NOMBRE: SÁNCHEZ SÁNCHEZ SUGÍA SUGÍA GABRIEL SALVADOR. SALVADOR. Reporte de lectura: “La Filosofía desde el punto de vista de la existencia” de
Karl Jaspers.1 Karl Jaspers comienza su disertación preguntándose ¿qué es la filosofía? Distinguiéndola desde un principio de la ciencia, la filosofía versa sobre la totalidad del ser mientras que la ciencia versa sobre el mero conocimiento objetivo. Para Jaspers todo filosofar comienza y termina en el hombre pues es una condición inherente a este, este filosofar es el originario, el que se manifiesta en los niños y a veces en los enfermos mentales donde hay revelaciones metafísicas, de acuerdo a lo anterior existirá la filosofía mientras los hombre sigan siendo hombres. Aunque las filosofías pareciera que se contradicen, en el fondo giran alrededor de un mismo punto, “de una unidad que nadie posee” pero que todos buscan, pues todas surgen del hombre. La comunicación tiene una
relación muy estrecha con la filosofía, según Jaspers, pues solo a través de aquella se alcanza el fin de esta última. Un concepto importante, al que de hecho le concede todo un capitulo, es el de “lo circunvalante”. A este no se le puede llamar conocimiento, entendido en el sentido
tradicional sujeto-objeto, pues lo circunvalante no es ningún objeto que pueda ser conocido, nunca se presenta el mismo, sino que más bien todo lo demás se nos presenta en el. Al estar fuera del conocimiento objetivo se nombra como incomunicable, pues el enunciar ya es objetivar. Lo que hace continuación es enunciar la idea de Dios. De esta desprende que se pueden enunciar dos posturas sobre so bre ella, la teológica y la filosófica, la primera simplemente se afirma por medio de la fe y la segunda por medio de pruebas como la llamada Ontológica. De estas últimas Jaspers afirma que solo enturbian la idea misma, pues dios no es ningún objeto demostrable al igual que lo circunvalante. Como conclusión de lo anterior solo se podría tener fe de su existencia, e xistencia, la cual surge de la “libertad misma d el hombre”.
De acuerdo a la fe descrita anteriormente Jaspers hace la observación de que lo incondicional se da en ella. Al tener como sostén a la fe, surgen mártires o tipos como Sócrates que sin importarle otra cosa que su fe incondicional, marcharon impasibles hasta la muerte. Como muy bien se entiende lo incondicional no debe estar dispuesta hacia un fin, pues ya estaría puesto este fin como condición; por lo mismo lo incondicional no debe brotar de algún tipo de conocimiento sino de la fe. La siguiente pregunta que se plantea es ¿Qué es el hombre? Este concepto lo define desde varias formas de estudio, pasando por la psicología y la sociológica. Ahora, de lo que se da cuenta Jaspers es que al concepto hombre no se le ha definido en su totalidad, sino más bien todas las definiciones obedecen a una parte de esta totalidad que no se ha podido 1
Karl Jaspers. “La filosofía desde el punto de vista de la existencia”. México. FCE. 2013
definir. Ahora bien en este capítulo discurre sobre la libertad, la cual describe como una posibilidad que nos diferencia de los demás animales; según Jaspers, mientras más se desarrolle está más cierto será Dios para el hombre, por lo tanto el verdadero ser del hombre es "libertad y referencia a Dios" o como dirá también "vivir bajo la dirección de Dios" en contraste con el pensamiento meramente disciplinario que solo estudia lo referente a fragmentos del hombre y no su totalidad. Este vivir bajo la dirección de Dios como fe tiene siempre los peligros de la duda, duda que se da siempre en situaciones o pensamientos limite, pues el hombre siempre quiere apoyarse en lo intuitivo para poder apoyar sus certezas. Esta fe hacia Dios no se debería confundir con la que los sacerdotes promulgan, la cual es una fe ciega o más bien una obediencia ciega hacia los fines de la iglesia como institución y fines netamente mundanales; finalmente, dice Jaspers, si puede haber una coincidencia entre estas dos instancias de fe, pero se debe hacer una gran lucha para alcanzarla. A continuación se propone discutir la idea de mundo, la cual al igual que la idea de hombre se ha falseado, pues se ha querido conocer lo que es el mundo en su totalidad de una manera objetiva, pero Jaspers hace recordar que el conocimiento del mundo de una manera total tiene la contradicción de que no nos es dado como cualquier objeto de estudio, sino que el hombre mismo se encuentra contenido en el. Este límite del conocimiento nos dejaría en el límite mismo del no-saber donde al mismo tiempo se encuentra nuestra conciencia del ser. Pero en la realidad del mundo el conocimiento científico se reduciría a solo interpretación, pero no una interpretación solamente arbitraria sino que cuando es justa será objetiva, estas serian a su vez modos del ser; esta necesidad de llegar a un saber totalizador del mundo proviene de la misma necesidad de absoluto del hombre. De acuerdo con esto el hombre se debe de entregar a Dios no al mundo, pues solo así se entrega el "mismo ser uno mismo y se recibe como libertad de afirmarlo en el mundo. A las afirmaciones de fe expuestas hasta el momento (la existencia de dios, lo incondicional, la finitud del hombre, este bajo la dirección de Dios y la "existencia"), expone sus correspondientes antítesis que son el resultado de la incredulidad hacia las anteriores. Esta incredulidad, dice, es una consecuencia de la mala ilustración, pues esta quiere la evidencia empírica que las primeras afirmaciones no pueden dar. De acuerdo a este modo equivocado de entender la ilustración se cae en el nihilismo cuando sede la fuerza de lo circunvalante en nosotros, contra esta visión errónea se alza la verdadera que "no confunde los caminos del intelecto con los del ser del hombre". Esta última no tiene por qué ser perjudicial pues está de acuerdo con la fe y no la destruye como la ciencia actual, este desprendimiento se da por la necesidad y la ambición del hombre por alcanzar certezas por medio del puro intelecto. Así surge claramente cuál es el mayor error: querer alcanzar la verdad absoluta y el ser por medio de la razón. Ahora pasa a ilustrar lo que es “la historia de la humanidad”, sobre esta hace el
señalamiento de la importancia que tiene esta para nuestra propia comprensión, según
Jaspers en la historia hay un tiempo que él llama “eje de la historia universal o tiempo axial”; situado entre el 800 y el 200 A. C este sería el punto de arranque universal de la
autocomprensión histórica. Esta sería la época en que el hombre además adquiere conciencia de su finitud y donde se crearon las religiones y categorías fundamentales. De acuerdo a lo anterior nuestra época técnico-científica seria un nuevo comienzo, en donde al ya de por si azaroso sentido de la historia se suma que es una época oscura y de catástrofes, ya en el futuro se tendría que esperar un nuevo tiempo axial, pero del cual no se alcanza a vislumbrar nada; según Jaspers, la historia es el lugar de la revelación divina donde el ser de esta se revela por medio de la convivencia de los hombres, agregado a esto la historia no tendría una meta final pero si podría llegar a una “unidad de la humanidad” que se lograría solo si se llegase a alcanzar una especie de reconciliación u orden de carácter mundial que estaría sostenido por leyes universales. Pasando a otro tema analiza “la independencia del hombre que filosofa”, a esto pasa a desarrollar lo que se ha creído como la imagen del filosofo, un hombre independiente del mundo y solitario que no se inmiscuía en ningún asunto mundano, pues el filosofar es la lucha por la independencia; más a la anterior descripción Jaspers alega que esta es errónea pues una forma de independencia así es imposible, pues el hombre siempre se encuentra vinculado con algo “no hay libertad aislada”, más bien este tipo de independencia sería
algo más cercano a lo que hay de demoniaco en el hombre según Kierkegaard. Así la única independencia posible se lograría atreviéndonos a ser hombres y lograr la trascendencia, al contrario de la creencia de llegar a un aislamiento o independencia sin contenido. En cuanto a la vida filosófica esta comienza desde el instante en que el hombre despierta del olvido de sí mismo y se cuestiona sobre la dirección de su vida. Esta vida filosófica sigue, según Jaspers, dos caminos el de la soledad reflexiva y el de la comunicación; sobre el contenido del primero se podría hablar de auto reflexión, reflexión trascendente y reflexión sobre lo que hay que hacer al presente, pero para que la reflexión rinda frutos hace falta siempre la comunicación; a continuación habla de los límites del conocer intelectual y objetivo, en este límite comienza el filosofar donde se muestra el verdadero poder del pensamiento. Este filosofar no es un pensamiento o saber absoluto sobre algo, más bien es una inquietud que aleja de tierra firme, un estar inseguro y un buscar comunicarse con otro. Por último aclara que la filosofía debe ser aleja da de los “poderes temporales”, pues el
tenerla al servicio de estos aquella pierde su valor y contenido. La filosofía debe de ser adquirida desde su propio origen y cuando se le quiere estudiar (que no necesariamente debe de ser un estudio de academia, pues es inherente al hombre) debe ser desde tres puntos importantes: practico, objetivo e histórico. La historia de la filosofía, de acuerdo con Jaspers, es un solo gran momento en que el hombre se hizo consciente de sí, siguiendo esto hace nuevamente el recuerdo de su hipótesis del tiempo axial en donde surgieron en todo el mundo las ideas fundamentales. A continuación menciona los cuatro sectores de la historia
de la filosofía occidental: filosofía griega, cristiano-medieval, europea moderna y el idealismo alemán; siguiendo este orden recuerda como a partir del siglo XX es cuando se intensifico el olvido de las bases milenarias a favor del saber meramente técnico. De igual manera se hace el planteamiento de cuatro cuestiones sobre la historia de la filosofía: La unidad de la historia de la filosofía, la cuestión del comienzo y de la significación de este, la cuestión de la evolución y el progreso en la filosofía, y por último la cuestión del orden jerárquico. Finaliza aclarando que la filosofía no tiene lecturas canónicas como es en la religión, por tanto esta seria libertad; el filosofar sería llegar por medio de las grandes obras (tradición histórica del filosofar) al origen, “encontrar en su origen el propio origen”