UNIVERS UNIV ERSIDA IDAD D ABIER ABIE RTA PARA PARA ADULTOS ADULTOS UAPA
MATERIA HISTORIA DEL PENSAMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL
TAREA 5
FACILITADOR HIPOLITO CATEDRAL DIAZ
SUSTENTANTE SANDRA SAND RA ALT ALTAGRACIA AGRA CIA GUEVARA GUEVARA LARA L ARA
MATRICULA 15-7777 Tel. 8!-7"-#51
Tarea V
C$%&le'( el )*+,*e'e ,(/0$ )$0e l() $00*e'e) $'e%&$02e() /el &e)(%*e'$ &$l3'*$ C$00*e'e) /el &e)(%*e'$ 4$ e$6%*( Il,)'0(*6
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Según la evolución de los L( *l,)'0(*6 e , René Descartes movimientos arscos, la0e,0)$ %,4 *%&$0'('e Ilustración puede ser defnida 9,e $) (4,/( ( e'e/e0 (1596como el pensamiento cultural/e ,( %(e0( %() l(0( l( 1650) dominante de la Europa dele&0e)*6 /e l() */e() 9,e siglo XVII –y en algunos casos, &,e/e $e*0 , :$%0e. John Locke extendido asta los al!ores del siglo XIX" el cual se caracteri#ó (1632por colocar el acento en la 1704) razón y humano.
el
conocimiento
Voltaire (1694 177!) $e esta %orma, según se&ala la 'istoria del (rte, la Ilustración puede entenderse como la
J"an Jaco#o Ro"ssea" máxima expresión de las ideas o visiones concebidas por el (1712 hombre renacensta, puesto 177!) )ue el centro de este $ontes%"ie" (171317!4) Da&i' "e (17111776)
movimiento viene a ser precisamente la ra#ón y el sa!er del om!re, as* como la di%usión de +ste, en pro de !rindarle luces a la 'umanidad, )ue las sacara de las nie!las de la ignorancia, ra#ón por la cual adems se le denomina al siglo XVII, per*odo en el cual se desarrolló este movimiento, el Siglo de la -uces. (s* mismo, siendo semilla de los ideales )ue despu+s tomar*an %orma en la /evolución 0rancesa, los propulsores e intelectuales seguidores de la Ilustración cre*an %ervientemente )ue lo
único )ue pod*a salvar a la 'umanidad de la !ar!arie, la miseria, la opresión y la ignorancia era el estudio y el conocimiento . Igualmente, como todo movimiento cultural )ue llega a instaurarse y erigirse como defnición de una +poca, la Ilustración %ue apoyada por las clases dominantes, como la 1urgues*a y la (ristocracia, lo cual tam!i+n aseguró )ue las reas en desarrollo, tanto cienfcas, como arscas e intelectuales contaran con gran apoyo económico y posi!ilidad de desarrollarse. Liberalismo
El l*e0(l*)%$ e) ,( *l$)$3( &$l3'*( 9,e /e*e/e l( l*e0'(/ El l*e0(l*)%$ e , ,e %avid &icardo (1772! */*;*/,(l< l( ***('*;()e'*/$ /e l( &(l(0( e) ,( 1'2$ &0*;(/( 4 l*%*'( l(*l$)$3( 9,e )e &,e/e *'e0;e*6 /el E)'(/$ 4 /e(&l*(0 e ,('$ ( l( osiah uc)er l$) &$/e0e) &=l*$) e l(l*e0'(/ /e e&0e)*6 ;*/( )$*(l< e$6%*( 4*/*;*/,(l /e (/( &e0)$( ohn *a+ ,l',0(l.1 A)*%*)%$< )e)$l$ l*%*'(/$ ), */e'**( $%$ ,( ('*',/*'e0;e*6 e l$ ,rancisco -elon 9,e &0$&,+( l( l*e0'(/ 4 l(0el(*$(/$ (l e)'(/$ 4 l$) '$le0(*( e l() 0el(*$e) &$/e0e) &=l*$) /el :,%(()< ,/(%e'(/( e%*)%$< &,e) ( '0(;@) /el el l*0e (le/03$ >;*/.l*e0(l*)%$ )e &0$%,e;e l( E),el( /e S(l(%((?.l*e0'(/ 4 l( '$le0(*( /e P0$%,e;e< e ),%(< l()l$) )e0e) :,%($) . l*e0'(/e) *;*le) 4 e$6%*() 4 )e $&$e (l ()$l,'*)%$< (l /e)&$'*)%$ *l,)'0(/$< (l $)e0;(/,0*)%$< l$) )*)'e%() (,'$0*'(0*$)< /*'('$0*(le) 4 '$'(l*'(0*$). C$)'*',4e l( $00*e'e e l( 9,e )e ,/(%e'( '('$ el E)'(/$ /e /e0e:$ $%$ l( /e%$0(*( 0e&0e)e'('*;( 4 l( /*;*)*6 /e &$/e0e). Adam Smith (172! 17"#$
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2alter Euc3en /4p3e y -ud5ing Erard Von 'aye3
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6arlos 7arx (dam Smit 8on -oc3e $avid /icardo 9omas 7altus
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Es un sistema económico, )ue ene verentes pol*cas y sociales, en el )ue el capital predomina so!re el tra!a:o. El t+rmino ;<3apitalism=> lo uli#ó 6arlos 7arx por ve# primera a mediados del siglo XIX. ?ste sosten*a )ue en el sistema capitalista los medios de producción ;dinero, erra, %!ricas, m)uinas, etc> estn en manos de una clase social propietaria ;la !urgues*a>, en tanto )ue los tra!a:adores ;proletarios> estn desprovistos de cual)uier pertenencia, lo )ue los o!liga para so!revivir a vender lo único )ue poseen, su %uer#a de tra!a:o, perci!iendo a cam!io un salario. @ero 7arx sosten*a )ue ese salario )ue perci!e el proletario no se corresponder*a con el valor del tra!a:o reali#ado, por el contrario, una parte del mismo ;la plusval*a> se la apropiar*a el capitalista, dando lugar a una acumulación de capital. El salario tan sólo permir*a reproducir la %uer#a de tra!a:o ;los o!reros> y con +l únicamente se atender*an las m*nimas necesidades de su!sistencia ;alimento, vesdo y poco ms>.
L( e$$%3( %(0*)'( e) l( e),el( /e &e)(%*e'$ e$6%*$ *)&*0(/( e l( Friedrich Wilhelm $0( /e (0l M(0. L( Nietzsche %(4$03( /e l$) $e&'$) ,/(%e'(le) /e e)'( George Edward e),el( ,e0$ /e)(00$ll(/$) Moore &$0 M(0 e ), $0( &0**&(l El (&*'(l e'0e José Ortega y ell$)< ,e0( /e '0(($< Gasset l,%&e%&0$le'(0*(/$< Karl Heinrich Marx
Lois !lthsser "homas #amel Khn
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#. Lee /e %(e0( 03'*( el %('e0*(l $l$(/$ e l( &l('($0%( >&(+*( 1# ( l( 5? 4 el($0( , *$0%e /e le',0( El li!eralismo irrumpe en la istoria de las ideas, con el a%n de poner l*mites al totalitarismo y a!uso del poder centrali#ado de los estados a!solustas )ue a!r*an caracteri#ado a las monar)u*as europeas, so!re todo asta la 6onstución Inglesa primero y la /evolución 0rancesa luego. (soman como parcularmente importantes en tal sendo, las o!ras de 8on -oc3e ;ABCD" AFG> y el varón de 7ontes)uieu ;ABH – AJJ>. El primero, en medio de la %ermental pol+mica so!re los alcances de la so!eran*a popular y %ormas de go!ierno en la Inglaterra del Siglo XVII, ar*a incapi+ en su 9ratado so!re el Ko!ierno 6ivil ;ABF>, en el concepto de la so!eran*a popular, la li!ertad religiosa y la separación entre Iglesia y Estado, reca#ando el $ereco $ivino y las prerrogavas de un Estado totalitario. El segundo mientras tanto, en El esp*ritu de las -eyes ;AGH> a!ogar*a por algunas instuciones %undamentales en la $eclaración de $erecos del 'om!re, como ser la separación de los poderes y el rol de los cuerpos intermedios. Estas posturas sern re%or#adas por notorias voces del siglo XVIII )ue de%endern los derecos individuales y la li!ertad en todas sus expresiones, principios !sicos )ue disnguieron desde entonces a todo li!eral. Es en estas materias )ue comien#an a vincularse los principios pol*cos y económicos del li!eralismo, en el marco de las primeras trans%ormaciones ocurridas con la revolución industrial. Voltaire, por e:emplo, en sus -eLres anglaises se&alar*a categóricamente )ue
esencia del li!eralismo económico y pol*coM la li!ertad de comercio y la li!ertad del individuo van de la misma mano, y se trans%orman en palanca del !ienestar general. -a o!ra de 7arx es muy extensa, y por lo tanto comple:a. $esde nuestro punto de vista co!ra relevancia el per*odo )ue va desde AHGC, a&o en )ue se ace comunista en @ar*s, asta su muerte acaecida en AHHC. (dems de extensa, su o!ra pretende ser pluridisciplinaria ;con a!orda:es desde la istoria, econom*a, flosoNa y sociolog*a>, adems de a!iertamente pol*ca. -a amplitud de su o!ra a llevado a mucos a disnguir la etapa del 7arx :oven y del 7arx maduro. -a primera incluye todos sus escritos reali#ados asta AHGH, aun)ue, induda!lemente los ms interesantes son los )ue escri!e luego de su estancia en @ar*s, en AHGCM <6r*ca de la flosoNa del dereco de 'egel=, <7anuscritos de @ar*s=, y en con:unto con Engels, <-a Sagrada 0amilia=. 9am!i+n es de esta +poca <-a Ideolog*a (lemana=, de AHGB, )ue escri!iera :unto a Engels, y se pu!licara por primera ve# en ruso, en el a&o ADG. En esta o!ra, los dos autores descri!en en %orma muy clara su materialismo istórico. En AHG pu!lica <7iseria de la 0ilosoNa=, donde intenta responder la <0ilosoNa de la 7iseria= de @roudon. -a úlma o!ra de este per*odo <:oven= de 7arx, es el panOetario e istórico <7anifesto 6omunista= de AHGH. Su segunda etapa est signada por una mirada muco ms económica y sociológica )ue flosófca. ()u* de!emos rescatar la <6ontri!ución a la cr*ca de la econom*a pol*ca= de AHJ, y su o!ra maestra de tres tomos,
, de los cules solo el primero %ue totalmente escrito por 7arx, ya )ue los dos restantes %ueron completados por Engels. Su úlmo gran tra!a:o, es
constuyendo verdaderas corrientes con inOuencia en la istoria concreta del mundo entero durante los siglos XIX y XX. $e esta manera, socialismo utópico, li!eralismo, marxismo, anar)uismo, socialcrisanismo, %ascismo, socialdemocracia, neoli!eralismo, comunitarismo, etc., se constuirn en algunas de las corrientes so!re las )ue reOexionaremos en próximas entregas. Valgan dos precisiones iniciales so!re la revolución industrial. En primer lugar, digamos )ue +sta es un eco istórico concreto )ue podemos u!icar en un lugar y momento precisoM Inglaterra, en la segunda mitad del siglo XVIII, de tal manera )ue la di%usión y desarrollo en otros contextos espacio – temporales de!ern ser reconocidos como
parte, parecen convenir en algunas caracter*scas comunes a las sociedades pre"industrialesM ausencia de movación de gananciaQ ausencia del principio de tra!a:ar por una remuneraciónQ ausencia del principio del menor es%uer#oQ y ausencia de cual)uier instución separada y disnta !asada en movaciones económicas. -a /evolución , sin em!argo, con el surgimiento de las m)uinas y la producción %a!ril, desatar*a el desarrollo y posterior egemoni#ación de las lógicas mercanles. -a explicación, dada en %orma simple es )ue solo podrn costearse las m)uinas por el comerciante si +stas son capaces de producir grandes candades de !ienes. -os !ienes a su ve# de!en tener asegurado un mercado para las ventas. @ara ello es necesario contar con todos los %actores necesarios en la producción. Estos, a su ve#, de!ern estar disponi!les en la candad necesaria para )uien )uiera comprarlos. T eso solo es posi!le con un mercado de !ienes, y de om!res tra!a:adores )ue %uncione sin inter%erencias ni regulaciones, en fn, con un mercado autoregulado. 1a:o el sistema %eudalista, la erra y la mano de o!ra %orma!an parte de la propia organi#ación social. -a erra, por e:emplo, era el elemento central del orden %eudal y de las instuciones de la +pocaM todo lo re%erido a su propiedad, administración, etc., esta!a ale:ado de la lógica de la compra y la venta, y someda a un con:unto de regulaciones instucionales enteramente di%erentes. -o mismo suced*a con la mano de o!raM con el sistema gremial las relaciones del maestro " ofcial " aprendi#Q y sus salarios, esta!an regulados por las costum!res y leyes del gremio y la ciudad. E:emplos en el campo :ur*dico de salvaguardar a la erra y el tra!a:o del circuito mercanl %ueron el Estatuto de (rfces ;AJBC> y la -ey de @o!res ;ABFA>, adems de las pol*cas de ancercamientos de los 9udor y los primeros Estuardo en Inglaterra. 8ustamente todas estas instuciones de:ar*an de %uncionar con el advenimiento de la econom*a de mercado. Esto signifca )ue reci+n en el Siglo XIX la sociedad se su!ordinó a la econom*aQ o dico con pala!ras de @olanyi, una econom*a de mercado solo puede exisr en una sociedad de mercado. En ese caso, todos los componentes de la econom*a, incluida la erra y la mano de o!ra, estarn incluidos en el sistema de mercado, o dico de otra manera, todos los %actores de producción sern considerados mercanc*as desnadas a la venta, y su:etas al mecanismo de la o%erta y demanda. $e esta %orma, erra, mano de o!ra y dinero de!en organi#arse en mercados. Esto a pesar )ue la erra y la mano de o!ra no son mercanc*asQ ni si)uiera el dinero )ue es un s*m!olo del poder de compra )ue por lo general no se produce, sino )ue surge a trav+s del mecanismo de la !anca o de las fnan#as estatales. 6onscientes de la crisis generada por esta
$ecimos )ue el li!eralismo es una corriente especialmente comple:a por varias ra#ones. En primer lugar, es una corriente )ue a inOuido en tres de las dimensiones %undamentales del pensamiento contemporneo, esto es, la pol*ca, la flosoNa y la econom*a. Se comprender entonces cun comple:o es unifcar criterios entre postulados tanto de pol*cos como flóso%os y economistas. En segundo lugar, el li!eralismo es una corriente )ue unde ra*ces al menos en el siglo XVII, y )ue desde entonces a venido desarrollando sus ideas asta oy en d*a. Esto ace )ue tengamos )ue disnguir vie:os y nuevos li!eralismos, agregando un nuevo elemento de comple:idad. En tercer lugar, el li!eralismo se a trans%ormado en una corriente comple:a por la simple constatación de )ue su!sisten notorias di%erencias internas entre sus adeptos. @or e:emplo, as* como en el siglo XVIII a!*a li!erales demócratas, u!o otros )ue :ams creyeron en el su%ragio universalQ en los empos )ue corren, por su lado, ay li!erales )ue creen en las !ondades de cierta intervención estatal y otros )ue persiguen un Estado de po laisse#"%aire. 0inalmente, y sin nimo de descartar otras ra#ones, el li!eralismo se disngue por ser una corriente ms di%usa )ue otras en cuanto no se la puede vincular a un autor determinado, sino a varias %uentes dispersas en el empo y en el espacio. 0ruto de lo anterior, resulta )ue el li!eralismo es )ui# la corriente ms comple:a de todas las )ue iremos desarrollando en esta sección de y el varón de 7ontes)uieu ;ABH – AJJ>. El primero, en medio de la %ermental pol+mica so!re los alcances de la so!eran*a popular y %ormas de go!ierno en la Inglaterra del Siglo XVII, ar*a incapi+ en su 9ratado so!re el Ko!ierno 6ivil ;ABF>, en el concepto de la so!eran*a popular, la li!ertad religiosa y la separación entre Iglesia y Estado, reca#ando el $ereco $ivino y las prerrogavas de un Estado totalitario. El segundo mientras tanto, en El esp*ritu de las -eyes ;AGH> a!ogar*a por algunas instuciones %undamentales en la $eclaración de $erecos del 'om!re, como ser la separación de los poderes y el rol de los cuerpos intermedios.
Estas posturas sern re%or#adas por notorias voces del siglo XVIII )ue de%endern los derecos individuales y la li!ertad en todas sus expresiones, principios !sicos )ue disnguieron desde entonces a todo li!eral. Es en estas materias )ue comien#an a vincularse los principios pol*cos y económicos del li!eralismo, en el marco de las primeras trans%ormaciones ocurridas con la revolución industrial. Voltaire, por e:emplo, en sus -eLres anglaises se&alar*a categóricamente )ue , concluye )ue los vicios de los individuos son un !enefcio para la sociedadM si todos nos comportamos de %orma ego*sta e individualista, la sociedad en su con:unto ser la !enefciada. Se comprender como estas ideas an contri!u*do a desarrollar el actual neoli!eralismo. Utros autores )ue siguieron esta lógica son Sir 8ames Ste5art, 8on 7illar,Vico, o el ms conocido (dam Smit. E%ecvamente, ser (dam Smit ;ADC – AF>, )uien me:or desarrollara los principios del li!eralismo económico. En su c+le!re o!ra de AB, Ensayo so!re la naturale#a y las causas de la ri)ue#a de las naciones, sentar*a las !ases de la visión li!eral de las ciencias económicas, al acer incapi+ en la concurrencia entre el inter+s individual y el inter+s general, la propiedad privada, y el origen de la ri)ue#a por medio de la división del tra!a:o. , puesta en %uncionamiento claramente en los mercados internos del tra!a:o so!re mediados del siglo XIX, solo generar*a un enorme caos social y aumentos de la pauperi#ación, lo )ue condu:o nuevamente a replantear la necesidad de las regulaciones por parte incluso de algunos li!erales.
( eso de!emos sumar )ue si !ien se propugna!a la menor intervención posi!le del estado al interior de las econom*as, el Siglo XIX se caracteri#ó por pol*cas de %+rreo proteccionismo en materia de comercio exterior por parte de las naciones ms ricas. , etc. Sin em!argo, en vida, 0ourier nunca reci!ió apoyo económico para %undar estas comunidades. $e eco, los primeros %alansterios se desarrollaron en Porteam+rica, a inOu:o de (l!ert 1ris!ane ;AHF"AHF>, )uien logra %undar :unto a otros disc*pulos de 0ourier algunos de +stos sin mayores +xitos, salvo en los casos en )ue se !asaron ms en los lineamientos cooperavos propiamente dicos.
/o!ert U5en %ue uno de los verdaderos antecesores del movimiento cooperavo, no sólo por lo )ue i#o en vida, sino tam!i+n por el eco )ue algunos de sus disc*pulos %undaron la sociedad cooperava de los /ocdale @ioneers. Este reconocido y apico empresario so&a!a con comunidades de tra!a:o donde se disolviera por completo la propiedad privada, lo )ue lo di%erencia!a de 0ourier claramente. Utra de las di%erencias es )ue para U5en la !ase de producción de!*a ser agr*cola, en tanto para 0ourier era necesaria la poliacvidad producva. Sus ideas, no o!stante, se ir*an &endo de notorias re%erencias religiosas ;El nuevo mundo moral>, lo )ue lo ale:ar*a de una reOexión ms o!:eva so!re las potencialidades reales de las comunidades de tra!a:o. Entre las cientos de cooperavas %undadas por U5en y 2illiam 9ompson, entre AHDJ y AHCJ, destaca la idea o5eniana de una !olsa nacional donde se intercam!ia!an los productos por medio de !illetes de tra!a:o, idea )ue vuelve a resurgir con %uer#a en nuestros empos. @ilippe 1uce# puede ser considerado ciertamente el padre del cooperavismo %ranc+s. Siendo disc*pulo de Saint Simón, a!andonó sus tesis cuando a)uel comien#a a incursionar en el plano religioso. 1uce#, de %uerte %ormación católica, se&ala en su li!ro Introducon W la science de listoire )ue la etapa de la umanidad iniciada con la venida del crisanismo, esta!a desnada a desarrollar los valores de igualdad, %raternidad y caridad. -a Iglesia 6atólica, y las asociaciones de o!reros y productores tendr*an en tal sendo un alto nivel de responsa!ilidad para )ue ello ocurriera as*. Su notorio acercamiento a las clases tra!a:adores )ueda tesmoniado con el periódico -(telier, órgano de los intereses morales y materiales de la clase o!rera. Este órgano, )ue saldr*a entre AHGF y AHJF, ten*a por lema las pala!ras de San @a!lo el )ue no tra!a:a no come. 1uce#, es considerado por mucos, uno de los %undadores del pensamiento social" crisano, o socialista"crisano, como se divulga!a en la +poca. @ara @ierre 8osep @roudon, tanto el Estado como las asociaciones contri!u*an a limitar la li!ertad del individuo. @ara el autor de la 0ilosoNa de la 7iseria la clave era la %amilia. Sin em!argo, @roudon salto a la %ama por algunas de sus consignas radicales ;-a propiedad es un ro!o, $ios es el mal, etc.>, las )ue sin em!argo se relavi#an una ve# )ue se conoce la o!ra suya completamente. @or ello es )ue 9oucard se&ala )ue nada resulta ms %cil )ue oponer a un texto de @roudon otro de @roudon. $e eco, la propiedad privada era admida por el autor, sólo )ue crica!a duramente la %orma en )ue era uli#ada en la +poca. ( di%erencia de otros autores del socialismo utópico, @roudon era frme pardario del igualitarismo en la sociedadM -a igualdad de las condiciones, e a)u* el principio de las sociedadesQ la solidaridad universal, e a)u* la sanción de esta ley, declara en su primer ensayo so!re la propiedad. @ara este autor, la asociación mutualista se erige como la posi!le solución de los pro!lemas sociales, en la cul los miem!ros asociados se garan#an rec*procamente servicio por servicio, cr+dito por cr+dito, retri!ución por retri!ución, seguridad por seguridad, valor por valor, in%ormación por in%ormación, !uena %e por !uena %e, verdad por verdad, li!ertad por li!ertad, propiedad por propiedad
