INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICA EN LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE QOTAKALLI – CUSCO”
1Arqueóloga: Amelia Pérez Trujillo
La Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco a la fecha viene efectuando la intervención de la ZA de Qotakalli la misma que fue aprobada mediante el SNIP con el PIP N° 129311, con un Presupuesto Integral de S/. 6’493,407.98. 6’493,407.98. La ejecución del Proyecto se dio inicio el 13 de noviembre del 2013, a partir de esta fecha los resultados que nos vienen dando los diferentes trabajos de Investigación Arqueológica son inesperados y de trascendencia para el conocimiento de un área que viene a constituir un icono dentro de la Arqueología del Cusco. El presente artículo es un avance de estos resultados preliminares, en vista que continuamos continuamos con los trabajos de excavación arqueológica y los trabajos de gabinete. La Zona arqueológica de Qotakalli se encuentra ubicada en el Departamento y Provincia del Cusco, Distrito de San Sebastián, exactamente al Sureste de la ciudad del Cusco a 4.5 Kilómetros con referencia a la Plaza de Armas, sobre la margen derecha del río Watanay.
Arquitectura: Qotakalli, se encuentra emplazada en la parte alta de la Urbanización Agua Buena, en un promontorio de forma alargada, sobre el que se disponen un grupo de estructuras concebidas con una planificación urbana de tipología “Inka”. La Zona Arqueológica Arqueológica se encuentra dividida por una calle principal principal que atraviesa el sitio de Norte a Sur que viene a constituir el eje central que divide a grupos de estructuras de forma rectangular distribuidos en canchas con espacios abiertos. La comunicación entre estos grupos es por medio de calles secundarias secundarias que forman espacios a manera de canchas.
Recintos: El área delimitada de Qotakalli presenta 84 recintos (sin embargo al parecer existían mayor número de los mismos, en vista que a la fecha el sitio ha sido “cortado” por asentamientos humanos y urbanizaciones urbanizaciones contemporáneas). Los recintos se encuentran dispuestos a lo largo de la plataforma alargada de Qotakalli, distribuidos en filas de Este a Oeste y de Norte a Sur, Sur, separados por espacios espacios abiertos a manera de patios. Estas estructuras presentan un largo promedio de 11.11 m de largo x 6.48 me ancho, con una variación de 5 a 10 cm. Con un ancho de muro que varía de 0.75m a 0.85m, presentan también muros medianeros cuyo ancho varia de 0.45m a 0.50m. Los muros de los recintos son de aparejo aparejo rustico y simple conformado conformado por una mixtura de piedras, entre areniscas, calizas, cantos rodados y ocasionalmente andesitas y dioritas unidos con mortero de barro. Así mismo presentan presentan un bano de acceso orientado orientado en forma indistinta hacia el sur y oeste, con un acho promedio de 1 m a 1.28 m. Los recintos presentaban muros de adobe y piedra, la altura del muro de piedra probablemente es de 2:50m sobre el que se levantaba el muro de adobe (lográndose evidenciar durante los trabajos de excavación arqueológica fragmentos de adobes), el ancho del muro de piedra va de 0.85 en la base adelgazándose adelgazándose hasta 0.75 donde se iniciaba el muro de adobe.
1 Dirección
Desconcentrada de Cultura Cusco – Área Funcional de Obras, email:
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Los muros presentan una mínima inclinación, la que varía de 0.05m a 0.03m, así mismo muchas de las esquinas no presentan amarre, lo mismo ocurre en los núcleos de los muros. Al parecer estas estructuras presentaban hornacinas interiores, la misma que se evidencia en el recinto 47. Los recintos presentaban muros revestidos con barro y paja (enlucido). El piso fue tratado con arcilla compactada (se puede evidenciar fragmentos pequeños de este tratamiento en varios de los recintos).
Calles.- La Zona Arqueológica de Qotakalli se encuentra dividida por una calle principal, que cruza al sitio de norte a Sur y tres calles secundarias trazadas al igual que la calle principal. Así mismos presentan 27 calles transversales, que comunican los diferentes grupos de recintos. La Calle principal presenta un ancho mínimo de 8.50 m, y un ancho máximo de 9.79 m. Las 03 Calles secundarias con un ancho mínimo de 6 m y un máximo de 6.94 m. Los 27 Pasajes transversales, con un ancho mínimo de 6.72 m y máximo de 13.97 m.
ETAPAS DE OCUPACIÓN: Toda el área donde se ubica la Z.A de Qotakalli, yace sobre lo que hace millones de años fuel parte del Lago Morkill, se evidencia en la base del sector los rezagos de este lago conformado por diatomitas con abundantes restos de fósiles, sobre esta capa orgánica se registra varios eventos de arrastre, aluviones, de aguas tranquilas, de lluvias fuertes y de sequía, toda esta serie de eventos naturales se pueden observar con claridad en la estratigrafía de los cuadros de excavación arqueológica aperturadas de estos dos años de ejecución.. Sobre el área irregular de la Zona encima de procesos de arrastre tempranos, en la época Pre hispánica (Inka) se nivela todo este espacio para construir la Z.A de Qotakalli, con una planificación urbana, con recintos de planta rectangular construidos con piedra caliza. La evidencia arqueológica y los datos históricos nos demuestra que el sitio fue abandonado en la última etapa de época Inka, e inicios de la Colonia quienes fueron a la Encomienda de San Sebastián en el año de 1535, conjuntamente con los pueblos de Callachaca y Bimbilla, Juan Pizarro hermano de Francisco Pizarro cedió a Gomez Mazuelas estas poblaciones (Julien 1998:87). Es en este momento que la gente que habitaba Qotakalli antes de abandonar el sitio “desataron” y provocaron el desplome intencional de las estructuras con todas sus herramientas, vajilla y demás material al interior de las estructuras, las que generaron que estas se rompan sobre el piso del recinto, con presencia de quemas y ceniza (se evidencio sobre este piso de ocupación además de todo este material el enlucido desprendido de los muros y fragmentos de la estructura de los techos: madera, argollas y soguillas. En esta etapa también sellaron y /o tapiaron algunos banos de acceso y en varios de los recintos perforaron el piso para enterrar fragmentos de vasijas grandes como parte de un ritual de “abandono”. A partir de esta primera etapa de abandono las estructuras han sufrido una serie de modificaciones. Luego se registra una segunda etapa de ocupación. La población de Qotakalli regresa y reconstruyen las estructuras sobre los escombros de los pisos de abandono, nivelando primero el piso sin retirar el material fragmentado (rezagos del primer piso), es en esta etapa donde se reconstruyen los recintos con material lítico mixto y al parecer es ocupado por muy poco tiempo, ya que a raíz de las Ordenanzas del Virrey Toledo (1572) toda la gente de este sector es trasladada a la Reducción de San Sebastián, eviden ciando una segunda etapa de “abandono” con tapiado de los banos de acceso pero en esta vez con piedra y tierra de manera desordenada, el material, herramientas y otros de uso diario son fracturados intencionalmente sobre el piso de los recintos, los muros no son desarmados (en la primera etapa de abandono
el material cultural recuperado es inka clásico, en esta segunda etapa el material cultural cerámico es de la época Inka de transición, evidenciándose un gran porcentaje de fragmentos de cerámica de los estilos Kuichipunku y Orqosuyo). Posteriormente ya en una tercera etapa de reocupación, se inicia el cambio de función del sitio y las estructuras son divididas en tres espacios, implantándose la concepción europea de uso multifuncional de los diferentes espacios. Se ha logrado definir con claridad la función de cada espacio al interior de las estructuras: Un primer espacio delimitado por un muro adosado a la estructura original es usada como cocina, se evidencia fogones, soportes de aribalos y vasijas grandes para almacenar agua, ollas, y menajeria de uso diario. También se puede evidenciar, cuyeras y entierros lo que nos indica que la gente seguía viviendo con sus muertos y rindiéndoles culto a los mismos. El segundo espacio (al medio) al parecer fue de comunicación y circulación entre los dos espacios de los extremos. Un tercer espacio donde no se evidencio ningún tipo de material cultural que podría corresponden al área de descanso o “dormitorio”.
En esta etapa se evidencia áreas de actividad diversa, a más de los espacios de vivienda se tienen los espacios “sacros” de culto, el recinto 17, donde se evidencio la ampliación del espacio con un bano de acceso simulando una doble jamba, hornacinas y una “patana” o altar lítico pegado al muro posterior de la estructura con orientación al Apu Wanacaure, delante de este altar se registró un contexto funerario de un adulto en posición echada sin asociación de material cultural. Así mismo en el recinto 30, se registró un gran porcentaje de materia prima como spondylus, obsidiana, granate, esquirlas de obsidiana, cuarzo hialino, leopardita, gemas de ópalo, cuentas de lapizlazuli, y turquesa mezclada con escoria de metal, lo que nos indica que este era un taller de fabricación de joyería en menor escala. También al interior y exterior de varios de los recintos se encontró herramientas para el trabajo de piedra (cantería) como son cinceles, buchardas, barretas y otras herramientas. Ya en una etapa Tardía de la Colonia, al parecer hay una sobrepoblación y un hacinamiento de gente en la Zona Arqueológica, por lo que ven la necesidad de construir mayor número de estructuras, siguiendo la planificación primigenia, lo que se evidencia especialmente de la mitad hacia la parte superior de Qotakalli, donde el desnivel se hace más pronunciado y se construyen plataformas de soporte sobre los que se edificaron un gran número de estructuras de forma más “rápida”. Las estructuras presentan muros de aparejo rustico con cimientos superficiales de una y dos hiladas, donde reutilizan, morteros, batanes, argollas y otros elementos líticos en los cimientos y en los núcleos de los muros, así mismo se evidencian en los núcleos fragmentos de cerámica de data inka clásico y ocasionalmente gránulos de cal. Los muros en esta etapa no presentan amarre y son casi rectos solamente con 0.03 m de inclinación, al que han adicionado también otros espacios probablemente por la necesidad de contar con mayores espacios para la población. Es en esta etapa donde el mayor porcentaje de los recintos que se ubican hacia el oeste presentan problemas estructurales y se han efectuado “restauraciones” continuas con reconstrucciones de tramos de muros colapsados así como también la construcción de muros de contención de dimensiones bastante variables de acuerdo a la necesidad del momento.
Tambien en esta etapa se evidencian los primeros “huaqueos” o excavaciones clandestinas, debajo del piso de ocupación más reciente. Así mismo, se puede evidenciar al contorno del muro posterior de las estructuras una especie de vereda empedrada, la misma que debió de servir para evitar que el agua producto de las lluvias, sobre el techo de las estructuras caigan directamente sobre el muro del mismo causando su deterioro, esto viene a constituir el nivel de goteo de la estructura. Como mencionamos líneas arriba, es en esta etapa donde hay una superpoblación y la gente vive hacinada, para cuyo efecto necesitan más espacio pero al mismo tiempo los espacios familiares se reducen; un recinto dividido en tres es habitado por dos familias hacia ambos extremos con un espacio común, que al parecer no tenía techo y presentan canales para la evacuación de las aguas de lluvias. Las estructuras en esta época ya debieron de presentar puertas, se han evidenciado los “quisios” de las puertas y argollas de soporte de los hastiales de los techos. Del mismo modo al exterior de las estructuras ya en la época republicana se hicieron adiciones a manera de almacenes o probablemente como corrales para animales. Así mismo al interior de varias de las estructuras se evidencian canales conformados por muros laterales y solera de piedra, los mismos que desfogan por medio de los banos de acceso hacia los espacios abiertos del sector. En la mitad del siglo pasado ya la zona arqueológica es usada como área de cultivo y pastoreo, dándose también el crecimiento de la población actual hacia estos espacios razón por la cual parte del área de Qotakalli es invadida y seccionada por estas nuevas urbanizaciones y asentamientos urbanos originando una destrucción masiva de las estructuras con remoción de suelos para el cultivo y traslado de los elementos líticos para la construcción de las viviendas aledañas.
CONTEXTOS FUNERARIOS Durante los trabajos de Investigación Arqueológica que se vienen ejecutando en la Zona Arqueológica de Qotakalli, se han podido evidenciar y definir 5 tipos de entierros o contextos funerarios, ubicándose el mayor porcentaje en los espacios de cocina. Se han podido evidenciar hasta la fecha 34 entierros primarios, 16 secundarios y 8 de animales. El primer tipo que corresponde a un 70 % de los registrados son en fosa irregular, en algunos casos presentan material cultural asociado con características diferentes y en otros no. El segundo corresponde a un 20% son en urnas funerarias conformado por vasijas grandes de cerámica de estilos y periodos diferentes, tenemos urnas funerarias de tipo Lucre, Inka clásico, Inka de Transición, Inka amazónico, etc; al interior de los cuales se evidenciaron osamenta de uno y ocasionalmente más de un individuo, con y sin asociación de material cultural. El tercer tipo corresponden a los contextos funerarios múltiples ubicados en el trasmuro de los muros de contención. Un cuarto tipo que al parecer corresponde a la última etapa de ocupación es en una fosa delimitada en la parte superior por un alineamiento rectangular de piedras irregulares, este también es con y sin asociación de material cultural. Finalmente el quinto tipo es un solo entierro evidenciado en el recinto 17, en la posible capilla el mismo que se ubicó delante del altar y echado, sin ningún tipo de asociación.
Siete de los entierros de animales fueron registrados al exterior de las estructuras, los que corresponden a perros, 01 fue evidenciado al interior de una estructura corresponde a un camélido.
MATERIAL CULTURAL En estos 22 meses de ejecución de los trabajos en la Zona Arqueológica de Qotakalli, se ha podido registrar y recuperar un gran porcentaje de material cultural diverso, venimos efectuando el análisis y los resultados son sorprendentes. En cuanto a la cerámica se ha podido evidenciar gran porcentaje de fragmentos de cerámica en los diferentes pisos de ocupación, al igual que en los contextos diversos asociados a los pisos de los recintos y en los espacios abiertos. Se ha evidenciado fragmentos de cerámica Inka clásico, Inka de Transición (a la época Colonial), Colonial y Republicano con características singulares. En cuanto se refiere a los fragmentos de la época Inka Clásico estos en su mayor porcentaje corresponden a ollas, platos, jarras, aribalos, urpus, floreros entre otros, pero este material no es solo de la zona andina, es cerámica de diferentes regiones (altiplano, ceja de selva y zona alto andina). La cerámica Inka de transición presenta una variedad de formas y colores, entre los que destacan los estilos denominados Orqosuyo y kuichipuncu. Junto a este material en los pisos de transición se han encontrado cerámica de estilos Pacajes, Sillustani, Chachapoyas, Nazca, Inka Chimu, con fusión cuanto a la acabado, formas y decoración. Uno de los fragmentos más representativos por ejemplo tiene la forma clásica de una botella inka de la zona andina, decoración de estilo Chachapoyas, con uncu y tocado se serpiente con piel de jaguar, pero la pasta es del tipo Raqchi, así mismo se evidencian dos vasijas de estilo chimú (el clásico negro) pero la decoración es incisa con las aves nazca, y como estos tenemos varios ejemplos. También en esta etapa se puede evidenciar probablemente de una tradición alfarera continua o una producción de copias o “réplicas”, porque se ha evidenciado un gran porcentaje de fragmentos Killke y Lucre pero fabricados con la técnica del vaciado, muchas veces usando torno y con fusión de decoración. Lo mismo ocurre con fragmentos de cerámica Inka, la clásica decoración de los aribalos son usados en platos pero en forma invertida. La cerámica Colonial que se ha registrado es la que mantienen ala forma clásica inka, pero con decoración recargada con representaciones de cóndores, vacas, figuras geométricas, insectos, el mayor porcentaje son de aribalos, jarras, floreros, platos además de dados, plomadas, cuentas, fusayolas, fragmentos de la primeras muñecas, maquetas, entre otros. También se ha podido evidenciar un gran porcentaje de miniaturas como parte de diferentes eventos : ofrendas, pisos, eventos de quema y entierros, el análisis de la tierra dentro de estas vasijas dio como resultado que contenían quinua y maíz. Al parecer toda la cerámica ha sido traída de diferentes sitios, la ceramica no ha sido producida en la zona arqueológica. Así mismo se ha evidenciado un Plato y un pendiente de hueso trabajado con representación antropomorfa parecidos a los sarcófagos del Pajaten, ambos son de un mismo contexto sobre el piso de la segunda ocupación. Se evidencio un mínimo porcentaje de fragmentos de cerámica del Horizonte Medio y fragmentos Qotakalli y Lucre en eventos de arrastre Se ha logrado evidenciar un gran porcentaje de objetos de metal, entre los que se tiene buriles, pinzas, espejos, cuchillos, tupus. Clavos, anillos, plomadas, cuentas, agujas, barretas, entre otros, así como también se evidencio escoria de metal.
Se vienen recuperando un gran porcentaje de objetos líticos de diferente material. Entre los que destacan morteros, manos de morteros, cuchillos, raederas, alisadores, cupanas, “quisios”, argollas , porras y fusayolas. Se midió el contenido de los componentes de varios de estos objetos con el equipo XRP dándonos como resultado que no corresponden a canteras del Cusco, es decir estos tambien fueron traídos de otros sitios.
Resultados Preliminares:
La traza inicial de la ZA de Qotakalli, corresponde a la época Inka, esto se evidencia en los cimientos de los recintos, cuya planta original fue de forma rectangular y con muros de aparejo simple conformado por caliza. Existe una etapa de abandono, con tapiado de los banos de acceso, destrucción de la estructura y cerámica fragmentada dispersa en todo el piso del recinto. Posteriormente se reocupa la zona con la reconstrucción sobre los escombros de la primera ocupación, rellenando los diferentes eventos de abandono y con muros de piedra de arenisca. En esta reocupación se cambia la función a los diferentes espacios convirtiéndolos en multifuncionales. Posteriormente crece la población y se construyen mayor cantidad de recintos y se aperturan otros adosados a los recintos en los espacios abiertos. En todas las etapas el sitio esta habitado por “mitmas” de diferentes partes. Las investigaciones Arqueológicas nos están permitiendo evidenciar aspectos de su vida cotidiana, y de su idiosincrasia, convirtiéndolo en una urbe saturada por estas personas. La ZA de Qotakalli es la evidencia más tangible de un área ocupada por la gente común y corriente (mano especializada en diferentes artes), de la costa, la sierra y la selva. Se definen con claridad las áreas de actividad diversa: Con un área de culto, Taller de joyería a menor escala, áreas de vivienda. Todo el material cultura es traído de diferentes zonas, al parecer solo en Qotakalli se realizaban las “reparaciones” de sus herramientas e instrumentos diversos. No se evidenciaron canales a mayor escala que distribuya el agua a los diferentes espacios, pero si se evidencio un gran porcentaje de vasijas grandes, lo que sugiere que servían para almacenar este líquido.