ABSTRAC: Es difícil hacer una síntesis conceptual del libro de Antonio López Crespo porque es de una magnitud intelectual impresionante. China y el nuevo orden mundial revela todo el esplend…Descripción completa
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ORDEN Y DESORDEN
Los fundamentos de la vida humana Antonio Medrano 1.- El orden, un concepto fundamental.
Ningún concepto concepto tan importante y básico para la vida vida como el de orden. orden. En él se compendia todo cuanto de valioso encierra la existencia toda la ri!ue"a !ue el ser humano pueda atesorar en su alma y en su esp#ritu. En él está la ra#" de los valores y las virtudes la garant#a de la salud la pa" la estabilidad y la armon#a. En él descansan y tienen su fundamento a!uellas realidades !ue dan contenido ri!ue"a y sentido a la vida haciéndola digna de ser vivida. No podemos prescindir prescindir en ningún momento de la noci$n noci$n de %orden& %orden& con todo lo !ue esta palabra lleva consigo de contenido positivo y constructivo' disciplina método sistema limpie"a pulcritud claridad (erar!u#a forma medida mesura (usticia rectitud r ectitud correcci$n regularidad normalidad pa" unidad e!uilibrio y armon#a. )racias al orden conseguiremos con!uistar con!uistar las metas !ue nos hayamos propuesto encontrar el sentido de nuestra vida e ir avan"ando hacia nuestro fin último. *ase y condici$n del crecimiento personal es el orden lo !ue nos permite alcan"ar la plenitud conseguir una vida lograda plena y feli" henchida de sabor. +odo lo bueno para el hombre se basa en el orden. orden. +odo lo !ue le beneficia y le ayuda ayuda a vivir se apoya en el orden. +odo lo verdaderamente humano está inspirado y animado por el orden y hacia el orden tiende de manera más o menos directa teniéndolo como su fundamento su meta y su fin l$gico y natural. +odo esto es importante subrayarlo en unos momentos en !ue la ,umanidad parece haber dado la espalda al -rden el Ordo según se dec#a en la cultura medieval europea. En el mundo actual la idea del orden ha !uedado no s$lo relegada a la penumbra de la irrelevante sino incluso es mirada con desprecio y con una aversi$n visceral. La civili"aci$n moderna descansa descansa en una rebeli$n contra contra el orden yendo enfoca enfocada da hacia una destrucci$n y subversi$n del orden. La rebeld#a contra el orden y todo lo !ue el orden lleva impl#cito constituye una de las notas más caracter#sticas del ali/0uga %la Era tenebrosa& en la !ue nos encontramos. El ali/0uga se define precisamente por un socavamiento del orden y un retorno al caos en todos los $rdenes planos niveles y aspectos de la existencia' en el plano intelectual en el plano moral en el plano estético en el plano emotivo en el plano biol$gico en el plano ecol$gico en el plano espiritual en los planos social pol#tico y econ$mico. El desconocimiento y menosprecio del orden el recha"o del orden la huida del orden y la fobia hacia el orden el ale(amiento de todo lo !ue el orden significa son rasgos distintivos del hombre fáustico titánico y prometeico. En ve" de a(ustarse al orden prefiere seguir su capricho imponer su voluntad atenerse a sus ideas y opiniones más o menos arbitrarias adoptando la actitud existencial correspondiente correspondiente ya sea ba(o el signo del racionalismo o del irracionalismo del materialismo o de un espiritualismo desviado y ale(ado de la realidad. En la ruptura y distanciamiento del orden del ser del orden sacro del 1niverso está la causa de la grave crisis !ue atravesamos. atravesamos. Es lo !ue ocurre con las ideolog#as !ue nos dominan. 2or muy ale(adas !ue estén del orden natural por muy contrarias !ue !ue sean el orden orden del ser los hombres hombres se abra"an abra"an a ellas con una una fe y un fanatismo irracionales. Order is Haeven’s first law %el orden es la primera ley del 3ielo& canta el poeta inglés Alexander 2ope. 0 su compatriota y contemporáneo contemporáneo Aaron ,ill califica al orden
de %o(o de la acci$n& 4 eye of action5 un o(o !ue alumbra el camino a la acci$n humana para !ue ésta pueda desenvolverse con acierto impidiéndole as# descarriarse o errar el blanco. 6in el orden a7ade ,ill la sabidur#a actúa con perple(idad como si tuviera los o(os vendados la ra"$n se enreda y tropie"a a cada paso y %la verdad mancillada se cubre con el rostro del error&. El orden es en efecto el primer mandato !ue recibimos del 3ielo lo !ue es tanto como decir de 8ios. 8ios 3reador del orden nos manda ante todo !ue respetemos el orden por 9l creado ese orden sabia y amorosamente establecido desde los or#genes y !ue nos atengamos siempre a él aceptándolo como brú(ula !ue nos marca el Norte y nos muestra el camino a seguir. 2or eso todas las religiones tradiciones espirituales doctrinas sagradas y v#as de reali"aci$n espiritual a través de las cuales fluye el mensa(e divino se nos presentan como una pura expresi$n del -rden' se asientan en el orden ense7an el respeto y amor al orden tienden a la consecuci$n del orden más perfecto posible en la vida humana. *astará recordar ci7éndonos a la tradici$n (udeocristiana los die" mandamientos' no s$lo prescriben el orden sino !ue van por orden tiene cada uno su propio orden interno guardan un estricto orden entre s# y siguen una secuencia l$gicamente ordenada yendo en primer lugar el más importante el fundante y principial el !ue es principio y fundamento de los otros nueve siendo por tanto condici$n de todo orden 4el amor devoci$n y veneraci$n a 8ios5. -tro tanto podr#a decirse por e(emplo del *udismo cuyo %noble $ctuple sendero& o %camino ario de ocho etapas& está tan coherentemente ordenado !ue parece dise7ado con escuadra y plomada siguiendo un alto esp#ritu geométrico. El orden es una exigencia fundamental del vivir humano y personal. No es posible una vida auténticamente humana digna libre y creadora sin un m#nimo sentido del orden. El sentido del orden es la condici$n sine qua non de la (usticia la libertad la creatividad el bienestar y la felicidad. 2or ello !uien care"ca de sentido del orden padece una grave deficiencia y estará abocado a sufrir otras muchas carencias no menos graves !ue lastrarán su vida. El orden es el primer valor !ue hemos de buscar y afirmar: pues es el valor primordial y primario a!uél en el !ue se asientan y crecen el resto de los valores el pivote !ue los sostiene y sustenta a todos. As# lo reconoce 6an 2ablo cuando tra"ando la norma de vida !ue ha de seguir el cristiano aconse(a a los corintios' %+odo se haga decorosamente y con orden&. El orden constituye el fundamento sobre el !ue se asientan tanto la vida de la persona como la de comunidad. En el orden pueden encontrar los seres humanos la base !ue necesitan para construir con firme"a su propia vida y en él radica asimismo la condici$n para su pacifica y arm$nica convivencia. )racias al orden se hace posible el desarrollo de una sana y vigorosa vida humana en su doble vertiente personal y comunitaria. 6i no fuera por el orden y por todo lo !ue éste lleva consigo no s$lo no podr#an existir ninguna de estas dos realidades de lo personal y de lo social o comunitario sino !ue se ver#an enfrentadas entre s#. Es precisamente el orden lo !ue las concilia al proporcionarles un s$lido fundamento. Ambas formas de vida pueden complementarse apoyarse rec#procamente y crecer al un#sono en virtud de la ley del orden. Nada más beneficioso para el hombre !ue el orden: nada más per(udicial y da7ino !ue el desorden. El orden nos permite for(ar nuestro carácter y conseguir as# el pleno desarrollo de nuestra personalidad lo cual exige ordenar los distintos elementos de nuestro ser individual poner orden en las facultades y tendencias de nuestra alma. )racias al orden podemos articular y organi"ar con acierto nuestra vida proyectarla de manera inteligente y hacer realidad el proyecto ideado ir alcan"ando poco a poco nuestras metas pudiendo de tal modo reali"ar nuestra vocaci$n y cumplir la misi$n !ue la 2rovidencia divina nos ha asignado en el con(unto del -rden universal. +en#a ra"$n 3harles Maurras al afirmar !ue %el orden es precioso entre todos los bienes&. El pensador francés califica al orden de %una (usticia superior& !ue en su rigor
aparente economi"a esfuer"os consigue el máximo de eficacia y salva vidas en situaciones de peligro. En la misma l#nea se expresa Edmund *ur;e cuando con su fina intuici$n pol#tica sostiene !ue %el buen orden es el fundamento de todas las cosas& 4 good order is the foundation of all things 5. El hombre no puede vivir en el desorden.
la incapacita no ya para culminar el proceso personali"ante 4a!uel a través del cual un individuo se va haciendo persona5 sino ni tan si!uiera para iniciarlo o emprenderlo con un m#nimo de garant#as. No pasará de ser un simple individuo y !uedará para siempre reducido al nivel de hombre/masa ente fácilmente manipulable y simple engrana(e de algún partido ideolog#a ma!uinaria técnica o sistema econ$mico/social. 8onde no hay orden no puede haber madure" prosperidad ni ventura. >ivir y actuar con orden significa vivir con sabidur#a. El hacer las cosas con orden se traduce en destre"a ese saber hacer o know-how del !ue resulta la obra bien hecha. El desorden en cambio lleva apare(ados inepcia torpe"a inestabilidad desarmon#a y dese!uilibrio: dese!uilibrio ante todo mental y ps#!uico !ue puede degenerar en demencia depresi$n y otras anomal#as an#micas o dolencias psicosomáticas. ?uien procede con orden en lo !ue piensa dice y hace actuará no s$lo rectamente sino también con eficacia y eficiencia: obrará con auténtica maestr#a y vivirá sabiamente. 0 (usto lo contrario ocurrirá por ley de vida a !uien vive complacido en el desorden o es incapa" de ordenar su propio caos interno y externo. 6i piensas hablas y actúas de manera desordenada según se te anto(e y sin atenerte a ningún tipo de norma ob(etiva serás un inepto un ignorante o un necio 4tal ve" un necio muy sabido muy preparado y erudito con varias carreras y ganando mucho dinero pero necio al fin y al cabo5 y vivirás en un acusado dese!uilibrio mental. +u caminar vital será torpe y desma7ado desorientado y des!uiciado. @2odemos aspirar a tener éxito en lo !ue hacemos si en nuestra vida todo está manga por hombro y lo !ue nos proponemos llevar a cabo no tiene ni pies ni cabe"a 3on orden todo es posible. 6in orden nada puede prosperar ni salir bien. %3on orden y método se encuentra el secreto de hacerlo todo y de hacerlo bien& dec#a 2itágoras. No hay traba(o por dif#cil !ue sea !ue no salga adelante si se aborda de forma met$dica ordenada y sistemática. No hay obstáculo o dificultad !ue resista a una estrategia bien ideada a un plan tra"ado con orden y llevado a la práctica con ordenada disciplina y con la necesaria perseverancia. 6i ves !ue algo no te sale bien te resulta arduo o dif#cil procura encararlo con una mayor dosis de orden: no tardarás en comprobar c$mo se te allana el camino o se te abren nuevos caminos !ue antes ni si!uiera habr#as imaginado. %El orden constituye siempre la condici$n del progreso& dictaminaba August 3omte. Aseveraci$n !ue bien podemos hacer nuestra si la depuramos de la tonalidad positivista y progresista con !ue la colorea el fil$sofo francés. El orden en efecto nos permite el progreso el avance y el ascenso en cual!uier dominio de la vida ya sea en la vida personal de cada individuo ya sea en la vida de las sociedades y agrupaciones humanas. El pensar actuar y vivir con orden nos ayuda a superarnos. 2or medio de un comportamiento ordenado podremos irnos elevando de nivel y alcan"ar metas cada ve" más ambiciosas. 6in orden no podemos progresar no avan"aremos nos estancaremos y en ve" de ir me(orando y ascendiendo en nuestra carrera profesional personal y vital iremos retrocediendo y perdiendo altura. En cual!uier esfera de la existencia sea cual sea el campo de actividad en !ue nos estemos moviendo la falta de orden resulta nefasta. El desorden no puede acarrear sino regresi$n empobrecimiento miseria y ruina. La menor bri"na o part#cula de desorden !ue se infiltre en nuestra existencia tendrá efectos muy negativos aun!ue a nosotros nos pare"ca inofensiva. El orden encau"a y multiplica nuestras fuer"as. Las selecciona educa disciplina y vigori"a haciendo !ue vayan derechas hacia su ob(etivo. El orden es como el arco !ue lan"a la flecha la flecha de nuestro ser y la hace ir bien dirigida hacia el blanco. Nuestras facultades desde la inteligencia a la memoria y desde la fuer"a f#sica a la fuer"a de voluntad rinden más si las usamos desarrollamos y cultivamos con orden de manera disciplinada paciente y cuidadosamente planificada. B3uántas cualidades valiosas se pierden por falta de ordenC B3uántos individuos echan a perder su magn#fico potencial por su desordenada forma de vivir de pensar y de actuarC )racias al orden llegamos a
descubrir en nosotros fuer"as nuevas insospechadas y en muchas ocasiones el mismo vivir ordenado hace !ue sur(an en nosotros fuer"as de fla!ue"a: esto es !ue co(amos nuevos br#os cuando ya estábamos exhaustos desanimados o desmorali"ados y !ue incluso nuestras fla!ue"as o debilidades se conviertan en fuer"a. )racias al orden aumentan nuestra creatividad nuestra receptividad a los mensa(es !ue nos vienen del entorno nuestra capacidad de traba(o y nuestra resistencia. )racias al orden nos hacemos me(ores más inteligentes más generosos más fuertes más decididos y valientes. )racias al orden se eleva nuestra moral en el doble sentido de la palabra %moral&' me(ora por un lado nuestra ética y moralidad y se acrisolan por otro lado nuestra alegr#a de vivir nuestro esp#ritu de competici$n y combate nuestra voluntad de victoria. )racias al orden nuestra mirada se vuelve más ob(etiva e imparcial más clara y penetrante. )racias al orden se afina nuestra sensibilidad captamos me(or la realidad comprendemos me(or las cosas amamos más ardientemente todo lo valioso y digno de ser amado. )racias al orden nos resulta más fácil armoni"arnos con todo cuanto nos rodea y con !uienes con nosotros conviven. 3on gran acierto el escritor catalán Daume avent$s califica al orden de excelente ayudador y guardador del hombre ensal"ando sus virtudes como buen repartidor o distribuidor de las ri!ue"as. Más aún como %el único repartidor posible& 4o más bien %repartidora& l’unica repartidora possible pues no hay !ue olvidar !ue en catalán ordre es vo" femenina5. El orden es %el me(or de los repartidores& asevera avent$s pues reparte de la me(or forma posible todas las cosas' no s$lo los medios y recursos materiales de !ue se dispone sino también las fuer"as de la voluntad y las dotes de la inteligencia. 8e ah# !ue no sea exagerado afirmar !ue %el hombre ordenado vale por dos&. 3omo sentencia un refrán catalán' guarda l’ordre, que l’ordre et guardar 4%guarda el orden !ue el orden te guardará&5. avent$s no de(a de se7alar !ue orden social es igual a civili"aci$n mientras !ue las revoluciones las guerras y las costumbres salva(es son des$rdenes evidentes. +odo ha de hacerse de manera ordenada mesurada y met$dica' el e(ercicio y el descanso la formaci$n y el estudio el traba(ar y el divertirse el comer y el dormir el respirar y el caminar el pensar y el escribir el hablar y el escuchar el meditar y el re"ar la lectura y la contemplaci$n del arte los negocios y el cultivo de la propia vida espiritual. Necesitamos el orden en las ideas en las tareas y ocupaciones de cada d#a en las cosas y ob(etos !ue mane(amos 4ropas utensilios documentos herramientas e instrumentos de traba(o5 en la organi"aci$n del tiempo de !ue disponemos en los actos y actividades !ue llevamos a cabo en la nutrici$n y el régimen alimenticio en la distribuci$n del sue7o y la vigilia en nuestro comportamiento en nuestras relaciones sociales en nuestra manera de vivir y de pensar. No podemos prescindir del orden en nada. No podemos escapar o negarnos de ningún modo al orden en ninguna de sus formas. No podemos ale(arnos en ningún momento del orden so pena de incurrir en graves errores excesos y extrav#os de una u otra #ndole. 6i lo hacemos si pretendemos vivir o hacer las cosas sin orden ni concierto nos exponemos a serios peligros y corremos el riesgo de degradarnos de empeorar o desme(orar sensiblemente nuestra vida y caer en niveles de inhumanidad. 2ara hacer el bien y hacer bien todo a!uello !ue haya !ue hacer es necesario actuar ordenadamente hacer con orden. No hay bondad bien ni virtud donde no hay orden. La vida ordenada se identifica con la vida virtuosa. El 2adre 3rasset (esuita francés del siglo F>GGG lo dirá en sentencia tan lúcida como contundente' %orden y virtud son casi voces sin$nimas&. 2or ello no duda en aseverar !ue %es el orden lo !ue hace el para#so y el desorden lo !ue hace el infierno&. +ras apuntar !ue una simple mirada dirigida al universo nos muestra !ue %el orden constituye la belle"a la perfecci$n la pa" y la libertad de todas las criaturas& se pregunta. %@!ué es un e(ército sin orden sino una tropa de v#ctimas !ue marcha a la muerte @!ué es un reino sin orden sino una horda de bandidos !ue viven del crimen y la rapi7a @!ué es un hombre sin orden sino un caos de
pasiones generador de mort#fera guerra y creador de una absoluta confusi$n& 0 más adelante ensal"ando las virtudes del orden 3rasset agrega' %El orden asigna a cada cosa su puesto: preserva para cada cosa su rango su empleo y funci$n: y esto es lo !ue constituye su reposo. 6i conversas el orden él te conservará: si perturbas del orden él te perturbará: si destruyes el orden él te destruirá&. Hray 2edro de -7a poeta chileno del siglo F>G expresaba en lograda estrofa este valor moral y vital del orden para lo humano' !l fin conviene en todo "anto el orden, que la bondad es mala con desorden#
3uando la bondad se vuelve desordenada o cuando intenta desarrollarse fuera de los cauces del orden se convierte en maldad. 6i intentamos hacer el bien sin orden ni concierto actuando en contra de toda l$gica y de manera impulsiva sin método ni disciplina acabaremos haciendo lo contrario de lo !ue nos proponemos y en ve" de hacer el bien haremos el mal. Acabaremos haciendo da7o a los demás y a nosotros mismos y en nuestro ser se aposentará y echará ra#ces la maldad. Es la idea !ue recoge el adagio popular' %El infierno está empedrado de buenas intenciones&. La buena intenci$n no basta' si no va acompa7ada del buen orden será en realidad una mala intenci$n una intenci$n poco deseable y poco aprovechable y sus efectos tendrán !ue ser por fuer"a deplorables. Es tal la excelencia del orden !ue según 8ante hace a las cosas y a los seres humanos seme(antes a 8ios. As# lo expresa en un bello pasa(e de su $ivina %omedia en el !ue recogiendo la doctrina tradicional subraya la funci$n desempa7ada por la ley del orden como ley formadora de todo lo creado' le cose tutte quante / hanno ordine tra loro, e questo è forma & che l’universo a $io fa simigliante 4%todas las cosas !ue existenI tienen orden entre s# y éste es una formaI !ue hace !ue el universo sea seme(ante a 8ios&5. 0a 6an Agust#n en el breve tratado !ue lleva por t#tulo $e Ordine 4%6obre el orden&5 hab#a proclamado !ue %el orden lleva a 8ios& 4 ordo du' ad $eum 5. La ense7an"a del -bispo de ,ipona no puede ser más clara' %El orden es lo !ue guardándolo en nuestra vida nos conduce a 8ios y en caso de no guardarlo no llegaremos a 9l&. El ser humano se acerca a 8ios y se aseme(a a 9l al adecuarse al orden por!ue como veremos 8ios es el -rden el -rden perfecto y creador. El hombre es un ser de orden una creatura nacida del orden y con vocaci$n de orden. ,a sido creado en el orden y para el orden. En s# mismo constituye un orden relativamente perfecto 4en el !ue van comprendidas sus imperfecciones las cuales sabiamente asumidas pueden ayudarle a alcan"ar la perfecci$n o sea el orden consumado y plenamente logrado5. 6u naturale"a la naturale"a humana tiene un orden interno sumamente preciso y delicado !ue no puede desconocer ni conculcar sin pagar un alto precio por ello. El atentar contra ese orden congénito supone desnaturali"arse y desestabili"arse. No hay !ue perder nunca de vista !ue el ser humano forma parte del -rden c$smico o lo !ue es lo mismo el -rden universal. 0 !ue los altos valores en los !ue se reali"a cobra forma y encuentra sentido su vida la >erdad el *ien y le *elle"a no son sino ingredientes o elementos constitutivos de ese -rden universal. La misi$n del hombre es poner orden en el caos ordenar y organi"ar la realidad transformar en cosmos ordenado la violencia anuladora y ca$tica de la nada crear cosmos all# donde impera el desorden. Es lo !ue expresa la divisa ordo ab chaos 4%el orden a partir del caos&5 elegida como lema orientador por numerosas organi"aciones tradicionales de -ccidente a lo largo de los siglos. 0 esta labor ordenadora y cosmi"adora
ha de reali"arla el ser humano ante todo en s# mismo para después proyectarla al mundo !ue le rodea. 3omo ha puesto de relieve Michele Hederico 6ciacca por la misma multiplicidad de instintos tendencias potencias y aspiraciones !ue pugnan dentro de él el hombre %es caos inicial& una confusi$n de sensaciones sentimientos pensamientos deseos y pasiones. 2ero ba(o esa anar!u#a primitiva hay una honda vocaci$n de orden: el magma ca$tico inicial %posee un orden intr#nseco& %lleva en su seno la tendencia al orden&. 1n orden !ue se va haciendo realidad al hacer su propia elecci$n vital el su(eto esto es al elegir y decidirse en conformidad con %una norma ordenadora& la cual hace posible !ue el caos se constele en un e!uilibrio normativo de tal forma !ue los elementos antes confundidos en el caos inicial se integran en una %s#ntesis ordenada&. %El orden profundo !ue se halla deba(o del caos inicial de sentimientos pensamientos y voliciones y !ue remueve y alumbra el caos //escribe 6ciacca// se clarifica paulatinamente como orden de vida espiritual en !ue el hombre se con!uista a s# mismo alumbrado por la conciencia de su propio significado y de su propia finalidad de hombre !ue trascienden el orden temporal&. El orden se nos presenta a la ve" como el punto de partida y el hori"onte hacia el !ue hemos de tender. Es el punto de partida por!ue hemos de tomar conciencia de !ue hay un -rden !ue nos sostiene nos protege y nos proporciona los medios y la orientaci$n !ue necesitamos para organi"ar nuestra vida. En ese -rden sustentador y orientador tenemos !ue apoyarnos para avan"ar en nuestro caminar de él tenemos !ue partir de él hemos de extraer nuestra energ#a de él tiene !ue nutrirse nuestra fuer"a creadora y sobre él ha de asentarse todo cuanto proyectemos hacer o pretendamos construir. El orden es por tanto la base de todo el suelo sobre el !ue han de pisar firme nuestros pies y en el cual hemos de echar ra#ces. 2ero además de punto de partida y base de apoyo el orden es también hori"onte destino o punto de llegada pues se trata de algo !ue tenemos ante nosotros como meta incitante dif#cil de alcan"ar pero digna y meritoria. 1na meta de alto valor por la cual merece la pena esfor"arse y a la cual únicamente llegarán los esfor"ados. El orden es una meta ideal a la !ue estamos llamados un ob(etivo !ue nos llama y nos atrae hacia s#. Algo !ue nos es indispensable pero !ue hay !ue conseguir !ue no nos es dado gratuitamente sino !ue hemos de con!uistar y reali"ar con esfuer"o poniendo en la tarea inteligencia amor ilusi$n y entusiasmo. +enemos !ue dar orden a nuestra vida y esta labor de dar o poner orden en nuestro vivir en nuestro !uehacer en nuestra misma persona ad!uiere el perfil de una gran empresa. 6$lo tras dura lucha después de un traba(o continuo y perseverante podremos go"ar de las venta(as y bendiciones del orden. ,ay una vo" dentro de cada ser humano !ue parece decirnos' %el orden es tu destino pero s$lo podrás ganarlo y reali"arlo con el sudor de tu frente&. 1na cosa resulta evidente' hay !ue partir del reconocimiento de la existencia del orden y de su alto valor para la existencia humana. Es ni más ni menos la creencia sobre la !ue han descansado todas las culturas tradicionales la convicci$n !ue como antes indicábamos han recogido y ense7ado todas las religiones y escuelas de sabidur#a !ue han guiado la marcha de la humanidad a lo largo de siglos y de milenios. %,ay un orden !ue mantiene las cosas fi(as en su lugar& dec#a Edmund *ur;e. 0 este orden a7ade el pensador irlandés %está creado para nosotros y nosotros estamos creados para él&. No se podr#a expresar me(or el v#nculo !ue une al orden con la naturale"a humana. En esta escueta sentencia !ueda magistralmente formulada la necesidad !ue tenemos los seres humanos de atenernos al orden de someternos a él de amarlo y buscarlo de obedecerlo y respetarlo. ,emos sido creados para el orden por!ue éste según *ur;e no es otra cosa !ue la direcci$n inteligente del 3osmos por la 2rovidencia divina. >ivir en conformidad con el orden significa adecuar nuestra conducta a los dictados de la Naturale"a lo !ue es tanto como decir obrar de acuerdo a los designios de 8ios. Anali"aremos detenidamente este aspecto de la cuesti$n más adelante
en el cap#tulo dedicado al -rden c$smico donde espero !ueden aclaradas muchas de las ideas !ue a!u# !uedan tan s$lo esbo"adas. Los seres humanos necesitamos el orden en todas sus formas y aspectos. Necesitamos el orden social el orden pol#tico el orden econ$mico el orden (ur#dico el orden moral el orden estético el orden intelectual el orden sentimental el orden mental el orden vital. +odos estos $rdenes tienen una enorme importancia para la vida humana. ,emos de tenerlos a todos ellos muy en cuenta respetarlos y atenernos a sus leyes haciendo !ue estén presentes en nuestra vida cotidiana. No podemos ignorar ni menospreciar ninguno de estos aspectos o dimensiones del orden ya !ue eso supondr#a ir contra el orden y distanciarnos de él. 0 por supuesto tenemos !ue observar y respetar también el orden natural al !ue está sometida la existencia entera de nuestra individualidad. No podemos desconocer los condicionamientos y limitaciones !ue nos impone el orden de la Naturale"a ni podemos ir en contra de sus leyes. 2or último hemos de tener en cuenta el orden sobrenatural en el !ue arraiga nuestra naturale"a como seres espirituales. 2ara vivir como seres humanos necesitamos del orden: pero necesitamos de todo el orden no de una simple parcela del orden elegida al a"ar o caprichosamente. Nos es indispensable el orden en su integridad. 6er#a un grave error establecer una selecci$n arbitraria diciendo para nuestro fuero interno' %este orden s# pero a!uél no&: %!uiero un orden social pero no acepto someterme al orden moral o al intelectual 4prefiero pensar lo !ue me dé la gana5&. Esto supondr#a lisa y llanamente renunciar al orden cargárselo o destruirlo. No es posible dar la espalda a ninguno de los $rdenes en !ue el -rden se articula y expresa. El orden es una realidad tan exigente como delicada. En una l#nea seme(ante al antes citado *ur;e se expresa el escritor francés 2aul *ourget !uien termina la introducci$n a su libro !l servicio del orden interesante recopilaci$n de ensayos en los !ue se contienen atinadas reflexiones hist$ricas sociol$gicas y pol#ticas con unas certeras palabras !ue bien podemos hacer nuestras. Explicando el por!ué del t#tulo de su libro *ourget nos habla de la importancia !ue para toda sociedad humana tiene la idea de l’ordre %el orden& y proclama !ue toda su vida y su obra han estado guiadas por una convicci$n bien clara y sencilla' %!ue existe un orden y !ue debemos servirle cada uno en nuestro oficio&. Aun!ue la visi$n de *ourget se limita a la esfera social y cultural sin ahondar en las profundidades c$smicas del concepto de orden su afirmaci$n resulta muy certera y sumamente orientativa. En la misma idea insiste el poeta y pensador alemán ,erman ,efele cuando tras afirmar !ue una obligaci$n cualidad o virtud deviene sagrada %por el orden al !ue sirve& sostiene !ue el destino del ser humano es hacer posible el orden sirviendo a %la gran Ley !ue conduce hacia la forma a todo cuanto existe&. Nuestra misi$n como seres humanos es continuar la obra creadora de 8ios %colaborar a la construcci$n del templo eterno del existir ordenado& y para ello avan"ar con %la mirada absorta en un total olvido de s# mismo y puesta fi(amente en el -rden& superando as# cual!uier tentaci$n ego#sta o veleidad individualista. 6ervir al -rden' he a!u# una buena f$rmula para expresar lo !ue debiera ser nuestra actitud ante la vida. No puede haber me(or disposici$n para actuar en el mundo en !ue nos ha tocado vivir y más en unos momentos de crisis como los !ue actualmente atraviesa la humanidad. El servicio al -rden ha de ser nuestra norma y criterio en todo cuanto hagamos y proyectemos. 3ada cual ha de servir al -rden a través del oficio profesi$n y vocaci$n !ue es la suya y en la cual se configura su destino. 6$lo as# sirviendo al -rden con generosidad y entrega desinteresada rectificando a!uellas de nuestras concepciones y actitudes !ue no sean conformes con el -rden aceptando todos los esfuer"os y sacrificios !ue el -rden de nosotros exi(a seremos capaces de contribuir a la construcci$n de un mundo me(or. 0 s$lo de este modo cumpliremos la misi$n !ue hemos venido a reali"ar a este mundo y conseguiremos nuestra reali"aci$n integral.
<2r$ximo cap#tulo' 2.- ¿Qué es el orden? 2ara evitar errores y malentendidos !ue tan frecuentes son cuando se habla de esta cuesti$n convendrá aclarar ante todo !ué es en realidad el orden. Aun!ue ello pueda parecer superfluo y incluso resultar tedioso creo !ue el aclarar previamente las ideas en este campo previo nos ayudará a avan"ar con más seguridad en el análisis del tema !ue nos ocupa y nos va a ocupar en lo sucesivo. Es ésta del orden una noci$n capital de profundo y ri!u#simo contenido !ue por desgracia suele ser muy mal comprendida en esta era de confusi$n y penumbra en la !ue vivimos siendo a menudo ignorada o despreciada. No es extra7o !ue una época sumida en un desorden tan demencial como brutal del !ue no escapa ninguna esfera de la vida y !ue parece haber hecho del desorden su ideal no acierte a comprender el verdadero significado del orden ni su enorme importancia y !ue en consecuencia no sepa apreciar su inmenso valor. 6erá pues oportuno decir algunas palabras acerca de esta idea clave
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