Libro del Profeta Habacuc
Libro del Profeta
- Habacuc Prácticamente nada se sabe de Habacuc, excepto lo que lo que puede saberse de algunas tradiciones que por cierto no están muy de acuerdo entre si. (Deuteronomio 3:1, 19) se ha inferido que era levita y practicaba la música en el templo. Tenemos solo dos indicaciones sobre Habacuc. Se llama “profeta”, lo cual podrí a indicar su pertenencia a algún grupo de profetas. Vemos también al final del libro que hace una referencia musical semejante a las que aparecen en los Salmos. Por cierto, las ultimas palabras antes de esta referencia son idénticas a las que hallamos el Salmo 18:33. Como Nahúm predijo la destrucción de la nación Asiria, Abdías de los Idumeos, así Habacuc profetizó la caída del Imperio Caldeo. Como el habla del poder creciente de la nación últimamente mencionada y de la inminencia de la invasión de Judá, muchos estudiosos han llegado a la conclusión de que Habacuc profetizo durante los reinados de Joacaz y Joacim. Por su tema lo podemos situar entre la muerte del Rey Josías en la batalla de Meguido y el comienzo del cautiverio en Babilonia.
El libro pertenece a la ultima parte del sigo VII a.C., cuando Jeremías profetizaba en Jerusalén. Algunos lo colocarían antes, otros inmediatamente después de la caída del Imperio Asirio (Nínive la capital, cayo en manos de los babilonios en el 612 a.C.) y de las derrotas del faraón egipcio Carquemis ante Nabucodonosor en el 605 a.C. Babilonia avanza, pero Judá se libró hasta ese momento. En el 597 a.C., no mucho después de esto Jerusalén cayo en manos enemigas y los babilonios destruyeron la ciudad en el 587 a.C. Esto significa que el libro fue redactado entre el año 609 a.C. y el 597 a.C., fecha en que los babilonios invadieron el reino de Judá.
El profeta Habacuc se enfrenta con el mismo problema que Job y el escritor del Salmo 73; que mientras el bueno y el inocente sufre, el malo prospera. De forma que Habacuc, considera que Dios es bueno y justo, le plantea sus preguntas: “¿Por qué, Señor? ¿Por qué?”.
En primer lugar, la perplejidad del profeta porque no comprende la forma en que Dios está actuando, y en segundo lugar, su confesión y su alabanza a Jehová. Contemporáneo de Jeremías, a diferencia de este parece estar mas preocupado por el hecho de que Jehová no parece tener intenciones de juzgar la corrupción existente en Judá que por el hecho de que el pueblo no manifiesta arrepentimiento. Cuando Dios le responde que utilizara muy pronto a los babilonios para castigar la corrupción, crea otra perplejidad en la mente de Habacuc: ¿Cómo es posible que el Dios justo y puro utilice a
un pueblo malvado para castigar al pueblo de su Pacto? Entonces busca un lugar aislado para recibir la visión de Jehová y comunicarla a los que quieran oírla. La respuesta de Jehová se presenta a través de una proclamación que después de repetiría en el Nuevo Testamento. El apóstol Pablo cita Habacuc 2:4 en diferentes ocasiones para reiterar la doctrina de la justificación por la fe. (Romanos 1:17; Gálatas 3:11; Hebreos 10:38), y que seria la chispa que encendería la Reforma del siglo XVI en la mente de Martín Lutero: “
. Dios termina ordenándole silencio ante la manifestación de su soberanía. Convencido de que triunfara la justicia divina, el profeta eleva el corazón a Dios, pidiéndole que haga una obra tan portentosa como la que hizo en el éxodo y en el monte Sinaí, y reafirma su confianza en Jehová mediante una de las confesiones de fe mas hermosas que podemos leer en las Escrituras.
El libro del profeta Habacuc esta dividido de la siguiente manera:
1. 2. 3. 4.
: (1-2) El primer problema: Dios no ha juzgado a Judá por su maldad. (1:1-4) La primera respuesta de Dios: Los babilonios se encargaran de hacerlo por Él. (1:511) El segundo problema: ¿Por qué Dios usa a los malvados para castigar?. (1:12 – 2:1) La segunda respuesta de Dios: El remanente y la soberanía de divina. (2:2-20)
(3) 1. Le pide a Dios que se manifieste como en el pasado. (3:1-2) 2. Describe la revelación de Dios durante el éxodo de Egipto. (3:3-15) 3. Habacuc confiesa tener una confianza total y absoluta en Dios. (3:16-19)
. Esta revelación, la cual se desarrolla a partir del capítulo 2:3, no sólo se refiere a una inminente invasión de los caldeos, sino que también puede aplicarse a sucesos que tendrán lugar un día futuro.
Este pequeño libro que contiene grandes enseñanzas básicas para el cristiano. Uno de los problemas de las personas religiosas es el de pensar en función de sus obras. Han recibido la salvación por la fe y porque Dios así lo ha dispuesto es su gracia, y después sutilmente, poco a poco, comienzan a confiar en sus propias obras. Aquí no se afirma que el justo por la fe nacerá, sino que . Desde que nacemos de nuevo por gracia por medio de la fe, es esa la fe que nos da vida, y nuestras obras, las obras buenas que Dios ha dispuesto de antemano que hiciéramos, siguen y ratifican esa fe que da vida (Efesios 2:10; Santiago 2:18-20). El resultado de esta fe es la confianza absoluta en el Dios que nos ha dado vida, sin que las circunstancias logren ahogarnos, porque “el justo por su fe vivirá” (Habacuc 2:4).
Reina-Valera 1960. Biblia del Discípulo. Primera Ed. 2012, Editorial Unilit. Pearlman, Myer. A través de la Biblia. 1995, Editorial Vida. Alexander, Pat. El nuevo manual bíblico ilustrado. 3era Ed. 2002, Editorial Unilit.