
de San Hanke-Giménez, n^ Nuevas Leyes y 250 a. Cabildo
90. Relación anónima de los problemas acontecidos en Ciudad Real de Chiapa (Pascuxi de 1545): se quejan
de la intransigencia de Las 7-V-1545
Zavala, Contribución,
otorga un subsidio.
dor (1545-
9.
actividades.
Salvador
IV o V)
de
88.— El Cabildo de Ciudad Real a Las Casas, le da la bienvenida y le
20-IV-1545
s.f.
Confines
los
Pardo, Eieméridea,
Leyes Nuevas.
las
(?)
—La
Emperador: informa que el Cabildo de Guatemala ha protestado contra al
1544-156'
5.
colonia.
—
31-VIII-1544
Gracias a
la
Rcmesal, VII, XI,
Nuevas
"perpetuación"
la
30-V-1544
Cabildo de Cuaterna
del
nombre de
en
Guatemala
—Acta
protesta contra las Leyes
la:
Casas.
91.— El Cabildo de Guatemala al Emperador: nuevas protestas contra las
Leyes
Nuevas.
C.D.LA., VII, 156 y sg.
A.G.I., Guatemala, 41.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
18-V-1645
Ciudad Real de Chiapa
—
Las Casas al encomendero de 92. Chiapa Baltasar Guerra: testimonio de amistad y de confianza; el obispo anuncia confidencialmente su visita a la Audiencia de los Confines.
93.— El
20-V-1645
Guatemala
Cabildo
Guatemala
de
Cabildo de Ciudad Real de Chiapa:
al
293
A.G.I., Patronato 60-3-1.
Saint-Lu, Vera Paz 454-456.
Ximénez,
I,
355-356.
le
informa del próximo viaje de Las Caa Honduras (visita a la Audiencia), y desea que se le impida.
sas
4-VI-1545
Guatemala
20-VII-1545 Gracias a Dios
—
94.
Marrofiuín al emperador: eloa lo3 españoles de Guatemala y apoya sus reivindicaciones con respecto a las Leyes Nuevas. Se congrratula del reciente matrimonio de Maldonado; se interesa por la suerte de los hijos de españoles e indias.
Sáenz, Marroquín,
96.— La Audiencia de los Confines emperador: informa de la oposición provocada por las primeras medidas tomadas para aplicar las Leyes Nue-
C.D.I.A.,
gia
al
197-206.
y
XXIV,
382
sgr.
va*.
20-X-1545
Malines
—Real
96.
Cédula:
prohibiciones
comiendas
se
revocan
las
bs
en-
concern'entei
a
(medida completada en
Hanke, 239-240.
fe-
brero 1646). 22-X-1646
97.
Gracias a
sas
Dios
pide
—Representaciones
a
la el
Nuevas y
Leyes
Lag
Ca-
B.A.E., ex, 218-221.
castigo
el
de
todos
abusos.
los
25-X-1545
de
Audiencia de los Confines: estricto cumplimiento de las
98.
— Las
Casas,
Gracias a
y
Valdivieso,
Dios
al
principe
coi\
el
obispo de Chiai>a, de Nicaragua,
obispo Felipe:
presidente
sus
problemas y con
Maldonado
Marroquin, obispo de Guatemala.
B.A.E., CX, 222-229.
ANDRÉ SAINT-LU
294
2$-X-1546 Gracias a Dios
99.
—Respuesta
de
Audiencia
la
de
representaciones
las
Las
a
B.A.E., ex, 221-222.
Gasas:
asunto de la representación encomiendas abusivas, acusa a Las Gasas de entrometerse en la ju-
elude
de
el
las
risdicción
civil.
100.—Las Gasas
9-XI-1545
príncipe Felipe:
al
roces con la Audiencia
Gracias a
sus
Dios
quín;
anuncia
su
próximo
B.A.E., CX, 229-233.
y Marroviaje
a
España.
101.
l-XII-1545
—Marroquín
al
Gracias a
tigmatiza
Dios
ante la Audiencia,
24-Xn-1545 Gracias a
Dios
Dios
Gracias a
Dios
103.
—La
los
Confines
emperador imposibilidad de
a
los
esclavos;
de
inoportunidad
liberar
de
209-211.
A.G.I., Guatemala, 9.
Fabié, 549 (extractos)
C.D.I.A.,
y
XXIV,
421
XXIV,
442
sg.
la
Maldonado las
al
pretensiones
—Luis
de la Fuente, maestresChiapa a Las Casas: Carta amenazas, (según dice Remesal).
105.
Sáenz, Marroquín,
encomiendas.
las
104.— El presidente emperador: denuncia de Las Gasas.
C.D.LA.,
y
sg.
Remesal, VII, VI,
3.
cuela de
de
11-1546
Audiencia de
al
1545
Guatemala
emperador; esde Las Casas
102.— El oidor Herrera al emperadenuncia como insuficiente la protección acordada a los indígenas.
supresión
Sl-XII-1545
actitud
dor:
30-XII-1545
Gracias a
la
106.— García,
Alonso,
español
de
Gracias a
Gracias a
Dios
gas quejas de un portavoz de los conquistadores que estiman lesionados sus
Dios,
al
emperador:
intereses por la Audiencia.
amar-
C.D.I.A.,
y
sg.
XXIV.
352
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
107.
20-III-1546
— Real
Cédula
confirmando
aplicación de la ley de Malinas
la
295
Remesa!, VII, XIII, Fuentes, II, V, 13.
(rees-
3.
tablee i miento de las encomiendas), en la
jurisdicción
los
Confines.
108.— Informe
25-VI-1546
Guatemala
de
20-VII-1546
109.
evoca
reparto de indios
el
del
oidor
Cabildo de Gua-
al
protestas
las
contra
colonizadores
Gracias a
84, 156.
presidente Maldonado
el
—Marroquín
témala:
la
del
de
los
Sáerz, Marroquín, 211-213.
intervención
Rogel.
110.— Publicación de
25-VIII-1546
t.
favor de sus parientes y amigos.
en
México
Muñoz,
Ortiz
López: denuncian efectuado por
de
emperador de los y Francisco
al
Gonzalo
regidores
Audiencia
la
20-III-1646
(véase
la
Real cédula
más
Remesal, VII, XIII,
3.
arriba).
Dios lO-IX-1546
Guadalajara
111.— El príncipe Felipe al oidor Hele reprocha el no solidarizarse
rrera:
con
el
resto de
A.G.I., Guatemala,
402.
Audiencia a pro-
la
pósito de las quejas lascasianas.
112.— Real cédula:
SO-VI-1547
Zaragoza
más
se
l-VIII-1648
Guatemala
113.
lO-VIII-1648
dis-
las
(vea-
20-III-1546
Remesal, VII, XIII, 3 Fuentes,
II,
V,
13.
arriba).
— Marroquín
al
giere la fundación de
en
Guatemala
renueva
posiciones de la del
emperador:
su-
una Universidad
Sáenz, Marroquín, 235-236.
Guatemala.
114.— Marroquín al emperador: bueno que el país se pueble.
26-IX-1648
115.— El
Cabildo
Guatemala
presidente
Cerrato:
formado por
los
es Sáenz, Marroquín,
de Guatemala al ha sido mal in-
religiosos;
los
escla-
vos son bien tratados por sus dueños
y son necesarios.
166.
Zavala, Contribución, 37.
ANDRÉ SAINT-LU
296
1.II-1549
Guatemala
116.- -Petición
Consejo de Indias
al
de Bernal Díaz del curador síndico de
Castillo,
como pro-
Zavala, Contribución,
y
109
sg.
para
Guatemala:
que se mantenga la esclavitud. 8-V-1649
Guatemala
— Marroquín
117.
nuncia
Guatemala
118.
—El
Guatemala
119.
de-
pre-
del
el
Herrera al emperanepotismo del pre-
— El
presidente Cerrato y
el
oi-
Ramírez al emperador: informan sobre las medidas de reforma y la
dor
represión de los abusos.
16-VIM549 Guatemala
120.
Sácnz, Marroquin, 246-249.
Muñoz,
t.
85,
148.
Cerrato.
sidente
21-V-1549
oidor
denuncia
dor:
tirania
Cerrato.
sidente
O-V-1649
Emperador:
al
desastrosa
la
—Marroquín
se-
ñala su dedicación al bien del país y
reprocha
al
9.
Zavala, Contribución, 33.
emperador:
al
A.G.I., Guatemala,
presidente Cerrato su
Sáenz, Marroquin, 250.
in-
deplora que muchos espahayan visto obligados a aban-
diferencia; ñoles se
donar l-VIII-1549
Guatemala
el
país.
—
121. El Cabildo de Guatemala al emperador: quejas contra el presiden-
A.G.I., Guatemala,
te Cerrato; consecuencias catastróficas
El presente
(según de las
el
Cabildo),
por
Leyes Nuevas.
religiosos
no
se
la
ejecución
Cerrato y
preocupan
del
los
41.
Apéndice
libro, I,
pp. 136
y sg,
por-
venir del país.
9-X-1649
ValladoHd
122.— Real cédula al obispo de Nicaragua (Valdivieso) con respecto a sus diferencias con e] presidente Ce:
A.G.I., Guatemala, 401, 172 v^
.
rrato.
24-1.1550
Guatemala
—
123. El Cabildo de Guatemala al emperador: quejas contra el presidente Cerrato y su administración, juzga
desastrosa.
A.G.I., Guatemala, 41.
El presente
Apéndice, 44 y sg.
libro, II,
pp.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
124.— El presidente Cerrato a
30-1-1560
Guatemala
denuncia
roña:
de NicaraflTua
Guatemala
denuncia
bien
al
Cerrato,
su
t.
85, 337 v9
Sáenz, Marroquín, 256-260.
del
indiferencia
de los religiosos hacia
la
se-
país:
del
mala administración
la
presidente
emperador:
al
dedicación
su
ñaia
Muñoz,
obispo
(Valdivieso).
— Marroquín
125.
8-II-1550
Co-
la
abusos del
los
297
y porvenir
el
de Guatemala. 126.
17-III-1550
— Marroqufn
al
emperador:
su devoción
al
bien del
sub-
Sáenz, Marroquín,
Guatemala
rajra
l-V-1650 Ciudad Real de Cliiapa
127.— El Cabildo de Cii^ad Real al emperador: quejas contra el nepotis-
A.G.I., Guatemala,
mo
El presente libro.
de
cación
261.
Cerrato y la apliRelaLeyes Nuevas.
presidente
del
de
ción
país.
las
sublevación
la
de
los
hijos
44.
Apéndice,
III,
pp.
y sg.
de Contreras.
l.yM550 Guatemala
128.— El Cabildo de Guatemala al emperador: contra Cerrato y su administración, juz)?ada catastrófica por los colonizadores y para el porvenir del
de
ya
1-Xn.l550 Valladolid
los
la
180.
Díaz
hijoa
— Real del
en
T)
41.
El presente libro.
Apéndice, IV, pp. y sg.
de Contreras.
emperador: apo-
al
prioridad de los conquistadores.
VI-1540: cedes
(1660
Relación de la sublevación
129.— Marroqufn
24-VII-1660
Guatemala
país.
A.G.I., Guatemala,
cédula en favor de Bernal
Castillo:
renueva
la
del
9-
Sáenz. Marroquín, 263.
Sáenz,
Bemal
Díaz,
89.
algunas otras cédulas (meren favor del mismo)
diversas
1551.
131.
— Información
lamanca: esclavos
de
Diego de Sa-
sobre la confiscación de los
por
Cerrato.
Zavala, Contribución, 34.
ANDRÉ SAINT-LU
298
s.
f.
132.— Representaciones
(1B60 ?)
Las
de
Ca-
B.A.E., CX, 290-292.
Consejo de Indias: contra las pretensiones de un procurador enviasas
al
do desde Guatemala. 138.
10-III-1561
Guatemala
—El
denuncia
presente y
el
el
al
gobierno de
como catastrófico pa-
Cerrato, juzgado
ra
Guatemala:
de
Cabildo
Emperador:
el
porvenir.
A.G.I., Guatemato, 41.
Arévalo, Colección,
(reproducción parcial).
—El
15-III-1551
134.
Guatemala
perador:
Guatemala
nuncia Cerrato.
22-III-1551
Guatemala
al
al
del
de-
presidente
que muchos
deplora
em-
denuncia.
emperador:
nepotismo
el
abandonen
les
informe de
—Marroquín
135.
20-III-1551
Cerrato
presidente largo
A.G.I.,
Guatemala,
9.
Sáerz, Marroquín, 265-269.
españo-
país.
el
—
136. Informe del comisario franciscano Fray Francisco de Bustamante al emperador: denuncia los rigores de Cerrato en materia de liberación de
Zavala, Contribución, 35.
esclavos,
22-III-1561
Guatemala
137.
—Marroquín
al
rey:
en
favor
de su cuñado que desea venir a Gua-
Sáenz, Marroquín, 271.
tmeala.
—El
26-III-1551
138.
Guatemala
perador: ción
en
Tomás López
oidor
al
em-
sombrío cuadro de la sitúaGuatemala en la época de
A.G.I., Guatemala, 9.
Cerrato. 139
lO-IV-1551
—El
al
Dios
cadencia
6.XII-1551
México
Cabildo de Gracias a Dios
emperador:
Gracias a
140.
— El
de
se
la
virrey
lamenta de
la
de-
A.G.L, Guatemala, 44.
ciudad.
Mendoza
al
Cabildo
de Guatemala: le hace saber que bcn pagar el diezmo.
dé-
Arévalo, Colección, 425.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
141.—Bernal
22-11-1552
Guatemala
emperador:
Díaz
del
critica
12-III-1552
Guatemala
al
y su nepotismo.
142.— El Cabildo de Guatemala al emperador: contra Cerrato, su despreció
de
los
nir del
colonizadores y del por\e-
país y su
Cartas, Vi.
administración
la
del presidente Cerrato
Castillo
299
nepotismo.
A.G.I., Guatemala, 41.
El presente libro,
Apéndice, V, pp. 157 y sg.
19-IV-1552
«Vera Paz»
al
143.— Fray Pedro de Angrulo, O.P. emperador: denuncia el niepotismo
escandaloso 8. f.
(hacia
1662)
144.
dias:
del
—Las
presidente
Casas
critica
las
al
Cerrato.
y
86. 97
t.
Vera
Sain-Lu,
de
Bataillon, Eludes» 241244.
encomiendas hechas por Cerrato en detrimento de los colonizadores más necesitados.
146.— López
1552
General de las 17-IV-1668
Madrid
de
y
de
la
149.
al
emperador:
pi-
fundación de una Universidad.
—Marroquín
raya su dedicación
mala;
sg.
A.G.I., Guatemala, 55.
V.
Milla, II,
Fuentes,
I,
VII,
3.
Guatemala.
148.— Marroquín
20-IV-1556
Guatemala
Historia B.A.E., XXII, 155
147.— Real Cédula: reserva el oficio miembros del fiel ejecutor a los
Cabildo de
28-V-1556
Gomara:
Indias,
146.— Real eédula a la Audiencia de Guatemala: respuesta favorable a una petición de Francisco Girón, regidor de Guatemala, que solicitaba la libertad de información y de reclamación.
8-III-1556
Guatemala
de
emperador: subbien de Guateoidores de no in-
al
al
acusa a los teresarse en el porvenir de
sg.
Pa»
456-459.
Consejo de In-
redistribuciones
Muñoz,
la colonia.
Sáenz, Marroquín, 296-306.
Sáenz, Marroquín, 306.
ANDRÉ SAINT-LU
800
IO-VII-1667 al
IX-1
Guatemala
—
150. Actas del Cabildo de Guatemala: decisión de conmemorar el aniversario del establecimiento de la ca-
s.
f.
151.
(hacia
sas
—Representaciones Consejo
al
de
de
Indias:
Las
Cadenuncia
impuestos á
excesivos
tributos
los
I,
XI,
1.
(22-XI-1527).
pital
1667)
Remesal,
B.A.E., ex, 460-462.
los
indios.
152.
18-11-1558
Guatemala
—El
rey:
pide
sos
para
recursos;
Guatemala
de
Cabildo
al
una renta anual de mil pe-
Arévalo, Colección, 313-314.
que carece de un convento para
ciudad,
la
reclama
de españoles y un colegio para los mestizos huérfanos; suplica en favor de los conquistadores y anlos
hijos
pobladores.
tigruos
10-11-1568
Guatemala
153.—Bernal Díaz expone sus cargas
ma
puesto de
el
del Castillo al rey:
familiares;
fiel
Cartas»
VIL
recla-
ejecutor; se pre-
senta como recomendado de Las Casas.
154.
4-III-1558
Valladolid
—Real
prioridad de
cédula:
los
Fuentes,
II,
XI,
2.
conquistadores para la designación de corregimientos.
155.
20-III-1558
Guatemala
6-IX-1558
Guatemala
rey:
al
166.
—Marroquín
al
rey:
religiosos de indiferencia al
18-VI-1559
—Marroquín
apoya
la
prioridad de los conquistadores.
acusa a los con respecto
Sáenz, Marroquín, 322,
Sáenz, Marroquín, 327-330.
porvenir del país.
157.— Real cédula: atribución del corregimiento ordinarios
del
de
valle
a
Guatemala.
los
alcaldes
Fuentes,
I,
XVII,
16.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
158.— El
22-XII-1659
Guatemala
rey:
le
Cabildo
Guatemala
de
al
pide recursog para la ciudad,
recuerda
petición
la
de
Arévalo, Colección, 314-815.
Audiencia
la
sobre reemplazar nombre de Dios por
Puerto Caballos para Navesración con Perú.
20-VIM660 Guatemala
169.— El rey:
a
la
Cabildo
de Guatemala trópoli
de
160.— El
Guatemala
de
Cabildo
prórroga
la
de
para
comunicación
la
161.—El de
mil
el
posos
encomiendas; ver
ce llos
las
sobre
7-II-1562
30-IV-1662
Guatemala
162.
168.
ventajas de
Nombre
los
de
Arévalo, Colección, 319-820.
las
de loa
familia;
ha*
Puerto CabaDios
para
la
al
rey:
apoya
la
beneméritos.
—Marroquin
ronado,
favor
mueha
—Marroquin
causa de
dación
prórroga de
la
a]
renta
España-Perú.
relación
Guatemala
Guatemala
ruega en
colonizadores con
Caballos,
de una
beneficio
y
317-819.
Espafta-Perá.
de
Cabildo
pide
rey:
Arévalo. Colección,
reemplazar
Nombre de Dios por Puerto
Guatemala
al
encomiendas;
las
hace ver las ventajas de
26-1-1562
S16-817.
a
impuestos
tributos
los
Arévalo. Colección,
categoría de meuna tasación de-
la
pide una renta doran t« seis afios
rey:
y
al
indios.
los
Guatemala
a
eclesiástica,
finitiva
17-V.1661
Guatemala
de
pide qu« se le asigne una rentí ciudad; que se eleve el obispado
al
rey:
845.
recomen-
en favor de Vázquez de Cobenemérito.
Sáenz, Marroquin,
Sáenz, Marroquin, 845.
301
ANDRÉ SAINT-LU
S02
Guatemala
— El
164.
1-1.1568
rey:
de
Cabildo
contra
protesta
tributos impuestos
loft
Guatemala
al
reducción
de
la
Arévalo, Colección, 320-322.
a los indios er
encomienda; pide una tasación definí* tiva; suplica en favor de los beneméritos.
165.
12-11-1668
Guatemala
—Marroquín
rey:
al
recuerda
sus esfuerzos para la educación de la
Sáenz, Marroquín, 355.
juventud "criolla" del país; suplica en favor
de
los
mucha
con
colonos
fa-
milia.
166.— El
12-11-1563
Guatemala
los
se
reconozca la
"recién
26-1-1664
Guatemala
167.
rey:
prioridad de los o
Arévalo, Colección, 322-323.
y pide que
llegados",
conquistadores
grantes
al
contra las pretensiones
de
tiguos
Guatemala
de
Cabildo
protesta
rey:
de
los
an-
inmi-
casados.
—El
Guatemala
de
Cabildo
pide la fundación de
al
un conven-
Arévalo, Colección, 323-324.
para el cual Marroquín ha legado una casa. to de religiosas
168.— Real cédula: que la AudienGuatemala no impida al cabildo
28-V-1564
Aranjuez
o a los
particulares
rectamente a
20-XII-1564
Guatemala
Fuentes,
II,
VIII, 25.
cia de
la
de
informar
di-
corona.
—El
Cabildo de Guatemala al que en Guatemala el régimen de la sucesión de encomiendas sea igual qixe en Nueva España. 169.
rey:
170.
1565
pide
— El
Guatemala la
procurador ofrece
corona concede
"tres
vidas".
cabildo de ducados si encomiendas por del
200.000 las
Arévalo, Colección, 325.
Milla, II, VII.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
1565
171.
chos
— Real
libertad
apoya
cédula:
municipales
con,
los
respecto
dere-
a
de las elecciones de alcaldes.
Cabildo de Guatemala al pide que vuelva a Guatemala la Audiencia de los Confines, trasladada recientemente a Panamá.
rey:
173.— El
9-VII-1567
Guatemala
rey: los
Cabildo
elogria
los
de
Guatemala
al
méritos apostólicos de
A.G.I., Guatemala, 41.
Arévalo, Colección, 326-327.
dominicos.
174.— Díaz
Hacia 1568
Milla, II, IX.
la
172.— El
l-VIII-1566
Guatemala
303
de
torta
la
del Castillo Bernal: Hisverdadera conquista de la
B.A.E.,
XXVI
(1928).
Austral, 1274
(1955).
Nueva España. 176.— El
12-III-1670
Guatemala
Cabildo
de
Guatemala
al
rey: expresa su satisfacción por el reprreso
de
la
audiencia
a
Arévalo, Colección, 327-328.
Guatemala;
pide mil esclavos. 12-IV-1570
176.~E1 Cabildo de Guatemala al apoya los derechos de los benieméritos (mal conocidos por el presi-
Guatemala
rey:
Arévalo, Colección, 328-330.
dente y por el obispo) en la sucesión de las encomiendas y en la atribución
de beneficios eclesiásticos. 20-VI-1571
Madrid
.
177.— Real cédula: reducción al décimo del quinto tradicional sobre los
Fuentes,
I,
Fuentes,
II,
VIJ,
4.
metales preciosos. 18-1-1572
Guatemala
178.— Acta
del
cabildo
de
Cuaterna-
de un procurador para negrociar el cambio de Nombre de Dios por los puertos de Honduras (comuni-
lá:
XII,
2.
elección
„
,
.^^
cación España-Perú). 22-1-1572
Guatemala
179.— Acta la:
td.
del
Cabildo de Guatema-
Fuentes, n, XIT,
2'.
m 21-IIM672 Guatemala
ANDRÉ SAINT-LU
180.
de
la
Cabildo
un convento de de
Guatemala
183.
de
—Los rey:
al
la
Guatemala
de
Fuentes,
II,
VI,
4.
al
Arévalo, Colección, 330-337.
reclama la beneméritos en la su-
encomiendas
las
atribución 12-III-1574
VIII, 24
religiosas;
prioridad de los cesión
II,
Audiencia a propó-
pide ayuda para la fundación de
rey:
Fuentes,
piratas.
log
182.— El
16-X-1578
Cabildo de Guatema-
del
petición a
la:
sito
(«untemala
Cabildo de Guatemala sofundación de una universidad.
—Acta
181.
167S
Guatemala
—El
licita la
beneficios
en
y
la
eclesiásticos.
franciscanos de Guatemarecomendación en favor de
A.G.I., Guatemala, 169.
descendientes de los conquistadores
los
(herencia de encomiendas).
27.IV-1574
Madrid
184.
— Real
cédula:
nef icios eclesiásticos
atribución de be-
a
los
hijos
Fuentes,
II,
XI,
1.
legí-
timos de los conquistadores y vecinos Guatemala.
de IO-X-1574
Guatemala
—El
Cabildo
de
alaba
el
celo
del
185.
rey:
llalobos
para
el
Guatemala
al
Presidente Vi-
Arévalo, Colección, 332-333.
mantenimiento de ca-
minos y puentes. 1-II-1575
X^uatemala
186.
alaba
ma
—Bernal Díaz al
del Castillo al rey:
Presidente Villalobos;
recla-
nuevas mercedes de indios.
A.G.I., Guatemala, 54.
El presente libro. Apéndice, VI, pp.
y 187.
14-III-1575
Guatemala
—El
Cabildo
de
Guatemala
al
rey: pide que la exoneración de varios
gravámenes (almojarifazgo, décimo de la
plata,
bula
de la
cruzada)
;
hace
ver que la extinción de las encomiendas
reclame permiso de comerciar con Asia.
significaría la ruina del país; el
sg.
Arévalo, Colección, 333-335.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
188.— Los
l.IV-1575
Guatemala
dominicos
Guatemala
de
recomendación
en
favor
al
rey:
los
descendientes de los conquistadores
de
o^fe
A.G.I., Guatemala» 149.
(herencia de encomiendas).
19-III-1578
Guatemala
189.
rey:
— El
Cabildo
pide
una
vento de do,
Guatemala al para el con-
de ayuda
algrunas exoneraciones
solicita
335-337,
que se ha funda-
relisriosas
mojarifazgo,
Arévalo, Colección,
por
alcabala),
(al-
de
falta
recursos y en consideración a los mé-
de los
ritos
190.—Acta
.578
Guatemala
colonizadores.
Cabildo de Guatema-
del
a
petición
la:
Audiencia con res-
la
Fuentes, 2
II,
VI^
y 4
pecto a los piratas.
191.— El
24-III-1679
Guatemala
Cabildo
reclama
rey:
(almojarifazgo,
en
Cruzada),
Guatemala
de
de
la
falta
de
bula
alcabala,
de
razón,
al
exoneraciones
algunas
la
Arévalo, Colección-, 337-339,.
recurso^ y en consideración a los mé-
de
ritos
pide escla-
colonizadores;
los
negros
vos
para
minas de plata
las
en Honduras; protesta contra cesión
de
baja extracción
192.— El
24-III-1580
Guatemala
rey:
al
la
décimo
la
con-
personas de
social.
de
Cabildo
reclama
ción
a
regimientos
Guatemala
prórroga de del
quinto
al
la reduc-
sobre
Arévalo, Colección,. 339-341.
los
metales preciosos.
193.— El Cabildo de Guatemala: pide
20-VII-1580
Guatemala
la
fundación de una
clama
(lue se
abra
el
universidad;
re-
puerto de Iztapa.
Fuentes,
II,
VIII, 24.
.
ANDRÉ SAIKT-LU
306
l-IV-1581
Cimtcmfüa
— El
de Guatemala al derecho de informar sobre los abusos de la Audiencia: reclama la fundación de una universidad; 194.
pide
rey:
Cabildo
el
Arévalo, Colección, 342-344.
que la fabricación del añil dañina para los indios, y pide
pretende
no
es
Que se levante su prohibición. í^-VI-158l
195.—Real cédula: ces
de
milpas
prohibe los jueel reparto del
Milla, II, IX.
(para
trabajo agrícola). '20-V-1682 liishon
— Real
196.
cédula: reglamenta el traindios
en
Cabildo
de
bajo de los
Fuentes,
II,
XI, 14.
fabricación
la
del añil.
ll-XI-1582 'Giintemala
197.
—El
Guatemala
al
de comercio con la metrópoli; denuncia los "intereses particulares" que se oponen a
rey:
se queja de la falta
Arévalo, Colección, 344-345.
ello.
1583 <]:iiatema]a
198.— Acta petición
la:
Cabildo de Cuaterna-
del
a la
Audiencia con res-
Fuentes, 2
II,
VI,
y 4
pecto a los piratas.
1585
199.
—Cervantes;
gio de
La
Calatea
(elo-
Madrid, 1961 (Clásicos castellanos, n^ 154-
un poeta de Guatemala).
155). 4-III-1586
Guatemala
200.— El Cabildo de Guatemala al expone la necesidad de la de-
rey:
Arévalo, Colección, 347-450.
fensa de Golfo Dulce; reclama armas.
8-V-1586
Guatemala
201.— El rey:
Cabildo
de
Guatemala
al
pide armas contra los corsarios,
informa de efectuadas
las
revistas
recientemente;
y
maniobras solicita
al-
gunas exoneraciones debido a la falta de recursos (décimo sobre los metales preciosos)
Arévalo, Colección, 350-352.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
9-1 V- 1587
Acc'ca
202.— Real cédula: reducción al décimo de quinto tradicional sobre los metales
28-I1-1G90
C.untomnla
I6-VII-1590
San I^)renzo 20.iy.l691
Guntemnla
II.V-1592
(iuHlemala
203.— El
Cabildo
informa que China es efectivo.
de
la
205.— El
Guatemala
de
descubrimiento del Patero del Salto.
206.— El
Cabildo
(se
de
Guatemala
al
puerto de El
Guatemala
al
srobierno de Mallén de
e\os[io del
Rueda
VI,
4.
Arévnlo, Colección, 353.
Fuentes,
II,
VIII, 26.
Guatemala.
rey:
rey:
la
concesión de pro-
ciudad de Cabildo
al
comercio con
el
204. -Real Cédula:
a
T,
preciosos.
rey:
píos
Fuentes,
307
Arévalo, Colección, 354.
A lévalo. Colección, :?54-355.
ha preocupado entre otros
asuntos por las vías de comunicación).
29-1-1594
207.— El
Cabildo
de
Guatemala
al
Guatcmnln
rey:
8-11-1594
208.— El Cabildo de Ciudad Real de Chiapa al rey: elogrio de los dominicos.
Ciudad Real de Chlnpn
20-V-1694
Guatemala
elogio de los dominicos.
209.— El
Cabildo
conflicto
rey:
con
de lo-,
Guatemala,
41.
Guatemala oidores,
A.G.I..
al
recusa
A.G.I., Guatemala, 44.
Arévalo, Colección, 355-356.
su compotencia.
16-11-1596
Guatemala
-El
210,
(fiel
ejecutor),
sidente
ll-VII-1596
Toledo
Cabildo
de
Guatemala
al
rey: protesta contra la venta de oficios
211.
efectuada por
el
Arévalo, Colección, 35G-357.
pre-
(Sandé).
Real cédula:
concesión
de
las
encomiendas a los descendientes de los primeros descubridores e irmigrantes.
Fuentes,
II,
XI,
1.
ANDRÉ SAINT-LU
308
rey:
Cabildo de Guatemala al protesta contra la venta de ofi-
cios
(alférez),
212.— El
4-VII-1697
Guatemala
(Sandé);
dente
213.
18-III-1598
rey:
—El
pide
el
a
los
beneméritos.
Guatemala
de
Cabildo
traslado del oidor
el
357-858.
presi-
pide que se concedan
corregimientos
los
Guatemala
efectuada por
Arévalo, Colección,
al
Gómez
Arévalo, Colección, 358-360.
de Abaunza; contra la concesión del cargo de alférez al comerciante Francisco
de Mesa.
214.— El
20-X-1590
Guatemala
de
Cabildo
al
Guatemala
rey:
(época de
215. Real cédula: el Cabildo de Gua. témala tiene derecho a denunciar los abusos de la Audiencia.
Felipe II)
—
216.— El
15-V-1599
Guatemala
rey:
A.G.I., Guatemala, 44.
id,
Cabildo
Guatemala
de
al
protesta contra la venta del ofi-
cio de alférez al
MiUa,
XI.
II.
Arévalo, Colección, 360-361.
comerciante Francis-
co de Mesa.
217.— Real cédula: concesión de pro-
19-VII-1599
Tarragona
218.— El
17-III-1600
Guatemala
Fuentes,
II,
VIII. 25.
pios a la ciudad de Guatemala.
rey:
de
Cabildo
pide una ayuda
Guatemala al para el colegio
Arévalo, Colección, 361-362.
recientemente fundado.
219.— El
29-IV-160I
Guatemala
rey:
oficialmente
el
Guatemala
de
Cabildo
reclama
pero
protestado)
formar respecto a
los
ai
(reconocido
derecho
de
in-
abusos cometi-
dos por la audiencia; protesta contra (alguacil mayor, la venta de oficios corregidor del valle)
y contra
los
re-
partimientos de indios efectuados por el
presidente; desea
sea militar
que
el
presidente
(peligro de los corsarios).
Arévalo, Colección, 362-364.
::
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
29-IV-1601
Guatemala
220.— El
f.
(inicios
Guatemala
de
al
(carta distinta de la precedente) suplica en favor de las viudas y de los
8.
Cabildo
rey
309
Arévalo, Colección, 364-366.
"pobres beneméritos".
221.— El
Cabildo
de
del sigrlo
rey (carta reiterativa)
XVII)
recho,
Guatemala
:
protestado por
reclama los
al
el de-
Arévalo, Colección, 366-368.
de
oidores,
usar cojines cuando asisten a log oficios relisriosos, pide que el presidente sea
un
bido
al
militar
no un togado) de-
(y
pelifirro
de
en favor de encomiendas. plica
IV-1602
Guatemala
1-11-1608
Guatemala
29-IV-1608
Guatemala
2-V-1604
Guatemala
los
la
corsarios;
su-
herencia de las
222.— El Cabildo de Guatemala al informa contra el obispo fray Juan Ramírez. rey:
228.
rey:
— El
Cabildo
de
Guatemala
al
224.
-El
Cabildo
de
Guatemala
al
226.— El
A.G.I., Guatemala,
A.G.I., Guatemala, 41.
id.
Cabildo
de
Guatemala
pide que se transforme
rey:
41.
41.
id.
rey:
A.G.I., Guatemala,
el
al
obis-
Arévalo, Colección, 369-370.
pado de Guatemala en arzobispado.
2-V-1604
Guatemala
226.— El rey
Cabildo
de
Guatemala
al
(carta diferente de la anterior)
pide ayuda para
un convento
Arévalo, Coleeeión, 370.
o pen-
sionado de doncellas recientemente fundado.
4-IX-1604
Lerma
227.— Real Cédula anulando el nombramiento de un corregidor del valle, de
Guatemala.
Fuentes,
I,
VII,
4.
ANDRÉ SAINT-LU
310
— Petición
228.
1504
Guatemala
del Cabildo de Guapara que se restituya a los
témala:
A.G.I., Guatemala, 41.
alcaldes ordinarios el corregimiento del valle.
18-V-1606
Guatemala
229.
—Petición
comiendas (Criado
Guatemala
230.
de
—El
decreto
por
hechas
el
de
Arévalo, Colección, 370-372.
en-
presidente
Castilla).
de
Cabildo
por
protesta
rey:
concesión
contra la
protestas
18-V-1606
Gua-
Cabildo de
del
témala al rey: acerca del privilegio del corregimiento del valle y los conjurisdicción que provoca; flictos de
que
real
Guatemala
inobservancia
concede
el
al
del
corregi-
Arévalo, Colección, 372-375. Milla, 11, XII.
miento del valle a los alcaldes ordinarios de Santiago de Guatemala, y contra la concesión de encomiendas hechas por el Presidente; reclama la defensa del puerto de Santo Tomás de Castilla; pide que no se reduzcan los tributos, y que los indios cultiven cacao.
4-XI-1606
Lerma 7-VII-1607
1607
'
—
231. Real Cédula anulando el nombramiento de un corregidor del valle
232.
—Real
233.
—Expedientes
Cédula:
flictos entre el
del
B.f.
(1607 T)
Guatemala
id.
relativos a los con-
obispo Ramírez y Ruiz
I,
VII,
4.
Fuentes,
I,
VII,
4.
A.G.I., Guatemala, 165.
Corral.
Cabildo de Guatemala al pide la exoneración de un servi-
234.—El rey:
Fuentes,
cio de
guardia (procesión de
la
sema-
na santa ) reclama varias prioridades en favor de los alcaldes ordinarios y del síndico procurador; expone la ne;
Arévalo, Colección, 375-381.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
de mejorar la defensa de
cesidad puertos;
solicita
supresión
la
de
311
los la
sisa del vino
y de la carne, y la prórroga de la reducción al décimo del quinto sobre los metales preciosos; presenta las ventajas de un itinerario
España-Perú pasando por Santo To-
más de los
beneméritos.
285.
— Expedientes
a 1609
Castilla y Fonseca; suplica que
beneficios eclesiásticos se concedan
los
relativos a Jos con-
flictos entre el obispo
Guatemala
236.— El
Cabildo de Guatemala al denuncia las maniobras del presidente (Criado de Castilla), que pretendía controlar la elección de log alcaldes ordinarios; expone la necesidad de construir una defensa en Santo Tomás de Castilla, y alaba las ventajas del puerto de Fonseca. reclama la fundación de una univeridad. rey:
237.
1614
A.G.I., Guatemala, 165.
Corral.
del
29-IV-16I1
Ramírez y Ruiz
—Cervantes,
Pamoéo
(eloflrio
Viaje cU Miguel de un poeta de Gua:
Arévalo, Colección, 381-385.
Madrid, 1935
(Bermejo)
témala).
288.—Torquemada, Juan Monarquía Indiana.
1616
239.
1616
tición
— Real del
de,
O.F.M.:
Cédula: confirma, por pe-
Cabildo
de Guatemala,
Madrid, 1723, 3
vols.
Milla, II, XIII.
los
repartimientos para trabajos agrícolas
en s.f.
valle.
240.— Ruiz
(antes
de 1619)
el
del
Corral,
Felipe:
y to
y veneración
eclesiásticas
y Sermones,
de
Arte
— CiaIglesia; — Cosas de Indias; — Considtas
Vocabulario para I03 curas; la
(Obras no conocidas, menicionadas en cartas del autor al rey).
ANDRÉ SAINT-LU
312
Guatemala
— Tres
241.
7-X-1619
paña sus 1619-1620
242.
cartas de Ruiz del Corral
trata que se publiquen en Es-
rey:
al
165.
escritos.
—Remesal,
Historia
A.G.I., Guatemala,
Antonio de
general
las
de,
Indias
O.P.:
Madrid, 1619-1620.
Occi-
Guatemala, 1932, 2
y particular de la Gobernación de Chiapa y Guatemala.
dentales,
vol.
IV
(B.G.,
y V). B.A.E.,
CLXXV
y
CLXXXIX (1964-1966)
20-III-1620
—
Real cédula: autoriza qut todos años dos barcos peruanos tomen provisiones en Guatemala, pero prohi243.
Milla, II,
XIV.
los
be
s.f.
(hacia
1621)
—Informe
244.
Guatemala
del comisario del
San-
to Oficio Ruiz del Corral, sobre la His-
de
toria
8-VI-1622
inverso.
tráfico
el
a
(B. G., V, 23-35)
Remesal,
245.— Ruiz volver
Guatemala, 1932
Corral
del
España
para
al
rey:
pide
publicar
sus
A.G.I., Guatemala, 54.
escritos.
VI-1626
246.— Real cédula:
petición
del
Ca-
Milla, II.
XIV.
bildo de Guatemala, autoriza los repar-
timientos de indios por
los
jueces de
milpas.
(?
1628)
—Encuesta
247.
actos
de
fray
inquisitorial sobre los
Angelo
María
"arzo-
A.S.G.H.G.,
XXI
(1939), 132-155.
bispo de Myra", sospechoso de impos-
tura según
el
comisario Ruiz del Co-
rral.
17-iy-1633
248.--Real "flotilla
cédula:
supresión
de Honduras".
de
la
Milla, II.
XIV.
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
249.— Bula papal instituyendo
1643
Roma
el
ré-
i^imen de alternativa en los dominicos
Fuentes,
Ximénez,
II,
313
IX.
23.
II, 348.
de Guatemala.
—Solórzano
250.
1648
Pereira: Política In-
Madrid, 1930,
5 vol.
diana.
261.
1648 (1» edición en inglés)
relación
Guatemala, 1946.
libertad
de
elec-
Fuentes,
I,
VII,
5.
ción de Alcaldes.
268.— El Cabildo de Guatemala
27-V-1660
Guatemala
Nueva
Tomás:
262.— Real cédula:
ll-V-1660
Aranjuez
—Gage,
que contiene loa viajes de Tomás Gage en la Nueva España,
al rey:
pide la abolición del quinto sobre las
Arévalo, Colección, 386-387.
encomiendas.
264.- Real
18-IX-16B1
cédula:
Fuentes,
id.
I,
VII,
5.
Madrid
266.— El
8-T-1652
Guatemala
rey:
Guatemala
de
Cabildo
se felicita
por
al
régrimen de al-
el
Arévalo, Colección, 387.
ternativa entre los dominicos y de la (descendiente elección de un criollo
Bernal
de
Díaz
Castillo),
del
como
provincial.
26-11-1662
Guatemala
266.
rey:
— El
los
Guatemala
de
Cabildo
pide que
carero de la universidad,
recibir
lO-VI-1666
Buen Retiro
257.
un
al
dominicos se hagan
la
(a
388-389.
que acaba de
legado.
Real cédula
al
presidente y al
obispo de Guatemala: para que intervengan en la disputa de los dominicos
Arévalo, Colección,
propósito
alternativa )
de
la
aplicación de
A.G.I., Guatemala, 387, 4, 259 v»
ANDRÉ SAINT-LU
314
S-X*1669
Quatemiüa
Cabildo de Guatemala reclama contra la Audiencia, exclusividad de llevar estandarte en
258.— El
rey:
procesiones del
al la
Arévalo, Colección, 389-391.
las
Corpus reitera su pe-
tición de Que se funde una Universidad; solicita la autorización para im-
portar aceite y vino de Perú.
S9-IX-1662
259.
—Real
emplear a
1663
Guatemala
260.~E1 rey:
indios en
de
Cabildo
reitera su
de
prohibición
cédula:
los
Fuentes,
II,
VI, 24.
Fuentes,
II,
X,
ingenios.
los
Guatemala
al
3.
demanda de fundación
de una universidad.
1664
Roma
261.
— Confirmación
men de
papal
alternativa entre
del
los
régi-
francis-
Vázquez,
II,
256-271.
canos de Guatemala.
26-X-1667
Madrid
prohibe emplear
262.— Real Cédula:
Fuentes,
II,
VI, 24.
Fuentes,
II,
X.
a los indios en los ingenios y en las
obras públicas.
1667
Guatemala
263.— El rey:
de
Cabildo
reitera su
Guatemala
al
8.
petición relativa a la
universidad.
1668
Guatemala
264.
rey:
—El
pide
con Perú
31-1-1676
265.
Cabildo
mayor
de
Guatemala
al
Milla, II,
XIX,
(vinos).
—Real
dación
de
libertad de comercia
Cédula: la
autoriza la fun-
Universidad
de
Fuentes,
II,
X,
3.
Guate-
mala.
1679
Guatemala
266.—Gestiones
del
Cabildo de Gua-
témala para lograr mayor libertad de comercio
(vinos)
con Perú.
Milla, II,
XX-XXI.
i
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
26-VII-1681
Guatemala
fines del siglo
XVII
fines del siglo
XVII
Guatemala
267.— El obispo Navas de
Quevedo denuncia los malos tratos inf libidos a aeis religriosos venidos de España. rey:
al
268.
— Fuentes
Guzmán,
y
Antonio
315
A.G.I., Guatemala, 158,
Fuentes,
I,
V, 7
de: Descripción de la Catedral de Gva-
(poema
temaJa,
conocido).
269.— Fuentes de:
y Guzmán, Antonio Recordación Florida, Discurso hisnatural,
torial,
militar
y político del
Reyno de Goathemala.
so
Madrid, 1882, 2 vols. (1» parte).
Guatemala, 19321933, 3 vols.
(! y
2» partes),
B.G., VI, VII.
VIIL
9-III-1709
Guatemala
270.— El
Cabildo de Guatemala al reclama la autorización para importar vinos de Perú (expone las ventajas fiscales que representaría para la corona) pide la libertad de comerrey:
Arévalo, Colección, 392-399.
;
La Habana: denuncia
cio con
petencia
la
com-
cacao peruano; dtrplora que se despoje a los beneméritos de
y de puestos administrativos.
tributos
hacia 1711
271.
nieo)
del
—Anónimo
:
(un religioso domiIsagoge Apologética de las In-
Guatemala, 1935 (B.G., XIII).
dio» Occidentales,
inicios del
XVIII
(?)
272.
—Vázquez,
Historia
Francisco,
O.F.M.:
Meneos, Vázquez,
O.F.M.:
Guatemala, 1937
Lauretana.
Guatemala
1714
Guatemala
273.— Vázquez,
Francisco,
Crónica de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Guatemala,
(B.G.»
XIV-XVII)
ANDRÉ SAINT-LU
316
•.f.
(1717
ó 1718)
—
El Cabildo de Guatemala al reclama la siipresión del impuesto lobre la carne, y la reducción al décimo del quinto sobre los metales preciosos; pide que puedan emplearse 274.
rey:
indios en
22-11.1718
cédula:
autorización defi-
276.
—Real
extinción
cédula:
de las
Guatemala
277.
—El
Cabildo
reclama
rey:
II. 57.
Zavala, Encomienda, 338-339.
encomiendas.
1719 (7)
García Peláez,
Perú (vinos).
nitiva del comercio con
28-XM718
399-401.
trabajo del añil.
el
—Real
276.
Arévalo, Colección^
la
Guatemala
de
reducción
al
al
décimo
A.G.I., Guatemala,
241.
del quinto sobre los metales preciosos.
Hacia 1721
278.
—Ximénez,
toria de
la
Francisco, O.P.: His-
Provincia de San Vicente
de Chiapa y Guatemala de la Orden
Guatemala, 19291931, 3 vols.
(B.G.,
I,
II, III).
de Predicadores.
26-11-1726
Guatemala
279.
rey:
—El
Cabildo
Guatemala
de
en favor de un
sacerdote
al
des-
Arévalo, Colección, 404-407.
cendiente de Jorge de Alvarado.
1729
Guatemala
280.— El Cabildo de Guatemala bildo abierto)
reclama
(ca-
fundación de
la
Gómez
Carrillo, III,
229-230.
una casa de moneda. 18-11-1780
Guatemala
281.— El rey:
Cabildo
reclama
cédula del
la
de
Guatemala
al
aplicación de la real
22-11-1718
sobre
la
A.G.I., Guatemala, 241.
impor-
tación de vinos de Perú.
17-1-1781
282.— Real cédula: establece una sa de
moneda en Guatemala.
ca-
Gómez
Carrillo, III,
229-230.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
28».— El
11-11-1786
Guatemala
de
Cabildo
reclama
Guatemala
al
derecho a ser recibido en la catedral por una delegación del rey:
el
capitulo, y el de bajar la cruz.
A.G.I., Guatemala,
241.
El presente libro.
Apéndice,
y
PP. 284.
17t5
— Varias
peticiones de religiosos
de las distintas órdenes para que se
mantesga a el
1735
(
sg.
A.G.L, Guatemala, 919.
alcaldes ordinarios en
los
Corregimiento del Valle. 285.
7)
317
— Petición
del
(resumen
temala sejo
de Indias)
dan
los
Cabildo
de
presentado
al
GuaCon-
A.G.I., Guatemala,
241.
para que se conce-
:
puestos administrativos a los
beneméritos. 286.
hacia 1740
Guatemala
el
— Real
confirma
cédula:
voto de la Audiencia,
el
contra
privilegio
Gómez
Carrillo, III,
236 aq.
municipal del Corregimiento del Valle. 29-V-1748
Guatemala
—
287. Petición e información acerca de ciertas preeminencias (lugares para sentarse, llevar espada) de los al-
Guatemala
288.— El rey:
241.
ordinarios.
caldes
10-1-1749
A.G.L, Guatemala,
Cabildo
utilidad de
de
Guatemala
al
una Compañía de Co-
A.G.L, Guatemala, 533.
mercio en Guatemala. a partir de 1749 1753
289.— Buffon, NaturaL
— Real
Conde
de:
Historia
de dos de
Gómez
291.— Real cédula: apertura de coentre Guatemala y La Ha-
Gómez
290.
alcaldías
cédula:
mayores
creación
para
el
valle
Carrillo, IV,
42,
Guatemala.
6-IIM760
mercio baña.
184.
Carrillo, IV,
318
iVUL^if
ANDRÉ SAINT-LU
^
292.
1766 (7)
—Real
cédula:
túmulo del Ca-
el
debe ser más bajo que el de la Audiencia (con ocasión de las exequias de la reina Isabel de Farnesio). bildo
—Pauw,
293.
1V«8
Cornelius
philosophiquee
chea
Recher-
de:
sur
Gómez
Carrillo, IV,.
279.
París, 1768.
América^
lea
ins.
294.
1770
Guatemala
y Larraz, Pedro: de
geo gráfico-moral
—
296.
1781-1782
Módena y
Guatemala, 1958 (B.G„ XX),
— Real
cédula: se abren los puer-
Omoa y
de
297.
—Landívar,
ticatio
co-
Rafael,
al
in-
Rtia-
J.:
S.
Gómez
Carrillo, IV,
261.
Santo Tomás tercambio con España. tos
dio-
de
295. Real cédula: libertad mercio en el mar del Sur.
1778
Dea-
la
de Goathemala.
cesta
17-1-1774
— Cortés
cripción
Mexicana.
García Peláez,
III,
94.
México, 1924.
Guatemala, 1950,
Bolonia 298
•-VII-1782
Guatemala
—
El
Cabildo
rey:
informa
éxito
del
Guatemala
de
elogiosamente
sobre
Campo
Mariscal de
al el
Arévalo, Colección,, 418-421.
Gálvez,
y pide que se prorrogue su gobierno. 27-11-1797
299.
—Artículo
"De
la
Gaceta.
Rusia*'.
Guatemala
300.—Artículo "De
2Ü-111-1797
la
Holanda".
Gaceta.
Guatemala «-1V-1797
Guatemala
de
301.— Carta Guatemala
mado
al
editor
(artículo
"Guatemalófilo")
vanas rivalidades entre ninsulares.
de
la
Caceta
anónimo
fir-
denuncia
las
criollos
y pe-
Gaceta,
El presente libro,
Apén4ice,
VIII, pp.
y
sg.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
17-IV.1797
Guatemala 8-V-1797
Guatemala
302.— Artículo "De namarca".
Suecia y Di-
Gaceta,
303.— Artículo "Memorias para hauna descripción puntual del Reyno de Guatemala".
Gaceta.
la
cer
El presente libro,
Apéndice,
IX, pp.
16-VI-1797
Guatemala
—
804. Articulo "Extracto razonado de un libro que no se ha escrito".
1797
30ñ.
Guatemala
—Discurso junU
3»
la
Económica: Guatemala. 1797
(
?)
de
apolofirfa
306.— Real cédula: puertos
de
Villa
pública
las
de de
Urrutia en la
Sociedad
los criollos
libre acceso a
Indias
de
los
Gaceta,
Luque Alcaide, 194-196.
de
los
navios
neutrales.
1797
(
?)
Guatemala
807.— Discurso de fray Antonio de San José Muro sobre los vicios del
Luque Alcaide, 118.
gobierno interior de América. 26-11 al 19-
III-1798
308.
— Memoria
chea sobre
la
de Liendo y Goycoe-
mendicidad
Gaceta.
(extractos).
Guatemala 26-III-1798
Guatemala
25-VI-1798
Guatemala
809.— Artículo "Sobre los
antisruos
810.
la
religión
de
Gaceta.
de
Gaceta,.
mexicanos",
— Memoria
fray
de
Matías
Córdova: "Utilidades de que todos indios ladinos se vistan y calcen a
los
la
española".
13-VIII-1798
Guatemala
311.— Artículo sobre antiguos cidos
de
mexicanos Clavijero).
las
leyes de los
(extractos
tradu-
Gaceta.
319
ANDRÉ SAINT-LU
320
1798
(.)
Guatemala t4-I-1809
Guatemala
— Código
312.
gremial de Villa Urru-
tía.
813.
— C3omunicación
de
Cabildo
del
Guatemala a la Junta central de España: denuncia los vicios del sistema
Luque Alcaide, 76 y 110-111. Villacorta, HÍ8torat,
459-460.
colonial.
1809
814.
— Juarros,
Compendio
Domingo:
de la historia de la ciudad de Guate-
Guatemala, 1809-1818.
mala.
14-VI-1810
Guatemala
315.
— Publicación
de
la
proclama-
ción del Consejo de Regencia sobre libertad
de
"españoles
los
Gaceta.
la
america-
nos".
1810 (?)
316.
—Instrucciones
diputado por tes de Cádiz ción
1816
para el uso del Guatemala en las Cor-
Villacorta, Historia,
462 y sg.
(contienen una declara-
de derechos del ciudadano).
317.— Humboldt, Alexandre: Voyage aux régions équinoxiales du Nouveau
París, 1816.
Continenti»
1820-VII.XII -Guatemala
318.—Artículos de El Editor Conatitvcional sobre
bre comercio, dios.
^10-IV-1S21
Guatemala
.
la
la
Constitución,
ciudadanía de
el
los
Molina.
li-
in-
,
^19.— Manifiesto Gaínza,
del
contra Iturbide:
jefe
político,
anuncia
fal-
Villacorta, Historia, 502.
samente su derrota. 28-Y-1821
Guatemala 4-Yl. 12-VI.
320.— Artículo patriótico de El Editor
Molina.
Constitucional,
321.— Artículo de El Editor Consti-
20- VIII, 1821 tueional; políticos tes).
"Viaje a la luna, o sueños y morales" (y los siguien-
Molina.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
25-VI-1821
Guatemala
322.— Artículo
de
El
Editor
una
preconiza
titueional:
Cons-
321
Molina.
confedera-
ción de España y América. 9-VII-1821
Guatemala
323.~Artículo titueional:
324.— Artículo
23-VII-1821
Guatemala
ción de una
Editor
21-VIIM821 Guatemala
El
de
patriótico
325.—Artículo
826.
El
de
(traduc-
Molina.
Editor
reproduce una
la
de
Libertad
Conatitucional)
Cona-
Molina.
exhortación
Funes.
—Declaración
Genio de tor
Molina.
Constitucional.
titueional:
27-VI 11-182 1
Cana-
Oda de Horacio) de El
patriótica del deán
Guatemala
Editor
id,
los
con
,
editores del
Molina.
El Edi-
(antes
ocasión
del
cambio de nombre. 28-V 1 11-1821 Ciudad Rea] de Chiapa 8-IX-1821
Guateniala
827.— Sermón patriótico de fray Matías
de Córdova.
828.
— Artículo
bertad:
"A
la
Villacorta, Historia^
609.
Genio de
del
la
Li-
Molina.
de Barnin-
Libertad",
dla.
82».
3-IX-1821
Chiapa
— Proclamación
de
la
indepen-
dencia de Ciudad Real, Tuxtla y
Co-
Villacorta, Historia, 510.
mitán.
830.— AcU de Independencia de Gua-
15-IX-1821
Guatemala
témala.
1 5-1 X- 1821 Guatemala
del
523 y eg.
a
881.— Manifiesto
de
ciudadanos
los
la
Libertad:
del
editor
celebra
dencia de Guatemala.
Villacorta, Historia^
530 y sg.
Jefe político Gaínza.
832.— Artículo
15-IX-1821
Guatemala
Villacorta. Historú^»,
la
del
Genio
indepen-
Molina.
.
ANDRÉ SAINT-LU
Ó-M822 Guatemala
383.
a
— Acta
unión
de
Guatemala
de
— García
Francisco
de
Memorias para la Historia Antiguo Rey no de Guatemala.
del
334.
18(tt
Peláez,
Paula:
1876
Kenyon,
México.
335.
— Gavarrete,
bliográfica
Juan:
Noticia
Fuentes
sobre
y
bi-
Guzmán.
Guatemala, 1851, 3 vols.
Guatemala, 1932 (B.G.. VI,
PP.
1879-1882
336. -Milla,
José:
de
Historia
la
América Central, 188S
337.
fory
of
XIX-XX).
Guatemala, 18791882, 2 vols.
— Bancroft,
Hubert
H.:
His-
Central America.
San Francisco, 1883 {Works,
VIII).
1889
338.
— Meneos,
bve Fuentes y
Agustín:
Guzmán y
riadores de Guatemala,
1895-1897
so-
Guatemala, 1931
otros histo-
(B.G., III, pp.
noticias
como Vázquez.
339.— Gómez Carrillo, Agustín: Hisde América Central.
Guatemala, 1895-
340.— Menéndez Pelayo:
Santander, 1948.
toria
11911-1913
poesía
la
1927
XIII y sg.).
Historia
de
1897.
hispanoamericana.
341.— Altolaguirre y Duvale, Ángel Don Pedro de Alvarado, conquistador del Reino de Guatemala.
Madrid, 1927.
de:
1928
342.
— Salazar,
Ramón
A.:
Historia
Guatemala, 1932
de veintiún años la independencia de
Guatemala, 1932
— Fernández
del Castillo, FranFray Antonio de Remesal (prologo del t. II de la Historia de Re343.
cisco:
mesal)
Guatemala, 1932 (B.G., V, 7-35 )¿
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
344.— Agruilar, Sinforoso:
1933 .
noticia so-
bre Fuentes y Guzmán.
323
Guatemala, 1933 (A.S.G.H.G,, '
IX, 375-402;
—
B.G., VIII,
prólogo).
19M
345.
— Zavala,
La
Silvio:
e-Mcornte/t-
Madrid, 1936.
da indiana.
346.— Lamadrid,
1987
Lázaro,
O.F.M.:
Guatemala, 1937 (BG., XV, pp.
prólogro a la Crónica de Vázquez.
III-XXVIII).
347.— Villacoita C,
19t8
historia
e
Antonio: Pre-
J.
antigua
Historia
de
Guatemala, 1938
Gua-
(Tipografía
témala,
Naciosal).
348.— Rosenblat, Ansrd:
1938-193»
lio
El
Amé-
rica.
^
$V. :á^ii^í^-
849.— Vülacorta C,
1942
A.S.G.H.G.»
desarro-
de la población indígena de
J.
Antonio:
//t«-
Guatemala, 1942.
toria dé la Capitania General de G%ia-
témala,
350.
1943
— Barón
Castro,
Pedro
Madrid, 1953.
•'Introducción
México, 1944.
Rodolfo:
de .Alvarado.
351.—Iglesia, Ramón:
1944 al
estudio de Bernal Día? del Castillo
Verdadera Historia" (El hombre Colón y otros ensayos).
y 8u
1944
352.
— Picón
Conquista a
1945
Mariano: Independencm.
Salas, la
De
ia
353.— Alcázar Molina. Cayetano: Los ..r^..^ ^Virreinato» en
el
siglo
XVIII.
México, 1944.
Barcelona, 1945 (Salvat).
.
ANDRÉ SAINT-LU
324
354.
1945
Silvio:
Contribución a
de las histituciones coloniaen Guatemala.
México, 1945
(«Jornadas»,
lee
36).
—Carroño,
Alberto
Díaz
CastiUo,
855.
1946
— Zavala,
la historia
nal
del
eonguist<ídor
María:
Ber-
México, 1946.
descubridor,
y cronista de
la
Nueva
España, 856.
1948
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1952
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pp.
CCXXX.
V-LXXXII).
';,
Í!'
'a
:•."*
Vf
"*•
índice documental y bibliográfico (
ORDEN CRONOLÓGICO )
1.
ANDRÉ SAINT-LU
106. 107.
51, 58. 43.
108.
58.
109.
51.
110.
43.
111.
49.
112.
43.
113.
72.
114.
70.
115. 116.
52.
117. 118. 119. 120. 121. 122. 123. 124. 125. 126. 127. 1Z8. iZ9. 130. 131. 132. 133. 134. 135. 136. 137. 138. 139. 140. 141. 142.
54. 54. 60.
52. 68, 69. 62, 54, 61. 55. 52, 54, 59, 60. 56. 54.
68. 52, 55, 58, 60. 55, 65. 70. 28, 29. 54. 55.
53, 63, 65. 52. 60, 69. 54. 70. 54, 55. 37. 36. 29, 59, 60. 53, 59, 65, 247,
a 255. 143.
60.
144.
55,
78.
145.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
226. 227. 228. 229. 230.
86. 79.
79. 96. 79, 82, 95, 96, 108.
231. 232. 233. 234. 235. 236.
79.
237. 238. 239. 240. 241. 242.
136. 138. 96. 126.
79.
123. 80, 81, 88, 90. 123.
259. 260. 261. 262. 263. 264. 265. 266. 267. 268. 269.
77, 82, 86, 102
126. 14, 15, 21, 23, 24, 25, 34, 35, 36, 43, 44, 50, 51, 62, 64, 66, 67, 119, 122,
99. 125. 126. 96. 127. 100. 120. 138. 120. 77. 90. 77. 121. 87. 121. 80,
283.
87. 120.
96. 87.
101. 87. 101. 122. HBl 149,
150.
20, 24, 35, 37, 43, 45, 77, 78, 80, 81, 82, 86 87, 89, 96, 99, 110, 111, 112,
123, 124, 125, 126, 147, 148, 150.
243. 244. 245. 246. 247. 248. 249. 250. 251. 252. 253. 254. 255. 256. 257. 258.
96.
270. 271. 272. 273. 274. 275. 276. 277. 278.
87,
101.
279. 280. 281.
113, 114, 116, 117, 121, 129, 130, 131, 132, 133, 134, 137, 138, 139, 140, 141, 142, 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 150, 151, 152, 153, 154, 164, 200, 202. 101, 108, 109.
139, 140, 148, 154. 152. 121, 66, 36, 145, 152. 88, 89, 96. 101. 93. 90.
48, 51, 76, 119, 120, 148.
110. 102. 101.
335
336
325.
ANDRÉ SAINT-LU
índice de nombres propios
:
Abraham:
(relación del cataclismo de
1541):
15.
Acosta, José:
Agua
Anónimo
138.
Acajutla:
270.
(volcán de):
Aguilar, Sinforoao:
130, 154, 323.
111,
290.
Antigua Guatemala:
175.
Arévalo Rafael:
22,
53,
62,
65,
Ahitzaa: 26.
85,
86,
Albuquergue: 22.
99,
101,
Alcázar Molina» Cayetano: 169, 328. Aleas, Fray Fermín, O.P.: 165. Almagro, Diego de: 17, 146.
115,
Femando
Altamirano,
y
Altolaguirre 89,
de:
Charles
V,:
31,
Aycinena, Juun Fermín:
25,
26.
89,
57,
68.
61. 62.
108.
288,
143,
144.
285,
284,
135,
9,
José de:
117.
185.
Aycinena, Mariano de:
176.
190.
145,
146.
Azcona, Fray Domingo de:
286,
287,
Aztecas,
147.
67,
121,
141,
171,
178,
Baldecebro:
190.
202,
265,
268,
269.
Bancroft, Hubert H.:
188,
271, 272,
321,
322.
Barahona, Sancho de:
36, 284.
180,
46.
América angrlo-sajona 158. América Central (o Centroamérica) :
168,
176,
187,
195,
191,
196,
197,
América
del Sur:
158,
175,
192,
195,
América española: Ángulo, Pedro de:
8,
(Isagoge):
315.
323.
190,
Bataillon,
192,
Marcel:
161,
324,
203.
Baucells:
60,
118,
Bayle:
Benavente,
Andrés:
139,
140,
148,
Bergaño y
Villegas,
Berlín:
40,
29,
325,
164,
160,
8,
326,
322.
15,
184,
327. 176,
187,
49,
55,
321.
O.P.:
299.
Anónimo
197,
Barrundia, José Francisco:
138,
196.
1Ó4,
192,
189,
200.
152.
Barón Castro, Rodolfo: 185,
'
140.
182,
América:
198,
325.
Avendaño, Diego de: 21, 24,
828.
176.
Aycinena,
88,
109,
161.
16,
20,
288,
Miguel de:
Atlántico:
15,
19,
84.
98,
269.
14,
37.
108,
36,
304.
99,
13,
18.
97,
107,
324,
33.
202,
Asia:
82,
121.
66,
17.
68,
106.
34,
81,
95,
58,
Pedro de:
149,
102,
90,
36,
82, 63.
88,
33,
80,
19,
110, 316.
Alvarado.
79,
Arrevillago, Alfonso de:
Aubrun,
Jorge de:
78,
87,
116,
Asturias, 15,
325.
322,
Alvarado,
117.
Ángel:
Duvale,
19,
326.
328.
176.
160.
163,
271.
238.
Simón:
159, 166.
ANDRA SAINT-LU
340
Pedro
Bethaneourt,
O.F.M.:
de,
Domingo
BétanMOBt
O.P.:
de,
Ignacio:
Catalina II de Rusia:
246.
258.
Bezerra, Clara:
Boerhaave:
228,
16,
2,
160.
Bohemia Briceño, Brixia:
56,
68,
69,
58,
rey y la reina de): 229. Francisco: 93.
59,
61,
106, 202,
96,
70,
60,
Conde de: 317. Bumgartner, Louis E.: 187, 196, 328. Bustamante, Fray Francisco de, O. Bustamante y Guerra, José de: 184,
233,
234,
235.
245,
247,
248,
306,
311.
(actual
San
236,
237,
239,
241,
251,
295,
296,
298,
299.
Cervantes, Miguel de:
136,
50.
287,
51,
Francisco
Clavijero,
Cabrera, Gabriel de: Cakchiqueles
15,
:
36.
186,
181.
102,
18,
Colet:
188. 137,
25,
140,
46.
Colón,
H
27.
:
del
148.
190.
Mt
fr$S
165.
Condillac:
Castillo,
Jacinto,
O.
Contreras
169.
(hijos):
55,
Contreras, Rodrigo:
76.
Copan
149.
Carlos IV:
V: 68, 170, Carranza (familia)
Carlos
207,
217,
239.
38,
261.
Alberto María: Pedro: 263.
Cassaus y Torres, Castellanos:
28,
Ramón:
324.
177,
192.
José Marta:
Castilla:
38,
68,
187.
224, 245, 252.
Castro, José Guillermo: 185.
de,
143.
O.P.:
Hernán: 39,
y
144,
13,
145,
Larraz,
Rica:
14,
146,
168,
Cuba:
190,
27,
283.
Pedro:
122,
318.
77,
107,
149,
150.
196.
115, 27,
21,
16,
Criado de Castilla, Alonso: 108,
Castilla,
58,
Cortés
Costa
58.
297.
239.
192.
Cortés,
117.
:
.g«
(cacique):
Calel
Córdova, Matías
247.
56,
192.
121.
Carrillo,
•*
188.
Cristóbal:
Comitán:
159,
Cárcamo y
Carreño,
S.J.:
160.
Comayagua:
247,
Javier,
60.
Colombia:
143.
Carlos II:
237,
170.
58,
Caracas:
229,
48,
307.
Colección (Juan Bautista) Muñoz:
186.
Campeche:
297,
47,
36,
:
159,
84,
52,
292,
Coatzacoalcos
298.
Caribe:
207, 216,
231,
Cristóbal Las Casas)
Buffon,
P.:
54, 64,
229,
Ciudad Real de Chiapa
Bue80» Alonso: 223.
Cádiz:
52, 63,
(el
160.
185,
171.
170,
160.
Bmnet:
F.M.:
55.
217, 228,
16o.
BosTotá,
149.
Cerdán y Pontero: 164. Cerrato, Alonso López de:
187.
165,
Dexerra, Bartolomé:
Médicis:
Catalina
139.
Beteta,
de
84. 21,
46,
310,
311.
173.
Cueto, Pedro de:
Cueva, Beatriz de
285. la:
22,
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Cueva^ Francisco de
la:
58,
255,
68,
289.
Cuscatlán:
Cuzco:
25,
15,
285.
31,
Chávez, Hernando de: 143. Chevalier, Francisco: 176, 324. 60.
63,
55,
61,
46, 47,
14,
67,
233,
189,
48,
49.
124,
239,
242,
Espíritu
Santo:
Estados
Unidos
175.
294.
Estete.
99.
Europa: Apuilar,
26,
Diaz, Juan:
31,
285.
185.
184.
Bemol:
26. 27, 28.
111,
120,
122.
128.
201.
202. 255. 257.
259,
289.
296.
297.
299.
304,
813,
FrancUeo
(el
29,
60,
53,
107.
78.
66.
800.
823.
Diaz
del
Caatillo,
sralán):
DoindB y VaUe, Drake, Francia: Joaé:
Duraiid,
José: 76.
82,
22.
8,
164,
175,
184,
Enriquez de Guzmán, Enrique: 116 Eacobedo, Francisco de: 113, 116.
50.
14,
61.
4?)
:
189. 22,
17.
16.
68,
179.
49.
80,
318.
príncipe):
294,
Felipe
(el
Felipe
II:
68,
257.
V: Fernández
80,
261.
del
125,
122,
178,
295.
Francisco:
Castillo,
322.
Fernández Lindo, Joaquín: 192. Fernández Rosillo, Jvxin: 85. Fernando El Católico: 257. Fernando Vil: 154, 179, 184, 189, 19*¿. Figueroa, Santos de: 228, 24G. Vicente:
197.
149. ló9,
160.
Francia:
98,
311.
187.
161.
149,
Francos y Monroy, Cayetano de: Fuego (volcán de): 131. Fuente, Luis de la:
50,
166.
294.
Fuentes y Guzmán, Francisco Antonio
15.
(libro
Antonio María:
Fonseca (puerto): Foronda, Ignacio:
196.
España:
161,
Floyd, Troy S.: 176, 327.
Antonio: 102. Salvador (pafs): 25,
Eadraa
160,
271.
270,
Flores. Jos't Felipe:
151.
325.
E chévere,
Escuintla:
268,
Flandes:
165.
Narciso:
31.
149,
132,
Filísola,
257.
315,
307.
Martín de:
Felipe
21.
Castillo,
311,
América:
de
Farnesio, Isabel:
13,
303,
27.
Estero del Salto:
Fabié,
Delgado, José Matia»:
Díaz del
122,
97.
Pedrariae:
Dávila,
Ei-neato:
327.
325.
176,
Chontales:
301,
196.
165.
Chinchilla
294,
160.
293,
China:
El
321.
159,
92,
76,
236,
289,
Española, La: 46, 225. Eaparragosa y Gallardo,
51.
Chiapa, Chiapas:
287,
318,
341
69.
81,
24. 82,
77.
de:
20, 24,
35,
37,
43,
44,
45,
78,
79.
80.
81.
82,
86,
87,
96, 99.
32.
41,
83,
98.
110,
121,
129,
130,
133,
134,
136.
111.
112,
113,
114,
116,
100,
102,
103,
112.
114,
119,
121,
117,
122.
124.
130,
132.
141.
152.
165,
137,
138,
140,
141,
143,
144,
145,
167,
175,
180,
189.
220.
239,
270,
146.
148,
149,
150,
151,
152,
153.
ANDRÉ SAINT-LU
342
Guatemala
823.
315,
202,
200,
164,
154.
Thomaa:
118. 119, 313.
Gainza, Gabina:
191,
188,
Gálvex, Matías de:
(Ciudad:
Caballeros
Funes, Gregorio: 190, 321. G
}\j'ix^:.Aj:
192,
197.
temala
de
la
18,
20,
22,
19,
35,
los
:
23, 25.
29,
42.
39,
37.
36,
Santiago de
Guatemala y GuaAsunción) 8, 16,
de
33,
45,
44.
34,
50,
52,
53,
54,
62,
63.
64. 65. 70,
75.
Garca, Martin de la: 238. Garci-Aguirre, Pedro: 177.
77.
78.
79,
80,
81.
83,
86,
87,
89,
95,
98,
101,
Garda, Alonso:
102,
106.
108.
109,
110.
111.
115.
116,
119,
124,
130.
143,
147,
148.
175,
181,
185,
207,
215,
216,
228,
318.
83,
51,
294.
58,
García de Paredes, Diego: 238. García Peláez, Francisco de Paula: 101,
322.
102,
91.
93.
94.
85,
84,
239,
246.
247,
258,
261,
262,
283,
284,
285,
286,
287. 288.
289,
290.
Gasea, Pedro de la: 56.
291,
292,
293,
295,
296,
297.
298.
Gavarrete, Juan:
299,
300,
301,
302,
303.
304.
305.
306,
307,
308,
309,
310,
311,
312,
313,
814,
315,
316,
317,
318.
88,
93,
García Redondo, A^itonio:
Genet:
165.
159,
322.
111,
160.
Gerbi Antonello:
200,
161,
327.
Giménez Fernández, Manuel: Juan: Godoy, Manuel:
Godinez,
Golfo Dulce:
Gomara,
82,
Guatemala
43.
(País)
8,
13,
14.
16,
18.
21,
22,
24,
25,
26,
31.
32,
21.
33.
34,
36,
37,
42,
44,
48,
51.
55.
170.
57.
Girón, Francisco:
216, 299.
54,
306.
117,
Francisco
López
87.
de:
133,
299.
Gomera, Conde de la: 88, 124, 125. Carrillo, Agustín: 79, 80, 84,
88,
75,
67,
58,
89,
6,
:
90.
7,
76,
91.
84,
83,
94. 96.
86.
98. 99.
100.
101.
102.
103.
105,
107,
114,
118,
119,
120,
121,
124,
129,
130,
131,
134,
136,
138,
139.
140.
142,
143,
144,
145.
146,
147,
149,
150.
152,
153,
154.
156,
158,
159,
160,
161.
164,
165.
167.
172.
176.
177.
González Batres, Juan Joseph: 262. González de Huelva, Juan: 148.
178,
179.
181,
183,
185.
186,
190,
191.
192.
196.
199.
200,
202.
203,
An-
230,
234,
236,
255,
269,
270,
286,
292,
293,
296.
297.
298.
300,
302.
303,
304,
305.
306,
312,
313.
314,
315,
316,
317.
321,
322.
242,
293.
Gómez 90,
322.
102,
Gómez de Abaunza: González,
González
Mollinedo
tonio:
164,
221,
a Dios: 222,
Granada Granados: Grijalva,
115.
Saravia,
y
181.
N ajera,
González Gracias
Antonio:
308.
Pedro: 37,
19,
225,
143. 48,
51,
58,
294, 298.
(Nicaragua)
:
Guayaquil: Guerra,
187.
Juan
Guadalajara
Guanagazapa
de:
:
142.
Baltasar:
Al,
63,
Guerra de Madrid, Juan: 22 S.
27.
(México)
101.
Guazacapán:
185.
Guerrero, Vicente:
263.
(Juanagazapa)
:
28.
Guinea:
211.
188.
.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Guiérrez de Loa Amparoe, Antonio: 263.
Guzmán, Martín Habana, La: Haller:
de:
101,
216.
Jiménez: 263. Jiménez, Hernán:
102. 165.
316. 817.
Kenyon, Gordon:
^
/
200,
154,
196,
320.
327.
197,
Lacandones: 26, 76, 97. Ladrada, Rodrigo, O.P.: 40, 291. Lamadrid, Lázaro, O.F.M.: 119, 120, 323.
.
Landívar, Rafael, S.J.: 129, 134, 135, 153,
136,
Herrera
(oidor) 295,
294,
227,
60,
44,
:
240,
La
296.
Plata:
Larrave, Mariano:
Hoffmann:
LarrazábaX,
Honduras:
Honduras
312.
293. 305,
de):
(Golfo
Horacio: 189, 321. HoudaiUe, Jacquca:
85,
82.
97,
308.
234,
192,
175,
100,
83. 85.
17. 22, 26, 81, 37,
187,
169.
158.
170,
Las
187.
Antonio de: 181. Casas, Bartolomé de, O.P.:
6,
48,
21, 26,
29,
40,
44,
45, 46, 47,
49,
50,
61,
53,
55,
60,
84,
86.
93.
94,
95,
125,
138.
139.
61,
63,
83,
140,
201,
202,
239,
240,
242,
249,
288,
291,
292,
293.
294,
298,
300.
León
326.
160,
326.
8.
Hidalgo y Coatüla, Miguel: 183. 171.
159,
86,
325.
199.
169,
165,
318.
269,
John Tate:
Lanning,
27.
146,
'
160.
Hanke, Lewis: 40, 43, 324. 825. Hennus: 160. Hermano Pedro (véase Bethancourt, Pedro de) HermoBÜUi: 98. Hernández de Córdoba, Francisco:
248,
••
289.
Domingo:
Juarros,
343
(Nicaragua)
184.
:
Humholdt, Alejandro: 174.
Liendo y Goicoechea, José Antonio:
Iharra:
187.
Lima:
Iglesia,
Ramón:
159,
(Plan de):
Iguala: Incas:
169,
823.
29,
Limery: López:
196.
188,
17.
Indias: 141,
24,
34,
149.
150,
127,
102, 165,
200,
131,
132,
296,
299,
Isabel
La
Isabel
I
171.
Católica:
267.
de Inglaterra:
149.
Iturbide,
Agitetin:
196.
Iximché:
15,
Iztapa:
23.
305.
JacQuier:
160.
188,
149,
319. 165,
160,
166,
167,
261. 160.
187.
176,
de
Alonso
Cervato,
(véase:
Cervato)
López de Gomara, Francisco (véase: Gomara). López de Villalobos, Raúl: 24.
817. Inprlaterra:
López
169,
168,
165, 85,
López, Francisco: 320.
246,
255,
32,
58,
216,
228,
295.
López, Gregorio:
22,
223.
López, Juan: 228, 246. López, Tomás: 54, 60, 235, 236, 245. 252,
298.
ANDRÉ SAINT-LU
344
Loureda, Ignacio:
Luque Alcaide,
159,
160,
162,
170.
171,
177,
319.
168,
166,
166,
Menéndez y Pelayo, Marcelino:
129.
Elisa:
(Yucatán)
Mérida.
Mesa,
827.
68,
227,
82,
324.
318.
102,
María Angelo, O.P.: Mariana de Austria: Marmontel: 169.
312.
127,
49,
50,
51,
70,
71,
85,
86,
54,
6G,
67,
68,
36,
69,
105,
116,
149, 201,
286,
287.
288,
289,
290,
291,
293,
294,
295,
296,
297,
298.
299,
300,
301,
302.
Martínez Duran, Carloe: 166, 325. Martínez Peláez, Severo: 176. Masaya: 185. José:
1S6,
191,
324,
325.
Medina del Campo: 257. Meneos Franco, Agustín: 111, 322. Méndez de Sotomayor, Hernán: 84, 43,
216.
286,
41,
43,
165,
167,
183,
184.
188,
191,
192,
196,
199,
258,
285,
288,
José:
322.
97,
96,
216.
256,
17, 24,
290.
136. 80,
78,
77,
Moisés:
145.
Molina:
91,
88.
115,
101,
100,
92,
117.
187.
33,
136.
Molina, Pedro:
188,
Momostenango:
133.
190,
192.
258.
Montejo, Francisco de: 44. MontesQuieu, Charles Louis: 169, 265. Montúfar y Coronado, Manuel: 187. Morales, Francisco de: 251. Francisco, O.P.: 120.
Morcillo,
y Pavón, José María:
36,
183.
Mundo Antiguo: 151, 161. Muro Orejón, Antonio: 40. Myra:
N ajera N ajera
127,
312.
(familia)
176.
N ajera).
González
(véase:
Navas y Quevedo, Fray Andrés de las:
122,
315.
Nazahualcoyoti: 83,
188.
Mendoza, Antanio de:
88,
158,
Nicaragua:
2S0.
Mendieta, Salvador:
33,
149,
Morelos
176.
Gavidia,
86.
Monpós: 165. Mont: 176.
202,
Marticorena:
32,
85,
146,
Mondéjar:
149.
Marroquin, Bartolomé: 228, 246. Marroquín, Francisco: 21, 25, 44,
25,
322.
98.
98,
17,
40,
82,
68,
Miranda, Juan de:
del Norte:
37,
62.
145.
93, 95,
307.
24.
17,
15,
50,
308.
130.
120,
Milla,
165.
de] Sur:
Mata
14.
43,
Meztanza, Juan de: 124.
'Manzano Manzano, Juan:
Mar Mar
49,
295.
43,
MaUén de Rueda, Pedro: Manila:
37,
294.
Maidonado de Paz, Juan: Malinas:
48,
44,
33,
293,
245,
326.
8,
117,
109.
de las):
(valle
México: de:
165.
:
Francisco de:
Mesas Mably: 169. Madariaga, Salvador Madrid: 102, 192. Malacatán: 142. Maidonado, Alonso:
135*
322.
85,
234,
239,
Noilei:
160.
162. 31,
20, 94,
32,
175,
242,
245,
41,
184.
293,
55,
185,
296.
56,
224,
'
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Nombre de
Dios:
98,
99,
234,
801,
803.
Nueva España: 44,
46.
183,
92,
188,
13,
8,
26, 27, 38, 41,
94,
102,
118,
127,
176,
220,
225,
240,
244.
284.
Nueva Galicia: 17. Nueva Granada: 165, 188. Nuevo Mundo: 75, 130, 138, 158,
Oaxaca:
Blanco:
Vela,
124,
150,
41.
Olivero»,
Omoa:
263.
Orduña,
Francisco
de:
324.
136,
32,
33,
53.
Orftz,
Baltasar
de:
Gonzalo:
98,
99,
Pacífico:
17,
(familia):
Padilla.
Diego 65,
117.
Juan López
98,
234.
de: 283. 242,
241,
261,
Pardo, José Joaquín:
35.
37,
Pardo de Figueroa, Pedro: Parma, Duque»a de: 149. 271, 272,
Cornelias de:
Pedrarias
42,
217,
220,
225,
210,
241,
SOS,
311,
314,
315,
135,
323.
Picón Salas, Mariano: Pineda: 269.
(ver
176.
Pipües:
137.
Piqaer:
160.
^^>-
'SI
MI
17,
146.
Francisco :
,
Pizarro,
Gonzalo:
Platón:
265.
Pluche:
160.
Perera,
Juan
de:
'
,U 3i 124.
143.
235,
22,
61,
82,
301.
Quichés: 15, 140. Quintana, Gil: 47, 50. Quiroga, Agustín: 263. Quiroga, Vasco de: 72.
49.
165.
17,
Alejandro:
165,
159,
Ramírez Cabanas, Joaquín: 161, 163,
Juan,
Ramírez,
309,
185,
Remesal,
44,
52,
60,
244,
248.
Adrián: Antonio
15,
325.
24, 25,
34,
21,
23.
50,
51,
123,
83,
311.
227, 234,
226,
Recinoa, 183,
O.P.:
310,
Ramírez, Pedro: Pedraria»).
-
189.
Ramírez,
85.
255.
Dávüa,
186. 152.
,í^t'
41.
Ponce de León, Luis:
126,
Pedro 1 de Rusia: 170. Peinado, José María: 181, Pelayo:
S,
66.
318.
Paz, Antonio de:
144,
301,
Quito:
803.
Pauw (Paw)
102,
Ió2.
117.
de:
61,
100,
Quejada (Quexada): 236, 240, Quezaltenango: 15, 142.
Padüla
Panamá:
286.
76.
Palacio» Rubio»,
42,
158,
Puerto de Caballos: 238,
326.
47,
258, 287,
Pradt:
136.
68.
Ovaüe, Gonzalo de: 68, Oviedo y Ba'^», Juan:
268.
146,
91,
Portocarrero, Pedro:
268.
Orena,
81,
Pizarro
818.
Orduña:
55,
Pinol:
177.
Alon»o de: 43. Olwer, Luis Nicolás de:
Pérez Dardón, Juan: 216. Pérez de Tudela, Juan: 40, Perú: 8, 17, 20, 24, 25, 41,
316.
161.
Núñez de
345
62,
124,
64,
125,
de,
66,
126,
O.P. 35,
3(
67,
127.
225,
ANDRÉ SAINT-LU
346
San
322.
312,
202.
Antonio:
Robles,
Rodríguez Cabal, Juan: 21, 328. Rodríguez Cabrülo, Juan: 25, 290. Rodríguez del Valle, Mariana: 82, 827.
RogeU Juan:
44,
Roma:
Rusia:
201,
127,
125.
323.
Felipe:
Corral,
del
124,
186,
Santa Ana:
185.
122,
311,
123,
312.
Santo Domingo:
San Vicente:
54,
60,
286,
67,
326,
Saint-Lu, André: 76.
97.
118,
36, 43,
S.
68,
105,
328,
329.
26,
40,
148,
192,
111,
Salmanaear:
47,
49,
327,
60,
328,
A.:
176,
322.
Sonsonate:
67,
139.
287.
Sandoval, Tello de:
145.
Tabeado: 176. Tecpanguatemala:
137.
(Publio)
Terencio
265.
:
Tierra de guerra: 45, 48. Tierra firme:
de,
37,
222.
O.F.M.:
13S,
311.
Torre,
Tomás de
la,
nardo: de:
O.P.:
50,
292.
164.
Trujillo
(Honduras):
Tuxtla:
190.
Tzutuiles: (véa-
15,
188.
140.
Urrutia y Montoya, Carlos: 186, 188.
Puerto de Caballos). 19,
225.
26,
13,
145.
:
319.
San Miguel: 18, 92, 185. San Pedro de Puerto Caballos se:
Tabasco:
Totonicapán: 11, 133. Tournely: 160. Trajano (emperador) 261, Troncoso Martínez del Rincón, Ber-
41.
San Felipe: 82. San José Muro, Fray Antonio
San Pedro Sula:
138,
319.
Torquemada, Juan
Sánchez de Huelva, Juan: 148. Sandé, Francisco: 116, 307, 308.
171,
de:
185.
111,
172,
Tlatelolco:
San Bartolomé: 140. San Cristóbal de los Llanos de Chiapa:
Juan
Per eirá,
111,
329.
Ramón
328.
198,
16.
44, 45, 49,
Salamanca: 118, 124. Salamanca, Diego de: 54, 297. Salazar, Antonio de: 216, 228, 246. Salazar,
15,
313.
Suecia: 122,
185.
52.
Sáenz de Santa María, Carmelo, 21, 28, 29,
175, 218.
163.
100,
Solórzano
51,
46, 82, 85,
251.
Smith, Roberto S.:
28,
120,
292.
los Caballeros de Guatemala (ver: Guatemala, Ciudad). Santiago de Cuba: 165.
Sevilla:
170.
Sacatepéquez:
92,
291,
43,
230,
de
Santiago
Soconusco:
J.:
222,
Santo Mathia, Juan de: 114. Santo Tomás: 82, 123, 140, 318.
120. 174,
31,
18,
185,
230,
Rosenblat, Ángel:
Ruiz
226,
217,
60,
50,
295.
248,
234,
Salvador:
184,
187.
Utatlán:
15,
16,
142.
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Valdéa.
Octaviarlo:
134,
129,
Valdivieso, Antonio:
49,
55,
Zamaüoa, Joseph de:
154.
296,
56,
297. 38.
118.
40,
161,
Valle, José Cecüio del: 187, 192, 196,
200. 123,
124.
Varga»
ligarte,
Rubén:
Rivadeneyra:
Vázquez,
152,
326.
238.
Vázquez, Francisco, O.F.M.: 815,
152,
146,
121,
GarciUuo
de
36,
Inca):
(El
la
66,
323.
322,
148.
Velázquez, Diego:
Vélex
Venezuela:
148.
188.
Veracnix:
166.
Verdevoye, Paul: Villacorta
9.
C, José Antonio:
88.
84,
97,
177.
191,
19.
16,
(familia):
62,
87. 68,
86.
180.
179.
75,
184,
181,
82,
84. 90.
185,
828.
Villalobos:
240.
Pedro:
Villalohoa,
VilíoZpatMlo,
268. 804.
Bemardino de: Jaeobo
Viüaurrutia,
de:
166,
168,
169.
175,
177.
181.
184,
186.
191.
328.
Virgüio:
134.
Voltaire:
169.
Wooduard, Ralph Les: Xenócrates:
119,
Yucatán:
116. 162.
169.
180.
179.
182. 828.
266.
Ximénez, Francisco, O. P.: 76.
25,
121,
120,
16,
44,
Yxquintepeque:
139,
225, 252.
111,
145.
48, 60, 61,
148,
316.
44, 52, 54, 93. 97
324.
Zebadúa: 187. 76.
Zepeda Nájera: 261. Zumárraga, Juan de, 72.
Váaquez, de Coronado: 106, 255, 301.
Vega,
323,
Zendales:
Valle Marroquxn, Francisco del:
262.
27.
Zavala, Silvio: 39
Valladolid:
120,
Zapotecas:
347
O.F.M.
41,
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índice
general
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r/ii.
Prólogo a la edición en castellano Prólogo a la edición francesa
5 7
Primera Parle
LA CONQUISTA Y LAS PRIMICIAS DEL ESPÍRITU CRIOLLO Capitulo
Primero.
Espirilu
de
conquista
y
espíritu
colonial
13
La conquista de Guatemala: Una empresa prometedora Alvarado o el aventurero ^ El otro Alvarado: el fundador
La
instalación colonial
Bernal Díaz del Castillo o el conquistador que se transforma en colono Capitulo Segundo.
31
La voluntad de estar en su tierra Las reivindicaciones coloniales La crisis de las Leyes Nuevas Los colonos contra Las Casas Prolongaciones críticas: Cerrato, Presidente controvertido
miento
26
Formas defensivas y reivindicativss
de un espíritu de posesión
^
Capitulo Tercero.
14 15 18 23
31 32 39 45
52
Primeras Manifestaciones del senti-
criollo
57
Oposición a los recién llegados El apego al país conquistado Marroquín, obispo fundador
57 61 68
ANDRÉ SAINT-LU
352
Segunda Parie
LA ESTABILIZACIÓN DEL RÉGIMEN Y LA AFIRMACIÓN DE LA CONCIENCIA CRIOLLA Capilulo Primero.
Persislencia de las reivindicaciones
coloniales
75
Estabilidad e insatisfacción La administración municipal Protección del territorio La iglesia y la sociedad colonial Necesidades educativas y culturales Reivindicaciones fiscales
75 77 81 83
Problemas económicos Capitulo Segundo.
85 87 92
i
Defensa de
la calidad del criollo
Los beneméritos Defensa de las prioridades Profesión de fe criolla de Fuentes y
....
Guzmán
Rivalidades entre criollos y peninsulares El criollismo agresivo de Ruiz del Corral
Capitulo Tercero.
Ilustración del
mundo guatemalteco
Exaltación de Guatemala
La Recordación Florida de Fuentes y Guzmán La Rusticatio Mexicana de Landívar Apología de las civilizaciones indígenas Epopeya de la conquista Glorificación del pasado colonial Elogio de la Capital
105
105 106 114 115 123 129 120 130 134 136 141 146 150
Tercera Parte
"CRIOLLISMO" Y EMANCIPACIÓN Capítulo Primero. ricano
Luces europeas y sentimiento ame157
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA
Aparición de las
La
élite
**luces"
esclarecida guatemalteca
Progresismo cultural, económico y social Preocupaciones politicsis Capitulo Segundo.
Espíritu criollo
y
i58 1d8 167 169
espíritu de inde-
pendencia
173
Sociología del criollismo
guatemalteco
Antagonismos de grupos Primeras manifestaciones autonomistas Avance de la tendencia emancipadora Una independencia tardía Capítulo Tercero.
353
173 17o 181 186 192
Hipotecas coloniales y futuro na-
cional
Una titubeante carrera El peso del pasado El patrimonio criollo
195
nacional
198 198 200
Conclusión
201
Apéndice documental
205
I.
II.
III.
El Cabildo de Santiago de Guatemala al Emperador Carlos Quinto (1-VIIM549) El Cabildo de Santiago de Guatemala al Emperador Carlos Quinto (24-1-1550) El Cabildo de Ciudad Real de Chiapas, al Rey y la
IV.
V. VI.
Reina de Bohemia
El Cabildo de Santiago de Guatemala al Elmperador Carlos Quinto (l-VI-1550) El Cabildo de la Ciudad de Santiago de Guatemala al Emperador Carlos Quinto (12-III-1552) Eernal Díaz del Castillo al Rey Felipe II (l-II1575)
VII. VIII.
El Cabildo de la Ciudad de Santiago de Guatemala al Rev Felioe v (11-11-1735) Carta al editor de la Gaceta de Guatemala (3IV-1797)
207 217
229 239
247 257 261
265
354
IX.
ANDRÉ SAINT-LU
Extracto de un artículo de la Gaceta de Guatemala (8-V-1797)
Catálogo Documental y Bibligráfico (orden cronológico) Abreviaturas (Referencias) Catálogo índice Documental y Bibliográfico índice de nombres propios índice General
192
271
273 275 281 331 337 349
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O
.ÍJ
CONDICIÓN COLONIAL Y CONCIENCIA CRIOLLA EN GUATEMALA (1524-1821) por André Saint-Lu, Volumen
5
de
la
Colec-
ción Realidad Nuestra. Editado con autoriza-i
ción expresa del autor y traducido por Plerrette el
de Villagrán.
Se terminó de imprimir
día veintiocho de abril de mil novecientos
setenta y ocho, en los Talleres de la Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlog
de Guatemala.
o
id 9ÍJ
Es este un libro moderno y penetrante sobre la historia colonial de Guatemala. En esquema apretado e introductorio se define y documenta el origen y evolución de la conciencia criolla, partiendo desde la conquista misma y la crisis de las leyes nuevas durante la presidencia de López de Cerrato. llegar
La parte más novedosa del
inicios
a
descontento
trazar
sentimiento
de
la
entre
forma como
separatismo
principios del siglo
se refiere
los
y
se
criollos,
a los
para
convierte en
nacionalismo
a
XIX.
El autor, gran hispanista francés, ha sido profesor
Universidad de Poitiers (1959-69) y de la la fecha), donde es miembro de la sección de Estudios Ibéricos del Institut d'Etudes Hispaniques. Es un especialista lascasiano. Sobre este tema ha publicado numerosos artículos y un libro en colaboración con Marcel Bataillon: Las Casas et la Défense des Indiens (París: Julliard, 1971), recientemente traducido al español (Barcelona: Ediciones Ariel, 1976).
de
la
Sorbona (1969 a
Sin duda, sus obras más importantes se refieren a Guatemala: La Vera Paz, Esprit Evangélique et Colonisation (Paris: Centre de Recherches Hispaniques, 1968), en que meticulosamente estudia la llamada ''conquista pacifica'' de esa región, y el que ahora se publica, editado originalmente en 1970. El conocimiento en Guatemala de este libro, por medio de la presente traducción, representará, sin duda, un gran aporte a la
COLECCIÓN REALIDAD NUESTRA
historiografía guatemalteca.