MODULO II MODELO DE SUSTITUCIÓN DE EXPORTACIONES
1. Cons ideraci ones Generales El Modelo de Sustitución de Importaciones (MSI) es la forma en la que derivó el desarrollo de la economía mundial en su proceso globalizante de finales del siglo XIX, y que entró en una crisis severa a raíz de la primera guerra mundial y como colación a ella, el proceso revolucionario en Rusia y los consecuentes intentos revolucionarios en Alemania y otros países, esta época que tuvo como corolario la gran depresión de los años 30 (Furtado 1967). Junto a esos factores también deben tomarse en cuenta, los procesos de deterioro de los términos de intercambio, la concentración del ingreso, la presencia del nazismo y fascismo alemán e italiano, la política exterior japonesa y su invasión al sudeste asiático, la difusión del pensamiento nacionalista desde la China con el Kuomintang y sus repercusiones en América Latina, la guerra del Chaco y la presencia de las petroleras como instigadoras del conflicto, que en general serán el marco de referencia para el proceso de desarrollo del MSI. Este proceso de crisis general del las primeras décadas del siglo XX que era consecuencia del agotamiento del Modelo Primario de Exportación (MPE), fue el basamento global del surgimiento del MSI y tuvo como detonante la gran crisis de 1929, que generó la abrupta caída de los precios de los productos que los países del continente exportaban, provocada por la reducción de la demanda internacional de esos productos a causa de la recesión y el desempleo mundiales. Debemos recordar que los países de nuestra región eran en general “mono” exportadores –papel que le tocó jugar por la distribución internacional de trabajo (DIT) y la crisis mundial golpeó, precisamente en los sustentos de nuestras economías, generando a su vez un profundo impacto interno. En estas circunstancias, los sectores económicos y políticos más importantes volcaron la mirada hacia adentro, para proteger a los países de las crisis derivadas de las fluctuaciones económicas de los países centrales, la gran depresión y los efectos de las propias guerras. Así se acuñó desde lo económico y lo político un nuevo proceso que pretendió la industrialización interna en un nuevo escenario de desarrollo para la región. “La industria se convirtió en el eje del proceso de acumulación de capital. Por primera vez en la historia latinoamericana, la economía contó con un motor interno
Comentario [iti1]: Falta bibliografía completa
y con un proyecto nacional de desarrollo. La gran crisis de los años treinta y las dos guerras mundiales no sólo crearon condiciones propicias para la sustitución de importaciones, sino que involucraron profundos cambios políticos y sociales, los que implicaron un nuevo “bloque de poder” que hizo viable la industrialización” 1. Este MSI tuvo su correlato político con el surgimiento de corrientes nacionalistas, muchas de ellas influidas por el propio Kuomintang chino, y que dieron paso al surgimientos de gobiernos de índole nacionalista, que argüían un oprobioso deterioro de los términos de intercambio, el derecho al desarrollo de nuestros países, la necesidad de la generación de los bloques de poder y la alianza de clases en un lucha antiimperialista. Esto originó que gruesos sectores de las masas asalariadas vinculadas a los sectores industriales y los sectores campesinos más empobrecidos, liderados por las burguesías industriales modernizantes, junto a amplios sectores populares llevaran al gobierno a Víctor Paz Estenssoro en Bolivia, Juan Domingo Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil o Lázaro Cárdenas en México. Pero en este periodo existe un factor más, que muy pocas veces se hace referencia, y se refiere a las consecuencias políticas de la Segunda Guerra Mundial: Tras su culminación y efecto de ella, la Unión Soviética había ganado no sólo en los campos de batalla contra la Alemania de Hitler, sino que mundialmente había alcanzado un gran prestigio - que se intentó neutralizar por la enorme propaganda norteamericana y británica de su protagonismo en la guerra. Tras el “despliegue de la cortina de hierro” (W. Churchill, 1946) y el inicio de la Guerra Fría, la URSS de Stalin insertó en el debate mundial la teoría de la “Revolución por etapas”, la misma que coincidía en muchos aspectos con los postulados de los movimientos nacionalistas de los países emergentes y particularmente con los latinoamericanos. Este escenario político mundial de la post guerra influirá significativamente en el proceso de desarrollo del MSI.
2. La conc epció n básic a del MSI El MSI es una consecuencia natural de la evolución y el agotamiento del MPE y del propio desarrollo de la sociedad capitalista que se orienta, a través de una estrategia de desarrollo paulatino y con la incorporación del Estado como elemento patrocinante, donde su protección y acción económica jugaban un papel
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Modelos de Desarrollo y Estrategias Alternativas en América Latina, (Arturo Guillén R.) falta año, pagina, editorial y
lugar de publicación
central, se aspiraba a un desarrollo endógeno, un proceso de industrialización interno que permitirá convertir a la industria en el eje del desarrollo económico y de la acumulación del capital. La actividad productiva que se generó se relacionó directamente con el comportamiento de la economía mundial, estimulando la iniciativa privada y la inversión de capitales extranjeros, poniendo en marcha una estrategia de industrialización basada en una política de sustitución de importaciones que aceleró la inversión industrial, principalmente para el mercado doméstico, con control estatal de los precios del mercado y con barreras a la entrada y al acceso al financiamiento y las importaciones. Es posible establecer 3 ejes centrales del MSI, por un lado, un decidido cambio de rumbo hacia un proceso industrial modernizante, enterrando las viejas consignas del MPE, colocando al Estado como actor principal del proceso económico ya sea a partir de los subsidios o a partir de la participación directa en la economía (nacionalización de las minas en Bolivia). Por otro lado, se desarrolló una política proteccionista muy fuerte destinada a apoyar a la industria nativa y fomentar la producción de bienes sustitutivos a los importados, para lo cual se apoyó la inversión privada, local o foránea o se generó una inversión estatal directa y se estableció altos aranceles a las importaciones. Finalmente se estableció una política cambiaria o monetaria favorable a los productores locales. No es casual que el surgimiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) traiga consigo un conjunto de argumentos de apoyo a esta nueva perspectiva de desarrollo que planteaba: • El progreso técnico sustituye productos primarios por productos manufacturados, lo que ocasiona un descenso de la demanda por productos primarios y, por tanto, una disminución en los precios de los mismos. • El progreso técnico ocasiona que el producto final requiera menor cantidad de productos primarios, con efectos similares a los del primer punto. • La elasticidad-ingreso de la demanda 2 por alimentos es menor que la unidad en los países avanzados, de tal manera que el crecimiento del ingreso implica un crecimiento menos que proporcional en su demanda. 2
La cantidad demandada de un bien es sensible a los cambios en el ingreso de los demandantes, de modo que al cambiar éste cambiará también la demanda. La Elasticidad Ingreso de la Demanda permite cuantificar estos cambios y se define como l a variación porcentual en la cantidad demandada de un bien que resulta de una variación porcentual en el ingreso.
Comentario [iti2]: Esto es contradictorio: o se dejan entrar c apitales extranjeros o no???
• Los países avanzados han establecido una política proteccionista sobre bienes primarios (estableciendo aranceles, cuotas y subsidios al comercio internacional). Los objetivos estrictamente económicos tendían a "asegurar la expansión de las industrias que se habían desarrollado durante la segunda guerra mundial, reducir la propensión media a importar y contrarrestar los límites al crecimiento económico que el comportamiento errático de las exportaciones primarias habían aparentemente impuesto" (Ramírez de la O, 1980: 31), conseguir mayor autonomía frente al centro, lo que permitiría, con el tiempo, construir una base endógena de acumulación de capital.
Comentario [iti3]: bibliografía
3. Las etapas del Modelo de Sustitució n de Importaciones En general los autores coinciden en que el MSI atravesó por dos grandes etapas: la primera, la que el pensamiento estructuralista definió como “sustitución fácil”, que terminará a mediados de los años cincuenta, y la etapa de la “sustitución difícil” que culminaría en 1982 con el quiebre del modelo, a raíz de la crisis de la deuda externa (Arturo Guillén R.). La primera etapa tendrá como eje el proceso de sustitución de importaciones en el sentido más literal de la palabra que se caracterizará por la producción interna de productos que anteriormente se importaban, en general, bienes de consumo como textiles, alimentos, bebidas, etc., que utilizaban técnicas de producción relativamente sencillas 3 Este proceso fue en general un proceso natural debido a las fuertes limitaciones externas que impedían un fácil proceso de importación que fueron acompañadas por procesos de tipo cambiario y las políticas arancelarias proteccionistas. Esto generó un fuerte impacto interno que apuntaló al proceso sustitutivo no sólo en lo económico sino y sobre todo en lo político, brindando a los actores políticos un mayor respaldo y legitimidad. “La sustitución no es, pues, un proceso estático de producción interna de una determinada cantidad de bienes anteriormente importados, sino que abarca
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“De esta manera se da el caso, paradójico sólo en apariencia, de que la presencia de las masas en los últimos años haya constituido, a causa de su presión por incorporarse al sistema político, en uno de los elementos que ha provocado el dinamismo de la forma económica vigente. (…) En la fase inicial de este proceso (de la sustitución de importaciones) los grupos industriales aparecían en alguna medida en una situación marginal. Sin embargo, por el hecho de formar parte de los nuevos sectores urbanos, su papel alcanza cierta importancia porque de hecho, en este conglomerado, constituyen el único grupo que posee un base económica real, aunque ésta no sea decisiva si la referimos a la totalidad del sistema económico vigente.”(Cardoso y Faletto 1969: 36) Falta bibliografía completa
Comentario [iti4]: bibliografía
dinámicamente la satisfacción de la mayor y cambiante demanda que se va creando como consecuencia del desarrollo. ” (Ferrer, 2004)
Comentario [iti5]: Bibliografía
Por otro lado, es posible apreciar que el coeficiente de importaciones registró una baja importante en este periodo lo que significó una mejor situación de la balanza comercial, mientras que el esfuerzo de inversión descansó fundamentalmente en inversionistas privados nacionales, donde el Estado tuvo un papel protagónico en base a las medidas antes señaladas. Sin embargo la DIT no se modificó sustancialmente y prueba clara de ello es que las exportaciones fueron esencialmente de productos primarios, y las importaciones de productos manufacturados, aunque existió indudablemente una mayor compra de bienes de capital e intermedios. En este periodo los márgenes de endeudamiento externo eran bajos, la mayor parte de los países de la región muestran que habían pagado las deudas anteriores y las nuevas, eran muy escasas, lo que significó una estabilidad en materia de la balanza de pagos.
4. La segunda etapa del Modelo de Sustitució n de Importacio nes La segunda etapa llamada “sustitución difícil”, se registra en la década del 50 pero no se presenta en todos los países del sub continente, sino fundamentalmente en los países de mayor crecimiento relativo. Aunque la orientación es la misma, es decir la búsqueda de un desarrollo endógeno, es posible percibirse en este periodo que los nuevos bienes industriales que comienzan a producirse son, principalmente, bienes de consumo duradero (electrodomésticos, automóviles, etc.) y ya no tanto una sustitución de importaciones en el sentido tradicional. Aquí es posible apreciar que son los países centrales que empiezan a transferir su tecnología a partir de la Empresas Transnacionales (ETN) hacia los países en desarrollo. Además puede advertirse un elemento muy importante referido a que ya no es tanto la inversión nativa la que se convierte en el motor del desarrollo, sino que son estas empresas que empiezan a ocupar un rol cada vez más protagónico a través de la IED. Esta etapa se orientó a controlar los sectores más dinámicos y de mayor rentabilidad de las economías emergentes de la industria, produciéndose lo que Cardoso y Faleto (1969) denominaban “la internacionalización del mercado interno”. Este factor tuvo su correlato político porque fueron los países y los Estados que paulatinamente perdieron la capacidad de dirigir el proceso industrializador ya que
Comentario [iti6]: Bibliografía
las decisiones más importantes dejaban de tomarse en cada nación y se las tomaban en los centros desarrollados (Furtado, 1967; Sunkel, 1971) o en las oficinas centrales de las ETN. Esto estuvo acompañado de un proceso de declive en el ímpetu antiimperialista de los procesos nacionalistas, que a la postre abrirá el paso al modelo neoliberal de la década del 80. Esta etapa permitió que el nacionalismo y la industrialización nacional fueran cooptadas desde el exterior y se convirtiera en una nueva fase del desarrollo de los países centrales donde la dependencia tecnológica jugó cada vez más un papel protagónico, y las ETN generaron una integración con la economía mundial, acentuando las deformaciones de las economías nacionales. Si bien este periodo permitió avanzar, en el caso de Brasil, hacia la producción de bienes intermedios (siderurgia, química y petroquímica), la producción de bienes de capital fue muy exigua. Esto significó un desarrollo no armónico de la economía o la desaparición de la heterogeneidad estructural. Estas deformaciones se acentuaron y perpetuaron y aquí fueron elementos decisorios el “tamaño del mercado, angostado por la alta concentración del ingreso, la restricción de divisas o la trasnacionalización de las decisiones” 4. “Al sector exportador moderno heredado del MPE se sumó un nuevo sector moderno liderado por la industria orientada al mercado interno. Al sector tradicional antes circunscrito, fundamentalmente, al mundo rural y a las comunidades indígenas, y que se definía como desempleo disfrazado o latente, vino a agregarse un nuevo sector de subempleados y marginados urbanos que emigraron del medio rural o de ciudades más pequeñas, pero que no lograron ser absorbidos por el sector moderno ubicado en las grandes urbes. A pesar del dinamismo de la industria, al operar ésta con técnicas de producción intensivas en capital importadas del centro, resultó incapaz de absorber la migración procedente del campo, dando origen al fenómeno de la economía informal, que ahora nos inunda”. 5 En este periodo se reafirmó de forma significativa la característica heterogénea de nuestras economías y dieron lugar a fenómenos que eran marginales anteriormente, como las migraciones a las ciudades y el vaciamiento de las zonas rurales deprimidas, la conversión de estos elementos en la mano de obra industrial de reserva, el subempleo, la informalidad y la marginalidad de nuestras ciudades. Pero además este proceso fue consecuencia de un sometimiento más significativo de los gobiernos a las políticas generadas desde Washington y la implantación en 4
Modelos de Desarrollo y Estrategias Alternativas en América Latina, (Arturo Guillén R.) pp??
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ibidem
Comentario [iti7]: Bibliografia
muchos casos de golpes de Estado que frenaron el proceso desde la esfera de lo político. En la dimensión del ingreso el MSI el coeficiente Gini se mantuvo en líneas generales igual que en el modelo anterior, aunque en algunos países sufrió una mejora marginal. Por otro lado, la presencia de las ETN generó no sólo una deformación en la estructura económica, sino que ésta estuvo acompañada de un cambio en el comportamiento de los ciudadanos de las grandes ciudades ya que se introdujeron pautas de consumo similares a las de los países centrales pero que estaban muy lejos de estar en coordinación con el desarrollo y la homogeneidad de las economías, aspecto que a su vez acentuó la concentración del ingreso y sectores importantes de la población se mantuvieron al margen del consumo de bienes manufacturados que eran elaborados para satisfacer la demanda de las élites suntuarias. En este periodo, el papel del Estado declinó significativamente, orientándose cada vez más hacia los designios de los países centrales y no se generaron políticas correctivas que permitieran reorientar el proceso hacia el desarrollo endógeno, mientras que el proceso de acumulación de capital tuvo como margen de existencia, la estreches de los mercados y la heterogeneidad de las economías. Las importaciones de bienes finales fueron sustituidas por compras de bienes intermedios y de capital. Como estas importaciones tienen una elasticidad-ingreso superior a la unidad, resultó que el desequilibrio comercial tendía aumentar más rápido que el crecimiento del PIB. A finales de la década de los sesenta y durante los setenta, los gobiernos de los países de la región, que ya habían perdido su hegemonía y cuyo liderazgo estaba en entredicho, se orientaron resolver un conjunto de problemas estructurales del MSI a partir del endeudamiento externo. Asimismo el proceso fue facilitado por el hecho de que las tasas de interés reales se tornaron negativas, como consecuencia del relajamiento de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos. Este hecho y el argumento propagandístico de “los gobiernos no quiebran” fue impulsado por los países centrales y los bancos acreedores que a la postre delimitarían el fin del MSI y darían pie, en la década del 80, al Modelo Neoliberal. Sin embargo en la década de los setenta y con las dictaduras militares de por medio, se empezó un cuestionamiento al MSI y se utilizó para ello la realidad de
Comentario [iti8]: No lo entiendo!!
los países del sudeste asiático, tomando como referencia la presencia del Estado en nuestros países, frente a la posición más liberal de aquellos. Sin embargo, problemas como la concentración del ingreso, los problemas de la distribución de la tierra, la marginalidad, el sub empleo y la informalidad, que fueron y son factores que abaten nuestras economías, como un efecto de la heterogeneidad estructural, nunca fueron de interés de los portavoces de las corrientes pro centristas y a la larga, modelo neoliberal incluido, nunca fueron ni de interés de éstos y menos resueltas por los gobiernos que les fueron afines. Al respecto F. Fajnzylber (1990) mencionaba: “Si, por ejemplo, se centra la atención exclusivamente en la necesidad de abrir los mercados internos, el efecto inmediato será intensificar la modernidad de escaparate, debilitar aún más la frágil base empresarial y acentuar la inserción por la vía de los recursos naturales. Por otra parte, resulta voluntarioso el intento de reforzar la base empresarial nacional aplicando el expediente aparentemente eficaz de transferir la propiedad de las empresas ya establecidas a agentes (privatización o estatización) manteniendo constante un patrón de consumo difícilmente compatible con el crecimiento”. “La experiencia regional e internacional sugiere que para alcanzar los objetivos generales del desarrollo es preciso avanzar a un mismo tiempo hacia una articulación económica social interna y hacia una sólida participación en la economía internacional. Es ilusorio pretender esa participación excluyendo en forma parcial a sectores sociales y regiones ya que las tensiones sociales latentes se traducen inexorablemente en la incertidumbre y comprometen, en último término, la inversión y el crecimiento”. El papel protagónico para el ocaso del MSI, no fueron las imposibilidades de generar nuevas respuestas a los escollos, sino la presencia de las élites económicas y políticas cada vez más vinculadas a los capitales transnacionales y a las decisiones políticas de los países centrales, toda vez que el argumento más importante era la Guerra Fría y la lucha contra el comunismo, donde cualquier proceso nacionalista tenía por ende, un aliento a socialismo insoportable para los designios de Washington. “Las contradicciones del modelo podrían haber sido confrontadas, de haberse aplicado reformas estructurales que redistribuyeran el ingreso, políticas adecuadas para impulsar los ‘efectos hacia atrás’ de la industrialización y la articulación del sistema productivo, así como la
Comentario [iti9]: Bibliografía
revisión selectiva de los esquemas de protección. Opciones había. Lo que faltaba era voluntad política para llevar adelante las reformas. O, para decirlo de otra manera, los obstáculos eran fundamentalmente políticos.” 6
5. Valoración desde la ética social La Doctrina Social de la Iglesia responde a los desafíos de la época con dos grandes documentos: En 1963, Juan XXIII en su encíclica Pacem in Terris enfatiza la vigencia de los derechos humanos para cada persona frente a los múltiples dictaduras en todo el mundo y la necesidad de una regulación de las relaciones internacionales. Pablo VI en Populorum Progressio en 1968 toma el tema del desarrollo y progreso como núcleo de su mensaje y exige el derecho al desarrollo para todas las naciones y solidaridad global para los países más pobres. La desigualdad e injustica social han alcanzado dimensiones mundiales que en las décadas posteriores van en aumento. No hemos logrado de enfrentar los problemas estructurales a nivel global como propuso Juan XXIII.
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Op cit. Pero cual???