adolescentes de 3 “A” de la I. E San Pedro de Chorrillos,
II. MARCO TEORICO El término inteligencia emocional fue utilizado por primera prim era vez en 1990 por Peter Salovey de Harvard y John Mayer de la New Ne w Hampshire, como la capacidad de contr olar y regular r egular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción. La inteligencia emocional se concreta en un amplio número de habilidades y rasgos de personalidad: empatía, expresión y comprensión de los sentimientos, control de nuestro genio, independencia, capacidad de adaptación, simpatía, capacidad de resolver los problemas de forma interpersonal, habilidades sociales, persistencia, cordialidad, amabilidad y respeto. Un fundamento previo lo encontramos en la obra de Howard Gardner, quien en 1983 propuso su famoso modelo denominado "inteligencias múltiples" que incluye 7 tipos de inteligencia: verbal, lógico-matemática, espacial, musical, cinestésica, interpersonal, intrapersonal. Si bien, como él mismo subrayó, en Estados Unidos, en la mayoría de las escuelas se sigue cultivando exclusivamente, al menos consciente y premeditadamente, los dos primeros tipos de inteligencia: la verbal, y matemática. Thorndike (1920), utilizó el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas. David Wechsler (1940) Wechsler (1940) describe la influencia de factores no intelectivos sobre el comportamiento inteligente, y sostiene, además, que nuestros modelos de inteligencia no serán completos hasta que no puedan describir adecuadamente estos factores. Esto implica, tanto el conocimiento y como el manejo de sus emociones; y su importancia radica en que le permite expresar sus emociones de forma sana y satisfactoria, y es que cualquier decisión que este tome por trivial que esta parezca, como: comer, comprar o hasta con quien relacionarse sentimentalmente son actividades que involucran las emociones. Howard Gardner (1983) dentro de su Teoría de las inteligencias múltiples expresa en su libro Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences, Intelligences, donde introdujo la idea de incluir tanto la inteligencia interpersonal (la capacidad para comprender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas) y la inteligencia intrapersonal (la capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y motivaciones propios). Para Gardner, los indicadores de inteligencia, como el CI, no explican plenamente la capacidad cognitiva. Por lo tanto, aunque los nombres dados al concepto han variado, existe una creencia común de que las definiciones tradicionales de inteligencia no dan una explicación exhaustiva de sus características. Otro de los orígenes de la inteligencia emocional está en Joseph Ledoux, como influencia más reciente, a partir de su libro El cerebro emocional (1996), emocional (1996), en él divulga sus hallazgos acerca de los circuitos neuronales del cerebro y afirma que la emoción precede al pensamiento, también explica por qué los procesos de raciocinio que tienen lugar en el neocórtex van muchas veces a la zaga o en contra de los impulsos de la amígdala. El primer uso del término inteligencia emocional generalmente es atribuido a Wayne Payne, citado en su tesis doctoral: Un estudio de las emociones: El desarrollo de la inteligencia 4 emocional (1985) emocional (1985).. Sin embargo, el término "inteligencia emocional" había aparecido antes en textos de Leuner (1966). Greenspan también presentó en 1989 un modelo de IE, seguido por Salovey y Mayer (1990) y Goleman (1995).
La relevancia de las emociones en los resultados del trabajo y la investigación sobre el tema siguió ganando impulso, pero no fue hasta la publicación del célebre libro de Daniel Goleman Inteligencia emocional: ¿Por qué puede importar más que el concepto de cociente intelectual ?, cuando se popularizó. En 1995, la revista "Time" fue el primer medio de comunicación interesado en la IE que publicó un relevante artículo de Nancy Gibbs sobre el libro de Goleman. A partir de entonces comenzaron a aparecer cada vez con mayor frecuencia artículos sobre el tema, desde muy diversas entidades académicas y puntos de venta populares. Aunque las definiciones populares de inteligencia hacen hincapié en los aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad de resolver problemas, varios influyentes investigadores en el ámbito del estudio de la inteligencia comienzan a reconocer la importancia de los aspectos no cognitivos.
Inteligencia emocional según Daniel Goleman (1995) La inteligencia emocional nos permite:
Tomar conciencia de nuestras emociones.
Comprender los sentimientos de los demás.
Tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo.
Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.
Adoptar una actitud empática y social que nos brindara mayores posibilidades de desarrollo personal.
Robert Plutchik (1980), propuso que los animales y los seres humanos experimentan 8 categorías básicas de emociones que motivan varias clases de conducta. Temor, sorpresa, tristeza, disgusto, ira, esperanza, alegría y aceptación; cada una de estas nos ayudan a adaptarnos a las demandas de nuestro ambiente aunque de diferentes maneras. Según Plutchik, las diferentes emociones se pueden combinar para producir un rango de experiencias aún más amplio. La esperanza y la alegría, combinadas se convierten en optimismo; la alegría y la aceptación nos hacen sentir cariño; el desengaño es una mezcla de sorpresa y tristeza. Estas emociones varían en intensidad, la ira, por ejemplo, es menos intensa que la furia, y el enfado es aún menos intenso que la ira. La intensidad emocional varía en un individuo a otro. En un extremo se encuentran las personas experimentan una intensa alegría y en el otro extremo están los que parecen carecer de sentimientos, incluso en las circunstancias más difíciles. Entre más intensa sea la emoción, más motivara la conducta. Las emociones varían según la intensidad dentro de cada categoría y este hecho amplía mucho el rango de emociones que experimentamos.
Principales Emociones según R. Plutchik (1980)
Aceptación.- condición o experiencia, buscando no cambiar a alguien, es un comportamiento que acepta una situación sin protestar, es la opción de no tomar o no una acción. Sorpresa.- estado emocional resultado de una experiencia o evento inesperado puede ser neutral, placentero o desagradable, que denota con expresiones en los ojos que prosigue una emoción como temor, alegría o confusión. Disgusto.- emoción asociada con la relación a algo ofensivo que puede percibirse también a trabes del olor, tacto o visual, e invoca expresiones faciales. Tristeza.- dolor o sufrimiento asociado con una amenaza y muchas veces no se puede evitar o se piensa que no se merece. Temor.- emoción respuesta a un peligro o amenaza, mecanismo de defensa y/o supervivencia en respuesta a un estimulo especifico como el dolor. Alegría.- estado de la mente o sentimiento de satisfacción, placer, gozo, felicidad en relación a una calidad de vida. Curiosidad.- capacidad innata, que puede ser expresada en muchas formas flexibles, como la motivación de un científico a buscar conocimiento nuevo y esta se origina desde la infancia hasta la edad adulta. Ira.- estado mental irritable, que puede reaccionar de diferentes maneras que afecta las relaciones con otros y que si no se maneja adecuadamente por sus efectos sus resultados muchas veces irreversibles.
La inteligencia emocional y la ética El concepto de la inteligencia emocional postula ampliar la noción de inteligencia (tradicionalmente ceñida a una serie de habilidades racionales y lógicas) incorporando una serie de habilidades emocionales.
Conciencia de las propias emociones . Quien no se percata de sus emociones queda a merced de las mismas. Identificar las propias emociones al evaluar situaciones pasadas implica una primaria inteligencia emocional. Distinguir un sentimiento mientras está aconteciendo supone una inteligencia emocional desarrollada. Manejo de las emociones. Me refiero a la capacidad de controlar los impulsos para adecuarlos a un objetivo. Habilidad que se puede "entrenar" como, de hecho, hacen los actores que son capaces de generarse el estado emocional más apropiado para representar un papel. Aprender a crear un determinado estado emocional... son palabras mayores. Recomiendo empezar por intentar controlar la duración de las emociones. Algo que sucede hace emerger nuestra furia. Parece inevitable. Pero esa furia puede durar un minuto, una hora o un día. Algo que acontece nos pone tristes. ¿cuánto tiempo haremos durar esa tristeza? Capacidad de automotivación. Las emociones nos ponen en movimiento. Desarrollar la capacidad de entusiasmarnos con lo que tenemos que hacer, para poder llevarlo a cabo de la mejor manera, aplacando otros impulsos que nos desviarían de la tarea mejora el rendimiento en cualquier actividad que se emprenda. Empatía. Es el nombre que recibe la aptitud para reconocer las emociones en los demás. Proviene del griego empatheia, que significa algo así como "sentir dentro", es decir,
percibir lo que el otro siente dentro suyo. Los sentimientos no suelen expresarse verbalmente sino a través del tono de voz, los gestos, miradas, etc. La clave para la empatía reside en la destreza para interpretar el lenguaje corporal. Manejo de las relaciones. Así como un paso posterior a reconocer nuestras emociones consiste en aprender a controlarlas; de modo análogo, una instancia ulterior a la empatía estriba en manipular las emociones de los demás. Esto último promueve la inquietud acerca de la ética. Las habilidades descriptas arriba, una vez desarrolladas pueden ser empleadas de distintas maneras. Pueden sujetarse a un fin solidario o a una motivación egoísta. Por ejemplo, la empatía puede ser utilizada por un profesor para mejorar la transmisión de una enseñanza a sus alumnos. Puede ser usada por un vendedor para vender un producto.
Competencias emocionales según Daniel Goleman (1995) Estas capacidades son:
Autoconciencia: Implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las intuiciones. Las competencias emocionales que dependen de la autoconciencia son:
Conciencia emocional: identificar las propias emociones y los efectos que pueden tener. Correcta autovaloración: conocer las propias fortalezas y sus limitaciones. Autoconfianza: un fuerte sentido del propio valor y capacidad.
Autorregulación: Se refiere a manejar los propios estados de ánimo, impulsos y
recursos. Las competencias emocionales que dependen de la autorregulación son:
Autocontrol: mantener vigiladas las emociones perturbadoras y los impulsos. Confiabilidad: mantener estándares adecuados de honestidad e integridad. Conciencia: asumir las responsabilidades del propio desempeño laboral. Adaptabilidad: flexibilidad en el manejo de las situaciones de cambio. Innovación: sentirse cómodo con la nueva información, las nuevas ideas y las nuevas situaciones.
Motivación: Se refiere a las tendencias emocionales que guían o facilitan el cumplimiento de las metas establecidas.
Impulso de logro: esfuerzo por mejorar o alcanzar un estándar de excelencia laboral. Compromiso: matricularse con las metas del grupo u organización. Iniciativa: disponibilidad para reaccionar ante las oportunidades. Optimismo: persistencia en la persecución de los objetivos, a pesar de los obstáculos y retrocesos que puedan presentarse.
Empatía: Implica tener conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de los otros.
Comprensión de los otros: darse cuenta de los sentimientos y perspectivas de los compañeros de trabajo.
Desarrollar a los otros: estar al tanto de las necesidades de desarrollo del resto y reforzar sus habilidades.
Servicio de orientación: anticipar, reconocer y satisfacer las necesidades reales del cliente.
Potenciar la diversidad: cultivar las oportunidades laborales a través de distintos tipos de personas.
Conciencia política: ser capaz de leer las corrientes emocionales del grupo, así como el poder de las relaciones entre sus miembros.
Destrezas sociales: Implica ser un experto para inducir respuestas deseadas en los otros. Este objetivo depende de las siguientes capacidades emocionales:
Influencia: idear efectivas tácticas de persuasión. Comunicación: saber escuchar abiertamente al resto y elaborar mensajes convincentes. Manejo de conflictos: saber negociar y resolver los desacuerdos que se presenten dentro del equipo de trabajo. Liderazgo: capacidad de inspirar y guiar a los individuos y al grupo en su conjunto. Catalizador del cambio: iniciador o administrador de las situaciones nuevas. Constructor de lazos: alimentar y reforzar las relaciones interpersonales dentro del grupo. Colaboración y cooperación: trabajar con otros para alcanzar metas compartidas. Capacidades de equipo: ser capaz de crear sinergia para la persecución de metas colectivas.
RERERENCIAS http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/inteligenciaemocional.htm http://www.pjbc.gob.mx/instituto/Inteligencia_Emocional.pdf http://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia_emocional http://webs.uvigo.es/pmayobre/master/textos/evangelina_garcia/inteligencia_emocional.pdf Goleman, D. (1995). "Inteligencia Emocional". Argentina: Javier Vergara Editor.
JUSTIFICACIÓN El Programa de Inteligencia Emocional “Desarrollo mis emociones” es un programa dirigido a los adolescentes de 3 “A” de la I. E San Pedro de Chorrillos , cuyo propósito general es desarrollar aspectos relacionados con inteligencia emocional. En la actualidad, cada vez es más frecuente encontrarnos con manuales, programas, guías… que pretenden desarrollar múltiples aspectos en los adolescentes. Ante la extensa lista que el mercado no ofrece, me he inclinado por la inteligencia emocional porque considero este aspecto básico en
la formación de estudiantes, y muchas veces no le otorgamos ni el tiempo ni la importancia que merece. Optar por este programa me asegura una cuidada planificación de esta temática. Por otro lado, puesto que consideramos que la Educación debe centrarse también en el trabajo de hábitos, relaciones sociales, favorecer la autonomía. Aspectos relacionados con el pilar de la educación emocional. También es cierto que las características propias de esta etapa, crean un marco inigualable que favorecen en gran medida el trabajo de la inteligencia emocional. Una tercera justificación, viene dada por el análisis de la situación actual. Cada día es más frecuente encontrar en los centros educativos problemas de disciplina, respeto, convivencia y en gran medida, estas dificultades son fruto de una carencia de trabajo específico en estas temáticas. Por todos estos motivos, decidimos realizar este programa en dicha institución educativa.