eCre Orang am• Act. 9
«¿Q
uieres que te hable de la chica con la que Fujiwara salía antes de ti?» me miró perpleja Yukino. «Sí, por favor» le supliqué que me echara una mano en lo que se había convertido una obsesión «Solo estoy en este instituto desde abril, desafortunadamente no conozco el pasado de nadie» «Fujiwara siempre ha sido muy popular, pero no recuerdo haberla visto de pareja fija con nadie en particular. Si excluimos al cretino de Yamato, obviamente» se cruzó de brazos pensativa «Dime, ¿hay algún problema entre las dos?» «Oh, no…no es eso, solo que…he tenido unos extraños sueños» «¿Extraños sueños? Miyuki, ¿quieres un consejo? Deja en paz lo pasado y piensa en lo que estás viviendo ahora» me alentó Yukino «¿Qué te parece si vamos a comer al aire libre? Hoy luce un hermoso sol» me guiñó un ojo. «Sí, tienes razón. Salgamos» le sonreí. Mientras estaba a punto de levantarme, sentí una mano apoyarse en mi hombro y al girarme, vi a Rei a mi lado. «¿Puedo hablar contigo?» dijo amablemente. «Estoy de camino a comer, ¿es urgente?» «Kaneda-san, ¿puedes perdonarme la intrusión?» se dirigió a mi mejor amiga. «Claro, después de todo eres la delegada» respondió Yukino alzando las manos «Nos vemos después» se disculpó y a mí solo me quedó seguir a Rei. «¿A dónde vamos?» la pregunté un poco seca. «Vaya pregunta, vamos a mi “super ático”» rió cogiéndome improvisamente de las manos y arrastrándome tras ella por las escaleras. «Eh, ¿qué pasa contigo?» intenté protestar. Cuando la puerta de la terraza se abrió, el cielo azul nos golpeó de lleno y la brisa estival nos acogió acariciándonos el rostro. «¡Ven!» dijo ella aún con mis manos entre las suyas como la había visto hacer con la chica de mi sueño. «¿Se puede saber qué te pasa?» forcejeé. 208
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«No te pongas nerviosa» dijo indicándome que me sentara en el muro a su lado. «Mira» dijo abriendo su bento. «¿Espaguetis de arroz salteados?» observé. «Exacto, he traído una para ti. Debes probarlo, ¡está buenísimo!» me sonrió. «¿Quieres decir que me has llamado para comer juntas?» «Eso es. Yumiko-san ha preparado esta delicia esta mañana y decidí traer una ración más» me tendió otro recipiente. «Gracias… pero ¿cómo sabías que no iba a estar con Misato?» decidí secundarla cogiendo de sus manos la comida preparada por el ama de llaves de los Asakawa. «No lo sabía» se encogió de hombros. «¡Rei!» exclamé. «¡Oh, vamos! No estamos haciendo nada malo, ¿no?» soltó una maliciosa sonrisa y comenzó a comer. Yo, un poco reluctante, seguí su ejemplo. «¡Vaya, está exquisito!» exclamé sorprendida después de la primera mordida. «¿Qué te decía?» se iluminó Rei. «Sabes, sin embargo, que no debería estar aquí…» suspiré dejando a un lado el bento. «Miyuki, por favor… después de todo me habías prometido que comeríamos juntas, ¿recuerdas?» «No, no lo recuerdo» le lancé una torva mirada. «De acuerdo, perdona. Sin embargo, ahora no me dejes comérmelo todo sola, es un pecado tirar esta comida» dijo inclinando la cabeza hacia un lado. Sus ojos azules me capturaron inmediatamente. «Está bien» me puse de nuevo a comer con la cabeza baja. Rei rió de nuevo: era extraño verla tan feliz… «Si quieres, puedes probar también esto» dije ofreciéndole lo que yo había traído de casa. «Lo has preparado todo tú, ¿verdad?» cogió con los palillos un rollito de tortilla «Está delicioso, ¡Miyuki, cocinas de modo increíble!» entrecerró los ojos. 210
«Al verte no se diría que fueras una amante de la comida, ¿sabes?» «El hecho de que no sepa cocinar bien como tú no significa que no me guste comer cosas buenas» respondió mientras saboreaba lo que yo había preparado. «No me refería a eso, sino a tu línea. Eres tan flaca» «Si es por eso, también tú lo eres. Quizás… lo quemamos rápidamente» dijo en tono malicioso. «¿Por qué te estás comportando así?» cerré el bento ya vacío. «Oh, venga. Era una broma» rió. «No finjas que no entiendes» la miré seria, poniéndome velozmente de pie «¿Quieres explicarme que hago aquí?» «¿No puedo invitarte a comer juntas?» replicó Rei poniéndose a la defensiva. «Sabes lo que quiero decir» la miré apretando los puños. «Quería pasar tiempo contigo» se levantó y se acercó a paso lento «He reflexionado sobre lo que me dijiste y…» me cogió una mano «Quisiera demostrarte que he cambiado, Miyuki» concluyó dejándome de nuevo hecha pedazos. «Rei…» retiré la mano «Sin embargo, a mí me parece que no has entendido nada» «¿Por qué dices eso?» «¡Si de verdad me estimas, déjame en paz!» desvié la mirada, sintiendo el corazón golpear furiosamente en el pecho «Debes respetar la elección que he hecho» «¿Quieres decir que, ya que sales con Fujiwara, ya no puedo hablar contigo o pasar algo de tiempo contigo?» «¡Déjalo ya!» me enfadé «No quiero volver a asistir a una escena como la del sábado pasado en la pastelería» «Ok, intentaré no irritar tanto a tu adorada Fujiwara» dijo irónica. «Es inútil…» la miré fastidiada «No cambiarás nunca. Para ti todo es un juego, ¿verdad?» «No, no lo es» se puso seria de repente «¡No estoy jugando contigo!» «¿Ah, no? Y entonces, ¿qué fue aquella escenita? ¿Todas aquellas estúpidas y continuas provocaciones?» 211
«Simplemente le he hecho comprender a Fujiwara que voy en serio» exclamó dejándome sin respiración. «¿Tú…vas en serio conmigo?» me salió una risa histérica «Pero, ¡por favor! Solo hace dos meses me dijiste que en la vida había que divertirse, no que no creías en el amor y en los sentimientos. Ahora, en cambio, ¿quieres hacerme creer lo contrario?» «Es verdad, lo pensaba» se acercó aún más «¡Quizás tenía motivos para decirte cierta cosas… Pero puede que para ti sea mucho más fácil convencerte de que yo solo soy superficial, ¿no es verdad?» «La culpa es tuya. A las personas se las juzga según se comporten, ¿no lo sabías?» le repliqué. Rei me devolvió una dura mirada. «Yo nunca he juzgado a nadie» «Ya, ¡pero no te causó problema tratarme como a un juguete y eso es aún peor!» «¡Nunca has sido un juguete!» me sujetó los hombros con las manos, sacudiéndome. «Y entonces, ¿por qué me besaste y…tocaste sin preocuparte mínimamente de mis sentimientos?» le grité a la cara. «¡Porque no puedo dejar de desearte!» replicó en voz alta «Querría besarte incluso ahora, abrazarte y…¿es algo tan equivocado?» me miró fijamente. «¡Claro que lo es! Estoy saliendo con otra persona, ¿lo has olvidado?» me alejé liberándome de su agarre. «Perdóname, yo…nunca me he sentido así» intentó recobrarse «¿De verdad? Así que, aquella chica a la que sedujiste mientras ella estaba con Misato, ¿no…no sentías nada por ella?» Rei desorbitó los ojos y su rostro pareció perder color. «¿Te lo ha dicho Fujiwara?» «¡Respóndeme!» «¿Qué te ha contado?» se alterò. «Sé que se la quitaste» Rei bajó la mirada dejando caer sus brazos. 212
«¿Te ha dicho eso?» «Sí. He comprendido que se trata de una historia dolorosa y desenterrarla le hace mucho daño» «Claro…» rió débilmente «Así que piensas que la mía fue una táctica para alejarte de ella, ¿es eso?» Me quedé mirándola sin responderle. «¿Crees de verdad que no tengo nada mejor que hacer que destruirle la vida a Fujiwara?» preguntó todavía mucho más seria. «¿No debería?» estiré los brazos «¡Le birlaste a la chica, te divertiste y después la abandonaste!» la miré con desdén «Como si fuera suficiente, te metiste con su mejor amigo y ahora, mira tú,¡ lo estás intentando conmigo!» «Ya veo que te has montado tú sola tu historia…» apretó los labios «Si quieres saber la verdad, nunca he tocado a una chica… antes de ti» Me quedé en silencio, conmocionada ante esa nueva revelación. «Miyuki, no te estoy mintiendo. Deberías pedirle a tu novia que te cuente cómo fueron realmente las cosas» continuó defendiéndose «Y por lo que respecta a Yamato, fue él quien se me acercó. ¿No crees que ya he pagado la estupidez de tener sexo con alguien como él?» «¡Deja de utilizar ciertos términos!» me enfadé pensando en Rei y Yamato abrazos estrechamente reflejados en el espejo. «Fue lo que fue. ¡Solo sexo! ¡Nunca me he escondido tras falsas moralidades» se acercó de nuevo. «Pero contigo es diferente» «¿Cómo puedo creerte? Cuando me besaste la primera vez, ¿no lo hiciste solo para divertirte y humillarme?» «¡No, no es así!» rebatió Rei, irreductible «¿Recuerdas cuando te enseñé la escuela?» dijo dejándome confusa «Tu nombre me recordaba a algo, después en Economía doméstica dijiste que tus padres habían abierto una pastelería llamada Paradiso. En ese momento me di cuenta de que eras “aquella” Miyuki con la que jugaba de pequeña y… desde ese momento empecé a pensar en ti. Estaba conmocionada por eso, créeme… eran sentimientos nuevos, fuertes e ingobernables» se le quebró la voz «Pero después… cuando te me acercaste tras haberles pegado a los amigos de Ryo por haberme ofendido, sentí una emoción tan fuerte que no con213
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seguí contenerme. ¡Por eso te besé!» tomó un respiro «¿Lo hice de modo equivocado? ¡Lo siento! Sin embargo, ahora dime tú…» me envolvió entre sus brazos y me atrajo hacia ella «… si lo que veo encenderse en tus ojos cuando estamos cerca es el mismo fuego que se enciende en los míos» dijo haciendo que mi corazón palpitara solo como ella sabía hacerlo. «Ya te lo he dicho… Eres una chica atractiva» intenté salir de sus brazos, sintiendo mi cuerpo encenderse sin poder controllarlo. «¿Así que solo es atracción? ¿Nada más?» «Es raro escucharte decirte una frase como esa» luché con todas mis fuerzas para no ceder. «¿Quieres de verdad que retroceda?» me rozó el rostro con la mano mientras continuaba estrechándome contra ella «Debes decírmelo» añadió Rei al verme titubante. «Si realmente me quieres… sí… por favor, no insistas» sentí cómo me quemaban los ojos «O acabaremos por dañarnos de verdad» desvié la mirada. «Entonces, ¿es verdad?» sus labios se alargaron en una triste sonrisa «Estás escapando…» dijo en voz baja mientras me cogía el mentón entre el pulgar y el índice. Me pareció que el corazón explotaba en mi pecho: Rei tenía razón, no podía rebatir. En ese momento no podía hacer otra cosa sino rendirme: cerré los ojos esperando un beso que nunca llegaría. «Te lo he prometido… no lo haré más» susurró a un milímetro de mi boca «Si quieres marcharte… por favor no te vuelvas hacia atrás» dijo. Por un intenso momento, me perdí en sus ojos azules y estuve seriamente tentada de anular la distancia que me separaba de sus labios, pero una vez más, lo que me había contado Misato y el sueño de aquella muchacha volvieron a atormentarme: ¿acabaría como ella? ¿Codiciada y abandonada? Fue el miedo el que puso fin a ese enfrentamiento. Me separé de sus brazos y corrí sin darme la vuelta, exactamente como Rei me había pedido. Afortunadamente, con el festival escolar a las puertas, en los días siguientes estuvimos ajetreados con los preparativos. Estaba tan concentrada en mis actividades extra escolares que logré finalmente alejar de mi 215
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mente aquel maldito sueño y todo lo que había traído con él. Rei, después de aquel episodio en la terraza, me saludaba con amabilidad cuando nos veíamos en clase o por los pasillos del instituto, pero no intentó nada más. Incluso dejó de acompañar a su madre a la pastelería. Obviamente esto tranquilizó enormemente a Misato, pero en mí dejó un profundo sentimiento de vacío. «¡Hey, Miyuki-chan! ¡Se necesita otra bandeja de cupcakes!» llamó mi atención Yukino. Nuestro puesto fue asaltado a penas el festival dio comienzo. Todo el grupo de cocina estaba metido en faena. «¡Oh, vaya! ¿Ya se han acabado?» me agaché para sacar de debajo de la mesa la última bandeja que quedaba. «¿Qué hacemos? ¿Vamos a cocinar más?» preguntó tomada por la angustia otra compañera. «No… no tenemos tiempo» respondí pensando velozmente «Sin embargo, podemos poner a la vista también las tartas» cogí una y comencé a cortarla en trozos. «¡Pero esas debemos dejarla para la hora de la comida, son apenas las diez y media de la mañana!» exclamó Yukino jadeante. «No tenemos elección» dije sonriendo a las personas que aguardaban en la fila «Señoras y señores, tenemos también está exquisita tarta si gustan» dejé florecer la mejor de mis sonrisas. «Como se nota que sabes estar cara al público, Miyuki-chan, eres buenísima» se acercó mi mejor amiga. «En realidad es muy fácil» «¡No, no lo es!» «Sí, mira…» señalé a las personas que estaba en fila en la caja «Están todos tan contentos» reí «Ese es el poder de los dulces» «Eres increíble» se extasió Yukino satisfecha, cuando una voz familiar llamó mi atención. Era Misato detrás de mí. «Aquí estás» me acerqué a ella «¿Estás lista para el partido de esta tarde?» «Solo si irás a animarme» me guiñó un ojo. 217
«Claro que iré. Me sustituirán aquí» le sonreí y ella se separó señalándome a dos personas que estaban comiendo la tarta que había preparado. «Te presento a mis padres» me asombré, estupefacta. «A-ah…¡buenos días!» me incliné, avergonzada, chocando con la cabeza de Yukino. «Buenos días, Miyuki-chan, estamos contentos de conocerte» dijo sonriendo la madre de Misato, también su padre parecía contento «Misato nos ha hablado tanto de ti, ¿por qué no vas a casa a comer uno de estos días?» «Sí… gracias, será un honor» respondí aún presa de las ansias. «Tesoro, ¡qué chica más linda te has buscado!» dijo la madre de Misato llevándose una mano a la mejilla. «Eh, Hitomi-chan, mira, la has avergonzado» rió el padre de la capitana acabándose la tarta «Felicidades, eres muy buena en la cocina» «Y deberías probar su bento, papá. Es fabuloso» añadió Misato. «Vaya, visita de los suegros» susurró a mi oído Yukino y yo la golpeé con el codo. «Me llevo a mis padres a dar una vuelta por el instituto, nos vemos luego y… guárdame un trozo de tarta, ¿ok?» me apretó la mano Misato antes de irse. «O... ok» respondí turbada. «Venga, que ya se ha ido» me sacudió Yukino por un hombro «Aquí está, el trozo de tarta para la capitana» me pasó un plato «¿Dónde lo escondemos?» «No me había dicho… que sus padres… sabían lo nuestro» balbuceé. «Mejor así, ¿no?» me giró hacia ella cruzándose nuestras miradas «Eh, ¿no estás contenta?» «Sí… sin embargo» me llevé las manos a la cara, que la sentía arder. «No me lo esperaba» «¡Venga, levanta el ánimo!» me empujó por los hombros haciéndome volver al trabajo, y en ese momento vi a Rei en la fila de la caja al lado de otra chica de cabellos castaños ondulados. «Yukino-chan, ¿sabes quién es la que está al lado de la delegada?» pregunté sintiendo en la boca del estómago un malestar que conocía muy bien. 218
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«Es Nagisa Nishie, de tercero A. Forma parte del consejo estudiantil» respondió Yukino mirando a las dos «Parecen muy íntimas. Es raro ver a Asakawa reír de esa manera» me hizo notar. «Ya…» sentí la rabia aumentar apenas las dos muchachas se acercaron. «Buenos días Ikeda-san, Kaneda-san» nos saludó educadamente Rei «¿Quedan dos tubitos rellenos de crema de naranja?» preguntó. «Tenéis suerte, todavía quedan algunos» exclamó Yukino dándole los dulces a las dos chicas. Rei volvió a mirar a la otra chica. «¿Qué te parece?» «¡Buenísimo!» exclamó Nishie «Tenías razón, Rei-chan» «Me alegro de que te guste» ella le devolvió una radiante sonrisa a mi hermosa amiga de la infancia. Me quedé como una estúpida mirándola hasta que Rei se giró de nuevo hacia mí. «Felicidades, sois geniales» «Gracias Asakawa-san» respondió Yukino en mi lugar al ver que yo no estaba bien. «Un buen dulce era lo que necesitábamos» llamó la atención Nishie «Buen trabajo, chicas» hizo una pequeña inclinación, después rozó el hombro de Rei, quien me miró una última vez antes de seguirla. «La ha llamado… Rei-chan» apreté un puño llevándomelo al pecho, trastornada. «¡Hey, borra esa expresión de la cara!» se enfadó Yukino. «¿Q… qué?» me sobresalté. «Ven conmigo» me arrastró por un brazo «¡Chicas, cambio!» ordenó al grupito que estaba detrás de nosotras cocinando los bizcochos en el otro pequeño puesto. «¡Hey! ¿A dónde vais?» dijo una de ellas. «Enseguida volvemos» rebatió Yukino, llevándome a una esquina apartada del instituto. «Yukino-chan, ¿qué te ocurre?» me asusté al ver cómo se contraía su rostro. 220
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«¡No! ¿Qué te pasa a ti? ¡Y no me cuentas tonterías!» «¡No me pasa nada!» bajé la mirada. «¡Mentirosa!» me acusó. «No sé de qué hablas» «Hablo de Asakawa, ¿no creerás que no me he dado cuenta de cómo la miras?» me soltó «Después de que hablasteis aquel día, has cambiado. Cada vez que os cruzáis o ella te saluda, de golpe te pones triste y ahora… estaba claro como la luz del sol que te ha fastidiado verla al lado de esa chica. ¡Estás celosa!» «No es así» intenté rebatir «¡Estoy bien con Misato!» «¡Déjalo ya, no te estoy juzgando!» me gritó y yo me sentí de repente frágil. «Es así… estoy bien con Misato» me llevé las manos a la cara echándome a llorar. «Miyuki-chan» dulcificó la voz Yukino «Perdóname, no quería» intentó secarme las lágrimas. «No pasa nada» la alejé «Volvamos al puesto» «Espera» me bloqueó de nuevo «También Asakawa tiene sentimientos por ti, exactamente como Fujiwara… ¿lo sabes, verdad?» No respondí. Me limité a mirar hacia abajo, hacia la punta de mis zapatos, mi mirada cada vez más desenfocada. Yukino no dijo nada más. Volvimos en silencio a nuestro puesto de trabajo y yo intenté, por todos los modos, concentrarme en ese día y en el partido de Misato, pero en mi cabeza había tantas preguntas que afloraban continuamente: ¿de verdad Rei nutría sentimientos por mí? ¿Sufría con mi alejamiento? Y entonces esa chica de tercero, ¿qué tan importante era para ella? “Estoy enloqueciendo”, crucé mis brazos mientras todo el instituto se lanzaba a festejar la victoria de nuestro equipo de baloncesto femenino. Misato había marcado los últimos tres puntos regalándonos una esplendida victoria. Logré, a duras penas, borrar el enrojecimiento de mi rostro y afrontar a mi novia que estaba, obviamente, por los alrededores. 222
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«Miyuki, ¿vienes a celebrar con nosotras?» me abrazó «Estamos en las semifinales regionales, ¿no es fantástico?» «Sí, estoy contenta por ti. Sin embargo, no puedo quedarme» la apreté un poco más. «¿Pasa algo?» «No, en absoluto, solo que estoy cansadísima, estoy de pie desde la cinco de la mañana, perdóname» me justifiqué. «Claro, tienes razón. Escucha, le voy a decir a las chicas que te voy a acompañar a casa, ¿ok?» me guiñó un ojo. «No, debes ir con ellas. Eres la capitana, Misato» me di prisa en decir. «Pero yo quiero estar contigo y además no quiero que vuelvas a casa sola, tienes cara de cansadísima» se preocupó. «Estate tranquila, Fujiwara, yo acompaño a Miyuki-chan a casa» se adelanto a decir Yukino. «Sí, te lo ruego, ve a celebrar con las chicas» me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla. «Entonces… te llamo después, ¿ok?» me sonrió «Kaneda-san, la dejo en tus manos» «Tranquila, yo la cuidaré» respondió dulcemente Yukino. Durante casi la mitad del trayecto ninguna pronunció palabra, después fue mi mejor amiga la que rompió el silencio. «Siento lo de esta mañana» dijo buscando mi mirada. «No importa» suspiré «Todo está bien» «Miyuki-chan» me apretó una mano «Me he comportado de ese modo porque te quiero» explicó desconsolada y en ese momento las dos nos paramos para mirarnos. «Lo sé, Yukino-chan, también yo te quiero mucho. Eres mi mejor amiga» le sonreí «Siento preocuparte, pero… lo que te dije esta mañana es la verdad, estoy bien con Misato» afirmé con decisión. «No me malinterpretes, Fijawara y tú formáis una bonita pareja, te he apoyado desde el primer día, lo sabes» Hice un gesto positivo con la cabeza. «Pero…» hizo una pausa «Tus ojos… son tan distintos cuando…» 224
«Por favor, no digas nada más» la detuve sintiendo de nuevo el dolor apoderarse de mi pecho «No sé qué puedes haber percibido, pero entre Rei y yo no hay nada. En todo caso no podría haberlo, porque es Misato quien me da seguridad» «¿Entonces es eso? ¿Estás con Fijiwara porque te da seguridad?» desorbitó los ojos. «Misato me gusta» «No me debes convencer a mí» me miró fijamente. «¡No me fío de Rei!» solté finalmente sintiéndome de nuevo frágil «Ella… me asusta. Cada vez que estoy cerca me siento nerviosa y es… difícil mantener el control» me llevé una mano al rostro sintiendo arder las mejillas. «Miyuki-chan, eso significa…» «Por favor, no hablemos más» la corté en seco. «Como amiga tengo el deber de decirte lo que pienso. Hace ya un tiempo que quería hablarte de ello» «¿Qué?» me alarmé. «Sí, desde cuando la defendiste delante de Misato mientras Yamato intentaba echar por tierra su reputación» asentí «Después… esta mañana tu reacción ha sido clara como el agua» «Dices que… ¿se ha dado cuenta?» «Creo que hasta Nishie se ha dado cuenta. Por eso ha cogido a Asakawa y se la llevó en ese momento» suspiró «Dentro de poco serán las vacaciones de verano, tendrás tiempo para comprender mejor tus sentimientos» intentó confortarme. «Ya he tomado mi decisión» me obstiné en recalcar. «Si es así…» me cogió por el brazo «Vamos a casa» Estaba convencida de que aquella charla al final del día con Yukino me había dado el golpe de gracia, pero me equivocaba: en el móvil me esperaba aún un mensaje de Rei. «Hola Miyuki, mi padre me ha regalado un móvil. He guardado en la agenda tu número y he pensado en mandarte un SMS. ¿Cómo estás? Esta mañana te he visto extraña, ¿va todo bien?» 225
Junto con el mensaje había mandado otra foto en la que aparecíamos ella y yo de niñas, mientras comíamos bizcochos. «Soy una estúpida» sentí las mejillas empaparse «Me he convertida en una sensiblona» Un momento después, el móvil sonó: era Misato. «Hola, ¿te molesto?» «No, para nada. ¿Qué es todo ese ruido?» «Oh, bueno… las chicas han decidido venir al karaoke» suspiró «¿Has llegado a casa?» «Sí, estoy entrando en este momento» «¿Está todo bien?» preguntó «Tienes una voz rara» «Te lo he dicho. Solo estoy muy cansada. Mañana estaré mejor» mentí «Diviértete» «No lo lograré sin ti» resopló «Pero intentaré estar ocupada» rió. «Brava, te lo mereces. Entonces...hasta mañana» me despedí de ella por segunda vez. *** Preparé el baño y me metí en la bañera llena de agua perfumada. Era lo que necesitaba tras un día como ese: “¿Qué debo responderle a Rei?”, murmuré “Quizás podría fingir no haber recibido su mensaje”, me sumergí en el agua manteniendo la respiración. Esa noche seguro que muchas chicas lo intentarían con Misato, ¿por qué no me preocupaba eso? ¿Por qué reaccioné de esa manera esta mañana al ver a Rei feliz, en compañía de otra chica? “Si se dio cuenta hasta Yukino, significa que realmente es grave”, me llevé las rodillas al pecho “¿Qué más debo hacer? ¿Tengo que cambiar de clase?» emergí. “¡Basta!”, me enfadé conmigo misma, después escuché a mi madre llamarme, apareciendo en la puerta corrediza. «Tesoro, ¿todo bien? ¿Hablas sola?» 226
«Sí, estaba hablando sola» le saqué la lengua. «Ok, pequeña hija loca» entró con una sonrisita «Tengo una gran noticia para ti» «¿De verdad? Dime, hoy lo necesito» «¿Cómo es eso? ¿Algo va mal?» me preguntó alcanzándome el alburno. «El día ha sido cansado» suspiré. «Es verdad, tenías el festival escolar. Siento no haber podido ir» «No pasa nada, sé que estáis ocupados en el trabajo» le sonreí «Entonces, ¿esa gran noticia?» «¿Te acuerdas de que habíamos programado ir algunos días al balneario durante tus vacaciones de verano?» «Sí, habíais dicho que iríamos a la montaña, a un sitio hermoso que te había aconsejado una clienta» comencé a sentirme mejor «¿Iremos? ¿De verdad?» «¡Ya está reservado!» «¡Oh, mamá, es fantástico!» salté a su cuello «¿Nos vamos pronto?» «Hemos reservado las habitaciones para el segundo día de tus vacaciones» «¡Genial! Pero… ¿habéis reservado? ¿Quién se quedará en la pastelería si papa viene también?» «En realidad, no hablaba de tu padre…» explicó «Seremos todas mujeres» rió de nuevo «Y tendremos habitaciones separadas. Así, ustedes chicas, podréis charlar hasta tarde. ¿No estás contenta?» me guiñó un ojo. «¿Ha… bitaciones separadas? Perdón, ¿de quién… estás hablando?» un sudor frío me recorrió todo el cuerpo. «¡De Rei-chan, tesoro! Iremos con ella y con Ritsuko» confirmó mis sospechas. «Ah… ¡qué gran noticia!...» reí débilmente entre los brazos de mi madre que, eufórica, se había puesto a canturrear. “¿Y ahora?” me pregunté intentando asimilar también la última y devastadora noticia del día. ***
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Orange Cream
escrito por Scarlett Bell con los dibujos de Aeryn Sun *** Traducción: Natalia Trujillo Rodríguez www.fanfiction.net/u/5685127/franchiulla *** Quality check: Gil Ionar de Souza Imawano www.facebook.com/groups/CitrusLatinos
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