Las Causas del Comportamiento
El capítulo inicia con la siguiente pregunta: ¿Por qué la gente se comporta de la forma en que lo hace?, lo cual se establece como un tema muy complicado, pues definir mente es un asunto demasiado ambiguo y difícil. Cuándo se pregunta el porqué de ciertas conductas, regularmente la gente le atribuye un proceso mental de emoción o sentimiento a la ejecución de dichas conductas; por ejemplo, se dice que una persona va a nadar porque quiere hacerlo, y existe una tendencia a generalizar los motivos personales de alguna acción a las demás personas, en otras palabras, el motivo por el cual una persona va a nadar, piensa que es el mismo motivo por el cual todas las personas van a nadar. El estructuralismo por su parte puede decir cómo actúa una persona, pero no puede responder a la pregunta de por qué esa persona se comporta de esa forma; de manera que el aspecto mentalista representa un problema, pues no se puede asegurar con certeza su naturaleza, origen o explicación, además que no se puede predecir porqué tiende a cambiar para cada individuo en particular. De acuerdo al conductismo metodológico, el comportamiento se puede predecir si se toma en cuenta el ambiente de una persona, o la historia previa en relación a una determinada conducta; por ejemplo, si se sabe que una persona blanca creció en un ambiente en donde se odia a los negros, es posible predecir que tendrá una conducta de rechazo y agresión hacia las personas de color. Eso permite pensar que se se puede manipular la conducta de una persona, si se manipula a la vez su ambiente. El conductismo metodológico es completamente científico; descarta cualquier intervención de la mente en la conducta, pero durante muchos años, los psicólogos que representaban ese conductismo metodológico se preguntaron si en verdad había que ignorar esos procesos mentales, al extremo que muchos de ellos terminaron por reconocerlos, aunque a la vez rechazaron que la mente interviniera en la conducta; pero entonces ¿qué sucede con todas las áreas científicas que dicen lo contrario, y que dan señales de que la mente interfiere sobre el cuerpo?. Por su lado, el conductismo radical presta atención a la auto-observación y al
auto-conocimiento; no considera inobservables los hechos internos, así que no los desecha sino que cuestiona la confiabilidad de las observaciones. La cultura define nuestra conducta, pues es el ambiente que nos influye, de manera que un chino piensa como chino, y un norteamericano piensa como norteamericano, siendo ambas, maneras muy diferentes de pensar. Es muy común escuchar equivocaciones en los nuevos conductistas al utilizar términos mentalistas, pero esa transición es un proceso que llega a convertirse en una costumbre la utilización de lenguaje técnico.
En el libro aparecerán términos que
parecieran ser nuevos y complicados; pero el autor aclara que se presentaran de manera simple y hasta cierto punto explicada, para que el lector se vaya familiarizando con dicha terminología.
Precisamente el tener que descartar la mente como uno está acostumbrado a concebirla es algo que cuesta mucho. El capítulo indica que lo que comúnmente hemos visto siempre como pensar, es en realidad una conducta, y se entiende muy bien, pues son las contingencias las que van formando nuestras respuestas, por lo que los individuos de una misma sociedad posiblemente respondan muy parecido a determinada situación, pero quizás los de otra ciudad lo hagan de manera diferente al primer grupo, pero de forma muy similar entre ellos.
El Mundo Debajo de la Piel Se describe la existencia de tres sistemas nerviosos en el cuerpo humano; el interoceptivo relacionado a órganos internos, el propioceptivo relacionado a tendones y estructura esquelética y el exteroceptivo relacionado con los sentidos, pero este último juega un papel primordial primordial en la auto-observac auto-observación. ión. Los estados internos del cuerpo son individuales, y no se puede conocer ese estado interno en otros individuos, sino en uno mismo.
Por medio de preguntas
directas se puede descubrir que va a hacer una persona, o que hiso antes, y se le
puede enseñar a un niño a interpretar situaciones de ese tipo; pero es muy difícil enseñarle a ese niño a saber distinguir sus condiciones y procesos internos sumamente bien. El lenguaje juega un papel primordial en la descripción que el individuo hace de su auto-observación; por ejemplo, en el caso del dolor, un individuo dice "me duele", lo cual es la utilización de un término público, que es reconocido por las demás personas. Ese mismo lenguaje permite ser más específico, pues al "me duele", una persona puede agregar: "como una punzada" o "como un martillazo"; y de esa forma tenemos una mejor idea del proceso interno en el individuo.
Decimos entonces que que la
comunidad verbal puede superar las barreras impuestas por lo privado. A pesar de que las palabras pueden ofrecer una idea bastante precisa del estado interno de una persona, no se puede decir que sea exacto; o dicho de otra forma, no siempre se puede describir con exactitud, por medio del lenguaje, lo que una persona siente con precisión. Ante la pregunta de ¿Qué haces? se definen varias respuestas que describen diferentes tipos de comportamiento, tal como:
el comportamiento actual , como su nombre lo indica, define lo que se hace en el mismo momento,
el comportamiento probable , que contiene una pregunta y respuesta en sentido metafórico, o lo que se podría hacer;
el comportamiento perceptivo , perceptivo , que es una pregunta directa que obtiene como resultado lo que los sentidos ven o perciben;
el comportamiento pasado , compuesto por la descripción de acciones pasadas ante preguntas que indagan sobre esas situaciones;
el comportamiento encubierto , se refiere a lo que se está pensando o sintiendo internamente, pero que a través del lenguaje puede describirse;
el comportamiento futuro , no solo describe por medio del lenguaje lo que se va a
hacer, sino lo que muy probablemente puede suceder en determinado momento, una predicción;
la actitud , define una metáfora de inclinación o tendencia; es la respuesta a la pregunta de si realmente se quiere hacer lo que se está haciendo;
traducciones múltiples , hace referencia a las muchas formas que puede decirse o puede interpretarse la manera de decir algo, como el ejemplo de "tengo hambre", comparado con "hace días que no como". Al indagar sobre la causa del comportamiento, no siempre se obtiene una
respuesta correcta, pues en muchas ocasiones no se sabe con exactitud el por qué de determinado comportamiento; cuando eso sucede, muchas veces se inventan causas. Las explicaciones del comportamiento varían de acuerdo a las respuestas que se obtengan ante la pregunta sobre la causa de dicho comportamiento. Se define una diferencia entre el sentimiento y lo que se siente; en el caso del primero se dice que es simplemente responder a un estímulo, mientras que el informe de lo que siente es el producto de las contingencias ambientales especiales dispuestas por la comunidad. Conocer es un comportamiento, y solo se conoce cuando el mundo privado del individuo se hace importante para otras personas, pues al mismo tiempo se hace importante para ese individuo. El análisis conductista son pautas para el comportamiento pasado, presente y futuro; sin embargo, el mundo privado no se conoce u observa claramente. Se puede enseñar el auto-conocimiento, pero no se puede solucionar completamente el problema de los acontecimientos privados.
Lo que despierta mi atención es que según entiendo, ni siquiera la persona misma tiene una idea clara de lo que conoce o no conoce, pues al ser producto de las contingencias, esa persona responde de una manera específica, no porque quiera hacerlo, sino porque nació en un lugar específico, bajo los parámetros que le permiten responder de la forma en que lo hace; lo que explica
que individuos de diferentes sociedades, respondan de forma muy distinta a un mismo estímulo. El lenguaje mismo es parte de esas contingencias, y creo que eso explicaría el acento que se tiene dependiendo del lugar donde se haya nacido.
Comportamiento Innato El ser humano es producto de la selección natural, y el comportamiento ha sido materia de estudio muy importante para la anatomía y la fisiología, dentro de muchos otros campos que han requerido estudio especial, tal como la respiración, la digestión, la inmunización, etc. Los recién nacidos muestran comportamientos que han ganado la atención de esos estudios (respirar, succionar, comer, orinar, defecar, etc.), pero aún no se puede explicar el “por qué”, sino que simplemente se puede observar y describir dichos
comportamientos. El reflejo es la relación que existe entre el comportamiento y el estímulo. Muchos comportamientos son considerados “reflejos”, pero algunos científicos les llaman “instintos”, lo cual es cuestionable pues eso simplemente describe una conducta
pero no la explica. Darwin explicó todo el proceso de selección natural demasiado tarde, y quizás “llegó tarde” porque no incluía un elemento de creación. Es muy difícil observar ese
proceso de selección natural porque toma muchos años; sin embargo, se dice que dicho proceso es posible gracias al instinto de supervivencia. La supervivencia es contingente con ciertas clases de comportamiento, por lo mismo es que los organismos se aparean, cuidan a sus hijos y se defienden de los depredadores, de esa manera se puede explicar la selección natural. El reflejo condicionado es una respuesta del organismo a las contingencias del ambiente; pero cuando se reacciona por instinto, lo que sucede es un reflejo incondicionado. Si uno huye de un depredador, la primera vez el corazón palpitará fuerte como un reflejo incondicionado a la acción de correr, y es una respuesta a la
exigencia del organismo para no sufrir un ataque cardíaco; pero si la situación se repite, seguramente el corazón iniciará a palpitar fuerte, antes de iniciar la huída, precisamente porque ese reflejo se convierte en condicionado. A través del condicionamiento operante, una persona puede manejar fácilmente un ambiente nuevo, pues éste se diferencia del condicionamiento reflejo en que este último es involuntario, mientras que el operante es manejado a voluntad del individuo. Un ejemplo es cuando una conducta agresiva obtiene alimento, entonces el individuo repetirá la acción cada vez que desee conseguir ese alimento, que a su vez se convierte en reforzador, pues es el motivo por el cual el sujeto repite la conducta agresiva. La combinación del condicionamiento operante y la selección natural, dan como resultado el troquelado, como en el caso de un patito que es separado de su madre al momento de nacer, éste va a seguir a un objeto en movimiento sin importar lo que sea, de igual manera que lo hacen los patitos cuando siguen a su madre. El instinto de imitación o instinto gregario, es confundido muchas veces con la selección Natural y con el condicionamiento operante. El ejemplo es el de un grupo de aves atacadas por algún depredador; el ave atacada emprende el vuelo de inmediato, seguida por todas las demás. La territorialidad y agresión no son precisamente formas de comportamiento, pero hace referencia a aquellos organismos que pueden defender su territorio en determinado momento. El comportamiento agresivo puede ser innato, y en ocasiones puede desencadenarse por un valor de supervivencia. Existen ciertos comportamientos universales, los cuales muchas veces son identificados como estímulos, pero se evita a toda costa utilizar ese término, y por el contrario se dice que son características de toda una especie, y que son rasgos de su información o herencia genética. El condicionamiento operante forma parte de la dotación genética, tanto como lo son la ingestión y la gestación, pero el asunto es saber cómo se debe analizar esa
dotación genética. genética.
También es necesario distinguir entre las dos clases de
contingencias; las de refuerzo por ejemplo, se dirigen a la predicción y el control, pero cualquier comportamiento que escape del análisis en términos de contingencias de refuerzo, probablemente se asigne a la dotación genética, y quizás simplemente aceptemos tal explicación. ¿Cómo ha evolucionado la mente?, ¿en qué momento surgió la primera idea en la mente del ser humano?; son preguntas que han tratado de resolverse de distintas maneras. En algún momento de la evolución la mente respondió a las contingencias de manera consciente, pero al final, el concepto de mente fue inventado para explicar el comportamiento.
¿Por qué ciertas cosas que algunos animales hacen no pueden ser tomados como conductas, pero cosas que un recién nacido hace sí son conductas?, la información genética explica muchas cosas; y se va transformando gracias a los instintos, sin embargo, si hay actitudes que son consideradas conductas porque se ejecutan por ser parte de la dotación genética, ¿por qué otras no lo son?; el conductismo tiene muchas respuestas a este tipo de fenómenos, y sin embargo el mismo autor asegura que hay muchas respuestas que no se tienen aún.
Comportamiento Operante Los reforzadores, bien sea positivos o negativos, complementan la selección natural. El condicionamiento operante es producto de la selección Natural, y eso a su vez provee una idea de qué consecuencias son reforzantes y por qué. La respuesta de los sentimientos expresa un efecto colateral; se da el ejemplo de decir “amo a Brahm”, lo cual implica en realidad una posible acción y no un
sentimiento, pues esa persona procurará escuchar a Brahms siempre que sea posible, y lo mismo sucede con el antónimo, pues se puede decir: “odio a Brahm”, que gracias al efecto aversivo que esa expresión produce, la persona hará todo lo posible por intentar no escuchar a Brahm. Querer, sentir, necesitar y desear son elementos que se pueden utilizar para
impulsar ciertas conductas; se diferencian entre ellos en cuanto a lo que implican, pero pueden ser reforzantes para reducir una necesidad, o para obtener comportamientos deseados.
La privación o estimulación aversiva pueden ser responsables del
comportamiento; el efecto de la privación aparece lentamente y a esa privación se le denomina impulso o urgencia, pero hay que entender que la privación no es una fuerza impulsora. El querer algo es la probabilidad de una acción; tener la idea de algo sugiera un comportamiento; por ejemplo, cuando se dice que una persona cogió la idea de algo, lo que en realidad se está diciendo es que esa persona adquirió un comportamiento determinado. Por otro lado, al comportamiento operante se le conoce como voluntario, se habla a la vez de “libre albedrío” gracias al refuerzo positivo, y por ese motivo la
persona se siente libre de elegir voluntariamente. voluntariament e. Tanto la idea como la voluntad son intercambiadas por el comportamiento, o al menor por la intención de comportarse. Al conductismo se le acusa de no considerar el propósito o la intención, pero se dice que el comportamiento operante es el campo de esos dos aspectos.
En los
experimentos, los organismos se desplazan hacia donde está el alimento, por lo que podría sugerirse que la meta (o propósito) de esos organismos es el alimento; pero esas metas o propósitos se confunden cuando se habla de la vida diaria. Se dice que no todas las consecuencias son reforzantes, y las que lo son dependen de las contingencias, las de refuerzo están en el ambiente, mientras que los motivos y propósitos se localizan en las personas, y en el mejor de los casos, esos motivos y propósitos son los efectos de los refuerzos. Cuando las contingencias cambian, es probable que también cambie la posibilidad de que una persona responda de determinada manera a una historia de refuerzo previo; el refuerzo frecuente da confianza, pues una persona se siente segura de que tendrá éxito, pero en esas situaciones el comportamiento se atribuye a los sentimientos y no a las contingencias responsables de lo que el individuo siente. Cuando el refuerzo desaparece, también desaparece el comportamiento. Muchos refuerzos ocurren de manera intermitente; y la proporción entre las
respuestas y los refuerzos, se puede llegar a reducir hasta ser muy desfavorable. En los programas de razón variable, el refuerzo ocurre después de un promedio de respuestas, pero en ese programa no se puede predecir cuál será la siguiente respuesta a reforzar. Los estímulos aversivos se convierten en reforzadores cuando se les reduce o se les extingue; por ejemplo, una persona que sostiene una conversación muy animada, puede disminuir la energía con la que habla si se acerca alguien que le ha tratado de manera aversiva; pero si esa persona se va, entonces el individuo empieza a hablar con mas confiaza. El castigo tiende a confundirse con el refuerzo negativo, y a veces se le llama “control aversivo”; se usan los mismos estímulos, pero el castigo se utiliza para
remover comportamientos, mientras que el refuerzo genera comportamientos.
La
frecuencia, severidad y el programa del castigo generan otros aspectos del comportamiento atribuidos por lo general a los sentimientos o a los rasgos del carácter. Los primeros estudios de la conducta se reducían a la forma o estructura; idea que era respaldada por el rechazo a aceptar los sentimientos y los estados de la mente, y al apego a la objetividad; pero al mismo tiempo se descuidaban las contingencias del refuerzo y las contingencias de supervivencia. Se consideraban estructuralistas las teorías de la frecuencia acerca del aprendizaje; en otras palabras, se decía que lo que había sucedido una vez, sucedería de nuevo. Ese mismo estructuralismo está implícito en la distinción que a veces se hace entre aprendizaje y ejecución, término claramente estructuralista, pues se refiere a lo que un organismo hace, sin tener en cuenta por qué lo hace. Se ha encontrado además una relación entre la ejecución y las contingencias. Cuando se le agrega la palabra “mente” a una frase u oració n, se le está
adjudicando una posibilidad de acción.
Las posibilidades de que se dé un
comportamiento, dependen de la frecuencia del refuerzo en situaciones similares del pasado; además se dice que el comportamiento operante requiere de una “asociación
de ideas”; el refuerzo suministra información.
Se dice que tanto el entendimiento como la creencia son necesarios para el condicionamiento operante; pero las posibilidades posibilidades están en las contingencias.
En
ocasiones se dice que el condicionamiento operante es un aspecto más para la búsqueda de la felicidad, aunque esta última es un subproducto del refuerzo operante.
Considero contradictoria una situación: en la primera parte de este capítulo se hace ver que una persona puede amar algo, pero el autor aclara que no precisamente es un sentimiento, sino es un comportamiento. comportamiento . Más adelante se dice que el condicionamiento operante es el que permite el libre albedrío y la voluntad, lo cual presenta cierta confusión, pues si la persona no puede amar, ¿qué entonces es la voluntad?. En otro lado se dice que la supervivencia es contingente con ciertas clases de comportamiento, pero el autor hacía ver que la supervivencia es un instinto.
Percibir El problema más serio con el cual se ha enfrentado el conductismo es el tratamiento del contenido de la conciencia. Se dice que la persona responde al mundo que le rodea en el sentido de actuar sobre él; pero es en realidad el ambiente el que toma la iniciativa, y no el individuo que percibe. En el conductismo radical, construido sobre el análisis operante, el ambiente permanece fuera del cuerpo, que es el lugar donde ha estado siempre. El ambiente afecta a un organismo siempre; al estímulo y respuesta debemos agregar la consecuencia. Una respuesta se refuerza en momentos similares debido a la generalización, pero se refuerza por la presencia de una propiedad común en cada momento similar, y dicha propiedad adquiere un control exclusivo a través de un proceso llamado discriminación. discriminaci ón. Las contingencias también determinan lo que un individuo percibirá. Las personas responden al mundo debido a lo que ha sucedido mientras se ha estado en contacto con él; por situaciones similarmente repetitivas, en ocasiones incluso se llega a un nivel de privación, en el que se anticipan cosas, o se cree que ciertas cosas están sucediendo; por ejemplo, creer escuchar el teléfono cuando se espera una llamada importante, cuando en realidad el teléfono no está sonando.
Para investigar cómo una persona interpreta determinada situación, se debe examinar su comportamiento debido a esa situación, pero esto solo puede hacerse de acuerdo a su historia genética y ambiental (El cerebro guarda información, aunque se dice que se ha sustituido cerebro por mente). Las contingencias del ambiente son las que permiten que una persona responda a dicho ambiente. En los primeros años del conductismo, el observador debía describir las cosas como si nunca antes las hubiera visto; posteriormente hubo progresos cuando se estudió la discriminación (de estímulos), especialmente en investigaciones sobre procesos sensoriales en los animales. Nuestra dotación genética restringe el control del estímulo del comportamiento, sin embargo, sus fallos no son asunto de inferencias falsas, las discrepancias en realidad se encuentran en el control de los estímulos.
Las diferencias entre los
comportamientos se explican por las diferencias entre contingencias pasadas. Hay quienes creen que lo que las personas ven son en realidad copias del mundo, y que nunca se ve el mundo en sí. Esa es una teoría llamada “de la copia” y es muy convincente en cuanto a los estímulos visuales, pero no sucede lo mismo con los sabores u olores. “Ver en ausencia de la cosa vista”, esa idea representa lo que propone la teoría
de la copia. Las personas evocan recuerdos o imágenes en sus sueños, por lo que traen e la mente una copia de imágenes que vieron en situaciones anteriores. Ver imágenes de lugares visitados, o de paisajes que traen gratos recuerdos, puede ser un reforzador que se evoca cuando así se desea, o también ese recuerdo puede emitir un comportamiento que luego recibirá refuerzo. El hecho de ver cosas cuando esas cosas no están presentes, fue lo que dio luz para que se inventara el mundo de la mente. Las contingencias de refuerzo producen cambios en los individuos, pero eso no significa que almacena contingencias, o dicho de otra manera, no significa que guarde copia de los estímulos que han formado parte de las contingencias.
Existen muchas concepciones de lo que es “mente” , y se utiliza esa palabra para
indicar ideas que más bien evocan una acción; por ejemplo, cuando se dice que una persona esta distraída, generalmente se utiliza la frase: “su mente está vagando”; la
mente se relaciona estrechamente con la teoría de la copia, y forma parte importante de la teoría del contenido consciente.
En otra parte del capítulo dice que las diferencias importantes que existen entre comportamientos se explican por las diferencias entre contingencias pasadas; si el comportamiento varía de acuerdo a las contingencias, ¿Cuándo funciona la mente?. Lo que se puede entender es que el individuo se enfrenta a muchas contingencias distintas, y conforme esas contingencias cambian, al mismo tiempo modifica su conducta, pero lo diferente no es el comportamiento sino las contingencias.
Comportamiento Verbal Se dice que el comportamiento vocal operante marcó una gran diferencia porque amplió el alcance de su ambiente social. Cuando nació el lenguaje, nacieron junto con él características importantes del comportamiento humano. Existen diferencias entre el lenguaje y el comportamiento verbal; la más importante es que el lenguaje es algo que se adquiere y tiene el carácter de cosa; pero el comportamiento verbal es comportamiento; lo refuerzan los efectos sobre las personas, y está libre de relaciones especiales, temporales y mecánicas que se dan entre comportamiento operante y las consecuencias no sociales. Otra característica del comportamiento verbal es que no necesita apoyo ambiental, pues se puede decir que para montar una bicicleta se necesita una bicicleta, pero no la necesitamos para decir “bicicleta”, por lo que se dice que el comportamiento
verbal puede ocurrir en cualquier momento y cualquier ocasión. Los estructuralistas se han quejado de que el conductismo ignora el significado, pues aseguran que lo más importante no es lo que la persona hace, sino lo que para esa persona significa su comportamiento. El significado de una respuesta no está en
su topografía o en su forma, sino que se encuentra en su historia antecedente. El significado no es propiedad de una respuesta, sino mas bien es propiedad de las contingencias responsables tanto de la topografía del comportamiento, como del control ejercido por los estímulos. Una respuesta verbal del que habla hace posible que el que escucha responda apropiadamente. Los significados son los mismos tanto para el que habla como para el que escucha; el que habla transmite conocimiento, y ese conocimiento pasa a ser parte también del que escucha. Los diccionarios no dan significados, sino que en el mejor de los casos, dan otras palabras que tienen los mismos significados. Debido a las prácticas reforzantes de una comunidad verbal, un referente es aquel aspecto el ambiente que ejerce control sobre la respuesta de la cual se dice que es referente. En comportamiento verbal, se le llama metáfora a la clase de respuesta provocada por un estímulo semejante; en otras palabras, la respuesta ocurre por una semejanza entre estímulos.
La abstracción por otro lado, es atribuible a las
contingencias de refuerzo especiales. Las contingencias explican el comportamiento, y no necesitamos preocuparnos porque sea imposible descubrir el referente en cada caso particular. Lo que existe son las contingencias que someten el comportamiento al control de las propiedades, o de las clases de objetos definidos por las propiedades. Al referente se le llama concepto en lugar de una entidad abstracta, cuando se define una clase con más de una propiedad; esos conceptos existen en el mundo antes de que alguien los identifique; se dice que son descubrimientos más que invenciones, que representan la realidad. Un conjunto de palabras que forman una oración, tienen un significado diferente y mucho más amplio, que si tratáramos de definir las palabras por separado; más que referirse a las cosas, las palabras dicen cosas.
La idea de referente es sustituida por el concepto de control de estímulos; referente no solo respecto de las respuestas que ocurren aisladamente y que se llaman palabras, sino también respecto de las respuestas que se llaman oraciones. Al hacer registros de conducta, cuando se dividen esos registros en palabras y oraciones, sin pensar en las condiciones en las cuales se emitió el comportamiento, se descuida el significado que tienen para el que escribe o habla, por lo que se pierde casi la mitad del comportamiento verbal. Se considera una pérdida de tiempo el hecho de jugar con las oraciones o analizar las clases de transformaciones que hacen (o no hacen) aceptables las oraciones para el lector ordinario, especialmente cuando dichas oraciones no se han emitido como comportamiento verbal. La metáfora del desarrollo o crecimiento, surge debido al desmedido interés por la estructura del comportamiento verbal; se compara el crecimiento del lenguaje del niño, con el crecimiento del embrión, y entonces la gramática se puede atribuir a las reglas que posee el niño en el momento del nacimiento. El niño adquiere un repertorio verbal con una sorprendente velocidad; de hecho, un niño puede aprender a utilizar una palabra nueva por efecto de un solo esfuerzo.
Si bien es cierto el comportamiento verbal y el lenguaje son dos cosas diferentes, considero que una está íntimamente ligada a la otra, pues la adquisición del lenguaje tuvo que haber sido un proceso gradual; quizás primero nació el lenguaje y posteriormente el comportamiento verbal. Es interesante la explicación del autor, pues efectivamente lo que una persona dice puede producir la conducta de otra.
Pensamiento Para los mentalistas, el ambiente físico se introduce en la mente y se convierte en experiencia; el comportamiento se introduce en la mente y se convierte en propósito, intención, ideas y actos de voluntad. Pensamiento significa “comportarse débilmente”, algo así como dudar; por
ejemplo, en la frase “pienso que es una especie de llave”, la palabra “pienso” es contraria a “sé”; y se dice que eso puede deberse a un control de estímulos deficiente.
Pensar es comportarse, el error consiste en colocar el comportamiento en la mente. Descuidar al comportamiento encubierto simplemente porque no era objetivo, fue el error del conductismo metodológico y de ciertas versiones del positivismo lógico y del estructuralismo. Hay formas de hacer más efectivo los estímulos, como por ejemplo, hay diferencia entre oír y escuchar, en donde escuchar se refiere realmente a un acto. En ocasiones, atendemos a un estímulo o lo ignoramos, sin cambiar ninguna condición física, y lo hacemos igual para varios mecanismos mentales; lo que está implicado en la atención son las contingencias que subyacen al proceso de discriminación. La búsqueda es otra de las actividades cognoscitivas que afecta el contacto con los estímulos; buscar algo es comportarse de formas que han sido reforzadas cuando en situaciones anteriores se busco ese algo y apareció. Cuando una persona pierde un zapato, va a buscar en los lugares en donde ha dejado perdido ese zapato en ocasiones previas. La memoria es el “lugar” en donde se almacenan los recuerdos, las
experiencias, datos, etc.; posteriormente pueden recuperarse cuando se recuerdan, y se les utiliza con el fin de comportarse más efectivamente en un contexto actual. El organismo no almacena las contingencias que lo afectan; éstas nunca están dentro de él; simplemente cambian al organismo. Como un resultado, el organismo organismo se comporta de maneras especiales bajo clases especiales de control de estímulos. Se mencionan también ciertas técnicas, como la del recuerdo que no se interesa por la búsqueda de un almacén de memoria, sino en aumentar la probabilidad de las respuestas.
Esas técnicas para mejorar la memoria son comportamientos pre-
aprendidos o fácilmente aprendidos que permiten fortalecer el comportamiento que se ha de recordar. Otra técnica es la que permite aprender a observar, de tal manera que ayuden a
recuperar los recuerdos más rápidamente; no son técnicas de almacenamiento, sino de generación de una percepción efectiva. La solución de problemas es otro de los procesos cognoscitivos, el cual, debido a la manera en que se ha formulado, es un campo marcado por mucho misterio. Las personas necesitan orientarse en una realidad infinitamente compleja para ordenar la ilimitada particularidad de la experiencia, para encontrar las esencias detrás de los hechos, para darle sentido al estar en el mundo, por todo eso es que hay que solucionar los problemas. La persona se enfrenta a decisiones que debe hacer entre varias posibles soluciones, a lo que le autor llama “selección”, aunque el problema radica más en
escapar de la indecisión que en descubrir la respuesta más efectiva. Se dice que una persona ha hecho una selección cuando ha tomado dos o más cursos de acción aparentemente posibles. La mente ha sido un tema popular durante muchos años; hay estados del conocimiento objetivo, pero los procesos del pensamiento son comportamentales, y la explicación estructuralista es incompleta si no toma en cuenta los antecedentes genético y personal, por lo que se dice que los aspectos importantes del pensamiento se le atribuyen a la carga genética. La mente desempeña un papel importante en el pensamiento, pues este último ocurre precisamente en la mente, y es allí donde una imagen, memoria o idea conduce a otra en una corriente de la conciencia. El cerebro es el lugar donde se dice que que ocurre el pensamiento; es el instrumento del pensamiento y puede ser agudo o torpe. En la actualidad apenas si se empieza a entender los efectos de las contingencias de refuerzo complejas, pero el análisis del comportamiento llamado pensamiento sigue siendo defectuoso.
Considero que poco a poco el conductismo ha ido cediendo ante el tema del pensamiento, pues si bien es cierto no termina por explicarlo, al menos hoy lo sitúa en la mente.
Este capítulo describe acciones que pueden pueden presentar
ambigüedad o confusión, pero queda claro que la mente ejerce control sobre los estímulos, o que juega un papel muy importante en la solución de problemas, cosa que hace algunos años no se hubiera pensado de esa manera.
Causas y Razones El primer apartado se refiere a los Mandatos, consejos y advertencias, y se sugiere que una de las primeras prácticas verbales fue dar órdenes; los consejos por aparte son aceptados dependiendo de lo que ha ocurrido en el pasado en condiciones similares, al igual que las advertencias. Las instrucciones que una persona da a otra, conlleva una consecuencia reforzante; las directrices son un conjunto de pasos para efectuar una acción, no imparten conocimiento o transmiten información; un instructor comunica su experiencia, las contingencias naturales moldean y mantienen el comportamiento final. Existen formas de instrucción que pueden transmitirse de generación en generación porque las contingencias que describen son duraderas; cuando esas contingencias se perturban, en necesario evocar las directrices formales que en otro momento fueron innecesarias. En el pasado, cuando las personas de una sociedad cometían actos ilícitos, era necesario castigarlos para llamarlos al orden, por lo que surgieron las leyes gubernamentales y/o religiosas; a partir de entonces las contingencias se fortalecieron. El primero en hablar de las leyes de la ciencia fue el jurista Francis Bacon. Las primeras leyes científicas suplementaron las contingencias naturales del mundo físico. Cuando una persona aprende las leyes de la ciencia es capaz de comportarse e manera efectiva bajo las contingencias de un mundo extraordinariamente complejo. Regularmente, las reglas se aprenden más rápido que el comportamiento moldeado que las reglas que describen, pero el estar expuesto constantemente a esas mismas contingencias facilita el aprendizaje; un ejemplo es la persona que va a una academia de manejo; el comportamiento de esa persona no va a ser el mismo cuando está en clases, comparado a su comportamiento cuando yo ha aprendido a manejar y
su experiencia en carretera ha moldeado ya su forma de manejo. Las reglas no necesariamente se encuentran en las contingencias, pues como ejemplo se propone el caso de las reglas gramaticales a las que los seres humanos estuvieron expuestos durante miles de años, la gente obedeció sus reglas, y no necesariamente sabían de la existencia de esas reglas gramaticales, pero utilizaban el idioma y “cumplían” dichas reglas. La razón es una característica propiamente humana; se dice que la mente es el rasgo que diferencia a los hombres de los animales; la razón es el principio y la fuerza original de la mente que impele hacia el descubrimiento de “la verdad”, y hacia la definición y la seguridad. El término razón generalmente es utilizado para describir “causa”, como por ejemplo en el caso de: “la razón por la que hice „ X‟ cosa es porque…”.
La inducción es un razonamiento que va de lo particular a lo general; se podría decir que al utilizar el razonamiento, se obtienen reglas que se aplican a clases de hechos. Cuando fallan los métodos rutinarios de solución de problemas, el individuo examina las contingencias problemáticas, mediante procedimientos ya establecidos de solución de problemas. Se describen elementos de la vida de la razón tales como “la locura y la razón”
que dice que no habría nada razonable si no fuera por los efectos del alimento, el sexo y otros reforzadores básicos (mencionando una obra de Erazmo).
Si se ha de
emprender una acción efectiva, la razón en el caso de la locura, debe consistir en un análisis de las contingencias representadas por esta, y la utilización que de esas contingencias se puede hacer. Otro elemento descri to es la “intuición y la razón”. Supuestos conductistas insistían en que el lenguaje era comportamiento; los conceptos tales como la intuición, se consideraban ajenos al estudio científico, así como lo es el estudio de espíritus y sueños; pero comportarse intuitivamente como efecto de contingencias no analizadas, es el punto de partida del análisis conductista.
Una persona puede discriminar entre dos objetos sin que necesariamente pueda identificar la propiedad distintiva entre ellos; se puede hablar por ejemplo del diagnóstico intuitivo de un médico, como ejemplo de un comportamiento para el cual aún no se han formulado reglas. “La fe y la razón” es el elemento que se relaciona con el vigor del
comportamiento que resulta de contingencias que no se han analizado, tal como intentar probar la existencia de dios.
Otro elemento descrito es “el impulso y la
deliberación”, y se hace referencia a Thomas Hobbes quien pensaba que cuando un
hombre delibera sobre si hará o no una cosa, no hace mas que considerar si ha de ser mejor para él hacerla o no hacerla. El último elemento descrito habla de “razones inventadas” y se refiere a las
ventajas obtenidas con el examen de las razones del comportamiento propio que son quizás las responsables de la tendencia a inventar razones allí donde no se les puede encontrar. Otro tipo de razonamiento es el deductivo. La deducción, como razonamiento de lo general a lo particular, tampoco es un proceso que exija un análisis comportamental. comportamental .
Necesitamos términos específicos solamente para describir la
derivación de una regla a partir de las contingencias.. La verdad de una afirmación de hecho está limitada por las fuentes del comportamiento del que habla, por el control ejercido por el contexto actual, por los efectos de contextos similares en el pasado, por los efectos sobre el que se escucha conducentes a la precisión, a la exageración o a la falsificación. No existe una manera por la cual una descripción verbal de un contexto pueda ser absolutamente verdadera.
La mente obtiene una perspectiva diferente en este capítulo. Se habla de contingencias, condicionamiento operante, y otros factores que van acomodando las situaciones de manera que el individuo aprende a responder a ciertos problemas de acuerdo a la repetición de la misma situación, o la repetición de contingencias, y de esa manera aprende a darle solución a situaciones específicas, o a razonar ante circunstancias repetitivas.
Conocer Conforme la persona va adquiriendo habilidades en su vida, se dice que va adquiriendo conocimiento; la pregunta es: ¿qué es comportamiento?. Cuando una respuesta se emite, no significa que haya estado dentro del organismo; el comportamiento existe solamente cuando se ejecuta. Conocer significa en palabras simples: “estar en contacto con”; como cuando se dice “conocer algo” significa que hemos estado en contacto con situaciones que
denotan conocimiento; conocer de álgebra, aritmética o matemática, son conocimientos que requieren de la exposición previa a las contingencias. El conocimiento es acción, o reglas de acción, y por lo tanto, es poder; el comportamiento operante es el ejercicio de ese poder. Un conocimiento que carece de acción, al mismo tiempo carece de poder. Ante una advertencia la persona decide si actuar o no actuar, por lo que su comportamiento demuestra su poder al elegir. Se ha comprendido a una persona cuando lo que dice se puede repetir correctamente; comprender significa conocer las razones; por ejemplo, en el caso que un aparato se dañe, si no se sabe nada de su funcionamiento, y no se conoce como funciona, a los sumo se puede revisar el interruptor, pero si eso no es el problema simplemente no se comprende lo que sucede con el aparato. Se adquiere una comprensión más profunda de una regla por medio de la exposición a las contingencias naturales que ella describe; también nos refuerza el hecho de que una regla, como descripción de contingencias, las haga menos confusas y más efectivas. Se dice que la teoría de la información surgió del análisis de señales transmitidas como las de una línea telefónica. En la descripción del comportamiento individual, la información se utiliza en una forma muy diferente; se ha utilizado metafóricamente la transmisión de información de una persona a otra para representar la transmisión de entrada a salida (o de estímulo-respuesta). Ni el estímulo ni la respuesta se encuentran nunca dentro del cuerpo; en el
análisis operante no es necesario llevar un estímulo dentro del cuerpo, o ver cómo se convierte en respuesta; como una forma de conocimiento, la información se puede tratar más efectivamente como un repertorio cultural. ¿Qué significa el conocimiento?; es la pregunta central del conocimiento científico. Los hechos y leyes de la ciencia, permiten que la persona actúe con más éxito del que se obtendría en la breve duración de una vida. Las pruebas de validez, la comprobación, las prácticas que minimizan las influencias personales y otras partes del método científico fortalecen la objetividad que distingue al comportamiento gobernado por reglas, del comportamiento generado por la exposición directa a las contingencias. Las prácticas características de un Ismo, producen eventualmente las condiciones en las cuales se genera y se mantiene durante algún tiempo un patrón diferente del comportamiento; son los sentimientos los que generan los Ismos, pero sabríamos mucho más si se describieran las contingencias vigentes.
La continua exposición a las contingencias es lo que refuerza el conocimiento. En este capítulo el autor describe varias clases de conocimiento, pero es la exposición constante a esas contingencias, lo que permite que el conocimiento sea posible. Otro factor importante es la libertad que la persona persona tiene de elegir, y ese poder que le brinda el conocimiento.
El mundo interno de la motivación y la emoción Se dice que hay otro aspecto de la vida de la mente que se relaciona con los instintos, los impulsos, las necesidades, las emociones y las acciones compulsivas o defensivas, y que ha atraído la atención principalmente por razones psicoterapéuticas; para acentuar esta distinción ahora se tiende a reservar para la vida emocional y motivacional, la palabra "psique". La vida intelectual de la mente se ha formado con el molde de la vida del mundo externo; cuando se le lleva hacia dentro el ambiente se convierte en experiencia, y la acción en ideas, propósitos y actos de voluntad. Es la forma por la cual una persona
que piensa se convierte en una mente que piensa. Casi lo mismo ha sucedido en la invención de un mundo interior de motivación y emoción. A la persona se le reemplaza por un yo o una personalidad, y en ocasiones por más de una. Al hablar del „yo‟ se entienden varias varias características; características; por ejemplo, se dice que el „yo‟, o una personalidad, es un repertorio de comportamiento prop orcionado por un conjunto organizado de contingencias; el „yo‟ es todo ese comportamiento que la
persona adquiere en el seno de su familia, mientras que el que adquiere en el servicio militar es otro „yo‟; ambos pueden existir bajo la misma piel, pero el p roblema surge
cuando las contingencias entran en conflicto. Lo que realmente es una persona podría significar cómo sería ella si pudiéramos verla antes de que su comportamiento se sometiera a la acción de un ambiente; solo entonces se podría decir que se ha conocido su naturaleza humana. El „yo‟ es el producto de las contingencias prácticas de la vida diaria incluyendo
necesariamente las susceptibilidades al refuerzo y a las contingencias castigantes preparadas por otras personas, pero exhibiendo el comportamiento moldeado y mantenido por un ambiente actual. Se dice que satisface al ello si logra una cierta cantidad de refuerzo biológico, y que satisface al súper-yo si lo hace sin arriesgarse demasiado al castigo. Decir que la mente consume energía psíquica es una forma de representar la probabilidad del comportamiento derivada de las contingencias de supervivencia o de refuerzo; el instinto es una suma de energía psíquica que imprime dirección a los procesos psicológicos. Las diferentes clases de comportamiento se localizan, o se conservan en distintos sitios de la mente; por ejemplo, la violencia es común en muchos seres humanos, pero el cerebro crea una barrera para mantener esa violencia en control. La división más conocida en la mente es la que separa consciente e inconsciente; los deseos y temores reprimidos residen en el inconsciente, pero pueden aparecer en la mente consciente.
Se presenta un apartado para hablar de los mecanismos de defensa de Sigmund Freud, los cuales ilustran de modo dramático la vida del mundo interno de la motivación y la emoción; se les ha definido como reacciones de la personalidad por medio de los cuales el individuo trata de satisfacer necesidades emocionales; establecen armonía entre las luchas conflictivas; reducen los sentimientos de ansiedad o de culpa que surgen de los deseos, pensamientos y emociones que no son aceptables. Entre los mecanismos de defensa que se presentan el primero se refiere a la “represión”, es cual es definido como un proceso o mecanismo de defensa del „yo‟ por
medio del cual los deseos o impulsos que no pueden satisfacerse se apartan o se hacen inaccesibles a la conciencia. Se reprime porque se teme al castigo, pero cuando se acumula mucha represión se produce una „explosión”. La “conversión” se describe como la transformación de un conflicto inconsciente
en síntomas somáticos simbólicamente equivalente; precisamente, una de las situaciones más comunes del supuesto poder de la mente es la producción de enfermedades físicas. La “sublimación” s e define como una descarga de energía instintiva,
particularmente la asociada con los impulsos pre-genitales por medio de actividades socialmente aprobadas. Los otros mecanismos de defensa freudianos no son procesos psíquicos que tengan lugar en las profundidades de la mente, consciente o inconsciente; son los efectos de las contingencias de refuerzo que casi siempre involucran castigo. Existe una causa para el enojo; la persona con ira busca una causa interna para esa ira que siente, cuando no se puede ubicar fácilmente un hecho incitador antecedente, es probable que a la condición sentida se le asigne un papel más importante. La persona que tiene ira, pero no sabe porqué, regularmente atribuye su comportamiento a sus sentimientos.
Muchas supuestas causas internas del
comportamiento tales como las actitudes, las opiniones, los rasgos de carácter y las filosofías, siguen siendo casi completamente inferenciales.
Mirar hacia dentro se refiere a una internalización del intelecto que se empareja plenamente con la de la vida de la emoción y la motivación; persiste el hecho de pasar del comportamiento observado a un mundo imaginario interno. Cuando se ha sometido a una persona a consecuencias moderadamente punitivas al caminar sobre una superficie resbaladiza, puede caminar de una manera que se describe como cautelosa, por lo que es fácil decir que camina con cautela o que muestra cautela; pero en eso no hay peligro, a menos que se empiece a decir que camina con cuidado debido a su cautela. Lo que el autor trata de demostrar con el ejemplo anterior es que el comportamiento se puede atribuir a una historia de consecuencias punitivas, o a que algunas personas nacen cautelosas, o aprenden a moverse con cuidado, y se dice que el atractivo de las causas internas, y el descuido de las historias ambientales y del contexto actual, puede deberse a algunas prácticas lingüísticas. causas internas. “La exploración de la vida Se propone una inutili dad de las causas
emocional y motivacional de la mente se ha descrito como uno de los grandes logros en la historia del pensamiento humano, pero es posible que haya sido uno de los más grandes desastres. En su búsqueda de explicación interna, apoyado en el falso sentido de causa asociada con los sentimientos y las observaciones introspectivas, el mentalismo ha oscurecido los antecedentes ambientales que habrían conducido a un análisis mucho más efectivo.”
Se clasifica a la psique y a la mente, como metáforas que se vuelven relevantes debido a la supuesta importancia de lo que la persona siente u observa introspectivamente, pero ambas están destinadas a permanecer siempre en las “profundidades”, mientras que el ambiente es comúnmente accesible.
Pienso que el autor lo que hace es transformar todas las propuestas de otros autores al lado del conductismo, pues en este caso transforma los conceptos de Freud, y nos habla de contingencias, pero en realidad es lo mismo que ha venido diciendo en toda la elaboración del trabajo. Es sorprendente por ejemplo la definición del „Yo‟, pues en el caso de Freud, hace ver que el „Yo‟ es esa
imagen que el mundo ve de la persona, pero es una construcción formada a partir de todo lo que le ha rodeado durante su vida; Ardilla habla de que la persona actúa conforme a las contingencias lo permiten, y lo que hace la persona se debe precisamente a esas contingencias que le permiten actuar de tal o cual manera.
El yo y los otros Con frecuencia se dice que la ciencia del comportamiento estudia el organismo humano pero que descuida la persona o el „yo‟; pero de acuerdo a una visión antigua,
lo que se descuida es una especie de animismo, pues se creía que el cuerpo era movido por espíritus que le permitían actuar. La persona es un organismo que posee un repertorio de comportamientos. Contingencias
complejas
de
comportamiento
crean
repertorios
complejos,
y
contingencias diferentes crean personas diferentes bajo una misma piel. La persona no es un agente generador, es un locus, un punto en el cual confluyen muchas condiciones genéticas y ambientales en un efecto común.. En el pasado el ser humano se comportaba sin saber que lo hacía, hasta que llegó la comunidad verbal a preguntar acerca del comportamiento y a generar así el comportamiento auto-descriptivo. Diferentes paradigmas de la psicología ayudan al ser humano a concebir una imagen más clara de sí mismo. Existen pocas dudas respecto de la prioridad histórica de la indagación interior; eso era l o que Sócrates quería decir con “Conócete a ti mismo”.
Es
importante
examinar
las
razones
del
propio
comportamiento
tan
cuidadosamente como sea posible porque son esenciales para un buen manejo de sí mismo. Cuanto más se conoce acerca del comportamiento de los demás, mejor se puede entender la persona a sí misma. Saber lo que hacen otras personas ha sido siempre parte del interés del ser humano; pero ¿cómo se puede descubrir lo que otra persona piensa, o la forma en que
va a actuar?. Al descubrir esas cosas aprendemos más de lo que la otra persona es, o está siendo o en lo que se está convirtiendo; sin embargo, una persona no establece contacto directo con el mundo interior de otra, y lo que se cree conocer del otro, no es otra cosa sino una habilidad para predecir lo que esa persona va a hacer. Se ha hablado mucho de la repetición de situaciones similares a lo largo de este libro, y se puede volver a mencionar en este apartado, pues se necesita conocer muy bien a otra persona para poder predecir lo que hará ante determinada situación; y mientras más se conoce a esa persona, es más fácil conocer cómo va a actuar. Se puede ser capaz de descubrir cómo se siente realmente la otra persona si se alteran las contingencias.
El auto-control intelectual supone cambiar una situación hasta que aparezca una respuesta que solucione un problema. El yo controlado se compone de lo que significativamente se llama comportamiento egoísta, producto de los reforzadores biológicos a los cuales ha llegado a hacerse sensible la especie a través de la selección natural. El yo que controla, por otra parte, se construye principalmente por acción del ambiente social, que tiene sus razones egoístas para egoístas para enseñar a una persona a alterar su comportamiento de manera que se haga menos aversiva y, posiblemente, más reforzante para otros. Con frecuencia se representa el auto-control como la manipulación directa de los sentimientos y de los estados de la mente. Una persona puede cambiar su mente, usar su fuerza de voluntad, detener sus sentimientos de ansiedad y amar a sus enemigos. Lo que realmente hace es cambiar el mundo en el que vive. Con frecuencia, al objetivo del auto-control se le llama autorrealización o autoactualización. Parece que la auto-realización se relaciona con el logro, con evitar limitaciones y con descubrir reforzadores positivos. Recientemente se ha mostrado mucho interés en el llamado auto-control de las respuestas autónomas, tales como los cambios en el ritmo cardíaco, en la presión sanguínea, en el rubor, o transpiración. A estos mecanismos reflejos se les ha llamado involuntarios
en la
Cuando se han aprendido las técnicas de auto-control, ya no son necesarias las contingencias instruccionales mantenidas por la comunidad verbal. El comportamiento resultante del buen autocontrol es más efectivo y, por tanto, recibe abundantes refuerzos de otras maneras. Una persona cambia el comportamiento de otra cambiando el mundo en el cual vive. Al hacerlo, indudablemente cambia lo que la otra persona siente u observa introspectivamente. introspectivame nte.
El condicionamiento operante es el campo tradicional de los
premios y castigos, pero se pueden hacer distinciones más precisas para sacar provecho de lo que sabemos acerca de las contingencias de refuerzo. La descripción de las contingencias es tan importante como la que existe entre el comportamiento moldeado por contingencias y el comportamiento gobernado por reglas. También hablamos de las consecuencias cuando exhortamos a una persona a actuar, o la urgimos, o la persuadimos para que actúe. Urgir es hacer que algo sea más urgente agregando estímulos aversivos condicionados; persuadir es agregar estímulos que forman parte de una ocasión de refuerzo positivo. En las Medidas emocionales y motivacionales se nos plantea que c uando c uando estamos en condiciones de hacer bien a una persona, podemos hacer ese algo contingente con una determinada topografía de comportamiento bajo el control de un estímulo determinado. Si hacemos el bien sin considerar ninguna relación contingente, podemos saciar a la persona y con ello reducimos la probabilidad de que emita el comportamiento reforzado, lo mismo que su susceptibilidad de reforzarse más con ese bien. El objetivo de la enseñanza o educación se puede formular en términos comportamentales: el maestro prepara las contingencias bajo las cuales el estudiante adquiere el comportamiento que le será útil bajo otras contingencias más tarde. Las contingencias instruccionales se deben preparar; no hay otra forma de hacerlo. Ayuda: Las medidas que se toman para cambiar los sentimientos funcionan construyendo contingencias de refuerzo, aconsejando al paciente sobre dónde encontrar contingencias favorables, o dando reglas que generen comportamientos que tienen probabilidades de recibir refuerzo en la vida diaria.
En su sentido más amplio, la palabra „gobierno‟ debería incluir toda forma de control, pero de ordinario se limita a las prácticas gubernamentales y religiosas, particularmente las punitivas y aquéllas de las que se dice que construyen el sentido de la responsabilidad. Las personas suponían que se conocían a sí mismas mejor de lo que conocían a otros; lo que querían indicar con esto es que conocían sus propios sentimientos y estados observados introspectivamente mejor que los de otras personas.
Resulta muy fácil conocer lo que otra persona siente si ella intenta comunicarse o aportar sus sentimientos verbalmente; y para entenderle mejor, puede hacer comparaciones entre situaciones para hacerse entender más claramente; aunque los términos que describen hechos privados son inexactos. Por muchas razones tratamos de descubrir cómo se siente la otra persona. Ardilla apunta que es posible manipular el mundo de otra persona si manipulamos sus contingencias. Se habla del control entendido como una autonomía, pues ese control abarca a las demás personas, de manera que al auto-controlarse, se maneja la situación pues esta puede cambiarse.
Problema del control Un análisis científico del comportamiento debe suponer que el comportamiento de una persona está controlado por sus historias genética y ambiental, y no por la persona misma como agente iniciador y creativo; pero no hay aspecto de la posición conductista que haya dado lugar a objeciones más violentas que éste. Con frecuencia pasamos por alto el hecho de que el comportamiento humano también es una forma de control. El hecho de que el organismo debe actuar para controlar el mundo que le rodea es una característica de la vida tanto como lo son la respiración y la reproducción. El control se ejerce de maneras que refuerzan muy efectivamente a quienes lo ejercen, e infortunadamente, esto significa prácticas que son de inmediato aversivas para los controlados o que, a largo plazo, los explotan. Quienes se encuentran controlados por estas prácticas inician entonces su acción, escapan de quienes les controlan, o pueden atacar al poder que les controla con el fin de debilitarlo o destruirlo,
como es el caso en una revolución, reforma, golpe militar o protesta estudiantil; en otras palabras, se oponen al control con contra-control. Cuando preguntamos por qué una persona es benévola, dedicada, compasiva, o de espíritu cívico estamos examinando el efecto que tiene su comportamiento sobre los otros.
Las consecuencias responsables del comportamiento benévolo, dedicado,
compasivo o de espíritu cívico son formas de contra-control, y cuando éstas faltan, también faltan estos rasgos de comportamiento tan admirados. Las personas empiezan a llamar bueno, malo, correcto, o erróneo al comportamiento y a reforzarlo o castigarlo en consecuencia, y eventualmente se establecen normas que ayudan a las personas a acomodarse a las prácticas de su comunidad y ayudar a la comunidad a mantener esas prácticas. La persona que aprende estas normas y se comporta siguiéndolas explícitamente no las ha internalizado, aun cuando aprenda a controlarse a sí misma y por tanto, a ajustarse incluso de modo más efectivo a las contingencias mantenidas por el grupo. Se ha dicho que el hombre es superior a los otros animales porque ha evolucionado en el sentido ético o moral. En gran medida, la diferencia más importante de los seres humanos consiste en que tenemos un juicio moral y lo ejercitamos. Pero lo que ha evolucionado es el ambiente social en el cual los individuos se comportan de maneras que están determinadas parcialmente por sus efectos sobre los demás. Parece que el hecho de atribuir el comportamiento ético y moral a las contingencias ambientales no permite hablar en términos absolutos. Sugiere una especie de relativismo en el cual es bueno todo lo que se llama bueno. Una objeción a esto es la de que esto se refiere a los reforzadores, pero no a las contingencias en las cuales aparecen. Tal vez el mayor logro del hombre haya sido su éxito en liberarse de las molestias y peligros de su ambiente físico y de los aspectos punitivos y de explotación de su ambiente social. Le ha liberado para desarrollar otras clases de comportamiento con consecuencias altamente reforzantes, al mismo tiempo, le ha dado el sentimiento de libertad, y tal vez ningún sentimiento ha causado más problemas que este. Lo importante no es que nos sintamos libres cuando hemos recibido refuerzo positivo, sino que no tendemos a escapar o contra atacar. Sentirse libre es una característica
importante de una clase de control que se distingue por el hecho de que no propicia el contra-control. El control del comportamiento se oculta o se disfraza en la educación, la psicoterapia y la religión cuando se dice que el papel del maestro, el terapeuta o el sacerdote es guiar, dirigir o aconsejar en lugar de administrar, y cuando se rechazan como intervención las medidas que no se pueden disfrazar de esa manera. Las propuestas sociales a menudo omiten cuidadosamente cualquier referencia a los medios. Por ejemplo, se necesita una mejor utilización de los recursos humanos, y no se especifica el control implicado en el término utilización. La gente ha sufrido durante mucho tiempo y de manera tan dolorosa los controles que se le han impuesto, que es fácil entender por qué se opone tan decididamente a cualquier forma de control.
Cualquier contra-control contra-cont rol efectivo
conducente a la liberación del individuo solamente puede lograrse por medio de un diseño explícito, y éste debe basarse en un análisis científico del comportamiento humano. La cultura a menudo se define como un conjunto de usos y costumbres, como un sistema de valores e ideas, como una red de comunicación, etc. Como un conjunto de contingencias de refuerzo mantenidas por un grupo, posiblemente formuladas en forma de reglas o leyes, posee una dimensión física claramente definida, una existencia cuya duración es superior a la de los miembros del grupo, un patrón que cambia a medida que se agregan, se suspenden o se modifican las prácticas y, sobre todo, el poder. Lo importante respecto de la cultura así definida es que evoluciona. Una práctica surge como mutación, afecta las posibilidades de que el grupo pueda solucionar sus problemas, y si el grupo sobrevive, con él sobrevive la práctica. Se la ha seleccionado por su contribución a la efectividad de quienes la practican.
Por decirlo en otras palabras, y volviendo a la crítica del capítulo anterior, el auto-control permite una situación de autonomía. ¿Qué tanto se puede influir en el mundo de otras personas?; si se supone que el comportamiento está condicionado por la historia genética de cada persona, es un aspecto que no se puede intervenir; sin embargo el ambiente también define ese comportamiento,
por lo que el capítulo anterior decía que modificando ese ambiente se puede controlar el comportamiento de otra persona, pero en este capítulo se refiere al control, el cual puede ser un reforzador para quien lo ejerce.
Todos los
organismos tratan de controlar el mundo que les rodea, pero al mismo tiempo, todos los organismos huyen de otros organismos que quieren controlarles.
¿Qué hay debajo de la piel? La persona es ante todo un organismo, miembro de una especie y de una sub-especie, que posee una dotación genética con ciertas características anatómicas y fisiológicas que son el producto de las contingencias de supervivencia a las cuales se ha expuesto la especie en el proceso de la evolución. El organismo se convierte en persona en la medida en que adquiere un repertorio de comportamiento bajo las contingencias de refuerzo a las cuales se expone durante su vida. De acuerdo a la simplicidad, No podemos decir que una concepción sea más simple que la otra, puesto que las referencias a los estados y actividades mentales hacen distinciones que se deben formular de nuevo en términos de contingencias de supervivencia o de refuerzo. No existe manera alguna de cambiar los rasgos o procesos mentales.
La
modificación del comportamiento sí ha tenido éxito, mientras que los enfoques mentalistas siguen fallando. Si lo que queremos es predecir el comportamiento, quizá sea más difícil tomar una decisión. Lo que la persona siente es el producto de las contingencias de las cuales su comportamiento también es función, y por tanto, existe una conexión útil entre sentimientos y comportamiento. Cuando una persona dice que ha actuado porque quiere hacerlo, podemos creer poco en el porqué mientras no hayamos explicado por qué ha tenido ese sentimiento, pero se ha objetado que en alguna parte debemos detenernos en el seguimiento de una cadena causal hacia el pasado, y también debemos detenernos en el nivel psíquico. Se puede decir que la formación conductista restableció el papel del individuo en la ciencia social. El resultado no es el comportamentalismo de la acción política que,
como hemos visto, es una versión del estructuralismo, sino un nuevo enfoque de las condiciones de las cuales es función el comportamiento económico y político. Existen quienes tomarían ambos caminos y seguirían llamando a la psicología ciencia del comportamiento y de la vida mental. Hacer esto es volver a la secuencia de tres etapas en la cual el ambiente actúa sobre el organismo para generar actividades psíquicas o mentales, algunas de las cuales encuentran finalmente su expresión en la acción física. Así, la inquietante pregunta de cómo un hecho físico puede causar un hecho mental que, a su vez, causa un hecho físico, sigue sin respuesta o se la abandona por carecer de ella. El organismo no está vacío, y no se le puede tratar adecuadamente como una mera caja negra, sino que debemos distinguir cuidadosamente entre lo que se sabe acerca de lo que hay dentro y lo que simplemente se infiere.
Los psicólogos
cognoscitivos utilizan frecuentemente cerebro y mente de manera intercambiable, y se dice que todas las lenguas tienen ciertos rasgos que no cambian porque así es el cableado cerebral. Aceptar que lo que se siente o se observa introspectivamente son condiciones del propio cuerpo es un paso adelante en la dirección correcta. Es un paso hacia el análisis, a la vez, del ver y del ver lo que uno está viendo en términos puramente físicos. Después de reemplazar mente por cerebro podemos avanzar reemplazando cerebro por persona y redefinir el análisis de acuerdo con los hechos observados. Hasta donde sabemos la auto-observación debe limitarse a los tres sistemas nerviosos un sistema interoceptivo, que va a las vísceras; un sistema propioceptivo, que va al marco esquelético, y un sistema exteroceptivo, que principalmente mantiene a la persona en contacto con el mundo que la rodea . Estos tres sistemas surgieron a través de la selección natural a medida que la especie humana evolucionaba, y resultaron seleccionados debido al papel que desempeñaron en la economía interna y externa del organismo. El estudio del sistema nervioso conceptual se interesa principalmente en los procesos del pensamiento, los cuales, son suficientemente reales a nivel del comportamiento, pero constituyen apenas metáforas cuestionables cuando se los introduce en el interior.
En este último capítulo, se presenta al ser humano como un todo, pues se habla de él como un organismo con voluntad, con mente y pensamiento, pero se hace énfasis al mismo tiempo en la poca eficiencia de la psicología mentalista, y por el contrario se dice que el conductismo sí ha tenido éxito; sin embargo, el conductismo no termina en ponerse de acuerdo en cuanto a las características que se le puede dar a la mente, porque si bien es cierto reconoce el pensamiento, la razón, y otros que podrían llamarse procesos mentales; sigue alejando el comportamiento de esos elementos, y los adjudica a las contingencias que nos rodean.