El proceso de armonización armonización El proceso de armonización contable está compuesto por varios pasos. Con la reforma de 1989 (adaptación a las directivas de la Unión Europea) se modificó el Código de Comercio y la Ley de Sociedades Anónimas, dando pie a la aprobación de otras leyes importantes en el ámbito mercantil. Sin embargo, el cambio más remarcable se dio cuando debido a la globalización de los mercados de capitales se creo el proceso de reforma contable iniciado para conseguir que la información elaborada por las sociedades en a Unión Europea se rija por un único cuerpo normativo. Estas normas contables responden al nombre de NIC o NIIF y fueron elaborados por la organización privada IASB (International Accounting Standars Board o Junta de Normas Internacionales de Contabilidad). En el contexto de la Unión Europea, estas normas eran de carácter obligatorio para elaborar las cuentas anuales consolidadas de las compañías cotizadas, pero España decidió reformar el ordenamiento contable y mediante recomendaciones recogidas en el Libro Blanco, extendió esta normativa más allá de la anteriormente comentada obligatoriedad mediante el nuevo Plan General de Contabilidad que entró en vigor el 1 de enero de 2008. Como se ha comentado antes, el IASB es un organismo privado que mediante la elaboración de las NIC ha conseguido emitir una determinada legislación con sus propios criterios. Aunque las personas que ven con buenos ojos este proceso de armonización contable insisten en la imparcialidad de esta junta, hay ciertos criterios de valoración contables descritos en estas normas que pueden plantearnos dudas sobre los pr incipales beneficiarios de los cambios legislativos impuestos.
Coste Histórico frente a Valor Razonable Antes de nada, empezaremos definiendo el coste histórico y el valor razonable. Coste histórico: Se entiende por costo histórico de los activos, su costo de adquisición adicionado con los valores que le son incorporados durante su vida. El costo histórico de un activo surge inicialmente de su valor de compra. A este valor se le adicionan todas las erogaciones que fueron necesarias para colocarlo en condiciones de funcionar o de generar renta. Entre los valores y conceptos que entran a formar parte del costo histórico de los activos, se tienen los gastos de legalización, los gastos en que se haya incurrido para transportar el activo hasta su lugar definitivo, los impuestos y tasas que se hayan pagado, las adiciones, reparaciones y mejoras que se le hayan realizado, intereses o gastos de financiación, la diferencia en cambio en caso de los activos adquiridos con créditos en moneda extranjera, etc.
Valor Razonable: La NIC 39 define el valor razonable como la cantidad por la que puede ser intercambiado un activo entre un comprador y un vendedor debidamente informados, o puede ser cancelada una obligación entre un deudor y un acreedor con suficiente información, que realizan una transacción libre. Es decir: el valor de mercado o en su defecto una estimación del mismo. La introducción del valor razonable o justo valor como nuevo criterio de valoración ha traído consigo numerosos cambios a la hora de valorar elementos tales como acciones… lo cual ha hecho que el principio de prudencia quede relegado a un segundo plano . El modelo de contabilidad tradicional tenía como objetivo garantizar el cobro de los acreedores, haciendo hincapié en el principio de prudencia, en cambio, el nuevo modelo de contabilidad tiene como objetivo proporcionar información a los inversores. Debido al carácter de defensa de intereses de los acreedores, el coste histórico era el criterio de valoración, ya que solo eran revisables a la baja. En cambio, el valor razonable o justo (una afirmación bastante desafortunada) es revisable tanto al alza como a la baja lo cual hace que el nuevo modelo tenga una menor objetividad y mayor volatilidad, ya que los elementos se valoran al precio del mercado que tengan dichos bienes en ese momento. Esto hace que muchas empresas presenten grandes plusvalías y repartan dividendos, que luego al tiempo se pueden convertir en grandes pérdidas difíciles de subsanar. Lo cual podemos llegar a la conclusión de que el objetivo principal es obtener beneficios a corto plazo, sin tener en consideración lo que puede ocurrir a posteriori. Uno de los principales cambios debido al cambio de criterios es también el referido al trato que reciben los beneficios. En el modelo antiguo, los beneficios solo se contabilizaban cuándo se obtenían, y las pérdidas cuándo eran previsibles, hoy en día los beneficios y pérdidas reciben el mismo trato, lo cual hace que las empresas se aprovechen
para reflejar una situación mejor de la real. Para terminar este epígrafe nos gustaría acabar comentando que el cambio de criterios ha sido uno de los causantes de la crisis actual.
Ejemplo del Fondo de comercio o Goodwill
El Fondo de comercio surge, solamente, de la compraventa de una empresa, cuyo valor potencial cobra el vendedor de una empresa al comprador, dentro de ese valor potencial se incluye la cartera de clientes, la eficiencia, la organización, el prestigio, etc,…Dicho valor no puede valorarse físicamente por
eso el vendedor de la empresa obtiene una rentabilidad superior de la que compone su patrimonio neto, el fondo de comercio recoge este sobrevalor por encima de los elementos que la forman y que en caso de venta hace que se pague por la misma más de los que valen sus elementos en sí. Hoy en día el Fondo de comercia no se amortiza ya que no se genera una perdida irreversible de valor, aunque en su lugar las unidades generadoras de efectivo, a las que se haya asignado el fondo de comercio, se someterán anualmente a la comprobación por deterioro de valor y procediendo, en su caso, al registro de la corrección valorativa. Al comienzo de esta disciplina como es la contabilidad el Goodwill o Fondo de comercio si se amortizaba primero se empezó amortizando en 5 años, después en 10, seguidamente en 20 años hasta que por último hasta hoy en día se dejo de amortizar, es decir, desapareció la barrera convergente del Fondo de comercio.