Estado y ciudadanía en el Perú Sinesio López Jiménez1
El presente artículo culo analiza cuatro dimensiones de la relacion entre el Estado y la ciudadanía en el Peru Peru . La primera parte examina las formas de Estado en el Peru Peru y las maneras a traves de las cuales esas formas se relacionan con la ciudadaní a, limitando o impulsando derechos, responsa responsabilid bilidades ades y garantías. as. El analisis parte de la repu blica liberal epidermica del siglo XX, en la !ue el Estado no tiene un cuerpo establecido pero se legitima a traveí s de elecciones relativamente amplias, abiertas y poco institucionalizadas institucionalizadas en una sociedad multicultural no reconocida y estructurada ba"o relaciones de esclavitud #primera mitad del siglo XX$, de servidumbre y de clientela"e y culmina en el actual Estado neoliberal !ue ticamente a los ciudadanos, pero los excluye integra cultural y políticamente excluye econo econo mica mica y exclusio n total y cerrazo socialmente pasando por el Estado oligar!uico, cuya exclusio cerrazo n tica fue cediendo y abriendose tanto a las libertades como a la participacion política gracias a las presiones políticas ticas de los partidos políticos ticos mesocraticos y populares en medio de un proceso cíclico clico de democracias y dictaduras% y por el Estado populista #velas!uista$, !ue fortalecio sus funciones e instituciones y constituyo un corporativismo inclusiv o y !ue, pese a su caracter dictatorial, amplio los derechos civiles y sociales a traveí s de reformas estructurales e impulso impulso una política tica de reconocimiento de la ciudadanía multicultural. La segunda parte analiza las políticas ticas del Estado frente a las sociedad multicultural y las modalidades a traveí s de las cuales esas políticas ticas han ido obstaculizando o construyendo una ciudadanía multicultural. En una primera etapa #&'()*&(+)$, el Estado impuso una homogeneizacion forzada a traveí s de la educacion !ue fue al mismo tiempo una castellanizacio castellanizacio n. En una segunda etapa los gobierno gobiernoss reformistas y los intelectuale intelectualess indigenistas #&(+)*&('$ castellanizacio n impulsaron una homogeneizacion amable cuya -inalidad era la castellanizacio indígena gena reconociendo, sin embargo, la multiculturalidad com como metodo pedagogico. En una tercera etapa #&(' en adelante$, el Estado desarrollo una política tica de reconocimiento de la ciudadanía multicultural en sus dos variantes la ciudadanía multietnica y la ciudadanía diferenciada o multinacional. La tercera parte estudia tanto el nivel niv el efectivo de ciudadanía alcanzado, independientemente de la ciudadanía normativa reconocida por el Estado, 1
Profesor principal de las facultades de ciencias sociales de la Ponfcia Universidad Católica del Perú (PUCP) y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En la PUCP, es ie!ro del Centro de "nves#aciones Socioló#icas, Econóicas, Pol$cas y %ntropoló#icas (C"SEP%), ie!ro del coit& asesor de la Escuela de 'o!ierno y Pol$cas Pú!licas y coordinador de la especialidad de pol$ca coparada de la aestr$a y el doctorado en ciencias pol$cas.
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como como las brechas ciudadanas. El +/0 de los peruan peruanos os y peruanas son primera clase !ue gozan efectivamente de todos los derechos y ciudadanos de primera garantías, el 1)0 son ciudadanos de segunda clase !ue acceden mas a los derechos políticos !ue a los derechos civiles y sociales, y poco mas de un /20 son ciudadanos de tercera !ue tienen derechos políticos pero carecen de acceso efectivo a derechos civiles y sociales. En esta parte se inv estigan tambien las brechas !ue presenta la ciudadanía en diversas dimensiones social, regional, etnica, de genero. ero. 3inalmente, la cuarta parte inv estiga los tipos de relacio relacio n !ue establecen los ciudadanos con el Estado a partir de dos encuestas nacionales #&((4, 122+$ sobre ciudadanía. a. 5e establecen cuatro tipos de ciudadanos #comunitaristas estatistas, estatistas liberales, comunitaristas liberales y liberales$ y se examina los modos de niv el cognitiv o, afectivo incidencia de estos tipos de ciudadanía en el nivel afectivo y evaluativ o de derechos, obligaciones y garantías, así como como las percepciones diferentes !ue ellos tienen de otras dimensiones de la ciudadanía niv eles de inclusio inclusio n*exclusio n*exclusio n, niv eles de e-icacia y representatividad del Estado y sus instituciones, instituciones, niv eles de vulnerabilidad social y tipos de democracia preferida. 6as del (20 piensa, en las limen7 os y dos encuestas, !ue no existe igualdad ante la ley entre ricos y pobres, limen7 provin provincian cianos, os, hombres y mu"eres y cerca del +20 cree !ue los derechos sociales #salud, educacion, empleo$ estan poco o nada garantizados. garantizados. II. Formas de Estado y ciudadanía 2 1. República liberal epidérmica del siglo XIX . ses latinoamericanos !ue con!uistaron 5alvo el caso de 6exico, todos los países la independencia de Espan7 Espan7 a redactaron constituciones republicanas. 8econocieron derechos naturales inalienables, establecieron la libertad de prensa, adoptaron los "uicios por "urados, protegieron estos derechos a traveí s de la separacio racio n de poderes y atribuyeron mas poder al Legislativo./ 9:ue entendían an por repu repu blica los primeros legisladores latinoamericanos; ampoco era identica a las variantes conocidas
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er Sinesio
. -a fora de Estado es una cate#or$a pol$ca ue alude a los odos espec$/ cos de relación del Estado con la econo$a y con la sociedad de/niendo las coaliciones sociales y pol$cos ue lo sustentan, su naturale0a pol$ca, el car1cter de sus instuciones, su sistea le#al y sus pos de pol$cas. **+ cap.
%#uilar 2ivera 34435+
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ico.+ del republicanismo clasico. La concepcio concepcio n republicana de ?merica Latina no era la misma, pero se acercaba a la repu blica rede-inida rede-inida por 6ontes!uieu, !uien asumio una perspectiva pluralista con respecto a las formas de gobierno, gobierno,) y para !uien la
repu repu blica #la virtud cívica$ vica$ no era incompatible con el comercio. comercio. 6ontes!uieu se enfrento enfrento , no a los gobernantes ineptos de las ciudades*Estado ciudades*Estado como 6a!uiavelo, sino a las monar!uías absolutas !ue dominaban territorios extensos y sociedades oposicio n comple"as, densamente pobladas. Ese enfrentamiento dio origen a la oposicio entre el republicanismo y el absolutismo mona mona r!uico. Los independentistas concepcio n norteamericanos norteamericanos #&44$, por el contrario, se aproximaron a una concepcio clasica de la repu repu blica. La independencia norteamericana no dio origen a una blicas.4 Los federalistas de &4'4, en cambio, hicieron democracia sino a varias repu blicas. 6ontes!uieu.' Esa suya la concepcio concepcio n republicana de 6ontes!uieu. Esa propuesta compatibilizo la comu n$ con el liberalismo repu repu blica #la virtud cívica vica y el bien comu
#el interes individual y el pluralismo$ y con la democracia #la participacio participacio n extensa y masiva y la representacio combinacio n produ"o la repu representacio n$. El resultado de esa combinacio repu blica liberal. Para los políticos ticos y legisladores latinoamericanos de comienzos del siglo XX, la a. 5e repu repu blica era, en cambio, una forma de gobierno contraria a la monar!uía. aproximaron, de ese modo, a la idea republicana de 6ontes!uieu. ? diferencia de los federalistas, los legisladores de ?merica Latina no se plantearon el debate con el republicanismo clasico sino !ue asumieron el republicanismo liberal entendido en su sentido formal. Ellos no se sintieron herederos de ideo logo 6a!uiavelo, 6a!uiavelo, sino de 6ontes!uieu. 5imon @olívar y sobre todo odo el ideo 4
En realidad, el repu!licaniso cl1sico asuió diversas variantes el cl1sico (Esparta y 2oa), ue co!inó el #o!ierno representavo con las virtudes c$vicas de los ciudadanos en aras6 el de las ciudades7repú!lica italianas, ue reco#ieron Mauiavelo, 'uiciardini, Savonarola y otros de la tradición roana repu!licana6 el de 8arrin#ton, ue co!inó la tradición roana y auiaveliana con al#unos eleentos li!erales para el caso in#l&s9 el de 2ousseau, ue asuió el odelo roano y el de las ciudades7repú!lica italianas, pero sin el #o!ierno representavo6 el de :e;erson, ue
Manin 3443 ==. Montesuieu 344> cap. ", p. =+. Esta es una concepción repu!licana disnta a la de Mauiavelo para uien la repú!lica y el coercio son incopa!les porue el principio repu!licano da ori#en al !ien coún, ientras el coercio es la fuente del inter&s individual. Por esa ra0ón, para Mauiavelo, repu!licaniso y li!eraliso son incopa!les (Pococ? 3443). 7 -a onuental o!ra de Pococ? (3443) lo#ró ostrar ue la independencia norteaericana fue enos el prier acto revolucionario de la "lustración y 1s el úlo #ran acto del 2enaciiento. 8 @espu&s de la #uerra con "n#laterra (++A7+B=), del coproiso de pa#arle la deuda producto de esa #uerra, y de los pro!leas de #o!erna!ilidad ue eperientaron, la Constución de +B+ planteó la necesidad de construir un #o!ierno de la Unión,
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peruano 6anuel Lorenzo =idaurre constituy en una excepcion. =idaurre conocía bien tanto los Discursos sobre la primera década de Tito Livio como El príncipe. El príncipe. ?pelaba tambie tambie n a 8ousseau y a otros autores, pero su referencia central es 6ontes!uieu. 5u lectura de 6a!uiavelo no es unívoca Lo veía como republicano, pero tambien como conse"ero del príncipe. ncipe. En Cartas preocupacio n por el futuro expansionismo americanas expreso tambien su preocupacio de-inicio n de ley del autor de El Espíritu de las norteamericano. ?sumio la de-inicio leyes ALa libertad solo consiste * como decía 6ontes!uieu* en la seguridad !ue se logra ba"o el amparo de las ley es. 5i la ley no es ma ma s fuerte !ue el ciudadano, no hay libertadB.( ? diferencia de 6ontes!uieu, =idaurre y la may oría de ideologos de la independencia de ?merica Latina creían an !ue la repu repu blica no estaba en contradiccion con la religio religio n y con la glesia
Un proyecto ecto nacional del siglo del siglo XIX XIX , republicanos de ese siglo #La utopía republicana , Un proy Forando la naci!n$ han sido corrientes de aire fresco en la as-ixiante perspectiva economicista !ue predominaba hasta hace poco en la historiografía peruana. Esas inv estigaciones estigaciones han puesto en cuestion el predominio de las ideas republicanas y liberales en el proceso independentista y en la historia política tica del siglo XX.&2 Cesde el punto de vista institucional, el republicanismo latinoamericano asumio
epu blica liberal burguesa gobiernos DF el entramado de la moderna repu electivos, separacio separacio n de poderes, constituciones escritas, derechos individuales e igualdad "urídica dica para sus ciudadanos DF La repu epu blica, como mera antinomia de la monar!uía se explica en part e por el ambient e polític 8estauracio n rea-irmo tico de la epoca. La 8estauracio ea-irmo los principios as constitucionales eran polític ticos del absolutismo. ?un!ue las monar!uías #3rancia había hecho un int ent o$, o$, no eran representativas de la ola posibles #3rancia conservadora posnapoleo ideo&o gico, el posnapoleo nica. Cesde el punt o de vista ideo&o republicanismo adopt o en los dif er ses de Gispanoamerica distint os os erent es es países 9
idaurre 3443 +*. Mc Evoy y Stuven 344+. En realidad, esta nueva perspecva fora parte de una revolución coperni7 las ideas ue, reali0ada por la Escuela de Ca!rid#e ( :o
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signi-icados sustantivos% son precisament e esos signi-icados y lengua"es los !ue debemos rescatar y analizar.&& El Estado peruano del siglo XX no tuv o un de-inido cuerpo organizativ o ni una vertebracio n institucional. Los intereses pu pu blicos no estaban separados de los intereses privados existía una tensio tensio n entre el patrimonialismo de los caudillos y tuv o una estructura centralizada el los poderes feudales del gamonalismo. >ampoco tuv poder del Estado estaba feudalizado y mantenía debiles vínculos nculos con el caudillismo.
tica fue mas amplia y su vez, elegían an a las autoridadesB.&1&1 La participacion política abierta !ue en los primeros treinta an7 an7 os del siglo XX La elecci!n indirecta "ue parte "undamental del sistema electoral. El proceso electoral se inscribía en un proceso proceso compleo de di"erentes di"erentes elecciones elecciones en las #ue se iba depurando a los elegidos tanto como a los propios electores. $ara los los te!r te!ric icos os deci decimo mon! n!ni nico cos% s% la elec elecci! ci!n n por por grad grados os teni tenia a la "unc "unci! i!n n de contrarrestar la "uer&a electoral de los sectores populares y crear a la ve& un mecanism mecanismo o de sele selecci!n cci!n #ue "avorec "avorecía ía a los m's capaces capaces y a los notables notables en especial% lo #ue #ue se observa por los re#uisitos% #ue se (acen m's e)igentes
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%#uilar 3443 B3 %l9ov$n 3445 3A.
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con"orme se pasa de un grado al siguiente.
&/
El proceso electoral tenía una serie de peculiaridades. La parro!uia fue la "urisdiccio n electoral para las elecciones de primer grado. El proceso electoral, !ue era bastante largo para las elecciones indirectas,&+ se puede dividir en tres etapas las elecciones parro!uiales, las provinciales y la "unta de cali-icacion #el
2. El Estado oligárquico y la ciudadanía patrimonialismo! mediaciones "accionalismo y e#clusi$n total El Estado oligar!uico fue un Estado cerrado tanto a las libertades como a la participacion política de los ciudadanos. nstaurado en &'() por la coalicio n del Partido Cemo crata y el Partido
de una elite civil !ue, pese a sus rasgos sen7 oriales, etnicos y patrimonialistas y a sus compromisos con el gamonalismo, tuvo la capacidad su-iciente para crear un orden político ale"ado de los cuarteles. Esta elite civil impulso el crecimiento y la especializacio n de algunas instituciones estatales, entre ellas la profesionalizacio n de las 3uerzas ?rmadas. Es cierto tambien !ue el Estado oligar!uico no alcanzo un alto nivel de centralizacio n política, pero sí el su-iciente como para superar la situacio n pretoriana !ue caracterizo al Peru del siglo XX. La política del siglo XX de"o de ser la arena movediza en la !ue disputaban los ambiciosos caudillos militares, !ue buscaban mantener la -iccio n de la unidad de una AsociedadB fragmentada y feudalizada y de un territorio heterogeneo, difícil e incomunicado, para devenir una forma relativamente institucionalizada de construccio n del orden político. La política de"o ser ta!uicardica para devenir cíclica. ? diferencia de los gobiernos del siglo XX, !ue tuvieron una duracion promedio de un an7 o, los del siglo XX alcanzaron un promedio de tres an7 os y medio. 9:ue era entonces el Estado oliga r!uico; 9
%l9ov$n 3445 =5.
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-a elección de Manuel Pardo duró casi dos aFos, entre B+ y B+3. er Peralta 3445 +*7B4.
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!ue lo caracterizaban; ?rriesguemos una de-inicio n !ue no es, sin embargo, arbitraria sino !ue surge de un balance de las experiencias sociopolíticas del Peru y de ?merica Latina en una epoca determinada de su historia política. El Estado oligar!uico & fue la forma política e institucional mas o menos centralizada !ue asumio el Estado en los países perifericos en la fase capitalista de exportacio n de materias primas y alimentos cuando esta estuvo en manos de las elites sen7 oriales. El Estado oligar!uico suponía, pues, la existencia de una elite !ue lograra reinsertar la economía de los países perifericos en el mercado internacional y centralizar relativamente el poder, manteniendo las mediaciones de los terratenientes tradicionales&4 y superando parcialmente tanto el aislamiento internacional como la feudalizacio n política del país. La peculiaridad del caso peruano consistio en !ue el Estado oligar!uico organizo y combino la dominacio n racial, etnica y social de las elites criollas, sen7 oriales y terratenientes sobre una sociedad multicultural cuya mayor parte de la poblacio n fue sometida a la explotacio n social H principalment e por medio de las relaciones de servidumbreH y a la discriminacio n etnica.
En los primeros treinta an7 os del siglo XX, la participacio n electoral fue muy limitada. El proceso electoral se centralizo , se institucionalizo y se torno muy excluyente, si se le compara con el del siglo XX La r ep*blica se encamin! pr opiament e (acia un estatus arist ocr'tico gr acias a una r eglamentaci!n #ue dio al elect orado connotaciones de tipo econ!mico y social % colocando en la c*spide de la gesti!n del su"ragio a los may or es contribuyent es. C ier tament e % con el centralismo elect oral desaparecier on antiguas anomalías % como las t omas de mesas elect orales por los clubes políticos % las dualidades en el r e gistr o de los v ot os y la cali+icaci!n parlamentaria. En la medida #ue la ley "ue pensada% asimismo % para garanti&ar la alt ernancia en el poder en tr e los socios de la coalici!n cívico,dem!crata% a la #ue se sum! la Uni!n Cívica de - alc'r cel % la misma "uncion!. $ ero esta conviv encia iba a durar poco % por lo #ue el sist ema comen& ! a r e#uebrarse y la r eglamentaci!n se convir ti! en el mar co pr opicio para el sur gimient o de inéditas anomalías políticas y elect orales. En e" ect o % la ruptura de la coalici!n a principios del siglo XX iba a generar un sist ema político en donde la e) clusi!n partidaria% la abst enci!n elect oral y el boicot r ev olucionario "uer on convir tiéndose en pr'c ticas 16
Un an1lisis 1s aplio y detallado del Estado oli#1ruico puede encontrarse en is li!ros El Dios moral (**) y Ciudadanos reales e imaginarios, concepciones, mapas y desarrollo de la ciudadanía en el Perú (**+).
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En el Perú, los terratenientes tradicionales reci!ieron el no!re de #aonales y priva0aron el poder pú!lico en su localidad. En la edida en ue fueron propietarios de #randes
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(abituales .&' La coalicion dominante, !ue organizaba y dirigía el poder del Estado, estaba constituida por la oligar!uía criolla y el gamonalismo, generalmente mestizo, en estrecha alianza con el capital extran"ero. La composicio n de la coalicio n dominante tenía dos implicancias principales. En primer lugar, los componentes terrateniente y etnico #criollo y mestizo$ de la coalicion dominante impregnaban al Estado oligar!uico de un caracter sen7 orial y de discriminacio n racial y etnica contra los campesinos, los cholos y los indios. En segundo lugar, la in-luencia indiscutible del capital extran"ero en el Estado implicaba una cierta soberanía limitada en la medida !ue, en la elaboracio n de las decisiones políticas, no intervenían solo los actores nacionales sino !ue tenían in"erencia tambien los actores Hlo s sectores intermediariosH !ue canalizaban los intereses de los centros hegemo nicos internacionales. Ello no obstante, el espacio de negociacio n de temas y problemas de diversa naturaleza en el !ue intervenían los actores sociales y políticos era el Estado oligar!uico. La forma de dominacio n era el patrimonialismo, esto es, la privatizacio n del poder estatal por las elites y los funcionarios pu blicos, reivindicando algun derecho para ello Hexplícitamente la eleccio n e implícitamente su cuna, el apellido y la experienciaH y estableciendo con los gobernados relaciones prebendistas y clientelistas. Io existía una clara diferenciacio n entre los intereses pu blicos y los intereses privados ni un respeto por la universidad de la ley. El ve r tice del patrimonialismo era el presidente de la 8epu blica, o !uien e"ercía sus veces, a partir del cual se establecía una estructura piramidal de prebendas y clientelas.&( Pese a !ue había logrado una muy debil centralizacio n de la autoridad, el Estado oligar!uico era un gobierno indirecto y mediado pues mantenía los poderes locales
del gamonalismo !ue seguían privatizando el poder pu blico y !ue mantenían una relacio n de favores y de lealtades con la poblacion ba"o su dominio. Por eso mismo, el Estado oligar!uico no logro establecer plenas relaciones individualistas de autoridad con los gobernados, salvo en las ciudades y en algunas zonas aisladas del campo. Las instituciones estatales a traveí s de las cuales la coalicio n dominante e"ercía su dominacio n eran pocas, muy fra giles y principalmente coercitivas #e"ercito y policía$. Las instituciones administrativas y culturales, por e"emplo, eran escasas, debiles o practicamente inexistentes. Las funciones extractivas #las cargas impositivas$ pertenecían al Estado, pero eran encargadas a organizaciones 18 19
Peralta 3445 +*7B4.
Cotler *+B.
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privadas. Ellas estaban presentes en diversas instituciones estatales en las !ue decidían las políticas del Estado. Este era el caso notorio del @anco odo ello le !uitaba universalidad al Estado y lo ten7 ía mas bien de patrimonialismo y particularismo. La dominacio n oligar!uica se basaba en la exclusion de las clases populares, especialmente de las campesinas, tanto cholas como indígenas, del con"unto de sus derechos, con tendencia a la exclusio n total social, de genero, regional, racial, etnica. 6uchas de estas exclusiones fueron Alegalmente sancionadasB12 o fueron impuestas de facto apelando a la fuerza, al engan7 o o simplemente a la discriminacio n pura y simple. ?lgunas exclusiones, como la racial y la etnica, fueron legitimadas por alguna exigencia de cali-icacion, tal como la negacio n del voto a los analfabetos.
En cual#uier " orma% las may orías indígenas #uedar on mar ginadas % y para usti+icar su e) clusi!n% el racismo "ue decisiv o. Las doctrinas racistas "uer on la ideología implícita del Estado olig'r #uico. Decimos implícita por #ue en el $ er* no se institucionali&! un apart(eid % una e) clusi!n basada en el color de la piel . El racismo no lleg! a ser una ideología o+icial . $ ero de t odas maneras las ideas racistas usti+icar on el no t omar en cuenta la opini!n de los indios y los c(olos % puest o #ue siendo brut os e ignorant es/ % acaso irr edimibles % no podían saber lo imen #ue era bueno para ellos % menos a*n% para el país. El tras" ondo social del r é g olig'r#uico es la dominaci!n étnica% el colonialismo. Un sist ema corroído por las doctrinas liberales y democr'ticas durant e gr an par te del siglo XIX % per o r e " or &ado luego por las doctrinas racistas. 01 En opinio n de Jonzalo Portocarrero, el racismo encubierto de las esferas o-iciales se impuso despues de la guerra con
Portocarrero **5 33.
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Portocarrero **5 333
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comportamientos de las elites En los discursos p*blicos % las ideas racistas estaban "uera de lugar % pr oscritas. $ ero en los comportamient os % tant o en el (ogar como en la calle % el desconocimient o de los der ec(os y la discriminaci!n apenas se encubr en% son muy abier to gullo. T odos lo saben s. 2o obstant e % tampoco se los e)(ibe con or per o nadie lo dice. E)pr esar la r ealidad % (ac er p*blico lo privado % sería el primer paso (acia la desmiti+icaci!n y la t oma de conciencia. $ ero son muy pocos los int er esados en desarr ollar un pensamient o crític o. 3 e trata de una época en la #ue se supone #ue t odos somos iguales per o donde se sabe % desde luego % #ue unos valen m's #ue otr os. El discurso racista m's radical cir cula en v o & baa% en pocas ocasiones llega a la impr enta. 4 pesar de t odo ello % el discurso es "undamental para legitimar la e) clusi!n política de "act o de mesti& os e indígenas. En e" ect o % 5#ué puede valer la opini!n de gent e bruta e ignorant e6 T !mese en cuenta #ue con est os ar gument os se usti+ica no tant o la e) clusi!n legal % la r estricci!n de la "ran#uicia elect oral % sino sobr e t odo el enga7o y el 00 cuar te la& o. "raude % o el abier to El Estado oligar!uico no construyo una comunidad política pues la mayoría de la poblacion estaba excluida y las elites no mostraron interes alguno en recoger sus demandas de inclusio n y en procesarlas transforma ndolas en derechos. ?!uellas demandas !ue termino reconociendo no fueron procesadas por propia voluntad del Estado sino por imposicio n y con!uista de los movimientos de protesta.1/ 5u legitimidad era fragil y se apoyaba principalmente en la apelacio n implícita o explícita a algunos criterios tradicionales, como la pertenencia a una etnia determinada y la experiencia de gobierno, en la concepcio n paternalista del orden, !ue era necesario imponer autoritariamente desde arriba, y en un cierto impulso del progreso.
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Portocarrero **5 33> C
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5u hegemonía cerrada se abrio tímidamente a la liberalizacio n para establecer una oligar!uía competitiva, pero se nego a abrirse a la inclusio n y participacio n política de las clases populares urbanas y rurales. La participacio n electoral, !ue fue de 10 de
la poblacio n total, llego al 40 en &(/2.1+ En este proceso de ampliacio n de la ciudadaní a política "ugo un papel muy importante la expansio n de la educacio n 24
-ync< **A9 Nort< *+3.
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desde comienzos del siglo XX en adelante.1)
? partir de &(/2 aparecieron nuevas fuerzas políticas #?pra, Partido 5ocialista y otros actores$ !ue, canalizando y representando la emergencia de las clases medias y populares, presionaron al Estado cerrado para abrirlo a la participacio n política de los ciudadanos de a pie. El Estado oligar!uico se resistio , la polarizacio n política y social se acentuo , se produ"o entonces una dura confrontacio n !ue, luego de la derrota de las fuerzas políticas emergentes, dio origen a lo !ue Cenis Jilbert ha llamado el Aregimen tripartitoB, en donde el E"ercito se impuso y controlo al Estado, la oligar!uía comando la economí a y el ?pra lidero la política en la sociedad. La ciudadanía política se incremento #ver cuadro &$ por el efecto combinado de las presiones de las organizaciones políticas de las clases medias y populares y del crecimiento acelerado del alfabetismo y los niv eles educativos, pero el restringido regimen democratico establecido fue interrumpido cíclicamente por golpes militares.1 Las políticas pu blicas !ue aplicaba el Estado oligar!uico tenían un caracter ortodoxamente liberal, especialmente sus políticas economicas, propias de una economía abierta. Las recetas son conocidas congelamiento del gasto pu blico, de las importaciones y de los salarios, eliminacio n de los subsidios, del de-icit -i scal y de los controles estatales, sinceramiento de precios de la moneda, los bienes y servicios de acuerdo a las leyes de la oferta y la demanda, y apertura irrestricta de la economía interna al mercado internacional. >odas estas medidas blo!ueaban la industrializacio n, primarizaban la economía y le !uitaban centralidad al Estado como mecanismo asignador de recursos para el desarrollo economico. Las crisis convertían a los oligarcas, sin embargo, en liberales criollos en esas condiciones, demandaban la intervencion del Estado para compartir las perdidas con el resto de la poblacio n.
%. El &elasquismo el estatismo orgánico la inclusi$n corporati&a y la ciudadanía comunitarista ?pelando al fracaso, al entreguismo y a la inmoralidad del gobierno belaundista, un grupo de o-iciales radicales encabezo el golpe del / de octubre de &(' !ue pronto devino institucional y !ue, como tal, cerro el camino a la coalicion gubernamental de centro*derecha y abrio paso a la forma de Estado !ue mas se aproxima a un Estado populista, apoyandose en sus propias instituciones militares y en los pe!uen7 os partidos populistas radicales #la Cemocracia
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mediante agresivas políticas de nacionalizaciones y estatizaciones. Esa coalicion apelo al estatismo organico,14 al corporativismo y a la participacio n como forma de dominacion,1' centralizo la autoridad del Estado eliminando al gamonalismo, descarto la exclusio n basada en la raza y en la etnia, establecio las relaciones de inclusio n corporativa de autoridad dando lugar a un ciudadano comunitarista y desplego , adema s de una serie de reformas !ue acabaron con la oligar!uía, el gamonalismo y limitaron el enclave, agresivas políticas pu blicas heterodoxas control de cambios, políticas arancelarias favorables a las importaciones, y una política expansiva del gasto pu blico apelando al endeudamiento externo y al control de precios !ue favorecían a la industria y a la ciudad.1( El gobierno de =elasco, llamado la primera fase, es la etapa de las grandes reformas y de los cambios mas importantes en las relaciones sociales y en las relaciones de autoridad, y el gobierno de 6orales @ermu dez, llamado la segunda fase, es la etapa fracasada de la institucionalizacion de esas reformas./2 La etapa de la instauracio n no solo comprende la realizacion de las grandes reformas sino tambien la de-inicio n de la ideología de la A8evolucio n PeruanaB, cuyos elementos ba sicos fueron la de-inicio n del modelo organico*estatal y el disen7 o político de la inclusio n corporativ a de la poblacio n dentro de ese modelo !ue otorgaba el sentido fundamental a dichas reformas. El estatismo organico,/& 27
El punto de parda del estaso or#1nico es la counidad pol$ca y la fora ediante la cual sus ie!ros se inte#ran a ella. -a prioridad teórica e
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menos c'lidas >[email protected] )) Los mayores logros del proyecto educativo civilista se obtuvieron entre &(2) y &(12, "ustamente el periodo de la 8epu blica ?ristocratica. En ese lapso la poblacio n crecio en un 110, pero el nu mero de escuelas se duplico pasando de &,+1) a /,&24, el nu mero de maestros se triplico y la matrícula de los alumnos paso de ') mil a &( mil. En las dos decadas siguientes, el crecimiento siguio , pero fue mucho mas lento. Entre &(21 y &(12 el crecimiento promedio de los alumnos de primaria en los diez departamentos de la sierra fue de 1.4) veces, mientras !ue en los ocho departamentos de la costa fue de &.+ veces. El crecimiento fue, pues, mayor en la sierra !ue en la costa. Los departamentos donde mas crecio la educacio n primaria fueron Gua nuco #)./ veces$, ?yacucho #/.1 veces$, ?purímac #/.& veces$, Guancavelica #/.2 veces$ y
Siese sen7 alaba !ue, en &(24, el /40 de los estudiantes de primaria eran Aindios
or#ani0ación social y en la vida codiana de centenares de pue!los rurales y counidades capesinas. Carlos Contreras
Contreras **A + Contreras **A B.