I) La elección de los elegidos La desigualdad ante la educación de las diferentes capas sociales se refleja ante todo en que están muy desigualmente distribuidas, siendo la clase alta la más avarcativa en el sistema educativo superior pero la menos representativa en la población activa. En las posibilidades de acceder a la educación superior se lee el resultado de un proceso de selección que se ejerce a todo lo largo del recorrido con un rigor muy desigual, tratándose para las clases mas pobres de un simple proceso de eliminación. Estas variaciones tan fuertes en las posibilidades de estudio, aunque no concientemente, se expresa de muchas maneras en el campo de las percepciones cotidianas y determina una imagen de los estudios superiores, que se convierte co nvierte a su ve en un determinante de las vocaciones educativas. La mujer mujer tiene tiene una leve desventaja desventaja que se acent!a en las clases mas desfavorecidas. desfavorecidas. La desventaja educativa se expresa tambi"n en la restricción de elección de los estudios que pueden raonablemente estar destinados a una categor#a social dada. $s# por mas que las posibilidades de acceder a la facultad son similares para ambos sexos, estos seguirán en porcentaje muy desigual las diferentes orientaciones y tambi"n una clase respecto a la otra. %o obstante las posibilidades condicionales de inscribirse en las facultades facultades de letras para estudiantes provenientes de diferentes sectores dados traducen solo de manera confusa el relegamiento de quienes provienen de clases mas desfavorecidas, dado que algunas de las carreras all# dictadas, servir#an de refugio a los jóvenes de las clases altas que &obligados' a una ense(ana superior se orientan hacia estudios que le brindan en apariencia una raón social. )or otra parte el retraso y el estancamiento de los estudiantes, de las clases mas desfavorecidas puede ser observado a lo largo del sistema. El autor considera que es en la facultad de letras donde mas se refleja este fenómeno, y por ende el mas propicio para su estudio. Las desigualdades económicas, considera *ourdieu no alcanan para explicar las diferencias de las desigualdades educativas. +onsiderando la cultura, ligada siempre a la clase de origen, como un obstáculo para el desarrollo en el camino educativo, aun incluso en la etapa superior. El origen social es el !nico determinante que se extiende sobre todos los dominios de la vida del estudiante. $s# se observa que los "xitos y fracasos que muchas veces estudiantes y profesores tienen a imputar a las aptitudes o a las personas dependen en realidad de orientaciones precoces que son el resultado del medio familiar. familiar. $s# la acción de los hábitos culturales y de las disposiciones heredadas del medio de origen es redoblada por el efecto multiplicador de las orientaciones iniciales que se expresan en la lógica propiamente educativa bajo la forma de sanciones que consagran las desigualdades sociales aparentado ignorarlas. Es posible observar diferencias entre las actitudes en relación con la ense(ana producto del origen social. )or ejemplo ejemplo los estudiantes burgueses, burgueses, muestran un rechao hacia las t"cnicas de trabajo que les parece incompatible con la imagen romántica de la aventura intelectual, además pueden en cierta forma forma desapegarse respecto a los cánones literarios estrictos brindados por la universidad. Los estudiantes favorecidos heredan tambi"n saberes y un saber hacer, gustos y un buen gusto que tiene aunque de forma indirecta un gran rentabilidad acad"mica. La cultura &libre' esta muy desigualmente distribuida en las clases sociales, sin ser el factor económico del todo decisivo. allándose un mayor conocimiento sobre el arte a medida que se haciende en la escala social. En conclusión defiriendo por completo en un conjunto de predisposiciones y resaber que deben a su medo, los estudiantes solo son iguales formalmente a la hora de la adquisición
de la cultura acad"mica. En el contenido y la modalidad del proyecto profesional tanto como en el tipo de conducta universitaria que se pone al servicio de esa vocación o en las orientaciones mas libres de la practica art#stica, en resumen, en todo lo que define la relación que un grupo de estudiantes tiene con sus estudios se expresa la relación fundamental que la clase social tiene con la sociedad global, el "xito social y la cultura. El autor entonces refuta la idea de que sea el poder económico de una clase en conjunto con los dones de una persona la que la llevar#an tener "xito en el sistema universitario, siendo en realidad este producto de hábitos culturales de una clase y a las exigencias del sistema de ense(ana. )areciera de forma contraria a esta logica, que los estudiantes trabajaran inconscientemente
II) Juego serio y juego de lo serio
las desigualdades ante la educación son tan importantes, que resulta necesario buscar la unidad del medio estudiantil en la identidad de la practica universitaria, mas que en la identidad de las condiciones de existencia. %o obstante el sometimiento de todos los estudiantes ante esta practica no bastar#a para definir un grupo entero y una condición profesional. Los estudiantes confieren as# mas importancia a la significación de la función simbólica que le confiere su practica que por la unidad de la misma, pareciendo pasar por alto sus diferencias respecto a su pasado social y a su futuro profesional. Los tiempos y plaos a los que están sometidos los estudiantes son muy poco exigentes, autónomos, escapan a la mecánica del mundo globaliado. $s# el alumnado tiende a borrar las oposiciones que organian la vida y la someten a exigencias. Estas no los unen mas que negativamente, ya que en lo !nico que concuerdan estos ritmos es precisamente en diferenciarse de los ritmos colectivos, que tienden a integrar. La vida universitaria pareciera obligatoriamente imprimir sus habitas, áreas de desplaamientos, y sus itinerarios. %o obstante no es suficiente la coe xistencia en un espacio para integrar a los individuos a un grupo, si no mas bien es el uso ritmado en el tiempo lo que promueve dicha acción. El reagrupamiento de las actividades, como intento de producir un cambio en las relaciones sociales, en ausencia de los mecanicismos de integración se ve frustrado. $s# privado del sost"n institucional, y de marcos sociales, el estudiantado de la universidad francesa se ve#a en aquel entonces mas desintegrado que nunca, resultado dif#cil rastrear ciertas caracter#sticas de aquella antigua condición como- e l juego de oposición entre diferentes subgrupos, estereotipos o relaciones optativas que refleja la falta de esp#ritu de cuerpo/, jergas y el reconocimiento entre compa(eros. Estas cuestiones permiten hacer dudar sobre si el estudiantado en realidad un grupo social homog"neo independiente e integrado. El medio estudiantil as# descripto presentar#a todas las caracter#sticas de la anomia, producto de esta agregación sin integración, si no fuera por que los estudiantes están integrados a otros grupos. Los estudiantes entonces tienden a realiar el mito de la unidad, por grandes que sean las desigualdades que los separan. El autor supone que es en vano pretender descubrir modelos de compartimiento debajo de los conformismos esporádicos y cambiantes de los estudiantes, ya que estos se forjan en relación a una unidad m#tica, y no a la raon de ser del estudiante. Entonces si el estudiante es reconocido por los s#mbolos, que lo caracterian es por que esta condenado por la situación preparatoria en la que esta ubicado para ser solo que proyecta ser. La voluntad de realiarse como estudiante, n o supone el reconocimiento unánime de una imagen de estudiante ideal, puesto la imagen de lo que se pretende realiar
puede reducirse a exigencia de realiar una imagen. 0uerer ser y querer elegirse es en principio rechaar lo que no se ha elegido. Entre las necesidades transfiguradas esta la relación al medio social. La aspiración a elegirse no obliga a un comportamiento determinado, sino a un empleo simbólico del comportamiento destinado a mostrar que se ha elegido ese comportamiento. 1oda relación con una exigencia tiende aqu# a realiarse, seg!n esta lógico de la transfiguración simbólica de la necesidad en libertad. 2i la experiencia del tiempo y el espacio es tan irreal como sea posible es por que los estudiantes reinterpretan simbólicamente sus obligaciones para as# convertirse en estudiantes. 2e olvida pretendiendo, catalogar a la educación como un agente neutro, que es ella la que suscita a los alumnos la necesidad de los productos que provee, vi"ndose esto reflejado que el consumo propiciado por el profesor es siempre un consumo culto. )rofesores y estudiantes, productos del sistema expresan su lógica, el estudiante no contribuyendo en nada a la producción o transmisión del saber y el profesor al no consultar. El autor pone de relieve as#, que el fin !ltimo de la institución es obtener adhesión a los valores de la cultura que ella profesa, de la cual los estudiantes de manera voluntaria pretenden formar parte. )ero este acceso a la intelectuabilidad es un proyecto raonable solo para una porción restringida del alumnado. 3e ser as#, el autor se pregunta que es lo que lleva entonces a que todos se sometan a esta lógica, cuyos fin les es inalcanablela mala fe colectiva que les permite al estudiante mitificar la verdad de su trabajo disimulando el porvenir para el que los prepara. Lejos de considerar al estudio como un simple medio, lo convierte en un fin en si mismo. Esta ilusión esta favorecida por la irrealidad de la practica universitaria, pues ninguna d e las sanciones que este medio ofrecen terminan en el fracaso del estudiante fracaso en relación a su lógica racional/, acercándose mas a un juego que a la realidad. El estudiante convierte al medio en el jue indiscutible del valor de sus obras. El juego t#picamente intelectual de la toma de distancia respecto de todas las limitaciones social, futuro profesional, etc/, sostiene y apela al juego de la disimilacion por la disimilacion misma. 4 mientras más se pretenda silenciar esas diferencias de origen, mas se las expresa en las opiniones y gustos. 2iendo por ejemplo los más privilegiados quienes suelen tomar partida en los juegos ideológicos en busca de una originalidad que les sea propia, o quienes relativian el prestigio de cada profesor. En resumen, se revelan la identidad que disimulan las diferencias proclamadas, y las diferencias que se esconden bajo la identidad proclamada. 2i es verdad que el determinante fundamental de las actitudes es el o rigen social, si es cierto que los estudiantes provenientes de la burgues#a siguen siendo la mayor#a y que los valores que ellos deben a su medio contin!an imponi"ndose a ellos, y a trav"s de ellos los estudiantes provenientes de otras clases, se puede c onsiderar leg#timamente que muchas de las caracter#sticas que tiene el grupo las debe al medio dominante. Los novicios de la inteligencia, se reclutan sobre todos entre los estudiantes de origen burgues por que los juegos de inteligencia libre suponen que los estudios sean vividos como un juego que excluya toda otra sanción salvo las definidas por las reglas del juego.
$prendices o aprendices de brujo5 El autor decide construir un tipo ideal del estudiante e El punto de partida es- El estudiante tiene como tarea trabajar por su propia desaparición en tato que es estudiante. Entonces de la misma forma que se concuerda que el estudiante es alguien que estudia, sin sacar de eso las mismas consecuencias, tambi"n se convendrá que ser estudiante es para preparase a trav"s del estudio para un porvenir profesional. Entonces siendo esta la lógica del estudiante, la manera mas racional de actuar seria organiar toda acción presente con referencias a las exigencias de la vida profesional, y poner en practica todos los medios racionales para alcanar, en el menor tiempo posible y los mas perfectamente posible, ese fin asumido. La realidad es muy diferente.