Autor
Luis Calero
Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Uni Univer versid sidad ad de Sal Salama amanca nca.. Pro Profes fesor or de filosofía, ha publicado Catecismo pedaóico !Ed. "uaclara, #$$$%, Ficcionario !Ed. "uaclara, &''(% &'' (% y "b "bsur surdo do lit litera erall !Ed !Ed.. )eo )eop*t p*tria ria,, &'# &'#+%. +%. Cola Co labo bora ra en U U))-" "/ /0 0 co con n la se secc cció ión n El Ficcionario 0rtor1fico.
Si me preguntas
para qué sirve la flosoía hoy, la respuesta es: Para desidiotizar de septiembre de &'#+
No discutiré que dentro de poco tendrás que apañártelas para ganarte la vida. Ni que, aun estando muy mal las cosas, obtendrás considerables ventajas de estar bien preparado, de ser competitivo, oportunista… o, incluso, de tener buenos padrinos. De acuerdo. Pero yo no me he cruado en tu camino para eso, sino para impedir que te con!ormes con una e"istencia meramente animaliada o que pases por esta vida como un bulto o un idiota. #e lo diré claro, recordando con Deleue a Nietsche$ la tarea de la !iloso!%a no es otra que combatir la estupide. Por eso intentaré enseñarte$ a& 'ue las cosas no son lo que parecen, porque a la verdadera realidad le gusta ocultarse bajo el llamativo ropaje de su apariencia sensible. #raspasar esa barrera con las luces de la ra(n )relacionando unas cosas con otras, estableciendo comparaciones, descubriendo similitudes y di!erencias& es el prop(sito original y todav%a hoy el sentido !undante de la !iloso!%a. b& 'ue, en base a lo que humanamente conocemos, son muy pocas las verdades de las que podemos estar por completo seguros. * de las que menos, de aquellas que por más seguras se nos presentan$ los dogmas de !e. c& 'ue, siendo muy respetable el sentimiento religioso es, no obstante, rid%culo apelar a libros sagrados o a realidades sobrenaturales para e"plicar !en(menos cuya ra(n de ser encontramos en las leyes naturales. +no no puede coherentemente salir de la clase de biolog%a convencido de las leyes darinistas y acto seguido, en clase de religi(n, abraar el creacionismo. * a esa insensate da pie la nueva ley de educaci(n en la -/ y el 0achillerato.
d& 'ue cada uno es muy libre, sin embargo, de creer en dioses y diosas, o en teteras voladoras orbitando sobre 1arte, o en unicornios rosas invisibles o en el irresistible monstruo del spaguetti volador, pero admitiendo siempre que ninguna de estas creencias garantia por s% misma la e"istencia real de tales entidades )por muchas mani!estaciones o procesiones que organicemos en su honor&. e& 'ue, por otro lado, creer en Dios o visitar el templo no es condici(n necesaria ni su!iciente para ser buena persona, simplemente es irrelevante. 2a hip(tesis de Dios es innecesaria para !undamentar una moral compatible con la dignidad y racionalidad humana. !& 'ue, sin embargo, pretender in!undir creencias religiosas en los niños desde el bautio mismo, cuando su mente a3n dista de estar preparada para discernir sobre ellas y !ormarse una opini(n propia, debe considerarse un abuso intelectual en toda regla, má"ime si, para !ijarlas de manera indeleble, se recurre a la perversa amenaa del in!ierno. g& 'ue prioritariamente deber%a otorgarse a los adolescentes el derecho a recibir sin e"cepci(n una !ormaci(n moral basada en la ética racional universal, sin en!rentarla de modo e"cluyente a cualquier moralidad religiosa particular. 2a disyuntiva entre 4eligi(n y 5alores 6ticos que la 2/17- contempla es, simplemente, aberrante. h& 'ue, asumiendo que los errores !orman parte consustancial de nuestra e"periencia y que no todo lo podemos conocer, a la hora de decidir lo que hacemos
y con nuestra vida, no es lo mismo recurrir a conocimientos probados que a supersticiones o creencias in!undadas. 2o sabemos muy bien cuando caemos en!ermos, pero tendemos a olvidarlo cuando recuperamos la normalidad y volvemos a la e"istencia ordinaria. en
i& 'ue si buceamos en la intimidad de nuestra conciencia conoceremos mejor que mirándonos s(lo por !uera lo que somos, lo que pensamos, lo que sentimos, lo que hacemos y el porqué de todo ello. -n lugar de, como acostumbramos, perder el tiempo con tanta e"terioriaci(n super!icial y vacua. j& 'ue el amor por la verdad, principal desvelo del !il(so!o, es, no obstante, asunto que apenas importa a la gente8 que por lo general no detesta ser engañada, sino tan s(lo perjudicada en su interés pecuniario. 9& 'ue, convertida la verdad en asunto de negocio, han a!lorado imp3dicos mercaderes que tra!ican con ella ocultándola, mutilándola o adulterándola, trans!ormando en muchos casos el ejercicio del periodismo y la obligaci(n de in!ormar en una manipulaci(n vergonosa al servicio de intereses incon!esables. l& 'ue es inevitable a cada momento tener que elegir, y que, a di!erencia de lo que ocurre con el resto de animales, lo espec%!icamente humano consiste en hacerlo superando tanto el inicial arrebato impulsivo como la abominable inercia de una masa urgida por las modas o las costumbres, procurando en su lugar tomar decisiones personales y raonadas.
m&'ue para evitar una e"istencia ramplona y super!icial resulta imprescindible distinguir lo que de veras importa de lo super!luo8 las verdaderas necesidades de aquellas otras !alsas e impuestas, cuando a tantos interesa promover )para luego vender& lo inesencial desde la publicidad y el engaño. n& 'ue para vivir bien no se necesitan tantas cosas como te han hecho creer, porque una ve se tienen las necesidades básicas cubiertas, cualquier apetencia material que no constituya una e"cepci(n o merecido capricho te distraerá y envolverá, y no servirá para aumentar tu !elicidad, sino para irte apartando de ella. :s% que cada ve somos más incapaces de liberarnos de toda una recua de usos sociales que constituyen horteradas may3sculas y arandajas esclaviantes. o& 'ue la organiaci(n pol%tica de la sociedad es, hoy más que nunca, rehén del poder econ(mico )curiosamente sustra%do al control democrático& y, bajo la !orma institucionaliada de los bancos y corporaciones internacionales, responsable má"imo de la quiebra econ(mica, ecol(gica y moral. p& 'ue de!ender la necesidad de un mundo más justo al calor del hogar, en la beatitud de la catequesis o en la amenidad del ca!é, a la par que apoyar luego opciones pol%ticas que gobiernan en complicidad con el más crudo y salvaje capitalismo es, como poco, e"presi(n de una contradicci(n ingenua, si no de una insultante hipocres%a. q& 'ue una educaci(n p3blica y de calidad para todos los niños y niñas es imprescindible si se trata de garantiar el principio de igualdad de oportunidades,
primer !undamento de una sociedad justa. : no ser que lo justo sea que las ya de por s% inevitables di!erencias de cuna deban perpetuarse con la connivencia de un sistema educativo que, en lugar de nivelar, otorgue todav%a más ventajas a los que, sin mérito alguno, ya tuvieron la suerte de nacer en casa rica. r& 'ue, por tanto, detrás de la tan reclamada libertad de educaci(n, en el !ondo no se esconde sino la intenci(n t%picamente clasista de preservar ventajosas desigualdades sociales. s& 'ue, de cara al !uturo, no conviene olvidar que lo que prehist(rica e hist(ricamente ha hecho posible la supervivencia de la especie ha sido la actitud de cooperaci(n, antes que la de competitividad, e"plotaci(n o dominio. ;ay problemas importantes que no se pueden resolver individualmente, por muy buen e"pediente que se tenga, sino mediante la acci(n colectiva meditada y plani!icada. t& 'ue, !inalmente, con proporciones tan elevadas de gente ignorante, alejadas del pensar y el conocer por decisi(n propia, o inducidas o abducidas por otros, que desde su responsabilidad pol%tica deber%an promover justamente lo contrario, la democracia agonia peligrosamente, y con ella las libertades y derechos sociales y econ(micos !undamentales cuya conquista tantos es!ueros costara y que con tanta ligerea estamos consintiendo perder. :s% pues, el sentido de la !iloso!%a en las aulas no puede ser otro, dicho brevemente, que propugnar el amor al conocimiento y pretender la justicia y !elicidad de todos los seres humanos. -n cambio,
2/17-, arrinconan a la =iloso!%a y la convierten en una asignatura cada ve más insustancial> =iloso!%a, 2uis 7alero, 2/17-, 1undiario.