PONLO A PRUEBA Y VERAS Neville Goddard – 25 de Julio 1969 El tema de esta noche es: Ponlo a prueba y veras. En la segunda carta de Pablo a los Corintios, en el último capítulo, el 13, nos llama a todos nosotros, pues él dice “nosotros”. Aunque fue escrita hace dos mil años, realmente se dirige a todos en el mundo quienes leerán la carta. Y él dijo: "Examínense ustedes mismos, para ver si estáis en la fe. Probaos a vosotros mismos. ¿No se dan cuenta de que Jesucristo está en vosotros?” (II Corintios 13:5) Bueno, si cada cristiano en el mundo fuera brutalmente honesto consigo mismo, él contestaría: "No, no me doy cuenta. Pienso en Cristo como algo en el exterior.” Eso es lo que cualquier cristiano diría. Y tú me dices que Él está en mí. Estoy llamado a ponerme a prueba. “¿No te das cuenta de que Jesucristo está en ti?" Bueno, si Jesucristo está en mí, ¿dónde está? Porque se nos dice que "con él todas las cosas son posibles" (Marcos 9:23), y que por Él "todas las cosas fueron hechas" (Juan 1:3), "y sin Él nada de lo hecho fue hecho". Bueno, si el Ser que creó y sostiene el universo está en mí, quiero encontrarlo. Debo dedicar toda mi vida a encontrar al Ser que vive en mí, que creó y sostiene el universo, para quien todas las cosas son posibles. Bueno, te diré quién es: ¡Él es tu propia maravillosa imaginación humana! Tu maravillosa Imaginación es el Cuerpo Divino del Señor Jesús. Bueno, ahora, ponlo a prueba y veras, porque Él lo crea todo. No hay nada en este mundo que no haya sido primero, imaginado. Todo en el mundo que ahora se demuestra como algo factual fue alguna vez imaginado. ¿Quieres decir que mi imaginación es el Señor Jesús? Sí, tu imaginación es el Señor Jesús; pero Él está durmiendo y está soñando este mundo. Él está soñando que él es tú; Y, como tú, está soñando lo que te sucede en este mundo. No me importa lo que es; bueno, malo o indiferente, Él está sufriendo contigo, porque está soñando el sueño de tu vida. Se postró dentro de ti para soñar; Y mientras sueña, Él sueña que es tú. Y todo lo que piensas que eres, eso es lo que Jesús-en-ti, que es el Señor para siempre, está soñando! ¡Y cuando Él despierta, Él es tú! Y tú eres el Señor Jesús. Este es el gran misterio. Muchas veces, mientras me estiraba en mi cama o me reclinaba sobre una silla, comencé a ver lo que no debía ver. Vi lo que la razón negaría; sin embargo, no podría negar que lo estoy viendo. No podría negar más la evidencia de esta experiencia más que negar la evidencia de mis sentidos en cualquier otro momento en el tiempo, no podía. Y entonces mi imaginación, llámala imaginación, llámala conciencia, sigue al pensador. Estoy viendo lo que no debería ver; y entonces entro al mundo que estoy viendo, y es real, tanto como lo es este, y soy real para mí, y la gente es real, todo es real, tanto como lo es aquí. Luego regreso al lugar donde sabía que estaba cuando empecé a verlo. Regreso, y aún lo estoy viendo. Entro nuevamente en él. Regreso, tal vez una docena o más veces, y luego decido aventurarme, independientemente de las consecuencias. No importa lo que pase, iré, no sólo hacia lo que estoy viendo, sino que me quedaré allí y lo exploraré. ¡Y mi conciencia entra en lo que estoy viendo, y es un mundo tal como este! Real, sólido, y yo soy sólido, y salgo y conozco gente, y ellos me ven, y yo sé exactamente lo que estoy haciendo. ¡Sé dónde empezó todo! Mi cuerpo está
en una cama. Sé exactamente dónde está esa cama, está en Beverly Hills, en El Camino. Sé el número, lo sé todo, sé exactamente dónde está. Y, sin embargo, aquí estoy en un mundo como este, y no es este mundo, y sin embargo es este mundo. Y entonces les digo a estas señoras: "Señoras, esto es un sueño. Todo esto es un sueño. Y me miraron, como cualquiera de los presentes aquí esta noche me miraría si les dijese ahora mismo, y puedo, puedo decirlo que esto es un sueño! Si te dijera ahora mismo: "Señoras y señores, esto es un sueño", tu podrías pensar: "¿Por qué vine aquí esta noche? Este hombre está loco; ¡Está loco!” Bueno, eso es lo que sintieron: que yo estaba loco, y se alejaron lo más que pudieron de mí. Se alejaron por el corredor, y mientras caminaban lo más rápido que podían, me miraban sospechosamente; Y yo miraba a estas dos hermosas damas, como lo son ustedes, no deseaba lastimarlas, sólo decirles que todo esto es un sueño! Y cuando se alejaron lo suficiente y se sintieron seguras, continuaron casi corriendo por el pasillo, un precioso, hermoso pasillo de un lujoso hotel. Y ahí estaba yo, encerrado en un sueño. Sabía exactamente dónde me acosté en Beverly Hills en una calle llamada El Camino. Sabía que era una cama doble, y mi esposa estaba junto a mí, y aquí estoy, erguido, en un lugar más iluminado que este, mucho más lujoso que este, luminoso, y estoy encerrado; y tengo asuntos pendientes en este mundo que tú y yo sabemos. Una niña que aún está en el colegio, una niña apenas entrando en la escuela secundaria, una esposa, y yo no me he preparado aún para amortiguar el golpe si me fuese ahora. ¿Qué harían para, bueno, conseguir dinero, pues aún no me he preparado para amortiguar sus vidas más allá de mi partida. Y aquí estoy de pie, y no hay manera de regresar a Beverly Hills, y ese mundo es tal cual. Entonces recordé lo que hice años antes, cuando tuve una experiencia similar y todo estaba basado en sentir; Y pude tocar algo, y sostener lo que toqué y desperté. Así que, mientras lo sostenía, dije: "¡Vamos! Despierta!" Y me desperté, sosteniendo el objeto que yo imaginaba, que estaba en este mundo. Y así es como desperté. Me acordé de eso, entonces, me dije, mientras estaba completamente erguido, "ahora imaginaré que mi cabeza está sobre la almohada. Está en Beverly Hills, en mi habitación de El Camino," y pude sentir la almohada. Y entonces, cuando pude sentir la almohada, me sentí de vuelta, no en forma vertical, sino horizontal, pero no podía abrir los ojos. Yo estaba catatónico. Mi cuerpo estaba muerto. Yo estaba vivo dentro de un cuerpo que no podía mover; estaba completamente catatónico. Entonces en alrededor de, tal vez medio minuto, pude mover el dedo meñique, y luego mover la mano, después, sacarla y sentir el calor del cuerpo de mi esposa. Entonces supe que estaba de regreso. Todavía no podía abrir los ojos. Y luego, tal vez en otro medio minuto, hice un tremendo esfuerzo, y abrí los ojos, y he aquí todos los objetos familiares en la habitación: La oficina, las fotos en las paredes, las cosas normales y naturales que había dejado, y yo sabía que había entrado en un mundo tal como este, y entré en él desde un estado que el mundo llamaría un sueño. Cuando volví, sólo podía concluir que este mundo en el que estoy ahora, en la cama, tocando a la mujer que es mi esposa, la madre de mi hija, y esto también es un sueño, pero no puedo recordar dónde recosté ese cuerpo cuando empecé a soñar este sueño. No podía recordar dónde estaba ese cuerpo, pues ese era el cuerpo original que inició este sueño, y el otro era sólo un sueño dentro de un sueño. Bueno, entonces, empecé a experimentar, como lo hice antes de eso. Si mi imaginación es Jesucristo, como se enseña en la Escritura; y si por él se hicieron todas las cosas, "y sin él no hubo nada hecho que se haya hecho..." (Juan 1:3), bueno, entonces, puedo aceptar el reto que Pablo nos dio: "Examínense ustedes mismos, para ver si están sosteniendo a la fe. “Ponte a prueba", no a otro. Pruébate a ti mismo. “¿No te das cuenta de que Jesucristo está en ti?” (II Corintios 13:5) Bueno, si Él está en mí, entonces Él es el quien entró en ese mundo y regresó a este mundo, y en este mundo Él está soñando esto, y él ¿puede modificar este sueño? Comencé a experimentar, y comencé a imaginar que soy lo que la razón niega, lo que mis sentidos niegan, y me convertí en ello en este mundo. Empecé a enseñar a otros, y les dije que lo hicieran de una manera sencilla, como un sueño. Empiezas con un sueño; y concibes una escena que, si es verdad, implicaría el cumplimiento de vuestro sueño en este mundo; la potencia de ese sueño está en lo que está implicando.
Solo inténtalo. Trae a tu mente una escena, amigos, y has que tus amigos te feliciten por tu buena fortuna; y acéptalo como si fuera cierto, y luego lo sueltas. Y, entonces, deja que suceda en este mundo. Deja que suceda. Entonces lo repetí y lo repetí y lo repetí, y lo enseñé. Y los que me creyeron, lo intentaron, lo probaron. Entonces descubrí quién era. ¡Encontré que realmente el Dios del universo está en el hombre, y el hombre es su propia maravillosa imaginación humana! La imaginación de ese hombre es el Cuerpo Eterno del Señor que se llama Jesús. Eso es Jesús. Está crucificado en este cuerpo, en tu cuerpo, en la Humanidad. El día vendrá que Él despertará de este sueño, pero en este mundo está soñando. Él está soñando que Él es tú. Y llegará el día en que Él despertará de ese sueño, extrañamente no dejándote atrás, pero Él despertará y tú eres El! "A menos que muera", dijo El, "No puedes vivir." (Juan 12:24) "Pero si muero, me levantaré otra vez, y tú conmigo." Él no te dejará atrás. En realidad se convirtió en humanidad, para que la humanidad se convierta en Dios. Esa es la historia y no es un cuento; te estoy diciendo lo que sé de mi propia maravillosa experiencia humana. Lo he hecho una y otra vez, fui a un mundo como este, y nada cambio. Esta noche, cuando alguien aparentemente muera, sólo estará cerrando una sección del Libro Eterno que están soñando. Simplemente lo cierran y nosotros los llamamos muertos. ¡No están muertos! Están en un mundo como este, y son sólidos. Son terrestres; el mundo es terrestre. ¿Cómo? Son inexplicablemente nuevos. No puedo explicarte cómo sucede, como tampoco puedo explicarte cómo esta noche cuando me acueste y duerma y sueñe, que soy real para mí mismo en mi sueño, y soy real para aquellos que me ven. Estoy vestido; sin embargo, el cuerpo está en la cama. Y duermo, y he estado durante los últimos cuarenta y tantos años, desnudo. Voy a la cama, y me encuentro vestido de la manera que lo estoy ahora. ¿Dónde está la ropa? ¿Dónde está el cuerpo? El cuerpo está en la cama, pero ese sueño es real; y cuando despierto dentro del sueño, es justo como esto, tal como esto. Así que esto es tanto un sueño como el sueño en el que he despertado, y ningún amigo mío ha muerto jamás. Los veo, y son sólidamente reales e inexplicablemente nuevos, no son pequeños, pero nuevos, no necesitan dientes postizos, no necesitan lentes, no necesitan nada. Son nuevos. Pero finalmente tienen estas cosas porque también envejecen allí. Envejecen y mueren cuando llegan al final de esa sección del Libro de la Vida. Luego se despiertan para encontrar que están leyendo otro capítulo, y continúan el Libro de la Vida, y estamos soñando el Sueño de la Vida. Al final, despertaremos del Sueño de la Vida, sabiendo que todos finalmente lo harán. Pero mientras estamos en este mundo, podemos modificar el sueño. Si sé que estoy soñando, puedo cambiarlo. Por lo tanto, alguien viene a mi mundo, y él está desempleado, por lo tanto necesita dinero, él tiene una familia que mantener. Necesita dinero para comprar todas las cosas que una familia necesita, y yo estoy soñando eso. Bueno, voy a cambiar ese sueño. Lo veré como un empleado lucrativo y feliz con su familia, y todo es, como debería ser. Así que, cambié el guión. Tengo el poder de cambiarlo, y él se ajusta a mi cambio, y él trabaja. Ahora, no puedo verte a menos que penetres mi cerebro. Todo lo que percibo, lo percibo sólo porque eso, como un objeto en el espacio, está penetrando mi cerebro. Así que, de una vez, ustedes existen, no sólo en mí, por penetración, sino que existen como un objeto ocupando un lugar en el espacio independiente de mi percepción de ustedes; pero, existen simultáneamente en mí, porque han penetrado en mi cerebro, también existen como algo ocupando el espacio en el mundo circundante. Ahora, ¿debo esperar a que
cambies, para que cambies en mí? O, ¿puedo cambiar en mí lo que veo allí y hacer que el cambio tenga lugar allí? Bueno, inténtalo. Esta es la prueba. Si Cristo está en nosotros, bueno, entonces, ¿espero que los objetos en el espacio cambien para que cambien en mí, o puedo cambiarlo en mí, porque tú estás penetrando en mi cerebro o yo no podría percibirte? Bueno, cambiaré lo que penetra mi cerebro, y ello es uno con lo que está en el espacio, porque si debes cambiar, podría cambiar en mí. Bien, ahora, si te cambio en mí, podría cambiarte en el otro mundo. Entonces lo intento, y funciona. Intento cambiar en mí lo que otros parecen ser. No era agradable, y pidieron un cambio, sentían que no podían atraerlo, y se volvieron hacia mí. Bien, así que si Él está en mí, y todas las cosas han sido creadas por Él, "y sin Él no hay cosa hecha que sea hecha" (Juan 1:3), bueno, entonces la cambiaré. Así que, en mi imaginación lo representé a él o a ellos, a mí mismo como me gustaría verlos y como les gustaría verse a sí mismos, y luego no hice nada, más allá de simplemente cambiarlos en mí, y persuadirme de la realidad de ese cambio; y entonces se acomodaron al cambio. Bueno, si se acomodaron a él, ¡entonces lo he encontrado! "Porque todas las cosas son hechas por él, y sin él nada de lo que está hecho fue hecho." (Juan 1:3). Por lo tanto, "examínense a ustedes mismos, para ver si estáis en la fe. Probaos a vosotros mismos. ¿No se dan cuenta de que Jesucristo está en ustedes?" (II Corintios 13: 5). Léelo en el capítulo 13 de II Corintios. Y no hay final más glorioso que en ese capítulo, la mayor bendición que jamás podrías leer: "Y que la gracia del Señor Jesucristo y el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros" (II Corintios 13:14). Así termina él esa carta. ¿Alguna vez has escuchado una bendición más gloriosa? "... estar con todos ustedes." ¿Qué? "La gracia del Señor Jesucristo". Bien, la gracia significa un regalo inmerecido, injustificado, un regalo completo y maravilloso que nadie podría ganar jamás: ¡el don del Señor Jesucristo! Entonces él viene hacia el amor de Dios. No puedo concebir eso, es infinito. Él es infinito en Su amor, y, entonces, la comunión del Espíritu Santo, haciéndonos a todos, uno. Esa es la bendición. Pero ese desafío está en el versículo 4, cuando él te pregunta si no te das cuenta de que Dios, él lo llama "Jesucristo: "¿No te das cuenta de que Jesucristo está en ti?" (II Corintios 13:5). Bueno, tú pides eso de los cristianos del mundo, y si fueran brutalmente honestos, te dirían: "No, no me doy cuenta". Pero, ahora, pruébalo; y cuando lo pruebas, lo encuentras. Y después de que lo encuentres a través de una prueba, te haré una promesa: Vas a tener la experiencia de Jesucristo. Y todo lo que se dice de Él en la Biblia, lo vas a tener en una experiencia en primera persona, singular, en presente; y sabrás que eres el Señor Jesucristo. Que Dios realmente se convirtió en nosotros, para que nosotros nos convirtamos en Él. Esa es la historia. Por lo tanto, cuando, sentado en una silla o acostado en una cama, y me ha sucedido muy a menudo, veo un mundo que es tan real, y no debería ver ese mundo, porque si estoy viendo lo que debo ver, debo ver las paredes, el cuadro que conozco, las cosas, los objetos que sé que están en esta habitación, y no estoy viendo estas cosas en absoluto. Estoy viendo un mundo completamente diferente, y entonces algo se mueve dentro de mí, y mi conciencia sigue a mi visión, y entro al mundo que estoy viendo. Entro en él. Y entonces permanezco en él el tiempo suficiente para tenerlo cerca de mí, y este mundo está completamente cerrado. Sin embargo, ese mundo es tan real como este mundo, y me encuentro moviéndome en ese mundo, paseo. ¡Y es tan real como este mundo!
Ahora, anoche un amigo mío, que está aquí esta noche, habiendo escuchado esta historia mía hace un tiempo, me contó una experiencia suya, y fue una experiencia realmente emocionante. Voy a pedirle que venga hacia el estrado y les cuente lo que se le dijo cuando se sentó en un bar en un caluroso día de verano. Voy a pedirle que sólo nos diga lo esencial, no para embellecerlo ni para intentar interpretarlo, sólo para contarles lo que le dijo alguien que tuvo esta experiencia. Verne, ¿te acercas al estrado? Verne: He estado viniendo a las conferencias de Neville por cuatro o cinco años en San Francisco, y vivo cerca de 55 o 57 millas lejos de la península. El verano pasado, justo antes de que Neville llegara a San Francisco, yo llevaba material a la oficina de correos; era alrededor de las 5:00 de la tarde y regresaba a mi casa por el distrito financiero, y vi la puerta de un bar abierto. Era un día muy caluroso, y pensé: "Oh, en una tarde como esta, algo agradable que podría tener en este momento en mi experiencia sería una botella helada de cerveza." Así que, aparqué mi coche y entré en el bar. Me di cuenta de que había sido redecorado. Había estado en este lugar antes, pero de eso hacía ya varios meses. Había un nuevo revestimiento de cuero alrededor de las paredes con clavos de metal. Había nuevas bancas, y el piso estaba totalmente remodelado. Era un lugar muy bonito y agradable en el que estar. Y el bar había sido modificado un poquito para que tenga la forma de "L." Me di cuenta de que todos asientos estaban ocupados, a excepción de los que estaban al extremo más lejano donde formaba la pequeña entrada de la "L". Así que fui allí por un asiento; había dos bancos; pero en uno había un cenicero con un cigarrillo por lo que no podía ocuparlo y también un vaso. Alguien estaba ocupando ese banco, así que tomé el único que pude, que estaba cerca de la pared, mientras me preguntaba quién podría estar en el asiento al lado del mío. En unos instantes un hombre volvió del lavabo y se sentó a mi lado. Media alrededor de casi dos metros, corte limpio, estaba afeitado, cabello oscuro, y era de contextura gruesa, una persona de aspecto agradable. Pero no es mi costumbre buscar compañía en bares, y no tenía ningún deseo de mantener una conversación con él, pero él quería hablar conmigo. No fui grosero con él, pero respondí todo lo que dijo en monosílabos, para tratar de decir que prefería mantener mis asuntos para mí mismo, pero él insistió en hablar conmigo, y quería saber si yo era ingeniero, pues vivo en esa parte de la Península donde hay muchas industrias electrónicas. Dije: "No, no soy ingeniero." Bueno, ¿qué haces? preguntó. Le dije: "Soy escritor". Y el hecho de que yo fuera escritor desencadenó algo en él. Había estado en esa parte de California donde se dice que hay viejos tesoros, y hacía algunos meses él había encontrado algunas monedas españolas antiguas, y había escrito un artículo sobre esas monedas que habían sido publicadas en una revista. Lo mencionó porque pensó que sería de mi interés, lo cual si lo era, y luego después de hablar un poco más, me dijo: "Sabes, esa es la parte de los Estados Unidos donde muchas personas que están interesadas en objetos voladores no identificados van. ¿Crees en esas cosas? Tuve que decir que no tenía ninguna posición de un lado o del otro al respecto, porque yo no había tenido ninguna experiencia acerca de ello, pero dije: "Puedo decirte algo de interés si estás interesado en ese tipo de cosas. Yo era Oficial de Personal de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1952 en una gran estación de radar en Wisconsin, cerca de las ciudades gemelas de Minneapolis y St. Paul, y teníamos el radar trabajando 24 horas al día, recogiendo cosas del cielo, como parte de nuestra vigilancia sobre la frontera canadiense". Le dije: "Nuestros hombres solían transmitir informes meteorológicos a los aviones comerciales pues debían recibir aviso previo de estas cosas”. Y dije: "Una noche ellos registraron un objeto en la atmósfera de la tierra que iba a una velocidad enorme, nueve mil millas por hora, o algo así, y luego se detuvo sin curva ni nada y simplemente despegó en otra dirección, y continué: "Ese es el límite de mi experiencia con objetos voladores no identificados. Hicimos una impresión fotográfica de lo que apareció en el radar y lo enviamos a Washington, y eso es lo último que oí al respecto.”
Nuestra conversación se detuvo en ese momento, y luego dijo: Sabes, cuando estaba en la guerra, yo era marino y estaba en el frente del Pacífico, fui herido en la pierna y llevado a un Hospital en Japón. Una noche mientras estaba en esta cama de hospital en Japón, tuve un sueño. Y de repente, me dijo, me desperté en este sueño, y me encontré en un gran salón de baile, y había muchas parejas que bailaban al son de una música muy imponente, parecía ser algo así como una corte francesa o algún tipo de familia real europea dijo, porque todo estaba muy adornado, y era muy impresionante. Él continuo, todas las mujeres llevaban faldas con aro, largas faldas de aro, pelucas empolvadas que les llegaban hasta sus hombros, y los hombres llevaban pantalones a la rodilla con hebillas de plata en los zapatos; y estoy bailando con esta mujer, y estoy tratando de decirle que estoy teniendo un sueño en una cama de hospital en Japón y ella era parte de mi sueño, como todos los bailarines lo eran, y ella no aceptaba lo que yo le estaba diciendo. Ella me dijo: "Oh, usted ha bebido demasiado, así que creo que tal vez deberíamos dejar de bailar e ir a tomar un vaso más para que te restablezcas." Así que se separaron de los otros bailarines y él, protestando, fue con ella, tratando de decirle que era sincero en lo que le estaba diciendo, y ella no lo aceptó, y a él eso comenzó a molestarle; finalmente fue notado por las otras personas y algunos de los hombres se acercaron a ver de qué se trataba todo el problema. Ella les dijo: "Este hombre está loco e insiste en que este es un sueño, y que todos somos personajes de ese sueño", e insiste en ello. Él dijo: "En ese momento comenzaron a moverse sobre mí como si fueran a dominarme y esposarme, pues yo estaba creando un alboroto." Y entonces él dijo: "Pfff, fue como humo, y todo desapareció y volví a mi cama en Japón.” Fue entonces cuando le conté la historia de Neville y pensé que sus ojos se le iban a caer de la cabeza pues él nunca había oído hablar de esa experiencia de nadie más. Neville: Gracias, Verne; gracias. Muchas gracias. Ahora, aquí lo has escuchado de alguien a quien se lo dijeron en un bar. Si les dijera que todos ustedes son personajes en mi sueño, pensarían que estoy completamente loco, y sin embargo no me retractaría ni en una sola palabra. Me estás soñando, y yo te estoy soñando; y estamos soñando esta escena, y mientras estamos en ella, en el mundo del César, podemos modificar el sueño y cambiarlo y hacer que se ajuste a un sueño mejor que el guion que estamos leyendo. Pero llegará el día en que despertarás del sueño de la vida, y cuando despiertes, ¡eres el Señor Jesucristo! Esta es la historia que estoy tratando de transmitir a cada uno en el mundo. Así que, no condenes a nadie, porque lo que estás viendo es parte de tu sueño. Ahora, ponlo a prueba y verás. Pero, se nos dice en el capítulo 13: Ponte a prueba. No pongas a prueba a otros. Ponte a prueba tí mismo, pues el otro es parte de tu sueño, por lo que no puedes acudir a él. ¡Acudes a ti mismo! Si él está en tu sueño y no está haciendo lo que te gustaría que hiciese, está desempleado y él es una carga para la sociedad, bueno, entonces, empléalo. Vele a él con un empleo remunerado, haciendo mucho más de lo que jamás soñó que pudiera hacer, y suéltalo. Se ajustará a tu sueño modificado. Ver a otro, y el otro quiere ser… no me importa lo que él quiere. Si quiere ser socialmente prominente, si quiere ser esto, eso o lo otro, ¿qué importa en el sueño? Entonces, él quiere ser alguien muy importante. ¿Toma algo de ti? No, tú eres el soñador. El soñador en el hombre es Dios. Ahora, hay tres manuscritos antiguos sobre el principio de la Biblia. Sólo se conocen por letras. Hablamos del manuscrito "J", del manuscrito "E" y del manuscrito "P". Los eruditos no saben quiénes son. Todos ellos se atribuyen a una figura mitológica llamada Moisés. Pero, sin embargo, en el libro del Génesis sólo son "J", "E" y "P"; y los han nombrado Jehová, Elohim y los Sacerdotal, pero el manuscrito "E" comienza con el capítulo 15 del libro de Génesis. No menciona los primeros catorce capítulos, no dice nada sobre la llamada creación y el diluvio. Comienza con Abraham, antes su nombre era Abraham, cuando su nombre era Abram. Ese es el capítulo 15, y en este capítulo pide un hijo. Él dijo: "No tengo hijos. ¿Por qué no me puedes dar un
hijo? Y el hijo nacido en mi casa, será mi heredero. Y el Señor le dijo: “ Tu heredero no será éste, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero.” (Génesis 15:4) “Entonces, Dios, el Señor hizo caer sobre Abram un profundo sueño, y Abram durmió.” (Génesis 15:12) Ahora, ¡no se dice nada que se haya despertado jamás! Abram durmió, y Jehová le dijo: “Serán esclavos durante cuatrocientos años, y cuando salgan, tendrás abundancia más allá de lo que tenías antes del profundo sueño que cae sobre ti, y sufrirás. Serás esclavo durante este sueño." Este es el capítulo 15 de Génesis (Génesis 15:13,14). Puedo decirte; Tú eres el Abram del que se habla. El "cuatrocientos" no significa cuatrocientos años, como mediríamos el tiempo. Cuatrocientos es el valor numérico de la última letra del alfabeto hebreo, que es tav; Y el valor simbólico de eso es una cruz. La "cruz" es este cuerpo. Esta es la cruz, el tav, el cuatrocientos que usas; y hasta que finalmente te lo quites, hasta el último momento, estás esclavizado. Estás esclavizado por la cruz que llevas puesta. Estás ejecutando todas sus funciones. No importa cuán poderoso seas, no puedes pagar ni mandar a nadie para que haga por ti las funciones normales y naturales de esta cruz. Debes asimilar y eliminar, y hacer todo lo que este cuerpo exige, y no puedes recurrir a nadie para que lo haga por ti, no importa quién seas. Así que este es el cuerpo esclavo que Abraham usa, y cuando salga de este sueño, será multiplicado por cien. Sea cual fuere el poder creativo que poseías antes de descender a esta prenda, se multiplicará por cien. Sea cual fuere la sabiduría que tenías antes del descenso, cien veces más. Entonces, esto es Dios, y solo Dios es quien está interpretando todas las partes. Aquí tenemos una obra, y tú y yo no podemos evitarla. La leemos y la interpretamos. Ahora, para desempeñar un papel, un buen actor debe, en cierta medida, sentir el papel que está desempeñando y, en la medida de lo posible, identificarse con el personaje que está interpretando. Él debe hacer eso. Por lo tanto, Dios no está fingiendo que Él eres tú, tuvo que olvidar por completo su poder infinito y asumir tus limitaciones, para interpretarte a ti como debes ser interpretado. Por lo tanto, Dios no está pretendiendo que Él es hombre. ¡Se hizo hombre! ¡Se hizo hombre, para que el hombre se haga Dios! Esa es la única manera en que Dios podría extender realmente su propio Ser, Su maravilloso Ser. Por lo tanto, tú eres el Dios de la Escritura. Tú eres el Dios del universo. Tú eras el Dios que creó los cielos y sostiene los cielos para un propósito divino, y cuando la obra haya terminado, y todos nos despertemos del sueño, nos conocíamos, porque tú y yo nos hemos conocido como hermanos antes de descender. Te conocí y te amé más allá de los más salvajes sueños que el hombre podría jamás imaginar: Un amor tan querido, tan tierno, que ninguna cosa en la tierra podría compararse a él. Así es como nos amamos el uno al otro. Y tú y yo acordamos soñar en concierto, y no romper el sueño hasta que éste terminara. Y cuando todo haya terminado, y puedo decírtelo, ha terminado, no colectivamente, pero está terminando uno por uno porque eres tan único, que no puedes ser reemplazado. ¡Ninguna persona en la Eternidad puede tomar tu lugar en el Cuerpo Resucitado del Dios Viviente! Ninguna. Sería una catástrofe más allá de la redención si estuvieses perdido. No puedes estar perdido. Debes volver como una roca viva en el cuerpo vivo del Señor Resucitado. Y por la roca viva, me refiero a un Ser más allá del sueño más salvaje de cualquiera aquí en la tierra. Y cuando nos encontremos en ese Cuerpo Viviente, recordaremos el Ser que amamos antes de descender, como se nos dijo en el Salmo 82: Yo dije: “Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo; Pero como hombres moriréis, Y como cualquiera de los príncipes caeréis." (Salmo 82: 6, 7 RSV1)
De modo que realmente caímos como un solo hombre, y nos diversificamos en estas vestiduras de carne y hueso, con pigmentos diferentes, algunos llevaban cuerpos blancos, cuerpos amarillos, cuerpos negros; y detrás de la máscara de estos cuerpos está Dios, no menos uno que el otro. Ninguno debido al pigmento de la piel es mejor o peor. ¡Todos somos Dios! No hay nada más que Dios. No quiero ser más grande que el que amé antes de la caída, y no lo seré. Todos serán uno. Nos aventuramos en este mundo de la muerte, y saldremos de él, y volveremos al mundo de la vida, el mundo eterno. Esta es la aventura más maravillosa del mundo, pero mientras usas la máscara, no podemos verla. Ahora, te lo digo esta noche, no por especulación. No estoy teorizando, no estoy especulando. He experimentado la Escritura. Todo lo que se dice en los Evangelios acerca de Jesucristo, lo he experimentado, desde la Crucifixión hasta el descenso del Espíritu Santo en forma corporal como una paloma! La ascensión, el descubrimiento de la Paternidad de Dios, todas estas cosas las he experimentado en una experiencia en primera persona, singular, en presente. Y, sin embargo, mientras llevo la prenda para contar la historia, debo continuar con los sufrimientos que la prenda me impone. Se hace viejo, y se hace más viejo y se hace más viejo, se pone más débil, y tengo que soportarlo. Debo llevar esta cruz hasta el final. Pues bien, como dijo Pablo en el capítulo 8 de su carta a los romanos: "Considero que los sufrimientos de ahora no son dignos de comparación con la gloria que se revelará en nosotros en la Revelación de Jesucristo". (Romanos 8:18). Cuando Cristo se revela en nosotros como nosotros, ¿qué importa lo que hayamos sufrido durante la obra? No puedo detener el sufrimiento a medida que el cuerpo envejece y decae, pero esta vez lo estoy quitando por última vez, no para ser restaurado, sino para dejarlo completamente atrás, y luego regresar al Cuerpo Único que se está reuniendo uno por uno, todos en el Señor Resucitado. Ya soy parte del Cuerpo Resucitado, pero fui enviado a contar esta historia, y decirla, debo hacerlo. Y díselo, lo haré. Y si ofende a alguien, si perturba a alguien, no me hace ninguna diferencia, aún así, tengo que decirla. Si alguien llega a auto publicarse completamente y distorsiona el misterio de Cristo, debo protestar contra la distorsión de este gran misterio de Dios. Se apartan así mismos como si fueran los elegidos para contar una historia de cuestión moral, y ese ser no es Dios. ¡Eso no es así! No hay nadie en la Eternidad que permanezca sin ser redimido, y la parte que juega es esencial para el Todo, porque... "todas las cosas sirven para bien a los que aman al Señor" (Romanos 8:28). Se nos dice: "No me vendiste a la esclavitud", cuando los hermanos confesaron que lo habían vendido como esclavo. Él dijo: "No, era el SEÑOR; Fue la voluntad del SEÑOR. Ustedes fueron instrumentos usados para venderme a la esclavitud; Pero conoció mi sabiduría innata, mi conocimiento innato para interpretar los signos de la época, y así interpreté los signos de los tiempos para salvar la civilización." (Génesis 45:5, 6,7). “Una hambruna estaba viniendo hacia el mundo. Sin mi conocimiento del sueño del Faraón, entonces no habríamos vivido. Por lo tanto, Él les permitió que me vendieran en esclavitud, para que yo pudiera estar en contacto con el Faraón y leer su sueño para él y demostrar que era verdad, y luego ser igual al Faraón en el funcionamiento de la civilización." Así que los hermanos pensaron que lo habían vendido. Así que piensas que has herido a alguien. El tiempo demostrará que no lo hiciste en absoluto. Fue parte del drama que se desarrolla, parte de la obra. Todo esto es una obra de teatro. Lo he visto con tanta claridad, y no puedo decirte la emoción cuando te sientas cómodamente en una silla pensando en nada en particular, sin pensar en nada, y de repente no estás viendo el interior de tu sala de estar. Conozco el interior de mi sala de estar al revés y al derecho. Tengo una biblioteca encantadora, sillas cómodas, es una vida hogareña. No estoy presumiendo. Mi esposa y yo
vivimos en un lugar que yo llamo hogar. Por lo tanto, si alguien viene a nuestro lugar, le hacemos sentir como en casa, es relajante. Y mis libros son usados, no son para presumir. Las sillas, los muebles, todo es utilizable. No tenemos nada para exhibir, piezas encantadoras, algunas piezas hermosas, pero nadie viene cada año, como lo hacen en LA, supongo que lo hacen aquí también, para estimar el valor de tus muebles. Y pagas demasiado por ello. Bueno, entrarán en mi casa, y aquí tengo una hermosa biblioteca, pero todos son libros usados. Así que eso se descuenta de inmediato. Tenemos unas piezas antiguas preciosas que vinieron desde el estado donde vive la madre de mi esposa. Bueno, eso es de hace varias generaciones, y es antiguo para ellos, por lo tanto no tiene ningún valor, y no me atrevería a decirles, pero cualquiera que sabe el valor de estas cosas, como los hubo quienes vinieron y dijeron: "¿Me darías esto a tres mil? ¿me dejarías eso a dos mil? pero a aquel que es enviado a valorar las cosas, no les harían espacio en su casa, porque son piezas antiguas. Pero, para nosotros, no sólo son antiguas, sino que son encantadoras, y funcionales. Todo en nuestra casa es funcional. Por lo tanto, me sentaré en una silla, y de repente no estoy viendo lo que debo ver, y a veces me arriesgo y entro en lo que veo. La conciencia sigue a la visión, y entro en la visión y exploro un mundo tan real como este. Encuentras gente que el mundo llamaría "muerto", ¡no están muertos en absoluto! Sólidamente real en un mundo que es terrestre, los árboles crecen, se desarrollan se desvanecen y mueren. La gente crece, envejece, se desvanece, y muere; y sin embargo no muere. Todas las cosas son restauradas. Estás leyendo una obra, y estás interpretando la parte que estás leyendo, y el día vendrá en el que despertarás del todo . Y cuando despiertes, tú eres el que la creó. El Viejo Testamento es el retrato, el Nuevo es la realidad. Llegará el día en que te darás cuenta de la realidad dentro de ti. Lo compararás con el retrato, y verás ciertas cosas en ese retrato que podrías cambiar, y podrías en cualquier momento, ciertas cosas que añadirías pues el retrato no las captó, ciertas cosas que borrarías, porque tú eres la realidad. Te lo digo, la historia es verdad. No es cronológicamente exacta, pero es verdad. Cada pedacito de ella es verdad. Podría contarla de una manera más cronológica y exacta de lo que se dice en el Evangelio, contándola desde mi propia experiencia personal, pero es suficientemente bueno dejarla tal como es, porque cuando tú, la realidad, levantes el velo, lo compararás con el retrato, y sabrás que es tu retrato, y dirán de él: "Hay una increíble similitud, pero no es la realidad". Ahora, vamos a entrar en el Silencio. ***
Título Orignal en inglés: Test him and see Traducido por Rosario de la Cruz Re-Visado y Re-Presentado por Gabriel Santín (10/01/2017) Más material de la Obra de Neville Goddard en: http://nevilleenespanol.blogspot.com, http://nevillizando.blogspot.com, http://nevillegoddard.ivoox.com, http://neville-goddard-espanol.blogspot.com.ar,