El escritor, ensayista, físico y pintor argentino Ernesto Sabato publica su obra ³La Resistencia´ en la edad avanzada de 89 años, hacia el año 2000. Esta obra
precede a su libro autobiográfico ³Antes del Fin´ , publicado en el 1998 el cual escribe justo a la muerte de su compañera de toda la vida, su esposa. ¿Porqué resistir? Se entiende por resistencia a la acción de oponerse a un cuerpo o una fuerza a la acción o violencia de otro, para así mantener las cualidades propias a pesar del paso del tiempo o de otros agentes perjudiciales 1. Pero ¿A qué se resiste la humanidad hoy?, ¿Cuáles son aquellas cualidades que deseamos conservar? Estas respuestas se encuentran inmersas en el libro y se pueden descubrir a la vez que se va leyendo página tras página, donde magistralmente Sabato aborda lo que le preocupa, lo que no le deja dormir, pero curiosamente aquello que a él le preocupa resulta agobiante para uno como lector también, esta característica es la que destaca a la obra. El texto funge como una profunda reflexión de la vida misma. Todo esto ocurre mientras vamos recorriendo los tiempos antiguos hasta llegar a la llamada modernidad. ¿Pero porque un acomodado escritor y pintor por gusto, habría de preocuparse a los 89 años a hacer una exhortación exhaustiva a la humanidad para valorar su vida y dignidad misma? ¿Sera que sus experimentados ojos, notan a la sociedad de hoy tan vacía y no tan lejos de la perdición? Mientras iba leyendo el libro me iba preocupando y buscaba una esperanza, como aquella luz al final del túnel, que me dijera que tenemos una solución mágica a las perversiones que vivimos hoy. El libro se divide en cinco partes, denominadas cartas 2 y un epílogo, en las cuales se
desarrollan
diversos
temas
de criticismo a
la sociedad
moderna,
al individualismo, a la pérdida de valores espirituales, la l a necesidad ne cesidad de la comunicación con el otro, la l a obra está impregnada i mpregnada de una corriente
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Definición consultada en Word Reference, Reference, Diccionario de la Lengua Española. Carta Primera: Lo Pequeño y lo Grande; Carta Segunda: Los Antiguos Valores; Carta Tercera: Entre el Bien y el Mal; Carta Cuarta: Los Valores de la Comunidad.
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del existencialismo 3, que siempre tuvo influencia en el autor. Ahondaré en las cartas que más significado representaron para mí. Habla de resistir al individualismo, al capitalismo, al culto de nosotros mismos, a la incomunicación, al sometimiento, la masificación, a la competencia feroz y a la falta de comunicación que hoy en día ocurre gracias a los ruidos ajenos. Él piensa que el ser humano puede resistir y puede salir de esta profunda crisis en las que estamos envueltos porque siempre el hombre puede volver a renacer, tal como el ave fénix. Por eso piensa y nos refleja que si todos nos ocupáramos de ese ruido molesto nos entenderíamos mejor y nos daríamos cuenta que no tenemos que resistir tanto como lo estamos haciendo. Hace una crítica a la globalización pues está desde su sentido ideológico simplemente quiere crear uniformidad en los seres humanos. Esta uniformidad destruye las culturas que se caracterizan por ser diversas unas de otras. En efecto, por la relativización de la cantidad de culturas,
la globalización ha
permitido que el ser humano haya ido perdiendo el sentido de los valores. En efecto, la importancia de las culturas, de acuerdo con Sábato, es la siguiente: ³ E l conocimiento de otras culturas otorga la perspectiva necesaria para mirar desde otro lugar, para agregar otra dimensión y otra salida, para apreciar la diversidad.´ 4
Sobre la religión, Sábato afirma que el hombre dentro de su crisis existencial ha vuelto a está, ³Ha vuelto su mirada en busca de Alguien que lo pueda sostener.´ 5 También afirma que el problema está en que ³Al sobrevalorarse lo racional, fue desestimado todo aquello que la lógica no lograba explicar.´ 6 ³Muchas veces somos incapaces de un genuino encuentro porque sólo reconocemos a los otros en la medida en que definen nuestro ser y nuestro modo de sentir, o que nos son propicios a nuestros proyectos. Uno no puede detenerse en un encuentro porque está atestado de trabajos, de trámites, de 3
Movimiento filosófico, cuyo postulado fundamental es que los seres humanos, en forma individual, son los que crean el significado y la esencia de sus vidas. 4 Sabato Ernesto. La Resistencia. 5 Ibi d. 6 Ibi d.
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ambiciones. Y porque la magnitud de la ciudad nos supera.
E ntonces
el otro ser
humano no nos llega, no lo vemos.´ 7
En la primera carta titulada ³Lo pequeño y lo grande´ hace referencia a la falta de amor entre las personas, ya no existe el dialogo con los demás, no conocemos el mundo que nos rodea, no amamos o conocemos ni a nosotros mismos, esto suena tan ilógico pero tristemente es lo que vivimos día a día. En un fragmento expone ³ El hermoso consuelo de encontrar el mundo en un alma´ 8, pero esto ya no ocurre, son pocas las personas que al encontrarse con otra alma se sienten bien, seguras, satisfechas. Ya no existe ese sentimiento de amor que nos permitía encontrar el mundo al estar en compañía de alguien. El verdadero y genuino amor. La irracional excusa viene a ser la de que ³No tengo tiempo´. Pero me pregunto ¿Cómo es que no tengo tiempo si yo soy dueño de mí? Uno ya no puede detenerse a un encuentro con un amigo o un familiar por el mundo en el que vivimos, un mundo cargado de horarios, de trabajo, invadido por la tecnología. Donde el día dura lo que un abrir y cerrar de ojos, donde en 24 horas no hay tiempo de pronunciar un te quiero, preguntar ¿cómo te fue en el trabajo papá? o de elevar una oración de agradecimiento por un día más de vida. Pero otra ironía versa en que no tengo tiempo de dar un abrazo, pero paso horas frente la televisión y la computadora. Hace poco leí, que el mexicano de la ciudad pierde 5 años de su vida en el tráfico, lo cual me pareció absurdo y muy triste, pues es una prueba más de la automatización de la que nos estamos volviendo presa, lo cual ya no nos permite ni siquiera apreciar las cosas cotidianas, los pequeños detalles como el canto de los pajarillos, admirar el anochecer, impresionarnos de la inmensidad del cielo, apreciar el perfume de las flores, los colores en los árboles, descubrir el hermoso tesoro en la sonrisa de alguien. A parte de todo ahora se tacha de romántico, loco o insano a aquel que lo hace, pero más bien ¿Quién es realmente el insano?
7
Sabato Ernesto, La Resistencia, pág. 3
8
3
Respecto
al segundo capítulo ³Los Antiguos Valores´ repone acerca de la
importancia de los mismos, aquellos que hoy en día no tienen significado alguno como lo son la dignidad, el estoicismo del ser humano frente a la adversidad, el temor a la muerte, la lealtad, la fidelidad, el matrimonio, la familia como base de la sociedad. Agregando a la vergüenza, subrayando que la gente ya no tiene vergüenza de nada y es ahí a donde se mezcla la poca gente que todavía la sigue teniendo con la gente que no la tiene ni se gasta en conseguirla, no le interesa haber perdido el valor más grande para él que es la vergüenza. ³³Persona´ quiere decir máscara, y cada uno de nosotros tiene muchas. ¿Hay realmente una verdadera que pueda expresar la compleja, ambigua y contradictoria condición humana? (...) siempre es terrible ver a un hombre que se cree absoluta y seguramente solo, pues hay en él algo trágico, quizá hasta de sagrado, y a la vez de horrendo y vergonzoso.´ 9
Saltando a la tercera carta ³La Decisión y la Muerte´ encontramos la luz y la esperanza donde se refiere ampliamente al valor de la vida misma, a dejar pasar el tiempo pero vivirlo plenamente, al arraigarnos de los valores espirituales y sostenernos fieles a nuestro destino. Y como invaluable lección brinda la diferencia entre aceptar, que es respetar al otro y resignarse que es rendirse frente a la vida. Y respecto a la muerte comprende que siempre está cerca y latente pero la toma con comprensión y se alimenta de los buenos momentos y las buenas personas que pasaron por su vida. Aconsejándonos de hacer lo mismo. Aquí atinadamente dice que el hombre utiliza diferentes máscaras, ³ Siempre, decía Bruno, llevamos una máscara, que nunca es la misma sino que cambia para cada uno de los lugares que tenemos asignados en la vida: la del profesor, la del amante, la del intelectual, la del héroe, la del hermano cariñoso. Pero ¿qué máscara nos ponemos o qué máscara nos queda cuando estamos en soledad, cuando creemos que nadie, nadie, nos observa, nos controla, nos escucha, nos exige, nos suplica, nos intima, nos ataca?´ 10
9
Sabato Ernesto, La Resistencia, pág. 50 Ibi d.
10
4
Finalmente
tomamos la última carta la cual es la razón misma de la obra, bajo la
frase de ³creo que hay que resistir´, ya que los hombres y las mujeres día a día tratan o han ido resistiendo de apoco a las cosas que la vida a puesto en sus caminos como obstáculos. Ernesto Sábato destaca que la resistencia que hubo que pasar en estos tiempos es cada vez mayor ya que no solo hay que resistir a los enfrentamientos políticos, culturales o económicos sino también a los enfrentamientos que existen entre nosotros mismos en la sociedad, o en nuestro núcleo más personal que es la familia. Profundiza en lo efímero de la vida. Habla de cómo hay sólo una vida y cada hora y momento es único y no se vuelve a repetir. Y afirma creer que lo principal en cada hombre es cumplir lo que cada cual cree que es su destino. De acuerdo con el destino, se toman las decisiones para ejecutarlo. Por otro lado, vuelve a denunciar el fin de esta sociedad; y cómo no es capaz de producir algo perdurable. Propone también como decisión ante la muerte, la apertura a lo nuevo y la confianza en la vida. Por lo tanto retomamos el inicio, donde nos preguntábamos que era resistir. Se entiende por resistencia a la acción de oponerse a un cuerpo o una fuerza a la acción o violencia de otro, para así mantener las cualidades propias a pesar del paso del tiempo o de otros agentes perjudiciales. ¿A qué vamos a resistir? ¡Cuántas lágrimas hay detrás de las máscaras! ¡Cuánto más podría el hombre llegar
al
encuentro
los otros como
con el
necesitados que
otro
hombre
somos, en
si nos acercáramos lugar
de
figuramos
los unos a fuertes! Si
dejáramos de mostrarnos autosuficientes y nos atreviéramos a reconocer la gran necesidad del otro que tenemos para seguir viviendo, como muertos de sed que somos en verdad, ¡cuánto mal podría ser evitado! 11
11
Sabato Ernesto, La Resistencia, pág. 52
5
Bibliografía y
Sabato, Ernesto. ³La Buenos
Resistencia´.
Planeta Argentina/Seix
Barral.
2000.
Aires, Argentina.
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