Resumen comunicación II Cátedra Mangone primer parcial (Modulo 1 semanas 2 y 3) Teórico 2- Ciencia, ideologa y poltica C!M"#IC$CI%# & C"'T"R$ *ditorial+ Función Función que propone cumplir: cumplir: establecerse establecerse como órgano de vinculación vinculación y expresión expresión de las diversas experiencias que se están gestando en los países latinoamericanos, en el campo de la comunicación masiva. No se trata de asumir cualquier experiencia sino las que favorecen a los procesos de liberación total de nuestras sociedades dependientes. Trabaadores de la comunicación que quieren !ace !acerr de su prác práctitica ca,, una una prác práctitica ca polí polítitica ca al serv servic icio io de las las luc! luc!as as revo revolu luci cion onar aria ias. s. Son investigadores investigadores que piensan su acción como instrumento del proyecto popular de descolonización; son trabajadores trabajadores de la comunicación aislados en medios que están todavía bajo el control de la burguesía y el imperia imperialismo lismo,, o insertad insertados os en los procesos procesos revolucion revolucionario arios s que se están están desarro desarrollan llando do en América Latina Latina
"e está están n gest gestan ando do alte alterna rnatitiva vass reale realess a la comu comuni nica caci ción ón y cult cultur ura a dise dise#a #adas das por por las las clas clases es dominantes para servir a sus intereses. $ partir de esta luc!a no exenta de contradicciones, deben emerger los g%rmenes de una nueva teoría y una nueva práctica de la comunicación, que se confundirá con un nuevo modo total de producir la vida !asta en los aspectos más íntimos de la cotidianeidad del !ombre. Nuestro cuestionamiento de la &comunicación' transita tambi%n por el enuiciamiento de los otros aparatos de difusión masiva de ideología, en particular el sistema educativo.
'*#"$*. /resentación medios masi0os y poltica cultural+ (sta revista revista se aventura aventura en un camino camino peligroso en un país donde la producción producción de palabras palabras es con muc!a frecuencia una simple reproducción. )a mayoría de las palabras !an sido trabaadas en los países centrales centrales que parecieran parecieran detentar detentar el privilegio privilegio de la verdadera verdadera producción producción del saber y de la ciencia. )a practica de producción de conocimientos, se define, en un país como el nuestro, por un !a* de contradicciones. + tipos de ontradicciones: -las que caracteri*an la situación misma de la dependencia cultural, determinada a su ve* por la estructura de la dominación imperialista en $m%rica )atina. -las que definen las posición de los intelectuales. ara que apare*can estas contradicciones !ay que reservarles un campo específico de operación /que es el definido por la expresión lenguaes sociales0 y ese campo debe ser trabaado de manera específica. (l campo de trabao será el de la producción social de la significación, ese campo que la ideología burguesa llama &la cultura'. (n cuanto a la modalidad subrayamos la necesidad de la inserción en la estrategia de las luc!as populares contra la explotación interna y externa y la necesidad de la producción de teoría, de conocimiento.
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(l problema es el de determinar como debe ser pensado el vinculo entre los fenómenos &culturales' y los otros aspectos de la sociedad, en particular los procesos de cambio a nivel económico y político. Nos parece preciso se#alar ciertas perspectivas erróneas o insuficientes /que pueden manifestarse en muy diversos ámbitos0, que tienen en com1n su naturale*a reduccionista.
Reduccionismos reproducción acrítica del fenómeno &cultura' /se presenta como un todo articulado en una multitud de niveles !eterog%neos y contradictorios0. 2n recuento de los reduccionismos debe comen*ar por el contenidismo. 30 ontenidismo. ontenidos manifiestos de los mensaes masivos. )os pueblos en luc!a por su liberación deberan sustituir los contenidos reaccionarios /del sistema económico político de dominación0 por sus propios contenidos, que a su ve* aseguran y profundi*an el proceso revolucionario. (sta regla de oro del contenidismo enfrenta obstáculos y contradicciones: (n cuanto los contenidos se vuelven mas compleos, los criterios para determinar su valor político cultural se oscurecen. Febril actividad inicial de sustitución se encuentra ante un sistema de g%neros ya constituidos. ontenidismo suele quedar perpleo ante cierto tipo de contenidos cuyo valor !umano general resulta incontestable /educacion, salud, etc0. •
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(l esteticismo persigue al contenidismo. 4etrata de un enemigo invencible porque el contenidismo lo incuba en su interior. +0 (steticismo: bastión de la reacción liberal ante el avance del contenidísimo popular. )a reacción liberal concentrará su ataque en la denuncia de cómo productos culturales de valor est%tico &indiscutible' son reempla*ados por otros de &bao gusto'. (l contenidísimo popular carece de criterios para planificar e instrumentar producción de cultura. "ólo puede programar su reproducción. 50 Tecnologismo: los contenidos no importan. (s la revolución electrónica la que esta operando los cambios más profundos en la cultura. 6ase política: el imperialismo. -penetración económica: importación del obeto t%cnico -penetración cultural: penetran sus reglas de uso, sociales no t%cnicas, determinadas en países centrales. 70 (conomicismo: tiende a posponer toda política cultural !asta /al menos0 la nacionali*ación de todos o gran parte de los medios. "abe que eso no basta para revolucionar los contenidos de una cultura.
'enguaes "e propone estimular la producción de una teoría que tenga: -rigor teórico. -reconocimiento de que los conocimientos que se puedan producir resultarán siempre en virtud de las determinaciones del sistema capitalista envueltos en reduccionismos. -tarea critica político-ideológica. -reconocimiento de la especificidad !istórica de los países del tercer mundo en su combate por la liberación.
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*R%# $cerca de la producción social del conocimiento el estructuralismo y la semiologa en $rgentina y C4ile+ en )enguaes n83 5os postulados teóricos 3-)os textos /mercancías0 están incluidos en un compleo ciclo productivo. omo el sentido es un producto intrínsecamente social, los textos se encuentran necesariamente en una matri* social, y esta inserción es parte constitutiva de su significación. +-)a producción del sentido aparece organi*ada en diferentes prácticas. ada una de ellas esta sometida a diferentes condiciones estructurales en cuanto a la producción, la circulación y el consumo. )as condiciones estructurales de eercicio de la práctica científica son radicalmente diferentes de las existentes en los países centrales. )a comparación entre $rgentina y !ile ofrece una buena oportunidad para estudiar la inserción diferencial del &estructuralismo' debido a condiciones estructurales diferentes para la producción de la significación. )as condiciones de introducción y difusión del estructuralismo parecen similares. 9isma área geográfica y cultural, mismo idioma. Francia es el centro principal desde el cual el estructuralismo !a sido importado. (structuralismo !a conocido en cada uno de estos países un destino cultural diferente /contradicciones y distorsiones que caracteri*an la producción de conocimiento en los países dependientes se manifiestan en distinta forma0. $rgentina: inspiración estructuralista exclusivamente acad%mica, no fue nunca vinculado con el pensamiento marxista. !ile: estructuralismo y semiología percibido como asociado a la teoría marxista, trabaos de peso en el contexto de luc!a política e ideológica en c!ile. /$utores vinculados activamente políticos en el campo de la i*quierda marxista0. (ntre ambos países, erón dice aquí que un mismo texto puede encontrar &destinos ideológicos' parcialmente diferentes: )o &ideológico' no es una propiedad intrínseca del texto: solo puede definirse como una &función' entre lo textual y extratextual. 2n discurso admite siempre, no cualquier lectura, pero si varias lecturas. Todo discurso social, todo texto, esta caracteri*ado por una inserción m1ltiple en las practicas sociales. 2n mismo texto puede encontrar &destinos ideológicos' parcialmente diferentes. 2n mismo texto se ubicara en el contexto más amplio de la !istoria social de otros textos, !istoria social que naturalmente es distinta para cada práctica cultural.
$rgentina las muc4as 0idas de una ideologa )a primera inserción del estructuralismo fue en un contexto de &moderni*ación' de las instituciones universitarias, emprendido despu%s del golpe militar de 3;<< que derrocó al gobierno de erón. (l a#o 3;== /fec!a en que es derrocado el gobierno de >llia0 es se#alado como termino de la primera etapa de la influencia estructuralista en la $rgentina. ?esde 3;== en adelante, la influencia del estructuralismo se incorpora a otros mecanismos culturales, en general, fuera de las instituciones oficiales de educación e investigación. $l mismo tiempo, las influencias del estructuralismo y de la naciente semiología se diversifican en los distintos campos culturales. ?ados el estancamiento y la desorgani*ación crecientes de las carreras universitarias en ciencias sociales, como resultado de la intervención militar, los grupos de estudio se convirtieron en la segunda mitad de los a#os =@, en agentes de recepción, elaboración y difusión de nuevas ideas y orientaciones. or otra parte, comen*aron a reclutar sus miembros en los grupos profesionales.
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!n la Argentina, tanto la coyuntura económico"política como los mecanismos institucionales #an tendido a re$orzar el aislamiento y la marginación de la actividad productiva en el campo de las ciencias sociales
C4ile la semiologa y la luc4a poltica )a mayor parte de los investigadores influenciados por el estructuralismo y la semiología pertenecen a centros universitarios c!ilenos que !an sido, tradicionalmente, el contexto internacional para el desarrollo del pensamiento marxista, en el área de las ciencias !umanas. (n 3;=; asume democráticamente $llende que obtiene el apoyo de numerosos grupos intelectuales dentro de las universidades. onocidas figuras de la elite intelectual participa en su campa#a y asume responsabilidades en el gobierno. or e: publican en la campa#a trabaos que denuncian &las trampas ideológicas' de los medios de comunicación masivos, en manos de la burguesía y la oposición. Aa en el nuevo gobierno, buscaban planificar formas de ampliar la participación y movili*ación de la clase obrera, buscar nuevos formas de comunicación /iniciar la destrucción de la cultura de clase existente- dominada por estereotipos de la burguesía0. (n un país caracteri*ado por instituciones políticas muy estables y una clase media cuyo peso no puede ignorarse, las condiciones de una transición al socialismo sin luc!a armada exigen poner en marc!a a la ve* cambios estructurales y transformaciones culturales profundas. ?entro de este contexto, la influencia del estructuralismo y la semiología se concentro de inmediato en el estudio de los mecanismos del poder cultural, en particular las comunicaciones masivas. 'a pregunta de 'enin )a situación política !a colocado a muc!os investigadores c!ilenos vinculados de una u otra manera a la semiología, en posiciones de relativo poder cultural. omo consecuencia se !allan frente a una suerte de macrolaboratorio social, que exige una gigantesca síntesis entre teoría y práctica para obtener resultados concretos, los cuales podrían además llegar a tener un efecto político y social apreciable. (n t%rminos de prioridades, el gobierno concentra su luc!a en el plano económicopolítico, y no se !a elaborado ninguna estrategia co!erente, de mediano pla*o, relativa al cambio cultural. (n el seno de las pol%micas, estos intelectuales se preguntan, como )enin, que !acer. asi por las ra*ones opuestas, los investigadores que en la $rgentina están de alg1n modo vinculados a la inspiración semiológica deberían plantearse la misma pregunta. (n la $rgentina, el estructuralismo y la semiología !an inspirado trabaos teóricos y empíricos que son relativamente marginales dentro del contexto cultural. )a inserción inicial de estas orientaciones dentro de las estructuras universitarias fue bruscamente interrumpida en 3;==. 2na marginación con respecto al contexto social y político del país, genera en el investigador una orientación creciente !acia la discusión tal como se reali*a en los centros internacionales, lo cual contribuye a aumentar su marginalidad. 9i !ipótesis básica es que este dilema expresa la distorsión intrínseca al proceso de producción de significaciones en un país dependiente. Tanto en la $rgentina como en !ile los semiólogos están especialmente interesados en el estudio de los fenómenos ideológicos. $!ora bien, el problema central de una teoría semiológica de las ideologías es, a mi uicio, el problema de los m%todos. (n la actualidad, carecemos de un m%todo para anali*ar un enorme corpus de textos, de una manera sistemática, y llegar a conclusiones generales sobre un sistema ideológico considerado en su conunto. )a contradicción entre la demanda práctica /política0 y las condiciones de la investigación es clara en el estudio de 9attelart y ?orfman sobre el ato ?onald. (n este trabao no solo se aplica como m%todo el comentario intuitivo e interpretativo del materialB el problema del m%todo !a desaparecido completamente como problema.-(l trabao es incorrecto, no sólo respecto de su obeto especifico /la
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!istorieta0 sino tambi%n respecto de la concepción implícita de lo que es un texto, de cómo manipularlo para describir la ideología, de que relación debe tener la descripción con el texto. erón dice que (l ato ?onald es un texto que supuestamente responde a una demanda social, a la inserción de una luc!a política, pero no lo dicen, sino que lo ocultan utili*ando un &aparato retórico' del lenguae científico. Tambi%n agrega que la armonía entre el &intelectual' y &el pueblo' es un mito, que persiste porque quieren &preservar sus privilegios de intelectual', que !ay que decidir entre insertarse en la luc!a política /y no acumular t%rminos t%cnicos y referencias bibliográficas0 o producir conocimiento /cosa que ya posee contradicción. /"e pone en cuestión su capacidad de profesional en tanto &especialista' del intelectual, está en uego su identidad social0. or otro lado dice que &la construcción de teoría y producción de conocimientos son elementos indispensables en toda luc!a por la construcción del socialismo'. (n el sistema capitalista, en los países dominados, la demanda social y la producción de conocimiento son prácticas obetivamente disociadas, son una contradicción que, aunque difícil de disolver, no !ay que ignorar.
.c4mucler 'a in0estigación so6re comunicación masi0a+ en omunicación y cultura n87 )a necesidad de reflexión no se produce capric!osamente sino estimulada por tres ra*ones: 3- 2na práctica social directa e indirecta que fue modificando concepciones que teníamos !ace algunos a#os sobre el papel de los medios masivos de comunicación. +- )a pol%mica desatada en los 1ltimos tiempos sobre la oposición ciencia vs. ideología /ciencia vs política0. 5- (l proceso político q durante estos a#os !a sacudido a $m%rica )atina y que !a generado nuevas condiciones de pensamiento, a la ve* que !a verificado o desec!ado la verdad de algunas de las !ipótesis esgrimidas !asta a!ora. •
Cor qu% !ablar de las corrientes semiológicas enmarcadas en el acontecer latinoamericano si el interrogante primero tiene que ver con algo previo, que !ace a la ustificación de un trabao y no a los instrumentos utili*ados para reali*ar el mismoD E"T2)$>EN(": 3- )a metodología semiológica !a sido propugnada como valor en si que ustifica las investigaciones. $l invocar su situación &científica' encuentra un obeto válido en los mensaes lan*ados por los medios, donde se instala para descubrir los mecanismos estructurales que determinan su significación y por lo tanto la ideología que encierran. +- Nosotros pretendemos encontrar ustificaciones exteriores a la investigación misma, en la realidad socio-política, y establecer obetivos de acuerdo a las necesidades surgidas de un proyecto general de transformación de esa realidad. "e trata de saber si por un lado va a la !istoria /la política, la ideología0 y por otro los m%todos /la ciencia0. 5- "ólo es científico, elaborador de una verdad, un m%todo que sura de una situación !istórica política determinada y que verifique sus conclusiones en una práctica social acorde con las proposiciones !istórico-políticas en las que se pretende inscribirlas. )e guste o no al científico, siempre su ciencia se vincula a una política. A lo quiera o no, toda política condiciona una ciencia. •
La revista Lenguajes: ciencia versus ideología.
&ara avan*ar nos será 1til considerar el caso de la revista )enguaes, publicada en 6uenos $ires. )a lectura atenta de los dos n1meros aparecidos !asta a!ora, revela algunas líneas de fuer*a: 3. el reconocimiento de las &condiciones de producción del conocimiento' en $rgentina marcadas por la dependencia económica y culturalB
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+. la necesidad de elaborar un saber acorde con los requerimientos del tercer mundo en que la $rgentina está insertaB 5. la imprescindible diferenciación entre el !acer político y el !acer científico y por lo tanto la rotunda afirmación de que de la práctica política no surge &conocimiento'. 7. el !ostigamiento a las producciones culturales latinoamericanas que cofunden los campos /me*clan lo político-ideológico con la ciencia0B <. la condescendencia benevolente !acia aquellos bienintencionados que, sin embargo, no !an alcan*ado la cumbre de la cienciaB =. la demostración de las más sofisticadas indagaciones que actualmente se reali*an en (uropa /Francia preferentemente0 por nativos de esos países o por latinoamericanos residentes. ?igamos, sí, que la &ideología' subyacente en esa dicotomía produce algunos efectos materiales en la escritura de la revista: primero, en el n1mero inicial una &presentación' marcadamente política condiciona una falsa lectura de los artículos que siguen. "e genera una especie de campo semántico político negado posteriormente por las reali*aciones teóricas que se ofrecenB segundo, un claro alegato sobre la oposición cienciapolítica que ustifica la no política con un discurso políticoB tercero, en fin, el enfrentamiento desde la &ciencia' a los instrumentos políticos y como consecuencia la negación de %stos desde el prestigio del &saber'. &/...0 ero, Ca qui%n se le plantea la disyuntivaD C$ los autores de ara leer al pato ?onald o al comentaristaD (l que elige descartar la política es erón y desde allí anali*a el libro criticado. )os autores, a la ve*, !icieron su elección y lo dicen: no separan una cosa de otra. orque si para los partidarios de la ciencia aGpolítica, la práctica científica es la 1nica condición de verdad y su marginación de la política es condición para ser procesos de conocimiento, 9attelart y ?orfman saben lo contrario: que la práctica política es conducción de verdad para las ciencias sociales /...0.' $mantes de la textualidad, algunos de los colaboradores de )enguaes intercambian sus textos para que lo unos sean entendidos en relación con los otros. ara explicitar sus críticas al libro de 9attelart y ?orfman, erón remite al breve comentario de aula Hasman. ero la autora no se quea de la falta de m%todo como lo adelantaba erón. (lla critica la concepción del libro. )a familia ?onald nada tiene que ver con la interpretación arbitraria de los autores. (stos pretenden encontrar en la famosa !istoria de ?isney elementos ideológicos que reproducen el mundo concebido por el imperialismo norteamericano cuando, sugiere Hasman, se trata de una excelente captación del mundo simbólico de los ni#os. (l artículo de Hasman sirve para mostrar los riesgos de enga#o que lleva implícita la división antagónica entre ciencia e ideología. 4efugiada en la ciencia del psicoanálisis, no mira la significación social de las producciones sociales. "eria ingenuo negar las motivaciones profundas del placer o el rec!a*o de determinadas lecturas. Cero que tiene que ver esto con la ideología que ratifican estas lecturasD )os argumentos esgrimidos desde el psicoanálisis llevan a la ustificación de los !ec!os sociales tal cual existen. $sí, todo podría explicarse por motivaciones inconscientes (ntonces "c!mucler se pregunta si acaso la autora duda del placer de los opresores en el mundo social y de la relación simbólica que establecen los oprimidos con sus dominadores. )a visión psicoanalítica que olvida el contexto en que se inserta su práctica, lo olvida porque le perturba tenerlo en cuenta, pero al olvidarlo lo confirma. (n este caso, el contexto donde los actos adquieren significación /actos que pueden ser textos0 se cristali*a en una verdad inamovible. )a ideología dominante reluce triunfante /...0.
La elección de un camino.
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"abemos que no nos interesa investigar en comunicación masiva. >nvestigar entonces, Cor qu% y para queD >nvestigar sobre comunicación masiva para develar su estructura y funcionamiento actual al fin de volcarlos al servicio de un proyecto socio-político que en el caso de $m%rica )atina tiene como primer obetivo la liberación del imperialismo. "i se comprende que la instancia ideológica no es una variable dependiente de la llamada estructura /socioeconómica0 sino que es constitutiva de esa estructura, subestimar la importancia de los medios masivos es tan funesto como agigantarlos. (l lugar de la comunicación masiva /y por lo tanto de la investigación que la toma como obeto0 queda correctamente definido desde el interior de un proyecto global de sociedad.
/ráctico 2- *l análisis ideológico erón Ideologa y comunicación de masas 'a semanti7ación de la 0iolencia poltica+ 1 5e la ideologa alemana a las encuestas de opinión omprendemos poco de la naturale*a y los efectos de la comunicación de masas en cuanto al estudio de las ideologías, la sociología no ayuda a entendería, porque tiene una confusión conceptual. Ieert* muestra en un trabao que las ciencias sociales no desarrollan una concepción no evaluativa de &ideología'. incular los fenómenos de la comunicación con la dificultad de la sociología es peligroso. ero para erón podría proporcionar resultados positivos. or un lado, introducir un modelo compleo de ideología que daría fundamentos teóricos firmes. A por el otro, un cambio profundo en de la metodología de sociológica clásica para el estudio de la ideología. (l análisis marxista clásico y la sociología actual no sólo cambiaron perspectivas teóricas e instrumentos metodológicos e ideológicos. Teóricos porque cambiaron conceptos y marcos que definen obetivos. Metodológicos porque los cambios teóricos traeron t%cnicas de encuestas y medicación. Ideológico porque la perdida del obetivo &ideología', encontró ideólogos. (a) De un campo amplio de hechos a sus fragmentación
erón retoma un fragmento de 9arx, y define a las formas ideológicas: umbre un área de enorme amplitud y coincide a veces con el concepto de superestructura. $barca los aspectos de los contenidos culturales: obras de arte, ideas religiosas, políticas, reglas urídicas. )a intención de 9arx era que la teoría de la ideología abarcara el campo de lo que !oy llamamos &sociología de la cultura'. $ lo largo del tiempo se reduo, y se usa el concepto en la sociología política. "in embargo, el modelo marxista no le atribuía más significación al t%rmino ideología en las ideas políticas. (b) De la abstracción teórica a la vida cotidiana
(l material marxista es de alto grado de abstracción. 9ientras que el de los sociólogos que recogen material ideológico trabaan con opiniones de sus encuestados en cuestiones concretas /CJu% partido político prefiereD0. arecen !aber descendido a la vida cotidiana, a las opiniones del !ombre com1n seg1n aspectos sociales, que percibe en su contexto. (c) De ideologías globales a opiniones empíricas
)os textos de 9arx y (ngels demostraban inter%s por abstraer, y tambi%n por ofrecer un alcance referencial. )o que interesa a los sociólogos actuales concretos y específicos. (s decir, aspectos delimitados de la realidad.
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(d) De categorías cognitivas a dimensiones evaluativas
(l análisis clásico estaba centrado en el análisis de estructuras conceptuales, cognitivas y su interrelación. (n la sociología empírica moderna, el refinamiento de las t%cnicas fue acompa#ado de un cambio en el foco de inter%s. )a tendencia consistió en elaborar medidas cuantitativas de las evaluaciones antes que interesarse en la construcción de t%cnicas para formar estructuras cognitivas. (e) De “sistema de ideas” a opiniones aisladas
)o anterior provoca que la obtención de respuestas de opinión difícilmente permita detectar el grado de organi*ación de las ideas del individuo. (l estudio de sistema de ideas de la tradición clásica !acia posible anali*ar propiedades internas de los sistemas de ideas /co!erencias, proceso de derivados0. (l fundamento actual de las leyes de organi*ación de las ideologías dista del que buscaba la tradición clásica. (f) Del inconsciente a la conciencia
)as características del tipo de &sistema ideológico' de los clásicos explica que no podrían sostenerse los sistemas /como eran descriptivos0 si fueran conscientes para los miembros del sistema social. (l sistema ideológico determina representaciones de lo social que tiene sus autores, pero sus leyes de organi*ación no aparecen. )os individuos no tienen conciencia de ella. Iran cantidad de estudios modernos se limitan a anali*ar elementos conscientes de las ideologías. "ubsiste una diferencia, al análisis marxista le interesa estudiar, como sistema ideológico, a las representaciones de los actores. )os que no aparecen nunca como conscientes. (g) De la sociología a la psicología
(n el análisis marxista, la diferenciación representaciones consciente y sus leyes inconscientes es explicado por referencia a características obetivas del sistema social. (n los estudios de opinión, los intentos de ir más allá de los contenidos conscientes !an recurrido a leyes psicológicas. )a ideología, en su concepción instrumental, es un medio con el que los individuos /o grupo0 cuentan para favorecer o imponer sus intereses. (n una concepción &expresiva', es un cuerpo de representaciones en el que se manifiestan conflictos internos a los que los individuos de una posición social están sometidos. )a primera es una concepción sociológica, y la segunda psicológica. "e llegó a ella con la complei*ación del modelo. )a ideología como obeto era considerado el marco de fenómenos culturales en su conunto, abstracto, y como sistema compleo de categorías cognitivas. )uego, cambió a un obeto definido en forma fragmentaria, asociado a lo cotidiano y opiniones específicas.
2 Ideologa y comunicación )as ideologías impregnan el campo de la comunicación social. "e trasmiten como sistemas generales y refuer*an las formas de organi*ación cognitiva asociadas a la conciencia de clase. (l problema, seg1n erón, (s que la sociología apenas elabora m%todos para detectar y reconstruir lo que un sistema ideológico tiene de estructural. $l respecto, erón !ace una serie de observación. /a0 )a ideología no es un tipo particular de mensae, o discurso, sino un nivel de organi*ación de los mensaes desde lo semántico. (s un nivel de significación presente en cualquier mensae. ualquier material es susceptible de una lectura ideológica. /b0 (l nivel de significación se descubre al descomponer los mensaes. )a información ideológica no se comunica, sino se metacomunicativa /connota0. )a lectura ideología consiste en describir la organi*ación implícita de los mensaes. /c0 odemos definir como ideología, a un sistema de reglas semánticas que expresan un nivel de organi*ación de los mensaes.
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/d0 (l carácter no manifiesto de la función normativa en los mensaes ideológicos deriva de las propiedades mismas de la comunicación, y no de una presunta intencionalidad de ocultamiento como se#ali*an estudios clásicos de ideología. /e0 )a función aparente de los mensaes no debe ser confundida por la función ideológica. uando los mensaes tienen una función conativa manifiesta erón, !abla de propaganda. /f0 2n mensae puede ser sometido a una multiplicidad de lecturas. (l análisis ideológico se define por la b1squeda de categorías semánticas y será significativo cuando las estructuras de significación puedan ser vinculadas con procesos de conflicto a nivel social.
3 *l proceso de semanti7ación selección y com6inatoria "emanti*ación es el proceso por le cual un !ec!o ocurrido en una realidad social es incorporado /como significaciones0 a los contenidos de un medio de comunicación. 4esulta de dos operaciones del emisor: la selección y combinación, y el mensae es el producto. )as unidades de un mensae entran en relación de continuidad, cuando transmiten información adicional de la combinación. )a selección establece una relación de sustitución, llamada por erón, metacomunicación por selección. )o que resume e una simple oración: en un mensae, el contenido no es lo 1nico que significa, porque cuando digo algo, el modo en que lo digo, lo que no digo y lo que podría decir son aspectos inseparables. 8 'a materia signi9icante y la in9raestructura material del mensae 9ateria significante es el tipo de elemento sensorial con el que están construidos los significantes del mensae. )os materiales significantes se clasifican visual, auditivo, olfato, táctil y gustativo. 2n mensae con todo seguridad contará con varios sistema de codificación sobre órdenes sensoriales. )os impresos tienen, sobre una base material significante, varias series informacionales. /30 isual lingKística: lenguae escrito. /+0 isual paralingKístico: variaciones, analógicas a las sonoras, como cursiva tama#o, negrita. /50 "eries visuales no-lingKísticas: fotos, dibuos, color. >nfraestructura material es la forma material concreta que sirve de ve!ículo a los mensaes. A sus características afectan la transmisión de la información. : *l corpus )as estructuras de la comunicación se determinan por la diferencia con otro mensae, para reconstruir las operaciones de creación. ; *l medio masi0o como conte
Mattelart 'os medios de comunicación de masas la ideologa de la prensa li6eral en C4ile+ 1 "n modelo represi0o )as permutaciones sucesivas que experimenta la estructura binaria óvenes-adultos rematan en un empla*amiento en la parea oposicional violencia-orden o anarquía-coerción. >deología autoritarista del diario liberal se transparenta en + sucesos:
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30 $contecimiento-información +0 $contecimiento pretexto (l resultado mas importante de esta lectura ideológica es el !aber permitido extraer de un discurso especifico, cuales son los editoriales sobre el fenómeno uvenil, de un diario liberal, el marco represivo en el cual se inscribe la cosmovisión de la clase dominante. (l n1cleo de la mitología burguesa sobre la uventud radica, por ende, en la dicotomía dominadodominante que recubierta de un lenguae filosófico, sociológico y urídico preside a la organi*ación de los textos anali*ados. (ste lenguae, verdadera &escritura política', revela el ritual autoritario de una t%cnica de control y de manipulación de la opinión p1blica.
2 'a promoción de modelos e
mplica buscar la causalidad en una relación de exterioridad. d0 romover modelos extrasociales involucra tambi%n elaborar modelos trans!istóricos, que escapen a las fluctuaciones introducidas por las variables espacio y tiempo, es decir, las estructuras sociales del momento. 3 'a continuidad ideológica de la 6urguesa Luelga decir que los grandes argumentos que utili*a la prensa liberal c!ilena para reabsorber las expresiones de la protesta uvenil, pertenecen a un fondo com1n propio de todas las prensas del mismo corte. (se fondo com1n cristali*a la mitificación de una clase que !ace para su inter%s particular como si fuera un inter%s general, su institucionalidad y su orden como si fueran la institucionalidad y el orden absolutos. (ntre las constantes de la ideología burguesa, apuntamos las siguientes: (l principismo o el distanciamiento entre la realidad socialmente dada y el principio. )a matri* individualista que atomi*a la imagen de la vida social /temor a la idea de solidaridad y de movimiento social0 (l proceso de apropiación. (l diario liberal utili*a a los dominados cuando le conviene. (l orden burgu%s se convierte en orden natural. (l dominado se convierte a si mismo en agente de su alineación. • •
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8 'a dependencia ideológica (l problema mayor de la dependencia se sit1a al nivel del esquema artificial de estratificación social que subtienden los mensaes emitidos por el diario, tanto en la elaboración de modelos teóricos como en el empleo de estereotipo. (n otros t%rminos, !abrá dependencia en la medida en que los mensaes impliquen una eliminación de la variable estratificación social rígida que caracteri*a la realidad nacional.
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: "na imagen de clase dominante (l marco represivo de su discurso nos indica el grado de su autoritarismo. (ste autoritarismo no le impide cierta actitud populista cuando asume la defensa de las clases sociales menos favorecidas para defender sus propios intereses. (s una clase que tiene un poder de adaptación agresiva a la coyuntura. •
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Teórico 3- Ideologa y manipulación Muraro, Contradicciones del concepto de manipulación+ 1 Marco teorico Manipulación =concepto se recupera en el 2>>>, de otro modo y con otro marco teórico Leriberto 9uraro se !a dedicado a desentra#ar las estrategias de manipulación llevadas a cabo por los medios de comunicación. (n su libro & %eocapitalismo y comunicación de masas ' /3;M70 !ace referencia a que la noción de manipulación nos aclarará de que manera reali*an !oy los ¢ros de poder' la difusión de sus valores ideológicos, lo cual, aunque es ya muc!o, parece limitado en relación a nuestra b1squeda de una teoría global del desarrollo de las ideologías dentro de la cual debe ser ubicado el análisis de la comunicación de masas. (sto nos demuestra un aspecto de la cuestión: el del emisor. on esto ya tenemos, por otra parte, lo suficiente como para considerar a la manipulación como una categora sociológica 0alida y 9?rtil, desde un punto de vista critico.
=Muraro no 4ace crtica ideológica 5esarrolla otra corriente *C!#!MI$ /!'ITIC$ 5* '$ C!M"#IC$CI%# (seg@n ?l, .!CI!'!I$ CRATIC$) .ociologa crtica *conoma poltica B o6eto de análisis relaciones de producción =/erspecti0a 4istórica y estructuralista (anali7a estructura de la comunicación) =5esarrolla teora de la manipulación 2 I5*$. 5* .**D& R*E!T$# *# M"R$R! F 'os Gue manipulan en las sociedades son los monopolios F Manipulación pu6licitaria 2 Contradicciones del concepto /5 conceptos de manipulación0 "eg1n este autor, el fenómeno de la manipulación informativa deriva como consecuencia de una serie de fenómenos sociales: - 9anipulación se define por la e
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'os mensaes manipuladores apelarán a la irracionalidad del receptor o 6asarán su co4erencia en in9ormaciones incompletas y 9alsas "i estos mensaes fueran racionales u obetivos, no conseguirían su obetivo, ya que es opuesto al de los receptores. ?eben ser mensaes &mentirosos'. &La manipulación, si es e$icaz, termina en la convicción del sujeto de que los valores u actitudes que le #an sido impuestos son realmente suyos'
3 Hran9urt en $m?rica 'atina )os descubrimientos de la communication researc! confirmaron que la teoría de los medios como fuer*a independiente, capa* de obligar a la gente a aceptar indefinidamente opiniones opuestas a sus intereses o valores de clase, no pasa de ser un mito. )as investigaciones sobre la influencia de los medios en la decisión del voto, demostraron que la comunicación de masa distaba muc!o de ser todopoderosa. )a propaganda política masiva no modificaba sino en casos muy excepcionales, las actitudes originales de voto de los ciudadanos debido a que: los mensaes de los medios logran promover una acción determinada solo en aquellos casos en que, además de !aber sido percibidos por una persona, logran una sanción favorable por parte del resto del grupo y muy especialmente de sus lideres. %osotros los argentinos, tenemos una e(periencia incontestable) durante casi *+ aos no e(istió en el país ning-n medio importante que de$endiera las posiciones políticas peronistas y sin embargo, tuvo un grueso cantidad de votos
or lo cual el sentido de manipulación debe ser eliminado o bien revisado a la lu* de estos resultados empíricos. ?ebemos aceptar que la manipulación comunicacional es, ante todo, una forma especifica de utili*ación ideológica de los medios y, por ende, tambi%n una forma particular de control social. Muraro se pregunta J4ay e9ecto manipulatorioK omo cualquier otro proceso de dominio, su eficacia debe ser probada en cada caso y relacionada con el desarrollo !istórico /condiciones de recepción0, las estructuras de clase /luc!as de clases0 y la evolución de los movimientos políticos.
/$.L"$'I, $ntonio, /re9acio a la segunda edición, en omunicación ! cultura de masas.
uando alguien !a deado de lado /para bien o para mal0 los intereses literarios, o los meros análisis formales y axiológicamente neutros, para cuestionar un aspecto básico de la ideología dominante y para organi*ar una resistencia crítica contra la corriente de poderosas y triunfantes motivacionesB cuando alguien sugiere centrar el inter%s en el análisis y la subversión de una institución socialB cuando interesa crear la plataforma negativa para una nueva utopía que comience a exigir su reali*aciónB cuando todo esto se !a intentado /con plena conciencia de sus límites y precariedades personales0, entonces -y sin !ipocresía alguna- una reedición resulta !alagadora en sentido obetivo: es un aplauso del autor al p1blico. ?esde el momento que escribió el primer texto !a !abido nuevos aportes: or otro lado, las obras de 9c)u!an, sobre todo .nderstanding /edia , estaban a1n por venir, !ec!o que lamento por ra*ones iguales y contrarias a las que experimento ante los textos de "artre. "e trata de obras importantes por ser ellas el primer esfuer*o inteligente y exitoso por equipar con una ideología de prestigio a la libre empresa comunicacional, tan desasistida de abogados defensores de alguna estructura intelectual. )as obras de importancia aparecidas despu%s de la primera edición de este libro son en realidad demasiadas para siquiera enumerarlas. $utores como (co, Olapper, 9oles, ?orfles, Oaufmann,
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acPard, 9ills, el grupo de la revista 0ommunications /imprescindible citar a 4oland 6art!es0, figuran entre los que mayormente !an contribuido a perfeccionar los parámetros del análisisB análisis de problemas sociales, políticos, lingKísticos, psicológicos, filosóficos y comunicacionales impuestos por una realidad práctico-tecnológica de la que siempre !ay que partir: la e(plosión cuantitativa del poder in$ormativo . )a lingKística aborda !oy una de sus más apasionantes y desconocidas regiones, ya entrevista por ?e "aussure: la del signo icónico y de una semiología de la imagen /recurso audiovisual.0 )a sociología sigue delimitando sus ámbitos y perfeccionando su metodología. 2n nuevo y fructífero tipo de análisis sociológico, cargado de implicaciones valorativas y de ilustres precedentes filosóficos, se !a abierto camino: el del tiempo libre y, marginalmente, el de la incidencia de los medios masivos en el tiempo libre. )o que más cuenta, tal ve*, es que la sociología acad%mica !a venido sistemati*ando en todas partes su inter%s, antes marginal, por los problemas de la comunicaciónB y es satisfactorio constatar, por eemplo, que en nuestras escuelas de "ociología se crean departamentos de sociología de la comunicación. or encima de todo, empero, el período que examinamos se !a visto acaparado, digámoslo así, por una filosofía social de corte totalmente !eterodoxo y de alto voltae revolucionario: la llamada 1eoría 0rítica de la Sociedad . or qu% resulta !oy capital el aporte de la teoría crítica de la sociedad para el análisis de los procesos sociales de comunicación e información, no es cosa fácil de decir en pocas palabras. )o que primero acude a la mente es que a sus autores debemos el uso de fórmulas !oy estereotípicas como &sociedad industrial avan*ada', &industria cultural', &sublimación no represiva', &gran rec!a*o', etc., y tal ve* el tono de elevada pol%mica, rebosante de contagiosa y demoledora mordacidad, con que LorP!eimer y $dorno estigmati*aron, en su 2ialéctica del 3luminismo, la &industria cultural', o el iluminismo como mistificación masiva. Loy sería ignorante !ablar de cultura de masas en t%rminos de filosofía social, sin tener en cuenta, el nuevo marco conceptual y metodológico creado por estos autores alrededor de todo problema que envuelva crítica social, enuiciamiento del status dominante o eercicio del pensamiento negativo. Tras la subdivisión del trabao científico y el triunfo de un cierto espíritu positivista e iluminista, la filosofía sólo puede subsistir si conserva y exalta como 1nicas e intransferibles funciones la de ser crítica del uso instrumental a que las disciplinas científicas y sociales pretenden someter las formas del saberB la de denunciar permanentemente el olvido de los fines racionales y !umanos, y el formalismo subetivista que sólo atiende a la eficacia de los medios, la de conservar el poder negativo de la ra*ón contra el positivismo degenerado, el mero funcionalismo y la perversión del aut%ntico eudemonismo obetivoB la de cuestionar permanentemente el status social por sus manifestaciones reales y sus promesas no mantenidas, más que por sus abstractas premisas ideológicas. $ la filosofía, 1ltima esperan*a para la felicidad y la liberación del !ombre, queda confiada como Qnica tarea /en un mundo totalmente transformado en mundo de medios y no de fines0, la de controlar permanentemente, en la realidad social , el desenlace práctico de todas las premisas teóricas, la de someter toda idea o proyecto a la prueba de las consecuencias prácticas seg1n criterios teleológicos, la de anali*ar críticamente cada !ec!o social. Ning1n conocimiento será válido si no deriva de la realidad social su contenido material. "ólo una filosofía entendida como vigilancia crítica de lo real-social. 2na de las más resaltantes consecuencias de tales premisas fundamentales -consecuencia que !a detenido más de un impulso admirativo- es la que pudiera llamarse el &discurso contra la t%cnica'B no contra la t%cnica en sí, bien entendido, y ni siquiera contra muc!os de sus productos, sino contra su
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total y masiva instrumentali*ación y mediati*ación. (s un discurso crítico impregnado de !umanismo neomarxista y de nuevas y vigorosas instancias %ticas, que si bien impide entonar elogios al estilo de quienes consideran la t%cnica capa* de autorregularse y de ser a la ve* matri* del bienestar y de los remedios a sus posibles males /toda t%cnica es un simple instrumento de transformación y control, y detrás de ella siempre !ay !ombres, intereses y fines concretos0, tampoco asume los tonos románticos, irracionalistas y catastróficos que algunos !an creído reconocerle. (l nuestro es un universo totalitario de la racionalidad tecnológica que se !a vuelto paulatinamente incuestionable por !aber inculcado una moral egoísta y del %xito en un mundo repleto de vistosos seudo%xitos, de supuesto bienestar y de opaca satisfacción. "uperado el optimismo ingenuo de las %pocas que entonaban !imnos a las locomotorasB excluido el pesimismo spengleriano y toda mitología de paraísos perdidos por obra de una caída tecnológica funesta en sí, no dea de gravar sobre el optimismo tecnológico actual una ustificadísima sospec!a de trágica inautenticidad, por poco que se eer*a la teoría crítica y se confronten dic!os postulados optimistas con sus reales consecuencias prácticas. "ubsiste, pues, la posibilidad de enuiciar críticamente un progreso t%cnico abandonado a la autocomplacencia o lo que es peor y más real, instrumentali*ado por agentes extraculturales para refor*ar los controles y el dominio. )a t%cnica es buena en sí, pudiera llegar a ser una bendición para la !umanidad o cuando menos acelerar el advenimiento de una más !umana sociedad postecnológica /tesis del 1ltimo 9arcuse0B en lo concreto !istórico-social, ella es el bra*o armado de la alienación, su más plástico, integrador y efica* instrumento. (lla tiende a reducir el !ombre a instrumento, cosa, medio, consumidor, fetic!ista, y !a sido capa* de sentar las bases para perpetuarse, bao la bandera positivista del orden y del progreso. (l proceso de la racionalidad tecnológica es un proceso políticoR )a eficacia y la productividad universales del aparato ocultan los intereses particulares que lo organi*an. (n otras palabras, la tecnología se !a vuelto el mayor ve!iculo de reificación en su forma mas efica* y madura. 2na filosofía convertida en filosofía socialB una teoría crítica de lo social que no debe describir /lo que significaría aceptar la &lógica totalitaria del !ec!o cumplido', el determinismo y la imperfectibilidad !umana0, sino criticar la realidad social por su tanto de fidelidad o traición a un modelo teleológico /Cy a!istóricoD0 de perfección !umana. 2n sistema centrado en estos criterios, no podía adoptar sino un m%todo de inspiración dial%ctica. "u resultado final es una especie de imperativo de negación racional y sistemática de lo positivoB la ra*ón obetiva niega el producto de una ra*ón subetiva. Cuál es, entonces, la función más profunda de la teoría críticaD (n una palabra: Cpor qu% !ay que llegar, o al menos someter la realidad a la prueba de la negaciónD )a más profunda función a que aspira la teoría crítica es, pues, la de reactivar y universali*ar la instancia finalista, expresada en una nueva concepción de la utopía . "u misión terap%utica y liberadora consiste en restituir a cada !ombre la capacidad de valorar y enuiciar su realidad a la lu* de lo que ella debería ser y no esB en !acer de cada !ombre un insatisfec!o capa* de revivir la dial%ctica platónica del eros que niega lo inferior por aspirar a lo superior. )a eticidad vuelve a ser puesta de pie -sin compleos de inferioridad- y enfrentada al dominio teórico y práctico de un universo. "i la gran promesa no cumplida, los fines supremos olvidados por la ra*ón instrumental y represiva, son la felicidad y la liberación del !ombre, estos fines -como negaciones que son de la ideología dominante- serán postulados a título de utopías concretas. )a ra*ón !a sido declarada incapa* de fiar los fines 1ltimos de la existencia !umana
'os medios masi0os son la punta de lan7a de una tecnologa Gue es la e
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*lla es el centro propulsor de los condicionamientos glo6ales, de la moral del ?
/ractico 3 *l análisis ideológico (2) .c4mucler, 5onald y la poltica+, en 5or9man y Mattelart, /ara leer al pato 5onald 5!#$'5 & '$ /!'ITIC$ uando este libro apareció en !ile, !acía poco más de un a#o que la 2nidad opular !abía asumido el gobierno. (n todos los sectores de la sociedad comen*aba a evidenciarse que el intento de transformar una realidad pone en tensión al conunto de la estructura existente. )a ilusión de que las transformaciones infraestructurales /económicas0 determinan por sí los cambios en la cotidianeidad se revierten en su contrario: las vieas formas características de la sociedad burguesa, suelen consolidarse !asta el punto de neutrali*ar -cuando no de liquidar- las nuevas estructuras conquistadas. (l caso c!ileno posee la singularidad de ofrecerse como un confuso do contradicciones en el que oficialmente se anuncia el comien*o de un proceso socialista, en los marcos de un orden de raíces estrictamente burguesas, mientras en la realidad actuante el enfrentamiento de clases /cualquiera sea la forma que adquiera en el futuro0 se evidencia en una creciente conciencia de los polos participantes. (n ese contexto, la aparición de un estudio sobre el pato ?onald y la línea de personaes producidos por ?isney, viene a perturbar una región postulada como indiscutible. )os diarios de la derec!a c!ilena lo leyeron inteligentemente: sus comentarios abandonaron la sección bibliográfica y ocuparon un lugar en la política. ara la burguesía el pato ?onald es inatacable: lo !a impuesto como modelo de Ssano esparcimiento para los ni#os ?e a!í la trascendencia otorgada a este trabao. )o indiscutible se pone en duda: desde el derec!o a la propiedad privada de los medios de producción, !asta el derec!o a mostrar como pensamiento natural la ideología que ustifica el mundo creado alrededor de la propiedad privada. (l problema dea de ser marginal y se vuelve político, muestra su gravedad. No es lo mismo el mundo con el pato ?onald que sin %l. 9attelart y ?orfman dicen: 9ientras su cara risue#a deambule inocentemente por las calles de nuestro país, mientras ?onald sea poder y representación colectiva, el imperialismo y la burguesía podrán dormir tranquilos. Lablar del pato ?onald es !ablar del mundo cotidiano -el del deseo, el !ambre, la alegría, las pasiones, la triste*a, el amor- en que se resuelve la vida concreta de los !ombres. (n ese mundo de lo cotidiano /que tiene como ee la diaria presencia en la fábrica0 el obrero produce plusvalía como condición necesaria para que se reprodu*ca el sistema capitalista y, en el mismo movimiento, produce la ideología que perpet1a su relación con la sociedad. $llí, en su diálogo cotidiano con la máquina debe instalarse la subversión si se quiere que el cambio de propiedad de los instrumentos de producción no apare*ca como un acontecimiento divorciado de su existencia real.
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(n ese mundo de lo cotidiano se verifica, igualmente, el papel del andamiae urídico-institucional reproductor de la ideología dominante, uno de cuyos instrumentos más eficaces lo constituyen los medios de comunicación de masa. (s preciso, por lo tanto, escapar de ese orden y descodificarlo desde otra visión del mundo, es necesario re-comprender la realidad para lograr modificarla. "ólo desde otra manera de concebir el mundo puede asignarse un valor al cambio de las estructuras. (sto que resulta comprensible para el plano de las relaciones económicas, no lo es tanto cuando se !abla de productos del pensamiento. )a idea burguesa del trabao intelectual como no productivo insiste por un lado en mantener la dicotomía consagrada por la división social del trabao y, por otro, en marginarlo de los conflictos en que necesariamente participa la producción de bienes materiales $parentemente !ay territorios de lo !umano donde la luc!a de clases no se verifica. or eemplo en los atributos asignados a la ni#e*: pure*a, ingenuidad. ara leer al pato ?onald muestra lo contrario: nada escapa a la ideología. Nada, por lo tanto, escapa a la luc!a de clases. ara leer al pato ?onald tiende develar los mecanismos específicos por los que la ideología burguesa se reproduce a trav%s de los personaes de ?isney. ?onald es la metáfora del pensamiento burgu%s que penetra insensiblemente en los ni#os a trav%s de todos los canales de formación de su estructura mental. (l afán de dinero de Tío 4ico /expresión máxima de una constante de los personaes0 es apenas una perversión individual: la del avaro que se fascina en la contemplación de su fortuna, pero no la utili*a. (l dinero pierde la propiedad fetic!i*ante del poder, para convertirse en obeto de una psicología individual más o menos patológica. 6atman desencadena las fantasías superpoderosas que repiten los más antiguos mitos. )os personaes de ?isney, en cambio, no son míticos. "on axiológicos: en este mundo se act1a por inter%s, en este mundo se enga#a, en este, el de todos los días, se establecen las diferencias entre los !ombres. ?esde la circunstancia c!ilena donde surgió, /ara leer al pato 5onald se define cómo un instrumento claramente político que denuncia la coloni*ación cultural com1n a todos los países latinoamericanos. (vocando un pasae ya citado en estas líneas, un comentario periodístico sostenía que si el enemigo de $llende es el pato ?onald, el actual presidente c!ileno podía sentirse tranquilo. "u %xito, en cambio, estará logrado cuando, negándose a sí mismo como obeto, pueda ayudar a una práctica social que lo borre, reescribi%ndolo en una estructura distinta que ofre*ca al !ombre otra concepción de su relación con el mundo. (ntonces no serán necesarios estos libros: la gente no comprará revistas de ?isney.
5!RHM$#, $riel y M$TT*'$RT, $rmand, NIII 5el 6uen sal0ae al su6desarrolladoN, en /ara leer al pato 5onald III 5*' E"*# .$'$* $' ."E5*.$RR!''$5! Halt tomó tierras vírgenes en ((.22. y construyó sus palacios de ?isneylandia, el reino embruado. 2tili*a cada país del mundo para que cumpla un funcionamiento dentro de este proceso de invasión por la naturale*a-disney. ?isney tampoco inventó a los !abitantes de estas tierrasB sólo les impuso un molde propio de lo que debían ser, actores en su !it-parade calcomanías y títeres en sus palacios de fantasía, buenos e inofensivos salvaes !asta la eternidad. ara ?isney, entonces, los pueblos subdesarrollados son como ni#os, deben ser tratados como tales, y si no aceptan esta definición de su ser, !ay que baarles los pantalones y darles una buena *urra. )a relación de !egemonía que !emos establecido entre los ni#os-adultos que vienen con su civili*ación y sus t%cnicas, y los ni#os-buenos salvaes que aceptan esta autoridad extranera y entregan sus rique*as, queda revelada como la r%plica matemática de la relación entre la metrópoli y el sat%lite, entre el imperio y su colonia, entre los due#os y sus esclavos. Tal es así que los metropolitanos no sólo buscan tesoros, sino que venden a los nativos revistas /como %stas de ?isneylandia0 para que aprendan el rol que la prensa urbana dominante desea que ellos cumplan.
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/aula asman /ol?mica 'as imágenes del imperialismo (I)+ "na 4istoria de 9antasmas /$ propósito del libro de $riel ?orfman y $rmand 9attelart, ara leer al pato ?onald0. (s difícil referirse con cierta precisión a un libro tan !uidi*o. $ lo largo de sus páginas caleidoscópicas asistimos tan pronto a afirmaciones contradictorias, surgidas de una posible asociación libre en torno del material, como a desarrollos más co!erentes donde, en cambio, los recortes !istorietísticos sólo cumplen un papel ilustrativo, vano intento de confirmar conceptos que parecen serle previos. $ pesar de los discursos a lo Uulio esar a trav%s de los cuales ?orfman y 9attelart tratan de afirmarse como científicos revolucionarios, no existe en su libro ning1n rastro del momento en que el !ombre de ciencia intenta, alcan*ar a vislumbrar aquello que &tanto empe#o pone en ocultarse', descreer de lo que se suponía e ignorar lo que puede encontrar en su indagación del material, disponi%ndose a aceptarlo aunque para ello deba violentar sus propios deseos, su propio entendimiento. &(l científico quiere estudiar la lluvia y sale con un paraguas', dicen los autores. Tampoco basta con empaparse: salir librado a su propia espontaneidad. ?e a!í que el pato ?onald, desgranado en a*aroso análisis, no logre volver a corpori*arse en ning1n concepto y quede flotando como un fantasma a lo largo de todo el libro. (l otro fantasma es el lector del pato ?onald. (s la imagen de un &ni#o' aut%ntico, estatutario, puro, vaciado de deseos propios y censurables impulsos aventureros, totalmente aeno a la problemática del poder, la violencia, la crueldad, la que coincide asombrosamente con la que proponen ?orfman y 9attelart /...0. (n lo que coinciden es en su concepción de los c!icos como tablas rasas en las que se#alan erróneos caracteres arbitrariamente marcados por otro G el capitalismo vía Halt ?isney. )os c!icos, antiguas víctimas de esta ideología, reciben con alegría la existencia de personaes como el ato ?onald, precisamente por la suma de sus defectos, errores y fracasos que ?orfman y 9attelart contabili*an: regociante espeo que los reflea queribles a pesar de sus dudosos impulsosB su impotencia, su torpe*a, son doblemente placenteras por estar proyectadas en un &adulto' /...0. (l !umor permite reconocerse sin temores en la in1til codicia, en la eterna pure*a de ?onald -que tanto escandali*a a ?orfman y 9attelart G en la interminable sed de aventuras que ellos escarnecen. CJui*ás sea el brillo del oro el que nos sedu*ca como a ?onaldD &(l origen de esa rique*a es un dilema que nunca se plantea. (l 1nico propietario legítimo del obeto es al que se le ocurre buscarloB lo crea a partir de su brillante idea de salir a su encuentro. $ntes, en realidad, no existía en ninguna parte'. (sta es una crítica: ?orfman y 9attelart suponen que tales datos deberían aparecer obligatoriamente para educar a los lectores en las determinaciones de la realidad y ense#arles que los bienes deberían pertenecer a quienes los producen. &Nuevos 6ouvard y %cuc!et, los autores transcurren con la misma obstinada incomprensión por formas que !an fascinado largamente la atención de los !ombres, precisamente por dibuar an!elos que parecen serles claros más allá de las determinaciones !istóricas particulares.' &/...0 no podemos dear de interrogarnos sobre la necesidad de denuncia de la penetración del imperialismo y sobre posibilidad de !acerlo a trav%s de investigaciones críticas sobre a cultura masiva, qui*ás sobre el ato ?onald mismo. ero esto sería tema para otro artículo, ya que el libro de ?orfman y 9attelart es aeno a esta problemática específica: allí la denuncia se engendra a si misma y flota ad!erida a las !ilac!as de un fantasma.'
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Mariano DaroOsy 5e la desmiti9icación de la 4istorieta a la 4istoria del mito una genealoga /ara leer al /ato 5onald+ "in duda, ara leer al ato ?onald de $rmand 9attelart y $riel ?orfman, marcó con su impronta la !istoria político-cultural de !ile y del continente en su conunto. Nos proponemos en este trabao presentar resumidamente la g%nesis del libro en relación con el debate que generó en la i*quierda c!ilena durante el ascenso de la 2nidad opular de "alvador $llende /3;M@-3;M50 y de la existencia en "antiago de !ile de una serie de espacios institucionales donde se ensayaron formas novedosas de producción de conocimiento e intervención cultural e intelectual. 2no de ellos, la (ditora Nacional Juimant1, explica en buena medida las condiciones que dieron nacimiento al libro de 9attelart y ?orfman. reada en febrero de 3;M3 a partir de la estati*ación de la editorial Vig-Vag /por entonces una de las más grandes e importantes de )atinoam%rica0, Juimant1 emprendió un ambicioso proyecto editorial y cultural donde se manifestaron algunas de las tensiones y dilemas que atravesó el campo cultural de la %poca y, de alguna manera y visto desde esta óptica, el proyecto global de la transición democrática al socialismo que encarnó la 2nidad opular. ues Juimant1 se enfrentó al desafío de contribuir a la creación de una &nueva cultura' en el marco Wy con los materialesW de una industria cultural medianamente desarrollada, que !acía a#os que conformaba los gustos y las expectativas de sus consumidores desde una lógica comercial. )a !istoria de ara leer al ato ?onald se vuelve un obeto productivo para eercitar una mirada genealógica sobre los procesos culturales latinoamericanos de los a#os setenta, que nos permita pensar y actuar en las condiciones particulares de nuestro presente político.
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