La causa de los adolescentes – F. Dolto
Capítulo 1. El concepto de adolescencia: Puntos de referencia, puntos de ruptura. Algunos prolongan la infancia hasta los 14 años y sitúan la adolescencia entre los 14 y los 18 años, coo una siple transici!n hacia la edad adulta. A"uellos "ue la de#nen en t$rinos de creciiento se sienten tentados de prolongarla hasta los %& años. Algunos soci!logos reducen la adolescencia a un capítulo #nal de la infancia. En lugar de liitarse a u'icarla en la pir(ide de edades, es (s interesante 'uscar un consenso. )a adolescencia es una fase de utaci!n, de uda, es un tra'a*o psicol!gico, +especto de la cual los *!enes nada pueden decir. )a sociedad tiene inter$s en "ue el adolescente no pierda el tiepo en una ida de 'ene#ciado, pero esa preocupaci!n llea ta'i$n al e-ceso de estiular deasiado a un niño de 11 años a no ser un niño prolongado. i 'ien no hay "ue dorirse, tapoco hay "ue precipitar precipitar las cosas. /iepre te portas coo un niño, pero ya no eres un niño0 Este tipo de lengua*e es totalente pernicioso y culpa'iliante. 2gualente, $l no le presta a estas pala'ras ninguna atenci!n, lo haría si fuese uno de sus copañeros "uien se la di*era. Pero los padres de*an de ser los alores de referencia. Es ta'i$n uy ulnera'le a las o'seraciones procedentes de otros adultos "ue tienen el papel de andar *!enes. El papel de las personas a*enasa ala failia "ue conocen al adolescente es uy iportante durante algunos eses. 3urante ese período reproduce la fragilidad del 'e'$ "ue nace, suaente sensi'le a lo "ue e y lo "ue ello con respecto a $l. Pero, desgraciadaente, la gente no sa'e cual es ese período sensi'le para dicho *oen. )a inopia es de'ilidad de la adolescencia. Poneos coo e*eplo a las
langostas "ue pierden su capara!n. asta "ue tengan el pr!-io, si reci'en golpes "uedan heridos para siepre. u nueo capara!n cu'rir( las cicatrices, pero no las 'orrar(. 5)a se-ualidad podría ser un recurso para ellos6 7o tienen ida se-ual si no es a tra$s de la iaginaci!n. )a astur'aci!n, de reedio de su depresi!n, se conierte en trapa, por"ue de este odo se descargan neriosaente y tienen (s di#cultad para enfrentar la realidad. us de#ciencias, ucho (s iaginarias "ue reales, son alientadas por frases inoportunas de las adres /7o llegar(s a ser nadie0, o por alguno "ue lo hace ru'oriar /5Esa es tu noia60. +esulta espantoso para un *oen ser descu'ierto así y "ue "uede e-puesto el sentiiento preco "ue e-perienta ello puede llearlo erdaderaente a la astur'aci!n. 3esgraciadaente, coo se satisface de anera iaginaria, carece de la fuera para ir a 'uscar en otro ser huano 9real, el apoyo para salir de esta trapa en la "ue lo han encerrado adultos indiferentes oagresios. E-isten adultos celosos de esta /edad ingrata0. +ecuerdan "ue ellos fueron altratados y coeten el iso error con otros. Cuando un *oen coiena a tener ideas propias los adultos lo desalientan /7o estas en edad de pensar 0, en lugar de darle la pala'ra /5Esto te interesa, cu(l es tu opini!n60. El padre "uiere seguir teniendo la supreacía, no sa'en ser padres de adolescentes. Principalente frente a su u*er y su hi*a, pero cuando est(n a solas los entienden e*or. El adolescente "ue fue interrupido o su'estiado en la casa, n o se atree a e-presarse en otros lugares donde el hacerlo le conferiría alor, ya "ue fue desaloriado en la casa. Es a los educadores a los "ue les corresponde darle la o al niño, pidi$ndole su opini!n. ; no solo a a"uellos (s dados, sino ta'i$n a a"uellos (s callados. Estos últios reconocer(n "ue a pesar de no estar entre los actios,
el profesor los tiene en cuenta. El profesor puede salar a un uchacho "ue este a'ruado por sus padres. El adolescente ta'i$n reacciona a todo lo positio "ue se hace por $l, solo "ue no lo ani#estan en el iso oento. Por eso hay "ue insistir a los adultos en perseerar "ue, aun"ue el *oen pareca /toarles el pelo0 cuando son arios, cuando est( solo, esta persona es para ellos uy iportante. 3e los 11 a lo 1< años est(n en un punto de (-ia fragilidad tienen ru'ores,se tapan la cara con el ca'ello, sienten erg=ena, etc. )a $poca difícil es la preparaci!n de la priera e-periencia aorosa. El *oen la desea pero le tee al iso tiepo. )a alta estadística de conductas suicidas plantea 5)o pro'le(tico es la priera relaci!n se-ual o cierta necesidad de e-perientar la uerte6 on indisocia'les por"ue precisaente, el riesgo del prier aor, es e-perientado coo la uerte de la infancia. En nuestra sociedad los *!enes no reci'en ayuda, no teneos ritos de iniciaci!n, prue'as colectias a niños de la isa edad. A los n iños, aun"ue no esta'an igualente aduros, la sociedad les reconocía "ue ha'ían superado la iniciaci!n. )os *!enes de hoy no son conducidos a la otra orilla y se en o'ligados a conseguir ese derecho por sí isos. El hecho "ue arca el #n del estado de la infancia es poder disociar la ida iaginaria de la realidad. >ras la crisis del Edipo, el uchacho enaorado de la adre y rial del padre, el fuego se apaga y el niño entra en la latencia, se resigna a esperar el futuro. Coprende "ue no podr( encontrar u o'*eto de aor dentro de la failia. A los 11 años se presentan los prieros indicios de se-ualidad, antes de "ue el cuerpo entre en *uego, sienten un aor iaginario por odelos, ídolos de asa "ue han sucedido a lo h$roes de ayer. )a priera ida iaginaria "ue se inicia a los < o 4 años,pone la ira en las personas del grupo pr!-io al niño 9padre, adre, heranos, etc.. Est( en relaci!n con el undo e-terior ediante las opiniones de los padres, pero no le
interesa directaente salo por grandes aconteciientos 9guerras, cat(strofes, etc.. )os niños son enteraente la opini!n de los padres, cuando ellos discrepan, tienen di#cultades para pensar por su cuenta. Pero, desde los 11 años, estallar( el pro'lea latente en su segunda ida iaginaria. El padre "ue no aa por"ue se ha diorciado de la adre, la adre "ue est( al ista por los dichos del padre, la a'uela "ue no se llea con su nuera, con?ictos de relaci!n "ue trastornan la ida iaginaria de un chico de entre @ y 11 años, pero cuyos efectos no se en hasta los 11 años sigue teniendo di#cultades para distinguir la realidad de lo iaginario. Pero si todo a 'ien, en un segundo undo iaginario, el niño no necesitar( toar sus odelos dentro de la failia, aun"ue sigue contando con la failia coo alorrefugio, pero sus odelos ser(n e-teriores. >oda su energía se dirige ahora hacia el grupo de copañeros de la escuela, deportios, etc. ; hacia la ida iaginaria "ue pueden proporcionar la >B, las lecturas o las inenciones en los *uegos. antasea con lo "ue pasa en el e-terior. Cuando llega la adolescencia, este un do iaginario e-terior le proocar( salir. alir a hacer eso "uefantasea'an. Es atraído por pe"ueños grupos de *!enes ayores "ue $l a los "ue "uiere integrarse. Entrar( así a su adolescencia, saliendo de la failia y ecl(ndose con estos grupos constituidos "ue tendr(n oent(neaente para $l un papel de sost$n e-trafailiar. 7o puede a'andonar los odelos del edio failiar sin antes disponer de odelos de releo. 7o son sustitutos sino releos. El releo es saluda'le, el sustituto no. )os releos identitarios, son !iles, interca'ia'les, hoy e peino coo uno, añana caino coo otro. 5Cu(l es la frontera "ue indica el #nal de la adolescencia6 )os neur!logos dir(n %& años, cuando el te*ido cere'ral "ueda totalente constituido. )os especialistas en creciiento apuntar(n al #nal de la osi#caci!n de la claícula, a los %D años. uchos factores sociales a'ogan por la eaciaci!n *uenil. Pero
los *!enes de deoran en el hogar en un estado de postadolescencia. Entonces, ya "ue no se puede #*ar una edad, 5cu(l es el #n de la adolescencia6 e sale de la adolescencia cuando la angustia de sus padres no le prooca ningún efecto inhi'idor. Cuando son capaces de li'rarse de la in?uencia paterna y no tienen sentido de culpa al a'andonarlos. Esto no puede ser iido antes de los 1F años por"ue la sociedad no se lo perite. El *oen no encuentra soluciones legales para a'andonar a su s padres, las leyes no le periten a un*oen ganarse la ida. El paso a la edad adulta es casi sin!nio de independencia econ!ica. 3e*ar de reci'ir dinero de los padres no es la soluci!n si se lo sigue reci'iendo de otro adulto. Esto es peor por"ue surge un sentiiento de dependencia "ue no se tiene respecto a los padres. )o "ue nuestros padres nos h an dado, lo deolereos a nuestros hi*os. Pero los "ue nos da una tercera persona culpa'ilian ucho (s por"ue esa donaci!n no ser( deuelta. )as in?uencias de esos protectores pueden truncar la li'ertad de sus protegidos, incluso (s all( de la uerte de esos /tutores0. 9E*eplo de la aestra "ue no le peritía su tutora cursar estudios superiores. )a #delidad hacia "uien nos su'enciona sin pertenecer a la faita es ucho ayor. A la failia se le es in#el, se es in#el a los padres, esa es la ley 9E*eplo del p(*aro /Gyo no puedo proeterte "ue te oy a cuidar tanto, lo "ue si te puedo proeter es "ue oy a cuidar a is hi*os así coo os nos cuidas a nosotros0. Hn *oen tiene necesidad de aar a personas de su edad, y de forarse a tra$s de los de su generaci!n, y no seguir dependiendo de alguien de una generaci!n anterior. Es un odelo desestructurador. oent(neaente, parece ayudar al *oen a realiarse, pero en realidad lo aplasta, por"ue el *oen cree estar en deuda. Esto no le perite seguir creciendo y terina siendo patol!gico.