Joan Carles Burriel, Marta Carranza Gil-Dolz. (2000). Aula de Innovación Educativa. [Versión electrónica]. Revista Aula de Innovación Educativa 91
El sistema deportivo en edad escolar Joan Carles Burriel Marta Carranza Gil-Dolz
Después de un largo período de expansión y crecimiento, hace ya algunos años que lo que ocurre en el mundo del deporte en edad escolar es objeto de debates, reflexiones, congresos e incluso investigaciones. Cualquier profesional del mundo educativo o cualquier persona implicada en los procesos formativos de los niños y niñas, seguramente más de una vez se ha sorprendido por la motivación y capacidad de "enganche" que contiene el deporte entre el alumnado. ¿Por qué les interesa tanto?, ¿por qué lo suelen priorizar ante otras posibles actividades? Es obvio que la actividad deportiva está dotada de una fórmula, podríamos aventurar que mágica, que la sitúa entre los primeros intereses de la infancia y de la juventud. Aún más, analizando a fondo su estructura, las interacciones que se produc producen en y las vivenc vivencias ias person personale aless que facili facilita, ta, podría podríamos mos afirma afirmarr que se trata trata de un instru instrumen mento to idóne idóneo o para para la adquisición de valores. Por otro lado, también hemos de reconocer que alguna que otra vez nos sorprenden reflexiones opuestas a las del párrafo anterior. ¿Por qué promocionar el deporte en edad escolar si transmite violencia y agresividad? O ¿cómo es posible que se hable de educación en situaciones competitivas en las que la selección y el afán de victoria son, respectivamente, sus medios y su finalidad? Está muy claro que, en ambos casos, se mezclan modelos deportivos que pretenden cosas diferentes a pesar de que puedan coincidir en las franjas de edad a las cuales van enfocadas. Con este artículo, y en el marco del presente monográfico, se intenta ofrecer un análisis de lo que llamamos Sistema del deporte en edad escolar , teniendo como marco la teoría de sistemas, hecho que nos permitirá establecer los diferentes subsistemas que lo componen y que se interrelacionan a través de unos límites muy permeables pero con unos valores claramente diferenciados. Aislar las características fundamentales de cada subsistema y reflexionar a cerca de los puntos de intersección, nos ha permitido poder fundamentar alguna propuesta de organización del sistema deportivo en edad escolar, escolar, ya presenta presentada da en anteriore anterioress foros, foros, pero que aquí se nos reafirma reafirma como una clara opción opción para asegurar asegurar y velar por los valores incuestionables que ha de reunir cualquier actividad deportiva dirigida a la edad escolar.
La teoría sistémica aplicada al deporte en edad escolar La teoría general de sistemas (Bertalanffy, 1979) parte del principio de que la sociedad se caracteriza por estar organizada alrededor de sistemas complejos en los que la persona desarrolla su actividad social. Para los autores sistémicos, a fin de entender los problemas que se producen en la sociedad es necesario aceptar su carácter holístico y reconocer que la sociedad es una realidad que se desarrolla en un marco de interrelaciones e interacciones entre sistemas, que configuran el sistema social (Parsons, 1999). Un sistema se puede definir como un conjunto estructurado de elementos que tienen relación entre sí y que contribuyen a un fin común y que está delimitado por un marco exterior. La presencia de elementos y su interacción es un aspecto fundamental en la teoría sistémica. Van Gich (1987, p. 17) resalta su importancia, al afirmar que un sistema es: ... Una unión de partes o componentes, conectados en una forma organizada en la que sus elementos se afectan por estar en el sistema y éste se modifica si los elementos lo abandonan.
Es importante señalar que los elementos de un sistema pueden ser, a su vez, "subsistemas", es decir, sistemas por sí mismos, compuestos por sus propios elementos. El segundo aspecto fundamental del concepto de sistema es el de su delimitación. Esto representa determinar cuáles son los límites límites en los que se consid considera era que el sistem sistemaa se define define y tiene tiene coheren coherencia cia por sí mismo, mismo, y dónde dónde empieza empieza a relacionarse con otros sistemas. Este aspecto es fundamental cuando se estudian "sistemas abiertos", como es el caso del sistema educativo (Sanvicens, 1984) o el sistema deportivo (Lagardera, 1995), que se caracterizan por ser sistemas que interactúan con otros sistemas.
Es importante aclarar que la definición de los límites del sistema depende, siempre, del criterio del investigador hacia el hecho social que quiera estudiar, pero su delimitación es fundamental para los autores sistémicos, que consideran básico diferenciar el sistema estudiado de su entorno, a pesar de que se considere, como Luhmann (1990), que el sistema es "autorreferente", es decir, que el sistema "incluye en su misma constitución la diferencia respecto a su entorno y sólo puede entenderse como tal desde esa diferencia" (Izuzquiza, 1990, p. 18). Para Van Gich, esta interrelación entre un sistema (compuesto por los diferentes elementos o subsistemas) y los sistemas que configuran o están presentes en su entorno, es lo que él denomina "sistema global". A partir de estas definiciones y conceptos básicos de la teoría sistémica, se puede enfocar el estudio del sistema deportivo en edad escolar, presentando sus componentes, su interacción, sus límites y su entorno. En el cuadro 1 puede verse la representación gráfica del sistema deportivo en edad escolar. En ella se observan sus componentes (los subsistemas del "deporte de competición", del "deporte de tiempo libre" y del "deporte escolar"), sus interacciones, los límites del sistema en relación a su entorno, y los sistemas de éste que contribuyen a configurar el sistema "global" del deporte en edad escolar. http://www.grao.com/imgart/images/AU/A091015U.gif - Cuadro 1 Los siguientes apartados están dedicados a su exposición, aunque antes debemos hacer una observación previa: el intentar comprender una realidad social desde una perspectiva sistémica lleva implícito la necesidad de reconocer, desde el primer momento, su propia complejidad, en el sentido de sobreabundancia de relaciones, posibilidades, conexiones, etc., que Luhmann (1990) destaca. La visión sistémica que proponemos debe ser, por tanto, una fórmula metodológica que nos ayude a reducir, reconociéndola, la complejidad del hecho social que estudiamos. Esta idea nos lleva, por consiguiente, a dejar bien claro que nuestro análisis sistémico del deporte en edad escolar, lleva implícito este reconocimiento de la enorme complejidad que tiene el hecho social que intentamos interpretar: el deporte en edad escolar.
Los límites y los componentes del sistema deportivo en edad escolar Como hemos dicho anteriormente, un sistema se define por sus elementos y por los límites que lo diferencian de su entorno, que, a su vez, forma parte del sistema global que se estudia, al interactuar con él y dotarlo de una personalidad específica. En nuestro análisis, el sistema deportivo en edad escolar es aquel que tiene lugar en un territorio determinado, con lo cual los límites del sistema están determinados por la zona específica donde se desarrolla: el municipio, un barrio, etc. Por lo tanto, cuando hablemos del sistema deportivo en edad escolar, lo haremos considerando, siempre, que éste se desarrolla de forma particular en cada territorio concreto. http://www.grao.com/imgart/images/AU/A091016U.gif - Cuadro 2 A nuestro entender, el sistema deportivo en edad escolar de un territorio está generalmente compuesto por tres subsistemas (cuadro 2), con sus propias peculiaridades, sus propios elementos, sus objetivos, sus valores, sus agentes sociales, etc. Nos referimos a: - Subsistema del deporte de competición. - Subsistema del deporte de tiempo libre. - Subsistema del deporte escolar. Es decir, dentro del sistema deportivo escolar existen tres subsistemas que se interrelacionan, están en contacto, se influencian mutuamente, y, a la vez, son influenciados por su entorno, y dan su propia personalidad al sistema deportivo en edad escolar de un territorio.
El subsistema del deporte de competición Dentro de este núcleo se incluye toda la oferta (1) que proviene de los agentes principales de este subsistema, reconocidos como las estructuras asociativas tradicionales del deporte: los clubes y las federaciones. Así se consideran propios de este subsistema todos los practicantes, profesionales e instalaciones implicados en esta oferta deportiva, cuyo valor fundamental es la búsqueda del éxito deportivo. Así, la característica principal de este subsistema es conseguir el máximo rendimiento deportivo. Los inputs o elementos básicos de este subsistema son los niños y niñas que se incorporan a él, por decisión familiar, y de los cuales se espera que, al final del proceso (el output del subsistema), se conviertan en deportistas. Se espera de ellos el triunfo. Es un subsistema que podemos relacionar, perfectamente, con la ideología del trabajo (Ballester, 1999). Los valores predominantes son el esfuerzo, la competitividad, la superación personal, el sacrificio, el establecimiento de objetivos por alcanzar y la necesidad de ser tenaz y constante para llegar a ellos, etc.
Este subsistema recibe una fuerte influencia del sistema deportivo federativo, que lo articula y le da consistencia. Es, precisamente, el sistema deportivo federativo el que le da un marco legal estable, a partir de los reglamentos de las competiciones, la regulación de la actividad (las federaciones son las que establecen las licencias para los jugadores, los árbitros, los técnicos). A su vez, es un subsistema donde los profesionales están identificados y estratificados (monitores, entrenadores) (2) , con lo que se puede afirmar que existe una cierta estructura organizativa reconocida (un equipo deportivo no puede ser entrenado por un profesional que no tenga la licencia correspondiente otorgada por la federación, los árbitros deben estar reconocidos, etc.). Las actividades deportivas que predominan en este subsistema son la iniciación deportiva, los entrenamientos específicos de la modalidad deportiva respectiva y la competición "oficial", organizada y tutelada por los reglamentos federativos.
El subsistema del deporte de tiempo libre Situamos en este subsistema toda aquella oferta deportiva que se genera en un territorio determinado orientada a cubrir una "necesidad social" (Ballester, 1999). El objetivo principal es el de la utilización del tiempo libre. Se esperan del subsistema dos características fundamentales: que tenga utilidad y que sea placentero. Los elementos (niños y niñas) que se incorporan a este subsistema lo hacen desde la estructura familiar, que espera, básicamente, que el resultado del subsistema sea que su hijo o su hija "se lo pase bien y aprenda algo". La idea de placer, su valor fundamental, se complementa, insistimos, con el valor de utilidad. Este último valor puede adoptar formas muy variadas. Algunas utilidades son de tipo personal para el propio practicante, que es inscrito en alguna oferta deportiva para que "aprenda algo que le sea de utilidad" ("He inscrito a mi hija en los cursillos de natación para que aprenda a nadar"; "He apuntado a mi hijo a kárate para que aprenda a defenderse", etc.); para que "realice algo que le vaya bien para su salud y desarrollo" ("El médico ha recomendado que haga natación"); etc. Otras utilidades del subsistema están destinadas a cubrir necesidades de índole familiar o social. Aparece, así, la utilidad familiar de la "custodia del niño o de la niña", en la que la familia lo inscribe en una actividad deportiva para tener al hijo o hija controlados y ocupados en una parte de la jornada laboral de los padres ("He inscrito a mi hija en la escuela de básquet porque es el horario que mejor me va"), o durante las vacaciones escolares ("Es estupendo que existan las colonias deportivas durante este mes de julio"). Otro ejemplo de utilidad es el de la "vigilancia social", muy orientada hacia la edad difícil de la adolescencia ("Lo he apuntado a atletismo porque prefiero que esté allí antes que en la calle, y encima, se divierte"). También puede esperarse del subsistema que proporcione valores sociales que, en la dinámica familiar, suelen quedar deficitarios. Así, se puede inscribir a un niño o niña en las actividades de un centro recreativo o de excursionismo, con la intención de que se le inculquen valores éticos y socializadores (solidaridad, generosidad, compañerismo, respeto a la naturaleza, etc.). Los agentes sociales principales de este subsistema pueden ser muy variados y están relacionados con la "utilidad" principal que se persiga. En general, los centros tradicionales recreativos o de excursionismo y los ayuntamientos, a partir de la década de los ochenta, han sido los pioneros de este tipo de ofertas, a los que hay que añadir las asociaciones de madres y padres de los centros escolares (en la función principal de "custodia") y, más recientemente, las entidades deportivas y empresas de servicios deportivos, que se han acercado a este subsistema como producto necesario de consumo familiar. Desde el punto de vista organizativo y legal, este subsistema está en un serio déficit estructural. Excepto en casos aislados de algunas ofertas de tiempo libre (es el caso de los campamentos o colonias juveniles), este subsistema carece de normas que lo organicen y estructuren. No existe una reglamentación que fije las características pedagógicas, metodológicas, curriculares, etc., del tipo de prácticas, sino que la oferta se autorregula por sí misma. La decisión del tipo de profesionales que deben actuar depende de los propios agentes sociales, que pueden utilizar técnicos deportivos u otros responsables de las actividades, de distintas procedencias y formación. Las actividades deportivas que pertenecen a este subsistema suelen necesitar, al igual que en el subsistema de competición, una fase previa de iniciación deportiva, aunque los requisitos de exigencia de esta fase pueden ser muy ligeros, ya que el objetivo final no pretende conseguir unos objetivos de rendimiento, sino de placer y aprendizaje. A pesar de ello, en muchas de las ofertas de este subsistema es necesario un mínimo aprendizaje deportivo para poder pasar a la fase placentera con plenas garantías.
El subsistema del deporte escolar Este subsistema es el que tradicionalmente se ha identificado con el sistema total, es decir, innumerables foros de reflexiones sobre el deporte en edad escolar, se han centrado en las características y las problemáticas relacionadas con este subsistema, considerándolo, prácticamente, como el total del sistema. En nuestro método de análisis, a pesar de reconocerlo como el más identificativo del sistema desde el punto de vista nominativo, consideramos que este subsistema es el que tiene mayores problemas de identidad propia; es el subsistema que tiene menor coherencia interna respecto a los objetivos y valores que se espera que desarrolle. Intentaremos ampliar
este planteamiento. Definimos el subsistema del deporte escolar como aquel que acoge las actividades deportivas que realizan los niños y niñas, fuera del horario lectivo, en conexión con los centros docentes. Éstos son el eje en el que se vertebra la práctica deportiva, ya que se suelen utilizar sus instalaciones deportivas, la comunidad escolar es la que normalmente organiza la actividad (a través del propio centro o de la asociación de madres y padres), y los equipos deportivos "representan" a la escuela en las competiciones en que participan (Burriel, 1998). Mientras en los anteriores subsistemas el valor predominante que se espera está claramente definido (el "rendimiento deportivo" y la "utilidad placentera"), el valor teórico que se espera del subsistema del deporte escolar, tradicionalmente, es el educativo. Y ésta es, precisamente, su gran contradicción. La estrecha conexión del subsistema con el sistema educativo genera la impresión de que los valores educativos deben impregnar todo aquello que se realice dentro de la estructura escolar. La realidad, en cambio, es que lo más frecuente es que la comunidad escolar viva de forma muy diferente lo que se realiza en horario lectivo de aquello que coexiste en los centros docentes en horario no lectivo. Es más, lo habitual es que los equipos docentes vivan de espaldas a las "actividades extraescolares", a pesar de que las actuales normativas educativas consideren que el proyecto educativo del centro debería incorporarlas (3) . En este marco de desconexión, el subsistema pierde su identidad y se deja absorber por los otros subsistemas. Por un lado, la parte más significativa de las actividades se organiza bajo los patrones del subsistema deportivo de competición y se impregna de sus valores. Se crean equipos deportivos que participan en competiciones organizadas bajo las reglamentaciones tradicionales federativas y su modelo organizativo (el "éxito deportivo" se produce si vamos avanzando en las clasificaciones y llegamos a ser campeones de la ciudad, de la provincia o de la comunidad autónoma). Es decir, el modelo del subsistema de competición "contamina" los valores que se espera que desarrolle un "modelo educativo" (integración, adquisición de habilidades y destrezas, aceptación y respeto de las reglas, adquisición de valores éticos y morales y hábitos saludables, etc.). Esta contaminación se ve apoyada por las características organizativas de la competición escolar: existen espectadores (los padres y madres) con una carga importante de "holiganismo" potenciada por los vínculos emocionales que les ligan a los "actores del espectáculo" ("¡Sus hijos/hijas!"); existen clasificaciones deportivas que incitan a la victoria al precio que sea; existen "figuras" (aquellos que tienen mayores capacidades deportivas) que deben jugar todo el partido si se quiere "triunfar"; etc. La otra cara de la moneda del subsistema del deporte escolar se decanta hacia los valores del subsistema del deporte de tiempo libre. Los agentes sociales (normalmente, las AMPA) que promueven actividades deportivas no orientadas hacia la competición escolar, terminan ofreciendo actividades con objetivos de utilidad placentera (aprender a patinar, aprender a nadar, otras actividades recreativas, etc.). En consecuencia, el subsistema del deporte escolar, a pesar de llevar implícito, teóricamente, un valor educativo, termina disgregándose en los valores de los otros sistemas, perdiendo identidad propia. Los agentes principales (4) del subsistema deportivo escolar son las asociaciones de madres y padres, que se convierten en los motores del subsistema deportivo escolar (5) , aunque, en una escala superior, las instituciones públicas (y en algunos casos instituciones privadas con participación pública (6) ) dinamizan el subsistema, al convertirse en promotores y organizadores de las competiciones de ámbito superior a la escuela. Al igual que el subsistema del deporte de tiempo libre, éste, a pesar de la estrecha conexión con la estructura del sistema educativo, carece de cualquier regulación legal para su desarrollo. No existe ninguna normativa que fije cuál debe ser el profesional que ejerza en este ámbito, ni la programación pedagógica que deba desarrollar, ni cuáles deben ser las prácticas deportivas que se deban promocionar en las distintas edades, etc. Únicamente encontramos normas organizativas en relación a la actividad competitiva, que está influenciada por el modelo federativo y, por consiguiente, sigue, básicamente, sus patrones organizativos. Las actividades deportivas que se realizan en este subsistema precisan, al igual que los subsistemas anteriores, una fase de iniciación deportiva, imprescindible, sobre todo para la parte del subsistema que se inclina hacia la competición.
El entorno del sistema El análisis del sistema deportivo en edad escolar de un territorio sería incompleto si no tuviéramos en cuenta todos aquellos factores externos, provenientes de otros sistemas, que constituyen su entorno y que influyen en el desarrollo total del sistema. Así, las características demográficas de la población, la ubicación geográfica del municipio, las características urbanísticas de la zona, las dinámicas culturales que tengan lugar en el territorio analizado, los factores socioeconómicos predominantes, los condicionantes sociosanitarios del entorno o la situación política en la que esté la administración que tenga responsabilidades, son factores externos que influyen en la determinación del modelo final del sistema deportivo en edad escolar. Es decir, los sistemas culturales, políticos, urbanísticos, etc., presionan y moldean al sistema deportivo escolar y le dan unas características especiales en la zona en la que tiene lugar.
Hemos dejado para el final los comentarios sobre la influencia que el sistema educativo y el sistema deportivo federativo tienen en el desarrollo del sistema deportivo en edad escolar. Ambos son, prácticamente, una puerta abierta por donde fluyen un buen número de interacciones con el sistema que analizamos. En efecto, como ya hemos comentado, las relaciones entre el sistema del deporte en edad escolar y, en particular, de uno de sus subsistemas, el del "deporte escolar", son amplias, puesto que comparten instalaciones, la representación del centro escolar, algunos agentes de la comunidad educativa intervienen activamente, etc. Por otro lado, el sistema deportivo federativo, o sea, el deporte tradicional, sirve de polo de atracción del subsistema del deporte de competición, al proyectar en él sus valores predominantes y darle las referencias esenciales para conseguir su propia coherencia interna. El éxito deportivo, las grandes figuras, los logros deportivos, los récords, etc., todo ello sobredimensionado por el sistema de los medios de comunicación actual y su efecto globalizador en todo el mundo, sirven de patrón cultural para el subsistema escolar de competición. A su vez, como ya hemos comentado, las secuelas de estos valores llegan hasta la frontera intermedia entre el subsistema del deporte de competición y el del deporte escolar.
La intersección entre los tres subsistemas: las enseñanzas deportivas Como hemos visto a lo largo de las páginas anteriores, existe un punto en común entre los tres subsistemas, que precisan una fase de iniciación deportiva como elemento previo para que los practicantes (niños y niñas) puedan incorporarse a la dinámica de cada subsistema. Para nosotros, esta fase es crucial y debería ser la que fuera absorbida plenamente por los valores educativos. Es decir, abogamos por la existencia de unas enseñanzas deportivas que, en el marco de la legislación educativa y deportiva, adquiera un pleno reconocimiento de ambos sistemas y le confiera el marco esencial de valores y conocimientos para poder desarrollarse, posteriormente, en cualquiera de los subsistemas del deporte en edad escolar. Nuestro planteamiento es, por consiguiente, que en el marco legal de las enseñanzas de régimen especial (establecidas por la LOGSE), y aplicadas, como mínimo, al ámbito cronológico coincidente con la enseñanza primaria, se desarrolle, en cada territorio, un nuevo subsistema, el de las enseñanzas deportivas, que tenga un marco legal propio, con unos valores educativos-deportivos definidos, un diseño curricular establecido y una delimitación y control estricto de su desarrollo profesional.
Hemos hablado de:
Educación Enseñanza Deporte La Teoría Sistemática
Bibliografía BALLESTER, L. (1999): Las necesidades sociales. Teorías y conceptos básicos. Madrid. Síntesis. BERTALANFFY, Von, L. (1979): Perspectivas en la teoría general de sistemas. Madrid. Alianza Editorial (1ª ed., 1975). BURRIEL, J.C. (1998): "Els tècnics esportius. Sortides professionals", en Congrés de l'educació física i l'esport en edat escolar a la ciutat de Barcelona. Barcelona. IZUZQUIZA (1990): "Prólogo" en LUHMANN, N. (1990): Sociedad y sistema: la ambición de la teoría. (Trad. de Santiago López y Dorothee Schmitz, de System und Funktion [cap.1 de Soziale Systeme], 1984). Barcelona. Paidos Ibérica/ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona. LAGARDERA, F. (1995): "Dinámica y tendencias del sistema deportivo" en Revista de Educación Física, n. 61, pp. 27-36. LUHMANN, N. (1990): Sociedad y sistema: la ambición de la teoría. (Trad. de Santiago López y Dorothee Schmitz, de System und Funktion [cap. 1 de Soziale Systeme], 1984). Barcelona. Paidos Ibérica/ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona. PARSONS, T. (1951-1999): El sistema social. Madrid. Alianza Editorial. SANVICENS, A. (1984): Cibernética de lo humano. Barcelona. Oikos-Tau. VAN GIGCH, J.P. (1987): Teoría general de sistemas. México. Trillas. Biblioteca de Ciencias de la Administración.
Dirección de contacto Joan Carles Burriel INEFC. Barcelona Marta Carranza Gil-Dolz Universidad de Barcelona. Instituto de Educación del Ayuntamiento de Barcelona
1. Reconociendo que algunas federaciones o clubes puedan enfocar alguna oferta hacia otros subsistemas, tanto al del tiempo libre como al educativo, su esencia fundamental se centra en el susbsistema del deporte de competición. 2. A pesar de que, en los momentos actuales, está en proceso una importante reforma de las titulaciones de los técnicos deportivos, el sistema deportivo tradicional aún sigue considerando válidos los títulos profesionales que, durante muchos años, han impartido las federaciones deportivas. 3. Tal vez debería hacerse una excepción, en este planteamiento, a ciertas escuelas privadas, que pueden hacer de sus actividades extraescolares una fuente complementaria de ingresos económicos, a la vez que pueden ayudar a potenciar una imagen de calidad del centro. 4. Todos los agentes sociales implicados en este subsistema reconocen su problemática y muestran su preocupación por encontrar un espacio propio. Esta sensibilidad está generando algunas iniciativas aisladas para solventar las problemáticas que presionan al subsistema. 5. En un estudio realizado por la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC), el 69 % de las asociaciones existentes en el territorio catalán ofrecían actividades deportivas en horario no lectivo para los alumnos y alumnas de los centros docentes. 6.Como es el caso de los consells esportius (consejos deportivos) en Cataluña, en la que forman parte los ayuntamientos, centros docentes, clubes deportivos de un territorio determinado, normalmente una comarca.