Abraham a Moles-La Ciencia de Lo Impreciso

La ciencia de lo impreciso. Abraham Abraham A Moles. Presentación. Las experiencias de la vida diaria parecen confirmarnos que la proporción de lo que llamamos “exacto” es insignificante. De hecho para resolver nuestros peque!os "o grandes# problemas cotidianos no apelamos a las ciencias exactas porque abrumadoramente lo vago lo incierto lo blando lo confuso supera a lo preciso$ adem%s medir toma su tiempo & tiempo es lo que no tenemos.  'o obstante la lucha lucha empecinada empecinada de (ccidente (ccidente por conquistar la exactitud exactitud "sacrali)ada "sacrali)ada mediante el ritual de la medida & ennoblecida con el ropa*e de las matem%ticas# nos condu*o +  en palabras del autor, al “v-rtigo de la precisión” a “confundir la medida de la cosa creer que  basta con medir medir para dominar dominar con conocer para para hacer hacer con explicar para comprender.” comprender.” Por ello “pasamos de una constatación la precisión es buena/ a una ideolog0a1 sólo lo preciso es  bueno/. Aqu0 la imprecisión imprecisión se percibe como el el mal como el error error como la negación negación  provisional de lo bueno bueno de lo *usto *usto de lo exacto. As0 pareciera que la idea de lo preciso se encuentra m%s en nuestra mente que dentro de la naturale)a de las cosas. 2e dir0a que se trata de una apuesta cultural de una creencia de un constructo que nos permite interpretar al mundo darle un sentido & una dirección hacerlo coherente inteligible & cre0ble. 2in embargo embargo durante alg3n tiempo la ciencia occidental  prefirió aliarse a un estilo estilo de pensamiento pensamiento que hu&ó de de lo vago "de lo blando# blando# para refugiarse refugiarse en el espe*ismo de lo exacto "de lo duro#. 4ntre otras muchas cosas esta lógica de lo impreciso se apo&a para lograr sus propósitos en los principios de la 5estalt en la esquemati)ación del pensamiento "“pensar es esquemati)ar”# esquemati)ar”# en la prioridad de lo ordinal "el rango# sobre lo cardinal "la cifra# “en la universalidad de la idea antes que la exactitud de la cifra” en la evidencia v0vida... es decir se apo&a en todos aquellos procesos caracter0sticos de la ciencia de la construcción cu&a verdadera metodolog0a queda todav0a por definirse pero afirma su voluntad de respetarlo vago como elemento esencial de las formas mentales. Al exponer lo arriba mencionado plantea con vigor sus puntos de vista sobre el tema1 el conocimiento de lo vago & revisa el estatuto as0 como las diferencias de enfoque entre la epistemolog0a de lo preciso & la de lo impreciso. Para nosotros las partes blandas "o sub*etivas# del dise!o son aquellas que no se han podido reducir tradicionalmente a escalas “lineales “cuantificables” u “ob*etivas”. Los aspectos creativos est-ticos & psicológicos por e*emplo configuran el territorio borroso vago impreciso “humanista” del dise!o. Al hablar del universo de las partes blandas del dise!o podr0amos decir Parafraseando a Moles que pasamos de una constatación “no encontramos sus le&es” a una ideolog0a “las le&es no existen”. 4sto ha ocurrido en otras ocasiones1 antes de la extraordinaria aportación de los hombres universales del 6enacimiento el espacio se percib0a de una manera peculiar despu-s de ellos la perspectiva renacentista encontró le&es que ordenaron a su manera las relaciones espaciales. espaciales. 4ste texto es un intento de ordenamiento de las diferentes teor0as de las ciencias sociales frente a los preceptos de las ciencias duras. 2e podr0a decir que el autor llama “lo impreciso” a las diferentes corrientes de las ciencias sociales cu&os tópicos no est%n al alcance de la medición exacta como si lo reali)an r eali)an las ciencias duras. De hecho el pensamiento cient0fico “exacto” no ocupa m%s que una peque!a proporción del tiempo del que disponemos los hombres "2oro7in# & lo que buscamos durante nuestra vida es

aprehender de una manera un poco menos arbitraria que antes esas cosas vagas que nos rodean. 4sto es qui)% lo que llamamos “ser racional”1 un proceso & no un estado. La forma existe antes que sus variaciones & las trasciende esto es lo que nos ensa!a la 5estalt. "termino en alem%s que significa “forma” & dio nombre a una escuela de la  percepción de principios del siglo 88. 2u lema principal era que el todo era ma&or a la suma de las partes & por lo tanto instauraron una serie de le&es perceptivas#. As0 pues esas formas que ingresan en nuestra conciencia deben ser ob*etos de ciencia tal como lo son las longitudes & las corrientes el-ctricas. 2i se las nombra se les debe poder clasificar dominar enunciar & tal ve) encontrar sus le&es. 9Por qu- lo intentamos tan poco: 9Porqu- nos contentamos con el ensa&o & el error con las ideas establecidas con el impulso instant%neo o la intuición cuando tenemos que tratar esas magnitudes imprecisas1 el amor de nuestra amante la dure)a del inspector fiscal la seducción del argumento publicitario la sabidur0a del *efe la calidad de la vida la fragilidad de lo social: 94s porque nadie las ha estudiado: Aunque no siempre es as0 9Por qu- todav0a no lo hacemos: La categor0a de los fenómenos imprecisos no tiene o casi no tiene ni “ciencia” ni m-todos que le sean propios. 9;arecer% de reglas este campo:
Atendiendo a las causas de su imprecisión podemos agrupar los fenómenos vagos en tres grandes tipos1 =. 4xisten fenómenos vagos debido a que por un lado el error que se puede generar al determinarlos es grande o mu& grande & por el otro el fenómeno como forma tiene contornos vagos o variables que cambian de una circunstancia a otra. >. ?n gran n3mero de fenómenos nos siguen pareciendo vagos porque disponemos de t-cnicas de medición adecuadas. @. inalmente diremos que existen fenómenos “vagos por esencia” es decir aquellos cu&os conceptos "que sirven para enunciarlos# son vagos en s0 mismos tal ve) inadecuados pero son los 3nicos de que disponemos.  'uestra tesis partir% de la afirmación de que es necesario estudiarlos sirvi-ndonos de lo que tenemos sin pretender esfor)arnos por llevarlos a una precisión tal que destru&a su sentido desarrollando las relaciones que existen entre ellos de manera rigurosa es decir conforme a las le&es de la ra)ón. La ciencia acabada +la que llamamos el muro de los libros, se refiere a una “ciencia universal” cu&a memoria es perfecta cu&o campo de conciencia es infinito & que siempre es capa) de reproducir de nuevo lo que se hi)o antes es decir de rehacer el camino &a tra)ado de retomar el c%lculo &a hecho sin errores & sin fatiga. 2us ob*etos est%n cerrados a su definición.

4l sistema de pensamiento de la ciencia en construcción es completamente diferente1 como lo dec0amos arriba se trata de investigación & el descubrimiento cient0ficos del errar de una inteligencia particular dentro de un campo de los posibles provisto de una multitud de  paredes muros & corredores. 4l individuo se constru&e a cada instante un paisa*e de acción intelectual1 lo que puede hacer & lo que quiere hacer los recursos de que dispone & los que pone al margen de ese campo de visión. De ve) en cuando ese campo de visión se ampl0a s3bitamente como sucede al pasar  por la desembocadura de una calle & entrar a una vasta perspectiva o a una pla)a$ ha& una especie de iluminación que aumente s3bitamente la magnitud del campo de los posibles. 4sta iluminación es breve pero puede renovarse. Por racionales que pudieran parecer sus bases en el origen de toda ciencia existe un per0odo de lucha contra los elementos aleatorios donde las virtudes de la ra)ón son apenas un apo&o d-bil. 4l estilo mismo del traba*o de investigación se transforma toma aspectos de rituales maneras de hacer inclusive estilos encarnatorios que le hacen parecerse a una religión d-bil  pero operante. 4n el plano conceptual dos herramientas fueron esenciales1 por una parte el c%lculo de  probabilidades que toma rigurosamente en cuenta tanto las repeticiones como la emergencia de la estabilidad estad0stica a trav-s de la variaciones de los componentes & por otra la teor0a de la 5estalt producto puro del pensamiento dial-ctico alem%n que afirma que “el todo es diferente a la suma de las partes e independiente de la naturale)a de las mismas” & que es entonces susceptible de ser sometido a *uicio por los tribunales del conocimiento. . (b*etos móviles trenes vacas piedras que caen fenómenos din%micos de la naturale)a que no tienen ninguna reacción ning3n cambio debidos a la presencia del observador. @. (b*etos que reaccionan ante la presencia del observador seg3n reglas previsibles cognoscibles aun si son dif0ciles de aplicar. . 4n fin los ob*etos humanos tema privilegiado de las ciencias humanas *unto con los fenómenos que manifiestan o crean. 2on los que interesan tanto al etnólogo o al antropólogo como al foto,periodista al esp0a o al polic0a quienes persiguen ob*etivos m%s t-cnicos. 4n resumen existe una serie de situaciones que de hecho quedan fuera del alcance de la imagen aut-ntica del documento "cristali)ación de lo real#.

Ea&amos m%s le*os1 la fotograf0a herramienta de observación cient0fica es particularmente 3til en las ciencias de lo vago & de lo impreciso en las que se trata de captar el momento el instante pertinente$ ese “momento m%gico” en el cual los elementos todos de una situación est%n presentes en forma simultanea. Anta!o la fotograf0a era un asunto de lu)1 “sin lu) no ha& imagen”. Desde ahora la visuali)ación tem%tica basada pro e*emplo en principios cercanos a los del microscopio de  barrido electrónico es esencialmente1 =. La selección de un punto de propiedad f0sica. >. La exploración punto por punto. @. 4l almacenamiento de esos puntos o pixels en una memoria de computadora. . La reconstrucción de una “imagen”. 4l ruido es el telón de fondo del universo de las formas cualesquiera que estas pudieran ser. 4n general se pueden dar dos tipos de definiciones del ruido1 La primera filosóficamente m%s satisfactoria dir% que “el ruido es un sonido que no se quiere escuchar”. Bal definición se puede generali)ar con facilidad & entonces se puede por e*emplo decir. 4s una forma superpuesta a lo que queremos ver "ruido par%sito# es una se!al indeseable que se introduce en la transmisión de nuestros mensa*es. La segunda definición es de orden morfológico$ se refiere a la variedad & a lo imprevisible de los componentes de una se!al dada en relación con lo previsible de las formas que se buscan. 4ste cap0tulo ha puesto en evidencia lo que podemos leg0timamente llamar “epistemolog0a de lo impreciso” en el sentido etimológico de un logos de un discurso articulado acerca de lo que la vie*a filosof0a llamó verdad "episteme# t-rmino que la lógica moderna no acepta asimilar a la simple idea de “valor de verdad” de una proposición”. 4l pragm%tico dir0a que se trata del car%cter de utilidad de una proposición. Por esta ra)ón es claro que debe existir una epistemolog0a de lo impreciso tanto como de lo preciso. La tesis que sostenemos aqu0 consiste en que ambas son medianamente diferentes en su contenido en su actitud & en las reglas enunciadas. La imagen reconstruida es lo que se llama un modelo & el grupo de reglas que permiten combinar los elementos se llama código o estructura. La eficacia de la modeli)ación se aprecia desde el momento que mediante esas combinaciones puede reproducir el m%ximo de 0tems observados utili)ando para ello el m0nimo de tipos de %tomos & de reglas de codificación o estructura. 4l m-todo estructural no es otra cosa que la penetración del pensamiento atómico en todas las ciencias donde todav0a no estaba presente. Lo que se llama “m-todo estructural” no es otra cosa que un querer discernir en todo el “espect%culo del mundo” en todo el fenómeno comple*o de este espect%culo en toda apariencia observable & constante un con*unto de elementos simples esquemati)ados cu&a diversidad fue reducida al m0nimo compatible con una representación correcta de la realidad tal como es percibida por el observador & a la escala seleccionada por -l +o a la que fue impuesta por las circunstancias,. Las ciencias de lo exacto han de*ado a otros el cuidado de tratar “el resto” del campo epistemológico. Las ciencias sociales llegadas recientemente ten0an por ob*eto lo borroso lo cualitativo las correlaciones d-biles las formas m%s que las cifras & han desde entonces afrontar las caracter0sticas de su “verdad”. 'os proponen pues un nuevo racionalismo del cual este libro ha intentado delimitar algunos elementos.