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TÚ Y LA MEDICINA (Carlos Seguín Escobedo)
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I.
ÍNDICE
I.
Índice………………………………………………………………………2
II. Introducción.………………………………………………………………3 III. Objetivos………………………………………………………………......4 IV. Cuerpo Preguntas sobre el libro ……………….…………………………..5 V. Conclusiones……………………………………………………………..13 VI. Preguntas de opción múltiple……………………………………………. 14 VII. Bibliografía……………………………………………………………….16 VIII. Anexos………………………………………………………………........17
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II. INTRODUCCIÓN:
En todas las culturas, el médico ha sido uno de los ejes centrales de la sociedad y a quien se le ha permitido el acceso a la intimidad del p a c i e n t e c o n e l p r o p ó s i to d e d e v o l v e r l e la s a lu d o p r o t e ge r la . Si bien la mayoría de estudiantes de medicina e incluso médicos ya formado han pasado en algún momento por esta serie de interrogantes internas para definir el motivo de su decisión a se guir esta carrera en la cual la razón era el AYUDAR A LOS DEMÁS El Dr. Carlos Alberto Seguín, escribió un libro que nos permite complementar varios conocimientos respecto al rol que juega el médico en la sociedad, momentos de superación y triunfo ante diversas enfermedades. Tú y la medicina es un libro que reflexiona sobra la esencia del médico, la ciencia y el arte de desempeñar la profesión, los maestros, el contacto con los libros, el saber oír, entender, comprender, el manejo de las emociones, las relaciones con el usuario y su contexto, el afronte de lo material (dinero), la muerte, la vida, el amor y la religión . Leer este libro me abrió los ojos a un mundo lleno de expectativas, formas diferentes de ver el día a día como médico, muy aparte del p e ns a r d e l a ge nt e . Debemos llevar nuestra profesión, entrelazada al paciente, co mprender su malestar físico y EMOCIONAl y solo así estaremos desarrollando una buena labor como médico. Este es un libro que conlleva las implicancias de ser médico y nos lo presenta como un ser humanitario, capaz de ponerse en el lugar del enfermo y el de amar tanto su p r o f e s ió n a l p u nt o d e s e r é l, e l q u e t e n g a la r e s p o ns a b i l id a d p a r a cambiar una vi
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III. OBJETIVOS:
Objetivo general: Importancia de cumplir adecuadamente nuestra profesión, siguiendo los modelos de vocación y servicio a nuestro paciente.
Objetivos específicos: a) Entender las razones para estudiar medicina, VOCACION b) Conocer la importancia de la actitud de escucha del médico y su relación con el paciente c) Como puede afectar la decisión de un médico sobre la vida del p a c i e n t e y la s o c i e d a d
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I V. CUERPO: 1. ¿Por qué quieres ser médico?
La verdad es que esta pregunta no me la llegué a hacer hasta que no entre en la carrera. Siempre he intentado ayudar a todas las p e r s o na s q ue me r o d e a b a n s in e mb a r g o n u nc a me ha b í a p la n te a d o el por qué debía de ser médico. Ahora que me pongo a pensar un poco más solo una pa labra puede responder a esta pregunta: VOCACIÓN, Desde que tengo memoria, siempre quise ser médico. Mi interés por la complejidad del cuerpo humano, no solo en sus aspectos biológicos (que sin duda me resultaban, y me resultan, fascinantes) sino por la potente interacción entre la complejidad de lo orgánico y la profundidad de lo más humano. Quiero ser médico porque tengo ansias de conocimiento, veo mucha gente enferma a mí alrededor, no solo enfermas del cuerpo sino también del espíritu, gente que no le encuentra sentido a la vida; considero que el papel del médico es más que curar una enfermedad, es prevenir y lograr ser en incitador de la salud de toda una comunidad e incluso en el mundo ya que con acciones que se incluyan en un pequeño grupo estas pueden volverse una onda expansiva.
Siento la pasión por querer servir a los demás, darles alegría y seguridad, que sientan que pueden confiar en el medico. Ser un médico completo, en el campo medico ofrece varios campos de desarrollo desde el clínico como el de investigación, un médico completo es el que se de dica a ambos sin descuidar ninguno de los dos.
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2. ¿Cuál es el rol del médico en la sociedad actual y como se
aprende el arte de ser médico? El rol del médico en la sociedad actual es devolver la salud, recordando que la salud la búsqueda del bienestar, físico, social, p s í q u i c o y e l e s p i r i t u a l. La Profesión Médica se identifica, entre los grupos sociales por su saber y por el compromiso en la aplicación práctica de ese saber. El Saber, como conocimiento y el saber có mo ética y la praxis como compromiso de aplicación y regulación de las acciones. El ejercicio de la medicina es arte y ciencia. Es arte cuando aplicamos la destreza técnica para recoger una anamnesis completa y precisa, o realizar un examen físico pr ofundo y minucioso; arte, p a r a s a b e r e n te n d e r a la s p e r s o na s , d e f i n i r l o q ue e l p a c ie n t e s ie n t e , la comprensión de sus sentimientos y s u integración con otros datos subjetivos y objetivos, y de es ta forma comunicar al pacie nte que lo hemos comprendido. El arte de ser médico se aprende a partir de esfuerzo y trabajo, el médico que equilibra en su haber ciencia y humanidades suele ser un individuo más universal. Se aprende a ser médico a través del servicio,
de
la
comunicación
adecuada
con
el
paciente,
acompañándolo, eligiendo el momento y lugar oportuno para comunicar algún resultado; desarrollando nuestra personalidad y auto conociéndonos. El autoconocimiento es muy importante, pues como decía el Dr. Carlos Alberto Seguín “un ciego no puede guiar a otro ciego” a través
del
autoconocimiento
logramos
conocer
nuestras
capacidades y limitaciones y emplearlas al momento del examen físico por ejemplo.
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3. ¿Cómo elegir a tus maestros, a tus libros, a tus compañeros de
estudio, a tus amigos y cual es su importancia? Debemos elegir a los maestros que pueden guiarnos, no solo por el conocimiento, más que conocimientos debemos elegir a los que despiertan inquietudes y estimulan anhelos, aquellos que sean capaces de dar y darse. Son personas que crean, aman y ríen; que tienen una actitud positiva frente al enfer mo. Los médicos necesitamos conocimiento científico y especializado, sin embargo ese conocimiento va cambia conforme pasa el tiempo y es distinto según cada persona, hay demasiado puntos de vista que nos pueden guiar en nuestro conocimiento. Por eso debemos elegir libros de presentación científica, que nos pueden dar una p r e s e n t a c ió n d e l o s c o no c i mi e n t o s d e s d e d i f e r e n t e s p u n t o s d e v i s t a ; los que exponen los hallazgos desde un campo determinado y aquellos que nos hacen reflexionar. N ue s t r o s c o mp a ñe r o s d e e s t ud i o , t ie ne q u e s e r a q u e l lo s q ue trabajen
de
forma
diaria,
que
complementen
nuestros
conocimientos y sean un apoyo y una ayuda para realimentar nuestros conocimientos. En cuanto a nuestros amigos, tiene que ser personas que no nos arrastren a perder el tiempo, a dejar de lado el estudio, que es lo q u e n o s g u i a r a , ne c e s i t a m o s a m i g o s
q u e n o n o s a y u de n a c r e c e r
como personas y que nos inciten a ser un mejor medico guiado de la compasión y empatía. La correcta elección de amistades y grupos de estudio influyen en este desarrollo, ellas nos impulsaran a ser mejores médicos si es que tiene el mismo objetivo que nosotros, porque si es así caminaremos juntos hacia este, de lo contrario s i nos relacionamos con personas con objetivos que distan mucho de los nuestros,
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p o d e mo s d e s v ia r n o s d e n u e s t r o o b je t iv o ha c ie n d o má s la r go y tedioso lograr nuestras metas. 4. ¿Qué entiendes por medicina de hombres?
La medicina actualmente está siendo deformada, hay que recordar que nuestra misión es dar salud, darle al paciente seguridad y confianza, verlo como un persona con sufrimientos, penas y dudas sobre que le pasara en un futuro si es que su médico no lo puede c u r a r . M u c h a v e c e s o í m o s a m é d i c o s f o r m a d o s d e c i r: “ E l p a c i e n t e c o n d i a b e t e s o q u i z á e l p a c i e n t e d e l a c a m a 3 4” , t r a t á n d o l o c o m o un objeto que solo tiene una enfermedad y lo que deben tratar es únicamente la enfermedad. El médico debe referirse a su paciente p o r s u no mb r e , r e c o r d a r q ue e s tá a h í p a r a t r a t a r a u na p e r s o na N O a la enfermedad. Por medicina de hombres podemos entender que es el tratar al p a c i e n t e c o mo u na u n i d a d c o mp l e t a , q ue s ie n t e , s u f r e , p i e ns a y requiere de nuestra ayuda no solo a un nivel orgánico (como un coloco vesicular) sino como un ser lleno de sentimientos que necesita saber porque padece una enfermedad y como trabajara el médico para ayudarlos y s i aprueba lo que va a realizar. Este tipo de medicina genera una mejor relación médico paciente, fortalece los lazos de confianza que unen al paciente con su médico. Es decir que la medicina de hombres trata al enfermo, no a su enfermedad ya que cada enfermo tiene su historia y propio desarrollo He decidido tomar como ejemplo las palabras del, Carlos Alberto Seguín:
" Un buen médico no mira al enfermo como a un conjunto de órganos o sistemas que funcionan
mejor o peor, sino como a un semejante, un hermano que sufre... y que, detrás (de tal afán) se hallan, como siempre, una serie de factores profundos, "
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5. ¿Cuál es la explicación que el Dr. C.A.S da a la frase “medicina de almas” y cual es a su criterio, “el secreto de la medicina moderna”?
L a e x p l i c a c i ó n d e m e d i c i n a d e a l m a s e s l a e t i m o l o g ía d e l a p a l a b r a p s i q u i a t r ía q ue d e r i v a d e lo s t é r min o s gr i e go s p s y c h e q u e s i g n i f ic a alma y iatreia que significa curación. La psiquiatría además de ser la rama de la medicina dedicada al estudio de los trastornos mentales con el objetivo de prevenir, evaluar, diagnosticar, tratar y rehabilitar a las personas con trastornos mentales y asegurar la autonomía y la adaptación del individuo a las condiciones de su existencia; se convierte en la doctrina medica del alma humana, de su sufrimiento y de su curación. El secreto de la medicina moderna es saber oír, según el doctor Carlos Seguín el oír al paciente es la forma de verlo desde adentro; comprendiendo lo que nos dice y nos muestra, dándose una i n t i m id a d d e h u m a n i d a d e n t r e e l mé d i c o y s u p a c i e n t e . En medicina, saber escuchar, es decir, ser c línico, es fundamental no hay como suplir esta virtud. El dialogo anteriormente era un monólogo, monólogo por órdenes escritas y los nombres de los enfermos por números de expedientes. Los diálogos y la capacidad p a r a i n te r p r e t a r l o s s o n he r r a mi e n t a s i n va lu a b l e s d e la p r o f e s i ó n médica, pero resulta imposible fomentar esta habilidad si no se cuenta con el deseo y la predisposición para sumergirse en el maravilloso mundo de la escucha. Escuchar conlleva obligaciones. A partir del momento en que una p e r s o na , s a na o e n f e r ma , a c ud e c o n e l mé d ic o , é s t e s e v ue l ve p a r c ia l me n t e r e s p o ns a b le d e é l. E s a r e s p o ns a b il i d a d e s un a c t o voluntario e implica, solidaridad, empatía, afecto y comprensión, p a l a b r a s q ue a u n q ue h ue l a n a r o ma n t i c is mo o a a na c r o n is mo y
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p a r e z c a n
e n mo h e c i d a s ,
son
vi v e n c i a s
f u nd a me n t a l e s
en
la
construcción del edificio médico. Esa responsabilidad es intransferible y vital. Es intransferible p o r q u e e l v í nc u l o q ue s e ge ne r a en t r e e n f e r mo y d o c t o r , s o b r e t o d o cuando el primero tuvo la suerte de escoger a su interlocutor, supone una especie de contrato que implica responsabilidad. Es vital porque las riendas de la profesión las debe manejar el médico y no otras manos cuyos intereses primordiales no suelen ser los enfermos. Los enfermos son maestros porque aprenden a escucharse. Saben que los significados de la vida se comprenden mejor a través de las p e q ue ña s ve r d a d e s q ue s e r e ve l a n c ua n d o la e n f e r me d a d o c u p a p a r te de su propia vida. Entienden que el dolor es una forma de capturar el instante y que la osc uridad que rodea la existencia cuando se es enfermo crece por dentro conforme la patología avanza. Es por eso que es muy importante escucharlos
6. ¿Cuál es el papel del médico ante la vida, la muerte, el amor y
la religión, de acuerdo al pensamiento de C.A.S? El papel del médico ante la vida es enseña a hacer de la vida, la p le na r e a li z a c ió n d e l e x i s t i r h u ma n o , e ns e ña r le a s u p a c i e nt e a sobrellevar los problemas del existir y b uscar la plena realización. El médico se encarga de proteger la vida, de salvarla y hacer cualquier cosa que este en sus manos para evitar que esta sea arrebatada de su paciente, esa es misión fundamental. Mientras que el papel del médico ante la muerte es enseñar al hombre a morir, mostrando una actitud de respeto, el medico comprende que el morir no es desaparecer sino darse la oportunidad
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de continuar con el ciclo de la vida. El medico trata de asistir a los p a c i e n t e s p a r a q u e mu e r a n s i n Angustia ni dolor. Sin embargo muchos médicos ven la muerte como una derrota de la práctica médico. El Dr. C.A.S nos enseña que no hay que tener miedo ala muerta, que debemos guiar a nuestro paciente en esta es que vemos que no p o d e o s s a l va r s u v i d a . D a r l e s a c o n o c e r s u me n s a je :
El que ha sido capaz en su vida de crear, amar y reír, su muerte será creadora ya que su amor imperará a sus seres queridos, las lágrimas que lloraran su muerte serán enjuagadas por el recuerdo de su vivir pleno.
En cuanto a su papel en e l amor el medico tiene una forma distinta de amar. Si bien e xisten diferentes tipos de a mor, el más importante es el que se convierte en un impulso. El medico siente una forma especial de amor, este se manifiesta como el afecto y apego a s us pacientes, además de la dedicación a e l l o s . E s p o r e s o q u e n o e n l a v i d a d e u n m é d i c o e xi s t e u n s o l o amor, porque este se transforma y crece de acuerdo a cada paciente que llega a su vida. M i e n t r a s t a n t o e l p a p e l d e l m é d i c o e n l a r e l i gi ó n e s p e r mi t i r q u e su paciente exprese y practique plenamente su religión, El medicucho sabe que el hombre necesita confiar, creer, tener una esperanza suprema, él es consiente que no debe juzgar la religión de sus enfermos ya que en los momentos difíciles son en los que nos aferramos más a ella; entonces el hecho de cuestionarla seria aprovechar ese momento de fragilidad y cusirle un daño peor, atentando contra nuestra misión que es devolver y cuidar la salud.
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7. ¿Cómo te miras en un futuro como médico?
En primer lugar me veo como un miembro activo de la sociedad médica. Llenándome de distintos conocimientos que me ayudaran a ejercer mejor mi profesión, no por ansias de ser reconocida, sino p o r e l u s o q ue l e p ue d o d a r . He decidido, que los primos años, después del residentado, seré p a r t e d e mé d ic o s s i n f r o n t e r a s , u na o r ga n i z a c i ó n mé d i c a y humanitaria internacional que aporta su ayuda a las víctimas de desastres naturales o humano y de co nflictos armados, sin ninguna discriminación de raza, sexo, religión, filosofía o política, pues creo que el médico debe ser universal, su misión es devolver la salud a TODOS, no solo a los que él cree merecedores, nosotros no somos quienes para juzgar a quien debe mos ayudar y no, nosotros solo ayudamos a las persona enfermas o heridas en cualquier forma Me gustaría especializarme en alguna rama pediátrica, ayudar a los niños a tener una vida mejor, salvarlos si es que esta e n mis manos, y en el peor de los casos a yudarlos a llevar una vida plena, sin dolo y feliz. Muchas personas me dicen que no sea pediatra, no e ntiendo su reacción a esto, pues creo q ue los niños enfermos son personitas que no han tenido la oportunidad de disfrutar de su vida, que de repente de ser niños y jugar, pasaran a sentirse cansado y estar en un hospital, creo que los niños son los que ben ser cuidados y salvados, porque en ellos está el futuro de nuestro país. Quiero llevar mi carrera de una forma plena y feliz, ir a trabajar sabiendo que es lo que amo. Ya llevo dos años estudiando medicina, dos años de desvelos y de sacrifico, dos años en los que no me arrepiento de mi decisión, dos años en los que ya he aprendido a amar mi carrera y que todos los sacrificios que realizo valdrán la p e n a c ua nd o v e a a mi p r i me r p a c i e nt e r e c ue r d o , d e d ic a r me u na sonrisa y decirme: “Gracias doctora”
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V. C O N C L U S I O N E S : Tras varios momentos buenos Y sorpresas pasados en la carrera tengo la certeza de que elegí bien, que esto es lo que quiero hacer que todo este camino que he decidido seguir me llevara a la felicidad y aunque a veces me siento cansada y pienso en tirar la toalla, me doy cuenta que me sentiría pero sin o estudiara medicina, que me sentiría esclava de otra carrera, porq ue para mí estudiar medicina ya es mi vida. Estoy satisfecha de poder haber aprendido lo que define completamente la medicina, y la capacidad que tiene de aliviar el sufrimiento de las p e r s o na s . 1. Hoy sé en qué co nsiste el significado completo de ser médico, y estoy aún más ilusionado con la tarea que he elegido. Como una vez dijo un profesor en clase: “El que sólo sabe medicina, ni medicina sabe”.
2. La medicina de hombres trata al enfermo no a su enfermedad y cada enfermo tiene su historia y propio desarrollo. 3. El secreto de la medicina moderna es saber oír. 4. El ejercicio de la medicina es arte y ciencia
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VI . P R E G U N T A S : 1. El ejercicio de la medicina es: a) Ciencia b ) C o n o c i m i e n t o c) Arte
d) A y C e ) N . A 2. Papel del médico ante la muerte: a) Se deprime b) Prepara al paciente y familia c ) N o l o a c e p t a d) Informar a la familia e ) N . A 3. El rol del médico en la sociedad actual: a) Recetar medicamentos b ) D e v o l v e r l a s a l u d c) Juzgar al paciente d) Hacer historias clínicas e) Comentar los problemas del paciente con pe rsonas ajenas al área
4. Medicina de hombres es: a) Tratar enfermedades b ) T r a t a r s í n t o m a s
c) Tratar al paciente como unidad d) Tratar al paciente según lo que dice su familia 5. La interrelación medico sociedad se basa en: a) Vocación b ) D i s c i p l i n a c) Competencia d) Compromiso
e) Todas las anteriores
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6. Los mejores libros son: a ) N o v e la s b) Científicos c ) N a r r a t i v o s d) Drama e) Historietas e) Todas las anteriores.
7. Medicina de almas es: a) Psicología b ) P s i c o p a t o l o g í a c) Psiquiatría d) Patología e) Semiología 8. Debemos escoger a nuestros maestros a) Porque me deja poca tarea b ) S o n m á s e x i g e n t e s c) Por su actitud frente al paciente d) Porque nos hacen participar en sus clases e) Porque se preocupan por nuestro futuro 9. Es importante para el medico desarrollar a) autoconocimiento b ) p e r s o na l i d a d c) A y B d) Economía e) Respeto 10. El secreto de la medicina moderna es: a) Ver b) Oír c) Palpar d) Analizar e ) N . A
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VII. BIBLIOGRAFÍA
Julio Zarco, el arte de ser médico: sanar, cuidar, acompañar, Madrid, España 2013
Rev Cubana Med Gen Integr,Diez consejos útiles en la práctica médica, 2004
Carlos Alberto Seguín, Tu y la medicina, Lima, Perú 1999
http://es.slideshare.net/dayelina/vocacin-mdica
;
Dayelin
Alvarez: Vocacion Médica.
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1 025-55832013000200009 ; Alberto Perales, Alfonso Mendoza, Elard Sánchez: Vocación médica; necesidad de su estudio científico
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VIII. ANEXOS
Vocación medica: (http://www.mancia.org/foro/articulos/52877-reflexionvocacion-medica.html) Siempre se ha hablado mucho sobre la vocación médica, que se ‘debe tener’ para el ejercicio de una carrera en salud. Pero siempre ha sido difícil definirla, incluso por aquellos que han elegido hacer carrera ‘en la salud’. ¿Qué es, al fin y al cabo, la vocación? Antiguamente la definición era casi mística: era un estado de inspiración, un llamamiento, una convocación casi religiosa a realizar una tarea. Originalmente se asocio al llamamiento a la vida religiosa, debido a que se consideraba especial la vocación de aquellos que renunciaban a la ‘vida material’ (con todos sus votos
de silencio, castidad, pobreza, etc.) en pos de la búsqueda espiritual. Con el paso de los años, el uso cotidiano ha ido banalizando en forma implícita la definición misma: hoy la Real Academia define la vocación como una ‘inclinación’ por una profesión o carrera. Como si pudiese tener ‘vocación por el fútbol’ simplemente porque me gusta jugar los fines de semana con mis amigos, o ‘vocación por la matemática’ simplemente porque me
gustan los números. Ya no parece asociarse a un compromiso de vida, sino simplemente por una búsqueda de placeres pasajeros. Al punto de que hoy en día existen profesionales en explicarnos nuestra vocación si realizamos una batería de pruebas de ‘orientación vocacional’.
Esto hace aún más difícil el acercamiento a descubrir que es la vocación médica. ¿Es simplemente una ‘inclinación’? ¿Alcanza simplemente con eso para llegar a la
autorrealización ejerciendo una carrera de la salud? Reflexionemos sobre dos aspectos. Ante la pregunta de ¿por qué estudiar medicina? existen dos respuestas previsibles: la fascinación con el cuerpo humano, con la biología exquisita del mismo, explorarlo y conocerlo, y el deseo de asistir, de servir, de ayudar al prójimo. Podríamos dejarlo aquí, y contentarnos con estas dos ideas, pero si escarbamos bajo la superficie quizás encontremos alguna explicación, que más adelante nos permita explorar la ingenuidad del estudiante y la frustración de los médicos.
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El primer aspecto es el del conocer: la curiosidad y la fascinación por el conocimiento como primer motor de la vocación médica. Pero si la fascinación fuera simplemente científica, muchos estudiantes de medicina podrían haber elegido tranquilamente una carrera en física o matemática, ciencias que se ocupan de la materialidad del universo y de desentrañar sus incógnitas. Pero la medicina es la única ciencia donde se cruzan en forma más íntima el mundo material y el mundo espiritual para definir la condición humana. De aquí, en parte, eso de que la medicina es ‘ciencia y arte’: ciencia, porque estudiamos
procesos químicos, físicos y biológicos. Arte, porque sabemos que realmente sabemos muy poco, y que hay muchas cosas que subyacen al hombre, muchas de las cuales ni siquiera estamos seguros de que sean una mera cuestión orgánica. La ciencia de la medicina esta íntimamente ligada a temas que siempre fueron grandes incógnitas para la humanidad. La mente y el cuerpo, la racionalidad y emocionalidad, pero especialmente a las dos grandes preguntas que se ha hecho la humanidad: el sentido de la vida, y lo que subyace a la muerte. ¿Podría ser que nos acerquemos a la medicina en busca de respuestas a estas dos preguntas trascendentales de la humanidad? ¿Acaso nuestra fascinación con ‘la máquina humana’ es con el aspecto orgánico, o con esa aparente relación entre lo
orgánico y lo aparentemente inorgánico de la mente y la emoción humana? ¿Nuestra fascinación no será en realidad con poder buscar respuestas a nuestras propias incógnitas sobre la condición humana? Finalmente esta el aspecto más humano. Eso de que ‘quiero ayudar a las personas’. ¿Acaso
ese deseo no se fundamenta en lo anterior? El ser una influencia positiva en la vida de las personas: ¿no se fundamente en el deseo de ser trascendente? Ante la incógnita de la condición humana: ¿no buscamos todos, incluso aquellos que reniegan de los pacientes o se dedican a investigar en ratas, el servicio al hombre, y la mejora de la condición humana? La diferencia es la aproximación: en forma individual, paciente a paciente, o en forma más global, impactando en forma positiva sobre la población. En fin: vocación de servicio. No es casual que muchos médicos y estudiantes de medicina se vuelquen al mismo tiempo a la docencia. ¿Será esa la verdadera vocación médica? El deseo de Ser trascendente, de haber pasado por el mundo en forma activa y positiva, buscando aliviar aunque sea un poquito el sufrimiento inherente a la condición humana. La lucha constante contra el mal del mundo como motor de nuestra autorrealización. En fin: vivir no solo para nosotros, sino también para los demás.
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Vocación médica; necesidad de su estudio científico
Medical vocation: need for its scientific study Alberto Perales, Alfonso Mendoza, Elard Sánchez Instituto de Ética en Salud, Facultad de Medicina, UNMSM.
Resumen Objetivos: Delimitar la vocación médica como objeto de investigación y plantear hipótesis para permitir su estudio científico. Métodos: Revisión de la literatura internacional y nacional pertinentes, elaborando preguntas de investigación. Resultados: La literatura revisada muestra una insuficiente delimitación del problema, pobre presencia del método científico para su estudio y abundancia de reflexiones de médicos paradigmáticos sobre su esencia. Conclusiones: Frente al riesgo actual de la deshumanización del ejercicio de la medicina y de los sistemas de atención de salud de someterse a la presión económica de las leyes del mercado, urge crear conocimiento válido sobre la vocación médica, para que las Facultades de Medicina puedan aplicarlo, tanto en los exámenes de selección de candidatos cuanto en el proceso de formación profesional. Palabras clave: Vocación médica, educación médica.
Abstract Objectives: To delimit medical vocation as a research issue and to propose a hypothesis for its scientific study.Methods: Review of pertinent international and national bibliography to elaborate the research questions.Results: The medical literature reviewed shows insufficient problem delimitation and poor presence of scientific method for its study as well as abundance of thoughtful reflections of paradigmatic physicians about its essence.Conclusions: Upon current dehumanization risk of medical practice and Health Care Systems to surrender to the professional market economic pressure, it is urgent to produce valid knowledge on the issue of medical vocation to allow Schools of Medicine to apply it in candidate’s selection exams as well as during the professional academic process. Key words: Medical vocation, medical education. El presente trabajo constituye la primera publicación sobre una línea de investigación iniciada en el 2008. Aspira a delinear el tema, motivo de las indagaciones, y a proponer las preguntas
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de investigación cuyas respuestas serán dadas a conocer secuencialmente en sucesivos trabajos.
ORIGEN DE LA VOCACIÓN MÉDICA En todas las culturas, el médico ha sido uno de los ejes centrales de la sociedad y a quien se le ha permitido el acceso a la intimidad del paciente con el propósito de devolverle la salud o protegerla. Desde épocas primitivas en que sus ancestros profesionales correspondieron a los medicinemen o personajes similares, pasaron milenios hasta llegar al periodo hipocrático. La medicina fue enseñada entonces a una élite escogida, usualmente hijos de los propios médicos, quienes eran formados tutorialmente. En el Perú, Miguel Rabí señala que: "Los primeros médicos y cirujanos que prestaron servicios y atendieron a la población, tanto natural o autóctona como a la recién establecida, fueron profesionales españoles premunidos de los correspondientes títulos y autorizaciones de ejercicio, que trasladaron el vasto conocimiento de la medicina occidental" (1). Tales médicos dieron muestra de acendrada
vocación y servicio, pues debieron enfrentar riesgos no previstos y realizar múltiples esfuerzos por adaptarse a un mundo por ellos desconocido. Con el despliegue de la medicina científica, la sociedad actual ha creado instituciones formadoras con diversas exigencias de ingreso. La mayoría de ellas, asumiendo que los candidatos postulan premunidos de una vocación firme, soslayan la evaluación de esta variable y seleccionan a los nuevos alumnos fundamentalmente sobre la base de una evaluación cognoscitiva. Sin embargo, el incremento de las demandas que recibe el Colegio Médico del Perú por comportamientos reñidos con la ética profesional (Comentario del ExDecano del Colegio Médico del Perú, Dr. Amador Vargas Guerra, 2007), obliga a pensar que el proceso de selección de los futuros médicos del país viene mostrando fragilidades y que los exámenes de admisión debieran tener, a la par que una evaluación de conocimientos, otra orientada a evaluar la vocación por la medicina. Hay, sin embargo, experiencias positivas en esta línea; por ejemplo, la obligación que tienen los postulantes de medicina a las universidades alemanas de efectuar un período de prueba como auxiliares de enfermería, mediante el cual se evalúa a los postulantes en cuanto a sus motivaciones y habilidades para seguir la carrera médica. Las preguntas que nos planteamos sobre vocación médica son: ¿se nace con ella? ¿se logra en virtud de algunas experiencias o variables? o ¿se la aprende gradualmente en virtud de un proceso aún no bien entendido? Estas interrogantes no tienen, hasta donde hemos podido revisar, respuestas precisas. La mayoría de las explicaciones formuladas suele depender de la opinión experta de médicos notables que reflexionaron seriamente sobre el tema, aunque sin ceñirse, en sentido estricto, a las exigencias del método científico.
EL SIGNIFICADO DE LA VOCACIÓN
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Etimológicamente, el término vocación deriva del griego xλήσις y del latín vocatio, de vocatum, que significa ‘llamar’. Se trataría, así, de un llamado hacia una ocupación, profesión o actividad cualquiera; en el caso de nuestro estudio, a la medicina. De modo general, se le comprende como una amplia gama de características personales, en virtud de las cuales un individuo expresa mayor afinidad por ejercer una determinada función en detrimento de otra (se deduce que aquel que no tenga vocación para una actividad funcionará por debajo de lo esperado comparado con el que sí la tiene). Nicola Abbagnano señala que el término fue originariamente uno de los conceptos fundamentales del cristianismo paulino, graficado en la sentencia: "Quienquiera sea llamado a una vocación, permanece en esa" (Ad Cor, I, VII, 20). Sin embargo, Abbagnano diferencia claramente el concepto ‘vocación’ del de ‘aptitud’, ya que un individuo puede sentirse atraído por una
determinada actividad, para la cual puede o no ser apto. En tal sentido, una vocación puede, paradójicamente, convertirse en un callejón sin salida, puesto que sintiéndola alguien por una carrera específica, este pudiera no tener aptitudes para la misma (2), concepto que Cazorla resume en el contraste del "quiero ser " y el "puedo ser" (3). García-Huidobro Diego y col, en un estudio en el que exploran las aptitudes de los médicos, estudiantes de medicina y personal del equipo de salud, logran evidenciar que entre las cualidades del ‘buen médico’ destacan las características técnicas, comunicacionales y
espirituales (4). Según Arruda PCV y Millan LR, estas aptitudes fueron clasificadas por Pacheco e Silva (5) en: a) aptitudes menores, que incluyen aptitudes psicológicas y físicas, que pueden ser adquiridas tanto por medio de la inteligencia como por experiencia (condiciones intelectuales, capacidad de expresión, buen estado físico, entre otras); y b) aptitudes mayores, que son, en general, las aptitudes morales. En estas últimas se incluiría la llamada vocación (5). En cuanto a la vocación médica, Carlos Alberto Seguín señalaba que se la percibe en un médico cuando este: "no mira al enfermo como a un conjunto de órganos o sistemas que funcionan mejor o peor, sino como a un semejante, un hermano que sufre... y que, detrás (de tal afán) se hallan, como siempre, una serie de factores profundos, generalmente de naturaleza afectiva, episodios importantes ocurridos en la infancia y en la relación con seres queridos o cercanos que han orientado la inquietud en ese sentido" (6).
LA VOCACIÓN COMO ACTO DIVINO Históricamente, las primeras respuestas a esta pregunta fueron propuestas en el marco de lo mágico-religioso, considerándola, sea como un don otorgado por los dioses, como un llamado divino, sea como evidencia del destino. Así, la Plegaria del Médico de Maimónides (11351204) se inicia implorando a "Dios Todopoderoso" y señalándole que él "lo ha elegido para velar por la vida y la salud de todas sus criaturas". Y el Juramento Hipocrático, esencial documento de la ética médica, primariamente adjudicado a la autoría de Hipócrates (460 AC) y luego aceptado como parte del Corpus Hippocraticum -colección de escritos médicos de épocas y escuelas diversas recopilados en el siglo III A.C. por la Biblioteca de Alejandría-, se inicia con un juramento que pone por testigo al Dios Apolo, hijo de Zeus, a Asclepio, y a Higeia y Panacea (hijas de Asclepio).
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Asclepio o Asclepius, traducido al latín como Esculapio, en una carta que dirige a su hijo, describe uno de los motivos que impulsa al hombre a dedicarse a la medicina, y dice: "Pero si te juzgas pagado lo bastante con la dicha de una madre, con una cara que sonríe porque ya no padece, por la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte, si deseas conocer al hombre y penetrar en lo más trágico de su destino, entonces hazte médico, hijo mío." (Kotow, citado por Gonzales) (7). Honorio Delgado apunta que "Los Asclepíades actuaban convencidos de la intervención divina en las curaciones, y nadie penetraba en un asclepeión sin el espíritu purificado y dispuesto a fomentar santos pensamientos. En todo médico genuino sucede fundamentalmente lo mismo, pues no puede concebir el ministerio de curar sin esa especie de posesión. Ciertamente que hoy no creemos estar en comunión con fuerzas mágicas (como los primitivos medicine-men) ni ser guiados por dioses (como los Asclepíades) en el ejercicio de nuestro arte, pero toda nuestra vida profesional es dirigida e iluminada por una fe íntima en la idea de la medicina. Esta fe es la sustancia esencial e inmutable de la vocación médica a despecho de las varias condiciones históricas del ejercicio profesional, sustancia gracias a la cual ser médico no constituye simple ocupación utilitaria. Olvidarla o preterirla significa trivialidad, desmedro, desnaturalización, trabajo forzado o charlatanismo" (8).
Basado en este concepto, Delgado precisa las siguientes condiciones básicas del médico: 1) Fe en la medicina (vocación); 2) Don de humanidad y abnegación; 3) Sensibilidad y discreción; 4) Talento artístico; y termina sentenciando: "Si se quiere iniciar los estudios de medicina con probabilidades de llegar a ser un facultativo idóneo, hay que poseer tres condiciones especiales: vocación, aptitud y preparación fundamental", señalando, además, que: "Tratándose de la medicina no hay procedimientos que permitan reconocer la vocación correspondiente" (9).
Posteriormente, la literatura médica se muestra profusa en comentarios sugestivos aunque más como fruto de experiencias personales o reflexiones de médicos paradigmáticos que de datos provenientes de una investigación científica. Así, por ejemplo, Gregorio Marañón afirmaba que la vocación médica lleva al médico a entregar su vida a la misión elegida manifestándola en amor invariable por el que sufre, cuanto en la generosidad con que presta su ciencia, cuanto en la conciencia cierta de que adonde no puede llegar el saber, llega siempre el amor (9). Arruda PC & Millan LR señalan, por ello, con acierto, que para Marañón, la vocación médica genuina era muy similar al amor, sentimiento que exige exclusividad del objeto amado y total disposición a servirlo. Y lo diferencia del concepto ‘querer’, sentimiento que induce al sujeto a buscar que poseer el objeto querido -por ejemplo, una mujerconstituyendo, así, una pasión interesada. En contraposición, el ‘amor’ busca al objeto amado sin quererlo para sí , sin intención de poseerlo. Esta diferencia se refleja en la expresión"A Dios se le debe amar, no querer" (5).
En el Perú, el concepto de amor ha sido brillantemente analizado por Seguín y diferenciado en varios tipos. El amor que un médico de genuina vocación experimenta por sus pacientes se caracteriza por ser ‘un amor incondicionado’, es decir, que no pide nada a cambio y lo da todo. Tal sentimiento se traducirá en su Eros Terapéutico, aquella pasión y placer que
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experimenta el galeno por lograr la curación del paciente (10). Este mismo concepto se grafica en el aforismo de Balint: "el médico es el remedio más usado en Medicina" (11).
IDENTIDAD VOCACIONAL Y ELECCIÓN PROFESIONAL De Arruda C V y Millán L R, citan a Hackman R y Davis J. (5), quienes señalan que "la elección adecuada de una profesión dependería de la identidad vocacional. Esta se imbricaría con el proceso de diferenciación del Yo que corresponde al desarrollo normal de la personalidad". Herbert Ginsburg (12), según la escuela psicoanalítica y apoyándose en las experiencias derivadas de psicoanálisis aplicado a estudiantes de medicina, postula que para lograr la identidad vocacional el individuo pasa por tres fases: 1. Fase de Fantasía: en la cual el niño piensa en una profesión en términos de fantasía o sueño, sin comprensión cabal del esfuerzo que requiere su logro. En este periodo, el niño desea seguir el ejemplo de aquellos personajes que admira. 2. Fase de Escuela: basada en los valores personales, en la cual el sujeto piensa en una profesión en términos de realización como persona humana. 3. Fase Realista: en plena adolescencia, alrededor de los diecisiete años, y en la cual comienza a explorar las posibilidades concretas de su opción profesional, y el alumno debe lidiar con su elección de carrera al mismo tiempo que con la autoafirmación de su Yo e identidad. Debe remarcarse, en este sentido, que el ingreso a la carrera médica se concreta, en promedio, a mitad de la adolescencia, hacia los 16 años. Los factores que llevan a un individuo a estudiar medicina son multiformes y de naturaleza variada (unos conscientes y otros inconscientes). Jeammet P y col. (13) sintetizan dos trabajos de Sambuc y Missenard sobre el tema. El primero, a través de entrevistas con 200 estudiantes de Marsella, plantea los siguientes factores para escoger la profesión médica: 1) comprender; 2) ver; 3) prestigio de saber, deseo de contacto; 4) prestigio social; 5) aliviar a los que sufren; 6) atracción por el dinero; 7) necesidad de ser útil; 8) atracción por la responsabilidad; 9) atracción por la reparación; 10) profesión liberal; y 11) necesidad de seguridad. Missenard, siguiendo criterios estadísticos, los clasifica en tres grupos: a. Intereses humanitarios: deseo de cuidar, de curar, de dedicarse, de hacer contactos. b. Interés científico: por la biología, las ciencias experimentales y humanas, otros intereses teóricos. c. Posición socioeconómica y personal: interés pecuniario, posición social, búsqueda de prestigio, deseo de seguridad personal (Este último parámetro aumenta a medida que la carrera transcurre como consecuencia de una pérdida gradual de los intereses humanitarios) (5).
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Existen además, otros factores inconscientes identificados a partir de la información tomada del tratamiento psicoanalítico de los estudiantes. Entre ellos: a) el deseo de ver o saber sobre los grandes tabúes de la humanidad, el sexo y la muerte; b) el deseo de reparar; y c) el deseo de poder. Aparte de ello, existen factores de orden individual como fruto de experiencias personales (5).
LA NECESIDAD DE INVESTIGAR CIENTÍFICAMENTE LA VOCACIÓN MÉDICA La ciencia plantea que el avance del conocimiento válido, indispensable para la solución de los problemas, se logra a través de la aplicación del método científico de investigación. En este sentido, los aportes de la investigación científica al tema de la vocación son escasos y, en nuestro país, hasta donde hemos podido revisar la literatura nacional, prácticamente inexistentes. Por otro lado, la medicina moderna, incorporando, en un sentido amplio y a partir de la definición de salud, la actividad de todas aquellas disciplinas que tienen que ver con el cuidado de la misma, sufre actualmente el embate de diversas influencias, particularmente económicas, que afectan la esencia de su práctica profesional. Tales variables han modificado profundamente los sistemas de atención de salud, exigiéndoles prioritariamente ya no calidad sino productividad y rentabilidad. Esta influencia crematística en los sistemas de atención de la medicina occidental sería la responsable, en parte, de la creación no planificada de instituciones formadoras de profesionales médicos. El Perú cuenta, actualmente, con 32 Facultades de Medicina y algunas otras en lista de espera. Lamentablemente, no todas ellas reúnen los parámetros de calidad, especialmente de infraestructura y cuerpo docente propio. Como consecuencia, el número de médicos que egresa anualmente de estas instituciones para ingresar al mercado laboral ha superado ya las proporciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. A ello hay que agregar el volumen de estudiantes peruanos que habiendo estudiado en otros países retornan al país para ejercer su profesión. Estudios nacionales sugieren que, superada la proporción espacio de mercado/ población profesional , los índices de inconducta médica aumentan, incluyendo actos de corrupción(14). En el Perú no se sabe cuántos estudiantes de medicina que terminan su carrera trabajan en otra actividad y no ejercen la medicina (¿escurridero de vocaciones mal definidas?). Cabe por ello preguntarse: ¿la vocación médica genuina de un estudiante lo ayudará a ser mejor médico en beneficio de la sociedad? Y si así fuera, ¿en qué consiste y cómo se forma tal vocación? Y de no ser así ¿puede una institución formadora brindar las experiencias necesarias al estudiante para fortalecer en él/ella tal vocación? Gonzáles Menéndez acota: "es necesario que los objetivos educativos orientados al desarrollo de lo cultural y espiritual en nuestros estudiantes no descansen en la personales… sino que sean planificadas… y espontaneidad implícita en las vivencias inter reforzar así en forma consistente lo que constituye el pilar fundamental de nuestra misión social: la vocación médica… El distanciamiento de estos principios, progresivamente acusado en medios neoliberales, conduce a una enseñanza profesional en la que se tiende
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peligrosamente a enfatizar la información sobre la formación, la técnica sobre la compasión, la instrucción sobre la educación y la habilidad sobre la espiritualidad… Egresan así médicos cada vez más actualizados, pero menos sensibles; cada vez más técnicos, pero menos involucrados; cada vez más entrenados, pero menos disponibles; cada vez mejor equipados, pero menos integrales; cada vez más automatizados, pero menos humanizados; y cada vez más capaces de hacer, pero menos de ser " (15).
En tal perspectiva, se ha denunciado la pendiente deshumanizante que caracteriza a la medicina moderna, inundada de tecnología y de variables económicas en su práctica (16), todo lo cual ha generado un fuerte movimiento bioético y de ética profesional que clama por la recuperación de la vigencia del acto médico, el fortalecimiento de la relación clínica en su carácter de encuentro interpersonal, y por el respeto a los derechos de los pacientes (17). La necesidad de obtener datos más sólidos que nos orienten al conocimiento cierto de cómo nace la vocación médica y a qué variables se asocian sus orígenes es, por las razones expuestas, de urgente necesidad. Aquí cabe, sin embargo, una precisión. La vocación de una persona se gesta en el núcleo de una compleja trama de experiencias en las que, de manera singular, se entreteje lo biológico, lo psicosocial y lo cultural. Por tanto, el saber cómo es que esta decisión cristaliza a lo largo del periplo vital del individuo, tal vez permanecerá siempre como algo enigmático. Mario Vargas Llosa, hablando de la vocación del novelista, ha dedicado mucho de su reflexión – a través de diversos ensayos- a este tema. Analizando la obra de García Márquez anota: "el porqué escribe un novelista está visceralmente mezclado con el sobre qué escribe: los "demonios" de su vida son los "temas" de su obra. Los demonios: hechos, personas, sueños, mitos, cuya presencia o cuya ausencia… se grabaron a fuego en su memoria y atormentaron su espíritu, se convirtieron en los materiales de su empre sa de reedificar la realidad…" (18).
Como vemos hay similitudes dignas de ser subrayadas entre la vocación del médico, del sacerdote o del narrador. Más, volvamos a lo nuestro. Lo formidable del desafío que enfrentamos no significa en modo alguno abandonar la tarea de seguir interrogándonos y de seguir buscando respuestas. La investigación nos llevará hasta las fronteras de ese núcleo – el de las decisiones de orden moral-, aun aceptando que sobrepasar esos límites para penetrar en la entraña misma del fenómeno vocacional sea acaso una tarea inacabable. En este terreno, no nos hagamos ilusiones, raramente hallaremos certezas – que es lo que la ciencia busca-; a lo más que podemos aspirar -y ello no es nada desdeñable- es a conocer ciertas probabilidades.
CONCLUSIÓN Y RESPONSABILIDAD DE LAS FACULTADES DE MEDICINA En los actuales momentos en que el ejercicio de la medicina y las políticas de Atención de Salud vienen permitiendo la intrusión de terceras partes conectadas a intereses económicos, la profesión médica enfrenta el riesgo de mercantilizarse y, por ende, de deshumanizarse. El estudio de la vocación médica como problema científico surge entonces con carácter de prioridad, pues el alumno, de no contar con una vocación consolidada sobre valores morales, será fácil presa de un mercado profesional, en el que la medida de la competencia no esté
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dada por la calidad y la seguridad en el cuidado integral de la salud tanto individual como colectiva, sino por factores predominantemente económicos, desvirtuándose así la esencia misma del quehacer médico. Desde esta perspectiva, la tarea de las Facultades de Medicina será evaluar si el candidato a estudiar medicina tiene o no vocación genuina y desarrollar estrategias tanto para discriminar esta importante variable en los exámenes de ingreso como para ayudarlos a consolidarla, pues las competencias -técnicas y actitudinales- que caractericen al producto que egrese de sus aulas repercutirá en la sociedad a la que debe servir. Para todo ello, los centros formadores de recursos humanos en medicina requieren de sólido conocimiento del tema que les permita tomar las decisiones correctas. A ello apunta la línea de investigación que proponemos.
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Financiamiento: UNMSM, Código de Proyecto: 080120341 (Primera publicación sobre una línea de investigación denominada: Vocación Médica y su utilidad para la selección de postulantes a medicina).
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