LA MEDICINA EN MESOPOTAMIA
La Mesopotamia región del norte del Golfo Pérsico en el Oriente Medio, entre dos bíblicos ríos: Tigris y Eufrates, hace IV y V milenios a.C. este "Valle entre dos ríos" fue sede de unas extraordinarias civilizaciones y el centro más importante de la cultura humana; en Mesopotamia surgieron y existieron los Sumerios con su capital Ur, Accadia, Babilonia y Asiria con su capital Ninive, podriamos recordar algunos de sus mejores reyes, héroes de leyenda como Sargon en Accadia, Azurbanipal en Asiria, Nabucodonosor, Nabucodonosor, en Caldea, Caldea, Hammurabi en Babilonia, este último codificó una serie de leyes entre las que resaltan las relativas al ejercicio dela Medicina y Cirugía. Mapas de la Mesopotamia
El concepto del cuerpo en la antigua Mesopotamia difería un poco del concepto actual, así mismo es un reflejo del desarrollo de la sociedad, para ellos la dualidad cuerpo-alma no existía, el lenguaje sumerio junto con sus respectivas traducciones al acadio proveen tres formas de referirse al cuerpo: -Su o su-bar (zumru en Acadio) : Se refiere a la estructura externa así a la conformación de un conjunto (cuerpo de una ciudad, cuerpo de un texto), también es sinónimo de imagen y desnudez. - ša (Karsu o Libbu en Acadio): Originalmente se refiere al corazón, se refiere a la totalidad no sólo a los órganos del cuerpo, sentimientos y pensamientos –deseos,planes- se incluyen aquí (Pues no estaban reservados para una entidad intelegible) aunque la inteligencia se denominaba g e s t u , que implicaba la adquisición de estas cualidades por medio de la escucha. -dim (Binâtu o Binûtu): Significa creación o cretura, también se usa para denotar la forma de esculturas y estatuas y para nombrar a toda la humanidad (Como creación) Cabe anotar que en la antigua mesopotamia además de los sexos (géneros) convencionales, se admitía un tercer sexo bien sea ambiguo o asexual y existía una palabra de género neutro para referirse a la persona sin discriminar por su sexo o el género que asumía o para denotar un cuerpo ambiguo.
Las más antiguas fuentes médicas escritas provienen de las civilizaciones Mesopotámicas y Sumerias, ya desde la Mesopotamia tenemos tabillas de arcilla grabadas con un estilete, en escritura cuneiforme y han subsistido hasta hoy, al igual que la biblioteca de Hammurabi – 1700 a.C. en Mari y la de Azurbanipal – 630 a.C. en Ninive, en 1902 fue encontrada en Susa una columna de basalto negro de 4 metros de alto esculpida; hoy en el museo del Louvre, era el famoso Código de Hammurabi – 1720 – 1686 a.C., que regula la actividad de los médicos y en los cuales hasta se establece los honorarios y las multas, en este código se describe el gran desarrollo de la higiene pública, los drenajes de agua negra, la construcción de escusados, muchos artículos del cuerpo legal médico, la regulación del aborto, las transgresiones sexuales, la estructuración del ejercicio de la profesión médica, normas reguladoras de la vida social, fue el primer código escrito de leyes de la humanidad, grabado en escritura cuneiforme en torno a la columna del soporte, el rey aparece ante la divinidad que le entrega dichas leyes; pero el más antiguo documento médico conocido es una tablilla sumeria del tercer milenio con quince recetas médicas, encontradas en Nippur, en 1974 se descubrió la biblioteca del palacio Real de Ebla con más de veinte mil tablillas de arcilla, muchas de las cuales con información de los medicamentos utilizados, así mismo existen inscripciones referentes a medicinas en varios monumentos y las fuentes escritas son principalmente en tablillas. Los conceptos terapéuticos Asirio – Babilónicos se basaban en la creencia de que todos lo fenómenos terrenales o cósmicos se encontraban subordinados a la voluntad de los dioses por eso el carácter teurgico de la medicina. todas las dolencias o maléficios producidos por demonios, o las curas se explicaban a través de una correlacion entre dioses, quien hace copiar todos lo clásicos de la literatura Sumeria y Babilónica para su biblioteca de Ninive, que fue destruida a la caida de Ninive y redescubiertos por Sir Layard – arqueólogo inglés.
En la Medicina mesopotámica, la dolencia era un castigo divino, originado por una falta, por eso la intervención del médico o sacerdote se iniciaba con una confesión doliente, y la curación tenía un tinte de purificación a través de la catarsis, y atribuida al contenido mágico del medicamento; algunos aspectos de la medicina mesopotámica al igual que la griega, romana, egipcia, surgen de la mitología y desde Mesopotamia se ha utilizado la serpiente como símbolo médico y tiene su origen en la leyenda sumeria del héroe Gilgamesh que se basaba en la figura de un rey sumerio del tercer milenio con múltiples aventuras, una de las cuales refiere que Gilgamesh se sumerge hasta el fondo del mar para coger la planta de la eterna juventud, a su regreso en un momento
de descuido una serpiente le roba y engulle la planta, rejuveneciendo, mudando su piel y curaba las enfermedades. El arte médico mesopotámico, sumerio, Babilónico se reunía en tres categorías de sacerdotes, pero sólo una trataba directamente con el enfermo Baru se ocupaba del diagnóstico , causas de la enfermedad y del pronóstico Ashipur el exorcista que arroja los demonios de la enfermedad y Asu, sanador era el verdadero médico que suministraba los medicamentos, Cuatro milenios antes de Cristo, en Asiria Caldea, Babilonia, los médicos sacerdotes utilizaban: 1) 2)
El Interrogatorio (examen de conciencia – catarsis) La adivinación, usando el fuego: Empiromancia -, el polvo : Lecanimancia. La astrología, usando los sueños la Oniromancia, la Hepatoscopía – examen del hígado o vísceras de animales sacrificados, porque consideraban al Hígado como la fuente de la vida. En el Génesis en Exequiel XII – 21 se lee "Ninrod rey de Babel Accadia en el Shinar consulta el Hígado..." Existen representaciones del Hígado en arcilla con divisiones y señales para poder identificar las lesiones.
Rey babilónico Talla babilónica
3)
Los augurios médicos, para predecir el futuro del enfermo y se derivan de la inspección de la orina, de la expresión facial, de la sangre de las sangrías, para determinar los indicios de la recuperación o muerte y la expulsión de los demonios de la enfermedad.
4)
La higiene, los mesopotámicos, fueron los precursores de la higiene personal y pública y utilizaron la profilaxis, al separar a los leprosos, expulsándolos de las ciudades y creando comarcas especiales para ellos, pues la lepra desde estas épocas ya era una enfermedad endémica.
Para los tratamientos que eran realizados por el sacerdote – médico – sanador como el Asu, médico sacerdote "que conoce las aguas", que sabia leer y escribir, religión, literatura, los secretos del rito, la magia, la adivinación y la astrología, materias que aprendían en el templo, ya que la medicina era un arte sagrado.
Pero no solamente los tratamientos médicos eran ritos mágicos, religiosos, utilizaron hasta 250 variedades de plantas medicinales, sustancias minerales, y hasta sustancias animales, emplearon el masaje, el calor, y múltiples tratamientos quirúrgicos, curación de heridas, evacuación de abscesos, flebotomías, amputaciones, trepanaciones, operaciones de cataratas, actos médicos que son relatados en las tablillas mesopotámicas.
Ya Herodoto (1 – 86 a.C.) refiere que "los babilonios traían a sus enfermos al mercado y los
paseates daban su opinión para el tratamiento". Lo más importante era que los enfermos, sus familiares o los sacerdotes gravaban en tablillas los síntomas, los tratamientos y así se crearon los mejores archivos médicos, también hay tablillas que relatan todos los inventos y creaciones de estas maravillosas culturas como es la escritura cuneiforme, jeroglífica y cursiva, inventaron la rueda, el rodillo, la polea, el tornillo, la palanca, la cuña, el plano inclinado, el calendario, las matemáticas, los pesos y medidas, el sistema decimal, dividieron el círculo, fijaron el año en doce meses, la semana en 7 días y la hora en 60 minutos, crearon la línea recta, la Astronomía, desarrollaron la música, idearon soplar el vidrio y la cerámica y un sin fin de expresiones del arte y la cultura que actualmente seguimos usando, ya que fueron los sumerios creadores de los cimientos de la civilización de ayer, de hoy y del futuro. Qué duda cabe, que tanto las enfermedades y sus remedios existieron en los seres vivos, desde mucho antes que la palabra escrita, siendo conocida la Paleopatologia como la rama de la ciencia que estudia las enfermedades desde la más remota antigüedad, mediante el estudio de los restos humanos momificados, de los huesos e incluso de los coprolitos y como no del arte prehistórico con sus pinturas rupestres, de las que podemos presumir de poseer las de Altamira, verdadera capilla Sixtina de la pintura paleolítica. No obstante, hoy nos fijaremos en la cueva de “Les trois freres”, en Francia, en la que aparece un hombre
con una cabeza de ciervo, sobre la suya, danzando y que se le ha identificado como la imagen de un chaman (curandero o sanador) y que junto con esa otra imagen, de un reno de pie sobre una mujer gestante tumbada en el suelo, nos hace pensar que están muy relacionados con las influencias mágicas.
CODIGO HAMMURABI Pero veamos la Medicina en Mesopotamia, región situada entre dos ríos el Tigris y el Éufrates, llamada con toda razón “la Cuna de la Civilización”, y que fue la primera en utilizar la escritura cuneiforme
mediante el punzamiento de determinados caracteres en unas tablillas de arcilla, hace unos 5000 años. Se puede considerar a Sumer, ciudad estado, entre las ruinas de la ciudad de Nippur, en donde se encontró la primera farmacopea del mundo y que consiste en una pequeña tablilla de arcilla de 16 por 9’5 cmtros, donde estaban escritos con caracteres cuneiformes los nombres de docenas de remedios, tanto animales como vegetales o minerales. Siendo gobernador de Babilonia, Hammurabi (1728 – 1886) la cultura llega a su máximo esplendor, irradiando su influencia sobre las civilizaciones egipcia, hebrea, griega, islámica y cristiana. Para los médicos-asirio-babilónicos la enfermedad podía ser debida a un castigo de los dioses o a causas no sobrenaturales, teniendo como precursor mítico al dios Ea y como dios de la salud adoraban a Ninib. Pero el verdadero sanador, fue el dios Ningishzida que se le representaba como una serpiente bicéfala, otro dios era Tin responsable de las cefaleas y Namturu de las afecciones de garganta, el dios de la fiebre era Nergol pero el más nocivo era “el Séptimo Espíritu”, tan perjudicial y agre sivo que no se trataba al enfermo en los días divisibles por siete. En Mesopotamia los médicos estaban clasificados en tres categorías: El Baru, representaba la máxima categoría entre los médicos y su cometido era el pronunciarse sobre la causa y la evolución de la enfermedad, su palabra era “sabia”. El “Ashipu”, tenía un papel mágico, invocaba a los demonios para que abandonasen el cuerpo del
enfermo pecador. El Asu, era el médico práctico, que usaba los remedios vegetales u otros medicamentos o incluso intervenía operando, de forma profiláctica a veces, por ejemplo cuando se castraba a los esclavos al servicio de mujeres importantes. Podían estar ayudados por los “Gallulu” o Barberos y las “Mushenigtu”
o Nodrizas, pero no estaban como los médicos, ligados a ninguna casta sacerdotal, sino que eran laicos. El Código de Hammurabi, descubierto en Susa, recoge 10 normas de honorarios como de penas, que tenían que sufrir en caso de mala praxis. Verbigracia: Si un médico le ha causado la muerte a un esclavo de un plebeyo, deberá proporcionarle un nuevo esclavo. Si cura un esclavo de otro hombre, este último deberá pagar al médico 2 ciclos de plata. Si trata a un hijo de plebeyo, recibirá 5 ciclos de plata. Si un médico ha tratado una herida grave de un hombre libre y lo ha curado, deberá recibir 10 ciclos de plata. Si un médico ha tratado la herida grave de un hombre con un cuchillo metálico y le ha causado la muerte, se le cortaran las manos. Para el diagnóstico de la enfermedad observan sus síntomas y tratan de adivinar el pecado causante de su enfermedad. Otras veces interpretan las caprichosas figuras que proyecta el aceite vertido en el agua o reflexionaba sobre la dirección del humo del incienso junto al enfermo o sea concurrían invocaciones mágicas con la aplicación de remedios naturales. Eran expertos en tratar fracturas, en taponamientos nasales y operar cataratas. Llama la atención el aislamiento del enfermo para evitar que “el Mal Espíritu” contagie a los demás.
Cualquier dios podía provocar la enfermedad mediante la intervención directa, el abandono de la persona a su suerte, o a través de encantamientos realizados por hechiceros. Durante la curación todos estos dioses podían ser invocados y requeridos a través de oraciones y sacrificios para que retirasen su nociva influencia y permitiesen la curación de la persona enferma. De entre todo el panteón de dioses Ninazu era conocido como "el señor de la medicina" por su especial relación con la salud. El diagnóstico incluía, entonces, una serie de preguntas rituales para determinar el origen del mal: ¿Has enemistado al padre contra el hijo? ¿O al hijo contra el padre? ¿Has mentido? ¿Has engañado en el peso de la balanza?
Y los tratamientos no escapaban a este patrón cultural: exorcismos, plegarias y ofrendas son rituales de curación frecuentes que buscan congraciar al paciente con la divinidad o librarlo del demonio que le acecha. No obstante también es de destacar un importante arsenal herborístico recogido en varias tablillas: unas doscientas cincuenta plantas curativas se recogen en ellas, así como el uso de algunos minerales y de varias sustancias de origen animal.9 El nombre genérico para el médico era asû, pero pueden encontrarse algunas variantes como elbârû, o adivinador encargado del interrogatorio ritual; el âshipu, especializado en exorcismos; o elgallubu, cirujano-barbero de casta inferior que anticipa la figura del barbero medieval europeo, y que encuentra homólogo en otras culturas (como el Tepatl azteca). Este sajador se encargaba de sencillas operaciones quirúrgicas (extracción de dientes, drenaje de abscesos, flebotomías...). En el museo del Louvre puede contemplarse un sello babilónico de alabastro de más de cuatro mil años de antigüedad con una leyenda en la que se menciona el primer nombre conocido de un médico: ¡Oh, Edinmungi, servidor del dios Girra, protector de las parturientas, Ur-Lugal-edin-na, el médico, es tu servidor!10 Este sello, empleado para firmar documentos y recetas, representa dos cuchillos rodeados de plantas medicinales. La invasión persa del año 539 a. C. marcó el final del imperio babilónico, pero hay que retroceder de nuevo unos tres mil años para hacer mención a la otra gran civilización del Próximo Oriente antiguo poseedora de un lenguaje escrito y de una cultura médica notablemente avanzada: la egipcia