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PSI PSI COL OGÍA FORENSE, CRIMINAL Y PENITENCIARIA
Tema
“Análisis forense en cuanto a victimología del caso de Giuliana Llamoja” Llamoja” Docente
Especialista En Medicina Legal, Criminal PNP. Juan Seclen
Estudiante
Li Quiroga Leiky Mey Derecho
Fecha
09 – 09 – 06 06 – – 2012 2012
ASO DE G IULIANA A NÁLI SI S FORENSE EN CUANTO A VI CTI M OLOGÍA DE L C
L LAMOJA La relación entre Giuliana y su madre María del Carmen Hilares Martínez (47), según la Policía, estaba ya muy deteriorada. Giuliana pensaba que su mamá la odiaba profundamente, aunque le importaba poco. Ella adoraba a su padre Luis Llamoja Flores, titular del 41º Juzgado Civil de Lima. En el 2003 ingresó con facilidad a la facultad de Derecho de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (UNIFE). Quería ser como él, jamás como su madre. María del Carmen Hilares nunca cursó estudios superiores. Hasta antes de morir, trabajaba como secretaria en la oficina de reclutamiento 34-B del Ejército, en Pueblo Libre. Era una mujer humilde y con ciertos desequilibrios, La señora Hilares enrostraba a Giuliana el fracaso de su matrimonio. Decía que por su culpa el juez Llamoja estaba a punto de abandonarla. La atormentaba con sus quejas diarias. A veces la insultaba a voz en cuello. No le permitía salir de casa. Carmen Hilares empezó a recibir tratamiento psicológico ambulatorio porque muchas veces se mostraba agresiva con Giuliana y sus otros dos hijos menores.
Peritaje psicológico asegura personalidad histriónica con rasgos disociales.-
El examen psicológico de los especialistas fue determinante. Giuliana Llamoja, la joven y bella estudiante que asesino a su madre de 65 puñaladas con un cuchillo de cocina, no muestra arrepentimiento; coincidieron en señalar Olga Fernández García y Jorge Saldarriaga, psicólogos forenses que evaluaron a la matricida tras asegurar, también, que la acusada tenía plena conciencia de su asesinato antes, durante y después de cometerlo. Los profesionales del Instituto de Medicina Legal, manifestaron en su informa que “estaba lúcida, era consciente y es normal que haya querido ocultar lo que hizo”, durante el juicio oral que se vino realizando en el penal de mujeres Santa Mónica de Chorrillos. Los especialistas manifestaron que el hecho de haber ocultado el crimen de su madre y el posterior ocultamiento, para luego bañarse por que se “sentía sucia”, demuestran que estaba dentro de sus facultades mentales, asumiendo con este acto su responsabilidad por haber matado a su madre. Al ser interrogados los peritos de criminalística que investigaron la escena del crimen, Miguel Paredes Aspilcueta y Saúl
Takuda Sagástegui, señalaron que “hubo demasiada violencia en el crimen” y que las marcas dejadas en el rostro de la víctima evidencian que los cortes fueron infringidos con un poco de fuerza. De otro lado, las psicólogas Patricia Ruiz y María Lamas mencionaron que Llamoja era individualista, porque en su declaración dijo textualmente que “si hubiese querido matar a mi mamá, no hubiese puesto mi vida en riesgo con un cuchillo”. Ruiz y Lamas, finalmente, refirieron que Llamoja Hilares tiene una personalidad histriónica con rasgos disociales lo cual indicaría que ella es inmadura, caprichosa, malhumorada y a veces inestable. La personalidad histriónica es un trastorno de la personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos, emocionales, o erráticos). Los individuos que lo padecen siguen un patrón general de excesiva emotividad y búsqueda de atención. Las personas con este trastorno suelen expresar sus emociones de manera exagerada. Suelen ser vanidosas y egocéntricas, y se sienten incómodas cuando no son el centro de atención. A menudo son seductoras en apariencia y comportamiento, ya que les preocupa mucho no serlo. Buscan continuamente a alguien que les tranquilice, que apruebe lo que hacen, y pueden enfadarse cuando alguien no les atiende o halaga. Suelen ser impulsivos y poco tolerantes a la frustración. Su estilo cognitivo es extremista, tienden a ver todo en términos de blanco o negro. Su discurso a menudo carece de detalles y es exagerado. La mayor tasa de personas que sufren este trastorno son mujeres, lo cual hace pensar que la naturaleza de este trastorno y algunas características que lo definen son estereotipos de la mujer de la sociedad occidental. El trastorno disocial se refiere a la presencia permanente de conductas distorsionadas, destructivas, de carácter negativo, y sobre todo de transgresión de las normas sociales. La relación con el mundo que lo rodea es negativa. Y como lo señala Hidalgo Jiménez “La personalidad con rasgos disociales consiste en aquel sujeto que sin tener la condición de trastorno disocial, tiende a tener ciertos rasgos de esta patología, como es impulsividad, cierta hostilidad, inestabilidad en su actuar, cierto irrespeto por las normas. Sin embargo no constituye un cuadro de trastorno disocial o psicopatía propiamente dicho, el cual es más profundo y severo.”
Impulso Mortal - Cuando el complejo de Electra lleva a la tragedia.-
El llamado complejo de Electra, fue un estudiado a fondo por Sigmund Freud quien en base a la tragedia griega, estudio con atención el afecto desmedido de una niña por su padre, tratando de robarle la atención hacia su madre. De acuerdo al psiquiatra Luis Morales, “el complejo de Electra no desencadena en un asesinato. Debe haber antes un comportamiento violento de parte de la madre”, ya que la violencia genera violencia. Todo puede empezar con una simple discusión y acabar en la barbarie. El caso de Giuliana tiene ciertos elementos que abren el debate. La muchacha, según versiones recogidas por la Policía, sufría de cierto acoso y maltrato permanente de la madre. “Sus poemas presentan componentes paradójicos relacionados con el amor-odio. La madre quiere a la hija, pero la tortura y violenta. De igual manera, la hija quiere a la madre pero la tortura”, posición sostenida por el reconocido psiquiatra Mariano Querol. Para el psiquiatra Enrique Bojórquez, el crimen perpetrado por Giuliana ocurrió en un estado “disociativo - atípico”, donde hubo una alteración repentina y temporal. “El ataque demuestra que la muchacha estaba fuera de control, no era capaz de manejarse como de costumbre” dice el doctor Bojórquez. Para él, sin embargo, la violencia en el hogar de la joven estudiante es la causa del drama. “Las emociones son más apasionadas cuando la persona es más cercana”, afirma y descarta que en este caso haya algún componente esquizofrénico. Según su diagnóstico a priori, tres impulsos gatillaron la cruel reacción de Giuliana: el odio, la pasión y los celos.