El malestar en la cultura Freud Introducción El tema principal de esta obra es el irremediable antagonismo existente entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura. Mientras la cultura intenta instaurar unidades sociales cada vez mayores, restringe para ello el despliegue y la satisfacción de las pulsiones sexuales y agresivas, transformando una parte de la pulsión agresiva en sentimiento de culpa. Por eso la cultura genera insatisfacción y sufrimiento.
Capítulo I El hombr hombre e suele suele aplica aplicarr cánone cánoness falsos falsos a sus apreci apreciaci acione ones, s, anhelan anhelando do poder, xito y ri!ueza, menospreciando los valores genuinos !ue la vida nos ofrece. Freud no cree experimentar ese "sentimiento oceánico# !ue denotar$a cierto sent se ntim imie ient nto o de eter eterni nida dad, d, de indi indiso solu lubl ble e co comu muni nión ón,, de inse insepa para rabl ble e pertenencia a la totalidad del mundo exterior. Este sentimiento ser$a, seg%n su amigo &omain &olland, la fuente %ltima de la religiosidad. En condiciones normales, nada nos parece tan seguro y establecido como nuestro nuestro propio propio yo. 'acia el interior, el yo se contin%a con el ello (entidad psíquica inconsciente) del !ue sirve de fachada. 'acia el exterior parece tene tenerr l$mi l$mite tess clar claros os y prec precis isos os.. (os pier pierde de en el enam enamor oram amie ient nto o )el )el enamorado a*rma !ue yo y t% son uno y se comporta como tal+ y en pato patolog log$a $as. s. Los Los lími límite tes s del del yo con con el mu mund ndo o exte exteri rior or no son son inmutables.
El sentido yoico sufre una evolución. El lactante no discierne su yo de un mundo exterior como fuente de las sensaciones !ue le llegan. prende a separar el yo del no yo por in-uencias / /
(a sust sustrac racci ción ón del del seno seno mater materno no prod produc uce e !ue ste ste se le oponga oponga al yo como un ob0eto, !ue se encuentra fuera, y para cuya aparición es menester una acción particular )llorar+. (ass sensac (a sensacio ione ness de dolor dolor y displac displacer er !ue el a%n omnip omnipot oten ente te princ principi ipio o de placer induce a abolir y evitar. s$ surge la tendencia a disociar del yo toda fuente de displacer )yo hedónico+.
s$, s$, da el primer primer paso paso haci hacia a la entr entron oniz izac ació ión n del del prin princi cipi pio o de real realida idad, d, separando lo interior )perteneciente al yo+ de lo exterior )originado por el mund mundo o+. Este ste prin princi cip pio domi domina nará rá todo todo la evol evoluc ució ión n ult ulterio eriorr. Este Este disc discer erni nimie mient nto o sirv sirve e al prop propós ósit ito o prác prácti tico co de eludi eludirr las las se sens nsac acio ione ness displacenteras. 1uando el yo aplica los mismos mi smos mtodos para defenderse de est$mulos displacientes emanados desde su interior, !ue los !ue le sirven para los de origen externo, se presenta en una circunstancia !ue será origen de trastornos patológicos.
2uestro actual sentido yoico es el residuo atro*ado de un sentimiento más amplio de envergadura universal !ue correspond$a a una comunión más $ntima entre el yo y el mundo circundante. s$, el sentimiento oceánico implicar$a la supervivencia de a!uel sentido yoico primario 0unto con el del adulto cuyos l$mites son más precisos. 3 esto es posible dado !ue en la vida psíquica nada de lo una vez formado puede desaparecer jamás; todo se conserva de aluna manera y puede volver a surir en circunstancias favorables. un!ue luego dice "un en el terreno ps$!uico no de0a de ser posible 4como norma o excepcionalmente/ !ue muchos elementos arcaicos sean borrados o consumidos en tal medida, !ue ya ning%n proceso logre restablecerlos o reanimarlos#, pero concluye "en la vida ps$!uica la conservación de lo pretrito es la regla más bien !ue una curiosa excepción#. hora bien 56u pretensiones puede alegar ese sentimiento para ser aceptado como fuente de las necesidades religiosas7 Freud no encuentra muy fundada esta pretensión un sentimiento solo puede ser fuente de energ$a si a su vez es expresión de una necesidad imperiosa. (a necesidad religiosa es una derivación del desamparo infantil y de la nostalgia por el padre !ue a!uel suscita, sentimiento reanimado por la angustia ante la omnipotencia del destino. s$, el sentimiento oceánico pasa a segundo plano, pues no hay necesidad infantil más imperiosa !ue la del amparo paterno. Freud dice !ue puede imaginar !ue el sentimiento oceánico se relacione ulteriormente con la religión, como consolación religiosa frente al peligro !ue el yo reconoce amenazante en el mundo exterior.
Capítulo II !er poema de "oet#e $%l que no tiene ni ciencia ni arte& que tena reliión'. Comienzo cap. 8res especies de lenitivos o remedios para soportar la vida, !ue se nos depara sufrimientos, decepciones y empresas imposibles a+ 9istracciones poderosas !ue nos hacen parecer pe!ue:a nuestra miseria. E0. la actividad cient$*ca. b+ ;atisfacciones sustitutivas !ue la reducen. E0. el arte. ;on ilusiones ps$!uicamente e*caces debido al rol !ue la imaginación 0uega en la vida an$mica. c+ 2arcóticos !ue nos tornan insensibles a ellas.
(luno es indispensable. 56u lugar le toca a la religión7 (a pregunta por el ob0eto de la vida humana podr$a rechazarse puesto !ue su razón de ser emana de la vanidad antropocntrica.
;ólo la religión puede responder al interrogante sobre la *nalidad de la vida. (a idea misma del sentido de la vida existe en función del sistema religioso. (os hombres aspiran a la felicidad evitar el dolor y el displacer, y experimentar intensas sensaciones placenteras. Este ob0etivo vital es *0ado por el programa del principio del placer, el cual rige las operaciones del aparato ps$!uico desde su origen. Pero su programa no es realizable, pues todo el orden del universo se le opone. (a felicidad es un fenómeno episódico !ue surge de la satisfacción de necesidades acumuladas !ue han alcanzado elevada tensión. 2uestra disposición nos permite gozar intensamente en el contraste, pero solo en muy escasa medida lo estable. $)ada es más difícil de aceptar que una serie de días #ermosos'. "oet#e. < fuentes de sufrimiento =+ El propio cuerpo, condenado a la decadencia, cuyos signos de alarma representan el dolor y la angustia. >+ El mundo exterior, capaz de encarnizarse en nosotros con fuerzas destructoras. <+ (as relaciones con otros seres humanas. (a más dolorosa. ?a0o la presión de tales amenazas de sufrimiento, el hombre suele reba0ar sus pretensiones de felicidad, poniendo en primer plano evitar el sufrimiento. %l principio de placer se transforma en el de realidad& por acción del mundo exterior. Preventivos del sufrimiento )para independizarse del mundo exterior+ =+ El aislamiento voluntario es el mtodo de protección más inmediato contra el sufrimiento susceptible de originarse en las relaciones humanas. &esuelve para s$. >+ Emplear la tcnica dirigida por la ciencia para dominar la naturaleza, entre todos para todos. <+ (os !ue in-uyen sobre las sensaciones del organismo )pues el sufrimiento sólo es sensación+. (a intoxicación )sensaciones placenteras e inhibición contra el dolor+. En nuestro propio psi!uismo deben existir sustancias !ue cumplan *n análogo )e0. (a man$a+. Producen independencia frente al mundo exterior. El propio mundo ofrece me0ores condiciones para nuestra sensibilidad. 1r$tica vulgar se desperdicia energ$a !ue podr$a emplearse para me0orar la suerte humana. @+ El yoga y la sabidur$a oriental buscan dominar las fuentes internas de nuestras necesidades, evitando el sufrimiento !ue nos impone el mundo exterior cuando nos impide satisfacerlas. &eposo absoluto. A+ Moderar los pulsiones ba0o el gobierno de las instancias ps$!uicas superiores. (a insatisfacción de los pulsiones dome:ados procura menos dolor !ue la de los no inhibidos. Pero su satisfacción produce menos felicidad. ";educción de lo prohibido# y perversión. B+ 9esplazamientos de libido !ue reorientan los *nes instintivos, eludiendo la frustración del mundo exterior. ;ublimación de los
pulsiones, !ue puede acrecentar el placer del traba0o ps$!uico e intelectual. El arte 4encarnación de fantas$as/ y la ciencia, actividades para escasos seres, son más "nobles# y "elevados# aun!ue menos intensos !ue los !ue resuelven pulsiones primarios. El traba0o 0uega un rol muy importante en la econom$a libidinal liga al individuo con la realidad. 1on l se subliman gran parte de los componentes narcisistas, agresivos y eróticos de la libido. Mantiene y 0usti*ca la existencia social. 9e la aversión humana al traba0o se derivan los más di*cultosos problemas sociales. C+ El terreno de la imaginación. (a satisfacción se obtiene con ilusiones !ue discrepan del mundo real. la cabeza, el goce de la obra de arte )refugio fugaz+. D+ El ermita:o ve en la realidad la fuente de todo sufrimiento. Puede volver la espalda al mundo o construir otro donde !ueden sustituidos los rasgos intolerables pro otros adecuados al propio deseo. 2o llegará le0os la realidad es la más fuerte. ;erá un loco. + El emprendimiento de numerosos individuos de la tentativa de procurarse un seguro de felicidad y una protección contra el dolor por medio de una transformación delirante de la realidad. *eliión como delirio colectivo. 6uien lo comparte no lo reconocerá as$. =+ 'acer del amor el centro de las cosas. 9eriva de la satisfacción de amar y ser amado. ;u manifestación sexual proporciona la experiencia placentera más poderosa y subyugante. 9esplazamiento de la libido hacia los ob0etos del mundo exterior y hallando la felicidad en su vinculación afectiva con stos. Pero jamás nos #allamos tan a merced del sufrimiento que cuando amamos. )unca somos tan desamparadamente felices que cuando #emos perdido el objeto amado. ==+ El goce de la belleza. Grientación esttica de la *nalidad de la vida !ue nos protege escasamente contra los sufrimientos pero puede indemnizarnos por muchos pesares sufridos. 2o tiene utilidad evidente ni mani*esta necesidad cultural. ;in embargo la cultura no podr$a prescindir de ella. 2o se conoce mucho sobre el tema pero deriva del terreno de las sensaciones sexuales, representando un modelo de una tendencia coartada en su *n. Primitivamente la belleza y el encanto son atributos del ob0eto sexual. Es notable !ue los órganos genitales no sean considerados bellos, y s$ algunos caracteres sexuales secundarios. =>+ (a psicosis. 9esesperada tentativa de rebelión.
%l desino de ser felices que nos impone el principio de placer es irrealizable. +ero no se debe ni se puede abandonar los esfuerzos por acercarse a su realización. )2ota tica+. La felicidad es un problema de la economía libidinal del individuo. 2o hay regla !ue valga para todos. Hn papel determinante lo desempe:a la constitución ps$!uica del individuo a parte de las circunstancias exteriores. (a religión perturba el libre 0uego de elección y adaptación, al imponer a todos por igual su camino %nico para alcanzar la felicidad y evitar el sufrimiento. Para ello reduce el valor de la vida deformando delirantemente la imagen del mundo real. Previa intimidación de la inteligencia. Infantilismo
ps$!uico. Participando del delirio colectivo evita a muchos seres la ca$da en la neurosis individual. “Si desde el comienzo el creyente asume que en el sufrimiento solo le queda la sumisión incondicional como consuelo y fuente de goce, bien podría haberse ahorrado todo ese largo rodeo. “
Capítulo III &epite las < fuentes del sufrimiento humano =+ (a supremac$a de la naturaleza )inevitable+ >+ (a caducidad de nuestro cuerpo )inevitable+ <+ (a insu*ciencia de nuestros mtodos para regular las relaciones humanas en la familia, el Estado y la sociedad. 5Por !u las instituciones !ue creamos no representan bienestar y protección para todos7 ;ospechamos !ue en nuestra propia constitución ps$!uica tambin hay una porción de la indomable naturaleza.
La cultura lleva ran parte de la culpa por la miseria que sufrimos. ,e retornar a condiciones de vida más primitivas& seríamos muc#o más felices. -+or qu lleamos a esta extra/a actitud de #ostilidad contra la cultura0
=+ El triunfo del cristianismo sobre las religiones paganas, con su $ntima a*nidad con la depreciación de la vida terrenal. >+ El contacto con razas y pueblos primitivos, !ue llevaban una vida simple, modesta y feliz, atribuida a la falta de exigencias culturales, cuando luego se recti*có !ue obedec$a a la generosidad de la naturaleza y la cómoda satisfacción de las necesidades elementales. <+ El conocimiento de la neurosis. ;e cae en ella cuando no se logra soportar el grado de frustración !ue le impone la sociedad en aras de sus ideales de cultura. Para ser feliz, habr$a !ue atenuar las exigencias culturales en grado sumo. @+ 9ecepción de los progresos tcnicos en el sentido en !ue el hombre comienza a sospechar !ue el dominio del espacio y del tiempo no ha elevado la satisfacción placentera !ue exige de la vida.
Concepto de cultura1 (a suma de las producciones e instituciones !ue distancias nuestras vida de las de nuestros antecesores animales y !ue sirven a dos *nes =+ Proteger al hombre contra la 2aturaleza >+ &egular las relaciones de los hombres entre s$. Primeros actos culturales =+ Empleo de herramientas perfeccionamiento de los órganos y elimina barreras. )fotograf$as para la memoria, escritura como lengua0e del ausente, má!uinas de fuerza, etc.+. El hombre va cumpliendo el ideal de omnipotencia y omnisapiencia encarnado en sus dioses ha llegado a ser un dios con prótesis, magn$*co cuando se coloca todos sus artefactos. %n as$, no siente feliz. >+ (a dominación del fuego 'ipótesis fantástica sobre su hallazgo El hombre primitivo
habr$a tomado la costumbre de satisfacer en el fuego un placer infantil, extinguindolo con el chorro de su orina cada vez !ue lo encontraba en su camino. )(as leyendas como Julliver en (iliput atestiguan la primitiva concepción fálica de la llama+. (a extinción del fuego por la micción era como un acto sexual realizado con un hombre en contienda homosexual. El primer
hombre !ue renunció a este placer pudo llevarse el fuego consigo y someterlo a su servicio. l amortiguar el fuego de su propia excitación sexual logró dominar la fuerza elemental de la llama. &ecompensa por una renuncia instintiva. ;e habr$a encomendado a la mu0er el cuidado del fuego en el hogar puesto !ue su constitución anatómica la impide ceder a la placentera tentación de extinguirlo.
<+ (a construcción de habitaciones 56u le exigimos a la cultura7
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s$, reconocemos el elevado nivel cultural de un pa$s cuando comprobamos !ue en l se realiza con perfección y e*cacia cuanto ata:e a la explotación de la tierra por el hombre y a la protección de ste contra las fuerzas elementales. Cuando todo está dispuesto para su mayor utilidad. ;in embargo, en estos mismos pa$ses esperamos encontrar )le exigimos a la cultura+ la belleza& lo in3til. Ella es e0emplo de !ue la cultura no persigue solo el provecho. Grden impulso de repetición !ue estandariza. o (o extendemos al propio cuerpo. o o 4tilidad1 ahorra duda, permite el máximo aprovechamiento del tiempo y del espacio econom$a ps$!uica+ (o copiamos de la naturaleza. 2uestra conducta mani*esta una o natural tendencia al descuido. (impieza (a extendemos al propio cuerpo. o (a referimos sólo a la obra humana. 2o esperamos la limpieza en o la naturaleza. Es prescrita por la higiene )factor utilitario+. o
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Me0or caracterización de la cultura )8ambin son exigencias culturales+ travs de su valoración y culto de las actividades ps$!uicas superiores a+ Producciones intelectuales, cient$*cas y art$sticas. b+ Ideas )su existencia y hegemon$a indican un elevado nivel cultural+. a. ;istemas religiosos )lugar preeminente+. b. Especulaciones *losó*cas c. 1onstrucciones ideales )su idea de la posible perfección del individuo, de la sociedad, etc.+ y las pretensiones de ellas desprendidas. Kltimo rasgo caracter$stico de la cultura
Las relaciones sociales que conciernen al individuo en tanto1 a. !ecino colaborador y objeto sexual de otro b. 5iembro de una familia o de un %stado. (a vida humana en com%n solo se torna posible cuando llega a reunirse una mayor$a más poderosa !ue cada uno de los individuos y !ue se mantenga unida frente a cual!uiera de stos. Esta sustitución del poderío individual por el de la comunidad representa el paso decisivo a la cultura. ;u esencia reside en !ue los miembros de la comunidad restrinen sus posibilidades de satisfacción desconocido para el individuo aislado
%l primer requisito cultural es L( 6478ICI(1 la seguridad de !ue el orden 0ur$dico una vez establecido no será violado a favor de un individuo sin !ue impli!ue un pronunciamiento sobre el valor tico de seme0ante derecho. El curso ulterior de la evolución cultural parece tender a !ue este derecho se establezca para todos los individuos aptos para la vida en comunidad )!uienes contribuyan con el sacri*cio de sus pulsiones+, superando la expresión de la voluntad de un pe!ue:o grupo !ue se enfrenta como individualidad violentamente agresiva contra otros. ;e agita el $mpetu de libertad cuando a. ;e trata de una rebelión contra alguna in0usticia establecida favorece el progreso cultural. b. ;urge de la parte de la personalidad primitiva no dominada por la cultura fundamento de una hostilidad contra la cultura
Buena parte de las luchas sociales bregan por un equilibrio entre las reiindicaciones indiiduales y colectias. !"s conciliable# $o responde.
La evolución cultural es un proceso caracterizado por los cambios que impone a las disposiciones instintuales del #ombre& cuya satisfacción es& en 9n de cuentas& la 9nalidad económica de nuestra vida. Estos pulsiones pueden )< mecanismos de canalización+ a. ;er consumidos de tal forma !ue en su lugar aparece un rasgo del carácter. E0 erotismo anal del ni:o )su primitivo inters por la función excretora, sus órganos y productos+, se transforma en el grupo de rasgos de ahorro, orden y limpieza, carácter anal. b. ;er sublimados, desplazando las condiciones de su satisfacción. Jracias a la sublimación son posibles las actividades ps$!uicas superiores )cient$*cas, art$sticas e ideológicas+. c. ;er frustrados, sustrayendo un instinto a su satisfacción. 9ebe compensarse económicamente para no generar graves trastornos. )El desarrollo cultural es comparable a la maduración normal del individuo+.
Capítulo I! 5Por !u, cómo surgió la cultura7 56u determino su derrotero ulterior7 1uando el hombre descubre !ue estaba en sus manos me0orar su destino en la 8ierra por medio del traba0o ya no pudo considerar con indiferencia !ue el pró0imo traba0ara con l o contra l. %n antes se constituye la familia en vinculación a cierta evolución sufrida por la necesidad de satisfacción genital. El hombre tuvo motivos para conservar 0unto a s$ a su ob0eto sexual )hembra+, y sta y sus hi0os se vieron obligados a !uedarse 0unto al macho !ue es el más fuerte. Pero la voluntad del padre y 0efe era limitada.
9e esta familia se pasó a la vida en sociedad, es decir, a las alianzas fraternas )en 8otem y 8ab%+. (os hi0os asociados triunfan contra el padre, descubriendo !ue la asociación puede ser más poderosa !ue el individuo aislado. (a fase totmica de la cultura se basa en las restricciones !ue los hermanos se hubieron de imponerse mutuamente para consolidar este nuevo sistema. (os preceptos del tab% constituyeron el primer derecho. (a vida de los hombres ad!uiere un doble fundamento !ue facilita la vida en com%n )necesidad 4ananL/ y amor 4eros/+ a. (a obligación del traba0o impuesta por las necesidades exteriores. b. El poder$o del amor, !ue imped$a al hombre prescindir de su ob0eto sexual, la mu0er, y a sta de sus hi0os. (a experiencia del amor sexual ofrece las más intensas vivencias placenteras estableciendo el prototipo de toda felicidad. !uella incita al hombre a ubicar el erotismo genital en el centro de su existencia. 8al camino conduce a una peligrosa dependencia de una parte del mundo exterior )ob0eto sexual+, expuesto el hombre a sufrir cuando se pierde. nte ello, una pe!ue:a minor$a logra hallar la felicidad por medio del amor modi*ca ps$!uicamente su función erótica. 9irigen su amor en igual medida a todos los seres en vez de volcarlo sobre un ob0eto sexual determinado. 8ransforman su instinto en un impulso coartado en su 9n. 8ernura etrea e imperturbable. Freud repone frente a la tica del pretendido amor universal por la humanidad no todos los hombres merecen ser amados, y el amor !ue no discrimina es in0usto con el ob0eto. El impulso amoroso !ue instituyó la familia sigue in-uenciando la cultura, tanto en su forma primitiva sin renuncia a la satisfacción sexual directa, como ba0o su transformación en un cari:o coartado en su *n )ste produce las amistades+. mor de *n inhibido )cari:o+ a los padres, hi0os, etc. Pero el amor se opone a los intereses de la cultura, y sta lo restringe /
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1on-icto entre la familia y la sociedad. (a familia no está dispuesta a renunciar al individuo. 1uanto más $ntimos sean los v$nculos intra/ familiares, más será su inclinación a aislarse de la sociedad. El modo de vida en com%n de la familia se resiste a ser sustituido por el cultural. &itos de iniciación en la pubertad. (as mu0eres, cuyas exigencias amorosas dieron origen a la cultura, se oponen a la corriente cultural. &epresentan los intereses de la familia y de la vida sexual, mientras !ue el hombre representa la obra cultural, sublimando sus pulsiones, para lo !ue las mu0eres están escasamente dotadas. 5% %):6. (a parte libidinal !ue los hombres implican en *nes culturales, la sustraen a las mu0eres y a la vida sexual. (a mu0er se ve relegada por las exigencias de la cultura adoptando una actitud hostil frente a ella.
(a cultura restringe y ampl$a la vida sexual
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En la primera fase cultural, el totemismo, proh$be elegir un ob0eto incestuoso )!uizá la más cruenta mutilación !ue haya sufrido la vida amorosa del hombre+. ;eg%n la estructura material de la sociedad, !uita energ$a ps$!uica a la sexualidad para su consumo. Impone una vida sexual idntica para todos )heteronorma y considerar perversas las satisfacciones extragenitales+. Esto pasa por alto la constitución sexual innata o ad!uirida de los hombres privando a muchos del goce sexual. In0usticia para Freud. %n el amor genital heterosexual es menoscabado por las restricciones de la legitimidad y la monogamia. (a cultura actual no admite la sexualidad como fuente de placer en s$, sino !ue sólo la acepta como instrumento de reproducción humana.
%n la práctica la sociedad #umana se #a visto en la obliación de cerrar los ojos ante muc#as transresiones. La vida sexual #a experimentado un sensible menoscabo en tanto que fuente de felicidad& como recurso para realizar nuestra 9nalidad vital. 8al vez #abría alo in#erente a la propia esencia de la función sexual que nos priva de satisfacción completa. 'ipótesis de mayor alcance la adopción de la postura b$peda y la desvalorización de las sensaciones olfatorias, habr$an amenazado con hacer v$ctima de la represión orgánica a la sexualidad entera desde entonces la función sexual es acompa:ada por una resistencia inexplicable !ue impide su satisfacción plena y la impulsa hacia sublimaciones y desplazamientos de la libido.
Capítulo ! (os neuróticos son !uienes menos soportan las frustraciones de la vida sexual. ;us s$ntomas son formas de procurar satisfacciones sustitutivas, las cuales deparan tambin sufrimientos )por s$ mismas o por las di*cultades !ue les ocasionan con el mundo exterior+. (a cultura nos exige otros sacri*cios, además de los !ue afectan a la satisfacción sexual. (a realidad nos muestra !ue la cultura no se conforma con los v$nculos de unión de a pares )en enamoramiento+ sino !ue tambin pretende ligar mutuamente a los miembros de la comunidad con lazos libidinales poniendo en 0uego la mayor cantidad de libido con 9n in#ibido para reforzar los vínculos de comunidad mediante lazos amistosos. %sto exie una restricción de la vida sexual , pero no comprendemos la necesidad !ue impulsó a la cultura a adoptar este camino y !ue fundamenta su oposición a la sexualidad. "marás al pró0imo como a ti mismo#. ;i adoptamos una actitud ingenua 5Por !u tendr$amos !ue hacerlo7 5Para !u7 51ómo7 Mi amor me impone obligaciones !ue tengo !ue estar dispuesto a cumplir con sacri*cios. Merecedores de mi amor / /
lguien !ue se me aseme0e, para !ue yo ame en l a m$ mismo. lguien más perfecto !ue yo, para !ue yo ame en l el ideal de m$ mismo.
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lguien importante para alguien !ue es importante para m$. ;u dolor, mi dolor.
alguien extra:o a !uien he de amar con ese amor general por todo el universo, sólo le corresponderá una $n*ma parte del amor !ue me tengo a m$ mismo. Es más, podr$a despertarme hostilidad y odio. Freud estar$a de acuerdo con el mandamiento "marás al pró0imo como l te ama a ti#. El !ue dice "marás a tus enemigos# proviene del anterior, le genera igual rechazo. 1ita al poeta )al poeta se lo permite decir+ 'einrich 'eine "se debe perdonar a los enemigos pero no antes de su e0ecución#. &esolución El hombre no es una criatura tierna y necesitada de amor, !ue sólo osar$a defenderse si se le atacara, sino, por el contrario, un ser entre cuyas disposiciones instintivas debe incluirse una buena porción de aresividad. El pró0imo no le representa sólo un posible colaborador y ob0eto sexual, sino tambin un motivo de tentación para satisfacer en l su agresividad / / / /
Explotar su capacidad de traba0o sin retribuirla provecharlo sexualmente sin su consentimiento poderarse de sus bienes 'umillarlo, sufrirlo, martirizarlo, matarlo. E& E2 ( 'I;8G&I.
(a cultura se ve obligada a realizar m%ltiples esfuerzos para poner barrearas a las tendencias agresivas del hombre, para dominar sus manifestaciones mediante formaciones reactivas ps$!uicas !ue, cuando desaparecen, desenmascaran al hombre como una bestia salva0e !ue no conoce el menor respeto por los seres de su propia especie. 9e ah$ el despliegue de mtodos destinados a !ue los hombres se identi*!uen y entablen v$nculos amorosos coartados en su *nN de ah$ las restricciones a la vida sexual, y de ah$ el precepto ideal de amar al pró0imo como a s$ mismo !ue se 0usti*ca por!ue es el más contrario y antagónico a la primitiva naturaleza humana. %n no se ha impuesto el precepto (a cultura espera poder evitar los peores despliegues de la fuerza bruta concedindose a s$ misma el derecho de e0ercer la fuerza contra los delincuentes. Pero la ley no alcanza las manifestaciones más discretas y sutiles de la agresividad humana. 8odos terminamos por comprobar cómo la maldad del pró0imo nos amarga la vida. (a hostilidad se abusa de la rivalidad para 0usti*carse a s$ misma. (os comunistas creen !ue la propiedad privada ha corrompido la naturaleza bondadosa del hombre. ;i se aboliera, si se hicieran comunes todos los bienes, desaparecer$a la hostilidad. 9ado !ue las necesidades !uedar$an satisfechas nadie ver$a en el pró0imo a un enemigo. Freud dice su abolición sustraer$a un instrumento de la agresividad humana pero de ning%n modo el más fuerte de todos. s$ se eliminara el derecho personal a poseer bienes materiales, a%n subsistir$an los privilegios derivados de las relaciones sexuales, !ue necesariamente deben convertirse en fuente de la más intensa envidia y de la más violenta hostilidad entre los seres humanos, e!uiparados en todo lo
restante. ;i tambin se aboliera este privilegio decretando la completa liberta de la vida sexual, suprimiendo la familia, clula germinal de la cultura, ser$a imposible predecir !u nuevos caminos seguir$a su evolución pero las inagotables tendencias intr$nsecas de la naturaleza humana tampoco de0ar$an de seguirlos. ;iempre se podrá vincular amorosamente entre s$ a mayor n%mero de hombres, mientas sobren otros en !uienes descargar los golpes. 1omunidades vecinas muy emparentadas son las !ue más combaten y desde:an entre s$. )Portugueses y espa:oles, alemanes del 2orte y del ;ur, ingleses y escoceses, pts. y po.+ Narcisismo de las pequeñas diferencias medio para satisfacer, cómoda y más o menos inofensivamente, las tendencias agresivas, facilitándose as$ la cohesión entre los miembros de la comunidad. )&usos con burgueses, 2azis con 0ud$os+.
La cultura impone pesados sacri9cios no sólo a la sexualidad sino tambin a las tendencias aresivas por eso al #ombre le resulta tan difícil alcanzar la felicidad.
El hombre primitivo estaba menos agobiado, no conoc$a restricción alguna de sus pulsiones. Pero no pod$a gozar de su felicidad por largo tiempo )sometido a muchos peligros+. En verdad, sólo el 0efe gozaba de seme0ante libertad de los pulsiones mientras los demás viv$an oprimidos como esclavos. !uella libertad se encontraba supeditada a l restricciones de otro orden, !uizá a%n más severas !ue las actuales. El hombre civilizado ha trocado una parte de posible felicidad por una parte de seguridad. 1abe esperar !ue poco a poco lograremos imponer a nuestra cultura modi*caciones !ue satisfagan me0or nuestras necesidades. Pero existen di*cultades inherentes a le esencia misma de la cultura e inaccesibles a cual!uier intento de reforma. demás de la limitación instintiva !ue aceptamos, nos amenaza el peligro de la miseria psicológica de las masas. 1uando la cohesión de la masa viene dada por la identi*cación entre los individuos y no hay una dirección de parte de los gobernantes. er texto espec$*co.
Capítulo !I Inicio de los estudios de Freud Punto de apoyo de los estudios iniciales de Freud "'ambre y amor hacen girar coherentemente al mundo.# Poeta *lósofo ;chiller. El hambre representa los pulsiones !ue tienden a la conservación del individuo. Pulsiones del yo. El amor tiende hacia los ob0etosN su función primordial es la conservación de la especie. (ibido designa la energ$a de los pulsiones ob0etales. s$, se le presentaron en oposición los pulsiones del yo y los libidinosos. %nstinto s&dico'
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Gb0etal 9istinto de los demás ;u *n no es amoroso o Mantiene coaliciones con los pulsiones de yo. 9e posesión o de o apropiación, carentes de propósitos libidinales. 9iscrepancia superada pues el sadismo forma parte de la vida sexual puede suceder !ue el 0uego de la crueldad sustituya al del amor.
(a neurosis ven$a a ser la solución de la lucha entre los intereses de la autoconservación y las exigencias de la libido. 1ambio decisivo 1uando la investigación progresó de lo reprimido )los pulsiones ob0etales+ a lo represor )el yo+ introdu0o el concepto de narcisismo: el reconocimiento de que también el yo está impregnado de libido, el cual sería su lugar de origen y sigue siendo su cuartel central. La libido narcisista se orienta hacia los objetos conirtiéndose en libido objetal, pero puede oler a ser narcisista.
;i los pulsiones yoicos resultan ser libidinales, la libido se convertir$a en sinónimo de energ$a pulsional en general. Pero para l las pulsiones no pod$an ser todos de la misma especie. 2uevo paso Existen > tipos de pulsiones /
Eros instinto !ue tiende a conservar la sustancia viva y a condensarla en unidades cada vez mayores. Instinto de vida.
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8ánathos instinto !ue tiende a disolver las unidades y a retornarlas al estado más primitivo, inorgánico. Instinto de muerte.
Los fenómenos vitales se explican por la interacción y antaonismo de ambos. )unca por aislado. 7e amalaman entre sí. Hna parte del instinto de muerte se orienta contra el mundo exterior, manifestándose como impulso de agresión y destrucción. s$ el instinto de muerte ser$a puesto al servicio del Eros, pues el ser vivo destruir$a algo exterior, animado o no, en lugar de destruirse a s$ mismo/ Por el contrario, al cesar esta agresión contra el mundo exterior, tendr$a !ue aumentar por fuerza la autodestrucción, proceso !ue act%a constantemente. s$, en el sadismo, admitido hace tiempo como instinto parcial de la sexualidad, amalgama entre el impulso amoroso y el de destrucción. El masoquismo representa una amalgama entre la destrucción dirigida hacia dentro y la sexualidad, a travs de la cual a!uella tendencia destructiva, de otro modo inapreciable se hace notable o perceptible. "Me doy cuenta de !ue siempre hemos tenido presente en el sadismo y en el maso!uismo a las manifestaciones del instinto de destrucción dirigido hacia afuera ya hacia adentro, fuertemente amalgamadas con el erotismo, pero ya no logro comprender cómo fue posible !ue pasáramos por alto la
ubicuidad de las tendencias agresivas y destructivas no eróticas de0ando de concederles la importancia !ue merecen en la interpretación de la vida#. "6uienes creen en los cuentos de hadas no les agrada o$r mentar la innata inclinación del hombre hacia lo malo, a la agresión, a la destrucción y con ella tambin a la crueldad. 5caso 9ios no nos creó a imagen de su propia perfección7# Joehte Metistófeles, persona0e del Fausto. "Pues todo lo !ue nace merece perecer, )O+ por eso cuando solis llamar pecado, destrucción, en *n, el Mal, es mi propio elemento.# Freud "1onviene aconse0ar a todos !ue rindan profunda reverencia en cuantas ocasiones se presenten, a la naturaleza esencialmente moral del hombre. s$ se gana el favor general y se le perdonan a uno muchas cosas. El trmino libido puede seguir aplicándose a las manifestaciones del Eros para discernirlas de la energ$a inherente al instinto de muerte. (a libido participa en toda expresión instintiva, pero no todo es en sta libido. Es dif$cil captar el instinto de muerte. (o con0eturamos como una especie de remanente oculto tras el Eros, sustrayndose a nuestra observación toda vez !ue no se mani*esta en la amalgama con el mismo. En el sadismo donde desv$a a su manera y conveniencia el *n erótico, sin de0ar de satisfacer por ello el impulso sexual, logramos el conocimiento más diáfano de su esencia y de su relación con el Eros. %n donde aparece sin propósitos sexuales, aun en la más ciega furia destructiva, su satisfacción se acompa:a de placer narcisista pues ofrece al yo la realización de sus más arcaicos deseos de omnipotencia. tenuado y dome:ado, caso coartado en su *n, el instinto de destrucción dirigido a los ob0etos debe procurar al yo la satisfacción de sus necesidades vitales y el dominio sobre la naturaleza. (a tendencia agresiva es una disposición instintiva innata y autónoma del ser humano. 1onstituye el mayor obstáculo con !ue tropieza la cultura. (a cultura es un proceso particular !ue se desarrolla sobre la humanidad, puesto al servicio del Eros, destinado a condensar en una unidad vasta, en la humanidad, a los individuos aislados luego a las familias, las tribus, los pueblos y las naciones. Estas masas humanas han de ser vinculadas libidinalmente, pues ni la necesidad por s$ sola ni las venta0as de la comunidad de traba0o bastar$an para mantenerlas unidas. Pero el natural instinto humano de agresión, la hostilidad de uno contra todos y de todos contra uno, se opone a ese designio de la cultura. hora el sentido de la evolución cultural nos presenta la lucha entre Eros y Muerte, instinto de vida y de destrucción, tal como se lleva a cabo en la especie humana. s$ la evolución cultural puede de*nirse como la lucha de la especie humana por la vida.