APATÍA ESCOLAR EN EL PERÚ
Apatía proviene del griego ³apatheia´. La raíz ³a´ significa sin, y ³patheia´ emoción, voluntad o sentimiento, y de allí pasó al latín como ³apathia´; con lo cual quedaría configurada la definición de apatía como carencia volitiva, de emoción o sentimiento. La apatía provoca indiferencia, y puede reflejarse en un aspecto determinado del individuo, como por ejemplo, sentir indiferencia o apatía hacia el dolor ajeno, sufrir apatía escolar, laboral, social o hacia el cuidado personal. La vida escolar se desarrolla durante las etapas de niñez, pubertad y adolescencia, durante las cuales no es difícil encontrar problemas de ansiedad, depresiones, miedos y complejos, consecuencia lógica de la fase evolutiva que presentan y que serán más acusados, cuanto más desinformación tengamos sobre estas etapas, padres y educadores. La apatía escolar es un fenómeno creciente, pues cada vez mayor cantidad de alumnos presentan desmotivación y aburrimiento frente a las tareas escolares. Al sentirse excluidos del sistema, ya sea por no comprender los materiales de estudio, por no ajustarse a las reglas impuestas, por ser objeto de bromas por parte de sus compañeros, por estar absorbidos por problemas familiares, por no encontrar sentido a su actividad, adoptan una actitud de rechazo, que puede manifestarse en indisciplina, o se expresa en falta de colaboración en su propio proceso de enseñanza-aprendizaje. Con respecto a la práctica pedagógica, la mayoría de docentes sigue utilizando ciertas estrategias desfasadas y obsoletas, como la enseñanza rígida y memorista, actitudes poco democráticas, escaso
interés por el trabajo en equipo, transmitiendo información y no desarrollando competencias en los estudiantes. Asimismo, la formación de valores no corresponde a la necesidad de interiorizar criterios ético-morales y se hace evidente un uso inadecuado de las nuevas tecnologías de información y comunicación. La familia también influye en la desmotivación del alumno, cuando atraviesan una etapa especial que puede haberlo afectado, o son demasiado exigentes o perfeccionistas, o bien si existe un ambiente malo para el estudio. Los maestros jugamos un rol importante en la estimulación de nuestros estudiantes. Nuestra propia motivación influye en nuestra forma de enseñar, más aún si se tiene en cuenta que somos considerados actores importantes en el proceso de crear un clima escolar especial en el salón de clase. Debemos considerar que es muy importante tener en cuenta los errores como parte del aprendizaje, que es necesario destacar la importancia de trabajar fuerte y de lograr una comprensión real de las tareas o actividades a las que se enfrenta el alumno. Es necesario proporcionar a los estudiantes tareas novedosas y desafiantes, explicar por qué las tareas son importantes, hacer que ellas sean significativas, reconocer el esfuerzo de los estudiantes, dar retroalimentación fuera del aula, otorgar oportunidades de mejorar un trabajo y proporcionar diferentes posibilidades de tareas de tal manera que ellos puedan elegir según su estilo de aprendizaje (Inteligencias Múltiples). En conclusión, para evitar la apatía en nuestras aulas debemos partir por analizar las necesidades e intereses de cada grupo, respetando la
personalidad y estilo de aprendizaje de cada uno de nuestros estudiantes, de esta manera reforzamos y elevamos su autoestima, logrando obtener estudiantes proactivos, decididos, entusiastas, creativos e investigadores, quienes asuman retos y sean capaces de resolver problemas.