PRÓLOGO DEL AUTOR A LA SEGUNDA EDICIÓN
Un sacerdote está obligado a enseñar a sus catecúmenos y a su comunidad según el símbolo de la Iglesia a la que sirve, puesto que ha sido admitido en ella con esa condición. Pero, como docto, tiene plena libertad, y hasta la misión, de comu nicar al público sus ideas —cuidadosamente examinadas y bien intencionadas— acerca de los defectos de ese símbolo, es decir, debe exponer al público las proposiciones relativas a un mejoramiento de las instituciones, referidas a la religión y a la Iglesia. — Immanuel Kant1
La obra que ahora presentamos en su segunda edición: ¿Para qué sir ve la teología? es fruto de muchos años de labor docente en América Latina. Sus contenidos se remontan a apuntes de clases de introduc ción a la teología que dicté en Bahía Blanca, Argentina, en los años 1980. Tomaron forma final en otros cursos que ofrecí en Buenos Ai res y Londrina (Brasil) en la década de los años 1990. En su primera edición en castellano, fue libro de texto de los cursos de la Facultad Internacional de Educación Teológica en la Argentina. Pero donde alcanzó una resonancia mayor fue en Brasil, a partir del año 2000. Para sorpresa de los editores de Descoberta, esa primera edición en portugués se agotó en poco tiempo. Muchos seminarios e institutos teológicos de Brasil encontraron en este libro un texto adecuado para la introducción a los estudios teológicos, destacando su claridad ex positiva, su profundidad de análisis y por ser escrito por un teólogo evangélico. Gracias a Dios, el éxito fue tan grande que tuvo que hacer se una segunda edición en portugués, revisada y ampliada, cosa que 1. Immanuel Kant, Filosofía de la historia: Qué es la Ilustración, La Plata: Terramar ediciones, 2005, pp. 35-36.
CONTENIDO
Presentación por Leopoldo Leop oldo Cervantes-Ortíz Cervantes-Ortí z Prólogo del autor a la segunda segund a edición Prólogo de José Míguez Mígue z Bonino Bonin o
9 13 17
Prefacio 1. ¿Qué es la teología? 2. ¿Cómo se hace la teología? 3. ¿Qué servicio presta prest a la teología? 4. ¿ Cómo se desarrolló la autori aut oridad dad en la teología? 5. ¿Qué ¿Qué caminos ha recorrido la teología en América Amé rica Latina? Latin a? 6. ¿Cómo desafí desafíaa la posmod pos moderni ernidad dad a la teología? 7. ¿Teología ¿Teologíass posmoder posm odernas? nas?
21 25 39 63 77 93 119 119 137
8. Teología Teologíass de espiritualidad y de género 9. La educación teológica ante los desafío desafíoss pluricultural pluric ulturales es 10. 10. Educación y cultura como herramientas herramien tas para la misión Conclusión
157 157 171 171 189 199
Glosario Biblio Bibliogra grafía fía comenta com entada da
205 211
Bibliograf Bibliografía ía general
215
CONTENIDO
Presentación por Leopoldo Leop oldo Cervantes-Ortíz Cervantes-Ortí z Prólogo del autor a la segunda segund a edición Prólogo de José Míguez Mígue z Bonino Bonin o
9 13 17
Prefacio 1. ¿Qué es la teología? 2. ¿Cómo se hace la teología? 3. ¿Qué servicio presta prest a la teología? 4. ¿ Cómo se desarrolló la autori aut oridad dad en la teología? 5. ¿Qué ¿Qué caminos ha recorrido la teología en América Amé rica Latina? Latin a? 6. ¿Cómo desafí desafíaa la posmod pos moderni ernidad dad a la teología? 7. ¿Teología ¿Teologíass posmoder posm odernas? nas?
21 25 39 63 77 93 119 119 137
8. Teología Teologíass de espiritualidad y de género 9. La educación teológica ante los desafío desafíoss pluricultural pluric ulturales es 10. 10. Educación y cultura como herramientas herramien tas para la misión Conclusión
157 157 171 171 189 199
Glosario Biblio Bibliogra grafía fía comenta com entada da
205 211
Bibliograf Bibliografía ía general
215
PRESENTACIÓN
UNA REIVINDICACIÓN DE LA TEOLOGÍA Nunca como ahora resulta tan necesaria una introducción a la teolo gía como ¿Para qué sirve la teología?, de Alberto F. Roldán, porque en muchas iglesias latinoamericanas, desgraciadamente, sigue instalado el antiintelectualismo que supone que estudiar seriamente la teolo gía implica atribuir a la razón una superioridad innecesaria. Como si pensar la fe (o los contenidos de la misma) fuera una labor cuyos re sultados atenían de antemano contra la espiritualidad o el crecimiento cristianos. Sorprendentemente, en un contexto europeo, adonde se su pone habría menos rechazo a la teología, pensadores tan connotados como Karl Barth y Oscar Cullmann enfrentaron la misma oposición al «estudio creyente» de esta disciplina. De modo que la pertinencia del trabajo de Roldan resulta indiscutible en un ámbito eclesiástico tan precario en cuanto a textos de iniciación para estudiantes y cual quier persona preocupada por profundizar en los misterios de la fe cristiana. Las palabras del autor son elocuentes: «La perspectiva con que personalmente encaro la tarea de 'teologizar' implica, en su esen cia, cia, una un a actitud abierta a la reflexión reflexión,, a la evaluación y a la revisión de los postulados. La teología, como pensamiento situado, significa una tarea siempre inacabada y abierta al futuro». En la introducción, José Míguez Bonino destaca la creativa respuesta que Roldán ofrece a la respuesta del título de la obra y advierte sobre la necesidad de que las nuevas generaciones de estudiosos evangélicos tengan acceso a libros como el de Roldánan. Estamos, pues, ante un libro analítico, disfrutable y dialogante, que ofrece iluminadoras relaciones entre la teología y la misión-evangelización y otras áreas (pastoral, ética, apologética) y disciplinas, al mismo tiempo que traza puentes con la existencia-práctica real de la iglesia. Roldán practica el necesario e improrrogable diálogo con la preocupación evangelizadora. En ese contexto, una cita de Spurgeon es especialmente efectiva: «Sed bien instruidos en teología, y no ha-
10
¿Para qué sirve la teología?
gáis caso del desprecio de los que se burlan de ella porque la ignoran. Muchos predicadores no son teólogos y de ello proceden los errores que cometen. En nada puede perjudicar al más dinámico evangelista el ser también un teólogo sano, y a menudo puede ser el medio que le salve de cometer enormes disparates». El autor sigue fielmente las lecciones de quienes no encuentran oposición entre teoría y práctica; su enfoque no olvida el diálogo cultural al ocuparse de la posmodernidad como problema-desafío inexcusable para el cristianismo contemporáneo. Continúa así, con secuentemente, la tradición protestante de atender apasionadamente los debates planteados a la teología por el pensamiento de todas las épocas. El rigor metodológico no le resta intensidad a la discusión de los temas y se agradece muchísimo como cuando, en un par de capítulos expone el desarrollo de la autoridad teológica y el desarrollo de la teología en América Latina. Partiendo de una comprensiva visión de la sequía sequía de otras épocas en este campo, reconstruye (y reconoce) los pasos que se han dado para inculturar la reflexión en el ambiente eclesial sial latinoamericano, católico católico y protestante. No obstante, su equilibra equilibra do énfasis en el mundo evangélico será de especial utilidad para los lectores del continente pues sintetiza con precisión los avatares de la reflexi reflexión ón teológica en sus vertientes ligadas a lo que qu e fue fue el movimien mo vimiento to Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL) y a la Fraternidad Teo lógica Latinoamericana. Su tratamiento de la posmodernidad y de la teología de la pros peridad es un modelo de enjundia en cuanto a la valoración de la influencia ideológica (poco percibida) de aquella sobre las iglesias neopentecostales. Aprovechando los análisis de estudiosos brasileños, Roldáan se refiere a los aspectos en que estas iglesias han abandona do el legado bíblico y evangélico para despeñarse en la búsqueda del lucro. Estas tendencias las engloba en lo que denomina «mutaciones teológicas» dominadas por los paradigmas posmodernos de la pros peridad y el éxito, entendidos como las panaceas absolutas para el problema de la pobreza inveterada, esto es, como el cumplimiento del sueño ancestral por superarla. Su juicio es contundente: «La teología de la prosperidad no toma con suficiente realismo la existencia del mal y el sufrimiento en la experiencia humana». Lleva a cabo algo similar con el modelo que llama «simplista», casi omnipresente en muchas iglesias y denominaciones. Un nuevo capítulo sobre los desafíos pluriculturales a la educa ción teológica, aludida continuamente en el resto de la obra, propone
Presentación
11
algunas pautas para desarrollar y profundizar la preparación de los nuevos pastores, donde las notas dominantes son el diálogo, la crítica y el respeto por la diferencia. Así concluye este volumen, de lectura obligatoria para cualquier persona preocupada por hacer presente el papel insustituible de la teología para la vida de las iglesias que deseen ser fieles al Evangelio de Jesucristo. Leopoldo Cervantes-Ortiz