RESUMEN OBRA GALLINAZOS SIN PLUMAS GALLINAZOS SIN PLUMAS - JULIO RAMON RIBEYRO –
Título: “Los gallinazos sin plumas” (Ribeyro, Julio Ramón, Cuentos, Alfaguara, México,
1994).
Autor: Julio Ramón Ribeyro
Narrador. El narrador sabe todo de los personajes sin ser uno de ellos; esta característica
le permite saber tanto de los personajes que hasta puede hablar de sus sentimientos y pensamientos.
Planteamiento inicial . Efraín y Enrique vivían en un corralón. Recogían basura para
alimentar al puerco Pascual. Efraín, en uno de sus duros días de trabajo, pisa un vidrio en el basurero y no puede hacer su trabajo diario. Enrique está dispuesto a realizar la labor de su hermano. Ese mismo día, durante su trabajo en el muladar, encuentra un perro que nombra Pedro y lo lleva a vivir al corralón.
Nudo. Enrique, levantado por su abuelo de su cama a varazos, va al basurero sin compañía
de Pedro. Cuando regresa al corralón, llama al perro por su nombre y no recibe respuesta. Dispuesto a encontrarlo, va directo al chiquero. Ve a su abuelo que observa con firmeza a Pascual. Se asombra al ver que el puerco devora a Pedro. Personajes y sus características. Efraín y Enrique son hermanos. Viven junto con su abuelo don Santos en un corralón. Ambos recogen basura para alimentar a un cerdo llamado Pascual. Enrique tiene buenos sentimientos; cuida de Efraín y recoge a un perro abandonado del muladar. Efraín, quien tiene malos presentimientos, se corta la planta del pie; es cuidado por Enrique. Don Santos se enoja con facilidad a causa de su maldad. Tiene una pierna de palo.
Espacio. El cuento se divide, básicamente, en dos lugares: el chiquero y el muladar. En el
primero, Pascual se come a don Santos y a Pedro. En el segundo, Efraían y Enrique recogen basura antes de la hora celeste; ahí también viven los gallinazos. De acuerdo con el relato, el espacio se desarrolla en una zona urbana, en los suburbios de la ciudad por lo que ninguno de los personajes tiene una educación formal.
RESUMEN
Efraín y Enrique eran dos pequeños hermanos, su abuelo se llamaba don Santos y ese tenía un chancho llamado pascual. El abuelo siempre levantaba a sus dos nietos para que trajeran comida en latas para el hambriento marrano. Pero lo que traían los dos niños, para el abuelo era poco y siempre se quejaba de que Pascual estaba flaco y que necesitaba mas comida. Ellos tenían que traer comida de los basurales. Un día, Efraín se corto la planta del pie con un vidrio cuando regresaba del muladar trayendo la comida a Pascual. Al día siguiente tuvo que ir a traer como sea la comida para el chancho, pero al regresar Efraín se sintió peor y le dijo al abuelo don santos. El desconsiderado abuelo no entendía nada, el prefería que su chanco estuviera gordo y lo que le pasara a su nieto Efraín no le interesaba nada. Al final, Enrique tenía que ir solo al
trabajo y hacer doble trabajo por su hermano. Enrique trataba de traer lo mejor para Pascual. Un día Enrique trajo del muladar un perro que le pusieron el nombre de Pedro; pero el abuelo quiso botarlo. Enrique convenció al abuelo al decirle que iría con su perro al basural, ya que este tenía un buen olfato para conseguir mas comida para el chancho. Una mañana, Enrique amaneció resfriado y así se fue a traer comida para Pascual. Al día siguiente ya no pudo levantarse por que tenía mucha fiebre. Entonces el abuelo Santos insulto a sus nietos diciéndoles que no servían para nada. Furioso el abuelo intento de levantarlos diciéndoles que eran ociosos. Enrique trato de levantarse y decidió ir al muladar y llevo varias latas vacías. Al volver Enrique con los cubos llenos de comida, el chancho se lo comió y Enrique lloró por Pedrito y se enfrentó a su abuelo. Enrique empujó la pierna de palo de su abuelo con una vara, y este se resbaló y se precipito de espaldas al chiquero. Enrique y Efraín huyeron.