N
ormalmente no soy muy impulsiva, pero esta vez no podía esperar a resolver las cosas en la escuela al día siguiente. Además, ¿quién sabe ni tendría tiempo? Mientras regreso a casa, tengo una fuerte sensación de liviandad que me envuelve: he estado bien con ella. Después de haber aclarado todo, hemos estado charlando y me he sentido tan arrastrada por sus palabras que no me he dado cuenta de que se había hecho tarde. Exactamente por eso, soy consciente de lo que me espera… “Diez mensajes de llamadas perdidas de parte de Ryo…”, suspiro volviendo a encender el celular “…y dos mensajes de Miyuki: ¿Todo bien? Yamato se ha dado cuenta de tu ausencia poco después de que te hubieras ido…estaba hablando con el entrenador y cuando se ha girado y no te ha visto echó a correr fuera de los vestuarios buscándote. Cuando volvió a entrar me preguntó por ti y le he dicho que habías recibido una llamada al móvil y te habías ido…también a los otros les he dado la misma versión. Sería mejor que te nos unieras en Karaneko, estamos celebrando y te necesitamos aquí, capitana” Cambio de calle y cuando llego al pub, Ryo está en la puerta, esperándome. «¿Se puede saber dónde te has metido? Me has hecho preocupar» dice irritado. Estoy segura de que sabe perfectamente dónde estaba. «Perdóname, he tenido un contratiempo» corto en seco, intentando evitarlo y entrar en el local, pero me bloquea agarrándome por el brazo. «Tenemos que hablar» «¡Ahora no!» me libero del agarre y me escurro dentro del pub sin dignarme a dirigirle una mirada. El equipo me recibe entusiasmado. Sonrío, aprieto la mano del entrenador, y después me acerco a Miyuki que está apoyada en barra del bar, un poco apartada. «Ya estoy aquí…» le sonrío. «Menos mal» dice dando un gran suspiro «Estaba enfadada. Estábamos a punto de acabar con la fiesta e irte a buscar» «Ahora estoy aquí» le guiño un ojo «¿Dónde está Asakawa?» «Se ha ido a casa» 395
«¿Por qué?» «Bah, no forma parte del equipo, así que…» baja la mirada por un momento, incómoda. «¡Qué estupidez! Debes convencerla para que venga, además cuantos más seamos, mejor» cojo el vaso de sake que amablemente me ha dado el camarero. Miyuki me mira perpleja «¿Qué pasa?» «Pareces…cambiada» responde mientras se seguía mirando. «Así lo espero» se me escapa una extraña risa, después me giro hacia las chicas y tras darles las gracias, propongo un brindis por Iroku. Están todas eufóricas y el entrenador estaba que no cabía en sí. El único que parece indiferente a todo es aquel que hasta hacía poco tiempo era mi defensor más acérrimo. *** «Hoy has regresado al campo en máxima forma. ¿Qué ha ocurrido cuando el entrenador te ha sustituido?» pregunta Ryo mientras estamos de regreso a casa. «Me he refrescado la cara» corto en seco. «¿Sí? ¿Y después? ¿Quién te ha llamado para que desaparecieras de ese modo?» Por fortuna habíamos llegado. Habíamos hecho el viaje en silencio y solo ahora Ryo me hace estas preguntas a las que no quiero responder. «He tenido un contratiempo, te lo he dicho» «Mentirosa» se acerca apretándome los hombros «Estás mintiendo de nuevo, ¡lo sabes!» «Me estás haciendo daño» lo empujo sin vacilar y Ryo parece sorprendido. «¿Por qué?» «¿De qué hablas?» comienzo a ponerme nerviosa. «No me alejes…lo sabes…estoy enamorado de ti» «Eso no te da el derecho a ponerte así de prepotente» lo miro fijamente a los ojos. Ryo encaja también este nuevo golpe. «No soy un prepotente. Eres tú la que eres hostil sin motivo» se justifica con expresión abatida. 396
«Mira, no hablemos de esto más, ¿ok?» «Como quieras» baja la mirada al suelo «¿Seguirás saliendo conmigo?» «No lo sé. Sinceramente…estoy un poco cansada de todo esto» sé que lo estoy hiriendo. «¿Quieres hacerme crees que es mejor dejarte tomar el pelo por cualquier descerebrada que estar conmigo?» explota. «¿Cómo te permites hablar de esa manera de tus amigas?» me agito «¡Si no me equivoco, estuviste con Asakawa y con Miyuki lo intentaste! ¿Qué eran? ¿Dos tontas para divertirse?» «Quizás» continúa mirándome desafiadoramente «Ninguna de ellas vale un centavo a tu lado» «Ahora estás exagerando» abro la cancela de casa, pero Yamato me agarra, como de costumbre, por el brazo impidiéndome entrar. «No quiero que lo nuestro acabe. ¡No puedo perder la oportunidad que me has dado!» «Lo siento…lo hemos intentado, pero…sencillamente no funciona» digo sin tanto rodeo «Como amigo siempre has sido muy amable, pero como novio…eres insoportable» me libero de su agarre. «¿Es por ella verdad? ¿Te has envuelto en un enésimo apasionamiento?» retrocedió abatido «Como si ya no conocieras lo que te espera» insiste. «Ningún apasionamiento. Solo necesito recuperar mi espacio» «¡Boberías! La verdad es que la mejor amiga de Miyuki se está pegando a ti» «¿Y qué si es así?» esta vez soy yo la que se enfada «Yukino-chan siempre ha sido una seguidora del equipo y eso lo sabes. ¿Qué hay de malo en ser su amiga?» «¡Sabes muy bien a lo que refiero!» «¡Déjalo ya!» «Te hará pedazos…como han hecho todas las demás» sentencia en tono amenazador. «No me interesa lo que pienses» corto la conversación intentando de nuevo abrir la cancela, pero una vez más Ryo me agarra y me besa con fuerza apretándome contra él. 397
«¡Suelta!» lo empujo «Se acabó. Métetelo en la cabeza» exploto dejándolo sin color en el rostro y finalmente logro entrar en casa. Nunca me hubiera esperado un comportamiento como ese por su parte. Se ha transformado en todo lo que no soporto de una persona. ¿O quizás, como decían Miyuki y Yukino, siempre he tenido una visión demasiado idealizada de mi mejor amigo? *** «Capitana, mira…he preparado esto para ti» dice una muchacha de primer año ofreciéndome un recipiente de Bento. Es mona, con el rostro sonrojado de vergüenza. En pocos días, se ha corrido la voz de que soy, de nuevo, una mujer libre y parece que ella ha sido la más valiente y veloz de todas. «¿Cómo te llamas?» le sonrío. «Na..Naoko Mizushima» balbucea bajando el rostro, poniéndose roja como un tizón ardiente. «Naoko-san, has tenido un gesto verdaderamente amable, gracias» cojo la caja de sus manos y la abro «Tiene un aspecto delicioso» «Espero que te guste» alza tímidamente la mirada. «Seguro que sí» la tranquilizo. «Y…no quisiera ser demasiado entrometida, pero…¿te apetecería que comiéramos juntas?» pregunta, dejándome atónita: la muchachita, aunque tímida, es muy audaz. «De acuerdo» se me escapa una risita «Pero no tengo mucho tiempo para el almuerzo, tengo entrenamiento inmediatamente después» «No importa. El tiempo que me dediques es un regalo que me haces» «Como quieras» me sorprende «Entonces…¿nos sentamos?» señalo un banco a la sombra de un árbol. Naoko me sigue eufórica. «Fujiwara senpai, ¿cuándo será el próximo partido?» «Dentro de quince días» comienzo a comer el almuerzo que me ha preparado «Vendrás a verme, ¿verdad?» «¡Por supuesto! ¡Hasta ahora no me he perdido un partido!» ríe llevándose la mano a la boca «¿Sabes? Todas estábamos muy preocupadas por ti…en los últimos partidos…parecías por los suelos» 398
«Ya, ha sido un período difícil» me cierro. «Después, sin embargo, cuando en el último partido has vuelto a entrar al campo, ha sido…¡una locura!» exclama con entusiasmo «Estabas tan hermosa…¡parecías de verdad una pantera!» «¿De verdad?» río «No me hagas demasiados cumplidos o se me subirán a la cabeza» digo sin demasiada convicción y mientras mi mente vuela hacia la que me ha permitido volver a ser yo misma, ahí está, materializándose delante de mis ojos como un milagro. «¿Capitana?» me llama Miyuki mientras se acerca con Yukino y Asakawa a su lado. «Hola chicas, ¿también vosotras vais a comer al aire libre? ¿Os unís a nosotras?» pregunto intentando ser amable. El silencio cala de repente. Hay una extraña turbación. «Bueno…nosotras, en realidad…» Miyuki vacila mirándome primero a mí y después a Naoko. «¡Oh, claro, qué maleducada! Ella es Naoko Mizuskima, viene siempre a apoyarme a los partidos» intento darle un sentido al encuentro. «Un placer» hace una inclinación Miyuki. «El placer es mío. Ikeda-san, también tú eres increíble en el campo» responde cortés Naoko y solo en ese momento me doy cuenta de la mirada vacía de Yukino y de una contrariada por parte de Asakawa. «Nos gustaría mucho almorzar con vosotras, pero estábamos yendo al comedor. Nos vemos más tarde en el entrenamiento» nos sonríe Miyuki, después las tres hacen una inclinación y se van. Tengo la terrible sensación de haber dado una impresión equivocada… «¡Hey, esperad un momento!» me levanto y corro hacia ellas, dejando mi plato de comida en el banco, al lado de Naoko. «¿Qué ocurre?» se gira hacia mí Miyuki. «Nada, es solo que…» balbuceo mirando a Yukino «Naoko-san me ha preparado el almuerzo y…me parecía justo comer con ella, pero…» «Fujiwara, ¿te estás justificando por estar en compañía de alguien?» pregunta Yukino mirándome de una extraña manera. 399
«No quisiera que os formarais extrañas ideas, solo eso…» digo y antes incluso de acabar la frase, veo que Asakawa me hace una señal de disconformidad con la cabeza. «No pasa nada» rebate Yukino aún con la misma expresión estampada en la cara. «Tras los entrenamientos, ¿te aparece que demos un paseo juntas?» pregunto de repente sin pensar, dejando a las tres estupefactas. «No sé si puedo quedarme» Yukino rehúye mi mirada. «Ok, entonces…¿podemos almorzar juntas mañana?» siguió hundiéndome en un túnel sin salida. «Quizás no deberías hacer planes. A lo mejor alguien mañana te prepara de nuevo el almuerzo, o bien…habrá alguien que te obligue a volver a casa en su compañía…» alza la mirada sobre mí transmitiéndome todo su malestar «Ahora deberías volver con ella» señala a Naoko que nos está mirando, aún sentada en el banco, después me da la espalda sin despedirse siquiera y se aleja mientras Miyuki y Rei se quedan por un momento mirándome perplejas. ¿Por qué no hago nada a derechas? Quizás acepté la comida ofrecida por Naoko con demasiada superficialidad. No pensaba que estuviera haciendo algo erróneo, pero después de haber vistos sus caras, ya no estoy tan segura. “Valor”, toco el timbre y poco después la puerta se abre. «¿Capitana?» respira profundamente Yukino «Se está convirtiendo en una habitud» dice irónica «He intentado llamarte, pero tienes el móvil apagado» «Ven, acomódate» me señala de entrar «¿Puedo ofrecerte té?» «Gracias» respondo mientras se siento en el cojín delante de la mesita «¿Y tus hermanos?» «La señora que se ocupa de ellos al mediodía los traerá dentro de un rato» explica volviendo a aparecer con dos tazas de humeante té y bizcochos. También hoy está vestida de una manera desenvuelta, y lleva el cabello suelto que le cae por los hombros y la espalda. «Espero no haberte molestado» retomo. 400
«¿Qué ha sucedido esta vez?» se cruza con mis ojos y siento, de repente, un sudor frío. «¿Sería estúpido responder que solo tenía ganas de charlar contigo?» intento recobrar la calma. «No, no es estúpido» hace una pausa «Es…extraño» me dirige una mirada escéptica y sus mejillas se enrojecen un poco. Es adorable. *** «¿De verdad es extraño para ti? Me gusta tu compañía» le sonrío tomando la taza de té de sus manos. «Bah, no creo que…» se interrumpe de nuevo: está nerviosa. «Termina la frase» se me escapa de los labios en un susurro bajo mientras siento cómo se me incendia el pecho al cruzarme de nuevo con sus ojos. «¿Yamato ya no te acompañará más a casa?» «Lo hemos dejado y le he pedido que se aleje de mí durante un tiempo. No ha sido un final tranquilo» explico mientras me acerco a ella, deslizándome fuera del cojín. «¿Y…tus admiradoras, como la muchacha de esta mañana?» continúa sin apartar la mirada, enarbolando una seguridad que no le es acostumbrada. Me doy cuenta de que le tiemblan las manos. «¿Te ha molestado?» me siento a su lado «No lo haré más» digo rozándole los cabellos con los dedos «¡Qué bellos! Parecen de seda» susurro mientras sigo mirándola. «Capitana…» murmura casi en un lamento y en ese momento anulo la distancia que me separa de ella y la beso. «Perdóname» digo profundizando aquel íntimo contacto. Yukino parece derretirse apenas empujo mi lengua dentro de su boca. Sus brazos me ciñen el cuello y un gemido se le escapa en el momento en que nuestros cuerpos se rodean el uno al otro. «¿Qué estamos…haciendo?» se separa mirándome con sus grandes ojos avellana. Siento un fuerte palpito en mi corazón: es algo tan violento que me sorprende. 401
402
«Nos estamos besando» permanezco un momento contemplando su rostro «No me digas que pare, por favor» la agarro con más decisión: esta vez, noto su corazón latir convulsamente contra mío pecho. Yukino ahora jadea y se aprieta más a mí. Reabro por un momento los ojos y ella…está tan atractiva que ya no logro razonar… Es un fastidio que los momentos más bellos sean siempre lo más breves: mientras la acompañaba al suelo, siguiendo furiosamente con mis besos, escuchamos que la puerta de la entrada se abría. «¡Yukino-san! ¡Hemos vuelto!» *** Han pasado tres días desde aquel beso y es increíble que me encuentre aún hoy tan tensa. «Entonces, ¿no podemos vernos?» pregunto. «No. Lo siento» responde ella con la cabeza baja. Las cosas han cambiado de golpe una vez más, exactamente como el tiempo en marzo: imprevisible e incierto. Solo querría pasar página y disfrutar de estos nuevos sentimientos que parecían un río en plena ma… «¿El motivo?» Silencio. Yukino no parece que tenga la intención de hablarme abiertamente. «¿He hecho algo malo?» insisto buscando acercarme , pero ella automáticamente se aleja Sin embargo, no parece indiferente a mí. «Quizás nos dejamos ir sin pensar en las consecuencias» replica rígida sin mirarme a la cara. «No entiendo. ¿A qué te refieres?» le rozo la mano buscando un contacto físico con ella, pero Yukino vuelve a retroceder. «Lo sabes» finalmente me mira a los ojos «No soy la muchacha adecuada para ti» concluye tan duramente que me deja sin capacidad para replicar. ¿He malentendido quizás su comportamiento y aquel beso? Cuando me recobro del duro golpe, Yukino ya está lejos: parece que solo puede escapar de mí. 403
«Bien, como era previsible…» escucho una voz desdeñosa a mi espalda «¿Te han rechazado?» «No eres nada divertido» intento alejarme de mi ex, ya que no mi mejor amigo. «No quiero ser divertido, sino realista» se coloca delante impidiéndome marchar «Eres el ídolo de la escuela, la capitana. Sin embargo, debes darte cuenta de que en el momento en que ellas te ven en tu ropaje de frágil humana…bah, pierden el interés» me hiere. «Gracias por tu desinteresado punto de vista» le miró torvamente «Ahora tengo que irme» «¿Qué quieres? ¿Quieres humillarte hasta el punto de ir a su encuentro? Oh, venga Misato, ¿por una muchachita como Yukino? Mis amigos la definirían como una de serie B» dice con tanto desprecio que me debo aguantar para no golpearlo. «¿Y tú? ¿No eres igual a ellos?» lo empujo para poder pasar. Ryo, esta vez, no replica, se limita a soltar una fastidiosa risita. “¡Que haya sido yo quien lo ha cambiado así! Ya no lo reconozco!”, me paso una mano por el pelo mientras me dirijo al único sitio donde espero encontrar ayuda: abro de un tirón la puerta de la terraza y alzo la cabeza, por encima del pequeño tejado. «Asakawa, ¿estás ahí arriba?» Un momento después, veo aparecer su cabeza. «No puedo creerlo…¿Se avecina el fin del mundo?» me suelta una sonrisita irónica. «Graciosa» suspiro ruidosamente «Necesito mucho hablar contigo» confieso y la mirada de Asakawa cambia de golpe: en un momento está a mi lado. «Sentémonos» señala un banco cerca de la valla. La sigo y me acomodo a su lado «¿Qué ha pasado?» «Perdóname, no sé a quién más dirigirme» comienzo aguantando las lágrimas. Me siento una estúpida por haberla buscado por esto. La he tratado con tanto desprecio en el pasado que merecería que me mandara al diablo, sin embargo Asakawa se mantiene atenta y siente pena por mí: se lo leo en los ojos. 404
«Cuenta» dice dándome ánimos y yo le suelto como un río desbordado lo que me ha sucedido y cómo me siento. Ella escucha paciente hasta que termino mi relato, después desvía la mirada y se queda en silencio por un largo rato. «¿Te sorprende su reacción?» pregunta con voz apagada. «Sí, yo…no comprendo qué debo hacer» «Prueba a ponerte en su piel» dice girándose hacia mí y de repente me doy cuenta de que ya no siento dolor al mirarme en sus ojos. «¿Qué quieres decir?» «Que Kaneda sabe todo de ti, incluso más de lo que debería» dice volviendo a fijar su mirada en un punto lejano «Por un lado es positivo porque eso significa que con ella no tienes secretos» «De hecho es así. Es diferente de lo que sentí por Miyuki y por…» me callo antes de acabar la frase. «¿Por mi madre?» termina ella en mi lugar sin hacer un comentario. «Perdóname» bajo la cabeza, mortificada. «No hay motivo. Nunca estuve enfadada contigo por aquello» intenta tranquilizarme «Siento todo por lo que tuviste que pasar, pero….tenía que proteger a mi madre» Me quedo en silencio encajando el golpe. «Sin embargo, ella supo todo de una manera tan abrupta…Cambió su manera de verte, obviamente» hace una pausa «No digo que haya cambiado para mal, pero…tras ese beso habrá comenzado a hacerse preguntas, ¿no?» «¿Ha hablado con Miyuki?» «¿Tú qué crees? ¿No son las mejores amigas?» sonríe «Pero no me preguntes los detalles, porque no los conozco. Me han dejado fuera de esa historia. Eres un tema tabú, como puedes imaginar» «Claro» suspiro «Soy la ex de tu novia y de tu madre. Es bastante… embarazoso» «Exacto» entrecierra los ojos «¿No crees que Yukino podría sentirse en desventaja con respecto a Miyuki? ¿O pensar que no está a la altura si se la compara con mi madre?» 405
«Pero yo no busco una sustituta para ninguna de las dos» replico contrariada. «¿Se lo has explicado?» «No…yo…» «Pero sobre todo» me interrumpe mirándome seria «¿Qué sientes por ella?» «Me gusta» admito. «¿Entonces es un encaprichamiento pasajero?» «No, en absoluto. Comenzó de modo gradual…tan diferente a lo de costumbre» me paso una mano por el pelo, nerviosa «Sin embargo, no puedo decirle que la amo. No me creería» «Entonces, ¿es verdad?» se asombra «¿Te has enamorado de ella?» «¿Por qué reaccionas así?» me indigno «¿Es tan extraño que pueda enamorarme de una chica como Yukino?» «En cierto sentido, sí» responde sin que se le mueva un pelo «La idea que diste tras romper con Miyuki y después con Yamato-kun ha sido como que querías replegarte sobre la persona que habías tenido más cercana y a la que te aferraste para remerger» «Eso que dices es ofensivo, ¿lo sabes?» «Lo sé. Pero si observas la situación desde fuera parece eso» me deja sin posibilidad de rebatir «Quizás deberías primero poner orden en tu interior y después…¿enamorarla?» «Ya he puesto orden en mi interior y ¿cómo puedo enamorarla si no quiere tener nada que ver conmigo? Se ha encerrado en sí misma y parece que no quiere verme ni hablarme» «Debes encontrar el modo» «Me ha dicho que no es la muchacha adecuada para mí» insisto. «Kaneda está ahora confusa y asustada» «Ya…» suelto un largo suspiro. La puerta de la terraza se abre improvisamente y Miyuki entra: su rostro cambia de expresión en cuanto nos ve juntas. Casi es divertido. «¿Qué ocurre?» pregunta acercándose. «Nada grave» responde Asakawa yendo hacia ella «Solo estábamos charlando» se gira hacia mí y me guiña un ojo. 406
407
«Sí, así es» le sonrío mientras me levanto del banco «¿Habéis acabado de ordenar el aula?» «Sí, he venido a avisar a Rei de que podemos volver a casa» se acerca. «Di, ¿sería imprudente unirme a vosotras?» Miyuki vacila: quizás no ha sido buena idea sugerirlo. «Bueno, verás…El hecho es que Yukino-chan hoy no hará el acostumbrado trayecto con nosotras» dice rehuyendo mi mirada «¿Ah, no? ¿Por qué?» siento cómo crece el ansia inexplicablemente. «Misato, yo…no…» «Miyuki, te lo ruego» insisto, asombrándome ante las reacciones que no logro controlar. «Hay un compañero nuestro con ella» dice, incómoda, y es como si un cubo de agua fría me cayera encima de golpe. «¿Un…compañero? Pero…¿qué significa?» pregunto en pánico. «Ogata-kun está interesado en Yukino-chan desde hace un tiempo y ella…» «¿Ha decidido corresponder los sentimientos de ese chico?» la interrumpo bruscamente. Miyuki baja los ojos, disgustada. «No quiere decir que al final sea así» interrumpe en ese momento Asakawa «Si es verdad lo que me has dicho hace poco, no la dejes ir» «Rei, ¿qué estás diciendo?» la reprende Miyuki, sorprendida. «Sería mejor que fueras a buscarla» continúa Asakawa ignorando a su novia y yo no me lo hago repetir dos veces: vuelo literalmente por las escaleras abajo hasta el aula de Miyuki y Yukino, pero ella obviamente ya no está allí. Corro hacia la cancela de entrada, esperando cruzármela, pero una vez más, la fortuna no parece querer ponerse de mi parte. «¡Qué mala suerte!» recobro aliento, después saco el móvil del bolso e intento llamarla «¡Por favor, cógelo!» noto el corazón subírseme a la garganta con cada toque al vacío. «¿Diga?» «¿Dónde estás?» pregunto sin preámbulos. «¿Por qué?» pregunta desafiante. 408
«Tengo que hablar contigo» «Ya lo hemos hecho esta mañana» «No, aquello no era una conversación. Te marchaste antes de que pudiera rebatir» «Perdóname, pero ahora no me es posible» siento cómo se pone nerviosa. «Sé que estás en compañía» digo directa «Por favor, te pido solo unos minutos» Silencio. La comunicación se interrumpe, dejándome en pánico: ¿se ha cortado o ha apagado el teléfono? «Entonces, ¿qué tienes que decirme?» escucho su voz provenir de mi espalda: me giro de sopetón y me encuentro a Yukino ante mis ojos. «¿Estás sola?» miro alrededor buscando al fantasmal pretendiente. «Ogata-kun aún no ha acabado de entrenar. Le he avisado de que no puedo ir con él hoy» dice manteniendo mi mirada. «Ok, entonces…¿puedo acompañarte yo?» «Pues realmente…preferiría volver sola» «¿Por qué?» «No tengo por qué darte explicaciones» me lanza una mirada oscura. «Está bien» respiro profundamente intentando recobrar la calma «Entonces, ¿hablamos aquí?» Ella sigue mirándome, dubitativa. «No eres un pasatiempo» la cojo a contrapié. Yukino se enrojece y baja la cabeza: aún tiene una expresión rígida impresa en la cara. «Te dije todas aquellas cosas de una manera equivocada. Sé que ha sido una revelación inesperada, estaba a la deriva en aquel momento y no pude hacer otra cosa sino desahogarme contigo. Fui una egoísta, lo sé y te pido perdón por eso, pero…» hago una pequeña pausa «Ha habido cosas de mi pasado que me han herido y cambiado y contadas así, en pocos minutos, seguramente te habrán dado una idea de mí que no corresponde a la realidad. Quisiera hablarte de ello con calma» «Fujiwara no debes justificarte conmigo. Ya te lo he dicho» me interrumpe, sus ojos están lejos. 409
«No quiero justificarme. Solo quiero esclarecerlo, porque de verdad eres importante para mí» «También tú lo eres, pero creo que estamos confundiendo nuestra amistad con otra cosa» sentencia. «¿De verdad?» me acercó más a ella, haciendo que se sobresalte «Y entonces, aquel beso, ¿qué fue?» hago el amago de acariciarle una mejilla, pero ella se aleja rápidamente. «Un error» se pone a la defensiva. «El error será si permites que ese muchacho esté a tu lado en mi lugar» digo irreverente, agarrándola por un brazo y atrayéndola hacia mí. «Déjame…» intenta soltarse, mientras nuestros cuerpos se encuentran, dejándonos a merced de algo que va más allá de la discusión en la que estábamos enfrascadas. Es exactamente como sucedió aquel día en su casa, siento el pecho entrar en calor y el deseo irrefrenable de besarla. «Lo sientes también tú, no lo niegues» me acerco a su sorprendido rostro, ahora más atrayente que nunca. Yukino está inmóvil, tiene las mejillas sonrosadas, los ojos, lánguidos «Quiero besarte» «No…no lo harás» dice en un tono de desafío aunque su mirada revela todo lo contrario. «¿Y si no qué?» la provoco. «Te daré otra bofetada» replica sin moverse un milímetro. «Me arriesgaré» vuelvo a tomar posesión de sus blandos labios, despreocupada de la amenaza y esta vez es de verdad intenso. Yukino, al contrario de lo que me acaba de decir, me agarra por el chaleco del uniforme escolar y me aprieta más contra ella, entregándose a mí. «No te estoy tomando el pelo» me separo de ella que aún mantiene los ojos cerrados. «¿Podemos ir a casa?» pregunta mirando alrededor, avergonzada. La cojo de la mano y la saco de la escuela. Quizás alguien nos ha visto, pero me tiene sin cuidado. Ella me sigue con la cabeza baja y con el rostro en llamas. «¿Recuerdas el año pasado durante las calificaciones del campeonato regional?» le aprieto más la mano. 410
411
«¿Qué tengo que recordar?» «El partido había tenido lugar durante las vacaciones estivales y cuando ganamos, viniste a felicitarme» «¿A dónde quieres ir a parar?» «Llevabas puesto un bellísimo conjunto verde esmeralda. Tenías una trenza y me regalaste una bebida energética» le lanzo una mirada de arriba abajo «Fue en ese momento que pensé por primera vez que eras hermosa» «No digas tonterías. No soy para nada hermosa» replica contrariada. «Si no me importaras nada, ¿crees que recordaría el color de tu vestido y tu peinado?» «Fuijwara, ¿por qué me dices esto ahora? Me está confundiendo aún más» se pone nerviosa. «Porque quiero que comprendas que nunca me has sido indiferente» me paro delante de su casa «Solo que no estaba segura de poder atraerte como mujer» digo sincera «Tengo tantas admiradoras, lo sé bien, pero…¿a cuántas intereso de esa manera?» «Quizás a más de las que imaginas» dice soltándome la mano para abrir la cancela, después me hace una señal para que la siga. Me doy cuenta de que estamos solas en casa, quizás tengamos aún algo de tiempo antes de que sus hermanos vuelvan. «Es un sentimiento diferente del que sentí por Ritsuko y Miyuki» digo sin perder tiempo «Ha crecido poco a poco, y nació desde una amistad, no de un apasionamiento imprevisto» «¿Es eso lo que sentiste por Ritsuko-san y por…?» «Sí, te lo acabo de decir» la interrumpo antes de que diga el nombre de Miyuki. Sé que es uno de los motivos por los cuales quería rechazarme «Han sido dos cosas diferentes, pero parecidas en ese sentido. Eran atrayentes y sentí que tenía posibilidades con ellas» explico volviendo a cogerle la mano que ahora estaba hirviendo «Estás tan caliente…» digo despacio y Yukino se sobresalta. «Tú…bueno, yo…» intenta decir algo que no sé si lograré escuchar porque me he inclinado sobre su cuello y lo estoy besando delicadamente. 412
«El hecho de que todo haya crecido de modo gradual no significa que no sienta deseo por ti, quisiera que quedara claro» «Sí, eso…lo siento» dice con un tono de voz sensual y excitado, muy diferente al de la Yukino que conozco. La tomo entre los brazos y esta vez no encuentro ninguna resistencia por su parte mientras la beso con pasión. Finalmente, se deja ir y me corresponde: también su cuerpo parece deshacerse de la rigidez de la que se había amparado. «No puedo evitarlo, he perdido la cabeza por ti» le susurro sobre los labios, Yukino parece temblar. «Capitana…» me mira con sus hermosísimos ojos llenos de luz «No logro resistirme a ti» «Entonces, no lo hagas» vuelvo a besarla mientras mis manos se deslizan bajo su camisa hasta apretarle delicadamente un pecho «Eres tan suave» la acaricio mientras la empujo contra el marco de la puerta. Yukino jadea cortándome la respiración. La verdad es que no creo que nunca haya deseado a alguien como a ella en ese momento… «Te lo ruego» posa su mano sobre la mía «Hazlo solo si piensas que es amor. No lo soportaré si es de otra manera» dice buscando una respuesta en mis ojos. «Lo es» admito «Dime que tú sientes lo mismo» «Desde siempre» se le escapa un lamento antes de agarrarme el rostro con sus manos y besarme con devoción. Un cálido estremecimiento me recorre la columna y ahora siento que las dos estamos transbordadas por el deseo: ya no hay posibilidad de parar ni de volver atrás. «Llévame a la habitación» me aprieta escondiendo su rostro en mi pecho. «¿Cuánto tiempo tenemos?» la empujo escaleras arriba mientras sigo besándola. «La señora que se ocupa de ellos traerá a Mina y a Sami después del gimnasio, a las ocho» «Son solo cuatro horas» susurro mientras Yukino abre la puerta de su habitación sin alejarse de mí. 413
«Capitana» me abraza revelando su fragilidad mientras la libero del uniforme escolar. «Eres maravillosa» le beso el cuello, descendiendo hasta el borde de su sujetador blanco. Yukino se aferra a mis hombros y contiene la respiración mientras la recuesto sobre la cama cubierta por un bonito edredón con bordados de rosas y mariposas. «Me estás haciendo demasiados cumplidos» dice quitándome la camiseta. Sus ojos parecen resplandecer bajo la tenue luz de media tarde «La maravillosa no soy yo sino tú» «¿Y quién lo ha dicho?» sonrío. «Yo…obviamente» me atrae hacia ella, y me muerde delicadamente los labios, después siento su lengua deslizarse en mi boca y de nuevo, la sangre se me va a la cabeza. «Yukino…» jadeo liberándola de la ropa interior que lleva, dejándola completamente desnuda ante mis ojos. «¿Qué quieres hacerme?» dice despacio a mi oído, mientras termina de quitarme la ropa, después me aprieta contra ella y siento el calor de su cuerpo pegado al mío. «Te deseo. Necesito hacer el amor contigo» respondo besándole el pecho. Yukino cierra los ojos y un nuevo gemido se le atraganta en la garganta «Eres tan excitante» me introduzco despacio dentro de ella. «Ca…capitana…» dice en un susurro mientras me muevo sobre ella. «¿Te hago daño?» «No…pero es…intenso» revela con los ojos cerrados mientras noto sus manos adentrarse en mis cabellos. Me besa con ardor, siento crecer su placer con cada caricia, con cada movimiento de mi pelvis contra ella, hasta que la noto temblar fuertemente y abandonarse jadeante entre mis brazos. «Te lo ruego. Enséñame a darte el mismo placer…nunca lo he hecho antes» eso me golpea en pleno pecho, ella reabre sus ojos posándolos en mí. «Está bien» vuelvo a besarla mientras le enseño cómo acariciarme. Yukino se coloca sobre mí y me toma con ternura. El corazón me late desacompasadamente en el pecho cuando siento su boca y sus manos darme el mismo placer que yo le he dado a ella, hasta que me derrito yo en un largo lamento. 414
415
*** «¡Felicidades!» explotamos en un grito en cuanto Yukino sale del Aula Magna. Ella sonríe y viene hacia mí para dejarme un beso en la mejilla. «Gracias» dice acariciándome el rostro con la mano, después se gira hacia Miyuki y los otros amigos que han venido a festejar su tesis de graduación. «Un diez, de verdad es un gran éxito» Asakawa se pone a mi lado ofreciéndome la copa de champán con la cual brindaremos en honor de mi dulce mitad. «Ya, realmente ha ido bien» le respondo entusiasmada «La próxima serás tú» «En octubre. Todavía hay tiempo» me sonríe: ha cambiado tanto con respecto a la muchacha introvertida de la escuela superior. El tiempo nos ha unido a las cuatro en una hermosa amistad. «Entonces, ¿se lo has preguntado?» bajo la voz para que los demás no me escuchen. «Todavía no» responde en un murmullo «Miyuki tiene que terminar la especialización, está concentrada en eso ahora y después también tengo que esperar a graduarme yo, lo sabes» «Pensaba que ya no podrías aguantarte» le lanzo una sonrisita. «De hecho, es así, pero no puedo ser tan egoísta, ¿no?» «Absolutamente» «¿Y tú? ¿Qué harás?» «Esta tarde la llevaré a un sitio especial y…veremos» le revelo volviendo a mirar a la que desde ahora representa mi vida, mi ancla y mi pasión. *** En todos estos años han sucedido muchas cosas. Lo primero entre todo, la ruptura con mi mejor amigo: aunque Ryo parece tener una relación sólida con su nueva novia, no hemos vuelto a tener aquella hermosa relación que una vez nos unió. Nos hablamos de vez en cuando, más por cortesía hacia nuestros padres. Desgraciadamente ciertas cosas son realmente imposibles de olvidar… 416
Tras el instituto, Yukino y yo comenzamos en dos universidades diferentes y la lejanía fue el primer escollo de verdad que tuvimos que superar. Sin embargo, lo que al principio parecían sentimientos frágiles y adolescentes cambiaron a algo más sólido y duradero. «Un brindis por la doctora Kaneda» alzo la copa de vino tinto. «Gracias, doctora Fujiwara» ríe Yukino sentada delante de mí en el restaurante sobre el mar donde he reservado para la ocasión. Es una hermosísima noche de mitad del mes de julio. «Ha sido una sorpresa la fiesta que habéis organizado en la facultad, no me lo esperaba» dice llevándose sus larguísimos cabellos castaños hacia atrás. «Ha sido una idea de Miyuki. Sabes cómo es» «Sí, ha estado muy dulce, como siempre» suspira. «También Sami y Mina han estado bien. Son dos verdaderos héroes» río pensando en la enorme pancarta que sus hermanos dibujaron y colorearon. «Ya, estaban tan emocionados» «También tu padre lo estaba» digo sin poder apartar la mirada de su escote: lleva un hermoso vestido azul de fiesta. «No eran los únicos, admítelo» me devuelve una mirada dulce. «Obviamente, no puedo negarlo. Estoy tan orgullosa de ti» Yukino me sonríe y mi pecho se viste con su luz: no creo que esta sensación me abandone nunca. «A propósito…» retomo, sintiéndome de repente nerviosa «Hay dos cosas de las que quería hablarte» «Venga» «La primera es esta» le cojo la mano y deslizo en su palma una llave con un pequeño lazo rojo amarrado «Y la segunda es…» le pongo delante una pequeña cajita azul. Yukino desorbita los ojos y su sonrisa se disuelve provocándome una terrible sensación. «Misato, pero…» me mira buscando una respuesta. «Por favor, ábrela» digo reuniendo valor. Yukino abre la cajita y apenas ve su contenido, se lleva la mano a la cara. 417
«Te había hablado del apartamento que mis padres querían comprar, ¿recuerdas? Pues ahora es mío y me gustaría tanto que vinieras a vivir conmigo» digo todo de un tirón, sacando el anillo que he comprado de su estuche. Yukino está titubeante. Tiene los ojos brillantes. «¿No quieres?» pregunto conteniendo la respiración. «¡Qué estúpida que eres! ¿Cómo podría no querer?» se levanta precipitadamente de la silla y se me tira al cuello. «¿Entonces es un sí?» río. «¡Claro que lo es!» sigue abrazándome despreocupada de quien nos rodea. «Entonces, ahora…» le pongo el anillo en el anular «…ya no hay posibilidad de fuga» río sobre sus labios. «¿Y quién ha deseado huir nunca de ti, pantera?» me besa con amor mientras se sienta en mis piernas. «Te amo» le digo en un susurro y Yukino sonríe mientras me sigue estrechando contra ella. El sol del tramonto nos acaricia dulcemente y nos dejamos ir en un momento de ternura. El pasado, que he dejado a mis espaldas, es un lejano recuerdo que ya no hace daño. Ella ha curado todas mis heridas y me ha hecho mejor. No puedo sino empeñarme mucho más para crecer a su lado y…sí, finalmente el verano ha vuelto a ser mi estación preferida.
418
419
Orange Cream
escrito por Scarlett Bell con los dibujos de Aeryn Sun *** Traducción: Natalia Trujillo Rodríguez www.fanfiction.net/u/5685127/franchiulla ***
Todos derechos reservados al autor. Cada reproducción prohibida. Sustentas el proyecto leyendo los capitulo sobre el blog y inscribiéndote a la página facebook.
www.orangecreamyurimanganovel.blogspot.it
420