El Laberinto de La Ética

Los valores que nos rodean

EL MAPA DE LA MORALIDAD

Si comenzamos con la razón como la fuente de la ética, esa  parte del mapa se vería como en la figura A (página 38). Si comenzamos con la experiencia, ese trozo del mapa sería como el de la figura B (página 38). Si comenzamos con la voluntad, el detalle del mapa se vería como aparece en la figura C (página 39). Al juntar las distintas partes del mapa obtenemos un bosquejo semejante al de la figura D (página 39). 1. La razón como base de la ética

A mucha gente le impresiona la capacidad de razonar y pensar  que tiene el hombre. Desde Platón (c. 430-347 a. de C.) en adelante algunos filósofos han intentado basar sus teorías sobre esta capacidad. Aplicado a la moral, postulan que uno puede alcanzar conclusiones éticas basándose tan sólo en el pensamiento. Esta postura ha tomado dos direcciones distintas. (1) Naturalismo

Algunas personas creen que pensando acerca de la naturaleza es posible discernir ciertas verdades éticas. Por “naturaleza” se entienden dos cosas concretas. Mirando la naturaleza del mundo uno puede discernir la verdad ética. Mirando la naturaleza del hombre y la mujer uno puede ver la verdad ética. Esta base para la ética supone que hay en la naturaleza de las cosas o en la naturaleza de las personas (o en ambas) una moralidad que la razón puede discernir. El bien y el mal son aspectos naturales  del mundo, de la humanidad o de ambos. Esto quiere decir que contemplando cómo es el mundo podemos ver una moralidad en la naturaleza. Si hacemos ciertas cosas, otras ocurren como consecuencia. El mundo funciona de tal manera que lo que uno siembra es lo que recoge. La ley física de causa y efecto también es aplicable en un sentido moral. De la misma manera la naturaleza del hombre deja entrever elementos éticos. Así, llegamos a entender que hay ciertas cosas que son buenas para las personas, y otras cosas que son malas. Bien y mal se utiliza en referencia  37