Historia de España 2º de Bachillerato. Profesor Antonio Luis Díaz García IES Luis de Morales. Arroyo de la Luz (Cáceres)
TEMA 4.- LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1868) Texto: Manifiesto de Manzanares A la muerte de Fernando VII es proclamada reina su hija Isabel II, al ser menor de edad la regencia es asumida por su madre Mª Cristina. Los partidarios del absolutismo, sin embargo, apoyaron al hermano de Fernando VII como nuevo rey lo que dio lugar a la primera guerra carlista. Con el triunfo de los isabelinos o liberales se produjo la transformación de la antigua monarquía absoluta en una monarquía constitucional y parlamentaria y la ruptura con las estructuras económicas del Antiguo Régimen (tema siguiente). 1.- LAS GUERRAS CARLISTAS 1.1.- La Primera Guerra Carlista • • •
Inicio Bandos Desarrollo o Primera etapa: dominio carlista o Segunda etapa: dominio liberal • División carlista • Convenio de Vergara 1.2.- La Segunda Guerra Carlista 1.3.- La Tercera Guerra Carlista 2.- PARTIDOS POLÍTICOS. MODERADOS Y PROGRESISTAS 2.1.- Los partidos políticos en el siglo XIX Los partidos políticos en el siglo XIX eran agrupaciones de personalidades alrededor de algún notable, civil o militar. Más que partidos organizados eran corrientes de opinión o “camarillas”, vinculadas por intereses económicos o relaciones personales, que se unen para participar en las elecciones y controlar diferentes parcelas de poder. El sistema político liberal español se articuló en torno a dos partidos políticos: el moderado y el progresista. Entre los moderados y los progresistas -estos últimos, llamados hasta entonces exaltados o radicales- no había demasiadas diferencias. Para dar estabilidad al Estado, ambos admitían ciertas bases, que pueden resumirse en la aceptación de una ley fundamental escrita, la Constitución, y de unos órganos representativos de la nación basados en el sufragio censitario, y en la necesidad de un régimen con opinión pública y con libertades individuales. Posteriormente aparecieron la Unión Liberal y, a la izquierda de los progresistas, los demócratas y los republicanos. 2.2.-Los moderados. Bases sociales: Los moderados eran un grupo heterogéneo compuesto por terratenientes, comerciantes, intelectuales conservadores, nobleza, alto clero y altos mandos militares. Se definían a sí mismo como “personas de orden”.
Historia de España 2º de Bachillerato. Profesor Antonio Luis Díaz García IES Luis de Morales. Arroyo de la Luz (Cáceres)
Ideas: Y, efectivamente, defendían el orden social existente, el principio de autoridad y la propiedad. Así como un sufragio censitario muy restringido, de forma que solo una minoría propietaria e ilustrada tuviese derecho al voto y a la participación política. Frente a la idea de soberanía nacional defienden el principio de soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, ésta última con amplios poderes: nombrar ministros, disolver las Cortes, vetar las leyes, etc. El poder legislativo también estaba en poder de la Corona y las Cortes. (es decir la Corona tenía iniciativa legislativa: podía proponer leyes). Y las Cortes debían ser bicamerales: •
Congreso elegido por sufragio censitario muy reducido
• Senado elegido por la Corona Eran partidarios de limitar los derechos y libertades, especialmente los derechos colectivos, como la libertad de opinión, de asociación, de reunión. Eran la opción más clerical del liberalismo, ya que defendían la confesionalidad católica del Estado y otorgaban a la Iglesia católica un gran poder social y económico. Líderes: Sus principales líderes fueron Narváez y Bravo Murillo. Obra: Los moderados fueron el grupo que estuvo más tiempo en el poder, al ser los preferidos de la Corona, tanto de la regente Mª Cristina como, posteriormente, de su hija Isabel II (veánse gráfico páginas 113 y eje cronológico página 104). Por ello pudieron configurar el régimen liberal de acuerdo con los principios del liberalismo doctrinario, con el apoyo de la Corona y de parte del ejército. Sus principales realizaciones se llevaron a cabo en la Década Moderada: política centralizadora, Concordato con la santa Sede, creación de la Guardia Civil… 2.3.- Los progresistas Bases sociales: Los progresistas se consideraban los defensores de la libertad y de la reformas. Entre ellos predominaban la mediana y pequeña burguesía, los oficiales medios del ejército y las clases populares urbanas (artesanos, comerciantes, profesionales liberales). Ideas: Defendían el principio de soberanía nacional como fuente de todo poder y por tanto el predominio de las Cortes en el sistema político y la limitación del poder de la Corona. Defendían los ayuntamientos elegidos popularmente. Como los moderados, defendían el sufragio censitario, pero ampliando el cuerpo electoral. Eran partidarios de limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad. Defendían también ampliar las libertades e impulsar las reformas. Líderes: Sus principales líderes fueron Juan Álvarez Mendizábal, Baldomero Espartero y Juan Prim. Obra: Los progresistas estuvieron poco tiempo en el poder ya que no fueron del agrado de la Corona (Mª Cristina e Isabel II). Sus principales realizaciones fueron las desamortizaciones de las tierras de la Iglesia (1837) y de los ayuntamientos (1855) y una serie de medidas económicas para impulsar la economía entre las que destacó la Ley General de Ferrocarriles que favoreció la construcción de las primeras líneas férreas. 2.4.- La Unión Liberal En 1854, se creó la Unión Liberal, un partido que se presentaba como centrista y que atrajo a sectores moderados y a los grupos más conservadores del progresismo. Ideológicamente no aportó ninguna novedad ya que era una unión política con finalidad de
Historia de España 2º de Bachillerato. Profesor Antonio Luis Díaz García IES Luis de Morales. Arroyo de la Luz (Cáceres)
gobierno. Sus líderes fueron los generales O’Donnell y Serrano. La Unión Liberal gobernó de 1856 a 1863 con una política exterior muy activa, llevando a cabo varias intervenciones militares: en Indochina y México a remolque de los intereses franceses, y en Marruecos donde se obtuvieron varias victorias. 2.5.- Demócratas y republicanos En 1849, una escisión de los progresistas dio origen a la formación del Partido Demócrata que defendía la soberanía popular y el sufragio universal masculino. Defendía también la ampliación de las libertades y los derechos colectivos, la libertad de culto y la implicación del Estado en la enseñanza y la beneficencia social. El desprestigio de la monarquía de Isabel II hizo ganar fuerza al republicanismo que defendía la república como forma de gobierno auténticamente democrática al permitir la elección de todos los cargos públicos, incluyendo la jefatura del Estado, y presentaba un fuerte carácter social y popular. 3.- ETAPAS POLÍTICAS DEL REINADO DE ISABEL II 3.1.-Regencia de María Cristina (1834-1840) En 1833 murió Fernando VII y le sucedió su hija Isabel, con solo dos años de edad. Ante la minoría de edad de la reina, actuó como regente su madre María Cristina. En un principio, María Cristina intentó conservar las prerrogativas del poder absoluto frente al liberalismo. Sin embargo, la necesidad de obtener el apoyo de los liberales para defender los derechos sucesorios de Isabel II frente a su tío don Carlos, la obligó a una apertura política, con lo que poco a poco se abrió paso el sistema político liberal. Se promovieron así acuerdos con los grupos más moderados del liberalismo para introducir reformas que no cuestionaran los fundamentos del absolutismo. Fruto de esta colaboración fue el Estatuto Real de 1834 elaborado en el gobierno de Martínez de la Rosa, en el que se negaba a las Cortes la iniciativa legisladora y se consideraba su convocatoria como una gracia real. Como las prometidas reformas no llegaron a realizarse se sucedieron revueltas ciudadanas desde el verano de 1835 y, finalmente, tras el motín de La Granja (1836) en el que un grupo de sargentos obligó a la Regente a jurar la Constitución de 1812, se aceleró la ruptura entre absolutistas y liberales. En este contexto nació la Constitución de 1837, de espíritu liberal reformador pero que evitaba las propuestas del liberalismo más radical haciendo compartir la iniciativa legislativa a las Cortes y a la Corona. Mendizábal inicia la desamortización de las tierras de la Iglesia. 3.2.-Regencia de Espartero (1840-1843) El final de la guerra carlista animó a los moderados a volver al poder y frenar las reformas. Esto originó nuevas insurrecciones ciudadanas que, finalmente, obligaron a María Cristina a renunciar a la regencia. Ésta fue asumida por Espartero, progresista y artífice de la derrota carlista. La regencia de Espartero estuvo marcada por una serie de conflictos políticos que acabaron aislándole políticamente: oposición de los moderados –apoyados por la reina exiliada- y el descontento entre los mismos progresistas que no perdonaban a Espartero su forma autoritaria de gobernar. El motín de Barcelona de 1842 (promovido por burgueses descontentos por la política librecambista y pro-británica del gobierno) duramente reprimido por Espartero, desencadenó el alzamiento militar del general moderado Narváez. Espartero huyó al exilio y se tuvo que adelantar la mayoría de edad de Isabel II con 13 años.
Historia de España 2º de Bachillerato. Profesor Antonio Luis Díaz García IES Luis de Morales. Arroyo de la Luz (Cáceres)
3.3.- El reinado de Isabel II (1843 – 1868) 3.3.1.- Década Moderada (1845-1854) En 1845 los moderados lograron el poder. Isabel II encargó el gobierno a Narváez. Se elaboró la Constitución de 1845, que recogía los principios básicos del moderantismo: Soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, se aumentó el poder de ésta y se estableció un sufragio censitario muy restringido por el que sólo tenían derecho de voto los mayores contribuyentes de cada localidad y personalidades destacadas de la cultura, el ejército, la administración y la Iglesia. Se firmó un Concordato con la Santa Sede, por el que se ponía fin a la desamortización de tierras de la Iglesia, la Santa Sede reconocía a Isabel II y el Estado a cambio reconocía el catolicismo como la religión oficial del país, se comprometía al sostenimiento de la Iglesia española (presupuesto de culto y clero) y le concedía amplias competencias en materia control de la educación (texto página 116). La labor de gobierno se completó con una importante labor legislativa que buscaba unificar el territorio y acabar con las múltiples particularidades. Los nuevos códigos civil (1844) y penal (1848) y la reforma fiscal (1854) igualaban las leyes y los impuestos entre todos los territorios. El gobierno controlaba las provincias (que desde 1833 tenían una nueva división parecida a la actual), a través de las diputaciones provinciales y los gobernadores civiles. Otra medida destacada de los moderados fue la creación de la Guardia Civil (1844), un cuerpo armado con estructura militar para mantener el orden público y la propiedad especialmente en las zonas rurales. 3.3.2.- Bienio Progresista (1854-1856) Los últimos años de la Década Moderada se caracterizaron por la corrupción y el autoritarismo de los gobiernos, que dejaron de convocar las Cortes. En julio de 1854, una facción del ejército encabezada por el general moderado O´Donnell se pronunció en Vicálvaro, enfrentándose a las tropas del Gobierno. El resultado de la acción quedó indeciso y O´Donnell se retiró camino de Andalucía. En Manzanares se le unió el general progresista Serrano y ambos decidieron lanzar un Manifiesto al País (Manifiesto de Manzanares, elaborado por Antonio Cánovas) con promesas progresistas. Desde que se produjo su difusión, las agitaciones populares proliferaron y casi toda España se unió a la insurrección, de modo que el alzamiento militar moderado quedó desbordado y convertido en un movimiento popular y progresista. A la vista de los acontecimientos, la reina Isabel II decidió entregar el poder a la principal figura del progresismo, el general Espartero. Los nuevos gobernantes se plantearon la realización de una nueva Constitución, que no llegó a publicarse (Constitución de 1856). Además se puso en marcha un nuevo proceso desamortizador, con la Ley de Desamortización General, de Madoz (1855) y se aprobaron leyes para promover el ferrocarril (símbolo de la industrialización y el progreso) y los bancos. En conjunto se pretendió ampliar la participación electoral y las libertades ciudadanas. 3.3.3.- La segunda mitad del reinado (1856-1868) En 1856 O'Donnell desplazó del poder a Espartero y los progresistas, y asumió el poder con el apoyo del partido que él había creado: la Unión Liberal que se presentaba como una vía política centrista que superara la oposición entre moderados y progresistas. Más que un nuevo partido, se trataba de un conglomerado de políticos oportunistas que tampoco conseguirían poner remedio al agotamiento del sistema.
Historia de España 2º de Bachillerato. Profesor Antonio Luis Díaz García IES Luis de Morales. Arroyo Arro de la Luz (Cáceres)
Entre 1856 y 1868 se alternaron en el poder la Unión Liberal de O'Donnell y el partido moderado de Narváez. En su primer gobierno, O'Donnell restableció restableció la Constitución de 1845 con un Acta Adicional que pretendía liberalizarla. De 1858 a 1863, O'Donnell presidió el más largo gobierno del reinado, cuya labor más interesante fue la política exterior: Guerra contra Marruecos y expediciones militares a Cochinchina y México. Entre 1866 y 1868 la monarquía entró en una profunda crisis que coincidió con una crisis económica. Tras la caída de O’Donnell le suceden varios gobiernos moderados dirigidos por Narváez que aumentó la política conservadora y la represión represión de las libertades públicas y oposición: fusilamientos, cierre de la prensa crítica con el gobierno y de las Cortes. En esta situación el descontento con el régimen aumenta, el desprestigio de la Corona aumenta y los progresistas conspiran para acabar con co él
4.- LA INTERVENCIÓN DE LOS L MILITARES EN LA VIDA POLÍTICA • •
Lectura de los dos primeros párrafos del apartado: ¿Por qué los militares intervinieron en la vida política?, política?, página 118 y de los documentos páginas 118118 119. Actividades de la página 119.
5.- LA DIVISIÓN PROVINCIAL DE 1833 Y LA ORDENACIÓN TERRITORIAL DE LA REGIÓN EXTREMEÑA. Los Borbones habían impuesto a su llegada a España la centralización administrativa convirtiendo los antiguos reinos y territorios en provincias (Decretos de Nueva Planta). Dentro de esta organización apareció por primera vez Extremadura como una provincia única. Sin embargo la amplitud de las demarcaciones provinciales creadas hacía difícil su gestión por lo que era necesaria una nueva organización del territorio. Con laa ocupación francesa, José I dividió el territorio io español en 38 departamentos, cada uno de los cuales debería constar de Universidad, Obispado y Audiencia. Extremadura se dividió en dos provincias: la del Tajo con capital en Cáceres y la del Guadiana con capital en Mérida. La vuelta de Fernando VII anuló estos cambios.
Historia de España 2º de Bachillerato. Profesor Antonio Luis Díaz García IES Luis de Morales. Arroyo Arro de la Luz (Cáceres)
Durante el Trienio Liberal se debatieron nuevas propuestas de organización territorial. Así Plasencia solicitó ser la capital de una tercera provincia que abarcara todo el territorio situado o al norte del Tajo, pero no tuvo éxito. Sí tuvo éxito la propuesta de Badajoz de ser capital de provincia frente a Mérida. La vuelta del absolutismo en 1923 volvió a anular estos cambios. Una vez desaparecido Fernando VII, y con Mª Cristina como regente en 1833 el ministro de Fomento Javier de Burgos dividió al país en 49 provincias. Éstas recibieron el nombre de sus capitales, excepto las tres provincias vascas y Navarra que conservaron sus antiguas denominaciones. Extremadura se dividió por tanto en dos provincias: Badajoz y Cáceres, y se reajustaron los límites entre ellas y con respecto a otras provincias limítrofes. l Con estos reajustes Extremadura aumentó su territorio. En esta época se crearon las Diputaciones Provinciales y la figura del Gobernador Civil, que representaba al gobierno en cada provincia. Con estos cambios eran las provincias las que tenían entidad. entidad Las as regiones a las que pertenecían, que apenas la tenían.