Nº 1 (octubre de 1991): Presente y futuro de la revolución socialista - See more at: fDescripción completa
Artículo Daniel Samper PizanoDescripción completa
Descripción completa
Descripción completa
Descripción completa
Descripción: la Morfologia del español
Full description
Decrecimiento
jugar en zona
de oroooooooo pataDescripción completa
Descrição: jugar en zona
jugar en zonaDescripción completa
Leyes
triptico
Descrição completa
Adjetivo Comparativo y Superlativo en AlemánFull description
Descripción completa
sin
En defensa del adjetivo A menudo nos repiten que debemo debemos s suprim suprimir ir los adjetiv adjetivos. os. Un bue buen estilo tilo—o —oím ímos os deci decir— r— puede puede presci prescindi ndirr perfec perfectam tament ente e del adjetivo; le bast asta el arco sólid sólido o del del sust sustan antiv tivo o y la flech flecha a ubicua del verbo. Y, sin embargo, el mund mundo o sin sin adje adjetiv tivos os es tris triste te como como el quir quiróf ófan ano o en el día día de domingo. Una luz azulina se filtra a trav través és de las las vent ventan anas as fría frías, s, zumban en voz baja los mustios tubos fluorescentes. El sustantivo y el verbo son suficientes para los soldados y los dirigentes de los países totalitarios. Porque el adjetivo es el gara garant nte e inde indele lebl ble e de la indi indivi vidu dual alid idad ad de los los obje objeto tos s y las las persona. He aquí un montón de melones en un tenderete. Para un adve advers rsar ario io de los los adje adjetiv tivos os la situ situaci ación ón no pres presen enta ta ning ningun una a dificultad. “Los melones están en el tenderete.” Y lo cierto es que un meló melón n es amar amaril ille lent nto o como como la tez tez de Tall Talley eyra rand nd mient ientra ras s discurseaba en el Congreso de Viena, otro es verde, inmaduro y lleno de arrogancia juvenil, y hay uno que tiene la cara chupada y se ha sumido en un silencio profundo y fúnebre como si no pudiera acab acabar ar de desp desped edir irse se de los los camp campos os de Prov Proven enza. za. No hay hay dos dos melones iguales. Algunos son oblongos, otros rechonchos. Duros o blan blando dos s. Huele uelen n a campi ampiña ña y a aman amane ecere ceres s o están tán secos cos, resignados a todos, asesinados por el transporte, por la lluvia, por las las mano manos s de unos unos desc descon onoc ocid idos os y por por el ciel cielo o plom plomiz izo o de un suburbio parisino.
Adam Zagajewski,
(poeta, novelista y ensayista pola polaco co)) "En "En defe defens nsa a del del adje adjeti tivo vo," ," en Do Dos s ciudad ciudades es, Barcelona, El acantilado, 2006