Profesorado: Joaquín V González. Materia: “Filosofía Medieval” Profesora: Díaz, María Elena. Alumno: Pirovano, Eduardo Horacio.
Fecha: 03/Mayo/2010
Agustín de Hipona. Confesiones, Libro XI.1 El concepto de tiempo.
A través de este trabajo, explicaré el concepto de tiempo enunciado por el Obispo de Hipona en su libro undécimo de su obra Confesiones. Confesiones. En el transcurso de la tarea haré mención de la estructura interna del texto; indicaré cuál es el tema central; y cuáles son los conceptos utilizados tanto para la definición de tiempo como el de otros que se desprenden de la investigación realizada por el Hiponense. A mi entender el tema central del Libro XI es definir la eternidad. Para ello, Agustín de Hipona, lo hará por la definición de su contrario, que a su entender es el tiempo. Una vez definido que es el tiempo, quedará expuesto lo que es eterno. El inicio de su investigación, como lo hace en toda la obra, empieza con una oración en la cual manifiesta su intención 2 y confesando sus limitaciones sobre su capacidad de entender y enunciar lo que Dios a dicho en las escrituras; y lamentando la imposibilidad de poder hablar directamente con los que la escribieron, como es el caso de Moisés, para que le den la interpretación correcta sobre lo escrito (Capítulos II y III). A partir del ejemplo de Moisés (recurso, a mi parecer, no solo es retórico sino peda pedagó gógi gico co tamb tambié ién) n),, toma toma el prim primer er vers versíc ícul ulo o del del Géne Génesi siss3, para para empe empeza zar, r, propiamente dicha su explicación sobre la eternidad. Lo primero que hace es dejar establecido el hecho de que todo ha sido creado a partir de la nada, creatio ex nihilo ( Capítulos Capítulos del IV a XII ). ). Esto quiere decir que Dios no ha necesitado ninguna materia para producir todo lo que existe y para marcar esto, muestra como el hombre necesita de otros elementos ya existentes para generarlos o sea las transforma de una materia existente en otra según su espíritu y puede atestiguar del resultado del mismo. La Creación se produce a través del Verbo que es una palabra sin tiempo en donde todas las cosas son dichas eternas y simultáneamente (Capítulo VII, 9) y que creó una Voz para que que sean entendidas por los hombres hombres dado que los hombres hombres entienden 4 las palabras en un orden temporal . Esta manera de entender de los hombres se debe a que su ser está ser está anclado en la dimensión temporal, en la cual, el ser humano percibe los cambios del ser al no ser o del no ser al ser5; mientras que el Verbo es eterno: “donde nada comienza y nada termina” , en este sentido, nunca deja de ser. Dado esto, el hombre sujeto a su El trabajo se basa en la versión y notas de Francisco Montes de Oca realizada para la Editorial Porrúa, decimotercera edición. México 1999. 2 “¿Puedes, Señor, siendo tuya la eternidad, ignorar lo que digo o ver según el tiempo lo que pasa en el tiempo? ¿Por qué, entonces, te relato estos acontecimientos?”. Capítulo I, 1. Página 186. 186 . 3 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. La Biblia, Génesis 1, 1. 4 “Pero ¿Cómo hablaste? ¿Sería a la manera como se hizo oír desde la nube la voz cuando dijo “Éste es mi Hijo amado? Aquella voz fue emitida y transmitida, comenzó y se acabó. Sonaron las sílabas y pasaron, la segunda después de la primera, la tercera después de la segunda y así, por su orden, hasta la última después de las demás y hasta el silencio después de la última. Por lo que es claro y manifiesto que fue el movimiento de una criatura el que expreso aquella voz, sirviendo a tu voluntad eterna aunque él era temporal. Y que las palabras, tus palabras, formadas por un tiempo, fue el oído exterior el que las transmitió a la mente vigilante, cuyo oído interior está a la escucha de tu Verbo eterno”. eterno”. Capítulo VI, 8. Página 189. 5 “¿Por “¿Por qué eso, te ruego, Señor, Dios mío? En cierta medida lo veo, mas no sé como expresarlo, como no sea así: que toda cosa que comienza a ser o termina de ser, comienza ser precisamente y precisamente termina de ser cuando el hecho de que debió comenzar o terminar es conocido en la razón eterna, donde nada comienza ni termina. Esa razón es tu Verbo, que es también el principio, porque también nos habla. Así lo dijo en el Evangelio por su ser de carne y lo ha hecho resonar exteriormente en los oídos de los hombres, para ser encontrado en la verdad eterna, donde, maestro bueno y único, instruye a todos sus discípulos”. discípulos”. Capítulo VII, 10. Página 190. 1
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Profesorado: Joaquín V González. Materia: “Filosofía Medieval” Profesora: Díaz, María Elena. Alumno: Pirovano, Eduardo Horacio.
Fecha: 03/Mayo/2010
temporalidad, vive en una situación de inestabilidad, en donde no sé es en forma plena. Para lograr su estabilidad, la restitución de su ser en forma plena, debería seguir la voz del Verbo que nos habla y enseña el camino, puesto que siempre es, y, en términos temporales, es un “hoy” constante por lo que la eternidad, por lo tanto, siempre es. Ante la objeción sobre que hacía Dios antes de todo lo creado (Capítulo XIV ), ), el nacido en Tagaste, distingue dos elementos: Uno, el hecho de pretender de entender lo eterno sin la ayuda de un Mediador (Jesucristo); y el otro, que el Verbo de Dios es la expresión de su Voluntad. Y la mejor respuesta que puede dar, dado su condición humana, es que Dios no hacía nada. Llegado a este punto de su trabajo, encuentra que el problema de no entender lo eterno, es nuestro carácter temporal; a lo que empieza a definir lo que es el tiempo. En una primera instancia percibe la dificultad de la definición, ya que nuestro ser está en función de la medición del mismo. Para solucionar esto, en su análisis, invierte está visión, o sea, pasa de un esquema de “Ser en función del Tiempo” a otro de “El Tiempo en función del Ser” (Capítulos XIV al XXV ). ). Dada Dada esta esta estra estrateg tegia, ia, ve, en el esquem esquemaa tempor temporal al de Pasad Pasado, o, Prese Presente nte y Futuro, que solo el tiempo Presente puede ser medido, dado que es el único que es, mientras que el pasado (ya no es) y el futuro (todavía no es) y lo que no existe no puede ser mensurado. Y lo que realmente medimos, en el esquema del Tiempo en función de Ser, es el paso del futuro al pasado. Ahora bien, el problema subsiste ya que, tenemos sensación de Pasado y Futuro, pero esto lo explica, en el caso del Pasado, apelando a su definición de Memoria dada en el Libro X , ya que en ella queda guardado todo lo que nos ha afectado en nuestra alma. Y en el caso del Futuro, es una proyección de las causas y una interpre interpretac tación ión de signos signos dado dado en el presen presente. te. Resuel Resuelto to de esta esta maner manera, a, el, Agustín, entiende que lo más correcto es decir: “Pasado del Presente es la memoria, Presente del Presente es la visión y Futuro del Presente”, es la espera ” (Capítulo XX ). ). Ahora, en está línea de investigación, ve otro problema, que es la medición en sí, ya que si medimos el Presente con intervalos muy pequeños, el Presente no tendría espacio para ser medido. A esta altura, el esquema usado, llega a una calle sin salida, dado que tal como queda presentado, llegaríamos a la conclusión de que el tiempo no existe: Pasado y Futuro no existen y el Presente no tiene espacio para ser medido. Entonces busca otro esquema, en la cual el tiempo es función del movimiento de los cuerpos. Pero este esquema, después de analizarlo, encuentra que el tiempo es independiente del movimiento de los cuerpos, porque ya si los cuerpos están en movimiento o en reposo, podemos dar cuenta del tiempo transcurrido en cada caso y que este, el tiempo, solo nos permite medir los movimientos. Al fallar el último esquema, entonces, vuelve sobre el primero planteado; el de “El Tiempo en función del Ser”. Pero, esta vez, ya no sé fija en lo que lo rodea, sino en su espíritu, llegando a la conclusión del que el Tiempo es una Distensión del Alma. Alma. En este punto, entiendo que Distensión, es una capacidad innata del espíritu para captar y medir los cambios del ser al no ser. Y esta capacidad está soportada, soportada, sustentada por la capacidad de recordar, dado por la memoria; la atención, dado por mi capacidad de percibir a través de los sentidos lo que me rodea y de la espera, que es una proyección
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Fecha: 03/Mayo/2010
vivas de mi actividad se distienden, hacia la memoria por lo que ya he recitado, hacia la espera por lo que voy a recitar. No obstante, mi atención está ahí presente; por ella pasa a hacerse pasado lo que era futuro. Cuando más avanza y avanza esta acción, más disminuye la espera y crece la memoria, hasta se agota del todo la espera, cuando la acción termina por completo y pasa a la memoria. Y lo que acontece en la canción entera, acontece en cada una de sus partes y en cada una de sus sílabas. Eso mismo acontece en una acción más larga, de la que, tal vez, no sea más que una pequeña parte esa canción. Eso mismo en la vida entera del hombre, de la cual son partes las acciones todas del hombre. Eso mismo en la existencia entera de los hijos de los hombres, de la cual son partes todas las vidas de los hombres.” Capítulo XXVIII, 38. 38. “En verdad, si hay un espíritu dotado de tan vasta ciencia y presciencia, que le sean tan bien conocidas todas las cosas pasadas y futuras como lo es para mí una canción muy conocida… “.Capítulo XXXI, 41. 41 .
Aunque, Agustín entiende que es algo más que esto: “…Sí, no es como el que canta o escucha una canción conocida, que, con la espera de los sonidos van a venir y con el recuerdo de los que han pasado, varían sus impresiones y se mantienen alerta sus sentidos. No es así como acontecen en ti las cosas, inmutablemente eterno, es decir, verdaderamente eterno, creador de las inteligencias. Porque así como conoces el principio el cielo y la tierra sin variación de tu conocimiento, así hiciste el principio el cielo y la tierra, sin distinción de tu acción”. Capítulo XXXI, 41. 41.
Con esta explicación de lo eterno, también contesta sobre las objeciones sobre lo que Dios hacía antes de la creación, antes de todos los tiempos. Al ser eterno, no forma parte la temporalidad sino que, por el contrario, Él, la genera. A través de lo expuesto, entiendo que el tiempo para Agustín es una distensión del alma; una capacidad que permite percibir los pasos del no-ser al ser (futuro, que está por ser) y del ser (presente, es) al no-ser (pasado, ya no es), ya que en su análisis muestra que el tiempo no es algo que está en el mundo que nos rodea: los otros seres que nos rodean, los cuerpos o el movimiento. En efecto, esto puede verse así si cambiamos del esquema del “ser en función del tiempo” al esquema de “El tiempo en función del ser”. Partimos de un esquema, natural si se quiere, por el cual organizamos nuestra vida en función del tiempo: tenemos un tiempo para trabajar, tenemos un tiempo para descansar, tenemos un tiempo para sentir y un tiempo para dejar de sentir; un “tiempito” para tomar un café con un amigo y hasta un “no-tiempo” para hacer algo que deseamos o sentimos que deberíamos hacer. También el tiempo, medido en forma regular ya que percibimos que para un mismo hecho no siempre lo percibimos igual, nos permite ver ciertas regularidades de los que nos rodea, por ejemplo: la salida y el ocaso del sol, la que nos da cuenta de ciertos hechos cíclicos como las estaciones y darnos cuenta de cuando sembrar o cosechar, o el hecho de la finitud de nuestra existencia: los días pasan, hay cada vez más recuerdo (pasado), menos cosas que esperar (futuro) y cada presente es muy fugaz. Todo nuestro vida, nuestro ser, queda atado al pasar del tiempo y de esta manera no podemos concebir lo eterno. Y lo mejor a lo que podemos llegar sería usarlo como sinónimo de infinito: un tiempo sin fin. Y como vemos en el texto, lo eterno carece de tiempo. Ahora bien, siguiendo la iniciativa del obispo de Hipona, para poder entender lo eterno como algo que carece de tiempo, invierte el esquema poniendo al tiempo en función de ser. Se me sugiere, en un lenguaje matemático, que la propuesta de
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Fecha: 03/Mayo/2010
investigación para indagar sobre lo que somos o vamos siendo y calmar un poco aquella sensación que expresaba Machado en Cantares: Cantares: “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar ”. ”.