1.1 CONCEPTO
HISTÓRICO: El fundador del Conductismo es John Watson (1878-1958), quien a partir de 1913 comienza haciendo publicaciones en donde sienta las bases de su pensamiento y pone los cimientos de los desarrollos posteriores del Conductismo. En su Manifiesto Conductista se explicita la idea de que la conducta puede investigarse utilizando métodos objetivos de investigación psicológica, estudiando los reflejos simples y sus combinaciones. El Manifiesto de Watson (1913) comienza diciendo: “La psicología, tal como el conductista la ve, es una rama puramente objetiva y experimental de las ciencias naturales. Su objetivo teórico es la predicción y el control de la conducta. La introspección no es parte esencial de sus métodos ni depende el valor científico de sus datos de la prontitud con la que se presten a interpretación en términos de conciencia. El conductista, en sus esfuerzos por lograr un esquema unitario de la respuesta del animal, no reconoce divisoria entre el hombre y éste. La conducta del hombre, con todos sus refinamientos y complejidad, es sólo una parte del esquema total de investigación del conductista”. Como se puede ver en la cita, el campo del Conductismo se extiende más allá del ámbito humano, entendiendo a la psicología como una rama de las ciencias naturales. El objeto de la psicología científica era la formulación de una teoría que permitiese la predicción exacta y que fuese lo suficientemente general para abarcar todos los organismos (no sólo al hombre). Los estudios ponían el acento principalmente sobre las conductas (los comportamientos observables) y reemplazaron al método introspectivo como método de investigación por estudios de laboratorio dedicados al condicionamiento. Hay una frase muy conocida de Watson, que da cuenta de sus fuertes convicciones, dice: “Denme cien chicos sanos y mediante un adecuado condicionamiento (léase aprendizaje), podré hacer de ellos, de uno un sacerdote, de otro un ladrón, de otro un artesano eficaz”. Queda claro que estaba realmente convencido de que el ambiente y la educación en general, logran influir en forma determinante sobre las personas. Esta concepción, plantea problemas respecto de cómo entender el tema de la libertad
humana, los valores, la responsabilidad y la ética. Este aspecto fue uno de los más criticados, y uno de los que más modificaciones sufrió desde esta concepción determinista inicial. El objetivo era poder determinar el tipo de respuesta que daría una persona o animal frente a un estímulo determinado y por qué se daba esa respuesta. Con esta orientación la investigación se dirigió hacia la experimentación con animales y humanos, poniendo el acento sobre el aprendizaje en general. El Conductismo, en el ámbito humano, hacía hincapié en la importancia del ambiente en la formación de la naturaleza humana en detrimento de los factores hereditarios.
1.2 CONCEPTOS
CLAVES DEL CONDUCTISMO: Según Kazdin (1978): “La modificación de conducta podría definirse como la aplicación de la teoría y de la investigación básica procedente de la psicología experimental al cambio de la conducta, con el propósito de resolver problemas tanto de índole personal como social, y de mejorar el funcionamiento humano en general. Autores como Nietzel y Berstein (1980), señalan entre las principales características de la Terapia de Conducta las siguientes: Se considera a la conducta como un producto del aprendizaje, tanto la normal como la patológica. Se concede menor importancia a los factores heredados o innatos en la adquisición de la conducta, aunque se acepta la influencia de posibles factores constitucionales o genéticos. Se le da especial relevancia al método experimental, como medio para la descripción, predicción y cambio de las conductas. El objeto de estudio está situado en la conducta, entendida como una actividad cuantificable y evaluable en distintos niveles (motor, afectivo, fisiológico, cognitivo). Se considera indispensable la validación rigurosa y la comprobación de la eficacia de cualquier procedimiento, ya sea de evaluación como de tratamiento. La conducta normal y la anormal se adquieren y modifican por los mismos mecanismos de aprendizaje, no se consideran a las enfermedades mentales como entidades cualitativamente distintas en cuanto a génesis y dinámica funcional.
La evaluación y el tratamiento se consideran funciones estrechamente relacionadas y estas van dirigidas a modificar las conductas desadaptativas o disfuncionales. Los tratamientos conductuales son en general, estructurados, concretos y operativos.
1.3 EL “MANIFIESTO
CONDUCTISTA” En el momento de publicar su trabajo que se ha venido a denominar “El Manifiesto Conductista” Watson tenía 35 años y trabajaba en la Universidad John Hopkins. Era una figura respetada de la psicología estadounidense y había sido reconocido como uno de los líderes en este campo a nivel internacional. Su trabajo había estado muy influido por la filosofía naturalista, por Darwin (ver Boakes, 1984) y la evolución, considerando la psicología como una ciencia natural y también como una disciplina con importantes aplicaciones sociales, en el mundo de la educación, la crianza de los niños, la familia, el trabajo, la publicidad y otros temas similares. La psicología “objetiva” no comienza con Watson, y encontramos antecedentes en Sechenov, Pavlov y Bechterev. En Estados Unidos Thorndike y los psicólogos comparativos habían realizado importantes trabajos desde la perspectiva objetiva, no mentalista, de la psicología. Lo mismo había sucedido en Inglaterra. En Argentina José Ingenieros también se había dedicado a estudiar el comportamiento y lo mismo había hecho Piéron en Francia. Pero Watson tuvo gran impacto en la comunidad científica internacional y marcó un hito en el estudio del comportamiento, o de la psicología conductual como se ha dicho algunas veces. Su artículo de 1913, “Psychology as the behaviorist views it” (1913) fue una crítica a la psicología mentalista y una propuesta de una perspectiva diferente, centrada en el estudio objetivo de la conducta, sin tener en cuenta la conciencia ni utilizar la introspección como método para encontrar datos válidos en psicología. Para Watson la psicología no necesitaba de la introspección ni de la conciencia, ni del alma ni de la mente, del mismo modo como la física o la química no la necesitan. Podríamos decir que la psicología que él propuso era una “psicología en tercera persona” mientras que la psicología de Wundt había sido una psicología en primera persona (el participante haciendo introspección sobre el contenido de su conciencia) y la psicología de Freud había sido una psicología en segunda persona (el terapeuta analizando las asociaciones del paciente por medio de la transferencia). Esa psicología de Watson en tercera persona era una ciencia natural, de laboratorio, sin presupuestos filosóficos especulativos.
Las críticas contra la psicología introspeccionista que formuló Watson afirmaban que para convertirse en una ciencia natural era preciso que la psicología abandonara el estudio de la conciencia y el método introspectivo. La conducta de los seres humanos y de los animales no humanos se podía estudiar sin referirse a la conciencia. En su propuesta de reconceptualizar la psicología y darle un nuevo impulso, Watson (1913) afirmó que la psicología como la ve un conductista es: “… una rama puramente objetiva y experimental de la ciencia natural. Su objetivo teórico es la predicción y el control de la conducta. La instrospección no forma parte esencial de sus métodos… El conductista… no reconoce una línea divisoria entre el hombre y el animal. El comportamiento del hombre, con todo su refinamiento y complejidad, forma solo una parte del esquema total de investigación del conductista” (p. 158). Una de las características centrales del Manifiesto Conductista fue su énfasis en el ambiente. Aunque Watson se refirió en muchas ocasiones a factores biológicos, ante todo neurofisiológicos en sus trabajos con animales, con niños, y con adultos, su énfasis se centró en el papel del ambiente. Nunca desconoció el rol de la biología en la conducta. En lo que respecta al ambiente, le dio importancia primordial. Su conocida frase sobre este tema dice lo siguiente: “Dadme una docena de niños sanos y bien formados y mi mundo específico para criarlos, y yo me comprometo a tomar cualquiera de ellos al azar y entrenarlo para que llegue a ser cualquier tipo de especialista que quiera escoger: médico, abogado, artista, mercader y si, incluso mendigo y ladrón, sin tener para nada en cuenta sus talentos, capacidades, tendencias, habilidades, vocación o raza de sus antepasados” (Watson, 1930, p. 104). Este ambientalismo extremo implicaba una filosofía optimista en relación con el comportamiento humano y la sociedad. Los seres humanos se pueden modificar – en sentido adaptativo o no adaptativo – y no están a merced de contingencias biológicas, genéticas en términos contemporáneos. Somos perfeccionables y modificables, no hay un determinismo genético y “biología no es destino” (como se ha dicho en épocas recientes). Podemos hacer un ser humano cada vez mejor y una sociedad cada vez mejor, si decidimos hacerlo.
Evolución del conductismo La propuesta de Watson fue recibida con gran interés por muchos psicólogos y otros científicos y con un completo rechazo por parte de otros. Esto sirvió para polarizar a los partidarios y a los enemigos del conductismo y a dar forma a un “paradigma”. El conductismo se contrapuso al estructuralismo, al funcionalismo, al psicoanálisis y a otras maneras de conceptualizar los fenómenos psicológicos. Se convirtió en una “escuela” psicológica que con el paso del tiempo evolucionó, se convirtió en un “sistema” y se diluyó parcialmente, dentro de la psicología y también fuera de ella, como un campo específico del conocimiento diferente de la psicología (ver Ardila, 1965, 2006a, b, 2010a, b). La recepción del conductismo y específicamente del artículo de 1913 en Psychological Review la analizó en detalle Samelson (1981) concluyendo que no fue tan grande como se había supuesto. Psicólogos destacados por M. W. Calkins y E. Thorndike tuvieron muchas críticas contra la nueva propuesta. La recepción del conductismo y específicamente del artículo de 1913 en Psychological Review la analizó en detalle Samelson (1981) concluyendo que no fue tan grande como se había supuesto. Psicólogos destacados por M. W. Calkins y E. Thorndike tuvieron muchas críticas contra la nueva propuesta.
1.4 EL REFLEJO EN LA TEORIA DE LA CONDUCTA En éste documento Skinner examina el concepto de REFLEJO e intenta evaluar su definición histórica. El Método Crítico que Skinner sigue en su trabajo está inspirado en otros científicos como Ernest Mach, Henri Poincaré y Bridgman. Descartes fue el primero en proponer un mecanismo que permite reproducir las características de un organismo vivo. Para ello introdujo la idea de un mecanismo de estímulo, mediante el cual las fuerzas externas liberan los movimientos del mecanismo (Se inspiró en unas fuentes diseñadas por el Ingeniero Salomón de Caus). Aunque para él el movimiento es también acción del alma. También hubo experimentación que desacreditó el Modelo de Descartes.
En 1700 Giorgio Baglivi reportó contracciones del tejido muscular aislado. La doctrina de la irritabilidad fue el acompaña miento teórico de éstos experimentos; el primero en expresarla claramente fue Robert Whaytt. Así como Von Haller estableció el concepto de irritabilidad, como un dato independiente de cualquier aspecto anímico, Marshall Hall propuso que el tejido muscular no sólo se contraía en virtud de la propiedad de contractibilidad sino que se accionaba mediante una secuencia de eventos nerviosos bajo un principio intrínseco que Flourens llamó "excitabilidad". En 1953, Pflüger postuló una "mente espinal" para explicar el movimiento de tejido muscular sin la mediación del cerebro. Tentativamente podemos definir al REFLEJO como la CORRELACION OBSERVABLE ENTRE ESTIMULO Y RESPUESTA. Skinner y el “condicionamiento operante” Burrhus Frederic Skinner nació el 20 de marzo de 1904 en la pequeña ciudad de Susquehanna en Pensilvania (EEUU) Estudió en la Universidad de Harvard, donde se doctoró y fue profesor durante prácticamente el resto de su vida. Era un hombre muy activo, investigando constantemente y guiando a cientos de candidatos doctorales, así como escribiendo muchos libros. Aunque no era un escritor de ficción y poesía exitoso, llegó a ser uno de los mejores escritores de América sobre psicología, incluyendo el libro Walden II, un compendio de ficción sobre una comunidad dirigido por sus principios conductistas. La teoría de Skinner está basada al completo en el “condicionamiento operante”. El organismo está en proceso de “operar” sobre el ambiente, lo que en términos cotidianos significa que está irrumpiendo constantemente, haciendo lo que hace. Durante esta “operatividad”, el organismo se encuentra con un determinado tipo de estímulos, llamado estímulo reforzador, o simplemente reforzador. Este especial estímulo tiene el efecto de fortalecer el comportamiento operante. En esto consiste el condicionamiento operante: el comportamiento es seguido de una consecuencia, y la naturaleza de la consecuencia modifica la tendencia del organismo a repetir el comportamiento en el futuro. Imagínese a una rata en una caja. Esta es una caja especial (llamada, de hecho, “la caja de Skinner”) que tiene un pedal o barra en una pared que
cuando se presiona, pone en marcha un mecanismo que libera una bolita de comida. La rata corre alrededor de la caja, haciendo lo que las ratas hacen, cuando “sin querer” pisa la barra y ¡de pronto!, la bolita de comida cae en la caja. Lo operante es el comportamiento inmediatamente precedente al reforzador (la bolita de comida). Prácticamente de inmediato, la rata se retira del pedal con sus bolitas de comida a una esquina de la caja. Un comportamiento seguido de un estímulo reforzador provoca una probabilidad incrementada de ese comportamiento en el futuro. ¿Qué ocurre si no le volvemos a dar más bolitas a la rata? Aparentemente no es tonta y después de varios intentos infructuosos, se abstendrá de pisar el pedal. A esto se le llama extinción del condicionamiento operante. Un comportamiento que ya no esté seguido de un estímulo reforzador provoca una probabilidad decreciente de que ese comportamiento no vuelva a ocurrir en el futuro. Ahora, si volvemos a poner en marcha la máquina de manera que el presionar la barra, la rata consiga el alimento de nuevo, el comportamiento de pisar el pedal surgirá de nuevo, mucho más rápidamente que al principio del experimento, cuando la rata tuvo que aprender el mismo por primera vez. Esto es porque la vuelta del reforzador toma lugar en un contexto histórico, retroactivándose hasta la primera vez que la rata fue reforzada al pisar el pedal.
1.5 MODELADO Una cuestión a la que Skinner tuvo que dar respuesta fue la manera en que llegamos a fuentes más complejas de comportamientos. Respondió a esto con la idea del modelado, o “el método de aproximaciones sucesivas”. Básicamente, consiste en reforzar, en primer lugar, un comportamiento solo vagamente similar al deseado. Una vez que está consolidado, buscamos otras variaciones que aparecen como muy cercanas a lo que queremos y así sucesivamente hasta lograr que el animal muestre un comportamiento que nunca se habría dado en la vida ordinaria. Skinner y sus estudiantes han tenido bastante éxito en enseñar a animales a hacer algunas cosas extraordinarias. Una vez utilicé el modelado en una de mis hijas. Tenía tres o cuatro años y tenía miedo de tirarse por un tobogán en particular. De manera que la cargué, la puse en el extremo inferior del tobogán y le pregunté si podía saltar al suelo. Por supuesto lo hizo y me mostré muy orgulloso. Luego la
cargué de nuevo y la situé un pie más arriba; le pregunté si estaba bien y le dije que se impulsara y se dejara caer y luego saltara. Hasta aquí todo bien. Repetí este acto una y otra vez, cada vez más alto en el tobogán, no sin cierto miedo cuando me apartaba de ella. Eventualmente, pudo tirarse desde la parte más alta y saltar al final. Desdichadamente, todavía no podía subir por las escaleritas hasta arriba, de manera que fui un padre muy ocupado durante un tiempo. Este es el mismo método que se utiliza en la terapia llamada desensibilización sistemática, inventada por otro conductista llamado Joseph Wolpe. Una persona con una fobia 2 (por ejemplo a las arañas) se le pedirá que se sitúe en diez escenarios con arañas y grados de pánico diferentes. El primero será un escenario muy suave (como ver a una araña pequeña a lo lejos a través de una ventana). El segundo será un poquito más amenazador y así sucesivamente hasta que el número diez presentará algo extremadamente terrorífico (por ejemplo, ¡una tarántula corriéndote por la cara mientras conduces tu coche a doscientos kilómetros por hora! El terapeuta luego le enseñará cómo relajar sus músculos, lo cual es incompatible con la ansiedad). Después de practicar esto por unos pocos días, vuelves al terapeuta y ambos viajan a través de los escenarios uno a uno, asegurándose de que estás relajado, volviendo atrás si es necesario, hasta que finalmente puedas imaginar la tarántula sin sentir tensión. Más allá de estos sencillos ejemplos, el modelado también se ocupa de comportamientos más complejos. Por ejemplo, uno no se vuelve un cirujano cerebral por solo adentrarse en un quirófano, cortar la cabeza de alguien, extirpar exitosamente un tumor y ser remunerado con una buena cantidad de dinero. Más bien, estás moldeado sensiblemente por tu ambiente para disfrutar ciertas cosas; ir bien en la escuela; tomar algunas clases de biología; quizás ver alguna película de médicos; hacer una visita al hospital; entrar en la escuela de medicina; ser animado por alguien para que escojas la neurocirugía como especialidad y demás.
1.6 ESTÍMULO
AVERSIVO Un estímulo aversivo es lo opuesto al estímulo reforzador, algo que experimentamos como displacentero o doloroso. Un comportamiento seguido de un estímulo adverso resulta en una probabilidad decreciente de la ocurrencia de ese comportamiento en el futuro.
Esta definición describe además del estímulo adverso, una forma de condicionamiento conocida como castigo. Si le pegamos a la rata por hacer x, hará menos veces x. Si le doy un cachete a José por tirar sus juguetes, los tirará cada vez menos (quizás). Por otro lado, si removemos un estímulo adverso establecido antes de que la rata o José realicen un determinado comportamiento, estamos haciendo un refuerzo negativo. Si cortamos la electricidad mientras la rata se mantiene en pie sobre sus patas traseras, durará más tiempo de pie. Podríamos decir que “sienta tan bien” cuando el estímulo adverso cesa, que ¡esto sirve como refuerzo! Un comportamiento seguido del cese del estímulo adverso resulta en una probabilidad incrementada de que ese comportamiento ocurra en el futuro. Nótese lo difícil que puede llegar a ser diferenciar algunas formas de refuerzos negativos de los positivos. Si te hago pasar hambre y te doy comida cuando haces lo que yo quiero, ¿es esta actuación positiva; es decir un refuerzo?; ¿o es la detención de lo negativo, es decir del estímulo adverso de sentir hambre?
1.7 EL CONDUCTISMO
EN LA PSICOTERAPIA: Si bien desde principios del siglo XX, comenzaron a aparecer trabajos sobre la aplicación de los principios del aprendizaje en el tratamiento de ciertos trastornos; estas publicaciones tuvieron escasa difusión y efecto sobre las corrientes de la psiquiatría y la psicología clínica. Fue recién en los años 60 cuando la terapia de la conducta surgió como un enfoque sistemático y amplio para el abordaje de diversos trastornos. Hubo tres grandes líneas de trabajo, una fue la inglesa, otra la norteamericana, y la otra la sudafricana. J. Wolpe y sus discípulos en Sudáfrica, tomando como base las técnicas pavlovianas, para producir y eliminar neurosis en gatos, desarrollaron la técnica de desensibilización sistemática (técnica básica para el tratamiento de muchos trastornos de ansiedad). En Londres Eysenck y Shapiro, comienzan a destacar la importancia que tiene realizar investigaciones empíricas para la comprensión y tratamiento de un paciente individual, utilizando la teoría moderna del aprendizaje. Se
concentraban en el estudio y tratamiento de pacientes adultos neuróticos, y tomaron en cuenta principalmente las ideas de Pavlov, Watson y Hull. En EE.UU., B. Skinner, junto a sus discípulos comenzaron a aplicar el condicionamiento operante, el cual fue desarrollado en laboratorios de condicionamiento animal, y fue utilizado con personas a nivel clínico con buenos resultados. La principal diferencia entre el grupo norteamericano y el británico, fue que el primero trabajó fundamentalmente con pacientes internados con problemas graves y patologías crónicas; en cambio el grupo británico trabajó principalmente con pacientes con patologías menos severas y en la mayoría de los casos con pacientes ambulatorios. Actualmente las aplicaciones de la terapia de conducta abarcan casi la totalidad de los trastornos mentales y muchos otros problemas de conducta o de relación. Entre ellos podemos mencionar los trastornos de la 6 alimentación, los trastornos de ansiedad, en particular las fobias específicas, los trastornos o disfunciones sexuales, etc.
1.8 MODIFICACIÓN
DE CONDUCTA La modificación de conducta (usualmente conocida en inglés como mod-b) es la técnica terapéutica basada en el trabajo de Skinner. Es muy directa: extinguir un comportamiento indeseable (a partir de remover el refuerzo) y sustituirlo por un comportamiento deseable (vinculado a otro tipo de refuerzo). Ha sido utilizada en toda clase de problemas psicológicos (adicciones, neurosis, timidez, autismo e incluso esquizofrenia) y es particularmente útil en niños. Hay ejemplos de psicóticos crónicos que no se han comunicado con otros durante años y han sido condicionados a comportarse de manera bastante normal, como comer con tenedor y cuchillo, vestirse por sí mismos, responsabilizarse de su propia higiene personal y demás. Hay una variante de mod-b llamada economía simbólica, la cual es utilizada con gran frecuencia en instituciones como hospitales psiquiátricos, hogares juveniles y prisiones. En éstas se hacen explícitas ciertas reglas que hay que respetar; si lo son, los sujetos son premiados con fichas o monedas especiales que son cambiables por tardes libres fuera de la institución, películas, caramelos, cigarrillos y demás. Si el comportamiento empobrece,
se retiran estas fichas. Esta técnica ha demostrado ser especialmente útil para mantener el orden en estas difíciles instituciones.