Índice de Materias
Resumen Summary 1.
Introducción
1
2.
Revisión bibliográfica
3
2.1
Requerimientos hídricos de las plantas
3
2.2
Necesidades hídricas del chirimoyo
4
2.3
Antecedentes del riego deficitario controlado
6
2.4
Respuesta del chirimoyo a un estrés hídrico
7
3.
Materiales y métodos
9
3.1
Ubicación
9
3.1.1
Agroclima
9
3.1.2
Características de suelo
9
3.2
Antecedentes técnicos
10
3.2.1
Material vegetal
10
3.2.2
Podas de formación y producción
10
3.2.3
Aplicación de compost
10
3.2.4
Polinización manual
11
3.2.5
Programación del riego
11
3.3
Tratamientos de riego
13
3.4
Variables cuantificadas
13
3.4.1
Estado hídrico del suelo
13
3.4.2
Crecimiento en longitud de brotes seleccionados
14
3.4.3
Crecimiento en altura, diámetro y volumen de la canopia 14
3.4.4
Calidad de frutos
3.5 4.
Diseño experimental
15 15
Resultados y discusión
16
4.1
Necesidades de riego y aporte hídrico
16
4.2
Potencial mátrico del suelo
19
4.3
Crecimiento de brotes
22
4.4
Crecimiento de la canopia
27
4.5
Crecimiento del fruto
30
4.6
Sólidos solubles y acidez de frutos
36
4.7
Peso de frutos
37
5.
Conclusiones
40
6.
Literatura citada
41
Anexos
45
3.3
Tratamientos de riego
13
3.4
Variables cuantificadas
13
3.4.1
Estado hídrico del suelo
13
3.4.2
Crecimiento en longitud de brotes seleccionados
14
3.4.3
Crecimiento en altura, diámetro y volumen de la canopia 14
3.4.4
Calidad de frutos
3.5 4.
Diseño experimental
15 15
Resultados y discusión
16
4.1
Necesidades de riego y aporte hídrico
16
4.2
Potencial mátrico del suelo
19
4.3
Crecimiento de brotes
22
4.4
Crecimiento de la canopia
27
4.5
Crecimiento del fruto
30
4.6
Sólidos solubles y acidez de frutos
36
4.7
Peso de frutos
37
5.
Conclusiones
40
6.
Literatura citada
41
Anexos
45
Resumen
El chirimoyo ( Annona Annona cherimola Mill.) es una especie frutal cuyo cultivo ha evolucionado a marcos de plantación cada vez más densos, aún cuando la fisiología del crecimiento vegetativo se manifiesta con desarrollos exuberantes, generando bajas en la producción por falta de luz. En este escenario, es de vital importancia la implementación de nuevos manejos agronómicos que permitan ser eficientes en términos de productividad. Para ello, en el manejo del riego se considera el riego deficitario controlado (RDC) como una técnica optativa para manejar el crecimiento y tamaño final de los árboles, procurando no provocar pérdidas en la productividad. De esta forma, se realizó un ensayo cuyo objetivo es aproximarse a los niveles óptimos de riego para evitar un excesivo crecimiento vegetativo sin afectar la calidad de la fruta obtenida a cosecha. Los tratamientos se diferenciaron por la reposición de distintos niveles de ET c, donde T0 equivale al 100% de la reposición de ET c, T1 a la reposición del 75% de la ETc , T 2 a la reposición del 50% de la ET c y T 3 a la reposición del 120% de la ET c. Estos tratamientos fueron aplicados sobre plantas de cinco años de edad, a las cuales se les midió el crecimiento de brotes, la altura y el volumen de la canopia, el tamaño, peso final, sólidos solubles y la acidez de los frutos. Las respuestas del crecimiento de los brotes, crecimiento en altura y volumen de la canopia fueron significativas (p<0,01) y dependientes del nivel de reposición de ET c (R2 = 0,9951, R 2 = 0,9926 y R2 = 0,9080 respectivamente), sin embargo, la respuesta del diámetro de la canopia a distintos niveles de reposición de ET c no fue significativa (p>0,05). El tamaño y peso final de los frutos también mostraron una respuesta significativa (p<0,01), afectando negativamente el crecimiento y el peso cuando se repone el 50% de la ET c y promoviendo el crecimiento y el peso cuando se repone el 120% de la ET c. Los sólidos solubles y la acidez no manifestaron una respuesta significativa (p>0,05) a la reposición de distintos niveles de ET c.
Summary Cherimoya tree ( Annona cherimola Mill.) is a species whose culture has evolved with increasingly denser planting distances, even though the physiology of the vegetative growth is pronounced with uncontrolled developments, generating drops in the production by the lack of light. In this scenario, the implementation of new agronomics practices that allow efficiency regarding productivity is essentially important. To achieve this, regulated deficit irrigation (RDI) is considered an optional technique in the irrigation management to control the growth and final size of trees, avoiding the generation of losses in productivity. In this way, a trial was conducted mainly for approaching the optimal irrigation levels to avoid an excessive vegetative growth without affecting the quality of the fruit obtained at harvest. The treatments were different regarding the recovery of different levels of ET c where the T0 is equivalent to the 100% of the recovery of ET c, T 1 to the recovery of 75% of the ETc, T2 to the recovery of 50% of ETc and T 3 to the recovery of the 120% of ET c. These treatments were applied on 5-yr-old plants, where their growth of buds, height and volume of the canopy, size, final weight, soluble solids and the acidity of the fruits were measured. The response of growth of the buds, height and the volume of canopy were significant (p<0.01) and dependant on the level of ET c recovery (R2 = 0.9951, R 2 = 0.9926 and R 2 = 0.9080 respectively); however, the response of the diameter of canopy to different levels of ET c recovery was not significant (p>0.05). The size and final weight of the fruits also showed a significant response (p<0.01), affecting negatively the growth and weight when 50% of the ET c is recovered, and prompting the growth and the weight when the 120% of the ET c is recovered. The soluble solids and the acidity did not show a significant answer (p>0.05) to the recovery of different levels from ETc.
1. Introducción
En la actualidad la fruticultura manifiesta una tendencia a marcos de plantación que apuntan a una alta densidad de plantas, lo cual permite entre otros, recuperar a corto plazo la inversión y mejorar la rentabilidad con producciones en alto volumen. Tal es el caso del chirimoyo ( Annona cherimola Mill.), el cual se marcó por el cambio en las distancias de plantación considerando en un inicio 10x10 m y 6x3 m, y en la actualidad 4x1 m y 4x2 m (Sociedad Nacional de Agricultura, 1999). Esta especie, desde el punto de vista fisiológico, presenta un desarrollo vegetativo exuberante apreciándose altas tasas de crecimiento si las condiciones climáticas le son favorables en el período de desarrollo vegetativo, observándose además, un predominio fuerte de la dominancia apical (Ovalle, 1999). Bajo esta perspectiva, surge la necesidad de idear una estrategia que incluya manejos agronómicos que apunten a controlar el desarrollo vegetativo y obtener altos rendimientos, haciendo que manejos como la nutrición y el riego, por ejemplo, sean de especial planificación y control. La tendencia en el manejo del riego en fruticultura es considerar la técnica del riego deficitario controlado (RDC) como alternativa para conseguir importantes ahorros de agua, determinar los requerimientos de riego de los frutales y, a la vez, limitar el crecimiento vegetativo a favor de los fenómenos relacionados con la reproducción. Como resultado de lo anterior, se podría obtener árboles más pequeños y de mayor productividad, lo que actualmente es una tendencia mundial en la producción frutícola (Saavedra, 2000).
En el presente estudio, se evalúa el efecto de la aplicación de distintas láminas de riego posterior al período de floración y cuaja de frutos, sobre parámetros de crecimiento vegetativo y calidad de la fruta obtenida a cosecha. Para llevar a cabo esta investigación en chirimoyo, se plantea la siguiente hipótesis: la aplicación de distintos niveles de riego en la etapa de la floración y cuaja hasta la madurez de cosecha de los frutos, afectan el crecimiento vegetativo y la calidad de la fruta obtenida a cosecha. El objetivo general del presente trabajo es una aproximación a la definición de los niveles óptimos de riego bajo las condiciones de cultivo para controlar el crecimiento vegetativo en huertos de alta densidad, sin afectar en forma significativa la calidad de la fruta obtenida a cosecha. Los objetivos específicos del presente trabajo son: -
Evaluación del crecimiento de brotes en respuesta a cuatro niveles de riego.
-
Evaluación del crecimiento de la canopia en respuesta a cuatro niveles de riego.
-
Evaluación del crecimiento de frutos en respuesta a cuatro niveles de riego.
-
Evaluación de los sólidos solubles, acidez y peso de los frutos en respuesta a cuatro niveles de riego.
3. Revisión bibliográfica
3.1
Requerimientos hídricos de las plantas
El agua es el principal componente de las plantas, cumple múltiples funciones que son vitales para su desarrollo, tales como la disolución de sustancias, sirve como medio de transporte, participa activamente en reacciones químicas y es responsable de la turgencia de las células, que dan rigidez a la planta (Martín de Santa Olalla y Valero, 1993). La disponibilidad de agua es uno de los factores que más estrecha y directamente condicionan el crecimiento y desarrollo, la productividad y la calidad de la producción de las plantas cultivadas (Salgado, 1990). Gardiazabal y Rosenberg (1993) señalan que una opción muy simple utilizada para programar el riego en chirimoyo es el registro diario de evaporación de bandeja Clase A. Al respecto Salgado (2001) dice que de todos los métodos para estimar la evapotranspiración potencial (ETo), el evaporímetro de bandeja Clase A USWB es el más utilizado, ya que permite medir los efectos ponderados de las variables que influyen para determinar la evapotranspiración, como humedad relativa, viento, radiación y temperatura de un modo integrado. Para estimar la ET o se aplica un
coeficiente de bandeja (Kb) determinado empíricamente, que refleja los efectos de las condiciones de instalación sobre ET o. Doorembos y Pruitt (1986) relacionan la ET o y el Kb de la siguiente manera: ET 0
=
E b * K b
(mm/día)
Donde Eb corresponde a la evapotranspiración de bandeja medida como promedio diario del período considerado y K b al coeficiente de bandeja, el cual es estimado en función del viento, humedad relativa, distancia a barlovento de la cubierta verde y de las condiciones de instalación. El valor real de la evapotranspiración del cultivo (ET c) se estima de acuerdo a la ETo, la cual corregida por un coeficiente de cultivo (K c), se relacionan en la siguiente expresión: ET c
=
ET 0 * K c
(mm/día)
Según Doorembos y Pruitt (1986), los valores de K c se obtienen en forma experimental y resumen el comportamiento de los cultivos en el sistema sueloplanta-atmósfera, integrando factores tales como las características propias del cultivo, condiciones climáticas predominantes y frecuencia de riegos y lluvias. 3.2
Necesidades hídricas del chirimoyo
Según Sweet (1990) las necesidades hídricas anuales del chirimoyo son iguales a los de una hectárea de paltos de la misma edad; sin embargo, las necesidades mensuales de humedad son distintas entre ambas especies, debido a las diferencias en el ciclo fenológico.
Al respecto, Gardiazabal y Rosenberg (1993) dicen que las necesidades mensuales de agua de los chirimoyos son algo diferentes a las de otras especies, ya que en Chile esta especie tiene un comportamiento muy particular desfoliándose casi totalmente en aquellos meses en que los demás frutales están en plena actividad y desarrollo, es decir entre septiembre y diciembre. En esa época del año el chirimoyo tiene una bajísima tasa de evapotranspiración; lo anterior trae como consecuencia una fuerte disminución en sus requerimientos de agua, y por ende, debe limitarse los riegos, disminuyendo su frecuencia. Los meses de mayor consumo para un huerto adulto son diciembre, enero y febrero (Gardiazabal y Rosenberg, 1993), período en el cual esta especie se encuentra con la máxima tasa de crecimiento vegetativo, floración, inicio de cuaja y desarrollo radicular (Sazo, 1991). Según lo anterior, Lahav y Kalmar (1983) señalan que el riego es fundamental a partir de primavera, ya que la presencia de estructuras como flores y frutos cuajados provocan que la transpiración exceda a la absorción de agua y su traslocación en la planta durante el día. El desbalance parcial de agua puede afectar negativamente la productividad y calidad final de los frutos. CUADRO 1: Valores de coeficientes de cultivo (K c) para chirimoyos sugeridos para la zona de Quillota (Gardiazabal y Rosenberg, 1993). Mes Kc Mes Kc Enero 0,3 – 0,35 Julio 0,6 Febrero 0,35 – 0,4 Agosto 0,6 – 0,7 Marzo 0,45 – 0,5 Septiembre 0,7 – 0,8 Abril 0,6 Octubre 0,2 Mayo 0,6 Noviembre 0,2 Junio 0,6 Diciembre 0,2 Gardiazabal y Rosenberg (1993) recomiendan para plantas adultas valores de K c que fluctúan entre 0,2 y 0,8 en el transcurso del año (Cuadro 1), y para plantas de tres años, Molina (2004) obtuvo una aproximación a los valores de K c (Cuadro 2),
estimando la ETo con una estación meteorológica automática y la Evapotraspiración del Cultivo (ETc) por medio del balance hídrico. CUADRO 2: Valores de coeficientes de cultivo (K c) estimados para chirimoyos de tres años de edad (Molina, 2004). Mes Kc Mes Kc Enero 0,2 Julio Febrero 0,3 Agosto 0,4 Marzo 0,4 Septiembre 0,5 Abril 0,4 Octubre 0,1 Mayo 0,4 Noviembre 0,1* Junio Diciembre 0,2* (*) Datos obtenidos con evaporación de bandeja
Gardiazabal y Rosenberg (1993) indican que para árboles jóvenes establecidos en la zona de Quillota, las necesidades hídricas serían alrededor de 4.500 m 3/ha/año manteniendo los mismos meses de mayor consumo que un huerto adulto. 3.3
Antecedentes del riego deficitario controlado (RDC)
Respecto de la disponibilidad de agua, la situación agroclimática de las precipitaciones es en extremo grave a lo largo de todo el territorio nacional y muy especialmente en la región central del país, en la cual se centra la mayoría de las plantaciones de huertos frutales. Nuestra industria frutícola se ha desarrollado bajo la premisa que la disponibilidad de agua para riego no es un factor limitante en la productividad y calidad de la fruta y por esta causa, cuando se enfrenta años de sequía, los efectos sobre la producción frutícola nacional suelen ser muy incidentes en los resultados económicos de una temporada de producción, y muchas veces, estos efectos se prolongan por dos o mas temporadas, una vez que las condiciones de sequía desaparecen (Gurovic, 1999).
La idea de establecer una estrategia de riego conocida como riego deficitario controlado (RDC), la cual se define como el aporte incompleto de la lámina de agua consumida por la plantación en algunas fases del ciclo anual de la especie, sin provocar daño en la productividad (Gurovic, 1999; Ruiz-Sánchez y Girona, 1995), ha motivado muchos trabajos si se considera que mientras que el crecimiento vegetativo se manifiesta muy sensible al déficit hídrico, la fotosíntesis lo es en menor grado (Girona, 1996). La reducción de los aportes hídricos en determinadas etapas del ciclo de crecimiento ha permitido, en algunas especies, tales como duraznero, almendro, naranjo y limonero, llegar a una aproximación de los requerimientos de agua que disminuyen el desarrollo vegetativo, favoreciendo la fructificación y producción (Ruiz-Sánchez y Girona, 1995). English y Navaid (1996) plantean que un programa de RDC tiene ciertos riesgos asociados, tales como la incertidumbre del clima, fallas del sistema de riego y enfermedades; factores que afectan el óptimo uso del agua. Aunque es evidente que esta técnica determina una disminución en el crecimiento total de los huertos, pero si es aplicada en los momentos más adecuados y con una intensidad controlada, es posible minimizar la disminución en el rendimiento, y al mismo tiempo, mejorar sustancialmente la calidad de la fruta producida, adelantar su maduración, y mejorar sus características de vida de poscosecha (Gurovic, 1999). No obstante, hay que tener en cuenta otros aspectos, algunos más prácticos, otros más conceptuales, a la hora de aplicar este tipo de estrategias en la práctica. Los tipos de suelo en que esté la plantación tiene que permitir una imposición más o menos rápida del estrés y a la vez que cuando se quiera eliminar el estrés, eso sea factible (Girona, 1996).
Es importante tener en cuenta que existen tres períodos críticos en que no puede faltar agua en la fenología de una especie frutal. El primero y el más importante ocurre durante la fecundación del ovario por el polen. El segundo período es el momento previo en que se determina la viabilidad del embrión. El tercer y último momento crítico es durante los últimos 5 a 6 días antes de la cosecha cuando el fruto define su tamaño final (Gurovic, 1999). 3.4
Respuesta del chirimoyo a un régimen de RDC
Kanemasu, Asar y Yoshida (1985) señalan que la respuesta de las plantas en general al estrés hídrico controlado ha sido difícil de medir debido a la variación en términos de severidad y duración del estrés; por otro lado la respuesta de ciertos órganos vegetales al estrés también variada, lo que significa que un estrés hídrico afectará primero a ciertas partes o procesos del vegetal. El efecto más importante de un bajo suministro hídrico es la reducción del crecimiento, siendo especialmente sensible la expansión celular. Frente a estrés hídricos suaves, puede continuar la síntesis de materiales de la pared celular, de modo tal que un retraso en el crecimiento se puede superar tras la recuperación del riego (Sanchez-Diaz y Aguirreolea, 2000). El déficit hídrico es uno de los factores limitantes en muchas zonas de cultivos a través del mundo; éste estrés primariamente se traduce en cierre estomático, lo que implica una merma en la transpiración y fotosíntesis. Al bajar la tasa transpiratoria, la temperatura del árbol se incrementa (Kanemasu, Asar y Yoshida, 1985). Según George y Nissen (1988), el chirimoyo y la atemoya ( Annona cherimola x Annona squamosa ) son sensibles a una sequía durante la floración y desarrollo del
fruto.
Al respecto Gardiazabal y Rosenberg (1993), dicen que durante el período de diciembre, enero y febrero la plena floración se enfrenta a las menores humedades relativas del medio y las mayores temperaturas, en tanto, los volúmenes de agua evapotranspirados deben ser repuestos para no alterar el proceso normal floración y de cuaja. Molina (2004) señala que la respuesta vegetativa en plantas de chirimoyo de tres años en contenedores varía en proporción directa al régimen de riego, encontrándose alto crecimiento en la medida que los riegos aumentan.
2. Materiales y métodos
a.
Ubicación
La investigación se llevó a cabo en un huerto perteneciente a la Sociedad Agrícola y Ganadera de El Sobrante, ubicado en la localidad de Chincolco al interior del valle de Petorca, V Región. El período en que se realizó el ensayo va desde el 6 de enero hasta el 15 de septiembre del año 2005. i. Agroclima Santibáñez y Uribe (1990) clasifican el agroclima del sector de El Sobrante como de tipo Mediterráneo Semiárido. El régimen térmico se caracteriza por temperaturas que varían, en promedio, entre una máxima de enero de 29,2 ºC y una mínima de julio de 4,0 ºC. El período libre de heladas es de 224 días, registrándose anualmente 1932 días-grado y 940 horas de frío. El régimen hídrico observa una precipitación media anual de 220 mm, un déficit hídrico de 1156 mm y un período seco de ocho meses. ii. Características de suelo Mediante el análisis de calicatas se pudo comprobar que el suelo donde está emplazado el huerto presenta solo un horizonte de 85 cm de profundidad, sin presentar estratas compactas superficiales ni en profundidad. La textura es franco areno-arcilloso no observándose moteados que indiquen problemas de evacuación de excesos de humedad.
b.
Antecedentes técnicos
i. Material vegetal Para el desarrollo de este ensayo se ocuparon plantas de Chirimoyo del cv. Bronceada injertadas sobre patrón franco. El huerto fue establecido en el año 2001 en un sistema de producción de alta densidad con un marco de 4x1 m (2500 plantas/há), formados en eje central, con centros frutales distribuidos a través del mismo. Este huerto tiene un plan de manejo orgánico, el cual no considera control químico de malezas, plagas y enfermedades, ni aplicaciones de fertilizantes químicos. ii.
Podas de formación y producción
Se realizó una poda de producción en noviembre de 2005 para definir un eje y eliminar crecimientos vegetativos que exceden el espacio asignado para cada planta tal cual lo recomienda Cautin (2005) 1. De esta manera se buscó que la planta responda renovando el material productor de fruta definido por Fassio (1998) y Ovalle (1999), y se establezca en el árbol con una mayor frecuencia al eliminar vegetación, y lo principal, con una mayor cercanía al futuro eje. iii.
Aplicación de compost
Se aplicaron 1,5 kg de compost de restos de uva cuya fracción de materia orgánica es de 74,63% con 95,92 ppm de nitrógeno y 30797,5 ppm de potasio de intercambio en la segunda quincena de marzo de 2005, buscando un aporte oportuno de
1
Cautín, R. Ing. Agrónomo Mg Sc. 2005. Profesor Facultad de Agronomía Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Comunicación Personal.
nitrógeno y potasio durante el crecimiento de fruto tal como lo recomienda Cautin (2005)*. iv.
Polinización manual
Se polinizó en forma manual de acuerdo a lo descrito Gardiazabal y Rosenberg (1993) y Pavez (1985). A partir del 15 de diciembre de 2005 a la primera semana de enero de 2006 se recolectó polen de flores al estado de hembra de las hileras de ambos extremos del huerto. El polen se cosechó y almacenó a una temperatura de 8 ºC por 12 horas. La aplicación de polen sobre las flores receptivas al estado de prehembras se realizó mediante el uso de insufladores, temprano en la mañana y durante el transcurso del día a una dilución de polen 1:2 con un adherente inerte según lo recomendado por Gardiazabal y Rosenberg (1993). v.
Programación del riego
Durante el período en que se desarrolló la investigación, el riego se programó con la finalidad de reponer la evapotranspiración del cultivo (ET c) utilizando el evaporímetro de bandeja Clase A USWB, considerando los coeficientes de cultivo (Kc) correspondientes para cada mes (Cuadro 2) recomendados para la zona de Quillota por Gardiazabal y Rosenberg (1993) para un huerto adulto. Además se utilizó una batería de tensiómetros de 30 y 60 cm para cada tratamiento de riego, teniendo como criterio de riego el reponer la lámina acumulada hasta que el tensiómetro de 30 cm en el tratamiento control marque 25 cb (Gardiazabal y Rosenberg, 1993). El huerto posee un sistema de riego presurizado, con un lateral de riego por hilera de plantas donde se emplaza un gotero por planta, este emisor posee un gasto de 4 l/h.
El tiempo de riego se estimó según lo recomendado por Gardiazabal (2003) : ∗
Tiempo de riego
=
ET o * K c Ef * Pp
* FL * PSC
(h)
Donde ET0 es la evapotranspiración potencial, K c el coeficiente de cultivo, Ef la eficiencia del sistema de riego, Pp la precipitación del sistema, PSC el porcentaje de sombra corregido y FL la fracción de lavado. El PSC es un índice que ajusta las necesidades hídricas al espacio efectivamente cubierto por el cultivo y se estima de la siguiente manera tal cual lo recomienda Gardiazabal (2003) : ∗
PSC =
(1,3 * Ps (%))
+
9,69
100
Ps corresponde al porcentaje de sombra, el cual representa la proyección de sombra consecuencia de la intercepción de la luz por parte de la canopia del árbol en relación con el espacio asignado a cada planta. El Anexo 1 resume los coeficientes mensuales de PSC utilizados en la programación de riego durante el desarrollo de la investigación. FL es un índice que incluye una cantidad extra de agua y la cual se estima en función a la conductividad eléctrica del agua de riego (Agustí, 2000; Gardiazabal, 2003 ), donde: ∗
∗
Gardiazabal, F. Ing. Agrónomo. 2003. Profesor Facultad de Agronomía Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Comunicación Personal.
FL =
1 1 − LR
La FL se cuantifica considerando el requerimiento de lavado (LR), cuyo parámetro se estima según la siguiente expresión:
LR =
Ce w 2 Cemáx
Cew corresponde a la conductividad eléctrica del agua de riego, y Ce máx corresponde a la conductividad eléctrica máxima que tolera el cultivo, que según Gardiazabal y Rosenberg (1993) no debe ser mayor a los 2 mmhos/cm. El Anexo 1 resume los coeficientes mensuales de Cew, Ce máx, LR y FL utilizados en la programación de riego durante el desarrollo de la investigación. c.
Tratamientos de riego
Cada tratamiento corresponde a la reposición de un nivel determinado de ET c en forma constante a partir del mes de febrero hasta septiembre. Cada uno de los tratamientos se logra con emisores de distinto caudal, estableciendo el mismo tiempo de riego en cada tratamiento tal como lo describen Holzapfel et al. (1995) en un ensayo similar para manzanos y Molina (2004) para chirimoyos en contenedores. Los tratamientos se describen en el Cuadro 3. CUADRO 3: Tratamientos de riego aplicados al cultivo de chirimoyo. Tratamiento Gasto (l/h)
To T1 T2 T3
4 3 2 4,8
Feb
Mar
Abr
Mes May Jun 100% ETc 75% ETc 50% ETc 120% ETc
Jul
Ago
Sep
La diferencia de caudales se logró utilizando goteros antidrenantes marca Supertif de gasto 1.6, 2, 3 y 4 l/h, insertados en el lateral de riego completando el gasto asignado a cada tratamiento. d.
Variables cuantificadas
Las mediciones correspondientes de todas las variables se comenzaron a registrar a partir del 15 de febrero del 2005.
i.
Estado hídrico del suelo
Se hizo un seguimiento del potencial mátrico del agua en el suelo durante el período de la investigación tal como lo propone George y Nissen (2002), con tensiómetros ubicados a 30 y 60 cm de profundidad en cada tratamiento. ii.
Crecimiento en longitud de brotes seleccionados
Se midió el crecimiento en longitud del brote desde la inserción a la madera hasta la base de la yema terminal (Molina, 2004). Los brotes se seleccionaron en función a su potencial productivo (crecimiento de la temporada sobre madera débil y semivigorosa) según la descripción de Fassio (1998) y Ovalle (1999). La ubicación en la planta corresponde al tercio inferior, medio y superior, con tres brotes en cada tercio separados a 180º en el plano horizontal respectivamente (Salgado, 2005) . ∗
iii.
Crecimiento en altura, diámetro y volumen de la canopia
Se midió el crecimiento en altura de plantas a partir de 10 cm desde la superficie de suelo tal como lo propone Delgado (2001), George y Nissen (2002) y Molina (2004), ∗
Salgado, E. Ing. Agrónomo Ph D. 2005. Profesor Facultad de Agronomía Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Comunicación Personal.
y el diámetro de la canopia en el sentido perpendicular de la hilera, estimado mediante la siguiente expresión: D = 2 * r
(m)
Donde D es el diámetro de la canopia y r el radio. Además, se utilizó la siguiente expresión según lo propuesto por George y Nissen (2002) para estimar el volumen de la canopia en atemoya ( Annona cherimola x Annona squamosa ):
V =
2 3
(π * r * h) 2
(m 3 )
V corresponde al volumen, r al radio y h la altura de la canopia. iv.
Calidad de frutos
Se hizo un seguimiento del crecimiento del fruto en diámetro ecuatorial durante el período en que se desarrolló la investigación. Al momento de la cosecha de frutos se midieron los sólidos solubles, el peso y se estimó la acidez (mediante titulación con NAOH 0,1 N), tal como lo propone George y Nissen (2002). La cosecha de frutos se realizó utilizando el índice de cambio de color verde oscuro a verde claro según lo recomendado por Gardiazabal y Rosenberg (1993). e.
Diseño experimental
Se utilizó un diseño unifactorial en bloques completos al azar con submuestreo, con cinco repeticiones por tratamiento. El modelo matemático asociado al análisis del este diseño experimental es: Y ijk = µ0 + β i + τ j + ε ij + ηijk
Donde:
Y ijk
= Valor observado en cada unidad experimental.
µ 0
= Efecto de la media general sobre cada observación.
β i
= Efecto de bloques sobre cada observación.
τ j
= Efecto del tratamiento sobre cada observación.
ε ij
= Efecto del error experimental aleatorio sobre cada
observación. ηijk
= Efecto del submuestreo sobre cada observación.
3. Resultados y discusión
a.
Necesidades de riego y aporte hídrico
La programación del riego fue realizada con la finalidad de reponer el uso consuntivo generado en base al déficit de presión de vapor, el cual es función de condiciones propias del ambiente, y por las necesidades fisiológicas propias de las plantas. Este valor fue cuantificado en forma empírica en términos de evaporación diaria (mm/día), de esta forma, se midieron valores de evaporación de bandeja que tuvieron como máximo de 10 mm en el mes de febrero y un mínimo de 0,0 mm en los meses de abril, mayo, julio y agosto (Santibáñez y Uribe, 1990). Para el caso del tratamiento testigo, la cantidad de agua aportada durante el período en que se desarrolló la investigación corresponde a un total de 2937,4 m 3/ha, mientras que la necesidad del huerto se estimó en 2648,9 m 3/ha, indicando que se aportó aproximadamente un 11% más de la necesidad real de las plantas.
Además, en comparación con el consumo normal de agua de un huerto de chirimoyo establecido en la zona de Quillota, el huerto utilizado en la investigación consume un 15,92% más de agua durante el mismo período de acuerdo a la curva de consumo mensual de agua de riego promedio estimada por la Agrícola Huerto California entre 1985/86 y 1988/89. La Figura 1 resume en forma mensual la comparación entre la demanda hídrica y el aporte que realmente se realizó al huerto, además del régimen de precipitaciones. El aporte hídrico está compuesto por los riegos programados más las precipitaciones que resultaron ser efectivas para el huerto. Solamente en el mes de mayo se aportó un 9,2% menos de agua y en los meses restantes en que se desarrolló la investigación, el aporte hídrico fue mayor en un rango de 4,6% más en el mes de marzo llegando a un 26,6% en junio (Anexo 2).
Requerimiento (m3/há)
Aporte (m3/há)
Precipitaciones (mm)
100 770 700 80
630 560 490
60
a h / 420
m m
3
m
350
40
280 210 20 140 70 0
0 Febrero
Abril Marzo
Junio Mayo
Julio
Agosto Septiembre
Mes
FIGURA 1: Comparación entre los requerimientos hídricos del chirimoyo ( Annona cherimola Mill.), el aporte hídrico mediante el evaporímetro de bandeja Clase A USWB y el régimen de precipitaciones durante el período del ensayo.
En general la estimación de los requerimientos hídricos y el aporte concuerdan con la planificación del riego en términos de cantidad supliéndose las necesidades hídricas. Aún así, las diferencias no tienen su origen en la programación, si no que en la realización del riego mismo.
Al comienzo de la investigación en más de algún día en que se llevó a cabo el riego, éste se hizo más largo de lo que realmente se debería haber hecho, lo cual, generó una mayor lámina acumulada en comparación con la lámina que realmente se debería haber repuesto. Los niveles de agua consumida por el huerto fueron mayores a lo que consume normalmente un huerto establecido en la zona de Quillota en la mayoría de los meses en que se realizó la investigación, con excepción de los meses de febrero y marzo. Esto no concuerda con lo descrito por Gardiazabal y Rosenberg (1993) para el mes de febrero, el cual no se presenta como uno de los meses de mayor consumo hídrico, si lo fueron los meses de marzo y septiembre. Esta situación se debe a las condiciones climáticas que se presentan en la zona de Chincolco durante el fin de verano e inicios de primavera, las cuales se caracterizan entre otras, por altas temperaturas (Santibáñez y Uribe, 1990). Es importante señalar que el período que va desde el mes de febrero a fin de mayo, el consumo de agua es mayor dada la demanda por parte de la planta para satisfacer las necesidades de crecimiento vegetativo (brotes y raíces) y el crecimiento de los frutos. Sazo (1991) señala que en general la brotación comienza desde fines de noviembre a mediados de diciembre para la zona de Quillota, creciendo las hojas y tallos casi continuamente. Se observan claramente dos peack alcanzando su mayor actividad entre los meses de enero y febrero, y en menor intensidad a comienzos de marzo situación que ocurre paralela al activo crecimiento de los frutos (Gardiazabal y Rosenberg, 1993; Sazo, 1991).
b.
Potencial mátrico del suelo
La Figura 2 resume las tensiones promedio de cada mes durante el período en que se realizó la investigación. Al comparar las tensiones registradas en ambas profundidades de suelo se observa que las mayores magnitudes se registran a 30 cm de profundidad, indicando que la mayor actividad radicular en términos de absorción de agua se concentra el los primeros centímetros de profundidad de suelo. Además, al observar en una calicata la distribución de las raíces se pudo determinar que existe una gran masa radicular en los primeros 45 cm de suelo. Esto concuerda con lo descrito por Arellano (1993) y Gardiazabal y Rosenberg (1993), señalan que el sistema radicular es muy superficial y ramificado, pudiéndose encontrar cerca del 98% de las raíces en los primeros 40 cm generando dos a tres pisos planos de raíces a diferentes niveles, y el 2% restante se constituye por 2 a 6 raíces pivotantes, las cuales no son capaces de profundizar mucho (según tipo de suelo) en el perfil de suelo. Además, Salgado y Lazo (1997) mencionan que la distribución radicular del Chirimoyo (cv. Bronceada) es notoriamente afectada por el sistema de riego empleado, presentando mayores densidades y frecuencias radicales en árboles regados por goteo. En el inicio de la investigación se registraron tensiones a 30 cm de profundidad cuyas distancias entre ellas eran más evidentes según cada tratamiento. En este período existe una alta actividad radicular cuyo término ocurre un par de semanas antes del final del crecimiento vegetativo, de igual importancia es el crecimiento de los frutos el cual arrojó las mayores tasas en los meses de marzo, donde en ambos casos se hace evidente la demanda de agua y nutrientes. Caso contrario a los
anteriores, el crecimiento vegetativo disminuyó hasta llegar a tasas mínimas a inicios de mayo. Arellano (1993) y Sazo (1991) señalan que el incremento en el crecimiento radicular ocurre paralelo a la máxima expresión de la floración, y al inicio de la cuaja de frutos, eventos que cronológicamente para la zona de Quillota comienzan a partir de enero. La actividad radicular disminuye hasta detener su crecimiento con temperaturas menores a 13 ºC a 30 cm de profundidad, lo que para la zona de Quillota ocurre a fines de mayo. A partir del mes de junio las distancias entre las magnitudes de las tensiones fueron de menor magnitud en comparación con los primeros meses (Figura 2). Es importante considerar que a partir de junio las precipitaciones se hacen más intensas (Figura 1) a tal punto de igualar el contenido de humedad del suelo en el huerto. Como consecuencia, a esta profundidad de suelo, se observó una clara dilución de los tratamientos registrándose en todas las baterías de tensiómetros instalados tensiones con magnitudes promedio mensual de 10 cb (Anexo 3). Una situación muy similar se observó en las tensiones promedio de cada mes a 60 cm de profundidad, generándose una tendencia en la evolución de las tensiones que indica una clara acumulación de agua a dicha profundidad de suelo (Figura 2). Esto se explica por la mínima ubicación espacial en profundidad del sistema radicular del chirimoyo descrito por Arellano (1993) y Gardiazabal y Rosenberg (1993). La curva de las tensiones promedio mensual para el tratamiento de reposición del 120% de la ETc en ambas profundidades, 30 y 60 cm, manifiestan una clara acumulación de agua en todo el perfil de suelo en forma sostenida a partir del mes de abril en adelante.
Esto indica que según las condiciones del sistema radicular de las plantas, además de las condiciones granulométricas y de estructura en el perfil de suelo, por un lado las raíces no fueron capaces de absorber toda el agua disponible en los primeros 40 cm de suelo porque la disponibilidad excedió a los requerimientos hídricos, percolando el exceso de humedad hacia los 60 cm de profundidad, y por su parte el suelo no presentó la capacidad suficiente de percolar en mayor profundidad los excesos de humedad con este régimen de riego. De esta manera, se observó una tendencia a la saturación donde los tensiómetros de este tratamiento registraron una tensión promedio menor a 10 cb a partir de mayo en los 30 cm y de 0 cb a partir de abril a los 60 cm (Figura 2).
100% ET c
75% ET c
50% ET c
120% ET c
70 (a)
60 50 ) b c (
n ó i s n e T
40 30 20 10 0 28 (b)
24
20
) b c ( n ó i s n e T
16
12
8
4
0
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
A go
Sep
FIGURA 2: Evolución del potencial mátrico del agua en el suelo registrado para cada tratamiento de riego, a distintas profundidades de suelo, (a) 30 cm y (b) 60 cm, en el período de duración del ensayo. Valores en medias de tensiones mensuales.
c.
Crecimiento de brotes
El Cuadro 4 muestra el crecimiento relativo promedio de la temporada de crecimiento de los brotes, el cual abarca desde febrero hasta fines de mayo. En él se puede observar la estrecha correlación (R 2 = 0,9951) que existe entre los distintos niveles de reposición de ET c y la respuesta significativa de crecimiento relativo (p<0,01) de esta especie frutal. CUADRO 4: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre el crecimiento Annona cherimola Mill.). Valores en relativo de brotes de chirimoyo ( Annona medias de crecimiento relativo (cm/día) de brotes en longitud del período de crecimiento de los brotes. Crecimiento Tratamiento Relativo promedio (cm/día) 50% ETc 0,093 a1 75% ETc 0,170 a b 100% ETc 0,231 b c 120% ETc 0,305 b c 1
Letras distintas en el sentido de de la columna indican diferencia significativa según Test de Tukey ( p<0,05).
El crecimiento relativo manifiesta efectos distintos cuando se repone un 50% de la ETc comparada con el 100% de la ET c, mientras que reponer un 75 % de la ET c es igual a la reposición del 100% de la ET c, y este último genera el mismo efecto que reponer 120% de la ET c, lográndose en estos últimos casos las mayores tasas de crecimiento de brotes. Estos resultados concuerdan con el trabajo realizado por Molina (2004) en plantas de chirimoyo cv Bronceada de tres años de edad sobre patrón franco establecidas en contenedores de 100 litros. Al aumentar la disponibilidad de agua se observa una tendencia proporcional en el incremento del crecimiento relativo, lo que indica una mayor actividad fisiológica de la planta si se compara con bajas reposiciones de volúmenes de agua, situación que en casos extremos genera un cierre estomático, nulo intercambio gaseoso y disminución de división y elongación celular, es decir, detención del crecimiento de las plantas. Davies y Zhang (1991) y Salgado (2001) mencionan que la expansión y división celular requieren altos niveles de turgor, y de estos dos procesos, el más sensible al déficit hídrico es la expansión celular, reduciéndose el área foliar e induciendo la senescencia, cesando el crecimiento de las plantas a potenciales muy por sobre aquellos que se cierran los estomas. En general, el crecimiento de los brotes observado en los árboles fue de baja magnitud según los resultados obtenidos por Sazo (1991). Esto se puede atribuir a que el huerto utilizado en la investigación se maneja bajo una línea de producción orgánica, el cual se mantiene con un régimen de nutrición basado en aportes de compost, los cuales no suplen por completo los requerimientos de macro y micronutrientes.
La Figura 3 describe la evolución del crecimiento relativo y la Figura 4 la evolución del crecimiento acumulado, en ambos casos desde iniciado el estrés hídrico. Aun cuando las mediciones comenzaron posterior al inicio del primer peack de crecimiento de brotes, todos los tratamientos manifestaron en mayor o menor magnitud el patrón de crecimiento vegetativo descrito por Sazo (1991), situación que concuerda además, con el trabajo realizado por Molina (2004). Todos los tratamientos manifestaron una respuesta tal, que la mayor tasa y acumulación de crecimiento ocurrió desde iniciado el estrés hídrico hasta finales del mes de marzo (Figura 3 y 4), lo cual concuerda con el ciclo fenológico de esta especie descrito para la zona de Quillota. La respuesta en el crecimiento relativo arroja diferencias significativas (p<0,05) sólo en los meses febrero y marzo. Conforme disminuye el peack de crecimiento de los brotes las diferencias significativas tienden a desaparecer. En estos meses, las diferencias significativas entre los tratamientos aplicados determinan claramente que la respuesta en crecimiento no es muy sensible cuando se diminuye de un 100% de ETc repuesta a un 75% de ET c. Esto se atribuye a que en ese momento se está dando inicio al segundo flush importante de crecimiento vegetativo, y no ha transcurrido un período tal que permita diferenciar en forma significativa el crecimiento de brotes como se manifiesta en el peack del segundo flush el cual ocurre a mediados de marzo. Si se disminuye desde un 100% de reposición de ET c a un 50% (Figura 3), no se permite un inicio de división y expansión celular, el cual concluye con crecimientos de brotes de muy baja magnitud (Figura 4). Esta respuesta se podría explicar porque la reposición de la mitad de los requerimientos hídricos reales de la planta, hacen que se manifieste un estado de estrés hídrico iniciándose con un eventual cierre estomático, lo cual genera una detención del crecimiento vegetativo y la actividad fotosintética por la nula absorción de CO 2. Al respecto, Gurovic (1999)
dice que cuando la disponibilidad del agua almacenada en el suelo no es óptima, esto es, cuando se altera el equilibrio dinámico entre la velocidad de la evapotranspiración y la velocidad del flujo de agua desde la masa de suelo a la interfase raíz suelo, la respuesta fisiológica de la planta es el cierre parcial o total de los estomas, mecanismo o adaptación que permite a la planta evitar la deshidratación de sus tejidos. Kanemasu, Asar y Yosida (1985) señalan que el cierre estomático detiene el desarrollo de los crecimientos por una menor transpiración y fotosíntesis. Salgado (2001), señala que cuando el déficit de agua induce un cierre de estomas (parcial o total), ambos flujos, el vapor y el CO 2, se afectan al mismo tiempo. Respecto del efecto que tienen las distintas láminas de riego sobre el crecimiento final de los brotes se explica, según lo propuesto por Molina (2004), a que en el comienzo del crecimiento vegetativo aéreo la planta agota las reservas formando brotes y área foliar, y que conforme el proceso avanza las reservas se agotan, el área foliar aumenta generando también, un alza la demanda atmosférica. El crecimiento que suceda posteriormente va a depender exclusivamente del aporte hídrico y nutricional que se le otorgue a la planta. Desde el mes de abril en adelante el crecimiento acumulado tiende a ser constante consecuencia de la nula tasa de crecimiento (Figura 3). Esto se atribuye al efecto del incremento en la frecuencia de las bajas temperaturas del sector, llegándose a registrar temperaturas mínimas de 0 ºC en el mes de abril (Santibáñez y Uribe, 1990).
50% de ET c
75% de ET c
100% de ET c
120% de ET c
2,0
) a í d / m c ( o v i t a l e r o t n e i m i c e r C
1,5
1,0
0,5
0,0
-0,5
14 (20-Ene) 42 (17-Feb) 70 (17-Mar) 98 (14-Abr) 126 (12-May) 28 (3-Feb) 56 (3-Mar) 84 (31-Mar) 112 (28-Abr) 140 (26-May)
Días después de in iciado el estrés hídrico (Fecha)
FIGURA 3: Efecto de distintas fracciones de reposición de ET c sobre la evolución del crecimiento relativo (cm/día) de brotes en chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de crecimiento relativo de brotes en longitud por período de medición. Barras verticales indican intervalos de confianza (p<0,05).
50% de ET c
75% de ET c
100% de ET c
120% de ET c
100 90 80
) m c ( o d a l u m u c a o t n e i m i c e r C
70 60 50 40 30 20 10 0 -10 -20 0 (6-Ene) 28 (3-Feb) 56 (3-Mar) 84 (31-Mar) 112 (28-Abr) 140 (26-May) 14 (20-Ene) 42 (17-Feb) 70 (17-Mar) 98 (14-Abr) 126 (12-May)
Días después de ini ciado el estrés hídri co (Fecha)
FIGURA 4: Efecto de distintas fracciones de reposición de ET c sobre la evolución del crecimiento acumulado (cm) de brotes en chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de crecimiento acumulado de brotes en longitud por período de medición. Barras verticales indican intervalos de confianza (p<0,05).
Este evento generó la muerte de los ápices provocando la detención completa del crecimiento de los brotes desde finales del mes de abril, con la consecuente
estabilización de la acumulación del crecimiento de brotes, lo que concuerda con lo descrito para la zona de Quillota por Sazo (1991). d.
Crecimiento de la canopia
El Cuadro 5 describe el diámetro de la canopia obtenido para cada tratamiento, no manifestando efecto significativo (p>0,05) como respuesta a distintos niveles de reposición de ETc, ni crecimientos en una magnitud tal que ocupe el espacio entre las hileras, aun cuando se reponga un 120% de la evapotranspiración del cultivo. CUADRO 5: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre el crecimiento en diámetro de la canopia (m) en chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de crecimiento de la canopia al final del período de mediciones. Diámetro de la Tratamiento canopia (m) 50% ETc 1,51 a1 75% ETc 1,45 a b 100% ETc 1,52 a 120% ETc 1,59 a 1
Letras distintas en el sentido de la columna indican diferencia significativa según Test de Tukey (p<0,05).
Esta situación puede tener una explicación en la alta dominancia apical observada en las plantas, la cual se caracterizó puntualmente por presentar crecimientos apicales de gran vigor, en número de dos a tres brotes. Arellano (1993) y Ovalle (1999) señalan que la dominancia apical es muy marcada en esta especie, otorgando además una alta variabilidad a lo largo de la ramilla respecto del vigor que tiene cada una de sus yemas, observándose en brotes apicales que el crecimiento es con gran fuerza y durante toda la temporada solo hasta la cuarta yema, sin embargo, las yemas del tercio medio y basal mueren al cabo de unas semanas.
La brotación lateral se manifestó muy heterogénea, observándose crecimientos a partir de madera de mas de dos años con alto vigor (65 – 70 cm) y muy bajo vigor (12 – 15 cm), aun cuando se reponga el 100% y el 120% de la evapotranspiración del cultivo. Sazo (1991) señala que la brotación origina crecimientos de variados tamaños en toda la planta consecuencia de un alto vigor propio de la especie. Esta situación genera que la copa tome una forma semielipsoide cuando se conduce en eje, tal cual lo describe George y Nissen (2002) para la atemoya. La Figura 5 muestra los efectos que tiene la reposición de distintas fracciones de ETc sobre la altura y el volumen de la canopia, donde en ambos casos la respuesta al aplicar distintos niveles de reposición de ET c es significativa (p<0,01) y de alta correlación. La respuesta del crecimiento en altura fue proporcional a la fracción de ET c que se repuso, no logrando disminuir en forma significativa la altura cuando se repone un 75% de ETc, ni aumentar en forma significativa la altura si se aumenta la reposición de ETc a un 120%. Sin embargo, la altura disminuye en forma significativa cuando se repone en forma constante durante el período de crecimiento una fracción del 50% de la ET c. Estos resultados coinciden con los trabajos realizados por George y Nissen (2002) y Molina (2004). La altura final del árbol queda definida al término del segundo peack de crecimiento vegetativo, tal cual lo describen Delgado (2001) y Molina (2004) haciendo alusión al ciclo fenológico descrito por Sazo (1991), sosteniendo el mismo argumento descrito para el crecimiento de brotes (conforme las temperaturas disminuyen, ocurre el aborto de los ápices y se anula el crecimiento).
Volumen de canopia (m 3)
Altura (m)
5 10 4 8
y = 1,0977 Ln (x) - 2,1075 p<0,01 R 2 = 0,9926
) m ( a r u t l A
3
6
4
2
y = 1,7567 Ln (x) - 4,4023 p<0,01 R 2 = 0,9080
)
3
m ( n e m u l o V
2
1 0 0
50
60
70
80
90
100
110
120
Reposición de ET c (%)
FIGURA 5: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre la altura (m) y el volumen (m3) de la canopia en chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de crecimiento en altura y en volumen de la canopia al final del período de mediciones. Barras verticales indican intervalos de confianza (p<0,05).
Respecto del volumen de copa, la respuesta en crecimiento también fue proporcional a la fracción de ET c que se repuso, no logrando disminuir el volumen de copa en forma significativa cuando se repone un 75% pero si un 50% de la ET c. Además, no se aumentó el volumen de copa en forma significativa, cuando se aumenta la reposición de ET c a un 120% respecto de un 100% de reposición de las necesidades hídricas. El tamaño final de la canopia posterior al crecimiento vegetativo no tiene una respuesta muy sensible a distintas láminas de riego. Esto puede ser atribuido al excesivo vigor, con emisión de brotes largos y suculentos, de acuerdo a lo planteado por Ovalle (1999) y Sazo (1991), no haciéndose significativo el efecto del riego como efecto sumativo del crecimiento vegetativo al reponer láminas de riego que permitan mantener la condición hídrica de la planta si llegar a un estrés. El tratamiento que incluye la reposición del 50% de la ET c, es el que permite lograr árboles más pequeños y de menor volumen de copa, lo cual se explica por las razones que se atribuyen a la detención del crecimiento vegetativo. El cierre estomático detiene el proceso fotosintético por la disminución en el intercambio gaseoso (vapor de agua y CO 2). e.
Crecimiento del fruto
El Cuadro 6 describe el efecto significativo de la reposición de distintos niveles de ETc sobre el crecimiento relativo promedio de los frutos de chirimoyo (p<0,01) estimado en el período de crecimiento de los frutos, el cual va desde inicios de marzo hasta inicios de septiembre. Además, el crecimiento acumulado también resultó ser significativo frente a la reposición de distintos niveles de ET c (p<0,01). En ninguno de los dos casos se manifestó correlación entre el crecimiento y la fracción de evapotranspiración del cultivo repuesta en cada tratamiento, como ocurrió con el crecimiento de brotes y la respuesta en diámetro y volumen de la canopia. Esto puede ser originado en que la respuesta en diámetro de fruto no es función exclusiva del aporte hídrico. CUADRO 6: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre el crecimiento relativo de frutos de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de crecimiento relativo del diámetro ecuatorial (mm/día) de frutos del período de mediciones. Crecimiento Relativo promedio Tratamiento (mm/día)
1
50% ETc
0,366 a1
75% ETc
0,369 a b
100% ETc
0,465
b
120% ETc
0,528
b
Letras distintas en el sentido de las columnas indican diferencia significativa según Test de Tukey (p<0,05).
El crecimiento relativo de los frutos manifiesta efectos distintos y agrupados en baja reposición de ETc, obteniéndose el mismo efecto si se disminuye a un 75% o 50% de ETc, o bien, obteniéndose el mismo efecto si se repone un 100% o aumenta a un 120% de ET c.
El fruto manifiesta mayor sensibilidad al estrés hídrico en comparación con el crecimiento vegetativo, dado que la productividad en la planta depende netamente de la acumulación de los asimilados sintetizados, es decir, de la actividad fotosintética. Al respecto, Gurovic (1999) señala que el cierre estomático parcial o total durante un período de tiempo tiene como consecuencia una velocidad de fotosíntesis inferior al valor parcial (menor productividad) y también a un aumento en la velocidad de la respiración del tejido vegetal por un incremento en la temperatura interna de la planta. Situación similar ocurre en cítricos, donde Agustí (2000) señala que los períodos de sequía, aunque sean cortos, tienden a reducir el tamaño del fruto retrasando la maduración interna. Esto fue corroborado por el trabajo realizado por Holzapfel et al. (2001) en esta misma especie frutal, encontrando que el tamaño final de frutos no se ve resentido en forma significativa si se repone el 100% de la evaporación de bandeja. Sin embargo, si se ve resentido cuando la reposición es menor al 67% de la evaporación de bandeja. Este trabajo determina la importancia de la nutrición y el riego sobre el tamaño final de los frutos cítricos. Las Figuras 6 y 7 muestran la evolución del crecimiento relativo y acumulado del fruto, respectivamente, durante el período en que se desarrolló la investigación. En todos los tratamientos el crecimiento relativo se expresó en dos peack de crecimiento, uno de mayor magnitud y duración desde marzo hasta inicios de junio, y un segundo peack a partir de mediados de julio hasta inicios de septiembre (Figura 6).
Esto concuerda con lo descrito por Ovalle (1999), el cual señala que si la fecundación tiene éxito, el crecimiento de fruto se inicia a partir de los meses de verano a inicio de otoño. El tamaño final de los frutos, como respuesta a distintas láminas de riego repuestas, se marca por dos eventos claramente determinantes. El primero es que a mediados del mes de abril ocurren diferencias altamente significativas entre el 50 y el 75% comparada con el 100 y el 120% de la reposición de la ETc. Esta situación permite acumular crecimiento en mayor cantidad por unidad de tiempo dado que las tasas tienden a ser mayores durante este peack de crecimiento, sobre todo durante marzo e inicios de abril. Posterior a este período, las temperaturas comienzan a disminuir (Santibáñez y Uribe, 1990) generando la detención completa de crecimiento de los frutos tal cual lo describen Gardiazabal y Rosenberg (1993).
50% de ET c
75% de ET c
100% de ET c
120% de ET c
2,2 2,0 1,8 1,6 ) a 1,4 í d / m 1,2 m ( o v i t a l e r . c e r C
1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 0,0
-0,2 -0,4 56 (3-Mar)
112 (28-Abr) 84 (31-Mar)
182 (7-Jul) 154 (9-Jun)
238 (1-Sep) 210 (4-Ago)
Días después de ini ciado el estrés hídric o (Fecha)
FIGURA 6: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre la evolución del crecimiento relativo (mm/día) de frutos de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de crecimiento relativo de frutos en diámetro ecuatorial por período de medición. Barras verticales indican intervalos de confianza (p<0,05).
50% de ET c
75% de ET c
100% de ET c
120% de ET c
160 140 ) m m ( o d a l u m u c a . c e r C
120 100 80 60 40 20 0 42 (17-Feb)
98 (14-Abr) 70 (17-Mar)
168 (23-Jun) 126 (12-May)
224 (18-Ago) 196 (21-Jul)
252 (15-Sep)
Días después de i niciado el estrés hídrico (Fecha)
FIGURA 7: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre la evolución del crecimiento acumulado (mm) de frutos de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de crecimiento acumulado de frutos en diámetro ecuatorial por período de medición. Barras verticales indican intervalos de confianza (p<0,05).
El segundo es que cuando la fracción de reposición de ET c es mayor al 75%, el segundo peack de crecimiento relativo se anticipó 14 días (Figura 6). Esto implica
que cuando se reduce la lámina de riego aplicada tiende a acortar el segundo peack de crecimiento relativo. Este comportamiento generó que el crecimiento del fruto se acumulara en mayor magnitud entre febrero e inicios de mayo, y en una menor magnitud desde mediados de julio hasta septiembre, pero con una clara tendencia al aumento conforme avanzó septiembre (Figura 7). Esto se atribuye a las mejores condiciones térmicas predominantes durante y a partir de este período. Lo anterior concuerda con el patrón de crecimiento de fruto doble sigmoideo descrito por Magdhal (1990). En invierno, cuando los niveles de humedad en el suelo tienden a aumentar, consecuencia de las precipitaciones (Figura 2), el fruto no fue capaz de recuperar el crecimiento al nivel que se presentaron los crecimientos con mayor reposición de ETc posteriormente (Figura 7). Según lo anterior, lo que interrumpa el pleno desarrollo del primer peack de crecimiento del fruto, es tan determinante que aun cuando las condiciones hídricas en el suelo mejoren, la planta no será capaz de recuperar la ganancia en crecimiento del fruto. Esto indica que se estaría en presencia de un período tan crítico, en términos de restricción hídrica, como la floración y cuaja de frutos, respecto de la productividad del huerto frutal. Al respecto, Sánchez Blanco y Torrecillas (1995) consideran como períodos críticos dentro del ciclo de una especie en particular, todos aquellos momentos en que el estrés hídrico afecta negativamente la producción en cuanto a volumen y calidad.
A partir del mes de julio se observaron con mayor frecuencia frutos partidos en todos los tratamientos. Al respecto, Gardiazabal y Rosenberg (1993) mencionan que un déficit hídrico puede causar la partidura de frutos cercanos a la madurez de cosecha, pero la principal causa es la exposición a temperaturas entre 0 y 1 ºC. Esta situación se hizo frecuente a partir de mayo hasta el mes de julio en el sector donde se emplaza el huerto en estudio, lo que concuerda con el régimen de temperaturas para ese sector descrito por Santibáñez y Uribe (1990). f.
Sólidos solubles y acidez de frutos
El Cuadro 6 resume el efecto no significativo (p>0,05) que tienen las distintos niveles de reposición de ETc sobre los sólidos solubles y la acidez medidos al momento de la cosecha. CUADRO 6: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre los sólidos solubles (º brix) y acidez (%) medidos al momento de la cosecha. Valores en medias de peso, sólidos solubles, pH y acidez de frutos de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Sólidos solubles Tratamiento Acidez (%) (º brix) 18,27 a1 1,73 a 50% ETc 17,67 a b 1,65 a b 75% ETc 17,77 a 1,78 a 100% ETc 17,67 a 1,55 a 120% ETc 1
Letras distintas en el sentido de las columnas indican diferencia significativa según Test de Tukey (p<0,05).
Los niveles de sólidos solubles y acidez, en general, son más altos que los señalados por Pinto et al. (2005) y los obtenidos por Razeto y Díaz (2001), pero adecuados de acuerdo a lo mencionado por Gardiazabal y Rosenberg (1993). Esto se puede atribuir al tamaño general de la fruta obtenida a cosecha en el huerto tratado con distintas láminas de riego. El manejo orgánico no permite lograr los
calibres y el peso que normalmente es posible obtener en esta especie frutal cuando se maneja en forma tradicional. Al respecto, Pinto et al. (2005) menciona que la fruta de menor tamaño concentra en mayor grado los solutos, manifestando sólidos solubles casi por el doble de un huerto manejado en forma tradicional. Esta situación no concuerda con lo que sucede en cítricos, donde los excesos de humedad generan una pérdida de calidad de los frutos. Al respecto, Agustí (2000) menciona que el riego reduce el contenido en sólidos solubles totales y la acidez libre, a través de un proceso de dilución, al aumentar el contenido de zumo en los frutos, y bajo este punto de vista un riego excesivo puede reducir la calidad del fruto. Cuando el huerto se maneja en forma tradicional, Razeto y Díaz (2001) obtuvieron valores de sólidos solubles cercanos al 11% medidos al momento de la cosecha, y Pinto et al. (2005) menciona que la acidez no supera el 0,77% medida al momento de la cosecha. g.
Peso de frutos
La Figura 8 resume el efecto significativo (p<0,05) de las distintas láminas de riego repuesta sobre el peso obtenido a cosecha de los frutos de chirimoyo, donde además se observa una alta correlación lineal entre estas dos variables. En las condiciones en que se desarrolló el ensayo, el peso del fruto es linealmente dependiente de la fracción de ET c repuesta, manifestándose una diferencia altamente significativa sólo cuando se repone un 120% de ET c respecto del 100% y el 75%. El peso del fruto obtenido muestra una amplia diferencia respecto del obtenido por Razeto y Díaz (2001) en condiciones de manejo tradicional. Es probable que la tardía polinización haya generado que cuajen aquellas flores de mediana a baja calidad, en condiciones climáticas no muy apropiadas.
Los pesos obtenidos en todos los tratamientos son muy bajos respecto a los que eventualmente se pueden obtener según el potencial productivo de esta especie frutal. Al respecto, Gardiazabal y Rosenberg (1993) mencionan que es posible cosechar frutos de buen tamaño y comerciales con pesos de 600 a 700 g, incluso 830 g.
490 420
y = 33,316 + 1,6659 x p<0,01 R2 = 0,7689
350 280
) g ( o 210 s e P
140 70 0 -70
50
60
70
80
90
Reposición de ETc (%)
100
110
120
FIGURA 8: Efecto de distintos niveles de reposición de ET c sobre el peso de frutos (g) de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). Valores en medias de peso de frutos al final del período de mediciones. Barras verticales indican intervalos de confianza (p<0,05).
El bajo peso de los frutos obtenidos a cosecha se podría explicar por el bajo aporte nutritivo realizado durante el período en que se realizó el ensayo (sólo un aporte de compost), no permitiéndose la expresión del máximo potencial productivo. Además, el nivel de ET c repuesta repercute directamente sobre la productividad del huerto, logrando fruta muy de bajo peso cuando se repone la mitad de los requerimientos hídricos estimados. Esto tiene relación con la baja disponibilidad de agua y fotosintatos al momento de llenado de fruto, consecuencia del estrés hídrico que provoca una detención el la fotosíntesis, tal cual lo proponen Kanemasu, Asar y Yosida (1985) y Salgado (2001).
4. Conclusiones
El crecimiento de los brotes se controló sólo cuando se repone el 50% de la ET c. Reposiciones de 75% y 100 % de ET c no permitieron alterar el patrón normal de crecimiento de los brotes. Al reponer el 120% de la ET c se promovió el crecimiento de los brotes. La altura y el volumen de la canopia de los árboles se controlaron sólo al reponer el 50% de la ET c. Reposiciones de 75% y 100 % de ET c no permitieron alterar el crecimiento en altura y el volumen de la canopia de los árboles. Al reponer el 120% de la ET c se promovió el crecimiento en altura y en volumen de la copa de los árboles. El tamaño y peso final de los frutos se vieron negativamente afectados cuando se repuso el 50% y el 75% de la ET c. La reposición del 120% de la ET c promueve el tamaño y peso final de los frutos.
Los sólidos solubles y acidez de los frutos obtenidos a cosecha no se ven afectados por la reposición de distintos niveles de ET c.
5. Literatura citada Agusti, M. 2000. Citricultura. 416 p. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid, España. Arellano, L. 1993. Caracterización y seguimiento del ciclo fenológico del chirimoyo ( Annona cherimola Mill.) cv Bronceada durante una segunda temporada de evaluación en la zona de Quillota. 72 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Davies, J. and J. Zhang. 1991. Root signals and the regulation of growth and development of plants in drying soil. Annual Revision Plant Physiology. Plant Molecular Biology 42: 55-76. Delgado, P. 2001. Determinación de las necesidades de fertirrigación en plantas jóvenes de chirimoyo ( Annona cherimola Mill). 55 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile.
Doorembos, J. y W. Pruitt. 1986. Las necesidades de agua de los cultivos. 190 p. 3a ed. FAO, Roma, Italia. English, M. and S. Navaid. 1996. Perspectives on déficit irrigation. Agricultural Water Management 32 (1) 1-14. Fassio, C. 1998. Evaluación del comportamiento reproductivo del chirimoyo ( Annona cherimola Mill.) cultivar Concha lisa, a través del análisis histológico de ápices contenidos en cuatro tipos de madera frutal. 42 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Gardiazabal, F. y G. Rosenberg. 1993. El cultivo del chirimoyo. 145 p. Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía. Valparaíso, Chile. George, A. and R. Nissen. 2002. Effects of drought on fruit set, yield an quality of custard apple ( Annona spp. hybrid) “African Pride” plants. Journal of Horticultural Science and Biotechnology 77 (4) 418-427. 1988. The effects of temperature, vapour pressure deficit and soil moisture stress on growth, flowering and fruit set of custard apples ( Annona cherimola x Annona squamosa ) ‘African Pride’. Scientia Horticulturae 34: 183-191. Girona, J. 1996. Estrategia de riego deficitario controlado (RDC) para la mejora de la eficiencia en el uso de aplicación del agua de riego. Fruticultura profesional 80: 3238. Gurovic, L. 1999. Riego deficitario controlado como estrategia de manejo de huertos frutícolas en años de sequía. Revista Aconex 63: 5-11. Holzapfel, H., G. Figueroa, V. Venegas y C. Matta. 1995. Requerimientos hídricos en manzano adulto. Agro-ciencia 11(1): 49-54. Holzapfel, E., C. López, J. Joublan y R. Matta. 2001. Efecto del agua y fertirrigación en el desarrollo y producción de naranjos cv. Thompson Navel. Agricultura Técnica (Chile) 61: 51-60. Kanemasu, E., G. Asar and M. Yoshida. 1985. Remote sensing techniques for assessing water déficit and modeling crop response. Hort. Sci 20 (6): 1043-1046.
Lahav, E. and D. Kalmar. 1983. Determination of the irrigation regimen for an avocado plantation in spring and autumn. Australian Journal Agriculture Research 34: 717-724. Martín de Santa Olalla, F. y J. Valero. 1993. Agronomía del riego. 732 p. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid, España. Magdhal, C. 1990. Efecto de la defoliación anticipada sobre la brotación, floración, y desarrollo de frutos de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.) cv Concha lisa y efectividad de algunos productos como defoliantes. 99 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía.Quillota, Chile. Molina, F. 2004. Determinación de los requerimientos de fertirrigación para plantas de chirimoyo (Annona cherimola Mill.) cv Bronceada en la localidad de Quillota. 62 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Ovalle. A. 1999. Comportamiento productivo que presenta la madera de fructificación en tres sistemas de conducción de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). 78 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Pavez, M. 1985. Respuesta a la polinización artificial y determinación de cambios físicos y químicos del fruto de chirimoyo ( Annona cherimola Mill.). 121 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Pinto, A., M. Cordeiro, S. Andrade y F. Ferreira. 2005. Annona species. 284 p. British Library, University of Southampton, Southampton, UK. Razeto B. y E. Diaz. 2001. Efecto de la poda de verano y el anillado de corteza en chirimoyo ( Annona cherimola Mill.) var. Concha Lisa. Agricultura Técnica (Chile) 61 (2): 215-220. Ruiz-Sánchez, M. y I. Girona. 1995. Investigaciones sobre Riego Deficitario Controlado en Melocotonero. P 67-95. In M. Zapata y P. Segura (eds.) Riego Deficitario Controlado. Mundiprensa. Madrid, España. Saavedra, F. 2000. Ensayo de riego deficitario controlado en palto ( Persea americana Mill), cv. Hass en la localidad de Quillota. 59 p. Taller de Licenciatura
Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Salgado, E. 2001. Relación Suelo Agua Planta. 181 p. Universidad Católica de Valparaíso, Chile. 1990. Manejo del riego. Avocado Source. Disponible en http://www.avocadosource.com/journals/civdmchile_1990/civdmchile_1990_pg_10.p df Leído el 3 de noviembre de 2006. y A. Lazo. 1997. Distribución espacial de las raíces del chirimoyo ( Annona cherimola Mill.) cv Bronceada, bajo riego por goteo y microaspersión. Simiente 67 (3-4): 113-114. Sanchez-Diaz, M. y J. Aguirreolea, 2000. Transporte de agua y balance hídrico en la planta. 522 p. Ediciones Universidad de Barcelona, Barcelona, España. Sánchez-Blanco, M. J. y A. Torrecillas. 1995. Aspectos relacionados con la utilización de estrategias de Riego Deficitario Controlado en cultivos leñosos. P 4363 In M. Zapata y P. Segura (eds.). Riego Deficitario Controlado. Mundiprensa. Madrid, España. Santibañez, F. y J. Uribe. 1990. Atlas Agroclimático de Chile. Regiones V y Metropolitana. 65 p. Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, Santiago, Chile. Sazo, P. 1991. Caracterización y primera determinación del ciclo fenológico del chirimoyo ( Annona cherimola Mill.) cv Bronceada para la zona de la Palma. 110 p. Taller de Licenciatura Ingeniero Agrónomo. Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Sociedad Nacional de Agricultura. 1999. Perspectivas para chirimoyos y ajos. El campesino. Enero-Febrero 130 (1): 32-36 Sweet, C. 1990. Establishing a cherimoya grove. California Grower 4: 26–29.
ANEXOS
ANEXO 1. Valores mensuales del porcentaje de sombra corregido de las plantas de chirimoyo y la fracción de lavado del suelo del huerto en estudio. Febrero Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,1 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC
30,25 0,4902
Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425 FL 1,04
Marzo Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,15 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC
33,06 0,5267
Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425 FL 1,04
Abril Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,2 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425
36,00 0,5649
FL
1,04
Mayo Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,2 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC
36,00 0,5649
Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425 FL 1,04
Junio Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,2 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC
36,00 0,5649
Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425 FL 1,04
Julio Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,22 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425 FL 1,04
37,21 0,5806
Agosto Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,25 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC
39,06 0,6047
Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425 FL 1,04
Septiembre Corrección por PSC Diámetro de canopia (m) 1,25 Ps 2 Espacio asignado (m ) 4 PSC Corrección por FL Ce Cult. mmhos/cm 2 Ce Agua mmhos/cm 0,17 RL 0,0425 FL 1,04
39,06 0,6047
ANEXO 2. Comparación de las necesidades hídricas del huerto en estudio (chirimoyo), respecto del aporte hídrico diario para cada mes. K p corresponde al producto entre el coeficiente de cultivo y el coeficiente de bandeja. FEBRERO Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28
9,0 7,0 7,2 7,0 3,0 8,6 7,0 7,3 7,5 7,0 10,0 4,0 7,0 6,6
0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3
2,70 2,10 2,16 2,10 0,90 2,58 2,10 2,19 2,25 2,10 3,00 1,20 2,10 1,98
27,00 21,00 21,60 21,00 9,00 25,80 21,00 21,90 22,50 21,00 30,00 12,00 21,00 19,80
Horas 0 3 0 4 0 0 4 0 2 0 4 4 0 0
Riego mm/riego 0,00 5,30 0,00 7,06 0,00 0,00 7,06 0,00 3,53 0,00 7,06 7,06 0,00 0,00
m3/há 0,00 53,00 0,00 70,60 0,00 0,00 70,60 0,00 35,30 0,00 70,60 70,60 0,00 0,00
MARZO Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
5,2 7,0 7,3 7,9 5,0 7,0 3,0 4,2 6,0 7,0 0,1 0,2 8,0 6,2 6,0 5,0 5,0 7,0 3,1 9,0 4,0 5,0 7,4 7,0 5,2 1,2 7,0 5,0 4,2 3,0
0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3
1,56 2,10 2,19 2,37 1,50 2,10 0,90 1,26 1,80 2,10 0,03 0,06 2,40 1,86 1,80 1,50 1,50 2,10 0,93 2,70 1,20 1,50 2,22 2,10 1,56 0,36 2,10 1,50 1,26 0,90
15,60 21,00 21,90 23,70 15,00 21,00 9,00 12,60 18,00 21,00 0,30 0,60 24,00 18,60 18,00 15,00 15,00 21,00 9,30 27,00 12,00 15,00 22,20 21,00 15,60 3,60 21,00 15,00 12,60 9,00
Horas 0 0 0 2 0 0 2 0 1 0 1 0 0 2 0 1 2 0 0 2 2 0 4 1 0 4 0 2 4 0
Riego mm/riego 0,00 0,00 0,00 3,29 0,00 0,00 3,29 0,00 1,64 0,00 1,64 0,00 0,00 3,29 0,00 1,64 3,29 0,00 0,00 3,29 3,29 0,00 6,57 1,64 0,00 6,57 0,00 3,29 6,57 0,00
m3/há 0,00 0,00 0,00 32,90 0,00 0,00 32,90 0,00 16,40 0,00 16,40 0,00 0,00 32,90 0,00 16,40 32,90 0,00 0,00 32,90 32,90 0,00 65,70 16,40 0,00 65,70 0,00 32,90 65,70 0,00
31
4,1
0,3
1,23
12,30
1
1,64
16,40
Horas 0 1 0 1 0 1 0 1 2 0 2 0 2 0 1 0 0 2 0 4 1 2 1 0 2 0 4
Riego mm/riego 0,00 1,53 0,00 1,53 0,00 1,53 0,00 1,53 3,06 0,00 3,06 0,00 3,06 0,00 1,53 0,00 0,00 3,06 0,00 6,13 1,53 3,06 1,53 0,00 3,06 0,00 6,13
m3/há 0,00 15,30 0,00 15,30 0,00 15,30 0,00 15,30 30,60 0,00 30,60 0,00 30,60 0,00 15,30 0,00 0,00 30,60 0,00 61,30 15,30 30,60 15,30 0,00 30,60 0,00 61,30
ABRIL Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
01-abr 02-abr 03-abr 04-abr 05-abr 06-abr 07-abr 08-abr 09-abr 10-abr 11-abr 12-abr 13-abr 14-abr 15-abr 16-abr 17-abr 18-abr 19-abr 20-abr 21-abr 22-abr 23-abr 24-abr 25-abr 26-abr 27-abr
3,0 1,0 5,0 5,2 4,0 5,0 4,2 5,0 5,2 4,4 0,0 2,0 2,5 3,7 6,0 2,0 7,0 4,5 5,0 4,3 6,0 5,0 0,4 5,2 2,0 2,0 2,0
0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4 0,4
1,20 0,40 2,00 2,08 1,60 2,00 1,68 2,00 2,08 1,76 0,00 0,80 1,00 1,48 2,40 0,80 2,80 1,80 2,00 1,72 2,40 2,00 0,16 2,08 0,80 0,80 0,80
12,00 4,00 20,00 20,80 16,00 20,00 16,80 20,00 20,80 17,60 0,00 8,00 10,00 14,80 24,00 8,00 28,00 18,00 20,00 17,20 24,00 20,00 1,60 20,80 8,00 8,00 8,00
28-abr 29-abr 30-abr
3,2 3,0 0,3
0,4 0,4 0,4
1,28 1,20 0,12
12,80 12,00 1,20
2 0 2
3,06 0,00 3,06
30,60 0,00 30,60
Horas 0 1 0 1 0 0 2 0 0 2 0 0 2 0 0 0 3 0 0 2 0 0 0 2 0
Riego mm/riego 0,00 1,53 0,00 1,53 0,00 0,00 3,06 0,00 0,00 3,06 0,00 0,00 3,06 0,00 0,00 0,00 4,60 0,00 0,00 3,06 0,00 0,00 0,00 3,06 0,00
m3/há 0,00 15,30 0,00 15,30 0,00 0,00 30,60 0,00 0,00 30,60 0,00 0,00 30,60 0,00 0,00 0,00 46,00 0,00 0,00 30,60 0,00 0,00 0,00 30,60 0,00
MAYO Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
6,4 2,2 2,0 2,5 2,0 2,2 0,1 3,0 0,5 3,0 3,2 4,1 2,0 0,0 2,0 2,3 2,0 2,0 1,5 2,0 1,5 1,5 1,0 2,0 0,5
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
3,20 1,10 1,00 1,25 1,00 1,10 0,05 1,50 0,25 1,50 1,60 2,05 1,00 0,00 1,00 1,15 1,00 1,00 0,75 1,00 0,75 0,75 0,50 1,00 0,25
32,00 11,00 10,00 12,50 10,00 11,00 0,50 15,00 2,50 15,00 16,00 20,50 10,00 0,00 10,00 11,50 10,00 10,00 7,50 10,00 7,50 7,50 5,00 10,00 2,50
26 27 28 29 30 31
0,2 1,0 0,4 3,0 5,0 3,0
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
0,10 0,50 0,20 1,50 2,50 1,50
1,00 5,00 2,00 15,00 25,00 15,00
0 0 3 0 0 1
0,00 0,00 4,60 0,00 0,00 1,53
0,00 0,00 46,00 0,00 0,00 15,30
Horas 0 0 2 0 0 2 2 0 0 0 3 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0 0
Riego mm/riego 0,00 0,00 3,06 0,00 0,00 3,06 3,06 0,00 0,00 0,00 4,60 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 6,13 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
m3/há 0,00 0,00 30,60 0,00 0,00 30,60 30,60 0,00 0,00 0,00 46,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 61,30 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
JUNIO Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
2,1 0,0 0,1 0,5 4,5 2,0 2,2 2,1 1,3 3,0 0,3 2,0 1,0 0,0 0,5 0,2 0,0 1,0 2,0 0,4 0,3 1,2
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
1,05 0,00 0,05 0,25 2,25 1,00 1,10 1,05 0,65 1,50 0,15 1,00 0,50 0,00 0,25 0,10 0,00 0,50 1,00 0,20 0,15 0,60
10,50 0,00 0,50 2,50 22,50 10,00 11,00 10,50 6,50 15,00 1,50 10,00 5,00 0,00 2,50 1,00 0,00 5,00 10,00 2,00 1,50 6,00
23 24 25 26 27 28 29 30
2,0 2,0 0,1 2,1 0,2 2,0 2,3 1,3
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
1,00 1,00 0,05 1,05 0,10 1,00 1,15 0,65
10,00 10,00 0,50 10,50 1,00 10,00 11,50 6,50
0 1 0 0 0 0 0 2
0,00 1,53 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3,06
0,00 15,30 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 30,60
Horas 0 0 0 0 4 0 0 2 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0 3 0
Riego mm/riego 0,00 0,00 0,00 0,00 5,96 0,00 0,00 2,98 0,00 0,00 0,00 4,47 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 4,47 0,00
m3/há 0,00 0,00 0,00 0,00 59,60 0,00 0,00 29,80 0,00 0,00 0,00 44,70 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 44,70 0,00
JULIO Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
0,3 0,1 2,4 1,5 1,5 1,0 1,4 2,0 1,0 * 2,2 1,5 0,4 0,2 0,5 0,1 2,0 2,0 1,3 0,2
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
0,15 0,05 1,20 0,75 0,75 0,50 0,70 1,00 0,50 0,00 1,10 0,75 0,20 0,10 0,25 0,05 1,00 1,00 0,65 0,10
1,50 0,50 12,00 7,50 7,50 5,00 7,00 10,00 5,00 0,00 11,00 7,50 2,00 1,00 2,50 0,50 10,00 10,00 6,50 1,00
21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
0,8 1,2 1,0 2,2 2,5 2,0 2,0 2,3 2,0 1,2 1,1
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
0,40 0,60 0,50 1,10 1,25 1,00 1,00 1,15 1,00 0,60 0,55
4,00 6,00 5,00 11,00 12,50 10,00 10,00 11,50 10,00 6,00 5,50
0 0 0 0 4 0 0 0 0 0 0
0,00 0,00 0,00 0,00 5,96 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
0,00 0,00 0,00 0,00 59,60 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Horas 6 0 0 0 0 0 0 0 7 0 0 2 0 0 0 3 0
Riego mm/riego 8,59 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 10,02 0,00 0,00 2,86 0,00 0,00 0,00 4,29 0,00
m3/há 85,90 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 100,20 0,00 0,00 28,60 0,00 0,00 0,00 42,90 0,00
(*) Dato no registrado.
AGOSTO Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
0,3 2,0 2,1 0,3 2,2 0,3 3,5 3,4 3,0 3,0 4,0 0,2 0,4 0,5 5,0 0,0 2,0
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
0,15 1,00 1,05 0,15 1,10 0,15 1,75 1,70 1,50 1,50 2,00 0,10 0,20 0,25 2,50 0,00 1,00
1,50 10,00 10,50 1,50 11,00 1,50 17,50 17,00 15,00 15,00 20,00 1,00 2,00 2,50 25,00 0,00 10,00
18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
2,0 2,0 1,0 3,2 0,3 1,0 1,1 1,2 0,3 2,0 2,0 1,0 0,0 0,8
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
1,00 1,00 0,50 1,60 0,15 0,50 0,55 0,60 0,15 1,00 1,00 0,50 0,00 0,40
10,00 10,00 5,00 16,00 1,50 5,00 5,50 6,00 1,50 10,00 10,00 5,00 0,00 4,00
0 0 2 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0
0,00 0,00 2,86 0,00 0,00 0,00 0,00 1,43 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
0,00 0,00 28,60 0,00 0,00 0,00 0,00 14,30 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
Horas 0 0 0 0 0 11 0 0 0 0 0 0 0 0
Riego mm/riego 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 15,74 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
m3/há 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 157,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
SEPTIEMBRE Día
ETo (mm/día)
Kp
ETc (mm/día)
ETc (m3/há)
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
1,0 2,0 5,0 2,0 0,9 2,3 2,8 3,1 1,6 1,0 2,7 4,0 2,0 2,0
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
0,50 1,00 2,50 1,00 0,45 1,15 1,40 1,55 0,80 0,50 1,35 2,00 1,00 1,00
5,00 10,00 25,00 10,00 4,50 11,50 14,00 15,50 8,00 5,00 13,50 20,00 10,00 10,00
15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
3,5 2,3 2,3 5,5 4,5 3,2 4,1 3,9 2,5 2,5 5,5 6,4 4,3 3,0 4,1 4,2
0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
1,75 1,15 1,15 2,75 2,25 1,60 2,05 1,95 1,25 1,25 2,75 3,20 2,15 1,50 2,05 2,10
17,50 11,50 11,50 27,50 22,50 16,00 20,50 19,50 12,50 12,50 27,50 32,00 21,50 15,00 20,50 21,00
0 4 0 0 0 0 9 0 0 0 9,5 0 0 0 2 0
0,00 5,72 0,00 0,00 0,00 0,00 12,88 0,00 0,00 0,00 13,60 0,00 0,00 0,00 2,86 0,00
0,00 57,20 0,00 0,00 0,00 0,00 128,80 0,00 0,00 0,00 136,00 0,00 0,00 0,00 28,60 0,00
ANEXO 3. Registro diario de tensiones para cada tratamiento a dos profundidades de suelo, en cada mes, durante el período de investigación. FEBRERO Día
15 16 17 18 19 20 21
100% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 0 7 8 10 0 8 0 8 2 10 8 10
75% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 0 6 2 8 2 6 4 6 2 6 8 10
50% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 30 0 32 0 34 0 0 0 0 0 62 0
120% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 0 6 0 8 0 7 0 8 0 8 0 8
22 23 24 25 26 27 28
12 16 4 0 4 0
18 22 6 8 12 6
10 14 0 2 4 0
12 14 6 8 6 8
12 18 0 6 0 0
0 0 0 0 0 0
6 8 0 0 0 0
10 12 8 8 8 6
(-) valor sin registrar.
MARZO Día
1 2 3 4 5 6 7 8
100% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 72 50 72 50 74 52 7 7 28 13 4 6
75% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 14 12 14 12 26 16 4 6 16 10 4 8
50% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 76 34 76 34 78 44 6 10 63 42 10 42
120% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 8 10 8 10 16 14 0 7 0 8 0 8
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
30 4 26 0 28 16 25 20 22 14 42 38 28 12 24 8
16 6 16 6 38 24 12 26 16 10 32 20 24 48 12 14
26 6 22 6 26 28 34 70 34 71 34 30 36 44 73 22
14 8 10 8 14 20 16 20 8 6 12 8 14 14 8 12
60 20 69 8 68 0 68 74 26 4 50 36 54 70 20 0
44 44 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
8 0 0 0 4 65 10 20 0 0 6 0 16 20 12 68
12 8 8 8 12 22 14 14 10 8 12 10 14 14 10 10
(-) valor sin registrar.
ABRIL Día
1 2 3 4 5 6
100% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 22 10 40 20 70 78 8 12 28 40
75% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 6 8 12 10 62 20 8 8 32 12
50% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 56 10 70 14 54 22 64 8 70 14
120% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 48 0 48 0 32 0 10 0 22 0
7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
12 28 18 10 24 46 14 48 18 30 20 26 28 25 26 20 16 26 6 18 26
32 20 20 28 16 18 24 22 24 20 34 20 22 28 22 26 28 22 10 14 18
18 42 32 42 14 48 24 50 30 40 30 42 40 46 48 50 42 48 12 38 60
8 14 10 22 8 14 8 16 6 34 12 34 24 24 12 30 12 22 8 14 30
56 70 62 76 48 56 60 65 70 76 34 68 70 62 70 62 52 70 4 28 62
10 18 14 12 10 18 12 28 10 54 12 38 28 22 18 34 16 39 12 24 50
10 24 12 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 6
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
(-) valor sin registrar.
MAYO Día
1 2 3 4
100% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 46 42 10 26 48 58
75% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 48 22 26 10 54 22
50% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 58 40 36 14 60 50
120% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 0 0 0 0 10 0
5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
8 22 52 16 28 2 20 58 4 18 26 8 18 12 26 0 0 8 26 6 24
16 30 50 18 39 6 16 38 8 16 22 6 8 10 14 6 8 10 14 8 14
28 36 56 20 40 12 22 42 12 18 26 24 18 12 16 4 4 8 14 8 14
8 12 22 12 18 6 12 18 8 12 14 6 8 10 12 6 8 10 12 8 10
40 50 64 28 54 48 26 54 26 16 26 50 32 12 18 0 0 6 14 8 22
16 38 62 20 12 26 16 26 10 16 18 8 10 12 14 10 10 12 16 10 14
0 4 10 6 12 0 6 14 0 6 8 0 0 4 8 0 0 0 0 0 8
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
(-) valor sin registrar.
JUNIO Día
1 2
100% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 4 6 18 12
75% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 4 6 10 8
50% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 0 8 18 4
120% ETc Profundidad 30 cm 60 cm 0 0 10 0
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
44 0 24 24 0 10 20 26 4 8 10 16 10 0 0 4 6 10 26 0 14 0 6
20 6 14 22 16 10 14 16 8 10 10 12 14 6 6 8 8 10 14 6 10 12 14
14 4 14 4 4 6 8 24 4 6 8 8 12 4 4 6 6 10 32 4 6 30 30
12 8 10 8 8 10 10 10 8 10 10 10 12 6 8 10 10 10 12 6 10 10 12
30 0 20 0 0 6 10 20 0 6 4 6 8 0 0 0 0 0 6 10 0 0 4
16 8 14 8 8 8 12 10 10 10 10 12 12 10 10 10 10 12 12 8 10 12 12
18 0 10 0 0 0 0 6 0 0 0 0 4 0 0 0 0 0 6 0 4 6 10
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
(-) valor sin registrar.
JULIO Día
100% ETc Profundidad 30 cm 60 cm
75% ETc Profundidad 30 cm 60 cm
50% ETc Profundidad 30 cm 60 cm
120% ETc Profundidad 30 cm 60 cm
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
4 6 20 38 8 20 32 0 20 30 0 4 4 0 12 24 0 0 4 10 26 0 0 0 6 12 -
6 8 10 14 6 10 10 6 12 16 4 6 8 8 10 12 4 6 8 8 10 6 6 8 8 8 -
4 4 6 10 4 6 6 4 8 10 0 4 4 6 10 14 0 4 6 8 12 2 4 4 4 6 -
6 8 10 10 8 8 10 6 10 10 6 8 8 10 14 16 6 8 8 10 18 4 6 6 8 10 -
0 0 4 8 0 6 6 0 12 16 0 0 0 0 8 8 0 0 0 4 14 0 0 0 6 10 -
8 10 10 12 8 10 10 8 12 14 8 8 10 10 12 12 8 8 10 10 10 4 6 6 8 10 -
0 0 0 4 0 0 0 0 8 12 0 0 0 0 4 6 0 0 0 0 4 0 0 0 0 6 -
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 -
(-) valor sin registrar.
Día
AGOSTO 100% ETc
75% ETc
50% ETc
120% ETc
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
Profundidad 30 cm 60 cm 20 14 0 10 2 10 8 12 0 6 0 6 8 10 24 12 0 6 6 8 26 10 0 6 22 10 0 6 0 8 4 10 28 12 4 8 4 8 4 10 20 12 0 6 0 8 0 6 0 8 0 8
(-) valor sin registrar.
Profundidad 30 cm 60 cm 14 0 0 0 0 0 4 9 8 12 0 0 8 0 16 0 0 0 4 0 26 0 24 0 24 0 0 0 0 0 4 0 28 0 0 0 4 0 4 0 42 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Profundidad 30 cm 60 cm 32 12 0 6 4 8 8 8 0 6 0 6 8 10 24 12 0 6 6 8 28 12 0 6 32 12 0 4 4 6 8 8 20 12 6 8 8 8 16 8 30 12 0 6 6 6 0 4 0 6 0 6
Profundidad 30 cm 60 cm 12 10 4 6 4 8 0 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0