ENCUADRE: DEFINICIÓN Y FUNCIÓN EN EL PROCESO ANALÍTICO JOSEFINA FIGUEROA FIGUEROA C.
I.- INTRODUCCIÓN Mi interés en el tema del encuadre surge en parte de las discusiones acerca de la diersidad de teor!as en el psicoan"lisis# $ue parecieran# por momentos# tender erdaderos a%ismos entre los analistas& ersus el ma'or grado de acuerdo ' de identidad cuando la discusi(n est" centrada en el tra%a)o cl!nico# '# m"s a*n# en el marco general $ue lo acompa+a ' sustenta# inclu'endo este marco no s(lo los aspectos ,ormales sino tam%ién lo $ue Melt-er llama el estado mental desde el cual el analista reci%e a su paciente. Cuando la discusi(n se centra en este segundo punto# entonces# como tan acertadamente lo plantea /allerstein 0123# se a generando la sensaci(n $ue# en la intimidad de nuestras consultas# con nuestros pacientes# reali-amos una la%or similar. similar. Aala Aala lo anterior el 4ec4o $ue# ,rente a esta diersidad de teor!as# los procedimientos $ue constitu'en el encuadre pr"cticamente no se 4an modi,icado desde $ue Freud los descu%ri( en sus tra%a)os so%re técnica entre 5255 ' 5256. 7or otra parte# ,rente a la llamada crisis del psicoan"lisis# se 4a generado polémica en relaci(n a algunos aspectos del encuadre# a sa%er# la ,recuencia de sesiones# la duraci(n de los tratamientos# ' en algunos casos# la regla de la a%stinencia# en el sentido de ,le8i%ili-arlos. As!# ante la perspectia de cam%ios en el encuadre# se 4ace necesario trans,ormar# al decir de 9leger# este ,ondo a ,igura# este no proceso a proceso# con el prop(sito de oler la mirada a lo $ue 'ace tras las reglas tan conocidas# $ue de tan conocidas# pueden a eces trans,ormarse en una rutina sin muc4o sentido. 7ara esto# comien-o con una %ree rese+a acerca de la eoluci(n 4ist(rica del concepto de encuadre# luego reiso las di,erentes ,ormas de conce%irlo# para continuar con las principales ,unciones ,unciones $ue los distintos distintos autores le 4an asignado asignado en el proceso. proceso. :ermino :ermino con algunas re,le8iones ,inales.
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7u%licado en Re. C4ilena de 7sicoan"lisis 0522;3 5<# =.
CONSIDERACIONES ACERCA
HISTÓRICASGENERALES DE
LA EVOLUCIÓN
DEL CONCEPTO DE ENCUADRE >os aspectos ,ormales del encuadre# entendido como las reglas $ue ordenan la relaci(n anal!tica 0Etc4ego'en# 1;3# ' $ue ,ueron de,inidas por Freud en sus :ra%a)os so%re :écnica 05255# 525=3 no 4an ariado en ,orma importante desde a$uella época. >a literatura muestra $ue poca atenci(n se prest( al encuadre 4asta los a+os ?@. Ello parece estar determinado por dos ,actores 5. >a cons consid ider erac aci( i(n n de la inte interp rpre reta taci ci(n (n como como ,act ,actor or curat curati io o centr central al ' 4err 4erram amie ient ntaa ,undamental de la pr"ctica psicoanal!tica& ' =. >a concepci(n concepci(n del analistaBpa analistaBpantall ntallaa en %lanco %lanco o# al decir decir de los 9aranger 9aranger## del analistaBo)o $ue se limitar!a a o%serar# entender ' a eces interpretar lo $ue ocurre en el paciente. esde este punto de ista de la situaci(n anal!tica# el setting el setting # es considerado como el marco $ue da la posi%ilidad la posi%ilidad de o%serar lo $ue ocurre en el paciente# con la ilusi(n de la neutralidad total de un analistaBespe)o. Asimismo# la eoluci(n en la concepci(n de la contratrans,erencia genera un cam%io respecto de este punto de ista El tra%a)o de Macalpine 0?@3 $ue cuestiona la espontaneidad de los ,en(menos trans,erenciales ' de la regresi(n en el proceso psicoanal!tico# marca una uelta de la mirada 4acia este *ltimo# e inaugura una discusi(n acerca de su acci(n espec!,ica en el proceso anal!tico# no resuelta 4asta a4ora. 7oco tiempo después# ' precedidos por los desarrollos de Dlein acerca de las relaciones o%)etales# los descu%rimientos de /innicott acerca del desarrollo emocional primitio# $ue apuntan a la importancia del am%iente ' del rol de la madre su,icientemente %uena en los estadios primitios del desarrollo del 'o# llearon a un an"lisis m"s cuidadoso del rol del analista ' del encuadre en el esta%lecimiento ' eoluci(n del proceso psicoanal!tico# o en términos cl"sicos.de la neurosis de trans,erencia 0D4an# ?23. Se comien-a a plantear $ue el settting constitu'e la %ase para una particular ,orma de relaci(n entre analista ' paciente $ue recrea la matri- de la relaci(n primaria madre e 4i)o# mu' en la l!nea de los planteamientos de /innicott# rescatando una ,unci(n %"sica del marco psicoanal!tico# ' apuntando as! no s(lo a la posi%ilidad de
o%seraci(n $ue éste presta al proceso# sino tam%ién a una ,unci(n espec!,ica de contenci(n ' reaseguramiento. >os tra%a)os de Spit- 0??3 acerca de la relaci(n temprana madreB4i)o ' los planteamientos de 9ol%'# m"s
adelante# acerca del comportamiento del apego en el ser 4umano# con,irman la importancia de la relaci(n primaria con la madre ' demuestran $ue tan importante como el alimento para la superiencia del ni+o# son la presencia ' el amor de la madre. As! se propone considerar el encuadre como el marco $ue reproduce las primeras ' tempranas técnicas maternas. Inita a la regresi(n de%ido a su con,ia%ilidad 0/innicott# ?6# 7"g. @63. En nuestro continente# el tra%a)o de los 9aranger 0;53 re,uer-a este ira)e desde una concepci(n m"s %ien mon"dica de la situaci(n anal!tica# a una eminentemente di"dica# conci%iendo ésta como campo din"mico# esto es# como un campo $ue es a la e- de o%seraci(n ' de interacci(n. Asimismo# el cl"sico tra%a)o de 9leger 0;3# $ue plantea c(mo el proceso psicoanal!tico necesita para producirse# un no proceso representado por el encuadre# ' el tra%a)o de aH 053 $ue propone constantes a%solutas ' relatias dentro del mismo# representan es,uer-os por de,inir en ,orma m"s espec!,ica los componentes de la situaci(n anal!tica# prestando especial atenci(n al setting ' a lo $ue éste al%erga. 7or la misma época# Melt-er 0;3 propone sus pro,undas re,le8iones so%re el proceso anal!tico considerando $ue# por so%re el tra%a)o interpretatio# la la%or principal del analista en lo $ue 4ace al esta%lecimiento ' mantenimiento del proceso anal!tico# ser!a la creaci(n del encuadre# en el cual los procesos trans,erenciales de la mente del paciente pueden encontrar e8presi(n 07"g. =@3. Es as! $ue# a partir de estos desarrollos te(ricos# 4a' un cam%io en la concepci(n del setting # desde reglas $ue permiten la o%seraci(n# a un marco $ue al%erga un contenido# $ue marca un tipo especial de realidad de la situaci(n anal!tica ' $ue posee ,unciones espec!,icas
dentro del proceso. III.- SOBRE LAS REGLAS DEL ENCUADRE a' en general consenso entre los analistas en de,inir el encuadre como el con)unto de reglas $ue ordenan la relaci(n anal!tica# o el con)unto de constantes $ue permiten la ocurrencia del proceso anal!tico 09leger# ;& D4an# ?2& Etc4ego'en# 1;& Greenson# 1& Grin%erg# 15& :4ome ' Dac4ele# 123. a' consenso tam%ién en incluir los arreglos espacio temporales ' de dinero# ampliamente conocidos& ' las reglas de la a%stinencia# atenci(n li%re ' ,lotante# neutralidad ' asociaci(n li%re para el paciente# todos ellos aspectos 'a propuestos por Freud en sus tra%a)os so%re técnica en 5255 B 525=# ' $ue de,inen tanto el < 69
am%iente ,!sico necesario para el tra%a)o anal!tico# como la
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apro8imaci(n mental a la tarea para paciente ' analista. En general# se o%sera $ue la ma'or!a de los analistas tra%a)an con este marco# pero 4a'
ariaciones en relaci(n a la importancia $ue le con,ieren dentro del proceso. Un aspecto del encuadre $ue parece ser in4erente a su de,inici(n# se re,iere a la importancia de la esta%ilidad en el tiempo de estas reglas o constantes. >a caracter!stica de constancia de tales reglas# ' por ende# de la actitud ' conducta del analista# regulada por ellas# parece estar en relaci(n con el empleo del tiempo en psicoan"lisis 0,recuencia de sesiones# duraci(n de los tratamientos3. 7ara $ue los procedimientos del encuadre proporcionen seguridad al anali-ado# de%en proeerse a éste con un alto grado de ,recuencia ' durante un prolongado espacio de tiempo... todos los procedimientos $ue se 4acen predeci%les proporcionan una sensaci(n relatia de seguridad# apuntando a $ue la e,ectiidad de estos procedimientos estar!a en ,unci(n de su esta%ilidad en el tiempo 0Greenson# 7"g. <2@3. . uinodo-# cita 0522=3 una encuesta so%re el setting $ue reali-( entre sus colegas de la sociedad Sui-a. Se encontr( con grandes di,erencias# 4a%!a $uienes lo conce%!an como un con)unto de reglas conencionales $ue siren para delimitar el escenario psicoanal!tico... ser!an ,"cilmente modi,ica%les ' por lo tanto de importancia secundaria en el proceso 07"g. ;=3. Sin em%argo# para la ma'or!a de los analistas encuestados# ser!a m"s $ue eso ' constituir!a el comple)o total de condiciones necesarias para generar la particular relaci(n ps!$uica ' a,ectia entre paciente ' analista# a traés de la cual puede ser esta%lecido el proceso 0. uinodo-# 2=# 7"g. ;=3. 7ienso $ue tal di,erencia estri%a en si las reglas so%re las cuales 4a' consenso# son istas s(lo como un con)unto de 4ec4os de conducta 0Etc4ego'en# 1;3# o ,ormalidades& o integradas en un todo co4erente $ue algunos llaman la actitud mental del analista 0Melt-er# ;& Etc4ego'en# 1;& Orin%erg# 153. ependiendo de ello# el encuadre aparece 'a sea como un ritual rutinario ' secundario en relaci(n al logro del insight a traés de la interpretaci(n& o como un concepto gr"ido de signi,icados $ue parece contener no s(lo las ansiedades del paciente durante el proceso anal!tico# sino tam%ién los principios %"sicos de la técnica ' la ética particular del psicoan"lisis $ue lo di,erencia de otras psicoterapias 0Melt-er# ;F# 7"g. =@3. Representatio de los autores $ue parecen ad4erirse al punto de ista del encuadre como 6 70
4ec4os de conducta# podr!a citarse# dentro de los >atinoamericanos# a los Rodrigué 0;53 $ue consideran
? 70
$ue ...la interacci(n asociaci(nBinterpretaci(n constitu'e la relaci(n anal!tica# cual$uier otra modalidad de conducta dentro ' ,uera de la sesi(n pasa a ser la relaci(n e8traB anal!tica.# el encuadre mismo es una relaci(n e8traBanal!tica 07"g. =F3. Representatio de los autores $ue consideran como parte integrante ' ,undamental del setting # el estado mental del analista# regulado ' de,inido %"sicamente por sus reglas# son entre muc4os otros# Melt-er ' /innicott.
Melt-er 0;F3 conci%e el encuadre como conteniendo los ,undamentos de la técnica psicoanal!tica# planteando $ue su unidad ,undamental# aparte de los arreglos ,ormales de tiempo ' dinero# est" constituida por el estado mental del analista# entendiendo as! como parte integrante del setting # la actitud anal!tica# %asada en la deoci(n al método psicoanal!tico. En este sentido# integra un aspecto del tra%a)o interpretatio del analista# planteando $ue# por una parte la interpretaci(n es lo $ue crea el insight ' llea al cam%io estructural# ' por otra# constitu'e# cada e- $ue el analista responde interpretando a las comunicaciones del paciente# una continua declaraci(n acerca de la actitud anal!tica ...so' su analista una ,igura e8terna# reci%o sus pro'ecciones pero no esto' dominado por ellas# so' toda!a capa- de comunicarle mis pensamientos 0Melt-er# ;# 7"g. 56;3. As!# 4a%r!a una ,unci(n de la interpretaci(n relacionada con los es,uer-os del analista para preserar la actitud anal!tica# $ue ser!a parte integrante del encuadre 0Melt-er# ;3. :am%ién /innicott# distingue entre el material presentado por el paciente $ue de%e interpretarse ' entenderse# ' el marco dentro del cual esa la%or se llea a ca%o 0/innicott# ?6# 7"g. @63. :omando como %ase las indicaciones de Freud acerca del marco cl!nico del tra%a)o anal!tico# descri%e como parte del encuadre# aspectos del rol de analista en la situaci(n anal!tica el estar constante de éste# escuc4ando a su paciente durante un determinado per!odo de tiempo& la e8presi(n de amor del primero a traés de este estar# ' del odio# en la estricte- re,le)ada en la puntualidad para ,inali-ar la sesi(n ' el pago de los 4onorarios# sin negar entonces el amor ni el odio. Se re,iere tam%ién a un am%iente $ue éste proee a su paciente# ,!sicamente c(modo# re,le)"ndose en su 4a%itaci(n una preocupaci(n por dar al paciente un am%iente protegido. El analista no en)uicia moralmente al paciente# es muc4o m"s con,ia%le $ue las personas de la ida corriente es puntual# no tiene pataletas# no est" e8puesto a enamoramientos compulsios# etc. ? 71
.... a' un claro distingo entre los 4ec4os ' la ,antas!a# de manera $ue el analista no se siente 4erido ,rente a un sue+o agresio# '# agrega el analista so%reie0/innicott# ?6# 7"g.
; 71
@<3./innicott# como Melt-er# apunta a a$uello $ue el analista comunica constantemente a su paciente a traés del encuadre ' la ,unci(n interpretatia# como parte de éste. En s!ntesis# parece 4a%er acuerdo en general entre los analistas en relaci(n al uso del encuadre en su pr"ctica cl!nica# sin ma'ores ariaciones desde a$uel de,inido por Freud en sus tra%a)os so%re técnica. Sin em%argo# en la literatura# se encuentran al menos dos puntos de ista para considerarlo ' por ende para de,inirlo uno $ue lo considera desde
una
posici(n predominantemente ,ormal# ' otro $ue inclu'e una serie de elementos $ue se inscri%en en lo $ue se 4a llamado Kactitud mental del analista o actitud anal!tica# $ue puede conce%irse como una actitud ética 0Etc4ego'en# 1;3# ' $ue sustancialmente re,le)a la oluntad del analista de ce+irse en lo posi%le al método psicoanal!tico ' de introducir la menor cantidad de aria%les en el desarrollo del proceso 0Melt-er# ;& Etc4ego'en# 1;& Grin%erg# 153. esde esta de,inici(n# se inclu'e en el encuadre# aparte de los arreglos ,ormales ' espacioBtemporales# todos los detalles de la técnica anal!tica 0Grin%erg# 15& /innicott# ?63.
IV.- FUNCIONES ESPECÍFICAS DEL ENCUADRE DENTRO DEL PROCESO PSICOANALÍTICO 7uede plantearse tres puntos de ista principales# so%re las ,unciones espec!,icas del encuadre. El encuadre como proocador de regresi(n# como continente ' como el tercero en la relaci(n anal!tica.
Encuadr ! R"r#$%n: esde $ue Macalpine 052?@3# puso en duda la espontaneidad del ,en(meno de la trans,erencia en la situaci(n anal!tica ' la atri%u'( a la regresi(n proocada por un encuadre in,antili-ador al $ue se e8pone al paciente en an"lisis# muc4os autores 4an planteado $ue el setting prooca una regresi(n en el paciente# $ue permitir!a el surgimiento =
de la neurosis de trans,erencia . escri%e Macalpine una serie de elementos del encuadre $ue# )unto a la neutralidad del analista# con,ormar!an una situaci(n a la $ue el anali-ado de%e adaptarse a traés de la regresi(n.
=
El concepto de regresi(n para Macalpine ' sus seguidores contempla una regresi(n temporal. >a primera se re,iere a la reaparici(n de modalidades de ,uncionamiento ps!$uico 'a a%andonadas o modi,icadas ' la
; 72
segunda se re,iere al surgimiento de tendencias del pasado# a menudo In,antiles 0Sandler# 2<3.
72
Menciona como elementos in,antili-adores# entre otros# la limitaci(n del mundo o%)etal en el sentido de la reducci(n de est!mulos e8ternos# la constancia am%iental ' la rutina ,i)a del ceremonial anal!tico# las interpretaciones en un niel in,antil# la ,unci(n del 'o reducida# la disminuci(n de la responsa%ilidad personal a traés de la regla de la asociaci(n li%re ' la asimetr!a contenida en la relaci(n de a'uda ice Macalpine $ue as! se o,rece al paciente al principio la ilusi(n de completa li%ertad# de $ue ser" amado irrestrictamente por el analista# sin em%argo éste# a traés del mismo encuadre ,rustra la grati,icaci(n en el paciente# moili-ando as! la li%ido $ue permite el tra%a)o anal!tico. Es a este aspecto ,rustrador del encuadre al $ue el paciente responder!a desarrollando la neurosis de trans,erencia# para posteriormente# en la ,ase terminal del an"lisis# retomar el camino a la adulte- como una nuea independencia li%erada de un super'( arcaico ' destetada del super'( anal!tico 0Macalpine# 7"g. =<3. 7ara Macalpine entonces# es la ,rustraci(n proocada por el encuadre la $ue 4ace regresar al paciente. LC(mo se ad4iere el paciente al tratamiento# si éste es tan poco grati,icante Responde Macalpine su a%soluta certe-a 0del anali-ado3 ' continua prue%a $ue este procedimiento# con toda la presi(n ' la ,rustraci(n $ue impone es necesario para su propio %ien# ' $ue es un método o%)etio cu'o *nico prop(sito es a'udarlo en sus propias metas 0Macalpine#
7"g.
==3# apuntando
entonces
a
la
alian-a
de
tra%a)o#
concepto
ampliamente desarrollado por los psic(logos del 'o# $ue tradicionalmente 4an adscrito a la postura de Macalpine 0Greenson# 1& Greenacre# ?6& Spit-# ;?& Stone# ;5& Sandler# 2<& et-el# ;63. :am%ién /innicott# aun$ue desde otra concepci(n de regresi(n 0la considera como curatia ' no patol(gica3# plantea $ue el marco anal!tico inita a la regresi(n para su con,ia%ilidad 0/innicott# 7"g. @63# apuntando as! a una ra-(n di,erente para ella. Ca%e entonces preguntarse si el paciente regresa por la ,rustraci(n in,lingida por el setting de Macalpine# o por la con,ia%ilidad del encuadre de /innicott. 7arece ser éste un pro%lema no resuelto. 7ara los psic(logos del 'o# como 'a lo plante( Macalpine# esta con,ia%ilidad del analista es lo $ue crea la alian-a de tra%a)o ' permite al paciente mantenerse en tratamiento. :omado como punto de partida las contri%uciones de Macalpine# por una parte# ' las de 73
Greenacre# Spit- ' Stone# acerca de $ue los elementos del encuadre tienden a reproducir la
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matri- de la relaci(n temprana madre e 4i)o# arios autores m"s recientemente contin*an
sosteniendo este punto de ista acerca del encuadre. 7or e)emplo# Greenson 013 anali-a el setting anal!tico desde el értice de a$uellos elementos $ue ,aorecen el esta%lecimiento de la neurosis de trans,erencia& ' de a$uellos $ue
,aorecen la alian-a de tra%a)o& apuntando en el primer caso a $ué es lo $ue tiende a proocar regresi(n en el paciente& ersus $ué es lo $ue lo a'uda a conserar su niel de ,uncionamiento m"s adulto. Entre los elementos $ue proocan regresi(n menciona los mismos $ue Macalpine '# a su e-# lo rutinario ' esta%le de estos mismos procedimientos#
,aorecer!a el esta%lecimiento ' mantenci(n de la alian-a de tra%a)o# proporcionando una sensaci(n relatia de seguridad. Agrega# al igual $ue Macalpine# como elementos protectores de una regresi(n e8cesia ' ,aorecedores de la alian-a de tra%a)o# a$uellos $ue apuntan a parte de la actitud anal!tica ... su incansa%le %*s$ueda de insight ' entendimiento 0del analista3# su respeto ' protecci(n de los derec4os potenciales ' dignidad del paciente# su interés ' compasi(n ' su empe+o ,ranco ' considerado de aliiar los padecimientos neur(ticos 0Greenson# 1# 7"g. <2@3. Greenacre 0?63 por su parte# plantea $ue lo $ue protege al paciente de una regresi(n e8cesia# es la interpretaci(n ' el insight . Sandler 02<3# adscri%iendo igualmente a la posici(n de Macalpine# integra la ,unci(n de sostén ' contenci(n del encuadre# planteada principalmente por los autores Dleinianos ' por /innicott. En s!ntesis# estos autores coinciden en $ue lo $ue protege al paciente de una regresi(n e8cesia seria la con,ia%ilidad del analista# e8presada en su e8clusio interés en el %ienestar del paciente# ' la ,unci(n interpretatia del primero con el prop(sito del insight en el paciente. Ello permitir!a el crecimiento ' progresia independencia del anali-ado# $ue de otra ,orma# si el analista desproisto del método# lo grati,icara actiamente# $uedarla ad4erido al mundo in,antil ' en una relaci(n de dependencia sin retorno. Etc4ego'en 01;3# como representante de los autores Dleinianos# re%ate el planteamiento de los psic(logos del 'o# aduciendo# en primer lugar# $ue desde su punto de ista la regresi(n del paciente en el proceso anal!tico tiene $ue er con la en,ermedad ' no con el encuadre# ' $ue este *ltimo lo $ue 4ace es detectarla ' contenerla Cuestiona punto por punto los 1 74
argumentos de Macalpine ' sus seguidores# re%atiendo por e)emplo el aspecto de la priaci(n sensorial# 'a $ue en su opini(n# el analista siempre estar!a presente# 'a sea $ue esté o no en silencio. Asimismo# plantea $ue el encuadre ,rustra determinados deseos in,antiles del anali-ado# pero no el deseo
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real ' %"sico por el cual una persona decide emprender el tratamiento. Cuestiona tam%ién# la l(gica del argumento de los seguidores de Macalpine# $ue los mismos ,actores $ue promueen la neurosis de trans,erencia son los $ue ,omentan la alian-a de tra%a)o# planteando $ue esto e8plicar!a de $ué modo se inicia una an"lisis pero no c(mo termina. 7ienso# sin em%argo# $ue el punto en discusi(n no $ueda totalmente -an)ado con los argumentos de Etc4ego'en. 7uede pensarse $ue la constancia o intensa esta%ilidad del encuadre anal!tico# por lo menos# 0si 'a no sus reglas tan conocidas3# pudiera ,omentar la ideali-aci(n del analista como representante de las ,iguras primarias. A*n cuando se compare el encuadre con la relaci(n primaria madre e 4i)o# es claro $ue a$uella relaci(n primaria no posee el grado de ,i)e-a ' constancia del encuadre anal!tico ' de la actitud del analista como parte de éste. M"s a*n# 4a' autores $ue plantean $ue el encuadre de la relaci(n madre e 4i)o es esencialmente cam%iante# adapt"ndose al desarrollo del ni+o ' present"ndole constantemente desa,!os para as! lograr el crecimiento 0Jiméne-# 2?3. 7or otra parte# puede entenderse c(mo termina el an"lisis desde este punto de ista# remitiéndose al tra%a)o interpretatio del analista# $ue es isto por algunos autores como parte del setting . Ser!a el insight del paciente lo $ue permitir!a el crecimiento ' ,inalmente su independencia 0Greenacre# ?63. 7or *ltimo# creo $ue /innicott arro)a luces so%re el pro%lema de l(gica $ue plantea Etc4ego'en en el sentido de aplicar los mismos procedimientos como ,omentadores de regresi(n ' como promotores de la alian-a de tra%a)o# cuando plantea $ue el analista e8presa su amor al paciente a traés de los procedimientos de protecci(n del encuadre# pero tam%ién su odio en la estricte- de estos mismos procedimientos 0en lo re,erente a la puntualidad en el término de la sesi(n ' el pago de los 4onorarios3 0/innicott# ?63.Aun$ue es discuti%le $ue el co%ro de 4onorarios o el l!mite de la sesi(n sean e8presiones de odio por parte del analista# sin duda despiertan# )unto con su la%or interpretatia# el odio o la ra%ia del paciente 4acia el analista# eitando as! una relaci(n ideali-ada $ue# entre otras
cosas# llear!a pro%a%lemente a una depende ncia sin retorno.
Encuadr ! C&n'nc$%n: >os autores Dleinianos por una parte ' /innicott ' sus seguidores# por otra# son los $ue 2 75
m"s se 4an preocupado de la ,unci(n del encuadre relacionada con la contenci(n. 7ara los Dleinianos# es
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central el an"lisis de las angustias de separaci(n en el proceso anal!tico# ' de los mecanismos utili-ados para mane)arlas ' comunicarlas# por e)emplo# la identi,icaci(n pro'ectia. En este sentido# la regresi(n durante el proceso es ista# como %ien plantea Etc4ego'en# como parte de la en,ermedad ' no inducida por el encuadre como piensan los psic(logos del 'o. El marco anal!tico# permite $ue las angustias del paciente $ue emprende el an"lisis sean reci%idas 0contenidas3 por el analista ' luego deueltas de ,orma $ue el paciente pueda reintro'ectarlas# ' adem"s detecta ' demarca la angustia de separaci(n
0Etc4ego'en# 1;3. Melt-er 0;3 entre los Dleinianos# es uno de los autores $ue m"s 4a aportado respecto de la ,unci(n continente del encuadre. Re,iriéndose# como parte del encuadre# a la actitud anal!tica o encuadre mental desde el cual el analista reali-a su la%or# dice Melt-er el analista# proisto de su e$uipo técnico e intelectual# decide conducirse de un modo especial 0en la situaci(n anal!tica3 ' estimula al paciente 4acia una condu cta seme)ante# o sea# utili-ar la conciencia 0de los deriados de los procesos inconscientes3 para el pensamiento er%al en lugar de recurrir a la acci(n. Ello e$uiale a contener los aspectos in,antiles de la mente ' s(lo comunicar acerca de ellos 0Melt-er# ;# 7"g. =@3. Esta comunicaci(n del analista constitu'e su la%or interpretatia $ue# por una parte# conduce al paciente al insight ' a la modi,icaci(n de la ansiedad& ' por otra# ,orma parte del encuadre !a comunicaci(n al paciente de la actitud anal!tica. El $ue el analista pueda crear la interpretaci(n ' el paciente pueda desarrollar el insight es posi%le entonces gracias a $ue la mente del analista se constitu'e en un continente de las pro'ecciones del paciente. A traés de las reglas del encuadre as! como las entiende Melt-er# el analista se compromete a tolerar las pro'ecciones del paciente ' mantenerlas dentro de s! sin detenerse ante el sacri,icio de su propio dolor mental# 4asta el l!mite de la tolerancia 07"g. 56@3# para luego pensar acerca de la situaci(n trans,erencial# ' deolerlas %a)o la ,orma de una interpretaci(n# en el momento en $ue el paciente pueda reci%irlas. As!# el encuadre tiene una ,unci(n en la modulaci(n de la ansiedad del paciente# por una parte# ' la reducci(n al m!nimo de las inter,erencias e8ternas# por otra parte. Este *ltimo punto se re,iere a proteger al paciente ' no imponer con demasiada ,uer-a la realidad e8terna del analista Sin pretender desconocer la e8istencia de éste como persona# Melt-er 5@ 76
recomienda esta%ilidad ' simplicidad en todo lo re,erente a su entorno ' su técnica 0Melt-er# ;3. Es digno de destacar el planteamiento de este autor# a sa%er# $ue la ,unci(n continente del
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encuadre# e)ercida a traés de la actitud anal!tica# est" permitida no por la persona del analista# sino por las especiales caracter!sticas de la técnica ' por la deoci(n del analista a su método. As!# cual$uier %ene,icio $ue el paciente o%tenga del tratamiento# de%e ser entendido no como o%ra de la persona del analista# sino de sus ,unciones anal!ticas# es decir# de $ue controle el proceso mediante la creaci(n ' mantenimiento del encuadre ' de la ,unci(n interpretatia Esto lo protege de ser lleado al e)ercicio megaloman!aco de un poder terapéutico *nico 07"g. 5653# apuntando a $ue el encuadre# entendido como inclu'endo la deoci(n al método# no s(lo contiene las pro'ecciones del paciente# sino $ue tam%ién los posi%les deseos o ,antas!as de omnipotencia del analista. Este autor apunta a la e8istencia de un encuadre mental esencialmente continente# $ue le da sentido a las ,ormalidades del setting # $ue istas en ,orma aislada s! pueden parecer s(lo un ritual rutinario. 7ienso $ue el aporte de Melt-er reside en integrar# con el nom%re de actitud anal!tica# las reglas mentales del encuadre $ue Freud propuso 4ace 'a tanto tiempo# esto es# la atenci(n ,lotante# la a%stinencia# la neutralidad ' la interpretaci(n como parte de la técnica. 9icH 0;13 propone un tipo especial de identi,icaci(n narcis!stica# en etapas mu' primarias del desarrollo 0antes del uso de la identi,icaci(n pro'ectia3# en $ue el self es e8perimentado como partes necesitadas de un o%)eto $ue las contenga ' uni,i$ue# $ue es la piel# ista como o%)eto de la realidad ps!$uica Este o%)eto piel# uni,icador ' continente# de%e ser tempranamente incorporado# pues de otra manera# el self no constitu'e un espacio donde puedan ,uncionar los mecanismos pro'ectios# no se constitu'e un adentroBa,uera. El
encuadre es isto entonces como e$uialente a esta piel# $ue se necesita para contener las partes del self # residiendo en éste el aspecto continente de la situaci(n anal!tica 7or ello# para 9icH# la ,irme-a de la técnica resulta crucial. Siguiendo la l!nea de pensamiento Dleiniano ' utili-ando las ideas de 9ion# . uinodo-# entiende el encuadre como el instrumento de la ,unci(n contenedora del analista 0uinodo-# <# 7"g. ;=23# aludiendo a $ue el setting ser!a la entidad a traés de la cual se e8presa esta ,unci(n. Al descri%irla# aclara $ue se trata de un continente actio# $ue interact*a con sus contenidos# caracter!stica esencial para $ue el analista ponga en marc4a su capacidad de 55 77
rêverie ' as! pueda crear la ,unci(n interpretatia# deoliendo al paciente algo $ue éste pueda integrar# ' lo di,erencia de un continenteBcosa# 0 setting como ritual# desproisto del encuadre mental3# esto es#
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un recipiente inerte $ue no interact*a con sus contenidos. Cita a 9ion en relaci(n a su concepto de continenteBcontenido# en el sentido de $ue la capacidad contenedora creatia del analista est" e8presada en el encuentro entre el continente ' el contenido. ace notar $ue en la e8presi(n continenteBcontenido# el término contenido no sim%oli-a 'a s(lo el o%)eto engendrado# sino tam%ién uno de sus procreadores. En orden a crear el proceso# conce%ido como el contenido engendrado# el continente en s! mismo de%e ser un encuentro din"mico entre procreadores# $ue se puede sim%oli-ar# como en 9ion# con s!m%olos se8uales re,erentes al continente contenido 0. uinodo-# <3. 9leger 0;3 en su cl"sico tra%a)o so%re el encuadre# reali-a interesantes planteamientos acerca de $ué es lo $ue éste contiene. >lama la atenci(n acerca de la constancia ' ,i)e-a del encuadre# al $ue llama no proceso# oponiéndose al proceso anal!tico# esencialmente din"mico ' cam%iante# ' se pregunta $ué se est" pro'ectando en el primero cuando el anali-ado aparentemente cumple rigurosamente con él. Considera $ue# as! como la parte neur(tica de la personalidad nota al encuadre# la parte psic(tica de la personalidad aproec4a su inmoilidad para pro'ectar la sim%iosis# es decir# una porci(n de la relaci(n con el analista $ue ser!a indi,erenciada 09leger# ;& Etc4ego'en# 1;3. As!# el marco anal!tico se prestar!a para contener aspectos primitios del paciente# ' por ello# adierte 9leger# es necesario $ue cada cierto tiempo el ,ondo se 4aga ,igura# o# dic4o de otro modo# $ue el noB proceso 0encuadre3# se 4aga proceso# ' anali-ar aspectos de la personalidad del anali-ado $ue de otra ,orma $uedar!an tan mudos como el encuadre# cuando éste es acatado por paciente ' analista. :am%ién /innicott# aun$ue desde una concepci(n di,erente del proceso anal!tico# ' de la regresi(n# 4a reali-ado importantes aportes respecto de la cualidad sostenedora 04olding3 del encuadre psicoanal!tico. 7iensa $ue el marco anal!tico# $ue de,ine como todos los detalles de la técnica# proporciona un espacio transicional en el $ue el paciente puede so%rellear una regresi(n curatia# no patol(gica# de%ido a los procedimientos contenidos en el encuadre# $ue recrear!an las técnicas maternas de cuidado del ni+o en los primeros estadios del desarrollo 0se re,iere a los cuidados de una madre su,icientemente %uena3. As! el encuadre o,rece al paciente un am%iente sostenedor ' reasegurador# ' un analista con,ia%le# $ue 4ace posi%le una regresi(n temporal pro,unda# un retorno a la dependencia temprana# $ue le permitir" el erdadero self reasumir su 5= 78
desarrollo# impedido por ,allas am%ientales 0/innicott# ?6& Etc4ego'en# 1;3.
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Ser!a entonces la ,unci(n de contenci(n lo $ue le dar!a al encuadre el car"cter de marco regenerador.
E( ncuadr c&)& ( &rdn n ( ca: ( 'rcr& n (a r(ac$%n. Se 4a considerado tam%ién el encuadre desde un punto de ista di,erente# conci%iéndolo como el tercero en la relaci(n analistaBpaciente# representando la le' de l padre. Algunos autores plantean $ue las reglas $ue ordenan la relaci(n anal!tica remiten a un lugar de terceridad # $ue las 4ace con,ia%les# )ustamente por esta m"s all" de sus protagonistas# analista ' paciente 0Ferrari ' Sieguer# 2?3. >a regla est" inspirada en la teor!a psicoanal!tica ' aalada por la comunidad cient!,ica# ' as! protege al paciente de la posi%ilidad $ue el analista e)er-a su propia le' a la manera del padre de la 4orda primitia# cu'a le' era su li%re al%edr!o 0Ferrari ' Sieguer# 2?3. C4asseguetBSmirgel 013# en su tra%a)o so%re encuadre ' creaci(n# propone $ue el encuadre o,rece al paciente el e$uialente a una tela u 4o)a de papel ac!os $ue él podr" llenar al anto)o de sus producciones ps!$uicas 0C4asseguetBSmirgel# 1F# 7"g. 623. As!# piensa $ue el
contenido de la sesi(n representa para el paciente la iencia de un ,ondo de relaci(n uterina con la madre mientras $ue la ,i)e-a del encuadre representa el corte# de esencia paterna# de esta relaci(n. El s(lo la 4ace posi%le por$ue él 0' tam%ién el analista como guardi"n del encuadre3# es el garante $ue el anali-ado no ser" sumido en el *tero materno 07"g.<23. Compara la aceptaci(n del encuadre# con la aceptaci(n de la realidad# como e$uialente a la aceptaci(n del padre en su papel de o%)eto de la madre. :al aceptaci(n del padre implica una renuncia a la relaci(n sim%i(tica con la madre. Considera $ue sin la presencia del encuadre el proceso anal!tico ser!a psic(tico ' por ende# imposi%le# 'a $ue se necesita al padre como representante de la realidad# para impedir la ,usi(n del anali-ado con
su analistaBmadre. :am%ién . uinodo- 0<3# aun$ue desde otro értice# cuando desarrolla la ,unci(n contenedora del analista a traés del encuadre ' de la interacci(n continenteBcontenido dada en la relaci(n anal!tica# aclara $ue no la conci%e como una relaci(n dual 'a $ue siempre est" la presencia del padre# en el rêverie de la madreBanalista 0. uinodo-# <3. Asimismo# A. Oreen# 5< 79
suscri%e esta postura# relatii-ando la aparente dualidad de la relaci(n anal!tica# planteando $ue esa pare)a constituida por la madre ' el ni+o# no e8iste sin el padre# entre am%os se encuentra el padre# en alg*n lugar del inconsciente de la madre 0A. Green# ?# 7"g. 2=3. Este tercero# el
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padre# para Green est" tam%ién constituido por el encuadre en la relaci(n anal!tica.
*Pud +a,(ar# d una acc$%n 'ra-u'$ca #-c/0ca d( ncuadr1 $nd-nd$n' d (a $n'r-r'ac$%n2 >a discusi(n anterior de)a en claro $ue el encuadre posee una ,unci(n esencial en el proceso psicoanal!tico# 'a sea como contenci(n# como el tercero impidiendo la sim%iosis de la pare)a anal!tica# o como proocando la regresi(n necesaria para $ue se desarrolle la neurosis de trans,erencia. Ca%e preguntarse entonces# si se puede 4a%lar de esta acci(n terapéutica espec!,ica del encuadre# independiente de la interpretaci(n. Creo $ue ello remite a la discusi(n acerca de la acci(n de los ,actores curatios inespec!,icos en la psicoterapia en general& ' tam%ién a la discusi(n acerca de ,actores curatios
en psicoan"lisis# esto es# la contraposici(n entre la terapia de insight con én,asis en la interpretaci(n ' la terapia de la e8periencia emocional# $ue asigna la ,unci(n terapéutica esencial a la e8periencia emocional ienciada en el conte8to de la relaci(n anal!tica 0:4ome ' Dac4ele# 123. En nuestro medio# In,ante 02<3 se 4a ocupado de este tema# planteando $ue la interpretaci(n es una ,unci(n de la relaci(n# en el sentido matem"tico del término. 7ara algunos autores la ,unci(n de reaseguramiento# con,irmaci(n o apo'o del encuadre anal!tico# de%ido a sus reglas ' a su esta%ilidad en el tiempo# producir!a un e,ecto esta%ili-ador independiente de la técnica interpretatia 0:4ome ' Dac4ele# 123. :4ome ' Dac4ele# citan a 9i%ring 0<3# $uien plante( $ue la iencia de la inclinaci(n a toda prue%a del analista produce una consolidaci(n inmediata del sentimiento de seguridad $ue no ,ue ad$uirido en la ni+e-# o $ue lo ,ue s(lo dé%ilmente# $ui-" a causa de una carencia de tal iencia de certidum%re 09i%ring# <# 7"g. <@B<53. Sin em%argo# 9i%ring considera $ue tal consolidaci(n s(lo tiene e,ecto en el conte8to del proceso anal!tico# con lo cual no constituir!a un logro perdura%le una e- concluido. Me parece interesante citar las ideas de Modell 052113# $uien considera $ue el encuadre inclu'e el !nculo analistaBpaciente# ' constitu'e los cimientos del tratamiento anal!tico. :omando en cuenta los desarrollos de autores como /innicott# Stone# Spit-# etc.# integra los 56 80
planteamientos de los te(ricos de la comunicaci(n# como 9ateson ' /at-laicH# acerca de la metaBcomunicaci(n# a sa%er# $ue el emisor no s(lo comunica un mensa)e al receptor sino tam%ién metaBcomunica algo acerca de la relaci(n entre am%os. En este sentido la actitud anal!tica contenida en las reglas del encuadre# constitu'e una meta comunicaci(n al paciente acerca del !nculo con el analista 0Modell# 113. Cada e- m"s este !nculo es reconocido como el locus de la acci(n terapéutica# considerando $ue la relaci(n terapéutica# puede ser ista tanto como mensa)e ' como medio 0Modell# 113. e%ido a $ue el encuadre demarca un tipo especial de !nculo $ue e8istir!a entonces en un niel de realidad di,erente# Modell considera $ue el setting
est" su)eto a trans,ormaciones sim%(licas $ue permiten la ela%oraci(n de con,lictos inespec!,icos del desarrollo 0por e)emplo# el deseo de dependencia ersus temor a perder la autonom!a# ' el deseo de ,usi(n ersus al temor de ser tragado por el o%)eto3. >lama a esta trans,ormaci(n trans,erencia dependiente continente# $ue opone a la trans,erencia ic(nica o neurosis de trans,erencia# altamente espec!,ica ' ariegada# a di,erencia de la
anterior 0Modell# 113. Este autor entiende entonces el encuadre como esencialmente regulador del !nculo anal!tico ' lo conci%e en una ,unci(n espec!,ica en lo $ue se re,iere a los con,lictos relacionados con la integridad del self # $ue# en su opini(n el paciente llea a la situaci(n anal!tica 7ara Modell# no pueden considerarse los procesos de,ensios s(lo ante peligros intraps!$uicos# sino tam%ién relacionados con peligros asociados a la relaci(n ' al !nculo. So%re estos con,lictos actuar!a el encuadre aparentemente en ,orma independiente del contenido de la interpretaci(n en la
situaci(n de intimidad de la relaci(n anal!tica. V.- ALGUNAS REFLE3IONES FINALES El encuadre permite la ocurrencia del proceso psicoanal!tico prestando las condiciones %"sicas para $ue se desarrolle el particular tipo de !nculo o relaci(n a,ectia necesario para $ue el tra%a)o anal!tico alcance su e,ectiidad ' su especi,icidad. Esta ,unci(n %"sica actuar!a# por lo menos# a traés de las siguientes !as espec!,icas ,aoreciendo ' demarcando
la regresi(n necesaria para el tra%a)o del an"lisis& sosteniendo al paciente a traés de la contenci(n de ansiedades in4erentes al contacto con los aspectos m"s primitios del self & 5? 81
conteniendo al analista ,rente a las presiones de la contratrans,erencia& '# regulando ' ordenando la relaci(n anal!tica por su car"cter de tercero $ue protege de la ,usi(n a la pare)a anal!tica# representando el rol del padre en la relaci(n primaria madreB4i)o. As!# desde un értice# el encuadre se 4a relacionado con los cuidados
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maternos en la relaci(n primaria madreB4i)o# '# desde otro értice con el rol del padre# pudiendo pensarse al encuadre# en sus di,erentes matices# como representando a la pare)a parental. 7ienso $ue un aspecto esencial del encuadre 4acia el cual apuntan arias de las reglas $ue lo componen# en su sustrato mental de,inido como la actitud anal!tica. esde este értice# puede consider"rselo como representando la alta especi,icidad del tratamiento anal!tico# ' una mirada m"s detallada a la signi,icaci(n ' alcance de sus reglas# permite# como %ien lo plantea Melt-er# di,erenciar el psicoan"lisis de otras ,ormas de psicoterapia En este sentido es imposi%le considerar el encuadre como un con)unto de ,ormalidades# sino m"s %ien constitu'e un todo integrado# pleno de sentido# $ue parece contener las %ases de la técnica ' la ética particular del psicoan"lisis. >a actitud mental del analista ante la tarea del an"lisis est" reglada por la deoci(n al método ' por ende# por la %*s$ueda de la erdad. No es ,"cil de alcan-ar ' sostener. Con,lu'en en su constituci(n toda su dotaci(n te(rica# técnica ' personal# 4aciéndose comprensi%le as! la rigurosidad de la ,ormaci(n anal!tica e imprescindi%le el an"lisis personal. e%ido )ustamente a $ue el analista tiene como su instrumento de tra%a)o su propio inconsciente ' su propia personalidad es $ue la relaci(n de la técnica con la ética se 4ace indisolu%le. >a %*s$ueda de la erdad incluida en la actitud anal!tica como corolario de las reglas del encuadre no se re,iere entonces solamente a las comunicaciones del paciente# sino tam%ién al analista ' sus propios procesos igentes
en el acto de anali-ar. El peligro de rigidi-ar el encuadre ' trans,ormarlo as! en un ritual sin erdadero sentido creo reside en la consideraci(n de éste desproisto de su sustrato mental representando por la actitud psicoanal!tica Recuerdo nueamente a Melt-er respecto de la creaci(n del encuadre#
acentuando# dentro de la necesaria esta%ilidad a un descu%rimiento $ue de%e 4acer el analista en relaci(n a cada paciente ' a s! mismo# apuntando as! a un encuadre io# posi%ilitado no por reglas e8ternas# sino por un determinado estado mental del analista As! tam%ién# desde el értice del ,le8i%ili-ar e8cesiamente el encuadre# el peligro 'ace# creo# en la pérdida de la especi,icidad de nuestra técnica ' por ende# de nuestra identidad. Si se piensa en disminuir e8cesiamente la ,recuencia de sesiones# da $ue pensar si la
metaBcomunicaci(n entregada al paciente a traés de los distintos aspectos del encuadre# puede o no alcan-ar su m"8ima a,ectiidad. 7areciera $ue en parte# ello est" en ,unci(n de 5; 82
la ,recuencia con $ue se e8perimenta este !nculo especial con el analista En este sentido no s(lo ca%e
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preguntarse si se lograr!a con un n*mero signi,icatiamente menor de sesiones# ,aorecer la
regresi(n necesaria# sino la contenci(n necesaria. Respecto a cu"nta a%stinencia o neutralidad# Modell plantea una idea interesante# a sa%er $ue las grati,icaciones resultantes del ,uncionamiento del analista como un am%iente sostenedor# no ser!an consecuencia de alguna actiidad especial del éste# es decir# dar actiamente apo'o# amor o con,irmaci(n# sino $ue son parte intr!nseca de la técnica cl"sica 7odr!a erse la grati,icaci(n presente en el am%iente reasegurador $ue el encuadre proee al paciente como contradictoria con la regla de la a%stinencia Modell aclara $ue la naturale-a de tal grati,icaci(n es %ien di,erente de a$uella asociada con la descarga li%idinal o agresia Esta grati,icaci(n especial se muee silenciosamente# no es org"smica 0Modell# 163. 7or *ltimo# la reisi(n de los conceptos contenidos en el tema del encuadre pone en primer plano cuan ital es $ue el analista %rinde un marco ' proporcione un clima $ue 4aga ia%le el proceso psicoanal!tico. Ello no depende s(lo de su destre-a para ,ormular las interpretaciones correctas# sino de su con,ia%ilidad comunicada al paciente a traés de la actitud anal!tica mani,iesta a traés del encuadre.
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