LA MORALIDAD DE LOS ACTOS HUMANOS 1749 La libertad hace del hombre un sujeto moral. Cuando actúa de manera deliberada, el hombre es, por así decirlo, el padre de sus actos. Los actos humanos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente: son buenos o malos. I. Fuentes de la moal!dad 17"# La moralidad de los actos humanos depende: — del objeto elegido; — del fin que se busca o la intencin; — de las circunstancias de la accin. accin. !l objeto, la intencin " las circunstancias forman las #fuentes$ o elementos constituti%os de la moralidad de los actos humanos.
17"1 !l objeto elegido es un bien hacia el cual tiende deliberadamente la %oluntad. !s la materia de un acto humano. !l objeto elegido especifica moralmente el acto del querer, según que la razn lo reconozca " lo juzgue conforme o no conforme al bien %erdadero. Las reglas objeti%as de la moralidad enuncian el orden racional del bien " del mal, atestiguado por la conciencia. 17"$ &rente al objeto, la intención se sitúa del lado del sujeto que actúa. La intencin, por estar ligada a la fuente %oluntaria de la accin " por determinarla en razn del fin, es un elemento esencial en la calificacin moral de la accin. !l fin es el t'rmino primero de la intencin " designa el objeti%o buscado en la accin. La intencin es un mo%imiento de la %oluntad hacia un fin; mira al t'rmino del obrar. (punta (punta al bien esperado de la l a accin emprendida. )o se limita a la direccin de cada una una de nuestras acciones tomadas tomadas aisladamente, sino que puede puede tambi'n ordenar %arias acciones hacia un mismo objeti%o; puede orientar toda la %ida hacia el fin último. *or ejemplo, un ser%icio que se hace a alguien tiene por fin a"udar al prjimo, pero puede estar inspirado al mismo tiempo por el amor de +ios como fin último de todas t odas nuestras acciones. na misma accin puede, pues, estar inspirada por %arias intenciones como hacer un ser%icio para obtener un fa%or o para satisfacer la %anidad. eje mplo: a"udar al prjimo no hace ni bueno ni justo un comportamiento en sí mismo 17"% na intencin buena -por ejemplo: desordenado -como la mentira " la maledicencia. !l fin no justifica los medios. (sí, no se puede justificar la condena de un inocente como un medio legítimo para sal%ar al pueblo. *or el contrario, una intencin mala sobrea/adida -como la %anagloria con%ierte en malo un acto que, de su"o, puede ser bueno -como la limosna -cf Mt 0, 0, 123.
17"4 Las circunstancias, comprendidas en ellas las consecuencias, son los elementos secundarios de un acto moral. Contribu"en a agra%ar o a disminuir la bondad o la malicia moral de los actos humanos -por ejemplo, la cantidad de dinero robado. *ueden tambi'n atenuar o aumentar la responsabilidad del que obra -como actuar por miedo a la muerte. Las circunstancias no pueden de su"o modificar la calidad moral de los actos; no pueden hacer ni buena ni justa una accin que de su"o su"o es mala. II. Los a&tos 'uenos ( los a&tos malos 17"" !l acto moralmente bueno supone a la %ez la bondad del objeto, del fin " de las circunstancias. na finalidad mala corrompe la accin, aunque su objeto sea de su"o bueno -como orar " a"unar para ser %isto por los hombres. !l objeto de la elección puede por sí solo %iciar el conjunto de todo el acto. 4a" comportamientos concretos —como la fornicacin— que siempre es un error elegirlos, porque su eleccin comporta un desorden de la %oluntad, es decir, un mal moral.
17") !s, por tanto, errneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando slo la intencin que los inspira o las circunstancias -ambiente, presin social, coaccin o necesidad de obrar, etc. que son su marco. 4a" actos que, por sí " en sí mismos, independientemente independientemente de las circunstancias " de las intenciones, son siempre siempre gra%emente ilícitos por razn de su objeto; por ejemplo, la blasfemia " el perjurio, el homicidio homicidio " el adulterio. )o est5 permitido permitido hacer el mal para obtener un bien. Resumen circunstancias constituyen las tres “fuentes”; de la moralidad de de los actos 17"7 El objeto, la intención y las circunstancias humanos. voluntad según ue la ra!ón lo recono!ca recono!ca y lo ju!gue 17"* El objeto elegido especifica moralmente el acto de la voluntad bueno o malo. %om&s de 'uino, 6n 17"9 “"o se puede justificar una acción mala por el hecho de ue la i ntención sea buena” #$. %om&s duo praecepta caritatis et in decem Legis praecepta e7positio , c. (). El fin no justifica los medios. bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. circunstancias. 17)# El acto moralmente bueno supone a la ve! la bondad porue esta comporta un desorden de la 17)1 *ay comportamientos concretos cuya elección es siempre errada porue voluntad, es decir, un mal moral. "o est& permitido hacer un mal para obtener un bien.
¿Qué son los actos humanos? Los actos humanos son los actos libres del hombre. ¿Cómo se califican moralmente los actos libres del hombre? Los actos libres del hombre pueden ser actos moralmente moralmente buenos o moralmente malos, pero nunca indiferentes. ¿De qué depende la bondad o maldad de un acto humano? La bondad o maldad de un acto humano depende del objeto elegido, de la intención o fin que se busca y de las circunstancias de la acción. ¿Qué se requiere para que un acto sea moralmente bueno? Para que un acto sea moralmente bueno se requiere a la vez que sea bueno en el objeto, en el fin y en las circunstancias. ¿Un fin bueno justificaría el uso de unos medios malos?
17") !s, por tanto, errneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando slo la intencin que los inspira o las circunstancias -ambiente, presin social, coaccin o necesidad de obrar, etc. que son su marco. 4a" actos que, por sí " en sí mismos, independientemente independientemente de las circunstancias " de las intenciones, son siempre siempre gra%emente ilícitos por razn de su objeto; por ejemplo, la blasfemia " el perjurio, el homicidio homicidio " el adulterio. )o est5 permitido permitido hacer el mal para obtener un bien. Resumen circunstancias constituyen las tres “fuentes”; de la moralidad de de los actos 17"7 El objeto, la intención y las circunstancias humanos. voluntad según ue la ra!ón lo recono!ca recono!ca y lo ju!gue 17"* El objeto elegido especifica moralmente el acto de la voluntad bueno o malo. %om&s de 'uino, 6n 17"9 “"o se puede justificar una acción mala por el hecho de ue la i ntención sea buena” #$. %om&s duo praecepta caritatis et in decem Legis praecepta e7positio , c. (). El fin no justifica los medios. bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. circunstancias. 17)# El acto moralmente bueno supone a la ve! la bondad porue esta comporta un desorden de la 17)1 *ay comportamientos concretos cuya elección es siempre errada porue voluntad, es decir, un mal moral. "o est& permitido hacer un mal para obtener un bien.
¿Qué son los actos humanos? Los actos humanos son los actos libres del hombre. ¿Cómo se califican moralmente los actos libres del hombre? Los actos libres del hombre pueden ser actos moralmente moralmente buenos o moralmente malos, pero nunca indiferentes. ¿De qué depende la bondad o maldad de un acto humano? La bondad o maldad de un acto humano depende del objeto elegido, de la intención o fin que se busca y de las circunstancias de la acción. ¿Qué se requiere para que un acto sea moralmente bueno? Para que un acto sea moralmente bueno se requiere a la vez que sea bueno en el objeto, en el fin y en las circunstancias. ¿Un fin bueno justificaría el uso de unos medios malos?
Nunca, un fin bueno jamás justificara el uso de unos medios malos, porque el acto sera malo siempre! por consiguiente, no está permitido hacer un mal para obtener un bien. ¿Sólo la inteligencia la !oluntad inter!ienen en los actos humanos deliberados? deliberados? No, intervienen tambi"n las pasiones, que son impulsos de la sensibilidad, y seg#n dependan o no de la razón y de la voluntad, hay en las pasiones bien o mal moral.
Congregación para la Doctrina de la Fe Instrucción sobre el respeto de la vida naciente y la Dignidad de la Procreación
+REAM,ULO +i%ersas Conferencias !piscopales " numerosos 8bispos, telogos m'dicos " hombres de ciencia, han interpelado a la Congregacin para la +octrina de la &e, plateando la cuestin de si las t'cnicas biom'dicas que permiten inter%enir en la fase inicial de la %ida del ser humano " aun en el mismo mis mo proceso procreati%o son conformes con los principios de la moral catlica. La presente 6nstruccin, que es fruto de numerosas consultas ", en particular, de un e7amen atento de las declaraciones episcopales, no pretende reproducir toda la ense/anza de la 6glesia sobre la dignidad de la %ida humana naciente " de la procreacin, sino ofrecer, a la luz de la doctrina precedente del 9agisterio, una respuesta específica a los problemas planteados. La e7posicin seguir5 el siguiente plan: la l a introduccin recordar5 los principios fundamentales, de car5cter antropolgico " moral, necesarios para una e7acta %aloracin de esos problemas " para la elaboracin de la correspondiente respuesta; la primera parte tratar5 del respeto debido al ser humano desde el primer momento de su e7istencia; La segunda parte afrontar5 las cuestiones morales planteadas por las inter%enciones t'cnicas sobre la procreacin humana; en la tercera parte parte se se/alar5n algunas 8rientaciones 8rientaciones acerca de la relacin e7istente entre entre la le" moral " le" ci%il, a propsito de la consideracin debida a los embriones " fetos humanos en dependencia de la legitimidad de las t'cnicas de procreacin artificial. INTRODUCCION 1 LA IN-ESTIACION ,IOMEDICA / LA ENSE0ANA DE LA ILESIA
!l don de la %ida, que +ios Creador " *adre ha confiado al hombre, e7ige que este tome conciencia de su inestimable %alor " lo acoja responsablemente. !ste principio b5sico debe colocarse en el centro de la refle7in encaminada a esclarecer " resol%er los problemas morales que surgen de las inter%enciones artificiales sobre la %ida naciente " sobre los procesos procreati%os. racias al progreso de las ciencias biolgicas " m'dicas, el hombre dispone de medios terap'uticos cada %ez m5s eficaces, pero puede tambi'n adquirir nue%os poderes, pre/ados de consecuencias impre%isibles, sobre el inicio " los primeros estadios de la %ida humana. !n la actualidad, di%ersos procedimientos dan la posibilidad de inter%enir en los mecanismos de la procreacin, no slo para facilitarlos, sino tambi'n para dominarlos. i tales t'cnicas permiten al hombre
. *or eso, aun cuando tales t'cnicas pueden constituir un progreso al ser%icio del hombre, al mismo tiempo comportan gra%es riesgos. +e ahí que se ele%e, por parte de muchos, una llamada urgente a sal%aguardar los %alores " los derechos de la persona humana en las inter%enciones sobre la procreacin. La demanda de luz " de orientacin pro%iene no slo de los fieles, sino tambi'n de cuantos reconocen a la 6glesia,
$ LA CIENCIA / LA TECNICA AL AL SER-ICIO DE LA L A +ERSONA HUMANA
+ios ha creado el hombre a su imagen " semejanza: <%arn " mujer los cre= -en B, 1, confi5ndoles la tarea de
!l r5pido desarrollo de los descubrimientos tecnolgicos e7ige que el respeto de los criterios recordados sea toda%ía m5s urgente; la ciencia sin la conciencia no conduce sino a la ruina del hombre. <)uestro tiempo, m5s que los tiempos pasados, necesita de esa sabiduría para humanizar m5s todas las cosas nue%as que el hombre %a descubriendo. !st5 en peligro el destino futuro del mundo, a no ser que sudan hombres m5s sabios =
% ANTRO+OLOIA E INTER-ENCIONES ,IOMEDICAS
EAu' criterios morales deben ser aplicados para esclarecer los problemas que ho" día se plantean en el 5mbito de la biomedicinaF La respuesta a esta pregunta presupone una adecuada concepcin de la naturaleza de la persona humana en su dimensin corprea. !n efecto, slo en la línea de su %erdadera naturaleza la persona humana puede realizarse como
4 CRITERIOS FUNDAMENTALES +ARA UN 2UICIO MORAL
Los %alores fundamentales relacionados con las t'cnicas de procreacin artificial humana son dos: la %ida del ser humano llamado a la e7istencia " la originalidad con que esa %ida es transmitida en el matrimonio. !l juicio moral sobre los m'todos de procreacin artificial tendr5 que ser formulado a la luz de esos %alores. La %ida física, por la que se inicia el itinerario humano en el mundo, no agota en sí misma, ciertamente, todo el %alor de la persona, ni representa el bien supremo del hombre, llamado a la eternidad. in embargo, en cierto sentido constitu"e el %alor
" LAS ENSE0ANAS DEL MAISTERIO !l 9agisterio de la 6glesia ofrece a la razn humana, tambi'n en esta materia, la luz de la @e%elacin: la doctrina sobre el hombre, ense/ada por el 9agisterio, contiene numerosos elementos que iluminan los problemas aquí tratados. La %ida de todo ser humano ha de ser respetada de modo absoluto desde el momento mismo de la concepcin, porque el hombre es la única criatura en la tierra que +ios ha D " permanece siempre en una especial relacin con el Creador, su único fin. lo +ios es e/or de la %ida desde su comienzo hasta su t'rmino: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente.
La procreacin humana presupone la colaboracin responsable de los esposos con el amor fecundo de +ios; el don de la %ida humana debe realizarse en el matrimonio mediante los actos específicos " e7clusi%os de los esposos, de acuerdo con las le"es inscritas en sus personas " en su unin.
6.
EL RES+ETO DE LOS EM,RIONES HUMANOS
na atenta consideracin de las ense/anzas del 9agisterio " de las %erdades de razn antes recordadas permite dar una respuesta a los numerosos problemas planteados por las inter%enciones t'cnicas sobre las fases iniciales de la %ida del ser humano " sobre el proceso de su concepcin.
B. 3u5 es6eto se de'e al em'!n 8umano en !tud de su natuale:a e !dent!dad;
!l ser humano ha de ser respetado 2como persona 2 desde el primer instante de su e7istencia. Los procedimientos de fecundacin artificial han hecho posible inter%enir sobre los embriones " los fetos humanos con modalidades " fines de di%erso g'nero: diagnsticos " terap'uticos, científicos " comerciales. +e todo ello surgen gra%es problemas. ECabe hablar de un derecho a e7perimentar sobre embriones humanos en orden a la in%estigacin científicaF EAu' directrices o qu' legislacin se debe establecer en esta materiaF La respuesta a estas cuestiones e7ige una profunda refle7in sobre la naturaleza " la identidad propia 2se habla ho" de
recientemente la Carta de los derechos de la familia, publicada por la anta ede, subra"aba que
1. 3ES MORALMENTE L
i el diagnstico prenatal respeta la %ida e integridad del embrin " del feto humano " si se orienta hacia su custodia o hacia su curacin, la respuesta es afirmati%a. !l diagnstico prenatal puede dar a conocer las condiciones del embrin o del feto cuando toda%ía est5 en el seno materno " permite, o consiente pre%er, m5s precozmente " con ma"or eficacia, algunas inter%enciones terap'uticas, m'dicas o quirúrgicas. !se diagnstico es lícito si los m'todos utilizados, con el consentimiento de los padres debidamente informados, sal%aguardan la %ida " la integridad del embrin " de su madre, sin e7ponerles a riesgos desproporcionados. *ero se opondr5 gra%emente a la le" moral cuando contempla la posibilidad, en dependencia de sus resultados, de pro%ocar un aborto: un diagnstico que atestigua la e7istencia de una malformacin o de una enfermedad hereditaria no debe equi%aler a una sentencia de muerte. *or consiguiente, la mujer que solicitase un diagnstico con la decidida intencin de proceder al aborto en el caso de que confirmase la e7istencia de una malformacin o anomalía, cometería una accin gra%emente ilícita. 6gualmente obraría de modo contrario a la moral el cn"uge, los parientes o cualquier otra persona que aconsejase o impusiese el diagnstico a la gestante con el mismo propsito de llegar en su caso al aborto. Hambi'n ser5 responsable de cooperacin ilícita el especialista que, al hacer el diagnstico o al comunicar sus resultados, contribu"ese %oluntariamente a establecer o a fa%orecer la concatenacin entre diagnstico prenatal " aborto.
*or último, se debe condenar, como %iolacin del derecho a la %ida de quien ha de nacer " como transgresin de los prioritarios derechos " deberes de los cn"uges, una directriz o un programa de las autoridades ci%iles " sanitarias, o de organizaciones científicas, que fa%oreciese de cualquier modo la cone7in entre diagnstico prenatal " aborto, o que incluso indujese a las mujeres gestantes a someterse al diagnstico prenatal planificado, con el objeto de eliminar los fetos defectuosos o portadores de malformaciones o enfermedades hereditarias.
%. 3SON LUTICAS SO,RE EL EM,RI=N HUMANO; Como en cualquier accin m'dica sobre un paciente, son lícitas las inter%enciones sobre el embrin, humano siempre que respeten la %ida " la integridad del embrin, que no lo e7pongan a riesgos desproporcionados, que tengan como fin su curacin, la mejora de sus condiciones de salud o su super%i%encia indi%idual. ea cual sea el tipo de terapia m'dica, quirúrgica o de otra clase, es preciso el consentimiento libre e informado de los padres, según las reglas deontolgicas pre%istas para los ni/os. La aplicacin de este principio moral puede requerir delicadas " particulares cautelas cuando se trate de la %ida de un embrin o de un feto. La legitimidad " los criterios para tales inter%enciones han sido claramente formulados por Guan *ablo 66: <na accin estrictamente terap'utica que se proponga como objeti%o la curacin de di%ersas enfermedades, como las originadas por defectos cromosmicos, ser5 en principio considerada deseable, supuesto que tienda a promo%er %erdaderamente el bienestar personal del indi%iduo, sin causar da/o a su integridad " sin
deteriorar sus condiciones de %ida. na accin de este tipo se sitúa de hecho en la lgica de la tradicin moral cristiana=.
3. 3C=MO -ALORAR MORALMENTE LA IN-ESTIACI=N / LA E?+ERIMENTACI=N SO,RE EM,RIONES / FETOS HUMANOS;
La in%estigacin m'dica debe renunciar a inter%enir sobre embriones %i%os, a no ser que e7ista la certeza moral de que no se causar5 da/o alguno a su %ida " a su integridad ni a la de la madre, " slo en el caso de que los padres ha"an otorgado su consentimiento, libre e informado, a la inter%encin sobre el embrin. e desprende de esto que toda in%estigacin, aunque se limite a la simple obser%acin del embrin, ser5 ilícita cuando, a causa de los m'todos empleados o de los efectos inducidos, implicase un riesgo para la integridad física o la %ida del embrin. *or lo que respecta a la e7perimentacin, presupuesta la distincin general entre la que tiene una finalidad no directamente terap'utica " la que es claramente terap'utica para el sujeto mismo, es necesario distinguir la que se practica sobre embriones toda%ía %i%os de la que se hace sobre embriones muertos. i se trata de embriones %i%os, sean %iables o no, deben ser respetados como todas las personas humanas; la e7perimentacin no directamente terap'utica sobre embriones es ilícita. )inguna finalidad, aunque fuese en sí misma noble, como la pre%isin de una utilidad para la ciencia, para otros seres humanos o para la sociedad, puede justificar de algún modo las e7periencias sobre embriones o f etos humanos %i%os, %iables o no, dentro del seno materno o fuera de 'l. !l consentimiento informado, requerido para la e7perimentacin clínica en el adulto, no puede ser otorgado por los padres, "a que estos no pueden disponer de la integridad ni de la %ida del ser que debe toda%ía nacer. *or otra parte, la e7perimentacin sobre los embriones o fetos comporta siempre el riesgo, " m5s frecuentemente la pre%isin cierta, de un da/o para su integridad física o incluso de su muerte. tilizar el embrin humano o el feto, como objeto o instrumento de e7perimentacin, es un delito contra su dignidad de ser humano, que tiene derecho al mismo respeto debido al ni/o "a nacido " a toda persona humana. La Carta de los derechos de la familia publicada por la anta ede, afirma: < !l respeto de la dignidad del ser humano e7clu"e todo tipo de manipulacin e7perimental o e7plotacin del embrin humano=. La pra7is de mantener en %ida embriones humanos, in %i%o o in %itro, para fines e7perimentales o comerciales, es completamente contraria a la dignidad humana. !n el supuesto de que la e7perimentacin sea claramente terap'utica, cuando se trate de terapias e7perimentales utilizadas en beneficio del embrin como un intento e7tremo de sal%ar su %ida, " a falta de otras terapias eficaces, puede ser lícito el recurso a f5rmacos o procedimientos toda%ía no enteramente seguros. Los cad5%eres de embriones o fetos humanos, %oluntariamente abortados o no, deben ser respetados como los restos mortales de los dem5s seres humanos. !n particular, no pueden ser objeto de mutilaciones o autopsia si no e7iste seguridad de su muerte " sin el consentimiento de los padres o de la madre. e debe sal%aguardar adem5s la e7igencia moral de que no ha"a habido complicidad alguna con el aborto %oluntario, " de e%itar el peligro de esc5ndalo. Hambi'n en el caso de los fetos muertos, como cuando se trata de cad5%eres de personas adultas, toda pr5ctica comercial es ilícita " debe ser prohibida. J. 3U> 2UICIO MORAL MERECE EL USO +ARA LA IN-ESTIACI=N DE EM,RIONES O,TENIDOS MEDIANTE LA FECUNDACI=N @IN -ITRO;
Los embriones humanos obtenidos in %itro son seres humanos " sujetos d' derechos: su dignidad " su derecho a la %ida deben ser respetados desde el primer momento de su e7istencia. !s inmoral producir embriones humanos destinados a ser e7plotados como < material biolgico= disponible. .!n la pr5ctica habitual de la fecundacin %itro no se transfieren todos los embriones al cuerpo de la mujer; algunos son destruidos. La 6glesia, del mismo modo en que condena el aborto pro%ocado, prohibe tambi'n atentar contra la %ida de estos seres humanos. @esulta obligado denunciar la particular gra%edad de la destruccin %oluntaria de los embriones humanos obtenidos
). 3U> 2UICIO MERECEN LOS OTROS +ROCEDIMIENTOS DE MANI+ULACI=N DE EM,RIONES LIADOS A LAS @T>CNICAS DE RE+RODUCCI=N HUMANA; Las t'cnicas de fecundacin in %itro pueden hacer posibles otras formas de manipulacin biolgica o gen'tica de embriones humanos, como son: los intentos " pro"ectos de fecundacin entre gametos humanos " animales " la gestacin de embriones humanos en útero de animales; " la hiptesis " el pro"ecto de construccin de úteros artificiales para el embrin humano. !stos procedimientos son contrarios a la dignidad del ser humano propia del embrin ", al mismo tiempo, lesionan el derecho d' la persona a ser concebida " a nacer en el matrimonio " del matrimonio. Hambi'n los intentos " las hiptesis de obtener un ser humano sin cone7in alguna con la se7ualidad mediante
66.
INTER-ENCIONES SO,RE LA +ROCREACION HUMANA 666.
*or
algunos embriones, denominados normalmente
A. FECUNDACION ARTIFICIAL HETEROLOA 1. 3+o Bu5 la 6o&ea&!n 8umana de'e tene lua en el mat!mon!o; Hodo ser humano debe ser acogido siempre como un don " bendicin de +ios. in embargo, desde el punto de %ista moral solo es %erdaderamente responsable, para con quien ha de nacer la procreacin que es fruto del matrimonio. La generacin humana posee de hecho características específicas en %irtud de la dignidad personal de los padres " de los hijos: la procreacin de una nue%a persona, en la que el %arn " la mujer colaboran con el poder del Creador, deber5 ser el fruto " el signo de la mutua donacin personal de los esposos, de su amor " de su fidelidad. La fidelidad de los esposos, en la unidad del matrimonio, comporta el recíproco respeto de su derecho a llegar a ser padre " madre e7clusi%amente el uno a tra%'s del otro. !l hijo tiene derecho a ser concebido, lle%ado en las entra/as, traído al mundo " educado en el matrimonio: slo a tra%'s de la referencia conocida " segura a sus padres pueden los hijos descubrir la propia identidad " alcanzar la madurez humana. Los padres hallan en el hijo la confirmacin " el complemento de su donacin recíproca: el hijo es la imagen %i%a de su amor, el signo permanente de su unin con"ugal, la síntesis %i%a e indisoluble de su dimensin paterna " materna. ( causa de la %ocacin " de las responsabilidades sociales de la persona, el bien de los hijos " de los padres contribu"e al bien de la sociedad ci%il; la %italidad " el equilibrio de la sociedad e7igen que los hijos %engan al mundo en el seno de una familia, " que esta est' establemente fundamentada en el matrimonio. La tradicin de la 6glesia " la refle7in antropolgica reconocen en el matrimonio " en su unidad indisoluble el único lugar digno de una procreacin %erdaderamente responsable.
$. 3Es &onome la e&unda&!n at!!&!al 8eteloa &on la d!n!dad de los es6osos ( &on la edad del mat!mon!o; ( tra%'s de la &6?!H " de la inseminacin artificial heterloga la concepcin humana se obtiene mediante la unin de gametos de al menos un donador di%erso de los esposos que est5n unidos en matrimonio. La fecundacin artificial heterloga es contraria a la unidad del matrimonio, a la dignidad de los esposos a la %ocacin propia de los padres " al derecho de los hijos a ser concebidos " traídos al mundo en el matrimonio " por el matrimonio. !l respeto de la unidad del matrimonio " de la fidelidad con"ugal e7ige que los hijos sean concebidos en el matrimonio; el %ínculo e7istente entre los cn"uges atribu"e a los esposos, de manera objeti%a e inalienable, el derecho e7clusi%o de ser padre " madre solamente el uno a tra%'s del otro. !l recurso a los gametos de una tercera persona, para disponer del esperma o del %ulo, constitu"e una %iolacin del compromiso recíproco de los esposos " una falta gra%e contra aquella propiedad esencial del matrimonio que es la unidad. La fecundacin artificial heterloga lesiona los derechos del hijo, lo pri%a de la relacin filial con sus orígenes paternos " puede dificultar la maduracin de su identidad personal. Constitu"e adem5s una ofensa a la %ocacin común de los esposos a la paternidad " a la maternidad: pri%a objeti%amente a la fecundidad con"ugal de su unidad " de su integridad; opera " manifiesta una ruptura entre la paternidad gen'tica, la gestacional " la responsabilidad educati%a. !sta alteracin de las relaciones personales en el seno de la familia tiene repercusiones en la sociedad ci%il: lo que amenace la unidad " la estabilidad de la familia constitu"e una fuente de discordias, desrdenes e injusticias en toda la %ida social. !stas razones determinan un juicio moral negati%o de la fecundacin artificial heterloga. *or tanto, es moralmente ilícita la fecundacin de una mujer casada con el esperma de un donador distinto de su marido, así como la fecundacin con el esperma del marido de un %ulo no procedente de su esposa. !s moralmente injustificable, adem5s, la fecundacin artificial de una mujer no casada, soltera o %iuda, sea quien sea el donador . !l deseo de tener un hijo " el amor entre los esposos que aspiran a %encer la esterilidad no superable de otra manera, constitu"en moti%aciones comprensibles; pero las intenciones subjeti%amente buenas no hacen que la fecundacin artificial heterloga sea conforme con las propiedades objeti%as e inalienables del matrimonio, ni que sea respetuosa de los derechos de los hijos " de los esposos. .
%. 3Es moalmente l&!ta la maten!dad @sust!tut!a; )o, por las mismas razones que lle%an a rechazar la fecundacin artificial heterloga. es contraria en efecto, a la unidad del matrimonio " a la dignidad de la procreacin de la persona humana. La maternidad sustituti%a representa una falta objeti%a contra las obligaciones del amor materno, de la fidelidad con"ugal " de la maternidad responsable; ofende la dignidad " el derecho del hijo a ser concebido, gestado, traído al mundo " educado por los propios padres; instaura, en detrimento de la familia, una di%isin entre los elementos físicos, psíquicos " morales que la constitu"en.
,. FECUNDACI=N ARTIFICIAL HOMOLOA
na %ez declarada inaceptable la fecundacin artificial heterloga, se nos pregunta cmo se deben %alorar moralmente los procedimientos de fecundacin artificial homloga: &6?!H e inseminacin artificial entre los esposos. !s preciso aclarar pre%iamente una cuestin de principio.
K. 3u5 ela&!n de'e eG!st! ente 6o&ea&!n ( a&to &on(ual desde el 6unto de !sta moal;
a La ense/anza de la 6glesia sobre el matrimonio " sobre la procreacin afirma la
e7presan recíprocamente su amor personal con
". 3Es moalmente l&!ta la e&unda&!n 8omloa @!n !to; La respuesta a esta pregunta depende estrechamente de los principios reci'n recordados. Ciertamente, no se pueden ignorar las legítimas aspiraciones de los esposos est'riles. *ara algunos el recurso a la &6?!H homloga se presenta como el único medio para obtener un hijo sinceramente querido: se pregunta si en estas situaciones la totalidad de la %ida con"ugal no bastaría para asegurar la dignidad propia de la procreacin humana. e reconoce que la &6?!H no puede suplir la ausencia de las relaciones con"ugales " que no puede ser preferida a los actos específicos de la unin con"ugal, habida cuenta de los posibles riesgos para el hijo " de las molestias mismas del procedimiento. *ero se nos pregunta si ante la imposibilidad de remediar de otra manera la esterilidad, que es causa de sufrimiento, a fecundacin homloga in %itro no pueda constituir una a"uda, e incluso una terapia, cu"a licitud moral podría ser admitida. !l deseo de un hijo 2o al menos la disponibilidad para transmitir la %ida2 es un requisito necesario desde el punto de %ista moral para una procreacin humana responsable. *ero esta buena intencin no es suficiente para justificar una %aloracin moral positi%a de la fecundacin in %itro entre los esposos. !l procedimiento de la &6?!H se debe juzgar en sí mismo, " no puede recibir su
calificacin moral definiti%a de la totalidad de la %ida con"ugal en la que se inscribe, ni de las relaciones con"ugales que pueden precederlo o seguirlo. Ia se ha recordado que en las circunstancias en que es habitualmente realizada, la &6?!H implica la destruccin de seres humanos, lo que la pone en contradiccin con la "a mencionada doctrina sobre el aborto. *ero aun en el caso de que se tomasen todas las precauciones para e%itar la muerte de embriones humanos, la &6?!H homloga actúa una disociacin entre los gestos destinados a la fecundacin humana " el acto con"ugal. La naturaleza propia de la &6?!H homloga debe tambi'n ser considerada, por tanto, haciendo abstraccin de su relacin con el aborto procurado. La &6?!H homloga se realiza fuera del cuerpo de los cn"uges por medio de gestos de terceras personas, cu"a competencia " acti%idad t'cnica determina el '7ito de la inter%encin; confía la %ida " la identidad del embrin al poder de los m'dicos " de los bilogos, e instaura un dominio de la t'cnica sobre el origen " sobre el destino de la persona humana. na tal relacin de dominio es en sí contraria a la dignidad " a la igualdad que debe ser común a padres e hijos.
La concepcin in %itro es el resultado de la accin t'cnica que antecede a la fecundacin; 'sta no es de hecho obtenida ni positi%amente querida como la !l deseo de un hijo 2o al menos la disponibilidad para transmitir la %ida2 es un requisito necesario desde el punto de %ista moral para una> procreacin humana responsable. *ero esta buena intencin no es suficiente para justificar una %aloracin moral positi%a de la fecundacin in %itro entre los esposos. !l procedimiento de la &6?!H se debe juzgar en sí mismo, " no puede recibir su calificacin moral definiti%a de la totalidad de la %ida con"ugal en la que se inscribe, ni de las relaciones con"ugales que pueden precederlo o seguirlo. Ia se ha recordado que en las circunstancias en que es habitualmente realizada, la &6?!H implica la destruccin de seres humanos, lo que la pone en contradiccin con la "a mencionada doctrina sobre el aborto. *ero aun en el caso de que se tomasen todas las precauciones para e%itar la muerte de embriones humanos, la &6?!H homloga actúa una disociacin entre los gestos destinados a la fecundacin humana " el acto con"ugal. La naturaleza propia de la &6?!H homloga debe tambi'n ser considerada, por tanto, haciendo abstraccin de su relacin con el aborto procurado. > M La &6?!H homloga se realiza fuera del cuerpo de los cn"uges por medio de gestos de terceras personas, cu"a competencia " acti%idad t'cnica determina el '7ito de la inter%encin; confía la %ida " la identidad del embrin al poder de los m'dicos " de los bilogos, e instaura un dominio de la t'cnica sobre el origen " sobre el destino de la persona humana. na tal relacin de dominio es en sí contraria a la dignidad " a la igualdad que debe ser común a padres e hijos. La concepcin in %itro es 2el resultado de la accin t'cnica que antecede a la fecundacin; 'sta no es de hecho obtenida ni positi%amente querida como la
!stas razones permiten comprender porqu' el acto de amor con"ugal es considerado por la doctrina de la 6glesia como el único lugar digno de la procreacin humana. *or las mismas razones, el así llamado
). 3Cmo se de'e aloa moalmente la !nsem!na&!n at!!&!al 8omloa; La inseminacin artificial homloga dentro del matrimonio no se puede admitir sal%o en el caso en que el medio t'cnico no sustitu"a al acto con"ugal sino que sea una facilitacin " una a"uda para que aquel alcance su finalidad natural. Las ense/anzas del 9agisterio sobre este punto han sido "a e7plícitamente formuladas: ellas no son únicamente la e7presin de particulares circunstancias histricas, sino que se fundamentan en la doctrina de la 6glesia sobre la cone7in entre la unin con"ugal " la procreacin, " en la consideracin de la naturaleza personal del acto con"ugal " de la procreacin humana.
7. 3u5 &!te!o moal se de'e 6o6one a&e&a de la !nteen&!n del m5d!&o en l a 6o&ea&!n 8umana; !l acto m'dico no se debe %alorar únicamente por su dimensin t'cnica, sino tambi'n " sobre todo por su finalidad, que es el bien de las personas " su salud corporal " psíquica. Los criterios morales que regulan la inter%encin m'dica en la procreacin se desprenden de la dignidad de la persona humana, de su se7ualidad " de su origen. La medicina que desee ordenarse al bien integral de la persona debe respetar los %alores específicamente humanos de la se7ualidad. !l m'dico est5 al ser%icio de la persona " de la procreacin humana: no le corresponde la facultad de disponer o decidir sobre ellas. !l acto m'dico es respetuoso de la dignidad de las personas cuando se dirige a a"udar al acto con"ugal, sea para facilitar su realizacin, sea para que el acto normalmente realizado consiga su fin. ucede a %eces, por el contrario, que la inter%encin m'dica sustitu"e t'cnicamente al acto con"ugal, para obtener una procreacin que no es ni su resultado ni su fruto: en este caso el acto m'dico no est5, como debería, al ser%icio de la unin con"ugal, sino que se apropia de la funcin procreadora " contradice de ese modo la dignidad " los derechos inalienables de los esposos " de quien ha de nacer. La humanizacin de la medicina, que ho" día es insistentemente solicitada por todos, e7ige en primer lugar el respeto de la integral dignidad de la persona humana en el acto " en el momento en que los esposos transmiten la %ida a un nue%o ser personal. !s lgico por eso dirigir una urgente llamada a los m'dicos " a los in%estigadores catlicos. para que sean testigos ejemplares del respeto debido al embrin humano " a la dignidad de la procreacin. Los m'dicos " asistentes de los hospitales " clínicas catlicas son in%itados de modo especial a honrar las obligaciones morales contraídas, frecuentemente tambi'n de car5cter estatutario. Los responsables de estas clínicas " hospitales catlicos, que a menudo son religiosos, pondr5n su mejor esmero en garantizar " promo%er una e7acta obser%ancia de las normas morales contenidas en esta 6nstruccin.
*. El su!m!ento 6o la este!l!dad &on(ual !l sufrimiento de los esposos que no pueden tener hijos o que temen traer al mundo un hijo minus%5lido es una afliccin que todos deben comprender " %alorar adecuadamente. *or parte de los esposos el deseo de descendencia es natural: e7presa la %ocacin a la paternidad " a la maternidad inscritas en el amor con"ugal. !ste deseo puede ser toda%ía m5s fuerte si los esposos se %en afligidos por una esterilidad que parece incurable. in embargo, el matrimonio no confiere a los cn"uges el derecho a tener un hijo, sino solamente el derecho a realizar los actos naturales que de su"o se ordenan a la procreacin. n %erdadero " propio derecho al hijo sería contrario a su dignidad " a su naturaleza. !l hijo no es algo debido " no puede ser considerado como objeto de propiedad: es m5s bien un don,
III. MORAL / LE/ CI-IL LOS -ALORES / LAS O,LIACIONES MORALES UE LA LEISLACION CI-IL DE,E RES+ETAR / SANCIONAR EN ESTA MATERIA B !l derecho in%iolable de todo indi%iduo humano inocente a la %ida, los derechos de la familia " de la institucin matrimonial son %alores morales fundamentales, porque conciernen a la condicin natural " a la %ocacin integral de la persona humana. (l mismo tiempo son elementos constituti%os de la sociedad ci%il " de su ordenamiento jurídico. *or estas razones, las nue%as posibilidades de la t'cnica en el campo de la biomedicina requieren la inter%encin de las autoridades políticas " legislati%as, porque el recurso incontrolado a esas t'cnicas podría tener consecuencias impre%isibles " noci%as para la sociedad ci%il. !l llamamiento a la conciencia indi%idual " a la autodisciplina de los in%estigadores no basta para asegurar el respeto de los derechos personales " del orden público. i el legislador, responsable del bien común, omitiese sus deberes de %igilancia, podría %erse despojado de sus prerrogati%as por parte de aquellos in%estigadores que pretendiesen gobernar la humanidad en nombre de los descubrimientos biolgicos " de los presuntos procesos de
pone su poder al ser%icio de los derechos de todo ciudadano, " particularmente de quien es m5s d'bil, se quebrantan los fundamentos mismos del !stado de derecho. La autoridad política por consiguiente, no puede autorizar que seres humanos sean llamados a la e7istencia mediante procedimientos que los e7ponen a los gra%ísimos riesgos anteriormente mencionados. i la le" positi%a " las autoridades políticas reconociesen las t'cnicas de transmisin artificial de la %ida " los e7perimentos a ellas ligados, ampliarían toda%ía m5s la brecha abierta por la legalizacin del aborto. !l respeto " la proteccin que se han de garantizar, desde su misma concepcin, a quien debe nacer, e7ige que la le" pre%ea sanciones penales apropiadas para toda deliberada %iolacin de sus derechos. La le" no podr5 tolerar 2es m5s, deber5 prohibir e7plícitamente2 que seres humanos, aunque est'n en estado embrional, puedan ser tratados como objetos de e7perimentacin, mutilados o destruidos, con el prete7to de que han resultado superfluos o de que son incapaces de desarrollarse normalmente. La autoridad política tiene la obligacin de garantizar a la institucin familiar, sobre la que se fundamenta la sociedad, la proteccin jurídica a la que tiene derecho. *or estar al ser%icio de las personas, la autoridad política tambi'n debe estar al ser%icio de la familia. La le" ci%il no podr5 autorizar aquellas t'cnicas de procreacin artificial que arrebatan, en beneficio de terceras personas -m'dicos, bilogos, poderes econmicos o gubernamentales, lo que constitu"e un derecho e7clusi%o de la relacin entre los esposos, " por eso no podr5 legalizar la donacin de gametos entre personas que no est'n legítimamente unidas en matrimonio. La legislacin 2deber5 prohibir adem5s, en %irtud de la a"uda debida a la familia, los bancos de embriones, la inseminacin post mortem " la maternidad
CONCLUSION La difusin de t'cnicas de inter%encin sobre los procesos de la procreacin humana plantea gra%ísimos problemas morales, relati%os al respeto debido al ser humano desde su misma concepcin " a la dignidad de la persona, de su se7ualidad " de la transmisin de la %ida. Con este documento, la Congregacin para la +octrina de la &e, cumpliendo su tarea de promo%er " tutelar la ense/anza de la 6glesia en tan gra%e materia, dirige de nue%o una calurosa llamada a todos aquellos que, por la funcin que desempe/an " por su acti%idad, pueden ejercer una influencia positi%a para que, en la familia " en la sociedad, se respete debidamente la %ida " el amor: a los responsables de la formacin de las conciencias " de la opinin pública, a los hombres de ciencia " a los profesionales de la medicina, a los juristas " a los políticos. La 6glesia desea que todos comprendan la incompatibilidad que e7iste entre el reconocimiento de la dignidad de la persona humana " el desprecio de la %ida " del amor, entre la fe en el +ios %i%o " la pretensin de querer decidir arbitrariamente el origen " el destino del ser humano. La Congregacin para la +octrina de la &e, en particular, dirige una confiada " alentadora in%itacin a los telogos " sobre todo a los moralistas, para que profundicen " hagan m5s accesibles a los fieles las ense/anzas del 9agisterio de la 6glesia, a la luz de una concepcin antropolgicamente correcta de la se7ualidad " del matrimonio " en el conte7to del necesario enfoque interdisciplinar. +e este modo se comprender5n cada %ez mejor las razones " el %alor de estas ense/anzas: defendiendo al hombre contra los e7cesos de su mismo poder, la 6glesia de +ios le recuerda los títulos de su %erdadera nobleza. lo de este modo se podr5 asegurar a la humanidad del ma/ana la posibilidad de %i%ir " de amar con la dignidad " la libertad que nacen del respeto de la %erdad. Las precisas indicaciones contenidas en esta 6nstruccin no pretenden frenar el esfuerzo de 2refle7in, sino m5s bien darle un reno%ado impulso por el camino de la irrenunciable fidelidad a la doctrina de la 6glesia. . ( la luz de la %erdad sobre el don de la %ida humana " de los principios morales consiguientes, se in%ita a cada uno a comportarse, en el 5mbito de su propia responsabilidad, como el buen samaritano " a reconocer en el m5s peque/o de los hijos de los hombres al propio prjimo -cf. Lc BO, 1P2K. @esuenan aquí de modo nue%o " particular las palabras de Cristo:
tambi'n dejasteis de hacerlo conmigo= -9t 1J, 3O. !l umo *ontífice Guan *ablo 66 en el transcurso da la (udiencia concedida al suscrito *refecto despu's de la reunin plenaria de esta Congregacin, ha aprobado la presente 6nstruccin " ha ordenado su publicacin. @oma, en la sede de la Congregacin para la +octrina de la &e, 11 de febrero de BPD, &iesta de la C5tedra de an *edro (pstol. Goseph Card. @atzinger *refecto
MAISTERIO DE LA ILESIA SO,RE LA SE?UALIDAD MATRIMONIO / FAMILIA Intodu&&!n &rente a los di%ersos ataques a la concepcin cristiana de la se7ualidad, del matrimonio " de la familia, la 6glesia jam5s ha dejado de defender la %erdad sobre estas realidades, sobre todo a partir del Concilio de Hrento ", en adelante, con %arias encíclicas desde el papa Nenedicto Q6? -B3O2BJD hasta el Concilio ?aticano 66 -Constitucin pastoral audium el pes, " despu's el 9agisterio de *ablo ?6 " Guan *ablo 66. obre todo gracias a la reno%acin bíblica, el Concilio ?aticano 66, a la luz de la antropología bíblica, redescubri al hombre como 6magen de +ios, 6mago +eiRBS.
El Con&!l!o -at!&ano II e&u6ea&!n de la Imaen de D!osJ d!n!dad del &ue6o 8umano
La %isin bíblica de la imagen de +ios ha seguido ocupando un lugar de relie%e en la antropología cristiana de los *adres de la 6glesia " en la teología sucesi%a, hasta el inicio de la 'poca moderna. !l Concilio ?aticano 66 ha dado un nue%o impulso a la Heología de la 6mago +ei, redescubierta antes del Concilio gracias a un atento estudio de las !scrituras, de los *adres de la 6glesia " de los grandes telogos escol5sticosR1S. Los seres humanos, creados a imagen de +ios, son personas llamadas a gozar de la comunin " a desempe/ar un ser%icio en un uni%erso físico. La teología de ho" día est5 intentando superar la influencia de las antropologías dualistas que colocan la imago +ei e7clusi%amente en relacin al aspecto espiritual de la naturaleza humana. La antropología bíblica e7clu"e el dualismo mente2cuerpo. (l hombre se le considera en su totalidad. !sta presupone claramente la unidad del hombre " comprende cmo la corporeidad sea esencial a la identidad personal. La doctrina cristiana de la creacin e7clu"e completamente un dualismo metafísico o csmico, "a que ense/a cmo todo en el uni%erso, espiritual " material, ha sido creado por +ios " emana, pues, del Nien perfecto. !n el conte7to de la doctrina de la !ncarnacin, tambi'n el cuerpo es %isto como parte intrínseca de la persona. !l !%angelio de Guan afirma que !l ?erbo se hizo carne, para subra"ar, en contraposicin al docetismo, que Gesús tenía un cuerpo físico real " no un cuerpo fantasma. (dem5s Gesús nos redime a tra%'s de cada acto cumplido por Tl en su cuerpo. u cuerpo ofrecido por nosotros " su angre derramada por nosotros significan el don de su *ersona para nuestra sal%acin. La obra redentora de Cristo se cumple en la 6glesia, su cuerpo místico, " se hace %isible " tangible a tra%'s de los sacramentos. Los efectos de los sacramentos, en cuanto ellos mismos principalmente espirituales, se actúan a tra%'s de signos materiales perceptibles, que pueden ser recibidos solamente en o con el cuerpo. !sto demuestra que no solo la mente del hombre es redimida, sino tambi'n su cuerpo.
El &ue6o llea a se tem6lo del Es6!tu Santo &inalmente, que el cuerpo sea parte esencial de la persona humana est5 insito en la doctrina de la resurreccin del cuerpo al final de los tiempos, que hace comprender como el hombre e7ista en la eternidad como persona física " espiritual completa. *ara mantener la unidad de cuerpo " de alma ense/ada en la @e%elacin, el 9agisterio adopta la definicin del almaU humana como forma substantialis. (quí el 9agisterio se basa en la antropología tomista que, recorriendo a la filosofía de (ristteles, %e al cuerpo " al alma como los principios materiales " espirituales de un solo ser humanoRKS. !stas indicaciones bíblicas, doctrinales " filosficas, con%ergen en la afirmacin que la corporeidad del hombre participa de la imago +ei. i el alma, creada a imagen de +ios, forma la materia para constituir el cuerpo humano, entonces la persona humana en su conjunto es portadora de la imagen di%ina en una dimensin tanto espiritual como corprea. !sta conclusin se %e ulteriormente reforzada si se toma plenamente cuenta de las implicaciones cristolgicas de la imagen de +ios: !n realidad solamente en el misterio del ?erbo encarnado halla %erdadera luz el misterio del hombre. Cristo re%ela plenamente el hombre al hombre " le da a conocer su altísima %ocacin - 11 R3S. nido espiritualmente " físicamente al ?erbo encarnado " glorificado sobre todo en el sacramento de la !ucaristía, el hombre llega a su destino: la resurreccin de su mismo cuerpo " la gloria eterna, en la cual participa como persona humana completa, cuerpo " alma, en la comunin trinitaria compartida por todos los beatos en la compa/ía del cielo -Comunin " ser%icio, B32KBRJS.
Hom'e ( muKe En la Fam!l!a!s Consot!oJ 2uan +a'lo Il 8a a!mado !n cuanto espíritu encarnado, es decir, alma que se e7presa en el cuerpo informado por un espíritu inmortal, el hombre est5 llamado al amor en esta su totalidad unificada. !l amor abarca tambi'n el cuerpo humano " el cuerpo se hace partícipe del amor espiritual. -n. BB Creados a imagen de +ios, los seres humanos est5n llamados al amor " a la comunin. Ia que. esta %ocacin se realiza de modo peculiar en la anin procreati%a entre marido " mujer, la diferencia entre hombre " mujer es un elemento esencial en la constitucin de los seres humanos hechos a imagen de +ios. +ios cre el hombre a su imagen; a imagen de +ios lo cre; %arn " hembra los cre. egún la2!scritura, pues, la imago +ei se manifiesta, desde el comienzo, en la diferencia entre los :secos. *odríamos decir que el ser humano e7iste solamente como masculino o femenino, "a que a realidad de la condicin humana aparece en la diferencia "
pluralidad de los se7os. *or eso, lejos de ser un aspecto accidental " secundario de la personalidad, 'ste es un elemento constituti%o de la identidad personal. )osotros todos tenemos nuestro modo de e7istir en el mundo, de %er, de pensar, de sentir, de establecer relaciones de intercambio mutuo con otras personas, que est5n definidas ellas tambi'n por su identidad se7ual. egún el Catecismo de la 6glesia Catlica. #la se7ualidad ejerce una influencia sobre todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo " de su alma. Tsta concierne particularmente a la afecti%idad, la capacidad de amar " de procrear, ", de modo mas general, a la actitud de entrelazar relaciones de comunin con los dem5s.= -n. 1KK1. Los papeles atribuidos al uno o al otro se7o pueden %ariar en el tiempo " en el espacio, pero la identidad se7ual de la persona no es una construccin cultural o social. *ertenece al modo específico en que e7iste la imago +ei. !sta especificidad est5 reforzada por la !ncarnacin del ?erbo. Tl asumi la condicin humana en su totalidad, asumiendo un se7o, mas llegando a ser hombre en ambos sentidos del t'rmino: como miembro de la comunidad humana, " como ser de se7o masculino. La relacin entre cada uno de nosotros " Cristo est5 determinada en dos maneras: depende de la identidad se7ual propia " de la de Cristo. -n. K1. (dem5s, la !ncarnacin " la @esurreccin e7tienden tambi'n a la eternidad la identidad se7ual originaria de la imago +ei. !l e/or resucitado, ahora que est5 sentado a la derecha del *adre, permanece hombre. *odemos obser%ar, adem5s, que la persona santificada " glorificada de la 9adre de +ios, ahora asunta corporalmente al cielo continúa siendo una mujer. Cuando en 5latas K, 1 an *ablo anuncia que en Cristo son anuladas todas las diferencias, incluida aquella entre hombre " mujer, est5 diciendo que ninguna diferencia humana puede impedir nuestra participacin en el misterio de Cristo... Las diferencias se7uales entre hombre " mujer, aún manifest5ndose ciertamente con atributos físicos, de hecho trascienden lo meramente físico " tocan el misterio de la persona -Comunin " ser%icio, K12KJ.
La &ont!'u&!n del +a6a 2uan +a'lo II La Teoloa del &ue6o eorge Veigel, telogo catlico americano, en su libro Hestigo de la esperanza, la %ida de Guan *ablo 66, protagonista del siglo escribeR0S: !n el momento de acceder al papado, Warol Vojt"la sabía que el esfuerzo m5s reciente de la 6glesia por abordar la re%olucin se7ual " su relacin con la %ida moral, la encíclica 4umanae %itae de *ablo ?6, se había saldado con un fracaso pastoral " catequístico. !l sentimiento de rechazo lle% a la conclusin de que la 6glesia no tenía nada serio que decir sobre ningún aspecto de la se7ualidad humana. Guan *ablo 66 %io llegado el momento de cambiar las bases del debate. La 6glesia no había encontrado ninguna %oz con que abordar el desafío de la re%olucin se7ual. Guan *ablo consider que habían empezado a hacerlo 'l " sus colegas de Lublin " Craco%ia, mediante las ideas sobre se7ualidad humana contenidas en (mor " responsabilidadRS. 4abía llegado la hora de ahondar en el an5lisis bíblico " lle%arlo ante una audiencia mundial. !l resultado fueron los ciento treinta discursos que, pronunciados a lo largo de cuatro a/os de audiencias generales, formaría Hhe Hheolog" of the Nod" -Heología del cuerpo de Guan *ablo 66$.
LOS ATAUES CONTRA EL MATRIMONIO EN LA >+OCA MODERNA +urante siglos la tradicin judeo2cristiana ha transmitido la luz de la re%elacin sobre el cuerpo: la se7ualidad 2 el matrimonio 2 la familia. Como %eremos el ataque m5s radical al matrimonio " a la familia deri%a del pecado -prostitucin 2 adulterio 2 impureza según habla . *ablo a propsito de las obras de la carneRDS. *ero, mientras antes al pecado se le llamaba pecado, desde. hace algún siglo lo que era considerado pecado ha adquirido derecho de ciudadanía " ha entrado en las le"es de muchos estados -prostitucin 2 adulterio 2 pornografía 2 aborto.... Como afirmX con fuerza el *apa Guan *ablo 66 en BPD1 en &5tima: !n realidad la sal%acin eterna del hombre est5 slo en +ios. El e&8a:o de D!os 6o 6ate del 8om'eJ si llega a ser definiti%o, guía lgicamente al rechazo del hombre por parte de +ios -Cf. 9t. , 1K; BO, KK, a la condenacin. El 6e&ado 8a anado un tan uete dee&8o de &!udadana en el mundo " la negacin de +ios se ha difundido tan ampliamente en las ideologías, en las concepciones " en los programas humanos... *ero ningún pecado del mundo podr5 superar jam5s el (mor de +ios. 3Cmo se 8a lleado a &onseu! dee&8o de &!udadana a todo lo Bue amena:a e !ntenta destu! la !s!n
Kudeo&!st!ana de la seGual!dad del mat!mon!o de la am!l!a; !ntre las causas principales %amos a recordar someramente algunas, según las describe @amn arcía de 4aro en su libro 9atrimonio " familia en los documentos del magisterioRPS: !l primer ataque serio al matrimonio cristiano %ino con el Luteranismo; que lo neg como acramento, abriendo así la puerta a las sucesi%as des%iaciones del secularismo. La llamada Es&uela del Dee&8o natual ( los !lsoos de la Reolu&!n an&esa promue%en decididamente el desarrollo del proceso de secularizacin. !l pensamiento +laicista+ difundido con la @e%olucin francesa, no se limita a negar la potestad de la 6glesia sobre el matrimonio, sino que propone una nue%a moral matrimonial, afirmando la e7istencia de un derecho natural %5lido etsi +eus non daretur-Ycomo si +ios no e7istiese. +erecho que encontraría su fundamento en el hombre, así como la razn puede conocerlo prescindiendo de +ios " de la @e%elacin. La progresi%a e7pansin de tales ideas lle%ar5 a la instauracin del matrimonio ci%il en muchos !stados de ma"oría catlica. !n los dos decenios conclusi%os del siglo Q?666, comenzando por &rancia, di%ersos *aíses 8ccidentales configuran el matrimonio ci%il como %5lido para los catlicos " tambi'n como el único %5lido; al mismo tiempo, habitualmente, admiten el di%orcio. (dem5s de los ataques al matrimonio " a la familia arriba mencionados, recordamos algunas otras formas de desestructuracin de la familia cristiana en los tiempos modernos: el an5lisis siguiente est5 sacado de un opúsculo redactado por 8bjeti%o Chaire, un equipo multidisciplinar formado por profesionales del ca mpo psicolgico, m'dico, filosfico, pedaggico " sacerdotes. La ptica adoptada es la del 9agisterio de la 6glesia en la unidad fundante de cuerpo, psique " espírituRBOS. El mo!m!ento em!n!sta !ntre las %arias formas de ataque a la %isin cristiana de la se7ualidad recuerdan que la corriente feminista liberal se afirma en los últimos decenios del s. Q6Q " los primeros %einte a/os del s. QQ, alcanzando casi todos los objeti%os jurídicos " políticos que se había propuesto. (l mismo tiempo, una segunda oleada feminista se difunde en el 5mbito del pensamiento socialista, auspiciando una re%olucin que transforme las condiciones materiales de la %ida, liberando de la subordinacin a los proletarios " a las mujeresRBBS. !l feminismo radical, contra la subordinacin se7ual de la mujer desde el final de los a/os X1O hasta los a/os X0O del s. QQ, ?irginia Voolf -BDD12BP3B " imone de Neau%oir -BPOD2BPD0 se propone llegar hasta las raíces del predominio masculino. egún este pensamiento en las raíces de la subordinacin de la mujer no est5 la e7plotacin econmica o la e7clusin de los derechos ci%iles, sino la subordinacin se7ual " reproducti%a, es decir, la traduccin de la diferencia se7ual " reproducti%a a diferencia social " cultual que impone a las mujeres un papel subordinado: del se7o2papel biolgico, al g'nero2papel social " cultural. La propuesta del feminismo radical es romper la ser%idumbre se7ual de las mujeres con instrumentos di%ersos que %an desde el incremento del uso de los medios de contracepcin a la legalizacin del aborto asistido, al rechazo de la heterose7ualidad como forma única de relacin se7ual normal, no des%iadora. Na&!m!ento del mo!m!ento a( El &omm!nout na diferencia fundamental. entre el homose7ual " el ga", entre el que es portador de un incomodidad " quien por el contrario hace de eso una bandera que ha" que rei%indicar, consiste en el llamado outing o coming2out, en el
equiparada al matrimonio " a la familia, en algunos casos tambi'n con el derecho de adoptar a ni/os.
Homoo'!a S!n!!&ado del t5m!no La llamada homofobia es una actitud de no coparticipacin de la ideología ga" " de no aprobacin de la homose7ualidad. e trata de un intento intimidatorio, del tipo:
Re&!entes mo!m!entos de 6es!n el &ontol de la natal!dad ( la &uest!n de los 5neos !s conocida por todos la campa/a )elson @ocZefeller, promo%ida desde los a/os 0O, de la planificacin familiar -&amil" *lanning, sostenida por organismos de la 8) para contener el crecimiento demogr5fico sobre todo de los países m5s pobres o en %ías de desarrollo, que amenazaría el bienestar " el progreso de los países m5s ricos e industrializados. &ruto de esta accin de esterilizacin a %eces masi%a, " de la campa/a para la limitacin de los nacimientos -incremento de publicaciones erticas a tra%'s de re%istas, H?, 6nternet, turismo se7ual, pedofilia, etc. ... ha sido la disputa sobre los g'neros, hasta el momento considerados dos: masculino " femenino. !n los últimos encuentros 9undiales sobre la 9ujer en !l Cairo -BPP3 " en *eZín -BPPJ, se ha puesto en discusin la tradicional distincin del g'nero: hombre o mujer. e quiere que sean aceptados como jurídicamente reconocidos cinco g'neros: hombre, mujer, homose7ual, lesbiana, heterose7ual.
AMOR / RES+ONSA,ILIDAD C=MO LA ANTICONCE+CI=N DESTRU/E EL AMOR !n su libro (mor " responsabilidad, Warol Vojt"la \ conocido ahora como Guan *ablo 66 \ refle7iona no solo sobre por qu' la anticoncepcin es inmoral sino que %a m5s all5, refle7iona sobre cmo en realidad la anticoncepcin puede destruir el amor entre un esposo " su esposa en el matrimonio. (quí consideraremos cuatro puntos de su refle7in sobre el tema. !l siguiente artículo est5 basado en el libro del Dr. Sri, Men, Women and the Mystery of Love -4ombres, 9ujeres " el 9isterio del (mor Primero, Vojt"la resalta que para que las relaciones se7uales sean la %erdadera unin de personas, tienen que estar acompa/adas en la mente " la %oluntad por la aceptacin de la posibilidad de la paternidad. La unin se7ual por sí misma no genera una autom5tica unin de aut'ntico amor. na pareja puede tener intimidad física sin tener una profunda intimidad personal basada en el amor total, la confianza " el compromiso para con el otro. no de los
ingredientes principales necesarios para hacer que la unin corporal entre un hombre " una mujer sea un medio para construir una unin personal aún m5s profunda de amor es la %oluntad de aceptar la posibilidad de que a tra%'s del acto se7ual me puedo con%ertir en padre o me puedo con%ertir en madre -p. 11D. (pro7imarse al esposo o a la esposa con una genuina apertura a la posibilidad de la paternidad representa una de las e7presiones m5s profundas del amor " de total aceptacin de la otra persona en el matrimonio. Cuando un esposo " una esposa est5n %erdaderamente abiertos a la %ida en sus relaciones maritales, es como si se estu%ieran %iendo a los ojos diciendo ]te amo tanto que esto" dispuesto-a a embarcarme en la a%entura de la paternidad contigo^... 9e confío a ti tanto que esto" dispuesto a ser tu compa/ero-a para ser%ir a la nue%a %ida que se puede originar de este acto. ( la luz de esto, podemos %er cmo la apertura a la %ida en realidad incrementa el amor entre los esposos " puede incluso representar uno de los ni%eles m5s altos de entrega en el matrimonio. Cuando un esposo " una esposa aceptan la posibilidad de ser padres juntos, no solo est5n cauti%ados cara a cara el uno con el otro " por el bien de la relacin sino que tambi'n est5n hombro con hombre aguardando juntos a la potencial nue%a %ida que puede surgir de su amor. I lado a lado, permanecen comprometidos no solo por el bien del otro, sino para trabajar juntos " ser%ir a esta potencial nue%a %ida. (quí %emos que la relacin entre el esposo " la esposa no se limita a ellos, sino que necesariamente se e7tiende a la nue%a persona, que su unin puede -procrear -p. 11.
Re&8a:a la 6aten!dadJ e&8a:a al es6osoa Segundo: Vojt"la muestra que el
se7o con anticoncepti%os no es solo el rechazo de la posibilidad de la paternidad, sino que al final, un cierto rechazo a la otra persona. !%ita que la unin física del se7o marital genere una unin personal de amor -p. 11D. (l final, cualquier relacin se7ual que rechace la posibilidad de la paternidad estar5 basada en los %alores se7uales de la otra persona \ aquellos que me generan placer emocional o físico \ " no en el %alor de la otra persona por sí misma. I ese es el gran da/o que el se7o con anticoncepti%os inflige en el matrimonio. +e acuerdo a Vojt"la, cuando los esposos deliberadamente rechazan la posibilidad de la paternidad a tra%'s de anticoncepti%os, el car5cter fundamental de las relaciones se7uales cambia dram5ticamente. !n %ez de ser una unin de amor, en la que los esposos est5n al menos abiertos a e7pandir su amor al ser compa/eros de la paternidad juntos, el se7o con anticoncepti%os orienta sus relaciones maritales hacia una relacin bilateral de mero disfrute, con el único propsito de ser usado como un medio de placer -p. 11D. !n %ez de ser %isto como co2creador de amor, el cn"uge es %isto primeramente como un compa/ero de una e7periencia placentera. *or ejemplo, cuando un hombre rechaza la posibilidad de ser padre con su esposa en el acto marital, el centro de su e7periencia en la relacin se7ual es el placer se7ual. !l %alor de la mujer como persona " la oportunidad de profundizar el lazo marital se pierde, "a que la mujer pasa a ser predominantemente un medio para el placer se7ual en %ez de una potencial compa/era para la paternidad. !s como si el hombre dijera: quiero el placer sensual de este acto, pero rechazo la posibilidad de ser padres contigo. Cuando un hombre " una mujer que tienen relaciones maritales decisi%amente impiden la posibilidad de la paternidad " la maternidad, sus intenciones "a no quedan en el otro sino en el mero disfrute: la persona como co2creadora de amor desaparece " permanece solo la compa/era de una e7periencia ertica. )ada puede ser m5s incompatible que esto con el acto de amor -p. 1K3. *or eso la apertura a la %ida en el acto se7ual es una condicin indispensable del amor -p. 1K0. Como Vojt"la e7plica: Cuando la ida de _podría ser padre, _podría ser madre` es rechazada en la mente " la %oluntad de un esposo " una esposa, no queda nada en la relacin marital, hablando objeti%amente, e7cepto el mero disfrute se7ual. na persona se con%ierte en objeto de uso para el otro -p. 1KP.
Cont!nen&!a 6e!d!&a Tercero: i bien las parejas no deben rechazar nunca la posibilidad de la paternidad en las relaciones se7uales, Vojt"la ense/a que no necesitan desear positi%amente procrear en cada ocasin que se tiene relaciones -p. 1KK. Las relaciones se necesitan para el bien " la profundizacin de la relacin marital, no solo para la procreacin. !ntonces, como sabio pastor que es, Vojt"la e7plica que las parejas deben estar abiertas a la posibilidad de una nue%a %ida en cada relacin se7ual, pero que no tienen que tenerlas con la intencin específica de tener un hijo cada %ez. Tl dice que sería suficiente que las parejas digan realizo este acto sabiendo que podemos ser pap5s " que estamos dispuestos a que eso suceda -p. 1K3. (dem5s, las parejas pueden afrontar ciertas situaciones en las que deseen e%itar la concepcin de un hijo. !n esos casos, las parejas pueden optar por abstenerse de tener relaciones se7uales, especialmente en los periodos f'rtiles de la mujer. Vojt"la llama a esta pr5ctica continencia peridica. -4o", muchos catlicos practican la continencia usando un m'todo de regulacin natural de la natalidad. (l e%itar tener relaciones se7uales en los días f'rtiles del ciclo de la
mujer, las parejas pueden e%itar la concepcin sin distorsionar para nada el significado fundamental de las relaciones maritales. Como Vojt"la e7plica, un hombre " una mujer mo%idos por la %erdadera preocupacin por el bien de su familia " un sentido maduro de responsabilidad por el nacimiento, mantenimiento " educacin de sus hijos, podr5n entonces limitar las relaciones se7uales " abstenerse de ellas en periodos en los que estas puedan generar un embarazo no deseable en las particulares condiciones de la %ida matrimonial " familiar -p. 13K.
An a'!etos a la !da &inalmente, mientras la abstinencia peridica es una opcin %iable para los esposos cristianos, Vojt"la e7plica que es permitida solo con ciertas condiciones -p. 13O. Primero, dice que lo m5s importante a considerar es la actitud de la pareja hacia la procreacin. La continencia
peridica puede usarse para a"udar a regular la concepcin, pero no puede ser usada para e%itar tener familia: )o podemos hablar de la continencia como %irtud cuando los esposos apro%echan los periodos de infertilidad biolgica e7clusi%amente con el propsito de e%itar juntos la paternidad -p. 131. Segundo, Vojt"la dice que el bien de la familia debe considerarse seriamente antes de practicar la continencia peridica. Tl destaca cmo darle hermanos a los ni/os puede contribuir de manera importante a la educacin de un ni/o " a la crianza, dado que los hermanos forman una comunidad natural que a"uda a modelar al ni/o. +e hecho, en un interesante argumento, Vojt"la parece indicar que el ideal mínimo de hijos para una familia es al menos tres. !s mu" importante que este ser humano -un ni/o no est' salo, sino rodeado de una comunidad natural. ( %eces nos dicen que es m5s f5cil tener %arios hijos que uno solo, " tambi'n que dos ni/os no son una comunidad: son dos ni/os únicos. !s misin de los padres dirigir su crianza, pero bajo su direccin los hijos se educan solos porque se desarrollan en el marco de una comunidad de ni/os, en un colecti%o de hermanos -pp. 1312K. Vojt"la ciertamente no est5 diciendo que los padres que tienen solo un hijo o dos no son capaces de educarlos bien. *ero sí parece sugerir que tener al menos tres hijos permite un mejor ambiente para que los ni/os sean criados en familia. E*or qu' dice esoF ( primera %ista, el número parece arbitrario " 'l no lo e7plica mucho. in embargo, a la luz de lo que "a ha dicho sobre el amor, 'l podría estarse refiriendo al tema del lazo del bien común, cmo el amor busca unir a dos personas alrededor de una meta común hacia la cual se dirigen juntos. -%er pp. 1D2P. !ste es claramente el caso del matrimonio, en el que dos esposos est5n unidos alrededor del bien común de profundizar su propia unin " ser%ir a los ni/os que puedan tener. *ero tambi'n puede ser el caso de los mismos ni/os que tienen la oportunidad de esforzarse juntos hacia el bien común de ser%ir a otro hermano en la familia. *or ejemplo, cuando mi esposa " "o tu%imos a nuestro segundo hijo, era fascinante %er a nuestra hija ma"or, 9adeleine, crecer en amor por su hermano mejor, *aul. !lla quería hacerlo sonreír. Auería alimentarlo. I mientras *aul crecía, era una alegría %erlo amar a 9adeleine " %erlos jugando juntos, disfrutando uno con otro " sir%i'ndose entre sí. i bien, como la ma"oría de los ni/os, ciertamente tu%ieron muchos menos que %irtuosos momentos en su relacin, *aul " 9adeleine sin embargo crecían constantemente en una relacin de amor como hermanos. in embargo, algo significati%o cambi en su relacin cuando lleg nuestro tercer hijo. +e pronto, los días de *aul " 9adeleine no solo estaban llenos con los juegos de ambos, sino que ahora estaban fascinados juntos con el nue%o beb' en casa. Como hermana " hermano, 9adeleine " *aul comenzaron a dirigir su atencin no solo entre ellos, sino juntos hacia su nue%a hermana peque/a, Heresa. Guntos le cantaban, juntos quería alimentarla, juntos trataban de hacerla reír. 9adeleine " *aul estaban aprendiendo no solo a jugar juntos disfrutando de la compa/ía del otro, sino compa/eros al ser%icio de una nue%a %ida distinta a la de ellos: su nue%a hermana. !sa podría ser la razn por la que Vojt"la dice que tres el número mínimo ideal de hijos en una familia: con al menos tres hijos, dos pueden trabajar juntos para ser%ir al otro, " entonces sus oportunidades de crecer en el amor, la amistad " la %irtud como comunidad se profundizan aún m5s. !n conclusin, Vojt"la nos recuerda que si estamos considerando la continencia peridica, tenemos que considerar no solo nuestra seguridad financiera de nuestra propia comodidad " nuestras preferencias de estilo de %ida, cuando deseamos regular la concepcin. Henemos que considerar seriamente la bendicin de nue%os hermanos, que pueden generar bienestar a nuestros ni/os indi%idualmente, para toda nuestra familia e incluso para la sociedad. Vojt"la ad%ierte que los padres que deciden limitar la cantidad de hijos sin considerar estos bienes ma"ores, fuera de sí mismos, pueden generar un serio da/o a familia " la sociedad. Los mismos padres deben estar atentos, cuando limitan la concepcin, de no da/ar sus familias o la sociedad, que tiene su propio inter's sobre el tama/o ptimo de la familia. na determinacin de parte del esposo " la esposa para tener la menor cantidad de hijos posible, de hacer sus %idas f5ciles, puede generar un da/o moral en su familia " en la sociedad -p. 13K.
)ue%amente, ciertamente puede haber circunstancias en las que regular el número de hijos a tra%'s de la abstinencia peridica es necesario " de hecho parte del deber paternal -p. 13K, pero la intencin de limitar el número de concepciones nunca debe ser una renuncia a la paternidad misma. La continencia peridica como m'todo de regular la concepcin es permisible mientras no entre en conflicto cuando una sincera disposicin de procrear -p. 13K. !ntonces, en la abstinencia peridica, los esposos no deben buscar e%itar el embarazo a toda costa -p. 13K. +os cosas deben tener en cuenta. *or un lado, las parejas que solo tienen relaciones se7uales cuando la mujer es inf'rtil deben tambi'n apro7imarse a la relacin se7ual con la %oluntad de aceptar la posibilidad de con%ertirse en padre " madre, incluso cuando no desean un embarazo " est5n practicando la continencia peridica para e%itar un embarazo. +e otro lado, adem5s de mantenerse abiertos a la %ida en las relaciones se7uales, deben tener adem5s una disposicin general hacia ser padres en el 5mbito m5s amplio de su matrimonio como un todo, "a que los hermanos son buenos para los ni/os, para la familia " para la sociedad como un todo -p. 13K.
LA TRANSMISI=N DE LA -IDA / LOS ANTICONCE+TI-OS 8bjeti%amente la anticoncepcin es intrínsecamente un atentado al fin natural del acto se7ual
Intodu&&!n La %ida humana es un bien, " el m5s alto. !s posible que algunas personas 2alguna %ez2 consideren un mal, una
desgracia haber nacido. *ero esto, o es un sentimiento pasajero, o se debe a enfermedad o es causado por la injusticia de los dem5s. !n condiciones normales, la %ida es considerada por todos como un bien, un hermoso bien. i se piensa un poco m5s, se ad%ierte que la %ida es adem5s un don, un regalo. )adie se da la %ida a sí mismo. La %ida de cada uno es un don que hicieron, conjuntamente, un hombre " una mujer, con la a"uda de +ios. in la generosidad del dar no habría %ida.
I. El a&to da la !da La %ida slo se transmite de un modo: por la unin se7ual del hombre " la mujer. (sí como la accin del %er la hacen los ojos, slo los rganos se7uales consiguen la mara%illa de fecundar, slo ellos producen la %ida nue%a. !l acto se7ual no tiene historia; ha sido siempre el mismo desde que el hombre " la mujer hacen su aparicin sobre la tierra. I "a desde las pinturas rupestres la fecundidad tenía un significado profundo " religioso. i la %ida slo se transmite con el acto se7ual, ha de decirse que el fin natural de la unin se7ual es la procreacin. I de aquí se deri%a, de una forma tambi'n inmediata, que el matrimonio es una institucin natural: es la unin permanente de un hombre con una mujer para la procreacin " para esa continuacin de la procreacin que es la educacin de la prole.
II.+o'lemas 5t!&os Bue se 6lantean en la tansm!s!n de la !da B.*oner el acto se7ual, pero e7clu"endo la procreacin: esterilizacin " anticoncepcin. 1.(ctuar directamente contra la %ida "a transmitida: aborto. K.Hransmitir la %ida de forma no natural: inseminacin artificial " fecundacin in %itro.
III. Este!l!:a&!n B.Concepto: es la inter%encin que suprime, en el hombre o en la mujer, la capacidad de procrear. 1.Clases de esterilizacin: a La esterilizacin terap'utica: es aquella irremediablemente e7igida para la salud o la super%i%encia de la persona. b La esterilizacin directa: es la que tiene como única e inmediata finalidad hacer imposible la generacin. 4a" di%ersas clases: i. !ugen'sica, para mejora de la raza humana; ii. La hedonista, con el fin de tener relaciones se7uales sin posibilidad de embarazo; iii. La demogr5fica, para impedir o limitar el crecimiento de la poblacin; i%. La puniti%a, como castigo de determinados delitos se7uales. K. Guicio 'tico: a La esterilizacin terapeútica es e7igida para sal%ar la %ida o la salud de la persona. iendo los rganos se7uales parte del todo, la inter%encin es lícita en bien de ese todo -la %ida humana, con tal de que se den las siguientes condiciones: UAue la enfermedad sea gra%e, de modo que justifique el mal e%idente de la esterilizacin; UAue la esterilizacin sea el único remedio para recobrar la salud o sal%ar la %ida. !sto puede deberse al hecho de que los rganos se7uales est'n enfermos o de que, estando sanos, con su funcionamiento hormonal, da/en o influ"an causalmente en la salud del resto del cuerpo. UAue la intencin sea la de curar " no la de esterilizar. La esterilizacin se presenta así como un remedio imprescindible, pero no directamente querido. bLa esterilizacin directa es ilícita: ULa esterilizacin puniti%a, así como la eugen'sica " demogr5fica, son un atentado al derecho natural de todo hombre a disponer, con libertad, de su capacidad procreadora, así como el derecho a la integridad física; ULa esterilizacin hedonista son ilícitas porque %an contra el uso natural de la capacidad se7ual: la procreacin.
I-.Ant!&on&e6&!n 1. Con&e6to cualquier modificacin introducida en el acto se7ual, con objeto de impedir la fecundacin. e puede pretender de di%ersos modos: La esterilizacin perpetua o temporal, "a tratada; La interrupcin del acto se7ual, La utilizacin de dispositi%os mec5nicos, que suelen impedir la fecundacin, " en algunos casos impiden la implantacin en el útero del %ula "a fecundado, " "a serían aborti%os. La utilizacin de productos farmacolgicos -píldoras; unos son ano%ulatorios, es decir, inhiben la o%ulacin ", por tanto, la posibilidad de fecundacin -preser%ati%os, capuchn cer%ical, duchas %aginales, )ort *lant, pastillas anticoncepti%as; otros son claramente aborti%os, porque actúan despu's de la concepcin, impidiendo la implantacin del %ula fecundado -+6, hormonales e in"ecciones, la pastilla del día siguiente @ 3D0.
$. 2u!&!o 5t!&o 4o" se intenta justificar los medios anticoncepti%os por razones demogr5ficas, por razones econmico2sociales, por razones m'dicas -peligro de un nue%o embarazo para la salud física o psíquica de la madre. +iremos con la 6glesia: Cualquier actuacin 2por los medios que sean2 encaminada a impedir el resultado normal " probable del acto se7ual -la fecundacin es antinatural, pues supone un desorden " un abuso, por parte del hombre, del dominio que tiene sobre su cuerpo. I si es aborti%o, se produce un crimen. )o podemos reducir al hombre a animal que disfruta. Los anticoncepti%os son rechazables por sí mismos, puesto que se utilizan como fin o como medio para hacer imposible la procreacin, %iolentan " alteran el orden natural querido por +ios, impreso en la naturaleza humana " presente en el ejercicio de la se7ualidad, rectamente entendida. !ste juicio tajante en algunos casos puede tener en cuenta la e7istencia de circunstancias atenuantes o e7cusantes de la culpabilidad: ignorancia in%encible, miedo gra%e, %iolencia, falta de consentimiento o de libertad. in embargo, en sí, es decir, objeti%amente la anticoncepcin es intrínsecamente un atentado al fin natural del acto se7ual. La 6glesia no rechaza estos m'todos artificiales por ser noci%os a la salud, sino por ser una agresin al orden moral. on antinaturales, des%irtúan las funciones normales del se7o " los designios de +ios, cu"as le"es sagradas puso en el organismo de la mujer. (dem5s estos m'todos engendran una actitud facilista " egoísta, que abrir5 el camino a la infidelidad " a la degradacin moral. La mujer es la m5s perjudicada. 4a" descontrol se7ual. &omentan la falta de dominio de los impulsos m5s primarios.
LOS CAT=LICOS ANTE EL A,ORTO 3u5 ent!ende la Iles!a 6o a'oto; La 6glesia Catlica entiende por aborto la muerte pro%ocada del feto, realizada por cualquier m'todo " en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo de la concepcin. (sí ha sido declarado el 1K de ma"o de B PDD por la Comisin para la 6nterpretacin (ut'ntica del Cdigo de +erecho Cannico. La &uest!n del a'oto 6oo&adoJ 3es slo un 6o'lema &!ent!&oJ 6olt!&o o so&!al;
Ciertamente, no. !sta cuestin es, desde luego, un problema científico, político " social gra%e. *ero tambi'n es, " en gran medida, un serio problema moral para cualquiera, sea o no cre"ente. 3Tenemos los &atl!&os o'l!a&!ones ad!&!onales a&e&a de la &uest!n del a'otoJ es6e&to de los no &atl!&os o no &e(entes; Hodo hombre " toda mujer, si no quieren negar la realidad de las cosas " defienden la %ida " la dignidad humanas, han de procurar por todos los medios lícitos a su alcance que las le"es no permitan la muerte %iolenta de seres inocentes e indefensos. *ero los cristianos, entre los que nos contamos los catlicos, sabemos que la dignidad de la persona humana tiene su m5s profundo fundamento en el hecho de ser hijos de +ios " hermanos de Gesucristo, que quiso ser hombre por amor a todos " cada uno de nosotros. *or eso los catlicos, si %i%imos nuestra fe, %aloramos en toda su dimensin el drama terrible del aborto como un atentado contra esta dignidad sagrada. 95s que de obligaciones adicionales, pues, habría que hablar de una m5s profunda " plena comprensin del %alor de la persona humana, gracias a nuestra fe, como fundamento para nuestra actitud en fa%or de la %ida, "a que sabemos que el ol%ido de +ios lle%a con m5s facilidad al ol%ido de la dignidad humana. Como &atl!&aJ 3en Bu5 !n&ue una 6esona Bue eal!:a o &ons!ente Bue le eal!&en un a'oto; Auien consiente " deliberadamente practica un aborto, acepta que se lo practiquen o presta una colaboracin indispensable a su realizacin, incurre en una culpa moral " en una pena cannica, es decir, comete un pecado " un delito. 3En Bu5 &ons!ste la &ul6a moal; La culpa moral es un pecado gra%e contra el %alor sagrado de la %ida humana. !l quinto 9andamiento ordena no matar. !s un pecado e7cepcionalmente gra%e, porque la %íctima es inocente e indefensa " su muerte es causada precisamente por quienes tienen una especial obligacin de %elar por su %ida. (dem5s, ha" que tener en cuenta que al ni/o abortado se le pri%a del acramento del Nautismo. 3u5 es una 6ena &ann!&a; La pena cannica es una sancin que la 6glesia impone a algunas conductas particularmente rele%antes, " que est5 establecida en el Cdigo de +erecho Cannico, %igente para todos los catlicos. 3En Bu5 6ena &ann!&a !n&ue Bu!en 6o&ua un a'oto; !l que procura un aborto, si sabe que la 6glesia lo castiga de este modo riguroso, queda e7comulgado. !l Canon BKPD dice: Auien procura un aborto, si 'ste se produce, incurre en e7comunin Latae sententiae *or otra parte, el Canon BO3B establece que el que procura un aborto, si 'ste se consuma, así como los que ha"an cooperado positi%amente, incurre en irregularidad, que es el impedimento perpetuo para recibir rdenes sagradas. 3u5 Bu!ee de&! !n&u! en eG&omun!n; ignifica que un catlico queda pri%ado de recibir los acramentos mientras no le sea le%antada la pena: no se puede confesar %5lidamente, no puede acercarse a comulgar, no se puede casar por la 6glesia, etc. !l e7comulgado queda tambi'n pri%ado de desempe/ar cargos en la organizacin de la 6glesia. 3u5 Bu!ee de&! Bue una eG&omun!n es Latae sentent!ae; Con esta e7presin se quiere decir que el que incurre en ella queda e7comulgado autom5ticamente, sin necesidad de que ninguna autoridad de la 6glesia lo declare para su caso concreto de manera e7presa. 3S!n!!&a alo es6e&!al la ase s! 5ste el a'oto se 6odu&e; í. Auiere decir que, para que se produzca la pena de e7comunin, el aborto debe consumarse, es decir, el hijo ha de morir como consecuencia del aborto. i, por cualquier circunstancia, el aborto no llega a consumarse, no se producir5 la e7comunin, aunque se dar5 el pecado. En el &aso del a'otoJ 3Bu!5nes !n&uen en la 6ena de eG&omun!n; i se dan las condiciones que configuran la pena de e7comunin, en este caso quedan e7comulgados, adem5s de la mujer que aborta %oluntariamente, todos los que han prestado colaboracin indispensable a que se cometa el aborto: quienes lo practican, quienes los a"udan de modo que sin esa a"uda no se hubiera producido el aborto, etc. 3u5 a:n de se t!ene Bue el a'oto estP &ondenado 6o una 6ena &ann!&a tan ae &omo es la eG&omun!n; La razn de ser de esta norma es proteger 2tambi'n de esta manera, no slo con la catequesis " la recta formacin de la conciencia2 la %ida del hijo desde el instante mismo de la concepcin, porque la 6glesia se da cuenta de que la fr5gil %ida de los hijos en el seno materno depende decisi%amente de la actitud de los m5s cercanos, que son, adem5s, quienes tienen m5s directa " especial obligacin de protegerla: padres, m'dico, etc. Luego, cuando el ni/o nazca, estar5 "a adem5s protegido de alguna manera por la sociedad misma. La 6glesia ha entendido siempre que el aborto pro%ocado es uno de los peores crímenes desde el punto de %ista moral. !l Concilio ?aticano 66 dice a este respecto: +ios, e/or de la %ida, ha confiado a los hombres la insigne misin de proteger la %ida, que se ha de lle%ar a cabo de un modo digno del hombre. *or ello, la %ida "a concebida ha de ser sal%aguardada con e7tremados cuidados; el aborto " el infanticidio son crímenes abominables -Const. audium et pes.
+eo (a Bue en los lt!mos aQos &ada e: 8a( mPs Estados Bue 6em!ten el a'otoJ 3no 8a'a s!do un esto de 'eneolen&!a de la Iles!a el 8a'e m!t!ado las 6enas 6aa los &atl!&os Bue a'oten; La 6glesia pudo haber cambiado, en la última " profunda re%isin del Cdigo de +erecho Cannico culminada en BPDK, la pena de e7comunin que pesa sobre los que procuran conscientemente un aborto, pero no lo hizo así precisamente porque en las últimas d'cadas se ha producido en todo el mundo una acusada relajacin de la sensibilidad de las gentes -" tambi'n de muchos cre"entes hacia este crimen. I si bien esta ma"or la7itud social, que ejerce una presin cierta sobre las conciencias, puede disminuir la gra%edad del delito en algunos casos, una
atenuacin de la pena habría suscitado, ine%itablemente, la errnea idea de que la 6glesia considera ho" el aborto pro%ocado como menos gra%e que antes, cuando, e%identemente, no es así. La 6glesia es 9adre " 9aestra; como 9adre, es lenta para la ira " f5cil para el perdn, pero como 9aestra no puede des%irtuar el depsito de la doctrina legado por +ios, " no puede decir que est5 bien lo que est5 mal, ni puede dar pie a que nadie suponga que actúa de esta manera. 3+uede su&ede Bue aluna 6esona &ons!enta o &ola'oe en un a'oto ( no !n&ua en eG&omun!n; í. +ado que en +erecho Cannico no e7iste delito si no ha" pecado gra%e, ha" circunstancias en las que no se incurre en esta pena, que requiere plena imputabilidad. *or ejemplo, no quedan e7comulgados los que procuran un aborto si ignoran que se castiga con la e7comunin; los que no tengan conciencia de que abortar %oluntariamente es pecado mortal; los que han inter%enido en un aborto forzados con %iolencia irresistible contra su %oluntad o por miedo gra%e; los menores de edad...; en general, los que han obrado sin plena ad%ertencia " pleno consentimiento. En el &aso de Bue un m5d!&o o un anestes!sta o una enemeaJ 6o no esta d!s6uesto a eal!:a este t!6o de !nteen&!onesJ uese des6ed!do ( 6ade&!ean ne&es!dad 5l ( su am!l!aJ 36oda &ola'oa; )unca se puede colaborar de modo positi%o en la comisin de un acto que %a contra la le" de +ios, que ha" que obedecer antes que a la le" de los hombres. !l catlico que se halla en esta situacin tiene la obligacin gra%e de ampararse en el derecho a la objecin de conciencia, aunque esta actitud pueda acarrearle represalias. !l profesional sanitario cristiano ha de tener presente, adem5s, que si es conocida su condicin de cre"ente puede pro%ocar un gra%e esc5ndalo si colabora a la pr5ctica de abortos. i los familiares de ese profesional son tambi'n cristianos, tienen la responsabilidad humana " moral de a"udarle a sobrelle%ar las dificultades, apo"arle en sus decisiones " hacer causa común con 'l en esos momentos de tribulacin. I esta responsabilidad alcanza tambi'n a sus amigos " colegas, si son cristianos " quieren %i%ir aut'nticamente su fe, así como a los miembros de la comunidad catlica en que el profesional sanitario se desen%uel%a. 3/ Bu5 8a de 8a&e el esto de las 6esonas Bue ta'aKan en un 8os6!tal donde se 6a&t!&an 8a'!tualmente a'otos; !sas personas han de poner todos los medios lícitos a su alcance para que se dejen de practicar abortos. !n cualquier caso, han de negar su colaboracin directa a esas acciones. 3No es la do&t!na &atl!&a so'e el a'oto una dua do&t!naJ Bue mu( 6o&os 6odPn seu!; Casi con estas mismas palabras replicaron los contempor5neos de Gesús cuando o"eren su predicacin. I el mismo Gesús nos dijo que ha" que seguir el sendero estrecho para llegar al @eino de los Cielos. eguir a Cristo en u 6glesia no es f5cil, pero con la racia de +ios se allana el camino " se superan las dificultades, por grandes que parezcan. Hambi'n nos dijo Gesús que fu'ramos a Tl con confianza, " Tl nos ali%iaría de nuestras angustias. La doctrina catlica sobre el aborto no pro%iene de la %oluntad de la autoridad eclesi5stica, sino que est5 fundamentada en lo m5s profundo de la naturaleza de las cosas queridas por +ios, que se e7presa en la Le" que Tl nos ha dado a conocer, " que la 6glesia tiene la misin de transmitir. *ero la 6glesia cumple tambi'n con su deber siendo el 5mbito en que los cristianos pueden fortalecer mejor su fe " ser a"udados " estimulados a %i%ir m5s intensamente su %ida cristiana. 3Cmo 6uede leantase una eG&omun!nJ tas 8a'e &ola'oado en un a'oto &onsumado; i un catlico se encuentra en esta situacin, debe acudir al obispo o al sacerdote en quien 'ste delegue. !n la pr5ctica, puede dirigirse a cualquier sacerdote, que le indicar5 lo que debe hacer. 3T!enen los &atl!&osJ ademPs de la o'l!a&!n ae de no &ola'oa en n!nn a'oto 6oo&adoJ otas o'l!a&!ones en esta mate!a; Hodos los catlicos estamos llamados a una %ida plena, es decir, a la santidad, " a contribuir acti%amente a la e7tensin del @eino de +ios en la tierra lle%ando el !%angelio hasta el último rincn del mundo. i todo miembro responsable de una sociedad que se proclama ci%ilizada tiene el deber de defender la %ida " la dignidad humanas, por muchas m5s razones los catlicos hemos de asumir esta tarea. 3Cmo se 6uede 8a&e estoJ en el &aso del a'oto; !l lograr que en una sociedad se respete el derecho a la %ida es responsabilidad de todos en su acti%idad cotidiana, pues todos, con el ejemplo de su conducta, sus palabras, sus escritos, sus opiniones, su %oto, la educacin de sus hijos, etc., influ"en en lo que se piensa, en cmo se %i%e I en lo que se legisla. Ciertamente, un papel importante corresponde a políticos, educadores " responsables de medios de Comunicacin social, por la repercusin que sus palabras o sus acciones tienen en la colecti%idad; pero ellos, al tiempo que influ"en sobre la sociedad, son influidos a su %ez tambi'n por ella. 3u5 6uede 8a&e 6aa !nlu! en esta mate!a un &!st!ano &o!enteJ un &!udadano nomal Bue n! sale en la tele!s!nJ n! 8a'la desde una &Pteda o una t!'una 6'l!&a; Lo primero que cada uno puede " debe hacer para afirmar la %ida es %i%ir con la conciencia de su dignidad. lo afirmaremos la %ida de otros si nosotros percibimos la nuestra en toda su grandeza " si nuestra conducta es coherente con nuestra con%iccin. !l ejemplo de Gesús, tomando en serio a cada una de las personas que se encontraba, debe ser%irnos para que todos los que se crucen en nuestra %ida se sientan %alorados " tenidos en cuenta como seres únicos. na afirmacin así de la %ida personal en nuestras e7periencias cotidianas har5 posible que surja, naturalmente, la
estima por todos " cada uno de los seres humanos, tambi'n los concebidos " no nacidos. *ero junto a esta actitud general, caben muchas maneras concretas de trabajar específicamente en fa%or de la %ida: @ogando al e/or por los legisladores " los dirigentes sociales en general, para que sepan comprender que los hijos concebidos " no nacidos son los m5s inocentes " los m5s indefensos miembros de, nuestra sociedad, " que, como ha dicho repetidamente el *apa Guan *ablo li, nunca se puede legitimar la muerte de un inocente. )o despreciando el %alor moral del dolor " del sacrificio, cu"o rechazo lle%a a justificar cualquier intento de acabar con lo que se cree que son sus causas, incluidos los ancianos o enfermos inútiles, los deficientes que son una carga o los nue%os hijos que pueden complicar la %ida o disminuir el bienestar de la familia. (cogiendo " a"udando, tambi'n econmicamente, a quienes, por razn de su maternidad, se encuentran en situaciones difíciles. @ecibiendo con alegría, por duro que pueda ser, al nue%o hijo enfermo o deficiente que llegue a la familia, como una bendicin de +ios. !s ejemplar el testimonio de numerosísimos padres cristianos en este sentido. @eaccionando positi%amente ante escritos públicos o programas audio%isuales que defiendan la %ida humana, " críticamente ante los que la ataquen 8rientando el %oto hacia las alternati%as que merezcan m5s confianza por sus actitudes ante la %ida en general, " ante la cuestin del aborto pro%ocado en particular. 6nformando a quienes nos rodean, con caridad, pero con firmeza " claridad, de la realidad del hijo no nacido " de la importancia de defender su derecho a %i%ir. Los m'dicos, en especial los gineclogos, " otros profesionales sanitarios, empleando los medios t'cnicos que permiten que una madre %ea en una ecografía, con sus propios ojos, al hijo en sus entra/as, mo%i'ndose, nadando, chup5ndose el dedo. e ha dicho que si el %ientre de las madres fuera transparente, muchos %erían la cuestin del aborto pro%ocado de otra manera. on slo algunos ejemplos que puedan dar idea del enorme campo que un cristiano tiene ante sí en relacin con este gra%ísimo problema. 3Es a:ona'le 6ensa Bue un da la !da ( la d!n!dad 8umanas se es6etaPn desde la &on&e6&!n 8asta la muete; )o es posible contestar rotundamente a esta cuestin, pero hacia este objeti%o deben encaminarse los esfuerzos de todos los que aspiran a un mundo justo. Las agresiones a la %ida humana, especialmente de los inocentes, han tenido siempre en la historia consecuencias dram5ticas. Los cristianos sabemos que cuando las personas " las colecti%idades han reconocido a Gesucristo, este reconocimiento ha supuesto una afirmacin de la %ida sin parangn con cualquier otra cultura. *or eso debemos empe/arnos en la e7tensin de la presencia de Cristo en la sociedad, porque de este modo los hombres reconocer5n su propia grandeza " podr5n %i%ir con una nue%a conciencia propia dignidad. Con el au7ilio de Gesús " de su madre, que lo concibi en su seno, " con el ejemplo nuestra propia %ida, ser5 posible trabajar mejor en defensa de este ideal. •
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ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA DEL ABORTO
4a" muchos argumentos que se han difundido insistentemente, especialmente en aquellos países donde, con cualquier moti%o, intentan buscar la legalizacin del aborto o ampliarlo allí donde "a se ha legalizado alguna de sus formas. Es inhumano no legalizar el a!orto tera"#utico $ue de!er%a realizarse cuando el em!arazo "one a la mu&er en "eligro de muerte o de un mal grave y "ermanente
La -edad !n este caso el t'rmino terap'utico es utilizado con el fin de confundir. terapia significa curar " en este caso el aborto no cura nada. (ctualmente, la ciencia m'dica garantiza que pr5cticamente no ha" circunstancias en la cual se deba optar ente la %ida de la madre o la del hijo. !se conflicto pertenece a la historia de la obstetricia. Ia en BPJB, el ongreso de irujanos del 'merican ollege dijo que todo el que hace un aborto terap'utico o ignora los m'todos modernos para tratar las complicaciones de un embarazo o no quiere tomarse el tiempo para usarlos. !l temido caso de los embarazos ectpicos o que progresan fuera del útero materno est5n siendo manejados m'dicamente cada %ez con ma"or facilidad, por otro lado, el cdigo de 'tica m'dica se/ala que en el caso de complicaciones en el embarazo deben hacerse los esfuerzos proporcionados para sal%ar a madre e hijo " nunca tener como salida la muerte premeditada de uno de ellos. Es !rutal e inhumano "ermitir $ue una mu&er tenga el hi&o "roducto de una violaci'n, "or ello, "ara estos casos, de!er%a legalizarse el a!orto llamado sentimental.
La -edad !n primer lugar los embarazos que siguen a una %iolacin son e7tremadamente raros. !n !stados nidos, por ejemplo, la %iolacin es un serio problema, apro7imadamente D,OOO casos fueron reportados en el a/o BPD1. !sta cifra es m5s importante si se tiene en cuenta, que del 3O al DO de las %iolaciones no se denuncian. !n estos casos los embarazos son e7traordinariamente raros, por %arias causas. *or eje mplo, las disfunciones se7uales en los %ioladores, cu"a tasa es e7tremadamente alta. !n tres estudios se ha constatado que el KP, el 3D " el J3 de las mujeres %íctimas del ataque no habían quedado e7puestas al esperma durante la %iolacin. !n otro estudio se comprob que el JB de los %ioladores e7perimentaron disfunciones que no les permitieron terminar el acto se7ual. 8tra causa por la que son e7tremadamente raros los embarazos por %iolacin: la total o temporal infertilidad de la %íctima. La %íctima puede ser naturalmente est'ril; puede ser mu" jo%en o mu" %ieja, puede estar "a embarazada o puede haber otras razones naturales. !l 3K de las %íctimas se encontraba en estas categorías. La %íctima puede estar tomando anticoncepti%os, tener un +6 o ligadura de trompas, el 1O se situaba en esta categoría. (sí, slo una minoría de las %íctimas tienen un potencial de fertilidad. (dem5s de la infertilidad natural, algunas %íctimas est5n protegidas del embarazo por lo que se ha llamado stress de infertilidad; una forma de infertilidad temporal como reaccin al stress e7tremo. !l ciclo menstrual, controlado por hormonas, es f5cilmente distorsionado por un stress emocional " puede actuar demorando la o%ulacin; o si la mujer "a ha o%ulado la menstruacin puede ocurrir prematuramente. n estudio determin que se registraron solamente el O.0 de embarazos en 1BPO %íctimas de %iolacin. !n una serie de K,JOO casos de %iolacin en BO a/os en el 4ospital an *ablo de 9inneapolis, no hubo un solo caso de embarazos puede ocurrir. *rocurar una legislacin en base a una e7cepcin en %ez de una regla es totalmente irracional desde el punto de %ista jurídico. !s ob%io que el espantoso crimen de la %iolacin es utilizado para sensibilizar al público en fa%or del aborto, al presentar al fruto inocente de una posible concepcin brutal como un agresor. !s claro que la mujer ha sufrido una primera espantosa agresin, la de la %iolacin. *resentar el aborto como una solucin es decir que un %eneno ha" que combatirlo aplicando otro.
!l aborto no %a a quitar ningún dolor físico o psicolgico producido en una %iolacin. (l contrario, le %a a agregar las complicaciones físicas " psíquicas que "a el aborto tiene de por sí. *or otro lado, el fruto de este acto %iolento es un ni/o inocente, que no carga para nada con la brutal decisin de su padre gen'tico. *or otro lado, los legisladores m5s e7pertos se/alan que legalizar el aborto sentimental es abrirle la puerta a serias complicaciones jurídicas: pr5cticamente cualquier unin, incluso consensual, podría ser presentada como contraria a la %oluntad de la mujer ", por tanto, una %iolacin. &inalmente, el argumento m5s importante, es que el aborto por %iolacin no es siquiera aceptado por sus %erdaderas %íctimas, las mujeres %ioladas. *ueden leerse estos duros pero re%eladores testimonios Es necesario eliminar a un ni(o con deficiencias "or$ue #l sufrir) mucho y le ocasionar) sufrimientos y gastos a los "adres.
La -edad !ste principio, conocido como aborto eugen'sico se basa en el falso postulado de que los lindos " sanos son quienes deben establecer el criterio de %alor de cu5ndo una %ida %ale o no. Con ese criterio, tendríamos moti%o suficiente para matar a los minus%5lidos "a nacidos. *or otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del BOO para determinar malformaciones o defectos. *or ejemplo, en el caso de la rubeola, re%isando BJ estudios de importancia, se encontr que slo el B0.J de los bebitos tendrían defectos. Auiere decir que el aborto por causa de la rubeola matar5 a J criaturas perfectamente sanas por cada beb' afectado. *or último, EAui'n puede afirmar que los minus%5lidos no desean %i%irF na de las manifestaciones contra el aborto m5s impresionantes en el estado norteamericano de California fue la realizada por un numeroso grupo de minus%5lidos reunidos bajo un gran cartel: racias mam5 porque no me abortaste. !l +r. *aul Cameron ha demostrado ante la (cademia de *siclogos (mericanos que ho" ha" diferencia entre las personas normales " anormales en lo que concierne a satisfaccin de la %ida, actitud hacia el futuro " %ulnerabilidad a la frustracin. +ecir que estos ni/os disfrutarían menos de la %ida es una opinin que carece de apo"o empírico terico, dice el e7perto. 6ncluso son numerosos los testimonios de los padres de ni/os disminuidos física o mentalmente que manifiestan el amor " la alegría que esos hijos les han prodigado. El a!orto de!e ser legal "or$ue todo ni(o de!e ser deseado.
La -edad !ste es un argumento absurdo. !l deseo o no deseo no afecta en nada la dignidad " el %alor intrínseco de una persona. !l ni/o no es una cosa sobre cu"o %alor puede decidir otro de acuerdo a su estado de 5nimo. *or otro lado, el que una mujer no est' contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no %a"a a amar a su beb' una %ez nacido. e ha podido comprobar que en los países donde el aborto est5 legalizado, se incrementa la %iolencia de los padres sobre los ni/os, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean planificados " esperados. La respuesta a esto es que cuando la mujer %iolenta su naturaleza " aborta, aumenta su potencialidad de %iolencia " contagia 'sta a la sociedad, la cual se %a haciendo insensible al amor, al dolor " a la ternura. El a!orto de!e ser legal "or$ue la mu&er tiene derecho a decidir so!re su "ro"io cuer"o.
La -edad *ero no cuando el sentido común " la ciencia moderna reconocen que en un embarazo ha" dos %idas " dos cuerpos. 9ujer, según definicin de diccionario, es un ser humano femenino. +ado que el se7o se determina cromosmicamente en la concepcin, " m5s o menos la mitad de los que son abortados son seres humanos femeninos; ob%iamente )8 H8+( 9G!@ H6!)! +!@!C48 ( C8)H@8L(@ *@8*68 C!@*8. *on la legalizaci'n del a!orto se terminar%an los a!ortos clandestinos.
La -edad Las estadísticas en los países desarrollados demuestran que esto no es así. *or el contrario, la legalizacin del aborto lo con%ierte en un m'todo que parece moralmente aceptable " por tanto, como una opcin posible que no es igualmente considerada allí donde no es legal. *ero dado que la gran ma"oría de abortos no son por un moti%o sentimental, terap'utico o eugen'sico, sino por un embarazo considerado %ergonzoso, no es e7tra/o que la mujer 2especialmente si es adolescente o jo%en2 busque igualmente m'todos aborti%os clandestinos por la sencilla razn de que una le", aunque quite la pena legal, no quita la %ergenza " el deseo de ocultamiento. *or otro lado, esta mentira se basa en el mito según el cual los abortos legales son m5s seguros que los clandestinos. n ejemplo: na in%estigacin realizada en BPD en !stados nidos arroj que slo en las clínicas de 6llinois, se habían producido B1 muertes por abortos legales. El a!orto de!e ser legal "or$ue la mu&er tiene derecho so!re su "ro"io cuer"o.
La -edad EHiene una persona derecho a decidir sobre su propio cuerpoF í, pero hasta cierto punto. E*uede alguien eliminar a un %ecino ruidoso slo porque molesta a sus oídosF 8b%iamente no. !s igual en el caso del aborto. La mujer estaría decidiendo no sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser que no es ella, aunque est' temporalmente dentro de ella. El a!orto es una o"eraci'n tan sencilla como e+traerse una muela o las am%gdalas. *asi no tiene efectos colaterales.
La -edad Las cifras desmienten esta afirmacin. +espu's de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un BO, los abortos espont5neos tambi'n en un BO, " los problemas emocionales suben del P al JP. (dem5s, ha" complicaciones si los embarazos son consecuti%os " la mujer tiene el factor @4 negati%o. Los embarazos e7tra2 uterinos aumentan de un O.J a un K.J, " los partos prematuros de un J a un BJ. Hambi'n pueden darse perforacin del útero, co5gulos sanguíneos en los pulmones, infeccin, " hepatitis producida por las transfusiones, que podría ser fatal. (dem5s, cada %ez m5s in%estigaciones tienden a confirmar una importante tesis m'dica: que la interrupcin %iolenta del proceso de gestacin mediante el aborto afecta las c'lulas de las mamas, haci'ndolas sensiblemente m5s propensas al c5ncer. (lgunos partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso que un parto. !sta afirmacin es falsa: el aborto, especialmente en los últimos meses del embarazo, es notablemente m5s peligroso. !n los países ricos mueren dos %eces m5s mujeres por aborto legal que por disfunciones del parto. *or otro lado, algunas mujeres tienen problemas emocionales " psicolgicos inmediatamente despu's del aborto, otras los tienen muchos a/os despu's: se trata del $-ndrome ost 'borto. Las mujeres que lo padecen niegan " reprimen cualquier sentimiento negati%o por un periodo promedio de al menos cinco a/os. +espu's surgen una %ariedad de síntomas, desde sudoraciones " palpitaciones hasta anore7ia, alucinaciones " pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similares a los del $-ndrome de tensin post traum5tico que sufrieron algunos %eteranos, BO a/os o m5s despu's de haber combatido en una guerra.
M>TODOS ANTICONCE+TI-OS A,ORTI-OS Cuando &om!en:a la !da 8umana La concepcin se produce en el instante mismo en que el espermatozoide penetra el %ulo, denomin5ndose fecundacin, la cual tiene lugar en las trompas de &alopio del aparato reproductor femenino. !s el preciso instante en que comienza una nue%a %ida humana, única, con caracteres particulares perfectamente definidos desde el punto de
%ista biolgico " gen'tico.
Tom6as de Falo6!o Las trompas de &alopio son dos conductos que se e7tienden desde cada o%ario hasta el útero " son el escenario donde se produce la fertilizacin. Los %ulos liberados por los o%arios ingresan a las trompas al encuentro de los espermatozoides, que arriban tras atra%esar la %agina, el cuello del útero " el útero. egún la enciclopediadiccionario de la medicina !nciclopedia and +ictionar" of 9edicine, )ursing and (llied 4ealth, un aborti%o #es un f5rmaco o cualquier otra cosa que pro%oque el aborto$. +e hecho, es un aborto químico. La 6glesia Catlica prohíbe el uso de aborti%os por el mismo moti%o que se opone al aborto quirúrgico. Como ense/a el Catecismo de la 6glesia Catlica: #La %ida humana debe ser respetada " protegida desde el momento mismo de la concepcin$ -número 11O. (lgunos aborti%os tambi'n son contracepti%os en la forma en que actúan, lo cual tambi'n es gra%emente inmortal. Como afirma la constante ense/anza de la 6glesia: #!s intrínsecamente mala _toda accin que, o en pre%isin del acto con"ugal, o en su realizacin, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreacin^ -Catecismo de la 6glesia Catlica, número 1KO, cf. !ncíclica 4umanae %itae, número B3.
M5todos Conta&e6t!os 1. Los d!s6os!t!os !ntaute!nos DIUs Los +6s, tales como el ((, la H de cobre " el anillo, son artefactos de diferentes materiales que se introducen en el útero para e%itar la procreacin. (ctúan química " mec5nicamente, impidiendo a %eces la anidacin del %ulo "a fecundo en el útero, lo cual es un efecto aborti%o. !ste efecto es producido de %arias maneras. Los +6s aceleran el transporte del %ulo fecundado a tra%'s de la trompa, por lo que al llegar al útero 'ste no est5 capacitado para recibirlo " lo aborta. Hambi'n producen destruccin del ser humano en sus primeras etapas de desarrollo; desplazan mec5nicamente del útero al embrin implantado en 'l; impiden la implantacin debido a la respuesta inflamatoria al cuerpo e7tra/o que se produce en el útero; " alteran el proceso de maduracin " proliferacin del endometrio afectando la implantacin. Consecuencias físicas: 6nfecciones con posibilidad de shocZ s'ptico " muerte, heridas " perforacin del útero, esterilidad, sangrados abundantes, embarazos ectpicos -fuera del útero.
$. Ant!&on&e6&!n de emeen&!a Los #anticoncepti%os de emergencia$ constitu"en una forma de #e%itar$ la procreacin basada en la falsa teoría de que el embarazo comienza con la implantacin del %ulo "a fecundado -o sea, de la nue%a %ida humana en el útero, en %ez de la fecundacin. Nas5ndose en esta idea errnea se les dan el nombre de #anticoncepcin de emergencia$, cuando en realidad se trata de un aborto. La llamada píldora del día despu's es una píldora aborti%a llamada #anticoncepti%o de emergencia$ o #píldora para la ma/ana siguiente$. Contiene estrgeno " progestina. na mujer que desee abortar químicamente toma una dosis de estas píldoras dentro de las 1 horas despu's de haber tenido relaciones se7uales. !ste #cocZtail aborti%o$ impide que el %ulo fecundado se implante en la membrana del útero. !l diminuto ser humano muere de hambre " de asfi7ia, " es e7pulsado del útero. !l +r. @aiph 9iech 9.+., *h.+., profesor asociado de medicina de la ni%ersidad Nro[n, describe a *re%en en el *ro%idence Gournal -D2K2PD del siguiente modo: #!ste tipo de píldora pro%oca un aborto desde el punto de %ista farmacolgico, a este f5rmaco se le debe llamar #abortion2after pill$ Rporque hace abortar despu's de ser tomada, nota de la traductoraS. Lo mismo se puede decir sobre todas las $píldoras para la ma/ana siguiente$.
%. Las 6ldoas ant!&on&e6t!as Los anticoncepti%os orales o píldoras actúan impidiendo la o%ulacin o cambiando el moco cer%ical de modo tal que 'ste impide el paso de los espermatozoides, teniendo en ambos casos un efecto anticoncepti%o. *ero adem5s producen cambios en el endometrio uterino que impiden que el %ulo fecundado -o sea una %ida comenzada se anide, siendo este efecto aborti%o. Consecuencias físicas: embarazos ectpicos, esterilidad por atrofia o%5rica, trastornos circulatorios, " de la
coagulacin de la sangre que pueden causar accidentes cerebro2%asculares, coronarios, " de e7tremidades, embolias e infartos. (dem5s pueden causar enfermedades tumorales en hígado " mamas.
4. La RU 4*) !s una píldora aborti%a que se utiliza en las primeras nue%e semanas del embarazo. Nloquea la accin de la hormona progesterona, " por tanto, impide que un %ulo fecundado se implante en la membrana uterina. Hambi'n se le llama mifepristone. *or sí sola, no siempre hace que se complete el aborto. *or ello, despu's que ha impedido la implantacin \o sea, que ha matado de hambre a un embrin2 administran una dosis de prostaglandina, la cual produce contracciones del útero " finalmente el embrin es e7pulsado de 'ste.
". El No6lant Im6lante 6oesta&!onal su'd5m!&o on seis peque/os tubos del tama/o apro7imado al de los fsforos que se introducen debajo de la piel en la parte superior del brazo de la mujer. !stos segregan una dosis baja de progestina, un aborti%o que impide que el ser humano en desarrollo se implante en el útero materno. !l )orplant, por lo tanto, tambi'n es aborti%o. ). De6o +oea Ant!&on&e6t!o !n(e&ta'le t!mestal 6mpide que el o%ario e7pulse un %ulo " hace m5s grueso el moco cer%ical para obstaculizar el mo%imiento de los espermatozoides. &unciona tambi'n como un aborti%o, porque impide la implantacin del %ulo fecundado al irritar la membrana del útero. La +epo *ro%era se administra mediante una in"eccin de BJO miligramos de depotmedro7"progesterona.
EL A,ORTOSUS DA0OS / CONSECUENCIAS A. Leado o As6!a&!n B2Laceracin del cuello uterino por el uso de los dilatadores Consecuencias:
6nsuficiencia del cuello uterino predisponiendo a otros abortos en el primer " segundo trimestre -BO de las pacientes. *artos prematuros a las 1O KO semanas de gestacin. 12*erforacin del útero 4echo con la cucharilla del legrado o aspirador, pero m5s frecuente con el histmetro -instrumento necesario para medir la ca%idad uterina. !l útero gr5%ido es mu" fr5gil " blando " puede ser atra%esado sin que el cirujano se aperciba del hecho. !s una complicacin seria. Consecuencias: 6nfeccin " obstruccin de trompas que produce esterilidad. 8peracin necesaria para detener la hemorragia que se ha producido. *eligro de lesionar el intestino o la %ejiga urinaria o las trompas. La arteria uterina es con frecuencia seccionada en estos casos, por lo que es necesaria la e7tirpacin del útero si no se consigue detener la hemorragia. K24emorragias uterinas *'rdidas sanguíneas o fuertes hemorragias causadas por la falta de contraccin del músculo uterino. Las p'rdidas de sangre son m5s intensas a medida que el embarazo est5 m5s a%anzado. Consecuencias: )ecesidad de transfusiones de sangre. (blacin del útero si la hemorragia no se controla. 32!ndometritis post2aborto -infeccin uterina secundaria al aborto *ese a los antibiticos que se administran antes del aborto, e7iste toda%ía gran incidencia de infecciones " obstrucciones de trompas. Consecuencias: !sterilidad !mbarazo ectpico J2!%acuacin incompleta de la ca%idad uterina. )ecesidad de prolongar la succin " de hacer un legrado inmediato. +a/os " consecuencias: *osibilidad de arrancar el endometrio. &ormacin de adherencias ene. 6nterior del útero " como consecuencia esterilidad " frecuente amenorrea. *osibilidad de placenta pre%ia en el embarazo siguiente, lo que haría necesaria una ces5rea.
,. Solu&!n 8!6etn!&a sal!na Em'aa:os de 1$ 1 $# semanas Complicaciones mu" altas @etencin placentaria " hemorragia. 6nfeccin uterina. 4emorragia. Coagulopatía " se%era hemorragia de mu" difícil detencin. 6nto7icacin por retencin de agua, efectos secundarios del suero salino que podrían causar fallas del corazn " muerte consecuti%a. C. 4isterectomía -a partir de las B0 semanas de embarazo Complicaciones: 4emorragia. 6nfeccin. *eritonitis. Lesiones de %ejiga o ur'teros.
Com6l!&a&!ones tadas del a'oto B26nsuficiencia del cuello uterino 12+a/os causados a las trompas por las posibles infecciones post2aborto, causando infertilidad. K2*lacenta pre%ia. 32!mbarazo ectpico -fuera del útero. J2(umento de la probabilidad de abortos espont5neos. Consecuencias sobre el ni/o que se aborta:
B2+olores intensos -ni/o no nacido sensible al dolor. 129uerte %iolenta. K2)i/os %i%os que mueren fuera del útero materno.
Sndome 6osta'oto #9e dijeron que era la mejor decisin, pero no me hablaron del %acío emocional " físico que sentiría ni de que me iría destru"endo ECmo puedo ali%iar el dolor que sientoF$ )ereida 8rtiz +ebemos denunciar la mentira que ha" detr5s del aborto legal, que es la siguiente: el aborto a"uda a las mujeres. !sta mentira seduce a las personas para que acepten el aborto, omitiendo el conjunto de síntomas patolgicos de orden psicolgico espiritual que estas mujeres manifiestan. e lo conoce como )+@89! *8H2(N8@H8. @ecibe su nombre del índrome *ost2?ietnam, el primero descripto " con similitud en sus síntomas e intensidad.
Conse&uen&!as 6s!&ol!&ases6!!tuales B.*eríodo de negacin La primera reaccin psicolgica de la mujer que se ha practicado un aborto es L( )!(C6). (lgunas lo hacen durante un tiempo, otras unos meses, pero otras lo niegan durante períodos ma"ores a BO " BJ a/os. 1. +epresin2culpabilidad2tendencia al suicidio Lo m5s frecuente son cuadros depresi%os acompa/ados de un sentimiento grande de culpabilidad. La mujer recorre tres estadios: ( +esasosiego " tristeza: )o est5 en paz consigo misma. N @e%i%e continuamente el momento traum5tico del aborto de un modo mu" profundo. e pregunta a menudo ECmo sería mi ni/o ahoraF C +epresin profunda con un gran sentimiento de culpabilidad, perdiendo el inter's por las cosas que antes le interesaban en la %ida. + +epresin del ani%ersario: 8curre alrededor de la fecha del posible nacimiento o alrededor de la fecha del aborto. K. !mpeoramiento de problemas psíquicos pre%ios Las mujeres con alguna se/al de trastorno emocional corren ma"or riesgo de gra%es desajustes mentales tras el aborto, ma"or toda%ía si padecía alguna enfermedad psíquica pre%ia. 3. Hrastornos de conducta moral )unca el aborto es un hecho aislado, casi siempre, %a acompa/ado de trastornos importantes de la conducta, muchas %eces patolgicos como drogadiccin, alcoholismo, per%ersiones se7uales. Los siguientes datos estadísticos del estudio de la +ra. (nne pecZhard sobre mujeres que han abortado resumen lo afirmado hasta ahora: !l KJ pens que había recibido la %isita de su hijo abortado. !l J3 tu%o pesadillas relacionadas con el aborto. !l 0P e7periment síntomas de locura. !l K le %enían a la memoria recuerdos de esta e7periencia. !l DB mostr preocupacin por el bebe abortado. !l 0B aumenta el consumo de alcohol. !l 0J tu%o pensamientos suicidas. !l 0P tu%o problemas se7uales. !l DB lloraba con frecuencia. !l e7perimenta incapacidad para comunicarse. !ste último dato tan significati%o nos lle%a a considerar el pr7imo efecto de%astador del aborto en la mujer: la disfuncin interpersonal " familiar.
". Ru6tua de ela&!ones )o se menciona el hecho de que con frecuencia se da/an las relaciones de pareja despu's del aborto. ). Maltato !nant!l Cuando ha" ni/os en la familia, el aborto puede tener un efecto negati%o sobre ellos, llegando incluso al maltrato infantil. i puede maltratarse a un ni/o en el %ientre de su madre, tambi'n se le puede maltratar fuera de 'l. !n !!, según estudios realizados, luego de la legalizacin del aborto en ese país en BPK, dicho maltrato aument en un JOO.
La Cua&!n del sndome 6osta'oto #La paz que e7perimento ahora me ha traído la %erdadera alegría " una nue%a esperanza para el futuro$ 8li%ia ans. !tapa espiritual: pasos para la curacin er humilde \ @econocer " aceptar la %erdad *ara poder pedir " recibir el perdn di%ino se necesita ser humilde " reconocer la %erdad: que el aborto est5 mal, aceptar la propia culpabilidad, pero que al mismo tiempo " a pesar de ello ha" perdn para el que est5 arrepentido. !l proceso de autoconocimiento resulta doloroso. !sto no es moti%o de desaliento, m5s bien de esperanza, "a que el proceso de sanacin ha comenzado. 9ientras m5s se reconozca el pecado, m5s f5cilmente podr5 penetrar el perdn " el amor de +ios en el alma de la persona que sufre el síndrome del *ost2(borto. Las palabras del almo BOK son un %erdadero consuelo: #!L !8@ ! H6!@)8 I C89*(6?8, ! *(C6!)H! I H8+8 (98@, )8 )8 @!*@!)+! !) H8+8 H6!9*8 )6 @!)C8@ ! !H!@)8, )8 )8 C(H6( C898 9!@!C!) )!H@( 9(L+(+! I *!C(+8, H() 6)9!)8 ! (98@ *8@ L8 A! L! 48)@() C898 6)9!)8 ! !L C6!L8 8N@! L( H6!@@(. )!H@8 *!C(+8 4( (L!G(+8 C898 4( (L!G(+8 +!L 8@6!)H! (L 8CC6+!)H!$. *edir " recibir el perdn de +ios " perdonar a los dem5s acramento de la @econciliacin *ara los catlicos es imprescindible la confesin para alcanzar el perdn " la curacin de +ios de los pecados gra%es como el aborto. 4a" m'dicos que fueron abortistas, como el +r. Nernard )athanson. -]A! &! @!*8)(NL! +! J.OOO (N8@H8^ que se ha arrepentido " se ha con%ertido en pro%ida " que sabe que +ios le ha perdonado. ]]Cmo no %a a perdonar +ios a las mujeres que han abortado " que se han arrepentido sinceramente^^ Gesús nos dice a tra%'s de anta &austina: #que los m5s grandes pecadores pongan su confianza en 9i 9isericordia. !llos, m5s que nadie, tienen derecho a abandonarse a 9i 9isericordia. 9e dan una gran alegría las almas que recurren a 9i 9isericordia$. #)o puedo castigar a aquel que, aún siendo gran pecador, " el peor de todos, se confía a mi bondad; lo justificar' en mi insondable e inmensa 9isericordia$. !n muchas ocasiones, las mujeres que han abortado " las personas que han causado o permitido abortos, aunque saben que +ios las perdona, no se perdonan a sí mismas. +ERO SI DIOS NOS +ERDONAJ 3UI>NES SOMOS NOSOTROS +ARA NO +ERDONARNOS O +ARA NO +ERDONAR A OTROS; @econciliacin con los bebes abortados *ara las personas que creen en +ios, la %ida no termina con la muerte, sino que continúa en la eternidad. *ara e7perimentar la reconciliacin con el bebe abortado se recomienda realizar ciertas acciones concretas. !sta reconciliacin sir%e para curar no slo a las madres que han abortado, sino tambi'n a la familia entera. 8rar por un bebe que ha fallecido puede curar a los hijos que %i%en " a familias enteras. *asos a seguir frente a Gesús acramentado: Cierre los ojos " respire hondo, recuerde algún momento de su %ida en que supo cu5nto lo ama +ios. ?uel%a a respirar ese amor. *ngase en contacto con sus sentimientos hacia el bebe que muri -amor2tristeza2pena2curiosidad2etc.. ?ea a Gesús, a 9aría, a +ios *adre, o a alguien que usted ama, de pie frente a d. !n sus brazos sostiene un bebe que es su hijo o hija. e lo ofrece a usted. (bra sus brazos " reciba al bebe. +ígale al bebe " haga con 'l todo lo que su corazn siempre ha querido decir o hacer. *ermita que su hijo haga lo mismo con usted. 9ire de qu' se7o es el bebe " pregúntele con qu' nombre quiere que se lo llame. i usted es cristiana o cristiano, es probable que quiera bautizarlo. +e ser así, haga el signo dela cruz sobre la frente del bebe " diga con Gesús: #Io te bautizo \su nombre2 en el nombre del *adre, " del 4ijo " del !spíritu anto$. 6magine que derrama agua sobre la cabeza del bebe " sienta cmo el agua limpia hace nue%as todas las cosas. 4able con el ni/o sobre cmo pueden seguir dando " recibiendo amor. ECmo quiere que el ni/o o ni/a rece por usted " su familiaF ECmo quiere el bebe que usted rece por 'lF Cuando est' listo, %uel%a a poner el bebe en los brazos de Gesús, 9aría, o +ios *adre. (segúrese de que, en %ez de alejarse de usted, %enga hacia usted, hasta quedar dentro de su corazn. ienta su presencia c5lida, mientras se alojan en su corazn " permanecen en 'l. @espire hondo, permitiendo que la tibieza llene todo su cuerpo. (cciones de sanacin para uno mismo Cierre los ojos " %a"a a uno de esos lugares fa%oritos, donde se sienta m5s capaz de dar " recibir. !n su espíritu, in%ite al bebe perdido a que lo acompa/e. Comparta con 'l o ella las razones por las que ese lugar es tan significati%o para usted. *regúntese qui'nes quisiera que fueran los padrinos de su bebe. +ígale porqu' ha elegido esas personas como padrinos. ?isite a esas personas ", en su espíritu lle%e al bebe con usted. *ídale a los padrinos que recen por el bebe " que lo bendigan. Dee&8o a la !da Nuestas le(es 2 *!@ Eabe sted qu' dicen nuestras le"es acerca del derecho a la %idaF