TAI CHI CHUAN FORMA 37 PASOS DEL MAESTRO CHENG MAN CHING (1900-1972) Videos Ilustrativos:
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Esta forma de treinta y siete pasos fue adaptada por el maestro Cheng, quien abrevió la tradicional forma de Yang Chen Fú de ciento ocho movimientos. El maestro Chen Man Ching discípulo del severo Yang, lleva el estilo a Taiwán y luego a occidente ( Estados Unidos ). Es en este país donde florece todo su arte, enseñando taichi, medicina china, caligrafía y pintura, arreglo floral y poesía, por lo que recibe el apodo de maestro de las cinco palmas, o de cinco artes. Fue uno de los primero maestros cultos, en quien se destaca su estilo suave pero poderoso a la vez, en donde se pone de manifiesto aquello de “Algodón relleno de acero”. La descripción que haré de la forma está centrada en su simbología y principales efectos terapéuticos. “Que el verdadero afecto y el feliz concurrir moren en esta sala. Que corrijamos aquí nuestros errores pasados y perdamos la preocupación por el yo. Con la constancia de los planetas en sus cursos o del dragón en su camino envuelto en nubes, nos dejen entrar en la tierra de la salud y de ahí en adelante caminar dentro de sus fronteras. Que nos fortifiquemos contra la debilidad y aprendamos a confiar en nosotros mismos sin un solo momento de titubeo. Entonces nuestra resolución se volverá el aire que respiramos y el mundo en que vivimos. …Y seremos tan felices como un pez en agua claras. (Dedicación del Profesor Cheng a su Escuela “La sala de la Felicidad”).
Preparación. Este sentido de quietud nos lleva al alma del Tao, al Wu chi o Vacío. Es el Cielo Anterior, lo todavía no concebido que se halla inmanifiesto en forma latente. Es el germen de la vida. Todavía no hay nada definido, nada nombrado, nada discriminado; todo es potencial.
Inicio del Tai chi. Origen de la vida y de la forma. Secuencia del Cielo Posterior del I Ching o Tratado de la Mutaciones. Todo se define y discrimina, comienzan los opuestos y complementarios (alto y bajo, lindo y feo, delgado y grueso, luz y oscuridad, noche y día, hombre y mujer, cielo y tierra; etc). Al elevar los brazos se comunica la energía de la Tierra con la del Cielo y llamea el fuego (Li, Lo adherente ) hacia arriba; es el principio masculino. Al descender los brazos el cielo se conecta con la tierra y se define el principio femenino o la unión del agua (kan, lo abismal), que son los riñones ubicados en el retroperitoneo, con el fuego del corazón. El agua busca lo profundo y el fuego adherido a algo se eleva hacia el cielo, de este modo existe disociación; el equilibrio óptimo es cuando el fuego está debajo del agua como quien calienta agua sin que llegue a hervir. Esto último se ejemplifica en el hexagrama sesenta y tres del I Ching, Después de la Consumación. Este interjuego entre kan y li se aplica a nivel orgánico en el eje de la sexualidad (los riñones en medicina china rigen las gónadas y sus fluidos), expresándose en una sexualidad amorosa y preservando la esencia. Regula la tensión arterial, mejora la excursión diafragmática y la ventilación pulmonar. Previene disfunciones renales y lumbares. Produce vitalidad e incremento de la voluntad sin apasionarse.
Parada externa hacia los lados. Es una posición en donde el chi de la tierra o “dtu chi” asciende desde la parte posterior de miembros inferiores y dorso, cruzándose por los omóplatos hacia el brazo contralateral que ejerce una suerte de protección física y energética moldeando el wei chi o energía centinela.
Tomar y presionar la cola del gorrión. Método de defensa y ataque que se dice se basa en el juego de la naturaleza entre un ave rapaz y un gorrión; entre el depredador y la presa. Nuestra mente muchas veces se halla dividida entre pensador y pensado, entre cazador y cazado; entre nuestros instintos predadores y bondadosos. Este ejercicio nos lleva a través del movimiento a reencontrar la paz, la bondad y la unidad de cuerpo-espíritu.
Látigo simple. El brazo posterior extendido estimula el punto acupuntural Da Bao o Gran Propulsor que corresponde al canal Shou Tai yin o Bazo. Genera vitalidad, distribución del chi por el tejido conectivo, mejora la función hepato-biliar y también favorece la digestión por estímulo del canal yang ming de intestino grueso. El delicado gesto de formar un pico de grulla se refiere desde lo físico a la depuración; las grullas introducen sus picos con agua y minerales en su ano para hacerse enemas luego de sus prolongados vuelos migrantes. Desde lo simbólico alude a la longevidad y fidelidad, principales virtudes de estas aves.
La grulla blanca extiende sus alas. Despliega el chi del pulmón mejorando sus capacidades respiratorias y de distribución del wei chi o energía defensiva. Es bueno para trastornos del aparato ventilatorio inferior, como asma, enfisema, bronquiectasia, disnea cardio-respiratorio; etc. Recordemos que el color blanco pertenece al reino del metal y tiene tropismo por el pulmón. Otra vez la longevidad de la grulla. Estos animales baten sus alas a modo de cortejo y también de defensa.
Tocar el pipa (laúd). Beneficia la circulación por el Jiao Superior (Calentador o Fogón superior) incidiendo en las funciones cardiorrespiratorias. Drena el pericardio, activa los puntos Lao Gong y todos los puntos ting (terminales de dedos) movilizando la energía de intestino delgado y grueso, pulmón, corazón, pericardio y triple función. Toma y devuelve la energía del entorno luego de atravesar el cuerpo. Es una postura que adaptada se utiliza como meditación de pie.
Montar al tigre y llevarlo de regreso a la montaña. El tigre pertenece a la dirección del oeste y al elemento metal, siempre avanzando y cortando. La mirada del tigre es implacable. La función de este reino regido por Venus es hallar la misión trascendente en esta tierra. Por un lado montar al tigre que es el guardián de los cielos nos permite dirigirnos a la montaña del conocimiento donde están los hombres sabios e imperecederos; por otro lado, es llevar nuestra naturaleza filosa a pacificarse al aquietamiento de Ken, la Montaña. Mejora también las funciones respiratorias y da equilibrio al coordinar el eje nervioso que conecta ojos, aparato vestibular (del equilibrio en el oído) y columna cervical.
Rechazar al Mono o El Mono caza retrocediendo. El mono es juguetón, curioso y muy ágil. Brinda agilidad, agudiza el intelecto y activa la órbita macrocósmica o Gran circulación celestial. Se dice en una de las novelas fantásticas más grandes de china, Viaje al Oeste, del período Ming, que el Rey Mono nacido de la unión de la luna y el sol, se dirige a la India en busca de un texto sagrado utilizando sus poderes para reconocer y vencer demonios. Eleva la energía recorriendo los siete peldaños de la columna relacionados con el eje de la vida. Recorre la energía desde el coxis relacionado con el hexagrama Fú, El Retorno, hasta el Pai Huei o Cien Reuniones, que son respectivamente el cenit y nadir del ser humano. La columna vertebral se relaciona con el estandarte del Yo y El Ego. Haciendo esta vía libre se siente la sensación de liviandad, flotación y ausencia de Yo. Nos elevamos hacia el Cielo. La zona ventral se relaciona con aspectos más yin o terrenos, como por ejemplo el centro del pecho se relaciona con el amor fraterno, el centro del abdómen con el dominio, las posesiones, la gula, pero también con la nutrición, la protección y la reflexión. El tan tien inferior con las funciones reproductoras y genito-urinarias. Estimula los canales Ren y Du Mai, llamados Vaso Concepción y Gobernador. Equilibra las funciones de todos los órganos y columna. Mejora la fertilidad. Aclara el punto yin trang que es el asiento de la clarividencia.
Vuelo diagonal. En un magnífico vuelo en el que se contactan las energías de cielo y tierra, se abre un arcoiris de chi; luego, las manos se disuelven como nubes.
Manos de nubes. Hace circular la energía entre el mar del cinabrio (agua) y el emperador (fuego), mezclando ambas energías con las palmas de las manos. Actúa a modo de molino intercambiando las esencias. Se dice que es el ejercicio utilizado por excelencia en el área de salud mental, que puede ser beneficioso aún en la esquizofrenia. La mano superior entra en contacto con la funciones hipofisáreas y pineales a través del sello de la frente en la glabela. Las manos como lo dice el nombre del movimiento deben flotar como nubes con total soltura y suavidad. Despeja las nubes (pensamientos de baja vibración) de la mente y los deja pasar. Como dijo un gran maestro zen: “Pensar en…Es la función de la Divinidad”.
Látigo simple reptando. Viajamos a las zonas más obscuras del ser, a lo más arcaico, a nuestro aspecto reptídico, a lo oculto en las sombras. Lo más profundo es el agua, el fondo del mar donde todo es oscuridad total y de color negro, pues allí vamos, buceamos en el abismo del ser. Beneficia la energía renal, da flexibilidad a la columna. Refuerza las articulaciones. Excelente para problemas reumáticos como artrosis, osteopenia, osteoporosis; etc.
El Gallo Dorado se posa en sus patas. Desde la oscuridad podemos elevarnos hacia la luz, como lo hace el gallo al cantar cada mañana con el alba. Pero no debemos ser altivos o arrogantes como esta ave, debemos bañarnos con la luz de la humildad. Ofrece equilibrio, alinea la columna, eleva el yang, siendo bueno para mejora edemas, astenia, hipotensión, mareos por deficiencia, lumbalgia; etc.
La Bella Dama teje en las Lanzaderas. Uno de los orígenes del tai chi y el chi kung se basa en la danza del Gran Yu, emperador que domo el curso de las agua en China salvando a la nación. Este se inspiró en el movimiento de la Estrella Polar de la Osa Mayor. Este movimiento recuerda esta danza. En este paso debemos actuar con suma delicadeza. En un telar de seda si detenemos la lanzadera el hilo se enreda, por el contrario si apresuramos la labor se corta. Lo mismo sucede con la energía que manejamos en este ejercicio, debemos actuar delicadamente como la bella dama o el hada (nombre que se le da también a este ejercicio), ya que la energía asciende en forma espiralada en sentido dextrógiro. Todo el sentido del ejercicio se orienta hacia las cuatro direcciones (agua, madera, fuego, metal), sustentado por el hombre que se mueve en el centro (tierra). Genera equilibrio y coordinación, mejora el libre movimiento del tronco y activa a los 8 vasos maravillosos.
Dar un paso hacia La Séptima Estrella. Los orígenes del taichi se remontan a las escuelas taoístas de Wudan Shan, adoradores de la constelación de la Osa Mayor y de la séptima estrella sagrada. Sus pasos se encaminaban a este astro, y he aquí este gesto divino en donde se avanza hacia la misma. Existe un antiguo relato, el mito en el que la tierra había quedado despoblada luego de una catástrofe, en el que la Luna y el Sol apiadándose de la extinta raza se les ocurre aparearse para repoblar el planeta. Temerosos deciden preguntarles al Cielo, luego de suplicarle a la Séptima Estrella; finalmente el Padre Celeste se compadece y los autoriza. En el gesto podemos observar como se elevan hacia el cielo, la luna en la mano derecha y el sol en la izquierda. Estimula el punto yin trang o ajña chakra, mejorando las funciones perceptivas y extrasensoriales, así como el sentido de la visión.
Montar al Tigre y regresarlo a la Montaña. Una vez más, si el instinto animal no ha sido domado, montamos a lomo de tigre y regresamos a la montaña de la sabiduría.
Girar el cuerpo y Patada de Loto.
Si lo anterior no ha bastado tenemos aún una oportunidad más de purificarnos. Es a través de dar un giro y patear con los pies del Loto. El Loto de los Mil Pétalos es símbolo de la perfección en la simbología Budista. Esta planta crece en los terrenos fangosos anclando sus raíces en los estanques de loes pero dando sus bellas flores blancas en la superficie. Conecta los centros inferiores con los superiores, pai huei con hui yin. Al patear se activa el punto Manantial Burbujeante en las plantas de los pies activando las raíces; también estimula el nacimiento del yin en el periné y el canal Dai Mai de la cintura.
Golpear al Tigre al otro lado de la Montaña o Tensar el Arco y dispararle al Tigre. Queda claro que una vez más aunque el feroz tigre se halla marchado al otro lado de la montaña, aseguramos nuestro disparo para alcanzarlo definitivamente. Me recuerda a los cuadro de pastoreo del zen en donde buscábamos la iluminación y no nos percatábamos que el buey que no hallábamos se encontraba debajo nuestro. Finalmente desaparece el buey y el campesino, es decir, se extinguen ambos, el buscador y lo buscado. Por otra parte, los arqueros tanto en las tradiciones de la india, china y Japón han sido considerados guerreros de Dios. Recordemos el arco que portaba Arjuna en la guerra contra sus primos cuando es bendecido por Krishna; o los arqueros del kyudo zen en el relato de Herrigel.
Conclusión del Tai chi. Finalmente volvemos al origen, al Vacío, pero renovados como seres de Luz. Ahora podemos regresar al mundo a compartir una copa de vino con los pescadores, al igual que en el último cuadro de Pastoreo Zen.