APUNTES RESUMEN MALESTAR EN LA CULTURA 11
1 - Freud Freud tiende a comprender a las religiones como una ilusión. - Pero ero habr habría ía una una fuen fuente te orig origin inar aria ia de la relig eligio iosi sida dad. d. Esta Esta tend tendrí ría a su orig origen en en un sentimiento particular, una cierta sensación de eternidad, como de algo sin limites, oceánico en nuestro siquismo. - Se trataría de una experiencia esencialmente subeti!a que no implica inmortalidad del alma, esta energía es captada por las di!ersas iglesias " sistemas religiosos, las cuales encau#an encau#an tal sentimiento sentimiento hacia intereses intereses particular particulares. es. Se trataría trataría de un sentimient sentimiento o de indisoluble comunión, de inseparable pertenencia a la totalidad del mundo exterior. $na cierta comunidad entre lo interior " exterior. exterior. - %a idea de que el hombre podría intuir su relación con el mundo exterior a tra!&s de un sentimiento directo, parece extra'a e incongruente con la estructura de nuestro psiquismo maduro, por tanto será lícito intentar una explicación psicoanalítica (gen&tica).
ACERCA DE UN YO SOLIDO - %a in!est in!estiga igació ción n psico psicoana analít lític ica a que habla de la relac relación ión entre entre el "o " el ello, ello, nos ha ense'ado que esa apariencia es enga'osa, es decir aquella de un "o sólido " *rme. Pues el "o se contin+a hacia adentro, sin límites precisos con una entidad psíquica inconsciente que denominamos ello a la cual le sir!e de fachada. - Por lo menos hacia el exterior el "o parece mantener sus limites claros " precisos. - Esto lo pierde en un estado extraordinario extraordinario pero no patológico,en el enamoramiento. - Freud deduce que el sentido "oico adulto no puede haber sido el mismo desde el principio, sino que debe haber sufrido una e!olución. Por Por e. El lactan lactante te no discie discierne rne su "o del mundo mundo exter exterior ior como como fuente fuente de sensac sensacion iones. es. lguna lgunas s de las fuente fuentes s de excit excitac ación ión,, son propi propias, as, otras otras se les sustra sustraen, en,(e (eem. em. el seno materno). .- on esto comien#a por opon&rsele al "o un obeto, un afuera para cu"a aparición es menester una acción particular. particular. /.- 0ambi&n para que el "o acepte 1un fuera1, un mundo exterior, lo dan las frecuentes e ine!itables sensaciones de dolor, las cuales el principio del placer pretende e!itar. e!itar. - Surge así la tendencia a disociar del "o cuanto pueda con!ertirse en fuente de displacer, a expulsarlo de sí, a formar un "o puramente hedónico, enfrentando con un no-"o aeno " amena#ante. - Pero el ser humano aprende a dominar un procedimiento que mediante la orientación intencionada de los sentidos le permite discernir lo interior ("o) de lo exterior (mundo). - 2ando con esto el primer paso hacia la entroni#acion del principio de realidad el cual domina toda la e!olución posterior. Esto le sir!e a propósito de eludir las sensaciones displacenteras amena#antes. - 3 sea, originalmente el "o lo inclu"e todo, luego desprende de si un mundo externo. - Por tant tanto, o, nues nuestr tro o actu actual al sent sentid ido o "oic "oico o no es más más que que el resi residu duo o atro atro*a *ado do de un sentimiento mas amplio, de en!ergadura uni!ersal, que corresponde corresponde a una !isión mas íntima entre el "o " el mundo circundante. - Si cabe cabe acep acepta tarr que que este este sent sentid ido o "oic "oico o prim primar ario io subsi subsist ste e en la !ida !ida aním anímic ica, a, debe debe considerár considerársele sele como una contraposi contraposición ción del sentimiento sentimiento "oico adulto adulto cu"os cu"os límites límites son restringidos. - Pero es posible admitir la sobre!i!encia de lo ulterior que desde &l se ha desarrollado. 4 on esto se toca el problema de la conser!ación en lo psiquico 4 Freud Freud se inclina porque en la !ida psíquica nada de lo una !e# formado puede desaparecer desaparecer amás. amás. 4 0odo odo se conse conser!a r!a " puede puede !ol!er !ol!er a surgir surgir en circun circunsta stanci ncias as fa!ora fa!orable bles s median mediante te una regresión regresión su*cientemente profunda. 4 Por tanto, ese sentimiento oceánico, Freud Freud lo reduce a una fase temprana del sentido "oico. 4 %a necesidad religiosa se deri!a del desamparo infantil " de la nostalgia por el padre que aquello suscita.
4 2e ese modo, Freud se imagina el sentimiento oceánico, el cual se relacionaría posteriormente con la religión. 4 Pues ese ser-uno-con-el-todo, implícito nos seduce como una primera tentati!a de consolación religiosa, como otro camino para refutar al peligro que el "o reconoce amena#ante en el mundo exterior.
2 El hombre com+n se representa la pro!idencia bao la forma de un padre grandiosamente exaltado. - Para Freud la !ida tal como nos ha sido impuesta nos depara sufrimientos, decepciones. Para soportarla no podemos pasarnos sin leniti!os, sin muletas. 4 5a" distracciones, satisfacciones sustituti!as " narcóticos que nos tornan insensibles. - 6o es fácil ubicar a la religión en lo que le corresponde. %a religión responde a la *nalidad de la !ida, al sentido. - Pero, 7qu& esperan los hombres de la !ida8. Esperan ser felices, es decir e!itar el displacer " experimentar sensaciones placenteras. 4 Por tanto quien *a el obeti!o *nal !ital es el principio del placer, el cual rige al aparato psíquico desde su mismo origen. 4 hora bien tal programa no es reali#able, pues todo el uni!erso se le opone. - 9ás a+n el plan de la creación no inclu"e el propósito de que el hombre sea feli#. 4 Esto porque la felicidad surge como fenómeno episódico. - 6uestra disposición psíquica no nos permite go#ar sino en contraste. En cambio nos es más fácil experimentar la desgracia. : El sufrimiento amena#a por tres lados; - 2esde el propio cuerpo condenado a la decadencia. - 2esde el mundo externo. - < las relaciones con otros seres humanos. Este se considera una adición un tanto gratuita. = >ao tales posibilidades de sufrimiento el hombre rebaa sus pretensiones de felicidad - El principio del placer se transforma por in?uencia del mundo exterior en el modesto principio de realidad. 4 Por +ltimo se buscan entonces m&todos que persiguen la e!itación del sufrimiento. a.- @n?uir el mundo b.- Pre!enti!os de sufrimiento que tratan de in?uir sobre nuestro propio organismo. 4 @ntoxicarse Pero en nuestro propio quimismo deben existir sustancias que producen efectos análogos. Por e. en la manía = En general lo que se busca es una independencia del mundo exterior. 4 0ambi&n el "oga AAAB aniquila instintos. 4 9oderación de !ida instinti!a bao gobierno de instancias psíquicas superiores, esto protege del sufrimiento. 4 0ambi&n despla#amiento de libido por sublimación de instintos. E. la creación del artista o del in!estigador - Pero su intensidad es le!e respecto de instintos groseros. esto es despla#ar al trabao la libido, lo cual es menospreciado por los seres humanos. - Ermita'o - cambio re!olucionario- religiones. - El arte de !i!ir tambi&n persigue la independencia del destino. Se despla#a la libido sin apartarse del mundo externo, sino aferrándose a los obetos hallando felicidad en la !inculación afecti!a con estos. - Esta es la orientación de la !ida que hace del amor el centro de todas las cosas.
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- 6o obstante el punto d&bil es e!idente, pues con este camino nos hallamos como nunca a merced del sufrimiento; Somos infelices cuando el obeto amado es perdido. 4 3tro modo es el goce de la belle#a - %a fuga a la neurosis o psicosis - Pero el designio que impone el principio del placer es irreali#able. Cecomendación; no hacer depender satisfacción de una exclusi!a tendencia.
3 - Por qué al hombre le reul!a "#$%l er $el#'( 3 $ue)!e "e u$r#m#e)!o* a.- Supremacía de natura. b.- aducidad de nuestro cuerpo. c.- @nsu*ciencia para regular nuestras relaciones humanas, en familia, estado " sociedad. - Cespecto de esto es difícil comprender por qu& las instituciones que nosotros hemos creado no representan más bien protección " bienestar para todos. cla!e; l parecer podemos sospechar que en esto podría ocultarse una porción de nuestro propio psiquismo. - partir de esto nuestra cultura lle!aría parte de la culpa de las miserias que sufrimos " seríamos más felices si la abandonásemos " retornáramos a formas de !ida primiti!a. cla!e; 6o obstante todos los recursos con los cuales intentamos defendernos contra los sufrimientos amena#antes, estos proceden de la misma cultura; Freud, entonces, indaga esta extra'a hostilidad contra la cultura de tantos hombres. .- En el triunfo del cristianismo sobre las religiones paganas "a debe haber inter!enido el factor anticultural, teniendo en cuenta la depreciación de la !ida implícita en la doctrina cristiana. /.- 0ambi&n los !iaes de exploración. D.- 0ambi&n se desprecia la cultura pues se ha aprendido el mecanismo de las neurosis. 4 El hombre cae en la neurosis pues no soporta el grado de frustración que le impone la sociedad en aras de sus ideales de cultura. 4 Se deduce de esto que sería posible reconquistar la felicidad eliminando las experiencias culturales. 4 Por otro lado los progresos cientí*cos no ha ele!ado la satisfacción placentera. 4 >ienes culturales. - 0ambi&n es un rasgo cultural la forma en que son reguladas las relaciones de los hombres entre si. - %a sustitución del poderío indi!idual por el de la comunidad representa el paso decisi!o hacia la cultura. - lo esencial en esto reside en que los miembros de la comunidad restringen sus satisfacciones, mientras que el indi!iduo aislado no reconocía semeantes restricciones. = Por tanto un requisito cultural es el de la seguridad del orden urídico - que este no será !iolado en fa!or de un indi!iduo- El resultado es el restablecimiento de un derecho al que todos contribu"en con el sacri*cio de sus instintos. - %os instintos son consumidos de modo que en su lugar aparecen los rasgos del carácter. E; el erotismo anal---B orden " limpie#a. - 6o proporciona placer, pero es parte de la e!olución libidinal del indi!iduo.
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/- 3tros instintos son obligados a 1despla#ar las condiciones de su satisfacción1, a perseguirla por distintos caminos, esto es la sublimación, lo cual es un destino instintual impuesto por la cultura. D- %a cultura reposa sobre la renuncia de las satisfacciones instintuales; hora como se puede sustraer un instinto a su satisfacción8, esto es peligroso, pues si no se compensa tal defraudación habrá que atenerse a gra!es trastornos. - %a pregunta que procede es; 7 qu& factores debe su origen la e!olución de la cultura8
+ - El hombre ,r#m#!#o "e&ubre que ,o"%a me.orar u "e!#)o ,or me"#o "el !raba.o/ e) aquél e)!o)&e/ )o ,u"o &o)#"erar &o) #)"#$ere)a el he&ho "e que el ,r0.#mo !raba.ar &o) él o &o)!ra él( - Entonces emerge el hábito de constituir familias, lo que e!oluciona desde pareas ocasionales, a la conser!ación de los obetos sexuales, a la hembra. - Esto corresponde a la fase tot&mica de la cultura; se basa en las restricciones que hubo de imponerse para consolidar este nue!o sistema. Esto porque los hios al triunfar sobre el padre, descubrieron que una asociación puede ser más poderosa que el indi!iduo aislado. 4 Entonces la !ida de los hombres adquirió un doble fundamento; a) la obligación del trabao impuesta por necesidades exteriores b) el poderío del amor, que impedía al hombre prescindir de su obeto sexual, la muer.
- De e!e mo"o Ero A)a)é e &o)#r!#ero) e) lo héroe "e la &ul!ura( - Pero, si se re!isa uno de los fundamentos de la cultura; el amor sexual, pero este camino conduce a una peligrosa dependencia frente al mundo exterior, exponi&ndose a sufrimientos. - racias a su constitución una minoría logra hallar la felicidad por la !ía del amor. Para esto, debe someter la función erótica a modi*caciones psíquicas, es decir se independi#an del consentimiento del obeto, despla#ando a la propia 1acción de amar1 el acento que primiti!amente reposaba en la experiencia de ser amado. - 2e este modo se e!itan las peripecias " defraudaciones del amor genital, des!iándolo de su *n sexual, transformando el instinto en un impulso coartado en su *n. - E!e #m,ulo amoroo que #)!#!u0 la $am#l#a/ #4ue e.ere)"o u #)5ue)a e) la &ul!ura( a6 !a)!o e) u $orma ,r#m#!#a/ #) re)u)a a la a!#$a&) e7ual "#re&!a o ba.o u !ra)$orma) e) u) &ar#8o &oar!a"o e) u 9)( - 2e ese modo el amor une a seres con ma"or intensidad que la lograda por la comunidad de trabao. - 0anto el amor genital como el amor de amistad fa!orece la reproducción de la cultura. - Pero la relación entre amor " cultura dea de ser uní!oca en el curso de la e!olución; Por un lado, el genital se opone a los intereses del amor coartado en su *n, el cual a su !e# amena#a al primero con sensibles restricciones. - E!e "#oro e)!re amor &ul!ura &om#e)'a &o) u) &o)5#&!o e)!re la $am#l#a la &omu)#"a" oal* a6 e!o ,or que la $am#l#a )o e!a "#,ue!a a re)u)ar al #)"##"uo( b6 e!e e u) mo"o "e #"a 9lo4e)é!#&ame)!e &om:) m a)!#4uo/ que e re#!e a er u!#!u#"o ,or el &ul!ural/ que e ma ree)!e( - O!ra "#&or"#a e que la mu.ere e o,o)e) a la &orr#e)!e &ul!ural( - Pero e!a m#ma mu.ere o) la que or#4#)alme)!e e!ableero) el $u)"ame)!o "e la &ul!ura &o) la e7#4e)a "e u amor( La mu.ere re,ree)!a) lo #)!eree "e la $am#l#a "e la #"a e7ual( Pero la obra &ul!ural e &o)#er!e e) !area ma&ul#)a/ #m,o)#e)"o a lo hombre "#9&ul!a"e obl#4a)"o a ubl#mar u #)!#)!o(
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- E!e "ebe "#!r#bu#r u l#b#"o/ lo que &o)ume lo &ul!ural lo u!rae a lo e7ual( La mu.er #é)"oe rele4a"a a e4u)"o !érm#)o ,or la e7#4e)a &ul!urale/ aume u)a a&!#!u" ho!#l. - %a cultura por su parte tiende a restringir la !ida sexual, pues se impone !ida sexual id&ntica. - hora bien, solo los seres d&biles se sometieron a tan amplia restricción de su libertad sexual. - Pero la presión de la cultura no es el +nico factor responsable si no que habría algo inherente a la esencia de la función sexual que tambi&n nos pri!a de satisfacción completa.
; - E) el amor e7ual )o ub#!e #)!eré al4u)o ,or el mu)"o e7!er#or* E la u)#0) e)!re "o "o)"e u) !er&ero e ,er!urba"or( - La &omu)#"a" &ul!ural ,o"r%a &o)!#!u#re &o) e!a #)"##"ual#"a"e "oble/ e)!o)&e )o er#a )e&ear#o re!r#)4#r la e7ual#"a"( - Pero la &ul!ura )o e &o)$orma &o) lo %)&ulo "e u)#0) ha!a ahora &o)&e"#"o #)o que ,re!e)"e l#4ar a lo m#embro "e la &omu)#"a" &o) la'o l#b#"#)ale e!ablee)"o ,o!e)!e/ #"e)!#9&ao)e/ ,o)#e)"o e) .ue4o l#b#"o &o) 9) #)h#b#"o ,ara re$or'ar lo %)&ulo "e &omu)#"a" me"#a)!e la'o am#!oo( - E!o e7#4e u)a re!r#&) "e la #"a e7ual/ ,ero Amar al ,r0.#mo &omo a !% m#mo> - E!o 4e)era u) e)!#m#e)!o "e aombro* ,or qué ha&erlo/ &omo lle4ar a &um,l#rlo ?( Pue/ # amo a al4u#e) e ,reo que e lo mere'&a( - Pero e7am#)a"o &o) "e!e)#m#e)!o/ e!e er e7!ra8o mere&e m b#e) ho!#l#"a"/ ,ue el )o me "emue!ra la me)or &o)#"era)/ m b#e) 4o'a &o) el ,o"er obre m#( - amar al ,r0.#mo &omo e!e !e ame a !%> - Pero e7#!e u) e4u)"o ma)"am#e)!o a:) m #)&o)&eb#ble >amar a !u e)em#4o>/ ,ero al 9) "e &ue)!a "#&e lo m#mo que el ,r#mero( Al 9) "e &ue)!a e u) &re"o ,orque e abur"o( - l *n de cuentas el próimo responderá lo mismo que "o. - La er"a" o&ul!a !ra "e lo "#&ho e que el hombre )o e u)a &r#a!ura !#er)a )e&e#!a"a "e amor/ #)o u) er e)!re &ua "#,o#o)e #)!#)!#a "ebe #)&lu#re u)a bue)a ,or) "e a4re##"a"/ - Por e)"e/ el ,r0.#mo )o e 0lo u) &olabora"or u) ob.e!o e7ual #)o u)a !e)!a) ,ara a!#$a&er e) él la a4re##"a"( - %a existencia de tales tendencias agresi!as es el factor que perturba nuestra relación con los semeantes, imponiendo a la cultura tal despliegue de preceptos. @ Pro"u&!o "e e!o la &ul!ura e e obl#4a"a a ,o)er barrera a la !e)"e)a a4re#a(
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- Por eo el "e,l#e4ue "e mé!o"o "e!#)a"o a que lo hombre e #"e)!#9que) &o) re!r#&o)e la am#!a"/ re!r#&) e7ual/ amar al ,r0.#mo !a) &o)!rar#o a la )a!urale'a huma)a( - De all% !amb#é) el aba)"o)o "e la e,era)'a .ue)#le ,ue!a e) el ,r0.#mo( - Problema de la propiedad pri!ada " bondad natural de los hombres.
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B - Freud le parece relatar en esa obra hechos para todos e!identes. - Por eso in!estiga una modi*cación de la teoría analítica al plantear la existencia de un instinto agresi!o, particular e independiente. nálisis de la teoría de los instintos (pulsión) - 5ambre ; representa a las pulsiones que tienden a conser!ar al indi!iduo - mor ; tiende a los obetos, su función es conser!ar a la especie.
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4 si se presentan en oposición las pulsiones del "o " las obetales (para estos libido)----B sí habría pulsiones del "o " libidinales. - Sadismo - 6o obstante la pulsión obetal sádica, pues su *n no es amoroso " además establece coaliciones con las pulsiones del "o, manifestando parentesco con pulsiones de posesión carentes de propósitos libidinales. - Pero esta discrepancia pudo ser superada, pues el sadismo forma parte de la !ida sexual " bien puede suceder que el uego de la crueldad sustitu"a al del amor. 4 Esto fue posible al introducir el concepto de narcicismo; - E "er el re&o)om#e)!o "e que el o e! #m,re4)a"o "e l#b#"o m a:)/ que ,r#m#!#ame)!e el o $ue u lu4ar "e or#4e) a:) #4ue #e)"o u &uar!el &e)!ral( - Esta líbido narcisista se orienta hacia los obetos, con!irti&ndose en libido obetal, pero puede !ol!er a transformarse en libido narcisista. - %o anterior puso en peligro el concepto de libido pues todos los instintos parecían ser de la misma especie. - Por cierta con!icción íntima supone que aparte del instinto que tiende a conser!ar la sustancia !i!a, debía existir otro, antagónico de aquel, que tiende a disol!er las unidades " a retornarlas al estado más primiti!o, inorgánico. - sí además de Eros habría un instinto de muerteG los fenómenos !itales podrían ser explicados por la interacción " el antagonismo de ambos. - Pero demostrar esto era difícil. %as manifestaciones de Eros eran notables. Podría suponerse que 0ánatos actuara silenciosamente en lo íntimo del ser !i!o persiguiendo su desintegración. 4 Freud declara progresar aceptando que una parte de esa pulsión se orienta contra el mundo exterior, manifestándose como impulso de destrucción. - 2e este modo 0ánatos sería puesto al ser!icio de Eros, pues el ser !i!o destruiría algo exterior, en lugar de destruirse a sí mismo. - Pero al cesar la agresión externa aumentaría la autodestrucción. la par se podría deducir que ambos instintos se amalgaman entre si. En el sadismo por e. " en el masoquismo. !ersion " polemicas respecto de 0ánatos..... - Freud se'ala que es difícil captar a 0ánatos, se sustrae a la obser!ación a no ser que se mani*este unto a Eros. - Pero a+n donde aparece sin propósitos sexuales, como forma destructi!a, no se dea de reconocer que su satisfacción se acompa'a de placer narcisista, pues ofrece al "o la reali#ación de sus más arcaicos deseos de omnipotencia. - 2ominado, casi coartado en su *n, 0ánatos dirigido a los obetos debe procurar al "o la satisfacción de sus necesidades !itales " el dominio sobre la naturale#a. - %a cultura entonces, sería un proceso particular puesto al ser!icio de Eros destinado a condensar en una unidad !asta en la humanidad, a los indi!iduos aislados. 6o se sabe por qu&, sólo que es la obra de Eros. - Pero 0ánatos se opone a ese designio. Este instinto tanatico comparte unto a Eros la dominación del mundo.
- Pero a qu& recursos apela la cultura para coartar la agresión " hacerla inofensi!a " eliminarla8. - l parecer existe un m&todo, el más importante, para hacer inofensi!o al indi!iduo - %a agresión se intro"ecta, de!uelta al lugar de donde procede.
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- Es dirigida contra el propio "oG incorporándose a una parte de este, que en calidad de super-"o se opone a la parte restante " asumiendo la función de conciencia, repliega frente al "o la misma dura agresi!idad que el "oG de buena gana, habría satisfecho en indi!iduos extra'os. - %a tensión creada entre el se!ero super-"o " el "o subordinado al mismo la cali*camos de sentimiento de culpa, se mani*esta bao la forma de necesidad de castigo. - Por consiguiente la cultura domina la peligrosa inclinación agresi!a del indi!iduo, debilitando a &ste, desarmandolo " haci&ndolo !igilar por una instancia aloada en su interior, como una guarnición militar en la ciudad conquistada. - 7ómo se llega a experimentar ese sentimiento8 uno se siente culpable a) uando se ha cometido algo que se considera malo b) 0ambi&n tan sólo reconociendo la intención de hacerlo. Se comparan entonces el propósito con la reali#ación; - Pero ambos casos presuponen que se ha"a reconocido la maldad como algo condenable. 7ómo se llega a esta decisión8 - Freud recha#a la existencia de una 1facultad original1 que discierna el bien del mal. - Pues muchas !eces lo malo no es noci!o para el "o, sino que le procura el placer. - quí se mani*esta una in?uencia aena " externa, destinada a establecer lo que debe considerarse como bueno " como malo. - 2ado que el hombre no ha sido lle!ado por la sensibilidad a tal discriminación, debe tener alg+n moti!o para subordinarse a esta in?uencia extra'a.
- E la &ul!ura &omo e)!elequ#a ab!ra&!a( - Esto se puede hallar en el hombre dado su desamparo " su dependencia de los demásG la denominación que meor le cuadra es la de miedo a la p&rdida del amor. - uando el hombre pierde el amor del próimo, pierde protección " se expone al riesgo de que el próimo le demuestre su superioridad en forma de castigo. 2e este modo, lo malo es aquello por lo cual uno es amena#ado con la p&rdida del amor. - Por eso no importa si se ha hecho o ha" intención de hacer lo malo. - En ambos casos sólo aparecerá el peligro cuando la autoridad lo ha"a descubierto, " &sta adoptará análoga actitud en cualquiera de ambos casos. - este estado se le puede llamar 1angustia social1 En el ni'o es &sto, pero no se modi*ca en muchos adultos con la sal!edad de que el lugar del padre es ocupado por la comunidad humana. - Por eso los adultos hacen el mal si les produce !entaas, de modo que su temor se reduce a la posibilidad de ser descubiertos. - Se produce un cambio cuando la autoridad es internali#ada al establecerse un super-"o, en este caso se habla propiamente de conciencia moral " sentimiento de culpa. - En esta fase dea de actuar el temor a ser descubierto " con esto la diferencia entre hacer " querer el mal, pues nada puede ocultarse al super-"o, ni siquiera los pensamientos, pues más se reprimen. - En esta segunda fase 1la conciencia moral se comporta más se!era " descon*adamente cuanto más !irtuoso es el hombre1. 2e modo que quienes son más santos son precisamente los que se acusan de la peor pecaminosidad. - 2e este modo el "o sumiso " austero no go#a de la con*an#a de su mentor " se esfuer#a en !ano para ganar su con*an#a. - El hombre moral, se caracteri#a por su conciencia moral se!era " si se acusan de pecadores no es sin ra#ón, pues están expuestos a tentaciones para satisfacer sus instintos expuestos en grado particular pues ellos se pri!an de satisfacer pulsiones.
- # la uer!e o)r%e ----- ,ueblo "e Irael m e &a!#4a - "#$ere)a &o) hombre ,r#m#!#o ---- 4ol,ea al $e!#&he( - Por consiguiente se conocen / orígenes del sentimiento de culpa; a) el miedo a la autoridad, el cual obliga a renunciar a la satisfacción de los instintos. b) el segundo impulsa además al castigo dado que no es posible ocultar ante el super-"o la persistencia de los deseos prohibidos.
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- demás "a sabemos como comprender la se!eridad del super-"o, este contin+a la se!eridad de la autoridad exterior. - 0ambi&n se entiende la relación que existe entre la renuncia a los instintos " el sentimiento de culpabilidad; - %a renuncia instintual es consecuencia del temor a la autoridad exteriorG se renuncia a satisfacciones para no perder el amor de &sta. - Se podría pensar que si se renuncia no tendría que subsistir el sentimiento de culpa.
- Pero >)o u&e"e lo m#mo> &o) el >m#e"o al u,er-o> - Aqu% )o ba!a la re)u)a a la a!#$a&) "e lo #)!#)!o/ ,ue el "eeo ,er#!e )o ,ue"e er o&ul!a"o al u,er-o( - En consecuencia el sentimiento de culpa persiste pese a la renuncia. - Por tanto, la instauración del super-"o representa una gran des!entaa económica, pues la renuncia instintual no absuel!e de culpa.
- La ab!#)e)a )o e re&om,e)a &o) la e4ur#"a" "e &o)erar el amor( - Co) e!o el #)"##"uo )e4o u)a ame)a'a e7!er)a ,ér"#"a "el amor &a!#4o "e la au!or#"a" e7!er#or6 ,or u)a "e4raa #)!er#or* la !e)#0) ,erma)e)!e "el e)!#m#e)!o "e &ul,a( - Sin embargo, para Freud, lo explicado no llega al fondo del asunto. Por lo mismo cree que es oportuno agregar una idea propia del psicoanálisis " extra'a al pensar com+n. - %a idea hasta ahora expresa se'ala que al principio la conciencia moral (la angustia con!ertida despu&s en conciencia) es la causa de la renuncia a los instintos, pulsiones. Pero esto luego se in!ierte, pues toda renuncia instintual se con!ierte en la fuente dinámica de la conciencia moral, es decir, las renuncias aumentan la se!eridad " la intolerancia, pues el deseo - instinto está más !i!o. - Se sigue de esto una tesis paradóica; la conciencia moral es la consecuencia de la renuncia instintual, o bien, la renuncia instintual (impuesta desde fuera) crea la conciencia moral, que a su !e# exige nue!as renuncias instintuales. - omo e; el efecto de la renuncia instintual sobre la conciencia moral se fundaría en que cada agresión a la que se renuncia es incorporada por el super-"o, acrecentando su agresi!idad (contra el "o). - omo nace el super-"o8 - El ni'o debe haber desarrollado considerables tendencias agresi!as contra la autoridad que pri!ó al ni'o de sus primeras " más importantes satisfacciones. - >ao el imperio de la necesidad el ni'o se !e obligado a renunciar tambi&n a esta agresión !engati!a, sustra"&ndose a una situación que en t&rminos psíquico-económicos es difícil, esto mediante el recurso que le ofrecen mecanismos conocidos. @ncorpora identi*cándose con ella, a esta autoridad inaccesible, que entonces se con!ierte en super-"o " se apodera de toda la agresi!idad que el ni'o gustosamente habría desplegado contra la autoridad. - El "o del ni'o debe acomodarse al triste papel de la autoridad así degradada, la del padre. E. negación al incesto. - Se trata de una situación in!ertida; si "o fuese el padre " t+ el ni'o "o te trataría mal a tí. - E "er/ la eer#"a" "el u,er-o )o e la que el ob.e!o )o ha he&ho e)!#r o la que le a!r#bu#mo/ #)o que &orre,o)"e m a )ue!ra ,ro,#a a4re#0) &o)!ra el ob.e!o(
- Se ,o"r%a a9rmar que la &o)e)a e habr%a $orma"o ,r#m#!#ame)!e ,or la u,re#o) "e u)a a4re#0) que e) u "earrollo e $or!ale&er%a ,or )uea u,re#o)e eme.a)!e( - E)!o)&e la a4re##"a" e)4a!#a "el )#8o ha "e er "e!erm#)a"a e) ,ar!e ,or la me"#"a "e la a4re#0) ,u)#!#a que a!r#bue al ,a"re( - Pero la e7,er#e)a mue!ra que la eer#"a" "el u,er-o "earrolla"o ,or el )#8o "e )#)4:) mo"o re5e.a la eer#"a" "el !ra!o que e le ha he&ho e7,er#me)!ar(
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- %a primera es independiente de &sta, pues un ni'o educado blandamente puede desarrollar una conciencia moral sumamente se!era. - Pero tambi&n el rigor de la educación eerce una in?uencia poderosa sobre la g&nesis del super-"o infantil. Por tanto, no exagerar la independencia. - Esto sucede pues a la formación del super-"o " al desarrollo de la conciencia moral concurren factores constitucionales innatos e in?uencias del medio. - Se puede agregar que el ni'o cuando reacciona a las primeras grandes pri!aciones instintuales con agresión excesi!a, repite un prototipo *logen&tico, pues excede la usti*cación actual de la reacción, pues el padre prehistórico seguramente fue terrible " bien podía atribuírsele la más extrema agresi!idad. Freud supone además que el sentimiento de culpa procede del compleo de Edipo " fue adquirido al ser asesinado el padre por la coalición de los hermanos; - En esa ocasión la agresión no fue suprimida, si no eecutada. - %a misma agresión al ser coartada debe originar en el ni'o el sentimiento de culpabilidad. - Entonces de cualquier modo uno se crea el sentimiento de culpa.
- S# el e)!#m#e)!o "e &ul,a e remo)!a al ae#)a!o "el ,ro!o,a"re/ e !ra!a e)!o)&e "e u) &ao "e remor"#m#e)!o/ au)que e)!o)&e )o ,o"%a habere "a"o la &o)"#) ,re#a "e la &o)e)a moral a)!er#or al he&ho( - E)!o)&e F "e "0)"e ,ro&e"e el remor"#m#e)!o?( E!o e el e)#4ma "el e)!#m#e)!o "e &ul,ab#l#"a"( - Este remordimiento fue resultado de la primiti!a ambi!alencia afecti!a frente al padre, pues los hios lo amaban pero tambi&n lo odiaban. - 3 sea, una !e# satisfecho el odio mediante la agresión, el amor !ol!ió a surgir en el remordimiento consecuti!o al hecho, erigiendo el super-"o por identi*cación con el padre, dotándolo del poderío de &steG como si con ello quisiera castigar la agresión que se le hiciera sufrir " estableciendo las restricciones destinadas a pre!enir la repetición del crimen. Es el padre que se cuida de la reiteración. - Pero la tendencia agresi!a contra el padre !ol!ió a agitarse en cada generación sucesi!a, tambi&n se mantu!o el sentimiento de culpa, el cual se fortalece con cada una de las agresiones contenidas " transferidas al super-"o. - on esto se pueden comprender / cosas; 4 %a participación del amor en la g&nesis de la conciencia " el carácter fatalmente ine!itable del sentimiento de culpa.
- E$e&!#ame)!e )o e "e#o # hemo ma!a"o al ,a"re o # )o ab!u#mo "el he&ho( - E) ambo &ao )o e)!#remo ,or $uer'a &ul,able/ "a"o que el e)!#m#e)!o "e &ul,a e la e7,re#0) "el &o)5#&!o "e amb#ale)a "e la e!er)a lu&ha "e Ero T)a!o( - Ese con?icto se exacerba en cuanto se le impone la tarea de !i!ir en comunidad. - 9ientras esta comunidad adopte sólo la forma de familia, aquel se manifestará en el compleo de Edipo, institu"endo la conciencia " engendrando el primer sentimiento de culpa. - uando se intenta ampliar dicha comunidad, el mismo con?icto persiste en formas que dependen del pasado, refor#ándose " exaltando más a+n el sentimiento de culpabilidad. - 2ado que la cultura obedece a una pulsión erótica que la obliga a unir a los hombres en una masa amalgamada, sólo puede alcan#ar este obeti!o mediante la progresi!a acentuación del sentimiento de culpa.
- S# la &ul!ura e la %a que llea "e la $am#l#a a la huma)#"a"/ e)!o)&e a &aua "el e!er)o &o)5#&!o e)!re Ero T)a!o/ la &ul!ura e! l#4a"a #)"#olubleme)!e &o) u)a e7al!a) "el e)!#m#e)!o "e &ul,a que lle4a a u) 4ra"o "#$%l "e o,or!ar ,ara el #)"##"uo(
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- Freud se'ala que el propósito de destacar el sentimiento de culpa como problema importante de la e!olución cultural, pues este es el precio que se paga por el progreso de la cultura. Esto reside en la p&rdida de felicidad por aumento del sentimiento de culpa. - grega Freud que los pacientes no creen cuando se les atribu"e un sentimiento inconsciente de culpa, el cual se expresa como necesidad inconsciente de castigo. hora, eso se expresa como un malestar, como angustia. - Por lo mismo tambi&n se concibe que el sentimiento de culpa que engendra la cultura no se perciba como tal, sino que permane#ca inconsciente o se exprese como malestar, un descontento que se trata de atribuir a otras moti!aciones. - %as religiones reconocen la importancia del sentimiento de culpa para la cultura. - Por *n Freud insistirá en una hipótesis hasta ahora puesta como pro!isional; Se ha u,ue!o ha!a ahora que !o"a re,re#0) "e lo #)!#)!o !#e)e &omo &o)e&ue)a u) aume)!o "el e)!#m#e)!o "e &ul,a( -
Eolu) #)"##"ual - oal( - Para *nali#ar Freud establece algunas relaciones entre la e!olución del indi!iduo " la e!olución cultural; - %a e!olución del indi!iduo se sustenta en el programa del principio del placer, o sea la felicidad. Esta e!olución indi!idual acent+a la tendencia egoísta. - %a e!olución cultural se limita a instituir restricciones. El obeti!o en este caso es establecer una comunidad formada por indi!iduos humanosG la felicidad se despla#a a segundo plano. - De ee mo"o el ,ro&eo eolu!#o "el #)"##"uo !#e)e ra4o ,ar!#&ulare que )o e e)&ue)!ra) e) el ,ro&eo &ul!ural( - Pero e!a lu&ha e)!re #)"##"uo oe"a" )o e h#.a "el a)!a4o)#mo e)!re Ero T)a!o/ #)o que re,o)"e a u) &o)5#&!o e) la ,ro,#a e&o)om%a "e la l#b#"o/ &o)5#&!o &om,arable a la "#,u!a ,or el re,ar!o "e la l#b#"o e)!re el o lo ob.e!o( - 0ambi&n cabe sostener que la comunidad desarrolla un super-"o bao cu"a in?uencia se produce la e!olución cultural. - E!o e ,ue"e er e) que el u,er-o "e u)a é,o&a &ul!ural "e!erm#)a"a !#e)e u) or#4e) a)lo4o al "el u,er-o #)"##"ual/ ,ue e $u)"a e) la #m,re#0) que ha) "e.a"o lo 4ra)"e ,ero)a.e( - Tamb#é) &o) re4ular $re&ue)a eo ,ero)a.e ha) #"o "e)#4ra"o/ el#m#)a"o ,or u eme.a)!e/ uer!e #m#lar a la "el ,ro!o,a"re/ que olo mu&ho !#em,o "e,ué "e u #ole)!a muer!e ae)"e a la &a!e4or%a "e "##)#"a"(
- O!ro eleme)!o &o#)"e)!e re#"e e) que el u,er-o &ul!ural/ a e)!era eme.a)'a "el #)"##"ual e!able&e r%4#"o #"eale &ua #ola) e &a!#4a"a &o) la a)4u!#a "e &o)e)a( - 2e ese modo el super-"o cultural ha elaborado sus ideales " erigido sus normas, las que están comprendidas en el concepto de &tica. - %os sistemas &ticos son una suerte de tentati!a terap&utica destinada a lograr mediante un imperati!o del super-"o lo que antes no pudo alcan#ar la labor cultural;
- Co) e!o e ,re!e)"e el#m#)ar la !e)"e)a &o)!#!uo)al "e lo hombre a a4re"#re mu!uame)!e/ "e ah% el ,re&e,!o "el u,er-o &ul!ural* amar a !u ,r0.#mo &omo a !% m#mo( - El ,u)!o e) &ue!#0) e que !a)!o el u,er-o #)"##"ual &omo &ul!ural )o e ,reo&u,a) ,or la &o)!#!u) ,%qu#&a "el hombre/ ,ue #)!#!ue ,re&e,!o #) ,re4u)!are # aquel ,ue"e &um,l#rlo; - Al ,are&er e u,o)e que el o 4o'a "e l#m#!a"a au!or#"a" obre u ello( E!o e u) error/ ,ue e) lo ere ,re!e)"#"ame)!e )ormale la "om#)a) obre el ello )o ,ue"e e7&e"er er!o l%m#!e( - S# la e7#4e)a o) e7&e#a e ,ro"u&e e) el #)"##"uo u)a rebel#0) o u)a )euro#/ o/ e #)$el#'( - El mandamiento amarás al próimo como a tí mismo es el recha#o más intenso de la agresi!idad humana " es un eemplo de la actitud antipsicológica que adopta el super-"o cultural. - Ee ma)"am#e)!o e #rreal#'able( La &ul!ura e l#m#!a a "e&re!ar que &ua)!o m "#$%l ea obe"e&er el ,re&e,!o/ !a)!o m mér#!o !e)"r u a&a!am#e)!o. - Pero qu#e) lo &um,la e! e) "ee)!a.a re,e&!o "e aquello que lo #ola)( - Pue e!e ob!&ulo &ul!ural -re&ha'ar la a4re##"a"- ,ue"e ha&er)o !a) #)$el#&e &omo a4re"#r e$e&!#ame)!e( - Si la e!olución de la cultura es análoga a la del indi!iduo " ocupa los mismos recursos que &sta, acaso no sería adecuado diagnosticar que muchas culturas se habrían tornado neuróticas bao las presiones de las ambiciones culturales8. - Pero en las neurosis indi!iduales se posee el contraste con que el enfermo se destaca de su medio 1normal1. Pero en lo cultural esto no existe en una masa uniformemente afectada. - Por +ltimo, Freud, se'ala que el "e!#)o "e la e,ee huma)a er "e"#"o ,or la r&u)!a)a "e # el "earrollo &ul!ural lo4re ha&er $re)!e a la ,er!urbao)e "e la #"a &ole&!#a ema)a"a "el #)!#)!o "e a4re#0) "e au!o"e!ru&)( - 6uestra &poca es un eemplo de esto, ho" es posible exterminarse mutuamente hasta el +ltimo hombre. Este lo sabe el hombre contemporáneo, de ahí su presente agitación, su infelicidad " angustia. - S0lo que"a e,erar que el e!er)o Ero "e,l#e4ue u $uer'a ,ara e)&er a T)a!o( - FM qu#é) ,o"r%a au4urar u) 9)al &uo "ee)la&e ea &om,le!ame)!e er!o?
Pa!r#o Mora4a H( 12
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