EL PANDILLAJE JUVENIL EN EL PERÚ: 01 El término pandilla se refiere a un grupo de personas, generalmente menores y adolescente s entre los 12 y 24 años, que se reúnen con el fi n de socializar y de encontrar soporte emoci onal con los demás miembros de su grupo. La mayor parte de ellos expresan su disconformidad c on el sistema a través de formas de comportamiento violentas que atentan contra el patrimonio público o privado de la población. En el Perú, las primeras pandillas surgieron durante los años 1990, como consecuencia del descontento social que se manifestó m anifestó durante la época del terrorismo. La falta aguda de satisfacción de las necesidades básicas en el país, causó el desplazamiento de la población marginada de l as áreas rurales hacia l as grandes ciudades, ciudades, acentuándose la presión demográfica y el surgimiento de foc os adicionales de pobreza. Es así como se organizaron grupos de jóvenes que se reunían para compensar las frustraciones ocasionadas por coexistir en un ambiente de violencia y de desintegración familiar. Eran jóvenes que venían de núcleos familiares en los que en gran parte, l a figura del padre o de l a madre había desparecido como producto de los años de violenci a; tenían problemas económicos, y se les discriminaba social y culturalmente. Hoy en día, en un país como el Perú, en donde el índice de pobreza es de 40%, y el de pobreza extrema (poblaciones con gasto per capita inferior al costo de la canasta de alimentos) es de casi 13%; en el cual los salarios siguen siendo bajos y existe una alta tasa tasa de desempleo (9%); en el cual del 40% de la población económicamente activa, sólo 15% ti ene empleo estable, la situación de las familias necesitadas, que constituyen la mayor parte de la población, es la de un desafío diario para su sobrevivencia y sustento. sustento. Los jóvenes, productos de esa sociedad, se crían en un ambient e familiar apabullado por los problemas económicos, carentes de los servicios más básicos, y descuidados por sus padre s, quienes no tienen tiempo ni dinero para sustentar sus más míni mas necesidades necesidades de alimentación, vestimenta y educación, y en cuyos hogares existe un alto nivel de violencia familiar. Ocho de cada cien trabajadores en el Perú, son niños entre los 6 y 14 años, quienes tienen que dejar de estudiar para poder subsistir. A pesar pesar del crecimiento positivo de nuestro Producto Bruto Interno (4%) las actividades económicas son básicamente extractivas, lo cual no permite crear un valor agregado a la producción, y nuevos puestos de trabajo. (Geografía del Perú: en educared.com). El grupo de edad entre los 15-24 años, representa el 20.4% (5¶, 240,000) de la población total del Perú. De aquellos, 74% vive en el área urbana, y 31.6% vive en la ciudad de Lima; 48% de los jóvenes que viven en el área urbana migraron de las zonas rurales. El 70% de la poblac ión de Lima vive en los distritos populares, y es all í donde proliferan las pandillas. En el Perú existen alrededor de dos mi l pandillas juveniles violentas, en las que participan unas 40 mil personas entre los 13 y 23 años (cifras de la Policía Policía Nacional). De aquellas, 410 pandillas están concentradas en las áreas de Lima y Callao. Las pandillas se pueden clasificar en pandillas escolares, barras bravas o pandill as delictivas. Muchos pandilleros se integran a las barras bravas, admiradoras de los equipos de f útbol, quienes se enfrentan violentamente con sus rivales, ya sea en el Estadio o en sus lugares de residencia. Son características de los pandilleros: el desarrollar un sentido de pertenencia al grupo, sobre el cual vierten todas sus frustraciones, y dentro del c ual encuentran compañerismo y apoyo. Por otro lado, despliegan un comportamiento machista que les permite soportar el dolor, enfrentarse a la violencia y sentirse poderosos ante los desafíos que se l es presentan. Como miembros de la pandilla ellos verán la posibilidad de ser reconoc idos y lograr cierto prestigio ante el ³populacho´. Los pandilleros se sienten protectores de sus barri os, de su territorio, y de sus viviendas. Estudian estrategias de ³guerreo´ entre ellos, y utilizan armas de fabricación casera, c omo bombas hechas con botellas llenas de kerosene con mechas de trapo y otras hechas con piedras y cohetes prendidos envueltos en papel periódico. También tienen acceso a través del mercado negro, a sables afilados y a pi stolas. stolas. Entre ellos impera la venganza por af rentas hechas a sus compañeros; muchas de las peleas terminan hasta con la muerte de sus integrantes. Las guerras se llevan a cabo en las calles y carreteras aledañas. Muc has veces, hasta cortan el t ráfico vehicular. Debido a la falta de fondos, la policía sólo se presenta para constatar las peleas, mas no cuentan con personal suficiente ni con protección adecuada para enfrentarse con estos grupos. Según una informante: ³La Policía llega cuando termina todo; hacen bulla para que todos salgan corriendo, y tardan a propósito.´ Dice que si atrapan a uno, nadie fi rma la denuncia, porque los pandilleros son vengativos. Todo el mundo se queda callado.
En la pandilla muchos de sus miembros se drogan, toman alcohol y roban. A través del robo y venta de drogas, solucionan su problema económico. Los muchachos toman licor a partir de los 14 años; sino antes. Muchos son incitados por los vendedores de drogas y alcohol, que así ven asegurado su ³negocio´. El pandillero se identifica con su grupo a través de sus tatuajes y formas de vestir. Las barras fabrican banderas con el nombre de su pandilla y su filiación deporti va y las exhiben en sus ³guerras´ y en los eventos para l os que se reúnen. Se visten con short s hasta la rodilla, polos sueltos y casacas con capuchas (para que no los reconozcan cuando delinquen). Se identifican con los raperos norteamericanos, y también componen canciones alusivas a su grupo, a su vida y a sus desgracias. Algunos se af eitan la mitad de las cejas y el cabello (se dejan cerquillo) como señal de filiación a un grupo pandillero. Utilizan un lenguaje mezclado con mucha jerga para comunicarse entre ellos. Por ejemplo: Para pedir droga dicen ³pasame un rolo´. El nombre de las pandillas se identifica con los equipos de fútbol a los que apoyan o con los barrios a los que pertenecen. Es sorprendente cómo muchos de los padres (90% de los muchachos viven dentro de el núcleo familiar) aprueban la existencia de estos grupos; ya sea para protegerse de las nuevas invasiones alrededor de sus viviendas, o para garantizar la seguridad de su entorno. Los pandilleros utilizan los medios de comunicación y los avances tecnológicos para hacer conocer sus triunfos. Es frecuente que ³cuelguen´ en el ³You Tube´ sus peleas callejeras y su quehacer diario. Utilizan para filmarlas, sus celulares. Además utilizan el Internet y los grupos de la Web para ³chatear´ y contar sus cuitas. En los conos, adonde viven los pandi lleros, organizaciones religiosas como la Iglesia Evangélica o Católica tratan de atraer a los pobladores dándoles ayuda y consejería, o comida a precios reducidos en sus comedores populares. De paso, tratan de establecer relación con los pandilleros y convencerlos para su rehabilitación. El que se retira de la pandilla, generalmente lo hace cuando f orma una familia y se considera ya una persona responsable y mayor. Según la Ley de Pandillaje Pernicioso (DL899-Mayo 1998), a un pandillero i nfractor en calidad de líder o cabecilla, que tiene entre los 14-16 años, se le puede internar entre 3 y 5 años. Al que está entre los 16-18 años, se le internará entre 4 y 6 años. Los adultos que i nduzcan a menores o cabecillas, serán recluidos entre 10 y 20 años. Entre las acciones y programas propuestos por l a Policía Nacional están los de información, dialogo, entretenimiento y recreación, formación deportiva y vinculaci ón con la comunidad. También se han formado Patrullas Juveniles int egradas por pandilleros retirados que tomarán contacto con los grupos delincuentes y l os invitarán a talleres de promoción y desarrollo juvenil. El programa ³Gaviota´ de la Policía Nacional trata de reincorporar a niños y adolescentes de la calle a sus hogares y a los centros educat ivos. Existen ONG¶s y organizaciones culturales y educativas, privadas, gubernamentales e internacionales, que realizan labores de rehabilitación y de ayuda a estos grupos dentro de sus respectivas comunidades. El Ministerio de la Mujer y el I nstituto Nacional de Bienestar Social, son dos instituciones gubernamentales que se han dedicado a ver el problema integral de la mujer, niño, adolescente y adultos mayores que viven en grave riesgo de salud y violencia, discriminación y exclusión social Sin embargo, la violencia juvenil dentro de las poblaciones pobres sigue siendo un problema que amenaza la seguridad ciudadana. La falta de recursos económicos para dotar a las ciudades con personal policial idóneo que pueda prevenir y reprimir las situaciones de violencia, convierte a las ciudades en el blanco de estos adolescentes desadaptados. Es perentoria la existencia de programas organizados por el gobierno en los que se promueva la educación de estos jóvenes; la enseñanza de oficios que les permitan desarrollar sus potencialidades y adquirir una independencia económica; la promoción y construcción de campos de deporte y lugares de esparcimiento sano guiados por promotores supervisores; el acuerdo con los clubes de fútbol para que no propicien la existencia de barras perniciosas dentro del Estadio y las calles; la promoción de la enseñanza de oficios dentro del ámbito de Clubes de Madres, que les permitan a aquellas trabajar dentro de su contorno para que puedan tener tiempo cualitativo con su familia e hijos; la promoción de charlas y consejería sobre la unidad familiar; la restitución del Servicio Militar Obligatorio, pero con un salario mínimo, como una forma de crear una mayor conciencia nacional entre los jóvenes y de garantizarles un ingreso que les permita cubrir sus necesidades m ínimas. He considerado necesario hacer el preámbulo anterior, para presentar en el capítulo que se
continuará, la historia de Giovanni, un m uchacho pandillero, que sufre las consecuencias de haber nacido dentro del mundo de la pobreza y de los desplazados sociales. Lucia Newton de Valdivieso Noviembre 10 del 2009.