RESUMEN DEL LIBRO : El laberinto de la Soledad
Octavio P Ensay
Introducción
No son pocos los escritores, es decir: novelistas, cuentistas, periodistas, poetas, guionistas, dramaturgos y tod aquel que se gana la vida con la palabra, quienes opinan que la obra de Octavio Paz, fue la mayor aportación de la letras mexicanas del siglo pasado. Su obra extensa; nunca carente de interés, a menudo sorprende por su clarida narrativa. Cultivó la poesía y el ensayo, pero, como una novela bien estructurada, su obra nos platica algo. Nos llev de la mano por el camino de la reflexión y la pregunta, del amor y la duda, de la vida y la muerte. Es precisamente, carácter analítico de su obra, el factor fascinante de su prosa. “El Laberinto de la Soledad”, es un estud del mexicano, no del criollo ni el mestizo, no del indígena, ni el descendiente de padres o abuelos extranjeros, no d chilango o el jalisquillo, tampoco del jarocho ni del norteño: sino de todos ellos y muchos más. Su vigencia e impactante. Contiene ocho capítulos y un apéndice en los cuales recorre la historia de México. Sus momentos simbólicos dramáticos. Su lectura es un deleite.
Capítulo uno. El Pachuco y otros extremos.
Es curioso como inicia Paz su ensayo: habla sobre el adolescente y su asombroso descubrimiento de sí mismo, que lo lleva por conclusión, a una consciente soledad en el mundo. ¿Qué somos y cómo realizaremos eso que somos? La adolescencia, ese preciso momento en que tomamos conciencia de nuestro ser, es comparado por el autor con los pueblos “en trance de crecimiento”. El México pos revolucionario, dejó un país en etapa reflexiva que necesariamente lo llevó a la autocontemplación. Fue entonces, cuando afloraron distintos niveles históricos que convivían, o se enfrentaban, en un mismo presente. México, estaba hecho de distintas razas, además de las diferentes lenguas, que ya de por sí marcaban una brecha por entender.
Fue en la ciudad de Los Ángeles donde Octavio Paz comenzó su análisis, comparando precisamente al gring promedio, con más de un millón de mexicanos que ahí radicaban.
Mexicanos que no se mezclan y que se autonombran Pachucos. Es decir, “Bandas de jóvenes generalmente d origen mexicano, que viven en las ciudades del sur, que se singularizan por su vestimenta conducta y lenguaje Personas que no quieren volver a su origen mexicano, pero que tampoco quieren pertenecer al sistema american El Pachuco, según Octavio Paz, “Es uno de los extremos a los que puede llegar el mexicano”. Siempre marginal, Pachuco le gusta irritar a la sociedad, entonces, y sólo entonces, el Pachuco encuentra su lugar en el mundo y por tanto, su razón de ser. Se siente libre de romper las reglas, de conocer lo prohibido, en pocas palabras, de desafiar sistema. Entonces el Pachuco se sabe distinto y por ello, se sabe solo.
Paz niega el supuesto complejo de inferioridad que caracteriza al mexicano. “Sentirse solo no es sentirse inferi sino distinto”, de hecho, la soledad no es una ilusión, es la vida contemplada con los ojos abiertos. La soledad d mexicano, tiene sus raíces en su profundo sentido religioso, y en la muerte, la compañera perfecta de la vida. Sólo e México se rinde culto a la muerte pues se sabe dadora de vida. La historia de México es la búsqueda de su origen: indigenista, hispanista, afrancesado; México, quiere “volver centro de la vida de dónde un día, en la conquista o en la independencia, fue desprendido”.
Máscaras mexicanas.
Varias son las facetas del mexicano, ser singular que sin embargo, “siempre está lejos, lejos del mundo y de lo demás. Lejos también de sí mismo.” Capaz incluso de hacer uso del silencio, además de la palabra, como u instrumento de defensa.
Y a propósito de la palabra, el poeta reflexiona sobre el poder real que la palabra misma ejerce sobre el mexican Conceptos como “rajarse”, revelan el grado de machismo que todos llevamos dentro. ¡Puto el que se raje! Ot ejemplo, que sólo en México existe, es el albur. Lenguaje secreto, ingenioso, de fuertes connotaciones sexuales qu agrede, reta, y finalmente, termina por demostrar nuestro carácter cerrado frente al mundo.
El mexicano usa máscaras para proteger su intimidad, no le interesa la ajena y por lo tanto, el círculo de la soleda se vuelve a cerrar. L a manera instintiva en la que consideramos peligroso a todo lo que representa lo exterior, tien su razón si revisamos la historia de nuestro país. Las derrotas se sufren con dignidad. Lo anterior, subraya el auto “No carece de grandeza”.
Mención aparte sería el caso de la mujer mexicana. Mujer cuyo recato tiene que ser a toda prueba. La vanida masculina, heredada de los indígenas y los españoles, se regodea bajo la sumisión, económica, moral y social de mujer. “En un mundo hecho a la imagen del hombre, la mujer es sólo un reflejo de la voluntad y querer masculinos Desde luego, que el centro de atención de la mujer es su sexo: “oculto, pasivo. Inmóvil sol secreto”.
Sin embargo, también se está consiente de que la mujer, la tierra, representa la continuidad de la especie, el orden, la dulzura. De nada sirve lo anterior, el machismo necesita mujeres impersonales para subsistir. Se respeta el concepto de la madre, de la mujer abnegada pero no de la persona: la mujer como protagonista de su historia. Por ello, refranes, canciones populares y conductas cotidianas, aluden al amor como falsedad y mentira si la protagonist “deja” al hombre, quien por su parte, encuentra consuelo en los brazos del alcohol. Una mentira más que pudo ser verdad.
Las máscaras del mexicano, sus mentiras, reflejan sus carencias, lo que fuimos y queremos ser. Sin embargo, de tantas posturas y tantas mentiras terminamos simulando lo que queremos ser, -la referencia a la obra El Gesticulado de Rodolfo Usigli no es gratuita- Ignorando nuestra condición, estamos condenados a representar una verdad ficticia ajena a la realidad. El ejemplo que usa el autor es en verdad desconcertante: De niño, escuchó un ruido y al preguntar quién era, una sirvienta recién llegada le contestó: “No es nadie señor; soy yo”. Alguien se vuelve nadie y sin embargo, está presente siempre.
Capítulo tres. Todos santos, día de muertos.
La contradicción forma parte del mexicano. “Cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo” y la Fiestas populares, resultan el desagüe idóneo para tal efecto. Durante las Fiestas populares, desde el grito d independencia hasta el día de la raza, el mexicano se siente completo, seguro. La razón es sencilla, en ese instant
en ese presente, “el pasado y el futuro al fin se reconcilian”.
En todos los rincones de México existen sus Ferias y tradiciones, aún en los más miserables. Los ricos, la minor que no es pueblo, no festejan, sus reuniones son frías y ni por equivocación se faltan los modales. “Las Fiestas so el único lujo de México”.
Y una vez más, el círculo de la soledad se cierra. El mexicano derrocha esperando que el derroche mismo atraiga a la abundancia y si no la atrae, por lo menos se aparenta.
Lo importante es que, durante la Fiesta, “todo pasa como si no fuera cierto, como en los sueños”. La gente se bur del clero, de las instituciones, del ejercito y hasta del mexicano mismo.
Uno de los festejos que más llama la atención: es el día de muertos. Ya desde antes de la llegada de los españoles, los indígenas creían que la vida se continuaba con la muerte, y de hecho, la vida misma se alimentaba de la muerte Nada más privilegiado en vida, que ser sacrificado para los Dioses. Mientras que para los cristianos la muerte es la antesala a otra vida, para los aztecas, la manera de participar fundirse con las fuerzas creadoras. Para los aztecas, la vida ni la muerte les pertenecía, todo era un capricho de los dioses. La religión y el destino, trazaban la vida de su hijos. “La conquista de México, sería inexplicable sin la traición de los dioses, que reniegan de su pueblo”.
Actualmente, Paz señala, “todo funciona como si la muerte no existiera”, se exalta la salud con drogas milagrosas e un siglo donde también hubo campos de concentración. Para el mexicano moderno, la muerte ha dejado de s tránsito, ahora es su amor más permanente, su juguete favorito.
Dos autores mexicanos refiere Paz en este capítulo: José Gorostiza y Xavier Villaurrutia, autores deMuerte s fin y Nostalgia de la muerte respectivamente. Ambos poetas, a su manera, pretenden quitarle la máscara a la muert la Muerte Original, la que fue antes de la vida. La entraña materna.
Capítulo cuatro. Los hijos de la Malinche.
Paz abre el capítulo, con una dura crítica al capitalismo. Sistema económico o modo de producción (según Mar donde la condición humana es rebajada hasta sus últimas consecuencias. El individuo se vuelve obrero, número d fábrica prescindible. Produce mercancía que el mismo consume. Se disuelve en la masa y entonces cob significado. Ahora pertenece a una clase. Luego, volviendo a aterrizar en tierras mexicanas, el autor sorprende co una frase demoledora. “El mexicano no quiere o no se atreve a ser el mismo” Demasiados fantasmas lo habitan: conquista, la colonia, la independencia, las guerras contra Francia y Estados Unidos “nuestro buen vecino demasiados abandonos por parte de los dioses. Sin embargo, los mexicanos tenemos una manera de exorcizar nuestros demonios. Un grito es suficiente para afirmarnos ante lo exterior, ante los demás: ¡Viva México hijos de Chingada! Y ¿quién es la Chingada?, ¿a quién o quienes se dirige tal grito de guerra? No es casual por supuest que el 15 de septiembre, aniversario de la independencia, todo México, embriagado de seguridad y orgullo, lo grite. tampoco es casual que la figura materna, por un lado falsamente respetada, sea el blanco de la agresión. La Chingada, es la mujer abierta, violada, es el resultado del conquistador, penetrando por la fuerza a la mujer indígena. Sin embargo, los hijos de la Chingada son los otros, los no mexicanos, los malinchistas.
La Malinche, encarna al mito, nadie en México le perdona su colaboración con el invasor y también, nadie en Méxic negaría a la Virgen de Guadalupe su lugar como madre suprema de todos los mexicanos; seres provenientes de soledad “fondo de dónde brota la angustia y que empezó el día en que nos desprendimos del ámbito materno caímos en un mundo extraño y hostil”. Tonantzin, la virgen india, es la madre que vino a cuidarnos de nuestr orfandad. Y Así, la Chingada y la Virgen de Guadalupe, ambas figuras pasivas, representan el amor -odio del mexicano hacía
mismo. Al gritar, ¡Viva México hijos de la Chingada! Continuamos gritando nuestra voluntad de cerrar los ojos al pasado.
Capítulo cinco.
Conquista y colonia.
Al llegar los españoles al nuevo continente, encontraron una civilización perfectamente estructurada: Mesoaméric La próxima Nueva España comprendía el centro y sur de el actual México y parte de centroamérica, además, s encontraba poblada con distintas culturas peleadas entre si y con enemigo común: los últimos pobladores del Val de México, los Aztecas
La agricultura, el uso del maíz, el juego de pelota, y los sacrificios humanos, eran rasgos característicos de todos lo pobladores de Mesoamérica. Y todos también, se regían por un sistema teocrático y militar. Dentro del mismo cult los dioses Tláloc, Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, Mixcóatl etc, contemplaron sin duda, la llegada del invasor.
Al arribo de los españoles, todos los pueblos sometidos por los Aztecas, vieron una posible liberación, por ell muchos o no oponían resistencia, o se dejaban llevar por la indiferencia. Algunos más, como los Tlaxcaltecas s aliaron incluso a Cortés. La meta, Tenochtitlan. Sin embargo, Moctezuma, emperador Azteca, (sabía o creía sabe que una era cósmica estaba por terminar, para dar paso a otra más. Todos esperaban el regreso de Quetzalcóatl, serpiente emplumada que juró regresar. Moctezuma recibe a Cortés con presentes, y Cortes, con un puñado d hombres, la mayoría aventureros, realizó la conquista más absurda de la historia. Los signos, las profecías se había cumplido y los dioses le dieron la espalda a sus creyentes. Ningún pueblo se habrá sentido tan desamparado com ellos. Cuauhtémoc se enfrenta al invasor, pero se enfrenta sabiendo de antemano su derrota.
“Si México nace en el siglo 16 hay que convenir que es hijo de una doble violencia imperial y unitaria; la de lo Aztecas y la de los Españoles”. España era por ese entonces una nación medieval, que tomó su lugar en la Europa renancentista, gracias a su “descubrimiento”.
Posteriormente, el catolicismo se convierte en el corazón de la Nueva España y los indígenas, consientes de s orfandad, abrazan al Cristo ensangrentado, al Cristo humillado pues de alguna manera, ven un certero reflejo de s realidad. Hay que hacer notar, que la decadencia del catolicismo europeo coincide precisamente con está época.
La Nueva España, no sobresalió por un arte, mito o pensamiento originales. No poseemos a ningún reformador místico de importancia. Pero es quizás Juana de Asbaje o Sor Juana Ines de la Cruz, la figura más representativa d la colonia. Poeta, monja Gerónima, autora dramática y profundamente adelantada a su tiempo. Feminista antes d las feministas, lectora de Platón y Aristoteles, Sor Juana representa la más pura reflexión intelectual. Cree en Dio pero siempre busca una explicación racional de las cosas y es precisamente, en un mundo donde sólo la afirmaciones puras y las negaciones puras pueden existir, donde queda fuera la duda y el examen. “Su dob soledad, de mujer e intelectual” la coloca como la primer mujer moderna de México.
Capítulo seis. De la Independencia a la Revolución.
La independencia de la Nueva España, es tan ambigua como la conquista. No es una independencia propositiva e
ideas, no hay postulados ni ideas universales. Los caudillos, es decir los sacerdotes, no tienen una idea clara de qu hacer. Su única virtud, es que escuchan de cerca al pueblo. La independencia sudamericana inicia con San Martín Simón Bolívar. Se crean estados y promulgan leyes. En la Nueva España, se luchaba por liberar a los criollos de burocracia peninsular pero, no se pretendía cambiar las estructuras económicas ni sociales. Los ecos de Revolución Francesa y la Norteamericana se escuchaban por todos lados. Los insurgentes vacilan entre independencia total, o formas modernas de autonomía. La guerra inicia por los abusos de la burocracia españo contra los latifundistas. Pero más allá estaba también el abuso de los latifundistas hacia sus campesinos. “No es un rebelión de la aristocracia contra la metrópoli, sino del pueblo contra la primera”. Hidalgo termina con la esclavitu Morelos reparte los latifundios, pero, la iglesia y los grandes propietarios buscan ayuda en la Corona Español Hidalgo, Morelos y Mina, sucumben ante la alianza. Entonces, un hecho inesperado sucede. En España, los liberale toman el poder, transforman la monarquía en constitución y amenazan seriamente los intereses del clero. En Méxic la iglesia y los grandes propietarios, temiendo quizá una reacción en cadena, buscan a los insurgentes vivos ¡consuman la Independencia de la Nueva España!
Sin embargo, se hereda el viejo orden español sin la visión futura de una sociedad moderna. Aparece entonces, imagen del dictador hispanoamericano con su primera impresión: la del libertador. Las nuevas sociedades s formaban por militares ansiosos de repartirse el botín. En México mientras tanto, aparece una constitución, copia d Europa y Estados Unidos que pasaban por una realidad muy distinta a la nuestra, es decir: la revolución Industria Esta constitución ligeramente liberal y democrática, era, por un lado inaplicable, y por el otro, ocultaba nuestr realidad histórica por completo. “La mentira política, se instaló en nuestros pueblos casi constitucionalmente”
La rueda de la historia se precipita, el Virreinato se transforma en Imperio Mexicano con un Emperador: Iturbid Efimero y ridículo. Todos esperan que con un cambio de leyes la situación cambie y, como en Europa, aparecería un nueva clase social: la burguesía. Las facciones se pelean entre sí, lo cual aprovechan los norteamericanos pa quitarle a México ¡más de la mitad de su territorio! por medio de Antonio López de Santa Ana. “El arquetipo d dictador latinoamericano” Los conservadores se arman, Benito Juárez responde con la Reforma; separa iglesia d estado. Nuevamente, los conservadores piden ayuda al extranjero. Napoleón III manada otro emperador Maximilian de Habsburgo. A su vez fusilado por el liberal Juárez. La Reforma consume la independencia. Y entonces aparece constitución de 1857. Libertad de enseñanza promulgada. El autor evita la auto complacencia y agudamente observ “La Reforma funda a México negando su pasado, rechaza la tradición y busca justificarse en el futuro”.
Finalmente, la esperada aparición de una burguesía mexicana, es decir, una clase social pudiente y productiva, jamás apareció. México era un país agrario muy ajeno al occidente industrializado. En cambio surge una casta latifundista que reniega del progreso. Muerto Juárez, el poder está a merced de los caudillos; Porfirio Díaz, militar de corte liberal asume el poder. Una nueva máscara se pone México, ahora de estilo afrancesado y pretendidamente sofisticado. Los indígenas son desplazados de sus tierras, se abre la economía al capital norteamericano. México – que nació endeudado como país- se endeuda más. Aparentemente México progresa, se construyen los ferrocarriles se estimula el comercio e industrias modernas. Díaz recibe el nuevo siglo y de repente, cumple 33 años en el poder.
La Revolución mexicana, tampoco tuvo precursores ideológicos conscientes de la verdadera situación del país. D los más radicales, los hermanos Flores Magón, que militaron desde el exterior del país, poco queda en las reforma de los trabajadores. Francisco I Madero, un místico convencido, resumió el cambio que, según él, México necesitab “Sufragio Efectivo no reelección” los males del país se debían a la eterna presencia del general Díaz y su “científicos” en el poder. Madero, de cuna terrateniente, no se daba cuenta de la naciente clase obrera mexicana y d la explotación de los caciques hacia los campesinos. Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa y Emilian Zapata, ambos surgidos del pueblo mismo lo entendían. Aún así, sus limitaciones se hacían evidentes. Los lidere revolucionarios se amparaban en sus respectivos planes para cambiar las estructuras políticas y económicas d pueblo. Desterrado el viejo general, Madero asume el poder. Nada cambia. La situación política se complica pue desde el norte, un golpe de estado, perpetrado por Victoriano Huerta se consume. Madero y Pino Suarez so fusilados. Villa, Zapata, Alvaro Obregón y un viejo porfirista Venustiano Carranza, forman sus bandos, la guerra civ entre los lideres revolucionarios deja un saldo trágico pues de alguna manera, todos mueren a manos de todos y a postre, se convierten en mitos populares. “Villa cabalga todavía en el norte, en canciones y corridos; Zapata mue en cada feria popular; Madero se asoma en los balcones agitando la Bandera Nacional; Carranza y Obregon viaja aún en aquellos trenes revolucionarios, en un ir y venir por todo el país. Todos los siguen: ¿a dónde? Nadie lo sab Es la revolución, la palabra mágica, la palabra que va a cambiarlo todo y que nos va a dar una alegría inmensa y un
muerte rápida”.
Capítulo siete. La “Inteligencia” Mexicana.
Octavio Paz define de la siguiente manera a la “Inteligencia” mexicana: “sector que ha hecho del pensamiento crític su actividad vital” aunque señala que la obra de esta “Inteligencia” no se encuentra del todo en libros, sino mas bie en su influencia en la obra pública. Y es José Vasconcelos, el fundador de la educación moderna en México, primero en citar. Miembro del grupo Ateneo, Secretario de Educación Pública que pretende continuar la obra de Jus Sierra: ampliar la educación elemental y perfeccionar la enseñanza superior. Vasconcelos funda sus principio educativos en la tradición. La nueva educación, anota Paz, “se funda en la sangre, la lengua y el pueblo”. El filósofo escritor, nutre su proyecto con la revolución, colaboran poetas, escritores, pintores, artistas en general, que com Vasconcelos, siente al periodo revolucionario como la verdadera cara de México. Emergen las artes populares, lo muros son para los muralistas y se fundan escuelas en todos los rincones de México. La literatura mexican reflexiona sobre la conquista y el pasado indígena, y los autores más atrevidos en la reciente revolución.
Había que levantar al país y quién mejor que los intelectuales para hacerlo. Los caudillos se allegaron de gente d estudios, y muy pronto: los poetas estudiaron economía, los novelistas se hicieron abogados y ejemplos por el estilo
Por supuesto que no todos los miembros de la “Inteligencia” colaboraron; algunos incluso se opusieron al régimen como en el caso de Manuel Gómez Morín y otros, fundaron el partido de oposición. El Acción Nacional.
Otros miembros de la “Inteligencia” que por su impacto nombra el autor serían: Samuel Ramos, autor de El perfil d hombre y la cultura en México, primer estudio del mexicano y antecedente directo de El laberinto de la soledad, Jorg Cuesta, quien dedica su obra a indagar el sentido de nuestras tradiciones, Daniel Cosío Villegas, fundador del Fond de Cultura Económica, Textos de todo tipo al alcance de todos, José Gaos, exiliado español y filósofo, Alfonso Reye escritor apasionado, poeta crítico y ensayista, quien pretendía “Buscar el Alma Nacional” Leopoldo Zea, historiador, algunos más de tipo político. Concluye Paz, “exceptuando la revolución hemos vivido nuestra historia como un episodio de la del mundo entero. Nuestras ideas, así mismo, nunca han sido nuestras del todo, sino herencia o conquista de las engendradas por Europa” Sin embargo, sostiene “el mundo moderno ya no tiene ideas” México, a partir de su conquista, fue influenciado por las ideas liberales, que como el mundo mismo, se tenían que actualizar. La diferencia histórica de una Europa: vanguardia de las artes, las guerras, las ideas y el pensamiento filosófico, con un México nacido de la violencia y cursando un tiempo histórico distinto, fue lo sucedido. Pero a partir de la Revolución, México y el mundo viven al día. “Con un futuro por inventar”.
Capítulo ocho. Nuestros días.
Antes de continuar con el estudio del libro, quiero recordarte que fue escrito en 1950, es decir y perdón redundancia a mediados del siglo pasado. Continuemos.
“La revolución no a hecho de nuestro país una comunidad o siquiera una esperanza de comunidad”. Sin embarg como todas las revoluciones del mundo, -la de México fue la primera del siglo veinte- ninguna ha terminad
satisfactoriamente su labor. ¿y cual sería el punto culminante de una revolución? El autor nos contesta: “ En prim termino, liquidar el régimen feudal, transformar el país mediante la industria y la técnica, suprimir nuestra situación d dependencia económica y política y, en fin, instaurar una verdadera democracia social”. Ahora bien, la historia va a par para todos, el planeta, unificado desde la expansión imperialista, enredó por completo las economías de todos lo países. Desde luego, unos beneficiados y otros no. “Lo conquistado hay que defenderlo todavía”
Particularmente, en México, el crecimiento demográfico, no previsto por los primeros gobiernos, se presentó com una máscara que esconde el actual desequilibrio. La reforma agraria por su parte, cuenta todavía con millones d campesinos en extrema pobreza; principal causa de braceros en Estados Unidos. La industria y los centros d producción son insuficientes para absorber la demanda de trabajo en las ciudades. Ahora bien, si bien el Gener Lázaro Cárdenas al expropiar el petróleo y el ferrocarril entre otros impulsó la economía interna del país, también e cierto que tocó fibras muy sensibles, económicamente hablando, del vecino país del norte.
Con la industrialización del país, surge la clase obrera, aquella que según Marx “lleva el curso de la historia”. E México, esa clase obrera y mediana burguesía, surge desde las entrañas mismas del poder. Primero se apoya Venustiano Carranza –buen momento para recordar que también fue gobernador porfirista- luego a Alvaro Obregón finalmente a Plutarco Elías Calles. El estado desde entonces ha protegido las organizaciones sindicales. L burguesía por su parte, se alió directamente con el gobierno así, el banquero se convirtió en senador o diputad Desgraciadamente, carecemos de una industria básica por la sencilla razón de que somos un país productor d materias primas. Entonces, dependemos de los grandes capitales que imponen condiciones cual viejo conquistadores. También carecemos de una industria pesquera, el turismo y los dólares equilibran, sensiblemente, economía pero nada más. Paz propone: “La inversión de capitales públicos ya sea en prestamos gubernamentales por medio de las organizaciones internacionales”. Y más adelante continua: “Podríamos hacer más si nos unimos otros pueblos con problemas semejantes a los nuestros” incluye África y los países asiáticos.
Sorprende la visión y crítica de Paz hacia los países comunistas y la “cristalización” de la “Dictadura del Proletariad encarnado por la entonces Unión de Repúblicas Soviéticas y Socialistas. Su carácter visionario es evident Finalmente el autor nos hace reconocer que “muy pobres son nuestros instrumentos intelectuales, hemos pensad muy poco por cuenta propia. Pero somos nosotros los equivocados, no la historia” Aunque también nos recuerd “Somos por primera vez en nuestra historia, contemporáneos de todos los hombres”.
Apéndice. La Dialéctica de la soledad.
“El hombre es el único ser que se siente sólo y el único que es búsqueda de otro”. Para el Nóbel Mexicano, soledad lleva irremediablemente a la conciencia. Nacemos y morimos solos. Pero también somos capaces d traspasar nuestra soledad mediante el amor como “elección, libre elección acaso de nuestra fatalidad, súbi descubrimiento de la parte más secreta y fatal de nuestro ser”. Las relaciones amorosas están viciadas por culpa d la sociedad, misma que impide la libre elección. La mujer es presa de su imagen; impuesta por una socieda básicamente masculina. Tampoco el hombre puede elegir, el primer contacto sexual del niño ocurre con la madre y hermanas. De modo que un carácter simbólico de incesto, está presente en nuestro erotismo. Se elige por confusió por belleza o conveniencia; por creer que “no hay de otra”, o por que “se me va el tren”. Lo cierto es que la gra mayoría de mexicanos, y mexicanas, piensan al final de su existencia: “Y pensar que he perdido los mejores años d mi vida con una mujer que no era mi tipo” frase de Swan citada por el propio Paz. Para la sociedad, el amor equivale a tener hijos pues la familia, es el primer reflejo de la sociedad. La doble moralidad aterriza directamente en el concepto del Matrimonio, es decir la naturaleza conservadora de la pareja. Al amor garantizado constitucionalmente.
El verdadero amor es antisocial y revolucionario, y es precisamente en la adolescencia, en dónde se expresa en s forma más pura y contradictoria. La adolescencia no implica únicamente soledad sino “los grandes amores, heroísmo y el sacrificio”.
El ensayo cierra con una unas últimas reflexiones sobres las Ferias, las Máscaras y algunas constantes que acaba de leer. Espero haberte hecho el paro y te invitó a acercarte a la obra de Octavio Paz.
Octavio Paz Lozano, nace en la ciudad de México en el año de 1914. Estudia en la facultad d Derecho de la UNAM. En 1931 publica sus primeros poemas y ensayos en el Nacional y en la revis Barandal. Su obra, abarca además libros sobre poética, antropología, arte, historia, biografía, y crític política y literaria. Ha sido traducido a más de 30 idiomas entre los que se encuentran el Estonio, Alabes, el Islandes y el Malayalam. En 1935 conoce a Los Contemporaneos. Posteriormente, y sin dejar jamás de escribir, realiz funciones diplomáticas en varias partes del mundo. En Francia, traba amistad con el grupo de lo surrealistas. En 1949 publica lo que a consideración del propio Paz resulta su primer libro:Liberta bajo palabra, al año siguiente, El Laberinto de la soledad aparece por primera vez y para siempr Algunas de sus más importantes obras serían: El arco y la lira, Piedra del sol, Salamandra, Postdat Sor Juana o las trampas de la fe. Fundador de las revistas literarias Pluraly Vuelta. Embajador de India de 1962 a 1968, renuncia al cargo en protesta por la matanza del 2 de octubre. Este acto e bien recordado por el México moderno.
Entre los reconocimientos que ha recibido se encuentran: el Príncipe de Asturias, el Cervantes, Alexis, y en 1990 el Nobel de Literatura “por su escritura apasionada y de amplios horizonte caracterizada por una inteligencia sensual, y la integridad de su humanismo”. Muere en la ciudad d México el 19 de abril de 1998. Su último acto público fue la asistencia a la inauguración de la
