MILES ROMANUS EL EJÉRCITO ROMANO
Enol Alonso Capín
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MILES ROMANUS EL EJÉRCITO ROMANO Nombre: Enol Alonso Capín DNI: 71041902P Correo: UO231356
Mi trabajo versará sobre el ejército romano y la evolución de la figura del Miles romanus dentro del mismo desde la República hasta el Alto Imperio, incluyendo las reformas que sufrió, su reclutamiento, instrucción y rutina en el ejército y la importancia o la influencia del mismo en la sociedad como elemento pacificador, controlador o su relación con la vida civil.
ÍNDICE EL EJÉRCITO REPUBLICANO 1. Composición y organización…………………………………………………….3 2. La reforma militar de Cayo Mario y las “innovaciones cesarianas”………….....5 3. Función y papel del ejército en la sociedad……………………..………………7 EL EJÉRCITO IMPERIAL 1. 2. 3. 4.
Composición y organización……………………………………………………8 Las reformas militares………………………………………………………….11 Función del ejército…………………………………………………………….12 Papel en la sociedad…………………………………………………………….13
BIBLIOGRAFÍA…………….……………………………………………………...14
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EL EJÉRCITO REPUBLICANO A partir del 509 aC, fecha en la que se expulsó al último monarca de Roma y se instituyó la República, el ejército romano adquirió una nueva constitución y armamento, debido principalmente a la variedad de enemigos a los que se fueron enfrentando los romanos y al nuevo régimen que supuestamente daría más poder al pueblo.
Composición y organización El ejército romano había sido hasta la época republicana de estilo hoplítico, atribuido al sexto rey de Roma Servio Tulio, basado en la capacidad económica y en el que cada hombre se autofinanciaba la panoplia de acuerdo con su posición económica. Pero esto cambió con la instauración de la República, pues entonces los romanos se vieron frente a un amplio abanico de enemigos con una diversidad militar grande y ante la que era preciso un ejército mucho más móvil y eficiente. A mediados del siglo III aC, entre las guerras samnitas, se llevaron a cabo una serie de medidas que los romanos vieron como imprescindibles para poder hacer frente a los samnitas tras haber aprendido de los enfrentamientos con estos y de su eficacia militar: • •
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División de la infantería en tres tipos de unidades (hastati, princeps y triarii). La distribución de las centurias (grupos de 120 soldados bajo el mando de un centurión) en manípulos. Cada manípulo estaba formado por dos centurias y estaba al mando del centurión de la centuria delantera, denominado este centurio prior. Adjudicación a cada manípulo de 40 velites y 300 jinetes (que eran los ciudadanos romanos más pudientes o aquellos que podían mantener un caballo a partir del asedio de Veyes) para la legión. Además de esto, cada legión romana recibía un contingente de soldados aliados que solía rondar los 5.000 infantes y unos 500 jinetes.
Más adelante los romanos añadieron a sus panoplias para asteros y princeps el pilum, que lo adoptaron de los samnitas también viendo su efectividad contra cargas enemigas y en sustitución de la lanza que portaban los soldados de estos tipos. Tras ver la reforma militar acaecida en este momento conviene ahora hablar mínimamente sobre los soldados que integraban las diferentes unidades y su estrato social: La participación en la legión dependía de la elección que realizaran los tribunos militares de entre todos los ciudadanos romanos que formaran la plebe, pues ellos elegían a la infantería y el censor designaba los jinetes, y que estuviesen en la edad militar (entre los 16 y 46 años). 3
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Vélites: eran los hombres de escaramuzadores, que portaban un escudo ligero, un yelmo cubierto por una piel de lobo, unas jabalinas y en ocasiones una espada (en otras ocasiones podían ser armados con arcos, pero son casos excepcionales). Estos hombres eran los más jóvenes del ejército y también los más pobres. Realizaban las refriegas iniciales con sus homónimos enemigos. Asteros: eran los infantes armados más ligeramente para el combate cuerpo a cuerpo. Suponían la primera línea de combate e iban armados con un peto de metal, escudo convexo, yelmo, tobilleras, gladius y dos pila. Eran los hombres más jóvenes tras los vélites y encabezaban la vanguardia por su arrojo. Princeps: eran los infantes más corpulentos del ejército y entraban en acción cuando los asteros se veían superados, destruidos o simplemente necesitaban un descanso. El cambio se permitía gracias a la división manipular1. Estos hombres iban armados de igual forma que los anteriores, pero se vestían con una cota de malla (más cara) en vez de con un peto. Eran hombres que ya tenían experiencia y al tener tierras y familia se suponía que combatirían con fuerza para protegerlas. Triarios: eran los más veteranos del ejército, esperaban arrodillados en la retaguardia como reserva y sólo actuaban en situaciones límite, lo que implicaba la dureza de la contienda y la dificultad en la que estaba el ejército romano. A diferencia de los otros soldados los triarios portaban lanza en vez del pilum e iban tocados con un yelmo italo-corintio de canilleras. Équites: estos eran los patricios escogidos por el censor para formar la caballería (300). Estos iban armados a la usanza griega con lanza, espada, pectoral completo o cota de malla, yelmo y grebas. Aliados: los aliados eran los itálicos que tenían obligación de proporcionar tropas adicionales por los tratados firmados con Roma.
Con esto ya hemos visto la constitución del ejército, pero ahora considero oportuno hablar sobre la jerarquía militar y la organización del ejército, que se ha mentado superficialmente: Los ejércitos romanos eran legiones, que estaban divididas u organizadas en grupos más pequeños con el fin de conseguir mayor movilidad. La organización era diferente según se tratase de la infantería o de la caballería. La infantería se dividía en 30 manípulos (60 centurias), siendo 10 de cada grupo de infantería (hastati, princeps y triarii) a excepción de los velites, que eran repartidos equitativamente entre los manípulos; después estaba la división de cada centuria, que se dividía en 10 contubernia de 6 hombres, unidad básica y que convivían en la misma tienda en los campamentos. La caballería se dividía en 10 turmae, grupos de 30 jinetes.
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Las centurias se volvían a agrupar una tras otra en cada manípulo y entre los huecos dejados penetraban los princeps para recoger el relevo.
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1. Al mando de cada legión estaba un cónsul o un pretor, que tenían el poder de imperium, derecho que venía con sus cargos y les permitía dirigir ejércitos. 2. Directamente bajo el mando del cónsul estaban los tribunos, que eran 2 para cada legión, y un tribuno aliado para las tropas aliadas que apoyaban a cada legión. 3. En el mismo rango que los anteriores estarían los praefectii sociorum, que eran 12 y se encargaban de elegir los soldados aliados para engrosar el ejército. Hay que hacer ahora una estructura para la infantería: 4. Por debajo ya estaban los taxiarcos2 (centuriones). Estos eran elegidos de entre cada centuria (60/80 hombres según la época) para dirigirlas y además podían estar presentes en las reuniones del alto mando. El que dirigía cada manípulo era llamado centurio prior. 5. Los propios centuriones designaban a sus subalternos, los optiones, que eran también 20. 6. Ya por último dentro de la jerarquía militar estaban los vexillarii3. Era un hombre por centuria que era escogido para portar el estandarte. Y otra para la caballería: 4. En la caballería estaban al mando de cada turma 3 decuriones (tenían el mismo rango que los centuriones). El que había sido elegido en primer lugar era quien dirigía la unidad y una decena, mientras que los otros dos dirigían las otras dos. 5. Los decuriones también tenían a su mando 3 subalternos, que eran también llamados optiones.
La reforma militar de Cayo Mario y las “innovaciones cesarianas” La reforma de Cayo Mario Esta reforma se realizó a finales del siglo II aC, cuando los romanos vieron como su frontera norte era arrasada y sus ejércitos arrollados por los cimbrios, los teutones y los ambrones. Ante esta situación se designó como general al nuevo cónsul Cayo Mario, que era de origen plebeyo pero había llegado a esa posición por sus éxitos militares contra Yugurta en Numidia. Pero el principal problema residía en los reclutamientos, pues entre los años 113 y 105 las bajas habían sido exorbitadas y no había suficiente gente dispuesta a ir al frente que cumplieran los requisitos: tener propiedades y estar en uno de los grupos de la sociedad según las ganancias.
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Esta denominación seguramente sea una reminiscencia griega, precisamente porque las unidades helénicas y macedonias se llamaban taxei. 3 Se les llama vexillarii porque a las centurias también se las denominaba vexilla.
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Ante esto en ese mismo año Mario realizó la primera gran innovación: permitió a todos aquellos que fueran ciudadanos romanos ingresar en el ejército aunque no tuvieran propiedades o fueran muy pobres (los capite censi). Mario añadió a esto otro factor: los soldados dejarían de financiarse la panoplia y se las costearía el Estado (lo que dio la oportunidad de que el equipo de los soldados se estandarizara), recibirían instrucción militar y para poder llevar la impedimenta por si mismos sin recurrir a las acémilas4, lo que les permitía una mayor maniobrabilidad y velocidad. Otra modificación fue destacar a cada legión con un águila de plata como estandarte. Las reformas de Mario no sólo atañeron a la composición del ejército, sino también modificó su estructura: Cambió el sistema manipular por el que de las cohortes, que se basaba en una simplificación de la organización del ejército de tal manera que la cohorte englobaba a tres manípulos (480 hombres). Cada legión contaba con 10 cohortes numeradas de I a X y se debió a que toda la infantería se compuso por legionarios. Añadido a la institución de los legionarios también se suprimieron los vélites y se sustituyeron por funditores (honderos) y sagitarii (arqueros). Una vez hechas estas reformas y consolidadas con la victoria sobre los invasores germanos Mario consiguió hacer dos reformas más sobre el ejército que se intensificaron durante la época imperial: La primera que realizó fue la dar la ciudadanía romana a los aliados itálicos que servían en el ejército al hacer lo mismo que los propios romanos. Con esto se suprimieron las legiones auxiliares de aliados y se constituyeron los cuerpos de auxiliares5 que acompañaban a cada legión y se incluían en las auxilia.
Las “innovaciones cesarianas” Este término es una definición propia debido a que las dos introducciones realizadas por César permanecieron presentes hasta el término del Imperio Romano con modificaciones en su época tardía. La primera mejora se debió a su conflicto con los galos: César observó que los galos que se enfrentaban a sus legiones, una vez arrojados sobre ellos los pila, se armaban los galos con ellos y los arrojaban contra los propios legionarios causando numerosas bajas e inutilizando múltiples escudos. En esta tesitura César mandó sustituir uno de los 4
De ahí que se denominase a los soldados de Mario como “las mulas de Mario”. Estaban formadas por no ciudadanos que tenían las funciones de ingenieros, exploradores y tropas de apoyo. Al terminar el servicio de 25 años conseguían la ciudadanía romana y un lote de tierras, peo sólo tras la finalización del conflicto patricio-plebeyo se consiguen estos derechos. 5
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clavos de hierro que sujetaban la punta metálica del pilum por uno de madera, de tal forma que una vez lanzado el de madera se rompía inutilizando no sólo el arma sino también el escudo en el que podría haberse clavado. La otra gran innovación fue la de la artillería: César decidió dar una dotación móvil de artillería a todas sus legiones (se cree que artillería del tipo scorpio, una máquina lanzaflechas) para problemas eventuales. Esto se intensificó con Augusto y con otros emperadores que llegaron a constituir legiones sólo de artillería.
Función y papel del ejército en la sociedad Durante la primera etapa de la República romana el ejército tenía una función muy importante para los patricios, debido a que Roma tenía unas instituciones estrechamente vinculadas con el ámbito militar, para poder comenzar la carrera política (cursus honorum) era imprescindible haber estado en el ejército y la manera más encarecida de obtener gloria era la victoria militar (causa de muchas estupideces realizadas por algunos generales demasiado lanzados). En este periodo participar en el ejército se entendía como una obligación y un deber, concepción debida a que los soldados eran ciudadanos romanos con propiedades6 para la infantería y patricios para la caballería. Así se buscaba que los soldados, al tener algo que defender, fueran lo más eficientes y valientes posibles; además también estaba la oportunidad de enriquecerse con algún botín enemigo. Tras las reformas de Mario los soldados no eran sólo propietarios, sino que podían ser los más pobres de la sociedad, lo que les aseguraba un sueldo, llenar el estómago y aprender diversos oficios (estos eran los que entraban en los grupos de auxilia), a ello hay que añadir que todos los que participasen durante los 25 años estipulados de servicio tenían derecho a ser propietarios de tierras en los territorios conquistados y si no eran ciudadanos romanos a obtener también este estatus (primero los itálicos y más tarde los mercenarios). En este periodo los soldados ya no podían estar casados, como ocurría antes de la reforma de Mario, salvo en el caso de los mandos (desde los centuriones hasta el general). Una función capital del ejército era la construcción de infraestructuras para la comunicación y el comercio, además de otras estructuras como acueductos; pero también actuaban como vehículo romanizador al comerciar en muchas ocasiones con los mercaderes locales, confraternizar con los locales y al suponer una autoridad en el territorio que vigilaban.
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Como coincidían las temporadas de recolección con las campañas militares, que se iniciaban en primavera y terminaban en otoño, estas solían ser cortas para que los propietarios pudieran realizar la cosecha de sus tierras.
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EL EJÉRCITO IMPERIAL Una vez que Octaviano se hizo con el poder (30 aC por la victoria de Actium/ 27 aC recibe el apelativo de Augusto y una serie de privilegios y poderes de manos del Senado) trasladó a las legiones a la frontera con el fin de estabilizar un frente estable frente a los enemigos (sobre todo después de la matanza de Teutoburgo). En este periodo el ejército romano estaba en su etapa “clásica”, pues tenía las características que más difundidas están y además tenía su máximo empaque.
Composición y organización El ejército romano imperial estaba compuesto por infantería legionaria, auxiliar y ligera y caballería. Los que podían enrolarse eran ya en época imperial de un amplio espectro, pues a las unidades legionarias podían pertenecer todos aquellos que fueran ciudadanos romanos, a los auxiliares podían pertenecer tanto ciudadanos romanos (si no se precisaban más legionarios, algo muy raro) como los no ciudadanos y en la caballería podían enrolarse tanto ciudadanos romanos con caballos (o sin ellos) como mercenarios y no ciudadanos. A partir de esta etapa, sobre con Adriano, las legiones acantonadas en provincias obtenían sus reemplazos de las poblaciones locales (en pequeña proporción) y de romanos peninsulares. En el ejército había tres tipos distintos de soldados. Primero estaban los hombres que se enrolaban voluntariamente (voluntarii. Eran los más pobres o que no tenían hogar y lo decidían motu proprio), después estaban aquellos que se enrolaban en sustitución de otro (vicarii) y por último estaban los que habían sido reclutados a la fuerza (lecti. Estos podían ser borrachos u otro tipo de personas a las que se les podría haber aplicado la misma técnica que realizaban los reclutadores franceses para la legión extranjera en el siglo XVIII). Como ya hemos visto el ejército romano ya tenía la posibilidad de agrupar a gentes de muy distintas procedencias, pues aunque los ciudadanos romanos durante la etapa alto imperial seguían siendo reclutados, también entraban en el mismo tropas auxiliares de mercenarios (tanto infantería como caballería) que eran de procedencia bárbara o extranjera en su inmensa mayoría, además de tropas locales armadas a su usanza tradicional (el ala I Asturum de soldados astur-galaicos por ejemplo) y que en ocasiones eran muy reconocidos y premiados por sus acciones. Por último en la reserva los soldados que habían conseguido salir lo mejor parados de su periodo militar (primero16 años y después 20 entre los legionarios, pues los auxiliares estaban 25 años) y se licenciaban eran asentados en un territorio en conjunto, pero además entraban a formar parte de los evocati, una reserva de veteranos (llegaban a mantener consigo el estandarte bajo el que habían luchado) que estaba bajo control del gobernador de la provincia y recurría a ellos en casos de extrema necesidad.
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Una vez vista la composición del ejército resta hablar sobre su organización estructural y jerárquica: La legión romana (y también las legiones auxiliares, pues tenían un número similar de efectivos) no distó mucho de cómo había sido durante la etapa tardo-republicana, pero sufrió una variación que se mencionará aquí aun siendo explicada en el tercer apartado. Con esto la estructura legionaria era la siguiente: Como unidad básica estaba, como en época republicana, el contubernio (contubernium), pero ahora era de 8 legionarios. Diez contubernia formaban la centuria, a cuyo mando estaba el centurión (que formaba parte de un contubernio y podía ser un veterano reenganchado) auxiliado por dos soldados que tenían el puesto de optio y el de tesserarius (encargado de dar la contraseña del día al centurión). Dos centurias formaban un manípulo, que en este caso ya estaba formado por 160 hombres, y a su vez seis centurias formaban una cohorte (por lo que tenía 3 manípulos), a excepción de la primera cohorte de cada legión porque tenía el doble de fuerzas (12 centurias y 6 manípulos por lo tanto7). De la misma manera cada legión iba acompañada por un escuadrón de 128 jinetes con funciones de mensajería y exploración. A esta unidad hay que añadir la caballería mercenaria y auxiliar que se les unía y con las que formaban las alae, que podían ser de tipo quingenaria (512 jinetes) o de tipo miliaria (768 jinetes). Cada ala estaba compuesta por turmae de 32 hombres (16 en la quingenaria y 24 en la miliaria), que también se agrupaban en escuadrones de 128 jinetes y se dividían como unidad básica en decurias (de 8 hombres a pesar de que en un principio fueran 10 y de ahí recibieran el nombre). La jerarquía militar del periodo imperial sufrió varias modificaciones fruto de la reforma llevada por Augusto, este es el orden que se estableció: A la cabeza del ejército podía estar en muchas ocasiones el emperador, por tener desde Augusto el poder de Imperium Maius. Por debajo del emperador, pero con carácter de general, estuvieron al mando del ejército los pretores desde mediados del siglo I dC hasta el 268 dC. Cuando recibían el título de propretor se encargaban de gobernar las provincias imperiales (las de dominio directo por el emperador). Con el mismo poder militar a los anteriores estaban los legados, comandantes de las legiones a partir de la reforma augustea con el nombre de legatus legionis. Eran del orden senatorial, es decir, patricios y con Augusto tenía una duración de dos años, pero con otros emperadores alcanzaron los 4 años. 7
Esto se explicará más adelante.
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Tras los legados estaban los seis tribunos, de los cuales cinco eran tribuni agusticalvi (de banda púrpura estrecha), con una duración de seis meses (semestre tribunata) para aprender las funciones del mando militar (no solía ser lo que hacían los jóvenes del ordo equester), y después estaba el tribunus laticlavius (tribuno militar o de banda púrpura ancha y que pertenecía al orden senatorial), que era además el segundo al mando dentro de una legión. El tercero al mando era el praefectus castrorium (prefecto del campamento). Estaba al cargo de la intendencia de la legión y mandaba varios destacamentos, llegando a controlar legiones enteras en situaciones puntuales y excepcionales (ejemplo es el ejército de Varo). Este cargo fue sustituido en el siglo IV dC por el de tribunus agusticlavius. Ya por debajo estaban los centuriones (59 en una legión y con diferente graduación), eran veteranos que iban ascendió por experiencia y éxitos profesionales, llegando al colofón de su carrera militar al cargo de primus pilus de la primera cohorte de la legión (el cargo más alto y mejor remunerado de entre los primi ordines o centuriones de primera clase). Los centuriones eran la columna vertebral de la legión pues eran ellos quienes mejor conocían a los soldados y quienes los curtían para el combate. Un centurión licenciado podía llegar a acceder el puesto de lictor, lo que implicaba el poder alcanzar algunos de los puestos más relevantes en la administración romana. Por debajo de los centuriones estaban los decuriones, que solían ser infantes destacados al mando de una decuria de caballería de la legión o de la auxiliar bajo el mando de los centuriones. Por último estaban el optio, segundo al mando de los centuriones y decuriones, el tesserarius, que se encargaba de transmitir la contraseña del día, y el aquilifer, el legionario más relevante de cada manípulo y legión, pues estas tenían un estandarte propio, por el honor de alzar el estandarte, además también era el tesorero de sus compañeros. En el mando de las unidades auxiliares estaba el prefecto, que dirigía a los auxiliares, pero que era diferente según el tipo: Prefecto de unidad de infantería
Prefecto de unidad equitata
Prefecto de unidad equitata
Prefecto de ala de caballería
La unidad auxiliar equitata era una unidad que se componía por infantería y caballería y era la prefectura intermedia, pues la de infantería era la más baja y la de caballería la más alta, precisamente porque esta magistratura era ejercida por miembros del ordo equester. Después de estas dos prefecturas se ascendía a tribuno militar.
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Las reformas militares Las reformas militares fueron realizadas por varios emperadores después de la que hizo el propio Augusto, que son las siguientes: 1. Augusto: fue el primer reformador del ejército tras la etapa republicana y le confirió al mismo unas características que sirvieron para buena parte de la restante historia de Roma sin apenas cambios sustanciales. a. Lo primero que hizo tras la muerte de Marco Antonio con la que pasó a controlar cerca 60 legiones, las simplificó suprimiéndolas o fusionándolas con las fieles a él8 hasta las 28, distribuyéndolas por todo el imperio, pero sobre todo en las fronteras del Danubio y el Rin. b. Creó dos flotas militares de carácter marítimo y otras de carácter fluvial para los ríos de la frontera norte. c. Creó una serie de cuerpos especiales como la guardia pretoriana o la guardia germana9 para su propia protección y la seguridad y estabilidad en Roma. d. Tras la revuelta del noble galo Iulius Sacrovir al mando de los eduos y unos gladiadores armados con unas armaduras similares a la futura lorica segmentata en el 21 a C (en la que los romanos vieron la efectividad de esta indumentaria) y del desastre de Teutoburgo en el 9 dC, Augusto decide dotar con esta defensa a todos los soldados romanos por su bajo coste y su efectividad10. 2. Claudio: es un emperador que no es muy bien tenido en consideración, pero que hizo unas reformas (las primeras del sistema de Augusto) relacionadas con los mandos militares: a. Una reforma de los mandos fue el establecer que para los caballeros que hicieran carrera militar tras haber mandado una cohorte pasarían a mandar un ala de caballería y de ahí ascendían a tribunus legionis. b. Otra reforma del mando fue para los jóvenes patricios que estuvieran en el ejército por la que pasaban a mandar una legión. c. Otra reforma, esta ya para los pretorianos, fue establecer que en este cuerpo también podían ingresar los ciudadanos romanos de la Galia Cisalpina. 3. Adriano: a. Impulsa el reclutamiento regional y local de las legiones para abaratar los costes del ejército y continuar con la romanización de territorios todavía levantiscos. También incita a que la instrucción diaria de los legionarios no sea laxo y se lleve a cabo. b. Se le atribuye la constitución de los numeri11.
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Las que resultaban de la fusión de legiones recibían el apelativo de “Gemina”. Cuerpo especial formado sólo por germanos para apoyar a las cohortes de vigilantes en sus funciones. 10 Esta armadura tenía que tener un cuidado exhaustivo por la corrosión y el desgaste. 11 Tropas auxiliares de mercenarios que se encargaban de controlar las fronteras. 9
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c. Lleva a cabo una política de revisión de todas las fortificaciones de las fronteras imperiales, incluso en persona. 4. Septimio Severo: a. Suprime la guardia pretoria por su historial hacia los emperadores y la sustituye por soldados adeptos a él de las legiones del Danubio y asienta en Roma una legión con un acuartelamiento mayor al anterior. b. Aumenta los salarios de los legionarios, les permite vivir con mujeres extramuros del campamento y aumenta la anona12 para los mismos. c. Permite a los suboficiales agruparse en collegia como hacían los veteranos licenciados. d. Permite a los centuriones y legionarios principales desfilar de blanco (albata decursio) y llevar un anillo de oro. e. Aumenta los efectivos militares de las legiones, sobre todo en las legiones partas, de las que una es la que asienta en la propia Roma. f. Da un papel más relevante a las vexillationes, que desde el siglo II dC eran movilizadas en exclusiva para las campañas militares.
Función del ejército El ejército romano imperial acabó teniendo las mismas funciones que el republicano, pero añadió otras nuevas por las reformas que sufrió. La función básica del ejército era la militar, siendo capital la conquista de territorios y el control de las fronteras, para lo que Augusto trasladó a la mayor parte de las legiones a las zonas más rebeldes y así asegurar una economía sin problemas, pero además tenían otras funciones derivadas de la creación de cuerpos específicos para ellas: •
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Pretorianos: eran la guardia imperial (estaba formada sólo por italianos) y hacían las funciones también de asegurar que la paz imperase en Roma (y la represión de las revueltas ocasionales) y el control de la vía pública. Estaban mandadas por los prefectos del pretorio, pero el más importante era el trecenarius, que dirigía a otra guardia de los príncipes (los speculatores). Fueron creados por Augusto en el 26 aC y eran nueve. Cohortes urbanas: eran unos cuerpos al mismo estilo que los pretorianos, pero que hacían de guardia en las ciudades de Roma, Lyon y Cartago. Estaban bajo el mando de prefectos y eran cinco en total. Cohortes de vigilantes: se encargaban de la seguridad nocturna de Roma y hacían las funciones de bomberos bajo el mando de un prefecto del ordo equester. Fueron creados por Augusto en el 6 dC.
Junto a estas funciones de protección imperial y seguridad y control de las ciudades estaban también las funciones de policía para perseguir a los esclavos fugados 12
Era las provisiones que se destinaban a cada legión.
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(stationarius), ladrones y asesinos y también para proteger las vías de comunicación (stationarii) y los mercados (burgarii). Otra función era la económica, pues los soldados romanos todavía en los siglos I y II dC tenían que comprarse el armamento y a partir del III dC el Estado lo daba a cambio de quitarlo del sueldo. Pero además los soldados romanos eran acompañados por una especie de ciudad rodante que estaba formada por mercaderes, artesanos y meretrices, entre otros, que suponían un lugar donde gastar el salario (que solía llegar con regularidad y no era bajo incluso para un legionario). La económica también está muy ligada al ejército no sólo por el hecho de que este era una fuente de gastos e ingresos, sino porque el ejército era muchas veces el que se encargaba de la construcción de vías de comunicación y de infraestructura pública (acueductos), pero además el propio era un productor al tener en ocasiones cada legión un terreno propio aledaño al campamento en el que cultivar o criar ganado. Por último, dentro de la función económica también está el hecho de que un legionario jubilado recibía el dinero ahorrado y una recompensa acorde a su graduación y a veces un lote de tierras en las que asentarse (lo más común), convirtiéndose en propietario o yendo a las ciudades donde podría emplear alguna actividad aprendida en la legión para vivir. Pero esto sólo sucedía si había sido una misio causaria (enfermedad o heridas de guerra) o una misio honesta (completó el servicio militar adecuadamente). Por último está la social, pues el ejército asentado en un territorio suponía una vía romanizadora al comerciar con los indígenas y también por medio del surgimiento de relaciones matrimoniales no legales (hasta el siglo III dC, cuando se permite a los legionarios tener esposa) con las lugareñas, que al tener descendencia lo más probable es que fueran futuros soldados para Roma (con esto podemos ver que nada se pasaba por alto).
Papel en la sociedad El ejército imperial tiene casi las mismas funciones que en época republicana, pues sigue siendo el medio de promoción social y de acceso a las magistraturas más altas; pero en este periodo los soldados tienen un papel capital, debido al establecimiento de núcleos de una gran riqueza. Otro papel importante de los soldados de este periodo es el relacionado con los matrimonios no legales con mujeres locales, que a partir de la reforma de Septimio Severo les permitió vivir conjuntamente, y más adelante en los propios cuarteles (de lo que hay datos), lo que incentivaba la demografía en lugares en los que eran esenciales los reclutamientos de soldados y la mejor manera era mediante las relaciones de legionarios con mujeres locales, que se trasladaban junto a la legión.
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BIBLIOGRAFÍA Dando-Collins, Stephen (2012). Legiones de Roma. La Esfera de los Libros, Madrid. Le Bohec, Yann (2004). El ejército romano. Ariel, Barcelona. M. Greene, Elizabeth (2011). Women and Families in the Auxiliary Military Communities of the Roman West in the firsts centuries AD. Tesis doctoral. Universidad de Carolina del Norte. Departamento de Clásicas. Mangas, Julio; Montero, Santiago (2007). Ciudadanos y Extranjeros en el Mundo Antiguo: Segregación e Integración. Ediciones 2007, Madrid. Matyszak, Philip (2011). Legionario El manual del soldado romano. Akal, Madrid. Rich, John; Shipley, Graham (2002). War and society in the Roman World. Routledge Inc., Londres. Sáez Abad, Rubén (2004). Poliorcética. González Serrano, Pilar et ali. Tesis doctoral. Universidad complutense de Madrid. Departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas y de Arqueología.
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