Decir que las personas, personas, aprenden de forma distinta, resulta evidente. Por ello la importancia en la labor educativa educativa de conocer e identificar las diferentes diferentes formas que tienen los estudiantes de representar y procesar la información. El Modelo de Programación Neurolingüística de Bandler y Grinder, el Modelo de Hemisferios Cerebrales y el Modelo de las Inteligencias Múltiples de Gardner proporcionan información que coadyuvan a lograr lo anterior.
La PNL muestra muestra las formas que tienen las personas personas de representar representar la información, información, para procesarla y almacenarla. almacenarla. Por naturaleza el estudiante es una procesador de información y aunque individualmente individualmente son diferentes en los estilos estilos de aprendizaje aprendizaje según Bandler y Grinder (auditivo, kinestésico y visual), es imposible que existan existan personas que solo solo utilicen una única manera manera de representación representación de información información ya que, todos poseemos poseemos las tres formas en mayor mayor o menor medida. medida.
Se puede citar citar como ejemplo un alumno que tiene más más desarrollado la habilidad visual, y representa mejor la información a través de imágenes, imágenes, videos, diagramas o mapas, también requiere hacer uso del aspecto auditivo y kinestesico kinestesico para escuchar y comunicarse comunicarse o para llevar a cabo manualmente manualmente la actividad actividad requerida. requerida. Hay que recordar que el Modelo de la Programación Neurolingüística sostiene que “(…) la forma como pensamos afecta nuestro cuerpo, y cómo usamos nuestros cuerpos afecta a la forma como pensamos.”
En el proceso de enseñanza-aprendizaje se encuentran inmersos diversos factores: económicos, familiares,
biológicos, emocionales, sociológicos, fisiológicos y
psicológicos. Lo anterior responde a, ¿porque las personas procesan procesan información de modo diferente?. Bandler y Gringer Gringer señalan que el hemisferio cerebral cerebral se divide en izquierdo y derecho, proporcionando las características que permiten identificar el tipo de alumno dentro de un aula.
Al hemisferio izquierdo también se le conoce como hemisferio lógico y algunas de las características de las personas que presentan esta dominancia es que son prácticas y seguras, les es fácil recordar y relacionar hechos, tienen buena capacidad para las matemáticas (desarrollo de la lógica y el análisis), para lectura (manejo del lenguaje y símbolos) y escritura (manejo de la ortografía).
El hemisferio derecho u Holístico se caracteriza por ser intuitivo, presentando las peculiaridades que los caracterizan las cuales son suelen ser emotivos y expresan sus sentimientos con más facilidad, aunque presentan problemas de hacerlo a través del lenguaje, se van a lo concreto, poseen mejor imaginación y por lo tanto desarrollan mayor creatividad. Tiene habilidades en la música, baile y canto.
Concretamente los alumnos con pensamiento lógico suelen ser organizados y no requieren de mucha explicación ya que les es fácil retener y percibir rápidamente detalles, hechos y reglas a partir del análisis, aunque para ello requiere una orientación clara y especifica. En cambio los estudiantes dominantes del hemisferio holístico disfrutan de las actividades en espacios abiertos, aprenden mejor apoyados en imágenes, sonidos y sensaciones. Ya que no utilizan el análisis alcanzan resultados por intuición.
Aunque los alumnos presenten cierta dominancia en un hemisferio, es importante destacar que algunas de las responsabilidades del docente son: conocer el tipo de alumno de acuerdo al modo de aprendizaje basado en el modelo de los hemisferios cerebrales, identificar las oportunidades y debilidades para aprovechar las áreas de oportunidades, así como diseñar estrategias educativas que permitan al alumno desarrollar habilidades y destrezas utilizando ambos hemisferios, con el propósito de lograr el aprendizaje, basado en competencias.
Gardner señala siete inteligencias que permiten identificar las
aptitudes de los
jóvenes que los lleva a desarrollar las habilidades y destrezas para la resolución de
problemas y el desarrollo de una actividad o producto. De tal manera que cuando realicen una actividad sepan llevarla a cabo con
las habilidades desarrolladas,
fortaleciendo de igual manera las poco utilizadas.
La inteligencia lingüística (se expresa en forma escrita u oral), la lógico-matemática (capacidad para analizar y resolver
problemas en áreas diferentes y elaborar
productos), la corporal-kinética (capacidad de expresarse a través de movimientos corporales y producir en forma manual), la inteligencia espacial( la capacidad de percibir y visualizar espacios ), la musical (capacidad de crear y transformar la música, para poder expresarse), la interpersonal (percibir el estado de ánimo de las personas) y la inteligencia intrapersonal (capacidad de autoconocerse).
La responsabilidad del docente es precisamente identificar la inteligencia dominante que posee el alumno y aprovechar las áreas de oportunidades, permitiendo reforzar el resto de las inteligencias. Para lograr lo anterior es necesario considerar los factores que influyen en el desarrollo de las inteligencias los cuales son la educación dentro y fuera del núcleo familiar, el medio ambiente en el que se desarrollan los alumnos, los recursos económicos con los que cuenta, la genética y la experiencia.
Para concluir el conocimiento y destreza son características necesarias para aprender con efectividad en cualquier situación en la que uno se encuentre, y todas las personas tienen la capacidad de desarrollarlas haciendo uso de ambos hemisferios y con las siete inteligencias múltiples. Si se desea formar alumnos capaces de aprender a aprender se sugiere plantear objetivos, identificar los procesos de aprendizaje de los estudiantes, conocer y reconocer sus habilidades, establecer estrategias que permitan el desarrollo de las competencias para lograr el aprendizaje significativo.