Comentario de: Ernest Ernestoo Laclau Laclau & Chanta Chantall Mouff Mouffe, e, Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia (1985), Siglo !, Madrid, 198"#
Esto no es todo, sin em$argo# Seg%n argimos en el te'to, el ensamiento de ramsci es s*lo un momento transicional en la deconstrucci*n del aradigma ol+tico esencialista del mar'ismo clsico# -or.ue ara ramsci, el n%cleo de toda articulaci*n hegem*nica contin%a siendo una clase social fundamental# Es a.u+ /ustamente donde la realidad de las sociedades industriales a0anadas 2o ostindustriales2 nos o$liga a ir ms all de ramsci 3 a deconstruir la noci*n misma de 4clase social# 6 esto or.ue la noci*n tradicional de 4clase suon+a la unidad de las osiciones de su/eto de los di0ersos agentes7 ! en tanto .ue en las condiciones del caitalismo maduro, dicha unidad es siemre recaria 3 sometida a un constante roceso de rearticulaci*n hegem*nica (!!!;!)# Lo .ue est actualmente en crisis es toda una conceci*n del socialismo fundada en la centralidad ontol*gica de la clase o$rera, en la afirmaci*n de la )# En este unto es necesario decirlo sin am$ages: ho3 nos encontramos u$icados en un terreno claramente osmar'ista# ?i la conceci*n de la su$/eti0idad 3 de las clases .ue el mar'ismo ela$orara, ni su 0isi*n del curso hist*rico del desarrollo caitalista, ni, desde luego, la conceci*n del comunismo como sociedad transarente de la .ue ha$r+an desaarecido los antagonismos, ueden seguirse manteniendo ho3# -ero si nuestro ro3ecto intelectual en este li$ro es osmar'ista, est claro .ue =l es tam$i=n osmar'ista # Es rolongando ciertas intuiciones 3 formas discursi0as constituidas en el interior del mar'ismo, inhi$iendo 3 o$literando otras, como hemos llegado a construir un conceto de hegemon+a .ue, ensamos, uede llegar a ser un instrumento %til en la lucha or una democracia radicaliada, li$ertaria 3 lural (@) En 19AB
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asa a ser 4rctica 3 4acti0a (11)# aarte de sus re0indicaciones literales esec+ficas cada mo0ilia; ci*n reresenta al roceso re0olucionario como con/unto7 3 estos efectos totaliantes son 0isi$les en la so$redeterminaci*n 1> de unas luchas or otras# otras# Dhora $ien, esto no es otra cosa .ue la caracter+s caracter+stica tica definitoria definitoria del s+m$olo: el des$ordamie des$ordamiento nto del significante or el significado 5 # La unidad de la clase o$rera es , or tanto , una unidad sim$*lica # Este es, sin duda, el unto ms alto del anlisis lu'em$urguiano, el .ue esta$lece un m'imo de distancia con los te*ricos ortodo'os de la Segunda !nternacional (ara .uienes la unidad de la clase est dictada, simlemente, or las le3es de la infraestructura)# Dun.ue en muchos otros anlisis del er+odo se re0= un lugar ara lo contingente, ara lo .ue e'cede el momento de la teoriaci*n 4estructural, en ocos te'tos como en el de )# D.u+, sin em$argo, comienan los ro$lemas, 3a .ue ara )# 4D tra0=s de toda la rima0era de 19A5 3 hasta mediados del 0erano, ferment* en el con/unto del imerio una huelga econ*mica ininterrumida de la casi totalidad del roletariado contra el caital 2una lucha .ue a$sor$i* or un lado todas las rofesiones e.ueo$urguesas 3 li$erales2 3 .ue, or el otro, se e'tendi* a los ser0idores dom=sticos, a los oficiales menores de olic+a e incluso al estrato del lumenroletariado, 3 simultneamente se e'andi* de la ciudad a la camaa e incluso gole* a las uertas de hierro de los cuarteles (1F, G# Lu'em$urgo, Hhe mass striIe, the olitical art3 and the trade unions , Londres, sin fecha, # FA# uelga de masas, artido 3 sindicatos , Madrid, Siglo ! de Esaa, 19"@ # -ero si la unidad es ese roceso de so$redeterminaci*n, ha3 .ue ro0eer una e'licaci*n indeendiente de or .u= ha$r+a una suerosici*n necesaria entre su$/eti0idad ol+tica 3 osiciones de clase# Dun.ue
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asa a ser 4rctica 3 4acti0a (11)# aarte de sus re0indicaciones literales esec+ficas cada mo0ilia; ci*n reresenta al roceso re0olucionario como con/unto7 3 estos efectos totaliantes son 0isi$les en la so$redeterminaci*n 1> de unas luchas or otras# otras# Dhora $ien, esto no es otra cosa .ue la caracter+s caracter+stica tica definitoria definitoria del s+m$olo: el des$ordamie des$ordamiento nto del significante or el significado 5 # La unidad de la clase o$rera es , or tanto , una unidad sim$*lica # Este es, sin duda, el unto ms alto del anlisis lu'em$urguiano, el .ue esta$lece un m'imo de distancia con los te*ricos ortodo'os de la Segunda !nternacional (ara .uienes la unidad de la clase est dictada, simlemente, or las le3es de la infraestructura)# Dun.ue en muchos otros anlisis del er+odo se re0= un lugar ara lo contingente, ara lo .ue e'cede el momento de la teoriaci*n 4estructural, en ocos te'tos como en el de )# D.u+, sin em$argo, comienan los ro$lemas, 3a .ue ara )# 4D tra0=s de toda la rima0era de 19A5 3 hasta mediados del 0erano, ferment* en el con/unto del imerio una huelga econ*mica ininterrumida de la casi totalidad del roletariado contra el caital 2una lucha .ue a$sor$i* or un lado todas las rofesiones e.ueo$urguesas 3 li$erales2 3 .ue, or el otro, se e'tendi* a los ser0idores dom=sticos, a los oficiales menores de olic+a e incluso al estrato del lumenroletariado, 3 simultneamente se e'andi* de la ciudad a la camaa e incluso gole* a las uertas de hierro de los cuarteles (1F, G# Lu'em$urgo, Hhe mass striIe, the olitical art3 and the trade unions , Londres, sin fecha, # FA# uelga de masas, artido 3 sindicatos , Madrid, Siglo ! de Esaa, 19"@ # -ero si la unidad es ese roceso de so$redeterminaci*n, ha3 .ue ro0eer una e'licaci*n indeendiente de or .u= ha$r+a una suerosici*n necesaria entre su$/eti0idad ol+tica 3 osiciones de clase# Dun.ue
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una creciente aueri1"aci*n de la clase o$rera (1B;1")# Klo .ue conduce a la su$ordinaci*n de facto de la organiaci*n sindical a la organiaci*n artidaria, %nica .ue uede modificar sustancialmente la situaci*n del roletariado a tra0=s de la con.uista del oder ol+tico (1")# 2. “La lucha económica requiere derechos políticos, y éstos no caerán del cielo. Para asegurarlos y mantenerlos es necesaria la más vigorosa acción política. Por otra parte la lucha política es, en último análisis, una lucha económica! "#. #auts$y, #auts$y, o%. cit., pp. &'()*+.
Kes or un clculo econ*mico .ue la clase o$rera lucha en el lano ol+tico #### KJautsI3, en cam$io, simlifica el significado de todo elemento o antagonismo social al reducirlo a una localiaci*n estructural esec+fica, fi/ada de antemano or la l*gica del modo de roducci*n caitalista (18)# F# Kinalmente, la simlicidad est resente en una tercera dimensi*n: en cuanto al ael roio de la teor+a (18)# K### mientras .ue los te'tos mar'istas, a artir de la Miseria de la filosof+a , lantea$an la unidad entre inserci*n econ*mica 3 organiaci*n ol+tica de la clase como un roceso no aca$ado 2=ste era el hiato .ue intenta$a llenar la distinci*n entre 19 4clase en s+ 3 4clase ara s+2, JautsI3 resenta a la clase o$rera como ha$iendo comletado su formaci*n unitaria (18;19)# Hodo est feito 'a# D teor+a non ten .ue romo0er a unidade loita ol+ticaNloita econ*mica# En estas condiciones la autonom+a de la clase, su unidad 3 el colaso del sistema caitalista, se resenta$an casi como datos de la e'eriencia (>A)# Esta crisis, .ue constituir el trasfondo de todos los de$ates mar'istas desde fines del siglo hasta la guerra, aarece dominada or dos momentos fundamentales: la nue0a conciencia de la oacidad de lo social, de las comle/idades 3 resistencias de un caitalismo crecientemente organiado7 3 la fragmentaci*n de las distintas osiciones de los agentes sociales resecto a la unidad .ue, de acuerdo al aradigma clsico, hu$iera de$ido e'istir entre las mismas (>1)# Es tam$i=n consciente de .ue cuanto ms redominan los intereses materiales inmediatos, ms se afirman estas tendencias a la fragmentaci*n 3 .ue, or tanto, la mera acci*n sindical no garantia ni la unidad ni la determinaci*n socialista de la clase o$rera 18 # Estas %ltimas s*lo ueden consolidarse si se su$ordinan al Endiel , al o$/eto socialista final, 3 esto suone la su$ordinaci*n de la lucha econ*mica a la lucha ol+tica 3, or tanto, de los sindicatos al artido (>F)# O El hecho e0idente de .ue la clase o$rera no se orienta$a en una direcci*n socialista 2de lo .ue el caso del sindicalismo ingl=s constitu+a un e/emlo clamoroso 3 .ue a rinciios de siglo 3a no od+a ser ignorado2 lle0a a JautsI3 a asegurar a los intelectuales a.uel nue0o ael ri0ilegiado .ue ha$+a de tener tanta influencia so$re el Pu= hacerQ de Lenin# 6 esta mediaci*n intelectual 2si $ien reducida en sus efectos or cuanto, de acuerdo a la f*rmula esinoiana, su %nica li$ertad consiste en ser conciencia de la necesidad2
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imlica la emergencia de un nue0o ne'o articulante .ue no uede ser simlemente referido a la cadena de la necesidad hist*rica mon+sticamente conce$ida (>F)# Es clara la conceci*n estrat=gica .ue od+a deri0arse de esta 0isi*n del curso del caitalismo# El su/eto de la estrategia era, desde luego, el artido o$rero# JautsI3 rechaa$a con 0igor la conceci*n re0isionista de un 4artido oular, 3a .ue ella in0olucra$a, seg%n =l, la transferencia de los intereses de otras clases al interior del artido o$rero 3, or consiguiente, la =rdida del carcter re0olucionario del mo0imiento# El retendido radicalismo de su osici*n era, sin em$argo, la iea esencial de una estrategia fundamentalmente conser0adora >F 7 >" estando fundado en el rechao de todo comromiso o aliana 3 en el desarrollo de un roceso cu3o desenlace no deend+a de iniciati0as ol+ticas, dicho radicalismo conduc+a al .uietismo 3 a la esera# -roaganda 3 organiaci*n eran las dos tareas esenciales 2en realidad %nicas2 del artido# La roaganda no tend+a a la formaci*n de una 40oluntad oular ms amlia so$re la $ase de ganar nue0os sectores a la causa socialista, sino, esencialmente, a un reforamiento de la identidad o$rera7 en cuanto a la organiaci*n, su e'ans e'ansi*n i*n no signif significa$ ica$aa una artici articiac aci*n i*n ol+ti ol+tica ca crecien creciente te en una 0aried 0ariedad ad de frente frentes, s, sino sino la construcci*n de un ghetto en el .ue la clase o$rera lle0ara una e'istencia segregada 3 centrada en s+ misma (>B;>")# KEs caracter+stico .ue en ning%n momento se le ocurre a JautsI3 ensar .ue dicha cataci*n ol+tica e ideol*gica ideol*gica >8 acent%a acent%a eligrosam eligrosamente ente el aislamiento aislamiento o$rero, o$rero, 3 .ue a la ofensi0a ofensi0a ideol*gica ideol*gica del caital la clase o$rera de$a resonder con una contraofensi0a destinada a ganar a los sectores medios ara la causa anticaitalista: este curso de ensamiento le est cerrado, 3a .ue el carcter rogresi0amente reaccionario de los sectores medios resonde, seg%n =l, a rocesos o$/eti0os .ue no est en el oder de nadie modificar# -or la misma ra*n, tamoco el aislamiento o$rero reresenta un eligro ara el socialismo, 3a .ue este %ltimo est garantiado or le3es hist*ricas frente a las cuales todas las ma.uinaciones $urguesas se re0elarn a la larga imotentes (>";>8)# KEsta estrategia ha sido comarada a la 4guerra de osici*n gramsciana >5 # En realidad, los dos concetos son rofundamente diferentes# La guerra de osici*n resuone el conceto de 4hegemon+a .ue, como 0eremos, es incomati$le con la idea de un desarrollo linear 3 redeterminado 3, so$re todo, con el carcter reconstituido de los su/etos IautsIianos (>8)# >5 Esta es la osici*n sostenida or -err3 Dnderson, 4Hhe antinomies of Dntonio ramsci, ?eR Left
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conciencia de una determinaci*n necesaria 3 mecnica, el anlisis se 0uel0e cada 0e ms determinista 3 economicista en la misma medida >9 en .ue la constituci*n de las fueras hist*ricas deende cada 0e ms de la mediaci*n te*rica # En el caso de -le/no0 esto resulta a%n ms claro .ue en el de JautsI3 (>8;>9)# -artiendo de esta $ase, no es e'trao .ue en -le/no0 encontremos una formulaci*n de los rinciios de la ortodo'ia mar'ista infinitamente ms r+gida .ue en JautsI3# Es sa$ido .ue a =l se de$e la e'resi*n 4materialismo dial=ctico, as+ como el naturalismo radical .ue ha$+a de conducir a la estricta searaci*n entre $ase 3 suerestructura 3 a la consideraci*n de la segunda como un con/unto de formas necesarias de la rimera# Ddems, la $ase econ*mica es conce$ida sin ninguna inter0enci*n de las fueras sociales: ha3 una determinaci*n comleta del roceso econ*mico or las fueras roducti0as, las cuales son conce$idas como tecnolog+a (>9)# -le/no0 ha$+a ela$orado en El socialismo 3 la lucha ol+tica 3 en ?uestras diferencias una igualmente estricta sucesi*n de etaas or las .ue el roceso re0olucionario ha$+a de asar, .ue elimina$a todo 4desarrollo desigual 3 com$inado del camo de las estrategias (FA)# Dhora $ien, como esta lucha suon+a formas de articulaci*n .ue, al resente, no $rota$an esontneamente de las le3es del caitalismo, era necesario introducir una l*gica social distinta de la determinaci*n mecnica, un cierto esacio .ue restaurara la autonom+a de la iniciati0a ol+tica # Este esacio, aun.ue m+nimo, e'iste en JautsI3: est constituido or las relaciones de e'terioridad entre clase o$rera 3 socialismo, .ue re.uieren la mediaci*n ol+tica de los intelectuales# O Las tendencias ms creati0as dentro de la ortodo'ia se esforaron or limitar los efectos de la 4l*gica de la necesidad, ero el resultado ine0ita$le es .ue instalaron su discurso en un ermanente dualismo, .ue escindi* a a.u=l entre una 4l*gica de la necesidad .ue roduc+a cada 0e menos efectos en t=rminos de ol+tica rctica, 3 una 4l*gica de la contingencia, .ue, al no determinar su esecificidad, era incaa de ensarse a s+ misma te*ricamente (F1)# -rimeira resosta da ortodo'ia mar'ista# Gous intentos de ortodo'ia a$erta: ; La$riola# no es osi$le transitar l*gicamente del anlisis morfol*gico a las legalidades roias de las totalidades arciales7 este trnsito asume, or tanto, caracteres de e'terioridad (FF) KDfirma La$riola: La re0isi*n hist*rica ### no imlica en el Manifiesto comunista , como no imlica toda0+a, ni una fecha cronol*gica ni la intura anticiada de una configuraci*n social, como fue 3 es roio de las antiguas 3 nue0as rofec+as 3 aocalisis #### (E)n la teor+a del comunismo cr+tico, es la sociedad toda entera, .ue en un momento del roceso descu$re la causa de su fatal marcha, 3 en un unto saliente de su cur0a se hace lu a s+ misma ara declarar la le3 de su mo0imiento# La re0isi*n a la .ue el Manifiesto or rimera 0e alud+a era, no cronol*gica, de reanuncio o de romesa7 sino .ue era, or decirlo en una ala$ra .ue en mi oini*n e'resa todo en $re0e, morfol*gica (Dntonio La$riola, 4!n memoria del Manifesto dei Comunisti, en Saggi sul materialismo storico ,
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; el austromar'ismo, Ttto Uauer# KEl momento de la unidad de la clase es, ues, un momento ol+tico# El centro de constituci*n de lo .ue odr+amos llamar la configuraci*n relacional o forma articulatoria de una sociedad se deslaa hacia el camo de las suerestructuras 3, en 0erdad, la misma distinci*n $aseNsuerestructura asa a ser $orrosa 3 ro$lemtica (F5)# Esta nue0a configuraci*n del caitalismo conduc+a tam$i=n a una 0isi*n distinta de los nue0os untos de rutura 3 antagonismo .ue genera$a: 3a no se concentra$an solamente en las relaciones de roducci*n, sino en una 0ariedad de reas de la estructura social 3 ol+tica7 de ah+ la nue0a imortancia atri$uida a la disersi*n roia de las luchas cotidianas (re0olutionVre Jleinar$eit) , conce$ida en un sentido .ue no era ni e0olucionista ni reformista F9 , 3 a la nue0a imortancia .ue consecuentemente ad.uir+a el momento de la articulaci*n ol+tica (FB)# KLos austromar'istas no llegan, sin em$argo, al unto de romer con el dualismo, eliminando el momento de la necesidad 4morfol*gica (FB) La resuesta ortodo'a a la 4crisis del mar'ismo consisti*, ues, en la sueraci*n de la escisi*n entre 4tendencias o$ser0a$les del caitalismo 3 4teor+a a tra0=s de la afirmaci*n intransigente de la 0alide de la segunda 3 del carcter artificial o transitorio de las rimeras (FB)# Segunda resosta# T re0isionismo# KDl intentar recisar, ues, la diferencia entre reformismo 3 re0isionismo, de$emos indicar .ue lo esencial en la rctica reformista es el .uietismo ol+tico 3 el encerramiento cororati0o de la clase o$rera (F")# Hanto ortodo'os como re0isionistas enfr*ntanse a este tio de reformismo# -ola s%a arte: KEl unto central de di0ergencia es .ue , mientras ara los ortodo'os la sueraci*n de la fragmentaci*n 3 di0isi*n roias de la nue0a etaa caitalista ha$+a de ser la resultante de un mo0i; F8 miento de la infraestructura , ara el re0isionismo ha$+a de resultar de una inter0enci*n ol+tica aut*noma # La autonom+a de lo ol+tico resecto a la infraestructura es la 0erdadera no0edad de la inter0enci*n $ernsteineana O En sus me/ores momentos el re0isionismo fue un esfuero real or romer con el aislamiento cororati0o de la clase o$rera# -ero es tam$i=n cierto .ue, en el mismo momento en .ue se roduce esta emergencia de lo ol+tico como instancia aut*noma, ella lo hace sancionando la 0alide de una rctica 4reformista, .ue es, en gran medida, su ouesto (F";F8)# 6 el momento te*rico central en esta transici*n era la rutura con la r+gida distinci*n $aseNsuerestructura, .ue imed+a ensar la autonom+a de lo ol+tico 2instancia a la cual aarec+a ahora transferido, en el anlisis re0isionista, el momento de la recomosici*n 3 sueraci*n de la fragmentaci*n (F8)# KHam;@A$ien en JaustI3, seg%n 0imos, el artido reresenta$a el momento de la uni0ersalidad de la clase7 ero mientras .ue en =l esta unidad ol+tica era la anticiaci*n cient+fica de una unidad real .ue ha$+a de resultar de los mo0imientos de la infraestructura, en el caso de Uernstein el momento de la articulaci*n ol+tica es irreconduci$le a a.u=llos# La esecificidad del 0+nculo ol+tico escaa a la cadena de la necesidad7
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el esacio irreducti$le de lo ol+tico, .ue en JautsI3 se limita$a al ael mediador de la intelligentsia , aarece a.u+ considera$lemente dilatado (F9;@A)# K### siendo el socia; lismo un rograma de artido , fundado, or tanto, en la decisi*n =tica, no od+a ser totalmente cient+fico 2es decir, $asado en afirmaciones o$/eti0as cu3a 0erdad o falsedad de$a ser acetada or todos# La autonom+a del su/eto =tico era, or tanto, la $ase en la .ue Uernstein se funda$a ara romer con el determinismo (@>)# KEs a.u+ donde inter0iene otro suuesto .ue es ara Uernstein el 0erdadero terreno en el cual se unifican lo ol+tico 3 lo econ*mico 3 .ue da sentido tendencial a toda con.uista concreta: el ostulado del rogreso 3 del carcter ascendente de la historia humana (@>) KGe ah+ .ue si 4los hechos se li$eran de las cone'iones esencialistas .ue en la conceci*n ortodo'a los liga$an entre s+, es ara 0ol0er a unificarse en una teor+a general del rogreso .ue no se liga a ning%n mecanismo determina$le# La rutura con el o$/eti0ismo mecanicista .ue considera$a a las clases como su/etos trascendentes se 0erifica a tra0=s de la ostulaci*n de un nue0o su/eto trascendente 2el su/eto =tico 2 .ue en una humanidad crecientemente li$erada de la necesidad econ*mica asa a imoner su dominio 5F # D artir de a.u+ es imosi$le a0anar hacia una teor+a de la articulaci*n 3 la hegemon+a (@F)# K-ero si el con/unto de los a0ances democrticos deende tan s*lo de una le3 del rogreso, en ese caso cada lucha 3 demanda esec+fica define su rogresi0idad indeendientemente de su correlaci*n con otras fueras en un momento determinado# Como las demandas del mo0imiento o$rero son consideradas /ustas 3 rogresi0as 3 se las /uga al margen de su correlaci*n con otras fueras, se ha $orrado la %nica $ase a @@ artir de la cual od+a criticarse el encerramiento cororati0o de la clase o$rera# Esto esta$lece las remisas ara una coincidencia entre re0isionismo te*rico 3 reformismo rctico: la amliaci*n de la iniciati0a ol+tica a una 0ariedad de frentes democrticos no entra nunca en contradicci*n con el .uietismo 3 cororatismo de la clase o$rera (@@)# K?ue0amente Uernstein ha comrendido me/or .ue la ortodo'ia un hecho fundamental: .ue la clase o$rera est 3a en el terreno del Estado 3 .ue es un est=ril dogmatismo retender .ue se mantengan con este %ltimo relaciones de e'terioridad# -ero eso inmediatamente se transforma en su discurso, de manera totalmente ileg+tima, en la afirmaci*n de la e'istencia de una rogresi0a democratiaci*n del Estado como consecuencia necesaria de la 4e0oluci*n hist*rica (@@)# KEn ese caso ms .ue nunca el a0ance democrtico deende de una roliferaci*n de iniciati0as ol+ticas en distintas reas sociales 2como lo re.uiere el re0isionismo7 ero, a diferencia de =ste, el sentido de cada iniciati0a asa a deender de su relaci*n con las otras# -ero ensar esta disersi*n de elementos 3 untos de antagonismo, 3 conce$ir su articulaci*n al margen de todo es.uema unificante arioristico es algo .ue escaa con mucho al camo del re0isionismo, si $ien =ste lante* or rimera 0e el ro$lema en sus t=rminos ms generales7 los comienos de una resuesta adecuada al mismo se encontrarn tan s*lo en la conceci*n
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gramsciana de 4guerra de osici*n (@5)# H E# KLa searaci*n comiena en el momento en .ue, a artir del de$ate re0isionista, Sorel acetar en $lo.ue las cr+ticas de Uernstein 3 Croce al mar'ismo, ero ara e'traer de ellas conclusiones mu3 di0ersas# Lo .ue imresiona en Sorel es la radicalidad de su acetaci*n de las consecuencias de la 4crisis del mar'ismo# ?o ha3 en =l el ms le0e intento de reemlaar el racionalismo hist*rico de la ortodo'ia or una 0isi*n e0olucionista alternati0a 2como en el caso de Uernstein2K (@")# KXC*mo conce$ir, en estas circunstancias, la osi$ilidad de un roceso de recomosici*nQ D tra0=s de las clases sociales, .ue 3a no ocuan el rol de localiaciones estructurales en un sistema @8 o$/eti0o, sino de olos de reagregaci*n a los .ue Sorel denomina 4$locs # La unidad .ue ueda e'istir en la sociedad es as+ referida a la 0oluntad de ciertos gruos de imoner su roia conceci*n de la organiaci*n econ*mica# Esto suone, en rimer t=rmino, .ue como el futuro es imre0isi$le 3 deende de la lucha, la filosof+a de Sorel 2.ue reci$ir el imacto de ?ietsche 3 mu3 esecialmente de Uergson2 ser una filosof+a de la acci*n 3 la 0oluntad# F# La 4huelga general sindicalista o la 4re0oluci*n de Mar' son mitos en tanto funcionan como untos ideol*gicos de condensaci*n de
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una identidad roletaria constituida a artir de una disersi*n de osiciones de su/eto# Es el %nico tio de 0+nculo recomositi0o .ue resta una 0e .ue la lucha ol+tica ha sido descartada, 3 .ue se conside; ra .ue la econom+a de los monoolios 3 del imerialismo 20ista or Sorel como un roceso de refeudaliaci*n2 s*lo uede acentuar las tendencias disgregatorias (@9)# D.u+ nos encontramos, sin em$argo, con el ro$lema .ue hemos 0isto 0ol0er ersistentemente en estas ginas, cada 0e .ue una corriente mar'ista intenta$a romer con el economicismo 3 fundar, a alg%n otro ni0el, la unidad de la clase: Xor .u= ese su/eto reconstituido ol+tica o m+ticamente tiene .ue ser un su/eto de claseQ O arte de sus seguidores, una 0e a$an; donada toda eserana de una recueraci*n re0olucionaria de la clase o$rera, se lanar+an a la $%s.ueda de alg%n otro mito sustituti0o, .ue ermitiera luchar contra la decadencia $urguesa# Lo encontrar+an, como es sa$ido, en el nacionalismo# Este fue el camino or el .ue arte de la herencia intelectual de Sorel contri$uir+a a la emergencia del fascismo# (5A)# KEn tal sentido, no ha3 ninguna ra*n te*rica or la cual la reconstituci*n m+tica no ueda a0anar en la direcci*n del fascismo, ero tamoco ninguna or la .ue no ueda a0anar en otras direcciones 2el $olche0ismo, or e/emlo, al .ue Sorel ha$r+a de saludar entusisticamente2# Lo decisi0o 23 esto es lo .ue hace de Sorel el ensador ms rofundo 3 original de la Segunda !nternacional 2es .ue la identidad misma de los agentes sociales ha asado a ser indeterminada 3 .ue toda 4fi/aci*n m+tica de la misma deende de una lucha# El conceto de 4hegemon+a tal como surgi* en la socialdemocracia rusa, 3 .ue, como 0eremos, suone tam$i=n una l*gica de la contingencia, fue desde este unto de 0ista mucho menos radical# ?i Lenin ni HrotsIi fueron caaces de 5> oner en cuesti*n el carcter clasista necesario de los agentes sociales# Solamente en ramsci las dos tradiciones conflu3en a tra0=s de su conceto de 4$lo.ue hist*rico, en el .ue se re%ne en una nue0a s+ntesis el conceto de 4hegemon+a, .ue le 0iene del leninismo, 3 el conceto de 4$loc , .ue le 0iene de Sorel (51;5>)#
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># EEMT?YD: EL G!YC!L ?DC!M!E?HT GE W?D ?WED LZ!CD -ZL!H!CD El Lacan del .ue se sir0e Laclau es el Lacan ms estructuralista, donde el registro de lo sim$*lico ocua el e/e rincial# La rimera cita del segundo ca+tulo est dedicada al conceto de sutura en Lacan recogido or Miller 3 all+ se insiste en el su/eto como una ausencia .ue se escaa a ser categoriado 3 encerrado en el registro de lo sim$*lico, en el gran Ttro# Esto ermitir+a .ue este su/eto sin identidad fi/a, roducto de una [seudo; identificaci*n[ udiese ser arrastrado or los diferentes discursos resentes en la sociedad .ue se disutan la hegemon+a# El ro$lema es .ue el registro .ue Lacan aca$ar considerando ms imortante es el registro de lo real, un resto, lo imosi$le de categoriar or arte de ning%n discurso# Gous ro$lemas do dualismo necesidade economicistaNcontin'encia ol+tica: 1# Lo determinado, al esta$lecer su esecificidad como necesaria, esta$lece los l+mites de 0ariaci*n de lo indeterminado# Lo indeterminado se reduce, ues, a ser un simle sulemento de lo determinado (5@)# ># al estar toda esecificidad te*ricamente determina$le referida al camo de la infraestructura 3 del sistema de clases resultante de la misma, la esecificidad de toda otra l*gica desaarece 3 se su$sume en el camo general de la 0ariaci*n contingente, o de entidades tales como la 0oluntad o la decisi*n =tica .ue escaan a toda determinaci*n te*rica (55)# En los escritos de -le/no0 3 D'elrod, el t=rmino 4hegemon+a es introducido ara descri$ir el roceso or el cual la imotencia de la $urgues+a rusa ara lle0ar a ca$o las .ue hu$ieran sido sus tareas 4normales de lucha or la li$ertad ol+tica, o$liga$a a la clase o$rera a inter0enir decisi0amente en la realiaci*n de las mismas# a3, ues, una escisi*n entre la naturalea de clase de la tarea 3 el agente hist*rico .ue ha de lle0arla a ca$o# Esta escisi*n crea un esacio de indeterminaci*n ### (5B)# K-ero, odr+a o$/etarse, \en la socialde; mocracia rusa, de -le/no0 3 D'elrod a Lenin 3 HrotsIi ha3 una teor+a ositi0a 3 crecientemente comle/a de 59 la hegemon+a] Esto es 0erdad, ero no es una o$/eci*n a nuestro argumento, 3a .ue dicha
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ositi0idad 3 comle/idad se refieren a la tiolog+a de las situaciones .ue ermiten el surgimiento de relaciones hegem*nicas entre las clases 3 a la 0ariedad de las relaciones entre gruos sociales .ue act%an en una co3untura determinada, ero la esecificid a d del 0+nculo hegem*; nico como tal no es nunca discutida 2o, ms $ien, ha3 un escamoteo sutil or el .ue se la torna in0isi$le (58;59)# HrotsIi KEn ning%n momento encontramos en HrotsIi la idea de .ue la identidad democrtica 3 antia$solutista de las masas constitu3a una osici*n esec+fica de su/eto .ue las distintas clases uedan articular 3 de .ue, al hacerlo, modifi.uen tam$i=n su roia naturalea# Las tareas democrticas incumlidas son simle; mente una asarela ara .ue la clase o$rera a0ance hacia el logro de sus o$/e;B>ti0os estrictamente clasistas# Ds+ se crean las condiciones ara .ue la esecificidad del 0+nculo hegem*nico sea sistemticamente escamoteada, uesto .ue el carcter meramente factual o circunstan; cial rechaa toda construcci*n concetual de dicha esecificidad (B1;B>)# Lenin -ara el leninismo, la hegemon+a es considerada como direcci*n ol+tica en el seno de una aliana de clases (B>)# -or un lado el conceto se asocia, sin ninguna duda, a las tendencias ms autoritarias 3 negati0as de la tradici*n leninista, en tanto .ue suone el esta$lecimiento, a artir de diferenciaciones clasistas, de una clara searaci*n entre sectores dirigentes 3 dirigidos en el seno de las masas O -ero, or otro lado, la relaci*n hegem*nica suone una conceci*n de la ol+tica .ue es otencialmente ms democrtica .ue nada .ue ha3a; mos encontrado en la tradici*n de la Segunda !nternacional, 3a .ue la coe'istencia en una misma co3untura hist*rica de tareas 3 rei0indica; ciones .ue, de acuerdo al economicismo clasista hu$ieran de$ido corresonder a etaas diferentes, conduce a acetar la 0alide ol+tica resente de una luralidad de antagonismos 3 untos de rutura 3 e0ita la concentraci*n e'clusi0a de la legitimidad re0olucionaria en la clase o$rera (BF)# En la conceci*n leninista, la clase o$rera 3 su 0anguardia no trans; forman su identidad de clase fusionndola con la luralidad de rei0in;
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dicaciones democrticas .ue las rcticas hegem*nicas recomonen ol+ticamente, sino .ue consideran a estas %ltimas como etaas, como asos necesarios ero transitorios en la rosecuci*n de sus roios o$/eti0os clasistas# En tales condiciones, las relaciones entre 40anguar; dia 3 4masas no ueden sino tener un carcter redominantemente e'terno 3 maniulatorio# Ge ah+ .ue 2en la misma medida en .ue se di0ersifican las rei0indicaciones democrticas 3 se comle/ia el terreno en .ue la lucha de masas tiene lugar2 la 0anguardia, en tanto .ue contin%a identificndose con los 4intereses o$/eti0os de la clase o$rera, de$e incrementar crecientemente el hiato entre su identidad 3 la de los sectores .ue intenta dirigir (B@)# -rctica democrtica Seg%n sealamos, el camo de la recomosici*n hegem*nica es, otencialmente, un camo de rofundiaci*n 3 e'ansi*n de la rcti; ca ol+tica socialista# Sin hegemon+a, la rctica socialista s*lo uede concentrarse en las rei0indicaciones e intereses de la clase o$rera7 or el contrario, en la medida en .ue el desa/uste de etaas o$liga a la clase o$rera a actuar en un terreno de masas , ella de$e a$andonar su ghetto clasista 3 transformarse en el articulador de una multilicidad de antagonismos 3 rei0indicaciones .ue la des$ordan# -ero est claro, or todo lo .ue hemos dicho, .ue la rofundiaci*n de una rctica democrtica de masas .ue eluda la maniulaci*n 0anguardista 3 roma con el carcter e'terno de la relaci*n entre hegemon+a clasista 3 tareas democrticas, s*lo uede 0erificarse en la medida en .ue se rechace el carcter clasista necesario de estas %ltimas 3 se renuncie radicalmente el etaismo# En esa medida, al romer con la fi/aci*n de las tareas democrticas a una etaa $urguesa, se elimina el o$stculo a una relaci*n ermanente entre democracia 3 socialismo# Cuatro consecuencias fundamentales se siguen de esto# -rimero, la roia identidad de las clases es transformada or las tareas hegem*nicas .ue ellas asumen: la r+gida l+nea demarcatoria entre lo interno 3 lo e'terno ha ca+do# Segundo, en la medida en .ue las demandas democrticas ierden su carcter necesario de clase, el camo de la hegemon+a de/a de ser una ma'imiaci*n de efectos fundado en un /uego sumacero entre las clases7 or tanto, la conceci*n de una 4aliana de clases es claramente insuficiente, 3a .ue la hegemon+a suone la construcci*n
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de la roia identidad de los agentes sociales 3 no la coincidencia racionalista entre agentes reconstituidos# Hercero, el camo de la ol+tica no uede ser 3a ms considerado como 4reresentaci*n de intereses, dado B" .ue la suuesta reresentaci*n modifica tam$i=n la naturalea de lo .ue es reresentado# (En realidad, la noci*n misma de reresentaci*n como transarencia asa a ser insosteni$le# Lo .ue est a.u+ uesto en cuesti*n es, en 0erdad, el roio modelo $a; seNsuerestructura)# inalmente, en la medida en .ue la identidad de los agentes sociales de/a de estar referida e'clusi0amente a su inserci*n en las relaciones de roducci*n 3 asa a ser el resultado de la articula; ci*n recaria entre 0arias osiciones de su/eto, es la identificaci*n misma entre agentes sociales 3 clases lo .ue esta iml+citamente cuestionado (BB;B")# K-ero esto significa .ue el roceso re0olucionario s*lo uede conce$irse como articulaci*n ol+tica de elementos dis+miles: no ha3 re0oluci*n sin una comle/iaci*n social e'terior al antagonismo entre las clases7 o, en otros t=rminos, no ha3 re0oluci*n sin hegemon+a# 6 este momento de articulaci*n ol+tica asa a ser cada 0e ms fundamental en la medida en .ue en el estadio del caitalismo monoolista se asiste a una disoluci*n creciente de las 0ie/as solidaridades 3 a una olitiaci*n general de las relaciones sociales# Lenin erci$e claramente la transici*n a una nue0a ol+tica $urguesa de masas 2.ue =l $autia como Llo3d eorgismo " 2 .ue est transformando rofundamente la arena hist*ri; ca en la .ue "A tiene lugar la lucha de clases# Esta osi$ilidad de articulaciones insosechadas 2.ue alteran las identidades sociales 3 ol+ticas ermisi$les e incluso ensa$les dentro de la l*gica del etais; mo clsico2 disuel0e cada 0e ms la o$0iedad de las categor+as de este %ltimo (B9;"A), KLa rutura con esta conceci*n reduccionista 3 maniulatoria 2o ms $ien los comienos de una rutura, 3a .ue la misma nunca fue realmente suerada en la tradici*n comunista2 se liga a la e'eriencia del fascismo 3 al ciclo de las re0oluciones anticoloniales# En el rimer caso, la crisis del Estado li$eraldemocrtico 3 el surgimiento de ideolog+as oularradicales de derecha conduce a oner en cuesti*n el carcter $urgu=s de los derechos 3 li$ertades democrticos7 al mismo tiemo, la lucha antifascista crea una su$/eti0idad oular 3 democr; tica de masas .ue es osi$le fusionar con una identidad socialista# En
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t=rminos de nuestro anlisis anterior, comiena a disol0erse el 0+nculo .ue une la tarea hegemoniada a la clase .ue, seg%n el etaismo, constitu+a su agente natural, 3 asa a ser osi$le fusionar a a.u=lla con la identidad de la clase hegem*nica ("1)# KEste es el cam$io .ue tiene lugar en la ol+tica comunista a artir del !! Congreso del Jomintern 3 del informe Gimitro0, en el .ue se a$andona formalmente la l+nea estrat=; gica de 4clase contra clase del tercer er+odo 3 se inicia la ol+tica de los frentes oulares 9 # Se de/a a.u+ iml+citamente atrs la conceci*n de la hegemon+a como simle 3 e'terna aliana de clases, 3 se asa a conce$ir a la democracia como terreno com%n .ue no se de/a a$sor$er or ning%n sector social esec+fico ("1)# KLa escisi*n estructural entre 4masas 3 4clase, .ue ha$+amos 0isto insinuarse desde el comieno mismo de la tradici*n leninista, ha roducido a.u+ la totalidad de sus efectos (">)#
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KEs en este mo0imiento del lano 4ol+tico al lano 4intelectual 3 moral donde se oera la transici*n decisi0a hacia un conceto de hegemon+a .ue 0a ms all de la 4aliana de clases# -or.ue si un liderago ol+tico uede esta$lecerse so$re la $ase de una coincidencia co3untural de intereses .ue mantenga searada la identidad de los sectores inter0inientes, un liderago intelectual 3 moral suone .ue ha3 un con/unto de 4ideas o 40alores .ue son comartidos or 0arios sectores 2en nuestra terminolog+a, .ue ciertas osiciones de su/eto corten trans0ersalmente a 0arios sectores de clase# Wn liderago intelectual 3 moral constitu3e ara ramsci una s+ntesis ms alta, una 40oluntad colecti0a .ue, a tra0=s de la ideolog+a, asa a ser el cemento orgnico unificador de un 4$lo.ue hist*rico ("")# Gos nue0os 3 fundamentales deslaamientos resecto a la ro$lemtica clsica# 1# KEl rimero es su conceci*n acerca de la materialidad de la ideolog+a# La ideolog+a no se identifica ara ramsci con un 4sistema de ideas o con la falsa conciencia de los actores sociales, sino .ue es un todo orgnico 3 relacional, encarnado en aaratos e instituciones .ue suelda en torno a ciertos rinciios articulatorios $sicos la unidad de un $lo.ue hist*rico# Se cierra con esto la osi$ilidad de una lectura 4suerestructuralista de lo ideol*gi; co # ># ?i los su/etos ol+ticos son ara ramsci 4clases 2en el sentido estricto del t=rmino2, sino 40oluntades colecti0as comle/as7 ni los elementos ideol*gicos articulados or la clase hege; m*nica tienen una ertenencia de clase necesaria#
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%ltimo n%cleo esencialista .ue contin%a resente en el ensamiento de ramsci, 3 .ue one en =l un l+mite a la l*gica deconstructi0a de la hegemon+a# (8A), KEl ensamiento de ramsci aarece, ues, susendido en torno a una am$igedad $sica en torno al status de la clase o$rera .ue lo conduce, finalmente, a una osici*n contradictoria: or un lado la centralidad ol+tica de la clase o$rera deende de su salir fuera de s+, del transformar su roia identidad articulando a la misma una luralidad de luchas 3 rei0indicaciones democrticas 2tiene, or tanto, un carcter hist*rico2 contingente7 ero, or otro lado, arecie; ra .ue ese ael articulador le estu0iera asignado or la infraestructura 2con lo .ue asar+a a tener un carcter necesario (8>)# L D STC!DLGEMTC
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intento de articulaci*n hegem*nica O La socialdemocracia, en tal sentido, asa a ser una alternati0a ol+ticoecon*mica en el interior de una cierta forma de Estado, no una alternati0a radical a dicha forma (88)# E L ^LH!MT )# QQQQQ En efecto, una 0e comrada la fuera de tra$a/o, es necesario e'traerle el m'imo de tra$a/o osi$le# Esto e'lica or .u= el roceso de tra$a/o no uede e'istir sin una serie de relaciones de dominaci*n# Esta es la ra*n or la .ue la organiaci*n caitalista del tra$a/o es siemre a la 0e t=cnica de roducci*n 3 t=cnica de dominaci*n O ?o es ues la l*gica e'clusi0a del caital la .ue determina la e0oluci*n del roceso de tra$a/o, 3 este %ltimo no es s*lo el lugar en el .ue se e/erce (9F)# Esto es lo .ue conduce a -anieri a sostener la tesis de .ue la roducci*n es un 4mecanismo ol+tico 3 .ue es reciso analiar 4### la tecnolog+a 3 la organiaci*n del tra$a/o como sanci*n de una relaci*n de fueras entre las clases
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### (-anieri, citado or U# Coriat, 4L_oera`sme italien# Gialecti.ues , n%m# FA, # 9B#) (9@)# Estuide: es el tra$a/o, a secas, lo .ue e'lota# -ero las luchas o$reras, conce$idas en estos t=rminos, no ueden o$0iamente e'licarse or ninguna l*gica end*gena del caitalismo, 3a .ue ellas surgen, recisamente, en ra*n de la imosi$ilidad de su$sumir su dinmica $a/o la forma 4mercanc+a .ue adota la fuera de tra$a/o# Dhora $ien, si como hemos mostrado esta escisi*n entre una l*gica del caital 3 una l*gica de las resistencias o$reras influ3e en la organiaci*n misma del roceso caitalista de tra$a/o, ella tiene .ue afectar decisi0amente la naturalea 3 el ritmo de e'ansi*n de las fueras roducti0as# Con lo cual ierde todo fundamento la tesis de la neutralidad de estas %ltimas 3 la osi$ilidad de conce$irlas en t=rmi; nos de un desarrollo natural 3 unilinear# -ero con esto se disuel0e tam$i=n el %nico terreno en el .ue era osi$le conce$ir a la econom+a como un uni0erso aut*nomo 3 autorregulado (95)# Laclau critica isto: La rimera es la tesis de Ura0erman .uien a artir de sus anlisis de la ta3loriaci*n afirma .ue, 0ista la degradaci*n del tra$a/o generada or la searaci*n entre conceci*n 3 e/ecuci*n, estratos cada 0e ms e'tendidos de tra$a/ado; res, indeendientemente de .ue sean emleados o no en los sectores roductores de mercanc+as, asan a constituir una clase o$rera cada 0e ms numerosa 3 roletariada (9B)# -or lo dems, esta creaci*n de un mercado dual de la fuera de tra$a/o de$e ser uesta en relaci*n con las diferentes estrategias utiliadas or los caitalistas ara hacer frente a las resistencias .ue los o$reros resentan a las dos formas de control atronal, 3 no uede ser 0ista como un simle efecto del desarrollo caitalista, como algu; nos afirman ### Las di0isiones internas en la clase o$rera de$en ues ser 0istas como ms rofundas de lo .ue muchos .uieren admitir, 3 resultan en arte de las roias rcticas de los o$reros# Ellas son de orden ol+tico 3 no simlemente econ*mico (9")#l El
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ro$lema con estos enfo.ues .ue arten de una definici*n restringida de la clase o$rera es, sin em$argo, .ue se fundan en una noci*n de 4inter=s o$/eti0o carente de todo $asamento te*rico 3 .ue es escasa; mente ms .ue la atri$uci*n ar$itraria de intereses, or arte del analista, a cierta categor+a de agentes sociales (99)# un hecho ms real 3 del .ue el 1@8mar'ismo clsico era $ien consciente: .ue e'iste una fragmentaci*n de osiciones en el interior mismo de los agentes sociales, los cuales carecen, or tanto, de una identidad racional %ltima O Si se .uiere a0anar en la determinaci*n de los anta; gonismos sociales lo .ue ha3 .ue hacer, or tanto, es analiar esta luralidad de osiciones di0ersas 3 en muchos casos contradictorias, 3 a$andonar la idea de un agente erfectamente unificado 3 homog=neo tal como la 4clase o$rera del discurso clsico (1AA)# O no ha3 relaci*n l*gica alguna entre oiciones en las relaciones roducti0as 3 mentalidad de los roductores# La resistencia .ue =stos oongan a ciertas formas de dominaci*n deen; der de las relaciones .ue ocuen en el con/unto de las relaciones sociales 3 no s*lo en las de roducci*n (1A1)# E ?CD
F# MS DLL GE LD -TS!H!!GDG GE LT STC!DL: D?HDT?!SMT 6 EEMT?YD Dhora $ien, todo deende de c*mo se conci$a esta 4organiaci*n .ue seamos caaces de darnos a nosotros mismos, .ue reconduce los fragmentos a una nue0a forma de unidad:
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o $ien esa organiaci*n es contingente 3, or tanto, e'terna a los fragmentos, o $ien tanto los fragmentos como la organiaci*n son considerados como momentos necesarios de una totalidad .ue los trasciende# Es claro .ue s*lo la rimera forma de 4organiaci*n uede ser considerada como articulaci*n 7 la segunda es, en el estricto sentido del t=rmino, una mediaci*n (1AB)# Ge$emos u$icarnos firmemente en el camo de la articulaci*n, 3 ara ello de$emos renunciar a la conceci*n de la sociedad como totalidad fundante de sus rocesos arciales# Ge$emos ues considerar a la aertura de lo social como constituti0a, como 4esencia negati0a de lo e'istente, 3 a los di0ersos 4*rdenes sociales como intentos recarios 3 en %ltima instancia fallidos de domesticar el camo de las diferencias (1A8)#
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Caital# ), en Cin. =tudes du mat=rialisme histeori.ue , -aris, 198@# Cr+tica: ### La formaci*n social no es una totalidad go$ernada or un rinciio de organiaci*n, determinaci*n en la %ltima instancia, causalidad estructural o cual.uier otro# Ge$e ser conce$ida como una serie determinada de relaciones de roducci*n con/untamente con las formas econ*micas, ol+ticas 3 culturales .ue aseguran sus condiciones de e'istencia# -ero no es necesario .ue estas relaciones de e'istencia sean aseguradas, 3 no ha3 ninguna estructura necesaria de la formaci*n social en la .ue estas relaciones 3 formas de$an com$inarse# En lo .ue resecta a las clases ### si ellas son conce$idas como clases econ*micas, como categor+as de agentes econ*micos .ue ocuan osiciones definidas de osesi*n o searaci*n de los medios de roducci*n, ellas no ueden ser consideradas al mismo tiemo como constitu3endo fueras ol+ticas 3 formas ideol*gicas, o como siendo reresentadas or estas %ltimas ### (D# Cutler, U# indess, -# irst 3 # ussein, Mar'_s caital and caitalism toda3 , Londres, 19"", > 0ols)# KSe nos roone, or tanto, una conceci*n de la formaci*n social .ue esecifica ciertos o$/etos del discurso mar'ista clsico 2relaciones de roducci*n, fueras roducti0as, etc#2 3 .ue reconcetualia la relaci*n entre dichos o$/etos en t=rminos de 4asegurar las condiciones de e'istencia# !ntentaremos mostrar: a) .ue el criterio de esecificaci*n de los o$/etos es ileg+timo7 $) .ue la concetualiaci*n de la relaci*n entre los mismos en t=rminos de 4asegurar las condiciones de e'istencia no ro0ee ning%n conceto de articulaci*n (11@)# otra erfectamente ileg+tima: .ue las relaciones de roducci*n de una formaci*n social determinada son o$/etos esecifica$les searadamen; te de las formas concretas .ue aseguran sus condiciones de e'istencia (11@)# Esta era la l*gica de la so$redeterminaci*n# -ara ella el sentido de toda identidad est so$redeterminado en la medida en .ue toda literalidad aarece constituti0amente su$0ertida 3 des$ordada7 es decir, en la medida en .ue, le/os de darse una totaliaci*n esencialista o una searaci*n no menos esencialista entre o$/etos, ha3 una resencia de unos o$/etos en otros .ue imide fi/ar su identidad# Los o$/etos aarecen articulados, no en tanto .ue se engaran como las ieas de un mecanismo de relo/er+a, sino en la medida en .ue la resencia de unos en otros hace imosi$le suturar la identidad de ninguno de ellos# El e'amen de la historia del mar'ismo .ue hemos emrendido en los dos ca+tulos recedentes nos ha mostrado, en tal sentido, un esectculo $ien distinto del .ue nos inta el ositi0ismo ingenuo del socialismo 4cient+fico: le/os de un /uego racionalista en el .ue agentes sociales erfectamente constituidos en torno a intereses li$ran una lucha .ue es definida or armetros transarentes, hemos 0isto las
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dificultades de la clase o$rera ara constituirse como su/eto hist*rico (118)# LTS SWEHTS ?T -WEGE? ESCTE< SW !GE?H!GDG GE ESHD MD?E5 su/eto fundante, 3a .ue el discurso tiene una e'istencia o$/eti0a 3 no su$/eti0a7 or el contrario, di0ersas osiciones de su/eto aarecen disersas en el interior de una formaci*n discursi0a (1>@;>5)# 1# Wna formaci*n discursi0a no se unifica ni en la coherencia l*gi; ca de sus elementos, ni en el a riori de un su/eto trascendental, ni en un su/eto .ue es fuente de sentido 2como en usserl2 ni en la unidad de una e'eriencia# El tio de coherencia .ue atri$uimos a una formaci*n discursi0a es cercano 2con las diferencias .ue esecifica; remos luego2 al .ue caracteria al conceto de 4formaci*n discursi; 0a ela$orado or oucault: la regularidad en la disersi*n (1>A)# Este con/unto de osiciones diferenciales no es la e'resi*n de ning%n rinciio su$3acente e'terior a s+ mismo 2no es susceti$le, or e/emlo, ni de una lectura hermen=utica ni de una com$inatoria estructuralista2, ero constitu; 3e una configuraci*n, .ue en ciertos conte'tos de e'terioridad uede ser significada como totalidad (1>A) K># ?uestro anlisis rechaa la distinci*n entre rcticas discursi; 0as 3 no discursi0as 3 afirma: a) .ue todo o$/eto se constitu3e como o$/eto de discurso, en la medida en .ue ning%n o$/eto se da al margen de toda suerficie discursi0a de emergencia7 $) .ue toda distinci*n
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entre los .ue usualmente se denominan asectos ling+sticos 3 rcti; 1> E# Uen0eniste, -ro$lems in general linguistics , Miami, 19"1, # @"@8 -ro$le; mas de ling+stica general , M='ico, Siglo !, > 0ols#, 19"1"@# 1"9cos (de acci*n) de una rctica social, o $ien son distinciones incorrec; tas, o $ien de$en tener lugar como diferenciaciones internas a la roducci*n social de sentido, .ue se estructura $a/o la forma de totalidades discursi0as (1>1)# concorda con isto: la afirmaci*n creciente, de ramsci a Dlthusser, del carcter material de las ideolog+as , en tanto .ue estas no son simles sistemas de ideas, sino .ue se encarnan en instituciones, rituales, etc# Lo .ue, sin em$argo, constitu3* un o$stculo ara la lena e'licitaci*n te*rica de esta intuici*n fue .ue, en todos los casos, ella era alicada a las ideolog+as7 es decir, a formaciones cu3a unidad era ensada $a/o el conceto 4suerestructura (1>@)# KEn este caso no ha3 identidad social .ue aareca lenamente rotegida de un e'terior discursi0o .ue la deforma 3 le imide suturarse lenamente# -ierden su carcter necesa; rio tanto las relaciones como las identidades# Las relaciones, como con/unto estructural sistemtico, no logran a$sor$er a las i dentidades7 ero como las identidades son uramente relaci*nales, =sta no es sino otra forma de decir .ue no ha3 identidad .ue logre constituirse lena; mente# En tal caso, todo discurso de la fi/aci*n asa a ser metaf*rico: la literalidad es, en realidad, la rimera de las metforas (1>")# KEste camo de identidades .ue nunca lo; 1>8 gran ser lenamente fi/adas es el camo de la so$redeterminaci*n (1>";1>8)# Gerrida, or e/emlo, arte de una cesura radical en la historia del conceto de estructura, constituida or el momento en .ue el centro 2el significa; do trascendental $a/o sus di0ersas formas: eidos , arche , telos , energeia , ous+a , al=theia , etc#, es a$andonado 3 con =l la osi$ilidad de fi/ar un sentido e'terior al flu/o de las diferencias# En este unto Gerrida generalia el conceto de discurso en un sentido coincidente con el de nuestro te'to (1>8) e cita A escrita e a diferenza# La rctica de la articulaci*n consiste , or tanto , en la construcci*n de untos nodales .ue fi/an arcialmente el sentido7 3 el carcter arcial de esa fi/aci*n rocede de la aertura de lo social , resultante a su 0e del constante
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des$ordamiento de todo discurso or la infinitud del camo de la discursi0idad (1FA)# KEl ganar agentes ara sus 4intereses hist*ricos es, simlemente, una rctica articulatoria .ue constru3e un discurso en el .ue las deman; das concretas de un gruo 2los o$reros industriales2 son conce$idas como asos hacia una li$eraci*n total .ue imli.ue la sueraci*n del caitalismo# ?o ha3, sin duda, ninguna necesidad esencial de .ue esas demandas sean articuladas de este modo, ero tamoco ha3 ninguna necesidad esencial de .ue sean articuladas de modo diferente 3a .ue, seg%n hemos 0isto, la relaci*n de articulaci*n no es una relaci*n de necesidad# Lo .ue el discurso de los 4intereses hist*ricos hace es hegemoniar ciertas demandas (1F9)# D ?HDT?!SMT 6 TUEH!!GDG KLa imosi$ilidad del cierre (es decir, la imosi$ilidad de la 4sociedad) ha sido resentada hasta a.u+ como la recariedad de toda identidad, .ue se muestra como mo0imiento continuo de diferencias# Dhora, sin em$argo, de$emos reguntarnos Xno ha3 ciertas 4e'eriencias, ciertas formas discursi0as, en .ue se muestra no 3a el continuo diferir del 4significado trascendental, sino la 0anidad misma de este diferir, la imosi$ilidad final de toda diferencia esta$le 3, or tanto, de toda 4o$/eti0idadQ La resuesta es .ue s+, .ue esta 4e'eriencia del l+mite de toda o$/eti0idad tiene una forma de resencia discursi0a recisa, 3 .ue =sta es el antagonismo (1@1)# T antagonismo non = nin unha oosici*n real (cousas: o roletario $atendo nun olic+a) nin unha contradici*n (roosici*ns: a ditadura do roletariado non contrad+ a e'lotaci*n)# KHratemos de desentraar el sentido de esa interruci*n# 6 co; mencemos ara ello reguntndonos si la imosi$ilidad de asimilar el antagonismo tanto a la oosici*n real como a la contradicci*n, no es la imosi$ilidad de asimilarlo a algo .ue estos dos tios de relaciones comarten# a3 algo, en efecto, .ue los dos comarten, 3 es .ue am$os son relaciones o$/eti0as 2entre o$/etos concetuales en el segundo caso 3 entre o$/etos reales en el rimero2# -ero en am$os casos, es algo .ue 1@5 los o$/etos 3a son lo .ue hace inteligi$le la relaci*n# Es decir, .ue en los dos casos se trata de identidades lenas# En el caso de
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la contradicci*n, es or el hecho de .ue D es lenamente D, or lo .ue el ser a la 0e noD es ama contradicci*n 23, or consiguiente, una imosi$ilidad2# En el caso de la oosici*n real, es or.ue D es tam; $i=n lenamente D or lo .ue surelaci*n con U roduce un efecto o$/eti0amente determina$le# -ero en el caso del antagonismo nos encontramos con una situaci*n diferente: la resencia del 4Ttro me imide ser totalmente 3o mismo# La relaci*n no surge de identidades lenas, sino de la imosi$ilidad de constituci*n de las mismas (1@@;@5)# KDarentemente una caracter+stica diferencial imortante odr+a esta$lecerse entre las sociedades industriales a0anadas 3 las de la eriferia del mundo caitalista: en las rimeras, la roliferaci*n de los untos de antagonismo ermitir+a la multilicaci*n de las luchas democrticas7 ero estas luchas, or su misma di0ersidad, no tender+an >>@a constituir un 4ue$lo, es decir, a e.ui0alerse 3 a di0idir el esacio ol+tico en dos camos antag*nicos# En los a+ses del Hercer Mundo, en cam$io, la e'lotaci*n imerialista 3 el redominio de formas $rutales 3 centraliadas de dominaci*n, tender+a desde el comieno a dotar a la lucha oular de un centro, de un enemigo claramente definido 3 %nico# D.u+ la di0isi*n del esacio ol+tico en dos camos est resente desde un comieno, ero la di0ersidad de luchas demo; crticas es ms reducida# -odr+amos llamar osici*n oular de su/eto a la .ue se constitu3e so$re la $ase de di0idir al esacio ol+tico en dos camos antag*nicos, 3 osici*n democrtica de su/eto a la .ue es sede de un antagonismo localiado, .ue no di0ide a la sociedad en la forma indicada (151)# La resuesta es .ue el esacio ol+tico oular se constitu3e en a.uellas situaciones en las .ue, a tra0=s de una cadena de e.ui0alencias democrticas, ha3 una l*gica ol+tica .ue, tendencialmente , aunta hacia una eliminaci*n de la $recha entre esacio ol+tico 3 sociedad como referente em+rico# Esto significa .ue las luchas oulares, conce$idas de este modo, s*lo se dan en el caso de relaciones de e'trema e'terioridad entre los gruos dominantes 3 el 15@ resto de la comunidad O 6 si consideramos el ciclo de constituci*n 3 e'an; si*n de los esacios oulares en Euroa occidental, o$ser0amos .ue en todos los casos han coincidido con el fen*meno de la e'ternalidad o la e'ternaliaci*n del oder (15F;5@)#
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E'emlos: francesesNocuaci*n durante a guerra dos 1AA anos or arte dos ingleses, oana de DrcoNcontra os ingleses na mesma guerra, o$oNmonar.u+a e no$rea# -ero en los a+ses del caitalismo a0anado, or el roceso .ue hemos indicado, desde mediados del siglo ! la multilicaci*n de osiciones democr; ticas 3 el 4desarrollo desigual de las mismas, 0a dilu3endo su simle 3 automtica unidad en torno a un olo oular# Ge$ido en $uena arte a su mismo ='ito, las luchas democrticas tienden cada 0e menos a unificarse $a/o la forma de luchas 4oulares# Las condiciones de la lucha ol+tica en el caitalismo maduro se ale/an cada 0e ms del modelo del siglo ! de una ta/ante 4ol+tica de fronteras O La roducci*n de 4efectos de frontera 2 .ue son la condi; ci*n de e'ansi*n de la negati0idad roia de los antagonismos2 de/a or tanto de fundarse en una searaci*n e0idente 3 dada , en un marco referencial ad.uirido de una 0e ara siemre, 3 transforma en el rimero de los ro$lemas ol+ticos a la roducci*n misma de ese marco, a la constituci*n de las identidades mismas .ue ha$rn de enfrentarse antag*nicamente# Esto aml+a inmensamente el camo de las rcticas articulatorias 3 recomositi0as, a la 0e .ue torna a toda frontera en algo esencialmente am$iguo e inesta$le, sometido a deslaamientos constantes# Llegados a este unto, tenemos todos los elementos te*ricos necesarios ara determinar la esecificidad del conceto de hegemon+a (15@)# egemon+a El camo general de emergencia de la hegemon+a es el de las rcticas articulatorias, es decir, un camo en el .ue los 4ele; mentos no han cristaliado en 4momentos# En un sistema cerrado de identidades relaci*nales, en el .ue el sentido de cada momento est a$solutamente fi/ado, no ha3 lugar alguno ara una rctica hegem*; nica# Wn sistema lenamente logrado de diferencias, .ue e'clu3era a todo significante flotante, no a$rir+a el camo a ninguna articulaci*n7 el rinciio de reetici*n dominar+a toda rctica en el interior del mismo, 3 no ha$r+a nada .ue hegemoniar# Es or.ue la hegemon+a suone el carcter incomleto 3 a$ierto d= lo social, .ue s*lo uede constituirse en un camo dominado or rcticas articulatorias (155)#
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KEsto, sin em$argo, lantea inmediatamente el siguiente ro$lema: X.ui=n es el su/eto articulanteQ 6a hemos 0isto cul era la resuesta .ue el mar'ismo de la Hercera !nternacional da$a a esta regunta: de Lenin a ramsci se afirma 2con todos los matices 3 diferencias .ue antes analiramos2 .ue el n%cleo %ltimo de una fuera hegem*nica lo constitu3e una clase social fundamental O -ero est claro .ue =sta no uede ser nuestra resuesta, 3a .ue es recisamente esa diferenciaci*n de lanos la .ue todo nuestro anlisis anterior ha intentado disol0er (155)# K-or tanto, si la e'terioridad .ue la rctica articulatoria suone se constitu3e en el camo general de la discursi0idad, no uede ser la corresondiente a dos sistemas de diferencias lenamente constituidas# Se trata, or tanto, de la e'terioridad e'istente entre osiciones de su/eto situadas en el interior de ciertas formaciones discursi0as, 3 4elementos .ue carecen de una articulaci*n discursi0a recisa# Es esta am$igedad la .ue hace osi$le a la articulaci*n como instituci*n de untos nodales .ue fi/an arcialmente el sentido de lo social en un sistema organiado de diferencias (15B)# KLa ra*n es .ue, ara ha$lar de hegemon+a, no es suficiente el momento articulatorio7 es reciso, adems, .ue la articulaci*n se 0erifi.ue a tra0=s de un enfrentamiento con rcticas articulatorias antag*nicas (15B)# Las dos condiciones de una articulaci*n hege; m*nica son, ues, la resencia de fueras antag*nicas 3 la inesta$ilidad >F1de las fronteras .ue las searan# S*lo la resencia de una 0asta regi*n de elementos flotantes 3 su osi$le articulaci*n a camos ouestos 2lo .ue imlica la constante redefinici*n de estos %ltimos2 es lo .ue constitu3e el terreno .ue nos ermite definir a una rctica como hegem*nica# Sin e.ui0alencia 3 sin fronteras no uede estrictamente ha$larse de hegemon+a (15")# KLa guerra de osici*n gramsciana suone el tio de di0isi*n del esacio ol+tico .ue antes caracteriramos como roio de las identidades oulares # Su a0ance resecto a la conceci*n de 4ue$lo del siglo ! >FFconsiste en el hecho de .ue esa identidad oular 3a no es ara =l simlemente dada, sino .ue tiene .ue ser construida 2de ah+ la l*gica articulatoria de la hegemon+a7 ero, sin em$argo, se mantiene de la 0ie/a conceci*n la idea de .ue dicha construcci*n oera siemre so$re la $ase de la e'ansi*n de la frontera al interior de un esacio
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ol+tico dicot*micamente di0idido# Este es el unto en .ue la conce; ci*n gramsciana resulta inaceta$le O a$laremos ues de luchas democrticas en los casos en .ue =stas suongan una luralidad de esacios ol+ticos, 3 de luchas oulares , en a.uellos otros casos en .ue ciertos discursos constru3en tendencialmente la di0isi*n de un %nico esacio ol+tico en dos camos ouestos# -ero est claro .ue el conceto fundamental es el de 4lucha democrtica, 3 .ue las luchas oulares s*lo constitu3en co3unturas esec+ficas, resultantes de una multilicaci*n de efectos de e.ui0alencia entre las luchas democrticas (158)# KWna situaci*n en la .ue un sistema de diferencias se hu$iera soldado hasta tal unto, imlicar+a el fin de la forma hegem*; nica de la ol+tica# En ese caso ha$r+a relaciones de su$ordinaci*n, de oder, ero no relaciones hegem*nicas en sentido estricto, or.ue con la desaarici*n de la searaci*n de lanos, del momento de e'teriori; dad, ha$r+a tam$i=n desaarecido el camo de las rcticas articulato; rias (159)# KEn una formaci*n social determinada uede ha$er una 0ariedad de untos nodales hegem*nicos# E0idente; mente algunos de ellos ueden estar altamente so$redeterminados7 ueden constituir untos de condensaci*n de una 0ariedad de relaci o; nes sociales 3, en tal medida, ser el centro de irradiaci*n de una multilicidad de efectos totaliantes7 ero, en la medida en .ue lo social es una infinitud irreducti$le a ning%n rinciio unitario su$3a; cente, la mera idea de un centro de lo social carece de sentido (BA)# -odr+amos decir, en tal sentido, .ue la hegemon+a es esencialmente meton+mica: sus efectos surgen siemre a artir de un e'ceso de sentido resultante de una oeraci*n de deslaamiento# (-or e/emlo, cuando una organiaci*n sindical o religiosa asume funciones organiati0as en una comunidad determinada, .ue 0an ms all de las rcticas tradiciona; les adscritas a las mismas, 3 .ue son com$atidas o resistidas or fueras ouestas) (1BF)# @# EEMT?YD 6
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Para Rosenberg, por el contrario, el encerramiento clasista había constituido el gran pecado histórico del movimiento obrero europeo. La incapacidad obrera de constituir al «pueblo» como agente histórico, era para él la falla esencial de la socialdemocracia y el hilo de riadna !ue le permitía desentra"ar todo el torturado proceso político !ue se inicia a partir de #$%&' (#%)*. Mar' intenta, or tanto, ensar al hecho rimario de la di0isi*n social so$re la $ase de un nue0o rinciio: el enfrenta; miento entre las clases# El nue0o rinciio se 0e soca0ado desde un comieno, sin em$argo, or una radical insuficiencia, ro0eniente del hecho de .ue la oosici*n de clases era incaa de di0idir a la totalidad del cuero social en dos camos antag*nicos, de reroducirse autom; ticamente como l+nea demarcatoria en la esfera ol+tica# -or eso es .ue la afirmaci*n de la lucha de clases como rinciio fundamental de la di0isi*n ol+tica de$i* acomaarse siemre de hi*tesis sulementa; rias .ue remit+an al futuro su lena 0igencia: hi*tesis hist*rico sociol*gicas 2la simlificaci*n de la estructura social, .ue conducir+a a la coincidencia entre luchas ol+ticas reales 3 luchas de las clases en tanto agentes constituidos al ni0el de las relaciones de roducci*n27 hi*tesis acerca de la conciencia de los agentes 2trnsito de la clase en s+ a la clase ara s+2K (1"A)# En este ca+tulo defenderemos la tesis de .ue es este momento de continuidad entre el imaginario ol+tico /aco$ino 3 el mar'ista el .ue re.uiere ser uesto en cuesti*n or el ro3ecto de una democracia radicaliada .ue intentaremos formular# El rechao de los untos ri0ilegiados de rutura 3 de la confluencia de las luchas en un esacio ol+tico unificado, 3 la acetaci*n, or el contrario, de la luralidad e indeterminaci*n de lo social, nos arecen ser las dos $ases fundamenta; les a artir de las cuales un nue0o imaginario ol+tico uede ser cons; truido, radicalmente li$ertario e infinitamente ms am$icioso en sus o$/eti0os .ue el de la i.uierda clsica (1"A)#
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a lucha contra la su$ordinaci*n no uede ser el resultado de la roia situaci*n de su$ordinaci*n# Si odemos afirmar, con ou; cault, .ue en todo lugar donde ha3 oder ha3 resistencia, es reciso tam$i=n reconocer .ue las formas de resistencia ueden ser e'trema; damente 0ariadas# Es solamente en ciertos casos .ue las resistencias adotan un carcter ol+tico 3 asan a constituirse en luchas encami; nadas a oner fin a las relaciones de su$ordinaci*n en cuanto tales (1"1)#
la R+-L/012 3+4-/R560/ +l problema central !ue !ueremos plantear es el siguiente7 cu8les son las condiciones discursivas de emergencia de una acción colectiva encaminada a luchar contra las desigualdades, 9#:;< y a poner en cuestión las relaciones de subordinación' (#:#=:;*. +ntenderemos por relaciones de subordinación a!uélla en la !ue un agente est8 sometido a las decisiones de otro >un empleado respecto a un empleador, por e?emplo, en ciertas formas de organi@ación familiar, la mu?er respecto al hombre, etc.>. Llamaremos, en cambio,
relaciones de opresión a a!uellas relaciones de subordinación !ue se han transformado en sedes de antagonismos. Ainalmente, llamaremos
relaciones de dominación al con?unto de a!uellas relaciones de
subordinación !ue son consideradas como ilegítimas desde la perspectiva o el ?uicio de un agente social eBterior a las mismas >y !ue FA
pueden, por tanto, coincidir o no con las relaciones de opresión actualmente eBistentes en una formación social determinada. El ro$lema es, or tanto, e'licar c*mo a artir de las relaciones de su$ordinaci*n se constitu3en las relaciones de oresi*n# Est claro or .u= las relaciones de su$ordina; ci*n, consideradas en s+ mismas, no ueden ser relaciones antag*nicas: or.ue una relaci*n de su$ordinaci*n esta$lece, simlemente, un con/unto de osiciones diferenciadas entre agentes sociales O Esto significa .ue no ha3 relaci*n de oresi*n sin la resencia de un 4e'terior discursi0o a artir del cual el discurso de la su$ordinaci*n ueda ser interrumido O ?uestra tesis es .ue es s*lo a artir del momento en .ue el discurso democrtico 0a a estar disoni$le ara articular las di0ersas formas de resistencia a la su$ordinaci*n, .ue e'istirn las condiciones .ue harn osi$le la lucha contra los diferentes tios de desigualdad#K (1">;"F)#
+s para designar a esta mutación !ue, tomando una eBpresión de 6oc!ueville, hablaremos de «revolución democr8tica». /on ella designaremos el fin del tipo de sociedad ?er8r!uica y desigualitaria, regida por una lógica teológicoCpolítica en la !ue el orden social encontraba su fundamento en la voluntad divina. +l cuerpo social era concebido como un todo en el !ue los individuos aparecían fi?ados a posiciones diferenciales. Por tanto tiempo como predominó un modo tal de institución «totalista» de lo social, la política no podía ser m8s !ue la repetición de relaciones ?er8r!uicas !ue reproducían el mismo tipo de su?eto subordinado. El momento cla0e en los comienos de 1"@ la re0oluci*n democrtica uede u$icarse en la
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0erdadera discontinuidad: en el esta$lecimiento de una nue0a legitimi; dad, en la in0enci*n de la cultura democrtica (1"F;"@)#
DEa habido sin duda en el siglo F0F luchas radicalmente anticapitalistas, pero ellas no han sido las luchas del proletariado, si por tal se entiende el tipo de traba?ador producido por el desarrollo del capitalismo, sino m8s bien de artesanos cuyas calificaciones y modos de vida eran amena@ados por la instauración del sistema capitalista de producción #:% 9G< /alhoun, en su crítica a 6he maHing of the english IorHing class , de +. P. 6hompson, ha mostrado convincentemente la forma indiscriminada en !ue, ba?o el rótulo de «clase obrera», ha sido reagrupado un con?unto heterogéneo de grupos sociales, sin reconocerse suficientemente la profunda diferencia !ue eBistía entre los «vie?os» y los «nuevos» traba?adores en lo !ue se refiere a sus ob?etivos y a su forma de movili@ación 9G< +s hacia mediados del siglo F0F en Jran Kreta"a, y a fin de siglo en el resto de +uropa, donde va a surgir un movimiento obrero !ue puede ser estrictamente considerado como un producto del capitalismo pero este movimiento obrero tender8 cada ve@ menos a poner en cuestión las relaciones de producción capitalistas en cuanto tales > !ue habr8n logrado implantarse sólidamente> y se concentrar8 en la lucha por la transformación de las relaciones en la producción. !uellas F>
luchas !ue la tradición marBista habría de calificar de «reformistas» y considerar como un retroceso respecto a las luchas sociales !ue las habían precedido, corresponden m8s, en realidad, al módulo !ue adoptar8n las movili@aciones del proletariado industrial, !ue las m8s radicales luchas anteriores' (#:%=::*.
R+-L/012 3+4-/R560/ M 2+-N 26J-20N4-N DPero, en todos los casos, lo !ue permite a las resistencias asumir el car8cter de luchas colectivas es la eBistencia de un eBterior discursivo, !ue impide estabili@ar la subordinación como diferencia' (#:)*. DEoy no es solamente en tanto !ue vendedor de su fuer@a de traba?o !ue el individuo est8 subordinado al capital, sino también en cuanto est8 inscrito en otras mOltiples relaciones sociales7 la cultura, el tiempo libre, la enfermedad, la educación, el seBo e incluso la muerte. 2o hay pr8cticamente ningOn dominio de la vida individual y colectiva !ue escape a las relaciones capitalistas' (#$#*. factores relevantes na segunda metade do FF7 DNi puede aceptarse con Ken?amin /oriat ( K. /oriat, LQatelier et le chronomtre, París, #):), p. #SS 9+l taller y el cronómetro, 4adrid,
* !ue este +stadoCplan interviene en la reproducción de la fuer@a de traba?o para subordinarla a las necesidades del capital gracias a la pr8ctica del, contrato colectivo y de las convenciones negociadas, !ue ligan la elevación de los salarios a la de la productividad, no es Niglo FF0, ;.a ed., #)$S<.
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menos cierto !ue se trata de con!uistas !ue han aportado beneficios reales e importantes a los traba?adores' (#$;*. D+sto, sin embargo, no debe obnubilarnos respecto a otros aspectos, numerosos y de signo contrario, !ue dan al Telfare Ntate su ambigUedad característica7 la emergencia de lo !ue se ha dado en llamar «democracia social» ha transformado también profundamente el sentido comOn dominante, prestando legitimidad a toda una serie de reivindicaciones por la igualdad económica, y a la eBigencia de nuevos derechos sociales' (#$*. D+sta ha sido también estimulada por el tercer aspecto importante en la mutación de las relaciones sociales !ue ha caracteri@ado a la formación hegemónica de la posguerra7 las nuevas formas culturales vinculadas a la eBpansión de los medios de comunicación de masas. +llas van a hacer posible una nueva cultura de masas, !ue va a conmover profundamente las identidades tradicionales. 2uevamente, también a!uí los efectos son ambiguos, ya !ue ?unto a efectos incontestables de masificación y uniformi@ación, esta cultura contiene también elementos poderosos de subversión de las desigualdades' (#$V*. +n tanto !ue de los dos grandes temas del imaginario democr8tico >el F@
de la igualdad y el de la libertad> era el de la igualdad el !ue había tradicionalmente predominado, las demandas de autonomía hacen ad!uirir al tema de la libertad una centralidad cada ve@ mayor. +s por esta ra@ón !ue muchas de estas resistencias no se manifiestan ba?o la forma de luchas colectivas sino a través de un individualismo crecientemente afirmado. (La i@!uierda, desde luego, est8 mal preparada para tener en cuenta estas reivindicaciones !ue, incluso hoy día, tienden a recha@ar como «liberales». 3e ahí el peligro de !ue ellas sean articuladas por un discurso de derecha, de defensa de los privilegios*' (#$S*. D. 6oda la discusión en torno a las estrategias de recomposición de la unidad de la clase obrera, vista en perspectiva, no es sino el primer acto de un reconocimiento >reluctante, es verdad> de la pluralidad de lo social y del car8cter no suturado de toda identidad política. Ni leemos sous rature los teBtos de Rosa LuBemburgo, de Labriola, del mismo WautsHy, veremos !ue este momento inasimilable de la pluralidad est8 de un modo u otro presente en su discurso, minando la coherencia de sus categorías. +st8 claro !ue, a diferencia de lo !ue pensaron los teóricos de la Negunda 0nternacional, esta multiformidad no es necesariamente F5
un momento negativo de fragmentación, o el refle?o de una escisión artificial resultante de la lógica capitalista, sino el terreno mismo !ue hace posible una profundi@ación de la revolución democr8tica 9G< La crítica a la categoría de su?eto unificado, y el reconocimiento de la dispersión discursiva en el interior de la cual se constituye toda posición de su?eto son, por tanto, algo m8s !ue el enunciado de una posición teórica general7 son la condición sine !ua non para pensar la multiplicidad a partir de la cual los antagonismos emergen en sociedades en las !ue la revolución democr8tica ha traspasado un cierto umbral 9G< +l proyecto de una democracia radical y plural, por consiguiente, en un primer sentido , no es otra cosa !ue la lucha por una m8Bima autonomi@ación de esferas, sobre la base de la generali@ación de la lógica e!uivalencialCigualitaria' (#$:*. D9...< ni la pluralidad de estas relaciones se borra m8gicamente para constituir una clase obrera, ni las reivindicaciones obreras pueden ser, por tanto, reducidas a un antagonismo Onico cuya naturale@a sería onto= 9#$)
otro' (#$)*. D2o hay posición privilegiada Onica a partir de la cual se seguiría una continuidad uniforme de efectos !ue concluirían por transformar a la sociedad en su con?unto. 6odas las luchas, tanto obreras como de los otros su?etos políticos tienen, libradas a sí mismas, un car8cter parcial, y pueden ser articuladas en discursos muy diferentes. +s esta articulación la !ue les da su car8cter, no el lugar del !ue ellas provienen. 2o hay por tanto ningOn su?eto >ni, por lo dem8s, ninguna «necesidad > absolutamente radical e irrecuperable por el orden dominante, y !ue constituya el punto absolutamente asegurado a partir del cual pudiera implementarse una transformación total' (#)&*. »
D+l dogmatismo tradicional de la i@!uierda, !ue atribuía una importancia secundaria a los problemas !ue est8n en el centro de la filosofía política, se fundaba en el car8cter «superestructural» de los mismos. La resultante era !ue el pensamiento de i@!uierda sólo concluía interes8ndose en un rango limitado de cuestiones vinculadas a la infraestructura y a los su?etos constituidos en el interior de ella, en tanto !ue todo el vasto campo de la cultura y de la definición de la realidad !ue se elabora a través de ella, todo el esfuer@o de rearticulación hegemónica de las F"
diversas formaciones discursivas, !uedaba librado a la iniciativa de la derecha. M, en efecto, si el con?unto de la concepción liberalC democr8tica del +stado y del derecho era simplemente considerada como la forma superestructural de la dominación burguesa, era difícil >a menos de caer en un craso oportunismo> considerar como posible una actitud diferente. Ni hemos, sin embargo, abandonado la distinción baseX superestructura, y hemos renunciado a considerar !ue hay puntos privilegiados de desencadenamiento de una 9#):< pr8ctica política emancipatoria, est8 claro !ue la constitución de una alternativa hegemónica de i@!uierda sólo puede provenir de un comple?o proceso de convergencia y construcción política, al !ue no pueden ser indiferentes las articulaciones hegemónicas !ue se construyan en ningOn punto de la realidad social' (#)%=):*. D2o es en el abandono del terreno democr8tico sino, al contrario, en la eBtensión del campo de las luchas democr8ticas al con?unto de la sociedad civil y del +stado, donde reside la posibilidad de una estrategia hegemónica de la i@!uierda' (#))*. DPero si buscamos el nOcleo Oltimo de esta fi?ación esencialista, lo encontraremos en el punto nodal fundamental !ue ha galvani@ado la F8
imaginación política de la i@!uierda 9...< Pero el concepto cl8sico de revolución implicaba mucho m8s !ue esto7 implicaba el car8cter fundacional del hecho revolucionario, la institución de un punto de concentración del poder a partir del cual la sociedad podía ser reorgani@ada «racionalmente». +sta es la perspectiva !ue es incompatible con la pluralidad y la apertura !ue re!uiere una democracia radicali@ada. 2uevamente, radicali@ando ciertos conceptos de Jramsci encontramos los instrumentos teóricos !ue nos permiten redimensionar al mismo hecho revolucionario. +l concepto de «guerra de posición» implica precisamente la afirmación del car8cter procesual de toda transformación radical >el hecho revolucionario es, simplemente, un momento interno de ese proceso. 4ultiplicar los espacios políticos e impedir !ue el poder sea concentrado en un punto son, pues, precondiciones de toda transformación realmente democr8tica de la sociedad. La cl8sica concepción del socialismo suponía !ue la desaparición de la propiedad privada de los medios de producción generaría una serie de efectos en cadena !ue, a lo largo de todo un período histórico, conducirían a la eBtinción de toda forma de subordinación. Eoy sabemos !ue esto no es así' (#))*. DPor eso mismo, cuando se habla de sociali@ación de los medios de producción como de un F9
elemento en la estrategia de una democracia radicali@ada y plural, es preciso insistir en !ue esto no puede significar tan sólo la autogestión obrera, pues de lo !ue se trata es de una verdadera participación de todos los su?etos a !uienes interesan las decisiones acerca de lo !ue va a ser producido, de cómo va a ser producido y de las formas de distribución del producto. +s sólo en tales condiciones !ue puede tener lugar una
apropiación social de la producción. Reducir la cuestión a un problema
de autogestión obrera es ignorar !ue los «intereses» obreros pueden ser construidos y articulados de tal modo !ue no tengan en cuenta las reivindicaciones ecológicas o de otros grupos !ue, sin ser productores, son afectados por las decisiones !ue se adoptan en el campo de la producción' (;*. #. D+s por eso !ue, si hay políticas de i@!uierda !ue resultan concebibles y especificables en ciertos conteBtos, no hay una política de i@!uierda cuyos contenidos sean determinables al margen de toda referencia conteBtual. La eBplosión de la unicidad de sentido de lo político !ue est8 ligada a los fenómenos del desarrollo desigual y combinado, disuelve toda posibilidad de fi?ación del significado en términos de una divisoria entre i@!uierda y derecha. 6ratemos de definir un contenido Oltimo de la i@!uierda !ue subyacería a todos los conteBtos en !ue el término ha sido usado7 nunca encontraremos uno !ue no presente @A