En su homilía, el Papa Francisco comenzó diciendo: “Queridos hermanos y hermanas: Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio Petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y Patrono de la Iglesia Universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud”. El Papa pronunció la homilía en italiano, la Conferencia ha estado dedicada, sobre todo, a explicar cómo se desarrollará la Misa del Inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma. “No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura” afirmó el Papa, en su intensa homilía de la Misa celebrada por el inicio de su pontificado, el 19 de marzo del año 2013. El Papa es, como sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, y la Iglesia de Roma, preside a las demás en la caridad. Por otra parte, es una celebración cargada de símbolos que recuerdan el vínculo del Papa con San Pedro, como sucesor suyo, empezando por el lugar donde se lleva a cabo: la Plaza, donde según la tradición fue martirizado Pedro. El papa también hizo énfasis en el servicio a los demás. "El verdadero poder es el servicio. Sobre todo el servicio hacia los más débiles". Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe.
El papa Francisco ha instado en la homilía a los dirigentes a no dejar que «los signos de la destrucción» guíen el mundo. «No dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro», ha indicado el papa dirigiéndose a «todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito, económico, político y social», ante numerosos jefes de Estado y de gobierno. También aseguró que "el odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida", y señaló que "no debemos tener miedo de la bondad, ni siquiera de la ternura". Bergoglio pide también a los responsables políticos y sociales que sean guardianes del medio ambiente. Pide a todos los poderosos que custodien la creación de Dios, y advierte contra el odio y la envidia. Pide generosidad, amor, compasión, bondad y aplausos.
También explicaba que, en el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Por eso pidió que seamos custodios de los dones
de Dios. Ha reiterado que la vocación de custodiar la creación y la humanidad atañe a todos y ha instado a no tener miedo de la bondad e incluso de la ternura. En síntesis custodiar con ternura, esa es la vocación de cada uno. Fue el mensaje del nuevo Papa.
El Papa habla de San José, lo pone de ejemplo, describe su vocación, y ensalza su fidelidad y disponibilidad; comenta cómo ha sabido escuchar a Dios, cómo está atento a todo lo que sucede a su alrededor... Este es el preámbulo de su discurso. Después viene el núcleo de la homilía, cuando el papa Francisco liga esta vocación a la de todos, a la de cada uno, también a la suya. Y concluye con un rotundo desenlace: la responsabilidad de custodiar con ternura, de no destruir, lo que hemos recibido: desde la creación, hasta a nosotros mismos, a los que nos rodean, y especialmente a los más pobres. "No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura", señala el papa Francisco. "Porque todos estamos llamados a hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado". Y concluía su homilía el nuevo Obispo de Roma, la homilía de inicio del pontificado con las siguientes palabras: “Imploro la intercesión de la Virgen María, de San José, de los Apóstoles San Pedro y, de San Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe San Pablo mi ministerio, y a todos ustedes les digo: Recen por mí. Amén”.