UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS (UAPA) Recinto Santiago
“TRABAJO FINAL”
Presentao !or"
DARWIN DARWIN MANUEL MANUEL CONCEP CONCEPCIÓ CIÓN N DE DE LA LA CRUZ CRUZ 14-732 14-73200 Asignat#ra"
HISTORIA DEL PENSAMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL Faci$itaor%a"
JOSÉ A. PICHARDO
E!RERO" 2017 S#$%'( )* +(, C##++*(," R*/. D(.
Introducción
Todas
estas
medidas económicas terminaron por minar la credibilidad en la
política y en sus instituciones. En Ecuador la grave crisis nacional afectó directamente. Las formas de representación política tradicional (crisis de los partido, surge la llamada partidocracia), lo cual repercutió directamente en una constante inestabilidad democrática, inestabilidad que va a dar paso a la conformación de nuevos movimientos sociales (como es el caso de !), encargados de canali"ar las aspiraciones de los sectores sociales más afectados de nuestra sociedad.
Elaborar un ensayo sobre las politicas implementadas a nivel social por lo gobiernos perteneciente al llamado socialismo del siglo XXI ( Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Brasil) El socialismo del siglo ##$ es un concepto que aparece en la escena mundial en %&&', a travs del sociólogo y analista político alemán ein" *ieteric+. El trmino adquirió difusión mundial a partir de que el presidente ugo +áve" lo mencionara durante un discurso en el - oro /ocial 0undial, el 12 de enero de 3224. /eg5n su obra /ocialismo del /iglo ##$, *ieteric+ determina un modelo de Estado que se inspira en la filosofía y la economía mar6ista, y que se sustenta sobre cuatro pilares7 el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y las organi"aciones de base. *ieteric+ descubrió la aplicación práctica de sus teorías en la -ene"uela c+avista, gobierno del que fue asesor +asta 3228, momento en el que cayó en desgracia para el rgimen. pesar de que varios gobiernos latinoamericanos mantienen como definición ideológica el socialismo del siglo ##$, tanto para bien como para mal, todos ellos +an +ec+o renuncia de la mayoría de las tesis teóricas esbo"adas por el pensador alemán. mediados del 322', el presidente +áve" e6presaba p5blicamente7 9emos asumido el compromiso de dirigir la :evolución ;olivariana +acia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo ##$ que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad<. = con notable indefinición sobre su +o>a de ruta proseguía7 9debemos transformar el modo de capital y avan"ar +acia un nuevo socialismo que se debe construir cada día<. 0ás tarde, el ? de enero de 3228, +áve" le diría a la >erarquía eclesiástica vene"olana durante el acto de >uramentación de una recomposición de su gabinete7 9Les recomiendo a los obispos que lean a 0ar6, a Lenin, que vayan a buscar la ;iblia para que vean el socialismo en sus líneas, en el vie>o y nuevo testamento, en el sermón de la monta@a<. Este mismo día +áve" se definió tambin como trotsAista e identificó al socialismo del siglo ##$ como una doctrina que posee elementos ideológicos tan variados como el mar6ismoBleninismo, el trotsAismo y el socialismo cristiano. !ara +áve", el primer elemento sobre el que se articula el socialismo del siglo ##$ es su vinculación con la práctica política que tuvo sus orígenes en la dcada de los ?2 con el dise@o de lo que vinieron a llamar el 9árbol de las tres raíces<7 raí" bolivariana C planteamiento afrancesado sobre la igualdad y la libertad, combinado con la visión regional
de integración latinoamericanaBD raí" "amorana Cbasada sobre la figura de E"equiel amora, espíritu romántico de los liberales de su tiempo y combinado con fuerte reivindicación de reforma agrariaBD y raí" robinsoniana Cbasada en la figura de /imón :odrígue", tutor de ;olívar y uno de los precursores de la educación popular en mrica LatinaB. El tronco de este 9árbol de las tres raíces<, a su ve" impregnado de mar6ismo, es el pilar sobre el que se sustentó inicialmente la ideología del proceso bolivariano y el socialismo del siglo ##$ en -ene"uela. En medio de seme>ante 9tutti frutti< ideológico, el presidente +áve" afirmaba que el primer socialista de la +istoria de la umanidad fue risto, y que por lo tanto el socialismo del siglo ##$ debe nutrirse de las corrientes más autnticas del cristianismo. ;a>o el discurso del socialismo del siglo ##$, a +áve" le siguieron Evo 0orales en ;olivia (enero del 322'), y :afael orrea en Ecuador (enero del 3228). !ero más allá del debate filosófico sobre la religión, +ay varios elementos que marcan la diferencia entre el socialismo del siglo ##$ y las diversas alternativas revolucionarias que se ido construyendo a lo largo de la +istoria. Remontndonos al pasado Tras la muerte de riedric+ Engels (%?&4), el alemán Eduard ;ernstein, considerado como el padre del revisionismo y uno de los fundadores de la socialdemocracia, plantearía entre otras cuestiones, que el socialismo no se construiría como consecuencia de la toma del poder por parte de fuer"as revolucionarias, sino fruto de la acumulación de peque@os cambios producidos por la acción social dentro de los límites establecidos por las necesidades mismas del desarrollo económico. ;ernstein entendía como fundamental combinar y armoni"ar las venta>as de una economía capitalista, prestando especial atención a las fuer"as productivas que el capitalismo genera, sin cuestionar la propiedad privada de los medios de producción, aunque sí contemplando una necesaria regulación estatal del mercado y la economía. /i observamos las políticas propugnadas por los llamados gobiernos 9revolucionarios< de -ene"uela, ;olivia o Ecuador, podremos comprobar que en ning5n momento dic+os gobiernos +an cuestionado al capitalismo, sino más bien se +a procedido a me>orar las condiciones económicas de los sectores más debilitados a travs de fuertes programas asistenciales e incrementos salariales superiores a los desarrollados en la poca neoliberal. *e igual manera, tras el neoliberalismo que de>ó al Estado reducido a su mínima e6presión, los gobiernos del socialismo del siglo ##$ reconstruyeron dic+o Estado,
incrementando notablemente su intervención sobre el mercado y convirtindolo en e>es motores de sus respectivas economías nacionales. El presidente orrea resumía muy bien esta cuestión en referencia a su gestión7 9básicamente estamos +aciendo me>or las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo per>udicar a los ricos, pero sí es nuestra intención tener una sociedad más >usta y equitativa< (El Telgrafo, %4F2%F%3). !ara ;ernstein, las instituciones políticas creadas por el liberalismo eran un avance fundamental de la +umanidad y los socialistas lo que debían +acer era me>orar dic+as instituciones en lugar de cuestionarlas. El vie>o socialdemócrata consideraba fundamental la permanencia del sistema parlamentario de representación, lo que en la práctica significó en Europa la imposibilidad de desarrollar políticas dirigidas a la consagración de la democracia participativa, radical y directa, +oy tan demandada por los movimientos contestatarios a la crisis actual. ese respecto, los gobiernos del llamado socialismo del siglo ##$ Cespecialmente ;olivia y EcuadorB no +an buscado fortalecer los niveles de autonomía, organi"ación y participación de la sociedad en la toma de decisiones, como tampoco +an desarrollado políticas de resignificación social de sus instituciones. En lugar de eso, estos gobiernos se +an caracteri"ado por intentar controlar a travs de políticas clientelares a las organi"aciones sociales, anulando su anterior capacidad de movili"ación Cpor considerarla un factor de desestabili"ación políticaB y criminali"ando la protesta social. En contraposición, basta ver como el partido de gobierno en Ecuador procesa como metodología de selección para sus candidatos a legisladores ante el pró6imo comicio electoral, un mecanismo que combina la popularidad con los niveles de lealtad +acia su líder, ignorando procesos democráticos internos que pudieran contemplar mecanismos de primarias u otros por los cuales participe el con>unto de la sociedad. *e igual manera, la b5squeda del estado del bienestar por la socialdemocracia europea, es confundida por los gobiernos del socialismo del siglo ##$ con los ob>etivos plasmados en las constituciones de ;olivia y Ecuador de la b5squeda del ;uen -ivir (suma qama@a en ;olivia o sumaA AaGsay en Ecuador), ignorando así que el concepto del ;uen -ivir nace en la periferia social de la periferia mundial carente de los elementos enga@osos del desarrollo convencional que +a conocido mundo industriali"ado. En resumen, el llamado socialismo del siglo ##$ no pone en cuestión ni la economía de mercado, ni la propiedad de los bienes de producción, ni tampoco el sistema de precios, con lo cual carece de elementos nuevos que mere"can destacarse, quedando le>os de la
fórmula planteada por el mar6ismo de 0ariátegui en cual indicaba que 9tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lengua>e, al socialismo indoamericano<. !ontradicciones socialistas Es desde esos parecidos con la socialdemocracia europea desde donde se puede entender que los procesos latinoamericanos que se denominan a sí mismos como los más radicales, generen incongruencias en el ámbito del sector financiero privado como las siguientes7 En -ene"uela, la /uperintendencia de las instituciones del /ector ;ancario (/udeban) +a definido el pasado mes de abril a este período como 9el me>or momento en su +istoria<, +aciendo referencia a la situación actual de la banca. La /udeban calificó con 8%.'8 puntos la salud de su sistema bancario, aplicando el mtodo internacional de evaluación amel, el cual toma en cuenta aspectos como7 suficiencia patrimonial, calidad de activos, gestión administrativa, liquide" y rentabilidad. sí, los primeros siete bancos privados en ganancias para abril de 32%3, obtuvieron unos resultados netos de H.&4% millones de bolívares. /eg5n fuentes oficiales, en >ulio del 32%%, la banca privada +abía ganado ya un ?%,8I más que en el mismo período del a@o anterior, pasando de H&?,4 millones de dólares a mediados de 32%2 a ?H',3 millones doce meses despus, todo ello a pesar de la que economía se +abía contraído un 8,%I. En ;olivia, seg5n datos de la utoridad de /upervisión del /istema inanciero (sfi) se revela que las utilidades que obtuvieron las entidades pertenecientes al sistema financiero a >unio del 32%% fueron de %8',3 millones de dólares, superando en 8,??I las obtenidas por este sector durante toda la gestión 32%2. /on 3% grupos corporativos, empresariales y de inversiones los propietarios de todo el sistema bancario boliviano. En Ecuador, el crecimiento acumulado del sector bancario privado fue durante los tres primeros a@os de gobierno de orrea (3228B322&) un 82I superior al de los gobiernos neoliberales anteriores en el mismo período. En 32%2 el sector bancario privado alcan"ó un %4JHI de utilidades más que en el e>ercicio 322&, y en el 32%% un 43I que en el e>ercicio 32%2, apro6imándose sus utilidades a 422 millones de dólares. = similares incongruencias encontramos respecto al sector económico privado7 En -ene"uela, el mismo presidente +áve" declaró el pasado %? de mayo que el crecimiento del sector privado está por encima del p5blico. !ero no solo es el sector privado que más crece, sino que si consideramos el e6cedente de e6plotación vene"olano, concepto que comprende los pagos a la propiedad (intereses, regalías y utilidades) y las remuneraciones a los empresarios, así como los pagos a la mano de obra no asalariada,
veremos que este pasó del H&,23I en %&&& al '%,12I en el 32%2. Es decir, los H22 mil empresarios e6istentes en -ene"uela se llevan mayor parte de la tarta, por encima del tro"o que le corresponde a los %H millones de traba>adores asalariados e6istentes (sumados traba>adores formales e informales). /eg5n datos del $nstituto Kacional de Estadística ($KE) de -ene"uela y a pesar de las me>oras respecto al índice ini en el país, tras más de una dcada de gobierno 9revolucionario<, el 32I de los +ogares con mayores ingresos económicos devenga el H4,4'I del ingreso total, mientras el H2I de los +ogares más pobres apenas se apropia del %4,%I del ingreso. En ;olivia, +asta noviembre del 32%%, las recaudaciones fiscales lograban un record +istórico. /eg5n el ministro de Economía y inan"as, Luis rce atacora, el ingreso tributario más importante es el $mpuesto a las Mtilidades Empresariales ($ME), que representa el 3HI del total de las recaudaciones impositivas. *ic+o monto representa que prácticamente un cuarto de los ingresos de impuestos que recibe el Tesoro, y está generado por las utilidades proporcionadas por el sector privado. rce se congratulaba de dic+a situación indicando que 9le está yendo muy bien al sector privado, porque están pagando grandes cantidades por el $mpuesto a las Mtilidades Empresas. = nos alegramos que les vaya bien a los empresarios privados, porque mientras sigan contribuyendo (N) a las recaudaciones tributarias, el país seguirá teniendo estos rcords de recaudaciones impositivas<. En Ecuador, tras más de cinco a@os de gobierno de la revolución ciudadana, '3 grupos económicos concentran el H%I del !$;, teniendo el sector privado un beneficio superior al 4HI del que obtuvo durante los mismos períodos de gobiernos inmediatamente anteriores a orrea, los cuales eran de perfil neoliberal. En resumen, el llamado socialismo del siglo ##$, carente como se puede ver del +istórico concepto de luc+a de clases, +a permitido que en sus respectivos países, los sectores e6cluidos de la sociedad nunca estuvieran menos mal, y que sus grupos económicos poderosos nunca estuvieran me>or. lgo muy parecido al rol desarrollado en Europa por la socialdemocracia durante la segunda mitad del siglo pasado. "ntecedentes previos a la llegada de los procesos de trans#ormación en "m$rica %atina !ara poder e6plicar cómo surge el llamado proyecto político del socialismo del siglo ##$, es importante volver a peinar la +istoria a contrapelo, como nos sugería Oalter ;en>amín, para reubicarnos en lo que fue esa mrica Latina de los a@os ?2 y &2.
Kuestro continente latinoamericano tiene muc+os factores en com5n, muc+os elementos culturales compartidos, una relación dependiente con el mundo desde su inserción coloni"ada en los mercados globales, no obstante, no se trata de un continente idntico o simtrico. pesar de que la teoría económica dominante, la neoclásica, puso todo su empe@o en la esfera de lo mercantil, en lo cuantitativo, así como en la pretendida 9neutralidad< de la tecnocracia, nuestros países con el neoliberalismo van a vivir uno de los momentos más desastrosos de su +istoria, tanto en lo económico como en lo político y social. *esde Oas+ington, desde donde se movían los +ilos de este modelo, llegaban un sinn5mero de recetas conocidas como ajuste estructural (muy similar a lo que está viviendo Europa en estos días, a"otada por las políticas de su 9 partenaire< lemania), medidas que estaban orientadas a alcan"ar (/errano, 32%4)7 %) Mna mayor disciplina fiscal, con restricción directa en la inversión p5blica, una reforma tributaria para el adelga"amiento y debilitamiento del Estado, en beneficio de las grandes fortunasD 3) Mna gestión privada de los medios de producciónD 1) *efensa del derec+o de la propiedad privada por sobre los derec+os sociales, colectivos y p5blicosD H) Liberali"ación de la tasa de inters y desregulación de mercados financierosD 4) = una inserción en el comercio mundial a partir de una apertura sin condiciones. Todas estas medidas limitaron rotundamente el rol del Estado como regulador de la economía, de>ándolo prácticamente como un mero promotor de las políticas funcionales al sector empresarial. La soberanía de nuestros países quedó reducida en favor de los intereses e6tran>eros, reproducindose de esta manera una cultura de inserción subordinada y desigual en el mundo (/errano, 32%4). El modelo primario e6portador fue fortalecido en los llamados países de la periferia, los índices de desBindustriali"ación llegaron a su má6imo nivel, logrando lastimosamente que cualquier futuro intento de industriali"ación pase a ser casi imposible. La demanda interna pasó a ser satisfec+a por una intensa política de importaciones, lo cual repercutió en un acrecentamiento de la dependencia a las empresas transnacionales, que pasaron rápidamente a convertirse en el proveedor principal de nuestra producción interna (arva>al, 32%%). El caso ecuatoriano&
Todas estas medidas generaron una fuerte fragmentación social (en Ecuador cerca de 3 millones de ecuatorianos tuvieron que abandonar el país), una crisis económica generali"ada en todos los países (en Ecuador se produ>o la quiebra de %H bancos privados), un incremento acelerado de la pobre"a, acompa@ado de una fuerte e6clusión social, desigualdad y desempleo, lo que derivó en una debacle de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población. En el caso ecuatoriano tenemos entre uno de los +ec+os más dramáticos de los a@os ?2, la famosa crisis de la 9sucreti"ación de la deuda e6terna<, con la cual el ;anco entral en el gobierno de urtado (%&?%B%&?H) estati"ó, es decir, +i"o p5blica o de todos los ecuatorianos la deuda de los empresarios privados (Pc+oa, 32%%). Este período en el Ecuador se cerró con un significativo empobrecimiento de la población. La proporción de la población que pertenecía a +ogares cuyo consumo era inferior al valor de la
canasta básica de bienes y servicios aumentó del 1HI en
%&&4 al 4'I en %&&?. En el mismo período, la incidencia de la e6trema pobre"a de consumo subió del %3I al 32I en todo el país. La sociedad sufrió de esta manera, los efectos de un fuerte incremento de los niveles de pobre"a (arva>al, 32%%). Este escenario generali"ado de malestar y crisis tanto en lo político como en lo económico, generó un conte6to de fuerte efervescencia y movili"ación popular impulsada por la falta de +ori"ontes de vida en las grandes mayorías de la población. En varios países de mrica Latina comen"aron a emerger proyectos de corte alternativo al paradigma neoliberal, lo que posteriormente permitió a gran parte de la región transitar +acia otro modelo de +acer la política, que vino de la mano de los presidentes7 ugo +áve" en -ene"uelaD Evo 0orales en ;olivia y :afael orrea en Ecuador, gobernantes que van asumir el poder apoyados en un +istórico respaldo popular (/errano, 32%4). Estos tres presidentes van proponer un pacto social para una democracia más real (ya no puramente formal), en el que las mayorías puedan participar y ser incluidas, dando cauce al surgimiento de nuevas onstituciones refrendadas ampliamente por el pueblo, con las que se plantearon +acer viable el proyecto de refundación de sus países. Estas nuevas constituciones van a ser las encargadas de tra"ar el camino o la ruta +acia ese llamado /ocialismo del siglo ##$. En el caso de los otros países de la región como son7 ;rasil, rgentina, Mruguay, y !araguay, estos tambin se sumaron a esta fórmula, pero en una versión muc+o más moderada, sin salirse o sin confrontar directamente con la estructura +eredada, procurando
desde su apretado margen de maniobra, generar el mayor n5mero de transformaciones posibles dentro de su vie>o marco constitucional.
%legada de los procesos progresistas a la región, y rol del Estado en los proyectos socialistas del 'XXI Mno de los principales ob>etivos de estos gobiernos y de sus constituciones, va a ser el de desendeudar socialmente a gran parte de su población, esto quiere decir, traba>ar en la b5squeda de una ampliación de los derec+os sociales, poner fin a las dcadas de redistribución regresiva del ingreso, así como a la dilapidación de los recursos nacionales, y el profundo endeudamiento social que de>ó a la deriva a la gran mayoría de la población (/errano, 32%4). El proyecto de socialismo del siglo ##$, como nos recuerda lfredo /errano (32%4) surge en gran medida, a partir de la necesidad imperativa de recuperar el rol del Estado, revalori"ando su potencial como organi"ador de la vida política, sacándolo del relego al que lo sometió el neoliberalismo al presentarlo como ineficiente, i ncapa" y burocrático. /in embargo ya en la práctica, transformar el Estado despus de +aber alcan"ado el poder, constituyó un e>ercicio altamente comple>o, sobre todo si consideramos que no sólo +abía que +acer al Estado más eficiente, sino que al mismo tiempo y sobre la marc+a, se debían transformar las dramáticas condiciones de vida de la mayoría de las personas. La reconstrucción de un nuevo Estado implicó a su ve", el empoderamiento de amplias capas sociales antes marginadas. El primer gran +ito de este proceso a nivel regional, fue la incorporación de los sectores subalternos a la vida políticaD los altos niveles de aprobación y apoyo popular que se traduce en inmensos caudales de votos, se e6plica en parte, porque se trata de fuer"as políticas que emergieron desde los márgenes de la institucionalidad partidaria tradicional, de sectores que emergieron al calor de las luc+as sociales y en contra del empobrecimiento y la e6clusión neoliberal (:amíre", ranAlinD 32%%). Entrado el siglo ##$, movimientos y organi"aciones sociales de diversas identidades y estructuras organi"ativas se fueron articulando a ese novedoso te>ido social y político. La reB incorporación de los sectores populares a la vida activa tanto política como económica generó no sólo una mayor inclusión social en trminos económicos, sino tambin, una movilidad social positiva. !asada una dcada de gobiernos progresistas en la región, se puede apreciar que prácticamente todos los indicadores sociales y económicos muestran resultados favorables en trminos de la redistribución del ingreso, reducción de la pobre"a y las desigualdades, lo
cual impactó favorablemente en los sectores populares. Ko obstante, este impacto no +a favorecido 5nicamente a los sectores populares, la movilidad social +a producido a su ve", una importante ampliación de los sectores medios que vieron multiplicadas sus opciones de ascender socialmente (/errano, 32%4). ablamos entonces, como sostiene /errano (32%4), de una dcada ganada en la región, de considerable crecimiento económico acompa@ado de una importante creación de empleo, reducción de la pobre"a y la indigencia, con políticas sociales orientadas a los sectores más marginados, lo cual repercutió directamente en una marcada reducción de la desigualdad, que fue posible 5nicamente gracias al impulso de proyectos políticos fuertemente respaldados por la mayoría de la población.
El mito de la revolución& +ora bien, como sostiene ;olívar Ec+everría (32%%), los procesos de transformación de la sociedad o las llamadas revoluciones, como son en este caso los e>emplos que +emos citado, no pueden y no deben ser comprendidas como un 9mito<, como esa narración que nos +abla de una supuesta conquista del paraíso, o entrada definitiva en la poca de la felicidad, momento de eliminación de todas las contradicciones, o momento de la reconciliación total entre los seres +umanos, momento en el que ya no e6istiría ning5n sufrimiento, ni preocupación y donde a+ora todo sería un puro disfrute. Las revoluciones, nos dice Ec+everría, deben ser comprendidas por fuera de este mito o ingenuidad, las transformaciones radicales son procesos comple>os, que están apegados a las contradicciones de la realidad, no pueden desprenderse de ella, son intentos decididos a modificar las relaciones de convivencia, priori"ando la emancipación de las relaciones sociales, así como el fomento y e6pansión de otro tipo de lógicas, más comunitarias, más p5blicas, como parte fundamente del nivel estructurante de la vida social en su con>unto. /er de i"quierda, nos dice Ec+everría (3222), vendría a ser entonces, la afirmación de un programa político que se plantea la construcción de una modernidad alternativa, como promesa de abundancia y emancipación para todos. En línea con muc+as de las políticas p5blicas llevadas a cabo en la 5ltima dcada en la región, esto quiere decir, apostar por la construcción de sociedades incluyentes, en donde ya no se reprodu"can las comunidades e6cluidas (del conocimiento, de la vivienda, de la salud, de las >ubilaciones, etc.) o los +acinamientos en guetos.
Es por ello que los movimientos sociales, movimientos que +ablan de respeto, de reconocimiento, de libertad, de democracia, nos dice este pensador latinoamericano, sumaron y contribuyeron Ba travs de sus luc+as y reivindicaciones en el tiempoB, en la elaboración y configuración de las agendas políticas y sociales de las onstituciones de los procesos políticos que llegaron al poder a inicios del siglo ##$. *esde esta perspectiva, como se@ala arcía Linera (32%'), uno de los principales aportes del sociólogo mar6ista grecoBfrancs Kicos !oulant"as, va ser repensar la importancia del Estado como un espacio o campo de condensación o procesamiento de las relaciones de fuer"as entre las diferentes clases al interior de la sociedad. :etomar el Estado en países como ;olivia, Ecuador o -ene"uela, +i"o posible que los sectores olvidados pasen a constituir los nuevos poderes p5blicos, y que a partir de sus acciones, puedan recuperar la posibilidad de tra"arse un porvenir distinto, transformando sus condiciones de e6istencia. El acceso al poder y a la reconfiguración de las constituciones de la mano del pueblo, +i"o posible materiali"ar sus demandas en acuerdos, leyes, presupuestos, inversiones, reglamentos que se vuelven materia de Estado. Es por ello que resulta trascendental disputar el acceso al Estado7 porque desde allí los gobiernos pueden seguir apuntalando el socialismo del siglo ##$, abriendo paso para que la sociedad pueda decidir e intervenir en los asuntos que le competen, en la definición de lo p5blico, lo com5n, lo colectivo, lo universal y lo privado (arcía Linera, 32%'). /i pensamos desde la i"quierda, desde y para la sociedad, el Estado recupera su sentido, solamente si es capa" de producir en función de las luc+as sociales, en función de la recuperación de los recursos pertenecientes a toda la sociedad, como son7 la educación, la salud, la protección social. !or todo esto es fundamental dar la disputa por el control del Estado (arcía Linera, 32%').
Estado y egemon*a :etomando a ramsci, podemos decir que la construcción social del llamado Estado, es al mismo tiempo un proceso de formación de +egemonía, puesto que tiene que ver con la capacidad que tenga el bloque +istórico dominante en el poder, de articular y sumar en su proyecto de sociedad, a los otros sectores y clases que no comparten ese proyecto o que representan su antítesis. 9Cambiar el mundo sin tomar el poder <, es pensar que el poder es una propiedad y no una relación social, es pensar que el poder es una cosa e6terna a lo social y no un vínculo que nos atraviesa a todos. /i el Estado capitalista moderno, es a su ve" una relación que atraviesa a toda la sociedad, entonces el socialismo, comprendido como transformación estructural de las relaciones de fuer"as, necesariamente tiene que atravesar al propio Estado. :etomando a arcía Linera en esta lectura sobre el socialismo del /iglo ##$, podemos decir entonces, que las luc+as populares desplegaron su intensidad al interior del Estado, modificando las relaciones de fuer"aD transformando la materialidad de su legislación, alterando la manera de administrar los bienes comunes y modificando los esquemas morales y lógicos con los que las personas organi"an su presencia en el mundo. ablamos entonces de una dcada en que las fuer"as populares que asumen el control del poder del Estado, sectores traba>adores, campesinos, indígenas, mu>eres, las llamadas
clases
subalternas,
se
tornan
diputados,
asambleístas,
asumen
con
responsabilidad la gestión de la función p5blica, se movili"an, +acen retroceder la políticas neoliberales, modifican las políticas p5blicas. En sentido contrario al mainstreem neoliberal, y a todas las políticas de a>uste y demás recetas de los gur5s neoliberales, mrica Latina en esta 5ltima dcada ganada, logró limitar las desigualdades sociales como no se +abía visto antes en la +istoria contemporánea de nuestras rep5blicas. Estamos +ablando de gobiernos nacionalBpopulares que permitieron al Estado llevar adelante procesos de nacionali"ación de empresas privadas, de creación de empresas p5blicas, de una mayor participación del Estado en la economía, con la cual +a sido posible generar reformas postBneoliberales que permitieron recuperar el mercado interno, así como la capacidad del Estado como distribuidor de la rique"a. *e igual manera, como sostiene /errano (32%4), gracias al compromiso de estos mandatarios en materia de política e6terior, se recuperó el espíritu integracionista de la
!atria rande, se pudo constituir la EL, la MK/M:, el L; en pos de una integración propia de latinoamericanos, sin Estados Mnidos, sin la necesidad de tutela>es, sin la necesidad de patrones. Tenemos que tener claro como latinoamericanos, que la integración política del ontinente no es poca cosa. emos vivido prácticamente el momento más importante en materia de integración, de soberanía, de independencia que +a tenido nuestra región.
Retos, desa#*os y amenazas a los procesos pol*ticos de trans#ormación en la región /i bien la llegada de estos gobiernos llamados del socialismo del siglo ##$ tra>o consigo grandes avances a la región en materia de reducción de pobre"a, de las desigualdades, así como de una mayor inclusión social, no obstante, su proceso de construcción como proyecto socialista, mantiene a5n algunos importantes campos pendientes7 omo se@ala :en :amíre" (32%'), estos procesos políticos a pesar de +aber conseguido reducir la pobre"a, no +an logrado llevar a cabo el cambio en la transformación de las estructuras del poder real, que tiene que ver con los procesos productivos y de propiedad. En la pra6is, nuestra región +a vivido (casi en su mayoría), un proceso de profundi"ación de su estructura productiva primaria e6portadora y de gran dependencia importadora. Kuestros países siguen generando muy poco valor agregado. Ptra deuda pendiente, es la que tiene que ver con el cambio cultural, o como diría ramsci, con la revolución intelectual y moral. /i bien estos gobiernos +an reducido la pobre"a y ampliado las fran>as de la clase media, me>orando la calidad de vida de la gente, no obstante, esto +a llevado a constituir sociedades de consumidores, y no sociedades de ciudadanos. En nuestros países seguimos pensando que el progreso se e>erce a travs del consumo, olvidando que la ciudadanía es el la"o, compromiso o responsabilidad que mantiene cada individuo con su comunidad o sociedad. En lugar de crearse sociedades solidarias, cooperativas, complementarias, en donde los ciudadanos se preocupan unos por otros, seguimos reproduciendo un modelo de sociedades de competencia, de individualismo y de egoísmo e6acerbado (:amíre", :en, 32%'). omo procesos que buscan alcan"ar el socialismo, queda la gran tarea pendiente de trastocar los valores culturales de nuestra sociedad, para construir ciudadanías solidarias, con las cuales sea posible seguir disputando la construcción de otro orden social.
En el campo de la comunicación, los medios de oposición que son la mayoría y que además cuentan con los mayores raitings, +an promovido sistemáticamente campanas de terrorismo y de pesimismo económico y político, con el fin de ba>ar la autoconfian"a de las personas en el devenir de estos países. rente a ello, nuestros gobiernos deben tener la capacidad de dar la disputa de sentidos a travs de la construcción de otras alternativas culturales, otras propuestas que requieren ser igualmente persuasivas, pedagógicas y pro sociedad, pro com5n. omo proyectos socialistas, se@ala :amíre" (32%'), para lograr una mayor sostenibilidad en este siglo que comien"a, no podemos olvidar que el cora"ón del cambio no depende 5nicamente del Estado, sino de la sociedad en su con>unto. Es decir, Estado con /ociedad, esto implica contar a toda +ora con la ciudadanía como parte protagónica del cambio. Queda pendiente a estos procesos traba>ar entonces en el fortalecimiento de la participación social, sta debe ser muc+o más activa, más ciudadana, y su involucramiento y empoderamiento debe contribuir a fortalecer a5n más el accionar p5blico de las instituciones. oy en día, todos los ca@ones de la oposición apuntan +acia lo que podemos considerar como la dcada ganada de mrica Latina. El traba>o a la oposición se les está +aciendo relativamente fácil, porque nuestro proceso de irradiación y de e6pansión de propuestas se +a estancado. *esde esa perspectiva, como sostiene arcía Linera, es imprescindible restablecer y recuperar la confian"a de los sectores populares, obreros y campesinos a partir de la gestión económica, del desarrollo de la producción, de la distribución de la rique"a, del despliegue de iniciativas autónomas de campesinos, de obreros, de peque@os empresarios. /i no somos capaces de satisfacer las necesidades mínimas indispensables, si no +ay empoderamiento del sector social, no +ay discurso que se sostenga. Estos elementos son claves para poder transitar del postBneoliberalismo al socialismo. Ko podemos olvidar, que todos estos gobiernos representan a las grandes mayorías, por ello no puede +aber ning5n tipo de política económica que de>e de lado lo popular. /olo podremos neutrali"ar la llegada del neoliberalismo, cuando la oposición vea que lo popular esta fuerte y movili"ado. Tenemos que tener claro (visto sobre todo la e6periencia del bloque socialista del siglo ##), que el Estado no puede sustituir a los traba>adores. !odrá colaborar, podrá me>orar su situación, pero tarde o temprano tiene que ir creando mayores capacidades económicas, capacidades asociativas, capacidades productivas (arcía Linera, 32%').
Ptra debilidad y qui"ás una de las más importantes y delicadas, es la tiene que ver con el grave problema que están presentando los gobiernos progresistas y revolucionarios en lo relacionado a su reforma tica y moral. :esulta imperativo que, así como damos e>emplo en los procesos de reconstrucción de nuestras republicas, no perdamos de vista que los recursos p5blicos, los bienes p5bicos, como bienes de todos los ciudadanos, deben ser tratados con absoluto respeto, rigor y responsabilidad, tanto de cara al presente, como de cara al futuro, pensando sobretodo en una construcción intergeneracional sostenible en el tiempo. /i no aplicamos correctivos rigurosos e inmediatos en esta materia, tendremos muc+a dificultad para dar continuidad a los procesos de transformación tan necesarios en nuestra regió