FONTANA- PARA QUE SIRVE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA Fontana se pregunta para qué sirve la enseñanza de la historia. Destaca la importancia de la memoria individual y colectiva que es el componente fundamental de nuestra identidad como individuos que nos hace a nosotros mismos, en tanto la segunda que se pretende llegar a ser, expresar la identidad de un grupo. Él dice que la memoria social debería reflejar una pluralidad de experiencias., debería ser capaz de escuchar todas las voces. Solo que se puede caer en el dominio de las masas La historiografía académica utiliza hechos históricos, enfocándose en el poder y en el estado. Elige como protagonistas a los dirigentes o sea que están ausentes la gente común “Una historia de la que, por tanto, están ausentes los más, los que no son ni reyes, ni
gobernantes, ni personajes ilustres. La alternativa seria construir un tipo de historia que permita escuchar, a la vez, las diversas voces que hay en la sociedad y no solo las de 10 dirigentes; que recoja las de unos grupos subalternos que hasta ahora han quedado al margen del relato central y, muy en especial, la voz de las mujeres” 1 Pero no es solo lo que se espera de los que enseñan historia. Los gobiernos siempre fueron consiente de la importancia de controlar el uso público de la historia. En un pasado más lejano napoleón por ej., se encargaba de controlar todo lo q se iba a decir de sus victorias. Luego con la formación del estado nación los gobiernos se iban a fijar más en lo que se transmitía en la enseñanza. La historia que imponían los gobiernos debía construir una visión que pase por alto la crisis, y transmitir un orden social Había un miedo en la escuela como por ejemplo enseñar la guerra de Vietnam. Se temía porque los niños piensen por su cuenta, Los alumnospodrian hacer su propia reflexión, de que gnaaron los malos. Por eso no era aceptado que los alumnos descubran lo verdadero porque por ej. No se los podría engañar para mandarlos a Irak El valor fundamental de la memoria colectiva, como de la individual, debería ser e1'de proporcionarnos una herramienta de análisis de la realidad Que nos rodea con el fin de ayudar nos a construir "presentes recordados" CON i los que podamos enfrentarnos a los problemas nuevos que se nos presentan. Entendida así la historia, nuestra función al enseñarla a nuestros alumnos no debe ser la de inculcarles unas verdades determinadas sobre el pasado, sino la de alimentar sus mentes, no solo con elementos de conocimiento histórico para que puedan operar con ellos, sino también, y sobre todo, con un sentido crítico que les lleve a entender que son ellos quienes deben utilizar este aprendizaje para juzgar, con la experiencia adquirida, con los "presentes recordados" que elaboren, el paisaje social que los rodea sin aceptar que se les diga q es el producto de algo natural y lógico e inevitable. Así los alumnos pueden asimilar las noticias del día a día a través de los medios con un espíritu crítico en lugar de aceptarlas sin discusión. Una enseñanza adecuada debe servir para que aprendan a mirar con otros ojos su entorno social para que aprendan a pensar históricamente. Porque todo puede ser objeto de reflexión.
No se trata de fijar un nuevo paradigma contra el de las verdades históricas establecidas si no de enseñar una historia entendida sobre todo como método, como instrumento de comprensión, y por eso de transformación. El que enseña debe ayudar a que los alumnos creen conciencia crítica. No se debe solo acumular conocimientos si no enseñar a pensar dudar, conseguir que los alumnos no acepten solo los hechos de los libros como datos de memoria si no como opiniones e interpretaciones que se deben analizar y discutir. Como dijo Bloc, hay que hacer es introducir un grano de levadura en la mentalidad del estudiante.