¿Nos gobiernan enfermos mentales? El político y psiquiatra David Owen, que fue ministro de Sanidad y de Exteriores británico, afirma que sí, que muc hos de los que hoy nos gobiernan son peligrosos enfermos mentales. La enfermedad explicaría muchos de lo que al pueblo le resulta inexplicable, incluyendo las men tiras, los fracasos y las medidas contra el ciudadano, la Justicia y la razón que se están adoptando frente a la crisis. --Junta de Andalucia se gastaba 900.000 euros, provenientes del dinero para luchar contra el desempleo en cocaina y en copas. La saqueada CCM concedió un crédito de 50 millones a un narcotraficante para que sus envios recalaran en el aeropuerto de Ciudad Real. El hijo del Presidente de la Junta de Andalucia, acusado por la Policia de forma r parte de una red de blanqueo de dinero y cohecho a cambio de contratos en la J unta de Papá. La familia Botín ocultaba en Suiza unos 2.000 millones de euros evadidos al fisco español. El ex-ministro Pepiño recibió en mano cerca de 3 millones de euros en un maletin de la trama de su primo a cambio de contratos. Abrimos un periódico y no tenemos más remedio que admitir que estamos siendo goberna dos por delincuentes o por locos. Cuando Zapatero se hundía sin remedio en las encuestas, rechazado visceralmente po r los españoles, le preguntaron, en una entrevista, si se sentía mal ejerciendo el p oder y con millones de ciudadanos rechazándole, pero, ante la sorpresa del entrevi stador, afirmó que se sentía perfectamente y que dormía a pierna suelta. Lo mismo resp onderían hoy Rajoy, Montoro, Luis de Guindos, Artur Mas, Dolores de Cospedal, Griñán y muchos otros políticos españoles, a pesar de que deberían sentirse muy mal ante los e stragos de la crisis, los millones de desempleados y pobres que llenan las calle s de España y el inmenso sufrimiento que las medidas que ellos adoptan causan a mi llones de españoles. Algunos idiotas creen que ser un buen político significa poder adoptar medidas dol orosas sin que les tiemble el pulso, sin que esas decisiones les afecten, por mu y duras que sean. En realidad debería ocurrir lo contrario: el mejor político es el que siente dolor con sus administrados y el que duda, medita y sufre antes de ad optar decisiones graves que conllevan sufrimiento humano. Los insensibles son en fermos o canallas que han llegado al poder, mientras que los que sufren son sere s humanos decentes que merecen la confianza de sus administrados. ¿Por qué ese comportamiento extraño e insensible de los políticos ante el sufrimiento qu e ellos mismos provocan o que no saben mitigar? La respuesta es que muchos de lo s políticos que hoy gobiernan son auténticos enfermos mentales, necesitados urgentem ente de tratamiento psiquiátrico intenso. Lo que Zapatero definía en su entrevista c omo signos de salud, son, precisamente, los síntomas más claros del "Síndrome de la Ar rogancia", la enfermedad mental que David Owen define y que reclama sea incluida , con un número propio, en el Código Internacional de Enfermedades (CIE). Tras desempeñar cargos como el de minist ro de Sanidad (1974-1976) y el de Asuntos Exteriores (1977-1979) en el Reino Uni do, Owen, médico de profesión, se ha concentrado en los últimos siete años en la medicin a y en la investigación del cerebro humano. Durante este tiempo, el inglés ha desarr ollado una tesis sobre este "síndrome de 'hybris'", para él un desorden de personali dad cuyos síntomas serían el aislamiento, el déficit de atención y la incapacidad para e scuchar a cercanos o a expertos. David Owen (In Sickmess and in Power, 2008) exp lica que el dominio del poder ocasiona cambios en el estado mental y conduce a u
na conducta arrogante, por lo que las enfermedades mentales necesitan una redefi nición que incluya el Síndrome de la Arrogancia en el elenco mundial de enfermedades mentales. A algunos políticos, el poder les hace perder la cabeza, los convierte en arrogant es y soberbios y les aleja de la realidad, situándolos en una peligrosa alienación q ue les hace perder la noción de la realidad. Pero a otros los convierte en verdade ros y peligrosos enfermos mentales, incapacitados, según Owen, para tomar decision es y gobernar. Cuando acceden al poder se creen dioses o sus enviados en la Tier ra, propician el culto a la personalidad y muchas veces se tornan crueles. Algun os creen que esa enfermedad se da únicamente en las tiranías, pero lo cierto es que también se desarrolla en las democracias, afectando a personas que han sido elegid as en las urnas. El síndrome, en los dirigentes que gobiernan las democracias, al no poder comportarse como dictadores crueles, tiene otros rasgos y manifestacion es: se sienten eufóricos, no tienen escrúpulos, no son conscientes de sus errores y fracasos y son capaces de dormir a pierna suelta (como Zapatero) sin que ni siqu iera les afecte el rechazo masivo de los ciudadanos o su inmensa y aterradora co secha de fracasos, dramas y carencias que, para cualquier persona con salud ment al, resultarían insoportables. Su alienación es de tal envergadura que cometen un er ror tras otro, porque la capacidad de análisis no les funciona y sus decisiones y medidas son producto del desequilibrio, la soberbia y la confusión extrema. Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar y Zapatero han sido víctimas de lo que en España llamamos el "Síndrome de la Moncloa", un mal que aliena, atonta y aleja de l a realidad a los mandatarios. Es probable que ese síndrome sea el mismo "Síndrome de la Arrogancia", descrito por Owen. Es evidente que un tipo que duerme a pierna suelta, a pesar del sufrimiento y de l rechazo masivo de sus conciudadanos, sin que su conciencia se conmueva ante lo s millones de desempleados, pobres y gente infeliz que ha generado su gobierno, ha debido perder la razón y estar gravemente enfermo. Owen dice que los enfermos que padecen el "Síndrome de la Arrogancia" no están capac itados para gobernar y ponen en grave riesgo a los países que controlan. ¿Lo padece también Rajoy? ¿Hay alguna otra forma de explicar que un político p refiera subir los impuestos hasta asfixiar a sus ciudadanos, antes que suprimir lacras injustas y contrarias a la democracia como la subvención pública a los sindic atos y partidos políticos? ¿Por que Rajoyse esconde y no da la cara ante los españoles , a los que ha vaciado la cartera? Es probable que sólo un enfermo grave sea capaz de negarse a recortar gastos gubernamentales y prefiera meterles la mano en el bolsillo a los ya esquilmados ciudadanos. Es probable que sólo un enfermo sea capa z de adoptar esas decisiones, claramente contrarias al bien común, sin sentir dolo r y angustia como ser humano. Zapatero ya está en la tumba política, curándose, tal vez, de su enfermedad, retirado de la primera línea política, pero hay otros muchos políticos españoles en activo a los que se les ve la enfermedad nada más mirarles a los ojos u observando con atención s u comportamiento. Carme Chacón deja a un lado su catalanismo radical y se presenta ante el PSOE como hija de un andaluz. A su flanco, sin que le moleste, se encue ntra un despilfarrador empedernido como el manchego Barreda. Rubalcaba se presen ta como ajeno al "zapaterismo",cuando ha sido su principal cómplice ¿Están locos o car ecen de principios? Quizás las dos cosas, a juzgar por el aquelarre de insensatece s y majaderías que ofrecen al ciudadano. El caso más claro y evidente es el del presidente catalán Artur Mas, tan nacionalist a, arrogante e insensible al sufrimiento ajeno que prefiere que algunos paciente s catalanes puedan morir por falta de atención médica, como consecuencias de los dur os recortes en sanidad que ha ordenado, antes de cerrar sus innecesarias "embaja das" catalanas en el exterior.
A Artur Mas parece que no le importa lo que opinen sus administrados. Preso, pro bablemente, del "Síndrome de la arrogancia" se cree facultado para decidir sobre t odo y optar por la política que él crea conveniente, incluso en contra de la volunta d de los ciudadanos. Es evidente que un dirigente que prefiere cerrar quirófanos a cerrar embajadas inútiles posee una inmensa y escandalosa carencia de democracia, pero es más evidente todavía que también podría padecer la enfermedad que el británico Ow en ha descrito y tipificado con gran acierto. Los gobernantes valencianos parece n presos también, de la "locura de los políticos": no han podido pagar en diciembre la Seguridad Social de sus trabajadores y han necesitado la mediación del Gobierno por el vencimiento de una deuda de 123 millones, pero se niegan a recortar en e l ruinoso Canal 9 de televisión regional. De manicomio, por lo menos. Si esos políticos enfermos estuvieran en su sano juicio, dimitirían inmediatamente, ante la evidente incapacidad psicológica para gobernar a un pueblo de hombres y mu jeres libres. Deberían comprender (pero la enfermedad les impide asumirlo) que, si n el apoyo de los ciudadanos, que son los "soberanos" en democracia, un gobernan te rechazado equivale a un tirano. Comentarios: 1.Publicado por Carlos RH el 18/01/2012 07:36 Desde luego no llegan al poder los más sensatos y se percibe hace tiempo un decliv e del hombre público, aquel que antaño estaba dispuesto a entregarse por su país y aca baba retirado con la satisfacciòn del deber cumplido. Ahora por el contrario, el acceso a la política se ha hecho menos restringido en c uanto a personalidades de talla intelectual y política, lo que vemos es un product o infinitamente inferior en capacidades intelectuales, formativas y éticas. Es un individuo producido en el seno de los partidos políticos que ya de por si son una sociedad enferma dentro de la sociedad. Los partidos sólo pueden producir personajes adoctrinados, sectarios y que desde l uego no se rigen por los parámetros que debieran prevalecer en cualquier sociedad justa, como son la meritocrácia y el logro, únicos elementos de ascenso social justo . Por el contrario, los partidos son un nido de trepas y vividores dispuestos a alcanzar el poder a costa de cargarse a quien ayer era su compañero de aventura. La vida en el partido produce enfermos mentales y de eso estamos colapsados de e jemplos. El último lo podemos observar en la actualidad con Rubalcaba y Chacón, dos autenticos derrotados que han formado parte del gobierno que ha llevado al país a la ruina y que no tienen la más mínima verguenza en presentarse como los salvadores del país, de la crisis y de la sociedad en su conjunto. A Rubalcaba lo hemos visto decir en plena campaña electoral que tiene la formula p ara acabar con el paro, después de dejar un reguero de 5 millones de parados, es p ara detenerlo en el acto y llevarselo a un psiquiatrico. En definitiva, lo primero que habría que fumigar serían los partidos políticos y regen erarlos completamente por el bien de la salud colectivade los ciudadanos. No se puede llegar al bochorno de ver en los mitines como se aplaude al que ha llevado a toda tu familia al paro y te está prometiendo que va a por el pleno empleo, no se puede aplaudir como imbeciles al que te está diciendo que no habrá recortes cuand o te acaban de quitar el 5% del salario. Esta locura colectiva de ver una plaza de toros llena aplaudiendo por un bocadil lo a aquel que te lleva a la ruina es lo más parecido a una secta de aquellas que surgieron porlos años 60 y 70,sólo que estas no te daban el bocadillo, te daban el c ianuro directamente. Por lo tanto, si estamos gobernados por enfermos mentales salidos de un régimen de
clanes que son los partidos donde impera la ley del mas trepa y del más sumiso qu e, llevado a la práctica hará que el resto de la población se guie por los mismos paráme tros. En fin, el dia que en una plaza de toros las 10 primeras filas dejen de ap laudir se habrá acabado todo, de momento esas 10 primeras filas viven todos del pr esupuesto. 2.Publicado por ...y el chocolate espeso. el 18/01 /2012 08:49 Está claro que así es... por algo cerraron hace ya tiempo los sanatorios mentales o manicomios, a los políticos no les gustaba la idea de poder acabar algún día allí. Desde luego yo a Zapatero como mínimo lo encerraría en uno. Hay tres o mas ejemplos claro s de esta enfermedad en que llegó a su fase aguda: Nerón, Napoleón y Hitler, por poner tres de los casos mas llamativos. Esta enfermeda d que comienza como un síndrome, sino se ataja a tiempo puede llegar a ser realmen te nefasta en su fase aguda, sobre todo para los administrados. Por eso se debería legislar poniendo como límite de gobierno el de dos legislaturas, en ese tiempo s i no se ha gobernado bien es mejor dejarlo. Además deberíamos someter a los presiden tes de gobierno a rigurosos exámenes médicos, como se hace con los pilotos, al fin y al cabo estamos poniendo nuestras vidas y haciendas en sus manos. Saludos, 3.Publicado por Rubén el 18/01/2012 10:52 Pido a todos los lectores de Voto en Blanco que difundan este artículo. Es tan lúcid o y brillante que explica en gran medida lo que le está ocurriendo a España y, aunqu e en menor medida, al mundo. La gente honrada este país tiene derecho a saber en q uienes han confiando sus destinos y en el tipo de personajes que tienen que toma r las decisiones claves para salir de la crisis. No estoy seguro, pero creo que nunca en mi vida había leído algo tan desolador. Por lo que a mi respecta, lo he enviado a mis diez o doce amigos de confianza, c on el ruego de que lo difundan. Ojalá se convierta en una cadena liberadora. Rubén 4.Publicado por idealist el 18/01/2012 11:04 Interesante artículo, totalmente de acuerdo, en todo salvo en la retirada de las s ubvenciones a partidos políticos. Esa subvención no debería de quitarse por lo menos c uando no existiese una ley electoral que beneficiase al bipartidismo, simplement e adecuarse a que partidos políticos que son ya muy grandes y que pueden vivir de sus militantes no tengan subvención, pero si se elimina ésto, daría pie a que solo hay a partidos políticos de gente que tenga poder económico suficiente. Se estaría dando l a espalda a gente sin recursos económicos necesarios que quieran representar a los ciudadanos. 5.Publicado por Virholmes el 18/01/2012 12:06 ¿Sufren también los periodistas de algún “Síndrome Mental”? Leyendo algunos artículos y comentarios publicados en periódicos y blogs resulta difíc il no caer en una profunda depresión. Entiendo y aplaudo con entusiasmo que los pr ofesionales de la comunicación publiquen y denuncien todos y cada uno de los compo rtamientos corruptos de los dirigentes políticos que nos gobiernan. Pero sólo de aqu ellos que realmente existan pruebas o evidencias inequívocas de que son corruptos. No entiendo, ni admito que, de forma global, se considere a todos igual, corrup tos sin escrúpulos. Es un mensaje que puede llevar a la sociedad a un derrotismo f atalista que le hunda en el pozo ciego de la depresión y la desesperanza. ¿Qué nos quiere hacer pensar la pregunta “¿Nos gobiernan enfermos mentales? con la que h oy se titula el artículo de Portada? ¿Que todos cuantos nos gobiernan son enfermos m entales? Parece que sí, aunque se le pueda aducir otra interpretación. Pero, el prim er párrafo tras las puntualizaciones, no deja lugar a dudas: “Abrimos un periódico y n o tenemos más remedio que admitir que estamos siendo gobernados por delincuentes o por locos.”